BS_1908_08

Ficha

Título
BS_1908_08
Descripción
Boletín Salesiano. Agosto 1908
extracted text
A Ñ O X X III

N. 8

A g o sto de 1908

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Boletín Salosiano

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V ia eotfolcngo N.

SUMARIO: El Jubileo Sacerdotal de Pío X . . . 197
El nuevo Delegado Apostólico de Costa Rica . . 199
El P. Rúa en O rie n te .......................................................200
Tesoro e sp iritu al................................................................ 205
A los amantes de la ju v e n tu d ........................................206
Carta im portante................................................................ 208
De nuestras Misiones: Matto Grosso (Brasil): Los mú­
sicos de la Colonia del Sagrado Corazón en la Expo­
sición de Rio Janeiro — Dos indias muertas por los
Cayapós • La mies amarillea - Faltan obreros
(Carta del P. Bálzola) — China: Afectuoso homenaje(Cartadel P. Versiglia) — Mozambique (Africa

0

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\

^

Oriental): Impresiones de viaje y buenas noticias
(Carta del P. Recalcati) — Misión evangélica rural 209
Bibliografía
......................................................................214
El Culto de María Auxiliadora: Barcelona, Béjar,
Córdoba, Mosquera (Colombia), De Aguada h Villacolón (Uruguay) — Gracias de María Auxiliadora 215
Por el mundo salesiano: Fiestas de familia, Home­
najes al Venerable: Colle Salvetti, Este, Quito
(E cu ador)..........................................................................220
Noticias varias: Barcelona: El Ttbidabo, Mataró,
Monterrey, Rawson, Sucre, C á g lia r i........................221
N e c r o lo g ía .......................................................................... 224

El Jubileo Sacerdotal de Pío X
I.

^ ra el i8 de Septiembre de 1858.
^ Mons. Fariña, Obispo de Treviso, imponía, en la ciudad de
Castelfranco, las manos sobre la cabeza
de un joven inteligentey distinguido, na­
tural del hermoso pueblecito de Riese.
Al día siguiente D. José Sarto cantaba
su primera Misa en su pueblo natal, de­
lante de todos sus compatriotas y mul­
titud de comarcanos que habían acu­
dido á felicitar y besar las manos al
nuevo ungido del Señor.
i Quién de aquellos asistentes hubiera
podido imaginarse que 45 años más
tarde, el 4 de Agosto, se pronunciarían
por el Cardenal Macchi, desde las ga­
lerías de S. Pedro, estas palabras sobre
fin a d a muchedumbre: « Os anuncio

una grande alegría: tenemos P apa.....
E s el Eminentísimo y Reverendísimo
Cardenal José Sarto! »
E s José Sarto de humilde familia, de
de humilde pueblo, porque Riese, aun­
que m uy hermosa, no es sino una aldea.
Así guía la Providencia los sucesos!
Por consiguiente, el 18 de ,Septiem­
bre se cumplen 50 años desde la primera
Misa de Nuestro Santísimo Padre el
Papa Pío X ; pero la Misa Jubilar no se
celebrará hasta el 16 de Noviembre.
E l entusiasmo del pueblo católico es
grande en esta ocasión: hace tres años
que se trabaja con el fin de celebrar
esa solemnidad con toda la pompa y
magnificencia dignas del grande acon­
tecimiento: en todas partes se han cons­
tituido Juntas, comisiones, centros para
este objeto, y todas las diócesis trabajan

193 —

con ahinco. E l Católico R e y de España
q. d. g. ha encargado ásu augusta her­
mana la Infanta Doña María Teresa,
de presidir la Junta Central de Señoras
que se proponen reunir y ofrecer al
Papa ornamentos sagrados para las
iglesias pobres de la Cristiandad.
¿Yporqué? Ah! cuando llegan las bo­
das de oro de padres no preguntéis á
los hijos porqué tantos preparativos y
tanta alegría! Además se trata de dar
al Papa una muestra de simpatía, una
prueba de adhesión incondicional y de
sumisión, obediencia y amor, como á
Representante de Nuestro Señor Jesu­
cristo, R ey de reyes y Señor de señores;
se trata de profesar solemnemente
nuestra fe.

ni vencido, ni muerto, ni lo será jamás.
Murieron Pedro, y Dino, y Pío I X , y Deón
X I I I , y morirá Pío X , pero lo que es el
Papa, no morirá, de la misma manera
que desaparece la hostia santa, pero
la'Eucaristía permanece y permanecerá
mientras la tierra sea morada de los
hombres.
¡Qué afectos, qué sentimientos no
despiertan estos pensamientos en el
corazón creyente! ¡qué entusiasmo, para
obsequiar á Cristo en su representante!
Además, el Papa es el canal obligado
por donde pasa la vida cristiana de Je­
sucristo al mundo: de él reciben su au­
toridad los Obispos y Sacerdotes, de él
sus amplísimos poderes para llevamos
al cielo.

»
««

* *

Antes que al hombre, nuestro home­
naje es á Jesucristo. E l admirable Mon­
señor Bougaud define al Papa: « Jesu­
cristo oculto bajo un velo y continuando
por órgano humano, su ministerio pú­
blico en medio de los hombres (i).
Así es, antes que al hombre, antes que
al sabio y virtuoso José Sarto, festeja­
mos y aclamamos á ese velo bajo el
cual se oculta Jesucristo. N o es exage­
rada la doctrina desarrollada tan her­
mosamente por el Obispo de Laval, es
la pura realidad. Jesucristo subió al
Cielo, es el fundamento y jefe invisible
de la Iglesia. Pero se ha quedado de dos
maneras, escondido, retirado tras dos
cortinas: en la una nos consuela y ama­
estra privadamente; en la otra nos di­
rige y amaestra públicamente; por la
primera ejerce el ministerio de la santi­
ficación, por la segunda el de la auto­
ridad; en la Sma. Eucaristía y en el
Papa está Nuestro Señor Jesucristo.
Así se exphca la veneración con que la
Iglesia mira á su Jefe; así se explica
cómo el Papa no ha sido ni suprimido
(i) E í Crtsi. y los tiempos presentes. Tomo IV , Sec.
III, Parte II, clip. V . Kdición C.aslellaua de Herederos
de Jim» G ili, Barcelona.

«

Pero también como hombre, tam­
bién como José Sarto, merece Pío X que
los Cristianos celebremos su Jubileo con
toda la grandiosidad y entusiasmo de
que seamos capaces. Pío X es rm varón
verdaderamente santo y un caudillo
verdaderamente valiente de la causa
de Dios.
« Ningún historiador que quiera pre­
ciarse de haber cumplido su ardua mi­
sión, escribía hace algún tiempo un
periódico notoriamente adverso, podrá
desconocer los relevantes dotes de ca­
rácter y de corazón del Pontífice actual.
Tan evidentes son su paternal bondad,
su ejemplar sencillez en las costumbres
y su humor delicado que justifican ple­
namente la admiración ilimitada y
devota, á la vez que la profunda vene­
ración profesada hacia Pío X por los
que tienen la suerte y el honor de tra­
tar con él á diario, así también como
por todos aquellos á quienes el augusto
personaje ha recibido alguna vez ».
Y ¿qué diremos de las luchas tan tre­
mendas que ha lidiado tan denodada­
mente para mantener intacta la heren­
cia que Jesucristo le confiara para los
fieles? Ah! sangrando está todavía su

— 199 —

corazón de las profundas heridas con
que cada dia se le abreva, sus labios
paladean el vinagre y la hiel con que
cada día se amarga su corazón de
padre. Y a es una nación que, re­
nunciando un pasado de glorias, cree
(infeliz!) hacerse grande y famosa por
sus descortesías é impiedades; y a un
sacerdote orgulloso que pretende de­
rrocar el solio de la autoridad divina­
mente erigido, para sustituirlo por
los delirios de su fa n ta sía ! Y en
medio de todo Pío X combate y vence
y nos lleva en sus brazos al Cielo.
Y en medio de todo Pío X , José
Sarto, sufre y más sufre y mana sangre,
pero sufre con valor, con energía indo­
mable: su corazón sensible se estremece,
pero su firme voluntad permanece in­
conmovible. Bien sabe que la suerte de
Cristo es la de su Vicario, bien sabe que
la Iglesia v a cruzando embravecidas
olas; pero también sabe que el piloto
no puede dejarla perecer y que ha de
salir al puerto á despecho de todo.
Todo esto es cierto; pero no quita
que entre tanto el Pontífice sufra y que
los hijos debamos consolarle.
Sí, consolémosle, démosle esa mani­
festación de veneración, cariño, adhe­
sión inquebrantable. Rindamos home­
naje al Vicario de Cristo, y consolemos
al hombre.

61 nuevo OelegaOo Apostólico
dc&ta Hica
Tomamos del Osservaiore Romano (n. 135,
\iemes 12 Junio): «Deseoso el Santo Padre de
proveer al bien espiritual de las regiones del
Centro América, que con la próxima abertura
del canal de Panamá, tomarán un notable de­
sarrollo, decidió enviar á la República de Costa
Rica un Delegado Apostólico, y designió al efecto
á tan alto cargo al limo, y Revmo. Mons. Juan
Cagliero, Arzobispo Titular de Sebaste, Vica­
rio Apostólico de la Patagonia Septentrional,

quien y a en la América del Sud, ya en las demás
regiones confiadas á su celo apostólico tantas y
tan grandes pruebas ha dado de su prudencia y
de su experta actividad ».
« Comunicada al Gobierno de Costa Rica, por
medio del Sr. Ministro Peralta, acreditado cerca
la Santa Sede, la decisión pontificia, el Santo
Padre hubo en respuesta que aquel Gobierno
estimaría que el Delegado fuese además investido
del carácter de diplomático. Por consiguiente
Mons. Cagliero irá D. M. á Costa Rica en cuali­
dad de Delegado Apostólico y de enviado extra­
ordinario cerca el Gobierno de aquella Repú­
blica; y. da^as las fav'orables disposiciones de
aquel Estado y las eximias dotes del Represen­
tante Pontificio, no cabe dudar que se reportarán
copiosos frutos que corresponderán largamente
á la Apostólica solicitud del Santo Padre. »
Jefe de la primera expedición de Misioneros
Salesianos en la República Argentina en 1875, y
nombrado Vicario Apostólico de la Patagonia
Central y Septentrional en 1883, Mons. Cagliero
fué realmente el hombre providencial de la Pa­
tagonia. ( i )*
« Ni las molestias (escribe la Patria degli lialiani de Buenos Aires), ni las resistencias, ni la
escasez de medios, ni los mismos peligros pu­
dieron acobardar su ánimo ni mucho menos de­
bilitar su fibra de batallador en pro de la civi­
lización y del bienestar moral y material de aque­
llas poblaciones..... Por obra de los Salesianos,
capitaneados por Mons. Cagliero, la Patagonia
se ha transformado
Y estaba confiada á sus cuidados una extensión
de 750.000 kilómetros cuadrados.
Estimado por la autoridad eclesiástica, in­
fluyente cerca los Gobiernos y los más emi­
nentes personajes no ya solo de la Argentina,
sino que del Chile, del Uruguay y del Brasil,
Mons. Cagliero honró grandemente en aquellas
regiones el prestigio del nombre italiano y se
hizo benemérito de la religión, de la educación,
de las artes y de las ciencias. Y ahora en la nueva
misión que el Santo Padre se ha dignado con­
fiable, lo seguirán nuestros más ardientes votos
consolidados con el refuerzo de nuestras más
ferv'orosas plegarias, á fin de que Dios le conceda,
á la par que salud y vida, las gracias necesarias
para que pueda plenamente llenar las santas
aspiraciones del Romano Pontífice.
Mons. C ^ lie ro salió para su nuevo destino
el 8 de Julio.
(i) Mons. Cagliero nadó en Castelnuovo d'Asti el i i
de Enero de iSjS. Fue preconizado obls}>o titular de Magido el i.í noviembre de 1884, por S . S. León XIII, y
promovido á la silla arzobispal de Sebaste el x8 Abril de
1904 por S, S . Pío X.

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200



EL P. F^uy\ EN ORIEJSiTE
Continuación
IV.

E n N azaret.
Nazaret, 20 de Marzo 1908.
A fectuosas dem ostraciones.

La detención en Jerusalén se ha prolongado una
semana entera que ha sido verdaderamente llena
para nuestro Superior. Desde el primer día visitó
el Asilo de huérfanos, que es grande, hermoso,
nuevo, recién acabado, los trabajos de la iglesia
contigua, dirigidos por un excelente Cooperador
D. Pedro Taniius y la antigua residencia salesiana,
desde donde se divisa en lontananza el puerto de
Jafa y el monte Carmelo.
No es para dicho el entusiasmo y las fiestas cor­
diales que le han hecho estos buenos huerfanitos,
que han externado sus sentimientos en una velada
durante la cual le leyeron breves composiciones
en francés, italiano y árabe, entonando asi el
himno del corazón. E l Padre les respondió bre­
vemente. pero para mejor asegurarse de ser bien
comprendido les habló después por intérprete, lo
que liizo también los días siguientes.
Muchas han sido las visitas, entre las cuales no
puedo omitir las de los PP. Franciscanos de Tierra
Santa, quienes tanto en las Escuelas (donde educan
200 niños) como en el Santuario de la Anunciación,
le jirodigaron las más delicadas atenciones: la de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, de los
PP. del Sgdo. Corazón de Betaram, que qi^ieron
tenerlo consigo todo un día, del Cura Maronita y de
los principales de la ciudad, del Cura latino de
Jafa de Nazaret. de las hermanas de la Caridad,
de las del Rosario de Jafa de Nazaret. de las de
S. José etc..
El. por su parte, se impuso el deber de visitar
al Caimakam ó gobernador de la ciudad, el cual,
aimque griego cismático, quiso que D. Rúa implo­
rase las bendiciones del Cielo sobre su casa y fa­
milia y el mismo dia le devolvió la visita, acompa­
ñado de lo imls gratrado de la ciudad y del Co­
mandante M iütarde Jafa de Jerusalén, que se ha­
llaba allí de paso. Nuestros niños los recibieron
al són de banda, y. cosa digna de mención, como
llegó la hora de la puesta, el Comandante y deiiuás
musulmanes pidieron respetuosamente permiso
para retirarse al pórtico y rezar sus oraciones,
terminadas las cuales, volvieron á tomar parte enla conversación. E l Comandante no pudo disimular
su adn\iradón y entusiasmo por nuestro Superior,
v el Kaimakam decía y repetía que aquel habia
sido uno de los nurs felices dias de su vida.

de Nazaret y sus alrededores. Estuvo en la iglesia
de la Anunciada, donde tuvo el consuelo de celebrar
en el altar de la Anrmciación de María Sma. Está
situado bajo el presbiterio del A ltar Mayor y se
baja por una escalera de mármol de 15 gradas.
Allí se ve una cruz de plata con esta letra: Hic Verbiim Caro facíum est. Aquí se liizo Carne el Verbo.
L a impresión que allí se experimenta ¿ quién podrá
decirla ?
Merced á la bondad de los PP. Franciscanos,
pudimos visitar las ruinas recién descubiertas de
la antigua basílica edificada por los Cruzados sobre
la Santa Casa que hoy se venera en Loreto, y más
allá otras ruinas donde la tradición coloca el taller
de S. José. Ni dejamos de visitar la Mensa Christi,
roca de casi tres metros de largo por 2 de ancho,
donde, según la tradición, cenó el Señor con sus
Apóstoles después de la Resurrección. E stá en una
Capilla erigida por los Padres de Tierra Santa;
así también la fuente de Nuestra Señora, las ruinas
de la antigua sinagoga, la Capilla del Temblor,
sobre el lugar en que la Virgen, oyendo que los
Judíos iban á despeñar á Ntro . Señor y siguiendo
sus huellas, cayó desmayada.
Tampoco faltó la subida al Tabor.
E n el T abor.

E l 16 por la tarde, acompañados del Director
de la casa, de un padre Franciscano que el Rev.
P. Guardián habia puesto á nuestras órdenes y del
individuo que nos había proporcionado los caballos;
subiendo y bajando seis colinitas, en dos liorM
llegamos al pie del Sacro Monte, y una hora más
tarde estábamos en la cinra del Tabor. Los RR.
PP. Franciscanos, encargados de la guardia del
lugar, felices de tener consigo al Superior de los
Salesianos. nos colmaron de atenciones. Nos lleva­
ron á cenar en el departamento de los peregrinos,
y vinieron después á hacemos amable compañía,
y entre otras cosas nos mostraron un gran mapa
mural del Sacro Monte con el trazado de las casas
existentes y de las antiguas ruinas, de la parte que
pertenece á los griegos cismáticos. Por la mañana
muy temprano, después de haber dicho >Iisa.
subimos á visitar las colosales ruinas de la antigua
basílica de Sta. Elena, ó sea la iglesia de la Transfi­
guración, destruida en el siglo V II, reedificada
por los Cruzados y demolida nuevamente por Saladino. Allí cerca se ven los restos de la abadía de
los Benedictinos que oficiaban dicha iglesia. En
medio de aquellos escombros imponentes, se abre
una explanada; alli h ay un altar al aire abierto,
donde, si el tiempo lo permite, se dice la Misa en
ocasión de grandes peregrinaciones. D. Rúa nos
hizo arrodillar para ganar una indulgencia que
R ecuerdos.
tiene aquel acto.
Instimulado por su piedad, que en este viaje
Cuando coronamos la cima, desde aquellas nunas,
halló suavisiuu^ y abundante pábulo, nuestro
dimos
una mirada á todo el panorama que nos ro
l>adre no dejó de visitar los más dulces recuerdos

m


201

deaba, y que está Heno de recuerdos bíblicos. Es
%-erdaderameiite grandioso y encantador. Hacia el
Norte, descúbrese en lontananza el grande Hermán
V más cerca el monte Afín, donde Saladino desba­
rató á los Cruzados; por el Este, limitando el ho­
rizonte , el lago de Tiberíades y más acá la llanura
de Esdrelón que rodea todo el monte surcada por
el rio Cisou y un pueblo habitado por Circasos;
al Sur el monte de Gelboé, tumba de Saúl y J onatás
V más acá el pequeño Hermón, á cuyas faldas se
extiende Naim, donde Cristo resucitó al hijo de la
\-iuda, y más al Sudeste
donde Saúl consultó
á la pitonisa; mientras al Sur se dilata la llanura
de Esdrelón, donde en 1798 los soldados de Bonaparte se batieron con los Mamelucos, y tras ella,
á lo lejos, los montes de Samaría que se destacan
un poco al Oeste con los de Efraiii y el Carmelo.
Quien contempla semejante espectáculo, queda
encantado y con ansias de contemplarlo larga­
mente; pero nosotros hubimos de truncar la con­
templación y bajar porque la tarde avanzaba.
Teníamos la cabeza y el corazón llenos de emo­
ciones . D. R úa exclam aba: « Venir á Nazaret
y no subir al Tabor es una verdadera lástima 1»
L a ñesta de S . José.

Entre los consuelos que experimentamos en
Nazaret, no fué ciertamente el menor el de poder
celebrar la fiesta de S. José. Desde los primeros
días D. Rúa no dejó de preparar esos huerfanitos
á celebrarla con particular fervor, para lo cual
evocó las gracias concedidas á la Casa por el Santo
Patriarca, una de las cuales fué ciertamente sin­
gular. E n los primeros meses que los Salesianos
estaban en Nazaret, se encontraron en tal nece­
sidad, que los Superiores habían resuelto retirarlos.
La detenninación llegó allá el 3 de Marzo. E l D i­
rector la recibe y reúne á los niños para rezarle
mucho á S. José. Pasan algunos dias y llega una
carta de una señora, fechada el 3 de Marzo, que
ponía á su disposición la suma de 15.000 francos:
10.000 para pagar las deudas, y 5.000 para hacer
frente á los gastos. Después la misma señora mandó
la suma necesaria para edificar la casa actual.
Con estos y otros recuerdos la fiesta tomó un
carácter particular y una alegría suavísima, de la
que participaron los R R . PP. Franciscanos, los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, los PP. de
Betarám, etc., á todos los cualesdió el P. Rúa las
m;is expresivas gracias. Por la mañana antes de
la Misa de Commiión, recibió la abjuración de un
joven cismático que el Exmo. Sr. Patriarca de
Jerusalén había confiado á los Salesianos de N a­
zaret. Más tarde cantó Misa, después de la cual
mandó el siguiente telegrama al Padre Santo:
* Desde la palria de S. José, Salesianos desean
^'lustra Santidad longevidad próspera, implorando
bendición Apostólica. — Miguel Rúa. *
La banda y la Compañía dramática del Instituto
prestaron muy importantes sermdos.
Hoy mismo dejaremos á Nazaret, escoltados por
lodos los niños hasta el lugar donde encontremos
las cabalgaduras que deben transportamos á
Jerusalén. Llevamos el corazón rebosando de las
más gratas impresiones.



V.

E n v ia je p ara Jerusalén.
Belén, 25 de Marzo de 1908.
Salien do de G alilea.

E l camino era muy desigual y tan erizado de
piedras, que á cada instante temíamos volcar en
la bajada. Cuando hubimos llegado al término
de ésta, pudimos contemplar muy bien el monte del
precipicio, el Stipercilium montis, desde el cual los
Nazarenos querían precipitar á Jesús. Entramos
luego en la llanura de Esdrelón, volvimos á iz­
quierda para visitar á Naitn, á donde llegamos
á medio dia, encontrando á los RR. PP. Francis­
canos, quienes agasajaron mucho á D. Rúa y lo
llevaron á ver la capilla que recuerda el gran mi­
lagro del hijo de la viuda.
Tomando el camino por los costados del pequeño
Hennón, atravesamos Sunam, la patria de la Sunamitis y dejando á la derecha en los juieblos
de Hjaloui, la fuente de Gedeón, subimos al de
Zelim que es la antigua Israel ó Esdrelón, de quien
toma nombre toda la llanura que allí se extiende,
y en seguida, después de costear por buen trecho
el monte de Gelboé llegamos á Dtenin que se en­
cuentra en los confines de la Galilea y la Samaría,
donde la tradición dice que Nuestro Señor cmó
los diez leprosos.
Dienin es un lugar considerable y nosotros hu­
biéramos querido hacer en él una etapa, como se
acostumbra, pero siendo pueblo de musuhnanes.
preferimos continuar hasta Zababde, que está entre
los montes, pero tiene una parroquia del Patriar­
cado latino. E l arriero, antes de ponerse el sol nos
mostró el campo donde se levantaba la antigua
Dotain, junto ú la cual José fué vendido por sus
hermanos. Pero pronto bajó la noche, que en aque­
llos senderos, cubiertos de piedras y de subidas
y bajadas nos puso en serias aprensiones. Nada
se veía, no nos veíamos nosotros mismos! De
cuándo en cuándo se oían los gemidos de los nu­
merosos chacales que, inofensivos, recorren aquellos
montes desiertos, y nosotros, cansados y cu silencio,
después de dos horas de afanes llegamos h Zababde,
en donde el párroco, aunque ignoraba nuestro
viaje, no solamente nos hospedó y agasajó, sino
que al dia siguiente nos acompañó hasta Naplusa.
A través de Sam aría.

Continuando nuestro camino, vimos sobre un
ribazo una gran población: es Samur, la antigua
Betulia, situada en aqud monte como precisa­
mente para sostener un largo sitio, porque está
rodeada de tremendos barrancos. E l camino, in­
ternándose entre los montes, se hizo nuevamente
dificultoso, pero el P. Rúa, nos aligeró sus mole.stias, narrándonos los frecuentes viajes de la Sagrada
Familia por aquellos mismos lugares.
A me<Ío dia nos detuvimos en un ameno valle
cubierto de olivares, jxmto de una fuente fresquí­
sima y tomamos alimento; luego proseguimos
á Sebasíe,\a antigua Samaría, hoy víllorio pe­
queño, donde se veneran tres lóculos, que .se dice
han sido los sepulcros de Elíseo, de S. Juan Bau­
tista y de! Profeta Abdías.



202

A la salida de Sebaste nos encontramos con al­
gunos peregrinos americanos, que según informes,
eran unos canónigos con su Obispo; atravesamos
Naplusa, la antigua Siquén, ciudad importante
que cuenta 25.000 habitantes. Aquí licenciamos
las caballerías y pernoctamos en casa del Párroco,
dependiente del l ’atriarcado latino de Jerusalén.
líl día siguiente 22, por la mañana, después de
celebrar y despedirnos del buen párroco de Zababde
que había tenido la bondad de acompañarnos hasta
aquel punto, alquilamos un coche y proseguimos
el camino, que es bastante bueno. A pocos pasos
encontramos el pozo de la Samarítana y bajamos
á verlo; está al nivel de mía cripta construida bajo
el altar mayor de una basílica edificada por los
Cruzados y de la que se ^en todavía vestigios. El
lindo valle que la rodea es el campo que Jacob
había dado á José, ábrese en medio de los dos
montes de las maldiciones y de las bendiciones:
Hebal y Garizim.
E l coche sigue atravesando colinas pedregosas
que en verano son aridísimas, pero ahora tenían
algún verdor y dejaban ver una que otra flor entre
las piedras. Después de un largo trayecto empleado
en piadosos recuerdos, descubrimos dos personas
que nos parecieron sacerdotes y eran efectivamente
nuestro P. Margaroli, director de la Escuela italiana
de Jerusalén y el P. Gatti, director del Hospicio
de huérfanos de Belén. Fácil es imaginarse su
contento. Subieron en nuestro coche, y así conti­
nuamos hasta el sitio donde ellos habían dejado
el si;yo, en el cual montamos á nuestro turno pro­
siguiendo hasta Gifne. E l P. Gatti nos anuncia que
el Piírroco lathxo que la noche anterior había hos­
pedado á nuestros hermanos, esperaba ansiosa­
mente al P. Rúa y sus compañeros.
E n efecto, á la entrada de Gifne encontramos
al virtuoso Sacerdote en compañía de otro Párroco,
un seminarista y algunos jóvenes católicos, que
hicieron á D. Rúa un espléndido recibimiento.
No bien acabamos de comer, el buen Párroco
suplicó al Superior que se dignara pasar á la iglesia
y dar la Bendición con el Santísimo, añadiendo la
oración para pedir la lluvia, y antes de salir de la
glesia le rogó les diera su bendición á los fieles
allí congr^ados. E l condescendió 6 imploró la
bendición de Dios sobre las personas y los campos
agostados. Parece que el Señor ha querido premiar
tanta fe, porque antes de llegar nosostros á Jerusalen, la lluvia descendía A torrentes.
Volvimos A montar, y gracias A la compañía de
nuestros hermanas, pudimos evocar muchos otros
recuerdos bíblicos, sea atraversando Beeroth, sea
saludando A Belhel. E n esto estábamos cuando
vemos tres caballeros dirigirse hacia nosotros de
las collados de Jerusalén. I<os dos eran un exahmmo y un Salesiano de Belén; el tercero apenas
vió tiue en el carniaje estaba D. Rúa volvió el ca­
ballo y A rienda suelta tom ó A J erusalén.
Llegada A Jerusalén.
Y en breve aparece una carroza con dos Padres
I‘> auciscanos en representadóu del revino. P. CustiHÜo de Tierra S;mta, luego otra del Cónsul ita­
liano. que con varios caballeros había salido al



encuentro del Superior de los Salesianos. Pasados
los primeros cumplidos, volvimos á montar muy
pronto, porque ya la lluvia comenzaba; el Cónsul
quiso que Don Rúa fuera con él. Los nuestros,
que habían salido a caballo á saludar á su padre
y Superior, volvieron riendas y desaparecieron.
También los coches adelantaban y he aquí que
comparece á nuestros ojos la ciudad de Jerusalén.
iQué impresión, qué multitud de pensamientos se
agolpan á la mentel
Hemos llegadol He aquí la calle que lleva á la Es­
cuela italiana, he ahí nuestra casa embanderada!
dulces y armoniosas resuenan las notas de la música
y un gentío inmenso, desafiando la lluvia, se agolpa
alrededor del carruaje del P. Rúa. H an venido á
recibirlo todos los Sacerdotes del Patriarcado y
muchas representaciones, entre otras ima muy
numerosa de la Colonia italiana. Inmediatamente
tuvo lugar el recibimiento, se leyeron cordiales
bienvenidas, á las que contestó enternecido. Pa­
samos ensegmda á la Capilla, y el P. Rúa díó la
Bendición de Su Divina majestad en acción de
gracias del viaje tan feliz.
VI.
E n B e lé n y a lre d e d o re s.
Belén, 6 de Abril 1908.

N o era nuestro propósito detenemos mucho en
Jemsalén, sino partir á la mayor brevedad para
Belén, pero el Padre se vió obligado á aplazar el
viaje, para recibir á los ilustres personajes que se
le habían anunciado, el Ex.m o Sr. Patriarca, Moas.
Camassei, quien lo acogió como á un hermano, el
Rev.mo Sr. Guardián de Tierra Santa el P. Razzoli,
quien experimentó indecible góio al ver al Sucesor
de D. Bosco, el ilustre Cónsul el Conde Senni etc.
E n B elén .

L a tarde del 23 salimos para Belén, con tal tiem­
po, que el coche no nos defendía de la lluvia. A pe­
sar de tan mal tiempo, encontramos una peregri­
nación de Rusos á pie y con sus maletas A cuestas,
con tanta devoción que verdaderamente nos con­
movió. Pero si el mal tiempo nos privó de la %'ista
de los alrededores de J erusalén, no privó de la pa­
ciencia A los buenos helemitas, que desde el arco
de triunfo levantado para la ocasión cerca de nues­
tro asilo, llenaban el camino abriéndose en dos filas
para dejar el paso A D. Rúa y entraron con él A la
iglesia del Sagrado Corazón. El les habló en italiano,
pues son muchísimos los que lo entienden y les
dió la Bendición del Santísimo.
Tenninado que hubo la función religiosa, toda
la Comunidad (que consta de 150 internos y otros
tantos del Oratorio festivo) dió la bienvemda al
Padre en una breve y brillante velada á que asis­
tieron también los PP. Franciscanos y los Hermanos
de la Doctrina Cristiana.
En el Santo Pesebre.
.Al día siugicnte, santamente alegres y conmo­
vidos. fuimos al Santo Pesebre. L a gruta de la Na­
vidad queda precisamente en el centro de la ba-



síliea llamada de Santa Elena ó de la Navidad,
debajo del presbiterio. El acceso es doble y consiste
en dos escaleras, á derecha é izquierda, ambas de
15 gradas. La Santa Gruta está casi del todo
natural: de su bóveda penden cerca de 40 lámparas,
y en el fondo, en medio de las dos escaleras hay
un altar. Es el lugar del Nacimiento; bajo el altar
se ve una estrella de plata rodeada de im letrero

20 í



Latinos, y ellos dijeron á D. Rúa que le reservaban
el consuelo de celebrar el día que quisiera. E l Su­
cesor de D. Bosco oró largamente en ambos lugares
y los besó conmovido, también en nombre de todos
sus hijos y de todos sus bienhechores.
Aquí en Belén ya hemos visitado varios lugares
memorables, como el sitio en donde los pastores
oyeron de los ángeles la nueva feliz del Nacimiento,
la Casa de S. José, la Gruta de la
Ivcche etc. Pero nos faltan varios
otros. Nos lo han impedido la.s
numerosas visitas, de todos las Co­
munidades religiosas, de los Párro­
cos y varias personas distingmdas,
como los beneméritos señores J acir
y Massour, este último almmio del
asilo y hoy Alcalde de la ciudad.
E l 25 fiesta de la Anunciación to­
cóle el tum o al Sr. Cattá, presi­
dente del Ayuntamiento, que vino,
acompañado de gran número de
caballeros, á presentar sus obse­
quios al Superior de los Salesianos
j darle las gracias del bien que
éstos hacen á la ciudad.

En Jerusalén.
E l 27 por la tarde volvimos á Je­
rusalén con buen tiempK), debido á
lo cual pudimos observar los nu­
merosos recuerdos, comenzando
por la tumba de Raquel, el pozo
donde según la tradición los Magos
vieron la estrella, hasta la casa de
Simeón que se hallan en el camino.
E l 28 celebró D. Rúa en la ca­
pilla de las Hijas de María Auxi­
liadora y por la tarde volvió en
compañía del Ihno. Sr. Patriarca,
del Cónsul italiano y otras notabi­
lidades, para tomar parte á una
feliz conmemoración de D. Bosco.
K1 día siguiente lo pasó todo en­
tero en la Escuela italiana, que­
dando contentísimo de lo bien que
se ejecuta el canto gregoriano y de
la velada en honor de D. Bosco.
Otro día vino á visitarlo el Rvmo.
Guardián de Tierra Santa y el
Cónsul italiano, que había querido
asistir á dichas fiestas en traje de
etiqueta.
En el Santo Sepulcro.
BELÉN — Arco trioofal para la recepclóa del Sr. Doo Rúa.
E l 30 tuvimos la dicha de ce­
lebrar en el Santo Sepulcro, con el
que al claror de las lámparas deja leer: Hic de Virconsuelo y conmoción que es fácil suponer. E l Se­
ginc María Jesús Christus natus est: Aquí nació
pulcro de Jesús queda precisamente en el medio
Jesucristo de la Virgen María. A corta distanría
de la. gran rotonda que construyó Santa Helena
más bajo, se abre en la roca un nicho con otro altar:
y que reconstruyeron los PP. Franciscanos. Al
es el Pesebre, ó sea el lugar donde la Sma. Virgen
exterior parece una sola Capilla, pero en realidad
colocó al Salvador recién nacido. E l altar de la Na­
son dos. La-prim era es la del Angel, ó sea el
vidad es propiedad de los Griegos, quienes no per­ lugar donde el Angel se sentó sobre la piedra vol­
miten á los latinos celebrar ahí: los P P . Francisca­ teada, la otra es un aposento aun más reducido
nos solamente tienen el derecho de encender cuatro
que oontíene la roca en que fué cavado el sepulcro
lámparas. A su vez, el altar del pesebre es de los
y colocado el cuerpo santísimo de Jesu Cristo.



204

D. Rúa ce’ebró la santa Misa orando largamente
por todos los cooperadores, alumnos y salesianos;
después pasó á visitar detalladamente la Basílica,
acompañado del P. Guardián y del P. Inocencio.
Es indecible lo que yo mismo experimenté en aquel
lugar donde todo habla de fe, de amor, al oír re­
petir: Aqui Jesucristo jué despojado y clavado en la
Cruz!.... Aqui se levantó la Cruel.... Aquí estaba
María Sma. contemplando á su H ijo! A qu í jué
depuesto de la Cruz!.... \ Quiera Dios que no sea
vana para mi alma la gracia grande que el Señor
me ha concedido!
Camino de Cremisán.
De vuelta á casa, hallamos el coche que debía
llevamos á Cre:uisán, es decir hasta donde el camino
lo pennitiera. E n Beit-giala topamos con una cara­
vana de los nuestros que venía á encontramos:
y de ahí proseguimos la subida, quién á caballo,
quién á pie, siempre en compañía del Párroco.
De un grupo de personas que estaban firmes á la
salida del pueblo, se alzó la voz de una m u jer,.
invocando toda suerte de bendiciones del cielo
sobre nuestro amado Superior: era una anciana
de 96 años que, rodeada de su numerosa familia,
expresaba el gozo que sentía por ver al Sucesor
de D. Bosco. Poco después, nuestros alumnos de
Cremisán y más allá ima numerosísima familia que
había construido un elegante kiosko á la vera del
camino, nos hicieron parar; D. Rúa tuvo que en­
trar á sentarse en el kiosko mientras im coro de
niñas entonó mi hermoso canto en árabe; luego
avanzó un niño que declamó una poesía, después
un gallardo mozo que leyó la bienvenida, mientras
los morteros publicaban al aire la alegría general;
finaUneute, el respetable jefe de aquella numerosa
familia sirvió á D. R úa y sus compañeros, el vino
y el café. Nuestro padre les contestó conmovido,
(lió á los niños una medalla de María Auxiliadora,
y bendijo á las madres que estaban haciéndole
corona.
Kn Cremisán.
Bajo arcos triunfales llegamos á nuestra casa,
donde se renovaron las dairostradones y donde,
en campo abierto, pudo el Siiperior pasar un dia
bastante tr€inquilo. Da tarde del 31 recibió la visita
de los alumnos externos de Belén y los encontró
muy listos y cumplidos.
E l Hospicio de S. Luis de Cremisán tiene unos
30 alumnos, árabes é italianos, que manifiestan de­
seos de abrazíir la carrera eclesiástica ó quedarse
con los Salesianos. E n ciertas lloras cultivan una
viña, cuyos productos se destinan al mismo asilo,
al de Belén y á veces á otras casas de la Palestina.
D. Rúa partió de Cremistín el i® de Abril tras­
ladándose á la estación de Bitir. Los alumnos lo
siguieron á pie y llegaron todavía á tiempo para
hacerle uua entusiasta ovación.
Hacia Beit-Gemal.
E n la estación de Dcir-.ibdn nos esperaban el
Director y varios hermanos de Beit-Gemal, en
cuva compañía subimos á su Colonia Agrícola,
empleando una hora que el P Vercanteren nos

hizo parecer brevísima con sus continuas noticias
bíblicas. Allí está Saroe, la patria de Sansón; aquél
es el valle donde incendió las mieses de los Betsamitas, aqui los campos donde destrozó. á sus ene­
migos; allá se ve Beisames, de la que hay todavía
importantes ruinas y la supuesta tumba de Sansón...
y Tibne la antigua Tenma, patria de Dalila, la trai­
dora mujer de Sansón.... y Geth, la patria del gigante
Goliath y más al S. E. el vahe de los Terebintos,
donde fué humillado y muerto por David.
Pasando por cerca de la Fuente de las Abetos
continuamos subiendo hasta llegar á la Colonia.
Disparos y cohetes, hombres á caballo sin estribos
ni silla, corriendo arriba y abajo, voces y vítores
de turcos y turcas que agitaban los brazo.s desde
lo alto de sus terrazas, acogieron festivamente al
P. Rúa.

CREMISÁN — Estudiantes del Hospicio San Luis.
En Beit-Gemal.

La Colonia Agrícola Salesiana está á mitad del
camino entre Jafa y Jerusalén, cerca del pueblecito turco de Beit-Gemal, que es la antigua Gómala.
donde el rabino Gamaniel, maestro de S. Pablo
cuando joven, tenia ima vasta propiedad en la cual
enterró á S. Esteban protomártir , cuyas reliquia.s.
milagrosamente descubiertas más tarde, fueron
transportadas á Jerusalén. Un Beit-Gemal nos de­
tuvimos hasta ayer 5.
E l jueves 2 el P. Rúa fué á celebrar en la capilla
de las Hijas de María Auxiliadora que tienen un
bonito taller, el 3 celebró con nosotros el primer
viernes del mes, que siempre se festeja en la Co­
lonia.

El mismo dia llegó de visita el Exmo. Sr. Senni
y dió con D. Rúa ima detenida vuelta por la ha(úenda ó granja, que (xjntiene viñas, prados, huer­
tos y olivares. La granja costó á los salesianos en
su principio grandes sumas, por la escasez de los
productos en un terreno que el abandono de siglos
había hecho ingrato, y por los gastos que supone
la formación de los niños pobres allí re<x)gidos y que
fueron siempre unos 40. Estos tienen hoy día cinco
horas diarias de trabajo práctico y ima hora de



205

teoría de agricultura y tres de las otras clases.
Ya han salido de la Colonia más de 200 agricidtores,
bien formados después del tiempo requerido.
El producto es regular: los viñedos, huertos y
prados apenas alcanzan para la Colonia, el olivar
hay años que provee á la colonia misma y á los Ins­
titutos Salesianos de Belén, Jerusalény Nazaxet;
el pomar y el bosque están apenas en formación.
A la hora del almuerzo llegó Ahmad Kmajess,
jefe de Beit-Natiif, que suele visitar de tarde en
tarde á los Salesianos. E s un amable viejo musul­
mán de 82 años, y apenas supo que había llegado
D. Rúa quiso verlo, y apenas lo hubo visto, se
dirigió al Prefecto de la Casa, diciéndole en són
de queja: « ¿ y porqué no me avisaste con tiempo?
habría venido á obsequiarlo y trmdo un cordero
para comérnoslo todos jrmtosl » Lo detuvimos á
la mesa, pero no probó casi nada, teniendo siem­
pre fijos los ojos en el Sucesor de D. Bosco.
Después de almuerzo D. Rúa y el cónsul bajaron
al valle de Bulos para estudiar el modo de secarlo
de las aguas estancadas que de cuándo en cuándo
causan fiebres palúdicas: el cónsul volvió luego á
Jerusalén m uy satisfecho y nosotros nos prepa­
ramos á seguirlo el dia siguiente. Ayer admitió
D. Rúa 6 niños de la Colonia á la primera Comimión
y después de medio dia bajó con ellos á la estación
de Deir-Abán. Aquí se arrodillan estas queridas
creaturitas y* le piden la bendición. Agasajado por
el Jefe de la Estación, que es im buen católico,
subió al tren, desde el cual saludó de nuevo á los
Alumnos de Cremisán que habían salido con ese
fin; llegó á Jerusalén y de ahí á Belén adonde
llegó á las 7 de la tarde.
En Jerusalén encontró mucha correspondencia,
y entre ella una Carta del director de Belén con este
telegrama del Padre Santo:
D. Rúa- Salesianos. Nazaret-PalesHna. — Agra­
decido devoto filial homenaje Padre Santo envía de
corazón Bendición A postólica — Card. Merry del Val.
Hoy tuvo la forüma y la dicha de celebrar en el
Santo Pesebre: después estuvo á visitar á Mons.
Jerónimo de Metriades, Archimandrita Grecolatino, los P P. del Sgdo. Corazón, las Hermanas
de la Caridad y los Hermanos Cristianos.
Conmemoración de D. Bosco.
Siendo hoy el dia de la conmemoración de
D. Bosco Venerable hubo varios invitados á nuestra
mesa; entre los cuales estaban el Rvmo. Guardián
de Tierra Santa, el Conde Senni con el Canciller
del Consulado, el P. Guardián y varios Francis­
canos de la ciudad, el Rdo. Sr. Scanzio, del P a­
triarcado latino, el Capellán del Hortus, el Cura de
Betsaúl y varias distinguidas personas.
La conmemoración se verdeó en el patio del
Instituto y no podía salir más imponente. Estaban
presentes el Exemo. Sr. Patriarca Felipe Camassei,
el Arzobispo Greco-latino de Damieta, Mons. Abi
Murad, el P. Custodio de Terra Santa, el Vicario
Patriarcal Maronita, el Provincial de los Hermanos
de la Doctrina Cristiana y muchos otros distingui­
dos religiosos y caballeros, quedando todos ad­
mirados de lo que se
y del modo tan exacto
con que se desarrolló el variadísimo programa.



Además de los números sostenidos por los alimmos
en cantos, música, poeáas, discursitos en francés,
italiano, árabe, son dignos de mención los discursos
del Cónsul italiano y del Arzobispo G ri^ o de D a­
mieta, quienes hablaron con entusiasmo y amor
de D. Bosco y de sus hijos. Puso digno remate á la
velada el elocuente Patriarca, hablando de la
conmemoración efectuada y de la Obra Salesiiiua
en Palestina. i Bendito sea Diosl
Mientras escribo, una buena iluminación, los
acordes de la banda y \m paseo de hachones pone
el colmo á la alegría de los buenos belemitas, que
celebran el triunfo de D. Bosco y la venida de
su Patriarca.
Mañana el P. Rúa hará una excursión al Mar
Muerto, y después partirá para Jafa... luego tomará
para la Semana Santa á Belén y Jerusalén. S\i
piedad no le pennite separarse de estos lugares en
dias tan memorables.
(Continuará).
C lem en te

B

retto

Pbro. Salesiano.

TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias:
Pienarlas. En todo tiempo:

1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ®Igualmente una vez al mes, el día que
' asistan á la Conferencia:
4. “ Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5. ®El día que por primera vez se consagren
al Sgdo. Corazón de Jesús;
6. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
7. ®E n articulo de muerte, si confesados y co­
mulgados, 6 almenos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, ó al menos con el corazón.
Ea el mes de Setiembre.

I® El
2° El
3® El
4® El
5® El

8. Día de la Natividad de María Sma.
13. D ía del Smo. Nombre de M, Sma.
14. Exaltación de la Sta. Cruz.
20. Fiesta de los Dolcu’es.
29. Fiesta de S. Miguel Arcángel.

Además etc., véase número anterior.

206 —
o OsVT/O o

A LOS AMANTES DE LA JUVENTUD
^........................ i

* • »: **

f -

LOS ORATORIOS FESTIVOS,
Lo que son.

Aníes de decírtelo, me vas á permitir, henévolo
lector, unas pocas reflexiones, que serán muy
breves, pues procuraré no fastidiarte más con
prolegómenos.
E n orden de tiempo y también por la impor-

genio que nada mejor para ir al pueblo é iluminar­
lo, que ir directamente á los niños, que son á un
tiempo mismo la raíz y la flor de ese pueblo.
« No hay camino más fácil y pronto para ir
al pueblo, decía, que interesarnos por los hijos,
por los pequeñuelos del pueblo. Los padres aman
naturalmente á quienes se interesan por
hijos. E l cariño á los niños nos conquistará el
amor y la persona de los padres. Trabajando con
los adultos (y precisa hacerlo con abnegación y
constancia), lograremos mucho, tal vez arrancarlos
de una vida criminal, es decir curarlos; pero tra­
bajando por los niños lograremos preservarlos. »

BEIT-GEMAL (Palestina) — Colonia Agrícola Salesiana.

tanda social, el Oratorio Festivo, es la obra
principal entre las tantas y tan grandes del Ve­
nerable Juan Bosco. Ellos son s« obra verdade­
ramente original, sm creación primera, de donde,
á manera de germen vigoroso, brotaron las demás,
pues aunque ya se conocían algunas obras pare­
cidas, no tenían ni el carácter ni los recursos, ni
Ui amplitud de ellos.
Los consejeros de hoy, asi los que sienten arder
ei\ s« pecho la llama del celo verdadero, como los
criticones de oficio, suelen decir al Clero: e¡Id al
pueblo! * {hermosa frase que Pío X ha hecho s«ya).
Pues, caro lector, esa frase había sonado ya cem
la hermosxtra y elocuenda de los hechos, desde
hace 70 arlos, allá en «na hermosa ditdad regada
por el Po y acariciada por las brisas de los A ipes.
D. Bosco fu i al pueblo, á su corazón, á su seno.
Comprendió con su mirada de águila y su luz de

Hemos dicho que la idea no era nueva, lo que
es nuevo es el medio, es la forma. E n efecto desde
los Apóstoles hasta el P . Lacordaire, iodos los
genios cristianos habían trabajado por los niños,
siguiendo los ejemplos de Nuestro Señor Jesu­
cristo. D. Bosco había leído en las Obras de San
Frandsco de Sales esta frase: « Creedme que los
ángeles de guarda de los niños aman con especial
ternura á los que se ocupan en educarlos en el
temor de Dios ¿ ingertar en sus corazones la santa,
la verdadera devoción. » Y también había leído
este pensamiento de Leibnitz: « Siempre he creído
que entonces se reformará la sociedad, cuando
se reforme la educación. » < Luego, concluyó
D. Bosco, educar á la niñez es educar la sociedad. *
Y como la sociedad hoy es democrática, y el
soberano de las naciones es prácticamente el
pueblo; pues vámos al seno mismo del pueblo,



207

y presentemos una nueva forma, una forma emi­
nentemente popular, que le guste al pueblo, que
le cautive, le gane. Eso pensó el genio, eso caldeó
el corazón, y al soplo de una inspiración de
arriba, brotaron los oratorios festivos y se multi­
plicaron como por encanto.
Y ahora, si me sigues con un poquito de aten­
ción, entraremos en materia, y veremos lo que son
— lo fácil de difundirlos, — sus recursos — su
utilidad — su necesidad imperiosa.
I.
Hace algunos años que se hallaba uno de los
Superiores de la P ía Sociedad Salesiana con un
Prelado , el cual se qtiejaba de que habiéndoles
ofrecido á los Salesianos la dirección del Semi­
nario y la de un internado, no lo habían escuchado.
— Excelencia, le replicó: No tenemos personal:
si se tratara solamente de un Oratorio festivo, tal
vez.... y como una cosa trae otra, quién sabe si con
el tiempo S. Sría. quede complacido del todo.
— ¿ Y qué cosa es un Oratorio festivo?
— Un lugar de reunión para los niños en los
días festivos. Ante todo, se prepara una Capilla
decente, junto á ella se levanta un cobertizo para
que sirva de teatro y andén los días de lluvia;
después se hace un grande patio, una plaza donde
puedan correr, saltar, divertirse á su placer, se
provee de aparatos de gimnasia, se rodea con un
seto y ahí tiene S. Sría. pronto el Oratorio. Luego
se hace una inauguración solemne, cuanto más
solemne sea posible, se toca bombo. Excelencia,
y al cabo de algunas semanas allí pululan los
niños, porque se divierten, están alegres; oyen
Misa, la cantan, escuchan sermoncitos apropiados
á su edad y carácter, en suma, hallan modo de
pasar el día santamente alegres.
— Oh! muy bien, exclamó el Obispo, eso es lo
que se necesita! Muchas veces no se hace el bien,
porque se ignora el fnodo!
Y el Oratorio nació y el Prelado lo vió florecer
y lloraba de alegría los últimos años de su vida,
viendo las bendiciones qtte le había aportado.
Ahora, tú, lector carísimo, especialmente si
eres del Santuario, debes recordar que el Concilio
de Trento (Ses. 24 Cap. 7°) dice que es deber de
conciencia explicar el Catecismo singulis diebus
festis, vel solemnibus, es decir todos los días
festivos, sin excluir los más solemnes; y que Pío X
renovó ese mandato.
Pero yo oigo que me dices:
— Pero no vienen!... Y si vienen, es de mala
gana... y poquísimos!
— Pues señor! abra V. un Oratorio festivo y
verá que en lugar de enseñar en la iglesia el Ca­
tecismo á 20 pilludos distraídos, les enseñará en
el Oratorio á 100, 200 y más.
— Pero costará trabajo!
— Vamos! No tanto como V. se imagina, y K.



verá compensados con usura sus sacrificios, viendo
el fruto y el amor que le cobran á V. los niños.
Ensaye V.
— Pero es una novedad! es cosa moderna!
— Valiente dificultad! ¿ Y quién le ha dicho
que todo lo moderno es reprensible? Entre lo mo­
derno hay cosas admirables, santas, útiles al
alma y al cuerpo, y debemos bendecir al Suprnno
Hacedor que ha hecho tan rica, tan variada, tan
grande la inteligencia humana.
Por lo demás , el gran Papa de los obreros,
los resplendores de cuyo genio iluminarán al
mundo mientras exista el mundo, dejó escrito que
* es preciso que el Clero acepte todas las mudanzas
que Juteett sm obra más eficaz en medio de la socie­
dad en que vive, porque es razonable y justo que
el Clero se amolde, se acomode, hasta donde es
lícito, á las necesidades de laedadpresente(Carta de León X I I I á los Obispos de Italia, 8 de Di­
ciembre de 1902). Y más adelante añade expre­
samente que el clero debe proponerse arrancar
de la ignorancia, encaminándolos con industrioso
amor á una vida honrada y virtuosa. ¿ Y qué
diremos de P ío X ? ^-No es el hombre más entu­
siasta del Esport y de la música? ¿ Y que es esto
sino declararse partidario, por decirlo así de los
Oratorios festivos? Y efectivamente le gustan
mucho, y no nos faltarán pruebas manifiestas.
e R O N lQ U lL L K .
Roma [Testaccio). E l lunes de Pascua 50 niños
del Oratorio festivo salesiano recibieron por
primera vez á Jesús Sacramentado, de manos de
Su Eminencia el Card. Vicario. Emmo. Respighi,
quien les dirigió también amorosas palabras de
aliento. A la salida del templo fueron aclamados
por sus compañeros y obsequiados con un esplén­
dido almuerzo.
E l domingo siguiente tuvieron la suerte de
ser admitidos á la presencia de Pío X . El Papa
se sentía satisfecho, conmovido y así se lo dijo,
recomendándoles la perseverancia, el valor y la
alegría.
Florencia. — E l Oratorio de la Sagrada Fa­
milia cuenta ya 300 niños, cuyo núcleo son al­
gunos Círculos al rededor de los cuales se con­
centran los demás:
I® Circulo dramático-musical de la Inmacu­
lada Concepción, compuesto de 50 jóvenes;
2®Clase de Canto, que ejecuta Misas, romanzas
y operetas',
3® Circulo dramático, que el año p. p. se pre­
sentó al Concurso de Faencia, ganando medalla
de plata;
4® Sociedad gimnástica * Forliiudo », suíxiividida en dos: antiguos y nuevos. Se está pre­
parando para el Concurso Internacional de la



2o 8 —

Juventud Católica que tendrá lugar en Roma
á la pr¿encia del Papa.
5® I/a floreciente Compañía del Smo. Sacra­
mento, cuyo objeto principal es celar por la Co­
munión frecuente y numerosa, especialmente los
Primeros Viernes.
6. E l Grupo de Catequistas, formado por lo
jóvenes de 20 años arriba que con celo admirable
se han dedicado á enseñar á los pequeños y á
ayudar en la organización del Oratorio. Así es
como se forman esos hombres de acción que,
como los miembros de las Conferencias de S. V.
de P. nos admiran por su brío y caridad valiente.
A l lado del Oratorio hay cinco clases elemen­
tales, con 94 niños en un local expresamente
construido, merced al entusiasmo de los Coope­
radores.
Mesina.— Del seno del Oratorio ha nacido el Cír­
culo «Juan Boscoi>, que se propone imitar al de

MESINA — Primeros Socios del Círculo „ Juan B.)sco **.

Turín, aplicándose álostrabajosquem ásnecesite
la acción social de éntrela Juventud de la ciudad.
Schio. — No por ser pequeña carece esta ciu­
dad de un importante Oratorio que debido al
celo de los Superiores, amigos y alumnos ha
progresado notablemente. Cuenta con Escuelas
diurnas y nocturnas, m»Í5»ca instrumental y vocal.
Catecismos en preparación á la Primera Comunión,
Sala de lectura, etc.. La banda acaba de obtener
la Gran Medalla de Oro en el Concurso de Thiene
y la Compañía dramática no es de las últimas.
Todo esto está animado por una \riva devoción
al Sagrado Corazón de Jesús, que se manifiesta
principalmente el Primer Viernes de cada mes.
San Salvador (Centro América). — Sigue siem­
pre teniendo alto su prestigio entre los demás
Oratorios Festivos de la misma República. La
Compañía Dramática « D . Bosco i> ha merecido
calurosos aplausos en ocasión de haber con­

currido á la fiesta que celebróse en Sta. Tecla
por la Ordenación Sacerdotal de uno de los
Padres de la Casa Inspectorial.
Desearíamos poder dar semejantes y mejores no­
ticias de los Oratorios festivos de España y la Amé­
rica española. Por tanto suplicamos no nos dejen
faltar noticias. No vendría mal una corta monografía,
en que se dijera el origen del Oratorio, desarrollo y
adelantó, los recursos con que cuenta, número de
niños que lo frecuentan, etc.. Tampoco dejarían de
sernos útiles algunas fotografías.

Garta importaqte.
Entre las numerosas que han llegado al Círculo
« Juan Bosco » de Turín, en contestación á la Cir­
cular invitando á los antiguos alumnos á honrar
de una manera especial al Padre y Maestro y re­
coger un óbolo para sufragar los gastos de Bea­
tificación, una de las más importantes es la de
Mons. Morganti, Arzobispo de Ravena. Dice así:
Ilustre Señor Presidente: He recibido la carta, el diploma y el distintivo
con que ese egregio Círculo ha tenido á bien notnbrarme Miembro Honorario.
Veo por la Circular que quiere realizar la feliz
idea de una demostración especial á la Pía Sociedad
Salesiana para ayudarla á promover los más gran­
des honores á nuestro inolvidable Padre y Maestro.
A l darles á Vs. las más expresivas gracias
por la distinción con que me honran, me adhiero
plenamente al benemérito Circulo y bendigo de
todo corazón su iniciativa, enviando mi óbolo
y sintiendo sinceramente que las actuales cir­
cunstancias no me permitan dar más, en una
ocasión en que daría tesoros.
Hago votos porque todos los antiguos alumnos,
asi del viejo como del nuevo mundo se unan en
Círculos para propagar los ideales de D. Bosco,
que son h s mismos de Nuestro Señor Jesucristo.
Los malos han hecho y hacen tanto, porque están
unidos, asociados, organizados: hagamos nosotros
otro tanto y acabemos una vez con esas lamenta­
ciones y quejas imprecando á los tiempos, á los
malos, á las circunstancias, y pensemos más bien
que la unión hace la fuerza y produce la energía tu>
sólo para los malos, sino también para los buenos.
Unámonos, pues, vigorosamente! ¡A y del que
permanece aislado! Vae solí. Pero victoria y
poder para los que se asocian: habent enim emolumentum sociétatis suae.
Bendiciéndole á V. Sr. Presidente, y á todos
los Socios me es grato profesarme
Afmo Servidor,
^ PASCU AL MORGANTI,
Arzobispo.

DE J^síUESTP^AS MI5 IOJ\ÍE5
Z í ---------

filatto Grosso (Brasil)
Los m ú sico s de la C o lo n ia d el S a gra d o
C orazón en la E x p o s ic ió n de R io Janeiro
— D os in d ias m u erta s por lo s C a y a p ó s
— L a m ies a m a rille a — P a ita n obreros.
(Caria del P . Bálzola).
Cuyabá, 21 febrero 1908.

Venerado P . Rúa:
No pensaba que después de las últimas é in­
teresantes Cartas del celoso P. Malán, se me
presentara tan pronto la ocasión de escribir á
S. R. ¿Quién podía imaginar que nuestro acti­
vísimo Padre Inspector concluiría con el Go­
bierno nada menos que la ida de los pequeños
músicos de la Colonia á la Exposición de Río
Janeiro? Y sin embargo todo quedó arreglado en
un abrirycerrar deojos. E IP . Malán no tuvo sino
lanzar la propuesta; el generoso Gobierno se
encargó al momento de pagar todos los gastos.
¿Qué hizo entonces el P. Malán? Se privó del
Maestro Sastre de Cuyabá, que también es ex­
celente músico y lo envió á la Colonia para tomar
á los músicos las medidas de un hermoso uni­
forme y ejercitarlos en las piezas de su reper­
torio, enviando al mismo tiempo un clérigo para
que se consagrara enteramente á instruirlos.
La noticia fué recibida con delirante entusias­
mo por los muchachos, que fueron inmediata­
mente exonerados de toda otra ocupación para
que se dedicaran completamente á la clase, á
la música y á la gimnástica. E l P. Malán vendría
por ellos en Abril.
El Sagrado Corazón ^ ta b a bendiciendo la
Colonia, cuando un repentino accidente vino
á turbar y casi á despoblarla. Si V. recuerda,
el año pasado los terribles Cayapós, énemigos acérrimos de los Bororos, llegaron á asae­
tear ima muía en los campos de la Colonia: (i)
pues bien este año volvieron y mataron dos in­
dias. Es uso de éstas ir por la selva buscando
frutas mientras los hombres se ocupan en la
caza ó la pesca; pero por la noche suelen volver
á su casa, y si piensan dormir fuera van acompa­
ñadas de toda la familia.

E sta vez, dos que habían partido solas, no
volvieron; los parientes pasan ansiosos la noche
y el día siguiente sin verlas asomar por ningún
lado; comienzan á sospechar, salen en busca de
las desgraciadas y después de muchas averigua­
ciones, muchas vueltas, mucho trabajo, por
fin las encuentran en la floresta del Río das
Martes, donde habitan los Cayapós, pero ay!
horrible espectáculo! yacen exánimes en
la
charca de su propia sangre; allí cerca cuatro
gruesos garrotes de que los salvajes se habían
servido para rematar la obra que las flechas
habían comenzado. E l asesinato se cometió á
unos 10 kilómetros de la Colonia.
Los indios volaron á dar la noticia. Figúrese V.
la impresión que ésta produjo en la Colonia, pues
también los salvajes sienten hervir en su sangre
la sed de la venganza. Comienzan á repercutir
los gritos, aullidos y amenazas. E l P. Colbacchini que ocupaba y a mi lugar, viendo la cosa
seria, hizo todos los esfuerzos para calmarlos,
tomó consigo un compañero y fué á verificar
el hecho con varios indios, los cuales, tras las
usuales ceremonias, envolvieron los cuerpos
en esteras, y á pesar del hedor que despedían,
los trajeron á la Colonia. Sólo quien haya asis­
tido alguna vez á estas desgarradoras ceremo­
nias, puede formarse una idea de lo que sucedió
en la aldea á la llegada de los cadáveres. Todos
lanzan gritos ó mejor, rugidos de rabia y dolor,
quién se mesa los cabellos, quién se ta ja el
cuerpo con vidrios y cuchilllos, cubriendo los
cadáveres con sangre viva. Toda la aldea está
en efervescencia. H ay quien propone acometer
á los terribles enemigos, pero la mayor parte se
deciden á abandonar la Colonia é internarse al
Sur, donde está el grueso de la tribu. Una ca­
tástrofe ciérnese sobre la Colonia.
Inútil es dedr que los nuestros hicieron lo
humanamente i>osible para restablecer la calma.
E l pobre P. Director telegrafió inmediatamente
al P. Malán y la noticia nos pareció realmente
tan grave que era capaz de destruir todo nuestro
trabajo. E l P. Malán telegrafió en el acto que
él mismo se trasladaría al lugar del siniestro y
que mientras tanto mandaba algunos soldados
para ayudar á los indios á perseguir á sus ene­
migos. E sta noticia restableció algún tanto la

(i) V’ . Boleiin de Didembre p. p.

» «



210

El P. Malán se presentó inmediatamente al
Presidente y le expuso los hechos. E l excelente
Magistrado comprendió la gravedad del asunto
y la necesidad de que hubiera un destacamento
de soldados para defensa de la Colonia; y como
el mandarlos desde Cuyabá hubiera sido asunto
de dos semanas, llamó telegráficamente de Araguaya diez soldados de la Guardia Nacional.
Cinco días después comparecieron en la Colonia
los militares muy bien armados. Los indios tam­
bién se armaron espléndidamente y bajo el
mando del cabo salieron en busca de los Cayapós;
pero bien pronto se convencieron de que éstos,
después de perpetrado el delito, se habían inter­
nado én las inmensas selvas del Norte. Pero se
calmaron los ánimos y los soldados volvieron
á su cuartel, dejando en los indios excelentes
impresiones.
Los Bororos se han convencido que estando
con los Misioneros, no sólo no serán perseguidos
por los civilizados, sino que el Gobierno los pro­
tegerá eficazmente.
Ahora todo está en completo orden. E l P. Ma­
lán, sinembargo, que tenía intención de ir en
Abril por los músicos, resolvió adelantar, para
mayor seguridad, y á mediados de Enero partió
con una buena provisión de vestuario, frazadas,
utensilios de agricultura, herramientas.... de­
jándome á mí el encargo de darle la noticia. Por
manera que cuando esta carta llegue"^ sus manos,
los músicos estarán probablemente en viaje para
Río Janeiro.
Como V. sabe, á fines de Julio hube de dejar
la Colonia del Sgdo. Corazón para acompañar
al P. Malán en su viaje de exploración al Centro
de la tribu con el objeto de buscar el sitio mejor
para la cuarta Colonia. Apesar de que deseaba
ardientemente este suceso, por ser ese el punto
más populoso de toda la tribu, con todo, no
pude disimular el dolor que me causaba la se­
paración. Mas reflexionando que dejaba la Co­
lonia encaminada de suerte que y a no son ne­
cesarios tan frecuentes ni tan grandes sufri­
mientos como al principio, cuando carecíamos
hasta de lo más indispensable y estábamos á la
intemperie, sentí el corazón inundado de grati­
tud hacia el Sagrado Corazón que tan visible­
mente ha protegido la Misión. Mi pensamiento
retrocedió especialmente cuatro años hace,
cuando llegaron á la Colonia 140 indios sin tener
un andrajo para cubrirse y vi aquellos niños
teñidos de urucú, con la cabeza coronada de
plumas... esos amadas niños que nos enviaba
el Sagrado Corazón para que los trasformásemos
haciéndolos hombres y devotos suyos... y que
en realidad después de tres años de cultivo \neron caer sobre su frente el agua regeneradora del
Bautismo y pudieron albergar en su pecho al



Dios de todo consuelo. A l reflexionar en la com­
pleta transformación efectuada en tan corto
tiempo, me sentía conmovido hasta las lágrimas,
y al pensar en los millares de niños que se hallan
en el infelicísimo estado en que aquéllos se ha­
llaban, nacen en mi corazón las más dulces es­
peranzas! Y en verdad me parece que ha llegado
el tiempo en que, por la misericordia de Dios,
toda la tribu de los Bororos Coreados se trans­
formará en reino de Cristo y todos los Ba3Útos,
que son verdaderos templos de Satanás, serán
trocados en santuarios vivos de Dios. Y así
como decía nuestro Venerable Fundador ha­
blando de la iglesia de María Auxiliadora,
que María misma se había edificado su casa y que
de allí partirían obreros evangélicos á todo el
mundo, así me figuro que de esta Colonia que
el Sgdo. Corazón ha escogido, saldrán misioneros
suscitados por Dios para catequizar á sus her­
manos, los de la misma tribu. Estos y otros
muchísimos pensamientos nos ocuparon durante
toda la exploración de la cual me abstengo
de hablar porque lo hizo el P. Malán. Sin
embargo, no puedo dejar de recordar rm hecho
como para confirmar lo dicho.
E n nuestra segunda exploración quedamos
algo asombrados no viendo comparecer á los
indios el día fijado; pero al cabo de un mes riñe
á saber que precisamente al día siguiente de
nuestra partida para Cuyabá llegaron á buscar­
nos 80 indios, quedando asaz mortificados por no
habernos encontrado. Y tenían razón; á algunos
de ellos (entre los cual^ el terrible Capitán
Peligró) les había pasado lo mismo en la ante­
rior exploración. Entonces sabiendo que yo
debía hacer un viaje por el camino de las Co­
lonias, resolvieron dejar cinco robustos mozos
en casas de civilizados, con el encargo de con­
ducirme á las mismas aldeas que deseábamos
visitar, pero que no pudimos por lo impraticable de los caminos: ellos conocían otros más
llevaderos. Esperaron un mes y desconfiando ya
de hallarme, se volvieron á su tierra. De allí
á dos días llegué yo y quedé sumamente morti­
ficado al enterarme de las cosas. Sé que el Ca­
pitán Peligro está resuelto á hacer concentrar
todos los habitantes, si nosotros vamos á fundar
una Colonia en sus tierras.
A la vuelta del \naje pasé por Buryty, donde
moran los parientes de aquel indio Melchor que
mataron hace un año los indios de S. Lorenzo,
y me dijeron que no podían vi\nr tranquilos
porque amenazados de muerte y que entre los
que habían jurado perderlos estaban Peligro
y Américo. Los consolé y les prometí que yo
mismo iría á ver aquellos indios para disuadirlos
de su mal propósito. Esa noche la pasé con un
indio que venía de las cercanías y precisamente

IP


211

del Río Vennello, quien me informó detallada­
mente de todo y repitió que los indios me espera­
ban. Por la mañana llegué á la nueva Colonia
de Palmeiras, donde hallé más informes cerca
de dicho Américo que según parece, no es ha­
rina de hacer hostias. Quise ver si respondía á
mi in\ntación y le mandé á decir que lo aguar­
daba. A los pocos días Uegó, vestido de tm viejo
jubón de militar. No bien me vió, me saludó en
portugués y me abrazó. Pedíle cuenta del ne­
gocio de B u iyty, pero me aseguró que él no era

CUYABÁ (Matto Orosso) — Tres jóvenes Bororos
alumnos del Colegio S. Gonzalo.

cómplice ni quería matar á nadie. Lo invité
entonces á abandonar definitivamente aquella
vida salvaje y bárbara, á lo que él, con el rostro
encendido y los ojos chispeando, contestó:
— Sí, padre, es tiempo de acabar con esta
\ida; precisa reunir toda mi gente aquí mismo
y hacerla trabajar. Veo que aquí h ay una gran
floresta con abimdancia de fruta y caza, y por
lo mismo tienen que comer mis Bororos . Precisa
hacerlos venir y trabajar mucho, y tú darás
clase á los niños y niñas para que aprendan á leer
y escribir.
Era la primera vez que hablaba con él; juzgue
S. R. si yo quedaría admirado al oír im razona­



miento tan conforme con nuestros ideales. Luego
me pidió una camisa y de comer; lo satisfice y le
hice algunos otros regalos; pero con grande
dolor tuve que decirle que por el momento no
podíamos establecemos allí, pero que pronto
le avisaría cuándo debía reunir á sus súbditos.
A mi llegada á Cuyabá, ^^nie^on á verme va­
rios indios de S. Lorenzo y de la antigua Colonia
de Teresa Cristina, hoy destruida, manifestando
todos gran satisfacción de volvenne á ver des­
pués de 10 años de ausencia. Quejáronse de que yo
los hubiera abandonado, dijéroniue que los indios
me querían siempre mucho, pero que yo no los
quería, puesto que no había ido nunca á verlos.
Como V. ve, amadísimo padre, en poco tiempo
vi indios de diversos puntos de la tribu y todos
ellos quieren gozar de las ventajas de la civili­
zación y de nuestra obra. Oh! que el Señor en su
piedad, nos a>nide á satisfacer tan justos deseos!.
Los tres niños que traje el año pasado para
aprender un oficio, siguen bien. Es más, teniendo
que salir varias veces de misión, he llevado, ya
uno, y a otro para ayudarme, y todos han quedado
admirados de su comportamiento y educación que
pueden ser\úr de modelo á muchos civilizados.
Muchas cosas tendría todavía que decirle,
pero tal vez he pasado los límites de la discreción.
Por otra parte, de lo dicho colegirá V. la abun­
dancia de la mies y lo copioso de los frutos,
como también la necesidad de buenos obreros
de salvación.
Entre tanto, dígnese V. asegurar á nuestros
Bienhechores que de en medio de las florestas
se elevan incesantes oraciones al Dador de todo
bien, á fin de que recompense generosamente
todas sus buenas obras.
En fin, acepte las más cordiales expresiones
de todos sus hijos de estas florestas y sírvase
comunicarlas á los demás Superiores. Bendíga­
nos también, especialmente al que besándole
la mano, se declara
De S. R. obediente hijo in Corde Jesu
Ju an B á lzo l a .

Mis. Sal.

China.
Afectuoso homenaje.
{Carla del P . Versiglia).
Macao, 8 de Abril de 1908.

Venerado Padre Rúa,
falta apenas un mes para la fiesta de
S. Miguel Arcángel Su Protector, y
estoy seguro de que entre las nume­
rosas felicitaciones que de todas partes le han de

,



llegar, no dejará V. de agradecer las que
le envían los niños del Asilo de la Inmaculada
Concepción de Macao.
Su número aumenta siempre, y últimamente
entraron tres huerfanitos más, gracias á la ge­
nerosidad de un sacerdote de Costa Rica. El 2 de
marzo, en que se celebró la festividad de S. Fran­
cisco de Sales, tuvieron la dicha de ser regene­
rados en las aguas saludables del Bautismo.
La función tuvo un carácter íntimo pero so­
lemne. Tuvo lugar en nuestra capilla y la llevó
á cabo nuestro Rev. Señor Párroco el Sr. Canó­
nigo D. Francisco Javier Suárez, quien tuvo la

21 2



francesa situada al Norte de Macao. jQue el
Señor les conserve en su santa amistad, y nos
ayude á nosotros á darles una completa educa­
ción!
Ellos, pues, con todos sus compañeros y supe­
riores desde ahora presentan á S . R., amadísimo
Padre, los más afectuosos votos para la fiesta
del Arcángel, cuyo nombre lleva. Pero los tres
de un modo especial suplican y seguirán supli­
cando al Príncipe de la Milicia Celestial que pro­
teja siempre al Jefe de la Familia Salesiana. Oiga
el cielo sus tiernas súplicas y acepte S. R. sus
expresiones, unidas con las de su
Devotísimo hijo in Corde Jesu,
L uis V e r s ig l ia Pbro.

lüozamblque (Africa Oriental)
Impresiones de viaje y buenas noticias.
(Carta del P. Martin Recalcati).

Rev.mo P . Rúa:

MACAO (China) — El niño Lcong-Jok
bautizado con el nombre de Domingo Savio.

bondad de pasar todo el día con nosotros. L a
fotografía que le mando, representa á uno de
esos afortunados á quien para honrar al santo
alumno de D. Bosco, pusimos el nombre de
Domingo Savio. Si se le parece poco en las fac­
ciones, mucho se le asemeja en la suavidad de
carácter y el candor del alma, aunque sea algún
tanto vivaracho. Si le llaman con su antiguo
nombre chino Leong-Jok, responde, sí, pero
* más bien por educación; pero cuando se le llamea
Saviol ohl entonces se pone alegre como un ca­
brito y goza como si recibiera
regalo.
También los otros dos son muy buenos, aun­
que uno es pariente de im famoso pirata ajus­
ticiado hace pocos años en Rong~Kong. E l otro
es un excelente cliico que viene de una misión

antengo mi promesa. Llegué al campo
de trabajo que me ha asignado la
m
Divina Providencia, el ó del pre­
sente, y he aquí algunas noticias del viaje y de
estas tierras lejanas.
A bordo del barco Portugal partí de Lisboa
el I® de Febrero en punto, con verdadero senti­
miento de tener que dejar esos hermanos que
con tantas consideraciones me trataron durante
dos meses. E l Rdo. Sr. Inspector con varios her­
manos me acompañaron á bordo, y no se alejaron
del muelle mientras el vapor no estuvo á la
vista. A medida que el barco salía de la embo­
cadura del Tajo, se me iba desarrollando delante,
como en enorme cinematógrafo, el vasto y hermo­
sísimo panorama de Lisboa. Lo contemplaba
estático y veía alejarse de mí, no sólo Lisboa y
el Portugal, sino la Europa, los amigos, todo....
Volví alrededor la vista... caras desconocidas...
todos hablaban una lengua que yo conocía
muy poco: pero esto mismo fué para mí un estí­
mulo que me ^ uijoneó á estudiarla con ardor
en los 36 días de navegación. Con gran delica­
deza y cortesía, los oficiales me permitieron ce­
lebrar todos días la Santa Misa, con sumo gozo
mío y de ocho Hermanas Franciscanas que se
dirigían á Beira, cerca de Mozambique. Pero
cabalmente el hermoso día de la P u^ cación,
el 2 de Febrero, no pude celebrar por estar
el mar agitad isimo.



213



imponente ciudad, pensando en los hermanos
El lunes 3 de Febrero llegamos á Madera.
Qué contraste! Las ondas, encrespadas, atro­ que ahí residen, sin poderlos ver, ni siquiera sa­
pellándose, parecían querer tragarse la perla ludar: después me retiré á mi camarote á tomar
un descanso de que tanto necesitaba después
de las colonias portuguesas, y ella tranquila,
como sonriendo en la magnífica pompa de su de tantos días de borrasca.
Dejando Capetown el 24, dimos la vuelta del
vegetación, parecía desafiar las tempestades.
Bajé inmediatamente y corrí á celebrar en la Sur del Africa y entramos en el Océano Indico,
Catedral, severo monumento que se yergue en casi siempre costeando. ¡Cuán fértiles son esas
medio de una primavera continua. Y precisa­ playas! cuán asombrosa la vegetación! Aquí y
mente aquí, en ese jirón del paraíso, vinimos á allí se levantan hermosos pueblecitos y ricas
saber el horrendo crimen perpetrado en la per­ dudades; por doquiera se ve trabajo, riqueza
sona de los reyes. A l trueno del cañón y al pia­ y vida. A los cinco días de navegación, dimos
doso gemir de las campanas, partimos de aquella con costas áridas: terminaba el Transwaal y co­
isla encantada, acariciada por el sol y osten­ menzaba la Colonia portuguesa de Mozam­
bique.
tando todas las galas de la naturaleza... pero
Arribamos á la dudad más importante, Lo­
las ondas, amenazantes, parecían querer de­
vorar al Portugal, ese jironcito del reino que renzo Márquez, donde permanedmos tres días,
cruzaba la inmensidad, como imprecando del debiendo el barco descargar mercancías y cargar
regicidio! E l mar duró así todavía dos días, y al carbón. Celebré en la única iglesia abierta al
tercero pude celebrar en sufragio de las almas público, que sirve también de catedral; aunque
la verdadera catedral está en Mozambique,
de aqudlos desventurados monarcas.
El viaje continuó con la mar en calma por ciudad que dió el nombre á la Colonia. E l limo.
espacio de diez días y era para nosotros una Sr. Obispo me invitó á su casa, me tuvo consigo
verdadera distracción el mirar de tarde en tarde todo el día y me trató como un padre. Es un
las carreras de los delfines que ora salían á re­ hombre verdaderamente apostólico, lleno de
lucir sus encorvados lomos, ora se zubullían en inteligenda y de celo. ¡Cuánto anhela tener mu­
las ondas. Otras veces veíanse nubes de peces chos Salesianos que le a5njden á defender su
volantes, que rodeando, se entrelazaban de rebaño de tantos errores que pululan, especial­
diveisos modos, dando la ilusión de mil fulgores mente de parte de los musulmanes! Entre tanto
de zafiros y esmeraldas, según como les daba el él trabaja y ora, y se industria y está seguro de
que el cielo lo escuchará.
sol.
Salimos de Lorenzo Márquez el 2 de Marzo,
Así llegamos á la isla de Sto. Tomás, colonia
portuguesa. Nuestro bastimento se vió al punto y después de dos días de horrorosa navegación
rodeado de una infinidad de barcas de variada llegamos á Beira. Acompañé las Hermanas á su
forma, todas tripuladas por negros fornidos, residencia, donde hacen un gran bien; celebré ahí,
bien proporcionados, hermosos tipos, que nos les impuse la Ceniza, siendo el primer día de
turieron alegres todo el día con sus cantilenas Cuaresma y me embarqué por la tarde con un
interminables. Por la tarde zarpamos con buen mar tan horrible como nunca había visto. El
mar, pero con un calor sofocante [Cuánto en­ Portugal, que es un buen barco, ora cabeceando,
ora balanceando, danzaba que era un contento.
vidiábamos á los delfines!
De todos modos, tres días después llegábamos Apesar de todo, nos llevó sanos y salvos á Mo­
á Loanda. ¡Qué magnífico puerto natural! en el zambique, término de mi largo viaje. ¡Gracias
fondo de dos faj as de tierra cubiertas de palmas, á Dios!
Fui acogido con verdadero entusiasmo por
sobre una colina se extiende la linda capital de
Angola, que, aunque en el Ecuador, tiene un los hermanos, especialmente por el director,
el P. Barilari.
buen clima y un porvenir brillante. Salimos el 17
Ahora quisiera decirle una multitud de cosas
y al cabo de un día y una noche estábamos en
Lobito, última extremidad de Angola, donde acerca de la ciudad, sus alrededores y nuestra
nos detuvimos algunas horas. Con mar g^ta- obra. Pero para no abusar de su paciencia sólo
dísimo proseguimos al Cabo de Buena Espe­ diré lo más preciso. L a región de Mozambique
ranza, adonde llegamos á los 5 días. Era la tarde, tiene 3.120.000 habitantes. Situada sobre la
el aire tibio, el espléndido golfo en calma per­ costa oriental de continente africano, entre el
fecta, surcado por vaporcitos de diversas clases, Ecuador y d Trópico de Capricornio, es una de
pero todos elegantes; la ciudad que se extiende las mejores Colonia portuguesas, precisamente
en un grande semicírculo á las faldas de un por la posición y sus futuras condiciones econó­
micas. Sus terrenos son fértilísimos por natura­
monte, que por su forma recuerda á Gibraltar,
parecía immdada en un mar de luz eléctrica. leza y la Agricultura comienza á hacer verdaderos
Yo ajntemplé admirado aquel délo, y miraba la prodigios. Otra riqueza imponderable es la fo-

— a i4 —

restal: hay inmensas selvas de árboles de alto
tallo que pueden suministrar extraordinaria
abundancia de un material envidiable de cons­
trucción. Las riquezas minerales son todavía
mayores.
Mas lo que hace falta es el desarrollo racional
de la actividad indígena y por consiguiente la
regularización del comercio. No es para dicho
cuántas esperanzas se abrigan aun á este propó­
sito por la acción de los Hijos de D. Bosco. Todos
confían, y están ciertos de que los jóvenes que
en sus escuelas se forman, han de salir no sola­
mente morigerados, sino también laboriosos,
capaces de dar un verdadero y poderoso influjo
al desarrollo económico de la Provincia, que
tiene todos los recursos para llegar á ser un
centro comercial de primer orden.
Los hermanos me pidieron ansiosamente no­
ticias de los Superiores, y yo procuré compla­
cerlos. También los niños, especialmente los
mayorcitos, hace varios días que me rodean en
las horas de recreo ávidos de noticias salesianas: también ellos aman á D. Bosco y están agra­
decidísimos á su digno Sucesor, que les ha en­
viado maestros y educadores.
Lo demás, se lo diré en otra ocasión. Es cierto
lo que dice el Sr. Director, que aquí hay poco
tiempo para escribir : y a lo voy experimentando.
El recuerda perfectamente que les está debiendo
á los lectores del Boletín una detallada noticia
de esta Colonia, pero siente mucho no haber
podido complacerlos; quien tiene la culpa son
las muchas ocupaciones. Somos pocos, muy
pocos, en proporción del trabajo! Pero se hará
todo lo posible, amado Padre, para no dejar
por mucho tiempo sin noticias ni á S. R. ni á
nuestros benévolos lectores y bienhechores.
Ojalá unos y otros rueguen por nosotros y S. R.
nos envíe su bendición.
De S. R. obte. hijo in Corde Jestt,
Ma r t ín R e c a l c a t i . Pbro.

Fatagonla meridional.
M isión e v a n g é lic a

rural.

Después de haber andado cerca de cuatro mil
kilómetros, tocando Cnñadón Salado, Las Plu­

mas, Carro Roto, Paso de Indios, Piedra Parada,
Arroyo Lepá, De la Caucha, De Madera, Lelec,
Cholila, Epuyen, Bolsón, Ñorquincó, Cushamen,
Río Chico, Castre, Traquetren, Sacanana y
Telsen, regresaron los dos misioneros salesianos
Revmo. Padre Ludovico Dabrowsky y el joven
Don José Puig.
E l resultado de la misión evangélica fué muy
halagüeño habiéndose hecho 329 bautismos, de
los cuales 200 de indígenas; 450 confirmaciones
y 22 casamientos. Los misioneros se muestran
sumamente satisfechos de la acogida que todas
las familias sin distinción, les han hecho y por
medio de « L a Cruz del Sur » les agradecen tanta
atenciones, y ruegan á Dios las remunere copio­
samente.
Los emolumentos de la misión, es decir las
gratificaciones con que espontáneamente los
pobladores han querido recompensar el trabajo
de los dos misioneros, ascienden á 265 pesos que
el superior de la Misión ha dispuesto invertir en
la manutención del Hospital « Buen Pastor. »
A l aplaudir y felicitar á ambos misioneros por
su celo y feliz éxito de la misión, les deseamos
un pleno descanso en el seno de su Comunidad.
(De la C ruz del Sur).

Libros recibidos en esta Redacción
vida de S. Juao de Dios por Fr. Luciano del Pozo
con un prólogo de Ramón A lió , diputado pro­
vincial. Editor L u i s G i l í . Tiene muy buenos gra­
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II Parte E l Oficio Pastoral. En-8 mayor. En tela
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EL CULTO

de M ^ria Auxiliadora.
^

'
'

N ó s ten em o s la p ersuasió n d e qu e, en la s v icisitu d e s d o lo rosas de lo a tie m p o s que
atra vesa m o s, n o n o s quedan m ás co n su elo s qu e lo s d el C ielo , y en tre é s to s , la pod erosa
p rotecció n dé la V irgen b en d ita, qu e fu é en tod o tiem p o el A u x ilio de lo s C ristian os.
Pft> X .

ESPAÑA.
BAR CELON A (España). Nuestros hermanos
V Cooperadores del Colegio de S. José quisieron
dar á María Auxiliadora un testimonio feha­
ciente de su devoción y amor práctico.
El Rev. Sr. Director publicó anticipadamente
una entusiasta Circular á los amantes de María
Auxihadora y bienhechores del Instituto Salesiano, « excitándolos á honrar á nuestra patrona
con todo el fervor de hijos amantes y generosos.»
Y podemos decir que su exhortatación no fué
vana.
Celebróse todo el mes con plática diaria y
ejercicios apropiados. E l 20 comenzó la Novena
en la cual se sucedieron oradores amantes de la
Reina Celestial. E ra edificante ver acudir el
pueblo á rendir homenaje á María, especialmente
por la noche, pues los ejercicios principiaban
á las 8 de la tarde.
El día de la fiesta, solemnidad de la Ascensión,
recibieron por vez primera el Pan de los Angeles
varios niños del Colegio. Celebró la Misa Mayor
el Rdo. P. Inspector D. Manuel Hermida, cantó
las glorias de María el célebre orador cesaraugustano, P . Eduafdo Gómez, Misionero del
Corazón de María.
La presencia, la voz, la acción, el lenguaje,
la profunda convicción, esmaltes de un fondo ad­
mirable, todo levantaba los corazones, todo
movía á amar y confiar. E n tres argumentos, co­
mo graníticas bases, apoyó el orador el bellísimo
título de Auxilio de los Cristianos con que Dios
ha condecorado á Maríai 1° argumento teológico:
la misma dignidad de María. SÍ Dios nos dió á
su Unigénito por María, nada de extraño que
nos dé todas las otras cosas por María: Ella es
la Omnipotencia suplicante; 2®argumento bíblico
aquella admirable página del Evangelio, aquel
episodio ternísimo del Calvario. Del mismo
modo que á la voz de Dios, todas las aguas que
cubrían la tierra se congregaron en d seno in­
menso del mar, así al « He ahí á tu hijo », que
pronunció Jesucristo, todas las bondades y

todas las misericordias se juntaron en el corazón
ternísimo de María. 3" argumento histórico: un
siglo va diciendo al otro siglo las victorias de
María por la humanidad. En el último siglo se
manifestó de muchas maneras, especialmente
en la obra del Venerable Juan Bosco, coloso
entre los santos, figura de majestad deslumbra­
dora. Pero todo este magnífico plan, fué admi­
rablemente desarrollado, con toda esa magni­
ficencia sencilla y conmovedora que tiene la
lengua castellana cuando se la sabe manejar.
A las 5 p. m. hubo la renovación de las pro­
mesas del Bautismo y á las 6 salió la procesión,
precedida y seguida por magníficas parejas de
la Policía, vestidos de gala y soberbiamente mon­
tados. Varios estandartes precedían el paso de la
Virgen y dos bandas llenaban el ambiente de
harmonías, mientras las ñores caían en amorosa
lluvia. E l paseo de la Virgen Auxiliadora fué un
triunfo, especialmente al recorrer la Gran Via
ó Calle Cortes, cuyos frondosos árboles formaban
dignos arcos de triunfo sin interrupción. No
hubo ni un incidente desagradable. A las 8 en­
traba nuevamente la procesión en la Capilla del
Instituto.
¡Que María Auxiliadora derrame sus bendi­
ciones sobre la Ciudad Condal, especialmente
sobre el Barrio de Hostaíranchs!
Béjar. Del Correo Español extractamos lo que
sigue, referente á la fiesta del 24 de Mayo:
Siempre la primera comiuiión es fiesta simpática
y llena de profundos sentimientos, aun para los
poco cristianos: pero si á las simpatías que despierta
la niñez, se unen los tiernos afectos que del corazón
arranca la que es Auxilio de los cristianos, la rodean
entonces todos los esplendores de la más sublime
belleza.
Rebosante de alegría y de entusiasmo hemos
visto el Colegio Salesiano durante los solemnes
cultos que ha dedicado á su excelsa Madre, ha­
ciendo de ellos partedpante á la ciudad, que ve
como á su sombra reciben sólida cultura 300 de
sus hijos.
En la iglesia de Santa María, más á propósito
que la capilla del <»legio para la suntuosidad y

— 2i6 —

magnificencia que se proponían desplegar, se
verificó el Triduo que había de preceder á la fiesta.
La imagen de María Auxiliadora en altar formado
al efecto con profusión de adornos, recibió durante
él homenajes fervientes, mientras que de los labios
elocuentes de D. Sixto Guijo, Párroco de Peromingo; D. Florentino Gómez, Párroco de Navacarros, y Fray Clodulfo Isasia, Franciscano de
esta residencia, escucharon las alabanzas de María
y saludables consejos de cuyo cumplimiento de­
pendía la realización de sus más risueñas esperanzas.
Estandartes y banderas ondeaban en los bal­
cones del colegio cubiertos de follaje y bonitas
colgaduras: y la orquesta, formada por jóvenes del
mismo, ammeió con sus alegres notas que era lle­
gado el día de su gran fiesia, recorriendo las prin­
cipales calles de la ciudad.
A las siete y media. Misa de Comunión, en que
por vez primera recibieron el Pan de los Angeles
50 niños, muchos de los cuales iban ataviados con
las prendas proporcionadas por la caridad de ios
beneméritos cooperadores.
Otros tres actos completaron los cultos: la Misa
solemne á las diez, en la que predicó con la elo­
cuencia y entusiasmo en él acostumbrados,
D. Ramón Pérez, Ecónomo de San Juan, y la por
todos conceptos notable conferencia á los coope­
radores de D. Laureano Hernández, Ecónomo de
Santa María, y la procesión de la tarde con la ima­
gen de María, que fué paseada trimifante por las
principales calles de las parroquias de Santa María
y Salvador.
E n el Ejercido del sábado, acompañado al
annonium por el notable artista D. Gerardo
Martin Peña, cantó con smna brillantez y amore
el Avemaria, de Garlasclii, el tenor D. Femando
Agiülar, Benefidado de Ciudad Real.
Córdoba. E l 25 de Marzo tuvo lugar im acto por
extremo hermoso y consolador en el Colegio Salesiano: la Bendición de una estatua de María A uxiliadora, obra predosa de arte de las Escuelas Pro­
fesionales Salesianas de Sarriá. Oigamos la Reladón que da el Boletín Eclesiástico de la dudad:
«Previendo los PP. Salesianos que la concurrenda
de fieles no les permitiría verificarlo en la capilla
privada, eligieron uno de los amplios patios, el que
adornado con follaje, escudos, banderas y gallar­
detes. presentaba el aspecto más brillante y en­
cantador q\ie pueda darse.
« Un frondoso peral cuajado de flores servía de
magnifico dosel á la predosisima imagen de María
Auxiliadora, que se destacaba majestuosa y ricnte
entre multitud de palmeras, luces y flores, como
una visión celestial, atrayendo hada si las miradas
de la multitud que llenaba el amplio recinto, extasiada al contemplar la bondad y la dulziira que
respiraba su semblante.
«A la hora indicada llegó al Colegio el Exmo.
Sr. Obispo, acompañado de s\is familiares y del
Muy Iltre. Sr. Provisor del Obispado, procediendo
inmediatamente á la bendidón con las ceremonias
de rúbrica.
• Apadrinaron la nueva estatua el Sr. D. Carlos
Carbouell y su señora esposa doña Asundón Ruiz

del Portal de Carbonell, beneméritos cooperadores
de la obra salesiana en esta capital.
«Terminada la bendidón, el público entusiasmado
promunpió en atronadores vivas á María Auxi­
liadora y al Sr. Obispo.
«A continuadón siguióse la misa cantada á la
que S. E . asistió de medio pontifical. L a Schola
Caniorum de las Escuelas Salesianas, acompañada
de ludda orquesta, manifestó sxis adelantos y buen
gusto.
« A l ofertorio ocupó la sagrada cátedra el Rvdo.
P. Frandsco Atzeni, de la Sodedad Salesiana,
y con frase correcta y palabras llenas de undón
habló del culto á María Santísima bajo el título de
Auxilio de los cristianos, estando tan acertado en
el desarrollo de su tema que arrancó al auditorio
lágrimas de ternura. Terminó su bellísimo discurso
con una muy tierna deprecadón á María Auxilia­
dora y dando las gradas á las autoridades y espedalmente al Excelentísimo Sr. Obispo, quien á
pesar de su avanzada edad y sus achaques se digna­
ba realzar con su presenda esta fiesta, dando
así una muestra de su devodón á María Auxilia­
dora y del apredo que le merece la Sodedad Sa­
lesiana.
* A la elevadón, la Banda munidpal ejecutó
la Marcha Real.
« Después de la misa hubo procesión con la nueva
efigie, la que al salir por la puerta prindpal fué
objeto de adamadones frenéticas y delirantes por
parte de la multitud de pueblo que materialmente
obstruía la calle Mayor de San Lorenzo y que por
falta de local no había podido asistir al acto.
«L a encantadora estatua recorrió las calles Mayor
de S. Lorenzo, plaza del Corazón de María, Frailes,
Ruano Girón, volviendo al Colegio y siendo trasla­
dada por sacerdotes á su altar en la nueva capilla
habilitada al efecto, en la que no dejó de ser visi­
tada durante todo el día por ima multitud de
fieles ávidos de contemplarla y rendirle sus obse­
quios y homenajes.
'
4 Damos nuestros más sinceros plácemes á los
P P. Salesianos y á las señoras que fonnan la Junta
directiva de cooperadoras por el feliz é.\ito con que
han visto coronados sus esfuerzos. Satisfechos
pueden estar unos y otras, pues creemos que esta
fiesta, que ha sido ima grandiosa manifestación
del amor que el pueblo cordobés profesa á María
Santísima, ha de dar espléndidos resultados, con­
tribuyendo á difundir más y más tan simpática
devoción y á hacer conocer y apreciar la Obra Sa­
lesiana. cuyos frutos de modo tan palpable ya se
dejan sentir en nuestra sociedad ».

A M É R IC A .
Mosquera (Colombia). Un nuevo templo á María
Auxiliadora. — Siete años h a que los Salesianos vi­
nieron á establecerse en esta población y desde
entonces la piedad ha ido en continuo amnento,
tanto que la Capilla del lugar resultaba demasiado
pequeña y se pensó en edificar una iglesia dedicada
á María Auxiliadora. E l corazón salesiano, palpi­
tando de amor y entusiasmo, lanzó la idea, y el
pueblo generoso se dejó electrizar é hizo suyos el



217

eatusiasmo y el amor de los Salesianos á la Virgen
del Venerable Juan Bosco. Y el templo surgió.
Grata fué la sorpresa que experimentó el R.
P. D. Antonio Aime, Inspector de los Salesianos
de Colombia, cuando al llegar en el último tren del
28 de Febrero, se dirigió á la nueva construcción.
Aunque no completamente acabada, y a estaba
pronta á ser bendecida y empezar á congregar al
pueblo. Oportunos regalos consistentes en cande­
labros, manteles, floreros, colgaduras.....la habían
habilitado para el culto divino.
El 1° de ila rzo la alegría del pueblo era indescrip­
tible.
En la Misa de la Comunión, celebrada por el
Director de la Casa. P. Césari, en la capilla vieja,
puede decirle que hubo tantas comuniones como
personas había en la capilla y el atrio. A las 7
dijo la Misa el P. Aim'e, empleando una hora
larga en distribuir la Santa Comunión. Tenninada esta Misa, última que allí debía celebrarse,
llegó el'S r. D. Sierra, Cura de Funza y Vicario
foráneo que debía llevar en triunfo á Su Divina
Majestad á la nueva morada que le levantara
la piedad de los fieles. L a vasta plaza estaba ador­
nada con banderas y festones hasta la nueva iglesia,
cuya portada estaba magistralmente vestida.
Las 4 escuelas, dos de cada sexo, luciendo nuevos
uniformes y gallardetes de blanco y azul, se desple­
gaban en dos alas, abriendo la marcha; seguían las So
señoras de la Asociación con medalla y cinta de oro
y el magnifico estandarte, venían las Adoradoras
del Sagrado Corazón también con sus insignias, en
número de 60, luego los caballeros de la Congrega­
ción de S. José, luego un inmenso gentío y el Qero.
En este momento llegó de Bogotá el P. Bassignana. Director de las Escuelas Profe.sionales.
con la Banda, que rompió los aires con una marclia
y fué la señal de movimiento hacia el templo, y
comienzo de la Bendición. Terminada la cual re­
gresó la procesión para tomar á Nuestro Amo y
llevarlo á tomar posesión de su nueva Casa.
Acto seguido principió la Misa solemne celebrada
por el Dr. D. Enrique Heredia, Pbro. Salesiano
y cantada por los niños y los novicios. Ocupó la Sa­
grada Cátedra el P. Aime y de su corazón amante
brotaron torrentes de fuego que inflamaron de
amor al umneroso auditorio.
E l Smo. quedó de manifiesto. Al medio día estaba
otra vez la iglesia completamente llena para asistir
á los oficios de los Sagrados Corazones y el Trisagio,
terminando todo con im patético acto de con­
sagración de iodo el pueblo á Maria A uxilia­
dora.
Al caer la tarde las campanas llamaban de nuevo
los fieles á los pies de la Reina celestial. Hubo
^^speras Solemnes y el R. P. Doctor Heredia pro­
nunció xax discurso de circunstancia. Cantóse el
Tedeum en acción de gracias por tantos beneficios
y siguió la Bendición de Su Divina Majestad.
Todas las casas iluminaron sus ventanas, <x>mo
símbolo de la luz espiritual de que estaban llenas
las almas. L a banda saíesiana llenó el aire de me­
lodiosas notas y así terminó aquella brillante fecha,
entre Íoz y hannonias, eco de los himnos que reso­
naban dentro de los corazones.



De Aguada i Villacolón (Uruguay). E l pueblo
uniguayo ha dado una gran prueba de su acendrado
amor á la Religión de sus padres, de su acrisolado
patriotismo, que lo arrolla todo por sacar avante
la causa noble, la causa santa, la que, apoyán­
dose en la mano poderosa del Señor, consulta los
verdaderos intereses de la Nación.
A l grito del venerable Cura de Aguada, más tie
4000 jóvenes, despreciando burlas y afrontando
amenazas, han corrido á postrarse al pié del trono
lleno de gracias de Maria Auxiliadora y allí pedirle
por la conservación de la fe en su Patria y su rápúlo
adelanto.
E l domingo 26 de Abril salió de la iglesia de
Aguada la imponente columna, presidida por el
linio. Sr. Obispo Stella y luciendo, por decirlo asi,
un verdadero bosque de estandartes, entre las
cuales figuraban la Bandera del Papa Rey, la del
Centro Juan J. Bimbolino, la Nacional, la del
Centro, Mons. Lasagna. que no escachará más órdenes que la de Adelante!, la de los Demócratas
Cristianos, la del Centro Juvenil, la de Jacinto
Vera, la de la Iñga Patriótica italiana y la del Cir­
culo Católico de Obreros.
En la Estación Central se Ies unió otro grupo de
peregrinos con Mons. Luquese á la cabeza.
Tanto á l?i ida como á la vuelta resonaban cán­
ticos á la Virgen y el rezo del Rosario.
En la estación de \^illa Colón los estaban espe­
rando más de 2000 manifestantes. El encuentro fué
entusiasta, delirante y á más de cuatro les arrancó
lágrimas de conmoción. Estaban allí unidos por
el vinculo más sagrado de todos: el de la fe y el
amor en unas mismas creencias.
Los peregrinos tomaron luego la Avenida Lezica,
al compás de la música de dos bandas y entre
cánticos piadosos y rezos. Cuando apareció el
Santuario de Maria, Auxiliadora, estalló el entu­
siasmo en aclamaciones y vivas. Como el templo
resultó pequeño, los peregrinos se extemlieron para
orar en la ancha explanada que hay delante del
Colegio. De.spués de un momento de oración en
silencio, el Sr. Presbítero Defunchio, alma de todo
este movimiento, pronunció una fórmula de con­
sagración á Maria Aux., que el pueblo repetía de­
votamente. En seguida, el Presidente de la Peregri­
nación, limo. Sr. Stella, dió la Bendición mayor
del Santísimo Sacramento.
Terminada la parte meramente religio.sa, la
multitud ávida de emociones se apiñó en la plazo­
leta y la Calle del Colegio hasta la Avenida láízica.
Desde el atrio habló el Sr. Obispo Stella'. Explicó
el objeto de la peregrinación que era dar púljlica
prueba de fe y orar por el Siuno Pontífice, por el
Prelado ausente, que está venerando los Santos
Lugares, por los fieles uruguayos, por los Pa<lres
Salesianos, que tanto trabajan por la nación. Re­
cordó los derechos que los Católicos deben reivin­
dicar y la obligación que todos tienen de secundar
el movimiento iniciado en pro de la Religión.
A l presentarse en la tribuna el doctor Hipólito
Gallinal fué saludado con una salva de aplausos.
E l grande orador dejó caer sobre el auditorio sus
frases graves, caigadas de aquellos pensamientos
de que decía el poeta: ♦ pesan como un mundo. *



2 I -> —

I/)s peregrinos visitaron el Colegio Salesiano,
ese Colegio Pió, del que dice un periódico argentino,
E l PaU, « es el ideal de los Colegios que reclaman
las necesidades de esta época, donde se da esmerada
educación física, y moral y enseñanza sólida,
como lo canta muy alto la pléyada de ex-alumnos
que hoy son el ornamento de la Patria.
I^a vuelta efectuóse como la ida. A las 7 entraban
de nuevo en la iglesia de Aguada, con el Sr. Obispo
al frente, quien, emocionado, les dirigió breves pa­
labras de aliento.
« Creemos, dice E l Pais de Buenos Aires, que la
iniciativa de Aguada no es más que el principio
de los sacudimientos de fe que han de hacer vibrar
la fibra religiosa y civica de los católicos uruguayos
para foguearlos en el terreno de las reivindicaciones
constitucionales, legales y sociales. *

A d v e rte n cia s . — i® Con frecuencia nos
llegan relaciones de gracias, anónimas, sin
expresar siquiera el lugar de procedencia. Como
no queremos disgustar d nuestros lectores y
devotos de María Auxiliadora, les recordamos que
no publicaremos relaciones que no tengan firma
y lugar de domicilio. S i por cualquier motivo
no quiere el agraciado que se conozca su nom­
bre, no tiene sino advertirlo en la misma carta.
2“ Bien quisiéramos publicar por extensoloázs
las relaciones recibidas; pero no siendo esto po­
sible por el poco espacio disponible, nos vemos
obligados á resumir con frecuencia. No por
esto ^se da menos gloria á Nuestra Madre Ce­
lestial: asi es que no lo lleven d mal los de­
votos de María Auxiliadora y no cesen de en­
viar sus relaciones.

para que los operarios le tributen sus homenajes,
al principio y al fin de las faenas del día. En el
momento creí que el desastre había ocasionado
muchas muertes; pues en la construcción de
las bóvedas se encontraban cerca de cuarenta
hombres; pero solamente uno fué el que cayó,
sin que debajo hubiese habido algún otro
en ese instante.
Cuando penetré en el interior del templo, cla­
mando todavía á la Santísima Virgen, sacaban
los otros albañiles de entre los escombros, á
su compañero, el caído, á quien todos creía­
mos muerto, ó completamente despedazado.
De que no había sucedido lo primero queda­
mos agradablemente desengañados, porque em­
pezó á quejarse al ser movido del lugar donde
cayó á otra parte donde hice que se le apli­
caran en seguida los Sacramentos d^ la con­
fesión y extrema unción que recibió con grande
fervor considerándose al borde del sepulcro.
No nos atrevíamos ni siquiera á moverlo; sin
embargo’, fué preciso hacerlo y en una pari­
huela fué llevado al juzgado. Allí, después de
practicada con 'brevedad la averiguación, sobre
que no había responsable que castigar, se
llamó al facultativo, quien lo reconoció, y con
sorpresa unánime, manifestó que el paciente no
tenía otra co.sa que ligeras magulladuras y que­
brantamientos en su cuerpo á causa de la caída.
Ahora se encuentra sano, pasados apenas quince
días del acontecimiento que le puso en tan grave
peligro. Por haberlo salvado la Santísima Vir­
gen, elevo hacia ella un himno en acción de
gracias, y publico esta reciente maravilla de
su clemencia esclamando;
¡ ¡ Bendita sea !!
Guadalñjara (Méjico), a6 de Febrero de 1908.

L ie. C e s á r e o L . G o n z á l e z .

V e rd a d e ro portento.

E s portentoso.

Cumple á mi deber de hijo amante y reco­
nocido, consignar para su publicación un por­
tento insigne de la Santísima Virgen, bajo su
advocación de María Auxiliadora.
A inmediaciones de San Pedro Flaquepaque,
estoy construyendo un templo. Al cerrar una
de las bóvedas, uno de los albañiles cometió
la imprudencia de querer pasar por encima
cargando en la cabeza material de ladrillo.
Con el peso del hombre y su carga, se des­
quició la bóveda y lo arrastró al abismo, ca­
yendo sobre el pavimento del templo desde
una altura de más de nueve metros. Al oír yo
el estruendo, me sobrecogió el terror, pero
pude clamar en esos momentos angustiosí, simos, implorando la protección de María A u­
xiliadora, cuya imagen tengo colocada en un
templete, en frente del templo en construcción,

A fines del año de 1907 nuestra casa fué tea­
tro de gravísimas enfermedades; y la más pe­
nosa de todas fue el tifus de que se vió ata­
cada una joven viuda, madre de do.s tiernos
hijos, y que la tuvo cincuenta días en cama...
Aunque el tifus desapareció lentamente, le
quedó la terrible consecuencia de un dolor en
el p>echo izquierdo, cuyos sufrimientos soportó
en silencio durante seis meses, al cabo de los
cuales, pronunciándosele ya un bulto de grandes
dimensiones, se llamó al médico, el que le hizo
una punción muy honda por medio de la cual
le extrajo una gran cantitad de materia. Pero los
dolores no cesaban ! y le fué notificado por dicho
Sr. médico, que no tenía otro remedio que
hacerse la operación de rasparse el hueso. Se
creyó que el cambio á un clima muy ardiente
le fuera favorable y al efecto se consultó con



219



Dao también, con toda la efusión de su alma, gracias á
otro médico, el. cual, sin saber la opinión del
María Auxiliadora y envían nna limosna:
primero, le dijo que no tenía otro medio de
Asunción (Parag.). — Da. Martina Moriñigo,
curación sino el som eterse á la operación.
por un favor recibido el día de su fiesta — Una
Entonces la paciente le contestó: « D o cto r,
Cooperadora, por la salud recobrada — N . A .,
haré cuanto V . d ispon ga; pero opet'ación j a ­ envía 5 pesos por un favor recibido — Da. Cartnen
E . de Roa, 7 pesos por una gracia singular — D.
más. A doro la voluntad de Dios y acepto con
Juan /. Apesteguia, por haberle curado de una
resignación la muerte ».
grave enfermedad — Da. Ascensión Mondes, por
Entre tanto se dirigen á la que es esperanza
haberla librado con varías amigas de un grave
y consuelo de los afligidos, M aría Auxiliadora,
peligro.
Barcelona (Esp.). — D . E. A ., por una gracia
haciéndole celebrar una pom posa misaren laqu e,
alcanzada,
25 pías — Da. Amalia Bacardi de Coll,
el R. P. Superior, desde el pulpito, excitó la
por la salud recobrada — D. J . M. G., por haberle
devoción de los fieles para alcanzar con sus
dado buen é.xito en unos exámenes en que repro­
.oraciones la salud de esta pobre m adre, la que
baban el 60 “íoCabeza de Buey (Esp.). — D . N . N ., por un
á su vez se colocó una memoria del Venerable
favor recibido.
D. Bosco sobre la herida del pecho, ( i )
Carmena (Esp.). — D . José Martínez, por nn
Pasados los días de ausencia del médico,
señalado favor — Da. Josefa /-. de Lasso de la Vega,
viene y constata que no queda casi ni rastro
por la curación milagrosa de su hija Ignada —
D . Z. G., por la conversión de una persona y con­
de la en ferm edad!
A sí se obró esta repentina curación, ha­ siguiente consuelo de una familia desgraciada.
Ciudad Bolívar (Ven.). — D . Diego Bta. Arriazti,
biendo trascurrido y a seis meses sin que haya
por haberles proporcionado á él y á su hijo el medio
tenido la menor lesión.
de ejercer su profesión.
Concepción (Chile). — Rosa S, de Quintino; por
Por lo cual postradas humildemente á los
pies del Venerable Padre ,D. Bosco, le tribu­ haberle sanado una hijita.
Córdoba (Arg.). — D . Feliciano Amenábar, por
tamos homenajes de gratitud y le pedimos nos
haberle sanado de una dolencia refractaria á los
alcance de su E xcelsa R eina, cuya compañía
esfuerzos de la medicina — Da. Bonifada Ramallo,
goza, una bendición que nos cubra con el es­ por haberle devpelto la salud en dos enfermedades.
Córdoba (Esp.). — Una cooperadora por haber
cudo de su santo amor y nos haga cada día
sacado bien de una grave operación á una persona
más y más fieles cooperadoras.
de la familia; 25 pts. de limosna - N . N ., por
haber vuelto al buen camino un joven que amena­
Bogotá, II de Marzo de 1908.
zaba ser el deshonor de la familia.
M. de C.
Gerona (Esp.). — D . M. B. y J ., por haber ar­
F erro l (Esp.). — A punto de perder mi sub­ reglado satisfactoriamente un asunto difícil — D.
sistencia y la de mi familia , acudí á una her­ José Casamor, por la salud de un miembro de su
familia.
mana que tengo religiosa en demanda de su
Huesca-Barlunga (Esp.). — Da. N . N . de A .,
consuelo y para que por medio de sus oraciones
por la curación de su hijo, 25 pts.
me sacara con bien de tan difícil situación. Ella
Jinotepe (Nic.). — Rosa C. de Ortega por ha­
berle sanado de una grave enfermedad á los ojos.
me escribió llena de fe aconsejándome pusiera
Juigalpa (Nic.) — Elíseo Fernandez Coop. Sal.,
mi confianza en María Auxiliadora mandándome
por haber sanado á su hija de un mal desconocido.
al efecto una estampita de Esta Santísima Virgen
Llagustera (Esp.). — D . Juan Ferres y Sra., por
con la oración de San Bernardo que yo repetía
un favor recibido.
y repito también cada día y diciéndome que
Madrid (Esp.). — D . Cástor Grande, por la mi­
hiciera la promesa de rezarle una novena como
lagrosa salud espiritual y corporal de un hijo suyo,
ella quedaba haciéndole otra en compañía de
Noya (Esp.). — Da. Mercedes Troneoso, por un
sus hermanas en Religión, además de que había
favor recibido.
de publicar la gracia en el Boletín Salesiano si
Riobamba (Ec.). — D . Agustín Lucio A ., por
los favores que le ha hecho, 4 sucres — D . Delfín
la lograse, suscribiéndone á él por algún tiempo.
Verdesoto, por un favor recibido, i sucre — Da.
Pronto he podido reconocer el favor de tan bon­
Zoila Bravo, por una gracia concedida á nna hija
dadosa Madre viendo realizadas mis aspiraciones
suya, 4 sucres.
por medio de quien yo menos podía esperar.
Sierra de Carneros. — Do. María López, por ha­
Me complazco, pues, en cumplir mi promesa y
ber sanado á su marido de unas fiebres malignas.
os doy las g ja c ia s , Madre mía, pidiéndoos si­
Sort (Esp.). — D . José Virós, por la salud de
gáis dispensándome vuestra protección y amparo
una persona amiga.
Vigo (Esp.). — D . L . Granada, por la milagrosa
lo mismo que á mi esposa y á mis hijos para
que sean vuestros y bendigáis á los que me fa­ curación de su hijo.
Vitoria (Esp.). Una devota de M. A ., por la cu­
vorecieron.
E- E- E.
ración milagrosa de su hija.
Zaragoza (Esp.) — L . G. Coop. Sal.; por haberlo
curado de un ataque reumático — M .R., por ha­
íi) Declaramos que, obedientes á los decretos de Papa
berle salvado de un grave peligro.
Urbano VIII y otros Pontífices, no entendemos prevenir
X. — D . José Sánchiz, por la curación prodi­
en ningún modo el juicio de nuestra Santa Madre la
giosa del Sr. D. Juan Verdú y Verdú.
Iglesia en las relaciones de fa%'ores obtenidos mediante
la invocación del Ven. Juan Bosco.

POR EL MUNDO SALESIANO
Fiestas (lo Familia
H O M E N A J E S AI^ V E N E R A B L E .
IT A L IA .
Colle Salvetfi. El 20 de Febrero se conmemoró
solemnemente en el Colegio de S. Quirico al Vene­
rable Fimdador. El día, verdaderamente prima­
veral, la participación de los jóvenes y niños y el
concurso de los admiradores, llegados hasta de Pisa
y Liorna, todo contribuyó á hacer imponente el
homenaje. El ilustre Profesor D. Pedro Vigo, de
Inoma, leyó lui discurso^ tan hermoso que el audi­
torio se entusiasmó y conmovió vivamente.
« Los verdaderos grandes, decía, son los sanios,
verdadero grande es nuestro amadísimo Padre, cuya
figura, cnanto más se estudia, más resplhndece y más
excelente se ve, á la manera de una estrella que,
punto luminoso, crece cuando se mira con el te­
lescopio.
« Alguien comparó la marcha del Venerable por
el mundo, al trittnfo que se concedía en Romaá los
vencedores y conquistadores de pueblos y naciones.
Y D. Basco, señores, fué un Conquistador. No en
vano la Providencia lo suscitó en un siglo de conquis­
tadores: conquistadores políticos y científicos: con
la diferencia que él es mucho más grande que ellos.
Los conquistadores- científicos más grandes, desde
Volta á Marconi, han ¿"ominado las energías de la
naturaleza: Don Bosco dominó energías superiores:
las inteligencias, los corazones, las voluntades: él
fué conquistador de almas que llevó á Dios, que es
cuanto decir al orden, á la moral, á la sociedad.
Los conquistadores políticos esos de quienes Itabla
la historia, amontonaron cadáveres y multiplicaron
las hecatombes humanas, arrastrados por la sed de
mando, desde las guerras de César hasta las del
Transwaal: desde las de Ciro y Alejandro hasta
las de Napoleón, hasta Cavite y Tsushina. Juan
Bosco no trabajó sino para la gloria y el triunfo de
un imperio infinitamente supciior, el imperio del
amor, el reino de Dios, qu-' es justicia, caridad v paz.
A D. Bosco, pues, y á su obra, los honores del iriunfol

Después tle la velada cerróse el acto con el
Tcíleum. quedando todos con inolvidables re­
cuerdos.
Este. El 12 de Marzo en la velada que tuvo lugar
cu el Colegio Manfredini, pronunció un brillante
discurs >el eximio Doctor Julio Mortari, de Veroua,
evocando la figura dcl genio apostólico del si­
glo XIX.
* En el siglo de los genios constructores del bien­
estar material y de los adelantos indttstriales y cien­
tíficos , no podía faltar el genio de la caridad, inspi­

rada en las tendencias, gustos y necesidades de sm
época.... Este genio, ya lo sabéis, es el humilde sa­
cerdote piamontés, que con mente de pensador y co­
razón de apóstol, ideó y actuó una obra que lleva
el sello divino porque es una y múltiple , depen­
diente y señora de las aspiraciones de la sociedad,
es admirable, porque se encamina toda á la reso­
lución del verdadero problema de la vida... o

Esta fué la idea desarrollada con gallarda elo­
cuencia por el insigne orador. El programa musical,
ejecutado por la orquesta del mismo Instituto.'
aunque contenía números verdaderamente difíciles
fué sostenido con seguridad y, precisión nada comunes. Al mejor éxito contribuyó el auxilio de
benévolos profesores de fuera.

A M É R IC A .
Quito (Ecuador). Vivo entusiasmo despertó en
toda la familia salesiana del Ecuador la noticia
del Decreto Supremus y se pensó én una fiesta que
á este entusiasmo correspondiese. Pero estábamos
en vacaciones y no era tiempo oportuno. Pero
pronto comenzaron los dos Comités de Coopera­
dores y Cooperadoras á trabajar para prepararlo
todo.
Se creyó conveniente aprovechar la misma
solemnidad de S. Francisco de Sales, que los Co­
mités celebran siempre con gran pompa. Señalóse
el domingo 26 de Enero. El Ihuo. Sr. Arzobispo
González Suárez no sólo se dignó conceder la Ca­
tedral, sino que en su entusiasmo por D. Bosco
ordenó que se adornara como en las mayores so­
lemnidades y asistió personahiiente.
La misa fué oficiada por tres Sres. Canónigos,
asistiendo poutificahnente Su Señoría lima, y
Rvina. rodeado de todo su Cabildo y los Alumnos
del Seminario Mayor. Concurrieron con sus insigmas muellísimos de los Cooperadores y Coope­
radoras. las Comunidades Religiosas de la Capital,
el Círculo Católico de Obreros, la Sociedad indus­
trial de Picliincha. Infra Missam el Rdo. Sr. Di­
rector diocesano de los Cooperadores salesianos.
Canónigo Dr. D. Alejandro Matéus, levó una es­
pléndida Conferencia sobre D. Bosco y su obra:
trabajo maestro en que el entusiasta amigo puso
de relieve la eficacia religiosa y social de la Obra
Salesiana en contraposición con los males pre­
sentes.
Terminada la misa, el Ihno. y Rvmo. Sr. Arzo­
bispo entonó el Tedeum que fué cantado alterna­
tivamente por los aiinistros y la Escolania del Ins­
tituto Salesiano de la Tola. Unos generosos ca­
balleros se dignaron por propia iniciativa, colectar
una limosna para los niños pobres del Colegio. A
dar mayor solemnidad concurrió también la banda
del Instituto.

Ante tal espectáculo de adhesión y amor á nues­
tras obras, el corazón rebosaba y cada Salesiano
se animaba á trabajar hasta lo último por esta
ciudad y el pueblo ecuatoriano.
La velada literario-musical, se verificó el 3 de
febrero y ha sido una de las más bellas y mejor
rombinadas que ha presenciado la culta capital.
En el fondo del espacioso salón se destacaba la
dulce y sonriente figura del Venerable, circundado
de focos eléctricos: de trecho en trecho se veían
magníficos fuegos de luz eléctrica.
Los números fueron muy bien interpretados.
La Orquesta del Conservatorio Nacional estuvo á
la altura de su fama. Los cuadros vivos represen­
tados por niños de tierna edad, arrancaron en­
tusiastas aplausos. Los oradores fueron felices,
todos ellos hteratos de merecida fama. L a flexible
y armoniosa voz de la señorita Dolores Veintimilla
produjo honda impresión en el alma de los con­
currentes. E l Cantor del C o to p a x i, el anciano
bardo del Pichincha Don Quintiliano Sánchez,
moduló tal vez las últimas notas de su lira. L a Se­
ñorita Sándiez recorrió el teclado de ruia manera
bien digna de su fama. L a señorita Matilde Gon­
zález se inició en la carrera de la elocuencia, de­
dicando las primicias de su genio á la regeneración
del obrero. A l través de su castiza dicción palpita
el anhelo de que no pierdan el tesoro de la fe las
generaciones venideras.
En fin, bajo todos conceptos, las fiestas ce­
lebradas en Quito en honor de nuestro Padre han
.sido un verdadero triunfo para la familia Salesiana,
y han dado, así lo creemos, mucha gloria á Dios.
No podemos dejar de dar las más expresivas
gracias á las celosísimas Cooperadoras Señoras
Dña. Rosa Matilde Hurtado Unes y Dña. Eufemia
Delgado de Arroyo, que tanto trabajaron y á quié­
nes se debe en gran parte el éxito; á las dos
Compañías de Electricidad Jijón Larrea é Isabel
Palacios, que pusieron á nuestra disposición la luz
con profusión regia; á los R R . P P. de la Merced,
que cedieron su magnifico salón de actos, al Di­
rector del Conservatorio y á cuantos' se interesaron
porque todo saliera tan bien. Que el Venerable
les obtenga las bendiciones y gracias que más ne­
cesiten!

noTicins
--i * í



--------

ESPAÑA.
Barcelona. ¡Viva y reine el Corazón de Jesús!
Si, vivirá y reinará en el mundo y especialmente
en España l...
Tales reflexiones brotaban espontáneas de mí
cerebro y corazón cuando al retirarme á mi ca.«>a
el 8 de Juino repasaba las fiestas y aconteci­
mientos verificados los últimos dos días en la
cumbre hermosa del más alto y bello de los montes
que rodean la gentil Ciudad de los Condes:

E l Tibidabo.
Visita real. — E l 7 por la tarde, apesar del mal
día, la cmnbre estaba muy animada: la banda Salesiaua entonaba la Marcha Real y no dejaban de
resonar algvmctó vivas. E ra que Sus Altezas Reales
María Teresa y Femando de Baviera, habían ido
á visitar la célebre cumbre. Sus Altezas examiimrou
cuidadosamente los talleres de la funicular y demá.s
dependencias de la Compañía. Luego el P. Roca,
Salesiano encargado de las obras, y el R. P. Hormida. Inspector, propusieron á Sus Altezas ir á
ver las Obras del Templo, á lo que accedieron
con smno gusto.
Dadas las grandes prendas religiosas y artísticas
de los Augustos Personajes, no podiaii menas de
interesarse sobre manera, por obra tan simpática.
Vieron las esbeltas columnatas de la cripta q\ie
se yerguen imponentes como reclamando pronto la
soberbia bóveda; se detuvieron á contemplar los
pocos detalles que empieza á ostentar la fachada;
overon con entusiasmo los planes de grandeza y
las esperanzas que se abrigan; sumo agrado mani­
festaron cuando supieron que al templo se le daría
el carácter de tnonumento de la Católica España
al Corazón de Jesús. Todo lo que es grande y her­
moso entusiasma á esta simpática y Augusta F a­
milia, en quien brilla la juventud, la gracia y los
nobles sentimientos. A l retirarse expresaron sus
votos por la pronta realización de la Obra y Su
Alteza María Teresa dejó ama limosna para ayudar
á los gastos. Así, en ú Album del Sgdo. Corazón,
figuran los nombres de Sus Altezas María Teresa
y Femando de Baviera.
La romería del Ram. Allá por los años de 1885
dos obreros subieron á la entonces inculta y salvaje
cresta el lunes de Pentecostés, llevando para ofrecer
al Sagrado Corazón sobre la erguida cima, un ramo
de las flores que recogieran por el camino. J uraron
entonces ir todos los años.
Vino D. Bosco y le dieron la cmnbre para un
templo. lyos Salesianos edificaron una capillita,
que dedicaron al deifico Corazón y comenzaron á
oficiarla. Desde entonces la procesión del Ram ha
ido tomando singular incremento y la de este año
fué soberbia, preludio de lo que será en adelante.
Señores y señoras de todas clases sociales, desde
lo más granado hasta lo más humilde han tomado
parte.
Celebrada en la Parroquia de S. José de Gracia
la Misa de Comunión General por el R. P. Cortés,
S. J . partieron los romeros provistos de ramos con
dirección á la cumbre. Acompañábalos la banda
salesiana de Sarriá.
Durante el trayecto se rezó el Rosario y el * Via
Cmcis *, y se entonaron diversos cánticos religiosos.
A las once en punto llegó la Romería á la plaza de
la cumbre del Tibidabo, siendo recibida allí por
numerosísimo público que tributó á los romeros
«na entusiasta ovación acompañada de calurosos
vivas al Sagrado Corazón de Jesús, que eran con­
testados unánimemente por la muchedumbre.
A cto seguido se dirigieron los romeros á la ca­
pilla del Tibidabo, donde el muy ilustre canónigo
Penitenciario doctor D. Juan Ballester, delicado



222

de Sil Emcia. el Cardenal Casañas, en frases en­
tusiastas liizo la presentación de los piadosos ex­
pedicionarios al Sagrado Corazón de Jesús, pi­
diéndole fervorosamente su protección para todos.
Luego dió comienzo á la misa de campaña que
celebró un Rdo. P. «Salesiano. Pronunció un elo­
cuente sermón el ilustre canónigo de esta Catedral
doctor don José Portolés, quien con galana frase
y correcto estilo desarrolló el tema « L a realeza de
Jesucristo. »
ICn el acto de la elevación la banda de los Salesianos ejecutó la Marcha Real, mientras la con­
currencia allí congregada permanecia arrodillada
con ejemplar fervor y compostura, resultando un
acto por demás edificante.
Ivra ya cerca de medio dia cuando terminó la
Misa, por cuya causa se disolvieron rápidamente
los romeros, dirigiéndose á comer irnos al campo
y, otros en los restaurantes establecidos en aquel
plinto y en sus inmediaciones.
Por la tarde, á las tres y media, dió principio la
función religiosa con el canto del Trisagio y sermón
([uc predicó el elocuente orador sagrado Rdo.
doctor don Santiago listebanell, quien en brillantes
periodos elogió ciunplidamente la fiesta que se ce­
lebraba en honor del Corazón Deifico, haciendo
fervientes votos para que Barcelona, prosperando
moral y materialmente sea el trono desde donde
reine sobre toda España.
Iva banda salesiana rompió entonces en mi paso
doble, que fué la señal de ir á tomar al Smo. para
bendecir al pueblo. E l Sr. Canónigo Penitenciario
Ballester Consiliario de la Romería, conducía bajo
palio á Su Divina Majestad, mientras la banda eje­
cutaba la marcha reall Ohl cuántas cosas no decia
á nuestro corazón esa marcha real, tocada en
aquella circunstancial Allí, la realeza de Cristo,
por quien los reyes reinani allí, la profesión implícita
de fe de Su Majestad el R ey Alfonso, porque ante
Cri.sto cede, y cediendo se engrandece, sus honores
y se une con la masa del pueblo para aclamar
al R ey Universal I
Desde lo alto de la plazoleta se dió la Ben­
dición con S. D. M.. Después de la Reserva se or­
ganizó la vuelta de la Romería en el inLsmo orden
que antes, con la diferencia que se dirigieron á la
iglesia de la Bonnuova, donde el entusiasta Dr.
Estebaucll, Ciua Rector, les habia preparado una
magnifica recepción con cruz alzada. E l templo
estaba profusamente iluminado. Subió al pulpito
el Dr. Ballester y felicitó y dió gracias á los rome­
ros. invitándolos para el año entrante y recomen­
dándoles proseguieriui la obra para darle cada
año mayor esplendor.
i'testas como éstas levantan el espíritu un tiuito
decuido y dejan en el alma emociones dulces y
proíuuda.s.
Ohl (luicra el cielo que pronto veamos sobre
el erguido monte el monumento hermoso de la Ca­
tólica España al Corazón de Jesúsl
Matará. Pasando jx>r la linea del Mediterráneo,
allá arriba, dominando la ciudad de Mataró, se vé
un magnifico edificio en una p>osicióu verdadera­



mente envidiable; á sus pies, algo retirada, la ciudad
con sus extensas huertas, al frente la hermosísima
linea del mar por donde van centenares de barcas
pescadoras , á su espalda las montañas con sus
poéticos picos, sus antiguos fuertes, hoy derrui­
dos... Es el Colegio Salesiano de S. Antonio de
Padua.
Por una circunstancia casual me encontré allí
el 14 de Junio. ¡Que alegría pura y sin mezcla en
aquellos jóvenes, que gordos todos y de magníficos
colores, van delatando salud y por consiguiente trato
exquisito 1 Celebraban la primera misa de dos de sus
profesores. En la primera no se quedó uno sin co­
mulgar de manos del nuevo ungido del Señor. En
la segunda, la música fue deliciosa, al fin como de
Colegio Salesiano.
Terminada la Misa Mayor, el amable Prefecto
de la casa, me hizo visitar el establecimiento.
Qué aseol qué pulcritudl qué escrupolosidad y or­
den en dormitorios, comedores, clases, patios... en
todol El colegio ya es una atalaya con lindas vistas
á la mar; pero tiene una terraza encantadora, ade­
más un pinar en suave declive y una huerta no muy
pequeña. Las tareas escplares son serias, pero
moderadas y bien reglamentadas.
E l Colegio tiene un regular INIuseo de Historia
Natural, con buenas colecciones de Mineralogía,
Zoología, y no falta un rico herbario y algunas
muestras de agricultura práctica, como la de in­
gertos, que por cierto fué de las que más me gustó
por ser original.
L a enseñanza comprende los cursos de la pri­
maria, los del Grado de Bachiller, los de Comercio
para Contador Mercantil, hallándose incorporado
el Colegio al Instituto General Técnico y á la Escuela
Superiór de Comercio de Barcelona. Huelga dedr
que se siguen los programas oficiales y se obtiene
el Grado de Bachiller y Contador Mercantil, que
hay clases de adorno; dibujo, solfeo, piano, mecanografia... que son enteramente libres.
Los Estudios comerciales son oficiales ó libres.
El estudio del Catecismo es obligatorio lo mismo
que el de Religión y M oral: también se cultivan
con esmero los sentimientos artísticos y el gusto.
Entre las condiciones de aceptación figura el que
los niños no hayan sido expulsados de otro Colegio.
De esto me informé minuciosamente porque me
interesaba. E n una tertulia habia oído una ocasión
en Barcelona que los Salesianos eran instituto
correccional. Asi se lo dije al Prefecto, y el bueno
se echó á reir y dijo;
Cal señor, cáJ Eso piensan algmios, nada más
inexacto. No digo yo que los chicos no se corrijan,
ó mejor, enmienden de sus defectos en nuestros
Colegios: si no lográramos eso, no seríamos educa­
dores, porque educar, viene de educere sacar de la
vida imperfecta la vida perfecta, intelectual y
moral; pero de ahí á ser instituto correccional hay
mucho, amigo, hay mucho. Lo mismo que algmio?
creen que los Salesianos no sirven sino para teiiei
talleres... eso es otro error: el Salesiano es el reli­
gioso de la actualidad y abarca la educación com­
pleta: estudiantes y artesanos, son dos cosas dis­
tintas, pero regidas y animadas por im mismo es-

223

piritu. VeaV., nuestro Colegio de Utrera es de lo
mejor que tiene España y nuestros alumnos de Mataró han llamado la atención de los examinadores
oficiales. Nosotros tenemos niños pobres y niños
acomodados, colegios para unos y para otros; nues­
tra misión es tan vasta y compleja como la sociedad
en que vi\amos.
Llegó el medio dia y el Prefecto me invitó á
comer.. Después me acompañó á dar una vuelta
por la colina y-me enseñó las mejores vistas.
En esto llegaban las 6 y yo debía marchar en
ese tren para Gerona, i l e despedí de los Superiores
y salí sumamente contento de mi visita.
JJn viajero americano.

A M É R IC A .
Monterrey (Nuevo León-Méjico). E n el Colegio de
María Auxiliadora. — E l 27 de Noviembre de 1907
celebróse la simpática fiesta de la bendición del Co­
legio. Los extensos corredores del edificio, veíanse
adornados con sencillez y buen gusto, ostentando
artísticos escudos en los que se leían dísticos alusi­
vos á la fiesta. Las niñitas de las clases externas,
formaban dos filas á la puerta de entrada. A las
4 de la tarde, llegaba el limo, y Rev.mo Sr. Dr. D.
Leopoldo Ruiz, nuestro dignísimo Prelado, para
bendecir solemnemente el edificio. U n clamoroso
viva, fué el anuncio de su llegada. Acto continuo,
se dirigió á la Capilla para comenzar la bendición.
Era la primera vez que el Ilustre Pastor visitaba
el Plantel, quedando gratamente sorprendido en
ver que en solos dos años las Hijas de María A uxi­
liadora hayan' podido levantar y a xma parte del
vasto edificio, que, ima vez terminado, albergará
centenares de niñas.
La concurrencia, á pesar del mal tiempo, era
selecta, formada en su mayoría de insignes coope­
radores del Establecimiento.
En mi salón improvisado al efecto, verificóse
la velada músico-dramática con que las almimas
obsequiaban á su amadísimo Pastor.
Todos los números del programa fueron desem­
peñados satisfactoriamente, agradando sobre todo
el canto y cuadro intitulado: ,, L a bandera de Don
Don Bosco.” A l terminar el acto el Ihno. Prelado,
tomó la palabra exhortando á las niñas con frases
perfmnadas de im dón apostólica, á conservar el
fruto de la sólida educación que se Ies imparte en
este Plantel, y añadiendo que los habitantes de
esta Ciudad, debían considerarse felices por contar
ya en su seno im Establecimiento tan importante;
excitó á los bienhechores á seguir contribuyendo
con sus dádivas generosas para llevar á ténnino
el grandioso edificio, en el que vendrán á aprender
la denda, la virtud y el trabajo, muchos cente­
nares de niñas. Así terminó la fiesta, dejando gratos
recuerdos en los que la presenciaron.
Rawson {Una iniciativa qtu se imponía. Las
Señoras de Rawson. — Oportunamente convocadas
por la distinguida Señora Doña Mercedes de Lezann,
se congregó el jueves, 2 del que rige, im numeroso
grupo de Señoras, con el objeto de dar impulso á
las obras de beneficenda de Rawson, las cuales,

como es sabido, se prestan en benefido de todoel territorio.
Después de un cambio de ideas, por indicadón
del Señor Provdcario, determinaron limitar su
acdón , por el momento, al hospital y á la educad ón de la niñez huérfana y desamparada. Las Se­
ñoras de común acuerdo, resolvieron adoptar la
organizadón que en Buenos Aires y en todas his
dudades de primer orden, tienen las Damas para
sostener la beneficenda, conodda con el nombre de
« Obra del Venerable Juan Bosco. »
Una vez formada aquí la Comisión Directiva, se
pondrá en comunicadón con la Comisión central
de Buenos Aires, que está constituida por las más
distinguidas damas de aquella sociedad, y cuya
acdón es eficadsima, contando con la protección
del Gobierno.
Las Socios se llaman Cooperadoras, redben un
hermoso diploma de agregación, un libro-regla­
mento y un boletín mensual que da cuenta de
los trabajos realizados por la A sodadón en todo
el mundo y qxie ofrece una lectura variada, amena
y siunamente educativa.
Las Señoras que se agregaron á la Asociadón en
Rawson fueron doce; otras mandaron su adhesión
solidtando el diploma y sabemos que otras taiu;
bién lo harán.
Y como á la Asodadón pueden pertenecer tanrbién las .señoritas que tengan 16 años, la Señora
de Lezana, propuso la idea de solidtar el ingreso
de varias de ellas, ofredendo desde luego su casa,
en los dias jueves, para que ellas puedan remiirse
para cortar, coser, remendar para el hospital ó por
la niñez que lo necesite.
E n fin, fué xma rexmión que dió felidsimo resul­
tado y que demuestra tma vez más, los nobles
sentimientos que abrigan las Señoras de esta loca­
lidad, á las cuales tributamos los más ámplios y
cordiales elogios.
Y nos felidtamos de que se haya iniciado una
Asodadón confines tan nobles de caridad cristiana,
que Dios y los hombres no pueden dejar de ben­
decir y que sin duda producirá xm gran bien.
(De La Cruz del Sur.)
Edificio escolar. — Acaba de ser techado lui salón
de metros 26 por 6,50 con 5 de altura en su interior,
que la misión salesiana manda construir en Rawson,
para escuelas y actos públicos. Las salas, en <iuc
actualmente fundonan las escuelas, serán desti­
nadas para talleres de las escuelas profesionales,
que hasta hoy no se pudieron organizar por falta
de locales. E s xm adelanto de que pueden Íelicitarseí
los vednos de Rawson.
Sucre (Solivia). Del Diforme sobre la Instrucríón
de Sucre, que presenta al Rector de la Universiflad
el Dr. D. Gerardo Vaca Guzraán, tomamos lo que.
se refiere al Colegio Salesiano. Dice así:
^Colegio Don Bosco de Artes y Oficios. — Verda­
dera satisfaedón se experimenta al visitar este plan­
tel , llamado á preparar artesanos hábiles, instrui­
dos y morales: los progresos que cada día se reali­
zan en él, sou notables, y a por el in^eso de nuevos
profesOTCS espedales para cada ofido, que trabajan
con decisión en la enseñanza de los alumnos, coma

— 224 —
por las nuevas máquinas y aparatos para los talle­
res fjue va adquiriendo el establecimiento; todos
estos adelantos, son debidos al espíritu altamente
progresista de su inteligente y distinguido director
el R. p. Ivfrén M. Capelli y de sus entusiastas cola­
boradores los demás señores profesores, que tratan
de poner el colegio al nivel de los mejores que tiene
la orden salesiaiia.
• Ivl establecimiento está alumbrado por 50 focos
de luz eléctrica, generada por un motor á petróleo
de 50 caballos, cuya fuerza se aplica durante el
día. á las diversas máquinas.
« E l número total de alumnos es de 200, siendo
de ellos 96 internos, de los cuales gozan de beca
gratuita concedida por el gobierno, 56, y 7 gratuitos
por el colegio.
* Los alumnos externos, ascienden al número
de 140, todos gratuitos.

NECROLOGIA
=

=

111=

E l 1° de Abril perdía la Iglesia de Méjico uu
gran Pastor y los Hijos del Venerable Juan Bosco
im gran amigo, en la persona del

limo, y Rvmo.
Sr. D. Próspero G, M. Alarcón,
Ar2obispo de Méjico.

Había nacido en Lemma el 31 de Julio de
1827. Tenía, pues, 80 años. Ocupaba la sede
desde el 17 de Diciembre de 1891.

ITALIA.
Cágllarl. Fiesta dulcísima la del 19 de abril en
que merced á la generosidad de los buenos y la ca­
ridad y celo fervoroso y eficaz del teólogo Mario Piu,
se colocó la i* piedra de un Oratorio. Sobre m í
bellísimo palco estaban las sUlas del Emnio. Car­
denal Mafli y otros distinguidos Cooperadores; á
la derecha había lui altarcito con la imagen de
María Auxiliadora con guirnalda de flores: á los
lados los retratos de Pío X y el Venerable Juan
Bosco.
Acompañaban al Cardenal el Exmo. Sr. D. Pedro
Balcstra. Arzobispo de Cágliari, el Exmo. Sr. In.gheo. Arzobispo títular de Anazarba, el Exmo. Sr.
Tolú, Arzobispo de Oristano, Mons. Canepa, Obis­
po de Galtelli-Nuoro, Mons. Piovella. Obispo de
Algheroy Mons. Vinati. obispo de Bosa.
También estaba el Cabildo y el Comité de la
fiesta,y ondeaban los estandartes del Circulo de
S. Satm-nino, de los Obreros Católicos y de 4 Q rculos más.
El pergamino fué depositado dentro de la piedra,
ct)u una medalla de plata con el retrato del Papa,
una medalla con la efigie de la Virgen de Bonaria]
otra de María Auxiliadora, una moneda de dos li­
ras de último aiñ o y varias otras medallas.
E l prolesor Conde Sangiust leyó el discurso de
ocasión y Su Enuncia, bendijo la piedra. Mientras
ésta bajaba lentamente entre los aplausos de la
multitud, Su Emcia. trazaba en el aire la señal de
la Cruz.
Después los Oratorianos ofrecieron al Emmo.
Purpurado un mazo de flores, y el celoso Dr. Piu
habló con entusiasmo del Pmidador de los Ora­
torios.
Por último se avanza la figura noble del Cardenal
y en una sintesis admirable abraza todas las insti­
tuciones salesianas. dice de su boudad renovadora
y s;mta. Una entusiasta ovación al Cardenal puso
termino ú la fiesta.

El limo, y Revmo.
Sr. D. Ignacio Antonio Parra
Obispo de Pamplona (Colombia) '

volaba al cielo el 21 de Febrero. E ra uno de los
Prelados más beneméritos de la Iglesia Colom­
biana. Por la causa de Dios y de la Religión tra­
bajó sin descanso y sufrió sin medida. Para pro­
mover la educación religiosa y científica, las
obras de caridad y derramar por todas partes el
buen olor de Cristo, dotó á su diócesis de cinco
Comunidades y una Orden religiosa.
Amaba á los Salesianos entrañablemente, y
no cesó (Je pedir una fundación en la ciudad epis­
copal, pero la escasez de personal no permitió
á los Superiores satisfacer los deseos del emi­
nente Prelado.
En medio de una vida activísima,de amargu­
ras y trabajos, y á veces viviendo en climas bien
malos, alcanzó la edad de 82 años.
El carácter distintivo de este gran Prelado
era la fuerza de voluntad, que lo elevó á una emi­
nente perfección moral y que lo hizo superior
á todo lo terreno.
Si por acaso lo necesita, una prez por su alma.

El Rvmo. Sr. D. Florencio Parga,
Canónigo Deán de la Catedral de Guadalajara
(Méjico)

Murió el 15 de Febrero de este año. E l 24 de
Mayo del año p. p. celebró sus bodas de oro sa­
cerdotales. Ocup)ó siempre puestos importantes
en la Jerarquía. Fué orador notable y muy (Celoso.
El Revmo. Sr. Parga amó y favoreció muchí­
simo á los Salesianos, quienes lloran su pérdida
y ruegan á Dios por su alma.
Con aprobación de la .Autoridad Eclesiástica;
Gerente: JOSÉ GAM BINO.
Turin. Tip. Salesiana. (B. S.) — Via Cottolengo, 32

Fecha
1908.08