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Título
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BS_1906_09
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre 1906
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extracted text
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5»
AÑ O XXI
S e tie m b r e d e 1906
N. 9
52 .
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Boletín $ale$inno
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0‘
cS).
Turín - Oratorio do S. Francisco de Sales
SUMARIO: El Sgdo. Corazón y el Papa
. . pd^. 235
Dios lo q u i e r e ...................................................... »
228
B i b l i o g r a f í a .......................................................................
S. Francisco de C a lifo r n ia .................................. »
229
II Sesión del Congreso Salesiano de Lima . . » 231
De nuestras Misiones: China (P.Fergnani).
. » 232
Bolivia: E xcursión al Territorio délas Colonias,
Conclusión (P. Santin elli)..................................»
234
De Italia á China (Diario del viaje)................... »
238
Gracias de María A u x ilia d o ra .............................>
240
Tesoro e s p i r i t u a l ................................................. >
243
Variedades: Oda d D . Bosco (M.
Grana) . » 244
^
«
Por el mundo salesiano: España: Sarrid, Vitoria,
Vigo, Salamanca, Cádiz, Sevilla, Ciudadela. —
América : Bogotá, Cartagena, Valencia, Mercedes,
Buenos A ire s . .
.........................................>
245
Necrología: Sra. D.* Rosa E. Andrade de D ávila;
D. Francisco Baliamo.nde ; Cooperadores difuntos»
Memorias biográficas de Mons. Lasagna . . . »
G rabados: limo. Sr. Tovar - Exposición Salesiana
de Lim a: Sección de Arequipa - Pupilos del
Hospicio Salesiano de Macao - Mons. Bavona S e v illa : Certamen catequístico - Sra. D » Rosa A.
de Dávila.
El ^gdo. Corazón y el Eopa
UAL es presentemente el co
razón cristiano que no lata
de amor por el Corazón
de Jesús, cultive su devoción y anhele
ver establecido en todo el mundo su
reinado? En él vemos el vínculo de
unión de Dios con el hombre y de los
hombres entre sí, la esperanza de las
naciones, el remedio de grandes males.
No es una devoción vacía, que nada
signifique y nada represente, que no
aporte utilidad, que no nos interese:
no; es al contrario una devoción fe
cunda, consoladora, productora de fe
licidad espiritual y temporal. En ella
está la devoción á la Providencia, y
la Providencia es lo más consolador,
lo que más levanta un corazón abatido,
lo que más enciende un alma ardo
rosa y comunicativa; es ella el símbolo,
y algo más, la prenda de la caridad
de Jesucristo, y bajo este aspecto viene
á identificarse con la devoción al Smo.
Sacramento, compendio y maravilla de
este mismo am or; en ella se cifra el
catolicismo más puro, el fervor más
acabado, la perfección cumplida. Las
almas la ensayan y al punto experi
mentan efectos sorprendentes, como
águilas remontan el vuelo á las alturas
serenas de la perfección m oral; las
comunidades la prueban y se sienten
fervorosas y felices: testigos la B. Mar
garita de Alacoque y el P. de La
Colombiére, el P. Hoyos y D. Bosco,
por ejemplo; los pueblos también y en
masa, atraídos por su delicioso per
fume, se acercan á gustarla y un há-
— 226 ---
1
lito de vida circula por sus venas, y
se entusiasman y le modelan estatuas
y le erigen monumentos y le levantan
magníficos Santuarios en la cima de
los montes, dominando las ciudades y
los reinos, y los mares, y no conten
tos aún, se le consagran y ofrendan.
lin medio de tal 'movimiento y en
tusiasmo, como rueda motora, ó mejor
dicho, como centro de unidad y de
orden, cual comandancia suprema, se
yergue majestuoso el Ungido del Se
ñor, el Vicario de Cristo. Inocencio
XII y Benedicto XIII la bendicen y
recomiendan , Clemente XIII ya la
extiende oficialmente por algunas dió
cesis; hacen lo mismo Pío VI y Pío
V il, y bajo el papa de los grandes triun
fos y de los grandes infortunios, Pío IX,
se derrama, cual saludable bálsamo, y
abarca como iris • de ventura toda
la Cristiandad. Bajo su pontificado se
levantó el famoso Santuario de Montmártre; él mismo comenzó el de Roma
y hubiera consagrado al Corazón Di
vino la humanidad entera, si la Pro
videncia no hubiera reservado esa glo
ria al Papa de los Obreros, Léon XIII.
Sin embargo, ya desde entonces se le
consagraron muchísimas diócesis, todas
cuantas quisieron.
León XIII confió á D. Bosco la
construcción del Santuario votivo de
la ciudad eterna, comenzado por Pío
IX, y siguiendo las huellas de sus pre
decesores, se dedicó con esmero á
mantener cuidadosamente, determinar
é impulsar aquella forma debidamente
sancionada de cristiana piedad, que
consiste en el culto del Sacratísimo
Corazón de Jesús, lo que hizo princi
palmente por decreto del 28 de Junio
del 1889 elevando d rito de primera
clase dicha solemnidad (i).
Lo cual ya fué mucho, pero no era
(i1 Kncicl.
1899.
sacrtjm del 25 de Mavo de
suficiente á este hombre extraordinario,
nacido para lo grande y sublime : las
llamaradas de su corazón eran tan
gigantescas, como los rayos de su inteligencia soberana: cuanto tocaba, por
pequeño que fuera, lo engrandecía como
engrandece la lente los objetos. Ahora,
tratándose del Corazón de Jesús, mo
numento de suyo tan grande, que no
puede hacerse más, no era posible que
se contentara con términos medios, con
obras mediocres. De tiempo atrás aca
riciaba su mente vastísimas ideas; ideaba
una forma de obsequio más esi^léndida,
que fuera como remate y corona de
cuantos honores se habían rendido
hasta entonces al Sacratísimo Corazón,
y que confiaba le sería gratísima á
Jesucristo Redentor (2). Sobrevinieron
del cielo circunstancias impulsivas : una
religiosa de Portugal, cuyo nombre
quizá en no lejano día figurará en el
álbum de la Iglesia al lado de Mar
garita de Alacoque, recibió y comunicó
al gran Papa las órdenes dal Corazón
divino, y así por medios providenciales
se llevó á cabo el gran triunfo del
Corazón Sagrado: la Consagración del
mundo entero á El; preludio de su
imperio definitivo sobre la familia y la
sociedad: imperio que debemos todos
apresurar con nuestra actividad y nues
tras oraciones, porque en él está la
esperanza de una vida más próspera
no sólo para las familias, sino también
para las sociedades y naciones, porque
restablece y refuerza los vínculos que
por ley natural unen también á los
Estados con Dios (3).
El astro desciende al ocaso, ilumi
nando ampliamente los horizontes de
la Iglesia y dejando imperecedero re
cuerdo de su paso por la tierra.
Pío X recoge la herencia de su an
tecesor (q. D. h.), y asegura al Corazón
de Jesús el imperio de las almas.
(2^ Ihid.
(3) Ibid.
1
— 227 —
i
i
La devoción del Corazón Sagrado
es la devoción del amor, y el amor
tiende por naturaleza á la unión, como
los ríos á la mar. De aquí el admi
rable paralelismo, ó mejor, la identi
dad entre esta devoción y la Sta. Euca
ristía. Los herejes que en el siglo XVII
apartan á las almas de la Santa Co
munión, son los mismos que combaten
la devoción naciente, y los mismos que
atacan la persona del Papa y su au
toridad. A l contrario, las parroquias y
comunidades donde florecía el amor al
Smo. Sacramento y las almas gustaban
de este alimento celestial, dieron pronto
hospedaje 4 la devoción del Corazón
de Jesús ; y la experiencia atestigua
que cuando un párroco, un rector de
Colegio, un jefe de familia quieren le
vantar el nivel moral de sus parro
quias ó casas, y comienzan por asentar
sobre sólidos fundamentos la devoción
al Corazón divino, luégo viene como
natural el hambre del pan celeste y
con él la robustez del alma, el vigor
del corazón, la grandeza del espíritu,
la puridad de las costumbres.
Por eso Pío X, tan experimentado
en el arte de ganar las almas, cuando
vió que la devoción al Corazón de
jesús, vivificada por Léon XIII, había
germinado suficientemente y que en la
cristiandad se experimentaba el ansia
viva de una unión más íntima con su
Divino Fundador, da su admirable De
creto sobre la comunión frecuente. De
este modo, cortando divisiones y aquie
tando conciencias tímidas, abre á los
fieles las fuentes de la vida.
Por lo demás, el Papa ha procedido
en eso, como en todo, con admirable
prudencia, y seguido las enseñanzas
y la práctica de los Santos. S. Fran
cisco de Sales en su Filotea (parte 2*
cap. X X I) nos ha dejado una hermo
sísima página sobre el asunto; S. A l
fonso fue apóstol de la comunión fre
cuente, como lo prueban casi todas
sus obras, y él á su vez no hizo sino
seguir los .escritos de los S.S. Padres,
de los doctores y de los varones apos
tólicos. De D. Bosco nada decimos.
Bien sabidas son sus enseñanzas y sus
prácticas.
La doctrina de Pío X que, tal vez
haya causado asombro en espíritus
asombradizos cuando no farisaicos, no
ha recibido sino alabanzas, adhesiones
y cumplimiento de parte de los que
saben lo que vale una comunión, como
lo sabía el ilustre P. Lacordaire, se
gún lo demostró cuando, tratándose
de su elección á la academia francesa
y estando con varios miembros de la
insigne corporación, vinieron á avisarle
que le aguardaban unos jóvenes para
confesarse y comulgar; un amigo le
quería detener,-mas él le respondió:
« Dejadme, que no sabéis lo que es
una Cpmunión de menos en la vida
de un hombre, yo no quiero cargar
con ésta responsabilidad. »
Pío IX y León XIII habían alentado
la idea de erigir grandes templos al Co
razón de Jesús; también á Pío X le cabe
gloria semejante: en la cumbre del
Tibidabo se levanta un gran monu
mento al Corazón del amor ; la bendi
ción del Papa ha descendido sobre él
y sobre todos los que trabajan y lo
favorecen, y su voz lo ha recomendado
vivamente.
En fin, en cuanto á la devoción
del Corazón divino, nosotros ya tene
mos trazada la senda por el que no
puede engañarse ni extraviar, y no
tenemos sino seguir por ella y hacer
nos propagandistas de tan hermosas
idea?, apóstoles de prácticas tan salu
dables.
—
22S
D io s lo q u ie re .
este título publica la Revista E l
Sgdo. Corazón de Jesús en el Tibidabo en su N°. 2“ el/ hermoso artículo
<[Lie ponemos á continuación para rej^alo de los lectores del Holetín.
AJO
Ías proczíis de fe ardiente, el valor in
domable, la abnegación sublime que
adornaba á nuestros legendarios hé
roes, no son, no, invenciones fantásticas, ni
impulsos de imaginaciones calenturientas ó
atrevidas.
El grito sagrado, el clarín guerrero que arranca á nuestros mayores de sus patrios lares
y los empuja con la iinj)etuosidad del torrente
contra los adversarios de la fe, es el grito uná
nime, entusiasta, conmovedor que lanzara en
Clermont el Pontífice Urbano y el santo Rey
de la P'rancia San Luis: Dios h quiere.
Sí, el Dios lo (luiere de :ujuel Monarca santo,
es ei clamor en que hoy prorrumpen todos los
amantes del Corazón sacratísimo de Cristo, ante
la empresa gigantesca de levantar un Templo
nacional, expiatorio en la cumbre del Tlbidabb,
el segundo Montmártre, al Rey inmortal de
los siglos, Cristo Jesiis.
Soberana enormidad cpiizá parezca la em
presa comenzada á la faz de España, de esta
católica, nobilísima y heroica España que no
deja día libre en el año sin santas y caballe
rescas efemérides, que guarda en sus historias,
los prodigios más admirables de fe, las gran
dezas más sublimes de un pueblo, las majes
tades más veiUM-andas de la realeza, líis ha
zañas más portentosas de sus hijos, y la variedad,
riqueza, esplendor y encanto de la vida,,
F á cil, sin embargo, es contestar á quien
pregunte la razón de este monumento expia
torio, mediador divino entre Dios y sus cria
turas, dedicado á honrar á Cristo en sg ado
rabilísimo Corazón.
K1 pensamiento del monumento frente á,:la
obra tle los que quieren separar lo que Dios
ha unirlo, es un pensamiento ríe unión, un pen
samiento de caridad, que abrazará en la vida
moderna, todo lo que con la caridad es con
ciliable, un pensamiento de júbilo por la nueva
exaltación del amor ile Cristo ante el egoísmo
asolador que recorre todos los organismos so
ciales.
V asi como en 1676 en Paray-le-Monial,
Dios inspiró á la Bienaventurada Margarita
María de Alacoque que levantase un templo
suntuoso en que se rindiera culto al Corazón
<le Jesús; del mismo m odo, D ios, el mismo
—
D io s, inspiró al infatigable Apóstol de la ju
ventud, al hombre providencial, al venerable
Don Bosco, levantase también un monumento,
un santuario al deífico Corazón en la cima del
Tibidabo, punto el más elevado de la cordi
llera de montañas, que según la poética ex
presión del inolvidable vate catalán Mosén Ja
cinto Verdaguer, son ¡as montañas dadas pot
Dios á ¡a ciudad de los Condes.
De Dios que habló per boca de su fiel siervo
el ínclito fundador de la Pía Sociedad Salesiaiia,
limo. Sr. Tovar, Arzobispo de Lima.
del hombre leyenda, del padre de la juventud
desheredada, del Vicente de Paúl de los tiem
pos modernos.
Hoy que por desgracia de cada uno y de
todos, vemos y lloramos desatadlo aquel ben
dito lazo de unicSn que hacía del pueblo his
pano, el más aguerrido, caballeresco y grande
de la tierra, hoy que llegan hasta nosotros las
locuras y alaridos de la revolución con su espí
ritu anárquico-dinamitero, las impiedades mons
truosas del derecho nuevo y los torpes alardes
de mentidas innovaciones que aspiran á de
rrocar de su solio el reinado social de Cristo
para acabar conculcando el imperio de la verdad
y la justicia; hoy es día y día improrrogable
de acudir en auxilio de nuestras creencias, de
nuestras venerandas tradiciones, de cobijarnos
bajo las anchurosas naves de los Templos cris-
m
— 229 —
líanos para avivar nuestra fe y alentar nuestra
caridad, y si hasta aquí hemos demostrado que
supimos luchar con el acero, la espada y la
j>luma, en defensa de la Religión y de la patria,
patenticemos á los siglos venideros que en el
siglo XX aun vive la católica y noble España
en el legendario Cordado Catalán, la patria
de San Fernando y Jaime el Conquistador, que
hermanando sus recursos con sus sentimientos,
levanta un monumento cristiano, un coloso de
piedra, en el Montmártre español, que domina
la industriosa ciudad de los Condes.
Quédense á un lado pequeñas divisiones,
rencillas estériles; la felicidad de la patria, la
gloria de Cristo, el triunfo de la Cruz, reclaman
nuestros auxilios; del lujo embrutecedor, de los
fastuosos trenes y festines cercenemos siquiera
una pequeña partecita, que si el Corazón de
Jesús ha ofrecido bendecir las casas en que la
imagen de su Corazón sea expuesta y honrada,
con mayor razón podemos esperar premiará y
bendecirá á los Cooperadores de su Obra e.xpiatoria, y con su bendición vendrá la paz que
hoy todos necesitamos, tanto en el orden social
como en el político y privado.
Una limosna, pues, católicos, especialmente
catalanes.
Nada más queda por añadir: el programa
está propuesto, con la ayuda de. todos espe
ramos verlo realizado, ni las dificultades nos
arredran ni las dudas per el éxito se nos ocurren,
poique todo lo grande, noble y extraordinario,
es propio y caracterísco de nuestra raza, á los
admiradores de la Empresa y á cuantos aspiran
al triunfo y advenimiento del Reinado social
de Jesucristo y con El, el de España, á todos
llamamos sin exclusivismos ni reservas.
A la pléyade ilustre de publicaciones cató
licas que con entusiasmo y constancia sustentan
la devoción del Corazón de Jesús, rogamos nos
ayuden con su voz. de resonancia tanta como
re^peto y valer, estimulando en sus entusiastas
y generosas columnas, suscripciones para el
Templo que el Corazón de Cristo pide se eríja
en el Tibidabo de Barcelona.
J. V.
B IB L IO G R A F IA .
Historia Sagrada. Antiguo y Nuevo Testamento por
el Z?r. .S". AT. SchusUr. Edic. esp. por D. Vicente
Orii y Escolanf». 114 lámiíias y 2 mapas. I'riburgo
de Brisgovia (Alemania) Herder.
Perdona y olvida. Novela premiada por Ernesto
Lingen, 4* obrita de la serie « Las Buenas No
velan ». Trad. de Eloiiio Nácar con 12 ilustraciones,
i 12 (IV y 4,;2 pág.i Rúst. fr. 3,50, ene. lujosaalL- 4 ,b5 H erd er
ih id eu:).
i|jB
s|ra
$an Francisco k California
Después de la catástrofe.
Oakland, 12 de Mavo de 1006.
Amadísimo Padre Rúa,
^Hora que las llamas han cesado y se
comienzan los trabajos para levantar
la nueva S. Francisco, más hermosa
que antes, y a puedo comunicarle noticias de
talladas acerca de nuestra situación. '
De.sde los primeros instantes del desastre, se
declaró el estado de sitio que fué rigurosamente
observado, de manera que á cuantos eran cogi
dos en robo, se les fusilaba inmediatamente :
así perecieron también muchos inocentes. Nadie
podía entrar sin pasaporte en la ciudad y aun
los que estaban dentro , se veían obligados á
salir. Los bajeles y trenes prestaron gratuita
mente toda clase de servicios, y así en pocas
horas se habían puesto en salvo más de 200,000
personas. E sta ciudad abrió sus iglesias y casas
para recibir las inundaciones de gente que llovía
de todas partes, y los alimentó y cubrió con ad
mirable generosidad. Y a la primera noche ha
llaron techo y abrigo 150.000 fugitivos. Nosotros
asilamos 350, alimentándolos y vistiéndolos
como mejor pudimos.
Entretanto, el telégrafo comunicó el desastre
á todo el mundo y ya desde el segundo día co
menzaron á llegar trenes de socorros de las ciu
dades circunvecinas. El Gobierno decretó en
el acto un auxilio de r.500.000 dólares, que
unidos á otros, llegaron á 6.000.000. América
se ha mostrado á la altura de la circunstancia;
magriánima y con esi>ontánea gcnerosida<l con
tinúa enviando convoyes con w-.slidos, camas,
conservas, harina, pan, carnes, huevos, ])a.sta.s,
judías, en tal abundancia,que se pueden alijncnlat cómodamente 300.000 fugitivos. Ahora la
distribución es ordenada, pero en los ])rimeros
momentos era una verdadera rapiña, donde sa
lieron áírosos los especuladores y atrevidos. Una
gran parte de los fugitivos están acampados
bajo tiencias, otros hospedados en casas parti
culares y muchos están y a trabajando en dcs’Tibarazar la ciudad, ganando zy., dólares
diarios, otros arreglando las casas que quedaron
'.-n pie, y no seráñ pocos los que emigrarán á
..«tras naciones ó volverán á Europa.
Aquí en Oakland nos perdonó el fuego, pero
no el terremoto, que causó gravísimos daños :
m
— 230
vinieron á tierra grandiosas fábricas, nuestra
iglesia sufrió apenas algunas grietas y la rotura
de dos estatuas.
'
Nuestros Aermanos de la parroquia de San
Pedro y S. Pablo, que se consideraban ya libres
del fuego, sanos y salvos, de todo peligro, no
j)cnsaron ni siquiera en salvar algunos o b jetos;
pero les salió la cuenta al revés porque el fuego
que al principio parecía que no había de llegar,
en breve los acometió por dos partes, y apenas
les dió tiempo de ponerse á salvo.
A las 2 de la mañana del segundo día llegó á
Oakland el P. Piperni con el Smo. Sacramento
salvado de dos iglesias y con algunos registros
y libros parroquiales. Para huir las llamas
tuvo (¡ue costear la bahía á pesar del aire infla
mado que se respiraba. Los Padres Redahán y
Buss permanecieron algunas horas en el lugar
del desastre y pudieron transportar algunos
objetos á la casa de un italiano en la cima del
Telcf’rafe hill. Y como ya la iglesia bamboleaba,
se apresuraron á huir por el único paso libre que
quedaba. Pero temiendo todavía que la casa
donde habían dcj)ositado los objetos se quemara
como todas las otras, los sacaron de allí ai campo
abierto, detrás del promontorio ; mas no se sabe
cómo, taml>ién allá llegaron las llamas y devora
ron todos los i)aramentos y los estandartes de
Uus diversas Congregaciones parroquiales, mien
tras que la casa del italiano quedó libre como por
encanto. Efectivamente todas las casas al re
dedor eran presa del fuego y los soldados habían
intimado salir á la fam ilia; ellos obedecieron ;
pero deseando salvar su hacienda y habitación,
entraron do nuevo sin ser vistos y subiendo al
techo, se pusieron á luchar con el fuego, usando
vino á falta de agua cada vez que el elemento vo
raz atacaba las paredes. Otras familias también
salvaron sus casas derramando miles de buriles
de vino. Menos afortunados los Salesianos, vi
mos devorada por las .llamas nuestra hermosa
iglesia, con todas sus magníñeas estatuas, sus
decoraciones, sus bancos, el gran cuadro clásico
de S. Pedro, el órgano, todo en suma. Las camjíanas las fundió el fuego y hasta la misma esca
lera de granito que daba entrada á la iglesia
quedó rajada y destruida.
Ahora debemos comenzar de nuevo. El Padre
Piperni ha habilitado de capilla una remesa ó
cochera ; los PP. Redaban y Buss dan vueltas
por los campamentos socorriendo á cuantos
pueden y diciendo Misa á camjx) raso ; los PP.
Piovano y Puch e;>tán en Cor/>us Chrisíi y asisten
á los católicos do esos lugares. La iglesia y casa
de esta última {K>blación sufrieron muchas
averías, j^cro quedaron en pie y.se pueden usar.
Mientras dure la repartición de socorros, todos
pueden vivir sin grandes estrecheces.
Gracias á Dios, el trabajo en S. Francisco
aumenta y más de 150,000 han encontrado
ocupación : se descombran las calles, se reparan
los carriles de los tranvías eléctricos que el fuego
y el terremoto removió y torció como delgados
alambres. Muchos levantan casitas provisorias,
otros abren tiendas, mientras otros echan los
fundamentos de grandes fabricados y los carros
eléctricos tom an á dar animación á las calles.
Con todo, la desgracia es grande : muchos
millonarios han quedado igualados al más infe
liz de los jornaleros. Muchos de la Colonia ita
liana, que pasa de 30.000, deben luchar de nuevo
para formarse un peculio. La situación de los
italianos estaba prosperando : y a tenían cuatro
bancos, dos iglesias, varias escuelas, muchas
tiendas y bodegones y habían desarrollado en
gran escala la industria agrícola , sobre todo en
hortalizas y fruta. También la pesca, era casi
exclusivamente suya.... Muchísimos eran em
pleados de las fábricas... y éstas también han
sido destruidas; otros tenían pequeñas propie
dades, pero sin asegurar, y .el fuego las ha de
vorado ; más de 30 perecieron en las llamas ó
bajo los escombros, y los heridos son muchos.
Por lo pronto, más de 20,000 están sin techo
y sin dinero y con numerosa familia. Por ahora
es verdad, reciben socorros abundantes, pero el
porvenir es incierto. Y lo peor es que los pro
testantes, que nadan en riquezas, se valen de
la ocasión y muchos italianos recibirán el pan
á costa de su fe !....
Le he escrito esta carta sin orden ni concierto,
pero S. R. sabrá compadecerme. Además, á
cada instante tengo que cambiar de idioma y
veo que acabaré por confundirlos todos.
S. Francisco era ya una ciudad importantí
sima, cada día adquiría prosperidad : desgracia
damente crecía también en maldad y corrupción.
El Señor la ha detenido en su camino, tal vez
para encarrilarla por las sendas del bien. La
lección ha sido terrible ; felices los que sepan
aprovecharla.
Besándole la mano y suplicándole se sirva
saludar á los demás superiores y hermanos, me
declaro
D. V’. R. hijo afino, in C. J.
AN D R É S B E R G E R E TTI
Salcsiano.
—
L A S E G U N D A S E S IO N
del Congreso do Cooperadores de Lima [Perú]
3 de Mayo celebróse la 3* sesión del Congreso
de Cooperadores, en la espaciosa capilla del
Colegio de Breña, convenientemente arreglada. To
maron asiento en el Estrado el Ilrao. Sr.Costamagna
el Sr. Carlos Elias, presidente del Congreso, el Sr.
Carlos Mujía, Encargado de Negocios de Solivia,
Meas. Carlos García Irigoyen, secretario particular
2?I
—
rador debe suscribirse á Revistas ó diarios antica
tólicos.
Después que el coro de alumnos entono un pre
cioso canto, tittilado Campanella d'Aprile, el señor
•Mujía declamó con toda corrección una preciosa
poesía, que cautivó á la concurrencia,, qiie no ce
saba de aplaudir á su autor al terminar cada estrofa.
El señor doctor Pablo Antonio Rada ocupó en
seguida la tribuna y atrajo la atención del auditorio
con un brillante discureo,siendobaslante aplaudido.
En este discurso pone de relieve la actualidad de la
Obra Salesiana, que es tan moderna, útil, práctica,
sobre todo por las Escuelas y Talleres profesionales.
LIMA (Perú). — Exposición salesiana - marzo 1966 — Sección de ¡a Casa de Arequipa.
del .Arzobispado y el Sr. Pinillos, vocal de la Corte
Superior de Justicia.
Í..OS demás asientos estaban ocupados por dis
tinguidas personas entre las cuales se hallaban sa
cerdotes de ambos cleros.
Se dió principio á la sesión con el Himno del
Colegio Salesiaró.
Una vez abierta la .sesión, ocupó la tribuna el
doctor Viciar González Olaechea^ y pronunció un
importante discurso sobre la prensa católica, que
mereció nutridos aplausos del auditorio
El Congreso aprobó esta proposición de S. S.
León X III, invocada por el orador ; « Débese le
vantar fuerte muralla que contenga esta avalancha
del mal que cada día invade más terreno. Se deben
contraponer escritos á escritos. ♦ Ningún Coope-
E 1 R. P. Siche., secretario del comité organizador
del Congreso, en los intermedios dió lectura á tres
acuerdos importantes. El primero de ellos se re
fiere á la protección que debe merecer la prensa ca
tólica ; e) segundo trata de la educación de los
obreros y el tercero de la devoción á María A uxi
liadora.
La lectura de estos acuerdos íué recibida con
aplausos.
Finalizó la sesión con el discurso del Iltmo. señor
Costamagna, que se ocupó extensamente de la de
voción que debe merecerles á los cooperadores salesianos la Virgen Auxiliadora.
Como digno remate del grande triunfo salesiano,
se Oendijo la primera piedra de un gran templo
á María Auxiliadora.
Ci)lna
I P o r fin h em os co m en zad o !
{Carta dcl P. J. Fergnani).
Amadísimo P..Rúa,
asunto de la presente es una serie
de circunstancias, pequeñas en apa
riencia, pero que tienen ])ara nosotros
la mayor importancia. Como S. R. sabe, llega
mos á Macao después de 27 días de navegación
que más parecieron una vuelta de placer que
un largo viaje de m ar: fuimos recibidos con la
mayor espansión y entusiasmo de toda la ciudad ;
nos alojamos durante una semana en casa de
los Padres Jesuítas y ellos nos colmaron de finezas
como para no dejarnos experimentar la na
tural tristeza que produce la primera ausencia
de la patria querida. En seguida fuimos á nues
tra pobre casita, pero nosotros solos, porque no
hay sitio para más y falta casi todo, puesto
que no nos esperaban sino algunas semanas des
pués.
Ahora hemos recibido ya á nuestros huerfanitos. Bendito sea Dios ! Por fin hemos empe
zado!
Cuando se considera, amado Padre, y S. R. lo
sabe mejor que nadie, por cuántos años ha sido
la China el objeto de nuestras más ardientes'
aspiraciones, frustradas siempre por los aconte
cimientos, es ésta una gran cosa. Y nosotros lo
repetimos con el corazón rebosando de amor y
gratitud á Dios y á María Auxiliadora ; sí. gra
cias sean dadas al S eñ or: también en el Celeste
Imperio hemos empezado.
Usted, amado Padre, comunicará estas mü>
vas á nuestros Cooperadores, los cuales no pue
den menos de alegrarse do ellas, viendo que el
reino de Dios, mediante su generosidad, va
ensanchando sus dominios. Hemos comenzado!
el árbol salcsiano, como el grano de mostaza, en
breve ha germinado : regado por los sudores de
D. Hosco y do sus hijos, ha crecido vigoroso, y
hoy sus ramos se dilatan dcl uno al otro polo.
¡ Cuántos jovcncitos ha reparado bajo su sombra
bcnólica, á cuántas almas ha jímtegido y librado
en Uis borrascas del m undo! Poro el árbol pro
digioso no había sentido todavía el favor de los
calores que emana el sol oriental. Ahora también
en la China ha brotado el retoño. Amado padre,
quizá podremos olvidar el día que nos despe
dimos de la Patria y el día feliz en que llegamos
a q u í; pero jamás podremos olvidar el día en que
hemos principiado nuestra labor con tan hu
mildes comienzos.
La Divina Providencia ha procedido con
nosotros con la misma solicitud con que las
aves preparan el nido á sus hijuelos. Cada día
una pajita, un ramito, de modo que nuestra
humilde casita el 2 de Abril pudo abrir sus puer
tas á 30 niños, todos pobrecillos. Lástima grande
que no quepan más ! Y sin embargo cuántas pe
ticiones I cuántas insistencias! Basta saber que
en la China la miseria es proporcional á su des
mesurada población.
Nuestros moñuditos son de una docilidad ad
mirable : en pocos días se han acomodado per
fectamente al Reglamento y todo procede á
maravilla, con la regularidad de las casas orga
nizadas de tiempo atrás. Podemos añadir que
tienen una habilidad nada común para aprender,
dotados como están de dos grandes cualidades :
la reflexión y la paciencia.
Pero ya me parece que U. me interrumpe
para preguntarme cómo nos arreglamos con la
lengua. Y yo le respondo que la misma Divina
Providencia nos proporcionó desde los primeros
días un excelente clérigo del Seminario : ha ter
minado sus estudios, y siendo chino sabe el ita
liano y nos sirve maravillosamente de intér
prete. Hace también clsase á nuestros huerfanitos. Por lo demás, las dificultades de la lengua
no nos asustan : en primer lugar el amor posee
un lenguaje secreto, misterioso que no necesita
de los sonidos materiales para hacerse compren
der. Tan así es, que nuestros pupilos juguetean
y se divierten en torno nuestro, charlando sin
cesar, como si fuéramos viejos amigos. Tienen
tanta materia para hablar y tantos asuntos que
contarnos! Y nosotros? vaya... con igual con
fianza les contestamos en italiano y algunas ve
ces en piamontés, seguros de que así, no habrá,
al menos por algún tiempo, contraste ni oposi
ción de ideas. ¿ No le parece esto una ganancia ?
Y después, puedo asegurarle que la lengua china,
aunque por lo que hace á la ortografía, es espi
nas y abrojos, en cuanto á la pronunciación no
lo es tanto. Y la prueba somos nosotros mismos,
que ¡XKlemos ya llamar multitud de cosas con
sus propios nombres, mantener pequeños diá-
233
logos y esperamos á vuelta de pocos meses, ha
llamos en capacidad de hacer clase de cate
cismo.
Y aquí me permito resolver una duda que
puede venir á muchos. ¿ No estamos en una co
lonia europea, antes, en la más antigua de las
colonias cristianas ? Y por esto, ¿no vivimos en
un ambiente civilizado, donde se habla nuestra
lengua por decirlo así? Todo esto es cierto. Y
aun añado que tenemos una doble fo rtu n a :
por una parte el portugués es lengua fácil, y por
—
ron, nos llega un pobrecillo recogido en la calle,
de quien apenas se conocía el nombre de bau
tismo. L a palabra portuguesa rúa (calle) sugirió
al Sr. Obispo la delicada idea de ponerle el
nombre v ap>ellido de S. R., amado padre: José
Miguel Rúa. Por manera que no solamente
Turín posee un Miguel Rúa, sino que también
!Macao, lo cual nos trae al corazón con muchísima
frecuencia, la dulce imagen del Padre. El tocayo
puede verlo en la fotografía á la derecha del Sr.
Obispo.
Los pupilos del Hospicio Salesiano de Macao • China.
(En el medio el limo. Sr. D. Juan Paulino de Azevedo y Castro).
otra gozamos del favor europeo. Pero también
lo es, que si no faltan ni los portugueses ni los
chinos denominados macaenses, son muy pocos
en comparación de los chinos verdaderos. Las
estadísticas arrojan el siguiente resultado : de
los 80.000 habitantes de Macao, los 9 décimos
son de los últimos. Así es que por ahora no tene
mos necesidad de internamos para dar con la
China; etnográficamente hablando, estamos en
plena China, lo cual nos estimula y aguija á tra
bajar más por los hijos del Cdeste Imperio,
siendo como son, los más numerosos y los que
más necesitan nuestro uxilio.
Y á propósito : cuando estábamos ocupados
en la selección de los tantos que se nos presenta-
í.
Padre amadísimo : aquí debiera yo terminar
para no fastidiarle y robarle un tiempo precio
sísimo ; p>ero no puedo hacerlo, sin comunicarle
antes una noticia que le agradará igualmente.
Hoy, primer viernes del mes, y solemnidad de
los Dolores de María Sma., hemos comenzado
oficialmente, para valerme de una frase del día.
El verdadero Señor y dueño tomó posesión de
la casa: no estando todavía bendecida la capilla,
carecíamos del más preciado tesoro : el Smo.
Sacramento. Con tal objeto \úno S. E. Rma. el
Sr. Juan P. de Acevedo, nombre dulce y sabido
y a de todo salesiano, p>ero que nosotros nos com
placemos en repetir agradecidos, no sólo porque
él nos llamó y trajo á su diócesis, sino porque
— 234 -
es nuestra Providencia visible. Oh ! si hubiese
visto cómo gozaba al verse rodeado por la co
rona hermosa de tantos niños que él con más de
recho que nadie, puede llamar hijos sujos. Res Una excursión al Territorio de las Colonias.
pondió con gran cariño á un discursito que le
{Carta del R. P. SantinelU).*
dirigió uno de los niños ; afirmó que consideraba
Conclusión.
ese día como uno de los más bellos de su vida,
porque halda visto realizarse uno de los más Llegada á San Buenaventura. — E l día de
ardionfes deseos, que atormentaban su corazón
S. Rosa y la primera Misa en el Terri
torio de las Colonias. — El general Pando,
de padre desde el primer día que puso el pie en la
Delegado nacional en el territorio de las
diócesis que la Providencia le confiara. Y añadía
Colonias. — Idea topográfica y climatoló
conmovido : La mayor parte de mi rebaño es
gica de los alrededores de Rurrenabaque
chino, á ellos debo pues , dirigir más amorosos
y de San Buenaventura.
cuidados. Y como no faltaban las escuelas para
Reanimado por la tranquilidad de las aguas,
los portugueses, anhelaba ver una inclusa úni
camente para los jíárvulos chinecitos abando sobre cuya superficie plácidamente se deslizaba
nados ; en donde se formaran buenos cristianos nuestra embarcación, y embelesado por las
tantas maravillas de aquella e.xuberante tierra,
y obreros capaces de ganarse la vida. Mis deseos
están cumplidos. » Y así continuaba en frases no había advertido que no.s acercábamos á una
hacienda llamada 5 . Miguel.
lüdagadoras para nosotros y de gran veneración
Allá nos esperaba un encargado del general
]>ara con nuestro j^adre D. Hosco, y terminaba
exhortando vivamente á los niños á corresponder Pando, el Sr. Capitán Salinas. Entonces dejamos
el callapo y j tintamente con el Sr. Guzmán y dicho
á tanto amor y á tantos sacrificios.
Sr.
Salinas, seguimos el viaje en una barca ó balsa.
Los huerfanitos recibieron de las mismas ma
A las 7 de la noche del 29 de Agosto arriba
nos de S. Sía. una camándula de cinco dieces y
los rezan todas las mañanas por sus bienhecho mos al puerto de Rurrenabaque, á cuyo lado
opuesto encontré la población de S. Buena
res, con el alegre gorgeo de los pájaros.
ventura, residencia del General Pando, Delegado
Concluyo, amado padre, con una súplica y
Nacional del territorio de las colonias. El Sr.
un voto : el nuevo camjJo que nos ha confiado
la Providencia es quizá el más vasto que se pre Salinas nos hizo saltar á tierra y al momento
senta á nuestra Congregación ; pero de los Coo anunció al General mi llegada. Este anuncio y
la primera entrevista, fué un momento de emo
peradores depende el (jue jxjdamos aumentar
el numero do nuestros huerfanitos. En una pa ción. El General había sabido ya el incidente de
labra, tenemos necesidad de una casa capaz Salgebra y dudoso de nuestra venida, esperaba
nuevas noticias ; en cuanto á mí, llegado al
de 100 huerfanitos. Si el correo no falta,
ésta llegará á tiempo para presentarle los ob puerto, me parecía haber pasado de la muerte
á la vida.
sequios do esta su pequeña familia china para
Pasados, pues, los primeros cumplimientos y
la fiesta de S. Miguel. Pues bien, acéptelos tam
bién en esta jerga de los chinos : Nosotros « le después de haberle dado las noticias de lo acae
ih'st'amos el cspiritii del caballo! » Extrambótica cido al carísimo P. Re5mcri, que él conoce perso
nalmente y con quien tiene íntima relación, ce
frase cpie significa toda suerte de bienestar y
vigor.
namos en medio de la más viva conmoción y es
peranza de un futuro Instituto Salesiano de artes
Y con tal voto, que el Señor le conceda siem]>re mucha salud para llevar gloriosamente ade y oficios en San Buenaventura. Después de la
cena, el mismo egregio General, que vive en una
lante el carro de la Congregación.
Por encargo del P. Director y á nombre de casita de caña, cubierta de palmas, personal
mente me preparó el aposento en su escritorio.
todos, me suscribo
Al día siguiente, 30 de Agosto, día de Santa
De V. P. Rma.
Rosa de Lima, patrona de la América, vo dese
Afino, hijo en J. y M.
aba celebrar la Santa Misa, para agradecer á la
Santa el haberme hecho llegar al puerto sano
J l ’AN FER GN AN I.
y salvo ] y también porque S. Rosa es la patrona
Misionero Salesiano.
de la Inspectoría y titular de nuestro Colegio
de Lima, donde en aquel día se hace una her
mosa fiesta.
Llevaba conmigo el altar p ortátil; pero se
había quedado atrás en una barca que llegó
Bolivla
•) V. Bol. de Agosto, pág. 209.
— 235 —
hacia las lo . Así es que, cerca de las i i pude,
por la primera vez, celebrar la S. Misa y ofrecer
al Di\*ino Sacrificio en la capilla de San Buena
ventura.
Asistieron el General, varias autoridades y el
pueblo. Yo, al paso que daba gracias á la D m n a
Providencia por tantos beneficios recibidos en
este viaje, interponía á la Santa como patrona
de la Obra de D. Bosco en el Perú y Bolivia,
para que á su tiempo la proteja en aquellas co
lonias.
Hacía y a varios días que no había podido
decir m isa ; así es que íué para mí una verda
dera consolación y se redobló la confianza que
nutría de que el buen Dios había aceptado el
sacrificio de nuestro viaje, en bien de tantas
almafe y por el mismo progreso material y moral
de aquellos apartados lugares.
El General José Manuel Pando, desde cuando
era Presidente de la República de Bolivia, se
interesó por la colonización de estas ricas é im
portantes regiones. E l las conocía bien, habiéndo
las visitado otras veces por encargo del gobierno
anterior, y conocía, por consiguiente, más que
nadie, su futuro porvenir.
Terminado el período de su presidencia, aceptó
el nombramiento de Delegado Nacional de aquel
territorio, y sólo por amor patrio renunció al de
Ministro plenipotenciario en Londres, á fin de
poder colonizar y hacer un verdadero bien á su
país, sujetándose á mil privaciones y sacrificios.
No ha pasado todavía un año, desde que el
General Pando está á la cabeza de las autorida
des civiles, fiscales, judiciales y de un escuadrón
de 200 soldados en Rurrenabaque; y y a el estado
de aquellas poblaciones ha mejorado bastante,
especialmente con el desmonte de tierras y aper
tura de caminos. Se fabrican nuevas casas, está
ya por terminarse el nuevo h ospital; están en
proyecto pequeños vaporcitos, aumento de co
lonos, florecientes establecimientos comerciales,
etc., todo va adelante debido á la actividad del
General Pando, que bien se merece un aplauso
y el constante apoyo del gobierno, de las cáma
ras, especialmente por sus proyectos de vías de
comunicación, único medio para avanzar de un
modo real y permanente el intento de colonizar
aquellas tierras con la inmigración.
San Buenaventura, como Rurrenabaque, está
á los 14® 16’ de latitud Sud (P. Armentia).
Fué fundado por el M. R. P. Fray Rafael Sanz,
en 1882 ; con una población de 150 habitantes,
situado en la última colina de las montañas y alplanicies de por allí. Rurrenabaque, que se en
cuentra al lado opuesto del río Beni, es un pueblo
de más antigua fundación y con 560 habitantes.
Florece por el comercio, y con el proyecto de
colonización va mejorando siempre más. Las
posiciones topográficas de estos dos pueblos, son
importantísimas bajo todos los aspectos. Allí
está la llave del comercio, puesto que son puntos
centrales, de los cuales se derraman caminos y
vías de comunicación para todas partes. Al
Norte se comunican con el río Beni, por el ca
mino de Balenones; al Sur con el Mapiri, Puerto
Pando y con el río La Paz, etc.; al Este con las
poblaciones de S. Ana y Reyes ; y al Oeste con
la provincia de Cau-policán.
Su clima, que sin duda es cálido como en todas
las partes del Oriente, mantiene una temjx'ratura, media de 24® centígrados ; es un jniesto
muy ventilado, libre de los mosquitos que pue
blan la mayor parte del Beni, y lo que es más,
libre de fiebres y tercianas. Por consiguiente,
relativamente son lugares sanos ; y algún día,
cuando haya vías de comunicación, ferrocarriles
(especialmente el que pudiera partir de la ciudad
de La Paz), serán, sin duda, ocupados por nu
merosas inmigraciones.
La fertilidad de aquellos terrenos es maravi
llosa. Hecho el desmonte, se cosechan productos
importantes de todo género; como la caña de
azúcar, la yuca, el arroz, el maíz, el cacao, el ta
marindo, las guayabas, limones, naranjas, el árbol
del pan, paltas, café, algodón, etc., y hortalizas
de todo género. H ay abundancia de agua, pastos
para mantener abundantes rebaños lanares, bo
vinos y de cerda.
Como decía , una de las poblaciones de impor
tancia que tienen relación con S. Buenaventura
y Rurrenabaque es Reyes con 800 habitantes,
distante 7 leguas ; Tumu pasa de 800 habi
tantes también, distante 14 leguas poco más ó
menos y situada en magnífica posición. H ay
además otras poblaciones, pero de menor im
portancia, como 5 . José, Iscamas, etc.
E l inmenso departamento del Beni tiene una
superficie de 264,450 kilómetros cuadrados, con
una población de 32,180 habitantes, siendo la
capital Trinidad con 429 almas. El territorio
nacional de las colonias contiene 11,883 habi
tantes en una extensión de 90,000 Km. La ca
pital es Rurrerabaque.
La obra de los hijos de D. Bosco en el Terri
torio Nacional de las Colonias y en el Beni.
— Un día de misión en S. Buenaventura
y en Rurrenabaque.
Los cuatro días que permanecí con el General
Pando en S. Buenaventura, los empleé estu
diando y pidiendo informaciones sobre la posi
bilidad de nuestra obra en aquellas lejanas
regiones. Por lo que pude recoger, observar y
ver con mis propios ojos, no cabe duda que la
obra salesiana sentaría muy bieh aquí.
— 236 —
Se trata de implantar una Escuela de Artes y
Oficios y Agricultura.
En general, aquí no se conoce ni el cultivo, ni
las artes. Con una escuela de tal género y con el
apoyo del Gobierno, se podrán formar, poco á
poco, nuevas generaciones, que se dediquen á
hacer producir aquellas fértilísimas tierras, fa
bricar edificios y manufacturas y trabajar los
inmensos productos de aquellas regiones.
Respecto á la parte moral y religiosa, los PP.
Franciscanos tienen sus misiones en 5 . Ana,
Covendo, Tumupasa, etc.; pero no estaría demás
también la Obra Salesiana, principalmente en
Rurrenabaque, á lo largo del Mapiri, puesto
que tales poblaciones se hallan abandonadas.
El último día de mi permanencia allí, lo pasé en
una especie de misión. El 2 de Setiembre celebré
la S. Misa en Rurrenabaque, estando presentes
el General Pando, las autoridades y el ejército
con la mayor parte de la población. Luego avi
saron que el 3 de Setiembre se daría toda como
didad en S. Buenaventura para bautismos,
confirmaciones, matrimonios, etc. Dicho día,
después de la S. Misa, lo empleé ejerciendo el
ministerio.
Fué para mí un día de santa emoción y de ar
diente deseo de una fundación salesiana allá,
considerando el gran bien que podríamos hacer,
dado el abandono en que se encuentra aquella
pobre gente.
El 8 de Setiembre, consagrado á la Natividad
de iMaría, pude celebrar bajo un toldo en la playa,
regresando al Mapiri. El Sr. Celso Sagardi me
ayudaba la S. Misa : ¡qué impresión no re cib í!
El General Pando, en el tiempo que estuve con
él, me trató no sólo bien, sino con atenciones y
consideraciones particulares. El, según me re
pitió varias veces, ha estudiado la obra de Don
Bosco, las ventajas que reporta á la sociedad,
el bien práctico á la juventud pobre y abando
nada.
Es de opinión que la fundación salesiana en
S. Buenaventura, será uno de los principales
factores de la colonización. Interesadísimo
como está por su pronto desarrollo, me encargó
agradecer á Ud., Rmo. Sr. D. Rúa, el interés
que ha demostrado, añadiendo como cláusula
del convenio, el envío de una comisión informa
dora.
Al partir de S. Buenaventura, sabiendo el Ge
neral que yo, después del incidente de Salgebra,
había seguido el viaje sin medios, ordenó al Te
sorero de la Delegación que me proporcionase
vestidos y todo lo necesario para el regreso, hasta
la ciudad de La Paz y gastos de Waje hasta Lima.
Y aquí debo dar un testimonio de alabanza,
gratitud y afecto al General Pando, por las
consideraciones que se dignó prodigarme y por
la alta estima, aprecio é interés que demuestra
á la Obra Salesiana. Quiera Dios recompensarlo
y satisfacer el deseo del supremo gobierno, con
la pronta fundación de una casa salesiana en el
Beni.
Estamos y a en momentos de regresar. Y á de
cir verdad, la cordial y gentil acogida del Ge
neral, de las autoridades, de los comerciantes
de Rurrenabaque, me hacía sentir la separación
de tantos amigos que en tan pocos días me ha
bía granjeado.
Eran cerca de las 2 ^ del 3 de Setiembre,
cuando el Sr. Octavio Guzmán, consecuente con
la amistad estrechada en el viaje, me avisa que
todo estaba preparando para la p a rtid a ; luego
sobre una balsa, hecha de gruesos palos, se daba
el último adiós á S. Buenaventura, dejando allí
la esperanza de que otros hijos de D. Bosco vol
verían pronto, para tomar posesión, diré así,
de aquella juventud y de aquella misión.
¡Adiós ! D. Bosco y María Auxiliadora os ben
digan, y bendigan también esta primera visita!
Regreso hasta el Mapiri. — Del Mapiri á
La Paz. — Voto de reconocimiento.— En
Sucre.
Estamos de regreso. Y este viaje es siempre
más largo que la ida, al menos el trip le; porque
hay que navegar contra la corriente, siendo ne
cesario en algunos puntos, tirar la embarcación
con mora (cuerda vegetal) y á veces es preciso
resignarse á recibir baños instantáneos. Todos
aquellos con los cuales hablé de este viaje, me
decían unánimemente que habían expuesto su
vida. Siempre se cuentan 4 ó 5 ahogados al año,
y yo mismo vi en el río los despojos mortales de
uno que hacía cinco días había perecido.... ¡Po
bres balseros I hacían esfuerzos hercúleos para
avanzar despacio contra la corriente. E l viaje
de regreso, es más monótono ; porque se camina
poco, y á menudo conviene desembarcar y andar
á pie por la playa con un calor que sofoca ; y así
también se evitan los pasos peligrosos de Re
tama, Nubes, etc. Y aun á pié, se encuentra el
camino escabroso, debiendo trepar por rocas y
gruesas piedras ; casi se necesita volverse monos
para hacerlo bien.
En Retama, caminando á pie por la playa, con
mi va lija á las espaldas , caí de una gruesa pie
dra sobre otra que estaba debajo y mis pobres
espaldas se resienten aún del feroz golpe.
Los mosquitos aumentan la molestia de la
\nielta ; sobre todo cuando uno se pára á tomar
algún bocado ; entonces son dueños del campo ;
entran por la boca, por los ojos, por la nariz,
se mezclan con los alimentos. ¡Me parecía xma
de las plagas de Egipto !
— 237 —
Debíamos cubrimos la cabeza, las manos,
envolvernos todo, porque sus pequeñas morde
duras hinchan las carnes. Causaba risa el haber
tenido que hacer uso de medias en lugar de guan
tes, habiendo perdido los que se me prepararon
antes de partir.
Mas henos aquí ydí en Charopampa, cerca del
puerto Mapiri, después de 12 días de viaje.
En los últimos 4 días me acompañaba el amigo
Bollati desde Carura, cumpliendo la promesa
que me hizo á la ida y llevándome en su vaporcito. Y aquí llegué al término de la navegación
en el Mapiri, río inolvidable para mí.
Adiós, aguas formidables, os saludo desde la
tierra firme-que piso, creo que han desaparecido
ya todos los peligros.
Lo cierto es que si en aquel momento hubiera
estado en la presencia del Augusto Pontífice,
le hubiera pedido un favor para los pobres nave
gantes de aquellos lugares, el de añadir á las
letanías de los Santos la invocación d e : A ilu
mine Mapiri, libera nos. Domine.
En Charopampa me recibieron con la cortesía
de costumbre, y los buenos amigos, el Sr. Ortega
y el Sr. Germán Decher, se interesaron para
facilitarme el resto del viaje á caballo hasta
Sorata.
La Sra. Guillermina, su esposa, me preparó los
víveres para el viaje, como una buena madre.
Después del almuerzo del 17 de Setiembre, me
encaminaba hacia Sorata. E n Tola-pampa, don
de pasé la noche del segundo día, fué donde tuve
que sufrir más. En un lugar aislado, desierto;
dormir bajo una cabaña sin techo, expuestos al
frío y á menudo sin puesto fijo....!
Cansado como estaba del viaje, con un fuerte
dolor de cabeza, tenía necesidad de una cosa ca
liente ; me acompañaba un pobre indio que no
me entendía nada.... ¿y qué hacer? La necesidad
obra milagros. Salí en busca de agua y el indio
en busca de leña, y así pudimos hacer alguna
cosa; luego á dormir junto con los animales
que nos conducían.
Es preciso confesarlo, amadísimo Sr. D. Rúa,
en honor de la verdad, en estos largos viajes se
prueba lo que es la vida del misionero católico.
¡Lejos del consorcio humano, privado de toda
comodidad, expuesto á las enfermedades y con
el cansancio de un largo y desastroso viaje, pasar
una noche como aqu élla!... Sin embargo, la fe
hace ofrecer á Dios aun estas privaciones, para
que la Divina Providencia se mueva á miseri
cordia y envíe muchos y celosos sacerdotes en
bien de tantas édmas ; por lo demás se experi
menta tanta paz y consuelo que no se cambiarían
(»n los placeres y comodidades de los ricos del
mundo. En verdad, que es divina nuestra misión.
Pero volvamos al viaje. De Soraia á La Paz
no hubo nada de nuevo. En Sorata, donde tuve
que esperar dos días la diligencia, me alojé
donde los beneméritos PP. Mercedarios que me
acogieron con mucha caridad.
El Sr. Subprefecto, Sr. Sergio del Castillo,
tanto á la ida como á la vuelta, se dignó invi
tarme á su casa para el almuerzo y la cena, y me
trató con una cabellerosidad y amor dignos de
su corazón generoso y magnánimo.
Llegué á nuestro colegio de La Paz el 25 de
Setiembre, mientras se preparaban para reci
birme.
H ay circunstancias en la vida, Rmo. Sr.
D. Rúa, que no se pueden describir; así pues,
¿cómo podré describirle el afán, el gozo de los
salesianos y alumnos al verme ?
Lo primero que hice fué arrojarme á los pies
del Smo. Sacramento y de María Auxiliadora,
para darles gracias de tantos beneficios. Y nuestroBonelli puso en movimiento á sus jóvenes músi
cos,haciendo resonar los aires con una de las más
bellas melodías ; tanto, que aun aliora me pa
rece oír aquellas armoniosas notas.
Heme aquí, amado Padre, vuelto del Beni,
dando una muestra de gratitud y agradeci
miento al Supremo Gobierno, al Subprefecto de
Sorata y á los Mercedarios. Sabe Ud. y a cómome trataron el Sr. Guzmán, el General Pando, y
todos los Salesianos y alumnos de la Inspectoría,
los cuales no dejaron de elevar por mí plegarias
particulares. A esto debo también el haberme
librado de tantos peligros.
Llegado que hube á La Paz, me preparé para
partir á Sucre. Otros 7 días de viaje, dos en di
ligencia y 5 á cab allo; y aunque me aconseja
ron no ir, sin embargo me pareció convenienteDos días permanecí en La Paz, al cabo de los
cuales me encaminé hacia Sucre. Durante el
camino se desencadenó un viento tan recio, que
con la oscuridad y el polvo impedía caminar.
Desde La Paz hasta Oruro tuve que ir en posta.
Iba sobre los sacos de cartas y el 27 de Septiem
bre me vino á refrescar una buena granizada;
es cierto que después de los calores del Beni, la
nieve venía á propósito para alguna enfermedad.
La enfermedad del conductor y los retozos
de las muías (capaces de hacerme caer) me redu
jeron á tal estado que apenas pude hacer el viaje
de Challapata á Sucre. Aunque las dificultades
surgían á cada paso tanto á la ida como al re
greso de Sucre, sin embargo pude hacer el viaje
en tres días, caminando de noche y haciendo
de 16 á 20 leguas diarias. El frío, el cansancio y
la incomodidad de este viaje de ida y vuelta de
Sucre á La Paz, después del peligroso hasta et
Beni, creí que me causaran alguna eníci'mtdad,
pero, gracias á la bondad del Señor, me encuen
tro bien, gozando de una completa salud.
» ♦
-
238 -
En cuanto al Colegio de Sucre, lo hallé en
buen estado ; siempre trabajando aquellos que
ridos hermanos. Asistí á la distribución de pre
mios y por la primera vez recibieron el título
profesional 6 jóvenes alumnos artesanos. Las
autoridades y la sociedad de Sucre demuestran
aprecio por la Obra Salesiana y la apoyan, como
sabrá ya por otras relaciones.
El Colegio de La Paz va siempre adelante, es
pecialmente en la práctica del nuevo programa
profesional.
Termino mi relación estando de visita en el
nuevo Colegio del Cu/xo, en el Perú ; el cual en
ios pocos meses que existe, y a cuenta con casa
propia, aunque arreglada como mejor se ha po
dido.
En el Cuzco, como también en otras partes,
debemos profundo reconocimiento al Señor
Obispo, á las autoridades civiles, á los Coopera
dores, al Clero y á la Sociedad que con su coo
peración, dan vuelo al incremento de la Obra
Salesiana especialmente en sus principios cuando
los obstáculos parecen amenazar su vitalidad
y progreso.
Termino aquí, amado Padre, le ruego que
bendiga nuestra labor en las repúblicas del Perú
y Bolivia ; bendiga también á nuestros Herma
nos, Cooperadores y alumnos, y en modo espe
cial al que se profesa
Su afmo. in C. J.
CIRIACO SA N TIN E LLI,
Sac. Salesiano.
Curco (Perú), 29 de Octubre de 1905.
De Italia á la Ctiina.
{Del Diario de los Misioneros) (i).
De Puerto Said á Suez.
Nudos 87, km. 161,124.
LuneSf 22 de Enero. — Todo el día entre cielo y
■ agua; mar siempre bello : un encanto. Hacia la
tarde la aparición de los faisanes y más que todo
las aguas que, perdida su transparencia, se hacen
verdosas, casi cenagosas, nos dan seguro indicio de
la cercanía de la tierra, á la cual se anhela después
de cinco largos días de navegación. Por fin á la iz
quierda se delinca una larga fila de plantas, de entre
las cuales descuella una torre, seguramente un faro.
Es Alejandría, el último puerto donde podemos
hallar hermanos. ICn la parte opuesta, Jerusalén.
Santos lugares, cpic invisibles á la vista, estáis
presentes al corazón, os saludamos con sentimentos de reverente respeto. Vese ya una grande ani
mación á bordo, al paso que se ve surgir como de
las ondas un grupo de casas blancas, achatadas,
4 e anchos terrados, entre los cuales campea un
minarete y un campanario.
(V. el JJoUiin de Jimio,
151.
Puerto Said. — Hemos llegado á un mundo com.
pletamente nuevo, que nada tiene que ver con el
mundo europeo. Este es la llave de los mares y aá
es natural este movimiento, esta actividad mara
villosa. De todas partes llegan y parten vapores
y los que están anclados no tienen número : añádense las innumerables barquetas turcas abiga
rradas que dan al puerto una variedad caracterís
tica.
E l horizonte, luminosamente vasto, se tiñe de
rosa hacia el poniente y el sol desciende flamante
detrás del paisaj e árabe. De la luz \T.va se pasa á la
oscuridad y entonces despuntan fanales y linternas
de todas partes que se reflejan sobre las mó\iles
ondas. En medio de la penumbra del crepúsculo
que muere, se descubren dos acorazados rusos:
La Aurora y el Oleg. Fanales de diversos colores
rompen las densas sombras, pero sobre todo, algu
nos rayos luminosos que partiendo de lo alto dd
faro, giran como brasas misteriosas que velan los
dormidos vapores. Han cesado las moriscas alga
zaras y todo vuelve al silencio de la noche. E l único
ruido es el de las aguas que chasquean en los cos
tados del barco y las voces apagadas de los carbo
neros, que á la mortecina luz de lamparillas en
cerradas en jaulitas de hierro, corren vertigino
samente como fantasmas y sombras á derramar
sus cestillos en las profundas bocas del buque.
¡Cuánto horror producen en el ánimo estos cuadros
dantescos !
B n el C an al de S u ez.
Martes, 23. — H oy despertamos en medio de dos
vastos continentes, separados apenas por una línea
azulada : el Canal. A la inmensidad de los mares se
ha sucedido la inmensidad de tierras desiertas y
arenosas. Millares de pájaros, cuyas plumas cen
tellan á la luz del sol naciente, animan aquellas
soledades, que recorren en grandes escuadrones.
Garedu Cap.— Cuatro casitas blancas, escondi
das en un copete de árboles, rompen deliciosamente
la odiosa monotonía del pasaje amarillento de las
ardientes arenas. A l frente se agitan y se mueven
entre barrancos y dunas, sombras más bien que
figuras humanas. Ahí está la Arabia.
E l enorme barco que nos lleva parece obstruir
lodo el c a n a l: y cómo resalta sobre el nivel del
desierto! Pa.sado el pueblecito árabe llamado Kable
vemos un vapor austríaco, que, como temeroso
del que nos conduce, se retira en un vano.
De cuando en cuando alegra nuestra vista la
marcha rápida de una locomotora veloz que arras
tra á través de las arenas, unos pocos vagones ele
gantes. Cámbianse saludos efitre los pasajeros del
mar y de la tierra. Pocos años hace, aquí reinaba
el silencio, la soledad : el año de 1854 el gran Lesseps ideaba el canal y 15 años más tarde, éste era
una realidad. Pero como un nimbo luminoso, una
idea santa domina las demás : el Niño Jesús re
corrió también estos lugares con María y José:
también sus ojos se posaron sobre estas móviles
arenas, respiró estas auras, escuchó estos rumores.
Estamos á Gardé de Ferdane, donde el piróscafo
levanta oleadas de fango. Frescas ráfagas de viento
— 239 —
nos anuncian un lago y luego entramos en uno her
moso, perfectamente circular de bellas casitas,
detrás de las cuales sa alza un bosque que forma
un fondo negro.
En el centro del animadísimo bosque de baldes,
vese un casco blanco, inmóvil de manera que creeríase varado en la arena. Llámase Arcadia y á
leguas se conoce que es un cargamento de carne
humana, de infelices rusos que vuelven del para
ellos fatal Oriente. Y a una hora antes nos había
contristado el miserando espectáculo del Rhaetia, .
lleno de soldados en lastimoso estado. Eran más de
i.ooo y cuando pasamos cerca, ni un saludo, ni
siquiera el festivo vocear cuando un vapor encuen
tra otro ; nada, nada.... sólo un silencio sepulcral.
El laguito se vuelve á estrechar y nos hallamos de
nuevo en el c a n a l; pero aquí es más ancho, y por
esto la parte navegable está ceñida de doble pali
zada que á la superficie se asegura con fuertes
barras de hierro. Es la defensa contra las arenas
movedizas, elemento predominante allí. Allá á Jlo
lejos se alzan algunos diques que circundan grandes
espacios azules : óyese rep etir; <? el mar Rojo, el
mar Rojo.»
las 4 estamos persuadidos de haber
llegado á Suez, pero nos equivocamos. Era Gare
du Deversoir.
E l Africa es la tierra de las sorpresas : el creído
Mar Rojo está para cerrarse de nuevo.... Otra pe
queña estación llamada Gare de Kábret, (Km.
120.830), determina el puerto donde el imaginado
mar se ve que es una laguna.
El sol declina rápido tras las montañas de arena ;
el espectáculo de la puesta se hace imponente, no
hay ni una nube, pero el crepúsculo vespertino,
encendiéndose vivamente tras de los montes, toma
el pavoroso aspecto de una vasta conflagración.
Volviendo después de cena á tomar el fresco sobre
el puente, observamos con sorpresa que estamos
todavía encerrados entre las dos estrechas orillas
del ca n a l: pero á las 9 ^ termina de veras. Una
larga hilera de luces semicirculares determina el
banco del puerto de Suez.
Sobre el Mar Rojo.
Suez-Aden. (Nudos 1221, km . 261.222).
Es imposible dar una pálida idea de la profunda
conmoción de espíritu. Damasiado grandes, de
masiado sublimes son los hechos descritos por
Moisés, para que otra pluma intente borrajearlos.
Diré solamente que no sé por qué fenómeno, nues
tro pensamiento, lejos de fijarse en lo que tiene
delante de los ojos, retrocede algunos años y hace
desfilar los de la niñez, cuando estudiábamos la His
toria Sagrada; y no satisfecho aún, asiste al impo
nente paso del pueblo escogido, á la lucha de Faraón
y Moisés, ve las aguas di\ idirse y alzarse cual mon
tanas, formando calle al hebret» y tragar luego al
formidable ejército Egipcio. I-a grandeza del pa
norama y el esplendor de la mañana eran dignas
de la magnificencia de los recuerdos bíblicos. La
costa egipcia que rozamos al pasar se muestra muy
variad a: ora son llanuras, ora y más frecuente
mente, altísimas montañas, terriblemente desnudas,
que de improviso se abaten, convertidas en largas
dunas para tornar á erguirse en picos rocallosos,
restos disformes de quién sabe qué cataclismos.
Otra cadena de montes frontean estas montañas
africanas, y allá se delinean sobre un despejado
horizonte los perfiles del Sinaí, un teatro todavía
más sublime de las maravillas de Dios. E l sol majes
tuosamente grande, esparcía sus rayos entre los
dos picos más altos de aquellas sierras enormes,
como recordando la gloria del Señor.
Exmo. Mons. Bavona
D elega d o A po stó lico d el P erú .
Jueves 25. — En todo el personal se efectúa una
transformación total. Todos están vestidos de la
blancura de la nieve; sólo nosotros hacemos con
traste, tanto que el Capitán nos manifiesta su extrañeza, á lo que contestamos que no teníamos sino
vestidos negros. Es el 25 de Enero y con esto y
todo, el termómetro marca 26 grados de calor y
esto por la mañana. Si esto es al pasaje del cáncer
¿ qué será cuando lleguemos á la línea ecuatorial ?
Viernes 26. — Hoy el mar Rojo, á pesar de su
nombre, se muestra amarillento. Es inmoble y al
reflejar los rayos del sol, les da un tinte siniestra
mente aceitunado. No parece un mar, sino un re
cipiente de aceite, pero de aceite hirviendo. 30 gra
dos, así de improviso, queman más que 50 allá en
Italia por Julio. Los que acostumbran viajar por
aquí no se maravillan. Los Arabes hace ya mucho
tiempo que han definido á Geda una hornaza,
Aden un homo y Massaua un infierno.
—
240 —
María Auxiliadora salva á mi hija.
Mi hija Manuela, de 12 años de edad, venia
sufriendo desde los 4 años. Hallándose Manuela
un día jugando con otra niña con un recorte
de. chapa de lúerro terminado en dos puntas
del tamaño de une sortija, su compañera se la
metió en la boca de mi hijita, quedándosele
atragantado en la garganta, h'ué conducida la
niña al médico, pero éste al quererle sacar el
hierro, en lugar de extraérselo se le metió más
adentro. Con esto la niña iba empeorando,
porque se le hacia muy difícil el poder tomar
los alimentos. Visitáronla importantes médicos
de Salamanca, como el Dr. D. Hipólito Pinilla,
D . Francisco Dicü y D. José González con va
rios estudiantes de la facultad. El primero decía
que para la salvación de la niña, era menester
operarla; los otros no lo creían conveniente,
porque decían que, dados los pocos años de mi
hija, no resistiría á tan difícil operación ; pues
se trataba de levantarle la caja del pecho para
poder dar con el hierro. Desistí yo, por en
tonces, pensando llevarla á algún especialista.
Y a mayorcita, deseando que aprendiera algo,
alcancé de la Superiora de las Hijas de María
Auxiliadora, recientemente llegada á Salamanca,
me la admitiesen en los días que mi pobre hija
se viese algo aliviada del mal que le aquejaba.
Veía yo entretanto que mi niña se iba consu
miendo poco á poco, y esto desgarraba mi co
razón. A tal punto aumentó el malestar de la
enferma, que ya no pudo frecuentar las clases;
nosotros recurrimos de nuevo á los médicos,
pero en balde. Y o veía morir á mi querida hija,
y quién sabe qué hubiese sido de mi y de mi
niña á no haber sido yo consolada por las Hijas
de María Auxiliadora, quienes me alentaron a
confiar en la protección de la Virgen Santísima,
aconsejándome empezara una novena á la taumaturga Virgen de D . Hosco. Habíanse agotado
ya todos los recursos humanos, sólo me que
daba invocar los auxilios dcl Cielo, y éstos no
se hicieron esperar. Empezamos con gran fervor
una novena á María A u xiliad o ra: hemos man
dado dos velas á su milagrosa imagen, prome
tiendo además ir A com ulgar el último día con
mi hija. La novena se empezó el 20 de Febrero
del presente año y el 28 del mismo mes, al
tomar mi hija un poco de alimiento, se halla
de repente sofocadísima, le entra un fuerte vó
mito. y en uno de los violentos esfuerzos que
para ello hacia, arroja el mortífero metal. Fuera
de si, empieza á gritar; las vecinas acuden, pues
yo estaba fuera de casa, van en busca de mí,
y apenas llego me puedo convencer de lo su
cedido. D e la boca de todos se escapa la pa
labra « i m ilagro! m ilagro! ». Si, sólo María Au
xiliadora pudo con un milagro hacer que mi
hija vomitara aquel venenoso metal que por
7 años y 10 meses le estuvo atormentando. Del
esfuerzo que hizo, se le irritó la garganta y se
le originó una herida de la que hoy está com
pletamente curada. Reconociendo ei favor de que
os soy deudora, os prometo, oh Madre mía
María Auxiliadora, estaros eternamente agra
decida.
In é s M e r c h a r .
Salamanca (España), i de Marzo de 1906.
De Ella viene la salud.
Habiendo sufrido durante unos diez años de
una enfermedad peligrosa que me impedía todo
trabajo y me afligía terriblemente, el último que
fué de mayores sufrimientos, desesperaba de mi
vida, y los médicos me aconsejaban una peli
grosa operación, sin darme con esto esperanzas
de curarme.
Mi confesor me aconsejó que dejando los mé
dicos de la tierra, me encomendase á María
Auxiliadora con toda confianza y lesignación.
Mi buena mamá y yo hemos rogado durante
I I meses á la Sma. Virgen, al fin ya sólo pi
diéndole que yo llevase con paciencia mis mo
lestísimas dolencias.
Nuestra celestial Madre, que se hizo de rogar
para probar nuestra constancia, se ha dignado
concederme la gracia completa. A yer el doctor
me dió el consuelo de decirme que ya estaba
enteramente curada.
Con todas veras prometo á la Sma. Virgen
Auxiliadora serle devota toda mi vida y pro
pagar con todas mis fuerzas su devoción, que
siendo garantía de salud eterna, alcanza eficaz
mente aun la salud temporal.
M a r g a r i t a A r r o y G.
Puebla (Méjico), 7 de Junio de 1906.
Una gracia de María Auxiliadora.
Viendo á mi hermana victim a de una fiebre
gástrica pertinaz, llegué á preocuparme en vista
de que no cedía á pesar de todos los cuidados
de la ciencia y de los amorosos cuidados de sus
hermanas de religridn. Entonces de acuerdo con
la Rda. Madre Directora, determinamos hacer
una novena á María Auxiliadora y publicar la
gracia si obteníamos una pronta curación. Con
júbilo de todos se notó desde el primer día de
la novena una sensible mejoría y hoy se halla
completamente sana.
Reconocido por tan señalado favor cumplo lo
•prometido, dando al mismo tiempo gracias por
otros favores que se dignó concederme.
D . D ie z .
Sarriá-Barcelona, 15-5-906.
—
241
Gracias, Madre mía, g^racias.
Es indecible la emoción que experimento al
querer demostrar los afectos de filial gratitud
hacia la que es Auxiliadora de los Cristianos.
Por espacio de cinco años he sido víctima de
una enfermedad interior que me ha hecho pasar
días muy amargos.
Dos veces me sometí á penosa cura: consulté
con varios médicos y por orden de los mismos
tomé infinidad de medicinas y remedios. A l
guna que otra vez sentía ligeros alivios que me
hacían cobrar grandes esperanzas, pero á los dos
ó tres días sentíame nuevamente acometida de
fuertes dolores que frustraban todas mis espe
ranzas.
En el fondo de mi alma sentía sin embargo
un no sé qué, que me hacía esperar que cuando
viniera á Turin y me postrase ante la milagrosa
Imagen de María Auxiliadora, me pondría bien.
No me engañaba, pues precisamente aquí era
donde la Virgen me aguardaba.
El 26 de Mayo llegué á esta dichosa ciudad
en que se encuentra el santuario de María A u
xiliadora. Fui á visitarlo con la fe que fácil
mente se puede concebir. Los afectos de miste
riosa atracción y de irresistible encanto que el
alma siente postrada ante la taumaturga Imagen
sólo puede comprenderlos quien tenga la dicha
de venir á visitarlo.
Oré con fe y confianza pidiendo la salud: á
los pocos días empecé una novena comulgando
diariamente en el santuario : iba también á rogar
sobre la tumba de nuestro Padre D . Hosco al
que puse de intercesor.
Terminada la novena tuve la dicha de hablar
con el Sr. D . Rúa, el cual, sabida mi enfermedad,
me animó á confiar en la Virgen y en D. Hosco
y me prometió sus oraciones L e pedí la ben
dición de María Auxiliadora, la que recibí con
una conmoción indicible y • • . cosa adm irable!
Desde aquel momento no he vuelto á sentir
dolor alguno, cómo de todo y nada me hace
daño. Han transcurrido ya quince días y creo
me puedo dar por curada. Públicamente doy
gracias á María Auxiliadora conforme lo tenia
prometido: la Virgen me ha dado la salud y
con esta la felicidad del alma.
A este debo añadir otro favor recibido de la
Soberana Reina. En nuestro viaje á Italia traía
mos una joven que, terminada su educación en
uno de nuestros colegios, volvía al seno de su
familia. Y a en alta mar se sintió atacada de
fuerte dolor de costado acompañado de mucha
tos y dolor de cabeza: visitada por el médico,
después de reconocerla, declaró que era una pul
monía. E l termómetro marcaba 40° de fiebre y
la expectoración confirmaba la declaración del
facultativo. Nuestra consternación era inmensa.
Con fe se ruega en tierra cuando se tiene aflic
ciones, pero ésta no tiene comparación cuando
se está en el mar lejos de toda protección y
amparo. Invocamos los auxilios de María, pro
metiendo publicar la gracia en el BoUtln con
—
tal que nos fuese posible de.sembarcar en Génova sin temor á consecuencias. La Virgen nos
escuchó, concediéndonos mucho más de lo que
le pedíam os: pudimos bajar, con precauciones
ciertamente, pero tan afortunadamente que la
enferma no se resintió en lo más mínimo y siguió
mejorando tan rápidamente que á los pocos días
estaba completamente bien.
Reciba la Sma. Virgen Auxiliadora las más
rendidas gracias y todo el corazón de la que
con tanto honor se declara hija suya.
Sor A . A .
Turín, 26 de Junio de 1906.
María, salud de los enfermos.
E l Sr. Inocencio Barrios de Doyma, hizome
la siguiente declaración:
« Hace 5 años sufría la molesta enfermedad
del ahoguío. Con la esperanza de mejorar, el
día 15 de Diciembre del año pasado 1905 co
mencé una novena á María Auxiliadora ofre
ciendo visitar su Imagen, llevar una limosna y
hacerme apuntar de Cooperador Salesiano. Desde
entonces no me ha vuelto el acceso, que antes
por lo regular se repetía cada quince días.
J e r ó n im o C e r a , P b ro .
Ibagué (Colombia), Junio 12 de 1906.
V iva María Auxiliadora!
Estando mi hija Pilar enferma de pulmonía
y desahuciada de los médicos, no nos quedó
otro remedio que el de acudir á la Virgen A u xi
liadora y ofrecimos mandar decir una misa y
publicar la gracia en el Boletín Salesiano, y hoy
se encuentra restablecida del todo, gracias á la
Virgen Auxiliadora que nunca olvida á los que
recurren con f e : y hoy gustosa cumplo las pro
mesas y que todos te amen para que sepan cuan
buena eres y digna de ser amada, adorable
Madre mía.
En el mes de Octubre de 1904 estando mi
hijo Agfustin en el servicio militar, se enfermó
de escarlatina alcanzando 42 grados de fiebre y
desahuciado de los médicos y sin remedio. A cu
dimos á María Auxiliadora ofreciendo una misa
de 10 pesos y publicar la gracia.
María escuchó nuestras plegarias: hoy se en
cuentra sano y bueno. Por lo cual damos gracias
infinitas á nuestra bondadosa Madre María A u
xiliadora.
P i l a r Z. d e S a n g r o n i s d e S e g u r t o
Y E u s t a q u ia S a n g r o n i s .
Estación Algarroba F . C . S. (Rep. Argentina),
16 de Abril de 1906.
Gracias, Madre mía.
Deseando ardientemente recibir la sotana como
novicio de la Congregación Salesíana, me enco
mendé á María Auxiliadora y esta buena Madre
que no abandona á ninguno de los que á Ella
acuden, me concedió más de lo que deseaba,
— 242 —
pues no sólo me allanó las dificultades que se
oponían, sino que también me concedió la gracia
de recibir la sotana de nuestro amado Rector
Mayor Rdo. Sr. D. Miguel Rúa. Por lo que,
con todo el corazón doy gracias á tan bnena
Mailrc y deseo se publique en el Boleiin para
honra y gloría de nuestra celestial Auxiliadora.
E
duardo
G
u t ié r r e z .
Dos curaciones milagrosas.
Para que más se manifieste cuánto puede
nuestra querida Madre María Auxiliadora, de
seamos publicar en el Boletín Salestano dos
gracias señaladas. Mi esposa tenía una enfer
medad en las piernas que no podía cam inar;
después de haber usado en vano varios remedios,
acudió á María Auxiliadora, prometiendo una
limosna á su capilla de las Hermanas aquí en
Punta Arenas, de acercarse á los SS. Sacra
mentos y hacer publicar la gracia. Sin otro re
medio, se encuentra completamente sana. Después
de algunos meses me enfermé yo de la misma
enfermedad. Pronto recurrí á María Auxiliadora,
prometiendo al igual de mi esposa. Sin otro
remedio, estoy sano. Pueda esta mi manifestación
de agradecimiento, infundir en los corazones de
todos los cristianos, verdadera devoción y con
fianza en tan buena y bondadosa Madre.
A n t o n io M.\ c i a s y S e ñ o r a .
Punta Arenas-Magallanes, Mayo i6 de 1906.
María no desoye á los que la invocan.
Hallándose mi papá gravemente enfermo de
un ataque en el costado izquierdo y no encon
trando remedios que le aplacaran el dolor tan
atroz, yo llena de confianza, acudí á la Santí
sima Virgen María Auxiliadora, ofreciéndole una
misa y publicar la gracia en el Boletín Salesiano
si me lo sanaba; y esta buena Madre, me escuchó,
cesando á los pocos momentos el dolor y al
otro día ya estaba sano. Hace pocos días, cayó
enferma de mucho peligro mi mamá y desespe
raban de salvarla y otra vez me encomendé á
la Sma. Virgen María Auxiliadora, la que no
tardó en escucharme. Por estos favores y otros
muchos que de tan buena Madre he recibido,
cumplo exactamente con lo prometido, llena de
agradecimiento.
Colonia Fría, Mayo 2 de 1906.
Por intercesión de la Virgen Sma. sané de
una penosa enfermedad. Había prometido hacer
pública esta gracia en el Boletín Salesiano y hoy
cumplo la promesa, ex[>resando mi agradeci
miento a María Auxiliadora no tanto con pa
labras escritas, poco adecuadas para asunto tan
íntimo, sino con el corazón como lo he hecho
en su Santuario, junto al cual tengo á dicha
morar para bendecirla. ¡O h, mi Madre!
R a m ó n M o n t e r o y B r o w n , Salesiano.
VUla Colón, M.^yo de 1906.
L
Tenia á mi hermano Domingo con pulmonía,
ya á las puertas del sepulcro, me arrodillé delante
de esta Gran Señora á pedirle la salud de él, ofre
ciéndole enviar una limosna para ella, hacer una
novena, confesarme y recibir el SS. Sacramento,
como también publicar el milagro, el cual no
tardó. A l cuarto día-de la novena mi hermano
estaba mejor y á los cinco días de haberla ter
minada estaba completamente bueno.
Todo lo he cumplido y no ceso de darle in
finitas gracias.
A g u s t in a M a r t ín e z .
Muenraparo, 28 Enero 1906.
Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Asunción (Paraguay). — Mercedes Figíteroa por
haberme dado consuelo en una grave aflicción.
Barcelona (España). — D . G. M., por haberse
encontrado unos objetos que creía irremisiblemente
perdidos.
Barranquilla (Colombia). — Dionisia
haberla sanado de grave enfermedad.
por
Betijoque (Venezuela). — María de C. Peña de L.
Por la perfecta curación de mi hijo mayor, enfermo
de una llaga — C. A g u ila r, por un favor conce
dido á mi hijo Ramón — Vena?icio A . Qtiijano: por
haber curado á mi hijo Ovidio de una hinchazón
rebelde á la medicina — Edtirina de Pinzóii, por
haberla sanado de una grave enfermedad de pecho,
que hacía un año la atormentaba — M. M. de Y.
Por varios favores y envía 12 bolívares — Soledad
Marti Codolar de Colom, por haber sanado á su
hijo Luis de grave enfermedad.
Burgos. — Francisca Monteverde^ por varios fa
vores.
Cali (Colombia). — Miguel V. Mercado Ayala
por un portento obrado en mi hija Mercedes.
Cantalapiedra (Salamanca) — Cecilia González^
por la curación de un niño, enfermo con fibre muy
subida.
Diriamba-Nic. — María de Parrales. Hallándose
mi esposa con una afección al hígado en que pre
cisaba una operación, acudí á María, y le salvó sin
acudir á ese extremo.
Granada (Nicaragua). — Eugenio Valdelomar, por
un favor — Julián Flores, por id. María Palotno y
Duráiiy por haber curado milagrosamente á su tia
Leonor, cuando la medicina se había declarado im
potente — José Máximo Bravo, habia ya agotado
inútilmente todos los recursos de la ciencia para
conjurar una congestión cerebral y parálisis: acudí
á María y Ella me curó — Teresa Jonama, por el
feliz éxito de una operación — Elena y Pilar Corzo,
por un señalado favor — Gertrudis v. de Solazar
é Hijas, id.
Lugo. — José Pérez Balbra, por una gracia es
pecial y envía 25 pts.
243 —
L a Plata (A rg en tin a ), —
gran favor.
JU. A . de
U \, p o r un
Libertad de B etijoque (V e n .). — Carlos M. Leal P.,
por haberle sanado d e una fuerte fiebre tifoidea.
L a Unión (V e n .). — Francisca P . de Fernández,
por la salud o to rg a d a p rodigiosam en te á su hijo
Rafael y envía 4 bo lívares.
Los A ndes (V e n .). — Benigno Sánchez, p or la
salud de un herm ano.
M álaga. — Josefa Alarcón de La Mulla, por una
gracia obten ida — Dolores Tejón, p o r haber sanado
á una sobrina g ja v e m e u te enferm a.
Masaya (N icaragu a). — L a S ra ,
Gertrudis
Monterrey de Ortega da g racia s á M aría A u x i!. por
favores recibidos — D . Manuel Reyes, p or haberle
sanado de un d o lo r d e e stó m ago — Da. Josefa Alguera, p or h a b er san ado de una grav ed ad á una
ninita suya — Da, Arsenia Alvarado de Ribas, por
haber sanado de una fiebre m align a á su niñitn
Gilind — Da. Salvadora Guzmán de Chaberis, por
haberla sanado de una calen tura y p or la curación
de una sobrin a. E n v ía 6 p eso s.
Motalán (V e n .). — Josefa M. de Malireus, por
un señaladísim o favo r — María S. M. de F „ por
haber sanado de un tifus vio len to á su hija A n a
Ester de de 9 añ o s, blanda p ts. 1,50.
Monte Carm elo (V e n .). — Bster O. de Arriaga,
por haberla sacad o de una tribulación .
Rivas (N icaragu a). — C. A . h allán dose próxim a
á su fin á ca u sa d e un a tro m b o sis, in vo có á M aría
Aux. y o b tu vo co m p leta salu d .
Salam anca. — Rosario Guilarte de Domínguez,
por la m ejoría en g r a v e d o len cia — Saturnina Sa?idres, por d os señ alados favores.
Sabana de M endoza (V e n .). Pedro H , Jiménez,
por haberle curad o de fríos y calen turas — Georgina de Briceño, p or h a b er curad o á su hija C a r
melita de una g r a v e fiebre y pulm onía — Mercedes
A. de Rodríguez , por haberla p reservado de una
enfermedad, h allán dose « en un lu g a r p esto so . »
S. J oige (N icaragu a). — Sim ona Rodríguez, por
haber sanado de mal d e cabeza á un prim o suyo,
S. P a b lo de O ndal. — M. R ., por haberle cu»
rado de una enferm edad qu e hacía 8 m eses traba
jaba.
Trujillo (V e n .). — Rufa Carrillo Márquez, por
la salud d e su papá y una herm ana — Una Coo
peradora.
T urin . — F . R. por haber encon trado unos o b
jetos que creía irrem isiblem en te perdidos.
U rachiche (V en .) — Rosa E . Medina, p or la salud
de su hijo P edro, enferm o d e graved ad .
V alen cia (V e n .). — Joaquina Ruiz, p or un favor
recibido; 8 b o l. — Una devota, por haber sanado
Una jo v e n de fiebre tifo id e a ; á un jo v e n m ordido
de un perro ra b io s o ; y haber d evu elto á una preceptora el em pleo qu e le fué quitado do s ve ce s. —
María del C. Ramos, por haberle d evu elto en b re
vísimo tiem po la salud y dád o le m edios d e so ste
nerse duran te la enferm edad — Lucrecia Paz, ha
sanado de una m ortal enferm edad p o r intercesión
de María Aux. a quien invocó un niño que había
criado. — Bonifacio Pérez. .W contacto de una me
dalla de M. A . obtuve la salud, seriamente com
prometida.
X. Rafaela Uribe, por el feliz arreglo de un asunto
interesante.
Piden oraciones á los Coopera<lores Da. Petrona
Vareta de Granada (Nicar.J, para alcanzar una gracia
y María de Parrales de Diriamba de Diriamba (id.)
para verse libre de una enfermedad que hace 6 años
la tiene postrada.
TESORO ESPIRITUAL
Indulgencias plenarías concedidas á los Cooperadores
Salesianos para el mes de Octubre.
El 7, Fiesta del Smo. Rosario.
14, Maternidad de la Sma. Virgen María.
•21, Pureza de María Sma.
Un día al arbitrio de cada cual.
El día del ejercicio de la buena muerte.
El día que se reúnan en conferencia.
Además nuestros Cooperadores ganan in
dulgencia plenaria la primera vez que se con
sagren al Sagrado Corazón de Jesús.
Además (y sobre esto llamamos la atención á
todos los Cooperadores) todas las veces que los
Cooperadores recen j padrenuestros, avemarias
y glorias por la paz de la cristiandad y un
Pater, Ave y Gloria, según la intención del
Sumo Pontífice, podrán ganar todas las indul
gencias de las estaciones de Roma, de la Porciúncula, de Jerusalén y de Santiago de Compostela, con tal que se observe el decreto de
la Sgda. Congregación de Indulgencias del 7
de Marzo de 1678, que comienza Delatac sae~
pius (i). Estas indulgencias se pueden ganar
en cualquier lugar y tÍemj)o y son todas apli
cables á las almas del Purgatorio.
Recordamos que para ganar estas indulgen
cias, es preciso rezar todos los días un Pater,
Ave y Gloria en honor de S. Francisco de
Sales rogando según la intención del Sumo
Pontífice.
(i) V . Reglamento de los Cooperodores, Sumario
de las indulgencias, ó el Boletín Salesiano de Enero
1905, pág. 8 y síg.
— 244 —
V A R 1 E D 7 \D E S
J\
D on ^ o sco
ODA.
(L<ida <•« la reparticifm de prem ios á las clases nocturn as: letrai^
dibujo, modelación, música v o ca l i instrum ental, e l 3 de D i’
dem óre de 1903).
¿ l'or qu¿ vestir los crímetie» de gloria
Y doblar la rodilla ante la estatua
De los grandes bandidos de la historia,
Que, al vitorear de muchedumbre fatua,
Segaron sin piedad con sus espadas
Palmas con sangre y lágrimas regadas?
Dadme los lauros y la gloria suma
Del matador de hombres y del sabio
Que asesinó las almas con su plum a;
No profanes tu lira ni tu labio.
Vón; (jue un varón, oh Musa, te designo
Miis que Alejandro y César de le digno.
No lo ves reposando allá en el Valle
Ue los Sauces ? reposa satisfecho
De su obra colosal; y aunque él calle
Kn las tinieblas de su frío lecho,
Fruto de afanes y siulor prolijos
Hablan por él sus obras y sus hijos.
Sus obras, ¡ah! Sus obras ¿quién imita?
Venid, venid, oh ricos de la tierra!
Al tribunal ds la justicia os cita
La humanidad doliente. ¿No os aterra
V er un simple pastor, un pobrecito,
Con su pobreza hacer bien infinito?
Ved á Juan Bosco sin recursos, solo.
Extender con sus brazos de gigante
Manto de carid.ad de polo á polo.
¡ Ah si latir su corazón amante
En vuestro avaro corazón sintierais.
¡Cuánto harías vosotros, si quisierais 1
El pueblo pide pan con torvo cefio
Y banqueteáis vosotros tan tranquilos;
Mientras D. Bosco en generoso emi)eilo
Consume su existencia y funda asilos.
Colegios y tallere.s y misiones,
Granjas, templos y dos Congregaciones.
¡Demencia sin igual! ¡Venganza clama!
Dios le deja apurar la inmunda copa
Que sus entrañas corrompiendo inflam a;
El tósigo al sentir gime la Europa
Y pide un lenitivo á su grandeza.
Blasfema, inventa, ruge; mas no reza...
Y vas á oerecer, ICuropa impla,
T u mole corrompida se derrumba
En ese cieno que adoraste un dia:
Se abre á tus i)lanlas horrorosa tumba
Por cuyas grietas destr>'z.-i,lo asoma
El esqueleto de la antigua Roma.
¿Quien te salve no habrá? No habrá Leones
Que te defiendan del furor de .átila?
Ni un Vicente que cure tus naciones?
i A h! No temáis; Dios s;\na, no aniquila;
caridad cristiana se hará un hombre
Que llevará de D. Juan Bosco el nombre.
La
1
Y en este siglo enfermo y orgulloso,
Esposa del Cordero, Iglesia santa,
A l mundo diste un hijo, hijo coloso,
A quien la triste humanidad levanta
Por encima del águila de Jena,
Sin temor de que caiga en S. Elena.
Sobre su tumba brilla refulgente
Un sol que no tendrá nubes ni ocaso;
Asaltarán los siglos vanamente
Ese sepulcro al encontrarlo al p aso;
Pues sobre él vela el genio de la Historia
E l sueño eterno de su eterna gloria.
Toma, Clío, el b u ril; pero no grabes
Su historia portentosa en esas piedras;
Por siglos que resistan, ¿tú no sabes
Que podrían cubrirla espesas hiedras?
Su corazón la humanidad te ofrece;
Lo que esculpas en él, y a no perece.
Oye el canto que se alza de la tierra;
No es el himno triunfal del Capitolio,
Ni el inhumano aplauso al ver que cieñ a
Con su rival el luchador eolio;
No el rebramar de los combates fieros,
Ni ayes de heridos, ni chocar de aceros.
Es un canto de amor, de amor inmenso
Del pobre, del dolor, de la inocencia
A su consolador; humo de incienso
Que quema en el altar de su conciencia
Al santo, al héroe, al padre cariñoso.
Clío, y tu lira, ¿aún está en reposo
7
¿ Oyes los gritos esos ? Son los parias
Que adaman á D. Bosco; esotras risas,
Mezcladas con gemidos y plegarias.
Son los ecos que juegan con las brisas
De Colom bia, son de almas plañideras.
En hediondo cadáver prisioneras.
Y cantan su bondad... Ese edificio
Sombría cárcel es; no se maldice,
Ni aquí levanta y a cátedra el vicio;
La derribó Juan Bosco, y hoy le bendice
El joven, el leproso, ei prisionero
El huérfano, el salvaje y el obrero.
El obrero también. Gritos nefandos
Oyó la tierra ; y con furor no visto.
Quiso arrojar tos restos venerandos.
Que le escudaban, de la fe de C risto;
Quiso arrojar á Dios, y cien tiranos
Dan gritando sobre é l: ¡Somos hermanos!
1
¡Ah no! grita ). Bosco; y el silbido
Con que insultar á Cristo pretendía
De máquinas y fábricas al ruido
Se trocó en alabanzas y alegría:
Y a no aborrece y ruge como fiera.
Trabaja y reza ya, ama y espera.
Expiró ya en sus labios la blasfemia
Y no mira con ojo avaricioso.
Que el afán de gozar ya no le apremia.
Las sombr.as del banquete licencioso
A l través de cristales deslumbrantes
Que i>rovocaban sus furores antes.
Los bronces y los marinólos remueve;
Prepárale las páginas más bellas
De la Historia de siglo diez y nueve;
T ú que la fama de los hombres sellas.
Cuenta, Clío, á los siglos venideros
Cuánto amó D. Juan Bosco á los obreros.
Y ntientras duerme el sueño postrimero
Al arrullo del numen de la gloria,
Y al canto del amor del orbe entero
Que bendice gozoso su memoria.
Búscale un genio que sus glorias cante,
Y venga un Papa que su altar levante.
M. M‘ G r a Ra .
Salam anca, 3 d e D iciem bre d e 1905.
P o r E s p a ñ a.
Efem éridc gloriosa.
SARRIA. — La visita de D. Rúa.
Aunque llegada tarde, publicamos la siguiente
relación que nos escribe J. V., Cooperador Salesiano :
Techa memorable es la que encabe?a estos ren
glones, pues señala el placer inefable que los Salesianos de Barcelona y Sarria tuvieron al ver á su
amadísimo Superior general Don Miguel Rúa en
Cataluña.
Desde que pisó tierra española, teníamos todos
sus hijos ansias grandes de besar la mano de nues
tro Padre, de oír sus consejos, de admirar sus vir
tudes, y nos sentíamos orgullosos de contar por
huésped á varón tan benemérito.
A las nueve de la noche, en el tren procedente de
Valencia, llegó ál apeadero de Gracia, acompañado
del Dr. Don José Bertello y del Inspector de las
casas salesianas de Cataluña, Valencia, Aragón,
é Islas Baleares, Don Manuel B. Hermida, á quienes
recibieron en la estación sus hijos, gran número de
caballeros de lo más selecto de Barcelona y un
núcleo numeroso de Antiguos Alumnos de los Co
legios Salesianos.
Después de cordiales y afectuosos saludos, se
dirigieron al Colegio Escuela de Artes y Oficios de
Sarria en el coche — el mismo en que íué conducido
D. Bosco --cedid o galantemente por el ilustre Coo
perador D. Luis Martí Codolar, donde los Supe
riores y Alumnos le hicieron un entusiasta recibi
miento, no faltando vistosas colgaduras, ilumina
ciones, ni artísticos pabellones y demás adornos de
estas circunstancias, siendo verdaderamente un
cuadro deslumbrador el que presentaba el patio
radiante de luz que con sus múltiples cambiantes
hacían un efecto mágico ; mas ninguna de estas
cosas podía dar exacta idea del estado anímico de
sus hijos.
Eran sus semblantes los que reflejaban la afec
tuosa emoción áel alma, eran los delirantes vivas
y estruendosos aplausos que hendían los aires enar
deciendo más y más los ánimos, los que marcaban
la alegría y ésta se tradujo al exterior cor tal viveza
y entusiasmo, que no era posible acentuarla más.
Al siguiente día Don Rúa celebró la Misa de co
munidad y preparó á les niños con una plática con
movedora á recibir al Señor en la Eucaristía.
Por la tarde los Alumnos obsequiaron á nuestro
Padre con una Sesión lúteraria-Musical y en ella
tuvimos el gusto de oír la autorizadísima palabra
del celoso y entusiasta Cooperador Salesiano Muy
Ilustre Marqués de Pascual, quien saludó á Don
Rúa en nombre de todos los Cooperadores y le su
plicó dirigiera algunas palabras de aliento á los
allí congregados. Nuestro Padre accedió gustoso
á tan galante invútación y explicó la manera pro
videncial que ha dado origen á la empresa de constniir un Templo expiatorio al sacratísimo Corazón
de Jesús en la cúspide del Tibidabo. •
« Dios lo exige, decía, la gloria de su Corasón
lo demanda, asi se lo manifestó á su fiel siervo el inol
vidable D. Bosco; el Corazón de Cristo debe reinar
en España con más veneración que en otras partes.
De Barcelona parte la irradiación industrial es
pañola, paría también la irradiación católica.
Al siguiente día Don Rúa acompañado de los
caballeros que componen la Junta de la Obra, subióai Tibidabo para tenei' el consuelo y gusto de apre
ciar el adelanto de las obras y poder llevar A. Italia
la noticia agradable y consoladora de que en breve
será una realidad la gigantesca empresa de levan
tar un templo, sin más elementos que la limosna
de los fieles, particularmente catalanes, al Sagrado
Corazón de Jesús,
Don Rúa prometió concurrir á la solemnidad de
abrir al culto la cripta.
Al día siguiente visitó la casa de Mataró y mástarde la de Gerona desde la que se dirigió á su resi
dencia definitiva de Turín.
Dios pague á nuestro Padre amadísimo tantos
desvelos y le de fuerzas para sobrellevar la pesada
caiga para bien de la Iglesia y de la sociedad.
VITORIA. — Fiesta de María Auxiliadora.
La fiesta de María Auxiliadora en nuestro Patro
nato se celebró con la posible solemnidad. E l mesque la precedió, solemnizado con ejercicios espe
ciales, sirvió para impulsar la piedad en todos nues
tros niños, de los qué unos cincuenta se prepararon
á la I* Comunión que recibieron en sus respectivas
parroquias. E l triduo íué predicado por un Rev.
P. Carmelita, que con celo iluminado inflamó más
y más á sus oyentes en la devoción práctica á María
Auxiliadora. — El domingo 27 de Mayo, solemni
dad de Nuestra Excelsa Pairona, la comunión íué
realmente general y al salir de la Capilla, se sirvió
á todos una apetitosa refección quedando así re
focilados espiritual y corporalmente. Én la misa
solemne, gracias á la generosidad de la Sra. Funda
dora de este Patronato se estrenó un precioso temo
que íué luego bautizado con el nombre de Temo
de María Auxiliadora. E l Rev. Sr. Vicario de las
Religiosas Dominicas de esta ciudad cantó la misa,
en la que nuestro párroco Sr, Dr. Don Félix Landa
cantó las glorias de -María. Habló de D. Bosco y de
sus cooperadores indicando los varios modos de
cooperar y cómo todo buen cristiano puede ser
cooperador Salesiano.
Nada diré del pequeño clero, que no poco realce
da á nuestras funciones, ni de los cantores que,
auxiliados por unos Reverendos Seminaristas, eje
cutaron satisfactonamenie la Misa Poníificalis
del celebérrimo Perosi.
á
— 246 —
Por la tarde no faltó la procesión por los patios
con otro sermón del R. P, Durand S. J. y al anoche
cer con brillante iluminación, entre himnos y Vivas
á María Auxiliadora se ponía término á nuestra
más simpática y clásica fiesta. ¡Quiera nuestra
buena Madre, la Virgen de D. Bosco y de los Salesianos, pagar con creces la valiosa cooperación
que nos prestaron y seguirán prestándonos nues
tros amigos y Cooperadores de Vitoria !
Disponiendo, pues, de más local, y según el deseo
expresado por el Rdmo. Sr. D. Rúa y por el Sr.
Inspector D. Ramón Zabalo en sus visitas á esta
Casa Salesiana, los Padres piensan para otro curso
Dios mediante, establecer clase de comercio, uiúsica instrumental, y tal vez clases nocturnas. De'seamos se cumplan estos proyectos de los benemé
ritos Padres para bien de la juventud de nuestra
ciudad. R. C. Cooperador Salesiano. *
VIQO. — Celebróse en la Capilla de los P P. Salesianos el mes de Mayo con gran solemnidad asis
tiendo á él numerosos devotos de María Auxilia
dora. Durante -los ejercicios del mes cantaron los
niños del Colegio religiosas coplas y Avemarias
á la Virgen.
La fiesta de María Auxiliadora se celebró el día
10 de Junio precedida de una novena, predicando
los tres últimos días un Rdo. P. Capuchino.
El día 9 á las siete de la mañana hubo la misa de
Comtmión general, acercándose á la Sagrada Mesa
buen número de Cooperadores, y en la que lo hi
cieron por primera vez cuarenta y tres niños del
Colegio. Dijo la misa el muy Rdo. Sr. Arcipreste
de la Colegiata D. Faustino Ande, quien dirigió una
sentida plática á los niños.
Al día siguiente á las diez tuvo hugar la misa so
lemne que cantó el Muy Rdo. Sr, Cura Párroco de
Santiago D. Argimiro Martínez. En ella dió la Con
ferencia de Reglamento á los Cooperadores el ci
tado Sr. Arcipreste, quien con palabra fácil y ga
lana puso de manifiesto los males que aquejan á
la sociedad pj-esente derivados de la mala educa
ción, y lo práctico de la Obra Salesiana, animando
á los presentes á que con auxilios morales y m ate
riales contribuyan á que los Salesianos puedan
desarrollar cumplidamente su obra en Vigo.
Los niños del Colegio interpretaron una muy li
túrgica misa con el Credo en gregoriano.
Por la tarde á la hora de costumbre y después
de los ejercicios de la novena, subió al púlpito un
P. Capuchino que hizo el panegírico de María Auxi
liadora, terminándose los solemnes cultos con la
bendición con S. D. M. y Salve solemne
Esta festividad ha probado de nuevo la devo
ción que entre los católicos de Vigo hay á'María
Auxiliadora.
Durante estas fiestas tuve ocasión de visitar
el Colegio y ver el estado en que se hallan las obras
que se están haciendo en é l ; y como nunca se
habló en el Boletin de ellas, me permitiré aquí,
Sr. Director, una breve digresión.
Desde hace tres años se viene trabajando en la
construcción de un brazo de edificio tan grande
como el ya hecho, y ahora está casi terminado.
Uno de sus pisos se ha utilizado desde hace algunos
meses para dormitorio, y otro so piensa inatigurar,
según me dijo el Sr. Director del Colegio, con la
distribución de premios al finalizar el año escolar.
Esto se debe ett gran parte á la munificencia del
Sr. D, Leopoldo Gómez y de los Exemos. Sres.
Cottdcs de Torre-Cedeira, que cor su inagotable
caridad han contribuido poderosamente al desa
rrollo de la Obra Salesiana en Vigo.
SALAMANCA. — La familia cristiana.
Con inusitado esplendor celebraron los Salesia
nos y sus cooperadoress salmantinos la simpática
fiesta de María Auxiliadora.
Un humilde religioso del Inmaculado Corazón
de María, el P. Eduaro Gómez, íué el encargado
de predicar el novenario.
Con elocuencia extraordinaria y frase limpia v
abundosa despertó en el espíritu de sus oyentes él
sagrado entusiasmo y la devoción pura y sincera á
la Virgen de Don Bosco, y poniendo á ella por
modelo de la mujer cristiana en el santuario del
hogar, entre elevados conceptos y sublimes ense
ñanzas, fué ensalzando las venturas y los gozos
íntimos de la vida de familia honrada, laboriosa
y cristiana, al igual de las venturas y de los íntimos
gozos que , sazonados con sudores del trabajo rudo
y constante, disfrutó en Nazaret la Sagrada Fa
milia.
Fustigó la intemperancia de los padres que no
saben ser padres, (y que por desgracia abundan en
nuestra sociedad). Padres, olvidadizos y andariegos,
malos educadores de sus hijos y á veces escanda
losos, que cuando deben imponer su autoridad no
lo hacen, y cuando no deben imponerla se toman
en déspotas y tiranos de sus esposas y de sus hijos.
L a regeneración de las familias está cifrada en
la paz del corazón y en la fe de nuestras almas,
endurecidas en el trabajo y en la lucha por el pan
de nuestros hogares y el sustento del espíritu.
María Auxiliadora recorrió en hombros de sus
devotos al anochecer de aquel día memorable las
calles de nuestra hidalga ciudad, donde tantos
corazones la adoran y la bendicen.
La Pía Sociedad Salesiana ha puesto los
cimientos de esta obra redentora educando á los
hijos de este pueblo para que mañana sean pacíficos
ciudadanos, honra de su patria y esperanza de la
sociedad y de las familias. {De E l Lábaro).
CADIZ. — Colegio de S. Ignacio.
En la hermosa Fiesta del Corpus ChrisH recibie
ron por vez primera el Pan de los Angeles 32 niños
externos de los que frecuentan nuestras escuelas.
Todos ellos vestían traje igual, donado con gran
acierto p>or el Sr. Director.
E l acto íué solemne y conmovedor : el precioso
altar artística y elegantemente adornado con es
beltos candeleros dé plata y hermosas ñores, pre
sentaba un aspecto verdaderamente encantador:
en los rostros de los niños se veía reflejada la her
mosura y candidez de sus almas : las madres que
presenciaban la función lloraban de alegría al ver
Á
— 247 —
á sus tiernos hijos acercarse á la Sagrada Mesa ccn
aquel recogimiento, con aquel porte humilde y
tranco propio de la inocencia.
Durante la Comunión, la Schola Cantorum del
Colegio interpretó con gusto el Ecce pañis de Pe
ros!, el Domine, non sutn dignus y el Cantemus Do
mino de S. Ferro y el Ave verwn de Mozart.
Al salir de la iglesia pasaron al refectorio donde
fueron obsequiados con un excelente almuerzo.
SEVILLA. — Certamea catequístico.
Del Correo de Andahioía tomamos la siguiente
bellísima relación :
» Era grande la expectación que
había en las personas que aún sien
ten latir sus corazones á impulsos
déla fe, por conocer el resultado del
grandioso certamen catequístico que
tu\'0 lugar la \'íspera de San Juan en
los Salesianos.
« Las amorosas excitaciones y ter
minantes mandatos que el gran Pon
tífice Pío X dirigiera á los Pastores
de la grey de Cristo en su reciente
Encíclica Acerbo nimis, encareciendo
la necesidad de la enseñanza religiosa
y, sobre todo, del estudio del Cate
cismo, han ido despertando en todas
partes un interés vivísimo en favor de
esta capital enseñanza, y no es de
extrañar que en Se\'illa se aguardara
con entusiasmo el día de ese aconte
cimiento, que ojalá fuera presagio de
un saludable despertar en el campo
catequístico, en el que, por desgracia,
falta aún esa febril actividad que
agita á los falseadores de la verdad
para estragar las inteligencias y co
rromper los corazones.
- Habíamos oído ponderar en gran
manera las condiciones de los que iban á tomar
parte en la reñida contienda de las más impor
tante de las ciencias, pero hemos de confesar in
genua y paladinamente que el éxito brillantísimo
del incomparable certamen, rebasó, y mucho, los
límites de nuesra expectación.
Se dió comienzo al acto, que fué presidido por
el excelentísimo señor obispo de Lystra, á las siete
de la tarde.
■ Tanto el patio como el salón-teatro, estaban
artísticamente engalanados, y la concurrencia era
distinguida.
Después de la representación de algunos nú
meros literarios y musicales, dedicados por los
alumnos á la memoria del Apóstol del siglo X IX .
el inmortal Don Bosco, y que proporcionaron agra
dabilísimo solaz á los presentes, que tu\-ieron oca
sión de admirar ima vez más el gracejo incompa
rable v chispeante de los hijos de este suelo anda
luz, el m uy reverendo padre Pedro Ricaldone, di
rigió breves palabras al escogido auditorio, para
anunciar que iba á comenzar el certamen.
Xo es posible — decía — dar principio á este
acto solemnísimo bajo mejores auspicios. Su San
tidad, que sigue con tanto inierés el desarrollo de
la enseñanza catequística en todo el mundo, al tener
noticia de que en Sevilla iba á realizarse este cer
tamen, se ha dignado enviamos, con su soberana
aprobación.una muestra cariñosísima de su amor pa
ternal que ha de servimos de poderosísimo aliento. *
Y en seguida daba lectura al siguiente telegrama,
que fué escuchado de pie por el distinguido público:
« Don Pedro Ricaldone — Casa de los Salesianos.
Sevilla-España. — Santo Padre se complace anun
cio solemne certamen catequístico y bendice Superio
res y alumnos con los cooperadores benemérita A no
dación. — Card. Merry del Val. »
S e v illa — Certam en catequístico.
• Hecha la presentación de los alurrmos que de
todas las Casas salesianas de .Andalucía habían
venido á disputarse en honrosa lid el campeonato
de la enseñanza religiosa, se dió comienzo á la
lucha.
«Los jóvenes combatientes eran,en su mayoría,
verdaderos atletas, y el combate fué recio y empe
ñadísimo. A las dos horas de reñidísima lucha, no
se había conseguido reducir el impertérrito ba
tallón catequístico al númdVo deseado.
■ Al fin, tras heroicos esfuerzos del Jurado, cuyos
miembros hicieron derroches de habilidad y as
tucia para rendir aquellas inteligencias, se logró
que quedaran tan solo cuatro en la arena, l'n
aplauso clamoroso de la concurrencia, que ovacio
naba con dehrio á los pobres hijos del pueblo que
daban tan gallarda muestra de la firmeza de sus
enseñanzas religiosas, fué la señal de que aquellos
cuatro valientes y a se habían hecho acreedores á los
premios determinados de antemano.
- Tratábase ahora de ver cuál de los cuatro ha
bría triunfado sobre sus compañeros, alcanzando
el campeonato. ¡Inútiles esfuerzos !
» Después de otros tres cuartos de hora, en los
que agotáronse iodos los medios para conseguir
que incurriesen en la más leve equivocación, hubo
de rendirse el Jurado, y de acuerdo con la concu
rrencia, se convino en sortear cuál de ellos sería el
elegido para ir á Madrid, que en eso, cabalmente,
consistía el primer premio.
* Así se hizo, y la suerte favoreció al joven Lucas
Bravo, de la Casa de Cádiz.
» — ; Lástima grande— decíanmuchos— que se
haya debido privar á los tres restantes de un premio
que tan justa y valientemente habían ganado !
o Acto seguido, y en vista de lo avanzado de la
noche, se procedió á la distribución de los diplo
mas á todos los que habían tomado parte en la lu
cha catequística, suprimiéndose los otros números
del programa, como también el segundo certamen
del catecismo ampliado del P. Lassaletta, que se
trasladó al día siguiente.
» El ilustrísimo señor Obispo, los numerosos sa
cerdotes y demás espectadores se marcharon llenos
de admiración y entusiasmo.
o Por no hacernos interminables, consignaremos
que, en efecto, el día 24 se celebró el segundo cer
tamen alcanzando el campeonato el joven José
Viedma Martínez, de la Casa Salcsiara de la
Santísima Trinidad, de Sevilla.
■>Antes de terminar, quisiéramos llamar la aten
ción de todos sobre al importancia, verdaderamente
trascendental de estos certámenes, que tan pode
rosamente contribuyen al fomento de la enseñanza
religiosa. Pa>i y Calerismo dijo que necesitaban los
liijos de E?j)aua el Cardenal Monescillo. » Demos
Catecismo, decía el Padre Ricaldonc en la noche
d d certamen ; demos Catecismo á los niños, al
pueblo todo, y el Catecismo les enseñará á pedir
el pan, diciendo cada día al levantar los ojos al
Cielo, donde está el Padre de todos : el pan nuestro
de cada día dánosle hoy. Y Dios que no deja faltar
el alimento á las avecillas del bosque, de seguro
que proporcionará pan abunadantísirao á los hijos
de los hombres.
í Por ahí h¿i. de comenzar la solución de los pa
vorosos problemas sociales. 9
CIUDADELA (Menorca). — Cortamos de E l Vigia
Católico :
L a E xposición D idáctica en la Casa Salesiana.
Si el Colegio que dirigen los beneméritos Padres
Salesianos de esta ciuciad no tuviera bien ganado
por otros méritos y por otras pruebas dadas en
anteriores ocasiones el título de primer centro de
enseñanza elemental de las Baleares, la Exposición
Didáctica que se ha celebrado estos días en aquella
casa, bastaría para otorgárselo.
Cindadela entera ha desfilado estos días por sus
aulas y todo el mundo ha salido de la visita con el
convcnciinicnto de que aquella casa constituye
la m;\s firme esperanza del progreso de nuestra
ciudad, V el establecimiento de los Salesianos en
Cindadela, el paso más grande que esta ciudad ha
dado de muchos años á esta parte.
Y hav que tener en cuenta qué la'citada Expo
sición ha sido una prueba, un ensayo ; pero bien
elocuente, del fruto que puede dar el escogido pro
248 -
grama de enseñanzapuestoenprácticaporlosSalesianos, programa que es de los que mejor se ajustan
al programa pedagógico que como ideal tiene pro
yectado el Gobierno español; pero que éste no puede
poner por obra en sus escuelas por falta de medios.
Divídese la enseñanza elemental en la Casa Sale
siana en cuatro clases y cada una de estas en dos
secciones. Cada sección ha presentado sus trabajos
á la Exposición á que nos referimos.
La sección 1“ de la primera clase consta de 40
niños de cinco á ocho años y ha aportado á la Ex
posición cada uno seis trabajos de caligrafía desde
los consabidos ganchos y palotes hasta el dictado
y copia de párrafos caligráficos y otros seis traba
jos de artimética, desde las primeras operaciones
hasta los problemas de multiplicación. Sobresalen
en esta sección unos trabajos de caligrafía en tinta
blanca sobre papel de color. En caligrafía es muy
notable toda la clase. Además cada niño presenta
seis trabajos de dibujo, desde el simple trazo de
lina línea hasta diferentes combinaciones geomé
tricas. Y por último varios trabajos manuales en
p a p el: recortados, plegados, entrelazados y tegidos.
Esta sección presenta una colección de unos 100
insectos de Menorca cogidos y arreglados por los
niños bajo la dirección de su profesor.
La segunda sección de la clase primera presenta :
siete trabajos de caligrafía por cada alumno, otros
siete de aritmética y tres trabajos de dibujo, con
algunos trabajos de geometría y una bonita colec
ción de figuras de cartón y trabajos de entrelazado,
recortado, etc. '
La segunda clase presenta sus trabajos sin divi
dirlos en secciones : tiene una colección por meses
de los ejercicios hechos por los niños en Caligrafía,
Dictado, Análisis, A ritm éticay Dibujo. Además fi
gura en esta sección una bonita colección de fotogra
fías de los puntos más pintorescos y notables de Cin
dadela, entrelazados de papel, fig^iras geométricas
planasy otras de volumen hechas con cartones, ma
pas de Menorca en colores sobre tarjetas bonita
mente orladas, mapas de España y varios dibujos
á lápiz, en colores y e n tinta. En esta’’sección de la
Exposición figura un cuadro que contiene varios
sistemas de ingertos, y su preparación por partes.
La clase tercera presenta los trabajos semanales
de los niños en Aritmética, Caligrafía, Geografía,
Geometría, Composición, etc., una colección de
mapas de España y de otras naciones de Europa
V algunos de Menorca trazados con tinta blanca
sobre hule. Además presenta varios dibujos al
lápiz V en colores v trabajos manuales de marque
tería, carpintería en miniatura y figuras geométri
cas de volumen hechas de barro.
Esta clase presenta una colección de conchas de
marisco recogidas por los alumnos.
1.a 4* clase elemental, la más importante, pre
senta trabajos progresivos de Aritmética, Geome
tría, Composición y .Análisis, dibujos en colores,
páginas de caligrafía, en tinta blanca, documentos
comerciales (pagarés, letras, cheques, cuentas de
resaca, etc.) sobre cartulina, rrabajos de marque
tería, de cartón, mapas en colores de España Ro
mana, España Arabe, España Antigua, España
— 249
Mineralógica, España Agrícola, España Salesiana,
España actual sobre hule, dos planos geométricos
de la Casa Salesiana, dos mapas de España de
yeso en relie\'e hechos por uno de los profesores en
colaboración con algunos niños.
También presenta una colección del trigo y sus
aplicaciones en Menorca, con todas sus transfor
maciones, otra de la seda y sus aplicaciones y otra
del algodón.
Además figuran en la Exposición una colección
de minerales y plantas de Menorca ; y una pequeña
colección de pieles ; todo recogido por los alumnos,
quienes ayudaron á los profesores en los trabajos
de ordenación de dichas colecciones.
Esta es, á grandes rasgos, la relación de la her
mosa Exposición Didáctica que ha de ser expuesta
en la Casa de Sarriá juntamente con las demás de
las otras casas de Cataluña, Aragón y Valencia.
Hasta para los que mejor conocemos la ense
ñanza que dan los beneméritos hijos de D. Bosco.
la Exposición reseñada ha constituido una gratísi
ma sorpresa ; para los que no la conocían tan pro
fundamente ha sido una revelación. Porque todas
aquellas cosas de que hemos oído hablar tantas ve
ces por los que quieren europeizar á España por
medio de la instrucción, allí las hemos visto puestas
en práctica sin alardes, sin aspavientos : todo aque
llo de la enseñanza integral y la enseñanza cíclica
y las excursiones escolares y los trabajos manuales,
todo ha dado y a sus frutos.
Y téngase en cuenta que esta Exposición ha
ádo puramente elemental, que no han tomado
parte en ella los alumnos del bachillerato, cuya
sección tan brillante fe de existencia dió en los
exámenes celebrados en el Instituto de segunda
Enseñanza de Mahón y que ha venido á resolver
para Cindadela un verdadero problema.
Nuestra ciudad puede estar orguUosa de alber
gar un Colegio que tan brillante prueba de pro
greso está dando. Por esto no hemos dudado en
decir al principio de este escrito que el estableci
miento de los Salesianos en esta ciudad es el paso
más grande que ha dado Ciudadela de muchos
años á esta parte en las vías de la ci%úlización y el.
progreso. Estamos tocando los resultados y los
que nos sucedan recogerán los frutos.
Por esto, á los que nos hablan de secularización
de la enseñanza y de expulsión de religiosos, no te
nemos más que rogarles que visiten aquella casa y
cuando hayan visto lo que nosotros vemos todos los
días, si aman á la juventud y aman de veras el pro
greso V aman la patria, no tendremos más que de
cirles ; - quitadnos vosotros esto si sois capaces de
damos otro tanto. »
,
P o r A m é ric a .
BOGOTÁ (Colombia). — Novena y Fiesta de María
Auxiliadora.
{Carta de un Cooperador).
Es sorprendente el modo como María Auxilia
dora va afianzando su dominio en esta República.
Estos pueblos jóvenes, sin ilusiones gastadas,
y llenes del vigor de la mocedad, pero por otra
parte rudimentarios y anhelantes de progreso,
aceptan fácilmente y con entusiasmo consolador
toda idea redentora, todo culto salvador, y por esto
María Auxiliadora gana terreno aquí y los Sale
sianos, propagadores de su culto, son amados y
respetados por todas las clases sociales y urgidos
por todas las ciudades para fundaciones de esas
escuelas Salesianas de artes y oficios que son la
prueba más fehaciente del poder auxiliador de
María, porque sin mayores medios crecen y salvan
numerosa juventud del vicio y la escasez.
Convencido estoy de que María Auxiliadora con sus
Salesianos es una gran esperanza de progreso para
esta República. Ella siempre ha prestado el au.xilio
oportuno á las naciones que la han invocado en sus
grandes necesidades y peligros.
Y ó me figuro que María Auxiliadora al ver nues
tro triste estado ha dicho como en otro tiempo su
hijo : MUereor super turbam y nos ha mandado á
los benéficos hijos de su Congregación.
Pero el objeto de ésta es informarlo brevemente
de la solemnidad que revistió en este año la fiesta
de María Auxiliadora en este nido de águilas que
dicen (i). Durante el mes, que principió el 26 de
-Abril, se hacía lectura sobre la Virgen María, por
la mañana y por la tarde y á la misa de siete to
caba la orquesta del establecimiento.
L a piedad de los fieles fué grande durante este
mes, la preciosa imagen de María se vió rodeada
por un número crecido de devotos durante todo el
mes ; las barandas del comulgatorio se ^•eían reple
tas en todas las misas y el altar de la bendita Vir
gen de Valdocco parecía una jarro de flores : y
¿ cómo no, si el amor á María aquí es proverbial ?
L a novena fué solemnísima. Los panegíricos estu
vieron á cual mejor, pues por tumo pasaron en.inentes oradores.
L a conferencia salesiana prescrita fué dictada
el día 24 de Mayo por el renombrado y ^•i^tuoso
Dr. D. Rafael María Carrasquilla, Canónigo de la
Santa Iglesia Catedral, digno Rector del Colegio
Mayor del Rosario, honra y prez del clero colom
biano, benemérito de las letras y grande amigo y
cooperador de las obras salesianas. Todo cuanto
se diga de esta conferencia es poco : habría que
ver al grande orador y académico do la lengua,
apostrofando con su verbo clásico á los que ar
guyen de extraogera la sociedad salesiana, pues
las obras de Dios no son extrangeras en ningima
parte como no lo es el Evangelio.
Dijo que la obra salesiana era la sola solución
práctica del problema económico del país, y des
arrolló su tesis admirablemente.
No me detengo sobre esta conferencia, porque
me haría largo, desfigurando tan hermosa pieza
liv>;raria y social.
La fiesta del 27 resultó como tenía que resultar
después de tau magnífica preparación.
A las 6 y media dijo la misa de comunidad S. Sía.
el Canónigo Dr. D. Salusüano Gómez, Vicario Ge
neral de la Arquidiócesis. En ella comulgaron to(i) L a dudad está á 3,600 ms. sobre el nivel del tnnr.
— 2!;o —
dos los alumnos del Colegio y un número creci
dísimo de fieles ; á las nueve el pequeño clero y la
banda del Establecimiento, esperaban en la puerta
de la Iglesia al Exrao. Sr. Dr. Francisco Ragonesi,
Delegado Apostólico de la Santa Sede que venía
á pontificar la Misa.
La Schola cantorum del Establecimiento, con
maestría no común ni esperada, por componerse de
adolescentes, cantó la hermosa misa « Eucarística »
del Maestro Pcrosi.
El panegírico estuvo á cargo del Sr. Canónigo
Leónidas Medina que no desdijo en nada de la so
lemne festividad.
A las once pasaron los convidados á tomar el
almuerzo ofrecido por las señoras cooperadoras á
lo.s amigos de las obras salesianas. Tomaron parte
entre otros distinguidos personajes^ el Exmo. Sr.
D. Francisco Ragonesi, Delegado Apostólico, limo.
Sr. Bernardo Herrera Restrepo, Arzobispo P ri
mado do B o go tá, limo. Sr. D. Manuel Caicedo,
Arzobispo electo de Medcllln, el Ministro de Instruc
ción Pública, Dr. Carlos Cuervo Márquez, admirador
y grande amigo de los Salesianos.
La fiesta terminó por la tarde con el sermón
del R. P. Inspector D. Antonio Aime y con la ben
dición con S. D. M. impartida por el limo. Sr.
Caicedo.
Fiestas como ésta dejan gratos 6 indelebles re
cuerdos y provechosos frutos de buenas obras en
cuantos his presenciamos.
CARTAGENA (Colombia). Con grandiosos cultos
Cartagena ha honrado á la Santísima Virgen María,
bajo la hermosa advocación de « Auxilio de los
Cristianos. » Incontable Íu6 el número de almas
piadosas que se acercaron al Banquete Eucarístico
á ofrecer aquella ofrenda de amor á su Celestial
Protectora.
A las 8 comenzó la fiesta solemne, que fué cele
brada por los Reverendos Padres de la Sociedad
del Divino Salvador, Padres que tan dignamente
dirigen los intereses espirituales de aquella popu
losa Parroquia. Nada diremos del esplendor con
que fué celebrada dicha fiesta, porque todo elogio
resultaría pálido ante la realidad. Después del
Evangelio, ocupó la Cátedra Sagrada el muy Re
verendo Padre Don Nicolás Cáceres. S. J., é hi’.o,
con frases inspiradas y abundante y sana doctrina
evangélica, el cumplido elogio de Nuestra Madre
.María Auxiliadora. Aún resuenan en nuestros oídos
sus elocuentes frases de oro, y todavía nos enajena
la clásica pintura que trazó de la Gloriosa Aclvo-*
cación que llena el mundo cristiano de ixjrteut is
maravillosos.
Inmensa también la concurrencia que colnraba
las naves del templo, y destacábanse los Colegios de
niñas y niños «le aquel barrio, y los del Pie de la
Popa y Espmal. que todos concurrieron á dar ma
yor realce á la imponente función.
Por la tarde una solemne procesión completó
el triunfo «le la Celestial Patrona.
Complacidos hemos quedado presenciando este
homenaje de amor y devoción que un pueblo cris
tiano |va rendido á su Celestial Ihrotectora, y en
medio de nuestras oraciones no hemos cesado de
pedir por todos los que han cooperado á dar re
alce á estos solemnes cultos. L a Virgen de Doa
Bosco bendecirá desde el cielo á sus buenos hijos,
y convertirá el perfume de las plegarias que á Ella
se han elevado, en aroma inmortal de ^^rtudes
cristianas que hará nacer en los corazones gene
rosos que la han honrado y recordado en su festi
vidad . (De E l Porvenir).
VALENCIA (Venezuela). — Festividad de María Aoxiliadora en el Colegio “ D. Bosco. ”
Las solemnes funciones celebradas en el San
tuario de los Salesianos con motivo de la fiesta de
María Auxiliadora, han sido una nueva manifes
tación del entrañable amor que profesa Valencia
á la Madre del Redentor.
E l día 21 de mayo se dió principio al triduo.
E l 24, festividad de María Auxiliadora, presen
taba el Santuario un aspecto bellísimo que atraía
los corazones.
A las 6 y media celebró la misa de Comunión el
Reverendo señor Vicario, acercándose á la sagrada
Mesa todos los niños del Colegio, varios de ellos
por vez primera, y numerosos fieles.
A las 9 dió principio la misa solemne, cantada por
los niños del Colegio. Ocupó la Sagrada Cátedra el
Director del Colegio « Don Bosco», Presbítero Juan
B. Voghera, quien con grande elocuencia explicó
como María ha sido en todos los tiempos la espe
ranza de los cristianos y el auxilio de la Iglesia.
L a Divina Majestad quedó de manifiesto todo
el día, y la gente acudió sin interrupción, ávida de
rendir sus homenajes de adoración á Jesús Sacra
mentado.
A las 5 ^ de tarde se puso en marcha la proce
sión, y recorrió un trayecto de más de nueve cua
dras, durante el cual la banda del Colegio, com
puesta ca.si en su totalidad de niños, tocó hermosas
marchas religiosas de su escogido repertorio.
Llegada la procesión al Santuario, pronunció
el Presbítero doctor Granadillo un hermoso ser
món, que á la vez que sirvió para cantar las glorias
de María, Lté una elocuente conferencia á los coope
radores de la obra de Don Bosco.
Acto seguido los alumnos del Colegio cantaron
un precioso Tantum ergo, acompañado p>or la or
questa, dándose desp u ¿ la bendición con el San
tísimo Sacramento.
Digno complemento á la hermosa festividad de
^^aria Auxñiadora fué la velada músico dramática
efectuada el domingo 27 en el Colegio Don Bosco,
la cual fué un verdadero acontecimiento para todos
los que concurrieron á ella.
MERCEDES. (R. O. del Uruguay). — Altamente
consoladora fué la fiesta de María Auxiliadora ce
lebrada después de un mes de piadosos ejercicios.
Una primera comunión de 33 niños, á que hi
cieron corona todos los del Colegio, la renovación
de sus promesas hechas en el Bautismo, los recuer
dos, la música sagrada, el entusiasmo del día. la
bendición con S. D. M., todo fué un conjunto ar
mónico, una nota celestial con que los hijos feste
jaron desde el destierro á la Madre coronada como
reina de cielos y tierra.
á
— 251 —
BUENOS AIRES (Argentina). — Consagración del Altar
Mayor de la cripta, dedicado ai Sufragio perpetuo en ei templo
de S. Carlos, Almagro. — El limo. Mons. Gregorio J.
Romero Obispo tit. de Jasso y Auxiliar de la Arquidiócesis de Bs. As. consagró el Sábado 19 de Mayo el
doble Altar Mayor de la Cripta, dedicándolo á los
Santos Patronos de la América latina y nominalmente
á Sto. Toribio, Arzobispo; á S. Felipe de Jesús, Protomártir Americano; á S. Francisco Solano, conf.;
á S. Pedro Claver, co n f.; á S. Luis Beltrán,
conf. y á Sta. Rosa de Lima, virg. y para el per
petuo. sufragio de las Aniittas de los fieles difuntos.
NECROLOGIA.
La Señora Doña Rosa Elena Andrade
de DávÜa (Cuenca°Ecuador).
La Sra. Andrade de Dávila, hija de padres dis
tinguidos, supo conquistarse un puesto de honor en
la sociedad cuencana, por la esquisitez de su trato,
por la nobleza de su
proceder, por la afa
bilidad de su carác
ter. M as, si tuvo
relevantes prendas
sociales, mayores fue
ron las virtudes que
ate«)raba su corazón
noble y compasi\ o :
llena de piedad y
celo, íué una Coope
radora Salesiana so
lícita en favorecer á
las clases menestero
sas, y no contenta
con distribuir gran
des limosnas entre
las familias desva
lidas del país, íué la
madre abnegada y generosa de más de un huérfano.
Esposa de uno de los caballeros más benefacto
res de nuestra sociedad, trabajaba personalmente,
los paramentos de las Iglesias pobres y ayudaba
á su virtuoso compañero en la grandiosa labor de
atender al mejor servicio del culto divino, multi
plicando junto á los sagrarios, las lámparas soli
tarias que alumbran al Dios Sacramentado. Los
cirios encendidos en tomo de su féretro tienen res
plandores misteriosos : son los que ella preparaba,
tal vez, sonriente, para los altares de la Santa Eu
caristía.
La misma delicadeza de ella en todas sus prácti
cas de religión comprueban la alteza y magnanimi
dad de sus sentimientos. Alma noble encerrada en
un cuerpo belfo, no necesitó de mucho para con
vertirse en ángeL E l Dios IRemunerador habrá
acogido en su seno á la que supo tributarle todo el
culto de que íué capaz v supo, también, cuidar del
huérfana y del pobre. Falleció en Cuenca el 18 de
Junio ;Que las plegarias de los buenos y las lágrimas
de los suyos bendigan constantemente su memoria !
D. Francisco Bahamonde.
Pérdida irreparable puede llamarse la que aca
bamos de sufrir los Salesianosde Riobamba (Ecua
dor) en la persona del Sr. D. Francisco Baharaonde, unode nuestros más insignes cooperadores,
fallecido ei 28 de Diciembre 1905.
Padre ejemplar de numerosa familia, logró in
culcar en todos y cada uno de sus miembros, junto
con las prácticas de nuestra Di\-ina Religión la
más tierna y sincera devoción á la Sma. Virgen, ro
busteciendo eficazmente su palabra con el ejcnqdo
del más laudable y ejemplar desprendinñento. —
F.l Templo salesiano do la Merced de esta Ciudad
está pregonando á los cuatro vientos la inagotable
liberalidad del Sr. Bahamonde y la no menos gene
rosa de su digna consorte, la cual aleccionada jxjr
tan noble desinterés, tiene á honra sacrificar con
siderables sujnas de dinero y á veces (cuando urgen
las necesidades de la obra), hasta las más valiosas
joyas de su cofre, con el fin de llevarla adelante ;
pudiendo afirmasre que una gran pai'te de ella so
ha construido con los dones de esta piadosa fa
milia. — Suplicamos pues encarecidamente á to
dos nuestros Cooperadores y Cooperadoras se dig
nen ayudamos á satislacer la inmensa deuda do
gratitud que tenemos contraída con nuestro sen
tido difunto, elevando plegarias fervientes al So
berano Remunerador, a fin de que le otorgue
cuanto antes el eterno descanso y á su desolada
familia el consuelo que han menester en su dolorosa y cruel orfandad.
Cooperadores Salesíanos difuntos»
Dfia. Dolores C erd á— Algueña (Alicante).
« « María Navarro — Alagueña (Alicante).
« 4 Dolores López Marín — Ahnasiles (Gra-nada).
Petra Mansilla — Déjar (Salamanca).
Beatriz Serra V. de Maxell — Barcelona..
Sr. D. Enrique Pinedo Ciará — • Barcelona.
Manuel Ameller — Barcelona.
Joaquín Sans — Barcelona.
Sra. D .a Antonia Pedraza — Cuenca.
Sr. D. José Pérez Pasto — Carlaya (Huclva).
Domingo Pastor Galdón— Carlaya (Huclvac
<'
Isidoro Alvarez — Carlaya (Huclva).
«
José Gómez Ramírez — Carlaya
«
<
Sra. D'.a M.a Remedio Satorres de Fuster — Dana(Alicante).
« « Carmen de la Corte — Huelva.
« « Josefa Castañeda — Málaga.
Victoria Martínez —
4
4
Sr. D. Rafael Reguera —
Francisco Balenzátegui Cardero — Málaga.
4
4
Manuel Barrio — Orense.
4
4
Ricardo Conde ’— Paciños (Orense).
4
4
Benigno Pérez Montes — Sobrados del'
«
4
Obispo (Orense).
— 2^2 —
íDcmorias biográficas
k ÍRons. Luis Lasagna
fContiiiíiación) ( i )
CAPITU LO X X V I.
Sale de Villa Colón un enjambre de misioneros —
A bordo dei « Orénoque » — Fecha memorable —
La palabra del Obispo — Nictheroy — En palacio
— La fama de la santidad de D. Bosco en Amé
rica — En la capital del Brasil — Un nuevo
templo al Sagrado Corazón de Jesús confiado á
los Salesianos - En una colonia de Italianos —
« {Oh, quédese con nosotros!» — El viejo cate
cismo de la diócesis de Vlcencia — Fieles al
grito de guerra.
^'^Lorría el mes de Julio de 1883. Desde las
primeras horas de la mañana se veía á
numerosos Cooperadores y Cooperadoras dirigirse
á la artística iglesia do Santa Rosa en Villa Co
lón. Allá iban para asistir á una de las más con
movedoras funciones me refiero á la despedida y
bendición de una corta falange de misioneros que,
cual enjambre de abejas industriosas, dejaban la
colmena del Colegio Pío é iban á trabajar en otro
campo señalado por la divina Providencia. El
P. Lasagna con un ternísimo discurso anunció á
su numerosos y ferviente auditorio que dicho cam
po era el inmenso Imperio del Brasil. Trazó la his
toria de aquella nueva fundación ; narró las di
versas vicisitudes que por seis años lo habían re
tardado, y con la elocuencia del corazón animó á
los siete jóvenes misioneros á volar con abnegación
y celo en auxilio de tantos pobres niños que pedían
pan sin tener quien so lo partiese. Chando los her
manos dieron el adiós al P. Miguel Borghino que
era el Director de la nueva fundación, afectriosísimo fué el abrazo y abundantes las lágrimas, de
tal suerte que uno de ellos hubo de escribir : « Sa
bíamos que nos amábamos ; pero no creíamos que
tanto nos había de costar la separación. En aquel
instante recordamos la iglesia de María Auxilia
dora, el adiós al queridísimo D. Bosco y á los ami
gos y hermanos de Europa ; ¿qué mucho, pues, que
se nos agolparan en el corazón los afectos, v buscá
ramos un desahogo en el llanto ? »
Detuviéronse en Montevideo el tiempo necesario
para recibir la bendición del Obispo y despedirse
do varias comunidades religiosas y de algunos be
neméritos Cooperadores, y al oscurecer se embar
caron en el Orénoque, guiados y sostenidos en aqucllas primeras puebas por el mismo P. Lasagna.
Después de cuatro días de azarosa navegación
Abordaron á uno de los puertos más hermosos del
mundo, el de Río Janeiro, y el 14 de Julio de 1883
(1) Véase Boletín de Abril pág. i i i .
será sin duda alguna para la humilde sociedad de
S. Francisco de Sales un día de felicísima recorda
ción porque en él se fundó la primera casa salesiana en el Brasil. Seis meses después, el 28 de Enero
de 1884, predicando nuestro Padre D. Bosco la
Conferencia á los Cooperadores de Turín en la
iglesia de S. Francisco de Sales, narraba con en
tusiasmo la entrada de sus hijos en el Brasil, y
leyendo en el futuro, predecía que habían de ser
innumerables los institutos salesianos en aquel
vastísimo Imperio. Pocos años bastaron para de
mostrar su aserto.
Los noveles misioneros sabían que la divina
Providencia les había dado un segundo padre, otro
D. Bosco en D. Pedro María Lacerda que á sus ex
pensas les había preparado la casa. Pero, ¿ cuál no
fué el dolor del Padre Lasagna y sus compañeros
cuando al desembarcar en el Brasil supieron que
S. S. Urna, estaba ausente ? L a fiebre amarilla le
había arrebatado á su virtuosísimo secretario el
Pbro. Francisco Telles, á quien él solía llamar su
Angel rustudio visible. Profundamente angustiado
por esta pérdida y quebranntado de salud, le ha
bían aconsejado y como obligado á dejar la capital
y á trasladarse á la provincia de Minas de clima
más apacible y templado por las altas é intermi
nables serranías que la atraviesan y circundan.
Mas aunque lejos, el buen Pastor pensaba en los
hijos de D. Bosco que, como él decía, al llegar al
Brasil se habían hecho hijos suyos, y les demostró
su afecto escribiendo unadoctay ternísima Pastoral
en que daba á sus diocesanos la noticia de la llegada
de los Salesianos, juzgándolo y teniéndolo por faus
tísimo acontecimento, y abogando elocuente
mente ante las personas buenas por la causa de
aquel hospicio que se quería fundar. Después es
cribió á los Salesianos en particular una carta re
bosante de ternura, de santos consejos y de gene
rosa caridad que bien dejaban entender lo impa
ciente que estaba por verse con ellos. E l ejemplo
del Pastor y sus calurosas palabras, despertaron
luego en todos los corazones bien nacidos las más
\T,vas simpatías para los recién llegados é inmensa
expectación respecto de su obra. Tampoco faltaron
socorros pecuniarios con que no sólo se pudo amue
blar la casa, sino también ensanchar el local, que se
reconoció insuficiente.
(Sí continuará).
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente; JO SÉ GAM BIN O.
Turin, Tip. Salesiana {B. S.) — Vía Cottolengo, 32.
-
Fecha
-
1906.09