BS_1911_02

Ficha

Título
BS_1911_02
Descripción
Boletín Salesiano. Febrero 1911
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r^eviáta de ías Obras de Don Bosco

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T un’n — V ia GoH^olenqo N. 52.

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ticias d o lo r o s a s ...................................................................... 3^
T esoro e s p i r i t u a l ......................................................................47
i8
G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................................
P o r e l m u n d o s a l e s i a n o : E n V aldocco. — Crónica
de los Ex-A lu m n os: T u r in , B uenos A ir e s , yigo,
M ilá n. — Crónica d e los Oratorios festiv o s: T rieste,
Savona, A lassio, R osario. — Noticias v a ria s: L as
perlas d el S agrario del tem plo consagrado al S.
Corazón de Jesús, M adrid, S ucre, M éjico, Sicilia,
N ovara, Parm a, R o m a ..................................................... 5*
N ecrología, Cooperadores d ifu n t o s ..................................... 5Ú

S U M A R IO .
Paseando por la Exposición de las E scuelas Profe­
sionales S a l e s i a n a s ........................................................... ^9
El Instituto de las H ijas de M aría A uxiliadora en 19 to 23
Cartasdefam ilia: D esde e l A frica del S u r: Construc­
ción del nuevo In stitu to Salesiano, IV . — Desde
Sicilia: Inau gu ración de las escuelas en e l O ra­
torio de S . L u is en M e s i n a ...........................................34
B ib lio g ra fía ................................................................................ 37
De m u e s t r a s m i s i o n e s : Matto G rosso: L os triu n ­
fos de la f e . — U na súplica conmovedora. — N o­

PASEANDO POR LA EXPOSICIÓN
DE

Las Gscuclas Profesioriales SaUsiar|as
L trabajo manual, fundado
en el conocimiento de la
naturaleza, es la fuente del
_
maravilloso progreso de
que tanto se envanece la sociedad mo­
derna. La escuela sola, es decir, la
ciencia abstracta, aunque se presente
en libros hermosos, si no toma cuerpo
con el trabajo fecundo, si no va acom­
pañada del esfuerzo físico, dominador
de la materia, es un sol que nada hace
crecer, que sólo se contenta con alum­
brar. Si Miguel Angel no se hubiera
encallecido las manos con el martillo
y el cincel, ni su Moisés nos maravi­
llaría, ni existiera tal vel vez la cúpula
del Vaticano; si Lavoisier no se hubiera manchado algunos cientos de
blusas revolviendo tubos, drogas y re-

Í

tortas, quizá la química fuese aún al­
quimia; si Seguín no se hubiera tiznado
al pie de la fragua con la lima y las
tenazas en la mano, la caldera tubular
sería una idea muy hermosa, pero muy
estéril. La herramienta es el comple­
mento necesario del libro; y si nos
viéramos en la precisión de escoger
entre los dos, las necesidades físicas
de nuestra naturaleza nos forzarían á
escoger la herramienta para poder vivir.
Por eso la palabra trabajo (enten­
diendo por ella el trabajo mecánico) va
tomando en estos tiempos el sentido
profundo que nos revelan las primeras
páginas del Libro santo. Dios, amo
supremo de la tierra, hace del primer
hombre un enfiteuta primitivo, cedién­
dole á perpetuidad una magnífica finca

— 30 —

para que la trabajara y cuidara, « nt
ol)erarel¡ir et cuslodirct ilbim » (i). El
hombre violó las condiciones de la eníiteusis divina y Dios hubo de impo­
nerle una ley más dura; pero no por
eso menos provechosa. Des[)ués de la
desobediencia, el fin esencial de la ley
no cambia: existir a condición de tra­
bajar; dominar la naturaleza á viva
fuerza para crecer, para vivir con hol­
gura; enriquecerse, pero sudando para
expiar el pecado, para purificarse.
l’in la ciudad de Dios siempre se en­
tendió a sí; pero en la ciudad del si^lo,
donde la caída primitiva encuentra
siempre incrédulos, se creyó lo con­
trario y maldijeron la ley del trabajo
redentor y, al maldecir el trabajo, hi­
cieron esclavo vil al trabajador negán­
dole el derecho á ser hombre. ¡T re­
menda demostración de la verdad re­
velada ! Por no creer unos cuantos
versículos del Génesis embrutecieron á
las tres cuartas partes del género hu­
mano, cegaron la fuente de la riqueza
y estancaron el progreso siglos y siglos.
Pero la ciudad puesta sobre el monte,
la Iglesia, seguía enseñando el mistt*rio de nuestra tlegradación, afirmando
la caída y la necesidad de expiarla; así
la necesidail del trabajo era una con­
secuencia del pecado primitivo y el tra­
bajo ley de rehabilitación : reconquistar
á fuerza de trabajo el dominio sobre
la naturaleza, perdido por el jele de
la gran familia humana: la tierra este­
rilizada. por el hálito de la culpa ger­
minaba abrojos y espinas, pero, cumplitia la condena, una vez fecundada
con (‘1 sudor expiatorio, volvería á s<‘r
la Quinta de las delicias,, Paradisus voInptaiis.
La humanidad va vislumbrando las
profundidades de estos misterios, y las
naciones.- casi gi^zosas ya. se repiten
unas á otras el eco de la palabra d¡(i) G en. II-15*

vina que oyó el primer hombre, pa­
labra que envuelve la expiación dolorosa
y la rehabilitación radiante : trabajo, tra­
bajo. La expiación no termina aún;
pero la rehabilitación comienza ya es­
pléndida y gloriosa.

Con todo eso, el trabajo del hom­
bre para que^ sea fecundo ha de ser
dirigido por la inteligencia y por lo
tanto nece.sita que/^ enseñen á trabajar;
los objetos expuestos en estas salas
nos dicen con mudo, pero persuasivo
lenguaje, que el joven obrero alcan­
zará esos fines altísimos del trabajo,
es decir, la conservación de su existen­
cia, la riqueza indispensable para que
le sea moralmente posible el ser hon­
rado, la independencia social para que
la vida no le sea una perpetua humi­
llación, el perfeccionamiento moral que
le va\ a acercando á Dios, en una pa­
labra, la parte de rehalulitación que
le C()iTes[)onde como individuo de la
especie rehabilitatia, cuando se le en­
señe debidamente la ciencia del tra­
bajo en sus as[)ectos técnico, econó­
mico y moral.
Hermosas .son esas muestras dv\
■ trabajo, no tanto ¡)or su valor artístico
y técnico, cuanto por lo que significan
para el hijo del obrero. El joven
aprí'iuliz que tales pruebas de habilidad
profesional ha dado, está en camino
para llegar á ser un artista bastante
inslruítlo que no temerá la competencia
de sus iguales y alcanzará tal vez á los
que le superan ; el método lo va ha­
ciendo hábil, desarrollando con el me­
nor gasto V tiempo posibles sus facul­
tades artísticas; aprende á mover con
provecho los resortes ocultos de su urganismo, á sacar el mayor rendimiento
de su esfuerzo mu.scular, á manejar las
herramientas de su oficio, á cojioeer >
explotar el gran esclavo de los tiempos
modernos, la máquina, esclavo de acero

poderoso, infalible é incansable; así
dominará las criaturas que deben ser­
virle, dominará el hierro, el papel, la
madera, el paño, el mármol, el barro,
haciendo objetos maravillosos que le
acrediten de hijo del Señor de la crea­
ción.
Y todo esto sería poco; no basta
saber trabajar, es preciso enseñarle á
sacar provecho de su trabajo. ¡ Pobre
obrero! A veces sabe trabajar y tra­
baja demasiado; pero el fruto de su
trabajo que le había de defender de
los ataques del hambre, ni .siquiera
impide con frecuencia que entre por
las puertas de su casa la miseria. Pa­
rece que entre él y su trabajo se in­
terpone una garra misteriosa é impla­
cable que arrebata gran parte de su
fruto. Hé ahí una colección de her­
mosos muebles. Su habilidad técnica
ha triunfado; sabe que su trabajo, acu­
mulado durante una semana de fatiga
perseverante, vale i8 duros, que ha ga­
nado 15 ptas. cada día con lo cual
podrá hacer la felicidad de su familia.
¡Desventurado! Cuando llega el día
de la li(|uidación, no .sabe cómo, pero
no quedan de los 18 duros más que
18 ptas; 3 para cada día, jornal irri­
sorio para mantener una familia en
bs actuales circunstancias. O la igno­
rancia suya ó la injusticia ajena le han
arruinado; le roban en el jornal, le
engañan en los materiale.s, no sabe'
^ue la ley le favorece, no sabe cómo
vender ni donde comprar, el trabajo
se le pudre en taller ó en el almacén, le
hacen trabajar en condiciones inicuas
y no sabe zafarse de un contrato á
todas luces injusto que beneficia sola­
mente al que lo explota. Allí vemos la
receta: es el programa de las Escuelas
Profesionales; abrimos y leemos en la pá­
gina 8: «... el maestro tiene obligación,
además, de enseñar al joven obrero
Oralmente y por escrito las reglas prác“cas con que debe hacerse el trabajo;

enterarle de la preparación, uso y con­
servación de los útiles de su oficio;
del material que ha de usar, sus clases,
cualidades y precios; de la represen­
tación gráfica del conjunto y los de­
talles, ampliaciones y reducciones; ...de
las varias formas y estilos antiguos
y moilernos en que se manifiesta su
arte; del modo de determinar el precio
de su trabajo y de calcular el presu­
puesto; de los países donde conviene
comprar los materiales y donde hallan
salida los productos; del trato con los
proveedores y clientes, y , finalmente,
de los principios de la legislación obrera
é industrial que con él se relacionan».
Volvemos unas cuantas hojas y en la
página 35 y 36, en el IV y V año
del programa dé Cultura general, se
establece que se le enseñe, además, lo
que le conviene saber «... sobre la
propiedad, derecho de propiedad, su
fundamento y límites; sobre el trabajo,
sus derechos y deberes, el salario; el
capital y sus relaciones con el trabajo;
sobre los errores tlel socialismo en
cuanto á la naturaleza y destino del
hombre, en cuanto á la propiedad ihd
trabajo, á las atribuciones (leí estado
y á la economía. » En fin, armar al jo­
ven ol>rero para (pie sepa hac(*r pro­
ductiva su capacidad técnica. (|ue nadie
lo explote, íjue ninguno pueda abusar
de su trabajo, que sepa hacerlo valer
en provecho propio, que sepa recla­
mar lo suyo y respetar lo ajeno.
Respetar lo ajeno también y no abu­
sar á .su vez de otros más dél)iles ó
menos instniuios; porque es muy probai)le que .sienta tentaciones de atacar
con esas armas que ponemos en sus
manos para defenderse; una vez qjie
sepa y pueda, es muy posible que se
vea tentado á cometer cotí los demás
los mismos fraudes y tropelías que
deseamos evitar se cometan con él.
La moral cristiana, el concepto cris­
tiano del trabajo, debe reglamentar el



32

uso de esas energías un tanto peli­
grosas, que en nuestra naturaleza de­
gradada * la facultad de dañar gana
de dañar despierta >. ¿ Qué es la lucha
de clases sino el conjunto de injusti­
cias que hacen al pobre obrero los
hábiles, los poderosos, que abusan de
su poder y de su habilidad, que es­
trujan á los débiles con iniquidad no­
toria, porque la ley moral no gobierna
sus actos profesionales, porque la ga­
nancia es la única condición de sus
empresas, « guomodocumqiie rem » ga­
nancia á cualquier costa, que dijo el
poeta epicúreo?
Y á la verdad que si nos conten­
tamos con educar profesionalmente al
obrero, si descuidamos la parte reli­
gioso-moral de su educación, ¿ no es
probable que en vez de hacer un hom­
bre virtuoso, hagamos, no decimos un
revolucionario, sino un explotador más?
Instruyámosle cristianamente; hagá­
mosle comprender las condiciones mo­
rales del trabajo; sepa que todas las
profesiones tienen, además del fin in­
dividual, un altísimo fin social, que el
derecho que él tiene de adquirir está
limitado por el que los otros tienen
de poseer; no sea que con el afiín de
enseñarle mucho para que no sea víc­
tima, logremos solamente capacitarle
para verdugo. ¡ A h ! víctima, n o ; pero
verdugo, menos. Horroriza el pen­
sar las consecuencias de poner todos
esos recursos, esa habilidad técnica, esa
sagacidad comercial, á disposición de
un obrero cruel y ambicioso, de poner
todas esas armas á disposición de un co­
razón perverso que se asociará con otros
más perversos aún; y conviene recordar
que á todos nos sobra capacidad para
ser malvados. Por otra parte, el obrero
ante el espectáculo de las iniquidades
que con él se cometen, siente sed ve­
hementísima de represalias; y. cuando
puede vengarse, necesita doble virtud
para resistir al halago de la ambición



y al placer de la venganza, A un obrero
instruido de esta manera la ocasión no
ha de faltarle, y entonces ha de ser
muy generoso, muy cristiano, para des­
cubrir y desdeñar la rapiña que se le
presentará como lícito emolumento y
la violencia que llegará á parecería
restablecimiento de la justicia.

¡ Oh si hubiera en cada pueblo una
escuela profesional como las ideadas
por el genio del V. D. Bosco! La
escuela de letras que el estado cree
suficiente, es bien poca cosa; además,
los que padecen hambre, ordinaria­
mente no es por falta de letras, sino
por falta de oficio. ¡ Oh vosotros que
os llamáis apóstoles del obrero y so­
ciólogos profundos, si es verdad que
el trabajo es fuentes de riqueza ¿ por
que no enseñáis á trabajar así? Si no
sois unos farsantes hipócritas ó sabihon­
dos chirles, dejaos de alharacas y en­
señad á trabajar racionalmente. Dejaos
de predicar el derecho al trabajo, la
injusticia del salario, el odio al capital
y otros tópicos de club; y fundad
escuelas parecidas á las que hacen
esta magnífica exposición. En vez de
enseñar al obrero á huelf^ucar; ense­
ñadle, como aquí, á producir científi­
camente ; enseñadle, dentro de la moral
cristiana, áganar más salario, á crearse un
capitalino, que esto, aun de tejas abajo,
es lo positivo. Fundad en cada pueblo
y en cada ángulo de las grandes ciu­
dades, no solamente una escuela de
letras, que, sola, no le sirve gran cosa
al hijo del obrero, sino un taller de
artes y oficios al lado de la escuela
de letras, y entre la escuela y el taller,
una iglesia que santifique los dos: asi
tendréis una escuela profesional según
el sistema de D. Bosco.
w

EL INSTITUTO

de las Hijas de María Auxiliadora
en 1910
V. D. Bosco dijo un día con
acento conmovedor: « Quiero
que el histiiuto de las Hijas de
María Auxiliadora sea uu monumento
perenne de reconocimiento por los muchos
favores alcanzados de tan cariñosaMadre^>.
El deseo del Venerable ha sido ben­
decido por Dios y prueba de ello es
el desarrollo que ha tomado dicho insti­
tuto. El año pasado no ha sido uno
de los más estériles.
L

EN ESPA Ñ A .
Barcelona. — Después de los sucesos de Julio,
merced al celo activo de la Comisión de Se­
ñoras, se alquiló una casa á propósito y las
Hijas de María Auxiliadora han podido reanu­
dar sus trabajos. El nuevo Colegio está ya
atestado de niñas que concurren á las escuelas
diurnas y nocturnas donde, además de la en­
señanza ordinaria, se les instruye en las labores
de su sexo, corte, costura, dibujo e tc .; todas
frecuentan el oratorio festivo que vuelve á dar
opimos frutos.
EN E U R O P A .
En Cesano Maderno (Italia). — Aceptaron la
dirección de tres escuelas municipales con
clases de labores femeniles y oratorio festivo,
adonde desde los primeros días concurren más
de quinientas muchachas.
Barufffni (Id.). — También este pueblecito
ha logrado encomendar á las Hijas de María
Auxiliadora una escuela municipal, un asilo inüntil y un oratorio festivo.
Codega (Id.). — Cediendo á las repetidas
instancias del Párroco y del Sr. Obispo se
encargaron también de la dirección del asilo
wfantil, escuelas }' oratorio festivo.
Biella (Id.). — Con la bendición del limo.
Sr. Obispo D. Juan A. Masera, aceptaron la
dirección de un pensionado para obreras en
fábrica de Callíano.
Torin (Id.). — Deseosas de extender su be­

néfico influjo á las jóvenes que se vienen á
Turín buscando trabajo, abrieron un taller para
ellas en la bandada de Niza.
Asti (Id.). — Por obra del Párroco de Sta.
María de la Victoria, se les construyó un gran­
dioso edificio destinado á oratorio festivo, taller
y escuelas populares.
Mesína (Sicilia). — Después de los desastres
del 1908 la ciudad va resucitando y se han
abierto dos casas, es decir, dos externados con
asilo infantil, seis clases elementales, escuela
de labores y oratorio festivo adonde acuden
á centenares las jovencitas de Mesina.
Alí (Id.). — También en Alí, mediante la
generosidad del Padre Santo Pío X , se dió
principio á la restauración del Instituto con
la condición de admitir 12 huérfanas. Actual­
mente el Colegio está abierto de nuevo con
pensionado, escuela municipal, taller y oratorio
festivo.
Qrand-Bigard (Bélgica). — Hace algunos años,
tenían en Lippeloo, cerca de Lieja, para la
formación del personal, una casita insuficiente
á causa de su estrechez; pero, gracias á Dios,
la fundación se trasladó á Grand-Bigard donde
se abrieron, además, un asilo y un oratorio
festivo.
EN A M É R IC A .
Avellaneda (Rep. Arg.). — Al Sur de Buenos
Aires, en la industriosa Avellaneda, inauguraron
un externado con e.scuclas diurnas y nocturnas,
talleres de labores, clase de música y oratorio
festivo. Pronto las niñas llegaron á 15000 las
escuelas diurnas y á 250 en las nocturnas. Por
la Concepción prepararon 210 á la primera
comunión, de cuales 145 eran obreras. El local
resulta ya insuficiente y el personal agobiado
de trabajo á pesar de que algunas piadosas
señoritas les prestan una grande ayuda en las
escuelas nocturnas.
Bogotá (Colombia). — En un barrio extremo
de la ciudad, en un caserón casi abandonado
abrieron una casa para formación del personal
juntamente con un oratorio festivo; y en otro
barrio, un internado para recoger niñas pobres
y enseñarles un oficio propio de su sexo. En
poco tiempo la casa se llenó de obreras in­
ternas y externas que se dedican á todas las
labores domésticas: planchado, costura, cocina,
corte, calceta, etc.. Parece que Dios bendice de
una manera especial esta obra; una bienhe­
chora hizo nn donativo para comenzar, un



34

buen Hacerdote se ha encargado del servicio
religioso y el Nuncio Apostólico hizo también
una generosa oferta y ofreció su apoyo para
enconliar un local amplio.
Motiíemorelos (Méjico). — Reclamadas por
el celosísimo clero, en la risueña ciudad de
Montemorelos abrieron un externado con seis
clases elementales, talleres de labores, clase de
música é inglés, y oratorio festivo que tiene
ya su servicio religioso regular en una devota
capilla.
Tegudgalpa (Honduras). — En la visita que
el limo. Sr. D. J. Cagliero hizo por aquella
república, viendo la necesidad urgente de
acutlir á tantas jovencitas, mandó por telégrafo
á la Inspectora que partiera con algunas her­
manas para Tegucigalpa. Por la escasez del
personal, la misma Inspectora debió encargarse
de la tlirección de la nueva casa y ésta cuenta
ya coit sus clases elementales, talleres de
labores, clase de música y oratorio festivo.
• •
Como conclusión de esta reseña, debemos
dar cuenta de dos obras introducidas por las
Hijas de María Aux. en sus institutos.
La primera es L a Asociación de antiguas
ahtmnas. Ha sido tan bien acogida que ya no
hay casa donde no haya dicha Asociación;
allí muchas jóvenes y madres de familia se
reúnen para templar sus almas con los senti­
mientos de la fe y piedad cristianas, estrechando
los lazos de santa amistad que las vicisitudes
de la vida habían roto y animúndose á la
práctica de la virtud, á la protección de las
niñas, á la difusión de la buena prensa y á la
enscñaitza del Catecismo. La segunda es L^s
escue/as populares diunias y nocturnas para
las jóvenes r mayores de edad. Es una nueva
carga, aceptada generosamente para conservar
la virtud y la fe en las jóvenes obreras, obli­
gadas al trabajo para sustentar sus familias.
Después de pasar todo el día en las fábricas
6 en las casas, acuden á la escuela nocturna
donde se les enseña, corte, costura, canto, di­
bujo. aritmética y lengua nacional. Esto lo
hacen ya en Barcelona y Sevilla en España,
y en muchísimos colegios del extranjero. Que
Dios bendig.» estas providenciales instituciones.



Cartas de familia.

Desde el A frica del Sur.
IV (*)
Construcción del nuevo Instituto Salesiano.
[Carta del Director D. Eneas Tozzi}.
C ap e T o w n , 12 d e octubre 1910.

Amadísimo y Revmo. Sr. D. Pablo Alhera:
ran alegría causó á toda la comunidad
baya sido V. elegido Rector
Mayor; para manifestarla, la banda
llenó los aires de festivos ecos y nuestras ple­
garias subieron al cielo para deponer ante el
trono de Dios nuestra gratitud y nuestros sin­
ceros deseos de que el Señor nos le conserve.
Bajo la dirección de V., tan querido de D. Bosco
y confidente de D. Rúa, nos parece estar aún
bajo el mismo régimen paterno, celoso é ilustra­
do. Los trabajos de nuestro instituto empezaron
el 18 de marzo. Presentaron sus proyectos en la
subasta 23 constmetores y cerramos el contrato'
con D. José Rubbi, veneciano, que con su dili­
gencia y actividad logró ganar reputación en
estas tierras. Marcharon los trabajos tan á prisa,
que el 13 de julio se pudo colocar una lápida
conmemorativa en la futura sala de entrada,
y las paredes suben y a del primer piso. Dicha
lápida fue bendecida por Mons. J. Rooney, Vi­
cario Apostólico de E l Cabo, el cual siempre ha
tenido grande interés por la obra salesiana desde
el día que los hijos de D. Bosco desembarcaron
en estas costas, siendo él aún Obispo auxiliar.
Numeroso y escogido público acudió á presenciar
la ceremonia: el Administrador de la Provincia
delCabo Mons. Nicolás de Vaal, el Alcalde Sir Fe­
derico Smith, el Diputado Mr. Edmundo Powel,
un número regular de candidatos del nuevo
Parlamento, la Comisión de señoras y la de ca­
balleros Cooperadores y una multitud de bien­
hechores. Dentro de la lápida va metido un per­
gamino donde constan los datos de la fábrica y
circunstancias que la determinan; firmaron
dicho pergamino el Sr. Obispo, el Administrador
y el .iVlcalde. Luego el presbítero Sr. Sidney RWelch subió á una tribuna imprornsada y dijo
entre otras cosas: <> Delante de esta piedra de­
bemos pensar en el edificio que la ha de rodear,
m vw B

-5 7
(•) V . el núm ero d e diciem bre.



3S

en la grande obra que tendrá su centro en ese
edificio y la saludable influencia que ejercerán
en la sociedad los que aquí se eduquen. Porque,
Señores, no se os ocultará que la obra caracte­
rística del Instituto Salesiano es una de las más
importantes para la sociedad. Los jóvenes son
los que mayormente contribuyen á formar una
nación ¡ y si descuidamos la educación de la ju­
ventud, seremos responsables de los males que
de ahí se sigan, que serán bien graves. ¿ Puede
imaginarse mayor manantial de desdichas que
una generación de jóvenes llegados á,la \-irilidad
sin tma visión clara de la vida, porque les faltó
un no\4ciado que desarrollase en ellos la capa­
cidad para el trabajo; el gusto que en él se
encuentra y su dignidad? También aquí tene­
mos huérfanos que abandonados á sus propios
recursos no pueden crearse una posicióíi ú t il;
y fácilmente se conmerten en un estorbo para
la sociedad y un peligro continuo para sí mis­
mos. Y cuanto más populosa é industrial sea
una ciudad, más lúgubres son los colores con
que este peligro tiñe sus horizontes ».
El orador analizó después las necesidades de
la juventud pobre de este país; y con rasgos
breves, pero elocuentes, delineó la obra humani­
taria de D. Bosco, demandando allí mismo con
persuasiva eficacia una limosna para la obra de
los Salesianos. Tanto al elocuente órador, como
á los generosos donantes , les somos deudores
de imperecedera gratitud.
Con el fin de allegar recursos y aumentar el
número de Cooperadores. S. H. I. Mons. Rooney
nos ha concedido dar conferencias en las diversas
parroquias de la ciudad y aún en las de los suburI)ios. listos buenos católicos no son ricos,
pues deben \ ivir de su trabajo; con todo, todas
las conferencias fueron escuchadas por una mu­
chedumbre de gente piadosa y caritativa que con
la generosidad de la viuda del Evangelio dieron
según sus fuerzas. También debemos al clero
profunda gratitud; es casi todo irlandés y se con­
sagra por entero al bien del pueblo con caridad
generosa, aunque no tiene otros medios de sub­
sistencia que las limosnas de los fieles. Los re­
c u a s -jue necesitamos para llevar á feliz térnuno la obra son cuantiosos y la necesidad nos
nace importunos; así es que por su mediación,
curadísimo Padre, nos dirigimos llenos de con­
fianza á nuestros cooperadores. Xo deje de re­
comendarles nuestra obra y \'. R. ayúdenos tam­
bién con stm oraciones.
Créame
Su humilde hijo
E neas Tozzi, Pbro.



Desde Sicilia.
Inauguración de las escuelas
en el Oratorio de S. Luis de Mesina.
{Carla de D. Livio Fariua, Pbro. al Sr. D. Pablo
Albera).
ATesinn, i de octubre 1910.

Revmo. y anuidisimo Padre:
usto es que, al romper el silencio, mis
primeras palabras sean un himno en
acción de gracias al S. Corazón de
Jesús y á María Auxiliadora, cuya protección
vemos tan palpablemente en la resurrección
de la Obra Salesiana en Mesina. A la noticia
consoladora de la coronación de María Auxilia­
dora en la parroquia deS. Julián, debemos aña­
dir la de la solemnísima fiesta que hemos cele­
brado en nuestro oratorio de Torrente Boccetta
el 25 del pasado mes con motivo de la inaugu­
ración solemne del edificio que debemos á la
munificencia de nuestro SS. Padre Pío X . Al
amanecer rompió el silencio matutino un alegre
repiqueteo que lanzaban al aire los esquilones de
nuestra capilla y al cual se juntaba poco después
el vocerío de los niños despertando á los dor­
midos vecinos de la barriada. Era la vida nueva
que volvía con la fiesta del S. Corazón. Serian
las seis, cuando entró en el espacioso patio el
limo. Sr. Ix-terio d ’Arrigo, nuuitro venerando
Arzobispo, y los niños corrieron todos con la son­
risa en los labios y la inocencia en el corazón á
liesarle el anillo. Cuando S. H. I. comenzó el
santo sacrificio, la iglesia se llenó de gente que
no se cansaba de admirar la bellísima imagen
del S. Corazón que descollaba en el altar mayor
con las manos extendidas hacia el pueblo, in­
vitando á todos á la paz y al perdón. El Sr. Ar­
zobispo dirigió durante la misa una conmove­
dora plática á los 30 niños que hacían su primera
comunión, animándolos á corresponder á las
finezas de Jesús con amor generoso y constante.
Después de la misa se entretuvo largo rato con
nosotros ma^a^•illándose del desarrollo que de
nuevo, va tomando nuestra Obra en la desven­
turada Mesina; y, al marcharse, una multitud
de niños y de gente acudieron á despedirlo.
Los cantores, rehechos y disciplinados, ejecu­
taron á las mil ma^a^•illas la misa Te Deum de
Perosi con motetes de Lulli y Palestrina. Después
del evangelio subió al pulpito el presbítero Don
Angel Pisdtello }■ ensalzando los triunfos de
Jesucristo al través de los siglos con palabra

a



de fuego, infundia en sus oyentes la esperanza
en el Corazón de Aquel que dijo: Yo soy Ja re­
surrección y la vida.
El 15 volvióse á llenar el patio de niños acom­
pañados de sus familias para presenciar el en­
sayo gimnástico de la nueva sociedad « Messana
Nueva >>aparecida como por encanto en el Ora­
torio. Cuando más descuidados estábamos, hé
aquí que se esparce la voz de que llegaba el
Arzobispo. En efecto, S. E. I. volvía á honrar
con su presencia nuestra fiesta. Al mismo tiempo
llegaba también el Sr. Sanna, enviado expresa­
mente por el Sr. Gobernador. Eos dos insignes

3 6



bendecía la obra de los Hijos de D. Bosco en
Mesina, deseando vida fecunda al Circulo « Juan
Bosco », á la sociedad recreativa « Nueva Messana » y á la dramática « Pío X >>. Un clamo­
roso ¡viva! cortó el silencio reverente con que se
escuchó el telegrama, mientras la «Messana» sa­
ludaba humillando su bandera. Habíamos tele­
grafiado á SS. MM. el Rey y la Reina y éstos, por
medio del Sr. Gobernador, contestaron dando
gracias á los Hijos de D. Bosco que con su tra­
bajo abnegado cooperan á la restauración de
Mesina. S. M. la Reina Madre al saludar á los
Círculos de los jóvenes, quizo enterarse de su

M E S I N A — L a in a u g u ra ció n de lo s e d ificio s re g a la d o s p or S . S . P ió X .

personajes tomaron asiento rodeados de los
1*1*. Capucliinos y Observantes Menores, del
Rdo. Sr. 1>. All>erto Bielli, Párroco de S. Julián,
del Sr. Preni, Presidente de la Sociedad recrea­
tiva « Zanciki ». de una representación de la
« Ardor * y do muchas nobles señoras que habían
venido á ver los progresos de la obra de los
Hijos de D. Bosco.
En esto apareció la « Xueui Messatki » con su
hermoso uniforme blanco con faja azul. Un
palmoteo frenético fue el s;tludo con que la mu­
chedumbre recibía á los airosos gimnastas, que
empezaron sus rápidas y \ariadisimas evolu­
ciones, inesperadas por lo complejas, atendido
lo reciente de su fonnación. Después de un
discurso del vicepresidexite, S. E. I. leyó un tele­
grama de Su Santidad con el cual el Padre Santo

finalidad y prometióles su poderoso concurso
para que prosperen. También se recibió un tele­
grama del Sr. Pccoraro, Diputado á Cortes por
Palermo, manifestando no poder asistir á la
fiesta de la inauguración: y animando á los jó­
venes añadia; v Mientras Mesina renace como
el fénix de sus cenizas, recoja esta \ngorosa ju­
ventud la alta herencia del deber que le han
legado la historia y la desventura; busque en
los radiantes ideales cristianos el \*igor intimo
para renovarse y preparar una generación de
valientes y de héroes ». Después de leídos otros
telegramas de personajes ilustres, S. E. I. ben­
dijo la bandera de la nueva Sociedad en la cual
brillaba una corona de laurel de plata dorada,
que los diminutos gimnastas habían ganado en
las carreras de aquella mañana. Entre tanto el

patio se llenaba más y más; las tres escalinatas
que lo rodean á guisa de anfiteatro estaban
atestadas de niños; y viendo la imposibilidad de
meter tanta gente en el teatrito, se improvisó la
velada en el patio. L a poesía Fatalis hora en que
se recordabán las lúgubres escenas del 28 de
diciembre, declamada magistralmeute por un
joven, arrancó lágrimas á los circunstantes. La
Schola Cantorum ejecutó la escena y cavatina
del Atila de Verdi, Cara Patria, trozo saturado de
tanta tristeza que el público aplaudía mientras
lloraba. El Inspector de las casas salesianas de
Sicilia dió las gracias á las autoridades que hon­
raban la fiesta, tuvo afectuosos recuerdos para
el P. Santo, generoso donante de los pabellones
construidos, y para Mons. Letterio d’Arrigo, y
terminó exponiendo el programa práctico que
los Hijos de D. Bosco piensan desarrollar en
ilesina.
También el Presidente d e l« Círculo D. Bosco s>
lq?^ó con entonación oratoria un aplaudido
discurso y un clérigo declamó una hermosa
poesía á la memoria de la Mesina que pasó con
la esperanza de su resurrección. Puso digno re­
mate á la fiesta S. E. I. felicitando á los Salesianos y animando á los padres que estaban pre­
sentes para que mandaran sus hijos con plena
confianza á un centro que tantas ventajas pro­
porciona á la juventud.
La compañía de gimnastas acompañó á las
autoridades, cuyo coche iba seguido de mucliedumbre de- niños que palmoteaban y vitoreaban
Denos de alegría.
Amadísimo Padre, la vida que renace en­
sancha el corazón con las más risueñas esperan­
zas; que D. Bosco nos proteja y nosotros no nos
apartaremos de su santo programa. Bendíganos
V. R. también, y bendiga con nosotros á estos
lovencitos de los \’arios Círculos; pero sobre
todo á
Su humilde hijo en Jesucristo
Livio F.\rin.\, Pbro.

B IB L IO G R A F ÍA .
B. Herder. Librero-Editor, Friburgo de Brisgovia (Alemania)

acaba de publicar cinco nuevos tomitos de la co­
lección Desde lejanas tierras, galería de narraciones
ilustradas, dedicadas á la juventud, coleccionadas
por un Padre de la Compañía de Jesús. En 12®Oas Rosas. Abdu’l Masich, el Niño mártir de Sin­
gara. — Hadra, la pequeña confesora. Por el P.
Axtoxio Huoxder S. J. Con seis grabados, (X y
124 págs.)

El Áogel de los Esclavos. Cuento del Brasil por el
P. A mbr . S ch upp S. J. Con seis grabados (X y
88 págs.)
El Expósito de Hongkoog y otras narraciones. Por
el P. A ntonio H üonder S. J. Con seis grabados.
(X y 88 p.)
La Puente sagrada de Cblchén-ltiá. Narración del
antiguo Yucatán. Por el P. A ntonio H uondkr
S. J. Con seis grabados. (X y 138 págs.)
Los Mártires de Uganda. Relación tomada de la de
Africa Central. Por un Padre de la Compañía de
Jesús. Con seis grabados. (X y 76 págs.)
Precio de los tomos i á 15 en rústica /•>. — 0.75;
encuad. en media tela Fr. i .— ; en tela lujosa
(para premios) Fr. 1.75 cada uno; de los tomos
16 á 25 en rustica Fr. i .— ; en media tela Fr. 1.25;
en tela lujosa {para premios) F r. 2.— cada uno.
Del mismo editor: Editio secunda recoguHa et
aucía modo prodiit:
Clerlcus devotas. Oraiiones, Medifationes et Leetiones Sacrae ad usum Sacerdotum ac Clericorum.
Accedit Extractum e x RiUuiii Romano.
Cum approbatione Rev. Archiep. Friburgensis.
In-32®: i i X 7 cm. (XVI et 572 p.)
Crassitudo (incluso tegmento) i3nim. Pondus (in­
cluso religamine) 120 grammatum. Papyrus nítida.
Pretium : linteo religatum, fronte rubra Fr. 3.— ;
corio religatum, fronte auraia rubra . . Fr. 4.— ;
Editio quinta modo prodiit operis:

Accessus ad altare et recessns seu preces ante et
post celebrationeni Missae. Editio quinta, casligala
et aiicta. Cum approbatione Rev. Archiep. I'riburgensis. 16® (VIll et 192 p.). M 1.20 — Fr. 1.50
Linteo relig. fronte purpúrala d/ 1.70 • /‘V. 2.15
Corio religatum, fronte aurata -I/2.50
Fr. 3.15
Uo verdadero Roblnson. Aventuras de Oweii i'Aaii.s.
Obra publicada por W. H. Andenlon S. j. y ofre­
cida'á las naciones de lengua española por D. Vi­
cente Orti y Escolano. Con cuatro himitias. En
rústica 3 fr. y encuadernado 4.
Compendio de Apología del Cristianismo. Por Mons.
Jo sé Ba l l e r i n i , Prelado Doméstico de Su Santi­

dad. Versión española de la cuarta edición ita­
liana por el Padre P e d ro R o d r íg ue z , O. S. A.
Obra aprobada por el Exemo. y Rmo. Sr. Arzo­
bispo de Friburgo y distinguida con una Carta
Comendaticia del limo, y Rmo. Sr. Obispo de
Jaca. En 8® (XVI y 422 págs.) En rústica Air 5.50
(Forma parte de la Colección: Dogma y Razón.)
Avisos á los señores Editores.
A d v e r tim o s á lo s S r e s . E d ito re s L ib re ro s , ta n to
d e le n g u a e sp a ñ o la c o m o e x tra n je ra , qu e só lo p u ­
b lic a re m o s lo s a n u n c io s de a q u e lla s o b ra s c u y o s
e je m p la re s s e n o s re m itan á l a R e d a c c ió n de n u e stra
R e v is ta . — C o tto le n g o , 32, T u r ín (Ita lia ).

DEMUESTRAS MI5 IOJ\ÍE5

MATTO GROSSO
L o s triunfos de la fe.
Un nnevo grupo de salvajes al pie de la cruz. —
R estas Inolvidables. — Por D. Rúa.

{Carla de D. Antonio Colbacchini).
C olon ia dcl S . Corazón de Jesús,
Barreiro, i® de M ayo 1910.

Revmo. Sr. Director:
uestro Ven. P. D. Bosco nos aseguró
I l ' ^ B que llegaría un tiempo en que no serían
^ "* * los misioneros los que buscarían á los
salvajes, sino los salvajes que buscarían al mi­
sionero: el pronóstico consolador lo vimos cum­
plido nosotros á fines del año pasado. E n el mes
de septiembre se nos presentó en esta Colonia
un grupo de indígenas que venían de las flo­
restas del S. Lorenzo. Era una comisión que
solicitaba en nombre de muchos otros la admi­
sión en la Colonia. Puede imaginarse cómo me
quedé á tal demanda; di gracias á Dios y les
contesté que,si deseaban portarse bien y practicar
lo que les enseñásemos, podían venir iumediatamente. La comitiva se detuvo algunos días
para descansar del largo viaje; y. al marchar, nos
{iseguraron que \'olverían después de dos lunas,
avisándonos á tiempo por medio de alguno, antes
de volver á entrar en la Colonia. Y fueron hom­
bres de palabra. El 15 de octubre sentí en la
aldea unos gritos intem])estivos; era el nuncio que
traía la noticia. Poco después, llegó nuestro ca­
cique al cual comuniqué mi intención de salir
al encuentro de los iirdios. Después de algunos
días, el mismo cacique vino á decirme, que era
tiempo de ponerse en marcha; así que, la mañana
siguiente monté á caballo y, acompañado de un
hermano, el cacique y varios indios, rae dirigí al
lugar donde la caravana acampaba y a esperán­
dome. Esguacé el rio Barreiro mm* cerca de una
colina á que dimos el nombre de JIons. Cagliero
y avanzando por un largo y estrecho sendero
entramos en la selva. Por fin los lejanos ladridos
de los perros y un murmullo confuso de voces
nos advirtió que nos acercábamos á nuestros

nuevos amigos. Nuestro cacique nos anunció con
un sübido y al momento otro silbido contestó
desde la espesura. Anduvimos unos cuantos pasos,
y hé aquí que nos encontramos de manos á boca
con nuestros queridos salvajes, cobijados bajo
un árbol enorme, sentados en el suelo formando •
tres filas con el jefe en el centro. E n torno de ellos,
en medio de altos heléchos y espesas matas, esta­
ban alineadas las mujeres y los niños que nos
contemplaban con asombro. Me apeé del caballo,
hablé con el jefe y los saludé á todos uno por
uno, y todos me devolvieron el saludo. Después
extendieron en el suelo una piel de tigre y me
hicieron sentar con el cacique al lado; se entiende
el cacique de nuestra colonia y a bautizado y
buen cristiano. Hecho esto, el jefe del grupo
tomó la palabra y con varonil elocuencia dijo
que, debiendo abandonar su tierra para erítar
la persecución de los civilizados, había venido
con los suyos á buscar la paz y la tranquilidad
á la Colonia del misionero y que prometían obe­
diencia y sumisión. Respondile que me placía
sobre manera su visita, y que, á la verdad, sólo al
lado del misionero encontrarían la tranquilidad
y la paz; pero que no olvidasen su promesa de
ser dóciles y obedientes. E n seguida me pre­
sentó las mujeres y los niños, y yo Ies iba dando
alguna fruslería como recuerdo de aquel en­
cuentro.
Mientras y o hacía el reparto, oí un gemido
angustioso; pregunté si había algún enfermo y
el cacique me dijo que traían una mujer enferma
desde hacía mucho tiempo y que no se curaría
jamás porque estaba poseída del demonio. Fui
á verla y la encontré agonizando; me pareció
un cadáver. Con mucha dulzura la dirigí algunas
palabras, ella abrió los ojos y me miró como
queriendo hablar; pero no podía... L a dije que
no temiera, que Dios, el Grande Espíritu, le
había mandado el misionero para arrojar de su
cuerpo al demonio y abrirle las puertas del cielo;
añadí luego la instrucción catequística que las
circunstancias permitían y que ella escuchó
atentamente, y cogiendo un poco de agua me di
prisa á bautizarla. Por un instante pareció re\u\*ir; pero aun no habíamos salido del bosque,
cuando llegaron á nuestros oídos los desgarra-



39



dores gritos de los salvajes y los lúgubres cantos mos preparado un hermoso recibimiento; pero
de su ritual: la pobrecita acababa de volar al cuando Hegó era y a noche avanzada. Sin em­
cielo.
bargo, los indios quisieron esperarlo con nosotros,
El día después, desde el amanecer se notaba los músicos no dejaron de soplar á los instru­
ya en nuestra aldea grande animación; todos mentos y la escena resultó conmovedora por
esperaban la llegada de la comitiva que llegó demás. E l domingo siguiente se completó la de­
al mediodía, en fila los hombres delante y en mostración de cariño; y, terminada la función
pos de ellos las mujeres. E l recibimiento fué de iglesia, toda la colonia se reunió en el patio
todo lo cordial que puede
figurarse: nuestros musiquillos los saludaron con
las alegres notas de la banda
que les causaban temor y ;
maravilla por no haber visto
ni oído jamás cosa seme­
jante. L a escena era cu­
riosa : en la plaza de la
aldea estaban nuestros in­
dios, todos vestidos, y con
ellos los misioneros; los in­
ternos y la banda á un lado
y al otro los recien llegados,
naturalmente, desnudos; los
hombres con arco y flechas
en la mano, adornados con
sus plumas de color, y las
mujeres con sus cuévanos
i la espalda: los niños se
escondían entre unos y
otros.
Perigo pronunció el dis­
curso de bienvenida y luego
los parientes y amigos to­
maron de la mano á los
nuevos huéspedes llevándoselcé á sus casas. Así ter­
minó la sencilla ceremonia.
Este aumento de pcrsoaumentó desde luego
nuestro trabajo, pero tam­
bién ha duplicado nuestra
alegría.
El ano 1909 acabó fe­
lizmente con las más ri­
sueñas esperanzas, en\'uelto en la alegría de las
fiestas de la Purísima y
M A T T O G R O S S O (B ra s il): C o lo n ia d e l S . C o ra zó n e n tre lo s B o ro ro s.
de Xa\idad que celebra­
A rrib a: L o banda recibiendo á los recién llegados
A b a jo : L^ s n iños indios ejecutando ejercicios gim násticos.
mos con toda la solemni­
dad posible. Segregados
del mundo d\'ilizado, para nosotros todo es interno. Allí, dispuestos en semicírculo, los
^ a l y monótono; únicamente las fiestas nos hombres á un lado, las mujeres á otro y los
traen ima nota de variedad y alegría. Más feliz­ niños internos y externos en medio con la banda
mente aún comenzó el nuevo año porque esperá­ de uniforme, tomó asiento el Inspector rodeado
bamos de un día para otro á nuestro amado Ins­ de los hermanos, entre los cuales estaban los dos
pector; mflR pasaron enero y febrero, y hasta prin­ caciques; la banda rompió el saludo con una
cipios de marzo no tu\*imos a\-iso de su próxima regocijada marcha en medio los vivas de todos
llegada. Creyendo que llegaría de día, le habíalos presentes. Terminada la ovación, el que



suscribe dirigió á la concurrencia algunas pa­
labras en lengua indígena, explicándoles el sig­
nificado de la reunión. En cuanto acabé yo, se
levantó uno de los jefes y pronunció también,
dirigiéndose á los hombres, su discurso de oca­
sión: luego se alzó el otro y repitió con entu­
siasmo á las mujeres la significación de la fiesta,
inculcando á todos obediencia y sumisión. Des­
pués hablaron también algunos niños internos
y externos que mara\úllaron á los adultos por su
dcsparpaj o; y, por fin, dos salvaj itos de los nuevos
ofrecieron al Inspector un ramillete de flores
acompañando su ofrenda con un gracioso saludo.
La banda iba amenizando con las piezas más
selectas de su repertorio aquella velada sui
generis.
Don A. Malán dió las gracias á todos, mani­
festando sus agradables impresiones y, para ter­
minar les distribuyó un poco de rapadura con
harina de mandioca y tornaron entusiasmados
á sus casas.
A pesar de esto, más alegría nos esperaba el
día de S. J o sé; fué aquella una fiesta inolvi­
dable. El tañido del esquilón los reunió á todos
en la capilla para asistir al Santo Sacrificio.
Nuestros indiezuelos entraron muy recogidos
mirando á diez de sus compañeros que se dispo­
nían á hacer la primera comunión; no me es po­
sible describir su piedad, su fervor y la alegría
que brillaba en su rostro. Otro acto solemne se
\ erificó aquel día; la bendición nupcial de dos
indígenas y 74 bautismos. Renuncio á describir
la magnífica ceremonia que impresionó viva­
mente á todos los salvajes: María Auxiliadora
y su divino Hijo habrán visto complacidos
nuestra humilde capillita en aquellos instantes.
L'l resto del día pasó en medio de purísimo rego­
cijo y, finalmente , se coronó la jornada con
diversos entretenimientos, entre los cuales figu­
raba un ensayo de evoluciones gimnásticas que
efectuaron los niños indios internos.
Lna fiesta tan simpática, celebrada el día del
ononnistico do S. S. Pió X , nos inspiró el deseo
de comunicárselo á S. S., y el telégrafo llevó
al Padre Santo la grata noticia en estos términos:
Padrf
Taticano-Roífhi, — Ho\ hontctuije
I fif'N'/ni Santidad, 74 neófitos indígenas, hijos
vuestros por el bautismo. Imploramos bendición.
1\1 día siguiente recibimos esta respuesta: PadreSanto agrtuiece filial homemje y fm-ía todo corazón
hetuiición apostólica pedida, deseando favores
ee/esíMles. ■— CarJ. ^leny del Val. Las palabras
del Papa redoblaron nuestra alegría: Deo graiias.
Después de estas noticias tan gratas, también
debo decir, aunque sea reno\*ar la pena, la ma­
nifestación de duelo que hicieron estos hijos de
las scl\-as. al saber la muerte de D. Rúa. Ter­
minaré comunicándole que también aquí cele­

4 0



bramos un solemne funeral al que asistieron los
hermanos y todos los indígenas. A l cantsu: la
misa de Réquiem unieron sus voces á las nuestras
los niños indígenas, pidiendo al Señor descanso
eterno para el alma del Padre que de nosotros
aprendieron á amar tiernamente, aun sin haberle
conocido. Viéndonos tristes á nosotros, nos
preguntaban el por qué; y nosotros les hemos
dicho que había muerto el buen Padre que nos
quería tanto; que también ellos debían consi­
derarlo como tal, porque amaba mucho á los
pobres salvajes; que nos había enviado allí para
su bien, para que los enseñáramos á ser buenos y
á vivir cristianamente. ¡Pobrecitos! Al oir estas
palabras se les veía enjugar las lágrimas, y más
de uno de los niños hizo la comunión llorando,
el día del funeral. No sé si entre tantas lágrimas
que se han vertido por la pérdida del Sucesor de
D. Bosco, habrá habido otras más elocuentes
delante de Dios, porque hace ocho años reinaba
aquí la más espantosa barbarie. Ablanden estas
lágrimas el corazón de nuestros Cooperadores,
animándolos á no cejar en sus sacrificios para
socorrer á los desgraciados habitadores de estas
selvas.
A ntonio Colbacchini, Pbro.
Misionero Salesiano.
"7T T

U n a sú p lica conm ovedora.
Lo que hacen y lo que no pueden hacer los mi*
sioneros por los Bororos. — ¡ Brazos y oraciones 1

{Relación del Inspector D. Antonio Malán).
Rex'ino. Sr. D. Pablo Altera:

utes de partir para mi querida Misión
de Matto Grosso, dejo en sus manos
estas mal pergeñadas líneas como re­
cuerdo de la última petición que le hic
Bien sabe V. nuestros apuros y los de tantos
millares de salvájes que esperan la hora de su
Redención y ver satisfechos sus deseos de formar
parte de nuestras Colonias. Pero ¿ cómo podremos
nosotros siendo tan pocos multiplicar los brazos
para recibir á tantos hijos de la floresta que
desean vivir con nosotros? Si saliera de nuestrolabios esta sola palabra: Venid, no tardarían en
acudir á nuestras colonias; mas no podemos aten­
der á tantos huéspedes.

P

Tres mil Bororos esperan aviso de los mi*
sioneros para venir á las Colonias.

En Coxipó, á lo largo del camino de la florcita
virgen del Matto Grosso. tenemos cuatro casas
La más cercana ai raimdo ci\Tlizado es la de

Palmeiras, destinada por ahora á la formación
del personal de la misión; la segunda es la de
Sangradouro donde se hallan y a más de veinte
indios ci\dlizados, y estamos haciendo los pre­
parativos para recibir el año que viene las pri­
meras familias cristianas; la tercera es la colonia
del S. Corazón, habitada por más de 300 bororos,
y la cuarta es la de la Inmaculada con más de
260 indios.
Sin embargo, por los contornos de las tres úl­
timas andan vagando no menos de 8.000, ó tal
cez 10.000, salvajes {y según el coronel Duarte

religiosa, el cultivo de los campos, el alimento,
vestido y hasta una remuneración- froporciomda
á cada indio. E sta remuneración se la damos,
no sólo para estimularlos á combatir su natural
indolencia, sino también para educar el ca­
rácter.
Debo advertirle que en ambas colonias las
escuelas tienen dos clases de niños y dos de ni­
ñas ; estas están á cargo de las Hijas de María
Auxiliadora. E n la última visita tuve el con­
suelo de ver cómo progresan en cada una de las
colonias los cirarenta alumnos y más de treinta

E n tre lo s B o ro ro s ( B r a s il): C la se in fe r io r d e la escuela d e n iiios en la C olon ia d e l €Í 3 do. C o r a z ó n * .

ex-comandante de la colonia Teresa Cristina
deben ser de 12 á 15.000), todos de la misma
tribu. De éstos, 3000 han venido á las colonias
Y sólo esperan que se les avise para reunirse
cómo dónde y cuándo digamos. Pero ¿ cómo nos
arriesgaremos á semejante empresa? H oy por
hoy, aun con el pequeño refuerzo de personal
que me acompaña, es de todo punto impo­
sible. X o puede figurarse, amado Padre, lo ata­
reados que estamos ya.
El trabajo de los Misioneros. — Escuelas
elementales. — Escuelas de artes y oficios.
— . L a instrucción cuotidiana — Cómo pa­
samos el dia festivo.

En las colonias del S. Corazón y de la Inma­
culada corre de nuestra cuenta la instrucción

alumnas que en ellas se instruyen, en confor­
midad con los programas escolásticos del Go­
bierno. L a clase superior abraza la tercera y
cuarta elementales.
Los jóvenes y todos los adultos, exceptuando
los inhábiles, aprenden los oficios de carpintero,
herrero , zapatero y curtidor ; un grupo espe­
cial atiende al ganado y otro al transporte de
Cuyabá á las colonias y \'iceversa, pero todos
indistintamente dedican algunas horas á la
agricultura. Las indias tienen también sus clases
de costura, bordado y tejid o; unas fabrican el
jabón necesario para las colonias, otras muelen
la mandioca y otras extraen de la caña de azúcar
la rapadura. Mas no crea que se pasen en tra­
bajos manuales todo el día; además de las ad­
vertencias que, dala opportunitaie, les hacen los
« «



42

misioneros, siguiendo en nuestro propósito de
abstenernos de toda presión moral, todas las
mañanas, los hombres de pie delante de la iglesia
de la misión y las mujeres delante de la capilla
de las Hijas de María Auxiliadora, rezan sus
oraciones y se les hace una breve instrucción,
y a sobre catecismo, y a sobre el trabajo, y a sobre
la buena crianza. Hn los días festivos crece el
trabajo para darles instrucción religiosa más
amplia y particularizada. Por la mañana, los
hombres y los niños se reúnen en la capilla de
la misión para oir la S. Misa y la explicación del



L os progresos de los indios. — Deseos de
buena educación. — S u com postura en la
iglesia. — E pisodios conm ovedores de pie­
dad cristiana. — H acia la civilización.
Con todo, si el trabajo es pesado, debemos con­
fesar que los frutos son preciosos. Los que visitan
nuestras Colonias se quedan maravillados de la
honda transformación que se ha verificado en
estos hijos de las selvas. Y a no se ve á ninguno
dentro de las Colonias completamente desnudo
y hasta los capitanes cuando van de caza visten
con decencia. Estos han recibido y a el bautismo;

Entre los Bororos (Mra.sil): Clase de cosUtra cu la Colonia de la «.Inmaculada-».
evangelio que se le.>í hace cu su propia lengua,
adaptándola á su capacidad;y á la tarde. \*\ielven
ú la iglesia y en lengua portuguesa se les explica
el catecismo por medio de cuadros. A la misma
hora se hace otro tanto en la capilla de las Hijas
tle María Auxiliadora, adonde acuden todas las
ninas.
Aileniás. á los adultos que se preparan al bau­
tismo se Ies hace una instrucción especial y,
en hora distinta, otra á los padres y madres
cristianos. También los niños tienen una ex­
plicación particular en las cUises. La jomada
termina con la bendición del Santísimo y, para
ahorrar la cera que nos cuesta á 15 ptas. el kilo
en Cuyabá, nos vemos obligados darla sola­
mente los días festivos y en la capilla principal.

hemos procurado que conservaran todo so
prestigio, haciéndolos capitanes en sentido cris­
tiano. esto es, modelos de laboriosidad y hon­
radez para que su buen ejemplo influya en los
otros. Cuando bendecimos un matrimonio cris­
tiano, regalamos un traje entero á los desposados
los cuales continúan después dando ejemplo de
buena crianza. Hemos formado y a siete famili&^
así.
Todos, como he dicho, reciben una espeae de
salario que consiste en bonos con los cuales com­
pran en el almacén de las Colonias comestibles
y herramientas, además del alimento, que se da
á todos, crudo ó cocido, según ellos lo piden. D*
estos ahorros y de lo que comienzan á rec< ger de
la haza y ganado que se les dió en propiedad el



día de su boda, estas familias cristianas sacan
ya para vestirse y lo hacen ejemplarmente.
Cuando van á Cuyabá, bautizados y no bauti­
zados, todos vestidos, atraen la atención de la
gente que obser\’a complacida su buen compor­
tamiento.
Hasta en las sagradas funciones su compostura
es digna de una población profundamente cris­
tiana; algunos, y a bautizados, son verdaderos mo­
delos, no faltando á misa ni aún los días de labor.
El padre del difunto Miguel (aquel jovencito

E n tre lo s B o ro ro s

(Brasil):

43



Cielo; cuando llegue yo allá, intercederé por V.
porque me ha salvado y porque le quiero como
á mi padre! Permítame aún otro recuerdo. I<a
muerte de Jorge, hermano de Miguel, ocurrida
cuando fiiimos á Río Janeiro, fue asimismo
conmovedora por demás. Se preparaba entonces
para la primera comunión. Cayó enfermo y no
había fiebres ni dolores que le hicieran ohúdar
el día que tanto deseaba; yo no quise retardarle
ese consuelo.
— Jorge, le dije, si hoy Nuestro Señor te

L a T e u er ia J e la C olon ia

que me acompañó á Europa y maravilló á los
que lo vieron por su cortesía é inteligencia,
muerto el 1908 en S. Pablo) á las 4 de la ma­
ñana cuando se abre la iglesia, j*a está esperando
para entrar. Rara vez falta. E l buen hombre
tiene y a más de 70 años y es tuerto; pero aun está
robusto 3' un tiempo ponía espanto por su fero­
cidad, tanto, que le apodaban el B.xri-Miguera.
La grada divina ha amansado p>or tal manera
aquella alma feroz que, cuando alguno le dice
que no es obligatoria la misa el día de trabajo,
rt->rH:.nde siempre que le gusta mucho rezar por­
que rezando está junto á Miguel. El muchacho
uo había sido menos subvTigado por la gracia.
Kecuerdo que el día antes de morir quiso que
yo ie hablase del Cielo, y como yo me parase para
no cansarle, me dijo. ¡Siga, siga, hábleme del

C orazón *.

quiere llevar al Cielo, te daré la primera Co­
munión.
— ¿Cómo? ¿En la cama? — repuso mara­
villado; ¿3* puedo yo recibir á X. Señor en cama?
— ¿Por qué no? — ¡Oh, venga, venga, dijo
con expresión conmovedora, tráigame pronto la
sagrada Comunión!
La recibió, en efecto, con tales muestras de
piedad que enterneció á todos los presentes;
luego cruzó las manos sobre el pecho, y cuando
alguno se le acercaba para despedirse, le decía
en voz baja con dulce sonrisa: Lo tengo aquí, lo
tengo aquí.
Algunas horas después murió tranquilo y
sereno, sin decir otra cosa, con las manos en la
conmovedora postura que el mismo había esco­
gido. Después de haberse unido con su buen



44

Jesús en la tierra, volaba el mismo día á abra­
zarle de nuevo en el cielo.
También una niña de la colonia del S. Cora­
zón tuvo una muerte semejante, edificando,
ó mejor dicho, maravillando á los indios que
tienen tanto miedo á la muerte. Baste recordar,
en confirmación de esto, los ritos lúgubres
que practican cirando muere uno de ellos.
Mucho hemos logrado en este punto; pero, como
deseamos que la verdad se abra camino por sí
sola, dejamos á los adultos no bautizados que
continúen aún con parte de sus ceremonias, en

■ f"



minutos músicos gritaban á la vuelta: ¡Vamos,
vamos á nuestras selvas; queremos hacer nos­
otros también casas grandes como las de Río!
De los que entonces formaban la banda, uno
lo hemos casado y a cristianamente y otros se
preparan debidamente para el matrimonio:
cinco estudian latín.
S u afición al canto y á la m úsica. — El de­
porte. — S u habilidad artística.
No puedo pasar por alto la afición que tienen
al canto y á la música. En las principales fiestas

'

m

£ntre los Bororoa ^Brasil): /.ti Herrería de la Colonia « Sdo. Corazón »,
tanto qxie nosotros, para impresionarlos,
celebramos los fvmcrales cristianos con toda
solemnidad. K1 pequeño camposanto que se
halla cercano a cada colonia, va produciendo
en ellos un misterioso sentimiento de fe y,
miKho mús que su bacururú, consen-a en ellos
el recuerdo y el culto de sus antepasados. El
viaje triunfal que la banda de la colonia del
S. Corazón hizo el 190S á Río Janeiro presen­
tándose en la E.xf>osicwn Iníemaciotuil, sirvió
admirablemente para confinuar los buenos pro­
pósitos de ios músicos: y sus narraciones no han
despertado poco en los adultos la estima de los
ci\-Ílizados. Se han persuadido, por fin, de que los
civilizados no son sus enemigos. ¡Qué empuje ha
dado esto á nuestra obra civilizadora! Los di­

celebramos misa solemne, y los cantores son los
niños indios, capaces ahora de ejecutar, más
que correctamente, una misa en canto grego­
riano. La banda ameniza todas las fiestas. Los
días por la mañana cuando izamos la bandera
nacional en el hasta que domina la plaza, la
banda toca el himno brasileño y lo mismo ha­
cemos al arriarla cuando se pone el sol. Todos
los indios se reúnen entonces en tom o de ella
y así comienzan á comprender el concepto de
nacionalidad, honrando aquella bandera que.
como les decimos nosotros y les han dicho tam­
bién sus hijos, flamea respetada por todos en Ip
ciudades de la Confederación y abraza también
sus Colonias con el mismo \-inculo de protec­
ción V solidaridad.



45

Además de las clases de canto y música, los
niños hacen ejercicios de gimnasia escolástica
y militar para favorecer su desarrollo físico;
puedo as^urarle que el deporte les gusta sobre
manera, aún á los mayores, y para los jóvenes es
una verdadera necesidad porque llevan en la
sangre el amor á la mda libre del campo y nece­
sitan el movimiento muscular. Por eso los man­
damos con frecuencia de excursión al campo,
unas veces á trabajar, otras á expansionarse para
que no sufran por la qxiietud. Su complexión
es robu-stísima; combatimos los \*icios. v las en­



coge; pero con los que somos no se puede hacer
más; mándenos misioneros y nosotros daremos
a^^so, á lo menos á algunos de los tres mil indios
que lo esperan, para que vengan á vivir con
nosotros y aprender, con las verdades de la fe,
los principios de la chúlización.
A tre vid o pensamiento. — Ultim a
« P ersonal y Oraciones ».

s ú p lic a :

Termino con una noticia importante. A diez le­
guas de nuestra misión \-ive y divaga por la orilla
opuesta del río, otra tribu llamada de los Cayapós

Entre los Bororos (Brasil): ¿ íz primera veudimia en la Colonia <Sdo. Corazón».
fennedades son raras; porque van compren<iiendo que deben ser \-irtuosos, si quieren consorarse sanos y fuertes.
Su habilidad para los oficios no es menor que
para las artes. Mandamos tres jóvenes á nuestro
colegio de S. Gonzalo de Cuyabá para que allí
aprendieran oficio, y y a volvieron, prestando
ahora tm gran servido á sus maestros; uno
« ya maestro de zapateros en la Colonia del
Corazón. Actualmente tenemos cuatro jovencJtcs indios en las escuelas profesionales de
Cavaba y seis se dedican á la agricultura en ia
Cdonia de Coxipó. Debo recordar, para alabanza
que estos merederon una subvendón para
b Colonia en una Exposidón del Gobierno.
Como ve, amado Padre, se siembra y se re-

o .

ó Chavantes. Apenas venga el tiempo de la sequía,
es decir, el próximo julio, pensamos hacerles
una visita. Según los cálculos de nuestros bo­
roros se compone de unos 30.000 indios, mucho
más corpulentos y feroces que ellos. Advierta
que son los nuestros que lo dicen y así debe ser
en realidad de verdad; porque, á pesar de lo or­
gullosos que son, se ven obligados á confesar
que los superan en todo. Nos dicen, además, que
son belicosos y astutos por naturaleza y saben
tender emboscadas; que á lo mejor aparecen de
repente, y que á veces se arrastran por el suelo
lanzándose, como las fieras, de un salto sobre
el enemigo. Nadie ha penetrado en esa tribu,
ó, á lo menos, si algimo penetró, no volvió nin­
guno. Ni aún los Bororos á ello se han atre-



4 6

vido, asi es que no se sienten fuerzas para acom­
pañarnos; tienen demasiadas pruebas de la terri­
ble superioridad de sus vecinos. Pero nosotros
hemos de acometer la empresa; tal es nuestro
firme propósito, si á Dios place. Si logramos
entablar las primeras relaciones con aquella
tribu, ¡qué triunfo para la fe y la civilización!
Por lo tanto, amado Padre, encomiéndenos al •
Señor y haga de modo que nos encomienden
también nuestros hermanos. Marcho enterne­
cido por tantas pruebas de cariñoso interés para
con nuestras Colonias, como he recibido de nues­
tros Superioies y de los buenos Cooperadores, so­
bre todo de los de Francia. Me llevo 8000 metros
de tela, 3000 camisas. 500 trajes completos para
niños, 200 para hombres, 400 para mujeres,
15.000 mantas, 375 docenas de pañuelos, hilo,
agujas,pcines.chucherías para regalar á los indios
que vienen á vemos y una regular cantidad de
cuchillos y herramientos; llevo además dos
dímtnos, asi que, pronto tendremos también luz.
Diga á nuestros bienhechores que, una vez llega­
dos á la misión, celebraremos á su intención una
función solemne.
Pero la luz del Evangelio, esta luz divina, la
única que puede conducir á mejores sentimientos
estas bárbaras tribus, ¿ cuándo brillará para estas
hordaé salvajes que y a la piden como un bene­
ficio?
Hé aquí, amado Padre, por qué le importuno
con mis súplicas: « Personal y oraciones ».
Bendígame una vez más y conmigo á todos
los misioneros.
Su ajmo. hijo in Corde Jesu
A ntonio RL\i .an , Pbro.

Noticias dolorosa3.
------------------------------- : k ]
R. P. Esteban Bourlot.
La r<)r di ¡a Iglesia nos manda de América
esta triste nueva. «El clero argentino acaba de
perder uno de sus más prestigiosos párrocos, y
la Pía Sociedad Salesiana uno de sus hijos más
beneméritos.
*No se trata de ima personalidad vulgar; el
R. P. Bourlot tiene su larga hoja de brillantes
servicicís por haber aceptado el curato de San
Juan Evangelista en plena efer\*escencia car­
bonaria allá por el año de 1S79, á raíz de las
salvajadas perpetradas por esos sectarios contra
el colegio del Salvador, sectarios que tenían su
cuartel general en la Boca del Riachuelo.



» Para acometer la empresa de fundar y soste­
ner una parroquia en el corazón mismo del
feudo ácrata y revolucionario, se necesitaba un
espíritu emprendedor, valeroso y de combate;
el R. P. Bourlot poseía en alto grado esas cua­
lidades de apóstol, y fué designado para ú cu­
rato de S. Juan Evangelista.
»Todos sabemos los ataques é insultos que
tuvo que sufrir en los primeros tiempos; no se
le ahorró ni el asalto criminal en plena calle;
pero el apóstol de Cristo, lejos de intimidarse,
cobrando nuevos bríos en cada etapa de amar­
gura que le tocaba atravesar, se mantuvo firme
en su puesto, como centinela avanzado de la
civilización cristiana en aquella parroquia; su
bondad y su valor triunfaron.
^A él se le deben la iglesia con sus múltiples
congregaciones piadosas, la Sociedad de la
Juventud Católica, los colegios de Salesianos y
Salesianas, el Oratorio festivo, la Propaganda
periodística, etc.
A él se debe el que hoy puedan desfilar por
las calles de la Boca las procesiones católicas en
paz y respetadas, cuando no ha muchos años
aún, la sola cruz del campanario era provocación
suficiente para excitar los odios y atentados
de los sectarios.
» E 1 R. P. P. Bourlot ha peleado bien las ba­
tallas del Señor, por eso su alma estaba ya en
sazón, había llenado la medida de la justicia
requerida para ceñir la corona de la inmorta­
lidad.
» Su desaparición será llorada con el llanto ín­
timo y sincero con que se lamenta la pérdida
de un Jefe y de un Padre.
> El R. P. Bourlot nació en Fenestrelle (Italia)
el día 10 de mayo de 1849 é hizo sus estudios de
filosofía y teología en el seminario de Pinerolo.
Joven de unos 18 anos, pidió que le admitiesen
en el Oratorio de S. Francisco de Sales, fundado
por D. Bosco. Fué excelente profesor de lite­
ratura y lengua francesa. Antes de ordenarse
de sacerdote volvió al seminario de Turín donde
terminó sus estudios, ordenándose finalmente
el 23 de diciembre de 1871.
» Después de algún tiempo regresó al Oratorio
é hizo sus votos, siendo enviado en no\*iembre
de 1876 á la República Argentina donde fué
prefecto del Colegio Pío I X de artes y oficios
y también primer párroco de S. Carlos.
»E1 I® de febrero de 188730 le nombró cura
de S. Juan Evangelista en la Boca.
»Aquí manifestó su acti\*idad en la construcción
del templo parroquial, en la del colegio de
S. Juan Evangelista, anejo á la parroquia, y en
la del de María Auxiliadora.
» Periodista en Italia, supo esgrimir su pluma
en defensa de la verdad y de la justida. Fundó



en esta parroquia el periódico italiano « Cristoforo Colombo », que después fue trasladado á
Rosario cuando la enfermedad atacó su com­
plexión robusta. E n 1876 fué nombrado miembro
de la Arcadia de Roma.
>Hacía 14 años que le dió el primer ataque
cerebral, del cual quedó paralitico, soportando
desde entonces con gran resignación su larga y
penosa enfermedad. »
El entierro del P. Bourlot adquirió las pro­
porciones de una sentida y grandiosa manifes­
tación popular en la que se vió por manera elo­
cuente el hondo sentimiento que su muerte ha
producido. Presidió el duelo el Exmo. Sr. Arzo­
bispo; y los discursos que se pronunciaron sobre
su tumba, sentidos como su muerte, ardientes
como su caridad, brillantes como sus \rirtudes,
sintetizaban el eterno y afectuosísimo adiós
que le daba el alma del pueblo que tanto en­
grandeció. Las numerosas asociaciones que
acompañaban el féretro, el inmenso gentío, que
haciendo un luctuoso paréntesis en sus faenas
cuotidianas llenaba las calles por donde pasaba
el cadáver del apóstol, los elogios que la prensa
de todos los colores prodigó á su indiscutible
labor de literato y misionero, á las obras hijas
de su celo ardiente y bondadoso, el dolor pro­
fundo que todas las campanas de la capital
hacían vibrar en innumerables almas por el be­
neficiadas, y hasta el panteón que el distinguido
propietario D. Enrique Meiuke cedió espontá­
neamente para que las cenizas del virtuoso
párroco reposaran en im sepulcro digno de su
grandeza, todo ello es argumento elocuentí­
simo de que el difunto era un hombre que había
contraído para con la sociedad méritos dignos
de tales homenajes.

Víctima de la caridad.
Fuélo el sacerdote salesiano D. Domingo Ugo,
pereciendo ahogado el 17 de no\*iembre en las
^ a s del Río Negro al intentar el salvamento
de un alumno que inadvertidamente se había
caído al río en rm sitio peligrosísimo. Tomamos
de im periódico de Buenos Aires:
* La tr^ ed ia de Viedma en la cual pereció
rictima de su intrépido heroísmo D. Domingo
-go, Salesiano, y el niño Di Crosta, es uno de
aquellos hechos que dejan el ánimo suspenso
entre la tristeza y la admiración.
* El alumno de los Salesianos Di Crosta, á
pesar de habérsele advertido el pe% ro que
corría, cayó al río en un sitio peligroso á causa
-e su ligereza de niño. D. Domingo lo \ió y
dejándose arrastrar por los impulsos de su gene­

47



roso corazón, se arroja á la corriente sin calcular
el peligro propio; desprecia su \dda por salvar
la de su semejante y lucha enérgicamente contra
la corriente impetuosa logrando asir al niño.
Pero éste con las ansias de salvarse impide los
movimientos de su salvador; y como las fuerzas
del hombre no responden siempre á la voluntad
generosa, ambos fueron arrastrados al fondo de
las aguas.
» Los alumnos contemplaron espantados la
catástrofe y volvieron á casa oprimidos por el
dolor y el miedo.
» E l poner en peligro la propia mda por salvar
la de nuestro prójimo, es la prueba más elocuente
de la cristiana caridad, del heroísmo santo encen­
dido en las almas por la fe. Descanse en paz el
heroico sacerdote ».

TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados^ visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguiente.s
indulgencias plenarias:
P ara el mes de M arzo:

El día 25, fiesta de la Anunciación de Ma­
ría Santísima.
En todo tiempo:

1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ° Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ®Igualmente una vez al mes, el día que
asistan á la Conferencia;
4. ° Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el e;ercicio de la buena muerte;
5. " El día que por primera vez se consagren
al Sgdo. Corazón de Jesús;
6. * Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á liacer ejercicios espirituales.
7. ' E n articulo de muerte., si confesados y co­
mulgados, ó al menos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, 6 al menos con el corazón.

'

V

EL CULTO

de María 9u\iliadora
N6s teaeoM la persuailóa de que, ea las vicislludes dolamas de los tiempos
que alravetamos, oo aos quedan mis consuelos que los del Cielo, y entre estos,
la poderosa protección de la Virgen bendita, que fué en todo (lempo el Auxilio
de los Cristianos.
***0 ^c.

Ciracia^ de f^ a ria Auxiliadora
Una familia que ve volver á la vida uno de sils
miembros moribiuidos. después de haberlo enco­
mendado á María Auxiliadora, necesariamente ha
de reconocer la protección poderosa de esta buena
Madre y tiene que ser una familia devota de la
Auxiliadora de los Cristianos.
liso ha pasado con la mia porque María Sma. nos
ha ííivorecido con ima gracia que nosotros no vacilamctó cu llamar milagrosa. Un hijo mío fué ata­
cado de una enfermedad gangrenosa que en tres
días lo postró en cama btistante grave. Vinieron
varios médicos á verle y declararon que era indis­
pensable ima operación. TU peli^o aumentaba y
la operación no logró detenerlo ni disminuirlo, asi
es que los médicos se marcharon después de rcjxítidíis visitas, llevándose consigo la poca cs^xíranza
que nos quedaba. Iva consternación que se apoderó
do nosotros no es para dicha: esperábamos de
una hora para otra un funesto desenlace.
Kn esto, un Salcsiauo nos animó diciendo que
aun nos qucdídxv xm remedio iK>r ailoptar y era
la devoción á María Auxiliadora. Dos dias después
de comenzar nuestras oraciones, tlechuéise la luejoriix franca tlel enfermo que hoy goza de perfecta
sahul. y nosotros gozamos <le la alegría de halx'rlo
recuperado porqxic ya lo dábamos por j[KTdido.
Y como esta alegría se la debemos A Marta Auxi­
liadora. hacemos pública la gracia y luaudíuuos
una limosna.
F

il o m k n .a

N . DE G a l i n d o ,

iC'.racias sean dadas á María Axixiliadora! l'^taba
un dia en mi aposento entretenida en leer, cuando
vi entrar á mi hermano que, p;Uido y desencajado,
con voz entrecortada por la angustia, me dijo:
lEstoy envenenado! — ¡Cuál no seria mi estupor!
Con grande afán le ixxli explicación de sus palabras,
y cutoiu'cs me refirió como, por equivocación, había
tomado, en lugar ilcl remedio que el médico le había
orxlcuado. un veneno activisimo. Mi terror cntoiKVS
no tuvo limites. <Qué harta yo? ¿A quien rccurriria.

.


si no había en la casa en ese instante, más que una
sirvienta anciana y enferma? Me acordé entonces
de María Auxiliadora, y con toda confianza le hi(X
la promesa de que, si salvaba á mi hermano, publi­
caría la gracia en el Boletín. Al momento me vohió
el valor y con admirable tranquilidad em^cé á
hacerle los remedios que creí más convenientes.
Mi hermano, cada vez más angustiado, no ha(.ia
sino repetir: ¡Sálvame, sálvame; no me dejes morir!
Cuando la sindenta cpie había ido á llamar A los
médicos que más cerca vivían, llegó diciendo que
ninguno podía venir inmediatamente, pareció
desesperarse. Y o proemé animarlo á que con­
fiara en María, y ¡oh prodigio! de un momento á
otro empezó á mejorarse y cuando xuio de los mé­
dicos llegó ya eotaba fuera de peli^o. Habiéndole
referido lo ocixrrido, el medie» opinó que el caso
había sido desesperado. ¡Bendita sea María
liadora que mmea desoye los ruegos de sus hijosl
Mayo 31 de 1910.
I

nés

A

lvarez

L.

MedelHn (Rcp. de Colombia). — Doy con toda
la efusión de mi alma gracias á María Axixili.'id^
por la completa salud de mi nieta Carmen, á quien
las médicos no daban esperanza de poder salvarla
de una cruel enfermedad. Estando ya para niorir.
mondé decir jx>r teléfono á las Religiosas Salcsiatias
que pidieran la salud de la enferma, si le convenía
la vida. Ellas se lo suplicaron á su querida Patrona
y al momento comenzó la mejoría.
M. V. de R.
Viedm a (R. A .)— El i8 de Octubre 1906 Juan M.
Vera salía de la casa de sus padres, que entonces
vivían en Elspaña, para .América á fin de satisfacer
sus caprichos y buscar fortuna. Primeramente *
dirigió á Méjico y de allí tomó otro rumbo dc^
conocido para la familia. En este ínterin,^
familia decidió volver á la Argentina, donde
había pasado muchos años, y se estableció «
Viedma, Capital del Rio Negro en 1908. Des^-“
el dia en que la tal familia Vera llegó á Viedea,
nada supo de su hijo Juan,

Dirigieron varias cártas á los puntos donde suponian que podría estar : jamás tuvieron noticias.
Creció su pena y amargura cuando llegaron á
sus oídos tristes noticias del hijo: quien decía
que había muerto: otros aseguraban haber oído
decir que le habían asesinado robándole cuanto
tenia.
Con tan desconsoladoras noticias ninguno de
la familia, especialmente la madre, podía hallar
paz ni sosiego.
Inspirados por la fe en la protección de María
Auxiliadora y poniendo por medianero á su cas­
tísimo esposo San José, hicieron promesa de
publicar la gracia en el Botetin Salesiano si lo­
graban tener noticias ciertas del hijo que taiito
amaban. Con este fin, en el mes de Marzo y
Abril de este mismo año, hicieron oraciones y
comuniones especiales para conseguir tan seña­
lado favor. Habían ya perdido toda humana es­
peranza, cuando de repente les llega una carta
escrita por el mismo hijo, en la cual les comu­
nicaba hallarse en Salinas Chicas, cerca del lago
Sarmiento, Territorio del Chubut, disfrutando de
muy buena salud y prosperidad en sus negocios.
La cosa fué tanto más maravillosa cuanto que
el hijo había escrito á España, ignorando la
vuelta de sus padre.s á la Argentina, y llegó la
cana á su destino á pesar de que la dirección
era muy inexacta. Reconociendo por una gracia
especial de María tales acontecimientos, cumplen
con la promesa, deseando se publique en el
Boletín Salesiano.
Sep. 30, 1910.

Z a c .^r í a s G kng hi ni Pbro.

Salesiano.

< Mil gracias, M adre querida. »
Durante mi carrera sacerdotal encontré tales
^dificuldades que por tres veces vi perdida casi
completamente mi vocación; la última, en espe­
cial, era de tal naturaleza que no encontraba
solución posible. En tan difícil trance, me dirigí
á la que es Madre de afligidos y Auxilio de
cristianos. Oí una misa en su honor y le recé
varias plegarias con tal fervor, como pocas veces
en mi vida lo había hecho. Y ... ¡oh poder
admirable de María ! Por la tarde de aquel mismo
día se desvaneció como por encanto la tal difi­
cultad. Y yo públicamente doy mil gracias á
María .Auxiliadora por este tan señalado favor
y por otros muchos. esp>ecialmente por haber
terminado mi carrera eclesiástica satisfactoria­
mente y cantando mi primera misa sano y bueno.
P alado Episcopal 25 S ep . 1910.
Rep. de Panam á.

P e d r o M ega Pbro.

Coop. Salesiano.

Chosm alal (Argentina). — H ada ya mucho
tiempo que venia padeciendo una enfermedad
violenta que me acometía de improviso poniéndome
é peligro de morir sofocada. Ño es para descrita
ia angustia de mi familia que debía pasar la noche

velando en congojosa alarma cuando el mal me
atacaba. Inútil es decir que apelamos á todos los
medios que la dencia ponía á nuestra dispasición;
pero sin resultado algimo.
A principios de Enero del presente año, mi esposo
me aconsejó que acudiera á María .Auxiliadora yo.
que de los remedios hmuaiios no podíamos esperar
nada. Desde entonces puse to<la mi confianza en
esta celestial Médica, prometiéndole que si llegaba
al 2.4 de Mayo, día de su fiesta, sin que los ataque-s
se me repitieran, comulgaría en su honor, daría
5 pesetas para su culto y publicaría la gracia.
Asi como yo se lo pedi, asi ella lo cumplió; por lo
cual cmnplo yo también lo prometido, dándole
púbhcamente las gracias y dando á conocer á los
lectores del Boletín Salesiano el favor que me hizo
esta bondadosísima Señora.
Junio de 1910.

E mili a S oto d e G a r r i d o .

Imbo (Colombia). — El 26 de febrero de este
año hube de quedar muerto á no intervenir en mi
favor la que es Auxilio de los cristianos. Un ca­
ballo furioso, sin que yo pudiera e\rítarlo, me dió
dos tremendas coces dejándome tendido en el suelo
y mortalmente herido. Acudió el médico que no
hizo otra cosa que agravar más el susto, porque,
después de los primeros cuidados, ante la eviden­
tísima gravedad de las heridas, se dejó escapar
que no tardaría muchas horas en llegar la muerte.
Al oir tan triste noticia instintivamente dirigí
mía ardorosa súplica á María .Au-xiliadora; y sin
darme cuenta de que pedia demasiado, no sólo
le pedi la vida, sino también la cmación en pocos
mofnentos. Y sin embargo asi fué. El jieligro desa­
pareció poco después y la curación jniedc califi­
carse de verdadero prodigio. Hoy puedo dec'irlo
con la alegría de uno que, después de haberse visto
en peligro próximo de muerte y sentenciado ])or
los médicos á no vivir má.s que algunas horas,
se cxíiicuentra completamente sano. ¡Gracias á
María Auxihadora á quien soy deudor de tanto
bien!
Junio de 1910.

V i c e n t e G a r c ía .

V alen cia. (España). — A fines de junioimahija
mía de 19 años, novicia en mía casa de religiosas,
cayó gravemente enferma del tifus. Llegó á tanto
la gravedad que el médico al despedirse dijo que
no había remedio y que creía no llegase á la noche.
Nos a\-isaron que fuésemos á verla por última vez.
Al recibir tan triste nueva, otra hija mía de 13
años fuese corriendo á la iglesia de los PP. Sale■ «tiajins y arrodillada delante de María Auxiliadora
le pidió con todo el fervor de su alma que devolviera
la salud á su querida hermana. Merece citarse
la sencilla y edificante promesa que hizo á María
Auxiliadora para que oyese su mego y nos librara
de semejante des\'entura. Con candorosa ingenui­
dad prometió á la Virgen Sma., si curaba á su
hermana, que barrenadla capilla tres sábados con­
secutivos y pagaría el aceite para su lámpara.
Por la tarde volvió el médico más para cerdo-

— so­
liadora, por haberle alcanzado de una manera mara­
villosa la salud espiritual para su papá que no se
confesaba desde hace 40 años.
C)
— Coritna (España): Carolina López, por haber
ayudado á su hijo á terminar la carrera en el tér­
mino que ella queria, y manda una limosna. — Cuzco
(Perú): D. Julio Pacheco, por haberle librado de un
terrible apuro. — Id.: N. N., por haberle devuelto
la ale;?r¡a que había perdido por temores graves,
Julio de 1910.
pero destituidos de fundamento. — Cabaña de Virlus
M aría C a r t i n a .
(España): D. Raimundo Callejones,'por un favor re­
Punta A renas. (Rep. Argentina). — Los que me cibido y manda 5 ptas. — Cannen (Colombia): N.
habían visto gravemente enferma y desahuciada Villalobos, por haberle curado de la tos ferina que
por los médicas, y me ven ahora sana y vigorosa
no acaban de admirarse de mi curación. Sólo la ponía en peligró su vida, á su hijito José, y envia
intervención divina, dicen, el poder admirable dé diez pesos. — Cornña (España): E. U., por haberle
la Virgen Sma. qxie e'la hace servir para bien de sacado de un gravísimo apuro y manda una limosna.
sus devotos, pueíle explicar un cambio tan asom­ — Cabudare (Venezuela): Una cooperadora, por dos
broso. Yo por mi parte sólo sé decir que veía la favores, y envia dos pesos. — Id.: Encarnación Gon­
muerte próxima, que había agotado todos los zález, por la curación de una sobrina. — Id.: Otra
remedias que estaban á mi alcance y que al verme cooperadora, por un favor grandísimb y por la cu­
(lesahuciaila por los médicos recurrí con todo el ración de una hermana, y envía una limosna.
fervor de mi alma á María Auxiliadora prome­ — Id.: Elias E. Solaguie, por haberle curado de una
tiéndole una misa en su santuario de Turin y la
enfermedad bastante dolorosa y envia la limosna
publicación de la gracia, si me la concedía. La
Virgen Sma. escuchó mis súplicas; y yo le prometo ofrecida. — Chone (Ecuador): Débora Martínez L.,
emplear la vida cpie le debo en agradecerle tan por una gracia recibida, y envia diez sucres. — Calceta (Ecuador): Una cooperadora, por la salud de su
gran favor y propagar su devoción.
Otra gracia singular me ha concedido María
madre, y envía un sucre. — Cali (Colombia): El Sr.
Auxiliadora y no quiero callar este segundo bene­ Roberto Jaramillo, ¡>or haberle deparado un médico
ficio cumpliendo asi la promesa que le hice por el
muy entendido y caritativo quien le operó un tumor
])recedente.
grave que tenia en el cuello, dejándoselo sano.
Tenia un hijito mío de pocos años gravemente
G) Granada (Nicaragua): D. Juan A. Villamieva,
enfenno con pulmonía doble que. atendida su
por
un favor muy grande, y maiul.a 5 francos.
tierna eda<l y delicadeza, le ponía en un estado
I) — Iba^né (Col.): Una cooperadora, por haberle
alarmante. Aleccionada por la experiencia, acudí
cu demanda de auxilio á la Auxiliadora de los alcanz.ado un empleo de una manera inesiverad.a.
I.) — I.ücar (España): Carmen Rebollosa, por
Cristianos comenzando inme<liatamcnte una no­
haber librado á sn marido de ir á la guerra de
vena: y tampoco esta vez salieron fallidas mis
esperanzas. Aun no habla terminado la novena y
Melilla, y envia 5 ptas de limosna.

ya el niño estaba fuera de j>eligro. Mons. José FaM) — Medellin (Col.): .M. de R., por haberle curado
gnano fué testigo de estas das gracias y da fé do que
c >mplet.\mente, después de dos años de sufrimíeníisí sucedieron las cosas. ¡Bendita sea María Auxi­ t is con pulmonía y tifus, á su nieto Eduardo Emilio.
liadora!
P) — Pontevedra (España): Da. Amparo Galbán,
Julio de 1910.
p >r un favor recibido, y manda 5 ptas. de limosna.
J o s e f i n a B. de V.
— Piñeira de Arcos (España): D. Domingo GonDan ttmbléo. con toda la efuslán de su a lu s, gracias i
xVlez Blanco, por varios favores recibidos, manó»
María Auxiliadora y envían una limosna:
cantar dos misas en su altar y envia además 10 ptas.
A) • - Aipe (Col.): Da. Dominica D. de Rosas, \tor de limosna. — Portoviejo (Ecuador): Una señorita,
vm milagro con qne M.iria Aux. la favoreció devol­ p >r la salud obtenida para uno de su familia, y en­
viéndole un hijo que se le había perdido y envía 100 vía un sucre.
R) — Roca/nerte (Ecuador): J. Francisco Loor,
pesosde limosna. — .•/máu/ím«i(América): N, N., por
por
varios favores recibidos y envía un sucre pi­
haberle librado la cosecha de la langosta siendo el
único que en .aquellos contornos la sac\S ile.sa y envía diendo las oraciones de sus hermanos cooperadores.
V) — Valencia (España): Josela Zanóo, por haber
so pesos de limosna. — Av^/o (España): I>. lu.;n
devuelto
la salud á un cuñado suyo víctima de un
Ciuadalupe, por un favor recibido y manda 5 ptas.
gravísimo ataque que lo dejó sin sentido,
B) —
(Es¡>afta): A. T . D., jxjr haber
S) — Zaragoza (España); Una desgraciada,^^
cncontv.xdo trabajo á su gusto y euvia una pequeña
haberla
curado de unas calenturas gripales y eiim
limosn.u— l-a¿’iíáir/(Esi>añal: Carmen Suriñach, por
20 ptas., limosna ofrecida.
haberla qnrado de tinos ataqiies y por otro l.ivor. —
fíM^Hos A l tes (R. Arg.): Una Hija de María Auxi­

larse de la muerte y extender el pase, que para
visitarla, y con gran asombro suyo, en vez de
encontrarla difunta como esperaba, la encontró
muchisimo mejor. Al poco tiempo conocía ya á
todos los que la visitaban y pocos dias después
entraba en franca convalecencia. Deseo se pu­
blique esta gracia jiara que se vaya propagando
más y más la devoción á María Auxiliadora, al
paso qxic hago público mi agradecimiento.

POR EL MUNDO SflLE5l»N0
En Valdocco.
El día de la Inmaculada Concepción de la Virgen
SS. celebró la misa en nuestro Oratorio S. E. I
ilons. Khayath, Vicario General de M osshI y pon­
tificó Mons. Costamagna. Mons. Khayath se de­
tuvo ayunos días en el Oratorio para ^•isita^ Ic»
huérfanos sirios que había traído el pasado julio.
Estos se alegraron mucho de ver otra vez á su gí’an
bienhechor y él se siente cada vez más animado
para trabajar sin descanso por la redención moral
y material de sus jóvenes sirios.
S. E. 1. Mons. Costamagna. — El celosísimo
Obispo misionero que, impelido del deseo ardiente
de salvar las almas, ha recorrido todas las repúbli­
cas de América, diseminando por todas ellas la
semilla del evangelio con su ardiente palabra,
cuya eficacia aumenta con el esplendor de sus
virtudes, salió de Turin el 6 de Diciembre y al
otro dia se embarcó en Genova para Buenos Aires.
Recomendamos á las oraciones de nuestros lecto­
res el apostolado de este celosísimo Obispo para
que Dios N. S. lo corone con los más copiosos
frutos.

Crónica de los Ex-Alnmnos.
------------TURÍN. — E l Circulo « Juan Bosco ■' celebró el
8 de diciembre su fiesta social. Tm-ieron por la
mañana fimdón solemne en el Santuario de María
Auxiliadora y al mediodía se reimieron en fraternal
banquete más de 75 socios. A la mesa de honor se
sentaron en tomo del Presidente Prof. Gribaudi,
Concejal del Municipio turinés, otros distinguidos
personajes. Por la t^ de las elegantes salas del Cir­
culo se vieron llenas de sodas con sus familias; la
orquesta dió su primer concierto y el Prof. Claretto ejecutó nxunerosos juegos de salón.
En el Oratorio de S. Luis tuvo lugar el mismo
dis la inauguración del CircuJo < Miguel Rúa *
con La bendición de la bandera. A pesar del mal
tiempo, acudieron mndios sodos de drculos y so-■ iedades de la dudad, represoitadones y banderas,
tie la Unión de Antiguos Aliunnos. de los Círculos
Auxilium. Ercelsi<rr. Pides el R-.bur. Escuela de
Propaganda. Pides el Viríus. Secdones Obreras
de S. Máximo. S. Carlos. Pilonetto y olra.s muchas.
Bendijo la bandera S. E. el Cardenal Richelmy y

el entusiasmo estallaba caluroso y vibrante en
dscursos, brindis, marchas de la banda, etc. A
causa del mal tiempo, se debió aplazar la visita á
la tmnba de D. Rúa, que se verificó el domingo 18.
E l Presidente del Circulo pronuudó uu sentido
discurso ante la tumba del ilustre difunto, depu­
sieron alU sus flores y coronas, y luego se retiraron
á la iglesia de S. Francisco de Sales donde redbieron la bendidón con S. D. M. para tenuinar la
flesta.
BUENOS AIRES (Rep. Argentina).— Los ex-alumnos del Colegio Pío IX de la capital argentina cele­
braron en nodembre una fiesta que merece especial
mendón. El grupo de Estudios Liierarios, con mo­
tivo del centenario de la iudependenda, abrió un
concluso patrióiico-liferario para los alumnos del
Colegio en el cual los futuros hombres de letras
han recogido ya los primeros laureles. La repartidón de los premios, debidos en gran parte á la
generosidad del Consejo Nacional de Educación,
resultó simpática por demás. Ix» imberbes escri­
tores al verse c'on(lecorados en la flor de su genio,
es decir, al ver cxuidecorado su genio en flor con
medallas de oro. de plata, diplomas, edidón <Íe
sus obras etc. cosas todas que apenas alcanzan
tantos genios maduros, y por un jurado compe­
tente. no cabían en sí de gozo.. Allí se nos han reve­
lado poetas, historiadores. estadi.stas. críticos,
oradores y, sobre todo, fervorosos patriotas y cre­
yentes. IxK kmás de algunos trabajos premiados
son ya destellos de luz que ha de almubrar con el
tiempo p. ej. « El que sabe morir sabe ser libre *,
« Gloria victis ». - Tiempos gloriosos aquellos *,
* el Clero como factor de la Iudependenda Argen­
tina ». 4 Juan Díaz de Solis », « Dios, Patria y Li­
bertad *, < Audaces fortuna juvat * y otros que
debemos forzosamente omitir. Tantas promesas
nos hacen estas primicias que el jurado ha debido
confesar que « algimos de estos escritores en demes
están llamados á ocupar un puesto brillante entre
los literatos del porvenir ». Así sea.
— Otro hermoso ejemplo de sincera piedad, fruto
de su cristiana educación, han vuelto á dar los
antiguos alumnos de Buenos Aires. El 6 de no­
viembre nn ejérdto de nías de 300 jóvenes con
sus antiguos educadores caminaba hada Luján
donde la Virgen Argentina les tendía amorosa los
brazos. El Rev. Sr. Inspector de las casas .salesíanas
de la Argentina, D. José Vespignani, que ha sido
nombrado Director General de las Escuelas Poíesionali > Salesíanas, al vers- rodeado del afecto
de tantos hijos suyos que voKian á repetirle sus
promesas de fidelidad y cariño indefectibles, les



52

dirigió frases conmovedoras allí á los pies de la que
ha de ser la estrella que debe guiarlos á través de
las borrascas de la vida. Y no se contentaron
nuestros jóvenes con la propaganda por el hecho;
porque además de las comuniones tan numerosas
como edificantes, la alegría de sus juegos y el con­
tento que irradiaban sus rostros, argumento no
flojo de que la vida cristiana no está reñida con las
expansiones jubilosas de la juventud, repartieron
más de 500 publicaciones católicas. La Virgen de
Luján quiso poner á prueba la fe de sus devotcs
para ver sin duda, si la peregrinación era un pre­
texto para divertirse ó para honrarla; pero ni el
tiempo desapacible, ni la lluvia, ni el baiTO, nada



sitados, y su buen corazón les ha inspirado este
recurso.
MILAN. — Se ha constituido una nueva Asociación
que abraza todos los ex-aliimnos salesianos de las
provincias lombardas. El reglamento, parecido á
los que ya hemos publicado en las m1inrma.es ¿g
nuestro Bolelin, tiene sin embargo una particula­
ridad y es que determina los fines espirituales de
la Asociación prescindiendo de todo fin econó­
mico.
Esta Asociación cuenta con el « D. Bosco », re­
vista mensual que se publica en nuestro Instituto
de S. Ambrosio, para órgano de sus socios.

VIOO (España) — El primer equipo del « Formidable F . C, a.
bastó á enfriar sus cntusia.smos. Esta peregrinación
de los ontigrKJs alumnos de Buenos Aires será im
recuerdo agriulabilísimo para ellos y pafas u san­
tiguos maestros que a.si ven fructificar la buena se­
milla que á costa de tantos sudores sembraron en
sus alunmos.

Crónica de los Oratorios FestiYOS

VIQO (España). — En el Colegio Salcsiano, establcciilo en la Éonda de esta pintoresca ciudad
gíülegn, existe desde hace tiempo ima numerosa so­
ciedad recreativa, titulada c Formidable F . C. *.
cuyo primer equipo de fosi-ball tenemos el gusto de
presentar á nuestros lectores. La sección dramá­
tica está ensayando actualmente una obra muy
boiütn que piensim representar en el lindo teatrito
del Colegio á beneficio de las familias de los náu­
fragos que perecieron en aquellas costas á con­
secuencia de los últimos temporales. Como se
ve. estos buenos mucliachos, no sólo piensan en
divertirse, siuo también en socorrer á los necc-

TRIESTE (Austria). —
parte inferior déla igle­
sia que se está construyendo en honor de María Au­
xiliadora. destinada á capilla del Oratorio festivo,
fué inaugurada solemnemente el iS-de diciembre.
Asistieron á la ceremonia, además de numeroso
público, ilustres personajes de la ciudad, entre los
cuales se distinguían el A'icealmirante Conde de
Dussini, el Coutrclmirante Sr. Geza deU’AdamL
D. Pedro Spadaro, Diputado á Cortes, el Presi­
dente de la Audiencia, los Condes de S. Fermo y el
Cóiisid del Paraguay. Después de la función en que
ofició D. Felipe Rináldi, Prefecto General de nuestra
Pía Sociedad, tuvo lugar una velada que terminó
con la opereta ^Los pajes de Carlos V ».



Para fines de abril, tal vez se podrá consagrar la
iglesia superior, destinada al público.
SAVON.á (Italia).— El 8 de diciembre hízose la
repartición de premios á los alumnos y socios del
Oratorio de N. S. de la Misericordia. Presidió el
Sr. Obispo al cual hacia hermosa corona lo más
granado de la sociedad savonesa. La parte gimnás­
tica de la velada arrancó aplausos delirantes al
escogido público.
ALASSIO (Italia).— El primer domingo de di­
ciembre tuvieron también su distribución de pre­
mios los alumnos del Oratorio, á la cual asistieron,
juntamente con el Sr. Alcalde, varios miembros del
Ayuntamiento y otras Notabilidades de Alassio.
La orquesta saludó al Sr. Alcalde con la marcha
real á la cual hacía coro la ovación calurosa del
público. El Director'del Colegio Dr. Luchelli pro­
nunció un discurso de ocasión; y tanto los premia­
dos, como los actores de * Los dos negritos » y los
músicos de la orquesta, sahan satisfechísimos por
los aplausos y felicitaciones que de todos reci­
bieron.
ROSARIO (Rep. Argentina). — En el Oratorio Salesiano de esta ciudad tuvieron los aluimios un
hermoso certamen catequisUco. El patio adornado
con todo lujo y lleno de gente fué el teatro de la lucha
sostenida con ardor por los combatientes y aplau­
dida con entusiasmo por los espectadores. Los cin­
cuenta y dos valientes sabían mejor que el Padrenucsirn las tres primeras partes ¿el catecismo de
S. Santidad; y á pesar de que la primera herida era
de muerte, es decir, que á la primera falta que­
daba el herido fuera de combate, resistieron du­
rante largo tiempo. ¡Enhorabuena á los vencedores
y á los padres que aplaudían locos de alegría los
triunfos de sus hijos!

NOTICIAS VARIAS
» ^

LfíS PERLfíS DEL SAGRARIO

del templo consagrado al S. Corazón
de Jesús en el Ttbíbabo.

«

Las obras del templo dedicado al S. Corazón de
Jesús en la cumbre del Tibidabo, han entrado en im
periodo de grande actividad; el entusiasmo que
esta magnifica reparación dé los ultrajes que el
^bondadosísimo Corazón de N. S. Jesucristo recibe
todos ios dias. y redbió sobre todo en Barcelona
^ a a te los horrores de la semana trágica, des­
tuerta en todas partes, se ve por los donativos
<iQe de toda España se reciben ya directamente.

53

-

ya por medio de la prensa local encargada de reci­
birlos.
Pero hay algunos de estos donativos que tienen
ima significación tan cristiana, despiden tan ma­
ravilloso perfume de abnegación, que nos parecen
dignos de publicarlos á los cuatro vientos; aliarte
de que el heroísmo tiene algo de contagioso, y si no
logran despertar la emulación, siempre producirán
admiración provechosa. Y a no es una dama que
renuncia á su sombrero, ni una señorita que se
abstiene de im paseo honestísimo y hasta piadoso,
m una criada que ahorra una porción de su soldada,
para contribuir á la gloria del Sacratísimo Corazón.
Son limosnas que han sido llamadas con gran acierto
perlas del sagrario; y á la verdad que perlas de tal
procedencia son dos veces preciosas y las más dig­
nas de ornar el relicario que guarda el cuerpo del
Hijo de Dios.
Tenemos á la \*ista una sencilla, pero hemiosísi-

B a R C B L O N A (E s p a ñ a ) — L a o b ra n a c io n a l d el
T ib id a b o - Las columnas de la Cripta.

ma, carta de la Superiora de un convento de Galicia,
y no podemos resistir al deseo <le darla á conocer
á nuestros lectores. Llegó á sus manos un bjemifiar
de la re\’ista i E l Ven. Basco y el Tibidabo » y,
viendo que en él se inculcaba la idea de levantar
el templo al Sagrado Corazón de Jesús con limosnas
que fuesen producto de mortificaciones y sacrificios,
la Superiora al anunciar el envío de 35 pesetas reu­
nidas, escribe entre otras cosas lo siguiente:
4 Expuse á las religiosas si querían hacer el sacri­
ficio de lo que pudiesen en lo necesario para la vida
(pues las religiosas nada tenemos que sacrificar de
superfluo) y todas se ofrecieron á dar pruebas de lo
amor al Sagrado Corazón. Les señalé el ofrecimiento
de lina, peseta á cada tma y para acceder á mis
deseos y dar pruebas de su generosidad y fervor,
pasaron sin tomar la insignificante ración de vino
que tanta falta nos hace, comiendo como comemos
de vigilia perperiia, y aymiando desde el 14 de
septiembre.
»Hubo día que pasamos con el caldo y el bacalao
sin aceite, y no tomamos pescado, sino rólo patatas
con sal, para -poder mandar los ahorros, pues no
siendo así, no podríamos dar nada por la estrechez
en que estamos.
» Hubo religiosas que pasaron sin el chocolate del
desayuno y sin los huevos de la cena las- que no
podían ayunar por estar delicadas.

— 54 —
»Tenjío gran consuelo en participárselo, más aun
ejue si fuera de los fondos, pues no se dejaría ver
tanto el sacrificio *.
('lustosisimos cstíunparíamos aquí el nombre de
esta conuuiidad, pero preferimos guardar el secreto
como en secreto ellas ofrecen sus sacrificios á Dios.
Si nasotros no consignamos aquí su nombre, ya lo
í’onsignarán sus Angeles custodios, pero con ca­
racteres tales ([110 ni la acción del tiempo, ni los em­
bates del olvido los borrarán jamás.
I’or nuestra parte diremos d esa comimidad que
líus 35 pesetas aliorradas serán la primera ofrenda,
la primera piedra preciosa, la primera joya que se

B A R C E L O N A (E sp añ a) —

obedeciendo á lo dispuesto por el Sumo Pontífice
Pió X , recibieron el Pan de los Angeles cien niños,
en su mayoría de ocho años, de los que concurren
á estas escuelas. En la misma misa comulgaron
también los demás niños del Colegio y muchos de
sus padres; á todos los niños se les obsequió con
el desayuno.
A las diez y cuarto se cantó una solenme y bonita
Misa á tres voces del M® Ravancllo, siendo ejecu­
tada con mucha afinación por la Schóla Qantorum
de esta casa. A las cuatro y media se cantaron
solenuics Vísperas en fa-bordon y canto gregoriano
en el que tomaron parte todos los niños de las

L a O b ra d e l S d o . C o ra x ó n de J e s ú s - E s ta d o a c tu a l d e lo s trabajos.

eiitrcgn v se conser\*a para el sagrario del nuevo
Templo. iQué hermoso sagrario! ¡Qué lienuoso
altar ofrcci'romos al Corazón de Jesús, si cunde el
ejemplo, y lo que hoy afirmamos de una comunidad
ilentro tic (hx'O pmUcra afirmarse de todas las co­
munidades de Espai a! ¡Qué hennaso sagrario! ¡Qué
hermoso altar! ¡qué hennosa lámpara la formada
por los sitcrificios de las almas que ntás aman al
Corazón de Jesús en la tierra!
AlADRID. — El 8 de Diciembre, fiesta déla In­
maculada Concepción de María, fué festejado con
mucha solemnidad en el Oratorio de S. Francisco
de Siücs de Madrid.
A las ocho de la mañana. Monseñor Alejandro
Solari. Auditor de la Ntinciattu-a celebró la misa
de Coimuiióu general en la que por vez primera y

escuelas, resultando mi conjunto coral de gran
efecto. El P. Navarro de las Escuelas Pías pronun­
ció el panegírico y se terminó con la bendición
solemne de S. D. í l . y salve coral á María Inma­
culada. Todas las funciones fueron realzadas con
la asistencia del pequeño clero cardenalicio, que
con la brillantez de sus hábitos y la ea:actitud y
gravedad de sus ceremonias, daba mucho esplendor
á las sagradas funciones y formaba una hennosa
corona á la Purieima Concepción.
Pero la nota cuhuinante de la solemnidad la
dieron los antiguos alumnos de esta casa, pues
escogieron este hermoso día para inaugurar el Cir­
culo <;• Ven. Juan Bosco *, mediante el cual volve­
rán á mürse en santa y beneficiosa amistad los que
un día se educaron é instruyeron bajo un mismo
tedio y con idéntico reglamento, ^ to s Circuios

de antiguos alimmos coustituyen el complemento
de la educación según el sistema del Ven. J . Bosco.
cuyo fin es no abandonar jamás al alimmo, haciendo
que vayan en ainnento jimtaniente con la edad las
ventajas de todo género para el mismo; y de aqm el
que, tanto los Salesianos, como los ex-alunmos de
esta casa hayan imido sus esfuerzos, que no han
sido pocos, para dar comienzo, aunque muy hu­
milde á esta hermosa obra. Pero como todo bien
procede de Dios, por eso empezaron estos buenos
jóvenes por acudir á El eficazmente, haciendo mía
ter\-orosa comunión y este fué el primer acto del
nuevo Círculo de antiguos alumnos.
Por la tarde á las cinco y media celebraron una
bonita velada músico-literaria en honor de la
Inmaculada, ante una preciosa imagen de rilaría
que aparecía radiante en un trono de nubes y flores.
Fué presidida la velada' por el Inspector de la
provincia céltica. D. Ramón Zabalo y el Director
de la casa á quienes i co apañaban D. Antonio
Carralero, Párroco de \'a lecas, el sacerdote Don
Julio Camargo y D. Femando Bauer, en represen­
tación de los cooperadores salesianos. Tomaron
asiento también en la presidencia, el Presidente del
nuevo Circulo D. Juan Palau y los demás socios
que componen la junta directiva.
Tedo. los números del programa fueron muy
aplauuidos por la numerosa concurrencia y al ter­
minar la velada el Director de la casa obsequió á
los soaos con pasteles y copas que agradecieron
mucho, prorrmnpiendo en \dvas al Ven. Juan
Bosco y haciendo votos ponjue el Círculo, que ha
nacido bajo los auspicios de María Imnaculada,
tónga vida larga y feliz y corresponda en todo al
ideal <{ue se propuso D. Bosco. su Venerable fun­
dador.
SUCRE (Bolivia). — Colegio D. Bosco. — Confonm- ammeiamos en nuestro número anterior,
tmo lugar la ex^xísicióu de artefactos de los talleres
de encuadernación, tipografía, carpintería, herreria, mecánica, sastrería y zapatéría. que funcionari
01 el establecimiento; exposición en cjue se exhi­
bían obras de mérito sobresaliente ejecutadas con
verdadero primor, y que fué muy visitada por
cuantos se interesan por la instrucción práctica de
;os hijos del pueblo; siendo esa la mejor manera de
tuamfestar los adelantos que se obtienen en la
oi5tüanza de aquellos, para prepararlos á la lucha
de la vida.
Todos los trabajos presentados y ejecutados
por Ic.-v niños artesanos, bajo la dirección de los
uiacstros Guido Colombini, Aurelio P. Mendoza,
Joan Bufia. Francisco Spadaedni, Víctor M. Belham y Juan J. Beltram, han sido admirados por
su artística confección, solidez y elegancia, demostrando la bondad del sistema adoptado por los Sa*sianos de dedicar prácticamente al alxunno al
aprendizaje de oficios manuales, sin descuidar la
®strucción científica, moral y religiosa.
En el mismo establediniento se realizó la noche
^ domingo, una variada función dramático-litecon motivo de la distribución de premios,
^ cion es hrmarifitcas y certificados de estudio á
te climmos sobresalientes en los exámenes finales

del presente año. Después del himno nacional y el
discurso de ocasión pronunciado por el juefecto
déla casa D. Angel Morillo, se puso cu escena el
drama de tradición romana : « I^os tres mártires
de Cesárea », cuyos actores supieron hacerlo d sa­
tisfacción todos. Dos demás números del programa,
como «Dos fantasmas de J uanito “ y el coro de los
doctores de « El Rey que rabió ' fiteron aplaudidos
por la hilaridad que causaron cu el público.
Deben estar de plácemes los directores y alumnos
dcl Colegio D. Bosco, por haber coronado bien sus
tareas escolares y profesionales; de nuestra parte,
es de justicia darles la enhorabuena, aplaudiendo su
aplicación y actividad, pues sin descuidar las rudas
faenas del estudio, hallan tiempo para ])roporcionaruos momentos de solaz y entretenimientos ins­
tructivos y morales.
De La Industria
MÉJICO. — Distribución de premios. — El día
15 de Agosto, último del año escolar 1909-10, se
verificó en el c o l^ o de Sta. Julia la solemne
distribución de premios á los alumnos internos que
sobreseJieron durante el año por su aplicación y
buena conducta. Presidió tan simpática cere­
monia el Vice-Rector, teniendo á su lado al Sr.
Prof. Rodríguez y Co-Inspector de las escuelas
de instrucción primaria, enviado por el Gobierno,
y al Sr. D. Feliciano Areño, insigne cooperador
sr.lesiano.
El acto empezó á las 10 y media de la mañana,
con asistencia de niunerosos Coopieradores y fami­
lias de los niños, quienes aplaudieron con entusias no á los pequeños héroes de la virtud y (Ui
trabajo.
Da banda del Colegio alegró los intermedios con
su variado y clásico repertorio, y los actores tjuisieroii, por últimz vez. tlar nuestra de .su habilidad
representando la alegre comedia de Moliére « lU
médico á palos •.
El ílía i() de Agosto parte <b-‘ los alumiicKS .salie­
ron para vacaciones y los demás se quedaron eii
fojnilia •para pasar con sus superiores la temporada
de los ocios veraniegos.
El X®de Octubre el pequeño ejército de estu­
diantes. engrosado con nuevos reclutas, volvió ií sus
reales para trabar uucva.s refriegas con los ene­
migos capitales de la virtud y de la ciencia.
SICILIA.— Dos Directores diocesanos de vSídliíi,
jimtamente con una cuantiosa limosna recogitia
entre los cooperadores, han enviado á D. Pablo
Albera un magnifico álbum artísticamente encua­
dernado. cuya primera página contiene una dedi­
catoria en finísimo pergamino. Entre los que sxiscriben dicha dedicatoria figuran algunos obispos.
NOVARA (Italia). — En el Instituto de S. Dorenzo,
la tarde del domingo 11 de diciembre, hulx> mía
hermosa velada para distribuir los premios que
los alumnos de 1 ¿ escuelas profesionales ganaron
en la Exposidrá Salesiana de Tuiín. Da simpá­
tica fiesta de familia fué honrada con la presenda
del Revino. Sr. D. Pablo Albera, Superior de
nuestra Pía Sociedad, querpor vez primera despué.i
de su elección visitaba aquel Instituto, Gran

— S6 —
número de distinguidos caballeros y señoras lle­
naban la vasta sala del teatro, magníficamente
ampliada por D. Migviel Rúa de feliz memoria, y
adornada para el caso con exquisito primor.
De todos los números del programa, interpre tados como es de suponer, el que dió la nota
sensible fué el discurso verdaderamente magistral
del abogado D. Atilio Fontana, donde palpitaba
toda la ardiente gratitxid que el elocuente orador
guarda en su alma por la educación que recibió de
los Salesianos. Terminó la fiesta el Sr. D. Pablo
Albera derramando sobre todos los presentes la
vuición paternal que brota de sus labios, sobre todo
cuando se ve en la dulce necesidad de felicitar á
sus hijos.
PARMA (Italia). — Da Escuela Superior de Re­
ligión, fundada por nuestro malogrado hermano
Dr. Boratta. comenzó su curso de 1910-1911 en el
salón del Palacio arzobispal. El Prof. D. Pablo
Lingueglia leyó el discurso inaugural cuyo tema
era Psicología del anticlericalismo: y los jóvenes
estudiantes P. Gerardi. O. Pedretti. G. Bertoui
y N. Vaccari pronunciaron sus discursos llenos de
fuego y convicción como quien se dispone á reñir
luchas mayores contra los enemigos del Catoli­
cismo. El Ivxmo. é limo. Sr. Arzobispo añadió por
su cxienta jugosas frases, indicando á los alxminos
el modo de sacar fruto de esta enseñanza.
ROMA, — Terminóse, y con gran fruto, la serie
<le confcreticias que, para hombres solos, se dan
de cuando en cuando en el teatrito de nuestro
Hospicio del S. Corazón. Esta última que podrianxos llamar semana religiosa versó casi toda sobre
los mihigros, y los temas interesantisimos fueron
desarrollados por oradores cuya ciencia reconoce
to<la Roma. Algunas de las conferencias ilustrároiií5c con artísticas proyecciones y á ellas asistieron
■ <liariamente más de trescientos hombres, empleados
y obreros en su mayoría, sin que por eso faltasen
.altos funcionarios y distinguidos personajes.

en

N ECRO LO G IA

O

Sra. Da. Loreto Gutiérrez de Areno.

Seria imposible dar una idea cabal de la vida
laboriosísima de esta Señora que Dios quiso
llamar repentinamente al premio eterno el 2-'
•de octul>re en la \ Rmitud de su vigor pues con­
taba sólo 52 años de edad. Modelo de virtudes
•cristianas, cobró un cariño maternal á la Obra
Salesiana. Desde que los Salesianos llegaron á
Méjico, su casa fué la casa de los Sales.anos y
alunuu^. llamándola todos con el dulce nombre
-de madre que ella hacia bueno con sus ohios ¡
cada uno de nuestros niños era para ella un hijo
Á quien se creía obligada á cuidar.
Sentimos, pues, el imperioso deber de mani­
festar á su desconsolada familia y amigos la ex­
presión de nuestro sincero seut«m:euto por tan

grave pérdida, y particularmente á su distinguido
esposo, nuestro queridísimo amigo, D. Feliciano
Areno.
Y puesto que ellos y nosotros necesitamos
consuelo, lo encontraremos en los sufragios que
hemos hecho por el alma de nuestra generosa
bienhechora, en la oración que para ella pedi­
mos á los cooperadores de la Obra Salesiana y
en la esperanza, bien fundada por cierto, de que
Da. Loreto está gozando y a la paz de los justos
que tantó trabajó para merecer.

Cooperadores Salesianos difuntos.
A M É R IC A .
S r. D. Prisco V illa m il R ojas
Boconó (Venezuela).
» » Inocencio Q uevedo
» * M enottí Pardi
.
> Augusto Aranguren, hijo
S ra. D a. Zoila Rosa de Fernández
>
. E lvira Asnaje
>
. A na fosefa León
>
. Ma. T rin id ad V a le ra
>
>
> E ufem ia V ázquez
»
.
G en oveva G uilléii
*
» Juana de .^ios Jaram illo
C a li (Colombia).
.
» L au ra R uiz v . A lvear
S r. D. Benigno Echeyerri
9

> . M anuel Ordónez
Copacabana

> • L u is Ma. Sierra
Sra. Da. Francisca C aüas
D irio m o (Nicaragua).
Sr. D. Pedro Barberena
> . Agustín Fernández

*
S ra. tía. A na López
»

.
. M aría de Jesús GuUlén
»
»
S r. D . Juan Alonso
E st.
(Uruguaj).
» » José M atías Barberena
G ranada (Nicaragua).
»
. Silvestre A lvarez, canónigo
»
»
.
. Ramón V allad ares
»
> . M anuel M oraga
*
*
S ra. D a. D om inga Rugana
»

»
. G uadalupe Z . v , de Lacayo
»
*
,
, G abriela M oya de G u t i é r r e z ,
S r. D . Juan C . M ora
A aó a/íía (Colombia .
,
. V irg ilio T en orio
Moyogaipa (Nicaragua).
.
. Pedro V a lle
¡Masaya
» . Rafael Z ú ilig a
_
*
*
S ra. Da. ConceiK ión Zúfiíga
.
► Isidora de V illan u eva
^fontevtdeo{VTü%w^)^
.
» M aría G arrone
» . . .
*
F ra y Leandro Tom ás
N ew N o r a a (Australia).
S r a f D a Raquel Zambr.ano
Pasto (Colombia).
.
. C ornelia C . de R eyes
P rad era

S r. D. José Solari
^ R osario O r. (UruR»a>V
Sra. D a. L u z V elazqu ez de C edeilo Rocci/Herie{Ec\i^.h
S r. D . Rafael Esterlin
S ilvia (Colombw).
»
>C elio H urtado
> > Lorenzo Otero
> » Juan H urtado
> > M anuel Torres
S ra . Da. Antonia García
S rta. Ma. L u isa L agu n a
S la .
S ra. Da. Anastasia Alfonso d e F urest
7 a/a (Uruguay)>
»■ J u a n a A lm iró n d e M a itti V illa U n ió n

>
» de S asias
’.
S ra. D a. Rosario Sánchez de S alin ar S tg sig (Ecuador)

> A m elia Jim énez
»
* M artina Brito
S r. D . V icen te M aldonado
• . José M anuel Sam auiego
.
»Serafín O rtega

Con aprobación de la Autoridad EclesiásticaGerente: JOSE GAMBINO.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa
Corso Regina Margherita, X. 176 - TUKii>-

Fecha
1911.02