BS_1909_04

Ficha

Título
BS_1909_04
Descripción
Boletín Salesiano. Abril 1909
extracted text
N. 4

A b ril de 1909

A Ñ O X X IV
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Turin — V ia Gofíolcngo N. 32 .

^

SUMARIO; La devoción á María Auxiliadora . « 85
Ecos del desastre de M essina......................
89
A los amantes de la juventud.................................... 93
Croniquilla................................................................... 94.
Db n u e s t r a s m i s i o n e s : Matto Grosso (Brasil):
D esde Cuyabá á orilla s d el R io B erm ^ o —
Ecuador: M isioties de G ualaquiza — Desde el
Mar Rojo: L a N oche-Buena en e l M at — Antil*
las: Cómo viven los n egros de Jam aica . . .

96
Varias..................' ...............................................105

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M a r ía A u x i l ia d o r a

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. . . . .

I.
[a devoción á la Sma. Virgen,
como Auxiliadora de los ChristianoSy es tan antigua como la
Iglesia, pues siempre se la ha invocado
como eficaz y cuasi-Omnipotente Pro­
tectora. Y a Santiago imploraba su protección< aun viviendo E lla, y es de
creer que hacían lo mismo los demás
Apóstoles.

i

(i) El 23 del corriente comienza el dulcísimo mes
dedicado por los Salesianos y sus Cooperadores á
María Auxiliadora. Para excitarlos á celebrarlo con
entusiasmo publicamos un fragmento del Ensayo
de Memoria presentado por un sacerdote salesiano
al Congreso Mariano Internacional de Zaragoza ÍN.
d. 1. R.).
*

io 6

Gracias de María Auxiliadora................................... 106
Tesoro e^iritual.......................................................... 108
Bibliografía...................................................................108
P o r e l m u n d o s a l e s ia n o : España : E cos de la
fiesta Patronal, S a m á -B a r ce lo n a , M atará . . 109
Noticias varias : Europa: S a r r ia — América: Mons.
Cagliero en Nicaragua (Continuación). — Buenos
A ir e s , P iu ra , R aw son, Santiago, Santa Tecla,
C a l i . ..........................................................................................................

I lq devociór^ á JlZaría ^u^iliadoija
Origea — Sello divino — Santuarios.

Q

(I)

La Historia de las Naciones Cris­
tianas y especialmente la de la hidalga
E spañ a, está sembrada de hechos y
documentos que acreditan y prueban
que María ha sido invocada siempre
implícitamente como Auxiliadora, y que
Ella no ha negado nunca á los Cris­
tianos su poderoso A uxilio,
Lepante. — Pero este título y la in­
vocación lauretana son relativamente
modernos. Todo el mundo lo sabe, pues
van unidos á uno de los hechos bé­
licos más gloriosos para España y para
la Iglesia, y más beneficiosos para el
mundo. En agradecimiento de la vic­
toria obtenida sobre los Turcos por los
Cristianos, capitaneados por D. Juan de

Austria en las aguas ele L epante,
S. Pío V, Sumo Pontífice, decretó que
se añadiera en las Letanías laiiretanas
la invocación : Auxilíum Chris¿ianortim,
ora pro nobis: Auxilio de. los Cristianos,
ruega por nosotros. Esto acaecía en
Octubre de 1571.
Primera cofradía. — La primera Co­
fradía que se constituyó bajo el amparo
de María Auxiliadora, data desde 1683,
en ocasión de la invasión de los Tur­
cos en el Austria y la toma de Viena.
El duque de Baviera, — que al lado de
Juan .Sobieski, rey de Polonia y Carlos,
Archiduque de Lorena , peleó por la
liberación de la capital austríaca, en
donde obtuvieron una victoria mila­
grosa; — suplicó al Papa Inocencio XI
que bendijera la Cofradía de María
Auxiliadora que bajo la dirección de
un Padre Capuchino, habían formado
los fieles en Munich de Baviera. El Pa­
dre Santo concedió lo que se le pedía,
con Bula del 18 Agosto de 1685,
riqueciéndola con numerosas indulgen­
cias. A ella se agregaron bien pronto
los Emperadores del Sacro Romano
Imperio, los Reyes, el Alto Clero y los
fieles de Europa.
El primer Santuario. — Créese que
ha sido el de Espoleto, Italia, que se
hizo célebre por los innumerables fa­
vores que la Virgen concedió allí.
La Fiesta y la Misa propia. — La de­
voción y el título de María Auxiliadora
van unidas íntimamente á la Historia
de la Iglesia y á las vicisitudes y glo­
rias de los Papas. Napoleón I se atrevió
á poner sus manos en el Vicario de
Cristo y encarceló á Pío VII. La Pro­
videncia castigó el Conquistador, y el
Papa, que al A uxilió de A/aria atri­

buía su libertad y la conservación de
su vida, coronó la imagen de la Virgen
de la Misericordia que se venera en
Savona, donde él estuvo preso cinco
años, y decretó que se celebrara todos
los años una fiesta en honor de Marta
Auxiliadora, el 2^ de Mayo , gloriosa
fecha en que él entró triunfante en
Roma el año de 1814; siendo ésta la
primera vez que resonaron en las ma­
jestuosas bóvedas de S. Pedro las sáficas estrofas del Saepe dum Christi,
Ios-lindos versículos y los tiernos Oremus de la misa dedicada exclusivamente
á M aría Auxiliadora.
El primer Cuadro. — Desde hace
siglos se venera en Pésaro (Italia) un
cuadro de la Virgen vencedora con el
cetro, y oprimiendo un dragón. Muchos
historiadores ven ahí el origen de la
imagen de María Auxiliadora. Para mí,
empero, opino que lo tuvo más tarde.
Digo lo mismo de los célebres estan­
dartes de Ntra. Señora de las Victo­
rias, que regaló D. Juan de Austria
á las religiosas dominicanas de Barce­
lona, que hoy se pueden ver en el con­
vento de Montesión de dicha ciudad.
En 1817 presentaron al mismo Pío VII
un cuadro de la Virgen, destinado al
Santuario de Sta. María in Monticelli
para que lo bendijera. A l verlo se con­
movió profundamente el Papa. ¿Quizá
le recordaba alguna visión? ¿quizá se
relacionaba con algún episodio de su
vida tan agitada y triste, aunque siem­
pre gloriosa, siempre grande y siempre
santa? El hecho es que se postró y
exclamó con ternura, bañado en lágri­
mas : ¡Auxilium Christianorum, ora pro
nobis!
Los exvotos que en el santuario se

Visiones del genio, raptos del poeta,
ven y los devotos que á todas horas
rezan al pie del cuadro, atestiguan los desvarios del loco sublime, éxtasis del
inmensos favores que allí se digna Santo , llamadlos como queráis ; reco­
conceder la Virgen bajo el título de noced eso sí, que sale de lo común lo
que voy á narrar. En la época en que
Auxilio de los Crisíianos.
A esto llamo yo sello divino, por­ más abandonado y perseguido se veía
que los milagros y gracias y el crecer D. Bosco — no podía un santo ni un
de la devoción son prenda de que Dios genio carecer de persecucioiies — con­
se complace en que María sea honrada gregaba á sus niños , causa de tanto
é invocada bajo ese título gloriosísimo, sufrimiento, en un prado desierto de
que es como el grito del alma comba­ las afueras de Tur í n, y les d ecía:
tida, como el suspiro del corazón, como « Mirad el templo ! ved á María A u­
el gemido del hombre que anhela re­ xiliadora sonriente y bendiciéndonos
montarse al cielo y se ve detenido en desde la cúpula! miradla en medio de
luces! > Ellos nada veían. Pero lo decía
su carrera.
D. Bosco y se vería algún día.
lí.
Cuando al llegar de mi lejana Patria
El Ven. Juan Bosco. — Llegamos ya
al Venerable Juan Bosco, Fundador de á la plaza de María Auxiliadora, vi el
los Salesianos, de las Hijas de María templo y la cúpula coronada con la so­
Auxiliadora y de los Cooperadores Sa­ berbia estatua de bronce dorado, y
lesianos, cuya historia es el tejido de contemplólo todo iluminado por un mar
las bondades de JMaida Auxiliadora, de bombillas eléctricas multicolores que
es el Sello divino vivo y palpitante. le daban un aspecto semejante al del
Niño pobre, huérfano de padre desde Pilar en estos días, caí de rodillas y
la temprana edad de dos años, mediante bendije á la Providencia. ¡ Oh Juan
la predilección de María llegó á sacer­ Bosco I ¡es ésta la realidad de tus sueños t
dote, y movido por un impulso sobre­ ¡así fueran los de todos los buenos!
Los sueños pues , debían realizarse.
natural, por ese impulso que hizo de
Pasaron los años.
él el hombre providencial de estos
Bajo la protección de María Auxi­
tiempos, empezó á predicar á sus niños
— porque D. Bosco nació con el dón liadora, conducido por su mano, Don
de niños — comenzó y no cesó jamás Bosco fundó su Obra é infundió tal
de predicar á sus niños, á sus millares amor á María Auxiliadora en sus nu­
de niños , la devoción á María Auxi­ merosos alumnos, que éstos se hicieron
liadora. ¿Quién es María Auxiliadora? apóstoles de la nueva devoción ; y el
le preguntaban. Y él se lo explicaba pueblo , con ese instinto natural, tan
y les anunciaba grandes cosas para filosófico que tiene, comenzó á llamar
un futuro no muy lejano. < La devo­ á M aría Auxiliadora : L a Virgen de
ción á María Auxiliadora invadirá el D . Bosco.
mundo, les decía; será la devoción reina,
El Santuario de Turín. — Valdocco
y no habrá cristiano que no la invoque era un barrio de 35.000 almas y no
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bajo este título. >
tenía sino una iglesia.

i

88

Es el año de 1865 y va á surgir el de 1868, es decir tres años después, la,
monumento de las misericordias de la consagraba solemnemente Mons. Ri.
Auxiliadora. D. Bosco había hablado cardi. Arzobispo de Turín. Había eos- ¡
con Pío IX, quien aprobaba la obra y tado algo más de un millón de liras.
además por propia iniciativa, sin indi­
¿Cómo se edificó? La iglesia debía
cación alguna, le aconsejaba dedicarla ser uno de los célebres santuarios del
á María Auxiliadora. Desde 1863 Don mundo , y se edificó porque Dios le
Bosco pidió permiso al municipio y..... puso su Sello divino , se edificó como
no se lo quisieron dar. El insistió du­ se fundó la Sociedad Salesiana : por una
rante dos largos años, y sería intere­ no interrumpida cadena de prodigios,
sante publicar sus cartas y notas. Un precisamente porque las ideas de los
día se deciden á escucharle.
tiempos lo exigían.
— ¿Tiene V . medios para edificarla ?
En los Archivos se conservan los
le preguntan con sorna los conséjales. registros. Allí he comprobado que más
— Eso corre de mi cuenta. El Exmo. de 850.000 liras han sido ofrendas de
Ayuntamiento cuide de autorizar á Don personas que con ellas han manifestado
Bosco, y él se encargará de lo restante. su gratitud á María Auxiliadora: cu­
Entonces surgió otra nueva dificultad. raciones de toda especie, pleitos y ne­
Yo no acierto á comprender el prurito gocios ya perdidos, que por intercesión
de alguna gente de- meterse en lo que de María Auxiliadora se arreglaron fa­
no les va ni les viene. Pues el Ayun­ vorablemente, inminentes desgracias ale­
tamiento le pregunta: ¿Y qué título le jadas, gracias en fin y milagros; de
pondrá V, ?
modo que D. Bosco pudo afirmar que
— I María Auxiliadora í
« cada piedra del edificio es un signo
Y por causa del título retiraron la del poder y la bondad de María Au­
aprobación y el permiso: les pareció xiliadora. »
que i ¡ « uo estaba en armonía con las
Coronación y privilegios. — El San­
ideas de los tiempos » ! I En vano les tuario crece en importancia cada día.
decía D. Bosco que el título era lo de Debido á la multitud de gracias que allí
menos, que eso incumbiría á la Curia, se obtienen, el inolvidable León XIII
no al Ayuntamiento ; que la Curia había coronó solemnemente por medio de su
dado su aprobación, y el Papa mismo Legado, la imagen milagrosa el 17 de
lo deseaba. A l fin tuvo que valerse de Mayo de 1903 y fué como el broche
un inocente estratagema para arrancar de oro con que cerró las obras y tra­
el permiso, irrevocable^ de fundar una bajos que le inspiró su entrañable amor
iglesia sin título (por el momento). So­ á la Reina de los Cielos.
bre una superficie de 1.200 nP se trazó
Innumerables son los privilegios con
el plano y se colocó la primera piedra que los tres Papas han enriquecido el
el 27 de Abril. El 28 comenzaron los Santuario. Aquí no puedo hacer men­
trabajos.
ción de ellos. Sólo nombraré dos que
D. Bosco tenía... 40 céntimos!
según me anuncian hoy mismo de Turín,
Prodigios y favores. — El 9 de Junio va á conceder Pío X, como recuerdo

-

89

de su Jubileo: i®El privilegio del Altar
Gregoriano al Altar mayor del Santua­
rio, con las mismas indulgencias y pri­
vilegios que el altar de S. Gregorio
del Monte Celio en Roma; 2° Quien
confesado y comulgado , visite el san­
tuario y ruegue en él según la inten­
ción del Sumo Pontífice gana IndulgeTicia Plenaria perpetua cotidiana to=
dos los días, cumpliendo las dichas con­
diciones (i).
El santuario de María Auxiliadora
tiene muchos atractivos para el viajero:
su Escolanía es de las mejores de Italia;
en las grandes solemnidades pone hasta
200 voces perfectamente educadas, y
está cerca de la famosa casa del CottolengOy hos^itdX su i generis, que abriga
más de 5.000 enfermos y se sostiene
con la caridad diaria.
Parte del Sello divino de que he ha­
blado antes son las innumerables gra­
cias y favores que María Auxiliadora
concede diariamente á sus devotos. Para
convencerse basta hojear cualquier nú­
mero del Boletín Salesiano, y eso que
cada Boletín no publica sino las de su
nación ó lengua, y se imprime en 9
lenguas.
Por eso las medallas é imágenes de
María Auxiliadora se han propagado
admirablemente por todo el mundo,
j Cuántas cosas podría yo contar aquí,
si el tiempo y el lugar lo consintieran!
¿ Cuántos son los templos dedicados
á María Auxiliadora? Difícil es de­
cirlo (2).
(i) V. t>‘o/. Sai. Febrero 1909. El Papa tuvo la
amabilidad de expedir el breve con fecha 7 de Oc­
tubre. aniversario de la batalla de Lepanto.
(a) Aquí la memoria menciona unos cuantos. No
nos faltará ocasión de publicar la lista entera. Por
ahora el espacio no nos lo permite. Recibiremos
muy g^istosos los apuntes que se nos remitieren
en propósito. (N. d. 1. R.).

-

Archicofradía. — Como Congrega^
don Mariana existe la Archicofradía
de María Auxiliadora , cuyo domicilio
principal está en Turín, pero tiene ra­
mificaciones en todo el mundo. Aquí
mismo en Zaragoza existe una, com­
puesta de « Caballeros y Damas de
María Auxiliadora. »

ECOS

del desastre de Messina
la extensa relación publicada el mes
pasado, hacemos seguir estos pocos de­
talles para satisfacer siempre más la
cariñosa participación de tantos Cooperadores
á nuestro luto, y para suplicar nuevos sufragios
para los inolvidables finados.
Quienes eran los Salesianos perecidos.

Como desahogo de fraterna piedad, he aquí
ante todo unos apuntes sobre los Salesianos di­
funtos. Hallábanse todos en la flor de su edad,
animados por el mejor espíritu en el cumpli­
miento de los deberes que Ies imponía la carrera
que hablan excogido, y seguramente deseosos
de una vida muy prolongada para poderse enri­
quecer de muchísimos méritos. Dios empero, en
sus adorables designios los llamó consigo, qui­
siéramos decir, antes del tiempo, y ciertamente
de \ma manera inesperada junto con otras 38
jóvenes vidas, que ellos guiaran amoro.samente
por la senda de la virtud y del saber!
El Salesiano de más edad era el Pbro. José
Pasquali, quien sólo contaba 40 años, habiendo
nacido en Roma el i® de Setiembre de 1868. E x
Director en otra fundación salesiana en Sicilia,
ocupaba este año el cargo de prefecto-ecónomo
del Colegio S. Luis. Seguíale en orden de edad
el ropero Sr. D. José Longo, de 36 años, pues
había nacido en Biancavilla {prov. de Catania)
el 4 de Setiembre de 1872.
Ix>s Pbros. D. Mario Rapisarda y D. Antonio
Urso, contaban sólo 34 años. Ambos nacidos en
Belpasso (prov. de Catania) en el año de 1876,
ambos cubrían en el* Colegio el delicado cargo de
Directores Espirituales: y han dejado en muchos
jóvenes, amigos y admiradores un inmenso vacío.

— 90 —
E n Bova Marina y en Sliema-Malta, la memoria
del Pbro. Antonio Urso quedó verdaderamente
en bendición.
Mencionaremos luego después el Pbro. Don
Vicente Pirello, doctor en CC., LI^. y filosofía,
nacido en Alcamo (prov. de Trapani). A la tem­
prana edad de 31 años era vigilante Consejero
Escolar, ó prefecto de los estudios.
El Sac. Arcángel Lo-Furo, maestro que des­
empeñaba también otras ocupaciones en el

acólito D. José Venia, de Bronte, muy celoso en
la educación de la juventud.
Ante el espectáculo que nos presentan estas
robustas y valiosas existencias tronchadas re­
pentinamente, sólo hallamos consuelo en la ora­
ción y en los sublimes pensamientos que inspira
aquella te que nos enseña que honra á Dios tanto
el grano de incienso que el fuego consume ente­
ramente ante el altar, cuanto el grano que cae
al suelo y ante ese mismo altar se pierde.

/f

■/
M ESSINA — El Colegio S. Luís visto desde el patio,
{I'', d pdg. 92



N u estros Fotograbados

colegio, era aún más joven pues contaba sólo
30 años; también él de Bianca\dlla (Catania), na­
cido el 5 de Abril de 1878.
Y no llegaba á los 29 años el inolvidable Pbro.
D. Darío Claris, doctor en CC.. LL. y filosofía,
ya profesor muy amado por dos años aquí en el
Oratorio de Turín. Había nacido el 4 de Enero de
1880 en Savona; y en Savona, por voluntad de
la familia, fueron trasladados sus despojos mor­
tales, recibiendo su alma en aquella catedral,
con elogio fúnebre tenido por el limo. Diocesano,
copiosos y repetidos sufragios.
Ni siquiera 24 años contaba el buen acólito
D. Mario M amini de Bolouia, profesor en cien­
cias físicas y naturales, quien deseaba ardiente­
mente llegar al santo Sacerdocio; y aun no
habla cumplido los 22 el óptimo compañero suyo.

»

L a p r im e r a ...).

Los sufragios.

Imposible seria enumerar los funerales que se
celebraron por las victimas, pues en todos nues­
tros colegios los hubo y muy grandiosos.
Sin embargo nos parecen dignos de especial
mención los de Roma a i los que celebró el Pá­
rroco Pbro. D. Colussi, é impartió la absolución
al túmulo el Enimo. Sr. Card. Cassei±a. El tem­
plo estaba atestado de fieles y numerosísimas
se notaban los Cooperadores.
En Milán, en la Iglesia de San Agustín, ce­
lebró el revmo. Sr. Rolandi, Prepósito. L a gran­
diosa iglesia, rigurosamente enlutada presen­
taba un golpe de vista imponente, é inscripdo-;
nes muy apropiadas añadían seriedad á todo d ,
conjunto.
¡

_

eo

En Parma, poi tres días seguidos hubo solem­
nes exequias.
En Florencia, en la iglesia de S. María de los
Angeles, ofreció el S. Sacrificio el Rc\Tno. Sr.
D. Ildefonso Sillani, abad de los Camaldulenses,
asistiendo pontificalmente S. Excia. Revma.
Mons. Mistrangelo, Arzobispo, quien al fin de la
Misa dió la absolución.
"EnS-Pierd’Arena al solemnísimo fimeralque
se verificó en la parroquia de S. Cayetano, asistió,
numeroso clero encabezado por el revmo. Mons.
Olcese y participaron las Asociaciones católicas
y los Institutos religiosos de la ciudad.
En España, á más de lo que decimos en otra
parte de este número, merece ser mencionado
el funeral celebrado en S. José del Valle. Aun
cuando los Salesianos hace poquísimo tiempo
que se han establecido allí, han podido recoger
de aquellos óptimos cooperadores un homenaje
grandioso de amor.
En América recordaremos la delicada idea de
colocar una lápida en la cripta del perpetuo su­
fragio en el Templo de S. Carlos de Buenos Aires.
La lápida es del valor de looo § m. n.; se colo­
cará cuando la suscripción cubra la mitad de su
valor. E l cura Rector de S. Carlos se suscribió
con loo $ m. n. y el Director del Colegio Salesiano Pío IX con otros lOO §. De este modo todas
las víctimas participarán de los sufragios de^
cuatro misas diarias y del funeral de todos los
lunes, además de las prácticas piadosas de los
Colegios Salesianos.
También desde la lejana Patagonia subieron
al cielo fervorosas plegarias para tantas víctimas.
En la capilla de S. Francisco de Sales de Viedma
con el concurso del Exmo. Gobernador local y
del R. Agente Consular Italiano se celebró un
solemnísimo funeral.
Iguales muestras de aprecio y de religiosa pie­
dad se repitieron en todas las naciones que hos­
pedan Salesianos y Cooperadores. En más de
un lugar estos dieron las pruebas más conmove­
doras del vivísimo dolor que embargaba sus
almas por nuestra, desventura.
Confiamos en que Dios N. S. haya atendido
tantas súplicas abriendo las puertas del cielo á
nuestros hermanos, á sus treintiocho alumnos
y á los cuatro domésticos perecidos en Messina
la mañana del 28 de diciembre p. p.; continue­
mos sin embargo á sufragar sus almas con ver­
dadero arranque de fraternal cariño.
Porfía de amor para coo los supérstites.

A la universalidad de los sufragios para los
perecidos correspondió el concurso de todos los
Institutos salesianos de Italia para la acepta­
ción de jovendtos dejados huérfanos por el
terremoto.

i

91 —

En Catania llegan y a á 27 los huerfanitos
que las autoridades ci\*iles y eclesiásticas han
confiado al Colegio Salesiano. Por la protidencial
caridad del Padre Santo otros 26 fueron entre­
gados al Revmo. Sr. Arturo Conelli, Inspector
de los Salesianos en Roma, quien los hizo acom­
pañar con todos los cuidados del caso á nuestro
Colegio de Genzano. Dos hermanitos Mesineses
fueron acogidos en el Oratorio de Turín, presen­
tados por las nobles Condesas Vittorelli y Cappello en nombre de S. A. I. y R. la Princesa I.aetitia. Otros huérfanos fueron recibidos en otros
Colegios, de manera que bien podemos decir que
casi no hay Colegio Salesiano de Italia que no
haya tenido la satisfacción de recoger á uno si­
quiera de los huerfanitos que dejara el terremoto.
El Reviiio. P. Rúa, en su ardiente caridad,
puso á disposición del limo. Obispo de Mileto el
nuevo Instituto Salesiano de Borgia en Calabria;
y la propuesta generosa fué acogida por Mons.
Morabito con \*crdadera conmoción, como el
mismo se expresa en un telegrama de agradeci­
miento á nuestro Superior General.
También nuestros alumnos — lo registramos
con grande satisfacción — dieron un hermosí­
simo ejemplo de generosidad y bondad de co­
razón, entregando con desprendimiento admi­
rable su pequeña ofrenda. Muchos se privaron
de los pocos céntimos que poseían; otros de sus
ambicionados juguetes. En varios lugares, como
en Ferrara y A lejandría, internos y externos re­
nunciaron al A rbol de Navidad; en otras partes,
como en A lassio y Schio, prorao\deron oportunas
diversiones para recaudar recursos para los her­
manos heridos por la desventura.
Ni menos encomiables fueron por sus gene­
rosas intenciones unos Comités Salesianos. El de
Este p. ej. aunque hubiese y a destinado para tan
noble fin el fruto de varias conferencias con pro­
yecciones luminosas, promovió sin embargo una
grandiosa velada músico-cinematográfica y otras
lírico-musicales en el salón * S. Francisco ».
E n Parma también, por iniciativa de honora­
bles Damas Patronas de la Obra Salesiana, y de
los Estudiantes Universitarios inscritos á nuestra
Escuela de Religión, se verificó otra solemne ve­
lada dramático-musical, á la que asistió S. Excia.
Mons. Conforti, Arzobispo-Obispo, rodeado de
las mejores familias de la nobleza parmesana.
Y no podemos alabar suficientemente la im­
portante labor que en esta porfía de caridad des­
plegaron nuestros ex-alumnos. A comenzar del
queridísimo Sr. Pbro. D. Alberto Boeris, quien
se unió á nuestros hermanos en el salvamento
llevado á cabo entre los escombros de nuestro
Colegio de Messina, hasta los ex-alumnos del
Colegio de Frascati, Dr. Enrique Arrigo, excogido
como miembro de la Comisión enviada p>or el
S. Padre sobre los lugares del desastre y Sr. Ca-

92
simiro Arrigo, miembro de la Comisión encargada
por la Sociedad de la Juventud Católica de llevar
socorros en dinero y en géneros á las desgraciadas
poblaciones, hasta al honorable Sr. Diputado al
Parlamento Italiano, Dr. José Micheli, ex-alumno
del Colegio de Alassio, quien fué merecidamente
apellidado el simpático y activo restaurador de
las ciudades muertas, muchos, muchísimos otros
dieron muestras inequívocas del celo grande con
que guardan los sentimientos de cijstíana frater­
nidad que aprendieron al amparo de los Colegios
Salesianos.
Entre los escombros.

En Messina, apenas obtenido el permiso de
practicar excavaciones, empezóse, y aun conti­
núan, los trabajos para la extracción de los ca­
dáveres. El 15 de Enero fué extraído afortuna­
damente casi intacto el santo Tabernáculo, en
el que, dentro los vasos sagrados, habíanse con­
servado perfectamente ilesas las Sagradas Espe­
cies, que al día siguiente fueron trasladadas á la
pobrísiina carbonera del colegio, trocada en am­
paro nocturno de los dedicados al desenterra­
miento de los cadáveres. E l domingo siguiente,
17 de Enero, el SS. Sacramento fué llevado procesionalniente sobre la colina que recibió los
destrozos de nuestro colegio, y desde allá, pre­
senciando unos 200 supérstites, fué impartida
en sufragio de los difuntos y á toda la ciudad y
al Estrecho la Santa Bendición.
« E l piquete de coadjutores (así dice una carta
del 6 de Febrero), continúa siempre las excava­
ciones. Ha extraído ya algunos hermanos pere­
cidos, pero todos en tristísimas condiciones. N i
uno de ellos quedó intacto; todos tienen la cabeza
quebrada en varios puntos.....También los jóvenes
alumnos descubiertos hasta ahora se presentan en
las mismas condiciones.
» E l lugar en que extendíase la huerta [en donde
había el patio del Oratorio festivo, y actualmente
levantóse un altar sobre el cual celebra todas las
mañanas el P . Fariña para comodidad de las fa­
milias que se establecieron en las colinas circuns­
tantes) se va convirtiendo poco á poto en un cemen­
terio que atoje todos los días las victimas extraídas
de los escombros. Cada tumba tiene su crttz que
lleva escrito el nombre del sepultado.....»
« ¡Pobres hermanos! ¡pobres alumnos!... (así
otra carta fechada el 13 del mismo mes) los ha­
llamos en tal estado que nos es casi imposible re­
conocerlos. y lietten unas posturas que al descu­
brirlos se nos destroza el corazón; la cabeza aplas­
tada ó quebrada, rotas las costillas y el pecho, las
extremidades destrozadas. Los sacamos siempre
de la profundidad de tres ó cuatro metros y las
enormes viguetas de hierro que sostenían los pisos
y amarraban las paredes, retorcidas como débiles

alambres, obstruyendo las escavaciones, nos im­
piden apresurar los trabajos... s>.
Renunciamos á transcribir otras particulari­
dades para no afligir demasiado el corazón de
nuestros lectores.
Nuestros fotograbados.

Reproducimos empero cuatro fotografías que
representan el estado actual del Colegio S. Euís.
La primera (pág. 90), nos muestra los escom­
bros del Colegio S. Luís, visto desde el lado ente­
ramente arrasado. En el fondo, hacia la izquierda,
queda en pié el brazo de casa en que se abría el
ingreso; queda en pié, pero es inhabitable; el otro
cuerpo de casa hacia la derecha era el principal.
Componíase de dos pisos y planta baja; el se­
gundo piso junto con el techo y las buhardillas fué
completamente destruido.
La segunda (pág. 93), da el mismo cuadro; el
efecto es más desastroso por haberse tomado la fo­
tografía desde donde abárcanse todas las ruinas,
particularmente las del cuerpo de fábrica {simé­
trico al que se ve en el fondo), en el que habitaban
los profesores y domésticos.
La tercera (pág. 97) ofrece el horripilante cuadro
de la destrucción completa de la mitad del cuerpo
principal correspondiente al lado opuesto al patio,
esto es hacia la colina. Este brazo principal era,
como todos los otros, un edificio doble, recorrido
al centro por toda su longitud y en ambos pisos por
un corredor de desahogo y comunicación. Ahora,
de este cuerpo principal, de la parte opuesta al
patio nada quedó en pié; la pared exterior cayó so­
bre la colina, y, junto con el techo, contemporánea­
mente derruml drons^ los dos pisos. De estos no
quedan sino las viguetas de hierro del primer piso
porque fuertemente remachadas en la pared in­
terior del corredor; contorcidas cotno se ven, dan
una idea del tremendo golpe que recibieron de las
ruinas del piso superior y del techo que se des­
plomaron sobre ellas. En esta parte hallábanse en
la planta baja los comedores; en el primer piso
las clases y el salón de estudio y en ei segundo piso
un dormitorio!....
La última (pág. 103) nos hace asistir á una de las
escenas piadosas que se repitieron y se repiten aun
hoy entre los escombros: es decir el desenterra­
miento de un cadáver.....

_

>o

VIII.

S ip e utilidad de los Oratorios Festivos.
Verba movent, exempla trahunt; y vamos á
■ poner uno de estos ejemplos, de estos hechos arrasiradores. Hojeando las Actas de un Congreso Ca-

93 —
tiguo alumno de ese Oratorio que nació y vive de
la Providencia: yo, en pobre y alpestre parroquia
no debía retroceder. Pedí auxilios acá y allá, pero
especiaknente entre los feligreses, quienes me se­
cundaron con verdadero entusiasmo. Y el edificio
necesario se levantó, y el Oratorio de mis sueños
fue una realidad, y todo con limosnas insignifi­
cantes. Sí, con oblaciones de la gente del pueblo.
Todo esto está perpetuado en una lápida de mármol
con caracteres de oro. que se ve en el frontispicio
del Instituto. En el año santo (igoo), lo inauguró
solemnemente S. Sia. lima, y Revma. Mons.

IdESSINA — El Colegio S. Luis, visto desde el patio.
( y . a pág. 92 * N u estros Fotograbados

tólico, hallamos una Memoria presentada por
el Teólogo Doctor Amatéis, Párroco de Mezzenile
{Arqtiidiócesis de Turin). E l autor relata lo que
i él mismo le sucedió.
« Veía yo mismo, dice, que para hacer eficaz y
duradero el mejoramiento religioso entre mis
parroquianos, me era indispensable consagrar mis
esfuerzos á la juventud, á la niñez, á fin de ganar
su corazón antes de que los pervirtiera el mundo;
veía que á tal objeto era indispensable un local
donde divertirlos y catequizarlos bien; fiero tam­
bién veía las dificultades financieras y morales
que se opondrían. Mas, educado en la escuela de
D. Bosco. que obró maravillas siendo fiobre; an-

*

L a seg un da.,.).

Sfiandre, en nombre del Emmo. Card. Richelmy,
Arzobispo de Turin.
»Desde entonces, el Oratorio es el lugar de cita de
la juventud de Mezzenile. Dos años no más cuenta
de existencia y ha dado ya frutos consoladores y
abundantes
Ch’era follia sp^arl
* ¿Cuáles son esos frutos?
a)
Los Catecismos Parroquiales, desiertos anta
aun en Cuaresma, se poblaron como por ensalme
de niños y de hombres: en la Pascua de Resu­
rrección comulgaron 275 niños, que para un
pueblo como Mezzenile es un portento;

— 94

b) Bajo la benéfica influencia del Oratorio, mis
muchachitos, pequemos, pero altivos y algo mon­
taraces, como hijos de montañeses sin instrucción,
se han dulcificado y educado mucho, aficionán­
dose al sacerdote: luego aprendieron á ayudar
la Santa Misa, cobrando tanto cariño á este
oficio angélico, que tuve que establecer turno,
cuando antes no se encontraba uno aunque se le
pagara muy bien;
c) Entre los m'ejorciios escogí una veintena para
formar el pequeño clero que tanto decoro y orna­
mento presta á las sagradas funciones;
d) E l Oratorio es para mí el sostén y la vida del
Comité Parroquial, porque los más adultos de
dicho oratorio pasan á formar la Sección de jóve­
nes ó Juventud Católica, que es á su turno semi­
llero de socios del Comité;
c) Otra cosa aún muy llamativa. M i coadjutor,
el Rev. Sr. Eróla, es muy celoso y buen músico.
También él se ha decidido por los niños y ha edu­
cado en el arte divino á unos cuantos. Con la mú­
sica se da vida á otras instituciones que son muy
del agrado de los feligreses, como el Teatrito, las
veladas músico-literarias y la Schola Cantorum
que es el alma de las solemnidades de la iglesia.
i> Estos son. en compendio, los frutos que me h.i
producido el Oratorio de Mezzenile. Es inútil decir
que tales cosas se repercuten en la gente mayor
y producen otros y otros más consoladores. Se conciliaron al sacerdote el respeto y la benevolencia
hasta de los más esquivos, y lo que más vale.
determinaron una frecuencia muy numerosa á
los Santos Sacramentos, quitando en muchos el
respeto humano é infundiendo valor cristiano.
B iste saber que en mi parroquia no llegaban á
ciento las confesiones anuales y ahora pasan de
mil sólo en tiempo de pascua.
» Termino proclamando altamente que los ora­
torios festivos son un medio eficacísimo para re^
generar las parroquias £>.
y esto no es ilusión, no es tampoco un caso
aislado: es hecho que se verifica constante, nece­
sariamente.
Los Cooperadores Salesianos y los Católicos
activos de ArgetUina y Uruguay podrían dar
cumplido testimonio de ello.
***
No ¡tace muchos dias hablábcwws con el Presi­
dente del Centro Instructivo de Gracia {Barce­
lona), el Sr. abogado D. Cayetano Pareja v Novelles, y «os decixx: v Aquí en Gracia tenemos nece­
sidad urgente de una obra utUisinM, eficacísima,
incomparablctnettte hermosa, de que Ps. tienen
el privilegio: un oratorio festivo.
— (¡Porqué la llama V. útilísima, hermosí­
sima
— La razón natural lo dice. Desde que leí en la
vida de D. Bosco y en el Boletín Salesiano lo que

son los Oratorios festivos, me enamoró la idea. Los
conceptúo benéficos, pero en grado sumo.
— AS;í lo creemos nosotros: pero ¿porqué no lo
pone V. que tantas y tan fecundas instituciones
tiene fundadas y dirige con tanto celo? Vea que no
es privilegio salesiano; no pidió D. Bosco patente
de invención. Cualquiera los puede poner. Bien
sabe V. que el bien no se monopoliza.
— Sí, pero lo mejor será que yo pida al R. P.
Inspector que vengan los Salesianos á fundarlo.
Pues fundarlo es preciso.
— ' Y aunque no vengan los Salesianos V. fún­
delo igualmente.
Por manera, amados Cooperadores, que los
oratorios festivos son una necesidad urgente. Sus
frutos son consoladores; el Párroco y el Clero
tienen en ellos un medio de reconquistar los cora­
zones y ganar las almas. Con que pues, ¡ manos á
la obra !
(Continuará).

CRONIQUILLR
Con cuánto gusto se leen las noticias que vienen
de los oratorios allende el océano. Sólo que las
quisiéramos más frecuentes, más directas, más
-abundantes aimque siempre concisas.
MONTEVIDEO.— El Colegio D. Bosco merece un
aplauso especial por el interés é intensidad con que
se trabaja en el campo fecundo del oratorio festivo.
Su radio de acción es bastante amplio, más de 300
alumnos concurren ordinariamente. I,a enseñanza
religiosa se ha hecho muy atractiva, mediante cua­
dros huninosas qrxe hablan al ojo atento y ávido del
niño, mientras hieren dulcemente sus oídos las
explicaciones, que á veces toman forma de inte­
resantes diálogos.
Uno de los más consol adore.'! frxitos, y cuyo re­
cuerdo durará por mucho tiempo fué la primera
cemw.ní'd» de ciento treinta «Inoí. Dióla el Exmo. Sr.
Ubisno I.saza, el 6 de Diciembrep. p.. El eminente
Prelado estaba no solamente complacido, sino edi­
ficado y conmovido. Estos consoladores resultados
vienen á confinnar lo que decíamos en nuestro articulito, y deben animar á todo el mundo cuando
menos á ensa\ar el sistema. Por lo que hace á nos­
otros. hijos del Venerable Juan Bosco, (y por hijos
entendemos religioses y cooperadores) no perdamos
nunca de vista que el Oratorio festivo es la base de
la Obra Salesiaua.
Como lo saben nuestros lectores, en el Oratorio
festivo de que hablamos, existe una Compañía gim­
nástica, bautizada con el hermoso nombre de « Excelsior *, que ya se ha presentado Tjrillantemente,
en público. ¡ExceUior! es decir siempre arriba.

I

siempre adelantel sin que haya obstáculos, ni pla­
ceres, ni nada capaz de apartarlos del camino recto,
del que lleva á las cumbres: á fuerza de luchas y de
victorias hay que hacer,se respetar.
— No merece menos el Circulo social juvenil
4 Ven. Juan Boseo * que fundado hace im año, y ya
robusto, ha entrado en su faz de actividad ad extra.
Junto con el Monseñor Lasagna y el León X I I I ,
ocupan im puesto digno én las filas del ejército acti­
vo que impulsa el movimiento social del Uruguay.
CHIOGGIA (Italia).— U n nuevo Circulo de obreros
se inauguró bajo la protección de San Justo el
13 de Diciembre p. p.. Se comenzóel acto por una
Misa pontifical, celebrada por Mons. Bassani,
Obispo diocesano, en la capilla del colegio. Los
jóvenes eran muchos, y además había una lucida
representación de la Sección Juvenil de la ciudad,
con su respectiva bandera. E l Prelado les dirigió
ima tierna alocución , en que manifestaba el vivo
gozo que le causaba la inauguración de un Circulo
obrero y católico en la ciudad, y les excitó á que
con la palabra y cuantos medios pudieran, atraje­
ran á muchos otros, ojalá á todos los jóvenes obre­
ros de Chioggia, á formar parte de ima institución
que tantas ventajas morales y materiales procura;
y que siempre fueran los primeros en practicar el
bien.
Conmovedor fué el momento en que esa juven­
tud se acercó á la sagrada mesa. lOhl qué hermoso
espectáculo el que ofrece la gente de blusa acercán­
dose á recibir á Jesús.
Después de Misa, S. Sría. Dma. visitó detenida­
mente el interior del colegio y habló á todos los
niños. « Todos vosotros, rae sois igualmente caros,
hijos mios; por eso os bendigo á todos ».
Por la tarde se reunieron todos los jóvenes de los
Círculos, bajo siis respectivos Presidentes y brin­
daron por la xnutua felicidad, por la unión fraterna.
Por la noche, la sección dramática del Círculo, eje­
cutó su primera aparición en público representando
ima linda pieza.
MACERATA (Italia). — Nueva Secdáa de la Róbur.
— En Diciembre p. p. sé efectuó una simpática
reunión en el salón de actos del Instituto salesiano.
Las damas y caballeros de la ciudad quisieron ob­
sequiar con una bellísima bandera tricolor á la
sección apeninica de la Róbur, por su valor y sere­
nidad. Para que nadie quedara excluido en el ofre­
cimiento del obsequio, se hizo por suscripción en
que no se admitían sino cuotas pequeñas. Dicha
sección tomó el nombre de Sibilinos, que es el de
unos montes que allí se levantan. A la fiestedte
tomó parte lo má.s granado de la ciudad. Y fué
tanta la gente, que más de d en se quedaron sin
poder entrar. Al canto gimnástico A lia patria,
siguió el discurso del abogado Sr. D. César Galanti, quien hizo ver la utilidad práctica de la gim­
nasia, no solamente para la educadón tísica, sino
también para la intelectual y moral. E l Exmo. y
Revmo. Sr. Raniero Sam ari bendijo la bandera,
siendo padrino el Conde D. P. Alberto Conti y la
gentil condesa Da. Augusta Moroni Mozzi. Cuando
la ilustre dama consignó el tricolor al Jefe de la

Secdón, estallaron los aplausos de la multitud, y la
banda entonó d Himno nadonal.
Como recuerdo, se imprimió una artística tarjeta
doble: por- tma cara d panorama de Macerata y la
endna (robur) del Tasso en S. Onofrio, lo cual está
indicado con la silueta de la cúptda d d Vaticano,
la obra gigante de Miguel A ngd. E n la otra, míos
versos d d poeta y pedagogo Tommaseo. que trnduddos dicen a á ;
4 Obscuro está el valle; los pinos empero
Que el monte coronan, y a brillan al alba.
lAlcemos la frente, las armas al hombro.
Que es tiempo de marchal *
A todos los concurrentes se les distribuyeron
copias de la artística postal.
CASTRONOVO (Sicilia). — Una notida muy inte­
resante nos llega: la de haberse inaugurado un Cir­
culo Católico con el fin de educar la juventud según
d método de D. Basco .
Esto debe ser consolador para todos los Coope­
radores y estimularlos á hacer lo propio en sus res­
pectivos lugares. Estudiar d sistema educativo d d
que llamamos padre, y procurar hacerlo conocer y
practicar por d mayor número posible de personas,
es obra eminentemente sodal.
SUCRE (Solivia). — E l Oratorio D. Bosco, cuenta
200 alumnos, y más que festivo, pudiera llamarse
cotidiano, pues son muchos los que acuden á recibir
la instruedón literaria, moral y rdigiosa, distri­
buidos en cinco dases. Además de las materias d d
JPrograma, se les enseña Canto, Dedamación,
gimnasia y también á ayudar la Santa Misa.
La compañía de S. Luis Gonzaga tiene 50 Sodos
y d pequeño Clero no es escaso.
Tampoco falta el teatro, y bien lo demostraron
el día que se estrenó el artístico cuadro de mosaico
donde está la nómina d d Directorio honorario y
efectivo y todos los sodos de la Compañía de S.
Luis. Interpretaron ♦ L a Casa de la Fortima » de
nuestro inolvidable Padre y Fundador. E l Club de
Fooi-ball * D. Bosco *, consta de 52 sodos, subdi­
vididos en dos EUvens ó teams. Tienen sus ejerddos
al aire libre.
Para estimularlos á la lectura, se les distribuye
una hojita seiuanal instructiva, llamada « La Hojita
Mensajera *.
No faltan rifas, y se sortean cosas útiles.
E n los dos años de 1907-08 han hecho su primera
Comunión 103 niños y han sido confirmados muchos
en nuestro espadóse templo de S. Agustín, por d
limo, y Revmo. Sr. Pífferi, á quien agradecemos
de corazón su paternal bondad, pues á más de esto,
les dirigió una sentida plática á estos * nuevos mili­
tares de Cristo *.
F.S tanto más de alabar todo este trabajo y de
aplaudir estos triunfos, cuanto carecen todavía de
local apto. ¡Lástima que con la muerte del entu­
siasta cooperador elGrl. D, Pastor Sáinz, se frustra­
ran las segurisimas esperanzas de tenerlo todo á
medida d d deseo— ó de la necesidad 1— Pero con
fien en Dios y en María Auxiliadora que pueden
suscitarles — y quizá pronto, — generosos ami­
gos.

5

D E JS ÍU E S TF^A S M I IO J\ÍE
'u —

tliaíro Grosso (Brasil)
Desde Cuyabá á orillas del Río Bermejo.
Una excursión afortunada.
{Continúa la relación del P. Bdlzola).

En las faldas del Naboreri —

Un hura­

cán en la floresta — Conñanza en la
divina Providencia.

'ST’^ V u e s t r o viaje hasta á la caída del sol
en un continuo subir y bajar
" hasta que nos encontramos á las faldas
del Naboreri donde nuestra vista gozó de un
panorama todavía más bello que el del día ante­
rior; inmensas florestas y lejanos montes lo ro-’
deaban: posesiones todas de los Coroados. Per­
noctamos á las faldas de dicho monte, que visto
de cerca presenta el aspecto de una fortaleza,
puesto que en su cima se eleva un morro que
parece un castillo feudal. Junto al Naboreri
levántase otro monte de idéntico aspecto, si
bien un poco más pequeño; los indios lo llaman
Pirogeri.
Durante la noche comenzó á soplar un \nento
muy fuerte, tanto que parecía quererse llevar
nuestras tiendas. Nuestro gula nos dijo entonces
que si bien no nos hallábamos en la estación de
las lluvias y que, normalmente jiablaudo, no de­
bíamos esperarlas antes de cuatro meses, sin
embargo aquel viento y el gran calor que se de­
jaba sentir anunciaban un temporal inminente.
¿Qué hacer en este caso? Habíamos salido cal­
culando que nuestro vaje durarla unos cuatro
días; dos hacía que estábamos andando y sin
embargo no podíamos aún prometemos cercano
el fin, tanto más cuanto que ninguno de nosotros
ni siquiera el mismo guía, como yo dije, había­
mos hecho nunca aquel \daje, y los tres indios
que llevábamos, jóvenes como eran no estaban
tamptKo prácticos del lugar. Por lo tanto el
camino más seguro era seguir las huellas de los
otros indios que por allí hablan pasado. Así lo
hicimos, pues, y nos dirigimos hacia el sud.
Esperábamos sin embargo encontrar cercana

5

ÍI
alguna aldéa puesto que el día anterior habíamos
visto brillar una hoguera junto á la floresta.
Anduvimos míos veinte kilómetros, y nada
encontramos.
Empezaba yo á preocuparme, puesto que las
provisiones no nos llegaban para más de cuatro
días, si bien me animaba el pensamiento de que
la carne de ciervo nos haría un buen servicio,
cuando en pocos momentos cubrióse el cielo de
negros nubarrones, empezaron á culebrear los
rayos, y retumbaba’ el trueno de un modo te­
rrible. Un chaparrón en aquel lugar no era cier­
tamente la cosa más agradable, y no obstante
humanamente hablando un baño de agua fresca
nos era inevitable.
Mientras con actos de resignación me disponía
para aquella no muy agradable aventura, surgió
en mi mente este pensamiento: « ¿ Acaso Dios no
vela sobre los pasos de, sus siervos ? ¿ Crees por
ventura que le sea imposible el defenderte de la
tormenta, de un modo ú otro? « Sumergido en
estas reflexiones, salí de la floresta, y hé aquí
que descubrimos claros indicios de una aldea
vecina; seguimos el camino y después de unos
diez minutos nos encontrábamos frente á un
pequeño pueblo abandonado hacía poco. Apenas
tuvimos tiempo de entrar en una de las chozas
con nuestros animales, cuando al instante empezó
á caer una lluvia torrencial, que si bien nos pa­
recía que duraría pocos minutos ó todo lo más
media hora, continuó con la misma persistencia
hasta después de media noche. Semejantes cir­
cunstancias, que otros quizá llamarían fortuitas,
no pueden menos de infundir en el corazón del
Misionero mía fe más viva y una confianza más
ilimitada en la Dhdna Providencia. ¡Deo graiiasf
exlamé más de una vez del fondo de mi alma. Si
la lluvia nos hubiera sorprendido en la floresta,
qué día y qué noche hubiéramos pasado! ¡ Ben­
digamos al Señor...! »
En la desierta aldea del « Cogueau » —
E l capitán G. Ponce — Conmovedora
demostración de reconocimiento — Pro­
funda superstición — Se serena el ciclo
— En el Arojari.

E l bahyto (choza central) era uno de los más
grandes que yo había visto, tenía i8 m. de largo
por 7 de ancho, señal cierta de que era también

— 97 —

grande el número de salvajes que moraban en
aquella aldea. Sus casas eran 21 y todas nuevas.
Permitió Dios que á lo menos encontrásemos
dos hombres y un niño, que habían vuelto para
tomar el imprescindible urucú.
Viendo que uno de ellos era bastante desen­
vuelto y expedito en el hablar, le pregunté cómo
se llamaba, á lo que me contestó :
— Inti capitán Generoso Ponce!... (Yo soy el
el capitán Generoso Ponce).

ran á pronunciarse dos nombres tan amados
para el corazón de todo salesiano.
Les demostré luego todo mi sentimiento poi
no haber encontrado allí á los indios, puesto que
el Capitán Generoso Ponce « el Grande me había
dado muchos regalos que y o esperaba distri­
buir entre ellos; y que yo deseaba verles y
hablarles. Añadí q u e d fin de mi viaje era bus­
car un lugar hermoso donde hubiera caza y
pesca abundantes, permanecer en medio de

M E SS IN A — E l Colegio S . L uís, visto desde la colina
( l\ d pdg.

jtí

* N u estros Fotograbados» L a tercera ..,).

¡Caramba! dije entre mí, nada menos que el
actual presidente del Estado!...
Y señalándole al niño le pregunté; — ¿ Y éste ?
— Este es mi hijo, el ún'cv) que tengo, y no
lleva nombre alguno.
— Está bien — le respondí — le llamaremos
Juan Bosco, ¿no es verdad? — satisfecho de que
también allí hubiese algún niño con el nombre
de nuestro Venerable Padre.
— ¿ Ycóm o se llama d o tro ? continué pregun­
tando al mismo tiempo que le indicaba á su
compañero.
— Tampoco lleva nombre.
— Pués le llamaremos Miguel Rúa, contentí­
simo de que también en estos lugares empeza­

dlos para ayudarles y defenderlos de muchos
peligros, puesto que conmigo se establecería
también d Papai Grande (Dios) y la Muga
Grande (María Sma.), ponerlos á todos ellos bajo
su protección, alejando de entre ellos al Bope
(demonio). Y les di algunos regalos.
¡Pobre gente! Apenas ^•ieron los regalos, em­
pezaron á darme las gradas con tanto afecto y
á repetir con im acento que me oprimía d co­
razón hasta las lágrimas :
— A estos lugares nadie había venido hasta
ahora á traemos regalos, ni siquiera á visitarnos.
¡Y esto es por lo que los Bororos nunca tenían
nada! Arroja bocua! tariga bócua! buoda bócua!
akigo bócua! etc., etc. (es d e d r : no teníamos
»*

-9 8 —
vestidos! no teníamos anzuelos, no teníamos
nada, absolutamente nada!)
Y enumerando con vivo reconocimiento todos
los dones recibidos continuaban con tristeza :
— Y ahora que ha venido el Padre, no están
aquí i Pobres Bororos!
Y el capitán empezó á narrarme la historia
de aquella aldea.
— Nuestra gran aldea — me dijo — se ha­
llaba á la otra parte del río Pogubbo (Río Vermelho) á orillas del Cogueau; pero el año pasado
muchos cayeron enfermos y murieron también
muclios. Entonces, yo capitán, vine á buscar
otro puesto y escogí este donde nos encontramos
é hice venir á toda la gente donde construyeron
las chozas que se ven. Y o les hablaba mucho á
ellos. Pero últimamente vino un capitán del S.
Lorenzo, habló mucho á los Bororos y los invitó
á irse con él. Muchos le siguieron y otros fueron
á otras partes. Y o no queriendo ir con él voy á
Jorigui-parn y de este modo quedará desierta
la aldea.
lyC pregunté dónde se hallaba el Arojari y
supe que nos encontrábamos muy cerca.
Le rogue me acompañara el día siguiente hasta
á acpiel lugar pero él me contestó :
— No jnicdo, debo ir á donde he dejado á mi
mujer, porque las mujeres tienen miedo cuando
están solas, y además siendo noche muy fácil es
que comparezca el tigre.
Insistí para que se quedara, pero de ningún
modo qvieria ceder, hasta que una lluvia torren­
cial le impedió salir, y así es que se quedó de
mala gana. Deseaba que yo detuviera la lluvia,
y me suplicaba que con las manos y con la boca
mandase á la lluvia que se alejase como suelen
hacerlo sus baires; y yo hice, pues, la señal de la
cruz y le aseguré que pronto dejarla de llover y
que el día siguiente ya no llovería. Entretanto
les di á cada uno de ellos una manta para que
pudiesen dormir con más comodidad, y quedaron
satisfechos.
Mientras yo me entretenía con ellos, nuestro
querido Bussi estaba preparando la cena; cuan­
do quedó cocida la carne de ciervo, hice cocer
en el mismo puchero un poco de arroz á fin do
satisfacer el apetito de aquellos pobres indios,
pues la carne de ciervo no la hubieran probado
de ningún modo
no estar exorcizada por sus
baires y sin esta ceremonia la tienen por riguro­
samente prohibida: pero cuando les ofrecí el
arroz, cambiáronse entre sí una mirada expre­
siva y todos A la vez me dijeron que no podían
comerlo porque había sido cocido en el mismo
puchero de la carne. ¡Pobres indios! tuve que
desplegar to<la mi oratoria y todo mi discurso
para ii\ducirlos á que lo comieran. Finalmente
les di á cada uno alguna otra cosa manifestán­

doles al mismo tiempo la pena que sentía por no
poder darles más, pues ninguna otra cosa tenía.
Durante aquella noche, que era la última del
mes de María y primera del mes dedicado al
Sagrado Corazón de Jesús, no durmió el capitán;
continuó hablando horas enteras con los suyos,
dando órdenes y avisos y más de una vez se
deshizo en alabanzas con respecto al Misionero
que tanta benevolencia había usado con ellos.
Los seis indios allí presentes daban á cada mo­
mento muestras de aprobación con su acostum­
brado Hu!... hu!... hu!.....
L a lluvia entretanto continuaba con toda su
fuerza y yo rogaba á la Sma. Virgen que nos con­
cediese la gracia de que se serenase el cielo,
puesto que no sólo teníamos nosotros necesidad
de partir, sino que de ningún modo quería que­
dar mal con el capitán. Se había prometido que
cesaría de llover y así tenía que verificarse. Mi
palabra era para él una profecía. « E l Padre ha
hablado y su palabra es infalible!... » Gracias á
Dios, la lluvia cesó después de media noche,
brillaron de nuevo las estrellas, y sereno y her­
moso apareció el i° de Junio.
Al amanecer, acompañado del buen capitán
Ponce, fui á visitar el lugar llamado Arojari.
Estaba muy cerca, por lo que pronto llegamos;
mi visita fué breve, puesto que pude comprender
enseguida que no era sitio adaptado para una
nueva Colonia. No obstante quedé contento de
haberlo conocido puesto que de este modo no
pensaremos más en el Arojari. Dando de este
modo por terminada mi excursión hice de nuevo
una abundante repartición de objetos á los tres
indios y partimos.
R eg reso — U rg e la fundación de una nueva
C olon ia — S ú p lica ardiente.
E l regreso no pudo ser más feliz. E l día 2 lle­
gábamos sanos y salvos á Tribuiau después de
haber recorrido más de 70 kilómetros por tierras
desconocidas. La familia del buen señor Luis
Esteves nos colmó de atenciones. A l siguiente día
habiendo emprendido de nuevo el camino, mos­
tróme dicho señor el lugar donde piensa esta­
blecer su residencia y de común acuerdo escogi­
mos también el punto para edificar una capilla
en honor de María Auxiliadora.
Llegados á la casa del Sr. José Rodríguez,
al saber que había \*uelto y a de su viaje, nos
hosjKidamos en ella y tuve allí ocasión de ad­
ministrar algunas confirmaciones.
El día 4 continuamos nuestro camino, el 6
pasábamos cerca la factoría de Brilhante, donde
observé que los indios no habían ido toda\na á
recoger los huesos de los asesinados, llegando
aquella misma tarde á la factoría del señor Pe*

— 99 —
dro Maciel, empleado gubernativo y que quedó
m uy contento al saber el buen éxito de nuestra
expedición.

A l día siguiente 7 de Junio, solemnidad de
Pentecostés, sentí en gran manera d no poder
celebrar la Sta. Misa, pero en cambio tuve el con­
suelo de bautizar una persona. Prosiguiendo el
camino pasé por Buena Esperanza donde se
halla la hermosa casa de nuestro amigo el joven
D. Antonio Camilo Fernández; allí encontré al
pobre Osario con su familia, al que di fundadas es­
peranzas de que podrían volver definitivamente
á su hacienda abandonada, á la cual aun ahora
podrían ir, si quisieran, pero con prudencia, para
poder ver todo el ganado que por allí se hallaba
abandonado. Le dije, con prudencia, porque si
bien es verdad que me parece difícil una pró­
xima correría de los indios al Brilhante, no obs­
tante no es improbable dado el profundo senti­
miento de venganza que deben guardar los
padres de los asesinados. E l señor Osorio quedó
en gran manera satisfecho de mis palabras y so­
bre todo por el éxito de la misión; no quedando
yo menos contento, pues tuve entonces la oca­
sión de poder bautizar á cuatro de sus hijos.
Aquel mismo día llegamos todavía con tiempo
á Burity donde el Subdelegado Sr. José Pereira
Borges quedó tan contento del éxito feliz de
nuestra excursión, que inmediatamente escribió
una carta laudatoria y de agradecimiento al
Sr. Presidente del Estado. Aquí me separé de mi
apreciable guía el excelente D. Luis Esteves,
y después de saludar á la familia Borges, el 9 de
Junio me encontraba entre mis queridos her­
manos de Palmeiras;|descansé allí un poco, em­
prendiendo de nuevo el camino á las 8,30 a. m.
del día i i y recorriendo sin interrupción más
de go kilómetros; llegué aquel mismo día á nues­
tra casa de Coxipó, cinco minutos antes de la
media noche, dando infinitas gracias á Dios, á
María Auxiliadora y á D. Bosco por el éxito con­
solador de la excursión.
El Sr. Presidente del Estado, á quien le relaté
de \nva voz todo el \naje me contestó con las más
expresivas muestras de gratitud y animándome
á proseguir adelante me dijo :
— Ahora es absolutamente necesario pensar
en la fimdadón de una nueva Colonia en aque­
llos lugares.
Amadísimo Padre Rúa, yo mismo comprendo
la gran necesidad de una nueva Colonia en la
zona central de la tribu. Todo esto esi>eramos
que pronto sucederá, puesto que todo nos da á
comprender que ha llegado ya la hora de la re­
dención para estos infelices salvajes. jOh! Apa­
rezcan nuevos ax>óstoles que ensanchen nuestro
campo, multipliquen los sudores y redoblen en
medio de estas tribus los consoladores frutos.
Haga el Señor que esta mi pobre relación tenga

la eficacia de suscitar nuevas vocaciones para
nuestras queridas misiones del Matto-Grosso y
levantar gran interés entre nuestros Coopera­
dores.
Esto es lo que encarecidamente le recomiendo,
veneradísimo Padre, y diga á todos que si no
pueden socorremos con medios materiales, nadie
nos debe n ^ a r el subsidio de las fer\úentes ple­
garias, puesto que también de ellas necesitamos.
E l Sagrado Corazón de Jesús sabrá dar á todos
la merecida recompensa.
Los más humildes obsequios á todos nuestros
venerados Superiores con cuyas oraciones con­
tamos en gran manera. Bendíganos á todos,
amadísimo Padre, y de un modo especial ál que
con profunda veneración se profesa de V.
Obl.mo hijo in Corde Jesu
J u a n B á l z o l a Pbro.
Misionero salesiano.

Muestra áe agradecimiento
DEL SR. PRESIDENTE DEL ESTADO.

Habiendo enviado el Director del Colegio sa­
lesiano de Cuyabá, Pbro. D. Manuel Gómez de
Olrveira s. s. como representante del Inspector
P. Malán, la breve relación del P. Bálzola que
publica la « Gaceta Oficial» del Estado, el Exmo.
Sr. Generoso Ponce contestó:

Csía5o

íilallo órosso
Cuyabá,

6

de Julio de /90Í,

Palacio de la Presidencia
EN CUYABÁ
N. 55.

Revino. P. Manuel Gómez de Oliveira:
Habiendo recibido la carta de V. P. Revnta. con
fecha del 4 del corriente y en la que incluyó la
relación del Revmo. P . Juan Bálzola acerca de
la excursión que realizó por las aldeas de los in­
dios Bororos del Rio Vermelho, me veo en el deber
de dar nuevamente las gracias á S. R. por el gran
servicio que presta á mis Estados y á los habi­
tantes de aquellos parajes, y de un modo especial
al Revmo. P . Juan Bálzola por la solicitud y ca­
ridad cristiana de que nos ha ciado prueba en dicha
expedición y que, gracias á su celo, dió tan con­
soladores resultados.
Aprovecho de nuevo la ocasión para expresar á
S. R. iodo mi aprecio y consideración al propio
tiempo que me declaro
Su Afmo.
G e n e r o s o P . L. d e P o n c e

Ecuador.
Misiones de Gualaquíza.
llu e v a

c a p illa

-

P au M sm o

de

fres jó v e n e s

in d io s .

{Carla del Sac. Juan M. Giner).
Gualaquíza, i noviembre 1908.

Revmo. Padre Rúa:
ebo comunicarle dos noticias que es­
pero han de ocasionar gran consuelo
á su paternal corazón.
La primera es que hemos terminado y a la
construcción de lo nueva iglesia; sólo nos falta
ponerle el techo el cual será de cinc. ¡Oh si viese,
que hermosa iglesia!... y figúrese que la hemos
levantado en 50 días! Y no crea que sea una
simple cabaña, es lo mejor que pudo llevar á
cabo nuestra buena voluntad vivificada por la
fe; así es que esperamos que el Señor haya
quedado satisfecho. Alma de esta grande em­
presa lo fué el celoso y activo P. Giaccardi y
en la que han trabajado no sólo los blancos
sino hasta los mismos Jíbaros de Gualaquíza.
jSi hubiera visto con cuánto ánimo y ardor se
trabajaba! Y ahora nuestra iglesia se levanta
esbelta y hermosa capaz de contener á todo el
pueblo de Gualaquíza. Sin el trabajo de todos
estuviera todavía apenas empezada, tras de que
la antigua, ruinosa como estaba, era absoluta­
mente necesario demolerla y en estas selvas
lejanas ni siquiera hubiéramos tenido la com])añía de Jesús Sacramentado.
Pocas semanas hace se nos presentaron algu­
nos Jíbaros procedentes deMéndez acompañados
de tres jóvenes, Chn de 14 años, Cajéjar de 10
yTzamareño de 15, los cuales no estaban bauti­
zados todavía. líran tres almas apreciadas de
nuestro Vicariato, que Dios N. S. nos enviaba
para que las instruyéramos y regenerásemos
•después en las saludables aguas del Bautismo.
Rogamos á sus familias los dejasen con nosotros
por algunos días y consintieron de buen grado,
y así pusimos manos á la obra. En poco tiempo
aprendieron el pequeño catecismo jíbaro; y gra•cias á la buena voluntad y celo de los dos indios
bautizados Rosco y Fiximia que pocos dias antes
habían llegado á Gualaquiza, la instrucción de
aquellos tres jíbaros pudo complétame con bas­
tante perfección. T’íinww, cual celoso misionero,
les decía que no debían ya tomar parte en las
rapiñas, que no debían matar á nadie, sino que
debían portarse como ówtfwos jibaros de Jesurrisio. Bosco les recomendaba que con frecuencia

i

hiciesen la señal de la Cruz y que con devoción
rezasen todas aquellas plegarias que se les había
enseñado; puesto que de este modo, decía, Yys«
(Dios) los libraría en esta vida de todo peligro,
llamándolos después de la muerte á la eterna
gloria del paraíso.
No le diré, amado Padre, la impresión pro­
funda y el efecto que en aquellos corazones pro­
dujo la sencilla exposición de la doctrina de
Cristo; sólo le manifestaré que los tres á una me
rogaron no les retardase más la incomparable
dicha de recibir el S. Bautismo.
Viéndolos tan bien dispuestos, el domingo
pasado, 25 de octubre, á las 9 de la mañana el
P. Giaccardi llevó á cabo la conmovedora cere­
monia. A Chu se le impuso el nombre de Ci­
ríaco, á Cajéjar le pusimos el de Juan y Miguel
á Tzamareño. Es imposible describir el contento
y alegría que experimentaban. Haga el Señor
que permanezcan siempre fieles á las promesas
solemnes que en aquel día hicieron, y María
Auxiliadora los cobije con su manto hasta el fin
de sus días.
Esta es, amadísimo Padre, la segunda noticia
que quería darle.
Pida entretanto al Señor que la semilla del
Evangelio se multiplique cada día más y más
en estas selvas, á fin de que estos pobres jíbaros,
desistiendo de la venganza y de todas sus costum­
bres perversas, dobleguen dócilmente su cerviz al
yugo suave de la doctrina de Cristo.
Bendíganos á todos, amadísimo Padre, y de
un modo especial á este
Su htimlmo. hijQ en Jesucristo,
J uan

M . G in e r P b ro .

Misionero Salesiano.

Desde el■ > Wlílar
Rojo
I* ;
La Noche=Buena en el Mar.
{Carta del Pbro. D. Jorge Tomatis).
A bordo del « Domingo Balduino »
26 diciembre 1908.

Revmo. P . Rua\
uizá V. ayer se imaginaba que sus po­
bres liijos que habían partido para la
India se encontrarían privados de
aquellas dulces alegrías propias de la hermosa
fiesta de Navidad, pero tengo el gusto de asegu­
rarle que lio fué asi, y que también nuestra fiesta
fué solemne y bella.

— lOI —
Atravesábamos el canal de Suez y nuestro
buque surcaba majestuoso entre los dos conti­
nentes. Una inmensa llanura de palmeras veíase
diseminada por la derecha, mientras que al otro
lado se extendía un inmenso desierto de arena,
á cuyo término nos imaginábamos ver la Tierra
Santa, mientras que nuestro pensamiento como
es natural, volaba hasta á Belén y la Cueva santa.
Hicimos preceder á la fiesta un piadoso triduo,
durante el cual los numerosos religiosos y religio­
sas que se hallaban á bordo, todas las tardes se
subían sobre el puente para rezar juntos y cantar
las letanías y otras plegarias, después de lo cual
uno de los Misioneros sacerdotes hacía una corta
plática. El dignísimo Sr. Capitán nos concedió
para la Noche-Buena el que pudiéramos dispo­
ner del salón de primera clase y nos proveyó de
cuanto necesitábamos para adornarlo. Dispusi­
mos pues allí el altar, engalanándolo con telas,
cirios y flores frescas.
A media noche, la capana del buque llamó á
todos los \najeros; los primeros en entrar en el
salón convertido en iglesia fueron los religiosos,
es decir, seis Carmelitas, dos PP. Capuchinos, un
Salesiano de Nancy con tres acólitos y finalmente
nosotros. Siguieron después las veinte religiosas
entre italianas, francesas y alemanas y que tam­
bién se dirigían á las Indias. Se reservaron algimos
asientos para los oficiales de á bordo y para el
señor Cónsul italiano de Bombay y su digna
esposa; ocuparon lo restante del salón los demás
pasajeros de todas las clases, pertenecientes á
ocho naciones distintas, de cinco ó seis religiones
diversas y hasta acatólicos algunos. ¿ Qué quiere
que le diga ? No era posible obrar de otro modo.
La misa fué solemne, y ejecutada en canto
gregoriano por los religiosos allí presentes. Des­
pués del Evangelio hice un discursito en italiano,
y le aseguro que me sentí verdaderamente conmo\ndo, y si bien no me faltaban multitud de
argumentos más apropiados á la solemnidad del
día. no obstante para adaptarme de un modo
mejor á todos los oyentes creí conveniente ha­
blarles de la divinidad del Niño de Belén y de la
grandeza y magestad de su santa religión. Ce­
lebró la Misa el P. Superior de los Carmelitas de
Bagdad; las comuniones fueron bastante nu­
merosas, cantándose varios motetes durante el
acto. Todos los pasageros quedaron satisfechos
de tan imponente acto y no cesan todavía de
manifestar su admiración.
Casi inmediatamente después de la función sa­
grada empezamos la celebración de las tres misas
los sacerdotes que nos encontrábamos á bordo,
y á este fin habíamos y a dispuesto anteriormente
tres altares en el mismo salón, el que, por «na
fineza del señor capitán está todos los días á
nuestra disposición desde la media noche hasta
á las 8 de la mañana.

Después de las fmiciones sagradas no debía
faltar tampoco una fiesta de familia, y estos sus
hijos, del mismo modo que hicieron cuanto pu­
dieron para organizar del mejor modo posible
la ceremonia de media noche, no rehusaron tam­
poco el cooperar á la alegría común. Se hizo por
lo tanto una colecta pública con la cual se pudo
preparar un variado árbol de Navidad dispuesto
sobre el puente. No faltaban allí buenos objetos
por lo que no fueron pocas las sorpresas, y lo
que es digno de notar,, toios los viajeros desde
el primero hasta el último tomaron parte con
grande alegría y cordialidad, aceptando todos
un número y riendo durante dos horas de los
caprichos de la fortuna.
■ Hurante el sorteo uno de nuestros acólitos,
secundando el deseo y generosidad de un via­
jero, se presentó á cada uno de los pasajeros
con vma bandeja cubierta de dulces excelentes
y todos, señores y señoras, católicos y protes­
tantes, braharnanes y fetichistas, todos se sir\neron alegremente.
L a fiesta que había empezado en el canal de
Suez, terminaba en el Mar Rojo.
H asta ahora, amadísimo Padre, el viaje no
puede ser mejor bajo todos los conceptos. Desde
el primer día coloqué ima pequeña estatua de
María Auxiliadora sobre el piano del salón de se­
gunda clase y Ella desde allí nos sonríe á todos,,
nos acompaña y nos bendice.
Bendíganos también V., amado Padre, á fin
de que la nueva fundación de Meliapor sea y a
desde sus primeros días y continúe siempre á
mayor gloria de Dios y salvación de las almas.
Suyo Humlmo. en J . y M.,
Pbro. J orge T om.\tis
misionero salesiano.

Untlllas
Cómo viven los negros de Jamaica.
{Carta de D. G. Tedescki).
Bushy Parle, Agosto ii de 1908.

Revmo. P. Rúa:
’na carta del nunca olvidado nido del
Oratorio, me dice que los lectores del
Boletín recibirían con gusto noticias
de Jamaica. Es cierto que el Boletín habla poco
de esta misión, pero debo confesarlo, la culpa es
nuestra y vo y á repararla. Tenga presente, ama­
do Padre, que no puedo escribir de día, y por
tanto, no extrañe si mis palabras son de color
oscuro.
E sta mañana, después de ordeñar las vacas.

el muchacho me trajo un caballo, que se llama
(vea V. qué rareza) Av<í del Paraíso.
— Señor, aquí tiene el caballo.
— ¿T/O ha.s limpiado?
— Sí, señor.
— ¿ Y los otros caballos ?
— Míralos, están allá en el padock.
— ¿ lyos potros ?
— Sanos y listos como el ruiseñor.
— ¿Las yeguas?
— Muy malas.
— ¿ Porqué ?
— Porque los caballos y mulos quieren jugar
con los potrancos, y ellas temen que se los maten.
Es necesario que los hagas trabajar algo más.
— Está bien: se lo dirás al mayordomo.
— Sí, señor, adiós.
Monté en mi Ave del Paraíso. Somos amigos
viejos y y a sabe que cuando v o y en él, no con­
siento bromas; conoce también á todos los ne­
gros de la propiedad, y cuando encuentra á al­
guno, se pára, porque yo siempre tengo algo que
decirlos. Así fui, hasta una plantación de bana­
nos á las orillas d d rio, para ver cómo trabajaban
las negras.
— jCáspita! no hay alma viviente. ¿Si habrá
muerto alguna?
Desgraciadamente no andaba muy lejos de la
verdad. Aquellas infelices criaturas estaban agru­
padas en círculo á la sombra de ios bambúes, y en
medio tenían una mujer con el estertor de la
agonía. La desgraciada se agitaba convulsiva­
mente; rechinaba los dientes, y en los paroxis­
mos del dolor parecía que quería juntar los
hombros sobre la caja del pecho.
— ¿Qué tiene esta mujer?
— Ha caído al suelo, mientras trabajaba.
Hace dos días que no come nada.
— ¿ Y tú qué haces? dije á una muchacha
que sobaba un pedazo de pan para hacérselo
tragar; ¿quieres ahogarla?
— No, señor, pero tiene hambre y yo he co­
rrido á comprar pan.
— Deja, deja, corre á casa, pide un vaso de
leche, caliéntala y házsela tragar poco á poco.
— Sí, señor.
Era el accidente ordinario. I.a sequía de i6
meses ha arruinado á los negros. Volví grupas,
sumergido en pensamientos tristes. También ellas
son criaturas de Dios, menester es proveer cuanto
antes A sus necesidades.
El sol era de fuego, la tierra ard ía: yo no
podía estar parado, tenía que andar ó cabalgar.
Ix>s bananos amarillento?, tenían las hojas mus­
tias, los animales anhelaban bajo los árboles ó
se zabullíati en el rio; el \dento sur descargaba
una tempestad de llamas.
\'^olví A casa á mediodía. Mi mesa frugal estaba
preparada; me senté, pero la imagen de la negra

no se me apartaba de la mente: procuré comer;
parecía que el alimento crecía demasiado en mi
boca, los ojos se me llenaban de lágrimas. Me
levanté, tomé un papel, envolví la comida y
pedí el caballo y me lancé al campo.
Allá en el fondo se levantaba una columna de
humo: eran los negros que preparaban su mísera
comida; la moribunda estaba fritando un pececillo.
— ¿ Cómo estás ?
— Mucho mejor.
— ¿De veras?
— Sí, señor, sí, señor, tu leche me ha probado
muy bien.
— Toma!
Su ojos se iluminaron, alargó la mano descar­
nada, tomó el cucurucho y se lo apretó al seno
como diciendo: ¡Es mío; estoy salva!
— H oy no trabajará.'-; mañana harás lo que
puedas; y o te pagaré como si trabajaras, y que
Dios te bendiga.
— Gracias, señor, tú eres bueno.
Quiero hablarle algo á^nyx&s,txQ Ailliams, que
ahora duerme tranquilo. Quiere hacerse católico,
porque me quiere mucho. Un día pasó el puente,
abrió el cancel de nuestra casa y entró con toda
confianza. Vestía calzón blanco y planchado,
camisa nueva y gorra recién estrenada: su aire
era marcial, su paso elegante, la cabeza alta y
todo el continente modesto, pero garboso. Se le
hubiera tomado por el hijo de un rey de los ne­
gros. Llegado que hubo junto á mí, se quitó la
gorra, inclinó la cabeza, resbaló el pie derecho
y me dijo:
— Buenos días, señor.
— ¿ Qué quieres ?
— Trabajo.
— ¿Dónde vives?
— En Pot-House.
— ¿Qué sabes hacer?
— Algo de todo.
— ¿Sabes robar?
— No, señor.
— ¿ Y bien?
— Mi madre me dijo que ya soy grande y debo
mantenerme yo mismo. Ella es pobre.
— Conque hasta ahora ¿no has hecho nada?
— Señor, soy joven y estuve en otra propiedad.
— Y te han despedido. No es buena recomen­
dación.
— Aquel amo era malo; pero tú eres católico.
— ¿ Y qué sabes tú de los católicos?
— Que son gente buena.
— ¿Es decir?
— Que aman á los negros.
Estaba yo pues, delante de un diplomático y
d ije : \'eamos si algo bueno hay aquí.

— 103 —
— Si de veras quieres trabajar, yo te confiaré
el cuidado de los becerros; por la mañana los
sacarás al pasto y los traerás á casa por la tarde;
tendrás cuidado de tenerlos limpios. También
te daré dos \'acas para que las ordeñes, pero no
te beberás la leche, ¿eh?
— ¡Oh! no señor.
— Es preciso que los temeros te conozcan,
por esto debes tratarlos bien; ay de ti si los azo­
tas, inventa algima canción; así, cuando ellos

Y prosiguió su cantilena hasta que entraron
todos los becerros.
En un principio iba á dormir á su casa; des­
pués se instaló en una tejavana; pero noté que
sufría. Le di una pieza y ahora va solamente
cada quince días á su casa para llevar á su ma­
dre los ahorros hechos. Cuando está bien vestido,
va á la iglesia. Y a reza el padrenuestro y ave­
maria, y está deseosísimo de hacerse católico.
Un día me propuse probar su obediencia y valor.

M ESSINA — Entre los escombros del Colegio S. Luis.
( r . á p d g . p2 * N t u ilr o s Fotograbados^ L a últim a...).

la oigan, vendrán más fácilmente á casa, sa­
biendo que es señal de volver. ¿Sabes glgnua ?
— No, pero la inventaré.
Desde aquel momento el muchacho era mío.
Por la tarde, estaba yo en el balcón y allá en
en la dehesa resonaba sin cesar una cantilena
monótona. Una hora después, venían los becerros
á casa mansos y cabizbajos, como adormecidos
por el efecto soporífico .de la canción.
— t Cuántos tienes, A illiams ?
— 45, señor, pero el pasto está lleno de espinas
y no he podido llegar antes.
— Está bien. Ahora te daré un pedazo de
cuero para que te hagas un par de sandalias.
— cSabes hacerlas^
— Sí, señor.

H ay en casa una y^;ua de tres años, llamada
Lumbre de Eslrella, que parece un cordero, que
ha crecido á mi vista, de excelente raza, pero que
no ha sido domada aún. Nadie quería montarla.
Llamé á Ailliams y le ordené montarla.
— E s demasiado fuerte, señor, y me tirará.
— ¡Cobarde!
— E l muchacho se puso de un salto junto á la
bestia, le acarició blandamente el lomo y de'
otro, salto se colocó sobre la yegua. El animal, se
sacudió y brincó, como suelen hacerlo todos,
pero el muchacho permaneció firme con las pier­
nas bien apretadas, la espalda inclinada, las
manos en la espesa crin, y sonriente.
Algunos de estos negros tienen un natural
en\ndiabie.

Pero todos (hablo del pueblo bajo) todos están
todavía dominados por la superstición. No se han
acabado de despojar de sus tendencias africanas
y ticMien fe en Obeah y un miedo pánico.

B 1 Obeah es generalmente un hombre que se
dice revestido de un espíritu divino, conoce y
cura las enfermedades por medio de encanta­
mientos, y á veces mata con venenos ocultos: de
aquí el terror que se le tiene. No hace muchos
a$os que un Obeah edificó una choza á orillas
del Río Cobre y comenzó á predicar que él era
un profeta de Cristo, bendecía el agua y el agua
hervía, mandaba al agua y el agua adquiría virtud
curativa. Los negros fueron acercándosele oyén­
dolo, tratándolo y adquiriendo la certeza de que
verdaderamente era un profeta de Cristo. Vino
el gran día en que debía bendecir las aguas; la
fama, esparciéndose por doquiera, llevó multitud
de curiosos, de enfermos, á orillas del río: el mago
estaba allá firme, arrogante con una vara en
la mano. Después de unos momentos de solemne
silencio, su persona se agitó, como sacudida por
un espíritu, su voz tronó sobre las aguas una
oración grandilocuente, hirió con la vara las
ondas, y la gente se arrojó en ellas en tumulto.
La fe en el gran profeta estaba consolidada. Los
negros de la isla estaban frenéticos, presa de un
delirio religioso.
Las autoridades observaron, sufrieron insultos
y dejaron decir hasta... que se apoderaron tran­
quilamente del profeta... y todo se acabó.
Hace pocos días vino á mí una negra toda es­
pantada y balbuciendo g ritab a:
Señor, vén, vén, una cosa! parece imposible, en
entre los católicos.....el Obeah! Pero
vén. ¿qué haces? ¿no te mueves? Pero tú ¿no
nos crees? pero es cierto, si lo he visto yo,, y
además hay otros, ese negro es un Obeah!
Comprendí que se trataba de un perjuicio cau­
sado á la propiedad, castigado por la ley y me
encaminé al sitio, mientras los negros caminaban
á mi encuentro arrastrando al individuo cogido
in flagrante.
Hicieron silencio, me abrieron paso: yo debía
indagar, juzgar y pronunciar sentencia, porque
en tratándose de Obeah no hay bromas.
— ¿Qué has hecho? ¿qué has venido á hacer
aquí? ¿qué significa esta tierra rem ovida?)'m e
incliné á examinarla.
Y los indios á gritar :
— iNo, señor!
E l jefe de la cuadrilla me dijo que sólo el
Obeah debía remover aquella tierra y poner de
manifiesto todas los diabluras que había escon­
dido.
El pobre individuo protestaba que no había

nada, pero tuvo que hacer lo que se le exigía
y después de unos momentos de terrible ansie- i
dad, sacó unas hojas de palma ehristi, un látigo t
de arriero, todo envuelto en anchas hojas de Í
banano. E l hombre era reo convicto; mandé por
el Jefe de policía y llevaron el Obeah á la cárcel
¡Es la única medicina eficaz con cierta gente!

Creen los indios que el que muere con el cora­
zón endurecido contra los parientes y amigos,
no va al cielo ni al infierno, sino que, retenido ea
el mundo, se entretiene en espantar á los morta­
les. Hace cuatro meses, murió un indio bastante
bueno. Había estado en el continente y adquirido
regular fortuna. De vuelta, se casó con una negra
que le había servido fielmente por muchos años.
Era peletero, tenía su taller en nuestra propiedad
y pagaba puntualmente su arriendo. Enfermó
y después de un año de enfermedad, se murió.
Los negros dijeron que había muerto impeni­
tente, porque tenía odio contra uno; por consi­
guiente su alma no podía tener descanso, y no
teniendo adónde ir, debía quedar en la tierra. Lo
enterraron. Pero en breve se esparció el rumor
de que durante la noche se vió correr arriba y
abajo un caballo desbocado por todo el pueblo,
sus ojos arrojaban centellas, humo y fuego sus
narices, y sobre 'el caballo la figura del hombre
muerto, denotando afán y desesperación.
Esto no bastaba: el muerto les hace una nueva
jugada cada noche, tanto que al cabo de pocas
semanas la mujer estaba también moribunda, y
muchos enfermos, á causa de esos nocturnos
terrores. Por casualidad llegué allá un mes des­
pués y los negros me llenaron de cuentos la ca­
beza, y viéndome incrédulo, se escandalizaron
no poco.
— Entonces les d ije: Y o os libro del muerto en
menos de una semana, reunid cuatro hombres
en la parte de arriba y cuatro en la de abajo del
pueblo; hacedles rondar de arriba á abajo y os
aseguro que el muerto no os fastidiará más. No
he v-uelto por allá, pero el remedio produjo su
efecto, porque el muerto á nadie molesta ya.
Como se ve, es cuestión de tiempo é instruc­
ción. E l tiempo lo ha dado Dios muy barato á
los Jamaicanos, pero la instrucción cuesta dinero,
trabajo y paciencia.
Ahora, á pesar de todo, tampoco falta la ins­
trucción, y esperamos que de aquí á no mucho,
los negros serán mejor de lo que son ahora.
Otra vez le daré cuenta del estado agronómico
de la isla. Encomiéndeme á Dios y envíeme su
bendición.
Aftno. y Obmo. hijo in C. /•
G. T e d e s c h i ,
Coadjutor Salesiano.

i

Varias.
MÉJICO.— Tantbién los misioneros que se diri­
gieron á Norte América y á Méjico tuvieron un
felicísimo viaje. He aqui lo que escribía el 29 de Di• dembre p. p. el sacerdote D. Clodoveo Castelli
desde Méjico al P. Rúa:
4 Finalmente, amado Padre, hemos llegado á
nuestro destino después de un mes de viaje, es decir
desde el 22 de Noviembre en que partíamos de
Turín, hasta el 22 de Didembre en que llegábamos
á Méjico donde fuimos redbidos con tanta cordia­
lidad y alegría de nuestros amados hermanos y
alumnos, los cuales nos acomp-añaron en tan largo
viaje con sus preciosas oraciones. Y nosotros esta­
mos verdaderamente persuadidos de que gracias á
estas oradones y de un modo especial, á las que
V., reverendísimo Padre, elevaba todos los días al
Señor y á María Auxiliadora junto con los demás
Superiores, hemos tenido un viaje tan feliz que
hasta los mismos ofidales de á bordo quedaron ma­
ravillados, pues no recordaban haber hecho otro
viaje con una mar tan calma en un tiempo en que
tanto abundan las borrascas.
Otra grada espedal nos concedió el Señor, y es
la de habernos favoreddo con ima buena compañía.
Eramos cerca de treinta entre religiosos y religiosas,
todos con direcdón á Méjico. Todos los días se cele­
braban dnco misas, así que teníamos que turnamos
entre los nueve sacerdotes que éramos; es dedr,
cuatro Salesíanos, cuatro Lazaristas y un Bene­
dictino; los demás redbían la Sta. Comunión. Por
la tarde se rezaba públicamente el Sto. Rosario, al
que asistían casi todos los viajeros; sucediéndose
por tumo una parte de los marineros con el Sr. Ca­
pitán que no faltó nunca. En nuestras oraciones
nos acordábamos siempre de V., amadísimo Padre,
y con tanto más fervor cuanto que sabíamos que
subían al trono de Dios rniidas con las que V. hada
por nosotros y que nos reportaban tantas bendidones.
Al llegar á Nueva-York tuvimos el sentimiento
de separarnos de nuestros caros hennanos destina­
dos á aquella dudad. Nos dejaron también grato
recuerdo nuestros hermanos de Sarriá, Málaga,
cuyas casas visitamos, tratándonos ellos con afecto
más que fraternal. Impasible nos es también el
describir la acogida que nos dispensó Monseñor
Costamagna al llegar á Méjico; él se encuentra aquí
en compañía del Director y de los demás hermanos.»
N. de la R. — También los dtmás misioneros qtu
se dirigieron al Brasil, Uruguay, Chile, Centro
América, Ecuador y Argentina nos dicen que íul itron felix maje. ¡Sea loado el Señor!
PUNTA ARENAS (Magallanes Chile). —
dido triunfo de la fé.

Esplén­

E l Misionero P. Marabini escribe al P. Rúa con
fecha del 10 de Didem bre: « E l 8 de didembre fué
el día destinado á la recolecdón de las flores místicas
naddas mediante tm mes de preparadón con plá­
ticas catequísticas y fundones solemnes durante
todos lo días.
» Setecientas veinte fueron las Comuniones y 146

l

niños la redbían por primera vez. E l espectáculo
fué conmovedor.
* Pequeña resultó nuestra ^ an d e iglesia parro­
quial durante todas las fundones de aquel día
memorable, pero de un modo espedal dmante la
misa solemne celebrada por nuestro dignísimo supe­
rior Mons. Fagnano asistido de los ministros sa­
grados y de unos treinta niños formando im peqvieño dero.
» L a parte musical nada dejó que desear tanto
por la naturaleza de la múrica como por su ejecudón. Las partes variables fueron ejecutadas en
canto gregoriano y acompañadas con las suaves
notas del órgano litúrgico.
» Sin embargo la nota característica de la fiesta
fué sin duda alguna la precesión solemne que por
la tarde se organizó alrededor de la plaza púbUca
que está situada delante la iglesia.
s>E l tiempo lio podía ser mejor; asi es que la plaza
fué llenándose de una muchedumbre de gente lo
mismo que la iglesia, llevando cada Asociadón el
estandarte y las isignias de su propio patrono.
» Después de haber renovado todos ante el altar
las promesas del Bautismo empezó á desfilar la pro­
cesión.
» A medida que el cortejo avanzaba, iban aumen­
tando también las dos filas de espectadores fasduados por el imponente espectáculo que presentaba
aqudla multitud devota que acompañaba á la In­
maculada. E l porte grave y piadoso del pequeño
dero, los niños de la primera Comunión con sus
lazos de seda y oro, las niñas con sus vestidos blan­
cos como los lirios, los diversos colores de los estan­
dartes. las compañías de S. Luís, S. José, Damas del
Sgdo. Corazón, Hijas de María y A n g d Custodio,
formaban en verdad xm bello espectáculo, (del
que se aprov^echaron muchos fotógrafos).
* Y mientras nuestras oraciones se elevaban
hasta el cielo, alternándose los cautos, la música
y las plegarias, las ocho campanas de la torre lle­
naban de alegría á la ciudad invitando á los hom­
bres á edebrar el triunfo de la reina de los délos.
»Continúe la Virgen Santísima fecundando la di­
vina semilla en las almas para que también en
medio del desierto se levanten airosas y lozanas
las flores de la virtud cristiana... »

P a r a e v ita r cu a lq u ier in co n ven ien te, r o ­
g am o s á n u e s tro s le c to re s s e s ir v a n d irigir
la co rresp o n d en cia r e la tiv a á la P ía U nión
de C o o p era d o res y

a l B o le tín , ó á l R m o .

S e ñ o r P b ro . D . M igu el R ú a , ó á la D irec­
ción del B o le tín S a l e s i a n o , C a lle C ottolen g o , 32, T u rín .

EL CULTO
de M ^ria Auxiliadora.
N ó t tenem o* U perBU««i6n de que, e n la s v ic isitu d es d ' lo ro sas de los tie m o o s oue
■ travesam os, no nos q u edan m á s consuelos que los del Cié’a, y e n tre é sto s la o o d e m «
p ro tecció n de la V irgen b e n d lu , que fué en to d o tiem po el A uxilio de los C r is tia n a !
P ío X.

' REPARÁríDONOS estamos á celebrar dignamente

(
'

tus glorias , Wtladre

am ada , en
el mes que la iglesia te consagra de un modo especial, ^^a sa ro n g a los hielot
hibernales, hugó la escarcha que agostaba e l campo, g el ambiente es suave g el

suelo está g a tapizado de flores. Qon estas flores adornaremos tus altares: en cambio Tü,
dulcísima Señora, siembra en nuestros
frutos, dignos de los altares

corazones sem illas

d el cielo, g

de

virtudes, que den flores tj

derrama en nuestras

alm as e l agua saludable

de que hablaba tu Q ijo cuando decía: 2Jo sog la fuente de aguas vivas,

---------------

F

--------------vió, se le enterneció el corazón, pues quedó
gravemente pensativo y poco después pidió los
Sacramentos y después murió esperando ir á ver
María Auxiliadora.
Carmona 1908.
M a r ía

La Santísima Virgen Auxiliadora se ha di­
gnado conceder en la ciudad de Carmona una
serie de gracias y favores tales, que verdade­
ramente parece que tiene por ella predilección.
Hé aquí algunas.
Caída mortal.
Un día salí á paseo con mis compañeros por
la cima que corona nuestra ciudad. Coiuempiando el panorama encantador; la vega con
sus casitas blancas de un lado y del otro el San­
tuario de la Patrona, con las bosquetes de olivos,
me absorbí de tal modo, que cal rodando por
la pendiente, quedando más muerto que vivo. Mis
afligidos y espantados compañeros me llevaron
á casa, y mi padre me encomendó muy de veras
á María Auxiliadora ; y á las pocas horas reaccio­
né y me puse fuera de peligro.
José

G u t ié r r e z S a l d a b a .

No muere sin Sacramentos.
A la^ puertas de la etentidad estaba una per­
sona amada: corrí á su cabecera á prodigarle
cuidados y le aconsejé los auxilios de la Iglesia,
á lo que ella sentía repugnancia invencible, no
obstante ser — presunto devoto de María A u ­
xiliadora. — Afligida me dirigí á esta buena
Madre y di al eníWmo una imagen. Apenas la

O lm edo.

La oración de un niño.
Mi querido esposo fué acometido de una vio­
lenta enfermedad, ocasionada por la pérdida de
su destino. En tal apuro acudí á los médicos
más afamados de Sevilla, quienes, lo desahucia­
ron, Un día en que todo estaba ya perdido, un
hijito mío que se educa con los PP. Salesianos,
dulcemente me insinuaba que hay una Madre
nnty compasiva y poderosa llamada María Au.xiliadora, y tomando su Joven Instruido, se en­
cierra en un aposento á orar con toda la efusión
de su alma ¡nocente. Después de su fervorosa
oración salió radiante, asegurándonos que la Vir­
gen sanaría al enfermo, porque así se lo había
p ed id o , ofreciéndole una misa en la cual conmulgaría la familia.
A l día siguiente el médico observó, no sin
estupor, una notable mejoría, y poco después
mi esposo estaba bueno del todo.
Carmona 190S.
G r a c ia

H id a l g o .

Desaparecen los ataques.
28 años ya hacía que mi hermana Eloísa
venía padeciendo ataques diarios de ner\’¡os,
que la imposibilitaban para toda clase de trabajos.
Acudim os á cuantos médicos pudimos, aunque
sin resultado: la enfermedad se hizo crónica.

107 —

ValUy por id. á su sobrinito, d? enfermedad incu­
rable.
Béjar (Esp.). — Da. J . M., por haber sacado de
un trance apurado á una amiga.
Carmona (Esp.). — D . Luis P . B ., por haberle
obtenido la gracia de hacerse religioso — Da. Va­
leria Palomino, por haberla curado de reuma per­
tinaz— D . Juan Carrera, Pbro., por haber solucio­
nado un difícil asunto de dos ancianos pobres.
— La Hermana J . P ., Concepcionisia, por haber
dado la salud á su madre enferma y por haberla
Carm ona, 1908.
auxiliado á ella misma en una operación dolorosa
A n t o n ia S ie n a y P o n c e .
en el pie — D . Vicente I^bo, por haber sanado á
su sobrina Francisca Hidalgo, ya en las puertas de
U n a com unidad tien e a g u a p o r E lla .
la eternidad — La Comunidad del Convento de ¡a
Purísima, por haber recuperado una alhaja preciosa
El celosísimo Sr. Dr. D. Juan de Dios Uribe,
de la Sma. Virgen — Da. Isabel Soberá, por haber
Canónigo de la S. I. Metropolitana deMedellin,
sacado libre de quintas á su hijo, que es suma­
munífico bienhechor de las Hijas de María A u ­
mente devoto de M. A. — D . D . H ., por haber
xiliadora, nos escribe una hermosa carta, en que
sanado de angina y fiebre á una persona de su fa­
se narra lo siguiente:
milia — La Comunidad del Convento de Recoletas,
Las Hermanas, establecidas há poco en la
por un auxilio muy oportuno — Da. Josefa Izaguirre,
ciudad, habían perdido el agua potable que les
por haberla aconsejado muy bien y muy pronto en
llegaba. Yo les había regalado la estatua de la
un momento de ansiedad.
Cañete (Chile). — F. C. R., 10 ps. por un favor
Sma. Virgen Niña y las de S. Joaquín y Sta.
— Unas señoras, por id. 12 ps.
Ana. La víspera de la fiesta de esta santa, 25
Concepción (Chile). — /. L . D . S., por haberle
Julio 1908, fué la Superiora con otra compañera
curado de pulmonía, 15 pesos — ^4.y ., por gracias
á visitar al propietario de las aguas del Cu­
recibidas, 7 ps. — D . José N . Hinostrosa, por id.
chillón. Los dependientes del dicho caballero
6 ps. — D . Manuel Riquelme, por la salud reco­
les dijeron que no las recibiría, pero al fin se
brada, I ps. al mes ofrece — Da. Dorila Moraga,
decidieron á anunciarlas. El Sr. D. Coriolano
por su mejoría, 2 ps. — Da. Araneda de A , por
Amador, que tal es su nombre, las recibió con
un favor, 2 ps. — Da. Griselda Matus, 1,50 ps.
bondad. Ellas le rogaron Ies vendiera una paja
por id, — Da. María Riquelme, por id. — Da.
Margarita Sánchez, por id. — Da. Rita González,
de agua, de la que tenían tan absoluta necesidad.
10 ps. — Da. C. del S. del Montaner, 10, por la
El Sr. Amador confiesa que no estaba dispue,sto
salud recobrada — D . J . Aníbal Muñoz, Jefe de la
á ello; pero que sintió en su interior una bene­
Estación, i i ps. por un favor — D . Marcos Pérez,
volencia especial hacia los humildes religiosas,
Da. Cesárea Arriagada, por favores.
que le movió no á venderles, sino á regalarles
Córdoba (Esp.). — D . H . L . y familia, por haber
el agua que solicitaban.
sanado de fiebres tifoideas graves á su hijo Luisito.
Llenas de agradecimiento las Hijas de María
Córdoba (Arg.). — Da. Rosa de Olmedo, por una
Auxiliadora dan públicamente las gracias á su
gracia — Da. N . M. de Twank. por un gran favor,
Santa Madre y hacen manifiesta su gratitud al
Gerona (Esp.). — D . José Valloggia, S. S. por
Sr. Amador, á quien cuentan en tre' sus coope­
un gran favor concedido á un pobre niño, á quien
de enfermizo y raquítico ha hecho vigoroso y sano.
radores más generosos.
— Da. Dolores Deutaner y Viñas, por la salud de
A lican te . — Dña. E. B. tenía un tumor á la
su hijo José María — E l Licenciado D . R . Carbó,
Pbro., por favores recibidos— Da. María Dolores
frente que la hacia sufrir mucho. Ofreció á M.
Rota, por un favor, 10 ptas — Da. Mercedes Conlt,
A . un obsequio si la sanaba sin acudir á la ope­
por un favor, 5 pts.
ración y fué tan feliz, que hoy da públicamente
Guayaquil (Ecuador). - - Da. Cenobio P. Torres,
gracias por el favor obtenido.
por su eficaz protección — Da. Ana M. de Payad,
25 Enero 190S.
por muchos y grandes favores y especialmente por
U tre ra (Sevilla). — Dña Cristina Crespo y
haber sanado de una horrible inflamación en el ojo
á su hija única.
sus ilijos tomaron un sorbete de leche que des­
H o n d ó n d e lo» F . — Da. Teresa Iñra, por haber
graciadamente contenía gérmenes intoxicantes ,
devuelto la salud á su amiga Da. Manuela Pérez,
pues se les declaró un violentísimo vómito y los
y por haberla sacado á ella misma de un grave
atacó la fiebre. A l mismo tiempo que al médico,
apuro.
acudieron á un Padre Salesiano, quien les dió
Junín d e loa A n d e s . —* D . Zacarías Genghini,
la Bendición de M. A . y cesó la fiebre pútrida
Pbro., por haber obtenido la conversión de un in­
con admiración del facultativo. Elsto ha aumen*
feliz enfermo, que murió santamente.
tado su devoción á M. A ..
La Miranda (Chile). — Da. Mtría de la C. Escamilla V . de N ., por un favor, 5 pts. — Da. María
de la C. Maiicoreno, por id. i ps.
Das Umbléa, coi toda la efosióa de sa alma, {radas i
.Haría Aaxiiiadora 7 eavlaa ana limosoa:
L o u (Chile). — Da. G. Lorenas, por haberla
sanado de la enfermedad de corazón, 3 pts.
A lg u e r e ñ a . — Da. Carinen Asensio, por haberle
Mendoza (R. A.). — Da. C. G. de G., por haber
librado de la muerte á una hermana muy grave.
salvado á la familia de una calamidad.
BarranquUla (Col.). — Da. Josefina Echeverría
México. — Una H ija de M. A ., por haberla li­
Conde, por haberle devuelto la salud á su hermano
Manuel Guillermo, muy grave — Da. Zoila P . del brado de unas aflixiones muy grandes.

Viendo ineficaces los socorros de la tierra, bus­
camos los del cielo, mas éste también parecía
sordo. No perdimos empero la confianza y acu­
dimos á María Auxiliadora, cuyos innumerables
favores nos narra en compendio éi^Boletín. Le
prometimos una novena y algún obsequio, é in­
mediatamente cesaron los ataques. Ha pasado
más de un año y nunca han vuelto. Gracias mil
á la Virgen del Ven. Juan Bosco.

io8
Penco (Chile). - - Da. Merchora Ruiz, por haberla curado de una enfermedad á la vista.
Pinoso (Ksp.). /). Luciano Pinay Antonio Cerda,
por «rncias recibidas.
Rancagua (Chile). — Da. Rita González, por una
gracia, lo ps.
Salamanca (Esp.). — D . Juan M. Sánchez Mar­
cos, por haber sanado á su hermanito, de grave
enfermedad.
Santander (Esp.). — D . Antonio Sánchez de Movellán, por un favor recibido da la limosna de 500
pesetas — Una hija de María, por haberla curado
de unos <iolores de cabeza.
Santa Tecla — (El Salv.-C. A.). — Da. Elena de
Gallegos, por un favor nuiy señalado.
S. Vicens deis Horts (Esp.). — D . José Rigol,
por haberle curado sin necesidad de operación.
Talcahuano (Chile). — D . Alvaro Pizarra, por
un favor.
Tomé (Chile). — Da. Narciso Hermazabol, por
una gracia, 2 ps.
Sarriá (Esp.). — Da. Trinidad Bertrand, por la
curación de su hijo.
Torrecilla de Cameros (Esp.). — Da. María Mer­
cedes Valcárcel, porque la favorece en todo.
Valencia. — Da. Mercedes Tronazo Baliño de
Noya, por un gran favor — Una cooperadora, por
un grati favor — Da. Cristina Biendicho, por un
favor, 2,50.
Vera (Almería). — Da. María Pinieño, por haber
arrancado á su esposo de las garras de la muerte.
Vigo (Esp.). — D. Quirino Gutiérrez, 10 pts.
por un favor — D . A . Iglesias, por la curación
de su hija — Da. C. G., 2 pts. y Da. Jesusa Ro­
dríguez, por favores recibidos.

TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visíten devotamente una iglesia
6 capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias:

En el mes de Mayo.

El
El
El
El

3. Día de la invención de la Sta. Cruz.
8. Fiesta de S. Miguel Arcángel.
20. Ascención de N. S. Jesucristo.
24. Fiesta de María Auxiliadora, con obli­
gación de visitar una iglesia ó capilla Salesiana, ó, si no existe en el lugar, la pro­
pia parroquia, y para los religiosos la ca­
pilla de la Comunidad.
El dia 30. Fiesta de Pentecostés.

BIBLIOGRAFÍA.
D e la L I B R E R Í A S A L E S I A N A de Sarriá
(B arcelon a) A p arta d o 175:
Lecturas Católicas, Ano X V , Núm. 173 — Una familia Africana ó La esclava convertida: Año XV.
Núm. 174 — Huberto ó Los/itneslos efectos de la
pereza é indocilidad: Año X VI, Núm. 175 — El
valle de Almería (primera parte). Además el Alma­
naque para el año iqoq intitulado El hombre de
bien, obsequio á los abonados.

D e la s E S C U E L A S P R O F E S I O N A L E S
de A rte s y O ficios de S e v illa , A r re b o ­
lera , 18.
Biblioteca Agrarla-Solarlaua, Año VI, tomo LXVI
— América en España ó sea La resurrección de las
tierras y de los pueblos,
D o n J u a n B o n s ig n o r i ;
Año VI, tomo LXVII, El problema forrajero: Mielga
y otras Alfalfas. Tréboles (generalidades), segunda
parte, 2®volumen; Año VI, tomos L X V IIIy L X IX ,
Sericicultura.

D e B . H E R D E R , L ib re ro -E d ito r P ontifi­
cio , F rib u rg o de B ris g o v ia (Alem ania):

Compendio de Patrología con atención especial á la
Historia de los dogmas por el Dr. G iír a r d o R a u SCHKN, profesor de teología en la Universidad de
PIcnarias. En todo tiempo:
Bona del Reno, versión castellatia del Sr. Pbro.
1. ®El día que dieren su nombre A la Unión Dr. D, E m il io R o m á n T o r io , canónigo lectoral de
de Cooperadores;
la Catedral de Pamplona etc.. En 8® (XII y 318 págs.)
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera Precio: Eu rústica Fr. 3,75; encuad. en tela Fr. 4,50.

esco ger;
3.0 Igualmente una vez al mes, el día que
asistan A la Conferencia:
4. ®Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5. ® El día que por primera vez se consagren
al Sgdo. Corazón do Jesús;
6. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
se retireiv A hacer ejercicios espirituales.
7. ®E n artículo de muerte, si con/esados y co­
mulgados, ó almenos contritos, ptronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de jesús con la
boca A ser posible, ó al menos con el corazón.

Devocionario Encarístlco, seguido de oraciones y ejer­
cicios religiosos. Compuesto por el Padre H e l io d o r o G i l y C a r t a g e n a , de la Compañía de jesús.
Con un grabado. En 24°: 14XS cm. (XVI y 348
págs.).
Con la aprobación de limos, y Rmos. Sres. Ar­
zobispos y Obispos. — Precios: En rústica Fr. 1,50;
N. 34: En tela, cortes encarnados, 2,15.
Librito de Misa dedicado á los niños piadosos por
G . M k y . -Sexta edición. Con 43 grabados. En 24®:
12 1(2X8 cm. (VIII y 148 págs.).
Aprobado y recomendado por Rmos. Sres. Arzobispos y Obispos. — Precios: En rústica Fr. 0,50;
N® I I media tela, 0,75. N» 15 tela, cortes encar­
nados, 0,90.

j

POR EL MUNDO SALESIANO
rD

ESPAÑ A.
B ( jo8 d e l a f i e s t a p a t r o n a l .
SARRIA y BARCELONA. — Fieles al Reglamento,
los vSalesianos y Cooperadores dieron el esplendor
posible á la fiesta de S. Francisco de Sales y dem?^
actos prescritos. Digna preparación fueron los tri­
duos á que asistió gran concumo.
En Sarriá'se celebró la fiesta el 29 de Enero. En
todas las misas comulgó mucha gente. En la mayor
se cantó por la Schola Cantorum del Instituto la
Misa V I del Af .* Pagella, S. S.. ajustada como todas
las del gran Maestro, á las exigencias litúrgicas y á
las prescripciones del arte divino. L a ejecución,
bastante acertada y sufidenteraente sentida, da
esperanzas de que dicha Schola se pondrá pronto á
la altura que deben alcanzar todas las Escolanías
salesianas. Misacantano fué el R. Sr. Cura Párroco
de Sarriá, y después del Evangelio dijo las glorias
del Santo el excelente orador sagrado, dr. D. Juan
Román Garda. Recordó que y a otra vez habia ha­
blado de nuestro Santo en nuestra iglesia de María
Auxiliadora: pero entonces era apenas capilla, hoy
es templo bello casi terminado, pues sólo faltan las
dos torres. Toda su hermoásima oradón desarrolló
este sugestivo pensamiento: S. Francisco de Sales
vive en D. Sosco y D. Sosco vive y vivirá en sus
hijos. La caridad, la dulzura, la mansedumbre, la
d enda y el tacto sodal del grande doctor de la mi­
sericordia. se encamaron en J \ian Bosco y se comu­
nican á todo el mundo mediante la Pía Sodedad
Salesiana. De este modo se cumple lo que dijo el
Señor: «Os puse para que llevéis mucho fruto. »
Por la tarde hubo bellísimo y devotísimo Trisagio.
El 30 celebramos el .solemne funeral por los Coo­
peradores diíimtos.

i

,

E l 31 celebró la fiesta del Patrono nuestro el
externado de S. José con toda solemnidad.
Por la tarde dió la Conferenda prescrita en la
iglesia de Montesión el Revdo. Padre Rodolfo
Fierro, salesiano, tratando
argumento muy sim­
pático: Los Salesianos, las Escuelas Frojesionales
y la Cuestión Social. Hablando de dicha conferen­
d a im conoddo Redactor de La Vanguardia, se
expresa asi:
* Es un trabajo notable por la forma y más por el
fondo. E l orador dió una nota, nueva para muchos|:
que ios Salesianos y por lo tanto, los Cooperadores,
no son ima institudón de tantas, sino verdadera
iiKtiiución social: que quieran ó no, han de tomar
parte activa en el movimiento soda! moderno, por­
que este es el fin con que Dios los instituyó; si a á
no fuera, no tendrían razón de ser.

Q=
> Comienza por saludar á los prindpales Centros
sodales de Barcelona; el Comité de la Defensa So­
d a l y el Volksverein, y entra de lleno á probar que
los Salesianos se preocupan seriamente por el tre­
mendo problema.
* E n la misma organizadón de sus casas, Don
Bosco establece una soludón: secdón de estudiantes
ú obreros del entendimiento, clase directiva, futuros
patronos y secdón de artesanos ú obreros manuales,
clase obrera; una iglesia, ó sea la Religión unién­
dolos. Todos esos almnnos son tratados con igual­
dad perfecta, lo cual tiende á aproximar la distan­
d a entre las dos clases y hacer ver en la. práctica
que son hermanos; vid end o jimtos, se conocen, y
conodéndose tienen que amarse; lo más natxiral es
que al lanzarse en el torbdlino del mundo, los in­
telectuales de acdón, formados en esos colegios,
il\iminen las sendas del obrero.
* Luego se extendió en prácticas consideradones
sobre las Escuelas Profesionales, hadendo ver que
ellas son ima garantía para el obrero, para el pa­
trono, para el cuerpo sodal. L os Salesianos tam ­
bién tienen Escuelas Profesionales; el orador ex­
plica su organizadón. Dice que D. Bosco aspira
nada menos que á la cristianizadón del obrero, á la
formadón de capataces, directores de taller y
jefes de Establecimiento.
» D. Bosco, añade, desea que la Religión y la Mo­
ral Católica sean el ambiente natural en que vivan
sus almnnos, en el Colegio y fuera.
*E1 ideal de las casas salesianas es: una gran
casa con buen colegio de estudios, que difunda luz
y nos dé sacerdotes á la altura de su misión; buenas
Escuelas profesionales, que les dé á ellos buenos
coadjutores y al mundo buenos artistas, padres
de familia modelos: y una iglesia que predique
vxnión y armonía y cante las glorias del Corazón de
Jesús y las misericordias de María Auxiliadora. El
orador concluye : Es deber de todos trabajar por
la pronta realización del reinado social de Jesucri­
sto. »
MATARÓ.— E l mismo día 31 festejaron á su santo
Patrono los alumnos del Colegio de S. Antonio. Pre­
sidían la fiesta los R R . PP. CogUolo y Hermida. La
Mi.sa Mayor se ejecutó en puro canto litúrgico, y de
nuevo dejó oír sus inpirados acentos el P. Lorenzo
Civera, que había preparado á los alumnos para
la fiesta de nuestro Santo titular, con un triduo de
sermones m uv bien adaptados á los estudiantes de
Bachillerato y Comercio.
Por la noche se puso en escena el bellísimo drama:
E l hijo generoso, cuyas enseñanzas morales, propi­
nadas en discreta dosis y envueltas, ixir decirlo así,
en la cubierta dorada de im hermoso estilo y correcta
dicción, quedan en el alma profundamente gra­
badas y estimulan al deseo de practicar las grandes
virtudes sociales: la magnanimidad y la resolución.

N O T IC IA S
^ * F

EUROPA.
SARRIA — La banda de las Escuelas Profesionales,
bajo la acertada dirección del M“ Villani, ha tomado
parte en dos conciertos de beneficencia en favor de
las víctimas de los terremotos de Sicilia.
Para dar una muestra de .solidaridad en el dolor
y de fraternidad humana, nuestros alumnos cele­
braron también .solemnes funerales é hicieron i\na
colecta para los huerfanitos de la nación hermana.
También asistieron al solemne oficio fvinebre cele­
brado en la catedral por iniciativa del Exmo. Sr.
Obispo auxiliar, el Sr. Cónsul de Italia en Barce­
lona y el Sr. Director del Colegio salesiano de SarriA.
— En Valencia también fueron imponentes los
sufragios (lue hicieron nuestros hermanos y alumnos.
— ®n las demás cíusa.s sale.sianas de España y
América se ha hecho otro tanto.

A M E R IC A
Monseñor Caglicro en Nicaragua {Continuación).
Para recibir dignamente al Enviado de Su Santi­
dad en la capital de Nicaragua, se reunieron Juntas
de Caballeros y Damas y nombraron diversas Co­
misiones cncargadíis de redactar el programa, de
la omameutación de casas y calles, de levantar en­
tusiasmo, del alojamiento, para recibirle en la esta­
ción, de ornar el templo, etc.. Asi la entrada de Mons.
Cagliero fue un verdadero triunfo, como lo había
sido' en León. Lo mismo qxie alli el Delegado -visitó
el templo para dar gracias d Dios.
El 20 diciembre tuvo efecto en el Ministerio de
Relaciones Exteriores la recepción privada. El Sr.
Borge, Oficial Mayor de la Secreteria. pasó al alo­
jamiento de vS. E. lima, y Revma. y le condujo A
palacio en el landó presidencial. La entrevista de
Monseñor con el Ministro Sacasa fué muy cordial
y afectuosa. La Guardia de palacio tributó los ho­
nores correspondientes.
El i* de Enero A las 17 se verificó en el Campo
de Marte la recepción oficial. Las calles por donde
pasó el Delegado estaban atestadas de gente que
manifestaba su amor A la Santa Sede. L a Guardia
de honor del Presidente, los Cadetes de la Escuela
Militar y un batallón de infantería todos vestidos
de gala hicieron los debidos honores. La banda mar­
cial entonó la Marcha Papal.
El Delegado leyó su discurso y presentó al Exmo.
Sr. Santos Zclaya sus creiicucialcs. Insistió Mons.
en el amor que Pió X tiene para con las pri^nIegiadas tierras centroamericanas, en la necesidad
que tenemos todos de la * annorüa y mutuo apo)*o
entre los dos altos poderes, el eclesiástico y el civul.
que ese apoyo y esa annonia han sido y serán siem­
pre en la liistoria de la humanidad los factores mils

poderosos de paz, de orden y de progreso moral y
económico *.
Le contestó el Exm o. Sr. Santos Zelaya mani­
festando su complacencia por estar ya establecidas
las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, y
la satisfacción que experimentaba de que fuese
Mons. Cagliero ese eslabón.
E n seguida el Sr. Sacasa hizo las debidas presen­
taciones, pues se hallaban presentes los Sres. Mi­
nistros y subsecretarios de Estado, Corte Supretna,
Cuerpo con.sular y Diplomático, miembros de diversas corporaciones. Cuerpo militar y varios privados
ilustres, particularmente invitados. Después se
sirvió una copa de champagfte, y al retirarse Mon­
señor la banda ejecutó el Himno de Nicaragua.
El 3 salió S. E. para Granada,
BUENOS AIRES. — Nuevas escuelas de artes yofÍ*
cios se han inaugurado y además se ha puesto la
primera piedra de una capilla en honor del Sgdo.
Corazón de Jesús. Fueron paílrinos de las primeras
el Sr. Intendente Municipal y su digna consorte,
representados por el Dr. Ruiz Guiñanzú y señora; y
de la segunda S. E. el Sr. Ministro de Justicia y de
Instrucción Pública y la Sra. Da. Enriqueta A. de
Vivot. Elocuentes fueron los discursos de P. Bonetti y el Dr. Guiñanzú. Amibos actos fueron pre­
sididos por el Revrao. Sr. Gobernador Eclesiástico.
— Consolador éxito alcanzó la fiesta de la Inma­
culada Concepción en S. Carlos. Las primeras Co­
muniones fueron quinientas y tanta fué la concu­
rrencia, que no pudiéndola contener la cripta, fué
menester apelar á dos oratorios.
E l mismo dia hubo otras quinientas primeras
Comuniones en la Boca y otras trescientas entre el
Colegio Mater Misericordiae, León X III y María
Auxiliadora, Sta. Catalina, Barracas al Norte, y
los oratorios de la Inmaculada Concepción y S. An­
tonio.
Total: que los nii'ios que frecuentan en Buenos
Aires los colegios y oratorios salesianos y los diri­
gidos por las hijas de María Auxiliadora ofrecieron
m il quinientas primeras comuniones, como home­
naje A su gran Reina el dia de la Inmaculada Con­
cepción. ¡Qué actividad no presupone esto, pues
los hijos de D. Bosco deben, por expreso man­
dato de su padre y aun por ley natural, preparar
dignamente (si dignamente se pudiera) á ta n grande
acto A sus educandos.
— El mismo dia por la tarde hubo una procesión
en Almagro, A la que tomaron parte más de 5.000
personas, distinguiéndose la juventud.
— Monumento nacional del Centenario patrio ha
sido declarado el Nuevo Templo de S. Carlos que
los Salesianos levantan en Buenos Aires. E l auto
arzobispal en que el Exmo. Sr. Arzobispo Espinosa,
comunica su voluntad á su querida grey, es un
documento precioso, en que se hermanan admira­
blemente el amor á Dios, el amor á la Patria y el
cariño mezclado de gratitud hacia los hijos del Ve­
nerable Juan Bosco, cuyas obras « representan
para la Argentina un admirable progreso educa­
tivo y moral *. como se expresa.



III

Alégrase el eminente Prelado de que entre los
monumentos conmemorativos figure un templo,
cuyo altar mayor está dedicado á los Santos Pa­
tronos de la América Latina, cuyas torres y cúpula
ostentan el símbolo de la Redención y la efigie de
María Auxiliadora, en el centro de la grandiosa ca­
pital.
— Eq el patío del Colegio de María Auxiliadora

de Maldonado se inai^uró un bello monumento.
Es una simple columna, pero muy elegante, muy
airosa, rematada por tm capitel artístico coro-

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periores se desvivieron para que todo resultara
digno de la solemnidad magna.
Se dió la Bendición Papal con Indulgencia plenaria, por concesión especial de Pió X y hubo con­
cierto en la plaza.
— Los exámenes finales tuvieron un éxito satis­
factorio. Se da la enseñanza con arreglo á los pro­
gramas nacionales.
— N o menos alabanzas merece el Colegio de
María Auxiliadora, dirigido por las Hijas de María
Auxiliadora.

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CHIOGGIA — Círculo « S. Justo ».
nado á su vez por la estatua de María Auxiliadora.
Es iniciativa de algunas familias bienhechoras del
Instituto.

L a repartición de premios en arabos planteles ha
sido m uy hermosa.
Lo mismo dígase de Trelew.

PIURA (Perú). — Al acto de los premios de fin de
curso asistieron los Sres. Prefecto del Departamento,
el Subprefecto de la Provincia, Magistrados de la
Corte de Justicia, los dos insignes bienhechores
D. Juan Helguero y Dr. D. Víctor Eguiguren, á
quienes condecoró tí R. P. GuigUone, por delega­
ción del Revmo. P. Rúa, con la Cruz de María
Auxüiadora.

SANTIAGO (Chile). — Hermosa bajo todos con­
ceptos fué la gran fiesta celebrada en el Colegio
del Patrocinio de S. José, con tí objeto de soleramzar la repartición de premios á los alumnos más
aprovechados durante el año escolar.
E l inmenso patio del colegio estaba trasformado
en un regio salón de actos, t<^o lleno de guirnaldas,
plantas, flores y banderas. Elegantes cenefas cu­
brían los balcones del segundo piso.
A p>esar de lo extenso del local, á las 9 de la noche
se veia enteramente repleto de una concurrencia
distinguida compuesta de invitados y de las familias

RAWSON (Argentina). — E n las fiestas de la In­
maculada, celebradas por los alumnos de los Salesiauos. hubo un grupo de ellos que recibió á
Kuestro Señor por primera vez. Sus maestros y su-

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de los cuatrocientos alumnos que tiene el esta­
blecimiento.
líl Patrocinio, gracias al celo de sus directores,
á la consagración y asiduidad con que trabajan los
profesores, se ha conquistado lugar prominente
entre los colegios internos. I<os alumnos son aten­
didos con solicitud verdaderamente paternal, al
extremo de que para muchos niños de pro\nncia
es un dolor abandonar esas aulas que tantas alegrías
les han proporcionado durante el año.
Para esa noche, los Padres hablan arreglado un
programa de fiestas sumamente interesante. Se
representaron dos lindas zarzuelas en que algimos
de los alumnos lucieron gala de su excelente edu­
cación artística.
La concurrencia Ies prodigó aplausos sin tasa,
lo jnismo que A los alumnos premiados.
Cerca de media noche terminaba la hennosa
fiesta que debe haber dejado la más grata impre­
sión en el Animo de las familias, así como la dejó
espléndida en todos los que asistimos como invi­
tados. (Do E ! Chileno).
Ksta Redacción ha recibido el hernioso cuaderno
impreso en el Colegio con esa ocasión. EstA bien
presentado.
SANT^ TECLA (El Salv. - C. A.). — E l simpático
semanario La Buena Prensa en E l Salvador, da
cuenta de una hermosa fiesta salesiana para la dis­
tribución de premios de fin de año, en nuestro Co­
legio de Sania Cecilia. Asistió lo más alto de la so­
ciedad salvadoreña. La banda marcial de la ciudad
acompañó el canto del Himno salesiano, ejecutado
por los alumnos, con tanto gusto y sentimiento que
el público pasaba de emoción en emoción y de arranque en arranque de entusiasmo. De veras que
el Himno salesiano es un himno marcial y cuando
se le ejecuta bien, parece que nos lanzamos en cerra­
dos batallones, de Oriente á Poniente para conquis­
tar almas y salvar la sociedad.
La alocución del Sr. Director del Establecimiento
(vié una pieza pedagógica de mucho mérito.
Los premios fueron muy apropiados: para los
estudiantes, libros y objetos dcl género; para los
artesanos, utensilios y herramientas.
Más tarde se puso en escena el conmovedor
drama titulado: E l Cuarto Mandamiento y la chis­
tosa zarzuelita F in de la Esciusla, compuesta por
Mons. Costamagna. Puso término á la solemne pre­
miación el elocuente discurso del notable Abogado
Dr. Don Miguel A. Fortín, quien con elevado estilo
y conmovedoras palabras celebró las grandiosas
y pacificas conquistas de los Salesianos asi en el
antiguo como en el nuevo mundo y al mismo tiempo
delineó, en vivo cuadro, sus principales glorias y
méritos ensalzando sus acrisoladas virtudes.
CALI (Colombia). — Esperando noticias detalla­
das dcl largo viaje efectuado por los RR. PP. Aime
y llassignana, desde Bogotá hasta ese Edén terre­
nal que se llama Valle del Cauca, no habíamos pu­
blicado ni siquiera la crónica que un celoso coope­
rador nos envió oportunamente. Queríamos publi­
carlo todo junto. Mas viendo que esas noticias no
llegan, iliicmos algo de los agasajos y obsequios de
que fueron objeto el Iirspector de las casas saie-

sianas de Colombia y el Director del Instituto!
León X III.
Cali, apellidada la Reina del
hacemuchojl
años que desea tener en su seno á los Hijos de I)oa
Bosco. E l fin principal del viaje de los Padres, ha
sido, pues, ver el lugar de la futura fundación t
examinar las condiciones en que se hará.
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E l recibimiento que se les hizo fué entusiasta, g
aunque muy ordenado.
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Cuatro dias permanecieron, haciendo en ellos tan- j
tas cosas y practicando tanto bien, que la ciudad j
quedó admirada de la actividad de los Salesianos. i
Pero no menos lo quedaron ellos del cariño y acti-1
vidad de los caleños.
» El 27 de Septiembre por la tarde, tm selecto'
grupo de damas Cooperadoras Salesianas, enea-'
bezadas por la señorita Bertilda Arboleda, invadió
el alojamiento de los Padres y convirtió de pronto
los salones en teatro de un alegre y honesto espar­
cimiento. L a señorita Arboleda había preparado —
con heroica paciencia — como lo expresó el Revdo,.
P. Aime — un lindo concierto cómico-lírico-lite- ;
rario, con im coro de graciosas niñas, y con los nú-.
meros del concierto alternaban los acordes de la i
Banda Militar. Todo estuvo admirablemente dis­
puesto y ejecutado con propiedad encantadora. |
9N o menos encantados nos dejó el R. P. Aime con |
el discurso de congratulaciones y agradecimientos j
que improvisó y con 'el cual nos dejó asombrados,
así por la oportunidad, alcance y precisión de con-1
ceptos y elevación de ideas como por la pureza j
floridez de la dicción.
» Por la noche fueron cumplimentados los RR.
Padres por un numeroso grupo de Cooperadores
y de extraños A la Pía Unión, con ima serenata ó |
retreta de orquesta de que fué promotor el señor,
D. Liborio Tello Villa. Ofreció la velada en nombre I
de todos el señor D. Gustavo E. Chacón « decano I
de los Cooperadores Salesianos del Cauca » (según I
lo llamó el R. P. Aime), en im corto y aplaudido!
discurso: y demás está decir que de nuevo nos d^ ]
leitó y admiró el mencionado Padre con otra her­
mosa improvisación.
♦ Agregaré, como dato de información, que, bajo ¡
la acción del R. P. Aime, ha quedado definitiva-1
mente organizada la P ia Unión de Cooperadores,
que (dicho .sea en honor de la verdad) no era más
que un núcleo de personas de buena voluntad, pero
que carecía de la debida organización. H oy están
constituidas las respectivas juntas directivas de
caballeros y de damas que forman la Pia Unión
de Cooperadores Salesianos en esta ciudad, te­
niendo por Director-presidente y vice-director, en
su orden, á los ilustrados y activos sacerdotes Sres.
Pedro Pablo Martínez y Francisco A . Salazar, in­
fatigables y entusiastas apóstoles de la Obra Salesiaua.. Entre otros detalles, se ha establecido I*
Comunión general en honor de María Auxiliador!
el domingo siguiente al día 24 de cada mes

I

1

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JO SÉ G.AMBINO.
Establee. Tip. de la S. A. Int. para la B. Fren»!
Corso Regina Margherita, N. 176 - TURIN.

Fecha
1909.04