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Título
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BS_1908_01
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Descripción
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Boletín Salesiano. Enero 1908
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extracted text
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AÑ O XXIII
N.
E n ero de 1908
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Turín - Oratorio de S. Francisco de Sales
SUMARIO; A nuestros Lectores..................................... i
Carta del Revmo. D. Miguel Rúa ¿ los Coopera
dores S a le sia n o s.......................................................2
Conferencia Salesiana................................................. 10
Algunos rasgos de la vida del Ven. Juan Bosco to
cados en el D ecreto................................................. ii
De nuestras Misiones: Patagonia Meridional: La
■ muerte de Cándida Donoso — India: Inauguración
de la nueva Casa salesiana en Tanjore — Terri
torio del Chubut: Trelew, La capilla de María
^ Auxiliadora.............................................................. 13
^
a,
^^0 ^
o
ó
^
Tesoro ey jiritu a l.......................................................... 19
Bibliografía................................................................... <9
El culto de María Auxiliadora: Valparaíso, Santiago
V a ld iv ia ...................................................................20
Gracias de María A u x ilia d o ra ...................................20
Por el mundo salesiano: Fiestas de Familia: En
honor del Ven. Juan Bosco, Sarriá-Barcelona, Ro
sario, Mendoza, Rodeodel Medio, La Plata . . 24
Noticias varias: España: Alicante - América: San
tiago ........................................................................... 27
Cooperadores d ifun tos.................................................28
n u e stro s’ H e d o r e s ’
'—
.
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GD
I cnfrar en su 25® año, el B o l e t í n S a l e s i a n o saluda afeduo/“H ^ameqfe á ^us lectores, deseándoles un año muy feliz y toda
/
suerte de bendídoqes y bienes.
Em pezam os bajo felices auspicios. La grande y bondadosa figura
de nuestro Venerable fu n d a d o r parece del ciclo alentarnos á lo^ nuevos
combates prometiéndoiios r^uevos triunfo^. Adelante con valor, am ados
Cooperadores.
E( B o l e t í n , sin cambiar de dirección ni de principios, procurará
presentarse cada vez más ameno y más interesante.
Procuren nuestros beneméritos C ooperadores y celosas C oopera
doras p ro pagarlo mucho, especialmente er^tre los obreros. El quizás
desvanecerá muchos prejuicios y llevará uqa palabra de aliento á
algún afligido, una cerjteUita de luz á un extraviado. Esto será mérito
vuestro, am ados Cooperadores.
Carta del Revmo. Sr. D. Miguel Rúa
á los Cooperadores Salesiarjos
Bciicraérilos Cooperadores
y Cooperadoras:
1 Año que acaba' de expi
rar será memorable por
muchas razones en los
anales de la Pía Sociedad
de S. Francisco de Sales:
en primer lugar por los particulares be
neficios que durante él benignamente
nos ha dispensado el Señor, en segundo
lugar por la terrible prueba á que
plugo á la Divina Majestad someternos.
Pero tanto por el uno como por el otro
motivo nosotros debemos elevar al
Todopoderoso un himno de profrmda
gratitud. Y puesto que una breve reseña
tauto de las rosas como de las espinas,
encontradas en nuestro camino du
rante el año 1907, servirá admirable
mente para despertar en nuestra alma
los más vivos sentimientos de agrade
cimiento y plena conformidad con la
voluntad del Señor, creo oportuno,
amados Cooperadores, recordaros á este
propósito las cosas más relevantes.
Dendicíones del Señor en el año 1907.
Recordaréis muy bien como á media
dos de Abril un desastroso terremoto
devastó una ancha zona de la República
IMejicana, sacudiendo también en sus
cimientos el Colegio Salesiano de la Ca
pital. Sería cerca de media noche
cuando de repente se dernimbaron
las dos partes del edificio en que se
hallaban las escalas y contemporánea
mente se bambolearon las demás, su-
friendo grandes destrozos. Os podéis
vosotros imaginar cual sería el espanto
y la consternación de aquellos 350 alu
mnos en él asilados; y no obstante,
ninguno de ellos ni de sus superiores
sufrió la menor lesión, como había
precisamente sucedido también en nue
stras Casas de Chile, de S. Francisco de
California y de Jam aica, visitadas
anteriormente por el mismo flagelo.
¿ Y no os parece eso una prueba de la
particular providencia que el Señor ha
tenido con nosotros por la que le debe^
mos estar agradecidos ?
A últimos del mismo mes de Abril, en
la ilustre y hospitalaria ciudad de
Faenza se celebró el I I I Congreso de
los Oratorios festivos y de las Escuelas
de Religión. No podéis creer, benemé
ritos Cooperadores, cuanto haya re
gocijado mi corazón aquella impor
tante Asamblea promovida por no
sotros.
E l esplendor que dió á aquellas reu
niones la presencia y la palabra de Emi
nentísimos Purpurados y de varios Ar
zobispos y Obispos; la elocuencia con
que hablaron algunos célebres oradores;
el concurso de un gran número de sa
cerdotes y el celo admirable de que
estaban animados todos los Congresi
stas mientras por una parte me asegu
raron que el Congreso habría de pro
ducir frutos consolantísimos, por otra
me lo hacían mirar como una glorifi
cación de nuestro amado Padre Don
Bosco. Y en verdad, el ver reconocida
de tantas ilustres personas no sólo la
oportimidad, sino también la necesidad
de los Oratorios Festivos, es decir de
— 3 —
aquella obra con que D. Bosco dió prin
cipio á su apostolado, el ver proponer
como medios eficacísimos para atraer
á los jóvenes «la gimnástica, el sport,
Üldramática y la música» que ya desde
los primeros años él había introducido
en sus Oratorios, aquel inculcaren nom
bre del Padre Santo Pió X y de los
Obispos el deber de preservar del error
á la pobre juventud, especialmente con
las prácticas de piedad, con el catecismo
y con las escuelas de religión, precisa
mente como de continuo nos enseñaba
D. Bosco con el ejemplo y con las pa
labras : todo esto me convenció una vez
más de que nuestro Fundador, habiendo
conocido las necesidades de los tiempos,
y hallado el remedio para los males
propios de nuestra edad, fué evidente
mente inspirado y guidado por Dios,
j Oh! cómo yo habría disfrutado, si se
hubiesen hallado presentes á aquel Con
greso todos nuestros Cooperadores!
Cierto que habrían sacado una estima
siempre creciente de nuestro Funda
dor y un celo infatigable para tra
bajar en favor de la juventud. Por
todo lo cual, no menos que por el feliz
éxito de aquella asamblea, debemos
bendecir y dar gracias al Señor.
Otro motivo de regocijo lo veo en
el entusiasmo que despertó entre nue
stros jóvenes el Cincuentenario de
la muerte del piadoso alumno de Don
Bosco, Domingo Savio. Hasta en el
Congreso de Faenza fué tanta la ale
gría que suscitó el anuncio de que la
Rma. Curia Eclesiástica de Turín había
decretado iniciar, según las leyes canó
nicas, el Proceso informativo sobre la
vida, virtud y fama de sa,ntidad del
joven siervo de Dios, que un voto de
agradecimiento y congratulación, pro
puesto por iniciativa deln unca bas
tante llorado Card. Domingo Svampa,
dirigido al Eminentísimo Cird. Richelmy Arzobispo de Turín fué acogido con
aplauso por toda la asamblea y cubierto
inmediatamente con cerca de 800 fir
mas. Y en verdad, el bien que ha obrado
y que va obrando entre los jóvenes el
siempre fresco olor de las eminentes y
amables virtudes de Domingo Savio,
me confirma en la esperanza de que el
Señor no tardará en glorificar á su hu
milde Siervo.
Debemos además dar de un modo
especial gracias á la infinita bondad de
Dios, por habernos concedido tan pron
to saludar á nuestro inolvidable Padre
y Fundador con el título de Venerable!
E l decreto relativo fué aprobado por
la Sagrada Congregación de Ritos en la
reunión del 23 de Julio p. p. y firmado
por Su Santidad el día siguiente, esto
es el 24 del mismo mes, consagrado
á la mensual conmemoración de María
Sma. Auxiliadora en su Santuario.
Hago notar esta particularidad, porque
yo creo que debemos considerar la
comenzada glorificación de D. Bosco
también como una prueba de la predi
lección de María Axixiliadora á este res
pecto.
Imposible me fuera expresaros el
gozo que produjo en mi corazón tan
fausta noticia, porque vosotros mis
mos lo podréis imaginar. Pero sí os diré,
que mi júbilo aumentó sobre manera
al ver la alegría con que recibisteis el
feliz anuncio. E n efecto, muchos me
lo han querido benévolamente signifi
car con expresiones de la más grande
exultación, á quienes doy, desde lo
íntimo del corazón, las más sentidas
gracias. Con no menor júbilo he sabido
que en muchos lugares se han cele
brado ó se celebrarán, por la misma
razón, solemnes funciones en acción
de gracias, y esto no sólo en nuestras
iglesias y capiñas públicas, sino tam
bién en varias iglesias catedrales con
la asistencia de eminentes y conspi
cuos personajes y de inmenso concurso
de pueblo. Y o deseo ardientemente
que en donde exista im cierto núcleo
de Cooperadores, no se deje de hacer
esta función únicamente para dar al
r
— 4 —
Señor las debidas gracias. Donde se
creyese más oportuno ó conveniente,
el canto del himno de acción de gracias
podría tener lugar en ocasión de la pró
xima conferencia que se tendrá en la
fiesta de S. Francisco de Sales.
Las pruebas.
Debemos asimismo dar fervientemen
te gracias al Señor por habernos hecho
dignos de padecer algo por su Santo
Nombre. ¡Oh! sí, mis buenos Coopera
dores y piadosas Cooperadoras, también
por esta razón debemos elevar á Dios
un himno de gracias.
Creo que tendréis conocimiento de
las infames calumnias que en el pa
sado verrno intentaron acumular so
bre el nombre de los hijos de D. Bosco,
las cuales con grave escándalo, quien
sabe de cuantas almas, encontraron ful
míneo eco en todo el mundo. Nosotros
damos gracias de todo corazón al Señor
que nos ha amorosamente confortado
durante el fiero combate, y con la diestra
de su omnipotencia nos ha levantado
del fango en que querían sepultarnos;
pero al mismo tiempo no podemos ocul
tar el vivo dolor que oprime nuestro
corazón.
Cayó presto, es verdad, todo el in
fernal castillo de las torpezas sin nom
bre; mas no resonó por doquiera tan alta
y leal la voz de la verdad, como había
antes resonado fuerte y universalmente
difamante, el grito de las desvergonza
das insinuaciones. Siento por tanto el
deber de protestar enérgicamente con
tra los denigradores, y de usar todos
los medios para que se conozca la ver
dad y triunfe la ju sticia; puesto que no
se trata sólo del honor de una familia de
individuos que generosamente han con
sagrado su vida á un programa de cari
dad, de sacrificio y de regeneración so
cial, sino que se trata además de la suerte
de tanta juventud, la cual si llegase á
concebir la menor sospecha de una sola
mancha de fango sobre nuestra bandera
dejaría de acudir á la sombra benéfica
de nuestras instituciones.
Arm más ; Vosotros no podéis ima
ginar, amados Cooperadores, el maf
que tales calumnias han hecho en el
Extranjero. Suponed que adonde hallegado el eco de aquellas no llegue también
clara é imponente la voz de su absoluta
insnbsistencia, y decidme si no tengo
razón para afligirme, no tanto por la
deshonra inferida á nuestro nombre,
cuánto por el mal que de ello se ha
derivado y se derivará para muchas
alm as; esto es lo único que consti
tuye nuestro dolor.
En cuanto á nosotros individual
mente, os puedo asegurar que nos
hallamos llenos de aquella misma ale
gría de que eran colmados los Apósto
les cuando tom aban del Sinedrio, des
pués de haber sido hallados dignos de
padecer afrentas por el nombre de Je
sucristo
¡ Aprendamos!
Pero procuremos además sacar pro
vecho del mismo vilipendio que se nos
quería infligir, y á este propósito hé
aquí la única palabra que queremos
añadir: ¡Aprendamos!
Aprendamos á conocer que el sendero
que recorremos es una vía santa y que
el bien que nuestra Pía Sociedad, jun
tamente con vuestra Pía Unión, ince
santemente va haciendo con la ben
dición de Dios en medio déla juventud,
no debe ser cosa tan insignificante cuan
do ha podido suscitar contra nosotros
tanto odio por parte de los verdaderos
enemigos de la moralidad y especial
mente de la educación cristiana de la
juventud.
L a astuta táctica, á mi parecer, tuvo
en mira particularmente dos cosas: en
primer lugar cubrir de fango el nombre
Salesiano para crear el descrédito y for
mar el vacío en nuestro alrededor; en
segundo lugar paralizar y aún, si posible
fuese, aniquilar nuestra actividad y
nuestra expansión.
Con el auxilio de Dios y de I\Iaría
Santísima la primera tentativa salió fa
llida, y prueba de ello es que nunca he
mos tenido tantas peticiones de admi
sión en nuestros asilos y en todos nues
tros institutos como este año. Ahora
nos toca á nosotros, amados Coope
radores, hacer vano también el segundo
desigmo. Por parte nuestra os puedo
asegurar que nunca como ahora nos
hemos sentido animados y decididos
á multipUcar é intensificar nuestros
cuidados y nuestro celo á favor de la
educación é instrucción religiosa de
tantos jovencitos. Ayudadnos también
vosotros en tan santa empresa, ya
continuando dispensándonos vuestro
apoyo moral y material, y a procurando
con vuestra acción individual repro
ducir el mismo bien en el seno de
vuestras familias y de vuestros pue
blos. Si de la actividad de los hijos de
las tinieblas pudiesen comprender los
Cooperadores Salesianos que en estos
tristes tiempos de preocupación terrena
Y de ciego olvido de los futuros destinos,
para poder oponer un dique seguro
á la incredulidad que todo lo invade,
es necesario, como decía D. Bosco, que
ellos levanten muy alto la luz de su fe
operativa, no todo el mal habría venido
para dañar, sino que por el contrario
sería mayor todavía el bien que, con el
auxilio divino, podríamos de él recavar.
Obras propuestas para 1908.
Por tanto ¿ qué puedo proponeros,
de un modo especial, para el año 1908?
D ifu ndam os la buena prensa.
Si consiüto vuestro R^lam ento, hallo
de continuo que á los Cooperadores
Salesianos se les propone la misma mies
que á la Pía Sociedad de S. Francisco
de Sales, y en el capítulo 4. n. 3, que
uno de sus principales deberes es él de
oponer la buena prensa á la prensa irre
ligiosa, mediante la difusión de bue
nos Ubros, de hojas, folletos é impre
sos de cualquier género, en aquellos lu
gares y entre las familias, que parezca
conveniente hacer. Habiendo nosotros
mismos tocado con mano en estos úl
timos m^ses, el mal incalculable que va
causando la prensa impía, no creo nece
sario usar muchas palabras para incul
caros eficazmente este sagrado deber y
sólo me limitaré á indicaros algunos
medios prácticos para cumplirlo bien.
E n primer lugar no compréis nunca
ningún libro ó diario malo ni aun
cuando sólo sea de mal espíritu: y no
se diga que algunos pocos céntimos no
hacen aumentar gran cosa los fondos de
los empresarios. E sta no es una buena
razón; por desgracia son muchos los
que dicen así y entre tanto con cinco
céntimos del uno y cinco más del otro,
los agentes de la mala prensa continúan
sembrando la ruina.
Además quien tiene necesidad ó deseo
de leer diarios, asocíese exclusivamente
á los buenos, y procúrese con todos los
medios posibles multiplicar los suscritores de estos. Si los intereses no
permitiesen á alguno suscribirse indi
vidualmente, búsquese alguna otra per
sona amiga con quien compartir la sus
cripción. Leído el diario bueno, no lo
destruyáis, sino hacedlo circular gratui
tamente á otras personas, especialmente
en los lugares de reunión y en las fami
lias en donde creáis que pueda ser útil
á alguno. Igualmente hallándoos de
viaje, en las estaciones y en los kioscos
pedid siempre y sólo el diario bueno y
faltando éste, no pidáis ningún otro. I^os
jefes de administración, los industriales,
los hombres de negocios y todos los que
tienen necesidad de poner anuncios,
prefieran siempre los diarios buenos; y
los amos de hoteles, fondas, etc. no in
troduzcan en sus establecimientos sino
diarios honestos y de buen espíritu.
—
6
Respecto á los libros y especialmente
á las publicaciones periódicas — entre
las cuales os recomiendo las nuestras, co
mo las I^ecturas Católicas tan caras á
nuestro venerable Fundador — todo
padre y madre de familia, todo superior
de Instituto ó de comunidad procure
poner á parte todos los años alguna
cantidad para poder suscribirse á al
gún buen periódico semanal ó mensual
con el fin de tener de vez en cuando un
buen folleto que leer ó hacer leer á sus
dependientes.
Os recomiendo además encarecida
mente, que leáis y hagáis leer á otros
el Boletín Salesiano. Creedme, esta
lectura en muchas familias podrá deste
rrar la lectura de libros y hojas peli
grosas, afirmar á sus miembros en la
fe y fortalecerlos siempre más contra los
continuos asaltos de los enemigos de
Dios y de la Religión.
S a lv e m o s á la juven tu d.
E n segundo lugar yo hallo en el Re
glamento, que el fin principal de los
Cooperadores es el ejercicio de la ca
ridad con el prójimo y especialmente
con la juventud abandonada, j Cuán
tas insidias, en verdad, se tienden en
estos tiempos á la incauta juventud!
Si, como decía en una carta S. S.
Pío X , gloriosamente reinante, « por
la mala semilla contraída por la pri
mera culpa, la educación es tan ar
dua que sin obstáculos y aún con el con
curso de todos, dificilmente se obtiene
un feliz éxito» ¿cómo podrá un jóven
abandonado á si mismo y en medio de
mil peligros que lo rodean, no diré
« llegar á lo sublime de la virtud y de la
perfección cristiana », pero ni siquiera
conservarse y crecer simplemente ho
nesto, laborioso y morigerado?
. Por tanto la segunda cosa que os re
comiendo, es que tengáis especial cui
dado de aquellos jóvenes y de aquel as
niñas sobre quienes podéis ó debéis
ejercitar vuestra vigilancia.
—
Procurad que crezcan morigerados
y piadosos, vigilando las lecturas, las
compañías y los lugares que frecuen
tan, animándolos con vuestro ejemplo
á cumplir sus deberes religiosos y usan
do de todos los medios que estén á vues
tro alcance, para que puedan recibir
la necesaria instrucción religiosa. Muy
fácilmente podréis cumplir con tan sa
grado deber, si, donde existe, procuráis
que vuestros hijos frecuenten el Orato
rio Festivo, el cual con sus varias escue
las y especiales secciones, máxime en
las populosas ciudades y en los grandes
centros comerciales, es hoy la única
tabla de salvación para tanta juventud.
Hé aqui, pués, lo que desearía que
hiciese diligentemente cada uno de voso
tros. Y desearía también, permitidme
que os lo diga, que estas recomenda
ciones hechas á todos en general, cada
uno las considerase como dirigidas á
sí mismo en particular, aún más, como
dichas á su oído para hacerlo un activo y
celante Cooperador.
Asimismo recomiendo encarecida
mente á vuestra acción colectiva y ge
neral estas otras propuestas.
P a r a el Jubileo del P a d re Santo.
E n primer lugar insisto sobre el So
lemne Homenaje, que pensamos hacer
á S. S. Pío X en su jubileo Sacer
dotal. E l 19 de Setiembre de 1858
un jóven levita — que la Divina Pro
videncia destinaba á ascender todos los
grados de la jerarquía eclesiástica —
celebraba la primera misa en Riese, su
pueblo natal. Este nuevo sacerdote era
D. José Sarto, hoy Su Santidad Pío X.
Por este motivo todo el mundo católico
se prepara á una múltiple manifesta
ción de solemne y filial exultación en
ocasión del Cincuentenario de aquella
faustísima fecha. Nosotros, fieles á las
enseñanzas de nuestro Padre D. Bosco,
no queriendo ser los últimos en tan no
ble porfía, nos hemos propuesto, como
y a os dije en otra mía, ofrecerle termi-
7 —
r I
I
I
—
nado — antes de concluir el año de su
Jubileo Sacerdotal — un nuevo templo
en Roma.
El nuevo templo, verdaderamente
grandioso é imponente, se levanta en
medio de aquel nuevo y populoso barrio
llamado Testaccio, en la última banda
de la ciudad eterna, hacia la Puerta de
San Pablo, desprovisto hasta ahora de
iglesia. E l nuevo templo será dedicado
á Sta. María Libertadora,«Sancta Maria
libera nos a poenis inferni », tendrá, es
es la súplica que hago á cada uno de
vosotros, mientras doy las más cordiales
gracias á cuantos y a han respondido
á mi primer Llamamiento. jNo! no de
jemos, amados Cooperadores, de pro
porcionar tan grato consuelo al corazón
del Padre Santo.
S o co rra m o s la s M ision es.
E n segundo lugar os recomiendo
nuestras Misiones.
Como habréis podido ver por el Bo-
Tanjore (India Inglesa) — Nneva Casa de la Misión.
decir, uno de los más gloriosos títulos
que presenta la historia del culto de
María Santísima en la MetrópoH del Ca
tolicismo, como que se coliga con las me
morias de la iglesia deS^a. María la A n
tigua, recientemente descubierta en el
Foro Romano, esto es, con la primera
y la más antigua iglesia dedicada á la
Sma. Virgen en Roma, y sobre de la
cual iglesia, de Sta. María la Antigua,
levantábase la derrocada iglesia de
Sta. María Libertadora.
Pero para poder concluirlo en el tér
mino propuesto, es absolutamente ne
cesario que todos vengáis en mi socorro
cuanto antes con vuestras ofertas. E sta
letin, éstas con la gracia de Dios van
dilatándose de día en día ; pero promo
viendo su desarrollo, es necesario some
terse á los consiguientes sacrificios. Es
cierto que alguno de vosotros me podría
decir que refrenase por algún tiempo,
también en este campo, tan grande
expansión. ¿ Qué queréis que os res
ponda, beneméritos Cooperadores ? Sé
cuanto empeño tenía nuestro Vene
rable Fundador por esta santa obra;
y al ver en la América, en el Africa, en
el Asia y en la Australia tantos millones
de criaturas racionales, sepultadas to
davía en las tinieblas del error, que espe
ran desde hace tantos siglos los Obreros
—
Evangélicos para tener la luz de la ver
dad y conocer el camino que conduce
al Cielo, me siento profundamente con
movido y no tengo corazón para dejar
inculta para otro tiempo la copiosí
sima mies que de todas partes se nos
presenta. Temería pecar por falta de
confianza en la Divina Providencia y
en vuestra experimentada caridad, si
de la urgencia y santidad de tan alta
empresa no sacase el valor necesario
para arrostrar nuevos gastos con tal de
apresurar la evangelización de otras
almas.
Para el nuevo año propongo particu
larmente á vuestra caridad las Misiones
del Matto Grosso y del Ecuador.
Entre los Bororos del Matto Grosso
no tenemos todavía bien organizada
la tercera Colonia de S. José, y el Ins
pector de aquellas Misiones me pide
nuevos recursos para una cuarta fun
dación en el corazón de las florestas.
Me consta que el número de los salvajes
que en la última exploración de nues
tros Mi; i meros, por boca de sus jefes
manifestaron vivos deseos de ser civili
zados, es muy considerable. Se ve que
la buena fama de lo que hacen nuestros
valerosos hermanos en las tres Colonias
que allí existen, se va felizmente difun
diendo en medio de aquellas selvas.
Ahora, decidme vosotros, ¿cómo po
dría yo, sin temor de poner obstáculos
á los designios de la Providencia, negar
el consentimiento á la fundación de una
Cuarta Colonia ?
Igualmente no podemos diferir por
más tiempo el socorrer, aún á costa de
nuevos sacrificios, las Misiones de los
Jíbaros del Ecuador. Consolante y no
table es el fruto que allí se va recogiendo,
pero hasta ahora casi ha sido entera
mente circunscrito á los alrededores de
Gualaquiza. Por el contrario mi deseo
es que, también entre aquellos indios
feroces, primero se hagan regularmente
frecuentes excursiones apostólicas y
más tarde se funden colonias. A tal
8
—
fin hemos establecido que la Casa de
Cuenca sea la que provea á aquellas
Misiones y, por ahora, la principal resi
dencia de aquellos Misioneros. Desde
allí será ciertamente más fácil atender
directamente á las necesidades de la
residencia de Gualaquiza y organizar
convenientemente las excursiones en
las épocas oportunas. Mas para poner
en práctica todo esto y llegar presto;
como es nuestro deseo, á la formación de
alguna Colonia, es menester que nues
tros caritativos Cooperadores, espar
cidos por todo el mundo, hagan propios
los intereses y las necesidades de aquella
pobrísima Misión.
Continuemos las Obras empezadas.
Finalmente no podemos á menos de
repetiros también este año que tenemos
extrema necesidad de vuestra caridad
para continuar el bien que hasta aquí
se ha hecho, pues bien sabéis que de
bemos proveer de asilo, alimento y ves
tido á muchos millares de huerfanitos
los cuales sin este socorro, perecerían
en la más triste miseria, por carecer de
parientes ó hallarse completamente
abandonados. Debemos proveer á estos
y á tantos otros jovencitos la necesaria
educación é instrucción, encaminando
los unos al estudio de las letras y los
otros al aprendizaje de algún arte ú ofi
cio, á fin de que puedan hacerse capaces
de ganarse honestamente el pan. Con
temporáneamente debemos proveer á
la formación de nuevos maestros, asis
tentes, profesores y misioneros para
cubrir los vacíos que la muerte va ha
ciendo también en nuestras filas y hacer
frente al creciente desarrollo de las 0bras ya existentes. Debemos proveer
también al sostenimiento tan costoso
de nuestras casas, al mobiliario de nues
tras aulas escolásticas, al mantenimien
to de las varias escuelas profesionales
y al regular funcionamiento de tantos
Oratorios festivos. Debemos, en fin, con-
■I
— 9 —
ducir á feliz término la construcción de
tantas casas del Señor iniciadas en todas
partes, por ser de extrema necesidad, y
que el año pasado no se pudieron con
tinuar por absoluta falta de medios.
Como veis, beneméritos Cooperado
res, nuestras necesidades no sólo son
permanentes, sino que de año en año,
por el gran desarrollo de la Obra, van
aumentando de tal modo, que, si no
aumentase también vuestra caridad, no
sabríamos como hacer.
Obras llevadas á cabo en '1907.
Pasando ahora, según costumbre de
otros años, á haceros una breve reseña
de las varias obras llevadas á cabo du
rante el año 1907; ante todo debo adver
tiros que vuestras limosnas nos han
ayudado á subvenir á las necesidades
■ cotidianas. Y si añadiese que aquellas
han sido inferiores á éstas, tal vez mi
palabra parecería ingrata é irreverente,
y sin embargo, me cuesta decirlo, nues
tras condiciones económicas, que espe
rábamos tuviesen algún mejoramiento,
por el contrario se han agravado más.
Tal vez esto deberá retenerse como un
triste efecto de las calumniosas voces
propaladas contra nosotros; mas tam
bién por esto nos sentimos tanto más
agradecidos á aquellos que nos han
continuado dispensando su inalterable
benevolencia.
No obstante tales estrecheces y la
no menos grave penuria de personal,
únicamente para cumplir anteriores
compromisos que de ningún modo po
díamos retirar, hemos emprendido al
gunas nuevas fundaciones.
En IT A L IA , debido á la generosa
caridad'cristiana de una eximia coope
radora, la noble Señora Dña. Fran
cisca Manara v. de Negrone, hemos
abierto en V ig e v a n o un instituto para
huérfanos pobres. En R aven n a, gra
cias al celo del Exmo. Sr. Arzobispo
Mons. Pascual Morganti y á la gene
a
rosidad de la ilustre Señora Maccolini, también se ha empezado unos
nuevos talleres para jóvenes artesanos.
E n M ódica, Sicilia, llamados por Su
Excelencia Mons. Juan Blandini, Obispo de Noto, hemos abierto un Ora
torio Festivo.
También en el Extranjero hemos fun
dado varias casas. En R ucken stein
cerca de Radna, en Camiola (Austria),
se ha abierto un Colegio para la forma
ción de personal; en P rzem yál, Galizia,
un Oratorio Festivo; en A lican te, Es
paña, un instituto de Hijos de Maria
Auxiliadora para cultivar las voca
ciones al estado eclesiástico de los jó
venes ya adultos, y en G iaffa, Palestina,
hemos aceptado ima nueva Escuela
Italiana, que nos ha sido confiada por
la Asociación Nacional, para socorrer
á los Misioneros Católicos Italianos.
También en A M ER IC A hemos tenido
nuevas fundaciones. En Cartago, Re
pública de Costa Rica, se ha insti
tuido una Colonia Agrícola con algu
nas escuelas de artes y oficios. En
P an am á, América Central, hemos ace
ptado la dirección de la parroquia
de S. Miguel, al lado de la cual se ha
inaugurado ya. el Oratorio Festivo y
ahora se desea abrir un instituto de
artes y oficios. Se han abierto asi
mismo otros nuevos oratorios festivos
en las casas ya existentes, como en
N icth eroy, Brasil, y en Santiago,
Chile.
Finalmente también hemos tenido
que fundar una nueva casa en R am sey,
Estados Unidos, para la formación del
personal, con el único fin de poder des
pués iniciar nuevas obras en favor de
tantos emigrados como hay en aquella
vastísima Confederación.
Para los Emigrados.
A este propósito me place manifes
taros el designio que tenemos de des
arrollar y multiplicar, en los límites de
—
nuCvStras fuerzas, toda obra de asisten
cia en favor de aquellos que por necesi
dad ó por conveniencia se determinan
á abandonar el suelo nativo para correr
á tierras extranjeras.
Dada la discreta confluencia de sus
miembros de todas las partes del mundo,
ahora sería fácil á la Pía Sociedad Salesiana, en donde no le faltasen los medios
necesarios, instituir en muchas partes
Secretariados y otras obras de asisten
cia para los emigrados de la diversas
naciones, como se ha hecho hasta aquí
con feliz resultado para los emigrados
italianos. Como nuestros Sacerdotes ita
lianos se interesan en el extranjero por
sus compatriotas, así desearía también
que algunos Salesianos de otras na
ciones, se consagrasen, especialmente
en donde mayor es la necesidad, á
la asistencia de los suyos que se
hallan en el extranjero. Lo que se va ya
haciendo en Buenos Aires per medio de
nuestros Secretariados á favor de todos
los emigrados europeos, lo que se cum
ple en Oakland, California, por los emi
grados portugueses y en Londres por
los emigrados polacos, desearía viva
mente que se pudiese efectuar en mayor
escala, máxime en los puertos más fre
cuentados y en las ciudades más iml)ortantes, en donde tenemos casas, en
favor y ayuda de tantos otros emigrados.
Ayudadnos también vosotros, ama
dos Cooperadores con vuestras ora
ciones; que de nuestra parte en cuanto
nos sea posible, procuraremos corres
ponder dignamente al universal afe
cto y benevolencia que se ha conquis
tado la Obra de Don Bosco.
Conclusión.
Y ahora doy fin á esta mía como lo
hacía nuestro Venerable Fundador,
dándoos las más cordiales gracias por el
válido apoyo que, con tanta generosi
dad, nos habéis prestado hasta el pre
sente.
l O
—
Os doy las gracias en nombre de tantos
jovencitosá quienes en nuestros Asilos
proveéis de pan y vestido; en nombre de
nuestros Misioneros á quienes con tanto
entusiasmo socorréis en sus fatigas apos
tólicas; en nombre de tantas almas que
en nuestras escuelas, en nuestras iglesias
y en nuestros Oratorios son instruidas,
salvadas de los peligros y encaminadas
por la vía de la virtud y de la salvación.
Por mi parte os aseguro que todos
los días, juntamente con los jóvenes
protegidos por vosotros, elevaré fervo
rosas oraciones al Señor para que os
conceda por vuestra caridad el cén
tuplo que E l ha prometido en esta vida
y, al término de vuestros días, el premio
de los justos en el Cielo.
Entre tanto, augurándoos un nuevo
año de felicidades, tengo el placer de
profesarme con viva gratitud, benemé
ritos Cooperadores y Cooperadoras
Obligadísimo Servidor.
M I G U E L R U A P b ro .
Turln, 1®de Enero de 1908.
Conferencia Salesiana.
Acercándose la fiesta del glorioso Doctor de
la Iglesia 5 . Francisco de Sales, patrón y pro
tector de la Pia Sociedad S a ’esiana, recordamos
á nuestros beneméritos Cooperadores y Coope
radoras, y sobre todo á los Directores, Deniriones y Celadores el número 4 dellA rt. V il
del Reglamento que dice: Cada año tendnn
lugar dos conferencias: una e! día de la fiesta
de María Auxiliadora, y la otra el día de
S. Francisco de Sales, y en ambas se hará
una colecta en favor de las Obras Salesianos.
En los lugares donde no se haya podido cons
tituir la Decuria, los que no hayan podido
concurrir á la Conferencia remitirán su ofrenda
por la V i a más fá c il y segura.
R /% SG O S
de la Vida del Venerable )uan Rosco
TOCADOS EN E L DECRETO
( C o itlin tia ció n ) (i).
Primeros eosayos.
Becchi no es otra cosa sino un caserío de pocas
habitaciones, sito entre Capriglio y Castelnuovo,
V dista 5 k m . del distrito. En una d e esas casas na
ció Juan Bosco.
Contaba el pastorcillo lo años. Cuatro ó cinco
niños pastoreaban sus rebaños junto al prado de
Juan. Irrefie.'dvos y despreocupados, frecuente
mente abandonaban las vacas y se alejaban sal
tando y correteando, y divertiéndose de mil mane
ras . Juan no tomó nunca parte á tales juegos; re
cogido y atento, pasaba el tiempo orando y estu
diando. Los compañeros lo invitaban muchas veces
á divertirse, pero en vano: llegaron á maltratarlo,
todo inútilmente: aunque dotado de fuerza no
común, no quiso reaccionar, y su longanimidad
convirtió á aquellos zagalejos en sus mejores amigos.
Cuando él acababa de orar ó leer, corrían á él
y los entretenía admirablemente con sus narracio
nes y su dulzura, de modo que adquirió sobre ellos
no disputada autoridad. Instruíalos, repitiéndole.cuanto había leído y oído en las instrucciones, y
siempre con gran ventaja intelectual y moral. A
veces alternaba los cantos sagrados con fábulas
amenas; en otras' ocasiones les enseñaba las ora
ciones de la mañana y de la noche.
En su casa se complacía en hacer altarcitos con
la imagen de María, que adornaba de flores y ante
ellos atraía los otros niños.
Esto lo hacía con suma constancia por consejo
de su madre y para alejarlos de las malas compa
ñías. Tenía grande horror al pecado y temor de los
juicios de Dios. En casa y en los prados antes y
después de sus narraciones, hacía con sus amigos
la señal de la Santa Cruz. Es digno de atención que
á estos sus entretenimientos, jamás tomaron parte
las niñas. Aun hoy se recuerda en esos pueblos, que
Juan Bosco era la admiración de todos por su vir
tud y piedad, desde sus más tiernos años.
Su primer Oratorio festivo.
Yendo al mercado con su madre, Juan había
conocido varios niños de diversos barrios; con
muchos otros entabló relación cuando comenzó á
frecuentar el catecismo en la parroqvii.
Todos eran atraídos por él, como por una
especie de imán. Lo que principalmente ejercía
esta influencia eran sus historietas, de las cua
les sabia sacar admirable partido moral. Sus
compañeros, apenas lo divisaban, corrían á él, y
poco á poco fueron uniéndosele los adultos, y él
les repetía lo que había leído y que apenas empezaba
á comprender. Así sucedía que voh-iendo á su casa
se veía rodeado de centenares de persoi.as. ávidas
de escucharlo, á él que, fuera de una memoria feliz,
no tenía ni ciencia ni p ren d a exteriores, y que sin
U V. Número anterior.
embargo les parecía un gran doctor. E l mismo, ha
blando de esto en sus Memorias, dice: Inregno coscorum monoculus rex!
Durante el invierno era una porfía para tenerlo
en los establos y oír sus narraciones. En la prima
vera y especialmente en los días de fiesta, después
del almuerzo se reunían los del vecindario, y no po
cos de fuera, en tom o de él. Concurrían niños, jó
venes y hombres maduros y aun viejos. Aquí la
cosa era más seria y Juan les ofrecía espectáculo,
mediante algunos juegos que había aprendido do
los volatineros en las ferias.
H ay en Becchi muchos árboles y entre ellos un pe
ral muv grande. Aquí ataba el cabo de una cuerda y
el otio cabo en otro árbol; después preparaba el
tablado, una m esitayunasilla.Y cuando todo estaba
pronto, J uan hacía rezar la tercera parte dcl Rosario,
ó repetía coino mejor podía la plática oída en Murialdo, ó algo de lo que había leído. Después, el pre
dicador se convertía en saltimbanqui de profesión.
Hacer la rana, dar el salto mortal, caminar con
las manos, comerse los duros para irlos después á
buscar en la nariz de un prójimo, multiplicar las bo
las, los huevos, cambiar el agua en vino, matar
un pollo, hacerlo resucitar y cantar mejor que an
tes... estos eran los ordinarios entretenimientos.
Caminaba en la cuerda como por un sendero,
danzaba, saltaba, se colgaba ora de un pie ora dcl
otro ó de ambos, y a de una mano ya de las dos.
A veces, cuando la concurrencia estaba más aten
ta, Juan suspendía el espectáculo y hacía rezar las le
tanías ó el rosario, cuando no se había hecho antes.
Después de algunas horas, cuando el Volatinero
estaba bien cansado, cantábase una alabanza, rezá
base una breve oración, y cada cual se retiraba
contento. De estas reuniones se excluía á los que
habían blasfemado, dicho malas palabras ó faltado
á las prácticas religiosas.
„Aquí me preguntarán — observa el mismo Ve
nerable en sus Memorias — ¿Y vuestra madre per
mitía que llevaseis una vida tan disipada y malgas
taseis el tiempo, haciendo el saltimbanqui? Os diré
que mi madre me quena muchísimo y que sin su per
miso yo no hubiera jamás movido un dedo. Ella lo
sabía todo, lo obsenmba todo y me dejaba obrar. M;is
aún, cuando necesitaba alguna cosa, me la suminis
traba de buena gana. Mis compañeros mismos y en
general todos los espectadores me daban todo lo
necesario para proporcionarles estos pasatiempos *.
Juan en esos días gozaba mucho. E l designio de
vivir en medio de los niños, enseñarles el catecismo
etc. se le había presentado desde que apenas tenía
5 años. Este era su más ardiente deseo y le parecía
que era lo único en que debía ocuparse.
En 1825, pues, Juan comenzó esa especie de Ora
torio. con los medios que estaban á su alcance, y
lo continuó p>or varios años con no poco fruto, cre
ciendo éste á medida que aumentaban sus conoci
mientos en materia de religión. Con este fin, re
cogía cuantos ejemplos edificantes podía, para in
fundir en todos el amor á la virtud.
Mas no eran sólo los juegos y los buenos modales lo
que le ganaban tantos corazones; de su mirada, de su
rostro traslucía desde entonces esa pureza de alma,
como traslució durante toda su vida. Encontréirlo,
—
estar con él, procuraba una paz, una dulzura, un
deseo de hace, se mejor, que no podía nacer única
mente de una afección humana. Y esto lo experi
mentaron millares de niños, de’ cooperadores, que,
apenas lo conocieron, no sabían sepaturse de él y
jamás pudieron olvidar ese actractivo irresistible.
La visión clarísima. — Los edificios y patios del Oratorio.
— La Iglesia de S . Francisco de Sales. — El Santuario
de María Auxiliadora. — La Pía Sociedad Saleslana.
El 2 de Febrero de 1875 el Venerable hizo, por
primera y última vez, al P. Lemoyne y á otro sa
cerdote, la siguiente relación (1):
« Me pareció encontrarme en una vastísima lla
nura, llena de innumerables niños. Algunos reñían,
otros blasfemaban; aquí se robaba, allá se ofendía
el pudor. En el aire se veía una nube de piedras
arrojadas por los que peleaban. Eran niños aban
donados cte cus padres y corrompidos. Yo estaba
para alejarme de allí, cuando comparece una Se
ñora y me dice:
— Avánzate entre esos jóvenes y trabaja.
« Yo me avancé, pero ¿qué hacer?No había local
para retirar á ninguno; quería hacerles algún bien:
me dirigía á personas que de lejos estaban obser
vando y que habrían podido ayudarme poderosa
mente; pero ninguno me hacía caso, ninguno me
ayudaba Me volví á la Matrona y Ella me dijo:
— Hé aquí un local.
Y me indicó un prado.
— Pero aquí no hay sino un prado, le dije yo.
Respondió:
— Mi Hijo y los Apóstoles no tenían ni un palmo
de tierra donde posar la cabeza.
«Comencé á trabajar en aquel prado, amones
tando, predicando y confesando, pero veía que
para la mayor parte, era todo trabajo inútil si no
Se encontraba un local cercado y con algún edificio
donde recoger y retirar algunos completamente
abandonados por los padres y rechazados y despre
ciados por los otros ciudadanos. Entonces aquella
Señora me conduj o algo más al Setentrión y me dijo :
— Observa.
« Y yo mirando, vi una iglesia, pequeña y baja,
un pequeño patio y niños en gran número. Volví
á mi trabajo. Pero resultando pequeña también
esta iglesia, recurrí á Ella y Ella me hizo ver otra
iglesia mucho más grande con una casa cercana.
Después llevándome un poco más allá, en un pe
dazo de terreno cultivado, casi delante de la fa
chada de la segunda iglesia, me dijo:
— En este lugar, donde los gloriosos Mártires
de Turín A<lventor y Octavio sufrieron el martirio,
sobre este suelo regado y santificado con su sangre,
quiero que Dios sea honrado de un modo especialisimo.
1 Asi diciendo, avanzó un pie y lo colocó en el
punto donde se verificó el martirio, señalándomelo
con precisión. Yo quería poner una señal para en
contrarlo cuando lutbicra de pasar por aquel campo
pero no encontré nada á mano: ni un palo, ni una
piedra, ¡>ero lo retuve fijo en la memoria con pre
cisión. Corresponde c.xactamontc al ángulo interno
(1) Lemoyne, Ob. cit.
12
—
de la capilla de los Santos Mártires, antes llamada
de Sta. Ana. del lado el Evangelio en la iglesia de
María Auxiliadora.
« En tanto yo me vi rodeado de un número siem
pre mayor de jóvenes; pero mirando á la Señora, cre
cían siempre los medios y el local y vi después una
grandísima iglesia precisamente en el lugar donde
me había señalado como el sitio del martirio de los
Santos de la Legión Tebana, con muchos edificios
al rededor y un hermoso monumento en el centro.
« Mientras sucedía todo esto, siempre en el sueño,
yo veía que tenía por colaboradores clérigos y sa
cerdotes que me ayudaban un poco y después huían.
Y o procuraba de mil modos atraérmelos, pero ellos
á poco se alejaban, dejándome solo. Entonces rae
dirigí nuevamente á la Señora y Hila me dijo:
— ¿Quieres saber el modo de que no se te esca
pen más? Toma esta cinta y cíñeles la frente.
« Tomo reverentemente la cinta blanca de su
mano y veo que en ella estaba escrito: Obediencia.
Probé á hacer cuanto me dijo la Señora y empecé
á ceñir la cabeza de algunos de mis colaboradores
voluntarios con la cinta, y en el acto vi'grande y
admirable efecto: y este efecto siempre crecía mien
tras yo continuaba en la misión que se me confiaba,
porque ellos abandonaban el pensamiento de irse
á otra parte y se quedaban á ayudarme,
« V i también muchas otras cosas que ahora no
es el caso de hacéroslas saber: baste decir que desde
aquel tiempo yo caminé siempre sobre seguro, sea
respecto á los oratorios, sea respecto á la Pía So
ciedad, como también respecto á la manera de por
tarme con los extraños, cualquiera fuera la autori
dad de que estuvieran revestidos. Las grandes difi
cultades que deben nacer , están todas previstas
y sé el modo de superarlas. Veo perfectamente
punto por punto, todo lo que debe sucedemos y
camino adelante en plena luz, Fué después de haber
visto iglesias, casas, patios, clérigos, sacerdotes,
coadjutores, niños, y el modo de seguir adelante,
cuando yo hablé con algunos y les conté todo lo
visto, como si estuviera realizado, y fué por esto
por lo que no pocos me creyeron loco ».
Y de hecho, aun antes de iniciar su obra en Valdocco {1846) y precisamente cuando humanamente
tenia cerradas todas las vías para asilar sus niños y
continuar sus oratorios. D. Bosco hablaba con todos
y con tanta convicción, de casas, patios, iglesias
futuras, que los amigos de la ciudad lo tuvieron
por loco, y el clero de la ciudad, creyendo mirar
por el honor y decoro del sacerdocio, trató de en
cerrarlo en el manicomio. Los lectores saben cómo
terminó la escena.
Esto explica en parte la inquebrantable fe del
Venerable en su misión y la seguridad con que aco
metía las más colosales empresas que parecían
temerarias al mundo, como superiores á las fuerzas
humanas y aquella su paz y calma habituales en
medio de las más rudas pruebas y de las luchas más
tremendas, que hacían ver en él algo de extraordi
nario y sobrenatural.
En cuanto á nosotros los cooperadores, ¡cuán
dulce no es recordar .y ver que ayttdando á las obras
de D. Bosco. ayudamos á una obra visiblemente qverida por Dios!
{Continuará).
DE J\IUESTIBAS MI5I0J\ÍE5
T í ---------
IPatagonia líleridlonal
( IS L A D E D A W S O N )
^ muerde de Cándida Dor|o^o{Relación del Rdo. Sac. Mayorino Borgatello). (i)
Los primeros serán los últimos 5' los últimos
los primeros!... Entre los pobres Indios de la
Tierra del Fuego, si bien los últimos en llegar
al conocimiento del verdadero Dios y de la Fe
católica, hay muchísimos que en fervor y en
sencillez de costumbres, aventajan á muchos
nejos cristianos. No es por tanto de m aravi
llarse de que el Señor se muestre con ellos gene
roso en revelaciones celestiales, pues es bien
sabido que E l se entretiene con preferencia con
los sencillos:« Cum simplicibus sermocinatio ejusr>;
y como dice S. Pablo: Las profecías son dadas á
los fieles y no á los infieles, mientras que los mi
lagros son dados á los infieles y no á los.fieUs.
Y á mí no dejan de parecerme milagrosos, salvo
siempre el juicio de la Iglesia, los hechos extra
ordinarios que tienen lugar á la muerte de estos
antiguos salvajes, con inmensa consolación del
pobre misionero.
Acaece en efecto, que muchos de ellos, en
el momento de la muerte, aseguran ve rá laSma.
Virgen, rodeada de ángeles y de almas y a pasa
das á mejor vida. Serán sueños.... serán visio
nes... yo no lo sabría decir; pero lo cierto es, que
ellos quedan muy enfervorizados y mueren
santamente.
Por ejemplo, el día de S. Rafael, Patión de la
misión de Dawson (24 de octubre de 1906) un
indio, llamado Ramón Diaz, óptimo joven de
cerca 20 años de edad, se hallaba gravemente
enfermo, y temiendo que no pasase de aquel
día. se pensó administrarle el Santo Oleo. Mas
él, con amable sonrisa, dice al Sacerdote: Padre,
(1) Publicando esta relación declaramos formal
mente que no es nuestro propósito atribuirle mayor
autoridad que la meramente humana, acatando
plenamente cualquier juicio que quisiese dar la
Iglesia, de la cual somos y. con la gracia de Dios,
esperamos ser siempre en todo humildísimos y
obedientírimos hijos. (N. de la R.)
no es tiempo todavía. He visto á la SS. Virgen y d
D. Bosco, y me han dicho que para líi fiesta de la
Purísima (8 de diciembre) iría con ellos al Paraíso.
Y así sucedió. Y el joven estaba convencido de
ello y hablaba con todos co:iio de cosa cierta,
mara\’illándose si había alguno que lo pusiese
en duda. Si se debiese narrar el fin de casi todos
los indios que mueren cristianos en la Misión de
Dawson y de la Candelaria, en la Tierra del
Fuego, se deberían repetir para todos, tanto
jóvenes como adultos, las mismas cosas: muertes
preciosas y envidiables que dan las más fundadas
esperanzas de eterna salvación! Pero entre
todas merece especial mención la de Cándida
Donoso, volada al cielo el 13 de diciembre de
1906.
Parece.que Cándida haya tenido tres visiones:
la primera el día i i , la segunda el 12 y la tercera
el 13 de diciembre; esta última, que tuvo lugar
el mismo día de su muerte, duró más de 27 mi
nutos. Nos dan testimonio de ello personas fi
dedignas que han estado presentes y han escu
chado la animada couverst3<:ión de la moribunda
con seres in\úsibles, acompañada con gestos de
manos, con exclamaciones llenas de entusiasmo
y expresión y con tal alegría que no cabe duda
de que realmente haya tenido una visión ce
lestial. Los indios no son capaces de fingir ni de
mentir á tal propósito , y mucho menos hallán
dose á los extremos.
La primera visión fue breve y la contó ella
misma con toda confianza y sencillez al Director
D. Carmino y á la Directora de las Hermanas en
estos términos:
' He visto á la SS. Virgen Maria rodeada de mu
chos ángeles la cual llainándome por el nombre
me dijo: « Cándida ven! n haciéndome al mismo
tiempo con la mano derecha señales de que fuese.
Y yo le respondí: — « Esperar poquito. » —
Pregimtada cómo estaba vestida la Virgen,
respondió: Toda de blanco y con una corona de
flores muy hermosas en la cabeza — Y después
añadió: — La Virgen era muy linda!.... ¡muy
linda!....
Después de esta primera visión la enferma
empeoró notablemente. Se le administraron
los últimos Sacramentos y se le impartió la ben
dición papal in articulo mortis.
A i día siguiente, 12 de diciembre, á las 4 post5}! ÍS
—
meridianas tuvo la segunda visión, estando pre
sente su hermana Carolina.
La narró también ella á la Directora de las
Hermanas en estos términos:
— Me apareció de nuevo María Santísima,
rodeada de ángeles, co^i D. Bosco y cinco indias pa
rientes y amigas mías, muertas en la misión siendo
ya cristianas. La Virgen y D. Bosco no hablaban,
pero me miraban con una dulce sonrisa. Las
indias aparecidas eran: Martina, Isabel Quin
tana, Mariana Monte, Rosina Ferro y Marce
lina Navarro; esta última de cerca de cinco años de
edad, es hija de mi hermana Carolina aquí pre
sente. Las cuales empeiarun d decirme: u ¡Cándida,
14 •—
Yo viendo á Martina, me maravillaba de que esta*viese ya en el Paraíso y le dije: « ¿ Cómo?... ¡Mar
tina/ hacer tan poco tiempo que tú haber muerta
y ya estar en el Paraíso? ¿T a n poco tiempo
de purgatorio?)) Y ella indicando la Virgen res
pondió: « ¡E s por María Santísima/ Estoy en el
Paraíso, mas lo debo á Ella.... »
Después de esta segunda visión, Cándida ya
no quería saber de su curación ni de nada; pen
saba sólo en el Paraíso y oraba con gran fervor,
besando á menudo el Rosario', el Crucifijo y el
Escapulario de la SS. Virgen y del Sgdo. Co
razón de Jfsús.
El d*.' 13. á las 7 de la luañana. la enícTMa
Taniore (India Inglesa) — Mis- d satesíaoa.
ven con nosotras/... ¡Cómo es hermoso el Paraíso/..
Hemos venido á invitarte á que vengas con nos
otras
Y Marcelina me dijo: « Presto venir
Cipriano mi padre... La hermaniía de 9 meses,
no vendrá todavía porque la mamá se afligirla de
masiado, pero mi padre Cipriano venir presto » (i).
( i ) Marcelina, según nota D. M. Boigatello era
una niña muy lista é inteligente, de buen carácter
y muy piadosa cuando murió, por lo que fué muy
sentida de cuantos la conocían. Cipriano, su padre,
el 12 do diciembre gozaba de óptima salud y era
el indio más civilizado, el miís laborioso y el mejor
de la Misión; quince días después empezó á enfer
mar y hoy se halla verdaderamente á los extremos.»
En una carta posterior, enviada á D. M. Rúa, ei
mismo D. M. Borgatello escribía:
V En cuanto á la relación que le he mandado de
Cándida Donoso debo añadirle que Cipriano, el
padre de aquella niña de cinco años que apareció
sintió vivos deseos de recibir la Sta. Comunión,
y llegó á tal extremo que, á cuantos iban á
visitarla, suplicaba eucarecidamente tuviesen
la bondad de ir á llamar al Sacerdote para que
le llevase la Santíssima Eucaristía. En vista de
tal insistencia, le fué administrada nuevamente
la Sta. Comunión por Viático, si bien hacía sola
mente dos días que la había recibido,i. y apenas
hubo comulgado, se recogió profundamente para
hacer una larga y fervorosa acción de gracias.
En su semblante se traslucía una alegría ce
lestial,' y estaba tan tranquila como si se viese
libre de toda dolencia.
á Cándida, diciéndole que presto también él iría
al Paraíso, moría el 27 de febrero p. p.. Cuando Cán
dida hizo esta profecía, Cipriano gozaba de p>erfecta
salud, pero pocos días después enfermó, y moría
el 27 de febrero. Este hecho vendría á confirmar
una vez más la verdad de la visión de la Donoso.
No obstante, se despidió de la Directora de
las Hermanas con estas palabras: « ¡Adiós,
Madre Directora,hasta volver á vernos en el Pa
raíso! )) Y viéndola tan afl'gida por su pérdida
añadió:« ¡Pobre Madre Directora, iodos morir y
quedar sola! » Entonces la Hermana, vivamente
conmovida, le recomendó que, una vez llegada
al Paraíso, se acordase de todos los Superiores
Salesianos y de las Hermanas de María Auxilia
dora y de sus Bienhechores, que rogase mucho
por todos, y no se olvidase de los pobres indios
sus compatriotas. Ella respondió que no se ol
vidaría de ninguno.
Hacia las 9 de aquella misma mañana, Cán
dida tuvo la tercera visión, estando presentes
varias personas que nos dan testimonio. Mien
tras Sor Rosa Veneroni la asistía, sugiriéndole
varias jaculatorias que ella repetía con todo
el fervor de su alma, de repente Cándida fijó sus
ojos en un punto, dando á su semblante una
expresión celestial de alegría y gravedad jrmtamente, y exclamó:
— ¡La Virgen!
— ¿ Qué dices ? Cándida, le preguntó Sor Rosa
Veneroni. ¿ E stá tal vez aquí la Virgen ?.. ¿La
ves tú? ¿Dónde está?
Y EUa:
,
•
— Está allí, allí.... E indicando con la mano
hacia los pies del lecho continuó: ¡Oh la Virgen!...
¡Qué lindo estar con la Virgen!... E lla sonreír!....
¡Ella mirarme!
Y siempre fijos sus ojos en aquel pimto, Cán
dida sonreía graciosamente dando muestras de
gozar inmensamente de aquella visión.
¡Oh que linda la Virgen!... ¡Qué linda!....¡Qué
linda la Virgen!... repetía sin cesar.
En este momento entró en la estancia de la
enferma la Directora de las Hermanas, y Cán
dida comenzó un diálogo con seres invisibles,
respondiendo, en voz muy alta, á las pregimtas
que aquellos parecían hacerle, como si se ha
llasen á gran distancia. Y lo empezó diciendo:
— ¡No!.... (después á inteiv'alos) Dos Herma
nas: Sor Rosa y la Madre Directora... No... No
hay ningún Sacerdote aquí....
Después volviéndose hacia las Hermanas dijo:
¡D. Bosco dice que llamen á un Sacerdote! Y como
el sacerdote tardaba en U ^ar ella repetía con
maj'or insistencia:
D. Bosco dice que llamen á un Sacerdote,
¡presto! Y mostrando su Rosario la enferma em
pezó á hablar en voz baja, mas siempre con los
ojos fijos en el mismo pimto. Después de algimos
minutos, volviéndose hada Sor Rosa Veneroni,
y haciendo indicaciones con la mano, dijo con
énfasis, como siempre:
— ¡Monseiwr venir!....
Sor Rosa, creyendo que quisiere indicar á
Mons. Fagnano, que era esperado en aquellos
días, le respondió:
— ¿Cómo? ¿Viene Mons. Fagnano?
— No Mons. Fagnano, dijo ella, sino otro
Monseñor más joven.... también próximo él á la
Virgen....
.¿Quién sabe á quien aludía?
E n tanto Uegó el Sacerdote D. Antonio Grosso
y después de él algunas Hermanas más. L a en
ferma alzándose y sentándose entonces en el
lecho, exdam ó por varias veces con énfasis y
conmoción extraordinaiia, como si hablase
con algunas personas allí presentes:
¡Oh D. Bosco!... ¡D. Bosco!... ¡Contenió Don
Bosco!... ¡Sonreír mucho D. Bosco!... ¡Mirar aquí
y sonreír mucho!... Y después vuelta á las Her
manas: D. Bosco preguntar si aquí estar algún
Sacerdote.... y tomando á fijar su mirada en el
punto sólito, dijo con voz fuerte, como si diese
una repuesta: Si, el sacerdote estar, estar aquí
cerca del lecho....
En *este momento uno de los presentes tro
pezando con una silla, la hizo caer por tierra
con grande estrépito. Sor Rosa avisó que no
hiciesen ruido, porque de otro modo se iría la
SS. Virgen; pero lá enfenna inmediatamente
repuso: La Virgen no marcharse
E lla estar
allí.... Y sonriendo graciosamente continuó: ¡La
Virgen!.... Pero mira, ¡mira!',... ¡Oh qué linda
la Virgen!... Pero mira, ¡mira!... ¡Oh cómo es herínosa, cómo es hennosa!....
Sor Rosa le ■ r'reguntó:
— Cándida, ¿ dónde está la Virgen, que yo no
•a veo?
Y ella indicando con la mano el lugar en donde
eía á la Virgen, d ijo :
— ¡A lli, allí! ¿no la ves? Y mostraba im punto
en alto, hacia el fondo del lecho.
Entonces Sor Rosa alzó el brazo, pregun
tando á la enferma:
— ¿ Es tal vez aquí ?
— Nó, respondió la enferma, un poco más
alto.
L a Hermana se alzó sobre la punta de los pies
y volvió á preguntarle:
¿Por ventura aquí?
Sí, dijo la enferma, ¡a llí estar!... ¡Qué hermosa
es!... ¡Oh, cómo es hermosa la Virgen! y añadió:
¡Los Angeles!... ¡muchos ángeles, muy bellos! Y
se recreaba con aquella beata visión.
Después volviendo los ojos un poco hacia un
lado, de nuevo empezó á repetir:
¡Oh D . Bosco!... ¡Oh D. Bosco!... ¡D . Bosco!...
¡Cómo estar contento D. Bosco!...¡ Sonreír mucho
D . Bosco! E l mirar aquí... ¡Estar muy contento!...
¡ Oh D . Bosco l Y continuaba haciendo mil ex
clamaciones de maravilla y de júbilo.
Por las exclamaciones que hacía, parecía
— i6 —
que iban multiplicándose cada vez más las
jjersonas de la visión. A veces exclamaba: —
¡Muchas hermanas!... Y con maravilla: ¡Sor Vir
ginia!... ¡Oh... Sor Virginia!
Sor Virginia I)e-l'lorio había pasado 3 años
en la misión de Dawson y allí moría santamente
hace ahora cosa de 4 años.
I^a Directora preguntó á la Donoso cómo
había ]>odido conocer á D. Hosco, y ella respon
dió que lo había visto varias veces en el retrato
que las Hermanas tienen en el locutorio, y cfue
era muy semejante á aquel. Y repetía: D. Bosco
estar muy contento, sonreír y decir á mi ir con él...
Desjniés como si respondiese á alguna pregunta
añadía: Algunas Hermanas estar aquí, ¡pero no
indas! Y dirigiéndose á las Hermanas allí pre
sentes, exclamó: D. Bosco decir todas las Herma
nas llamar aquí.... Se mandó á llamar, pues, á
las ausentes, y todas pudieron presenciar las san
tas conversaciones que la enferma hacía con
1). Bosco y con la SS. Virgen con grande edi
ficación suya y provecho espiritual.
Cándida continuó todavía por un buen rato
haciendo las mismas exclamaciones de exulta
ción ora á la vSS. Virgen, ora á nuestro amado
Padre D. Bosco.
— ¡Oh cómo es bella María!... ¡Cómo estar con
tenta!... ¡Cómo sonreír! ¡Oh cuán bello es D.
Bosco!... ¡Cómo estar contento!... Cómo mirarme
y sonreír!
Después alzándose un poco más sobre el lecho,
•exclamó con más fuerza y conmoción: ¡Oh!....
¡también Jesús venir!... ¡Qué lindo Jesús!... ¡Qué
lindo!... ¡Oh Jesús!... ¡Jesús!... ¡Jesús!... ¡O hla
Virgen!... Y volviendo su mirada ora á una parte
oraáotra, seguía repitiendo: ¡Cuántos Angeles!...
jD . Hosco qué lindo!... ¡Qué lindo!....
l'ínalmente después de haber estado un buen
rato como abismada en honda contemplación,
cxtasiada y fuera de sí por la maravilla y el gozo,
y sintiéndose desfallecer por la vehemencia de
la emoción, empezó á decir: ¡Oh Jesús! ¡estar muy
cansada!... ¿Cuándo poder ir? Y un momento
después, volviéndose á las Hermanas: Jesús
llamarme, dijo. Luego : /Jesús haberse ido yá!
Sor Rosa le preguntó.*
— ¿Cómo? ¿Se ha ido ya Jesús? ¿No está ya
aquí ?
V ella:
¡ S i! Jesús haber dicho que yo ir.
Sor Rosa añadió:
¿Y la \'irgen? ¿está todavía?
Olndida Tes]K>ndió:
— Sí, estar la Virgen. V alzando la vista más
alto, llena de fervor y haciendo un supremo
■ esfuerzo como para salir del lecho, exclamó con
toda su voz: ¡Je.sús!... ¡Jesús!... ¡Jesús! ¡Voy
Jesiis mío!....¡VoyJesús mío!...¡Voy Jesús mío!
En diciendo esto, se compone en el lecho, baja
los ojos y entra en agonía. Conservó no obstante,
la lucidez de la mente y el uso perfecto de los
sentidos hasta el último momento, y repetía
frecuentes jaculatorias al Sagrado Corazón, á
María Santísima y á S. José.
Su muerte fué tranquila y feliz como la de
una santa y todo nos hace creer que su hermosa
alma haya volado al Cielo directamente.
Muerta, su semblante tomó ima expresión
tan dulce y suave, que daba placer y envidia
contemplarlo, y los mismos indios, que de or
dinario tienen repugnancia de los muertos, aun
de las personas más caras, y no quieren verlos,
iban á porfía á contemplarlo.
Cándida Donoso era una de las mujeres más
civilizadas de la misión y la más religiosa. Se
confesaba y recibía la Sta. Comunión á menudo
con un fervor y una piedad nada comunes. La
Misión Salesiana de Dawson ha perdido con ella
un modelo de virtud, pero en cambio habrá ad
quirido una poderosa intercesora en el Cielo.
Sac. M a y o r i n o B o r g a t e l l o .
Misionero Salesiano.
N. de la R. — E n confirmación de la verdad de
los hechos extraordinarios que acompañan la muerte
de muchos 'indios de la Tierra del Fuego, recorda
mos también lo que decía el catequista Pedro M.
RosSi en la carta que hemos publicado en el Bo
letín de octubre u. p..
« Entre los últimos indios que han pasado á
mejor vida, había dos jovencitos de la tribu de los
Onas; uno de los cuales, de 17 años, por sus virtudes
fué siempre un modelo de santidad y mereció del
cielo, gracias especiales que esperamos publicar á
su tiempo. »
Y en otra carta, el mismo escribe:
« Estos felicísimos tránsitos se repiten también
con frecuencia á cien metros de aquí, es decir en
el Colegio de las Hijas de María Auxiliadoia. Una
jovencita india de quince años', llamada Bernardina,
pocos minutos antes de pasar á mejor \ñda. se
sentó en su Icchito y con el rostro radiante de
júbilo, pronunció con voz clara y distinta estas
textuales palabras: * i Oh Virgen Inmaculada. Vos
me llamáis al Cielq, y yo deseo que venga cuan
to antes la muerte, para poder unirme á Vos y estar
en vuestra compañía para siempre ! Dicho esto,
apoyó su cabccita sobre la almohada y su bendita
alma dejó este valle de dolor para volar al seno de'
Dios á gozar de la visión beatífica, y á contemplar
la belleza de la Reina de los Ciclos. »
Estos nuestros hermanos han sido llamados á
la viña del Señor casi á la última hora pero es muy
probable, y yo estoy íntimamente persuadido, que
reciban la misma recompensa que los que han sido
. llamados á la primera.
---------------------------
—
1 7
—
kasam Pillai, habían querido encargarse del
adorno exterior, y, como era de esperar, salió
á maravilla.
Llegados á la Capilla, revestida de sus más
Inauguración de la nueva Casa Salesiana
preciosos ornamentos, con un solemne motete
en Tanjore.
de ciromstancia fijé recibido el Pontífice que
inmediatamente dió comienzo al rito de la ben
{Carta i d R io. Sac. D . Jorge Tomatis).
dición. Después de la Capilla, bendijo también la
Tanjore, 2 de Setiembre 1907.
Casa y por último S. E. Rdma. subió al altar
Reverendísimo Sr. D. Miguel Rúa:
para celebrar la Sta. Misa.
Durante el Sto. Sacrificio , nuestros huerfa
V ^ ^ e n g o la inmensa satisfacción de anunC v ^ í ciarle que el miércoles pasado, 28 nitos, dirigidos por el Mtro. Aroikcsaniy Pillai
de Agosto, tuvo lugar la bendición de y coadjuvados por los óptimos cantores de la
•ma nueva Capilla, dedicada á María S.S. Auxilia Parroqtiia, ejecutaron escogidas piezas de mú
dora, y de nuestra nueva Casa en esta lejana
sica y de canto gregoriano.
India, en ima ciudad casi completamente pa
La Sgda. Comunión fué muy numerosa, si
gana, donde al lado de dos únicas iglesias cató bien fuese día ferial. Doce de nuestros jovencitos,
licas se alzan no menos de trescientas pagodas,
después de haber sido bien preparados con al
y en donde á menudo nos aturde el clamoreo gunos meses de instrucción catequística, tu
de las fiestas paganas.
vieron la dicha de recibir por vez primera al
Nuestro amadísimo Pastor, el limo, y Rev.mo.
Divino Jesús.
D. T. Manuel Vieira de Castro, Obispo de MeTerminada la Sta. Misa se impartió la bendi
liapor, ha tenido la bondad de venir él mismo ción solemne con el SS. Sacramento, la cual puso
en persona á implorar las bendiciones celestes término á tan bella fiesta que tu\^o embargado
sobre el nuevo edificio y sobre nuestra obra en nuestro espíritu por más de dos horas.
estos lejanos países.
A la tarde tuvo lugar un breve entreteni
La ceremonia, en cuanto fue posible, se ce miento músico-literario en honor de S. E . Rdma.
lebró del modo más solemne. Desde las prime Se leyeron en él bonitas composiciones en inglés,
ras horas de la mañana, la música palaciega del tamul é italiano, y se cantaron con mucho gusto
Rajá, esto es del príncipe, invitada por un Coo y maestría varios himnos de occasión, terminan
perador nuestro, Alagianatha Pillai, prestaba
do con un boceto dramáticcji que fué admirable
graciosamente su obra, anunciando con sus mente representado y que agi'adó sobre manera.
alegres notas que aquel día era de fiesta para
Nuestro Excelentísimo Prelado debía tom ar
los Salesianos. A la solemnidad de la bendición aquella misma tarde á Meliapor, y uno de nues
episcopal se juntaba la del Sto. Bautismo que
tros buenos Cooperadores, el secretario del ayun
recibía uno de nuestros huerfanitos en la vecina
tamiento tuvo la delicadeza de proveer de todos
iglesia parroquial, cambiando el nombre de los vehículos necesarios á tal efecto. Como para
Krishma, uno de los nombres del Visnú (la 2® la venida así para la vuelta , estos fueron nume
persona de la Trimurti ó Trinidad Indiana) por
rosos y escogidos. El vehículo ocupado por
él del humilde artesano de Nazareth, el purísimo S. E. Rdma. era una magnífica carroza tirada
Esposo de la Virgen Madre de Dios.
por dos soberbios troncos de caballos blancos
A las 6 de la mañana numeroso pueblo se guiados por cuatro palafreneros que vestían
hallaba y a reunido junto á la casa parroquial
librea roja. Era la carroza del alcalde, excelente
y S. E. Rdma. precedido de la banda, del Clero,
brahmán de mucha consideración. Seguía otro
de varios Rdos. Párrocos que de los pueblos ve lujoso coche de dos caballos perteneciente al
cinos habían acudido, y de dos Padres Jesuítas palacio del Rajá; y luego otros muchos de dis
de Trichinópoly, á través de la muchedumbre tinguidos Señores de la ciudad, de modo que
postrada á su paso, se dirigía á la vecina casa pa todos los Rdos. Sacerdotes pudieron acompañar
rroquial para bendecirla.
cómodamente á su Prelado hasta la estación.
Varios arcos levantados en el camino y dos
A las 9 partía el tren para Madras, y nuestro
largas filas de postes, revestidos de follaje y
amadísimo Pastor se despedía bendiciendo be
adornados de vistosas guirnaldas indicaban la
nignamente á las numerosas y distinguidas per
Via que debía recorrer.
sonas que habían ido á acompañarlo.
El nuevo edificio estaba asimismo todo él
Debo comunicarle asimismo que el dulcísimo
engalanado de guirnaldas que, con las numerosas culto de María SS. Auxiliadora se propaga tam
banderas y gallardetes que en él ondulaban le bién aquí de un modo prodigioso, debido, espe
daban un aspecto encantador. Nuestros buenos cialmente, á las numerosas gracias y favores
emperadores, dirigidos por A. S. Thangapraque tan tierna y bondadosa Madre dispensa á
Undia.
r8 —
estos buenos cristianos. A este propósito le ci
taré algunos.
El Sr. T. S. D. Sarai. con fecha del i8 de Agosto
u. p., me escribía:
« Le mando una oferta para la nueva Capilla
de María Auxiliadora en Tanjore. Mi sobrina se
hallaba gravemente enferma; invocamos á María
Auxiliadora, y casi instantáneamente se sintió
mejorada y ahora, después de algunos días de con
valecencia, se encuentra completamente sana. «
Igualmente con fecha del 3 del mismo mes,
me escribían de Trichinopoly:
« Tengo el honor de comunicarle que he reci
bido una gracia especial de María SS. Auxilia
dora. En prueba de mi reconocimiento le mando
una pequeña limosna de 3 Rupíes para que, en .
el altar que le será dedicado en la nueva Capilla,
tenga á bien V . R. celebrar una Misa. Su hu
milde servidor , F. V . R ajendrani».
Y de Cuddalore el 6 también del mis’ro m'-s
de Agosto u.p.: «Le envío 2 Rupíes en acción de
gracias á María Auxiliadora por haberme con
cedido una gracia especial. Deseo que ésta sea »
publicada en el Boletín Salesiano.
Su humilde Servidor A.M.Gnaiiapragasam.»
¡Que la Virgen Inmaculada continúe entre
nosotros derramando sus maternales bendiciones!
Al implorar S. R. las bendiciones del cielo sobre
esta nueva Casa, no se olvide de los Salesianos •
que la habitan, y en modo especial de quien tiene
el consuelo de repetirse de Vd., amadísimo Padre,
Humildmo. y afeetmo. hijo in Corde Jesu
J o r g e T o m a t i s Sac. S.
territorio‘ *^(sdel Cl)ubut
TRGLEW — La nueva Capilla de María Auxiliadora.
Al fin también el simpático y progresista pueble
de Trelew cuenta con un modesto templo, para sus
habitantes que profesan el Credo Católico.
Ven así colmados sus anhelos numerosas familias
católicas, las cuales, deseosas de cumplir con sus
deberes religiosos, no se avenían para hacerlo, con
habitaciones destinadas á usos profanos, no siem
pre rodeadas del silencio piadoso y solemne, nece
sario al alma para concentrarse y elevarse á con
sideraciones ultra terrenales.
Era una necesidad generalmente sentida, una
aspiración comim de los católicos de aquella loca
lidad. tener su propio templo: ahora ya lo tienen;
y, aunque muy humilde, no ha dejado de costar
trabajos y sacrificios de todo género. Y a lo tienen;
la Cniz de Cristo domina desde lo alto extendiendo
sus brazos, ofreciendo su amoroso abrazo á los qve
se fueron para siempre, para rcsxicitarlos eu la me
moria de los que vivimos, con las oraciones, sacri
ficios V sufragios que inspira y promueve y llama
á los que, como peregrinos, andan por el camino de
la vida para impartir una enseñanza segura, eficaz,
sublime y vivificadora, que promueve el bienestar
moral presente y asegura las suaves visiones de
paz y las ondas de la felicidad para la vida de ultra
tumba.
Pueden pues, los católicos de Trelew dar gracias
á Dios y felicitarse.
Nosotros les enviamos nuestras más sinceras coe gratulaciones, augurándoles que también en Trelew,
produzca el nuevo templo los beneficios sociales,
que sacan otros pueblos católicos de su templo.
Y no parecerá inoportuno tributar el debido
aplauso al empresario constructor, Sr. Antonio Civitareale por su laboriosidad y empeño en la ter
minación de la obra á satisfacción del público y de la
Pía Sociedad Salesiana, que ha costeado el trabajo.
Tanjore — Ei limo, y Revmo. S r. Vlelra De Castro, Oblip»
de Meiiapor y el Clero- presente el
agosto p. p.
L a iglesia de Trelew es bien modesta por cierto,
pero no es más que el principio de una obra que ten
drá mayores proyecciones religiosas y sociales á la
cual el Señor Civitareale ha contribuido con sus habi
lidades, y tenga por seguro, que la satisfacción que
experimenta actualmente ha de ir creciendo á medi
da del desarrollo y buen resultado social de la misma
Entre tanto nuestros plácemes y felicitaciones
Interesantes y llenas de atractivo resultaron las
fiestas religioso-sociales, en Trelew, el 6 de Octubre
con motivo de la bendición é inauguración do la ca
pilla católica, dedicada á María Santísima Auxi
liadora.
A las 9
llegó la banda del Colegio Salesiano
de Raw'son, la cual situándose frente á la plaza
saludó al pueblo con algunas escogidas piezas de
su copioso repertorio.
las 10 ^4>principió la fun
ción religiosa, durando más de hora y media. Ia
población católica acudió numerosísima, satisfech'.
y complacida, demostrando vivísima simpatía ios pequeños músicos, que tumeron á su cargo tol’
el canto litúrgico, en la capilla, así como la retra
en la plaza, después de las funciones.
Por la tarde igual concurrencia asistió á las fun
ciones religiosas que todas fueron un himno de
agradecimiento al Señor que había deparado á
—
1 9
pueblo un nuevo lugar en que pudiera dirigirle
más convenientemente sus súplicas. Concluidos los
actos religiosos, nuestros niños dispusiéronse para
regalar con una representación teatral al pueblo
que los había hospedado.
La velada dramático musical que se efectuó en
la noche, tenía doble atractivo: Primero, por ser,
diremos así, un acontencimiento social, porque muy
rara vez habíase tenido una fiesta tan digna bajo
todo concepto: segundo, porque se trataba de un
beneficio para un Hospital de caridad, el cual como
no tiene subvención ninguna, se sostiene como
puede, y allí van los pobres, los desheredados de la
fortuna á aliviar sus dolencias.
TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
6 capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias:
Pleaarias. En todo tiempo:
1. * El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ' Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ®Igualmente una vez al mes, el día que
asistan á la Conferencia:
4. * Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5. ®El día que por primera vez se consagren
al Sgdo. Corazón de Jesús;
6. * Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
7. * En articulo de muerte, si confesados y co
mulgados, ó almenos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, 6 al menos con el corazón.
En el mes de Febrero.
I® El 2. Purificación de María Sma.
2® 22. Cátedra de S. Pedro en Antioquía.
Además, pueden lucrar muchísimas indul
gencias parciales, las cuales están todas enu
meradas en el Reglamento, en las páginas 26
y 27 y en el Boletín SaUsiano del mes de
Enero de 1905, al cual remitimos á nuestros
Cooperadores. Notamos especialmente, el pri
vilegio de poder ganar, sin necesidad de con
fesarse, estando eso sí, en gracia de Dios, todas
ias indulgencias de las estaciones de Roma, de
la Porciúncula, de Jerusalén y de Santiago de
Compostela, todas las veces que recen cinco
Padrenuestros, Avemaria y Gloriapatris, por
la paz de la Cristiandad y un Pater, A ve y
Gloria según la intención del Sumo Pontífice.
—
L a comedia « Donde las dan las toman * y las zarzuelitas gustaron muchísimo. La banda sobre todo
dejó muy grata impresión porque las diversas piezas
que se ejecutaron, fueron un acontecimiento. Los
niños pudieron así demostrar á sus padres, que no
han perdido tiempo en el Colegio y proporcionarles
un rato de agradable expansión. Los padres que
estaban presentes, no dejaron de manifestarse con
tentos del adelanto de sus niños y agradecérselo á
los superiores del Colegio.
María Auxiliadora que cuenta hoy una nueva Ca
pilla. sabrá pagar á todos los buenos de Trelew
según los deseos de aquellos Salesianos y niños
am^adecidos.
BIBLIOGRAFIA.
B . H E R D E R , Librero-Editor Pontificio
Briburg» be hrisQOvia (ihcmanla).
Acada de salir á luz :
Historia de ia Iglesia Católica para el uso privado y
escolar. Por D. Francisco Diaz Carmona, Cate
drático de Geografía é Historia en el Instituto
de Granada. Obra ilustr.ida con un retrato de
S. S. Pío X y 86 grabados intercalados en el texto.
Segunda edición, aumentada y mejorada. En 12®
(VIII y 414 págs.). Én rústica Fr. 4.— ; encuad.
en tela Fr. 4.75.
Con la aprobación y recomendación de los Exemos.
é limos. Sres. Arzobispos y Obispos de Bogotá,
Córdoba (España), Ibarra, Nueva Pamplona'y Zara
goza, y honrada con una carta del Exemo. é limo.
Sr, Nuncio Apostólico (Madrid), Arzobispo de Da
masco.
Muy concisa por cierto esta o bra: pero ha lo
grado el Sr. Díaz Carmona reunir un sinnúmero
de noticias que hacen su trabajo muy recomen
dable no solo para el uso de las familias, sino comb
libro de texto para las escuelas.
Historia Natural, destinada á las escuelas y colegios,
por el Dr. D. A. Rimbach. Tercera edición, cui
dadosamente revisada. Con r42 figuras. En 8®
(X y 244 págs.). En rústica Fr. 2.50; en media
tela Fr. 2.85; en tela Fr. 3.15.
El lenguaje sencillo y adecuado á la inteligencia
más mediana, el haber tenido cuenta de todas las
más interesantes nociones que necesite un niño para
formarse una cabal idea de los animales y del reino
vegetal, llaman sobre esta obra la atención de toda
persona entendida en la materia.
Tercer Libro de Lectora, adornado con numerosos
grabados. Segunda l i c i ó n cuidadosamente revi
sada (VIII y 240 págs.). En rústica Fr. 1.30;
encuad. Fr. 1.50.
El mérito indiscutible de este libro ha obligado
á los Editores á una 3*“ edición. El éxito pues de
esta obra es la mejor recomendación para los Di
rectores de Colegios que quieren poner en manos
de sus alumnos un libro de lectura completo y
apropiado.
•
L IB R E R IA S A L E S L A N A Sarriá-Barcelona.
El Remador de Galeras, por Myriano Henz, episodio
histórico traducido del Italiano. — Constituye el
Número de Noviembre de las Lecturas Católicas,
EL CULTO
de Mciria Auxiliadora.
N ó s ten em os la p ersu asió n d e qu e, en la s v icisitu d e s dolorosas de lo s tie m p o s que
a tra vesam o s, no nos quedan m ás « on su elos que lo s d el C ielo , y en tre é s to s , la poderosa
protección de la V irgen ben d ita, que fué en todo tiem p o el A u x ilio de lo s Cristianos.
P ío X .
-
'VALPASAISO (Chile). — El i6 de Agosto no
obstante el mal tiempo, se llevó á cabo la
solemne procesión en honor de María Auxilia
dora, preparada con mucho entusiasmo por los
Salesianos y alumnos, en acción de gracias por
su visible protección en la catástrofe del año
pasado, y correspondió á la expectación general,
pues resultó verdaderamente espléndida.
I^a hermosa imagen de María Auxiliadora era
conducida en un jardín de flores, preparado con
verdadero gusto por las profesoras del Eiceo de
Niñas.
Iban también las andas de la Piedad y del
Angel de la Guardia, adornadas con exquisito
prilnor.
Ea iluminación del Colegio era hermosísima
y llamaba justamente la atención: en el trayecto
que debía recorrer la procesión, se levantaban
arcos triunfíles, iluminados con faroles á la
veneciana.
Tras de las andas seguían largas filas de
alumnos que llevaban luces.
T,a banda del establecimiento .ejecutó escogi
das piezas de su repertorio.
Al volver á la capilla, el Pbro, Sr. Arturo
Aguayo dirigió á los presentes un emocionante
discurso, haciendo ver cuánto debían á María
Auxiliadora y cuán justo era qpe le agradecieran
dignamente sus beneficios.
AI terminarse el discurso, d ió la bendición con
su Divina Majestad el Inspector dé los Sale
sianos, P. Luis Nai, que había presidido la procesión.
La concurrencia fué muy numerosa.
Sabemos que se postergó hasta nuevo aviso
la colocación y bendición de la primera piedra
del monumento á María Auxiliadora.
SANTIAGO (Chile). —
En la Gratitud Nacional.
Como estaba anunciado, celebróse con toda
solemuitlad el zP Ani\*crsario de la Coronación
de María Auxiliadora.
El señor Carvajal dió nuevas pruebas' de sus
dotes oratorias y de su devoción á la Virgen v
muy bien demostró cómo en el titulo de Auxi
liadora quedan compendiadas todas las demás
advocaciones con que el pueblo católico sa
luda á la Jladre de Dios.
El número de comuniones fué muy crecido,
lo que deja entender que los devotos de la Auxi
liadora saben que lo más agradable á María es
una comunión fervorosa.
VALDIVIA (Chile). — Saben nuestros lectores
que desde hace más de un año se hicieron cargo '
los Salesianos de la dirección del Instituto Co
mercial, fundado por el limo. Sr. Dr. D. Ramóñ
A. Jara, y como debía hacerse desde un prin
cipio, pensaron los Salesianos preparar un trono
á su buena Madre. E n Mayo de este año se colocó
la primera piedra de una Capilla y nos consta,
que una Comisión de señoras trabaja activa
mente para reunir fondos á fin de llevar á tér
mino la obra.
Tendremos á nuestros lectores al corriente de
cuanto sabrán realizar aquellas entusiastas y
devotas señoras; parece que el Cielo bendice sus
sudores. Esperamos noticias.
Graciap cíe
•
/Auxiliadora ¡|
h
f
¡ A u x lliu m C hristian oru m O ra pro nobis!
El día diez de Diciembre del año de 1906
á; las tres y media de la tarde se levantó una.
horrorosa tempestad en esta Ciudad. Las aguas
de una fuente que corre al pie de una. cor<lillcra en la parte oriental, en menos de diez
minutos se vieron convertir en un inmenso
torrente y precipitarse dentro del poblado.
Un grito de espanto vino á herirme como
un rayo : era la voz de mi esposo que colo
cado en una de las ventanas .veía el peligro
é imploraba el auxilio de las gentes para po
demos salvar. Y o, con el niño más pequeño
en los brazos, viendo con terror que el agua
entraba con tanta violencia en todas las habita
ciones y que en breve nos cubriría, viendo
derribarse cuanto la corriente encontraba á su
paso, clamaba á todos los Santos, aumentando
la angustia, los gritos y el terror por instantes.
Todo recurso parecía agotado, cuando in
voqué á la Santísima Virgen bajo el título de
María Auxiliadora ofreciéndole con el corazón
más aun que con las palabras publicar tan por
tentoso milagro si venía en nuestro socorro;
y en el mismo instante, con asombro de los que
allí estábamos presentes, se calmó la tempestad,
y la inmensa creciente se suspendió, bajando el
agua con tal rapidez que á las cuatro y media
todo estaba en calma.
Después de este fatal acontecimiento, en
donde vi el poder amoroso de la Virgen San
tísima de un modo tan patente, no dejo pasar
día sin implorar su auxilio y quisiera que to
dos los hombres, como homenaje de gratitud
á nuestra Reina y Señora, repitieran: Auxilium
Christianorum, ora pro nobis.
Giíatavita (Colombia), Abril 21 de 1907.
E r n e s t i n a R . de R.
I V iv a M aría A u x ilia d o r a !
Envío la pequeña oferta de L . 66 para la
Iglesia de María Auxiliadora de Turín, y de
seo se publique en honor de la Virgen del
V. D. Bosco, la gracia que esa Divina Madre
hizo á mi hija Felisa.
Le apareció un bulto en la boca y los do
lores que le causaba la molestaban mucho.
El Doctor dijo que era menester llevarla á
Buenos Aires y someterla á una operación.
Estando cenando, la niña me dice: ¿Por
qué. Papá, no hacemos una novena á María
Auxiliadora? Ella me sanará sin que me de
ban operar.
Con fe y confianza empezamos un novena
rio de Comuniones toda la familia, y termi
nado, la niña se presentó al Doctor. Este la
waminó y todo había desaperecido.
¡ \'iva María Auxiliadora 1
Bahía Blanca, 5 de Agosto 1907.
E g id io D e -S a l v o .
Quien co n fía en M a ría nunca será
d esam p arad o.
El Angel de la muerte arrebató, después de
breve enfermedad, á mi esposo dejando la fa
milia en la más completa consternación.
Poco después de la fatal desgracia, la te
rrible plaga de la viruela y otras enfermedades
sentaron sus reales en toda mi familia, de ma
nera que me habría desesperado á no haberme^
sostenido la religión.
Con el corazón henchido de dolor, me fui á la
Parroquia de Bahía Blanca para implorar luz y
amparo del Todopoderoso. Mis plegarias y
las de mis hijos subieron al Trono del Altí
simo y sentí renacer mis esperanzas.
Fui después al despacho Parroquial, y al
encontrarme con un Sacerdote le conté mis
desgracias. El ministro de Dios me dijo al
gunas palabras de consuelo y me exhortó á
que hiciera una novena á M. A . prometiéndola
hacer rezar una Misa en el altar dedicado á
Ella en el gran Santuario de Turín. María A u
xiliadora oyó mis súplicas. A Dios gracias y á
tan buena Madre, todos gozamos de perfecta
salud. Por tanto envío una pequeña limosna
para la celebración de una Misa, pidiendo se
publique esta gracia en el Bolefin Salcsianopara honra siempre mayor de la Virgen de
Don Bosco, para que todos los atribulados
recurran á Ella con fe, seguros de encontrar
su protección.
Bahía Blanca (R. A.)
Jo s e f a Z o r o a .
I G ra c ia s , M a ría A u x ilia d o ra 1
Son muchas las gracias que nos ha concedidoen estos últimos años la gran Virgen de Don
Bosco á mí y á mi querida familia. No po
diendo enumerarlas todas, me limito á narrar
la siguiente:
Una de mis queridas hermanas cayó gra
vemente enferma en los últimos días del año1905.
Después de varios meses de grandes pade
cimientos, declaró el facultativo ser indispen
sable someterla á una dolorosa operación, no
sin advertirnos ser muy grave el estado de
la paciente.
Todos los miembros de mi querida familia^
y yo de un modo particular, empezamos con
gran fervor un triduo en honor de María Au
xiliadora; aconsejamos á la enferma hiciera
una santa confesión, ya que no le era posi
ble comulgar. Prometimos ir todos los miem
bros de la familia á visitar el Santuario de
M. A. en Villa Colón y ofrecer una limosna,
según nuestras débiles fuerzas, mandándose ce
lebrar dos Misas, una en esta Parroquia y la.
otra en el Seminario de Montevideo, (la cual
se celebró el mismo día en que la enferma
fué operada).
Desde entonces, nuestra . querida enferma
pareció recobrar las perdidas fuerzas, y puda
hacer, sin graves sufrimientos, el viaje hasta,
la C ap ital,' donde fué sometida con el éxito
más satisfactorio á una delicada operación.
—
Es indecible el gozo inmenso, la profun
dísima gratitud que abrigan nuestros recono
cidos corazones hacia tan buena y dulce
Madre!
Des[)ués de entonces, son muchos y muy
grandes los favores que hemos recibido de la
Virgen Auxiliadora, por los que le damos las
más expresivas gracias, deseando sea publi
cada en el Holelin Salesiano esta mi humilde
relación.
Montevideo-Uruguay, Las Piedras, 24 Septiembre 1907.
P a u l a D e L os C a m p o s
Hija de María Inmaculada.
I Cuán buena es M aría, a u x ilio
de los c ristia n o s 1
En Julio del año de 1905, corrió grave pe
ligro mi vida á consecuencia de una úlcera
que me resultó en la garganta, y que me duró
siete meses y tneclio, agravándose siempre
más nú estado lastimoso.
En el mes de Agosto del mismo año, afor
tunadamente llegó á este pueblo el Reverendo
Padre Salesiano Sr. Don Clemente Wilches,
quien me aconsejó que hiciera una promesa
á María Auxiliadora; y al efecto quise se re
zara una misa y se cantara una Salve: me
confesé y comulgué, me puse al cuello la me
dalla de María Auxiliadora y le hice la no
vena, prometiendo también hacer publicar la
gracia en el Boletín Salesiano.
Hoy que me hallo completamente alentada,
cumplo con mi promesa y doy las más vivas
gracias á la Santísima Virgen que me curó.
¡O h María, Tú eres la esperanza, el reme
dio, el consuelo y el descanso de tus afligidos
hijos que en tu bondad sin límites esperan y
conlían!
El Espino, Noviembre 28 de 1906.
22
—
dora por haber escuchado nuestra petición y des
pachado tan favorablemente nuestra demanda y
con el fin de cumplir la segunda parte del ofre
cimiento envío esta mal trazada relación su
plicando le den publicación en el Boletín.
14 Agosto de 1907.
A ntonio Montalbo .
Doña Isabel Fernández , devota de la Sma.
Virgen Auxiliadora, bajo este título recurrió á ella
en demanda de una gracia, ofreciéndole hacerse
cooperadora salesiana y publicar la gracia en el
Boletín, si se la concedía: y habiendo tenido la
satisfacción de ser escuchada por nuestra amantisima Madre, se hizo cooperadora tan pronto
como recibió el beneficio y siendo para ella de
gran complacencia hacerlo publico, pide se
inserte en el Boletín.
A racena. — Encontrándose mi esposo en sus
últimos momentos, nos acongojaba sobre manera
el que, dado su estado, ni pudiese confesarse,
ni arreglar su testamento, siendo muy necesario.
En tan apurado trance, lo encomendamos con
viva confianza á María Auxiliadora, suplicándole
no dejara morir al enfermo sin recibir los últimos
Sacramentos y al momento recobra el uso de la
palabra, se confiesa, hace su testamento y forta
lecido con todos los auxilios de nuestra santa
religión entrega su alma á Dios. Por tan seña
lado favor doy mil gracias á María Auxiliadora.
Encontrándose desahuciada del médico la hija
de una amiga mía, á causa de una gravísima
enfermedad para la cual no se contaba con más
esperanzas que con una peligrosísima operación
de éxito poco seguro, suplicóse con todo fervor
á la protección de María Auxiliadora, suplicán
dola sanara á la pobre joven sin recurrir á tan
incierto y arriesgado medio, y ofreciendo una
novena y mandar decir en su altar una misa;
y ¡oh prodigio!... al momento hace alto la en
fermedad, y con grande admiración y alegría de
todos se encontró la enferma fuera de peligro
y, en poco tiempo, completamente restablecida.
Junio de 1907.
P asto ra N ogales ‘
PoLicENA W il c h e s
Coop. Sal.
Cooperadora Sal.
Ca.ntillana. (España).
Hace 7 meses fué
presa de penosísima y grave enfermedad mi que
ridísima y única hija Pasiorita, niña de 6 años,
constituyendo por lo tanto su enfermedad una
gran tribulación para la familia.
En este conflicto recurrimos á nuestra querida
Madre María Auxiliadora en demanda de su pro
tección, ofreciéndolo, si sanaba la niña, que la
primera salida que hiciera sería para ir á su
altar á darle las gracias; que publicaríamos el
favor en el Boklin Salesiano y que mandaríamos
oltciar en acción de gracias una Misa cantada.
lloy, gracias .á la Sma. Virgen, renace la
alegría en la familia con la salud de la enfermita; y con gran satisfacción la hemos llevado
ayer tarde á dar las gracias á María Auxilia
¡ Mil veces sea bendita M aría A uxiliadora!
Hallándome interna en el Colegio de María
Auxiliadora me atacó la terrible enfermedad de
epilepsia, <le la cual me dieron tres fuertes ata
ques. Al verme en tal estado supliqué á María
Auxiliadora me concediera la salud, sí convenía
para mi salvación, y le prometí consagrarme
toda á su servicio en el número de las Hijas
de María .•\uxiliadora, y publicar la gracia en el
Boletín Salesiano. Hecha la promesa la enfer
medad desapareció, sin haber vuelto en más de
dos años de.sde que sufrí el último ataque: po
lo cual cumplo con mi promesa, bendiciendi
mil y mil veces á nuestra buena Madre.
Callao, 24 Setiembre de 1907.
N. N., Novicia de tas Hijas de M. A ..
Dan también, con toda la efusión de su a lm a, gracias
i María Auxiliadora y envían una lim osna:
Altahualpa (Ecuador). — D . Anioitio E. Meza, por
haber vuelto á reinar la paz en su pueblo.
Bahía de Caráqu^z (Ecuador). — Da. Malilde S.
de Saavedra, por haber alcanzado un favor especial —
N. N., implorando plegarias especiales para evitar
males que le amenazan.
Barranquilla (Colombia). — Sra. Paula M. htsig;nares, por haber sanado un hermano suyo, de
grave enfermedad que lo afligía mucho.
Bogotá (Colombia). — A . S. de G. Cooperadora
Salesiaiia, por habérsele María Auxiliadora mosuado cual Madre bondadosísima en muchos trances
delicados — Srla, Jesusa Arévalo, por haberle sal
vado la vida y su hacienda durante las lluvias in
vernales.
Bucaramanga (Colombia). — Sofía CamaeJio, por
un favor alcanzado.
Calceta (Ecuador). — Las Sras. Angela R. Vesa,
Da. Ana ¿M. de Fayad, por favores especialisimos
alcanzados — Lidia Palacios, por curación de una
cnfennedacl á la garganta — IRi. Rosa F . de Vesa,
por la asistencia maternal en un asunto de familia.
Calí (Colombia). — La Sra. Remedios R. de Sán
chez, por. haber vuelto á su lado una persona que
rida de su familia. — El Sr. D , Prudencio Pérez,
por un favor muy señalado.
Canelones (Uruguay). — La Sra. Luisa Howard,
por la curación di 2 nietecitos atacados- de graví
sima enfermedad. — La Sra. Josefa B. de V a lli,
por haber sanado de una dolencia de que se vió
acometida.
Canoa (Ecuador). — La Srta. Juana Figueroa,
por haber su hermana recobrado la salud amena
zada por una terrible enfermedad.
Cantillana (España). -- El Sr. D.Jtian Espinoza.
por haberle desaparecido unos dolores muy fuertes
que la atormentaban con riesgo de su vida.
Caracas (Venezuela). — La Srta. Catalina Afonteveide, por un gran favor recibido. — Una devota,
por el feliz éxito de una operación y por 3 grandes
favores recibidos. — Familia Alonteverde Rivas, por
haber sanado su madre de enfermedad muy peli
grosa.
Córdoba (R. Arg.). — Rufina de Lófiez, por haber
sanado á algunos de su familia abandonados por los
médicos. — Pastora Fcrrer, por haber sido librada
de un grave peligro invocando á María Auxiliadora.
— Mauricio Domínguez , por haberle devuelto la
salud á su hijita de 2 años desahuciada por los mé
dicos, atacada de meningitis tubercolosa. — .M. C.
por haber obtenido una gracia de María Aux. —
Ramón 'B. Oliva-Serregmla, por haberle sanado de
un ataque cerebral. — Pastora del Viso de Olmos,
agradece á María Auxiliadora muchas gracias re
cibidas. — Dominga G. de Posada, por haber con
seguido, de.spués de una novena á María Auxilia
dora, el beneficio de la lluvia en sus campos que
desde varios meses estaban sufriendo una terrible
sequia. — M. N . Valle, da gracias por varios favores
temporales y espirituales, particularmente por haber
vuelto á la religión un miembro de la familia que
desde tiempo se había apartado. — María Vaca
Sai-vaja-Totaral, por una gracia extraordinaria re
cibida y ofrece 20 i>esos, para su obra en Córdoba.
—José Martínez, por la salud devuelta á su hijita
de 2 años desahuciada por el mérlico.
Chone (Ecuador). — La Sra. Mercedes de I. Alparcz, por haber sanado de enfermedad mortal. —
La ¿ira. Matilde Hoyos V., por varios favores.
Epitla (Méjico). — El Sr. Pdro. D . Hilarión
Cuevas, por haber sanado á su hermano de una en
fermedad muy molesta. — Sra. Da. María Guadalupa Ramón, j>or haber sanado de un tumor á una
pierna.
Estella (España). — El ¿ i r . Pbro. D . Corpus
Garin, por un favor muy señalado.
Gualaquiza (Ecuador). — EX joven Tomás Aré
valo, por haber salido ileso de un peligro graví
simo vadeando el rio Bomboisa. — AI. L ., por un
favor especial.
Huelva (España). — Una devota agradecida.
Jerez de la Frontera (España). — P. F ., por es
pecial protección obtenida.
Jinotepe (Nical-agua). — La Sra. Carmela Jimé
nez, por haber sanado da varias enfenne<lades que
la aquejaban desde mucho tiempo.
Pimpiguati (Ecuador). — El ¿V. D . Roque Loor
AI., por haber sanado de una herida ocasional
mente causada. — La Sra. Angela B. de Loor, por
favores muy señalados y muy rej>etidos. — ’Pere.ui
Mendoza , Evangelista Zambrano , Ignacio Ccdeflo,
Carmen AI. de Cedeiio, Rosario E . Loor AL, por
favores muy señalados. — La ¿>'a. Gnillermina
Alacias, por haber sanado un hijito suyo de una
enfermedad gravísima por la cual ya lo había des
ahuciado el médico.
Portoviejo (Ecuador). — El limo. Sr. Pbro. Don
Antonio Meialli, por haber alcanzado la conversión
de un pecador obstinado, ya reducido á sus últimos
instantes. — La Sra. Teresa Ch. v. de AIctalli, por
varios favores. — C. A . C. V., por haber sanado
de una grave enfermedad. — U?ia Cooperadora, ()or
haber alcanzado la paz en su casa. — Otra Coop.,
por tres favores recibidos.
Quito (Ecuador). — El Sr. Luis G. Galindo, por
haber sanado de una enfermedad de la garganta.
— El Sr. Minuel Ortiz, por un favor muy singular.
Riobamba (Ecuador). — N . N ., por la curación
repentina de un niñito amenazado por una enfer
medad peligrosísima según juicio de los médicos.
Río Cevallos (Córxloba R. A.), — El Sr. Severo
Ayala, por haber sanado de una pulmonía doble
por la que había sido desahuciado por los faculta
tivos.
Rocafuerte (Ecuador). — Una Cooperadora, por
la curación de varias enfermedades que la moles
taban desde unos meses.
Santa Ana (Ecuador). — Una devota, por haber
recobrado el uso de sus miembros una persona de
su familia atacada por parálisis repentina.
Santa Ana (Rep. de El Salvador). — La Srla,
Carmen Recinos , por haber sanado de una fuerte
hemorragia que la afligió por más de 40 dias. — 1.a
Srta. Isabel Vides, por favores recibidos para dos
personas amigas.
San Nicolás de los Arroyos (R. Arg.). — N. N.,
por el restablecimiento de su salud.
San Pedro de Róvago (Nicaragua). — La .Sra.
Teresa Beatriz M->reno, por la curación completa
de su madre enferma desde algún tiempo.
Sevilla (España). — Una devota, por iin favor al
canzado. — C. D . S., por dos favores que acalja
de recibir. — F. Flores, por haber sido escuchadas
sus súplicas. — La Sra. AI. del Socorro Jiménez ,
por liaber su hija recobrado el pleno uso de razón.
Trujillo (Venezuela). — El Sr. I^ón de I'. AI.
García, por haber sanado completamente de varias
enfermedades que le acometieron.
PO R E L
MUNDO
FIESTA S m FAM ILIA
En honor del Venerable J*uan Bosco.
S A R R IÁ -B a r c e lo n a (España).
Emula de las de Turíu y Buenos Aires, la
fnsta celebrado el 17 de Noviembre en Sarriá, fué
una melodía más en el himno' grandioso que el
mundo entona al Todopoderoso por la introduc
ción de la causa de Beatificación de su fiel siervo
Don Juan Bosco. El 17 fué día de verdadero y
puro gozo, de entusiasmo y simpatía por el V e
nerable y Su Obra, y de actividad para todos.
Todos contiibuyen al éxito: los alumnos eje
cutando artísticos trabajos de imprenta y en
cuadernación para perpetuar el recuerdo, cam
biando los talleres en salones ataviados de vis
tosas galas, ejecutando piezas y cantos con rara
maestría; los Superioies animándolo todo; los
Cooperadores acudiendo numerosos y piestándose á todo con generosidad y amor.
De Turín había venido, para representar al Rmo.
D. Rúa y su Capítulo, el Rmo. D. Pablo Albera,
el Catequista celoso que un tiempo corrió los
mares y las montañas de América en cum
plimiento de una misión delicadísima. El cele
bró la Misa de Comunidad, distribuyendo el
Pan Divino á multitud de niños y Cooperadores.
En el oficio solemne celebra el M. R. P. Miguel de
Esplugas, Provincial de los Capuchinos. Asiste el
Ayuntamiento de Sarriá, representado por los Re
gidores Sres. ürpí y Piera y el Secretario Sr. Sans
y Brigans y presididos por el Alcalde, Sr. Daura,
quien sustituía también al Sr. Xiro, desgracia
damente enfermo. También estaban el Sr. Juez
Municipal, representaciones de diversas Casas re
ligiosas, como de los Jesuítas, de las Escuelas
Pías, Esc. Cristianas, Carmelitas, Franc scanos
etc. etc. y una muy imponente de la nobleza y
burguesía y clases obreras de Barcelona. En suma
reunióse la flor y nata de la ciudad condal.
La concurrencia se duplicó por la tarde, á la
velada, que se efectuó en el amplio taller de car
pintería, transformado por los alumnos en un ele
gantísimo salón de actos, adornado con arte y
gusto exquisitos. La velada principió á las 4
presidida por S. Emcia. el Sr. Cardenal Casañas, á
cuyos lados estaban el Exmo. Gobernador Osorio y el Concejal Sagura, y en la misma fila de la
S A L E S IA N O
presidencia el diputado Albó y Martí, el P. Al
bera, el marqués de Pascual y él de Juliá, los
Sres. Colom y Martí Codolar y algrmos otros que
sentimos omitir por causa de la brevedad.
Después de los discursos de dos salesianos, sa
ludado por entusiastas aplausos sube á la tribuna
el marqués de Pascual, y pronuncia un breve
cuanto substancioso y precioso discurso titulado
D . Bosco y su siglo. ¡Cuán bien conocido tiene
el Sr. Marqués al Apóstol y su o b ra ! D. Bosco no
es un sacerdote cualquiera, D. Bosco es el hom
bre enviado por la Providencia, como Juan
Bautista, como Francisco de Asís, Domingo,
Ignacio, y como tal tuvo todas los dotes nece
sarios á la misión que debía llenar. Por eso es
sociólogo, escritor, apóstol; funda y desarrolla
obras para artesanos, se adelanta á su siglo.
Con admirable maestría, y enlazándolo con el
argumento principal, habla el marqués de la de
voción al Sagrado Corazón de Jesús y de las re
laciones de D. Bosco con España, cuyo centro
fué Barcelona, cuya prenda eterna el Tibidabo.
Y es justo que ese templo votivo surja cuanto
antes á coronar la cima de las montañas y á pro
teger á España; que surja merced á la generosi
dad de los Españoles.
Un Salesiano apunta en su discurso la idea
de tributar un homenaje de gratidad al insigne
Capuchino, el Card. Vives, ponente de la causa,
y de celebrar en Barcelona el V Congreso Inter
nacional de Cooperadores salesianos, bajo la
presidencia del Emmo. Sr. Casañas. -Ambas fue
ron muy aplaudidas.— E l inspirado poeta Don
Jaime Boloix leyó una bellísima Oda catalana.
Mucho llamó la atención un dialoguito de 4
niños, representando á los Novicios, estudiantes,
artesanos y golfitos. Cada cual manifestaba los
motivos que tenía para alegrarse del aconteci
miento y era una porfía de amor. ¡Ah! cierto que
mucho debió gozar el alma bienaventurada del
Venerable, al ver que su obra es estimada y debi
damente amada por aquellos á quienes la dedicó.
Los músicos y cantores no desdijeron de su
fama, y el hinmo de circunstancia fué un trabajo
muy bien escrito y admirablemente ejecutado.
Puso remate á la velada el amable y bondadoso
Cardenal. Examinó las virtudes de D. Bosco
especialmente su humidad, haciendo observacio
nes muy prácticas y muy eficaces; felicitó á los
Salesianos del futuro Congreso, aceptó la presi
dencia, prometió trabajar con todas sus fuerzas
1
por la beatificación del Venerable. "Mucho me
gusta trabajar por los Santos, dijo, porque aparte
de la gloria que con eso se da á Dios, ellos son
muy agradecidos, y más de una vez lo he expe
rimentado."
Antes de salir del salón se repartió un Número
Unico, que es una joyita de tipografía, y entre
ovaciones, el marqués de Pascual propuso el en
vío de un telegrama á Pío X y otro al Superior
D. Rúa. Los dos fueron inmediatamente con
testados por el Bramo. Mery del V al y Don
M. Rúa.
Al salir del salón y a la noche arropaba el mun
do. IvOS alumnos habían preparado una ilumina-
Un incidente imprevisto impidió al Rdo. P.
José Vespignani, Inspector de las Casas Saiesianas
de Argentina, el poder celebrar la Misa de Comu
nión General, durante la cual muchos ex-alumnos
del Colegio se acercaron á la S. Mesa demostrando
de ese modo que no se ha enfriado en ellos el en
tusiasmo de la fe que les fué inculcada cuando
niños.
Más tarde tuvo lugar la misa solemne oficiada por
los RR. Padres del Sagrado Corazón de Jesús, y
los cantores de nuestro Colegio ejecutaron á per
fección la Misa de Angeles en Canto Gregoriano.
E l Rdo. P. Valentín Bonetti, pvírroco interino de
S. Juan Evangelista en la Boca, en Buenos Ayres,
pronunció un hermoso discurso. Evocó la extraor-
Aiicante (Espafia) — Superiores y aluitioos de la nueva Casa.
ción primorosa; y bajo arcos de luz, junto con los
globos, que se elevaban como suspiros 6 a.spÍracioaesdel alma, como buscando el cielo, y al com
pás de bombas y cohetes, piezas de música y
aclamaciones, las madres se despedían de sus
Wjos y los G)operadores se alejaban del esta
blecimiento con la mente henchida de ideas y
tí corazón de las más puras emociones.
ROSARIO (R. A.) — E l primer triunfo de Don
Bosco, obtenido en el proceso de su Beatificación,
secelebró en este Colegio con verdadera solemnidad.
Oran número de jóvenes educados en los Colegios
Salesianos unidos á muchos y muy distinguidos
católicos, que siguen con interés la vitalidad de la
Iglesia en sus creaciones, se asociaron al legítimo jú
bilo de los Salesianos. dando asi una hermosa
prueba de cuán altamente sea apreciada por ellos
U obra de Don Bosco particularmente en el campo
<iC'la evangelización popular.
diñaría abnegación del Ven. D. Bosco, quien, viendo
en toda su triste realidad las necesidades de su
tiempo, indagó su causa verdadera y conoció que
la falta de una sana educación era precisamente
lo que aportaba tanto daño á la Sociedad, fomen
tando el vicio y la ceguedad moral. Describió al
Apóstol que dedicado enteramente al bien de la ju
ventud, fundó, bajo la protección de María Auxi
liadora, inspiradora y apoyo de la Obra Saiesiana,
sus Casas para los hijos del pueblo; de ese pobre
pueblo abandonado y arruinado por falsas teorías
y pésimas doctrinas. Habló de los medios pecu
niarios de que D. Bosco disponía, y aquí el Rdo. P.
Bonetti tuvo vasto campo para alabar á los Coo
peradores Salesianos, apellidándolos, y con razón,
« Columnas de la P ía Sociedad Saiesiana ».
Concluyó invitando á todos los presentes á elevar
el himno del ^radecim iento á Dios, por haber
nos concedido que en tan corto lapso de tiempo,
haya podido la Obra del Ven. D. Bosco extenderse
por todo el mundo, difundiendo por doquiera á
—
26 —
la par que el Evangelio, el amor al estudio y al arte.
Terminada la S. Misa, cantóse el Solemne TeDettm al que siguió la Bendición con S. D, M..
Tomaron parte al almuerzo de gala más de se
senta personas, en la mayor parte ex-alumnos y
Cooperadores Salcsianos; pronunciáronse brindis
muy calurosos, todos de augurio para la mayor ex
tensión de la Obra del Ven. D. Bosco.
Más tarde el número de ex-alumnos aumentóse
mucho y el amplio patio del Colegio pudo verse re
poblado por sus antiguos moradores quienes reno
varon los vínculos de la amistad iniciada tantos
años antes.
A las 3 p. m. comenzó el Acto público según un
variadísimo programa. La concurrencia fué tan nu
merosa que se llenó de bote en boto el teatrito y
todo el patio contiguo.
Arrancaron nutridos aplausos el Melodrama
4 Giovanni il Fabbro > del M. De-Vecchi y la « Bar
carola * del M. Pagclla para cuyo suceso acompa
ñaba á nuestros pequeños actores una selecta or
questa dirigida por el valiente Prof. Francisco
Bardcri de Buenos Ayres.
El Señor D. Jacinto Ortiz pronunció, entre repe
tidos aplausos, un bellísimo discurso. Habló de la be
néfica obra de D. Bosco en la Argentina y como do
esa Obra puedan prometerse los saludables frutos
tan deseados en estos tiempos de currupción, hoy
que con una instrucción atea quiérese á toda costa
encaminar á la juventud no ya por la senda de la
honradez, sino por la del vicio.
Por último, en nombre del Rev. P. Vespignani,
imjjosibilitado por indisposición, habló el P. Bonetti animando á todos los Cooperadores á pro
seguir unidos su benéfica labor para deparar á la
obra del Ven. D. Bosco aquel apoyo sin el cual no
podría realizar tanto camino en la vía del progreso.
Como se ve. la fiesta no hubiera podido ser ni
más solemne ni más apropiada.
MENDOZA (R. A.) — Ex Alumnos de Don Bosco.
La declaración de Venerable del siervo de Dios
D. Juan Bosco, ha despertado gran regocijo en
los jóvenes que han recibido el beneficio de su edu
cación intelectual y moral en los Colegios fun
dados por este gran Pedagogo.
Digno del mayor aplauso es el entusiasmó con
que vemos florecer las asociaciones de Ex-Alumnos
en los Colegios donde ya existían y nacer con de
seos de ser grandes en otros Colegios.
E l Domingo 29 de Septiembre festejaban la bendjeión de una bandera el Centro de Ex-.\lumnos
del Colegio « D. Bosco » do la calle Solís.
Y el mismo día, después de varias reuniones pre
liminares, se constituía definitivamente la Comisión
Directiva, del Centro de E.x-Alumnos del Colegio
« Don Bosco * en la Ciudad de Mendoza,
Presidió la asemblea el R. P. José Vespignani,
Inspector de los Colegios Salesianos, el cual dirigió
á los numerosos jóvenes congregados palabras de
felicitación y de aliento.
Díjoles como el sistema de educación de D. Bosco
se funda en el amor y en la confianza entre los
alumnos y los educadores: y este amor y esta
confianza deben perdurar aún cuando haya tenni-
nado la educación. Y de la misma manera que en
los años de Cplegio los Salesianos ayudan á los
alumnos con el ejemplo, con la enseñanza y con
los consejos, aparte de la beneficencia material á
todos los que la necesitan, así también los consi
deran siempre como amigos y están dispuestos á
ajmdarlos en todas las eventualidades de la rida
y en todas las formas posibles, especialmente en la
época de la juveu ud, que es cuando más necesita
el joven la sinceridad de la amistad.
Recomendó á los Ex-Alumnos que con la prác
tica de las virtudes cristianas, aprendidas en la
Escuela, hicieran siempre honor á D. Bosco, pro
curando ser cada día más útiles para la familia y
para la sociedad. Mientras felicitamos á los ExAlumnos de Mendoza deseándoles creciente pros
peridad, tenemos la satisfacción de comunicar que
pronto se realizará el deseo de los Ex-Alumnos de»
Colegio de la Boca de constituirse en Asociación.
RODEO DEL MEDIO {R. Argcnt.) — Brillantes en
extremo resultaron las fiestas con que ios Sale
sianos de Rodeo del Medio celebraron el fausto acon
tecimiento de la introducción en Roma de la causa
del Venerable D. Bosco.
L a fiesta, ya de suyo atrayente y llamativa, reci
bió mayor realce con la presencia del limo. Sr. Fr.
Marcelino del Carmelo Benavente, Obispo de Cuyo,
quien llegaba á la estación á las 8
de ta mañana,
acogido con delirante entusiasmo por la inmensa
multitud que había acudido de todos los alrededores
para recibir la bendición de su Prelado y honrar
á la vez la memoria inmortal del Apóstol de la ju
ventud.
Inmediatamente empezó la misa, celebrada por
S. Excelencia, durante la cual la Schola Cantorum
ejecutó escogidos motetes.
A ia s 10 se daba principio á la administración del
Smo. Sacramento de la Confirmación en el patio prin
cipal del Colegio por no ser capaz la Capilla para
contener tanta afluencia. El espectáculo que ofre
cía el anchuroso patio lleno de ordenadas filas de
confirmandos entre los cuales se veían hasta hom
bres de canas, llegaba al alma; pues ponía de ma
nifiesto el gran fondo de fe cristiana que se encierra
en las almas de esos pobres campesinos á los cuales
llega sólo de tarde en tarde el rocío de la palabra de
Dios y que, no obstante, se impusieron el sacrificio
de perder acaso una semana de trabajo, para acu
dir á purificar sus almas y recibir el sagrado crisma.
A mil ciento treinta y cuatro subió el número de
confirmaciones, administradas en su mayor parte
á mayores de siete años.
A las cuatro de la tarde se dió principio á la ve
lada cuyo programa variadísimo los pequeños
artistas interpretaron con un desenfado y sol
tura sorprendentes en niños del campo. A las seis
se despedía el limo. Prelado con el alma hencliida
de consuelo, siendo aclamado por la muchedum
bre, hasta que arrancó el tren con dirección á San
Juan.
A las ocho apareció artísticamente iluminado
el vasto patio, se elevaron globos y se quemaron
variados fuegos artificiales.
E l entusiasmo de los niños y demás c o n c u r r e n t e s
— 27 —
este nuevo Oratorio Salesiano, sino también á la
nutrida pioblación rural que se extiende por toda
aquella parle de nuestra huerta.
Los PP. Salesianos al aceptar el legado de la Du
quesa de Medina de Río Seco, han llevado á cabo en
su antiguo palacio las reparaciones indispensables
que exigía el estado casi ruinoso en que se encon
traba. adaptándolo á las necesidaües más imperio
sas del caritativo y piadoso objeto á que se destina
y .es de notar el celo, acierto y discreción con (lue
procuran atender á cuanto tan importante fin
LA PLATA — De la fiesta <elcbrada e n C Coreclama.
1^0 del Sdo. Corazón de Jesús por la pr -clamaHemos tenido el gusto de visitar el nuevo Ora
ción de la Venerabiüdad de nuestro queridv Padre
D. Bosco, faltándonos más pormenores, publica torio ó Colegio Salesiano que podremos llamar del
Campello, por estar en su término municipal, y a la
mos lo que nos trae el « Mensajero del Corazón de
cortesía y especial delicadeza desu superior,debemos
Jesús » diario Católico de aquella ciudad :
la atención de habernos hecho recorrer todas sus de
En Itonor de Don Basco — Merecen ser ielir.itados
pendencias y conocer los planes que acaricia y se
los PP. salesianos por el esplendor con q ue han (ele
propone desenvolver á medida que las circunstan
brado en e- Colegio del Sagrado Corazón el haber
cias lo permitan. H oy cuenta ya el edificio con am
sido declarado Venerable su esclarecido fundador.
plios departamentos para cocina, comedor, dor
En la función religiosa el limo, señor Alberti
puso de relieve, con frase galana, la acción provi mitorios, clases, recreo, juegos, hermosa capilla y
algunos tall 'res, y dispone de sitio para^umentardencial de Don Bosco tanto en el viejo como en
los desahogadamente si el desarrollo de este cen
el nuevo mundo.
Al acto literario musical asistió numerosa con tro lo exije. E n la actualidad cobija á más de setenta
alumnos, todos pobres y la mayor parte huéllanos
currencia, siendo muy aplaudido el discurso dei
y desvaUdos. En el Colegio Salesiano del Campe! lO
Sr. Telésíoro Ubios y la poesía del p iro. Calcagno,
se dará á 3us alumnos toda la primera enseñanza
teniente cura de San Ponciano.
completa; se les instruirá en las prácticas agrícolas,
se irán montando los talleres que las circunstancias
aconsejen y permitan, y á los alumnos que se d ’stin
gan pKDr su aptitud y especial« aficiones se Ies ins
truirá en los conocimientos superiores que corres
ESPAÑ A.
pondan.
Con esta breve idea de lo que es un Oratorio ó
ALICANTE. — Como anunciamos en el número
Cclegio Salesiano, pueden comprender nuestros
de Diciembre del año pasado, damos ahora los
lectores cuánto y cuán grande bien hace y hará el
pormenores de la Solemne Inauguración de la Casa
destinada á la Obra de los Hijos de María. Los to del Campello. Por de pronto, los moradores de toda
aquella comarca, en que se encuentra, tienen donde
mamos de « La Voz de Alicante 3 i-X *. Después
recibir con facilidad enseñanza moral y religiosa
de haber hecho un hermoso resumen de la obra
y nos sirvió de grande alegría y satisfacción oir de
del Ven. D. Bosco, continúa:
labios del Superior que necesita agrandar la capilla
En suma, la obra de D. Bosco es la verdadera
por resultar pequeña para contener á los que acu
revolución de bajo á arriba, pero revolución santa,
cristiana y civilizadora que arranca á los abando den los días festivos á oír la Santa Misa.
Aún cuando y a hace días que cuenta con alumnos
nados de la suerte, del camino del vicio, de la co
rrupción y del crimen, para convertirlos en ciuda este centro, su inauguración solemne se verificó
danos honrados que sepan cumplir sus deberes do el día 24 del actual, fiesta de San Rafael, por
mésticos y sociales y puedan un día ser por sus vir medio de una interesante velada que presidió el
reverendo Padre Inspector de las Casas de Es
tudes los verdaderos regeneradores de la patria.
Por la misericordia de Dios no nos vemos los ali paña. con ocasión de haber venido á hacerse cargo
del estado de esta nueva fundación. El acto, al que
cantinos privados de esta tan santa y hermosa obra
asistieron los señores Curas de San Juan y Campello,
habiéndose valido su providencia para este fin de
el alcalde de este pueblo, el Senador D. Juan Pola piedad de una ilustre y nobilísima dama. Doña
veda. otros señores sacerdotes, muchas personas
Piedad Téllez Girón, Duquesa de Medina de Ríe
Seco, E l lugar, á medio kilómetro del mar y en te distinguidas y no pocos habitantes de la comarca,
rreno alto y despejado, proporciona inmejorables resultó ameno é interesante y sumamente grato
condiciones de higiene, salubridad, alegría y espar para cuantos tuvieron la satisfacción de asistir
á éL Después de una marcha de intruducción, los
cimiento, y su proximidad al pueblo del Campello
alumnos cantaron un hermoso himno alusivo al
del que solo ¡e separa el cauce del Río Seco, ofrece
acto. E l señor Cura del Campello. Don José
á su vecindario un centro de cultura y educación
al alcance de todos, porque es gratuita para los p>o- Cuadrado, expuso con elocuente frase y de un
modo verdaderamente magistral y conmovedor
bres y verdaderamente regeneradora, porque es
el carácter de la obra de Don Bosco, la brillante fi
cristiana. E l otro pueblo más inmediato es San
Juan del que le separan poco más de tres kilóme gura de este héroe de la abnegación en el campo de
la caridad cristiana, y la imiX>rtmicia. significación
tros, y no sólo llega á él la benéfica influencia de
llegó al exüemo, y entre el estruendo de cohetes y
bombas v los acordes de la banda se oían aironadores vivas al Padre de la juventud, al amigo de
los niños. El nueve de Setiembre será de memoria
perdurable para los habitantes de Rodeo del Medio
y sus contornos, pues en él reinó esa expansión y
alegría pura y noble, hija de la gracia, patrimonio
exclusivo de los que creen, y preludio de las alegrías
de los ángeles.
NOTICIAS VARIAS.
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y alcance que para los individuos, para las familias
y para .a vida y prosperidad de estos pueblos ha
de tener el Oratorio Salcsiano delCampello. El dis■ curso del Sr. Cuadrado fue por todos aplaudido y
muy lustamente celebrado. Alternando con un Av/'
María, La última preghiera di Don Bosco y una ro
manza cantada, se leyeron y recitaron inspiradas
píjcsías y el acto acabó con una expresiva saluta
ción de gratitud y gracias del Rdo. Inspector,
dejando en todos los asistentes gratísimo é impere
cedero recuerdo tan amena é interesante velada
que tuvo también por fin celebrar el fausto acon
tecimiento d(í haber sido declarauo Venerable su
í'und idor y Padre. D. Juan Hosco.
Bien podemos agradecer á Dios haya hecho llegar
hasta nosotros la importantísima y trascendental
obra de Don Bosco. El deber de los buenos católicos
es apoyarla para que prosp>ere, y en particular de los
alicantinos para que se nos aproxime y llegue á insstalarse en nuestra misma ciudad donde tantos y
tan grandes habrán de ser los frutos que producirá
y el bien que nosotros reportaremos.
salvación en esas inteligencias sencillas y en esos
corazones jóvenes que más expuestos están á la
perversión moral, A este respecto nos manisfestaba
el P. Director que esperaba ver, dentro de poco,
cobijarse á un millar de niños á la sombra del
Oratorio.
Y en verdad que es hermoso ver allí á los pies
de una hermosa imagen de María Auxiliadora, ele
vándole sus plegarias, á varios centenares de niños,
verlos enseguida asistir á las conferencias religio
sas y á las clases de instrucción, para entregarse por
el resto de la tarde á los más honestos y agradables
pasatiempos.
Obras como ésta merecen el aplauso y la coope
ración de todos los católicos; y nosotros, en nues
tro deseo de ver realizarse, para bien de los niños
desvalidos y abandonados, la hermosa esperanza
del P, Director, llamamos la atención hacia el Ora
torio Festivo á las personas caritativas, á las que
con su óbolo pueden cooperar á esta simpática obra
de bien social.
SANTIAGO.
De un periódico de la Capital extractamos y pu
blicamos integralmente:
Hermosa obra.
Anexo al Colegio del Patrocinio de San^José. de
esta capital, existe una obra en todo análoga á las
que fundara el gran don Bosco, con el nombre de
Oratorios Festivos. Esta Institución tiene un fin
altamente benéfico, cual es recoger á los niños
vagabundos en los dias festivos y llevarlos allí
para instruirlos y proporcionarles agradables pasa
tiempos.
L a interesante obra social que nos ocupa está
situada en un terreno que para este fin cedió el
respetable caballero don Pedro Fernández Concha,
en la callo Coquimbo, entre San Isidro y Carmen.
Allí en un establecimiento arreglado al efecto y
en el amplio patio, se encuentran muchas clases
de juegos con que se entretienen los 300 niños que
frecuentan la obra.
Al frente de ella se encuentra un R. P. salesiano
dol Patrocinio que, acompañado de otros, tiene á
su cargo la enseñanza religiosa y moraj de esos
niños que tanto la necesitan.
Para los CíCetos de la instrucción, los niños que
asisten están divididos en diez secciones, según su
grado de conocimientos; y cada una de estas sec
ciones es objeto de particular atención.
Con una organización como ésta, y con el atrac
tivo de los muchos juegos con que cuenta el Orato
rio Festivo, fácilmente se comprende que la asis
tencia dg esos niños que n:\da tienen que hacer, fuera
de \ agar por las calles, haya ido en aumento desde
el día etj que la mano caritativa de los virtuosos
hijos del Venerable ikísco, les abrió las puertas de
este patronato dominical.
Los gastos que la obra del Oratorio ocasiona sin
duda no son pocos, pero sus directores creen que
seguirán contando, como hasta ahora, con la ge
nerosa ayuda de las personas pudientes, tanto más,
cuanto que ha dado ya opimos frutos esta obra de
Cooperadores Salesíanos difuntos.
ESPAÑ A.
Sra. Da. Ma. Antonia Delgado Aracena (Huelva)
» % Petra Mondejo Alcalá de Henares (Mad.)
* » Manuela Llórente
>
»
Sr. D. Francisco Villalba
»
»
* . » Diego Ruiz
Algueña (Alicante)
Rdo. Sr. D. Francisco March Agramunt (Lérida)
Sra. Da. Antonia Magdalena
Béjar
* » Juana Bernal Hernández
»
»
> Juana Orgaz
>
Sr. D. Gabriel Bañólas
Barcelona
* * . Alejandro M. Pons
»
»
* José Cros
»
»
» José Torrens y Serra
»
Sra. Da. Aquilina Villarino Cangas (Pontevedra)
* * Honorina Sallasa v. de Ibañez Coruña
Rdo. Sr. D. Juan Aguilar
Calanda (Teruel,
Sr. D. Pedro Torres y Torres Fuente la Higuera (Va
lencia)
Sra. Da. Francisca Paláu y Gil Ibiza (Baleares)
Sr. D. Bernardo Moreno
Málaga
* Pedro Villa y Tortosa Mogente (Valencia)
* Salvador Marti Calatayud »
»
* Lucas Arneros
»
»
* Antonio Prats y Boluda
»
*■
Sra. Da. Josefa Carreres y Ridaura »
'
* Dolores Tortosa
»
»
» Josefa xMás y Cañete
»
*
» -Ana María Donat Polop
,»
»
» Matilde Mendiluce
Málaga
Sr. D.
-Angel Fernández Hurtado
*
Rdo. Sr. D. Cándido Soriano
Moya (Barcelona)
» * » Antonio Muñoz Arteaga Minas de Riotinto (Huelva)
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JO SÉ GAM BIN O.
Turin, Ti|>. Salesiaua. (ü. S.) — Via Cottolengo, 3^
-
Fecha
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1908.01