BS_1911_10

Ficha

Título
BS_1911_10
Descripción
Boletín Salesiano. Noviembre 1911
extracted text
A Ñ O X X V I - N . II

Edición de España

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Turin — V ia Goffoícngo N. 5 2 .^

S U M A R IO .
Congreso Internacional de los Ex-alum nos Salesianos. — A los ex-alum nos de las C asas Satesianas
de E s p a ñ a .......................................................................293
Afectuosas adhesiones. — L a convocatoria. — Pre­
parativos ........................... J
. 296
El prim er d ía : L a inauguración. — E l saludo del
Presidente d el Com ité Ejecutivo. — E l saludo de
D. P. Albera. — El principio de los trabajos. —
La relación del prim er T em a. — Mons. M organti

^


^

cierra la prim a s e s i ó n ................................................. 299
E l segundo d ia : D os reuniones llenas de alegria y
entusiasmo. — O bsequio á los D elegados y Repre­
sentantes e.xtranjeros. — L a visita d el C ard. Richelm y. — L a recepción del M unicipio . . . .
306
E l últim o d ia : Ultimos trabajos. — Para el cente­
nario d el nacimiento de D. Bosco y de la fiesta de
M aría A uxiliadora. — E l discurso del S r. Poesio.
— E l agradecim iento de D. P . .Albera. — E l fra­
ternal adiós. — T odos á V a l s a l i c e ......................316

COIRESO BTERMEIOIÁL RE EOS EH EOliOS SALEEMOS
A los ex=alumnos de las Casas Salesianas de España.
de vosotros, queridísi­
¡ C " ' ^ mos amigos, hubieran deseado
ardientemente presenciar con sus pro­
pios ojos el imponente espectáculo que
se os describe en la crónica que va á
continuación! ¡Qué ganas habréis te­
nido de asistir á esta especie de semana
social salesiana para aprender el modo
práctico de agradecer á-vuestros anti­
guos educadores el beneficio m is grande
que humanamente puede recibir un
hombre: la educación! ¡Con cuánto
gusto hubiérais escuchado de vdva voz,
cálidas con el ardor de corazones jó ­
venes, esas afirmaciones solemnes de
lealtad inquebrantable á D. Bosco, á
los salesianos, á los principios religio­
sos que ellos os inculcaron! ¡Ah, sí!
U AN Tos

Hubiérais querido oir, ver, sentir ese
entusiasmo, esa elocuencia, esa acti­
vidad que se adivina al leer la reseña
que para vosotros sobre todo hemos
escrito.
Pero ya que no ós fué posible sa­
tisfacer vuestros ardientes deseos, con
ella podréis formaros un concepto apro­
ximado no sólo de la grandiosidad del
acto, sino también, y esto es lo más
importante, podréis meditar su alcance
y desentrañar sus profundas enseñanzas.
A muchos de vosotros tal vez les sor­
prendan y no se expliquen estas mani­
festaciones de cariño á los hijos de
D. Bosco, estas simpatías fervientes y
hasta clamorosas de nuestros antiguos
alumnos. Es que muchos de vosotros

— 294 —

nos quieren mucho; es que los hijos todo lo cual establece, á parte del be­
de D. Bosco seguimos amándoos como neficio intrínseco, una comunidad de
cuando vivíais con nosotros los años afectos, de ideas y aspiraciones, un
mas felices de vuestra vida; como cuan­ lazo íntimo, espiritual, que nos une y
do os repetíamos diez veces en la clase nos unirá aún más allá del sepulcro,
lo que la ligereza de vuestros pocos porque el amor, en que todo eso se re­
años no permitía entender á la pri­ sume, es más fuerte que la muerte
mera; como en aquellos tiempos dicho­ misma. Así comprenderéis mejor el
sos en que nos privábamos de nuestro por qué de esta grandiosa manifesta­
reposo para velar vuestro sueño. Ahora ción de gratitud; de dónde brotan y
que vais comprendiendo, ó habéis com­ cómo se forman en el corazón esos
prendido ya, que hemos renunciado á discursos llenos de frases y afectos para
todas las comodidades de la vida para muchos incomprensibles, que han puesto
haceros bien, que os hemos sacrificado de relieve lo más íntimo del sistema
nuestras afecciones más delicadas, nues­ de D. Bosco y nos han hecho derramar
tro porvenir terreno, nuestra libertad, lágrimas de dulcísima ternura.
Y ahora leed con detención esas pá­
viene espontáneo de vuestro corazón
ginas
admirables y procurad comprender
agradecido el torrente de elocuencia
cariñosa que corre por esas páginas. bien el espíritu que en ellas la te ; me­
Si es verdad que nosotros no podemos ditad esas conclusiones y esos discursos
olvidar lo que valéis por lo que nos en los cuales no se sabe que admirar
habéis costado, tampoco vosotros po­ más si la forma gallarda ó la fuerza
déis dejar de sentir que lleváis en vues­ de la convicción. Ponderad debidamente
tro ser algo nuestro, algo que os hemos el alcance y la posibilidad de esas de­
comunicado en las sabrosas conversa­ terminaciones, que en ellas aprenderéis
ciones de la clase, del patio y del pa­ mucho de lo que os conviene hacer
seo; algo que pasaba de nuestra alma para que los fines nobilísimos de vuestra
á la vuestra aquellos días en que nos Federación Internacional sean hechos
cobijaba el mismo techo, comíamos en patentes y tan magníficos y reales como
la misma mesa, rezábamos en la misma el incomparable Congreso del pasado
iglesia y vivíamos de la misma vida, Septiembre. Y no os contentéis con
del mismo espíritu, el espíritu del gran leerlas vosotros en privado; pedid á los
j)edagogo cristiano del siglo pasado, Srs. Directores de las casas salesianas
Vble. Juan Hosco; hemos añadido algo muchos ejemplares de este boletín, que
á vuestra vida moral é intelectual que os lo darán con sumo gusto y os ayudarán
ha venido á modificar la vida física que en lo que puedan, y hacedlo llegar á
habéis recibido de vuestros padres.
manos de vuestros amigos; que no
Sin ({ue vosotros lo advirtierais y quede uno solo de nuestros antiguos
sin qu<‘ nosotros nos cuidáramos mucho alumnos que no los lea. Leedlo en
de ello, os hemos comunicado nuestra vuestras reuniones, comentadlo y, so­
manera de ver y pensar en muchas bre todo, actuad sus ideas en cuanto
cosas, nuestro modo de entender la os sea posible. Nuestros tiempos son
vida, la virtud, el deber, la sociedad; tiempos de actividad vertiginosa; no
hasta gran parte de vuestros conceptos basta leer, escribir y hablar; es preciso
científicos y sus aplicaciones primor­ hacer, ser hombres de acción. Sed em­
diales las habéis recibido de nosotros; prendedores y activos como aquel hom­
poco á poco os habéis ido formando bre admirable de cuya paternidad nos
en el mismo molde mental v ético, gloriamos, que en su lecho de muerte

recomendaba á sus hijos lo que el siglo
pasado podría tomar como testamento:
Trabajo^ trabajo, trabajo. Los ideales
son hermosos: hacen falta hombres que
sepan ponerse en contacto con las
cosas y acierten con los medios para
convertirlos en hermosas realidades.

Y desde ahora mismo debéis ir ha­
ciendo algo más. No creemos ofender
á ninguno si os decimos que este pri­
mer congreso os cogió un poco des­
prevenidos; ya os dijimos en el número
anterior que también para nuestros su­
periores ha sido una sorpresa inena­
rrable; fue un ensayo iniprovisado á
toda prisa que sólo sirvió para hacer
ver lo que podréis realizar el día que
una preparación reposada reúna vues­
tras fuerzas. Por lo tanto idos prepa­
rando desde hoy al segundo Congreso
Internacional de los ex-alumnos de
D. Rosco; que estéis en él debidamente
representados y que aparezca allí la
parte que os corresponde en la reali­
zación de las fecundas ideas contenidas
en esta crónica. Que vayáis al segundo
congreso no sólo á sembrar ideas en
elocuentes discursos; que podáis decir
también con santo orgullo: Nosotros
hemos hecho ésto y ésto; de los votos
formulados en el Primer Cong-reso hemos realizado tántos; hé aquí las obras,
fruto de nuestra actividad. Mirad que
os veréis rodeados de una santa cuanto
temible competencia. Vuestros compa­
ñeros de la Argentina os han prece­
dido en la org’anización v á ellos cabe
la gloria de haber reunido el primer
congreso internacional americano y de
presentarse los primeros ante la so­
ciedad como fuerza social orgranizada
y respetable. De vuestros compañeros
de Italia podéis juzgar por la muestra.

Los que no habéis podido asistir á las
sesiones del inolvidable congreso no
podréis imaginaros el entusiasmo, la
convicción, la firmeza de propósitos cjue
reflejaban en sus rostros y estallaba
en las discusiones de los temas, en los
comentarios y en las conversaciones.
En todos se veía el deseo ardiente y
la voluntad inflexible de llevar á la
práctica, cueste lo que costare, aquellas
conclusiones tan hondamente sentidas
y con tanta elocuencia razonadas. La
crónica que vais á leer es fiel; pero le
falta el calor, el movimiento de la rea­
lidad ; es una fotografía, exacta todo lo
que queráis, pero fotografía al cabo,
que no puede producir la impresión
profunda de aquellas imponentes asam­
bleas cuya vida, interés y sugestión no
pueden encerrarse en letras de molde.
De lo que ellos han hecho hoy, sacad
lección de lo que podréis vosotros hacer
mañana; pero creedlo, ciertas cosas
no se pueden improvisar. ¡ Cuánto he­
mos pensado en vosotros durante aque­
llas sesiones en que vuestra hermosa len­
gua, por boca de vuestros represen­
tantes, llenaba los ámbitos del salón
entonando un cántico que encerraba
una multitud de promesas de un por­
venir más activo aún y más floreciente!
No durmáis sobre los laureles; el que
corre menos que sus compañeros de
viaje, se queda irremisiblemente atrás;
y, á pesar de lo mucho que habéis hecho,
bien comprendéis que aún podéis y
debéis hacer mucho más.
¿Qué debéis hacer? Ahí tenéis im
programa Vastísimo, pero concreto; un
programa que encierra todo un ideal
tan bello como fecundo. ¿Qué os falta?
¿Juventud y arrestos? Tenéis de sobra.
¿Tiempo? Dios os lo concederá. {Ade­
lante !

— 296 —

AFECTUOSAS ADHESIONES.
!=x La convocatoria. ><<
el día eii que la activa Comisión
encargada de los preparativos hizo el
.
.
pri mer llamamiento, hasta el último
día del Congreso, llovieron, por decirlo así, las
adhesiones cariñosas y entusiastas.
Innunieraldes fueron los que se apresuraron
á manifestar la alegría que les llenaba el cora­
zón al oir el dulce anuncio ó el disgusto que
sentían por no poder tomar parte.
Entresacamos de nuestra abrumadora corres­
pondencia.
« Grande alegría me produjo la invitación al
próximo Congreso Internacional de los ex-alumos.
lis para nosotros una agradable satisfacción el
IHMisar en nuestros superiores y compañeros con
los cuales hemos pasado los años de nuestra juven­
tud , etlucándoiios en el recto pensar y en los grandes
ideales de fe, patria y fraternidad.
»El infriiscripto, que durante cinco años frecuentó
el Oratorio de Turin y durante otros dos en que
debió hacer el servicio militar en la misma cii’.dad
halló en el Oratorio su sitio predilecto y gratísima
compañía en los antiguos superiores y compañeros,
da gracias á la Comisión del Congreso por su aten­
ción al invitarle; y al mismo tiempo manifiesta
su sentimiento por no poder tomar parte en per­
sona. pero participará en espiritxi hadendo votos
para que el Congreso salga á satisfacción de todos... <
« Y a que no puedo ir á saludar á todos personal­
mente, envió mi adhesión juntamente con un res­
petuoso, fraterno y cordial saludo... *.
« Circimstandas criticas me impiden tomar
parte en el Congreso y no puedo hacer otra cosa
que enviar mi adhesión: pero lo hago con pena
]>orq\ic quisiera llevar yo mismo á e.Si\ pléyade de
amigos el SíUudo de un genert>so hijo de Brescia
<iuc cree no haber degenerado, ni haber dcslionrado á los hijos de D. Bosco, para los cuales con­
serva siempre en su corazón un entusiasmo sin
limites.... *.
|Y qué expresiones cordiales y delicados sen­
timientos!
«... ¿Mi adhesión al Congreso de los Ex-almnnos
de 1"). Bosco.’ ¡«Vh. si! Tiene que ser plena , sincera,
entusiasta. Tíl que, como yo, i);\só los mejores odio
años de su vida en los Colegios Salesianos; el que
ha quedado ligado para siempre con sincero cariño
á sus amados Superiores que supieron formarle el
carácter, darle una direcdóa y tenderle siempre una
mano luiiiga: él que conoce la vida y las obras de
i'). Bosco. no puede ni debe de ningún modo quedar
iudifenuite ante la sim|vática reunión que se pro­
pone hermanar á tantos individuos, que son sin­

ceros admiradores del gran D. Bosco y deudores
á sus hijos de tantos beneficios.»
«...¿Deseos? Los mejores; hago votos por el más
espléndido resultado del gran Congreso; con el
corazón, con el pensamiento, con nuestro entu­
siasmo estaremos siempre con nuestros educa­
dores.»
« Los hijos de D. Bosco han sido mis primeros
é inolvidables educadores; he admirado siempre en
ellos á los celosos apóstoles de la juventud en mi
querida Especia. Y por medio de los beneficios que
me han hecho á mí y á mi ciudad natal, he apren­
dido á amar á D. Bosco, como á un padre á quien
no se ha conocido, pero se piensa en él con tierna
emoción.... Que la manifestación determine siem­
pre más im fervor incansable para sostener y di­
fundir la obra salesiana en la cual, todos los que
queremos la conservación de la fe del pueblo, con­
fiamos como en uno de los más admirables instru­
mentos de la Providencia *.
No sólo en los seglares, sino también en exi­
mios eclesiásticos prendió el mismo entusiasmo.
« Recibí la gratísima invitación de tomar parte
en el Congreso de los cx-alunmos de los institutos
salesianos y deseo ardientemente postranne ante
la tumba del \’eu. D. Bosco, pero no me es posible
á causa de urgentes y graves negocios de mi mi­
nisterio que me tienen atado. Con todo, me tendré
por muy feliz asistiendo en espíritu y me apresuro
desde luego á enviar mi adhesión. Es una obli­
gación sagrada (jue á ello me fuerza, porque debo
á los hijos del inmortal D. Bosco mi vocación sa­
cerdotal.... ».
Pero como el brillo de algunos nombres hará
ver más claro el triunfo altísimo que D. Bosco
logró en este Congreso, nos parece deber añadir
algunas adhesiones de los que no iuten inieron
en él.
El Obispo de Astl.

« .... Para desalic^arme envío un pensameinto
á la veneranda memoria de nuestro gran Padre
D. Bosco.
¡Cuántos recuerdos suaves de aquellos años inol­
vidables 1S66-67-68-69 pasados en el Oratorio, á
la sombra del santuario de María Auxiliadora en
compañía de D. Bosco! Como entonces había
pocas casas, exceptuadas raras y brevísimas au­
sencias siempre lo teníamos con nosotros; con nos­
otros en la iglesia y en el recreo. ;Qué dulce era todas
las noches, después de las oraciones, bajo los fa­
mosos pórticos, recibir de sus labios amables los
consejos y las paternales amonestaciones!
Más que superior era para nosotros un amigo

— 297 —
un padre amorosísimo: él era el amo de nuestras
almas y rey de nuestros jóvenes corazones. No nos
cansábamos jamás de estar con él, de oirlo, de
mirar la dulzmra de Jesucristo que se transparen­
taba en su semblante y lo hacia tan amable.
Jamás olmdaré el recuerdo que me dió cuando
dejé el Oratorio para entrar en el seminario. Des­
pués de confesarme, me dijo: «¿ Me podrías aj-udar
la misa ? Podría ser la última ». «Demasiado honor
es para mi, le respondí; pero tengo esperanza deque
no será la última ». Y no lo fné en efecto, porque
muchas más le ajnidé de seminarista y sacerdote.

cidos por la faz de la tierra, se mantenga siempre
vivo el espíritu que le supo infimdir el amado
Padre D. Bosco. 3* Para que muanezca ])ronto el
día en que la Iglesia lo eleve al honor de los al­
tares declarándolo santo. 1
Asti, agosto 1911.
^

L u is S p .\n d r e , Obispo.
Hl Obispo de Novara.

«Optimo pensamiento es el de reunir en un Congres(í los innumerables ex-alumnos de las casas
salesianas. K1 volver á encontrarse des|)uós de

E n ¡os patios del O ratorio SaU siano antes de ¡a inauguración det Congreso.

Acabada la misa, me dijo: « Arrodillate que
quiero darte aún mi bendición *. Y después de
haberme bendecido teniendo su santa mano sobre
mi cabeza, añadió: «Acuérdate Luis, si con la ayuda
de Dios ll^ as á ser sacerdote: qiuure lucrum aniet 7wn quatsium pecuniarum *. Estas pa­
labras acompañadas de una mirada penetrante
me llegaron al alma y no las oKúdaré jamás.
Fueron para mi todo im programa, la revelación
de un sublime ideal; programa é ideal de aquel
hombre de Dios para el cual era nada lo que no
fuera salvar las alma-sr Da :r.ihi animas, caeiera tolle.
En tanto hago votos: i® Para que este extra­
ordinario Congreso sieiva para consolidar la obra
universal á la que nuestro Venerable dió principio
y rida por di^xDskúón de la Divina Pro\*idencía.
2* Para que en todos sus numerosos hijos, e^ar-

tantos años para renovar las impresiones de la
educación recibida y enfei^'orizarse en los buenos
propósitos, será muy útil para el numeroso ejér­
cito de los ex-alunmos salesianos. Por lo mismo
aplaudo de todo corazón el próximo Congreso
internacional y hago los más fervientes votos para
que tei^a buen éxito y produzca los mejores frutos.»
Novara, 12 Ag.ñü/ ¡yzi.

J o s é G a m b a , Obispo.
Ex-Alum no del Oratorio de Turtn.
El Obispo de Crema.

• Tengo todaria muy fresco en el alma el re­
cuerdo de los hermosos años pasados en el Oratorio
á la sombra de D Bosco. ¡Qué dominio poderoso
y saludable tenia sobre nosotros! Nos sentianjo*

felices bajo sus alas paternales y lo considerábamos
como un hombre inspirado de lo alto, como un
santo....
Pronto se reunirá junto á la tumba del gran
Padre el Congreso internacional de sus hijos, es
decir, los (pie fueron educados en su escuela. Que
vuelvan los hijos á sus casas renovados en su fervor
y dispuestos a imprimir d la Obra de D. Bosco un
nuevo y jjoderoso imi)ulso de eficaz actividad en
bien de las almas y para salvación de la sociedad. •>

siento porque V. bien sabe qué afecto y simpatía
me imen á los Salesianos.
Haga, pues, el favor de recordar en las asambleas
mi ferviente adhesión, mi profunda veneración á
los Salesianos y los votos más provechosos que yo
hago por el buen éxito de este oportimo Congreso.
Con toda estima de V. S. S.
A n t o n io M.\ n n o .

Cooperador Salesiano.

Crem n, A sunción de M aría, 1911.

B

P iz z o r n o , Obispo.

eknakdo

El Dr. Micheli.

4 .... Me adhiero con todo mi corazón al Con­
greso internacional de las Ivx-alumnos Salesianos
y espero poder presenciarlo (yo que fui ahunno
del Colegio de Akussio) juntamente con otros ami­
gos del Colegio de Parma donde D. Carlos Baratta
fundó, pocos años ha, la primera Asociación de
antiguos alumnos, después de la de Turíii.
Más (lue para ver á los superiores y amigos de
otros tiempos, iremos para manifestar d aquellos
todo nuestro reconocimiento y gratitud por el bien
(jue nos han hecho en los años de nuestra juventud:
y, sobre todo, para darles una solemne prueba de
solidaridad, tanto más necesaria después de los
vergouzasos ataípies de la secta que no deja en
paz d los (]ue trabajan para educar la juventud. »
rarm u, 30 agosio 1911.

Dr. Josí: M i c h e l i .
Diputado á Corles.
Dr. Loaglnotti.

* líl 10 de septiembre tenemas en Brescia la
grandiosa fiesta federal d la que asistirán los Car­
denales Ferrari y Maffi. Me es, por lo tanto, impo­
sible alejanue; pero lo siento por<|ue haría con
mucho gusto una aparición en el Congreso. De
toílas modos envío mi cordial adhesión y el sen­
timiento de no potlor asistir, •>
HofRO de Vftlcam oiik'n, 17

1911.

Dr. JU.\N M. lyONGlNOTTI.
Diputado á Cortes.
Dr. Pío lionasl.

del Consejo Superior del Trabajo.

i .... llabiu pensado pasar algunos dias con los
amigos lejos de toda ocupación de mi oficio. Sin
embargo, el primero del corriente debí presentarme
al regimiento d fin de terminar un curso de instruc­
ción pirra asi.'enso d capitán. Asi .la necesidad de
ser\’ir d la patria tue ha aguailo las vacaciones.
Tetipa la Inrudad de considerarme presettte en
espíritu y de hacerse cargo del sentimiento que me
prixluce el tener que estar ausente.
No faltaron las adhesiones de eminentes Coo­
peradores. Haremos mención de una sola, pre­
ciosísima, la de un Senador del Reino.
V illa n o v a Sol.tru (Cuneo),i d e setiem bre 1911.

Caro D .

:

Lejos de Turin, me será difícil asistir al Congreso
Internacional de los Ex-Almunos Sale ianos. Lo

p r e p a r a t iv o s

.

La Comisión ejecutiva publicó el 8 de septiem­
bre un Número único de 8 páginas que contiene
varios afectuosísimos escritos de ex-alumnos.
horario de las sesiones, los temas y conclusiones
propuestas al Congreso.
Transcribiremos solamente parte del saludo
de la Comisión ejecutiva.
..... Vuelven hoy ya mozos y hombres graves y
venerandos, los que, bajo el humilde pórtico del más
antiguo de los institutos salesianos, oyeron de
labios de D. Bosco profetizar en el silencio de la
noche cientos y cientos de otros instihitos, que él
mismo señalaba sobre el mapa de los continentes.
Estos hombres traen los ojos bañados de un llanto
dulce como la juventud pasada.
Vuelven los niños, y á estos les es más fácil,
falanges de niños á los cuales no falta un propósito
viril y la inteligencia confiada de fuerte juventud
que les da seguridad y alegría para caminar por
Ui vía del deber. Estos apenas han visto á D. Bosco.
ó no lo han visto de ninguna manera; pero aplau
dieron con entusiasmo al Hijo predilecto de su es­
píritu, á D. M. Rúa, que austero y sonriente, como
alumbrado de una luz interior, recorrió Europa
y las costas mediterráneas del .-Isici )’ delAjrica,
haciendo bien.
Los legados de los centros de .América vuelven
á ver aquí, elegido ya Rector Mayor aquel Repre­
sentante del Sucesor de D. Bosco, que visitó todas
las florecientes colonias salcsianas de Ultramar,
haciendo brotar en el corazón de tantos j&venes
aquel intimo deseo de virtudes cristianas que en la
última mitad del siglo pasado, dos grandes siervos
de Dios, y tal vez ellos solos, supieron hacer brotar.
Todos, ancianos y jóvenes, repiten hoy los nom­
bres de Mons. Caglicro, de Mons. Cosiatnagtta,
de Mons. Fagnano y de los queridos Mons. Ld‘
sagna, D.J.Bodrato, D .J . Calcagno y D .M . L nia,
apostóles fuertes >’ mansos.
Hoy quisiéramos ver la faz paUrna de óptifnos
eduaidores, como D. C. Durando, D. J . Bondtx,
D. D. Belmonte. D. J. Berteüo, D. L. Rocca,
D. .4 . Guidazio. D. E. Oberti, D. J . B oIo^juj,
D. C. Baratta.....
Nuestra memoria está llena de ¡*m serie de epi-

— 299 —
sodios, que, como enlahistoria de todos los pueblos,
comienza con los heroísmos del período inicial para
determinarse poco á poco en hechos que son más
regulares en apariencia; pero, bien estudiados,
tienen siempre la grandiosidad de la empresa.
Cada uno tiene sus recuerdos particulares; las
asiduas fatigas de la oficina 6 de la clase, fiestas
alegres, grandiosas, inimitables, una capilla.....
Amigos, que se renueve la juventud de nuestra
alma en este congreso, de modo que fluya en

E

l

nuestras familias y en la vida social también para
nosotros una onda fresca de aquella celosa dulzura
cristiana que D. Bosco bebió cada día de su «usión admirable en la fuente de agua viva que
brota hasta la vida eterna.
Empresa atrevida es la renovación individual
y social por medio de esta celosa dulzura cristiana;
pero, para nosotros, hermanados porque hemos
crecido en la misma escuda, será más fácil porque
nos la propone y la quiere Dios.

jp fr im e r

d ía *

La inangnración. — El saludo del Presidente del Comité Ejecutivo. — El saludo de D. P. Altera.
EL PRINeiPIO OB LOS T R A B a iO S . — L a RBLaSION OBL PRIMBR TBM a.
M o q ^- M orgaqM cierra (a prim era sesión. }A inauguración tuvo lugar á las 16.30
del 8 de septiembre, fiesta de la N a­
tividad de María Sma. I/>s patios del
Oratorio, adornados con las banderas de todas
las naciones y atestados de millares de con­
gresistas, presentan el aspecto más pintoresco
y agradable. Entre los sombreros blancos y
trajes claros de la mayor parte campean los
talares de los eclesiásticos y los uniformes de
algunos militares. E n el patio de María A u­
xiliadora — junto á la entrada — da un con­
cierto la banda de nuestros artesanos; pero
también en los demás — en los cien y cien
grupos donde se cruzan los más cordiales sa­
ludos y se entablan las más gratas conversa­
ciones saturadas de mil recuerdos — reina
señora la armonía.... de los corazones.
La Redacción del Boletín Salesiano — adonde el
Comité Ejecutivo había trasladado pocas horas
antes sus tiendas y donde se sucede sin interrup­
ción el trabajo de la Comisión de recepciones,
presidida con tacto finísimo y con abnegación
admirable por el ingeniero y profesor D. Juan
Bairati — está llena de simples Congresistas,
y Congresistas patronos y delegados, que van
y \ienen sin cesar para recoger sus billetes
y los r ía l o s que los acompañan: — una copia
de la vida breve de D. Bosco por el Marqués
de Crispolti, regalada á los congresistas por
el Sr. D. Pablo Albera; una guía de Turín, ofre­
cida por el Municipio, y una Hbreta de billetes
gratuitos para entrar en los principales museos,
incluso un billete de entrada á la Exposición
Internacional, ofrecido por el Comité de dicha
Exposición.
Pero dejemos los patios y dirijámonos al lo­

cal donde se celebrará el Congreso. Dos ga­
llardetes que ondulan sobre dos altas antenas
á los lados del paso del patio de D. Bosco al
de S. Francisco, nos indican el camino. En
efecto: hé ahí de frete el teatro sobre cuya
puerta, adornada de verdes arbustos y de un
sencillo festón, campea un hermoso letrero con
esta inscripción: Congreso Internacional de E x­
alumnos de los Salesianos de D. Bosco.
E l espacioso salón presenta un aspecto ele­
gantísimo en su sencillez. líl escenario ha sido
convertido en espléndida sala con adornos
purpúreos sobre los cuales — en la parte del
fondo — campean los retratos de D. Bosco y
D. Rúa, á los lados del Crucifijo.
Al rededor de la vasta platea lóense los nom­
bres de los Estados en donde se ha difundido
la Obra de D. Bosco y sus banderas penden de
los balcones de las galerías, colgados de tela
roja con franja dorada. E n lo alto, sobre el
frente espacioso que domina el palco de honor,
está pintada la primera linea del himno á
D. Bc»co, puesto en música por el Maestro
Pagella con letra del prof. D. Rufino: ¡Cantiam
di D. Bosco, frateüi le glorie!....
E n efecto, el himno maravilloso que durante
tres días continuos brotó de más de mil al­
mas con una espontaneidad y una efusión
más bien única que rara, y a empieza.
Son las 16. Entran en el salón los delegados
que han venido de todas las partes de Italia
y de Francia, Túnez, España, Portugal, Bél­
gica é Inglaterra, de Suiza, Aiujtria-Hungría,
^ ip t o , Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia, á más de los delegados de
los ex-alumnos de las Repúblicas del Salvador,

í

— .^oo —
Guatemala, Nicaragua, Honduras y de los
Kstados Unidos de la América del Norte. Di­
rígeseles la pregunta preliminar si tienen algo
que oponer á la discusión de los temas esta­
blecidos por el Comité Ejecutivo y á los votos
formulados por los relatores.
Recibido con entusiasmo el consentimiento
plenísimo, el salón se abre para todos y mien­
tras los congresistas llenan la platea, el pú­
blico ocupa la primera galería; las otras dos
se reservan para nuestros hermanos y alumnos.
L a entrada de Su Excia. Revma. Mons. Morganti y del Revmo. Sr. D. Pablo Albera es sa­
ludada con un entusiasta é interminable aplauso.
A sus lados se colocan los miembros del Comité
de Honor del Congreso y el Consejo Superior
de nuestra Pía Sociedad. D. E. Rinaldi, D.
J. Barberis, D. P'. Cerruti, D. P. Ricaldone, D.
G. Lemoyne, Mons. Muriaua, Mons. Anfossi
el Canónigo Sr. Berrone; los Inspectores salesianos, D. E. l'ascie, D. A. Conelli, D. T. Laureri,
D. L. Saluzzo de Milán, D. G. Tomasetti de Roma,
el párroco D. J. Olivieri de Genova etc. etc. Los
doctores Pedro Clcrico y Oreste Marín con
exípiisita atención se alterna en el salón para
prestar los socorros que por casualidad pu­
dieran ocurrir.
Entre tanto, en el patio la música instru­
mental preludia las primeras notas del Himno
que ejecutan por vez primera los jóvenes ar­
tesanos y los pocos estudiantes que han que­
dado en el Oratorio durante las vacaciones^
Todos los concurrentes tienen el papel de la
música en la mano y muchos las lágrimas en
los ojos. E l himno, bello y grandioso de por sí,
redobla su efecto por las circunstancias, como
ganará en exten.rión cuando se haya hecho
popular en los Institutos Salesianos.

de los Ex-alumnos, se considera orgulloso de
poder proclamar que la Federación entre las
Uniones de los Ex-alumnos Salesianos no sólo
es y a un hecho, sino que ha producido y a sus
frutos, siendo el primero el Congreso, cuyo
fin no es una reivindicación de derechos, sino
el estudio de los más graves deberes que cada
ex-alumno tiene para consigo mismo, para
con la Obra de D. Bosco y para con la Sociedad
civil. Da, por fin, gracias á los que van á traba­
jar por el éxito del Congreso: «|Y ahora — con­
cluye — al trabajo! En las sesiones tengamos
calma con la vista fija en nuestros superiores y

I V

El saludo del Prof. Gribaudi.

Prof. Pedro Gribaudi
P rcsid fíiíe d cl C om iié EJ<-t ulivo.

Terminado el hinno toma la palabra el Prof.
Pedro Gribaudi, Presidente del Comité Eje­
cutivo. Con el alma conmovida saluda á los
amigos venidos de todas las partes de Italia y
á todos los delegados extranjeros, y de un
modo especial á los de I'rancia y de la Repú­
blica Argentina. « Las sectas — dice — han con­
seguido expulsar de Francia hasta la Socie­
dad Salesiana; pero no han podido expulsar de
ella el espíritu de D. Bosco! » De la Argentina
recuerda con encomio la Asamblea Internacio­
nal de los Ex-alumnos de D. Bosco que se ce­
lebro el ano pasado y que pudo considerarse
<xuno el primer impulso para la preparación
del pR'sente Congreso.
Habiendo recordado la figura de D. M. Rúa
moribundo, que le recomendaba la l'ederación

en el Cielo desde donde D. Bosco y D., Rúa
nos miran. Todavía un saludo á todos; y en
nombre del Comité Ejecutivo y en el santo
nombre de D. Bosco declaro abierto el Con­
greso. »
Los nutridos aplausos que resonaron du­
rante el discurso — especialmente al nombre
de cada imo de los estados que tenían pre­
sentes sus delegados: ¡Viva Francia! ¡Viva
España! ¡Viva Austria! ¡Viva Bélgica! etc. etc.
— coronaron las últimas palabras del orador
con una explosión fragorosa y prolongada.
Calmado el entusiasmo, el Prof. Gribaudi
continuó:
<- He hablado como Presidente del Comité
Ejecutivo. Ahora como Concejal, en nombre

del Alcalde, traigo aí Congreso el saludo de ^ Los aplausos con que ine habéis recibido, ama­
la ciudad {^plausos prolongados), orguñosa de dísimos amigos, son un reflejo de vuestro afecto
ver reunidos dentro de sus muros á los repre- á la memoria de D. Bosco y de D. Rtia. Cier­
sentantantes de tantas naciones ilustres, que tamente no los habéis dirigido d mi pobre per­
han aprendido á pronunciar con particular
sona sino por d puesto que indig}wmente ocupo,
afecto el nombre de Turín, de donde recibieron y como tal también yo debo tomar la palabra.
la fecunda semilla de las Instituciones SaleEs mi deber saludar á todos los amigos que­
sianas iyiva Turin).
ridos que han venido á este Congreso. Mirando
en derredor veo que todos habéis olvidado los tí­
tulos que en otras partes podéis estentar — em­
Terminados los aplausos, se anuncia la cons­ pezando por el Arzobispo que preside — y to­
titución de la Presidencia de esta manera:
dos os enorgullecéis solamente dd título de hijos
P r e s i d e n c i a H o n o r a r i a : D. Pablo Albera
de D. Bosco. Ya otras veces habéis sentido la
Pbro, Rector Mayor de los Salesianos, — Mons.
necesidad de venir aquí para atestiguar á D.
Pascual Morganti, Arzobispo de Ravena, — el
Bosco y á D. Rúa {que tan bien reflejaba las vir­
Doctor D. Juan Donginotti, Diputado á Cortes,
tudes de aquel) vuestro afecto, vuestra gratitud
— el Doctor D. Pío Benassi, del Consejo Su­ y veneración. Ellos os dejaron huérfanos; pero
perior del Trabajo, — D. Teodoro Claupanain,
vosotros, hermanos y amigos, habéis venido lo
de Lila, — los miembros del Consejo Superior mistno en gran número. La idea de la superiori­
de los Salesianos.
dad ha desaparecido, pero queda el afecto; vos­
P r e s i d e n c i a E f e c t i v a : Presidente: el Doct.
otros lo veis en los superiores que os reciben,
D. José Micheli, Diputado á Cortes. Vice-presi- como yo, hermanos y amigos; lo veo en vosotros,
dentes: Mons. Domingo Muriana, — D. Fer­ en vuestra mirada, en vuestra sonrisa.
nando Segovia, de Buenos Aires, — D. Agustín
Habéis venido desde lejos y nosotros también
Navarro, de Orán (Africa), — el Abogado D.
por esto es damos las gracias. Algunos vienen de
Mateo Bracale, de Savona.
Francia, de España, de Bélgica, de América y
Relator General: D. Félix Cañe, Pbro. Secre­ no han repado en sacrificios con tal de tomar
tarios: D. Arturo Poesio, •— D. Ernesto Ba­ parte en este Congreso. Cuando visité la América
rdo, — D. Víctor K iu a s t, d Santiago de
quedé admirado al ver la atención que me pres­
Chile, — D. Vicente De Lim one, de Caserta, taban cuando hablaba de D. Bosco. D. Bosco no
— D. Próspero Battú, de Turín, abogado.
había ido nunca á aquellas tierras; pero todas es­
Después se levanta para hablar D. P. Al­ taban llenas del sonido de su nombre. Algo pare­
bera.
cido sucede también aquí. La distancia, las in­
comodidades, no han disminuido, sino aumen­
tado vitcsíro afecto; y habéis venido A visitar 6
El saludo de D. Pablo Albera.
á conocer á los Superiores y á postraros á los
Es increíble el entusiasmo que suscita su pies de María Auxiliadora y sobre las tumbas
presencia; de todas las partes del salón y de los de D. Bosco y D. Rúa en Valsálice. ¿Quién ha
tribunas sale tm aplauso indescriptible. Es el encendido en vosotros estos sentimientos? La
homenaje unánime, incondicional, de todos los santidad de D . Bosco; pues se honra al santo y
presentes al Sucesor de D. Bosco.
no al hombre. E l haber venido hasta aquí con
« Se adelanta D. Albera — escribe La tantos sacrificios es señal de que estimáis alta­
Stampa — acogido por tma ovación que dura
mente su obra. Algunos lo hacen por gratitud;
algtmos minutos. Habla con ima dulzura ex­ pero, ¡cuán rara es también la graliiud en el mundol
quisita, con una elevación de lenguaje que es
Dicese que un pintor, queriendo pintar el abrazo
imposible reproducir. Presenta el espíritu de de la beneficencia y la gratitud, lo ideó entre los
D. Bosco á la reunión que está embebida en esplendores celestiales, porque en la tierra jamás
él; lo presenta con palabra llana, sencilla, des­ se vió tal espectáculo. S i ese pintor hubiera
nuda de adornos, por decirlo así, y no enten­ ashíido á esta reunión y á las demás de este Condemos dar á esta expresión más que este sen­ grc-y, habría pintado á D . Bosco. en su actitud
tido; que la palabra de D. P. Albera no se cu­ habitual, rodeado de sus hijos que le miran con
brió con aparatoso ropaje estético para apa­ cariño intenso. Este Congreso es una cosa nueva,
recer más agradable, fué tal como la inspiró es un prodigio, es el encuentro de la beneficencia
una alma emocionada, xma alma admirable­ y la gratitud.
mente franca y pura. Y fué una palabra que pe­
Nosotros debemos todo á D. Bosco. ¿Qué
netró hasta d fondo de los corazones que la Imbrtamos podido hacer, si D. Bosco no nos hu­
escucharon con a\údez ».
biera recibido en sus Casas? Hoy se reúneu tan­
Hé aquí tm compendio.
tos educadores de la juventud para estudiar los

— 302 —
medios de cumplir mejor su misión; pero yo •
creo que sólo á D. Bosco ha cabido la suerte de
ver los efectos de su educación. Bostaría este
Congreso para cerrar la boca á los que quieren
desterrar la religión de la obra educativa.
y yo gozo al pensar que se dilatará siempre
más y más el bien que hasta aquí se ha hecho.
E l Congreso terminará, pero no se acabarán sus
buenos frutos: pues se trata {como dijo muy bien
el Prof. Gribaudi) de avivar entre nosotros el
espíritu de D. Bosco y difundirlo con abundan­
cia en la sociedad. Cada uno de nosotros debe
convertirse en apóstol; puédese, por tanto, con­
tar cuántos sois, pero jamás se podrán contar
los efectos de este Congreso (vivísimos aplausos),
y no podrá suceder de otro modo, porque nos
hemos reunido en el nombre del Padre Santo
que nos ha bendecido con un afectuosísimo te­
legrama. No será vana su bendición porque el
espíritu de D. Bosco y el de D. Rúa se ciernen
alrededor de nosotros, y nuestras resoluciones todas
serán informadas por el espíritu de D. Bosco.
Vuestra adhesión-á D . Bosco nos es notoria y
«os conforta. ¡Cuántas veces decimos á nuestros
niños: — Ahora que sois pequeños tal vez no
hacéis bastante caso de lo que os ensenamos;
¡pero si vierais como lo recuerdan los Antiguos
Alumnos y con qué entusiasmo!
Queridos amigos, vosotros sois la gloria de los
Salesianos, vosotros sois los que ayudáis á di­
fundir el espíritu de D. Bosco en la sociedad;
es más, en vuestro programa tenéis también un
punto que me ha tocado profundamente el co­
razón, y es aquel en que os proponéis ser los
sostenedores y defensores de la Obra de D. Bosco
(conmovedores y prolongados aplausos).
No pudiendo hacer más, yo os doy las gracias
también en nombre de toda la Familia s<ilesiana;
y os aseguro que á la expresión de la gratitud to­
dos los días uniremos nuestras oraciones.

el Congreso da principio á sus trabajos.

Por ausencia del Dr. Micheli, ocupa la
presidencia efectiva de la primera sesión d
abogado Sr. Bracale, de Savona, que saluda á
los presentes y explica también el fin del Con­
greso : « Aquí, en Valdocco, dice, donde todo
habla de D. Bosco, debemos fortalecemos en
su espíritu para que podamos mejor difundirlo
en nuestras familias, en nuestras ciudades, en
toda la sociedad; » y termina dando gracias
por deber de oficio al Alcalde de Turín, Don
Teófilo Rossi, y á las demás autoridades de
la ciudad, que prodigaron al Congreso su sim­
patía y con solicitud lo apoyaron.
E l Relator General propone im telegrama
de saludo y homenaje á S. Excia. Revma. Mons.
Juan Gamberoni, ex-alumno del Colegio de
Danzo y del Oratorio de Turín, y nuevo Obispo
de Chiavari, que aquel mismo día entraba so­
lemnemente en su diócesis; y da sumariamente
lina breve relación de las muchas adhesiones
que han llegado, de entre las cuales nos es
grato escoger algunas.
A STI, — Congreso ex-alumnos. Oratorio D.
Bosco, Turin. — Ex-alumno salesiano envío
amadísimos hennanos cordiallsimo saludo. Hago
votos opimos frutos Congreso. — 0 SPANDRE,
Obispo.
N O V A R A — D. P . Albera, Superior Salesia­
nos — Turin. — Impedido participar Congreso
ex-alumnos, presento reunidos afectuoso saludo,
deseando presente reunión fortifique en los co­
razones los principios cristianos, sabiamente
i?tfundidos en la juventud por el Educador in­
mortal redivivo en V. S. dignísimo heredero de
sil espíritu. — ^ JOSÉ, Obispo.
MASSA. — Revmo. Don P . Albera, via Cottolengo, 32, Turín. — Estoy presente con el es­
píritu Congreso. Obsequio Prelados, V., Presi­
dencia. Saludo, bendigo amadísimos ex-alumnos,
E l telegrama del Padre Santo, que fué reli­
reunidos Casa del Padre donde afecto se renueva,
giosamente escuchado en p ie , era del tenor sife se confirnui. — ^ M ARENCO, Obispo.
guiente:
LUGANO. — Congreso Ex-alumnos Salesia­
Rcx‘fno. Pablo Albera, Rector Mayor Sale­
nos
— Turin. — Sintiendo imposibilidad in­
sianos — Turin — En ocasión del Primer Con­
greso Intenuicional delegados Ex-Alumnos de los tervenir Congreso, participo cordialmente en
Instituios salesianos, el Padre Sanio envía de espíritu, envío salu^ congresistas, deseo fe­
corazón á todos los congresistas la bendición apos­ licísimo éxito reuniones. — MOLLI.
tólica implorada, exiensible á V’fíí'S/rií Paterni­
dad, á los hermanos y
de las «Mm<TOSfls
Casíis de Don Bosco — Card. M erry del V.\l .
Con un nutrido aplauso de agradecido y tierno
amor filial al Padre de todos los cristianos

M ADRID. — Federación ex-alumnos Sa­
lesianos, Via Consolaia, 2, Turin. — Círculo
Ven. D. Bosco Madrid manda Congreso inter­
nacional ex-alumnos saludo cordial, firmísima
adhesión. — PR E SID E N T E .
M ATARÓ. — Presidente Congreso ex-alumnos
Oratorio Salesiano, Turin. — Salesianos, alumnos.

— 303 —
antiguos alumnos Matará adultérense entusias­
mados Congreso ittiernacional. — CAI/AZANZ.

Turin. — Círculo Antiguos alumnos México
adhiérense solemne Congreso. — A G U ILA R .

CÁDIZ. — Congreso ex-alumnos Salesianos,
Turín. — Ex-alumnos Colegio S. Ignacio Cádiz
adhiérense incondicionalmente Congreso, hacen
votos Federación exalumnos salesianos. — P R E ­
SIDENTE.

Terminados estos preliminares empieza la

CIUD AD EEA (Menorca). — Salesianos, Via
Cottolengo, Turin. — Antiguos alumnos Menorca

Relación sobre ei primer Tema.
< De la conveniencia moral y económica
de las Uniones de ex-Alumnos y do los me­
dios para estrechar entre ellas vínculos de
fraternidad, con el fin de facilitar el cono-

Zxt presidencia.

reunidos saludan compañeros congresistas, adhié­
rense incondicionalmente. — CATAEÁ.
EONDRES. — Oratorio Salesiano, Turín. —
Ex-alumnos Inglaterra saludan congresistas, aplau­
den superiores, desean deliberaciones promo­
vedoras libertad religiosa y progreso moral so­
cial, continuadoras ideal D. Bosco. — M ACEY.
MUENCHEN. — D . P . Albera, Rector Sale­
sianos, Turín. — Impedido intervenir desea feliz
éxito, irá otra vez Prdado — y K H L E R .
PERNAM BUCO. — Oratorio Salesiano, Tu­
rin. — Ex-alumnos Recife adhiérense , felicilan.
MÉXICO. —

Gribaudi, Oratorio Salesiano,

cimiento reciproco de los socios en las di­
versas ciudades y naciones para conservar
mejor los frutos de la educación recibida y
facilitar el socorro mutuo ».
E l relator Doctor D. Juan Bautista Mondada.
que fué alumno del Oratorio Salesiano de Turín
desde el 1874 al 1878, explica el tema durante
más de media hora con un docto análisis, es­
cuchado con grande atendón. Comienza con
«na afirmadón genial:
« ü n ilustre filántropo escandinavo, Nobel,
entre los otros premios que su generosidad ha
estableddo para recompensar á los que más
contribuyen al progreso sodal, establedó uno

— 304 —
para la paz, y nuestra nación debe estar con­
tenta de que últimamente fuera concedido
á un italiano. Pero si D, Bosco se hubiera en­
contrado en vida cuando apareció aquella ins­
titución de premios, creo ciertamente que tal
premio habría sido adjudicado á él {aplau­
sos), pues acaso no se encuentre en la segunda
mitad del siglo pasado hombre alguno que
haya realizado para la aproximación y frater­
nidad acción más eficaz que 61; y si, á más de
las personas físicas, el premio de Nobel se ad­
judicase también á las personas morales, la
Pía Sociedad salesiana debería figurar en pri­
mera línea ». Poniendo luego en claro los frutos
sociales del espíritu cristiano dice: « A este
propósito, hé aquí un grato experimento que
debe enorgullecemos. Es el resultado de una
estadística mía estudiada por varios anos y que
nunca ha engañado. E l número relativamente
mayor de los alumnos, que, salidos de colegios
ó institutos dirigidos por Asociaciones reli­
giosas ó por sacerdotes y lanzados al borras­
coso torbellino de la vida activa, se con­
servan fieles á las enseñanzas y educación
recibidas, lo dan los salesianos. ¿De d,ónde pro­
viene tal fenómeno que tanto honra al sistema
salesiano?..... Evidentemente, de la correspon­
dencia del sistema con las necesidades de
nuestros tiempos ».
Insiste con eficacia sobre la urgente necesi­
dad de que á la unión y solidaridad de los
buenos, se oponga de veras la fraternidad cris­
tiana: y en la Federación de los Ex-Alumnos Sa­
lesianos ve la primera tentativa verdadera­
mente vital de una organización internacional
católica.
« Varias tentativas de P'cderaciones cató­
licas internacionales se han realizado y están
anunciados otros, como la de las Asociaciones
femeninas en el Congreso eucarístico de Madrid.
Pero me parece que ninguna tiene más pro­
babilidad de dar felices resultados. que la
nuestra cuyas raíces se fijan y penetran en la
comunión de vida de los alumnos y en la co­
munión de vida de los profesores y maestros,
hoy aquí, mañana — por su misión — más
allá de los montes y allende los mares.
o ¿Qué Federación puede disponer de agen­
tes • - por decirlo asi — formados en Turín y trabajando en París..... Lisboa.... eu
Madrid, en Mena, eu Zurich, en Buenos Aires,
en Río Janeiro, en Santiago de Cliile, en
Bogotá, en Santa Fe, eu Nueva York, en el
Cabo de Buena Esperanza, eu Macao, en Jemsalén?
« Me p;irece que las demás federaciones de­
berán tomar de la nuestra no sólo el ejemplo,
sino también los elementos ».

Apenas hubo terminado el Dr. Mondada su
relación, interrumpida varias veces por los aplau­
sos, pide la palabra el Sr. D. Arturo Poesio,
Secretario del Ministerio del Tesoro, el cual
mostrando que el mérito principal de D. Bosco
como educador fué el haber encontrado el ca­
mino para penetrar en el corazón de la juventud
— dirigiéndola alegremente hasta la cumbre de
la santidad, como lo demuestran las vidas de
Domingo Savio, Miguel Magone, Francisco
Besucco y de D. Andrés Beltrami, cree con­
veniente para la mayor gloria de Dios y de su
Ven. Siervo la siguiente propuesta:
« E l Congreso de los exalumnos, habiendo te­
nido noticia de que los Salesianos de la Argentina
piensan proponer á la autoridad Eclesiástica la
Causa de Canonización del joven patagón Ceferino Namuncurá, hijo del primero y más terrible
cacique y jefe de las tribus de las Pampas, aplaude
la espléndida iniciativa y hace votos para que,
después de haber educado para Cristo la hermosa
flor del desierto, puedan verla colocada sobre los
altares mereciendo bien de la generosa raza ame­
ricana, prometiéndose que la Autoridad Ecclesiástica acogerá una propuesta apta para de­
mostrar una vez más que la Iglesia de Dios está
a circundata varietate » y es admirable en sus
sanaos ».
Durante la lectura de la proposición una
\*iva emoción invade toda la asamblea que al
fin aplaude calurosamente. Sube á la tribuna
el Sr. Agustín Navarro y presenta á D. P. Albera y al Congreso el saludo de los Ex-alumnos
de Francia. A cada período el apuesto orador
se ve interrumpido por entusiastas aplausos.
La sesión se cierra con breves

Palabras de Mons. Morganti.
Escribe La Siampa: « Laniado por insis­
tentes aplausos é invitado por la Presi­
dencia del Congreso, Mons. Morganti, Arzo­
bispo de Ravena, se adelanta hacia la tribuna.
E l insigne prelado, de fácil palabra, habla
con un marcado espíritu de sencillez y cor­
dialidad, atrayendo al auditorio con esta
simpática cualidad y ligándolo con su elocuen­
cia, tanto más persuasiva cuanto mas sencilla,
que traspira la franqueza de su facilidad. ¿Re­
producir sus palabras? No nos parece conve­
niente; tenían un valor especial en cuanto que
eran pronunciadas en un ambiente particular,
entre iudiMduos ^ue de un modo especial es­
taban bajo la influencia del ambiente y por lo
tanto tenían corazones particularmente pre­
parados para comprenderlas. *

— 305 —
Nosotros, no obstante, tenemos el g^usto de
leproducirlas, aunque sumariamente, persua­
didos de que serán muy gratas á nuestros lec­
tores.
No he sido en manera alguna llamado para
hacer un discurso, como ha dicho el Presidmte
provisorio, sino que, imitado por D . P . Alhera, he
venido para daros la bendición antes de que se
disuelva la asamblea. Sin embargo, os diré algu­
nas palabras para explicaros lo que entiendo
implorar con eUa.
Pediré al Señor que este Congreso pueda al­

ean avidez hemos bebido en el corazón de D. Bosco.
Debemos partir de Turln como esponjas empa­
padas en su espíritu.
Veo allá arriba un hermoso manojo de flores,
un grupo de caritas frescas, que se citcuentran
en la primavera de la vida. Son nuestros suplantadores..... No, queridos amigos, vosotros, asi
como fuisteis la delicia de D. Bosco v erais
la delicia de D. Rúa, sois también nuestra deli­
cia. ¡Tenéis un defecto del que os corrigiréis
presto y es el de ser jóvenes l... Pues bien, que
mi bendición os obtenga la gracia de comprender

L.a sala.

canzar el fin por el cual se ha empezado y que
recoja saludables y abundantes frutos.
Pediré ante todo al Señor que nosotros los que
«os hemos acercado por primera ó por ceniésifna vez al Santuario de María Auxiliadora y á
este dulce nido de santa familia, podamos re­
novar en nosotros el espíritu salesiano; es decir,
que nos llenemos todos del espíritu de nuestro
Ven. Padre D. Bosco. E s claro que en la palestra
cristiana también nosotros encontramos de conUnuo obstáculos: pero como la locomotora se
detiene para proveerse de carbón y agua, así
nosotros, durante nuestra trabajosa carrera á
través de tantos obstáculos, debemos paramos
de cuando en cuando para proveer nuestra má­
quina. Y aquí tenemos ocasión para renovar en
'ros el espíritu profundamente católico qiu

bien el significado de esta singularísima reunión.
Ved aquí á los veteranos, que no obstante las
mi4chas distracciones que les causan sus ocupa­
ciones y negocios, se acuerdan y se glorían de
ser siempre hijos de D. Bosco. Nosotros pensamos
siempre en él y gracias á este recuerdo, en me­
dio de un mundo corrompido y corruptor hemos
conservada viva la fe en que él nos educó. ¡Qué
hermoso ejemplo para vosotros! Se os dice á
menudo: ■ ¡Yendo al mundo os encontraréis entre
muchos peligros!
Es cierto: pero iodos estos
que aquí veis han vencido esos peligros, pues
también vosotros podréis vencerlos. Y sin duda
lo conseguiréis, si os dejáis influir santamente
por el espíritu de D. Bosco, si desde ahora pro­
ponéis en el fondo de vuestro corazón: " También
yo quiero ser un digno hijo de D. Bosco. »

— 3 o6 —
Querría que comprendieseis oira cosa. Debo
gratitud y una alabanza especialísima al ve­
nerando D. G. Lemoyne, que en sus valiosos
volúmenes de las Memorias de D. Bosco (calu­
rosos aplausos) nos expone con claridad um
virtud suya, la viveza de su gratitud. He hecho
una colección de ejemplos parecidos leyendo la
vida de los santos; pero en D. Bosco se ha encon­
trado tal virtud de una manera del todo peculiar,
tanto, que me atrevería á decir que el reconoci­
miento fué en el u í m dote casi conmtural. Ha­
biendo crecido en su escuela, hoy todos les ExAltimnos repiten con la conjesión de su antigua
fe, la manifestación de la más viva gratitud á quien
ha iluminado su mente y educado sít corazón.
Habéis oido lo que los oradores han dicho. Han

E

l

entonado el himno de la gratitud á D . Bosco y á
sus educadores. Pues también vosotros sedles
desde ahora agradecidos. Viendo nuestra gratitud,
formad todos, este propósito: « Seré agradecido á
D. Bosco y á sus Hijos. »
« Al fin de su discurso — continúa el pe­
riódico citado — Mons. Morganti •da la ben­
dición.
« Los congresistas dejan el teatro. Esta inau­
guración del Congreso ha tenido un carácter
de sencillez y humanismo que nos ha impre­
sionado vivam ente; un carácter que no se podía
encontrar en ningún otro Congreso y aquí pre­
domina absolutamente: el carácter de una sana
y exquisita democracia. »

s e g a n d o

d ía *

D O S REU N IO N ES L L E N A S DE A L E G R ÍA Y E N T U SIA SM O .
Obsequio á los Delegado^ y I^epresenlarifcs E x lra n jc ro ^ . —

La visüa d d Card. Richetmy.

LH R B e B P e i O N D B L M B N i e i P I O .

La sesión antemeridiana.
\a sala está aun más llena que ayer;
es día de labor y se ha aumentado el
número de los eclesiásticos. Muchos
de ellos sienten no poderse ijuedar hasta la
clausura; pero se consideran felices con poder
dar con sn imponente número una muestra de
gratitud á la Obra que les abrió el camino para
el sacerdocio. Varios decían:
Hay que con­
tar cuántos somos.... nuestro número de hoy
dice que también nosotros estamos agradeci­
dos á los Salesianos. — Que estén seguros de
nuestro reconocimietito.
Ocupa la presidencia el Sr. D. Arturo Poesio,
el cual, después de haber recordado las normas
reglatnentarias del Congreso, abre en seguida la
discusión de las conclusiones del primer tema.
Siéntase en la tribuna el relator. Doct. D. Juan
Bautista Mondada.
La discusión procede animada é interesante.
Nosotros para ser más prácticos y para que
todos puedan conocer mejor lo que se ha dicho
y hecho en el Congreso, omitimos la exposición
detallada de las discusiones; en cambio con la
mayor fidelidad posible damos el resultado de
ellas.
Tomaron parte en la discusión el Prof. Gribaudi. el Sr. D. C. Andreolotti, párroco de Gatti-

nara, D. Alejo Pretto, D. Angel Berardi, de
Faenza, el Pbro. D. Aníbal Giordani, de Portogruaro, D. Eduardo Fracchia, el Abo. Bracale, D. Miguelángel Rubino, el Abo. Natal
Bonillo, el publicista D. Lorenzo Alpino, etc.
Fueron aprobados en conjunto los conside­
randos antepuestos á las conclusiones por el re­
lator, pues reflejan un estado de cosas que to­
dos reconocen corresponder á la realidad.
Las conclusiones fueron con diligencia dis­
cutidas y aprobadas una por una. Se añadió el
párrafo 3" bis á propuesta del Sr. Alejo Pretto,
Presidente de la Asociación de ex-alumuos de
las Escuelas Profesionales de San Benigno
Canavese.
Se convino en que las Uniones de los E xAlumnos, aun en los lugares donde hay casas
salesianas, reconociendo que deben estar- ín­
timamente unidas á ellas — viviendo del
mismo espíritu, es decir, del espíritu de Don
Bosco — del)en, no obstante, tener \dda propia
é independiente de las casas, para que los ex­
alumnos puedan más fácilmente realizar obras
de protección y, si es preciso, de defensa.
El Consejo directivo de la Federación Inter­
nacional empezará, apenas pueda, la publica­
ción de un Boletín especial, que será el órgano
oficial de la Unión de ex-alumnos.
Se propuso también la publicación de tin
Vade Slecum ó Manual de ios Ex-alumtu>s, que

tupiera por fin el perfeccionamiento indivi­
dual de los mismos; al cual anualmente se
podrán añadir las indicaciones de las unio­
nes ó delegados fijos en las ciudades, para fines
de asistencia y protección mutuas.
Proponese, además, la introducción de
cédula de reconocimiento que tenga, para
editar abusos, el retrato del Ex-alumno y la
firma del Presidente de la asociación á que per­
tenece el portador.
Por último, hé aqui las

Conclusiones del primer Tema.
El primer Congreso Internacional de los
Ex-Aulmnos salesianos
considerando que es de la sociedad actual ne­
cesidad y aspiración grande la. expansión dd
sentimiejvto de fraternidad, conforme al espí­
ritu cristiano, primera y principal garantía de
la consecución y consolidación de la paz entre las
naciones ;
considerando que esta fraternidad, aun entre
los miembros de una misma familia, se roJMstece
-no menos por la comunidad de la vida y de las
aspiraciones, que por la de la sangre, y que por
esto, iniciada en la vida común del Colegio, de
las Escuelas profesionales y de los Oratorios, debe
proseguir, en cuanto sea posible, en la vida prác­
tica dondequiera que se encuentren los antiguos
compañeros de estudio, de trabajo y de recreo;
considerando que el espíritu de la educación
salesiafui — espíritu sanamente democrático,
correspondiente á las necesidades de nuestros
tiempos — conviene que se i-niroduzca en la so­
ciedad;
juzgando que para contraer y fortificar los
vínculos de fraternidad son muy eficaces las
Uniones entre los Ex-alumnos, mediante las
cuales el afecto recíproco se robustece en la vida
práctica con el apoyo moral {unidad de ideas)
y material {socorro en caso de necesidad y faci­
litaciones para alcanzar una posición social) ;
\úendo que los buenos frutos obtenidos en los
primeros experimentos de organización de los
ex-alumnos, dan fundada esperanza de resul­
tados mejores, si dicha organización se exten­
diera aun más;
afirma, no sólo la conveniencia de las Uniones
y de los Círculos entre los Ex-alumnos, donde­
quiera que exista una obra salesiana, y de sus
Federaciones regionales y nacionales, sino prin­
cipalmente la de la Federación Internacional de­
liberada en Turin, en las asambleas deAntiguos
Alumnos del 15-18 de julio de 1909, é indica
como medios á propósito:
las reuniones locales, regionales, nacionales é
internacionales, y las demostraciones y home­

I

najes á la obra de D . Bosco principalmente á
los antiguos superiores ;
2° la difusión dd conocimiento de la Federa­
ción, de sus actos y los de las Sociedades fede­
radas, mediante la prensa diaria y periódica;
3° el cambio reciproco entre las Uniones de
las propias circulares, hojas volantes 6 periódicos
que en días se publicasen;
3'‘bis nombrar en cada Asociación de ex­
alumnos una comisión especial, á la cual pue­
dan dirigir los directores de los colegios salesia­
nos los jóvenes que salen de los institutos, ya
■ para que sean inscritos, ya para ayudarles en caso
de necesidad;
4° introducir una cédula de reconocimiento
para d caso de -pasar de una localidad, provincia
ó nación á otra, que debe darse con las cautelas
que d Consejo directivo estime más oportutias.
*
* *
Pero á nuestra reseña le faltaría su carácter,
si pasáramos por alto el entusiasmo, la alegría
el ardor, con que se desarrollaron las discusio­
nes en ésta y en las demás reuniones. Eos que
estuvieron presentes nunca olvidarán el en­
tusiasmo de los jóvenes, el celo de los más ma­
duros, y la buena voluntad de todos. Con di­
ficultad se podían contener las lágrimas cuando
el párroco D. C. Andreoletti, ex-alunno del Ora­
torio de Turin, con voz sofocada por la emo­
ción, recomendaba á los presentes que se sir­
viesen del gran prestigio de afecto que el nom­
bre de D. Bosco conserva hasta en el corazón de
los ex-alumnos que han renegado de los buenos
principios.
— jAcerquémonos, acerquémonos á esos her­
manos nuestros! Les habláis de religión y desgra­
ciadamente se tapan los oídos; pero habladles
de D. Bosco y se descubren reverentes, son
siempre sus hijos...
La Presidencia propone un telegrama de ac­
ción de gracias al Padre Santo:
A Su Santidad P IO X . — Roma.
Congresistas ex-alumnos salesianos de Don
Bosco conmovidos paterna bendición vuestra, prenda
divina asistencia sobre trabajos Congreso, dan
gracias Vuestra Santidad renovando propósito
seguir constantemente huellas gloriosas inolvi­
dables Venerable D. Bosco y D. Rúa — P.
Albera, Arturo Poesío.
Apláudese <x>n entusiasmo, como también se
aplaude — no sin disgusto por la ausencia — el
siguiente telegrama del Dr. Micbeli.
Castelnuovo Monti. — Hace varios días me
encargué dirección socorros epidemia difundida
ya en tres barriadas. N o obstante grandes deseos
encontrarme con tantos antiguos amigos, -no puedo
moverme. Comunique Congresistas mi fraterno

— 3o8 —
saludo y deseos ardientes Congreso acuerde ce­
lebrar primer centenario nacimiento D. Bosco
con erección monumento plaza María Auxilia­
dora, constituyendo Comité Internacional ExAlumnos, asociando los nombres más ilustres
Cooperadores Salesianos del mundo. — Micheli.
H1 Presidente Sr. Poesio entona un himno
al espíritu generoso del ex-alumno del colegio
de Alassio, y propone el siguiente despacho;
Diputado Micheli, Castelnuovo Monti. —
Congreso Internacional ex-alumnos salesianos,
sintiendo ausencia ilustre amigo, considérase
orgulloso nueva prueba inmensa caridad que ya
mereció al digno hijo D. Bosco admiración mundo
con el nombre de « heroico consolador Messina »
— P. Albcra, A . Poesio.

El saludo de los Cooperadores.
En esto sube á la tribuna el Prof. R o­
dolfo Bettazzi, el incansable paladín de la mo­
ralidad pública en Italia, que presenta á los
Congresistas un saludo en nombre de los Coope­
radores.
«He venido, dice, como cooperador salesiano
con el encargo de traer á los ex-alumnos de D.
Bosco el saludo de los cooperadores. Y lo hago
con mucho gusto, admirado del espectáculo agra­
dable de esta reunión de gente que viene de
todas las partes de la tierra en el nombre ve­
nerando de D. Bosco.
Os saludo como cristiano, porque tenéis to­
dos en el corazón el espíritu de los dos santos
que duermen en la paz de Valsálice. A l veros
me lleno de alegría pensando en lo que habéis
hecho, hacéis y haréis. Difundiréis todos en el
mundo la buena idea; pero aquí veo también
á las que principalmente participan de la acti­
vidad salesiana, dando á la Obra de D. Bosco
su propia persona: los misioneros, las herma­
nas, los maestros, los coadjutores, aquí pre­
sentes; gente que ha visto las peligrosas flo­
restas de Matto-Grosso y las estepas de la Patagonia y la vida tumultuosa de Nueva-York,
y la monotonía de una escuela en alguna igno­
rada aldea italiana, ó los dolores de algún
lejano hospital. Y o más bien que saludar á éstos,
me inclino ante ellos como si fueran mártires;
porque soy de aquellos cooperadores salesianos
que, para tener este nombre gratísimo, con
frecuencia no dan más que alguna oferta ó su
interrumpido y escaso trabajo, y se ven agra­
decidos y colmados de distinciones afectuosas
etnno si hubieran hecho quién sabe que cosas.
Mártires he dicho y no al acaso. Porque no
son mártires solamente los que por Jesús son
muertos repentinamente, lo son también los que
voluntariamente mueren de muerte lenta, hora

á hora, en los lazaretos; y lo son aquellos sacer­
dotes y aquellas hermanas que en las escuelas y
en los talleres, gastando más fuerzas que tienen,
contraen enfermedades y mueren tísicos y con­
sumidos, trabajando siempre en el silencio por
amor de Dios; y también son mártires los que,
á causa de su fe y de sus fundados principios
sufren aquel martirio á pinchazos de alfiler,
que no es otra cosa la burla, la persecución so­
lapada é insistente de todos los días. Mártires
todos he dicho; y yo á esa falange de antiguos
alumnos de la que salen estos mártires, envío
el más reverente saludo de los cooperadores
salesianos.
En vuestro Congreso habéis dicho que que­
réis dedicaros á difundir el espíritu de D. Bosco
en la juventud. ¡Benditos sáis! E s un padre
y un educador el que os lo d ice: Salvad á esta
amada juventud que se pierde con las malas cos­
tumbres y la incredulidad, como quería sal­
varla D. Bosco; dadle los tres grandes amores
que nos recomendaba D. B o sco . el amor á la
SS. Virgen, al Corazón de Jesús y al Papa.
E ítos tres amores los recomendó también
D. Rúa al morir. Y o tuve la suerte de estar pre­
sente cuando le administraban el viático. Antes
de recibir á Jesús, se hizo levantar sobre las
almohadas, y dirigiéndose á los presentes y en
ellos á toda la familia salesiana. habló con
una voz tan alta que parecía milagro en un
hombre tan consumido por su larga vida y fa­
tigado por la enfermedad. Recordó á Don
Bosco; y las recomendaciones que D. Bosco ha­
bía hecho, se las repitió á sus hijos; que con­
servasen en sus corazones aquellos tres grandes
amores. Después calló y recibió el viático.
Que fuera, si no un milagro, á lo menos cosa
para pensar, aquella voz tan alta, lo prue­
ba el que sólo la tuvo para dar tales re­
cuerdos: á mi, que me acerqué á su cama para
besarle la mano, no me dijo palabra, sólo me
bendijo con la mano.
Trasmitid, pues, esos recuerdos á la juven­
tud y trabajad para salvarla. Porque no debéis
alegraros hoy de haber sido alumnos de D.
Bosco sin hacer otra cosa; debéis dar sin egoísmo
á los demás el bien que vosotros dichosamente
recibistéis en las escuelas de D. Bosco. Este
es el concepto cristiano: sah'arse á sí mismo
está bien; pero sal^•ar también á los demás
está aun mejor. \'osotros los beneficiados de
ayer, convertios hoy en bienhechores.
Para que al dejaros nos sintamos todos uni­
dos en algo que haga latir todos nuestros cora­
zones, unamos el pensamiento, el corazón y la
voz ensalzando tres grandes nombres: Don
Bosco, la \*irgen de oro que está sobre la her­
mosa cúpula y Jesucristo nuestro hermano y

— 309 —
Salvador. ¡Viva D. Bosco! ¡Viva María S.S.
Auxiliadora! ¡Viva y alabado sea Jesucristo!
{yivísitnos aplausos).

Relacidn sobre el tercer Tema.
Acto seguido sube á la tribuna el abogado
D. Javier Fino, Concejal de Turín, para dar
cuenta de la relación del tercer Tema:
“ De la necesidad y modo de promover
y actuar iniciativas privadas y públicas que
tiendan al sostén y — si fuese necesario —
á la defensa de las m últiples o b ras de asis-

lesiana no se participa de esas insinuaciones ma­
liciosas, porque se sabe que los Salesianos llevan
en el extranjero bien alto el nombre de Italia
Y el brillante orador con estilo vivo y lleno
de imágenes, pasa á confirmar la actualidad del
tema, explicando cómo los Salesianos por su
parte, hasta con varias Exposiciones, han de­
mostrado el valor de la instrucción que se da
en sus colegios. Jlas no hay que asombrarse de
las acusaciones é insinuaciones de los adversa­
rios; son atentados que se renue\’an del mismo
modo en todo el mundo, porque en todo el
mundo igualmente los adversarios quieren ver

fk -

'-

■ I I
é

■ í'

■ La salida d el Congreso.

tencia y previsión religiosa y social, su sci­
tadas en el nombre de D. B osco ».
El orador principia diciendo que el tema
que le ha á d o confiado tendría necesidad de
ser tratado con más extensión. « Y tanto más
la tendría — exclama — porque precisamente
en estos días, aquí en Turín, en el Congreso de
los maestros italianos del extranjero, se di­
r í a n insinuaciones calumniosas contra la obra
que los Salesianos realizan fuera de Italia. Eran
insmuadones de quien sentía la pobreza de sus
obras, demasiado pequeñas en comparación
de las escuelas creadas por los salesianos para
los hijos de Italia fuera de los confines de su
patria; pero es conveniente que también de
este congreso se levante una voz de protesta,
que diga como en Turín, cuna de la Obra Sa-

rem oddas las bases de la sociedad descristia­
nizándola; por esto no pueden dejar de di­
rigir sus armas contra los Salesianos que tra­
bajan ardientemente para conservar la fe en
todo el mundo. Esos atentados tienen doble
fin: disminuir el prestigio de los salesianos en el
pueblo y desacreditarlos ante las Autoridades.
E s, pues, u r e n te una obra de defensa. Y
sería igualmente urgente una obra de ayuda in­
cesante, aun si no hubiera ofensas, para em­
pujar siempre más la obra sobre los rieles de su
continua renovación. L a obra de D. Bosco,
por índole propia se renueva completamente,
« es una obra á lo Frégoli > (dice el orador entre
la hilaridad general) •; que se desarrolla conti­
nuamente siguiendo á la Sexúedad en todas sus
evoluciones, en todas sus conquistas; de modo

que si un día llevasen los aereoplanos la socie­ ladra cuando ve el peligro; el perro es él símbolo
de la fidelidad. Debéis ser la. cuarta página del
dad al cielo, tendríais que ir á buscar la Obra
gran periódico que forma la Obra de D. Bosco,
de D. Bosco en los aereoplanos. » Pero la Obra
sirviéndoos de la pluma, de la elocuencia y
de D. Bosco necesita potencialidad para rede todos los medios que la experiencia os
fonnarse y renovarse, para corresponder á las
enseñe, no descuidando, si es preciso, tampoco
nuevas necesidades de los tiempos.
los colegios legales, porque D. Bosco fundó su
De esta renovación continua los ex-alumnos
del>en ser los primeros cooperadores con su in­ Obra ante la ley y ante la ley se debe de­
fluencia moral y pecuniaria: « ¡Haceos bersa- fender.
« Y que la defensa sea intensa y popular:
glieñ en defensa de la Obra de D. Bosco!.... El
defiéndase
ante todos, ante los amigos y ante
campo de D. Bosco todos los años se siega; ne­
los enemigos; defiéndase con protestas y hasta
cesita nuevas semillas y nuevo grano siempre.
con manifestaciones reparadoras.
Vosotros, frutos y a recogidos, proporcionad
« Pero la mejor defensa será ésta: Sed per­
la semilla para los años venideros .»
¿ y cómo?... Junto á la puerta del Oratorio sonalmente intachables. E l distintivo de los
D. Bosco quiso que estuviera escrito el con­ ex-alumnos de D. Bosco debe ser la honradez,
sejo; Quod superest date elemosytiam. « ¡Oh! ¡To­ presentad en todas partes este distintivo. El
deshonor de uno puede ser explotado á daño
dos los que habéis entrado en las casas salede todos.
sianas, al salir, leed de nuevo aquellas palabras
« Si vosotros sois honrados, quedarán descu­
y recordadlas: Dad á la Obra de D. Bosco lo que
biertas las tramas de los adversarios, porque
os sobra!.... Quod superest.
si quien insulta es la secta, quien defiende
A los medios pecuniarios débese unir el
son las naciones. Los insultos se hacen decir
aix>yo moral. Difúndase el Boletín Salesiano,
á los escondidos, á los irresponsables, ó á otros
que da á conocer el espíritu y las obras de D.
que prefieren ser conducidos al manicomio para
Bosco y estimula á amarle. « Los ex-alumnos,
aunque no sean tan católicos como cuando eran librarse del presidio.
« Pero silba la serpiente y esparce veneno.
alumnos, sentirán siempre orgullo por los mé­
Silba la locomotora, y su silbido sube al cielo,
ritos salesianos, casi como de méritos propios,
mensajero de energía y de vida.... Así esta
sintiendo siempre que forman aún de alguna
manera parte de la familia; y esta íntima con­ grande locomotora de la Obra salesiana, ele­
vando su silbido sonoro sobre el mezquino sil­
vicción será la brasa escondida que mantendrá
bido de la serpiente, continuará su carrera
acaso el fuego de la fe y ciertamente el de la
triunfal derramando por todas partes sus be­
honradez .»
neficios y aclamada por todos los pueblos.»
Respóndase á los comunicados que se envían
Inútil es decir que la espléndida relación fué
para remediar necesidades generales ó locales y
interrumpida
y coronada por unánimes aplau­
procúreseles muchas adhesiones; trabájese con
todos los medios para dar á conocer los méritos sos.
salesianos en el campo religioso, patriótico, cien­
tífico y literario, (como laé Misiones entre los
La reunión antemeridiana del segundo día
pueblos sal\-ajes; las obras de asistencia á los
terminó
con un saludo de Mons. Juan Domingo
emigrados; los conocimientos proporcionados
Pini, Asistente Eclesiástico de la Federación
á la Etnografía, á la Geografía, á la Meteoro­
Universitaria Católica Italiana. Dijo que traía
logía y otras ciencias; los institutos profesio­
á los Salesianos el saludo agradecido de to­
nales, etc.).
Y el relator deteniéndose en cada uno de dos los estudiantes universitarios; presentó la
Obra de D. Bosco como el complemento de 1í^
estos méritos los ilustra según su importancia,
explicando como el contribuir a! desarrollo in­ instituciones suscitadas por la Divina Proridencia en otros siglos; y recomendó con instan­
dustrial de los pueblos es el más alto grado
cia á los sacerdotes que imitaran á D. Bosco en el
de patriotismo, v Si no alcanzamos desarrollo
económico, tampoco podremos defender y man­ modo de atraerse el corazón de los jóvenes
tanto estudiantes como obreros, hablándoles
tener la independencia nacional. Los Salesiauos que son los primeros que nos dieron vo­ el lenguaje del corazón: « ¡Cor loquüur ad
cor! — exclama — el lenguaje del corazón va
cabularios de pueblos nuevos en la ci\-ilizasiempre al corazón; hablad al corazón y se os
ción, también han sido los primeros que dieron
escuchará siempre. *
á estos pueblos la palabra en el congreso de las
Levantóse la sesión á las 12,10.
naciones. *
La defensa sea práctica; v \'osotros fuera del
x n x
Instituto debéis hacer el papel del perro que

Obsequio á los Delegados.
Fué delicado el pensamiento del Comité E je­
cutivo de ofrecer un almuerzo íntimo á todos
los Delegados de las diferentes Asociaciones.
El fraternal y alegre banquete en el que todos
se encontraron en la más grata intimidad, tuvo
lugar en el Hotd Gamhrinus á la una de la tarde.
Tomaran parte ciento veinte comensales sen­
tados en cuatro mesas, coronadas por la de
honor en cuyo centro tomaron asiento el A r­
zobispo, Mons. Morganti, Don P. Albera y Mons.
Muriana.
difícil describir la fraterna alegría
de aquellas gratas horas.
Don Bosco, D. Rúa y las diversas Obras Salesianas, junto con los más dulces recuerdos de
la \dda colegial, vivida en más de veinte na­
ciones — tantas eran las representadas en el
banquete — prestaron á todos el alimento más
agradable. Estaban allí lo más florido , la
mente, el corazón de todo el Congreso, en unión
íntima, espontánea, casi natural.
Pero demos la palabra al Momento. «Llega
el momento de los discuisos. La confusión
de las lenguas notada durante todo el almuerzo
se acentúa, pues todos quieren brindar por los
Salesianos y su Obra. Es el momento de la exal­
tación y se inicia la porfía entre las naciones,
porfía hermosísima porque tiende á la con­
quista de la más alta palabra de amor.
' Empieza el Prof. Gribaudi, Presidente
del Comité organizador del Congreso; le toca á él
decir la primera palabra de saludo y de brin­
dis á la reunión internacional. Y lo hace con
sencillez y convicción.
Sigue el Dr. Mondada, políglota por ex­
celencia; dirige la palabra á los representan­
tes de todas las naciones en su idioma nacional.
Dice á los italianos el placer que experimenta
recordando las bellas horas de la juventud; á
los franceses recuerda su promesa de procurar
la vuelta de los salesianos á sus ciudades; á los
alemanes habla de la obra salesiana y de sus
merecimientos; á los españoles y americanos
recuerda cuanto han hecho y hacen los benemé­
ritos hijos de D. Bosco para llevar á Cristo los
pueblos civilizados y las tribus salvajes. Es
muy aplaudido al terminar. Y estos son los
primeros discureos á los cuales siguieron otros
catorce. ¿Cómo hablar de todos y de lo que to­
dos dijeron? Hablaron después el Sr. Poesío, el
Dr. Pace, de Alejandría de E g ip to , el escultor
Sr. Beltrán, de BoIi\'ia, el estudiante Sr. Avian,
de Gorizia, el Prof. Giordani, el Sr. Chauvin,de
Marsella, D. Manuel Grana, de la católica Es­
paña, el abog- do Sr. Migiioli, Mons. Muriana y el
jefe de la redacción del 3 /om«*/í),Emilio Zanzi. en

nombre de los colegas de la prensa italiana y
extranjera presentes á los trabajos del con­
greso.
« Y es un himno continuo que se ele\m á los
hijos de D. Bosco y á sus maravillosas obras.
En alemán, en castellano, en portugés, en
francés, en italiano, con variedad de j>ensamiento é inspiración, es siempre el mi.smo canto
de gratitud que se desprende entre una con­
tinua salva de aplausos. Y las figuras deD . Bos­
co y de D. Rúa pasan de continuo por la mente
de los oradores y de los invitados.
« El Sr. Zanzi en nombre de la prensa turinesa y de los colegas invitados al Congreso,
después de haber recordado el tradicional mu­
tismo de los periodistas, al fin del banquete
dice que rompe gustoso esta tradición, como
intérprete no sólo de los periodistas católicos,
sino de todos los colegas, para saludar á los
congresistas y para dar gracias á los organiza­
dores, que tan bien cumplen los deberes de la
hospitalidad.....
« Terminados los discursos, el Rector Mayor
de los Salesianos, Don P. Albera, dirige á todos
un saludo especial. Se muestra profondamente
commovddo ; \*ibra en sus palabras ima ele\-ada
nota de afecto. Es un padre que habla á sus
hijos y les dice lo que el corazón le pone en
los labios. Recuerda sus viajes, sobre todo el
que acababa de hacer á Barcelona, y de ellos
toma ocasión para ensalzar la Obra de Don
B osco; para decir á los lujos de ayer que tiene
á su alrededor; - - Sé que os acordíus de nos­
otros, sé que nos queréis, también nosotros os
amamos y haremos por vosotros todo lo que
nos se.i posible».
¿ Y Mons. Morganti?
« A l fin — escrií>e la Stampa — también
Mons. Morganti quiso pronunciar un brindis
con que invitó á los congresistas, ya que los
cuerpos se habían fortificado, á dirigir su obsen’ación y la atención más intensa sobre los
problemas del espíritu, aquellos de cuya contempladóna nos Wenen los bienes reales y
verdaderos. Un prolongado aplauso acogió el
brindis tan bien escogido del Sr. Arzobispo de
Ravena. i

La sesión de la tarde.
Comenzó á las 4. E l salón siempre lleno.
Acogido con una reverente ovación entra S. E.
Mons. Tasso, Obispo de Aosta, ex-alumno del
Oratorio Salesiano de Turín. Le saluda el Pre­
sidente y le acompaña al puesto de honor; á
poco U^an D . Pablo Albera y Mons. Mor­
ganti.

312

E n la tribuna aparece y a el relator Sr. Fino
y la discusión del tercer tema continúa ani­
mada é interesantísima. Intervienen el ProíGribaudi, el Prof. Paladino, el presbítero Si.
I'racchia, el Sr. Rubino, el Sr. Vacca, estudiante,
el Dr. Mondada, el Sr. Giordani, presbítero, y
otros.
Los considerandos, como los del tema pri­
mero fueron admitidos sin discusión; las con­
clusiones fueron discutidas una por una y apro­
badas.
Digna de notarse fué la declaración del Prof.
Gribaudi á las insistentes preguntas de los que
querían saber qu6 forma debe tomar la actividad
de los ex-alumnos relativamente á la acción
católica: — «Nuestra acción debe ser una ayuda,
un complemento, de la acción social católica en
general, esto es, debe confundirse con ella.
No debemos seguir uua línea paralela, sino ca­
minar por la misma senda ».
Presentóse un orden del día, enviado por los
ex-alumnos de Rio Janeiro, relativo á la fun­
dación de una Caja de socorros mutuos, sos­
tenida con cuotas anuales, previamente esta­
blecidas á razón de los depósitos de cada centro
local, para sostener y defender las numerosas
obras de asistencia religiosa y previsión social,
creadas en nombre de D. B osco; el relator es de
parecer que pase al Consejo directivo de la Fe­
deración para que lo estudie.

Conclusiones del tercer Tema.
E l primer congreso internacional de los ex­
alumnos salesianos:
considerando ser propio de la Obra de D. Bosco
no pararse en los resultados obtenidos, sino que,
según las necesidades de los tiempos y lugares, se
deben renovar y mejorar sus instituciones, intro­
ducir otras y nuevos medios, á fin de conseguir
sus olios ideales religiosos, sociales y patrióticos;
conviniendo en que para los ex-alumnos es
í(/M necesidad moral, derivada de un sagrado deber
de gratitud, favorecer las obras de D, Bosco;
atendidas ¡as consideraciones y conclusiones
del relator del segundo tetna sobre las actmles
deplorables condiciones de la familia y de la so­
ciedad, por ¡o cual el prestar a?<.vi7io espiritml
y material á low obra que mira á la restauración
cristiana de ambas constituye un deber y una necesidiui originados por un verdadero patriotistno:
considerando, r» fin, que hechos pasados é
impresiones presentes demuestran, en los adver­
sarios de to<lo orden social, la tendencia á desa­
creditar ante el pueblo \- la autoridad la acción
educativa del clero, sin excluir á los salesianos,
fin de distm'ttfíiV la eficacia restauradora de los á
mds grandes ideales;

hace votos para que los ex-alumnos:
1° se inscriban en la Unión de los Coopera­
dores salesianos, lean y difundan el Boletín Salesiano y envíen á la dirección general de Turín
el nombre y dirección de la personas á quienes
se puedan dar á conocer las Obras de D. Bosco y
hacerlas sus favorecedores;
2® respondan gustosos á los llamamientos de la
Dirección general de los Cooperadores y á los de
los inspectores y directores, llamamientos que
suelen publicarse según las necesidades generales,
regiomles, ó locales ; .
3® con la prensa, con las conferencias y en
las co7iversaciones procuren conciliar y atraer
la voluntad del público hada la Obra de D. Bosco,
dando d conocer sus servicios religiosos, socia­
les, patrióticos, científicos y filantrópicos;
4® Protejan moral y materialmente los Cole­
gios, los Oratorios festivos y las instii’uciones
de los salesianos, y sean promovedores de aquellas
obras modernas de asistencia profesional y tnoral que tienden á completar la acción de los ora­
torios festivos y de las escuelas profesionales;
5® indiquen á los salesianos las nuevas necesi­
dades sociales, especialmente en lo que se refiere
á la asistencia moral y económica de la juventud
en general, y de aquellas que se presentan en
determinados tiempos y países, sugiriendo también
los medios para realizar los obras correspondientes
i tales 7iecesidades;
6® informen con prontitud d los Superiores
locales y d la Dirección General de Turin de
los ataques, de las acusaciones y amenazas de
cualquier género contra las obras de D. Bosco,
datido y recogiendo los consejos, indicaciones
y documentos para una solicita y eficaz defensa
y reparación.
*

«*
Antes de pasar á la relación del segundo tema, el
Sr. Poesio dió lectura de otra propuesta de la
Asociación de ex-alumnos de Río Janeiro, acom­
pañada de 200 ptas, para colocar una lápida
conmemorati\’a del congreso en la tumba de
D. Bosco en Valsálice. La idea ha sido acogida
favorablemente y se establece que al fin de la
sesión dos miembros del Comité se coloquen en
la puerta para recoger con ese fin las ofertas
de los congresistas, como se hizo; entre tanto el
representante de Bolivia que es escultor se
ofreció para ejecutar el trabajo.
¡Muv bien! exclama el Prof. Gribaudi; no falta
más que la inscripción, y se la recomendamos á
nuestro amado D. J. Francesia {aplauso general).
Más; al día siguiente la Presidencia anqnció
que el sacerdote, D. Hugo Barbieri, ex-alumno
de Especia y párroco de la Catedral de Carrara,
habría ofrecido el mármol necesario.

— 313 —
£1 Abate Alberto Lambertz, de Wandre, pre­
senta el saludo de los ex-alumnos de Bélgica.
Dirige un pensamiento á Mons. Morganti y á
Mons. Tasso, y dice á D. P. Albera: « No tenemos
ya la suerte de ver entre nosotros á D. Bosco y
á D. Rúa; pero aunque se hallaran aquí pre­
sentes, esta reunión no hubiera resultado mejor.
Después habla de la obra salesiana en Btlgica
é invita á los ex-alumnos de las otras naciones á
hacer una gira á Bélgica, en donde encontra­
rán una casa abierta para hospedarles y cora-

ex-alumnos del Venerable, entra en argumento
con arrebatadora elocuencia.
E n este primer punto llega su Eminencia
Rma. el Card. Agustín Richelmy, siempre pa­
dre para con los hijos de D. Bosco. Estoy or­
gulloso, exclama el Sr. Poesio, de recoger en
el corazón de cada uno de los presentes la más
bella llor para ofrecerla en homenaje al Emmo.
Arzobispo de Turín que ha querido honrar
nuestro Congreso con su augusta púrpura. En
la escuela de D. Bosco hemos aprendido que

Grupos de representantes extranjeros.

zones que los colmarán de atenciones y finezas.
El simpático orador recibe una afectuosa de­
mostración con el grito de ¡Viva Bélgica católica'
Sube á la tribima el relator del 2° Tema.

La relación del segundo Tema.
< Cómo difundir en la fam ilia y en la s o ­
ciedad el espíritu de Don Bosco, especial­
mente p ara la educación civil y religio sa de
la juventud ».
Ei Prof. D. Aníbal Giordani, de Portogniaro,
ex-alunmo del Oratorio Salesiano de Turín,
pre-. io un afectuoso saludo á nombre de los

ia presencia de los pastores de la Iglesia es
siempre fuente de las bendiciones de Dios, y por
esto levantamos el unánime grito d e ; ¡Viva el
Cardeyuil Richelmy! {Fragorosos aplausos).
D. A. Giordani prosigue la relación.
« Nosotros asistimos aterrados, dice, á un
desengaño colosal, al desei^año de la pedago­
gía materialista, á la esterilidad educativa de
nuestra sociedad. A pesar de tanta innova­
ción de estudios,- de pregam os, de métodos y
de revistas, el mundo moderno no educa; ins­
truye, eso sí, pero el hombre con instrucción
y sin educación es como una serpiente coro­
nada de piedras preciosas para mejor seducir,

y en consecuencia ser más fatal.... E l objeto de
la escuela no consiste solo en convertir á los
alumnos en otras tantas tablas pitagóricas y
cronologías históricas: es bastante más grande
y noble. L a escuela debe enseñar al hombre la
más difícil de las ciencias: la de saber vivir, de
vivir haciendo siempre y dondequiera el más
difícil de los trabajos, el propio deber. Ahora, si
tal es el fruto de la escuela moderna, yo no lo
diré. Preguntadlo á las ruinas que ha acu­
mulado. Sou ruinas que los propios adversarios
tienen que confesar.
« ¿Qué obstáculo, pregunta el relator, im­
pide á la escuela cumplir su deber? El aleja­
miento de Dios...» Y pasa ordenadamente á de­
mostrar las funestas consecuencias de tal edu­
cación para la familia y para la sociedad, la ne­
cesidad de la educación cristiana, los resulta­
dos felices y el valor intrínseco del sistema
educativo de D. Bosco. La gratitud, obseiv’^a, es
la prueba más convincente de una cabal edu­
cación.
Ahora bien, mientras fuera de aquí los pro­
fesores y vigilantes deben temer la ira, el odio
y la explosión brutal de sus discípulos, aquí brota
la llama del afecto y del reconocimiento. Nos­
otros no somos más que pequeña represen­
tación de una multitud inmensa de corazones
que están aquí presentes en espíritu, repitiendo
nuestro mismo canto de reconocimiento y
amor. »
Y viniendo á la práctica:
Señores, de frente al resultado benemérito
del método de educación salesiano, y de frente
á los estragos de la pedagogía materialista,
¿ qué votos y proposiciones hace nuestra asam­
blea? Nosotros pedimos el ejemplo, la propa­
ganda y la acción.
I® El Ejemplo. Convencidos estamos todos
de que antes de enseñar es necesario aprender,
de que para enjugar las lágrimas se debe llorar,
de que ciertas lecciones se enseñan mejor con
la práctica que con la palabra. El ejemplo en
este caso sería y a acción provechosísima y acti\idnd fecunda. Dadme, señores, ex-alumnos
modelados todos según el espíritu de Don
Bosco y veréis renacer la \-irtud, el deber, la
paz y la familia cristiana. Educadores, funcio­
narios oficiales, patronos, padres de familia,
¡qué ejército ha dado D. Bosco á la sociedad!
¡Ah, señores! Si todos estos son hijos dignos del
padre, soldados fieles del capitán, y continúan
practicando en su condición social esta ense­
ñanza con sus dependientes, observad, señores,
el porvenir: los montes se tiñen de rosa, no
está lejana la hora de la Restauración cristiana
anhelada por Pío X .
II® No basta el ejemplo. Comdene seguir

siendo apóstoles; hay peligro de que dejando de
ser tales, se caiga en la apostasía. E s propio de
todo ideal el proselitismo, el bien es difusivo,
el corazón que ama, lucha. Tertuliano, ardiente
como su sol de Africa, pedía á sus perseguidores
una cosa sola, no condenar sin conocer. Su
grito es de actualidad.
L a educación materialista triunfa, porque se
ignora la educación espiritualista. L a igno­
rancia hoy como ayer, es nuestro mayor ene­
migo. La lucha gigantesca que se mueve contra
el factor religioso en la educación de la juven­
tud, encuentra su razón de ser en el general y
doloroso olvido de principios y de cosas.
Difundamos la verdad, amigos, esparzamos
por nuestro camino palabras buenas de luz y de
salvación. Sea diaria lectura en nuestras familias,
en nuestros establecimientos, en nuestras es­
cuelas, cuanto D. Bosco ha escrito con ilumi­
nada doctrina; las \údas de aqudlos que han
crecido en su escuela; los periódicos que re­
flejan su ideal pedagógico, su sistema educa­
tivo. Allí encontrarán los educadores cuanto ne­
cesitan en su dificilísima misión, los jóvenes la
palabra que llega al corazón, que lo persuade,
que lo purifica, que lo eleva....
III ® E l Congreso pide alguna cosa más á
cuantos viven en el tumulto cuotidiano de las
luchas del pensamientoy del trabajo. Una laguna
que nuestra prensa lamenta es nuestro aleja­
miento del campo de batalla. Nuestro tiempo
ha esparcido cizaña de errores y cargos incali­
ficables. Pero hemos de convenir todos en una
cosa, en reconocer la maravillosa actividad de
la edad moderna. Todo ramo del saber humano
se escudriña con tenaz constancia. L a prensa
atroja diariamente al público artículos, opúsculos,
libros de los más variados problemas; todos los
años las sociedades convocan á reunión á los
cultivadores de las diferentes disciplinas para
corregir errores, comprobar experimentos, re­
novar métodos. ¿Y los católicos? ¿Dónde están
los católicos? Ausentes; muchas tropas cam­
pean sin rumbo.
Movámonos, señores, con la pluma y con la pa­
labra. L a educación es el ubi consistam de Arquímedes, la prensa es la palanca. D. Bosco com­
prendió tan bien la eficacia de la palabra escrita,
que buscando dia y noche pan y alojamiento
para sus huérfanos, aun encontró tiempo
para pubhcar más de lO O opúsculos educati­
vos. ¡Ejemplo admirable, que cuantos pueden
debieran imitar, escribiendo para doctos y sen­
cillos, popular y científicamente, así en los fo­
lletos destinados al pueblo como en las re\-istas
en que brilla el pensamiento!
Movámonos también con la palabra. Allí en
donde se celebre un congreso pedagógico, ins-

tructivo ó educativo, ocupemos nuestro puestoallí deben h a ^ oir la paternal palabra de sú
maestro los hijos de D. Bosco. {Grandesaplusos).

El saludo del Cardenal Richelmy.

Cuando se hizo silencio, habló el Sr. Segovia
en nombre de las florecientes asociaciones de la
Argentina, dirigiendo delicadas frases á la
asemblea en itahano y continuando después su
hermoso discurso en español. Recordó los tra­
bajos de la Federación Internacional comenzada
en la Argentina y pronosticó los triunfos del segtmdo C o n g r^ , puesto que el primero había
sido tan espléndido aun antes de conocerse.
E l Sr. Avian, estudiante de medicina de Gorizia (Austria), habló después en nombre de los
ex-alumnos del litoral austriaco: « Somos jóx^enes, dice en italiano, pero sabremos man­
tener alta la bandera de la Federación. Sin
embargo, como jóvenes tenemos derecho á
vu.estras simpatías; tenednos, tenednos siem­
pre en vuestro corazón....»
Termina la sesión el abogado Sr. Miglioli,
diputado provincial de Cremona y ex-alumno
del colegio de Borgo S. Martín. Partiendo de la
parte del orden del día que trata de las obras de
prelusión y defensa social, el Sr. Jliglioli invita
á sus compañeros de ayer é hijos de D. Bosco de
hoy á un trabajo intenso por el interés social
de la propias locahdades. « E n el Congreso de
los ex-alumnos salesianos no se debe tratar de
política, dice, pero no es tratar de política
interesarse por aquellas luchas en que se de­
fiende la escuela de las influencias masónicas.
Nosotros debemos reclamar la libertad de la
escuela si queremos que la educación cristiana
penetre el corazón de los jóvenes. »
Alude finalmente á la cuestión obrera y sa­
luda á la Obra de D. Bosco « altamente l>enemérita de la educación profesional ».
Una interminable salva de aplausos resuena
el terminar y los aplausos se repiten con insis­
tencia al bendecir Mons. Morganti una vez más
á los congresistas.
A la salida se les distribuyó un precioso librito, que contiene un estudio del Dr. D. Fran­
cisco Cerruti sobre ía Ley Credaro de instrucción
primaria popular, para indicar y aclarar aquellos
artículos de dicha ley que son favorables á liber­
tad de enseñanza y á la autonomía escolás­
tica de los municipios.

Terminada la relación, se levanta y toma la
palabra el Card. Richelmy.
— De muy buena gana, dice S. E ., me que­
daría con vosotros, oh jóvenes, con vosotros, edu­
cadores, si urge^ües empeños no reclamaran en
otra parte mi presencia. Sin etnbargo, yo no quise
dejar de asistir, al menos por algunos instantes, á
este C^greso, á fin de que yo pobreciio pidiera
también las mas fecundas bendiciones del Cielo
para la Pía Sociedad y para todos aquéllos que se
dedimn á la educación. M i presencia significa
aquí estos dos amores.
Ella os dirá el deseo ardiente de ver cada vez
más viva la memoria de Don Bosco. Quizás
muchos de vosotros no lo conocieron, y yo he
tenido la fortuna de hablarle muchas veces; y
ahora, viejo ya, gozo recordando que la voluntad
de Dios determinó que lo tuviese á mi lado el día en
que ella quiso elevarme á la dignidad episcopal.
Honor, pues, y aplausos á la memoria de D. Bosco.
La Iglesia nos ha dispensado de complir con él
un deber que, por más que lo pidiera el corazón
lo repugnaba la mente, el deber de los sufragios.
Nuestros sufragios pasaron á D . Rúa, á quien
todos recordamos y amamos porque fue digno
sucesor de D. Bosco. Vayan también á cada uno
de los miembros de la P ía Sociedad Salesiana,
comenzando del amabilísimo Rector Mayor y
de su Capitulo, hasta el último novicio que tal
vez estará ya destinado á hacer grandes cosas
o: esta Pía Sociedad, suscitada prodigiosamente
por la divina Providencia.
M i cariño á todos los Cooperadores y á iodos
los alumnos de los Salesianos y en especial á vos­
otros, que, á pesar de tantas dificultades, habéis
querido reunir este Congreso. M i amor á la
juventud que dócil á las enseñanzas de sus edu­
cadores, crece cristianamente bajo la bandera de
D. Bosco. M i amor á este Congreso sobre el cual
debe aletear el espíritu de D . Bosco. Sucede al­
guna vez que en los Congresos, aun Católicos,
mene á brotar algún sentimiento no conforme con
las puras doctrinas de la Iglesia; pero no es eso
La recepción del Municipio.
Posible aquí donde reina como soberano el espíHiu de D . Bosco. M i amor y mi bendición á
A las I I de la noche — dice la Stampa —
tofos los católicos, á fin de que todos mantengan las suntuosas salas del Círculo de los Artistas se
siempre plena é incondicional su adhesión á Jesús abrieron á los Congresistas para la recepción
que dijo: « Discite a me quia mitis sum et hu- ofrecida por el Municipio. E n nombre del A l­
wt/ts corde ».
calde, hacia los honores de la casa el concejal
1 a asamblea cae de rodillas y el Emmo.
Prof. D . P. Gribaudi, el cual al dirigir á los
Principe pronuncia la fórmula de la bendición presentes el saludo de la ciudad de Turín y del
qoe fué coronada por xm triple aplauso.
senador Rossi, hizo observar que Turín miró

siempre con simpatía la Obra salesiana, á la
cual debía en gran parte el que el nombre de
Turín sea conocido en todo el mundo junta­
mente con el de Italia.
Respondióle el Sr. Abogado, D. Próspero Battú,
encargando al Prof. Gribaudi que se liiciera
intérprete con el Sr. Rossi de los sentimien­
tos de gratitud de los congresistas por el
cordial y grandioso recibimiento. Habló des­
pués, Mr. Cbauvin. de Marsella, el cual entonó
un himno á Turín y á . la Obra Salesiana, ma­
nifestando sus sentimientos de profunda gra­
titud al primer magistrado de la ciudad. Ter­
minó el Sr. Segovia. de Buenos Aires, trayendo á
Turín los homenajes de muchísimos ex-alumnos
de los salesianos esparcidos por toda la Repú­
blica Argentina. Después de los breves discursos

que fueron muy aplaudidos, la orquesta tocó
la Marsellesa, recibida con fragorosos aplausos,
y después la Marcha Real española, (i) aplau­
dida también con caluroso entusiasmo. »
Cuando se terminaron los saludos y las pre­
sentaciones, se les sirvió un suntuoso refresco;
antes de abandonar las espléndidas salas, se
reunieron todos en el salón para oir los últimos
discursos. Con su característica elocuencia los
Sres. abogados Miglioli y Barberis explicaron los
conceptos, las enseñanzas y el significado de los
dos congresos católicos (se referian á los indivi­
duos de la liga del trabajo, alli presentes),
dando las gracias una vez más á Turín en
nombre de los Congresistas. Por razón de
conveniencia, estaba presente una pequeña
representación de exalumnos eclesiásticos.

Ülllmos trabajos. — Para el centenario bel nacimiento be 0 . Bosco y be la fiesta be filaría fiuxiliabora.
EL DISCURSO DEL Sr. POESIO. —
'

--f

EL AGRADECIMIENTO DE D. P. ALBERA.

E r f r a t e r n a l adiO s. — T o d o s á V a ls á lic e .

-

■-

tranjeros se reúnen para la elección del Con­
A llegado el último día. Las mil in­
vitaciones que el Comité había pre­ sejo Directivo de la Federación.
A las 10 se da entrada á los congresistas que
parado, se agotaron anteayer; y sin
invaden hasta las galerías. Rezada la oración de
e m b ^ o , siguen llegando nuevos congresistas.
costumbre, el Presidente declara abierta la
Varios vienen de muy lejos, del Véneto y de lo
discusión de los puntos del cuarto tema. En
más remoto de la Liguria; y con gran senti­
la tribuna está y a sentado el relator, D. A.
miento los encargados de la distribución de
billetes, tienen que limitarse á ofrecerles una Giordani.
Hacen uso de la palabra el Prof. Paladino,
invitación de csi>ectador. Ku tanto que los
D. Enrique Balbo, el Señor Angel Berardi,
hubo, se utilizaron los pocos billetes de con­
el Prof. P. Gribaudi, el Sr. Simón, de Casería etc.
gresista reservados para algunos que hablan
asegurado su asistencia, pero después advir­ etc.
El Congreso da gran importancia al primer
tieron que les era imposible'venir.
punto
y establece que el sistema educativo de
Hacia las siete de la mañana, los primeros
D.
Bosco
se base en la práctica de la Religión.
patios del Oratorio se van llenando de seglares,
El Congreso hace también votos á propuesta
y si bien muchos han preferido oir misa y hacer
del mismo relator para que los antiguos alumnos
sus prácticas de piedad en las misas preceden­
defiendan la libertad de la escuela, en donde se
tes, con todo á las 7 U
varios centenares
los que se dirigen al Santuario de M. Auxilia­ vea amenazada ó mutilada.
Espontáneamente surgen otras propuestas y se
dora. inundado por las melodías del órgano y
hacen nuevas indicaciones, todas buenas y hasta
envuelto en un mar de luz. Celebra la misa
óptimas, como la fundación de bibliotecas de
D. V. A lbora; y \m respetable gruiK) se acerca á
cultura, aplicada á las Asociaciones de ex-alum­
S. Comuuu)u en el altar de María Auxiliadora.
nos, la publicación de un católogo de libros edu­
A las q próximamente todos los patios se ven
más ocupatUvs aún que los dias anteriores. Hn cativos que divulguen el sistema de D. Bosco,
y de obras dramáticas con valor moral y artistito<los los semblantes brilla una alegría más
N'iwi y de cada labio Siilen frases más expansi\-as.
(!' Por equivocación se dijo que era el him no a rg n
A las q >2 los delegados, y representantes ex­ Uno.

— 317 —
co para la juventud; pero el Congreso no puede
atenderlas como quisiera por-falta de tiempo.

Conclusiones del segundo Tema.
El primer Congreso Internacional de los ex­
alumnos salesianos
comprendiendo la deplorable decadencia de la
familia y la consiguiente desorientación de la
sociedad moderna, debidas á una educación su
perficial y basada en principios irreligiosos y
antisociales ;

tica de la Religión, en la razón y en la dulzura,
y confirmándola con la eficacia de su continuo
ejemplo, tanto en la vida privada como en la pú­
blica ;
2° para que lean y difundan los escritos edu­
cativos de D. Bosco, las publicaciones y los pe­
riódicos que van ilustrando el pensamiento reli­
gioso, pedagógico y social del mismo, en armonía
con las exigencias actuales:
3° para que los escritores, publicistas, orado­
res y conferenciantes ex-alumnos llamen fre­
cuentemente la atención del público y conquisten

A la salida de M ons. M org a n li.

considerando el importante valor del sistema
educativo de D. Bosco, confirmado por los admi­
rables resultados que ha reportado durante setcnta años de experiencia en muchas partes del
mundo y reconocido hasta por insignes sabios y
sociólogos de todas las creencias;
convencido, por lo tanto, de hacer una obra
altan;.:,lie religiosa, dvil y patriótica difundiendo
en la familia y en ía sociedad d espíritu de Don
Bosco;
tace votos:
i ' para que los ex-alumnos de los salesianos
su posición social de padres de familia, edueadores, funcionarios públicos, etc. atiendan
^ la formación de
recta é instruida concien-ru? rdigiosa y civil en la jurcent-.id que de dios
dependa, basando su obra educadora en la prác-

la simpatía de los doctos á la grandeza y utili­
dad d d espíritu de D. Bosco, publicando opús­
culos popidares y científicos, artículos ilustrados
en las revistas más acreditadas y en los diarios
de mayor circulación, y tomando parle en los
Congresos, asambleas y reuniones de índole so­
cial y pedagógica.

E l Presidente da conocimiento del éxito de la
votación tenida antes de la sesión, para el nombra­
miento del Consejo Directivo de la Federación.
Fueron elegidos los señores: Alesío Preto, Juan
Lana, y César Rossi de Turin; el abogado D.
Pablo Borachia de Especia, D. Arturo Poesio,
el abogado D. G. Mazzoti de Faem^a y el señor
Gastón Chaunn de Mareella.

Según lo establecido, siete miembros deben
residir en Turín, de los cuales cuatro son miem­
bros natos, ¿saber: el Presidente de la Unión Pri­
maria, Sr. Canónigo D. Antonio Berone; el Pre­
sidente del Círculo Juan Bosco, Prof. I). Pedro
üribaudi; el Presidente de la Unión de Antiguos
Alumnos del primer Oratorio festivo de Valdocco en Turín, D. Antonio Gorguellino; y
el representante del Rector Mayor de los Salesianos D. Pélix Cañe, Pbro.
Ua proclamación de Consejo directivo de la
Asociación es acogida con estusiastas aplausos.
• «
Til Sr. Poesio recuerda la proposición hecha
telegráficamente por el ilustre Micheli, es decir,
la de levantar un monumento á D. Bosco
€11 la plaza de María Auxiliadora en ocasión
del centenario de su nacimiento i6 de Agosto
de 1915.
Ua asamblea rompe en una unánime acla­
mación, y un solo grito estalla en la sala: ¡Viva
D. Bosco!
Para constituir el Comité Internacional que
realize la propuesta, se decide llamar al
Consejo Directivo de la Federación á un re­
presentante de cada nación en que haya casas
salesianas y á los de los cooperadores y coope­
radoras de todo el mundo. Será una demostra­
ción de gratitud de los pueblos hacia quien ha
sabido ser el apóstol de la educación y de la
caridad en todo el mundo.

Un deseo de Mons. A\organti.
Hace uso de la palabra S. K. Mons. Morganti.
K 1 celoso Arzobispo de Ravena, después de un
brillantísimo estudio sobre el ardor con que
la ciencia moderna nos conduce felizmente á la
conquista de las fuerzas naturales, invita á los
congresistas á no olvidar la fuerza suprema
del orden sobrenatural, esto es la gracia; y
anunciando la proximidad de otra grande fecha
propone lo siguiente:
E l primer Congreso de los ex-<ilumnos salesumos al aproximirse el primer centcmrio de
la itislilucióti de la fiesta de María Auxiliadora
(1915) de cuya devoción D. Bosco fue ardiente
propagador :
considerando que la devoción á María .4 ííxiliadora arraigada en el pueblo cristiano, se ha
difundido en estos últimos anos por todo el
mundo de modo maravilloso, con grattde ventaja
de la fe ;
conviniendo en que la fiesta de Marta Auxiliadora es. ¿u efecto, celebrada en todas partes,
stfgidi aparece de
de los calendarios
diocesanos del mundo católico;

hace votos para que el primer centenario de
la fiesta de María Auxiliadora sea celebrado con
la inserción de dicha fiesta en el calendario de la
Iglesia Universal; y para ello
propone que los Exmos. Obispos y Digni­
dades ex-alumnos de los Salesianos, asociátidose los Obispos salesianos, se constituyan en
Comisión para obtener recomendaciones de Au­
gustos Personajes y Jefes de Estados, y de los
Emmos. Príncipes de la Iglesia y Arzobispos
que se glorían de ser Cooperadores Salesianos, y
presentar á la S. Sede las más vivas instancias
á este fin.
Con este homenaje á la Celestial Inspiradora
y Patrona de las Obras Salesianas, el Congreso
puede darse por terminado.
D. Esteban Trione pide la palabra á fin de
recomendar fervorosas plegarias por el buen
éxito de Proceso Apostólico establecido en la
Curia Arzobispal de Turín para la causa de
Beatificación de Don Bosco, y ruega que se
vote una solicitud para pedir á la Sta. Sede
la introducción de la causa del piadoso jovencito, Domingo Savio (Aplausos).

Afectuosos homenajes.
A continuación se pronuncian varios discur­
sos de homenaje á la Obra de D. Bosco y saludo
á los Congresistas.
Viene en primer lugar el joven Carlos Izurieta de Quito que trae á los ex-alumnos de las
otras naciones el saludo de sus compañeros del
Ecuador. Termina su saludo con una manifesta­
ción que conmueve á la asamblea:« Y o, dice, no
volveré por ahora al ICcuador; permaneceré
junto á la cuna de la Obra de D. Bosco y vestiré
la librea del clérigo salesiano... Cuando vea
cmnplido este anhelo, mi oración subirá ar­
diente al Señor á fin de que los ex-alumnos
de D. Bosco de uno y otro hemisferio fonnen
un solo corazón y una sola alma con él ».
E l venerando Dr. D. Joaquín Cándido Costa
Sena, Comisario General del Brasil en la
Exposición Internacional de Turín, pide la pa­
labra. y con muy dulce acento canta un ele­
vado Iñmno á D. Bosco y á su Obra en el Brasil.
E n la sala reina un silencio profundo; todos si­
guen con especial simpatía el espléndido dis­
curso... y ninguno puede tontener su emo­
ción cuando el autorizado orador repite con or­
gullo: « Tuve el placer de acoger el primer ger­
men de la Obra Salesiana en el Brasil; y hoy
me siento orgulloso de poder atestiguar, á nom­
bre de mi Gobierno, todo nuestro reconoci­
miento á la Obra de D. Bosco. Diré más, no
sólo soy amigo de los Salesiance; yo, en lo in­
timo de mi corazón, soy salesiano. »

— 319 —
El Señor Beltrán, delegado de Bolivia, ex­
presa en lengua italiana su satisfacción por el
feliz éxito del Congreso y su sentimiento por
verlo terminado.
Sigue el Señor Gastón Chauvin, de Marsella.
Su palabra suelta y elegante tiene pesamientos
tan felices para la restauración de la Obra de
D. Bosco en Francia, para D. Albera y para el
Congreso, que cuando termina de hablar, el
Sr. Poesio se levanta y abrazándole, dice á los
Congresistas: « Permítaseme abrazar al repre­
sentante de nuestros compañeros de Francia.

gunda noticia, y el orador continúa en su
lengua materna. « No hablaré de la K.spana
eucarística, que de eso ya se habló bastante
estos días; hablaré de la P'spaña salesiaim. Como
en algunos discursos se aludió á las circun­
stancias políticas de Portugal y España en que
se vieron envueltos los salesianos, del)o di­
sipar algunos pesimismos. Los salesianos no co­
rrerán en España la misma suerte que han corrido
en otras naciones porque en España las luchas
políticas suelen ser ludias religiosas; el pueblo
español es demasiado teólogo para no com-

A!> ed^dor d e l seflor D . P . A lb era .

Con este abrazo entiendo abrazar á todos los
ex-alumnos salesianos del mundo. * Y lo abraza
con efusión fraternal. La asamblea se levanta
para aplaudirlos. E s un momento inohndable.
A última hora el Sr. Estrany que debía presen­
tar á la asamblea el saludo y los sentimientos de
los ex-alumnos españoles, y en especial de los
de Barcelona, se sintió indispuesto, así que
debió hacerlo en su nombre D. Manuel Graña.
Comienza en italiano para dar cuenta á la
asemblea de por qué viene él y el último. « Dos
noticias desagradables, dice, ima que se encuen­
tra indispuesto el simpático Sr. l^ trany y otra
que debo hablar yo en su lugar *. El público
desaprueba sonriendo lo desagradable de la se-

prender que en el fondo de toda cuestión po­
lítica hay una cuestión religiosa y ahí está su
historia que lo acredita, historia escrita no
menos con sangre de héroes, que con sangre de
mártires ». Recuerda las luchas de España con
el islamismo, con el protestantismo y con los
ejércitos de la Revolución
que pretendían
sustituir la doctrina de Jesucristo con la de
Voltaire y la devoción á la Virgen del Pilar con
el culto de la diosa Razón *. Otra de las razo­
nes de su confianza es el carino que los anti­
guos alumnos de España tienen á sus superio­
res; y á propósito de ello, recuerda también el
recibimiento cordialísimo que se le hizo á Den
Albera en Barcelona un mes antes y el hecho

harto significativo de que dos inspectores de
España forman parte del Capítulo Superior,
D. Pedro Ricaldone, el fundador de la Biblio­
teca Agraria Solariana y D. Felipe Rinaldi, el
brazo de la Pía Sociedad. Respecto á este úl­
timo, narra en italiano « para que todos lo
sepan » un conmovedor episodio personal que
I)one á los congresistas en un delicado apuro,
pues comenzaron á aplaudir instintivamente la
bondad genialísima de D. Felipe Rinaldi y
pronto comprendieron que se trataba de la
muerte del padre del mismo que hablaba.
Hace notar después la original idea de pintar en
la parte superior de la boca del escenario la pri­
mera frase del himno del congreso « cantiam di
D. Bosco fratclli, le glorie » con su música corres­
pondiente, lo cual venía á ser no una frase poé­
tica, sino una síntesis artística del congreso,
que en el fondo era ante todo la glorificación del
nuestro V. Fundador, el eco sublime del Con­
greso <i che miran de la térra le mille citá ».
Entre aplausos y aprobaciones termina, « por­
que termina también el tiempo reglamenta­
rio i> dirigiendo en sentido cristiano y transfor­
mando en grito de amor el rugido de odio de
famoso agitador alem án: « Ex-alumnos de toda
la tierra, hijos de D. Bosco, ya estáis unidos,
amaos. »
Terminados los saludos, el Sr. Poesio se dis­
pone á dar las gracias á todos. E n su cargo
de presidente ha demostrado tanta energía y
revelado tan espléndidamente sus raras cua­
lidades de inteligencia y corazón, que antes de
hablar es saludado con vivísimos aplausos.

deseo del bien. En vuestras reuniones no se han
visto vanas discusiones, ocultas intrigas ni disputas enojosas; sino armonía de espíritu, recti­
tud de pensamiento y deseos de concordia; y si
porfía ha habido, ha sido de celo, abnegación y
de entusiasmo.
Atestiguado así el espléndido éxito de nuestro
congreso, me es grato, como representante del
mismo, hacerme eco de los sentimientos que de
vuestros corazones brotan en estos momentos.
Nuestro primer saLido sea, carísimoshermanos,
para el Padre común de todos los pueblos, el
Sumo Pontífice. Aprovechemos estos últimos ins­
tantes de unión, para enviarle el homenaje de
nuestra veneración filial. Dignos discípulos del
Ven. D. Bvosco y de D. Rúa, proclamemos al-

El discurso del Presidente.
Rápidos como todas las cosas buenas de esta
vida han pasado amigos, estos días de fraternal
alegría; ha llegado Ui hora de dar fin á este congreso.
Vuestra imponente asamblea merecía un pre­
sidente más digno que el que habéis desig­
nado: pero
que me habéis querido confiar á
mí el Itonor de dirigir vuestros trabajos, permi­
tidme decir que este pmesio podía luiber sido hon­
rado por «n nofnbre
ilustre, por una inteli­
gencia más profunda, pero no por un corazón más
penetrado de afecto ikicia el I'tvi. D. Bosco, hacia
la obra siilesiana y hacia vosotros.
Mietdras os aseguro que recordaré estos dUis
entre los más hertnosos de mi -eida, os agradezco
á todos no solo la atnabilidad que conmigo Ihibéis
tenido, sino de modo especial ¡os edificantes
ejemplos de fe, de generosidad y de seriedad que
me luibéis dado.
Se Iki visto que no os han reunido aquí tor­
cidas intenciones, esperanzas de aspiraciones
hionanas. sueños de ambición, sino sólo el

D . Arturo Poesio
Fresideu lc f/fctiz'o del C ongreso.

iamente que ahora y siempre daremos preferen­
cia en n.icstro corazón al Vicario de Cristo y que
será siempre nuestra gloria vivir y trabajar con
E l y por El, con perfecta y sincera adesipn de es­
píritu á sus enseñanza y deseos.
Dirijamos también un homenaje respectiioso
á todos los Jefes de las naciones representadas
en este Congreso por medio de ex-idiimnos, y
de un modo especial al Presidente de la República
Brasileña, cuyo ilustre representante ha honrado
con su palabra nuesírii asamblea.
D i fraternidad salesiana que no conoce dis­
tinción de gentes ni de razas, m confines de montes
y mares, abarca iodos los pueblos con un solo
abrazo de amor, y los comprende todos en un
mismo deseo de progreso, de prosperidad y de paz.
Este nuestro homenaje debemos dirigirlo con par­
ticular obsequio, al soberano de nuestra hermosa

Italia que es la patria de D. Bosco y cuna de la
Pía Sociedad Salesiana. Elévese, pues, nuestro
respetuoso saludo al Rey de Italia, honrando en
él no sólo al representaivte de la tierra que nos
hospeda, sino también al descendiente de aquellos
generosos principes
prodigaron tantos fa­
vores y protección á la naciente Obra Salesiana.
Desde el profundo del corazón surja, amigos, á
nuestros labios la palabra de saludo al ínclito
Principe de la Iglesia, que es el ángel de esta
Archidiócesis. Realzando el Congreso con el es­
plendor de su púrpura, con la luz de su pater­
nal sonrisa, con su atnahle palabra y pastoral
bendición, ha adquirido un título especialisimo
á nuestra gratitud.
A l plauso dirigido al Pastor, sigua inmedia­
tamente el de la ciudad que con él se honra, la her­
mosa, fuerte y laboriosa Turin que nos ha aco­
gido y hospedado con toda la generosidad de su tra­
dicional cortesía. Este vigoroso Piamonte del que
me glorio ser hijo, cuyo corazón y cercho es Turín, ha grabado en la historia huellas indelebles
de gloria, demostrando siempre saber unir á la
viril entereza dd carácter, la delicadeza más pura y
noble del corazón. Enviemos á la culta Turin y
á su primera autoridad nuestro respetuoso saludo
dd que se harán portadores nuestros amigos, los
concejales.
E n esta reunión de ex-alumnos, no puede
faltar un recuerdo para aquellos hermanos nues­
tros, ex-alumnos también, que sobresalieron
en virtud y sabiduría, y para honor de D. Bosco
y de toda nuestra familia, han merecido ser ele­
vados cual lámparas en Israd, elegidos Pastores
en la Iglesia de Dios. Si, elévese, amigos, un fra­
ternal voto de aplauso á todos los obispos Salcsianos y de un modo especial á Mons. Cagliero
que infatigablemente difunde en lejanas regiones
los tesoros imgotables de su caridad, aprendida
en d largo trato con el Ven. D. Bosco.
Cumplido nuestro deber hacia las Autorida­
des y hacia los ausentes, danos rienda suelta
d la ola de más íntimos afectos. Presentemos
ante todo nuestro beneplácito á los ainadísimos
Superiores, á D. P . Albera, digno sucesor de D.
Bosco y de D. Rúa, á los Miembros del Capítulo
Superior, á los sus inspectores y directores que
concurriendo al Congreso han querido darnos
Prueba d d su afecto paternal.
Nos hemos reunido aquí para buscar en estos
lugares llenos de santas memorias, las huellas dd
afecto de D. Bosco; y aq i, al contacto de
nuestros superiores, hemos experimentado que
este afecto vive íntegro en sus personas. Ellos pre­
sidiendo nuestros trabajos han atestiguado que
su presencia no ha sido para nosotros un peso sino
satisfacción. Estamos orgullosos de verlos
como testimonio de nuestra buena voluntad, y

confiamos haberlos convencido de que st no so­
mos cuál merecen s«s fatigas por nuestra educa­
ción, sin embargo, somos y serenws hasta la muerte
devotos y reconocidos.
Un aplauso unánime y sin reserva debemos
al Comité ejecutivo que ha preparado el Congreso.
La mejor alabanza que podemos tributarle es re­
conocer y declarar públicamoite que se ha por­
tado como verdadero salesiano así en la habilidad
indiscutible como en Ui cordialidad espontánea.
Un voto de simpatía y acción de gracias á io­
dos los corresponsales de los varios diarios que
con tanta benevolencia han seguido nuestros tra­
bajos y divulgado los actos del Congreso.
Fifialmeute, segurodeinterprctar enuno el deseo
de todos los ex^umnos de Italia presentes y
a7isentes, yo saludo con fraternal afecto á nues­
tros amigos extranjeros, venidos de toda la
tierra á esta fiesta de fraternidad salesiajui. ¡Oh!
¡cuán consolador ha sido el testimonio de solaridad de sentimientos y de ideales, que une los
corazones más allá de los montes y allende los
maresl
E l consuelo que lu)y inunda el pecho sea el más
precioso tesoro que llevemos á nuestras casas,
y el que nos conforte para trabajar acordes por el
triunfo de la Obra de D. Bosco. Recordemos, y
este sea el último pensamiento dd Congreso, que
trabajar por tan noble fin es nuestro sagrado é im­
prescindible deber.
La acción de nuestro venerable Padre se re­
fiere á la regeneración cristiana de toda la socie­
dad; y á nosotros nos está encomeiidada una
parte de la emprensa. En vano nos llamaremos
hijos de D. Bosco, si rehusamos á su obra nues­
tra activa colaboración. Prometamos, pues, so­
lemnemente que, saliendo de aquí, llegando á
las asociacioitcs de antigües alutnnos, procura­
remos que d espíritu de D. Bosco se difunda en
las familias en las naciones y en toda la sociedad.
Con esta promesa doy por terminado nuestro
primer Congreso internacional y os invito á dar
fin á nuestros trabajos con una acción de gracias
á Dios. A él se debe d mérito y la gloria del
poco bien que hayamos desead) alcanzar, él
tendrá cuidado de hacernos apios para realizar
d bien mayor que esperamos hacer en d por­
venir.
Y ahora regresemos á nuestras casas, peroál se­
pararnos demos aqud viva entusiasta con que
Don Bosco y D. Rúa querían ver terminada toda
reunión: ¡Viva María Auxiliadora!
Todo el disciiiso fué una serie de aplausos
que se acentuaran cuando el Sr. Poesio se re­
firió al Papa, al Rey, á Turin y al Alcalde Sr.
Rossi.
Por último toma la palabra D. P. Albera. Los
congresistas se levantan unánimemente y con

los ojos clavados en el Sucesor de D. Bosco,
le escuchan con religiosa avidez.

E) agradecimiento de Ü. P. Albera.
Siento deslucir con mi palabra el efecto en­
cantador de estas sesiones, el entusiasmo del her­
moso discurso de nuestro querido Presidente y

esta aula, tan variados y tan diferentes, todos han
tenido un solo fin, la exaltación de D. Bosco.
¡Oh, hé aquí realizado lo que el decía cuando
lo trataban de loco! No tenía un palmo de tierra
donde establecer su primer oratorio y andaba di­
ciendo que un día tendría casas en todo el mundo.
Su sueño se ha realizado. Vemos aquí represen­
tantes de los alumnos educados en estas casas y

El ágAi» fraterna.
yis/a p a r d a !
de la improvisada g a lería .

de los oradores que le han precedido. Siento,
caros amigos y hernuinos, que estos días hayan
transcurrido tan velozmente >■ que Ikiya llegado
el momento de separarnos.
Por eso antes debo daros las gracias en nombre de
la Sociedad Salesiana que de vosotros ha reci­
bido estos días
indecible, y que por
wsotros hit gozado alegrías de Paraíso.
Hoy hemos asistido d «« nj/ci’O Pentecostés.
Ttidos los idiomas que hetnos oido resonar en

hemos oído sus conmovedoras palabras. Ellos
mismos lo han didio: Este Congreso ha sido
triunfo de D. Bosco.
Pero D. Bosco )ut tenido hijos predilectos que
lian sabido aprovechar los cuidados que se les
prodigaron; el Congreso es de eUo prueba so­
lemne y su fecha quedará escrita con caracteres
indelebles en los anales de nuestra Pía Sociedad.
¡Ah! Sabed que nos habéis hecho avengonzar n:.:de una vez durante estos días, al ver que en cicr-

tos puntos habéis inierpretado mejor que nos­
otros el programma y espíritu de D. Bosco,
¿Qué salesianos hubieran encontrado mejores pa­
labras que las vuestras?
Me congratulo y me siento reanimar al ver que,
á pesar de nuestra pequenez, la Divina Providen­
cia se ha servido de nosotros para hacer tanto bien.
Sean dadas las gracias á Dios y á vosotros to­
dos, y llegue el agradecimiento hasta los ex-alumnos ausentes. Id y decidles que los encomenda­
mos á Dios, á Marta Auxiliadora y á Don Bosco
todos los días. E l ha asistido ciertamente al Con­
greso y le ha dado aquella unidad que todos hetnos admirado; E l colitinuará también bendiciéndoos juntamente con vuestras familias. Nos­
otros se lo pediremos siempre.

Prestan servido buenos y laboriosos seglares
salesianos, ayudados por un núcleo de jóvenes
desenvueltos y diligentes; entre tanto la banda
del Oratorio, bajo la direcdón del M. l)ogliani, ameniza con alegres melodías el l)anquete. Es acogido con frenéticos aplausos y
se repite á petición del público el himno á Don
Bosco, compuesto por el M. Pagella y chisica-

El ágape fraterna.
Son las 12 Y2'.
congresistas después de unos
momentos de expansión se reúnen en banquete
con el maj'or alborozo.
D. P. Albera ha querido tener á
su alrededor á todos los ex-alumnos
antes de darles el último adiós, y
todos han correspondida á la in­
vitación, felices de poder gozar una
hora con la ilusión de haber vuelto
á la primera juventud.
E l jardín que en la última expo­
sición salesiana sirvió de parterre
para los visitadores, se ha transfor­
mado en una espaciosa galería ocu­
pada de mesasen toda su extensión.
Es una sorpresa. No queda un
sitio por ocupar y no ocurre inci­
dente alguno en la disposición.
E l ex-alum no abogado S r . T u c ca r i lleva á D . A lb era á l'ahalice.
En el centro de la mesa presiden­
cial se coloca Mons. Morganti. A
su lado se sientan D. Albera y Mons. Tasso, mente instrumentado por el M. ' Vaninetti, di­
obispo de Aosta. A l alrededor las autoridades,
rector de la Banda Munidpal de Turín.
delegados extranjeros é invitados especiales.
La hora de los brindis, escribe el cronista del
Entre éstos, los miembros del Capítulo Supe­ diario local, el Momento, llega por desgrada. Y
rior; D. F. Rinaldi, el alma inspiradora y di­ dedmos por desgracia porque anuncia el mo­
rectora del Congreso, D. F. Cerruti, D. J. Bar- mento de la separadón.
beris, D. P. Ricaldone, D. J. Eemoyne.
D a prindpio el Prof. D. J. B. Francesia con
De un salón próximo ll^ a el eco de los aplau­ un brindis en vereo. D. J. Francesia es el poeta
sos. Son los socios del Círculo Juan Bosco, la de los salesianos y su himno alegre, lleno de
Unión organizadora del Congreso que, por falta animadón, es escuchado con gran interés é in­
de lugar en la amplia galería, han tenido que terrumpido á cada paso por los aplausos. Pinta
comer á parte y muestran con frecuentes aplau­ á los ex-alumnos la vida de Colegio; les recuerda
sos su entusiasmo por el éxito de su iniciativa.
sus episodios característicos, hace compara­
Entre todos son más de 800 los comensales. d ores entre las figuras de hoy, serias y corpu-

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lentas con la agilidad de otro tiempo y termina
con un canto á la vida salesiana, después de
dejar un ramillete de floridos pensamientos sobre
la tumba de D. Bosco.
A D. J. Francesia le siguen: el secretario
Sr. Batii, que debía leer las adesiones, pero
por brevedad las resume en un solo pensamiento,
el deseo de participar al Congreso; el joven de
Túnez, Sr. Tinfan, el estudiante el de Gorizia.
Sr. Avian, el Sr. Giordani y el can. Sr. Berrone,
todos aplauden el éxito del Congreso y recuer­
dan los méritos de D. Bosco.
Otros quince oradores debieran hablar toda­
vía, pero D. Félix Cañe con graciosa delica­
deza interpreta el pensamiento de todos para
no prolongar la reunión.


A las 15,30 tuvo lugar en el Santuario de María
Auxiliadora una función religiosa. D. Anibal
Giordani explica el alto honor concedido por
el S. Padre al Templo de Valdocco, elevándolo
á la dignidad de Basílica Pontificia, y el Rev.
D. Albera da la bendición solemne con S. D. M.
Terminada la función, se dirigen todos á
Valsálice. D. Albera tiene que acceder á las
instancias del abogado Sr. Tuccari, ex-alumno
de Randazzo y de Alassio, y sube al automóvil.

Todos á Valsálice.
A las 17 el espacioso patio del Seminario de
las Misiones Extranjeras está cuajado de con­
gresistas. Del mismo modo se ocupan las dos
galerías de pórticos, la capilla en que está se­
pultado el \'eu. D. Bosco y el panteón en que se
guardan los restos mortales de D. Rúa. [Cuán­
tas oraciones, cuantos besos, cuantas lágrimasl.... líl congreso que ha visto manifestacio­
nes clamorosas, se termina con la meditación.
La banda del Oratorio Festivo de Valdocco,
dirigida por el M"". Garbelloue, toca el himno de
los ex-ahunnos, y el abogado D. Guido Miglioli. presentado por el Prof. Gribaudi, pro­
nuncia su discurso. Empieza recordando que
no se viene á la tumba de D. Bosco con sen­
timiento de tristeza ni de abatinüento, y obsor\’a que sobre esta tumba no se eleva la ora­
ción del descanso eterno, sino el himno de la
alegría v de la vida. « Es la tumba de D. Bosco,
dice el orador, un monumento que suscita ma­
yores omocioiies que las que podamos experi­
mentar ante la inauguración de los monumentos
dedicados á los héroes de la patria, porque allí

se está como súbditos ante el monarca, en Val­
sálice, como hijos ante el padre. »
Invita á los ex-alumnos que se hallan pre­
sentes á un íntimo examen de la propia acti­
vidad comparada con las enseñanzas recibidas
en la escuela de D. Bosco que se sintetizan en
estas tres virtudes; castidad, obediencia y po­
breza. La castidad que es elemento de fuerza
física, y da sinceridad y ardor á los afectos;
la obediencia que hace de los hijos de D. Bosco
la vanguardia de la fe, y la pobreza que es la
base del sentimiento democrático, cristiana­
mente entendido y aplicado al bien del pueblo.
Después de un profundo estudio psicológico
del alma del ex-alumno salesiano, el orador
pasa á tratar de otros recuerdos relativos al
progreso constante en el mundo de la Obra de
D. Bosco y D. Rúa al través de las luchas,
sacrificios y persecuciones: per aspera ad ostra.
E l orador-hace ver el contraste que ofrece
el constante triunfo de la Obra salesiana con una
rápida reseña de las tristes páginas de la vida
Salesiana, desde Francia que desconoce los asi­
los para menesterosos é Italia que imita la
misma campaña anticlerical, hasta los ultimo;
acontecimientos de Portugal y España.
^
Aquí describe el espectáculo de la oración ei^ |
el templo de María Auxiliadora, en el cual se
elevaron los votos de los ex-alumnos para unirse
mejor, para estrechar el lazo espiritual de los
hijos con el Padre y más alta confianza en Dios.
Termina su discurso diciendo que sólo de
esta manera no saldr.in de las tumbas de Don
Bosco y de D. Rúa llamas débiles de fuego fa­
tuo. sino una columna de luz que extienda en el
mundo el himno de la gloria.
Acabado el discurso, se canta éil'anium Ergo
y desde la capilla que hay sobre la tumba
de D. Bosco. D. P. Albera da por segunda vez
la bendición con S. D. M.
Así, junto á la tumba de D. Bosco y de D.
Rúa, el Ven. Fundador y el magnánimo pro­
pagador de la Obra Saesiana. se da clausura con
un rito solemne, íntimo y conmovedor al pri­
mer Congreso de los ex-alumnos, cuyos salu­
dables recuerdos durarán toda la vida en ri
alma de los congresistas.

Con aprobación de la .A.utoridad Eclesi.istica:
Gerente: JOSE GAMBIXO.
Establee. Tip. de la S. A. Int. déla Buena Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176-TURIN.

Fecha
1911.11