BS_1910_01

Ficha

Título
BS_1910_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1910
extracted text
N.

E n ero de igio

AÑO XXV
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Bokíín $ak$iano
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Turin — Via Coftolengo N. 52.

SUMARIO: A nuestros lecto res..................................... i
Carta del Sr. D. Mignel Rúa á los Cooperadores
Salesianos....................................................................2
Tesoro espiritual...........................................................8
Domingo S a v i o ...........................................................9
Croniquilla..................................................................ii
D e n u e s t r a s m i s i o n e s : Mozambique:
^fisión — Ecuador: Dos excursiones á los Jibatos

o

Ci

ó



^ ^

^

— Patagonia Septentrional: E l nuevo templo de
Viedma ...................................................................13
El-CULTO DE M a r í a A u x i l i a d o r a : Valencia: Fun­
ción de rogativas — Romería al Santuario de
María Auxiliadora en ¡'illa C o ló n ......................21
Gracias de María A u xiliadora................................... 22
P o r e l m u n d o s a l e s i a n o : Homenaje — Amé­
rica: Buenos Aires, S<intiago...............................24
Necrología y Cooperadores salesianos difuntos . . 27

tft

^

A

NUESTROS

I

LECTORES

Gon este número el « Boletín Salesiano» entra en su XXV
año de existencia. iCuántos pensamientos nos sugiere e te hecho!
Son recuerdos consoladores pues todo buen cristidno tiene bien
entendido que la buena prensa hoy día es un apostolado digní­
simo, necesario, indispensable.
Por cuanto humilde sea la parte que en pro de la verdad
desempeña el < Boletín Salesiano », sentimos la necesidad de
agradecer á sus lectores el favor que hasta ahora les han dis­
pensado, mientras les suplicamos que sigan leyéndolo y dis­
tribuyéndolo á sus amigos y á cuantos deseen conocer la Obra
de D. Bosco.
El * Boletín Salesiano > en correspondencia de tanto ca­
riño, seguirá Riendo siempre el compañero fiel, el apóstol iqcan^ablc, el alma de nuestra Pia Unión.

. j

Carta del Sr. D. Miguel Rúa
á los Cooperadores
Bencmérifos Cooperadores
y Cooperadoras:
oiiociendo vuestro celo y afec­
tuoso interés por las Obras
Salesianas. es para mí un
placer daros nuevas de ellas, sobre todo
cuando debo hablaros de aquel poco
de bien, que, gracias á Dios y á vuestra
caridad, han podido llevar á cabo en
diversos lugares los hijos del Venerable
D. Bosco.
Pero hoy, á la viva satisfacción que
siento ordinariamente en estas ocasio­
nes, vSe añade otra y es la de poder ma­
nifestar mi agradecimiento con desa­
hogo.

gaba de dicha manifestación, os ase­
guro que tuve que luchar no poco para
acatar tal deliberación, y consentí úni­
camente con el propósito de referir
todas las cosas A D. Bosco de quien sov
indigno Sucesor y con la esperanza que
de las fiestas ideadas, redundará al­
guna ventaja á sus Obras, las cuales
tanto necesitan del apoyo moral y ma­
terial de todos los Cooperadores.
Mis más cordiales agradecimientos,
pues, á cada uno de los miembros del
noble Comité Promotor y á todos cuan­
tos se tomaron la molestia de enriarme
sus cordiales augurios; y al Venerable
D. Bosco, nuestro Padre, todo honor y
alabanza!
'
Ei Señor bendice la Obra de D. Bosco.

Un deseo del Corazón.
Varios insignes Cooperadores Salesianos de Turín, aprovechando la oca­
sión de celebrarse el quincuagésimo
año de mi Ordenación Sacerdotal, con­
cibieron la idea de hacer una manifes­
tación de benevolencia y simpatía A
las Obras de D. líosco. invitando A
participar A ella A todos los Coopera­
dores del mundo entero. Os aseguro
que para mí, si place al Señor conser­
varme la vida, sería mejor celebrar
esta muestra de reconocimiento en el
secreto de mi corazón, agradeciendo á
Dios tantos beneficios por El recibidos,
ó á lo niAs hacer una fiesta de familia.
Por esto, cuando el 24 de Junio u. p.,
en una para mí siempre querida reu­
nión, oí al eximio Sr. Barón Comenda­
dor D. Antonio Manno que se encar­

Dado este desahogo A ios sentimien­
tos que de varios meses A esta parte,
me henchían el corazón, os invito, oh
Beneméritos Cooperadores y Benemé­
ritas Cooperadoras, A elevar conmigo
un himno de agradecimiento al Señor,
el cual nos ha demostrado su paternal
bondad en el año pasado.
Ante todo sea bendita su adorable
Providencia, la cual, A pesar de nues­
tras necesidades y los angustiosos te­
mores en ciertas ocasiones, no nos falto
nunca.
jOh! ¡Cuántas veces nos hemos encon­
trado seriamente preocupadosnodel ma­
ñana. sino del presente, de manera que al
pronunciar las palabras de la bendición
de la mesa casi no podía detener las
lágrimas: Señor, decía, todos los ojos
se vuelven á l'os, todos confian en I os:

— 3

y he aquí que Vos abrís vuestra mano y
colmáis á todos de vuestras bendicio­
nes!...
Y en efecto llegaba la hora del so­
corro, y la angustia se convertía en fer­
vorosas invocaciones de las más selectas
bendiciones para las familias de los en­
viados por la Providencia.
vSea pues bendita la bondad del Se­
ñor por el sinnúmero de consuelos
y beneficios que ii')s ha proporcio­
nado.
También á vosotros os habrá conso­
lado el ver el celo incansable con que,
según el espíritu de D. Bosco, se busca
en muchas partes de hacer siempre más
útiles y adaptados á las necesidades del
tiempo los Oratorios festivos; saber el
gran número de niños de nuestros asi­
los, colegios y otros institutos de educa­
ción; y el ver las bendiciones divinas en
el continuo incremento de nuestras
misiones, las cuales dan frutos cada vez
más preciosos y abundantes.
Y á éstos, debo añadir de mi parte
otros motivos especiales de consuelo.
Fué, en verdad, para mí, de mucho
consuelo, haber podido besar el sagrado
anillo pastoral á otro hijo de D. Bosco,
á nuestro Procurador General doctor
D. Ju.an Marenco, consagrado Obispo
de Massa-Carrara en Italia, donde hizo
su solemne entrada el día consagrado
á la fiesta de todos los Santos; como
luvc una gran satisfacción al tocar con
mano el afecto mostrado por la Obra
de D. B d sco por los numerosos Directon* Diocesanos reunidos junto á la
tumba de D. Bosco en \’alsálice en la
Reunión; viendo ios abundantes
frutos de la buena semilla sembrada
en el corazón de muchos ex-alumnos
de Turin, entre los cuales no puedo
oUidar los de Milán, Bolonia, Buenos
.Vires, Monte\ndeo y otros centros im­
portantes: y notando el amor que, aún
fuera de Italia, profesan á los Institu­
tos Salesianos. algunos de los cuales,

Oswi^cim en Austria-Galizia, y los Co­
legios de Lorena y Recife en el Brasil,
fueron hace tiempo igualados á los co­
rrespondientes cursos nacionales.
Mas una señal aún más clara de la
abundancia de las divinas bendiciones
sobre la Obra Salesiana, la tenemos eií
dos hechos consoladores, que circun­
daron de nueva luz á nuestro Funda­
dor y á su más querido alumno; quiero
decir el Proceso Apostólico sobre la
fama de santidad, vida, virtud y mi­
lagros para la Beatificación y Canoni­
zación de nuestro Venerable D. Bosco,
felizmente iniciado el 4 de Abril u. p.,
y el proceso ordinario con el mismo fin,
con los otros de non cultn y sobre los
escritos del Siervo de Dios Domingo
Savio, a»lumno del Oratorio Salesiano
de Turín, llevado felizmente á cabo y
presentado á la Sagrada Congregación
de Ritos el año pasado.
Pero la misericordia de aquel Dios,
que humilla y ensalza, que aflige y con­
suela, no sólo se manifiesta en los con­
suelos, sino, también en las pruebas.
Y pruebas singulares fueron las que
acaecieron entre fines del 1908 y prin­
cipios dcl 1909, teniéndonos en una
incertidumbre angustiosa varios días
y arrancándonos por fin amargas lá­
grimas por la dolorosa muerte de 9 Sa­
lesianos, 38 alumnos, 4 familiares y un
gran número de Cooperadores y Coope­
radoras de Messina^
No quiero revocar el dolor que causó
en el mundo entero la enorme catás­
trofe; pero no pasaré por alto como la
Divina Providencia supo sacar una
confesión maravillosa de la nulidad de
la ciencia y de la fuerza humana, y una
afirmación solemne de la grandeza y
omnipotencia de Dios. Fue la voz del
Señor, que demostró ser F l verdadera­
mente el Dominador absoluto del cielo
y de la tierra.
A l lado de este cataclismo natural
me parece que se puede jxjner la revo-ludón suscitada por la exaltación y

por la audacia inconcebible de unos
cuantos faltos de entendimiento en una
ilustre provincia de una muy católica
nación: revolución terrible, que des­
truyó en pocos días, iglesias, conventos
y asilos de piedad, de caridad y de cris­
tiana educación. También nosotros te­
nemos daños bastante considerables;
pero esta prueba, como también otras
que puedan sucedemos con meditada
malicio, mientras nos confirman en la
santidad de nuestra misión, nos per­
suaden mucho más de la gran necesi­
dad de trabajar á favor de los hijos del
])ueblo, ])ara poder, al menos, neutra­
lizar los desastrosos intentos de los
enemigos de la Religión, y así cooperar
eficazmente á la nueva restauración
de la Sociedad en Jesucristo.
Obras llevadas á cabo en el año 190').
Únicamente por este fin, esto es,
para ayudar prácticamente á las buen?.s
costumbres y á la sociedad, cediendo
á vivisimas instancias, parte de las
cuales habían sido y a aceptadas de
tiem]3o atrás, también en el 1909 hemos
llevado á cabo, ayudados del divino
auxilio, varias fundaciones nuevas en
Italia y en el extranjero.
N

uevas

f u n d a c io n e s

en

It a l i a .

En Italia hemos tomado el desem­
peño del servicio religioso en varias
parroquias, en las cuales haremos flore­
cer del mejor modo posible, al par que
con las otras instituciones que requie­
ren las necesidades del pueblo, la Obra
providencial de los Oratorios.
I.a primera, por ahora no erigida ca­
nónicamente, es la de Marina di Pisa,
la ciudad naciente junto á la desembo­
cadura del Amo. que en el verano se
puebla de casi siete mil habitantes, que
no tenían, por decirlo así. lugar alguno
donde cumplir los deberes religiosos.
Gracias al celo incansable del Emmo.
Card. Maffi, persona tan benemérita

de nuestra Pía Sociedad, se ha cons­
truido finalmente una espaciosa aunque
pro\dsoria Capilla parroquial donde
moran algunos Salesianos encargados
del culto.
Además de ésta, fueron aceptadas
otras tres parroquias por los Hijos de
D. Bosco: una en Gioia dei Marsi en
los Abruzos; otra en Monteleón de Cí?lahria, la cual, por intervención de S. E.
Revma. Mons. Morabito, Obispo de
Mileto, ya nos había sido cedida por la
Santa Sede años atrás; la última, de
una importancia extraordinaria, en la
ciudad á^Messina. E l celosísimo Arzo­
bispo Mons. Ivetterio D ’Arrigo, con el
fin de realzar también la vida cristiana
en la desolada ciudad, ha subdividido
aquella inmensa extensión de ruinas
en cuatro parroquias, entre las cuales
hay una titulada S. Julián Obispo, que
fue confiada á los Hijos de D. Bosco.
L a bonita Capilla de madera fué pro­
vista de todo, lo mismo que las demás,
por la generosidad del Vicario de Cristo,
pero urge el fabricar al lado las salas
indispensables para las obras parro­
quiales más necesarias, en particular
para atender del mejor modo posible á
la juventud abandonada.
Además de estas obras de grande im­
portancia, tenemos otras iniciadas en
el continente y en la isla, esto es, se ha
tomado:
Ea dirección de un Instituto de artes
y oficios, en la ciudad de Caltagirone:
en Ñapóles la dirección de la Obra Pía
de Sordos-mudos de ambos sexos en la
calle Avelino en Tarsia; y en 5. An‘
timo y en las cercanías de Ñápeles, los
oficios ó funciones sagradas de una
Iglesia pública con casa adjunta, donde
apenas se pueda, se levantará algún
local á favor de la juventud.
Muchas otras obras podríamos acep­
tar, puesto que, numerosísimas fueron
las peticiones, si no nos encontrásemos
tan faltos de personal.

En

el

e x t r a n je r o .

La Di\Tna Procedencia dispuso que
empezáramos otras varias obras en el
extranjero.
En Oporto (Portugal) se ha acepta­
do el R. Instituto S. José, fundado en
1S83 por Mons. De Vasconcellos, actual
Obispo de Reja, el cual se gloría de

En el Brasil, se abrió el Oratorio S.
Gerardo Maiella en Barbagena en el
Estado de Minas; y hemos establecido
u n a nueva residencia en R'w Janeiro,
esto es, en la capital. Merecen especial
mención las fundaciones del Sigsig en el
Ecuador, á favor de nuestras Misio­
nes entre los Jíbaros: — de Mcliapor,
junto á Madras, en las Indias Inglesas,

S a l a m a n c a — Nuevos locales del Colegio Salesiano.

haber sido animado por nuestro Vene­ donde cediendo á las vivas instancias
rable Padre D. Bosco en la santa em­ del Exmo. Mons. Obispo hemos tomado
presa y de haber recibido la promesa de la dirección de otro Asilo; — y la de
que im día los Salesianos acudirían en Moscellia en Africa, junto á la ciudad
su ayuda.
de Mozambique, donde nuestros Mi­
En 5. José del Valle, en España, se sioneros han establecido una nueva
ha abierto y consolidado un nuevo ins­ residencia, destinada por ahora á Co­
tituto para la formación de nuevos clé­ lonia Agrícola, pero que, con el tiempo,
rigos y sacerdotes.
será el pimto de partida para la con­
En A nfh <: ngi-lcs-Tournai, en Bélgica, versión de muchos miles de salvajes
se I' ; establecido una nueva residencia Macúas, que pueblan el Norte de aque­
t ju un Oratorio festivo.
lla floreciente Colonia Portuguesa

h



N

ukvos

O

F e s t iv o s .

r a t o r io s

Junto con estas nuevas fundaciones
me es grato poderos notificar la aper­
tura de varios Oratorios festivos junto
á las fundaciones ya existentes; por
ejemj^lo, el de Aracajú-Scr^ipe en el
l^rasil, abierto como recuerdo del Ju­
bileo del Sumo Pontífice reinante; —
el de Campiñas, en el Brasil, que re­
dundará también en ventaja de muchos
hijos dé Italianos; — el de Sucre en
BoHvia, construido gracias al celo de
algunos activos Cooperadores y Coope­
radoras; — y el de Quito, sito en la his­
tórica iglesia que encierra el terreno
sobre el cual, después de la conquista
española, fué erigido el primer altar y
celebrada la primera Misa en tierra
ecuatoriana.
N

uevas

c o n s t r u c c io n e s

y

a m p l ia c io n e s .

Contemporáneamente á las obras ya
mencionadas, pudimos, oh Benemé­
ritos Cooperadores y Beneméritas Coo]ieradoras, concluir otras bastante
costosas, mediante vuestra generosa
caridad.
A mí no me es posible, en la breve
reseña que me he propuesto, enume­
rarlas, aunque á la ligera, una por una:
pero no daría una idea exacta del uso
de vuestras limosnas, si no dijese nada
absolutamente. Por ejemplo, aquí, en
el Oratorio Salcsiano de Turín, se ha
debido concluir un edificio con tres
pisos, que tuve el consuelo de bendecir
el 20 de Setiembre u. p. y ya se usa
para clases y estudio de los niños estu­
diantes. puesto que los antiguos lo­
cales. sitos en una casa vieja, adquirida
por D. Bosco en los primeros tiempos
é incor^xirada al Oratorio, no corres­
pondían ya á la conveniencia y á la
higiene.
Eo mismo en
capital del Im­
perio Austro-Húngaro, se ha termi­
nado el gran edificio del nuevo Insti-

6



tuto, y se concluyeron también los
nuevos Institutos de Vianna do Castello
en Portugal, de Salamanca en España,
de Cuenca en el Ecuador, y de Emenada en la República Argentina.
No puedo dejar de mentar la conclu­
sión de varias iglesias, como de la pa­
rroquia de Sta. Cruz, en el Territorio
de Sta. Cruz en Patagonia, del San­
tuario de María Auxiliadora en Rodeo
del Medio en la República Argentina, y
de varias capillas importantes.
Como veis, oh Beneméritos Coope­
radores, tan sólo considerando las nue­
vas fundaciones y las demás obras lle­
vadas á cabo, tenemos todos ocasión
de ver, en la propagación de la Pía So­
ciedad de S. Francisco de Sales, la asis­
tencia perenne y la amabilidad de la
Divina Providencia.

Obras propuestas para el 1910.
Y ¿á qué obras, en el año ya empe­
zado, se deberá dedicar el celo incan­
sable de nuestros Cooperadores?
Debemos ante todo, sostener todas las
obras fundadas. Así como á todo ser
^^viente le es indispensable el alimento,
así es absolutamente indispensable á
todas nuestras obras, la continuación
de vuestra caridad. Si ésta cesase, de­
cidme, oh buenos Cooperadores, ¿cómo
haríamos nosotros para proveer de ali­
mento y vestido ó tantos huerfanitos;
educar á tantos otros jóvenes que
pueblan nuestros institutos, hacer
frente al regular movimiento de tantos
Oratorios festivos, recoger y educar a
tantos hijos de las fiorestas, y aún
prestar, en muchos sitios, material y
moral asistencia á tantos emigrado*^^
En segundo lugar debemos conUy''“'
á llevar á cabo muchas otras obras ctf^pezadas. Limitándome á recordar sola­
mente algunas, ¿como no aludir al tem­
plo de la Sda. P'amilia en Florencia;^
la iglesia de S. Agustín en Milán, b
cual si no se concluy-e pronto, se arrui*

nará la parte edificada; al Instituto
Salesiano de Costantinopla; al San­
tuario del Sagrado Corazón de Jesús en
la cumbre del monte c Tibi-Dabo »,
junto á Barcelona; al nuevo Templo de
S. Carlos en Buenos Aires en Almagro;
al nuevo Templo Parroquial de Viednia
en Patagonia y á muchas otras iglesias
y capillas comenzadas en otros puntos,
sin excluir las tierras de las Elisiones?
En tercer luzar no puedo á menos que
recomendaros nuestras Misiones. Por las
relaciones publicadas en el Boletín y
por las otras más detalladas que á mi
llegan, me persuado cada día más que
también esta obra de D. Bosco fue
propiamente inspirada por el Señor.
¿Cómo esplicar sino los copiosos frutos
ya recogidos y que se recogen, esto es
tantos bautismos administrados y la
gran zona ganada para la religión y
la civilización; y las continuas y mara­
villosas conquistas entre los numerosos
salvajes? Pero si de año en año la miés
se hace más copiosa y madura, de aquí
la necesidad de preparar y enviar á
aquellas tierras nuevos y celosos obre­
ros. También el ya pasado año, man­
damos una nueva expedición de Casi
cuarenta misioneros; pero ¿qué son cua­
renta ó }x>co menos, para tantos luga­
res que nos reclaman? No pasa día sin
que reciba alguna noticia de los nues­
tros, pero todas las cartas se concluyen
con la misma súplica:
Somos pocos,
demasiado pocos, mientras que el tra­
ía jo es fniicho ; mándenos más personal! »
Desearía por lo tanto que en el año,
al que la Divina Bondad nos ha hecho
llegar, pudiéramos formar una nueva
exí>edición de obreros evangélicos, más
numeiosa que de costumbre, de modo
que sea una lluvia benéfica para aque­
llas lejanas tierras tan necesitadas.
Esta, ¿debo decirlo? sería la más dulce
satisfacción que podría probar en el
año de mi Jubileo Sacerdotal.
Pero, p-ara cumplir esta y todas las
otras obras nombradas, es indispensable.

repito, oh Beneméritos Cooperadores y
Beneméritas Cooperadoras, vuestra
ayuda. Por nuestro vivo deseo, y diré
también por la reconocida necesidad,
de regular nuestras difíciles condi­
ciones financieras, desde tiempo hace
no hemos iniciado obra alguna costosa,
por buena, santa y realmente urgente si
la Divina Providencia, asegurándonos
anticipadamente los medios necesarios y
con enviarnos el personal indispensable,
no hubiese ratificado perentoriamente
nuestra deliberación. Pero de ahora en
adelante, no se tratará más de una me­
dida de prudencia, sino de una obli­
gación grave á la cual la Suprema Au­
toridad Eclesiástica ha \dnculado pru­
dentemente la conciencia de cada uno
de los Superiores, mayores y menores,
de todo Instituto religioso. Por lo
tanto, de ahora en adelante, aún en el
ejercicio de la caridad, necesariamente
nosotros deberemos adaptar el sistema
preventivo, es decir, no podremos em­
pezar obra, si no tenemos la seguridad
de poder satisfacer el coste, ó importe
de dicha obra. Nosotros por lo tanto,,
á ejemplo de nuestro Ven. D. Bosco, no
dejaremos de haceros conocer nue.stras
necesidades; y vosotros, oh Benemé­
ritos Cooperadores, seguiréis las hue­
llas de tantas almas generosas que os
han precedido en el mismo ejercicio de
caridad y gozan al presente del premio
en el Cielo; y estoy seguro de ser pronta­
mente socorrido con vuestras limosnas.
Tened presente las palabras del Di­
vino Salvador: K o queráis atesorar sobre
la tierra donde las riquezas no están
seguras, sino atesorad para el cielo, donde
vuestros bienes están resguardados de
todo injortunio (ih Y estas otras: Con
vuestros bienes temporales haceos ami­
gos, que os vengan á recibir cuando os
presentéis á las puertas del cielo y os in­
troduzcan en los cternosiabernáculos (2).
(1) M a t t h . \’ I. 19, 20.
(2) L fc . X VI. 9.

En fin, (si queréis que yo os indique
una obra especial, en la cual todos,
colectiva é individualmente podáis ejer­
citaros en el iq io con la seguridad de
atraer sobre vosotros y vuestras fami­
lias las bendiciones de Dios), haced como
mejor se])áis y podáis, para que sea
numerosamente y con provecho fre­
cuentada la enseñanza del catecismo.
Teniendo presente las necesidades de
tantas tierras lejanas, no debemos ol­
vidar las de los países, en los cuales
vivimos. Muchos de vosotros son pa­
dres de fam ilia; pues bien, hagan
(le manera que sus hijos no sólo
vayan al Oratorio ó al Catecismo en la
parroquia, sino que se enseñe el Cate­
cismo en las clases elementales, á tenor
de ley: usen todos de su influencia para
con los padres y amigos para qiie proCiiren que sus hijos aprendan á tiempo,
junto con las verdades de la Religión,
el camino de la felicidad eterna y el
medio infalible para asegurarse aquí
en la tierra una vida verdaderamente
feliz.
Si todo Cooperador y Cooperadora
pro('urase la enseñanza del Catecismo
según sus propias fuerzas, modelándose
en los fervientes cristianos de los tiem­
pos antiguos, y también en no pocos
cristianos de hoy, {los cuales, no con­
tentos de ser fieles secuaces de Jesu­
cristo, buscan todo medio para hacer
triunfar más el espíritu de Jesucristo
en la sociedad), creo que nuestro buen
Padre D. Rosco se alegraría desde el
Cielo, habiendo él empezado su obra
múltiple, toda á mayor gloria de Dios
y á la salvación de las almas, con una
leccicm de Catecismo y con el Oratorio
festivo.

y piadosas Cooperadoras, para que el
Señor se digne bendecir en particular
todas las obras y todos los santos pro­
pósitos-de toda la Familia Salesiana.
Rogad por el buen éxito del Proceso
Apostólico de nuestro Venerable Fun­
dador, á fin de que llegue pronto el día,
en que se vea rodeada su cabeza de la
auréola de los beatos.
Rogad por el eterno descanso de todos
nuestros Hermanos y Cooperadores
difuntos, los cuales nos advierten que la
vida, con todos sus bienes es un gran
don del Señor, pero pasajero; y que
en el momento de la muerte, no queda
sino un consuelo, el de haber hecho
buen uso de ese mismo don.
Rogad en fin por mí, que me acerco
á grandes pasos á la eternidad, á fin de
que pueda emplear estos pocos días de
vida que me restan, en plena confor­
midad á la santa voluntad del Señor.
De vosotros. Beneméritos Coopera­
dores y Beneméritas Cooperadoras,
Humildísimo y Obmo. Servidor
^

/}

TESORO ESPIRITUAL
L o s Cooperadores Salesianos que confesaioi
y comulgados, visíten devotam ente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sum o Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias p len arias:
En ei mes de Febrero :
I®. El día 2. F iesta de la

ConclusiónAntes de concluir, tengo aún un
favor que pediros, y es la caridad de
vuestras oraciones.
Rogad, oh mis buenos Cooperadores

Purificación c-'

María Santísima..
20. E l día 22. C átedra de S. Pedro en Antioquía.

=D

SI

SI

Escritor, cuya imagen hace años brilla en mi
escritorio y forma para mi el ornamento más
querido!
Febrero 19, 1909.

^ Fr. J osé B ern .^rdo D nebbing , O. F. M.
Obispo de N epi y de Sutri.

DOMIfiGO 5 AV10 (0
He leído, ó mejor dicho, he meditado con
atención y con alegría la simpática vida del
anízélico jovencito Domingo Sa\do, alumno
querido del Venerable D. Bosco.
Es la vida de un santo escrita por otro santo.
Así pues toda ella es un perfume del paraíso.
¡Qué espectáculo tan sublime y conmovedor
á un tiempo, para el mundo católico, no sería
é. que en esta época de incrediilidad los dos
siervos de Dios, maestro y discípulo, fueran
promovidos al honor de los altares en un mismo
dial
En el primero la Iglesia tendría un ejemplar
y protector del sacerdote católico en medio de
la constante lucha de nuestra Santa Religión
con error y el \dcio dominante; y en el segundo
un modelo y patrono de la juventud estudiosa
de nuestros tiempos, tan perseguida por las
iniquas sectas modernas de la escuela pagana.
¡He aquí mi ardiente voto!
^ T eodoro A ntonio P olito

Arzobispo de Corfú.
Al lado del buení^imo y heroico D. Bosco,
no podía menos de crecer un campeón precisa­
mente de entre los hijos del pueblo, á cuya edu­
cación atiende especialmente la Obra Salesiana.
Febrero lo, 1909.
N icolás T ezzoni

Obispo de Valva y Sulmona.
¿Quién no admira la estupenda y acabada obra
realizada en tan breves años en la bella alma del
angélico joven siervo de Dios Domingo Savio ?
Mirabilis Deus in sanciis suis! Admirable es
Dios en sus santos. En toda la vida del siervo
de Dios se descubre un continuo influjo de lo
alto que guía al jovencito por un camino espi­
ritual tan recto, tan seguro y bdlo que hace ex­
clamar:
Digüus Dei ts! hiel ¡El dedo de Dios está
aquí! Y o estoy infinitamente edificado, no sé de
que más; fi de la hermosa vida del joven Sa' !c- ó del espíritu celestialmente elevado del Ven.
(*) Véanse los ninieros anteriores.

Santo debió ser Savio, porque en su tierna edad
conoció y practicó la virtud y la hizo conocer y
amar también á otros.
A sus compañeros ciertamente debía parecerles ver revivir en él á San Luís Gonzaga, S.
Estanislao de K o stk a y S. Juan Berchmans; pero
con éste sobre todo me parece tenía rasgos de
admirable semejanza.
Y santo debe ser así mismo el Escritor que
ha sabido penetrar tan profundamente en el al­
ma de Savio, delinear tan bien su semblanza y
con tanta claridad, candor y vida, relata las
obras de este querido jovencito. Plegue al Se­
ñor que en tiempo no lejano la Iglesia apruebe
este mi juicio decretando el honor de los alta­
res al Padre y al hijo.
Febrero 6 1909.

0 S.-^NTIAGO CORNA PELLEGRINI
Obispo de Brescia.
Ciertamente entre los grandes méritos del
Ven. D. Bosco está el de haber formado á
este Santo, pequeño en edad, pero grande en
virtud, leyendo cuya hermosa vida estudiare­
mos con provecho grandes y pequeños sintiéndo­
nos excitados todos á hacernos Santos.
Y o deseo y an.sío el momento en el cual,
Dios mediante, nosotros los veremos á en­
trambos sobre los altares; y encomendándonos
entonces públicamente á su intercesión, podre­
mos regocijamos de su triunfo común; al cual si
llegó el Hijo más fácilmente por las santas exortaciones del Padre, para la corona de éste
será resplandeciente alaja la gloria conseguida
por el Hijo.
Febrero 8 1909.
^

V íctor A madeo R anüzzi de B ianchi

Obispo de Recanati y Loreto.
¡Hombres verdaderamente de Dios el Director
V el alumno, el Padre y d Hijo! Quiera el cielo
escuchar nuestros votos, y la aureola de los
santos cíñase pronto sobre la frente de los dos
grandes sier\*os de Dios!
E n los tiempos procelosos que corremos, la
glorificación de D. Bosco y de Domingo Savio
me parece una proddencia y bendición para to-

d o s; más especialmente para los jóvenes, de
los cuales el uno es el apóstol incomparable,
y el otro, grato y oportunísimo modelo.

y reciente su memoria y puede más fácilmente
imitársele.
Marzo 8 1909.

Febrero ii 1909,

Fr. R oberto R ousset
Obispo de Bagnorea.

Ijl A n' d r &s R ighetti

Obispo de Carpí.
Ksta flor ha querido Dios que fuera una de las
primicias del jardín salesiano, honrando al
experto jardinero y al jardín mismo, y ofreciendo
al propio tiempo una de las más bellas pruebas
de hecho de la santidad del que fundó, cierta­
mente por impulso divino, la obra que llamamos
salesiana.

Habiendo entrado yo en el Oratorio cinco ó
seis año.s después de la muerte de Domingo Sa­
vio. recuerdo muy bien que el ambiente que se
respiraba estaba aún todo embalsamado del buen
olor de su virtud y santidad. ¡Todos hablába­
mos de el como de un santo!
Febrero 25 1909.
^ V icente T asso

34 Febrero 1909.

Obispo de Aosta.
^

L eónidas M apelli

Obispo de Borgo S. Donnino.

IV.

f)u(cc^ recuerdo^.
La vida del joven Siervo de Dios Domingo
Savio. me recuerda antiguas memorias cuando
cuarenta años atrás me encontraba estudiante
de gimnasio en la Pequeña Casa de la Divina
Providencia.
Por .su proximidad al Oratorio de D. Bosco yo
oía repetir con veneración el nombre de este santo
jovencito y respiraba un ambiente perfumado
por sus virtudes.
¡Cuántas veces he deseado asemejarme á el
al menos de lejosi

He releído después de tantos años el simpá­
tico libro de D. Bosco, Maestro y Padre dd
santo joven, y he quedado penetrado siem­
pre más de admiración y veneración hacia d
angélico jovencito.
Hago votos sinceros á fin de que este lirio pu­
rísimo del jardín salesiano, sea trasplantado á los
altares santos, para difundir su suave fragancia
en el templo del Señor, y del templo á la fa­
milia y á la sociedad presente, que tanta necesi­
dad tiene de sólidas impresiones, y de edificantes
ejemplos, especialmente de la juventud
Marzo 9 1909.
^ F elipe A llegro

Obispo de Albenga.

M.nrzo 8 J909.

V.
^

J uan B autista R essia

Obispo de Mondovi.
Natural de la vecina Diócesi de Susa no me
era d d todo desconocido el nombre de este
querido jovencito: más no hubiera creído en­
contrar en él una alma tan privilegiada, y tan
llena de celestial sabiduría, y tan adelantada
en el camino de la perfección y tan ejerci­
tada cu las más bellas y heroicas virtudes y todo
esto conservando exterior sencillo, risueño, expe­
dito por lio decir ordinario.
Si un día. como lo espero y deseo vivamente,
este angelical jovencito fuera elevado al honor
de los altares, tendremos en él un nuevo mo­
delo y protector que presentar á la juven­
tud estudiosa, especialmente la délos gimnarios;
modelo y protector que les será tanto más sim­
pático á los jóvenes cuanto que está más fresca

El voto de todos.
Venga, venga, y pronto, á los altares, si la
Iglesia lo juzga digno, el jovencito Domingo
Savio: porque un protector semejante, nuevo
para nuestra pobre juventud, hoy tan acechada
desde su primera infancia, en las costumbres y
en la fé. sería á propósito á las excepcionale?
necesidades nuestras.
Derrame el Cielo, por medio del ejemplo y ^
trocinio de su siervo Domingo Sasrio, gloria in­
signe de la educación salesiana, el espíritu de
piedad, de modestia, y de todas las otras ^■ irt^^
des, cuya fragancia emana de su \-ida, y ena­
mora el corazón de nuestros jovencitos y de to­
da condición de personas.
Febrero 11 1909.
B enedicto Card. L orenzeui

Arzobispo de Luco,

No sólo deseo sino espero sinceramente poder
invocar pronto la protección del piadoso jo­
ven, no solamente en las plegarias secretas y
privadas sino aun en públicas y legítimamente
autorizadas. Sé que la lectura de esta bella vida
desde muchos años ha hecho, y hace todavía,
gran bien á muchísimas almas, y no sé si se
podría dejar de pensar que en aquellas páginas
hablan dos santos, que desde el cielo hacen más
eficaz su palabra con la intercesión y con la
gracia.
Febrero 23 1909.
P edro Card. M affi

Arzobispo de Pisa.
En la \dda del Santo joven he visto admira­
ble semejanza con la santidad de S. Juan Berchmans: el mismo deseo de hacerse santo, « volo
fieri sancius
la misma índole mansa, cándida
y amable; el mismo espíritu de santidad emi­
nentemente práctica, común, y ajena á todo lo
que es inaccesible á la humana debilidad. No
parece sino que la Di\nna Providencia, quiere ve­
nir en auxilio de la incauta y seducida juventud
moderna tan vilmente perseguida, poniéndole
ante los ojos ejemplos nobilísimos de compa­
ñeros que viven vida de ángeles en medio de la
corrupción del mundo, y mostrarles así el camino
de la virtud y de la santidad.
Dígnese el amabilísimo Corazón de Jésus,
apresurar el jucio de la Iglesia en honor de este
Siervo suyo.
Febrero 10 1909.
N icolás A ndino

Obispo deMazzara del Vallo.

CRONIQUILLA
AI Cencarso Internacioaal de Esport, que tuvo
lugar en Milán los dias 5, 6, 7 y 8 de septiembre del
año p. p. bajo el alto patronato de S. A. R . el Duque
de Génova y que resultó admirablemente ordenado,
grandioso, imponente, concurrieron, entre cente­
nares de Sociedades italianas y extranjeras, las
siguientes de nuestros Oratorios festivos:
La A rdoT de Catania;
La Cor de Casalmonferrato;
La Fulgor de Espezia;
La Fetí de Faencia;
La Robur de Macerata;
La I'ír/ui de Loreto;
La Vaiá<cco de Turin;

las cuales obtuvieron brillantes resultados y ftieron
festejadisimas al volver á sus respectivos domi­
cilios.
L a Ardor de Catania obtuvo la honrosa califi­
cación de 9,75 décimos, ganó la corona de laurel y
la medalla de oro. fuera del primer premio de dis­
tancia. De regreso á su domicilio se detuvo en
Roma, y en compania de la Fortiiudo de Reggio
y la Pro Zancla de Messina, fué recibida en au­
diencia por el Padre Santo, quien regaló á todos
las gimnastas una medalla de bronce, y á sus tres
estandartes una medalla de vermeil. L a llegada
á Catania fué un acontecimiento. El 12 septiembre
se engalanaron los edificios y multitud de cartelones de diversos colores, llevaban esta inscripción;
¡Viva la Ardor! ¡Viva Milán! ¡Viva Catania! y el
anuncio de la Uegada de los vencedores. A las 18
una imponente multitud aguardaba reimida frente
al Colegio Salesiano, en cuyo patio se organizó
un cortejo con la banda al frente, compuesto de la
Virtus, la Robur y la Excelsior, Representación
de la Federación Democrática Cristiana, la Fe­
deración Católica Obrera, la de Estudiantes Cató­
licos, la de la Universidad, la Federación Monár­
quica Liberal, el Q ub Sport Trinacria. la Sociedad
Pro Patria y gran número de personas de toda edad
y condición. A l llegar el tren que traíalos gimnas­
tas los aplau.cos y los vivas se sneedieron con
imponencia mientras se reorganizaba el cortejo.
Asi recorrieron varias plazas, calles y paseos,
hasta llegar al Oratorio de S. Felipe, donde habla­
ron los oradores, entre los cuales el fimdador
de la Sociedad, el profesor Mondello, el abogado
Oreste y el Pbro. Di Stefano y algunos estudiantes.

*

* *

La joven Sociedad Cor de Casalmonferrato, á
pesar de su corta existencia hizo valer convenien­
temente su nombre [Corazón), ganando corona de
laurel, medalla de oro, seis medallas de plata y
una de bronce en desafíos individuales.

Igual éxito, es dedr corona de laurel, medalla de
oro y varias indi\’iduales de plata obtuvo la Fulgor
de Spezia.

Entusiasta por demás fué la recepción que se
dispensó á la Fert en Faencia. L a Fert fué procla­
mada en Milán segunda, entre las ciento y cinco
que tomaron parte en el Concureo, y hubiera sido
la primera, ce h a b a ^ presentado á los ejercidos
de tiro al blanco. Como premios colectivos tuvo el
primero en el lanzamiento del disco, dos coronas
de laurel, la gran medalla de oro del Ministerio de
Guerra, el segundo premio en la carrera á pié y
varios premios individuales.

* *
Digna de mendón fué también la recepdón de
la Robur en Macerata. En el salón verde del teatro
Lauro Rossi, fué saludada por el Alcalde de la du-

(laíl, Sr. Abogado I^erruccio y por la diputación
del Ayuiitaiiiiento, por el Regio I’rovisor de los
lístudios, por gran número de oficiales de la guar­
nición de la plaza, por las representaciones de los
estudiantes y por selectas personas de la Aristo­
cracia. Se les obsequió con im lunch de honor y el
Presidente de la Sociedad habló en nombre de sus
compañeros, agradeciendo las manifestaciones de
que eran objeto. En seguida el Prof. Ricci del Real
Instituto de la ciudad dió también las gracias al
Alcalde y felicitó á los gimnastas. Como premios
traían dos ricas coronas de laurel, una calificación
de 9,83 décimos, dos medallas de oro y la decla­
ración de haber sido la primera de la categoría de
A llievi. Fuera de esto traían una medalla de plata
y la medana de oro de la Diputación Provincial
de Jvombardia. La pequeña banda de música de la
mi.sma Sociedad, fue también declarada la primera,
y se le adjudicó la primera medalla de oro. E l M®
Liviabclla, que le compuso la marcha de la Sociedad
hallóse presente y se le tributó una ovación por el
Jurado que a<lemús le pidió una reducción de la
Míucha para banda completa.

■Y
* *
También la Virtus de Loreto tuvo á su re­
greso una acogida regia.
Salieron á su encuentro <á la estación un
núcleo de señoras y señoritas, en representación
del Comité del Patronato, el Instituto Salesiano
y numeroso público. Las niñas de las Escuelas obseciuiaron á los valientes gimnastas con sendos
ramilletes de flores. E l cortejo siguió por el paseo
20 de Septiembre, hasta el palacio de Mons. Marcy,
el generoso Protector de la Viríits, quien ofreció
ú los gimnastas un espléndido refresco.

pronunció un elocuente discurso, explicando el fin
moral y cristiano de la educación física.
— E l 27 se presentaron en un Concum, lo­
grando el primer premio y siendo después recibidos
por la Santidad de Pío X , en compañía de sus Su­
periores y de sus bienhechoras y bienhechores. El
Papa les felicitó y deseó nuevos y mayores triunfos,
y agregó:
Yo amo la gimnasia y amo á los gimnastas; pero
deseo que sean buenos. Sabiendo que son btienos y
temerosos de Dios, son doblemente caros á mi cora­
zón. Continuad frecuentando el Oratorio festivo,
corresponded á los desvelos de vuestros superiores y
poned en práctica sus enseñanzas. Haciéndolo as»
no podréis menos de manteneros ó llegar á ser sóli­
damente buenos y felices, como ardientemente lo deseo.
Cuando volvieron á su domicilio, se les acogió
con grandes aplausos por el pueblo.

* *
— L a Valdocco de Turín, celebró también la
Bendición de la Bandera. Como buenos cristianos,
los jóvenes comenzaron por oír la santa Misa y
recibir el Pan de los Angeles. Bendijo la Bandera
el Presidente Honorario de la Sociedad, Revmo. Sr.
D. Felipe Rinaldi, y la apadrinaron el Sr. Abogado
Airaldi y la señorita Quaranta. A la hermosa fun­
ción de la tarde tomaron parte el Revmo. Sr. Don
Rúa, el Ihno. Sr. Marenco y representaciones de la
F. A. S. C. I. y otras sociedades católicas.

***
— Al terminar el año festejó el X X V aniversario
de la fundación la banda del Oratorio festivo de
Valdocco, con gran solemnidad.

*
* *
L a más reciente de todivs. la Valdocco de Turín,
obtuvo la corona de encina, la medalla vermeil. la
grande medalla de plata y numerosos premios in­
dividuales. Festejará sus triunfas con la inaugu­
ración de mía nueva y amplia palestra.

I^a Cynthianum. de Geuzano-Roma, bendijo solenmemente su bandera el i i de setiembre p. p..
E n el frente del patio del Instituto Salesiano lucia
un estrado, adornado con el retrato del Ven. Bosco.
En él tomó asiento el Emmo. Cardenal Agliardi,
teniendo á su lado eminentes ciudadanos, como
el Alcalde de la villa y el Presidente y la Junta di­
rectiva de lu l'ederución <le Asociaciones Sport
Católicas Italianas (F.A.S.C.L). El Estandarte
es azul y fué bendecido por S. Emcia.. In­
mediatamente. diez giuuuvstas con su bello uni­
forme y cinta tricolor se presentaron á la Presi­
dencia y le agradecieron al Emmo. su bondad para
con ellos, y á la Ma*,lriua su generosidad, pues á
ella le delien la bandera: en señal de gratitud, le
regalaron un hermoso ramillete y un pergamim>
recordatorio. Fhitonces el Rev. Sr. Gianferrari

— E n Racconigi obtuvo medalla de plata y co­
rona de laurel la Leo de Cliicri.

— En Campiñas (Estado de S. Paulo-Brasil) se
ha inaugurado un Oratorio festivo que promete
florecer muclio. S. Sría. lim a. elSr. ObisiX) dioce­
sano bendijo los locales y pronmició mi elocuente
discurso sobre la necesidad de los Oratorios.

Para evifar cualquier irjcorjvenicnfc,
rogamos á nue^tro^ ícdorc^
^írvaq dirigir la correspondencia rclaíiva á la Pia Unióq de Cooperado­
res y al BoleHrj, ó ál Rmo. 3^^^^
Pbro. D. ^^igucl Rúa, ó á la Direccióq del Polctiq 33tepian‘^» Cal'c Coílolengo, 32, Turiq.

pe?

D E J V J U E S T IB A S M I5 IO J \ÍE 5
tíiozamblque
< í^(s

gún parece, confía la Divina Providencia al
apostolado Salesiano.
Sólo faltan los operarios......

Nueva Misión.
®

ecuador

NTRESACAMOS esta importante noticia de

una Carta del Revmo. P. Inspector de las
Casas salesianas de Purtv^al, D. Pedro Cogliolo,
fechada en Mozambique el 21 de Septiembre
de 1909.
<Después de haber permanecido casi tres se­
manas en Mozambique, partiré mañana para
Capelown. Aunque aquí el calor es intenso y
continuo, los hermanos están bien y trabajan
con ardor.
¡Si V. R. viera el campo inmenso que la Pro\’idencia nos ofrece en estos lugares! O mi
criterio yerra de plano, ó esta casa de Mo­
zambique será el centro y punto de partida
para las misiones salesianas en el interior, toda\*ía virgen y sumamente poblado.
Hace algunos días me interné un poco, en el
Continente para ver el lugar designado para
nuestra nueva Granja Agrícola y Misión. Me
acompagnó Mons. Vicario General y nos escol­
taron varios Negros, para defendemos más de
las fieras que de los hombres.
A corta distancia del sitio elegido, se levanta
im pequeño fuerte, residencia del una Coman­
dancia militar que tiene á raya á la tribu de los
Macúas, que antes de la derrota que les causó
el célebre Gral. Monsinho de Albuquerque, eran
audaces y terribles.
Para la Granja y la Misión el Gobierno fa­
cilitará un vastísimo terreno y todo lo nece­
saria
Por ahora solamente será una sucursal de
Mozambique é irán im sacerdote, un coadjutor
y varios jóvenes de buena voluntad, todos sufidenteraente conocedores de la lengua. Las
insistencias repetidas v urgentes de las autori­
dades, tanto Civil como Eclesiástica, no consentian diferir más el comienzo de esta obra..>
Dejamos para otra ocasión las noticias de­
talladas de la nueva región virgen, á cuyas puer­
tas llegan á fijar sus tiendas los hijos de D.
Bosco. Es un nuevo campo inmenso que, se-

Dos excursiones á los Jíbaros. ■
[Relación del P . Allioni).
Gualaquiza, 9 Julio 1909.

Revmo. Sr. D. Miguel Rúa:

§

ATlSFACiENDO los de eos de mi Superior el

P. Santinelli he realizado una excursión por
las poblaciones cristianas del alto valle del Bomboiza, para darles á todos facilidad de cumplir
con el precepto pascual, y lo verifiqué á los prin­
cipios dé Junio entre él Domingo de la Sina.
Trinidad y el Jueves de Corpus. Ayer volví de
otra excursión por las tierras de los Shuáras,
habiendo avanzado hasta los márgenes del Chuckumbleza y visitado todas las Jibarías distri­
buidas entre los Ríos Bomboiza. el ChuchumMeza y el Zamora. Conociendo el interés con
que V. R. mira esta misión, voy á escribirle lo
más importante de mis correrías.
I.
C am in os p esa d o s — E n la H acien d a S a m an iego — In teresan tes ruinas.
E l 6 de Junio, víspera de la Sma. Trinidad
emprendí el camino de i t a c a t e en compañía de
un valiente joven. Los días anteriores había llo­
vido bastante, y ese mismo día amagaban los
temporales; puede V. R. figurarse en qué estado
se hallaría el paso del Cután. y a tan espantoso
en tiempo de sequía. Habían caído muchos ár­
boles. las lianas obstruían el camino, y el fango,
consistente entre las raíces de los árbole.s. lle­
gaba al vientre de las caballeria.s. Varias veces
rae vino la tentación de retroceder, y lo hubiera
hecho si no hubiese sido por el pensamiento de
que quién sabe cuándo se presentaría df nuevo
* «



1 4



la ocasión de realizar esa visita. Después de dos
los ríos, con muros de circunvalación, que
horas de continuo bregar, estábamos en Por­ ocupan un perímetro de dos kilómetros y medio,
tón. mientras ordinariamente se hace ese ca­
que se enlazan con otros muros naturales for­
mino en una hora.
mados por las escarpas, hábilmente aprovecha­
Aquí el camino siguió relativamente bien. La
das, de los ríos; con la gran plaza donde segulluvia nos sorprendió mientras e.5tábamos en ■ ramente se levantaba el templo del Sol, según la
Sococtia y nos guió hasta la tarde, insistente,
costumbre incaica. Las calles eran rectas, de
mole.sta, haciendo difíciles y peligrosas las su­
más de cuatro metros de anchas, las casas colo­
bidas y bajadas. Es un camino infestado de cadas simétricamente, dan á conocer que esa
serpientes, y la compañía de peones que limpia
ciudad (probablemente la famosa Logroño)
el camino encuentra una ó más cada día. Uno
era una plaza fuerte, colocada en la entrada del
fué hace poco mordido por un makanci: lo transvalle para defenderlo de los asaltos de los
I)ortaron en brazos hasta nuestra Casa-misión
Jíbaros.
de Oualaquiza, donde fué curado y puesto fuera
En medio de las ruinas se encuentran mu­
de peligro en tres días. (i). También nosotros chas armas del tiempo de los Incas, como ha­
encontramos no pocas: mi muía estaba para
chas de piedra y segures de cobre como tam­
pi>^ar una, cuando lo advertí y pude refrenarla.
bién piedras de moler maíz, las cuales se usan
l ‘d \’eide reptil, se desenvolvió tranquilamente
todavía en las haciendas; pero nada se encuen­
y huyó á esconderseen la hojarasca: medía más tra del tiempo de los Españoles, lo que demues­
de tres metros de largo.
tra que la ciudad fué destruida antes de la
Al atardecer llegamos á la hacienda de D.
Conquista ó tal vez por los mismos Españoles
Alberto Satnaniego, en donde, según antigua
durante la misma. No pude disponer sino de
costumbre, hay siempre preparado un aposento
muy breve tiempo para observar esos restos;
para los Misioneros. D. David, padre de D.
pero estoy resuelto á dedicarles, apenas pueda,
Alberto, había dispuesto y a todo para edificar siquiera un día entero, y á levantar su planta.
una linda capilla, pero la muerte le atajó en tan
Ciertamente que el trabajo de reconocimiento
hermoso.s planes, y el material acumulado por lo dificulta una vegetación al menos tres ^’eces
el padre tan sólo espera la ocasión en que el secidar, en donde hay árboles colosales cuyo
hijo halle proporción para realizar la obra.
tronco llega á tener metro y medio de diámetro,
I'altaba D. Alberto esa tarde, y nos hizo lo.! y lianas y bejucos y trepadoras que han cu­
honores su mayordomo, antiguo y buen amigo bierto lo que no han podido destruir. El ce­
de los Misioneros. En el puesto de honor se mento ó argamasa con que trabaron los bloques
halla el cuadro de María Auxiliadora, que es la de las murallas hacia el Noroeste, era tan resis­
Protectora de la hacienda; allí hay también un tente. que apenas pocas lianas crecen de ese
altar. A la hora conveniente nos reunimos todos lado.
al ])ie del altar y rezamos el Rosario y las OraTambién encontré restos de poblaciones á
cione.í de la noche.
orillas de Cuchipamba, y se me dijo que en la
Pensaba madrugar para ir hasta la capilla
cresta de la montaña se hallan escombros de una
])ública de Rosario y celebrar allí la santa Misa;
gran ciudad bastante conservados. Sobre las
pero la lluvia caía más abundante que nunca.
crestas del Leonurco también se encuentran
Entonces convocamos á són de cuerno, que hace en una extensión de leguas y legiias, pero no son
de trompeta y de canqíana, á todos los habi­ de ciudades incaicas, sino de los Quichuas, y se
tantes de la montaña. A iwsar de la lluvia se conocen porque las murallas estaban adheridas no
reunieron todos los que podían hacerlo; confesé,
con cemento sino con fango; por eso hoy apenas
dije Misa, prediqué y les di la Santa Conum ón,
se \-en los fundamentos. Los nombres mismos
Estas montanas, hoy despobladas casi por
de los ríos, de las montañas, de las aldeas, de
completo, fueron un tiempo densas poblaciones.
las plantas, son quichuas y casi nada se resiente
.Antes de la invasión espíuiola, los indios Camins
en estos lugares de la influencia española. ¡Cuán­
y Qukhms y más tarde los /nrus habían edi­ to material para el estudio de la primitiva raza
ficado lindas ciudades, rodeadas de murallas,
que habitó estos valles y que no desapareció en
cuyas ruinas se ven hoy dispersas en medio do ellos hasta bien entrada la conquista, cuando
los lKv>qvies. Y o vi ruinas de una ciudad en la
en la altiplanicie modificaron mucho su tipo los
conlluencia del 5 . José, con el RenuiU. y
que
Incas primero, y los Españoles despuésl
dan todavía idea de las ciudades, sitas en po­
Perdóneme la digresión, que cuando menos
sición estratégica, con puentes de piedra sobre
sirve para indicar el último pxmto avanzado de
las primitivas poblaciones de la altiplanicie.
Es cierto que existen otros vestigios de p<>bla(O E.^ I.n m;\s veaenosrt de las wrj'lentes, no curad.a á
ltcniiH>, su mordwlura es siempre mortal.
ciones, ó mejor dicho, de Colonias, en las Uanu-

— 1$ —
ras del Paute, del Santiago, del Pastaza; pero
éstas yo. pertenecen á la época española, y no
desaparecieron sino cuando la raza Jíbara se
levantó en masa contra los españoles que que­
rían reducirlos como lo habían hecho con las
tribus de la altiplanicie. Y es bien probable que
á este tiempo deba referirse la destrucción de la
ciudad que se alzaba entre los Ríos Remate y
S. José, en que debieron de ser pasados á cuchillo
la mayor parte de los habitantes, mientras los
super\’i\ríentes, según una tradición que se conseiva entre los Quichuas, y los Jibaros, repasa­
ron el Matanga. Hago observar también que
está históricamente admitido que entonces
tuvo lugar la fundación de Jima en la altipla­
nicie junto á los manantiales del Samar, por los
indios que habitaban las orillas del Cuyes, los
o ^ e s llevaron consigo un cuadro de la Virgen
del Rosario muy venerado.
En R osario y en C uch ip am b a — F lo r a
m aravillo sa — L a piedad de una fa ­
milia.
Volviendo á mi excursión, aquel mismo día.
habiendo amainado algún tanto la lluvia, pro­
seguí mi camino y llegué á la capilla del Rosario
junto á la casa de D. Jesús Britón, buen coope­
rador salesiano. Habíase y a corrido la voz de mi
llegada, y por lo mismo toda la gente se reunió
en aquella capilla, fabricada toda de perfumado
cedro {Cedrela oiorata). Había más de 40 personas.
Rezamos el Rosario y me senté á confesar hasta
bien entrada la noche, para continuar el día
seguiente hasta las nueve. Luego dije misa, pre­
diqué les distribuí la sagrada Comunión y por
último bendije sus casas y sus plantaciones de
fhijaloquilia, de yuca, caña de azúcar, bananos.
Aquella buena gente, había pasado la noche en
el estrecho pórtico de la iglesia y en el solar de la
casa del Señor Britón, desafiando la intemperie,
para poder cumplir con sus deberes reli­
giosos.
De ahí partí para Cuchipamba. distante una.'
tres horas á caballo, al otro lado del Remate.
Cuchipamba, más bien que una montaña,
parece una escalera que sube poco á poco
hasta las cumbres del Chucurrilio. E n este
viaje fué cuando atravesé las ruinas, pero el
mal tiempo no me permitió detenerme. Apenas
«itré en Cuchipamba, me dirigí á la casa del
Sr. Quintanilla. y allí encontré á D. Cario
Occhea, á quien había conocido en Gualaquiza
y ahora me trató con una cortesía imponderable.
H1 principal trabajo de estas grandes hacienda'
la fabricación de ^uardiente con la caña de
azúcar. Cada nna tiene constantemente unos 20
tiabajadores. los cuales se cambian trimestral­

mente con otros venidos de la altiplanicie, por­
que el trabajo es pesado y el clima enervante.
Admirable es la flora de estas regiones. La
temperatura es igual á la de Gualaquiza, pero
la tierra mucho más fértil y mayor la variedad
de las plantas. Entre otros productos notables,
figuran las naranjas, las más gordas qvie
en mi vida he visto; son mejores y más
hermosas que las de Oiraqao y Jamaica. Iguales
las hay solamente en Colombia. Y sin embargo
aquí como en Colombia, nadie se cura de ellas.
I.,os pésimos caminos impiden que se raque
partido de estas riquezas.
Si me fuera lícito exponer un deseo y un plan,
diría que el camino para venir á Gualaquiza no
es el actual de Granadilla sino más bien el que
tenían los Incas por la cadena del Chucurrilio
y que, arrancando del propio banco de Ma­
tanga, \ríene á caer precisamente al punto
de confluencia del Cuyes con el Cuchipamba;
evitando mil \-ueltas y re\meltas, subidas y
bajadas, ofrece también la ventaja de po­
derse conser%^ar mejor. Sería menester vm solo
puente en la Jibaría de Thuisha, y en dos días
se bajaría á Gualaquiza, tanto desde Jiraa,
como de Sigsig. Este proyecto no es mío, pero es
Salesiano. pues fué presentado por el hermano
[acinto Pancheri antes de la revolución del '95.
En Cuchipamba es notable la cantidad de
heléchos gigantescos. Precisamente para lle­
gar á la posesión del Sr. Quintanilla se pasa por
una alameda de ellos, de un efecto prodigio o.
Detúveme dos días, dando á los habitantes
todas las facilidades para satisfacer los de. eos
de su piedad. Casi un año hacía que ningún
sacerdote pasaba por allí, porque no se había
podido. La población no pasa de 70 per onas,
debido al rigor del clima. El primer día celebré
en casa del Sr.Q uintanillayel segundeen la del
Sr. Vega, donde D. Alberto nos trató con la más
exquisita amabilidad. En Cuchipamba encon­
tré varios antiguos conocedores de la selva —
cascarilleros, — ó sea recogedores de la corteza
de la quina, los aiales acababan de recorrer las
selvas y llanuras hasta el Río Pastaza y mo­
ran con los Jíbaros. Ellos me dieron preciosos
datos sobre la vida, costumbres, historias de
estos salvajes que, se quiera ó no, son todavía
hoy un pueblo misterioso. Aquí \rí por primera
vez y se me regalaron hachas de piedra, em­
pleadas en tiempo de los salvajes; raras hoy aun
entre los mismos salvajes, pues ello? compran las
hachas que usan los cristianos. Estos colonos
y sus peones son gente excelente, y nada me
rogaban tanto, como que me quedara con ellos.
Mas no siendo posible, les prometí que vendría el
mes entrante, y . Dios mediante, cumpliré su
deseo v el mío. Era la \úgüia del Corpus y ha-

i

J

— i6 —
bía prometido á D. Belisario Avila que me
liallaría en su hacienda para celebrar la fiesta
y festejar á María Auxiliadora en la c?pilla que
él ha edificado en su honor. El tiempo era mejor
y pude cumplir mi palabra, atravesando las
ruinas de la ciudad antigua y los plantíos de caña
y pajatoquilla, hasta salir á la casa de D. Be­
lisario.
La hacienda del Sr. Avila está á 1800 metros
de elevación: desde ella, como de un mirador
excelso, se de. cubren perfectamente las tres ca­
denas de montañas que cierran el valle y es fa­
cilísimo formarse una idea de la clara topogra­
fía del país. La capilla tiene la forma de una cruz
latina: se ve de lejos; también es de cedro y
cuando esté acabada competirá en belleza con
nuestra iglesia de Gualaquiza. D. Belisario,
hombre práctico y robusto de alma y cuerpo
á pesar de sus 60, me contó porqué había em­
prendido levantar la capilla á María Auxiliadóra. « Todo se lo debo á María Auxiliadora,
dice. Hace 15 años cuando los salesianos vinie­
ron aquí por la primera vez, yo no poseía sino
una chocita en el extremo del valle y lloraba
de pena por no poder ofrecer hospitalidad con­
veniente á los misioneros. Pero ellos me traje­
ron una imagen de la Virgen de D. Bosco; me
encomendé á Ella, y la segunda vez que vinie­
ron los Misioneros pude ofrecerles mejor hospi­
talidad sin tener que acudir á los vednos. La
Sma. Virgen continuó ayudándome; pude com­
prarle ni Gobierno un terreno de 200 hectáreas
por 1000 sucres; he fabricado mi casa, ro­
turado el terreno y erigido la capilla. He gastado
ya 500 sucres y estoy dispuesto á gastar otros
tantos y mi casa será siempre la casa de los
Misioneros de D. Bosco ».
D. Belisario es teniente del Gobierno en
Aguacate; hizo educar á sus hijos por noso­
tros y más de una vez nos ha prestado eficaz
apoyo en la Misión.
El altar de la capilla estaba adornado con
ramos de Begonia flagrans, cuya florccencia
alcanza 70 y á veces 80 centímetros de diáme­
tro; los manteles, los recamos, los cuadros, todo
atestiguaba la piedad de aquella familia y su de­
voción á la Virgen de D. Bosco.
Así pues, al Jueves de Corpus se hallaban allí
reunidos todos los habitantes de la hacienda y
muchos otros venidos de Rosario. San José y
Cuchipamba. Confesé hasta las 9 V»*
Misa,
prediqué y di la santa Comunión, admirando
siempre las buenas di posiciones de esta pia­
dosa gente.
Hubiera querido pasar el viernes en S. José,
pero los que de e>a población habían venido, me
disuadieron diciéndome que no era oportuna
esa ida: estaban de jarana.... Xaturaimente
atendí la observación y en lugar de bajar á S.

José, me dirigí á Sada-Vaicu, y a en la confluencia
del Rosario y el Remate, para hospedarme en la
hacienda de D. Camilo Samaniego, otro exce­
lente cooperador Salesiano. A. S. José iré muy
pronto.
Al igual que en los anteriores sitios, tam­
bién aquí encontré gente muy devota de María
Auxiliadora: también aquí ejercí mi ministerio
y bendije casas y campos. Así estaba terminada
mi excursión y favoreciéndome el tiempo, en
un día de caballo pude volver á Gualaquiza.

II.
T e m o re s p a ra una id a á Chuchum bleza —
— In vitació n de N a ran za — A orillas
del B o m b o iza.
L a gira descrita ordinariamente es fácü, por­
que se hace entre gente y sitios conocidos y se
puede ir de una parte á otra á caballo; pero la se­
gunda á que me preparaba, ofrecía serias difi­
cultades. A Chuchumbleza había ido Mons.
Costaraagna en 1902 y había podido hacerlo á
caballo; más tarde fueron otros para comenzar la
residencia, pero desgraciadamente perdieron
la canoa, los instrumentos, los vestidos y á du­
ras penas pudieron regresar á Gualaquiza. El
último sacerdote que estuvo allá, fué el P. Ca­
dena, cuando hace tres años fué á confesar al
viejo capitán Ungucha. E l vie]o murió poco tiem­
po después y los Indios dijeron que el P. lo ha­
bía envenenado por instigación del partido de
Ramón Huá y porque Ungucha había sido
uno de los asesinos de la familia Vega en la ha­
cienda que ésta poseía en Cuchipamba. Además, hasta los rastros del hermoso camino de
herradura habían desaparecido y por añadidura
nos hallábamos toda>da en la época de las
lluvias: de modo que á más de las lluvias bahía
fangales profundos y ríos impetuosos que vadear.
Por causa de la avenida del Bomboiza, (i) que
ni siquiera los salvajes osaban pasar, tuvimos
que esperar una semana; pero el domingo 4 de
julio llegaron á la Misión el Capitán Juan
Kayapa y su yerno Domingo Tuyasa y me avi­
saron que el viejo capitán Naranza los había
invitado á una fiesta á la cual me quería te­
ner también á mí, y que esperaba le diera un
remedio para su enfermedad. Decidí ir y de ahí
á Chuchumbleza.
Partí pues, el 5 en compañía de un bizarro
joven de Gualaquiza. llamado Juan Loyola y
de su hijo, que iban allá para sus negocios.
Ibamos cada cual con su respectivo fardo, en el
(t) El Bomhoisa y el Paute forman el Santiago, el cual
de$«mboca en el Marañón ó Amazonas.



mió el altar portátil y los regalos indispensa­
bles para los indios. E l tiempo prometía ser
bueno y lo fué.
Dejando á nuestra espalda las tierras culti­
vadas y el terreno desmontado, entramos en la
selva que nos separaba del Bomboiza, donde las
dificultades del camino son tantas que ni tiem­
po dejan para mirar por dó se va y á lo mejor
se desorienta uno, pues los puercos salvajes han
abierto mil senderos, y así es que ó tienes brú­
jula, ó necesitas el sentido de la dirección, como
los salvajes.
A la orilla derecha del Bomboiza se encuen­
tra la casa de Tendeza, hijo de Naranza. Allí
encontramos al joven MáA;¿mo Katipi, quien nos
acompañó y guió al través de los cañaverales y
las selvas pobladas de bambú. Su compañía fué
una bendición para nosotros.
Allí se divide el rio en dos brazos, formando
una isla: d primero tiene 40 metros de ancho
y pudimos esguazarlo diagonalmente, con el agua
á la cintura; el segundo es mucho mayor, y sus
aguas cenagosas y profundas nos impusieron
miedo. Esperábamos que, según la promesa,
estaría esperándonos Pinchu, otro hijo de Naranza; pero no había nadie. Katipi pasó al otro
lado, fué á casa de Naranza y después de dos
horas regresó con Pinchu, en cuya canoa pasa­
mos el río. A las 3 de la tarde estábamos en la
casa del Capitán.

1 7



abatido por los años, el viejo esperaba á sus hijoy familia para un festín. Por la noche su hijo
Chumbira. de i6 años, mataría el puerco más
grande de la piara y esa misma noche lo cocina­
rían. Sentados en la peáka á lo largo de la pali­
zada que sir\*e de pared, estaban los invitados;
á mi llegaba suspendieron la conversación, pero
la reanudaron apenas me senté en la peaka
del riejo y severo capitán.
Naranza me dijo que hacía tiempo rae espe­
raba, que su salud era mala, que las piernas no
le ser\-ían ya. que la garganta se le había infla®ado, que no sabía usar las medicinas que le
mandara el P. Joaquín (Spinelli). No pudiendo
detenerme sino hasta la mañana siguiente,
híceme traer las medicinas, las preparé, y le en­
señé el modo exacto de la cura. ¿Curará? Quizá

experimente algún alivio momentáneo; pero
curar es imposible. 120 años pesan demasiado
sobre un hombre; y ese viejo jíbaro, á pesar del
bautismo, á pesar de todas nuestras enseñanzas,
á pesar de todos los pesares, es bien posible que
muera mandando á sus hijos realizar alguna
venganza más.
¡Pobres Jíbaros! Su vida es una vida pura­
mente material; su único fin es comer, beber
y vengarse. Todos los que me rodeaban, eran
culpados de asesinios. Pinchu (buitre) ha muer­
to tres de Méndez; Tendeza, su hermano, dos
de Junganza, en las cercanías de la Misión;
Tuyasa mató al brujo (sacerdote y adivino) de
la familia de Ramón, en su misma casa. Chuncho
se había refugiado allí, después de haber muerto
á un primo suyo, Sandu de Pachicosa, j’^'sobre su
conciencia de 70 añqs tiene también dos shanzhas
y otros tres homicidios. Estaba yo en una ma­
driguera de asesinos.
Por la noche los hice rezar y les hablé de la
necesidad de dejar para siempre esa sed de
venganza que los abrasa. Me escucharon con
religioso silencio; pero cuando tuve terminado
emprendieron nuevamente su conversación para
concertar los medios de vengar los muertos de
Junganza (diciembre 1908), que eran parientes
de Juan Chiriapa.
Esa noche no fué posible cerrar ojo; los espí­
ritus de los invitados, excitados con las abun­
dantes libaciones de vino y nihanuinci 110 para­
ron un momento y el diapasón tocó la nota
más aguda cuando, poco después de la media
noche, Chumbira y Chuncho estrangularon el
puerco, junto de la puerta de las mujeres (i).
Descuartizarlo y poner una porción á a.sar en una
especie de parrilla de madera y la otraá cocer en
grandes ollas de barro crudo, fué cuestión de
menos de media hora. Y o permanecí en mi y a ­
cija hasta cerca de Jas 4 de la mañana, pensando
siempre si podría celebrar en ese lugar. Me re­
comendé á Kayapa, el más serio de todos, y me
prometió que ninguno osaría hacer ruido du­
rante la celebración del Santo Sacrificio; y en
efecto, hizo salir á los más enredones y él mismo
dió el ejemplo, si no de devoción, sí de seriedad
y respeto. Así, calmados los ánimos, la Hostia
Santa bajó sobre el ara colocada en un telar
para bendecir también á esos infelicísimos hijos
de la floresta.
A l primer rayar el alba-partí. Demasiado me
repugnaba asistir al festín, que seguramente
terminaría corí una mona general.

(i Es un cañizo tres palmas de altura que usan para
€*ma. Xo tiene más de un metro de lai^o. Al mismo
n<^el del cañizo hay un madero horizontal sobre el cual
w sus¡)enden los pies; e! fu^o está encendido debajo.

(i) Toda choza jibara tiene do« puerta.s: una para los
hombres. I.\ otra exclusivamente reservada á las mujeres:
si un hombre se acercara á esta, inmediatamente se le
gritaría: ¡A hi no, qut es la puerta de las mujeres!

El Capitán de 120 años — U na m ad rigu era
de asesin o s — ¿Se p odrá d ecir M isa?
Sentado en un escaño de madera junto á la

Peaki, (i) en el centro de la habitación, triste y

1

— i8 —

huésped responde solamente'^ Wiñita! i Vén!
y al misionero que le alarga la mano, se la estre­
cha con seriedad, cosa que 110 hacen ente sí!
Probé la nihatnanchi (chicha), y acto seguido, me
El camino que lleva á Tres Cruces por una cres­ hizo traer carne, yuca y bananos, cosas que le
agradecí y acepté de corazón. Le hice algunos reta es difícil solamente por estar en medio de
una selva completamente virgen. Superada la galitos, le prometí volver, y nos dirigimos á casa
de Chuindia. Todos estos indios suelen tener gran­
cresta y ya en llano, hallamos el fango profundo
y pegajoso en todas partes y tuvimos que pasar des manadas de cerdos, que durante el día va­
el Río Cungnhi (serpiente) á lo menos doce gan por la floresta; ahora, si y a el camino es
veces, cuyas orillas están cubiertas de gigan- hórrido de suyo, imagine quien pueda cual será
tc.scos bambús (jue con sus raíces dificultan el cerca de las casas, debido á los animales.
Tras buenos sufrimientos llegamos á casa
paso y lo hacen peligroso.
A medio día habíamos ganado la segunda Chuindia. También es familia numerosa, y como
cresta y estábamos en frente del valle de Chu- habían sido prevenidos de nuestra visita, halla­
mos la casa llena y la cena aderezada, es de­
clminbleza y I’ochicosa, todavía más cálido, fértil
y hermoso que el del Bomboiza. Dicho valle se cir, estendida en la tierra, en medio de la choza
distingue por su enorme abundancia de cacao y sin condimento alguno. Cenado que hubimos,
silvestre: de una palma gigantesca del genero toda aquella gente me circunda, comprendidas
EiUerpe, que los indígenas llaman achu, defruto también las mujeres, deseosos de recibir noti­
cias; y emprendimos una larga conversación
pulposo, dcl tamaño de una pera, tiene el gusto
de su congénere la chonta; (i) y del árbol de la en que jugó gran parte la mímica, y nos con­
cera {Copernicia cerífera) que cubre las orillas tamos muchas cosas. Querían preguntarme mu­
chas nuevas, querían saber cuáles eran las
de varios ríos.
intenciones de los otros Jíbaros, pues los infe­
En el tope de la colina hay tres casas jíbaras;
bien distanciadas entre sí: la de Unghuclia, la de lices viven en continua zozobra, y de eaban
Chupi y la del Capitán Auaki. Las dos primeras también admirar y hablar de los regalos que
estaban vacías: de sus habitantes unos habían les había yo llevado. Aunque también culpables
de homicidio, son dóciles á las instrucciones y de
ido á la recolección dcl cacao; los otros á la pesca
buen corazón. Después los hice rezar y les hablé
con harbasco en el río Chuchumbleza.
En la tercera hallamos el capitán hablando de la vida futura, escuchándome ellos con gran
con Chupi y Santiago Wisuma. Pocos días antes atención. Cansado me tendí finalmente en mi
se había herido un pié con el hacha, trabajando peaka y me dormi con los pies sobre el
fuego.
en la selva.
Por la mañana celebré, mientras las cuarenta
Auaki es un hombre que no representa 23
años, de aspecto atractivo, lampiño, pero en sus personas que habitan aquella casa rezaban hrs
ojos negros y profundos revela una energía no oraciones, dirigidas ix>r mi buen compañero de
viaje. Enseguida bauticé solemnemente dos ni­
común. vSu jiadre fué muerto ]>or la familia
Ramón en los alrededores de Gualaquiza. mas ños. También estaba presente Joaquín Huspa.
de la casa de Sanimba. que está más allá, de la
él no lo ha vengado ni piensa vengarlo.
Tiene una familia numerosa y su nombre es otra banda del Chuchumbleza, y adonde me
respetado y atendido su consejo. Chupi her­ trasladé ese mismo día. tranquilizado por las
mano suyo, tiene ya tres asesinatos sobre svi con­ buenas disposiciones de Hu.-pa. porque me
ciencia. Il’isrmw es el mayor enemigo que tiene constaba que allá se había celebrado pocos años
la familia de Naranza: su hermano fué asesi­ hacía, la última shanzha, siendo los héroes de la
nado por ellos, y él ha tomado su nombre y lo fiesta el propio Huspa. y Sanimba, habiendo
oficiado el brujo Kayuka, de la casa de Sandu.
ha vengado atrozmente y cree haber cumplido
Este
brujo es el único que se niega resuelta­
con su deber!
mente á rezar, rara vez viene á Gualaquiza y
Se me recibió muy bien. En las c a s^ Jibaras
fué quien aconsejó el asesinato cometido en
ninguno sale al encuentro del forastero. A la
Junganza el p. p. diciembre. No estaba pre­
izquierda del que éntra está la peaka del
sente y yo catequizó la familia, bauticé cinco
dueño de ca^a. el cual, sentado sobre el Kúíitugkd (escaño de madera), al saludo del chiquillos y me convencí de la necesidad de
establecer ahí un centro de misión para cate­
(1) E.«v>ecií de
cuya cortC7a tiene las propie­ quizar V bautizar á los adulto? que lo de_ean y
dades del ébano.
diferencia de los demAs Arboles tro­ no pueden quedarse en Gualaquiza.

H acia C h u ch u m b leza — £1 cap itán A uaki
— U na tarde en c a s a de C huindia —
E n c a s a de S anim ba.

picales. la chonta d.t fruto una vcí al ail-': de .aquí las
frases jibaras: tn:ifk>^s
m nc'i.ss ¿tiuas. p».'r mu­
chos artos, nnjclu'S meses.



Objeto de la

excu rsió n —

D e vu e lta —

Juan C hiriapa — O r e m o s !
El objetivo de la misión estaba obtenido, pues
era conocer de cerca las intenciones de los sal­
vajes para con los misioneros, estudiar la po­
sibilidad de im buen camino y escoger el punto
para una residencia.
Cuando el Gobierno del Ecuador *se decidiere
á colonizar el Oriente, este valle sería uno de los
mejores, no solamente por su fertilidad, sino

1 9



H ay allí varios adultos que quieren bautizarse
y chicos que aman el Catecismo.
En mi camino, volví á pasar por las casas de
Chupi y Ungliucha; muchos me aconi]>añaron
hasta la orilla del Zamora, donde está la casa
de Juan Chiriapa; casi una jornada de camino.
Chiriapa será con toda probabilidad el futuro
capitán á la muerte de Naraiiza; tiene 35 años
y posee una inteligencia, energía y seriedad
admirables. El encama perfectamente el tipo
jibaro. Inteligente y laborioso ha sabido fabri-

VIEDM A (Patagonia). — El nuevo templo parroquial.

también por el clima y la facilidad de co­
municarlo con la altiplanicie.
A la vuelta me detuve muy poco en casa de
Chuindia. a pesar de sus \*ivas instancias. Debía
hallarme e<e mismo día en la casa de Auaki, y
cuando 3*a entrada la noche llegué, encontré á
toda la familia esperándome. Estutámos ha­
blando más de una hora con gran animación. Ha­
bían tenido una pesca abundante; al fu ^ o tenían
lio gran pemil de cerdo, y las p i ñingas (especie
de tazas de barro) estaban llenas de chicha
blanca e?purao?a, cuidadosamente preparadas
para el Misionero. También aquí prediqué y
bauticé varios niños, y tuve que prometer que
en el próximo viaje me detendría varios días.

carse una casa grande que ha convertido en
fortaleza. Junto á su peaka y cerca del huso con
que se hila el algodón, tiene dos rifles y una ca­
rabina de último modelo, y esa carabina ha
quitado y a la vida á cuatro de su.s compatrio­
tas, Siempre en mo\*imiento, ha recorrido todas
las selvas y conoce todas las familias jíbaras;
estuvo y a en Loja, Cuenca, G ualaceoy es se­
guro que, á no ser por fuerza mayor, celebrará
otras veces la fiesta de la shanzh 1.
Me detuve en su casa y se mostró muy gene­
roso conmigo. Asándose e:taba un puerco sal­
vaje, muerto por ^ el día anterior; tomó una
costilla que hubiera bastado para diez personas,
y la extendió con el resto de la cena, en una

grande hoja de banano, como había visto hacer
en casa de los civilizados. Al despedirme, dióme
dos do los suyos para que me pasaran en su
canoa en el río y rae prometió devolverme la vi­
sita en Gualaquiza. Dios quiera que este indio
tan influyente entre los suyos, se decida por la
vida cri.stiana; con su autoridad y su carácter
podría contribuir mucho á la civilización de estos
pobres salvajes, y especialmente á poner tér­
mino á las guerras civiles que van destruyendo
la tribu. ¡Oremos!
Ahí tiene, amado Padre, la relación de la se­
gunda excursión que, con el auxilio de Dios
será seguida de otra, en que espero internarme
bastante.
Ruegue y haga rogar para que Dios N. S.
haga fructuosas nuestras fatigas, y,entre tanto,
denos su bendición.
AíT.mo hijo iii Corde J.
M iguel A llioni, Pbro.
Misionero Salcsiano.

artística y ansian el momento de verla inaugu­
rada, porque, á décir la verdad, hace y a diez años
que la población de Viedma debe contentarse
con dos pequeñas é insuficientes capillas. ¡Oh!
si pudiéramos inaugurarla en mayo del año pró­
ximo, primer centenario de la Independencia Ar­
gentina!..... Pero desgraciadamente los recursos
recogidos en Buenos Aires se han agotado y
aquí hay uña seqüía tan espantosa, que es la
de.solación de estas comarcas.
S. R., Padre Rúa, que recomendará á las ora­
ciones de sus niños del Oratorio las necesidades
de estas tierras desoladas, del mismo modo nos
recomendará á la caridad de los Cooperadores,
pues las necesidades son muchas y grandes.
S. R. sabe que á la sombra de la nueva casa se
recojen 200 huerfanitos, divididos en las clases
teórico-prácticas de sastrería, zapatería, cerra­
jería, carpintería y tipografía. Para contentar á
los indígenas, cuya industria se reduce á los
tejidos de lana llamados cojinillos, pilchas,
mantas, que trabajan en rústicos telares, hemos
abierto últimamente una Escuela de tejidos con
cuatro telares. Además, en la Granja Agrícola.
anexa á la casa, tenemos actualmente veinte
jóvenes que nos ha confiado el Gobierno y que
------ -------------se dedican á la viticultura, horticultura y á
todas las labores propias de la Agricultura
El nuevo templo de Viedma. prácticamente entendida. E l sistema preven­
tivo realiza prodigios en toda clase de niños.
os siguientes datos están tomados de una Al salir de las Escuelas y Granja son verdaderos
modelos de ciudadanos.
I carta del Inspector P. Pagliere al Rvrao.
Y no debo olvidar que al lado del templo está
D. Miguel Rúa, fecha 20 septiembre.
el
primer
hospital de los hijos de D. Bosco, donde
.... Sus hijos de la Patagonia tienen el gusto de
mandarle una fotografía del nuevo templo pa­ cada día encuentran caritativamente médicos y
medicinas no menos de 50 enfermos, y ¡cuántos
rroquial que se está construyendo en Viedma.
Para todos los Salesianos de la Patagonia, esta con la salud del cuerpo reciben también la del
alma y cuántos vuelan de esta casa providen­
iglesia es en cierto modo lo que el Santuario
de María Auxiliadora es para la Obra Salesiana cial al cielo!
Quizá en muy pocos lugares la acción salesiana
en general; porque si éste sintetiza la historia de
nuestra Sociedad, aquélla sintetiza las apostó­ es tan variada y múltiple como en Viedma.
donde al decir de Mons. Cagliero, se respira una
licas fatigas de una pléyade de Misioneros,
atmósfera semejante á la de los primeros años
(pie con Mons. Cagliero primero y con Mons.
Kagnano lut-go, precisamente de Viedma. ca­ del Oratorio.
Pero cuánto mayor bien se pudiera hacer si
pital del Territorio del Rio Negro y primer cen­
tro regado con sus sudores, se esparcieron en no faltara personal I Piense que hace más de
un territorio de más de un millón de kilómetros dos años y medio que nos falta un buen maestro
sastre y un buen director de imprenta: con su
cuadrados, fundando otras muchas residencias.
buena voluntad, estos niños hacen prodigios,
I,a obra está apenas cubierta, pero aun así,
y a se impone y gusta por sus puras y hermosa.s ]>ero al punto á que han llegado, necesitan
líneas estilo renacimiento. El plano es de nuestros quien los adiestre convenientemente y los per­
feccione. Piense también, amadísimo padre, que
hermanos P. P. Aceto y Ernesto Vespignani, y
saldría
ganando mucho nuestro periódico < E/'»vino á reemplazar al antiguo templo, destruido
por la inundación del 99. Nuestros hermanos res dei Cuwi/>oj»que tanto bien hace en el Terri­
D. José Patriarca y D. Carlos Sessa han dirigido torio. y que ahora sale dos veces cada semana.
Nosotros confiamos en la Divina Providencia
tan hábilmente los trabajos, que merecen la
admiración do todos y la alabanza de los enten­ y eu las paternales solicitudes del P. Rúa.
didos. Todos hablan de ella como de una jo\a

iPatagonia Septentrional

E

EL CULTO

de M^í'íéi Auxiliadora.
Nós tenemos la persuasión de que, en las vicisitudes d*lorasas de los tiempos que
atravesamos, no nos quedan más consuelos que los del Cie'e, y entre éstos, la poderosa
protección de la Virgen bendita, que fué en todo tiempo el Auxilio de los Cristianos.
Pío X.

VALENCIA. — Fuaciones de rogativas. — En
esta ciudad, como en otros puntos de la Provin­
cia, al igual que los devotos habitantes de la
Ciudad Heroica de la Püarica, las familias de los
srs. Generales, Jefes, Oficiales y soldados del
Ejército, están haciendo (octubre y noviembre)
solemnes rogativas y oraciones privadas para
obtener de M. A. la rápida y feliz terminación
de la guerra, con el triunfo definitivo de las cris­
tianas armas españolas.
Y á la verdad que estas familias interpretan
muy bien los deseos de la Nación cristiana por
excelencia. ¿No fué España siempre devota de
la Sma. Virgen? ¿y no ha debido á Ella sus
mejores tiempos contra los musulmanes? Y ¿á
quién se debe la gloriosa jornada de Lepanto,
canto sublime del poder de María Auxiliadora y
del valor de la raza española ?
Muy bien, pues, hacen nuestros cooperadores
y nuestros niños al invocar el poder de María
contra los Rifeños, enemigos declarados del
nombre cristiano, no menos que de España.
VILLA COLÓN (Uruguay). — Romería al Santua­
rio de María Auxiliadora. — Tuvo lugar el 8 de
septiembre. Más de mil peregrinos partieron de
Monte\-ideo. L a compañía de ferrocarriles,
siempre generosa, puso billetes á precio reducido.
El viaje pasó rápido en medio de plegarias y
cánticos religiosos, orgaifcándose la imponente
columna en la avenida Lezica, precedida de
varios estandartes.
La misa solemne fué celebrada por el vice-inspector de la Sociedad Salesiana, el R. P. GuillerDio Piani. acompañado de los Padres Mossen
y Petrini.
El coro genumamente litúrgico, compuesto de
numerosas voces de hombres y niños, probó que
aquella República los mandatos del Santo
Padre respecto á la música sagrada, no caen en

terreno estéril, sobre todo en las casas dirigidas
por los salesianos.
E l R. P. Cirilo D. Ramírez. Director Espi­
ritual de la local Archicofradía de María Auxi­
liadora, y que ha sido el alma de esta piadosa
manifestación, con elocuente palabra expuso en
un breve sermón los méritos de la institución,
cuyas bodas de oro se celebraban, y las gran­
dezas de Aquella, cuya natividad ha llenado de
gozo al universo mundo.
A las 2 Jó p. m. se realizó la procesión con la
imagen de la Virgen de Santa Rosa y numero­
sos estandartes.
Tuvo este acto carácter intensamente pia­
doso, pues la numerosa concurrencia alternaba
devotamente la recitación del Rosar'o, con her­
mosos cantares religiosos.
Terminada la solemne procesión ocupó la
cátedra sagrada el R. P. Francisco Mújica, quien
después de exponer magistralmente lo que signi­
fica para los fieles un santuario, recordó la larga
peregrinación que en compañía de llorado Arzo­
bispo, Monseñor Soler, de venerada memoria,
verificó á los más célebres santuarios de Eu­
ropa. los de Lourdes, el Pilar de Zaragoza, el de
la Virgen de la Guarda, etc., los de Méjico, etc.,
teniendo frases de emocionante ternura al men­
cionar los deseos manifestados por el Prelado, po­
cos días antes de su muerte, de venir á descansa^
á la sombra querida del Santuario de Colón.
Ofició en la bendición mayor el R. P. Oyazbehenx. Redactor de < E l Bien » y con ella se
terminaron las fiestas, organizándose el regreso.
Debemos hacer constar que el Santuario de
María Auxiliadora ha sido engalanado con un
precioso ju ^ o de cortinas, cuyo elevado costo re­
clama la generosidad de los devotos del Santua­
rio, habiendo comenzado los peregrinos del
día 8 de Setiembre, el cumplimiento de ese de­
ber de gratitud.

i



Gracia^ de fiarla /Auxiliadora
Curación m ilagrosa (i).
Ilabií'udole sobrevenido áini hijitn unos ntaíjucs
de asfixia, en innchas de los cuales estuvo mori­
bunda, se convocó una junta do médicos y después
de uii minucioso examen me manifestaron que en­
contraban un cuerpo extraño en el broncjuio de­
recho y que creiaii que se debía hacer inmediata­
mente la operación delatrafiuiotomia. perocjueno
me ocultaban ni la gravedad de la operación ni
la ]x>ca esperanza (jue tenían en su eficacia.
Se pensó hacer la operación al dia siguiente;
pero tan grave consideró á la niña alguno de los
especialistas (pie concurrieron á la junta, que al
retirarse á las diez ó las once de la noche, le dijo
al medico de caliecera que e,stuviera preveuklo
]H)r (pie probablemente lo llamaríamos un rato
jesi>ucs y esa misma noche tendría que proceder á
la operación.
Para agqtar tcxlo riicurso se resolvió convocar
una nueva junta, y las médicos que asistieron á
ella opinaron también que era necesaria la ope­
ración pero (pie se debía aplazar, como se decidió
A pesar del peligro de que la niña muriera asfixiada.
liste mismo día .se empezó en la iglesia salesiana
del Carmen una novena á María Auxiliadora por la
salud de mi hija.
Cuatro (lias duspués de la última jim ta se pre­
senté» la temida broncopnemnonia con caracteres
gravlsiiiKís, mortales, desde el momento en (|ue
c.xi.sticndo la causa de la enfermedad era imposil)le
combatirla.
Al dia siguiente tuvo un nuevo aoc'cso de asfixia
y de tos. como lo hada en los anteriores, y arrojó
un grano de maíz, ya muy dilatado. Dos horas
des^pués le había bajado la alta temperatura al
estado normal y estaba perfectamente buena. Ksto
sucedió al ({uinto dia de la novena y hxs médicos
con quienes hablé después me manifestnroii que
cientificamente no .se ^xidía e.splicar lo sucedido.
A ocho médicas de lo iiiAs notable de esta ciudad
les coiLsta lo que dejo relatado.
Mi familia y algunos de nuestros amigos presen­
ciaron e.ste prixligio y pcxlriaii dar fe de él.
Que esta relación sirva para dar mayor honra y
gloria A la Sma. Virgen y para manifestarle públi­
camente mu.'stro profundo reconocimiento por el
innien.so bien recibido.
Bi»gyU\, Agosto de 1909.
L u is B r i g a r d .

B o g o tá (Colombia). — Hace y a algunos meses
que he contraído una deuda de gratitud hacia
nuestra buena Madre María Auxiliadora.
Kn Diciembre de 1908 se hallaba uno de mis her­
(i) Rogamos escribir claro Jos nombres propios.

22



manos en el último periodo de una grave enfer­
medad. de la que no había podido curarlo nÍTignTi>>
de los muchos médicos que lo vieron.
Pero yo tenía puesta mi confianza en la Sma.
Virgen Auxiliadora, y. llena de fe, le ofred una no­
vena para conseguir la salud de mi querido her­
mano y publicar después el niilagro. Obtuve lo qne
pedia, pues en menos de un mes desaparedó la
enfcrinedad que tanto me alarmaba. Hé aquí un
nuevo efecto de la bondad de tan poderosa Media­
nera á quien nunca he invocado en vano.
2 3 de abril de 1909.
ViRGiNi.\ C h a r r i V.

Ibídem .— Arruinado en mis negodos y debiendo
simias creddas, acertaron á pasar por mi casa
(Ubaté) unas Hijas de María Auxiliadora á las
cuales suplicó mi madre rogaran por mí. Una de
ellas aseguró que antes de terminar el año estarían
remediadas mis necesidades, con tal que tudéramos fe. Estamos á 29 de noviembre y y a están reme­
diadas mis necesidades, y mi negodo me facilita
el medio de ir amortizando las deudas. Lo que más
me dolía no era la pobreza, sino el que pudiera dedr.se que un cristiano se gu.ardaba lo ajeno. Ben­
dita sea M. A . que asi consuela y asi auxilia eficaz­
mente.
A lberto

de

F r a n c is c o .

Ibídem . — Doy las más rendidas gracias á ^^aria
Auxiliadora por halxír concedido la salud á dos de
mis tíos, necesarios para la familia. Uno de ellos
estaba á punto de morir de pulmonía y su señora
estaba ya cadavérica, á <x>nseciiencia de una en­
fermedad tan grave al (»tómago. que la tenia con­
denada á morir de hambre, porque al tomar alguna
casa, sufría unas dolores inauditos que la tor­
mentaban cxjntinuamcnte. También jx»r halxjr
salvado de la muerte á mi hermana mayor. — Kn
los tres ca.sos las enfermedades eran relx*ldes
á la ciencia, y asi ha brillado más el pcxler de la
Virgen Santi.sima, inv(x.'ada con el titulo .siempre
eficaz do .l/arh» Auxiliadora.
a de mayo, 1909.
C lem en te W

il c h e s .

Pbro. S. S.

Ibídem . — Años hacáa que una amiga mia sufría
dolores sin limites. Un día tomé un Boletín y .se lo
mandé. Al ver ella tantas gracias <x>n(xxlidas por
María Auxiliadora se encendió su fe y (X)ti la cando­
rosa (Xinfiauza de un n^ño (y niñc« .somos todíB
ante Dios) le <x>ntó sus cuitas á la Virgen Sma.
alcanzando luego lo que pe'Ha. — Era nc<xsario
salimos del lugar donde residíamos, vender una
finca que jamás hallaba comprador, á lo cual se
agregaba la enfermedad mortal de mi madre.
Todo se puso en manos de María Auxiliadora y
todo lo remedió con la delicadeza (X>n que sólo
Ella sabe hac;cr las cosas. Agradecidas, enviamos
una limosna.
Agosto, 23 1909.
II. P . - J . A . - F . P.

Encontrándose una hijita mia de edad de dos
meses veinticinco dias. atacada de un tumorcito
en un ganglio de la garganta, que le impedía hasta
tomar el pecho, sin que el sin número de remedios
hiciera obra cosa sino amnentar el mal; le hicimos
con mi esposa ima promesa á María Auxiliadora.
Esta era: que si me concedía el inmenso beneficio
de curar á mi hijita de aquella enfermedad ó por lo
menos que tomara alimento, pues llevaba ya 24
horas sin él, le ofrecía publicar el beneficio, co­
mulgar durante seis meses seguidos todos los días
24 de cada mes en su honor, y hacerle su novena,
la que principiamos en seguida.
los pocos momentos la niña comenzó á tomar
el pecho perfectamente y principió claramente la
mejoría. Llamado un facultativo, le abrió el tu ­
morcito y prontamente se curó la niña.
Reconozco esto como una palpable gracia de la
Madre de Nuestro Redentor, que quiso oír á este
pobre y miserable pecador que nada merecía.
Chapiiiero (Col.), 5 febrero 1909.
I g n a c io M e d r .a n o F.
Vigo (Esp.). — Me encargaron un traje para el día
águiente. Era de seda finísima. Corté el vestido y
empecé mi labor. A la hora de cenar lo dejé en el
canastillo de labor; pero ¿ cuál no seria mi disgu.sto
cuando al volver encontré en él ima grande man­
cha. En el pueblo (Pontevedra) no había seda igual,
y el compromiso urgía. Pasé la noche llorando y
al día sigtiiente las oficialas me instaron á que les
dijera la causa de mi abatimiento. Al fin se lo dije
á la que me inspiraba más confianza. Afortunada­
mente era muy devota de María Auxiliadora, y me
llevó á la Parroquia de los P P. Salesianos á rezarle
á la Virgen'. Allí sentime» la inspiración de practi­
car un sencillo lavado, ineficaz de suyo. pK?ro eficaz
por la vohmtad de la \’irgen. Planchando estaba
la tela, cuando llegó la doncella á preguntar por el
traje, porque el concierto era ese mismo dia. Le
dije que viniera la señora á probarlo dentro de dos
horas. \*iuo y el traje le gustó muchisimo. Así con­
suela la Virgen Auxiliadora á los atribulados que
con fe la invocan.
M w i \ Carvallo.

V illah erm osa (Colombia). — Pasaban los años
y nuestro hogar era triste porque faltaba lo que
m;i.s constituye su dicha, la famiha.
Viendo, pues, perdida nuestra esperanza, acu­
dimos á nuestra amantisima Madre María Auxi­
liadora y le ofredmos que si en el lapso de un año,
nos alcanzaba de Dios im niño que hidese más
felices los dias de nuestro matrimonio, le daríamos
una limosma para su santuario en Turin, le reza­
ríamos el Rosario todos los dias por la mañana y
publicaríamos la grada en las columnas del Boletín
Salir,ar.o, y á la vez nos haríamos Cooperadores
Salesianos.

Empezamos al mismo tiempo vma novena en su
honor, y ;oh poder iümitado de María! A l año cabal
se verificaba el nadmiento de tm hermoso niño
que goza hoy de salud óptima.
Como débil prueba de nuestro reconodmiento
^ la que con razón se honra con el título de Auxilio

de los Cristianos, le fué puesto á nuestro hijo, el
nombre de hms M aría..
Empero el niño nadó con una inflamación en la
cabeza que nos alarmó bastante, por lo que hubimos
de consultar al facultativo, quien la califia> con el
nombre de Emaiotna, opinando ser iiulispeiLsable
una operadón para hacer salir el liquido (jue otm-'
tuviese, i Qué hidmos ? Invocar con fe viva A
.María, empezando en el acto ima novena y al no­
veno dia en q\ie la lcrminábam<\s, el tumor ó in­
flamación había desapareado completamente.
Hoy, con el corazón lleno de reconodmienlo
hacia Ella, cumplimos lo prometido y exhortamos
á todo cristiano, acuda sin vadl|ir á la \’irgen bajo
el titulo de Auxilio de los Cristianos.
Agosto de 1909.
M. Go n zá ie z . J. L ondo S o de G.
Dao tambiéa, con toda la efusión de su alma, gracias á
.María Auxiliadora y envían una limosna:
Bogotá (Col.). — Una religiosa, por la curación
de una persona de su familia y por haber ella po­
dido vencer un obstáculo grave. — D . Esteban ¿Sán­
chez, por dos grandes gracias concedidas á un pobre
soldado. L. i franco. — D . Manuel I'aleneia, por
haber encontrado unas libranzas de consideración,
perdidas. — U . Hcliodoro kttiz R., por haberle cu­
rado á su anciana madre de un tumorcito peligroso.
Bosa (Col.). — Dita. Angelita Garzón y su espi7so
por la salud recobrada. — Uña. Petronila I^al, por
lo mismo. — Dña. Safia Sánchez, por lo mismo,
lim, I fr. — D. Benedicto Leal, por ideni lim. 2 Irs.
— D . ¡{■ 'aldomiro I^al, [>or liaberse curado de pul­
monía poniéndose al cuello la medalla de la Virgi-ii.
Cangas — Dña. Sili-ena ("amano de Vitar, por ha­
berle conceclitio feliz alumbramiento y por la salud
de su hijita. — l')ña. A . S., por liaberla curado iustantáiieaniente de un tumor maligno.
Cuzco (l'erú) — D. Justino Pacheco é hijos, por
haber librado de muerte á un niño — D . J. Baldifia
— Sor A . Pnza, Sor R. Villa, Sor Carmelina Sirichi, por favores obtenidos.
Gerona (Esp.). — A'. N . por haberle auxiliado en
los exámenes de 5“ y 6® año y en el grado del ba­
chillerato. y curado de doloresy haberles sacado ilesos
durante la setnana trágica. — D . X . L. por una gra­
cia. lim. 5 pls. — Dña. María PerignurUv. de Bouel, por haberse visto libre de unos ataques. •— Dña.
A . V., por haber curado á un hijo suyo de grave
enfermedad.
Sarria (Esp.). — D . C. C., por una gracia obte­
nida y otra que desea alcanzar, 2 pts..
■ Vigo (Esp.). — Dña. C. P . S. v. de T., por una
gracia otorgada. — Una cooperadora por un favor
— Una cooperadora, por la salud de una persona
querida. — Dña. V. A . de L ., por una gracia. —
Dña. Sofía Locámara, por haberle curado de un te­
naz mal de estómago. — Una cooperadora por ha­
berle concedido obtener la casa en donde quería vivir,
venciendo por ello mil dificultades. — Dña. Silvana
Covelo de Pasó Arenal, por haber curado á una hija
suya de un tumor en un ojo. — Dña. Deltnira Eslella
por dos grandes favores. — Dña. S. P . S., por un
gran favor. — Dña. V. de A . C., por un favor con­
cedido. — D . P. V. por un gran favor, lim. 10 pLs.
— Una cooperadora, por haberle sanado á una hija
suya que venia padeciendo varios años, sin alivio
alguno en las medicinas. — D . Gerardo Montenegro
por haberie curado tres costillas dislocadas en una
caída.

1

m

POR EL MUNDO SALESIANO
f-----------

HOMENAJE
O- -O

En (a imposibilidad de ofrecer á nuestros
lectores la crónica de lo^ festejo^ tenido^
en ocasión del Jubileo Episcopal del limo,
y Revmo. Sr. f)r. O. Juan Gagliero, por
imprimirse este {Boletiq dos meses ante^ de
lo que su fecha íqdica, sentimos la qecesidad
de engalanar nuestras páginas con la no­
ble figura del bondadoso prelado.
lleguen nuestro^ Cooperadores y Coo­
peradoras á fin de que Dios M. 3- y
Auxiliadora concedan á ^^ons. Cagliero de
llevar á cabo con plcqifud de éxito los im­
portantísimos trabajos que ha emprcrjdido
para el bien de innumerables almas.

AM ERICA.
RUENOS AIRES. — Peregrinación al Santuario
de Uiiján. — No sabríamos como darla á conocer
mejor que regalando A nuestros lectores las suavisima.s palabríis con que la relata el peri('>dico de
dicho santuario. Dice pues La Perla del Piala de 17
de Octubre de 1909: « Las piadosas romcrias de las
niños á los Santuarios de María, tienen encantas
inenarrables; pero cuando los |X‘rcgrinos son cria­
turas humildes, modestas, afables, que se educan
en los Colegias Salesiauas, donde los mae.stros y
profesores hacen \ui estudio esjx'cial para hanuoiüzur la delicadeza con la disciplina, ni la lengua
castellana tiene expresiones adecuados para narrar
espectáculo tan bello ni la imaginación, por pode­
rosa que sea, alas para volar tan alto.
Es sencillamente sublime lo que vemos, es de un
encanto delicioso, de un atractivo singular,
Mí\s de dos mil niHos que se etlucau en los cole­
gios de D. Bosco, de aquella figura grandiosa que
obtiene ^xnniso para dar un paseo con trescientos
penadas y regresa con los trescientos, sin que uno
solo hiciera uso de las ventajas que le proporcionara
aquella momentánea libertad, han llegado el miér­
coles xiltimo á tributar sus tienias caricias á la
Madre bendita de Luján, á suplicarla vele por sus
almas, á rendirla el homenaje de sus corazones.
Y en la tradicional Villa, entran rezando el Rosario
con ejemplar devoción, ó cantando el « Ave. Ave.
A ve María ♦ con afin.ada voz.
Los niños Salcsianos hacen que el espíritu aba­
tido se reanime, como se reanima el corazón tran­

sido de dolor con el perfume exquisito de una flor;
que el alma acongojada sienta las ansias del amor
divino y que los que peregrinamos en este verda­
dero valle de lágrimas, confiemo.s en la esperanza
de aquel paraíso celeste donde los coros angélicos
cantan himnos de alabanza á María,
Presidíalos el P. Vespignani quien celebró la
misa de Comunión á la llegada al Santuario. ¡Ah!
los niños Salesianos, llegan anhelando, tímidos,
resplandecientes de amoroso ardor al Santo Taber­
náculo y con sus manitas cruzadas reciben la Hostia
Inmaculada mientras sus almas elevan la más
ferviente plegaria y sus corazones arrobados en
éxtasis adoran á quien dijo: « Dejad que los niños
se acerquen á mi ».
Com’olgaron muchos, todos los que podían ha­
cerlo, y ni durante acto tan solemne ni después se
oyó el ruido más insignificante. Solo el rumor de la
p ic a r ía colectiva, rumor delicado, que parecía el
del susurro de la brisa matutina, interrumpia el
sereno silencio del Santuario.
Y otra vez por la tarde, á las 3, se congregan en
el Santuario, póstranse d los pies de la bendita
Madre, la miran con dulce ternura y las plegarias
brotan de aciuellos corazones sencillos, inocentes,
llenos de íuuorosa solicitud, hcnclüdos de alegría,
porqué á su Reina han rendido homenaje, á la dulce
Sonora han tributado sus caricias y en alas de ejuerubes haix descendido sobre ellos misericordias
celestiales, reflejos del Corazón de Jesús y del Co­
razón de María, que son halagos y esperanzas y
consuelos y harmonías.
¡Qué despertar tan dulce para el corazón cri.stiano es el del día en que los colegios Salesianos
llegan al Santuario de Nuestra Madre de Luján!
Parece que ese plantel de niños hará resurgir ma­
ñana aquellos seutiiiiicntos que al darnos la nacio­
nalidad inculcaron en nosotros, San Martin y Belgrano — las héroes de la jornada — postrados á los
pies de María.
He aqni el texto del telegrama que se recibió
del Exmo. Sr. Arzobispo de Buenos Avres contes­
tando al que le dirigió el R. P. Vespignani:
R. P. José Vespignani. — Iglesia Parroquial. —
Agradezco felicito y bendigo afectuosamente. —
Mariano Antonio, Arzobispo de Buenos Ayres.
SANTIAGO (Chile). — Un Congreso de Coopera­
dores Salesianos. — Bien quisiéramos poder ya
comunicar alguna noticia de este Congreso que ha
sabido reunir el entusiasmo de los Cooperadores
Salesianos Chilenos, mas amique esto escribamos á
mediados de Noriembre. tiempo fijado para esa
reunión, no podemos regalar á nuestros lectores
sino unos pocos ponnenores que copiamos de los
periódicos P.I Chileno y E l Mercurio.
♦ La obra providencial de Don Bosco — el san»

á\

limo, y I^cvmo.

3 ***

Caglicro

(U la Fia Sociedad Salesiana
Arzobispo titular de Sebasto y Vicario Apostólico de la Patagonia
Delegado Apostólico y Knviado Extraordinario de la Sta. Sede en C. América.

-- 26 -fundador de la Sociedad Salesíana — es sin
duda una de las más simpáticas para nuestra so­
ciedad, poríjue corresponde á una de las mayores
necesidades de la época presente: la de educar á los
futuros artesanos para que sean buenos cristianos,
ciudadanos de órden, modelos como padres de fa­
milia y eximios en el ejercicio de su profesión..
» Por eso, lo (¡ue se refiere al desarrollo de la obra
salesiana es redÍ)ido por todos, con cariñoso interés.
» Y h ad e despertarlo, por coiLsiguiente, la noticia
de que .se encuentra en preparación im Congreso de
los Cooperadores Salesianos de Chile, que se cele­
brará en Santiago de Chile á mediados del próximo
mes de Noviembre.
■> Ivn e.ste Congreso se reunirán todos los Coope­
radores de las übrsus Sale.sianas para hacer más
efectiva su organización, para penetrarse mas in­
timamente del espíritu de Don Basco y para que
su acción sea cada vez más fecunda y fructífera.
» ICste Congreso .se realiza con las bendiciones del
Plxmo. Sr. Internuncio, del limo, y Revino. Sr.
Arzobispo y de los Señores Obispos de Chile.
• Bíusta indicar (pie será presidido por el limo.
Sr. Jara, para que .se comprenda que su éxito está
asegurado.
» Preside la Comisión Ejecutiva del Congreso el
limo. Sr. Obi.spo de Lejión. Dr. D. Miguel Claro,
ilue tan grande parte tuvo en la organización del
Congre.so Kucaristico.
• Y a se han verificado varias reuniones prepara­
torias. y en una de ellas celebrada en casa del limo.
Sr. Jara, y bajo su j^residencia, tomaron parte,
ademas del Visitador de los Salesianos. R. P. Luís
Nai. el Sr. Pbdo. D. Jilberto Fueuzalida, los Se­
ñores Pbros, I), Alberto Ugarte, D. lírnesto Pa­
lacios, D. Ambrosio Turriccia. D. Luis H. Sallaberry, D. Domingo Soldati y D. Rafael lídwards;
los Señores D. Ricardo Matte P., General D. José
M. Ortúzar, D. Alfredo Barros Errázuriz, I). AIcjo Lira I.. D. Diego de Castro O. y D. Gonzalo
S. Martín. Auinpie ausentes, enviaron su adhesión
el limo. Sr. Claro, el R. P. Castro Ue los SS. CC..
el Pbro. I). Miguel I.ei'm Prado, y los .Señores Don
Raimundo Larrain C., D. Silvestre Üchagaviu, Don
Rafael González.
»En esta reuui(‘m se nombró una comisión comj)uesta del Sr. Matte Pérez, tlcl general Ortúzar y
del Pbro. D, Rafael Edwards para cpie se acercara
ul limo, y Revino. Sr. Arzobisj>o y solicitase nue­
vamente su bendición para el Congreso de los Ccx>]ieradores. El ilustre prelado acojió con el mayor
eutusiiismo la idea del CongrcvSo y manifestó que
aeeptalm agradeiádo la presidencia honoraria.
-*Se acordó n.simismo enviar á los limos. Prela­
das de la Nación una nota finnada por el I'residente limo. Sr. Jara, solicitando su aclhcsión.
• Al mismo tiempo que en Santiago, en otras <Hudades inqH>rtantes de la RejMÍblica — Valparaíso.
CoiuxqK'ióu. Talca. Valdivia, Rpiique v Pimta
Arenas — se están preparando numerosos é inte­
resantes trabajos para el Congreso.
• El limo. Sr. Obispo Izquierdo solemnizará el
Congreso con su lusistencia y concurso.....>'
Siétulonos imposible recomendar á las oraciones

de nuestros lectores los trabajos que este Congreso
llevará á cabo, pues este número se imprime mien­
tras en Santiago se verifica el Congreso, suplicamos
encarecidamente á todos nuestros amigos que nie­
guen á Dios y .á María Auxiliadora para que los
frutos de tan importante Asamblea sean duraderos
y aportadores de mucho bien para las Obras de
D. Bosco.
SANTIAGO (Chile). — Un hermosísimo paseo.—
A imitación de los históricos paseos (jue el \'en.
D. Bosco concedía á sus educandos en los primeros
años de su apostolado, se verificó en los días 17, i3.
19 y 20 del pasado Setiembre ima bellísima excur­
sión que recreó á todos los felices alumnos de nuestro
Colegio«E l Patrocinio de S. José » y sirvió al mismo
tiempo de buen ejemplo para todo el pueblo que
los hospedó.
Dejamos la palabra al Diario de Santiago El Chi­
leno. número del 25 de Setiembre agradeciéndole
desde aliora sus nobles frases.
«La idea de llevar el internado á pasar las fiestas
del 18 en Panquehue no fué sólo una idea sino una
realidad y verdaderamente digna de encomio por
el bien que resultó en favor de los alumnos en esos
días de campo, por la inusitada solemnidad que
revistieron las fiestas patrias en dicho pueblo y por
el buen ejemplo de tantos niños que produjo exce­
lentes resultados en la moral y religión de e.sa loca­
lidad, como lo pudieron comprobar las autoridades,..
»A eso de lo.s nueve de la mañana del día 17, salie­
ron los alegres viajeras precedidos de la fanfarra
y divididos en grupos.
* U lias en carro y otros á pié se encaminaron á
la estación, no sin caiusar á cuantas personas en­
contraron extrañeza.
»Dos carros reservadas los esperaban y en ellos
tomaron sus asientos en medio de la más pura ale­
gría.
» Los músicos recrearon los ánimos de cuantcs
se encontraban allí.
* A las 10 en punto, se partió; entre tantos no
faltaron (piienes mostraron su contento por subir
por vez primera al tren y otros por el largo viaje
de 5 horas (lue tenían que hacer.
* El fresco que reinaba mantuvo la tranquilidad
interrumpitla sólo por la novedad de los pueblos y
las estaciones por donde se pasaba; la banda atraía
á muchos curiosos.
* A eso do las tres llegaba el tren de los Andes á
Panquehue; ima comisión del pueblo los esperaba
y los carritos de la hacúenda engalanados <x>n l’anderolas y ramas condujeron á los viajeros. Después
de un cuarto de hora de \naje se llegó al Parque
Errázuriz Unneneta en donde encxintraron listo
un lunch en \-istosas mesas debajo de los árboles
que cotí sus comensales producían un aspecto en­
cantador. Los paseos y divertimientos ocuparon
la tarde hasta que llegó la hora de cenar,
'' t^uperiores y alumnos sentados á la misma mesa
y compartieiulo todos de la misma alegría fué la
nota más atrayente que continuó durante esos dias.
»l ’ nos dunnieron en la sala de cuadros del chaW
del parque, otros en la escuela, y la mayoria en una

gran bodega de la estación, á la que se dirigían en
carro por estar lejos.
» Y, (Cuánto agrada la igualdad, sobre todo en
cierta circunstancias de la ^nda!...
» Apenas aclaró el día iS. resonó la diana de la
banda que recorrió el pueblo para despertar á todos
sus habitantes y en seguida fueron todos á la iglesia
parroquial. Se celebró la misa, se rezó y comulga­
ron todos por los padres de la patria y por los
caídos en la Independencia.
• Los cantos sagrados y los motetes solemnizaron
el acto. El pueblo entero andaba todo ojos al v a ­
riado programa para no perder un sólo número.
• Después del desayuno con buen pan de campo
y esquisita leche se prepararon para un match de
foot-ball y carreras de velocidad, ensacados, en
tres pies, de huevos y en burros.
9 Para la última, los jinetes ^-istieron de payasos
é hicieron más divertida arm las carreras en esos
mansos y humildes animales.
• A las 11 .se pasó á la. iglesia en compañía de las
autoridades y pueblo al canto del solerrme Te Deum
precedido de una breve alocución patriótica.
9 Pocas veces hemos sentido cantar im coro tan
poderoso y en unisono, eran los 200 alumnos, que
persuadidos de que la gratitud para con el Todopo­
deroso es la mejor cosa en los dias patrios, cantaban
con verdadero gusto.
• El ahuuerzo abundante correspondió al día, la
limonada a l ^ ó los ánimos. Siguieron los globos y
carreras hasta las 3, hora en que se efectuó una fun­
dón dramática-cómico-musical, digna de figurar
entre las mejores del colegio, y que agradó y di­
virtió sobre manera á los nmnerosisimos concu­
rrentes.
» Uno de los aliminos, en un discurso patriótico,
dió á conocer el fin de la fiesta y el motivo de la ida
del colegio.
' Los artistas, músicos y cantores, fueron rui­
dosamente aplaudidos.
•vSiguió la comida y los fuegos artificiales, con
retreta por la banda.
■ El dia 19 se cantó misa solemne y se bendijo y
colív.') en la iglesia parroquial mi hermoso cuadro
de María Auxiliadora, y se pasó la mañana en los
cerros encumbrando volantines.
•.V las 3 tuvo lugar otra función teatral, tan inte­
resante como la del 18. « I./a E.scuela de la Aldea *,
zarzuela de Monseñor Costamagna y el sainete
* Timidito y Francón *. fueron los números que
agradaron más á los espectadores.
‘ Después de la cena y fu ^ o s artificiales se notó
cierta tristeza en todos, motivada por la próxima
partida; ;i votación, nadie hubiera vuelto al dia
siguiente, pero era este im número del programa, y
babia también que cumplirlo.
’ F.l 20 se levantaron tem pranoysedirijieronála
^íesia parroquial para asistir á ima misa fúnebre
por el alma del Sr. D. Maximiano Errázuriz, admi­
rador del venerable J uan Bosco.
“ Después del desayuno-almuerzo se empezó
a mover los equipajes y alistarse para la partida.
“ Empezaron las despedidas al Sr. Cma. D. G.
Alara^n; al Sr. Alcalde, D. Guillermo Rücker y á
buenos. amigos Señores D, José A. Olivares,

Ik

D. Roberto Ohvares, D. Dositeo Leiva, D. Cele­
donio Alegría, D. Arturo N. y á sus respectivas
familias y demás personas que los atendieron, col­
maron de bondades y quisieron acompañarlos hasta
la misma estación. ■>Un ¡Viva Panquehne y sns moradorc.s! fué el
último saludo, que fué correspondido por el otro:
¡Viva el Colegio, el Patrocinio de San José y las
Sale-sianos!
•>El \naje fué feliz y entretenido. eso de las 5 en­
traban P. M. al Colegio, contouto.s de haber pasado
tan felizmente los dias patrios, y li.stos para comen­
zar sns tareas escolares al tiia siguiente. »

N E C R O L O G IA

=

i l l =

Tras cruda y penosa enfermedad soportada
con valor cristiano, ha dejado de existir en Carmona (España) el

(n. R .

S r . (Dunuel Estepa y Sánchez,

Arcipreste de dicha ciudad. Fué ejemplar sacer­
dote, muy devoto de María Auxiliadora, gene­
roso con los pobres y entusiasta admirador de la
Obra Salesiana.

Cooperadores Salesianos d ifu n to s .
ESPAÑ A.
Sra. Da. Teodora Márquez de Puig — Barcelona.
Josefa V. de \'i lal y Boiúquet

Pilar de Molina
»
CoiicejKÍón (Tarsi v. deQuer
»
Victoria Zelada
»
»
Uceda v, de Díaz— Cádiz
Balbina B. de Herrera
Itarceh ua^
Antonia de Ochoa
*
Azucena Bos de .Morra

Tomasa Redondo ISarchin del Hoyo (Cuenca).
Cuntía.
Dionisia IJaiidres
Luisa Saiz
Fouiii'cros (Avila).
Felina Polo
Sr. D. Benito Luenyo
Jáhaga (Cuenc.i),
Feliciano S«jria
Mitsegosa

-Alejandro Mayordomo
Puebla'í^rga (Valencia).
Nemesio Serena
/'ajares (Zamora).
Herminio* Ballestero
Rdo.Sr. D.EiiBaá Granero Piiehla D ./'‘■ drique(Cuewa).
Sr. U. José Viras
/iorl (I..érida).
Sra Da. Araadea Roídos
Sarriá (Barcelona).
Rdo. Sr. D. Pedro Orriezábal — Cueiva
.
» • Domingo Jábregas — Manresa.
> • > Antonio Roca

Sr. D. Manuel Alberti
»
. . Tomás .A\ila — Moya (Canarias).
» • Manuel Salas — Montilla.
Sra. Da .\n§elina Núñez de Prado de Cuesta — Montilla.

Sr. I), Darlo Moreirns Gil — S. Feniíindo (Orense).
Sra. Da, Agustina Culebras —• Villabilla.
» Concepción Aliño Garda — Valencia.
• Carmen Ros v. de Esteve
>
» Dolores Mnuglano v. de Atnorós — Valencia.
» Josefa Escridi v. de Monfort — Valencia.
» Teresa Dnlfó — Valencia.
» Vicenta Escribá
»
* Amparo Q. v. de Gil — Valencia.
D. nalbino Musoles
» Eduardo González
• Juan Fita
• José Fernández
» Manuel Andreu
» Pedro Sauz
» Ramón Cebriá
limo. Sr. Dr. D. Francisco Garda, Obispo — Valencia.
Rdo. Sr. D. Ezequiel Esteve —Valencia.
» » * Enrique Saitou
»
» » » Miguel Camps
>
» » > Antonio Salvador — Zaragoza.

A M É R IC A .
Sra. Da. Teresa Loaiza — Asunción (Paraguay).
Alejandra R de Huerta — Asunción (l\iragnay)
Juana de la H. de Hernández — Boconó (Ven).
Adela Bricefio de Castillo — Boconó (Venezuela)
Maria Dibnisia Durán
»
Rafaela Saes
» Eufemia Barrios
» Leonor Barroeta
Ana María Barararte
Digna Rosa R. de Araujo
Luda Mejla
Sr. D. José Gregorio Fernández
Rafael Cassiano >
Francisco Miguel Araujo
Jesús Maria Berrios
Fabián Alvarez
Manuel Villalobos
Gerónimo Gómez — Betulia (Colombia).
Manuel María MuHoz = Cali
»
Francisco Larriano
Aureliano Potes
Climaco Polo L.
Eulogio Echeverri
i. Da. Dávida Payán de M.
Dolores Zorrilla
»
Amalia Carecor de Conca — Cali (Colombia).
Purificación Iglesias v. tle C.
Joaquina Ramírez
Virginia Jiménez v. de Delgado
María F. Cosy
Natividad Cevallo.s de .ágúan
M.-rla de los a . Puente v. deA. — Cali.
Sra. Da. Mario Mufioi — Cali (Colombia).
» Antonia Ramírez — Calí.
• Mercedes VAsqiiez
»
» Teoilora Ilurt.ado
»
» María Cuy Lourido
»
»
• de los
Ramírez »
• Estéfana Poncede Pineda — Cobán (Gnatemala)
D. José Lino Cordón — Cobán (Guatemala).
l c. Sr. D. Ricardo González Franco — Cobán.
sta María Reyes — Cobán (GHalemala).
Sr D. Antonio Bedoya — Cerrito (Colombia).
» Vicente González
»
> Ignacio Concha
*
Sra, Da. María Borrero
>
» * Virginia Ortiz
»

Sra. Da. Isabel Sequeira — Comalapa (Nicaragua).
* » Andrea Toledo
»
» > Francisca Duarte
»
» » Vicenta del Rosario Fernández — Comalapa.
» > Candelaria Girón — Comalapa (Nicaragua).
»
»Ana Maria Gómez Acayapa (Nicaragua),
»
» Juliana Calero
Bhiefield
>
Sr. D.Agapito Hernández
»
>
»
*Francisco Emanuel Espinoza »
>
» » Carlos Francisco Salazar
Carlago (Costarica).
Sra. Da. Rosalía Guevara de Monge
»
.
»
» MprcedesGordillodeAgüero Cabudare{Wenn.)
> > Blasina Rivero
>

Sr. D. Armando Mayor
*
*
» » Joaquín Lorenzo Mercado
»
»
Sr. D. Pioquinto Reye.s
Cerrito
»
» > Manuel José Barona
»
.
Sra. Da. Natividad Sevallos de Rivera Cali
»
»
» María de Jesús Guillén Diriomo (Nicaragua).
Sr. D. Matías López
»
>
Sra. Da. Hermenegilda Estrada
Granada
»
*
» Julia Rodríguez
Honda (Colombia).
Sr. D. Ricardo González
>
»
» » Pedro Queirolo
Montevideo (Uraguay).
» »
» Carraquiri
» » José Galea
» » Juan Pérez Carta
Rdo. Sr. D. Alberto Flaguer
Sra. Da. Adelina B. de Sierna
»
» Manuela de Ponti
»
> Catalina Pastorino de Negri
»
» Benita Venturino
»
» Mariana. B. de Morinzón
Sr. D. Laureano Sevilla
R io S . J u a n (^xzoxz gua).
» » José DemetrioChavarria
rfí/A’/í.
Sra. Da. Antonia Acevedo
»
» Carmen Es]>inoza
»
» Telesfüra Herrera
»
» .Amalia Villavicencio
Sigsig (Ecuador).
»
» Cenovia Porro Torres
Guayaquil
»
»
» C. P. T.
Sr. O. Belisario
»
» » Serafín Ortega
» • Narciso »
» • Luis
»
Sra. Da. Etena Gómez Meléndez San Gil (Colombia).
Mercedes González
Soledad
»
Micaela Cortés
Carmen Restrepo
Bibiana Castillo
Damiana F. Lnzardo
Sta. Isabel (Uraguay).
R. I. P.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JOSE GAMBINO.
Establee. Tlp. de la S. A. Int. para la B. Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176 - TUR IN-

Fecha
1910.01