BS_1905_12

Ficha

Título
BS_1905_12
Descripción
Boletín Salesiano. Diciembre 1905
extracted text
SUMARIO; L a mayor de lasciendas. III (Conclusión) 305
La Inmaculada C o n c e p d ó n ........................................... 3°9
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r i c a ......................................................................
Im p o rta n te ......................................................................... 3^4
De nuestras Misiones: P a t a g o n ia ................................ 315
A través del E c u a d o r ........................................ • 3^6
Gradas de María A u x il ia d o r a ......................................320

Crónica Salesiana: Dolores y Alegrías — Por Espafia:
Madrid, Barcelona, V itoria— Por América: Méjico,
Bogotá, Mosquera, Caracas, Viedma, Punta Arenas,
Rawson, Patagonia, Córdoba, Guayaquil — Por
Italia: En la Calabria desolada — Roma . . . 325
E s p ig a n d o ......................................................................... 334
N e c r o l o g í a ......................................................................... 334
Indice general del año 1905 ............................................. 335

La mayor de las ciencias
( Conclusión)
haciendo á la vez amable y llevadera
la obediencia, debiera preocupar á los
Obligación de enseñarla,
hombres todos, especialmente á los
hombres públicos, hoy que la sociedad
E las breves consideraciones bambolea al impulso de una licencia
que preceden, habrán podido desbordada que amenaza hundir el
deducir nuestros lectores la mundo en la anarquía total, en el total
importancia altísima del Catecismo, im­ exterminio. Las crónicas que nos traen
portancia de que por otra parte ya diariamente relaciones aterradoras de
estaban seguramente convencidos, aun los atentados que contra los mandata­
antes del inmortal documento de nuestro rios se cometen; lo que nosotros mismos
Smo. Padre Pío X. Hemos dicho que vemos y palpamos, lo que pasa en las
los gobiernos fomentando la instrucción fábricas de los capitalistas, á bordo de
religiosa, miran por su propio interes los buques, sobre la veloz locomotora,
y conservación; y así es efectivamente: en el santuario mismo de la familia,
por esto se ha llamado con mucha nos está clamando que pongamos re­
razón al Catecismo institución social. medio. Y el remedio está á la mano;
Todo lo que contribuya á fomentar y enseñemos el Catecismo, convenzámo­
robustecer el principio de autoridad. nos de la obligación que á ello teñeIII.

— 3 o6 —

mos, especialmente los que están al
frente de la istrucción, los que gobier­
nan la familia y los que rigen los
pueblos en orden á la vida sobrena­
tural, es decir, los Sacerdotes.

Cuando los padres y la sociedad en­
tera confían sus hijos á la escuela ó
colegio, no se proponen únicamente
que se les enriquezca la mente de co­
nocimientos, sino también que se les
adorne de virtudes el corazón, que se
les forme hombres en todo el sentido
noble y espléndido de la palabra. El
magisterio es un sacerdocio, y sacer­
docio de los más sagrados y eficaces;
de él, más que de cualquier otra cosa,
depende la suerte de las naciones, la
felicidad temporal -de la sociedad y lo
que es más, su beatitud eterna. Trai­
cionan su misión los que imbuyen á la
juventud en falsas ideas, los que en vez
de guiar el entendimiento á la verdad,
lo llevan á través de las marañas hasta
despeñarlo en las profundidades del
error; los que en lugar de juzgar y
enseñar á juzgar desapasionadamente
de las instituciones, especialmente de
la divina institución de la Iglesia, ponen
a la pasión de partido como único cri­
terio ; los que lejos de morigerar las
costumbres, dignificar el corazón, en­
señar al hombre á respetarse á sí
mismo, lo postergan al nivel de los
brutos entregándolo al furor de las
pasiones, al ímpetu del apetito sen­
sible que desgraciadamente se desor­
denó y desbocó con la caída de nuestros
primeros padres.
Nó, las escuelas se han instituido
para mejorar la sociedad, no para
perjudicaría- De aquí la obligación en
los que cuidan de la enseñanza, de
compenetrarse de su ministerio, de es­

forzarse por cumplirlo con honor y digni­
dad. Deben, pues, alejar el error y la
falsedad de la mente de sus alumnos,
imbuirlos en la verdad, tal cual ella es,
luminosa y benéfica; educar su corazón,
limpiándolo poco á poco de los' vicios
que, como malas hierbas, tenga, y po­
niendo en su lugar la simiente de la
virtud. La escuela es el germen de fu­
turas sociedades, de agrupaciones que
más tarde harán mucho bien ó mucho
m al; ahí empiezan los niños á estre­
char esas amistades que han de durar
después por toda la vida, uniéndolos
en su dichas y en sus penas, en sus
triunfos ó derrotas, en su felicidad ó
en su desgracia. Fomentar el instinto
social, enseñar la fidelidad, vínculo
sagrado de la amistad verdadera, des­
arrollar el sentimiento de la compasión
hacia las ajenas miserias, de compla­
cencia por el éxito feliz, amaestrar en
la mutua tolerancia, en el disimulo de
los defectos con que todos y cada uno
ofendemos á los demás — condición
del hombre sobre la tierra, que no
puede ser perfecto — ; procurar que los
unos ayuden á los otros; hacer respetar,
venerar y amar la autoridad, cuidar
del cumplimiento de los deberes para
con D io s; hé aquí lo que debe hacer
un maestro que tenga conciencia de
su misión divina, d odo esto, robuste­
cido por el ejemplo, autorizado per lo
que él mismo practica, le ganará el
corazón de sus discípulos, hará inmenso
bien á la sociedad, le procurará la sa­
tisfacción del deber cuniplido, le obtendrá
las bendiciones de Dios.
La sociedad está casi perdida; el
restaurarla no es obra de un día, es
tarea muy lenta; quizá nosotros no la
veremos; pero hemos de desmayar por,
eso? La instrucción religiosa es el ver­
dadero medio., Seamos desapasionados.

— 307

se preocupan por la suerte eterna de
sus hijos, su paternidad no puede ser
completa, se degrada, viene á reducirse
á la de los animales que pacen por el
campo ó crecen en la cuadra.
j Cuán sabiamente procede la Iglesia
al exigir la conveniente instrucción en
los van á unirse con los sagrados lazos
Si grave obligación es la que pesa del matrimonio, y cómo lo dignifica y
sobre los maestros y demás empleados encumbra! Ella quiere la idoneidad
__ para instruir la prole,
públicos que presiden
__________
la capacidad para lle­
á la educación, ¿cuál
varla al cielo, y todo
no será la de los pa­
cristiano debiera sen­
dres de familia, ya
tirse honrado en so­
que es la misma na­
meterse á esa ley con­
Jüucfías V iiiuv cumplidas au­
turaleza quien se la
soladora. Lactancia
impone? «E l fin del
guramos ó ipjesíros Cooperadores
espiritual llama un
matrimonio, dice el
escritor á la primera
1 á Iodos los lecíores del ;6oleíín.
Catecismo, es criar y
educación cristiana, y
educar hijos para el
ÜI ^uperior Ccncral i lodos
por cierto que con
cielo. > La vida pre­
muy apropiado nom­
los ^al^sianos, agrupados af re­
sente no es sino un
bre, pues, como he­
tránsito, un pasaje á
dedor de la cuna del í2.iño í)ios,
mos dicho , es de
otra vida mejor, que
imploran
para
lodos
^us
amigos
derecho natural como
es la vida verdadera;
la lactancia física. Con
y ésta debe ser la
Y para el muqdo cnlcro, ccIm Iíola leche debe mamar
meta á que princi­
f^s 6cpdiciones, 6uci\^ fin ^ mejor
el infante la instruc­
palmente deben aten­
ción religiosa: la pri­
der los padres de fa­
principio de año.
mera palabra que de­
milia. ¿Qué importa
bieran pronunciar sus
que suden tanto por
Ji
labios es el nombre
la felicidad temporal
de los hijos; que por formar su bienestar dulcísimo de Dios, la primera imagen
terrestre se sujeten á privaciones y que se grabara en su imaginación ,
penas indecibles, si no procuran su fe­ el santo crucifijo que debe campear
licidad eterna? Un gran poeta francés en la testera del lecho paterno, el
escribía en sus últimos días una oda primer pensamiento, el dirigirse á Dios,
maldiciendo la memoria de su padre, el primer deseo, el de agradarle. Sen« porque lo había sacado de la dulce tada esta base, quedan también asenoscuridad de las selvas, de la campiña tados los cimientos de la autoridad parisueña, de la grata compañía de los terna. El hijo amante de Dios, sera
rebaños, porque le había proporcionado amante y cariñoso para con sus padres,
una instrucción que le robó la p az.»
Algunos piensan que los deberes rei Cuánto más le hubiera valido educarle ligiosos y la obligación de instruir en
en el temor de Dios! Sí los padres no ellos á los hijos, incumba únicamente

no temamos conocer y hacer conocer
la verdad, antes bien, hagámosla amar
y practicar: evitemos cuidadosamente
cuanto pueda ofenderla, procuremos
todo cuanto pueda promoverla y asen­
tarla en su trono luminoso.

¡Fdiciíiaícs!

-- 3o8 —

á la madre. Y por desgracia se prac­
tica así en gran parte del mundo. La
autoridad paterna es ejercida por el
padre, que es el jefe de la familia, y
por consiguiente á él le incumbe pri­
mero lá obligación de dar el alimento
moral, como debe dar el material. Es
preciso que desde la primera edad se
convenza el niño que la Religión no
es negocio solamente de las mujeres,
que al hombre también le obliga, porque
también él escreatura de Dios. Cierto
es que la madre tiene quizá más me­
dios de destilar esta leche divina en
el alma del infante: ella puede apro­
vechar mil circunstancias y minuciosi­
dades que en la vida se presentan, para
levantar el corazón de su hijo, para
enseñarlo á dirigirse á Dios, á María
Sma., á su ángel guardián, para incul­
carle el amor á sus semejantes, en una
palabra, para instruirlo en sus deberes
religiosos; pero no lo es menos que
el padre con su autoridad augusta,
puede mucho.
Mas por encima de los preceptos
está el ejemplo : los hechos pueden más
que las palabras. Que los hijos vean
que sus padres se curan de la Religión,
que al menos se ocupan de ella con
el mismo empeño que de los negocios
temporales y que si saben cultivar el
campo ó manejar un almacén, una ha­
cienda, saben también rezar su Rosario
y asistir á la Misa con religiosidad y
compostura. Un autor llama apostasía
moral la negligencia de este deber, la

que será luego origen de muchas y
graves desventuras.
Padres y madres de familia, estimad
vuestra misión, llenad cumplidamente
vuestro cometido que es, no lo dudéis,
un sacerdocio fecundo.

Respecto á los sacerdotes, no somos
nosotros quién para hacerles recomen­
daciones sobre este particular: no': consta
que el clero todo comprende y hace
cuanto puede para cumplir con esta parte
de su ministerio, el más elevado y digno
de todos; tanto más, cuanto es voluntad
expresa del Soberano Pontífice, quien
manda se haga todos los domingos una
hora de catecismo á los niños y se ex­
plique á los fieles la doctrina, mandato
que él mismo confirma con su ejemplo.
El sacerdote tiene en su mano más
medios nadie, que puede hacer ceder
en beneficio de la infancia, amonestar
puede y tocar los resortes más delicados,
y el mejor resultado coronará su obra.
O h ! ¡ cuán grande será la satisfacción
de todos cuantos trabajen por la rege­
neración social, mañana cuando vean
que sus trabajos no han sido estériles ;
cuán dulce será la voz de la conciencia
que al declinar la tarde nos d ig a : has
cumplido tu deber; y sobre todo cuán
abundante la recompensa que Dios nos
dé, cuando dejando este mundo, campo
de nuestras luchas y fatigas, trasplan­
temos los umbrales de la patria ver­
dadera !

— 309 —

Inmaculada Goncepción
I.
el misterio de la purísima Con­
cepción de María, que el mundo en­
tero celebra como una de sus fiestas
principales, creemos que no caerán mal cuatro
palabritas, tanto más, que muchos cristianos,
especialmente niños y gente de campo, tienen
sobre él ideas un tanto confusas, y con todo
y ser devotísimos de Ella, no aciertan á darse
cuenta exacta de lo que la Iglesia cree y manda
creer.
Pues bien, el catecismo nos enseña que todo
hombre, al formarse en el seno materno, re­
cibe el alma manchada con un pecado que
heredamos todos de nuestro padre Adán, y
que se llama pecado original. Nadie nace puro
delante de Dios. El tahúr que en una hora
de juego pierde su lortuna y con ella la for­
tuna y el bienestar de sus hijos, se asemeja
en cierto modo á lo que hizo nuestro infeliz
progenitor al desobedecer á D io s: se empo­
breció y contaminó á sí mismo y á toda su
posteridad. Afortunadamente la misericordia de
Dios es muy grande y hubo compasión de
nosotros. Mediante las sagradas aguas del bau­
tismo, se nos aplican los méritos de Nuestro
Señor Jesucristo, y apenas salidos de la pila
bautismal, quedamos limpios y purificados de
tan horrible mancha. Claro es, empero, que
antes de restituírsenos á la amistad de Dios,
éramos sus enemigos.
Ahora bien, queriendo el Hijo de Dios ha­
cerse hombre , claro e stá , buscó una M adre.
pero ella debía ser digna de E l: dió una mi­
rada por las generaciones, y viéndolo todo man­
chado, se dijo: Pues quiero por madre á una
mujer que ni por un solo instante haya estado
sujeta á esta miseria universal, ni manchada
con el borrón con que nace todo hombre y
toda mujer que viene al mundo: esta mujer
ha de pertenecerme á mí solo y por consi­
guiente ni un momento solo ha de estar en
’ oB R E

poder de Satanás; á los demás los limpio, á
ésta la preservo; no bien su alma se úna al
cuerpo, derramaré sobre ella tal copia de gra­
cias, que no haya necesidad de limpiarla
después; prevengo el mal, y así no habrá
necesidad de curarla. He aquí á María, y se
llama Inmaculada, que quiere d ecir: no man­
chada.
Veis, pues, la diferencia entre su Concep­
ción Inmaculada y su pureza virginal. No es
lo mismo el misterio que celebramos el 25 de
Marzo y el que festejamos el 8 de Dbre. El
primero profesa y confiesa que María concibió
y dió á luz á Nuestro Salvador, sin interven­
ción humana, por pura obra y gracia del Es­
píritu Santo; mientras que el segundo significa
que María misma fué concebida en el seno de
Sta. Ana, libre de toda mancha original, inmune
de este achaque infausto con que todos na­
cemos.
II.
Este dogma ha sido creído siempre, pero
no hace sino 51 años que lo definió Pío IX.
¿Qué hizo, pues, el Papa con la definición
dogmática? Solamente declarar que este mis­
terio ha sido siempre reconocido por la Iglesia
católica, y que desde los Apóstoles hasta hoy
se ha tenido como verdad de fe entre los fieles,
de la misma manera que creemos su Asunción
gloriosísima. El dogma, pues,- ha existido siem­
pre, lo que no existía era la obligación es­
tricta de confesarlo
La Iglesia no crea verdades nuevas como
algunos van diciendo por esos mundo de D io s :
ella no hace sino declarar y fijar bien verdades
antiguas como el mundo; hacer con ellas lo
que un notario con un documento, es decir
sellarlo, autorizarlo con su sello. El dogma de
la Inmaculada era un documento que existía
en la tradición, como en un archivo; todos lo
conocían, todos lo creían, y el Papa no hizo

— 310 —
sino firmarlo, por decirlo así, y declarar fuera
del gremio de la Iglesia al que fuera osado á
negarlo.
¡ Cuán bello es por otra parte este privilegio
de María, y cuán conveniente y necesario!
Cuántas nuevas inspiraciones creó para el arte !
Si os fijáis en la inmagen de la Inmaculada,
habréis visto que María está sobre un globo,
con las manos juntas, pisoteando una serpiente.
Muchos quizá no sepáis lo que esto significa,
y por esto vamos á decirlo en dos palabras.
El pecado original está allí representado por
la serpiente, figura que tomó el demonio para
tentar y seducir á nuestros primeros padres, y
como este pecado nos alcanza á todos, por
eso se pinta la serpiente al rededor del mundo,

oprimiéndolo con sus anillos. María, por pri­
vilegio único, fué preservada. Por esto está
sobre el globo, triunfante y hermosa, concul­
cando al dragón immundo á quien venció,
según la sentencia dada por Dios en el paraíso:
y la rmtjer quebrantará tu cabeza. Tiene las
manos puestas en señal de reverente oración,
y su mirada limpia y serena se fija con amor
y humildad en los espacios del cielo, para
reconocer que sólo á Dios debe la gracia sin­
gular, quien ostentó en Ella el poderío de su
brazo. Bendigamos á Dios por haber concedido
favor tan grande á María, y por haber con
este medio dignificado y salvado á la huma­
nidad. Honremos también á María, y procu­
remos ser dignos de Ella.

E l REPRESEIITAITE REI SUCESOR DE DÜl EOSCO
EN A M É R I C A
(Correspondencia de D . Calógero Gusmano á nuestro Rector Mayor, D . Miguel Rita)
(Continuación).

E n H onda.
H a c ia B o g o tá — E l susp irado encuentro.

L 24 llegamos á Honda, así llamada por
e.star situada entre las varias gargantas
de las montañas que la circuyen: á pesar
de sus abundantes aguas, es un verdadero
horno. Es ciudad muy comercial, el principal
puerto sobre el Magdalena, y debe su importan­
cia á los saltos de agua que dividen el Alto del
Bajo Magdalena. Su clima es bastante malsano.
Los Padres Agustinos que rigen una parroquia,
han perdido en pocos años varios religiosos. En
su casa nos host^edaron aquella noche , tratán­
donos con exquisita caridad, y al día siguiente
partimos hacia Bogotá, volviendo á nuestras jor­
nadas á muía, que 25 días antes, habíamos aban­
donado. Se había convenido que con nosotros

vendrían el Gobernador de Sta. Marta y el Cón­
sul de Colombia en Nueva Y ork y que nos es­
coltaría una compañía de soldados : pero re­
sultó que aquellos soldados no parecieron bas­
tantes á dar seguridad, y se difirió la partida ;
nosotros, empero, confiando en Dios, nos aven­
turamos solos. Las dificultades de viaje eran
poco más ó menos las mismas que para ir á
G ualaquiza; y siempre con el temorcito de dar
en una emboscada poco cortés de los revolu­
cionarios, que con este nombre se habían consti­
tuido varias pandillas de ladrones que robaban
á los pasajeros y muchas veces iban más ade­
lante.
Los Hermanos y niños de Bogotá salieron
á nuestro encuentro hasta Facatativá, centro
comercial que dista de la capital, unos 40 km.,
en un tren galantemente ofrecido por el Go­
bierno.

— 3 II Formados los niños en dos escuadras, á cuyo
frente flameaban, suavemente mecidas por las
auras, las banderas de Colombia y de Italia, se
adelantaron á saludar al Visitador Salesiano.
A los acordes del Himno Nacional y del Himno
hecho expresamente para el Sr. D. Albera, abra­
zamos al P. Evasio Rabagliati y á los demás
salesianos, y saludamos á los niños y Coopera­
dores que habían acudido. Aquel recibimiento
nos hizo olvidar los sufrimientos pasados, que;
sólo quedaron como un motivo de distracción.

que se provean de un amplio local, porque ve
que harán immenso bien, como immensa e.s la
estimación que universalmente gozan. La iglesia
del Carmen que los salesianos siiA’en, no j^uede
ciertamente llamarse artística, pero sí es muy
devota, y favorecida de los Bogotanos, que se
hacen admirar por su piedad ferviente. Yo
la vi literalmente atestada los domingos, sobre
todo á la hora de la instrucción que hacía con
su elocuente sencillez apostólica el P. Rabagliati;

L o s S a le sia n o s de B o go tá.
Nuestra casa de Bogotá es un antiguo cuartel:
poco bella en su parte antigua, hermosa y ajus­
tada á las reglas de higiene un la nueva, en donde
están los talleres, florecientes en día, especial­
mente el de herrería, cuyos magníñcos trabajos
se admiran en los grandes fabricados, y en las
puertas de las iglesias aun en poblaciones dis­
tantes de Bogotá ; ahora, por causa de esta ben­
dita guerra, casi vacíos. Precisa vivir la vida
de estas jóvenes naciones americanas para
comprender la fascinación é influjo que sobre
todos ejerce esta mágica palabra, guerra ! aun
sobre los alumnos del santuario y sobre aquellos
mismos que y a habían decidido alejarse del
mundo.
^’isitamos los varios talleres, de los carpin­
teros, cerrajeros, zapateros, sastres, fundidores,
panaderos, etc. etc., como también las clases de
los estudiantes, que no dejan de ser numerosos.
En Bogotá mismo tuvimos el placer de visitar
la casa de la Sta. Infancia, que su fundador ha
encomendado á nuestros hermanos, obra que
consiste en recoger todas las tardes los niños
que carecen de padre y madre y de hc^ar,
y que ordinariamente se ocupan en lustrar bo­
tines, vender periódicos y barrer las calles. Ahí
se pulen un poco en cuerpo y alma : se les en­
señan las oraciones, se les suministra el alimento
y vestido necesarios : es una obra que se impone
en todas las grandes ciudades.
Las hijas de María Auxiliadora hacen cuanto
les permite la estrechez de su local, y tienen
muchas vocaciones, y entre las principtües fa ­
milias. D. Albera ha dado providencias para

Ferrocarril funicular al Tibidabo.
Vista parcial de la Koea.

y cuando supieron que predicaría D. Albera,
creció tanto el concurso que ni una grande basí­
lica lo hubiera contenido; de modo que fué ne­
cesario que volveirra otra vez á predicar.
■ Bogotá es una ciudad sumamente sim pática:
está suavemente reclinada á las faldas de Gua­
dalupe y Monserrate, montañas que hacen parte
de la Cordillera oriental de los Andes, ál extremo
orienta: de la grande altiplanicie colocada á
2020 m. sobre el nivel del mar : varios riachuelos
la atraviesan ; su clima es benigno y saludablel,
su'tem peratura deliciosa, y cuenta 130.000 Itatantes. Cuando las naciones sudamericanas se
hayan persuadido de que su grandeza comienza

— 312 —
donde terminen las guerras fratricidas, Bogotá
se extenderá, entrará en directa comunicación
con los principales centros de comercio y tomará'su lugar entre las grandes ciudades.
En Fontibón y Bosa.
Estuvimos también en Fontibón, en donde
los nuestros regían una parroquia, daban clase
á los niños y tenían un floreciente oratorio fes­
tivo. Las alumnas de las escuelas de niñas, con
sus respectivas maestras á la cabeza, vinieron
á regraciar á D. Albera por la instrucción reli­
giosa que les imparte el director de la Casa Salesiana. Un tiempo, exitía allí el Noviciado de
los clérigos : pero la carencia de agua potable,
la humedad y otras causas obligaron á trasla­
darlo, y pronto se establecerá definitivamente
en Mosquera, en un amplio local, regalo exce­
lente de un óptimo cooperador Salesiano. En
Bosa se edificó un magnífico colegio, conforme
en todo á las exigencias modernas ; el terreno
cedió, sobrevino la revolución que arrebató los
obreros, y todo se ha paralizado. También aquí
se atiende á la Parroquia, á las escuelas y al
Oratorio festivo. Las Hijas de María Auxilia­
dora trabajan por su parte y realizan verdaderos
prodigios ; poco á poco van fabricándose una
buena casa que servirá de noviciado.
Muchas fueron las invitaciones que D. Albera
tuvo que rehusar, de ir á ver casas y locales para
fundaciones muy favorables; la causa era siempre
la m ism a: la total escasez de personal. Sin em­
bargo, desea vivamente que cuanto antes, y á
costa de cualquier sacrificio, se abra un insti­
tuto en Medellín (Departamento de Antioquia),
semillero de vocaciones religiosas.
En los Lazaretos. — Beneficios
de la Religión.
Pocas naciones ofrecen al celo salesiano tan
vasto campo de acción como la República de
Colombia. Quien se siente inclinado á la ense­
ñanza de las letras, puede ir á sus colegios, quien
á la de artes y oficios, existen los talleres ; hay
todavía en los apartadas comarcas orientales,
varios millares de salvajes que dan pasto
al celo ardiente del heraldo de la f e ; y el que

desee una vida más sacrificada y humilde,
puede consagrarse al alivio espiritual y ma­
terial de los leprosos, misión que providencial­
mente se ha confiado á nuestra pía Sociedad.
Por cuantas dificultades presentara la visita
de los Lazaretos de Agua de Dios y Contra­
tación, D. Albera no quiso renunciar á ella. Para
ir á este último, gastamos diez días enteros y á
veces con parte de sus noches, siempre á ca­
ballo. En las llanuras, (verdes y esmaltadas
siempre como nuestros prados por primavera
y verano), las cabalgaduras llenaban á mavilla su com etido; no así en las montañas, tre­
mendas y casi insuperables, en donde les fal­
taba el aliento, y la fatiga se apoderaba de sus
miembros. L a última jornada, tuvimos que
hacer una buena parte á pie.
Henos pues, en « el país del dolor. » Al oír
Agua de Dios y Contratación, no se crea que se
trata de dos lazaretos én forma y uso de hospi­
tales, en los cuales ningún sano pueda penetrar;
nó, son dos pueblos, antes. Agua de Dios, sobre
4,000 habitantes, cuenta apenas un millar de
enfermos, y en los días de mercado se ve suma­
mente concurrido.
¡Cuán triste debe ser un lazareto sin los au­
xilios de un sacerdote católico I Se sabe que
antes que la Iglesia, esta tierna Madre y educa­
dora de los siglos, le dirigiera su piadosa mi­
rada, el leproso estaba aislado; se le hrohibía
en absoluto presentarse en lugares públicos,
en los mercados, en reuniones de cualquier clase,
tocar objetos que no fuesen de su propiedad,
atravesar calles estrechas, coger agua, y aun
salir de su escondite sin llevar arbolada sobre
su persona la insignia distintiva de su terrible
enfermedad. Debía construirse su mísera ca­
baña en un lugar desierto y apartado, se le ve­
daba dirigir á cualquiera la palab ra; su aliento
emponzoñaba el aire, sus labios no podía aproxi­
marse á fuente alguna, ni sus manos posarse
sobre la cabeza de los niños; el silencio, la sole­
dad : he aquí su sola compañía.
Sobre su frente, hasta en los casos en que se
esfuerzan en afectar la sonrisa, está esculpida la
marca de la eterna triteza y de la muerte cer­
cana. Su presencia reclama mstintivaraente
á la memoria los recuerdos y calamidades de los

antiguos tiempos, y por cuanto la piedad na­
cional se esfuerce en demostrar que la lepra
no es contagiosa, y que quizás sea así, y por más
que la caridad anime y estimule, con todo, no
se puede á menos de experimentar cierto horror.
Y este horror lo produce el ver cambiarse en
horrible fealdad la más gallarda b elleza; ani­
quilarse la más vigorosa robustez ; hacerse blan­
co de todas las miserias el organismo admirable
del R ey de la naturaleza, y el contemplar que la
superioridad de su sér no sirve sino para au­
mentar su desventura. L a lepra es un castigo
por Dios impuesto al hombre, y únicamente
al hombre, ya que por más experimentos que se
han hecho, jamás se ha logrado inocular su virus
en animal alguno. E l martirio de estos infelices,
bien podemos decir que no tienen límites : ver­
dugos invisibles atormentan su cuerpo, y tris­
tísimas ideas desgarran su alma. Así se explica
cómo antes de ir los nuestros á Agua de Dios,
los suicidios estaban á la orden del día. Aquellos
desgraciados, fugitivos de la sociedad, antes
bien, relegados por ella en aquellos centros,
jamás tratados ni aun del sacerdote, ni confor­
tados con la esperanza de una vida futura, se
exasperaban, se entregaban al vicio y acaban ai
íin por quitarse la mísera existencia, conse­
cuencia casi natural para un sér que, como el
leproso, sufre los más atroces dolores. Pero vino
la Religión, y entonces sus penas se endulzaron.
E l clim a m ejor p ara los leprosos.
La experiencia comprueba que para prolongar
la vida de estos pobres enfermos, se requieren
los extremos ; 6 fuerte calor ó fuerte frío, pero
libres de humedad. Contratación carece de am­
bas condiciones : colocada en una garganta de
montañas, se hunde en un estrecho valle cuya
vista es por demás circunscrita : con frecuencia
el calor es sofocante, y la humedad reina siem­
pre ; de modo que es muy raro que los infelices
enfermos protraigan su mísera existencia allá
de los los 8 años : los más, mueren al cabo de
cinco de enfermedad.
Agua de Dios por el contrario, tiene una tem­
peratura que varía de 28 á 35 grados y eu casos
especiales, llega hasta 40; está fundada sobre
una montaña que contiene mucha arena, que.

herida por los rayos del sol que se reflejan con
fuerza, ofende los ojos, y á muchos vuelve
ciegos ; los enfermos viven sin embargo muchos
años y hay quienes asisten por 40 y más años al
deshacerse de su propio cuerpo.
R ecib im ien to en C ontratación,
Cuando nosotros llegamos á Contratación,
hacía tres años que aquellos pobrecitos no ha­
bían visto á ningún superior; por esto, todos,
excepto los que verdaderamente no se pueden
mover, salieron de sus casitas, en donde viven
solos ó con su familia según la propia inclinación
ó la naturaleza del mal. El ejército de nuevo
cuño estaba desplegado, y nosotros, á caballo,
le pasamos revista. Los primeros en presentarse
fueron los niños y niñas que jugaban y triscaban
alegres, como inconscientes del mal que los de­
vora ; mas la raridad de sus cabellos, la nudosi­
dad de los tejidos epidérmicos, las manchas que
llevan en su rostro, en sus brazos y en las demás
partes del cuerpo, claramente demuestran que
el mal hace progresos en ellos y que los pobrecilios están destinados á perecer antes de
llegar á su completo desarrollo.
Más allá estaban los leprosos y leprosas que
tocan el término de su carrera de lenta corrup­
ción ; algunos carecen ya de ojos y narices ; sus
cabezas vagan como en busca de la luz en medio
á las tinieblas ; sus orejas á veces se hinchan y
penden sobre los hombros. Venían luégo los que
se arrastraban con dificultad sobre las rodillas
ó las piernas dobladas ; otros juntando los mu­
ñones de las manos, cuyos dedos había la en­
fermedad corroído, pedían humildemente la
bendición á D. A lb era ; otros devorados y a por
la enfermedad, no me atrevo á describirlos, pa­
recían cadáveres ambulantes, cadáveres pre­
parados expresamente para una sala de ana­
tomía. ¡Oh! qué vista dolorosa ! Aquel cuadro
de las humanas miserias quedará eternamente
grabado en la mente á manera de recuerdo im­
perecedero cincelado sobre el bronce. Era el
caso de exclamar con el poeta : E se non piangi,
di che pianger suoli? ¿Cuándo sueles llorar, si
aquí no lloras ? Y sin embargo, tomamos el par­
tido opuesto : el llanto sería recordarles amar­
gamente su desgracia.

— 314 —
Entre los leprosos, más que en cualquier otra
enfermedad, existen gradaciones: tolerable en
en el primer período, es insoportable en el último.
Sabido es que entre ellos existe una porfía para
aliviar á los más desgraciados, para ocultar ó
disimular las propias penas, sentimiento noble
y generoso que un autor ha llamado el pudor
de la pena : sin embargo ante un espectáculo
semejante no se puede permanecer impasible,
viene espontáneo un m ovim iento: sonreíamos
pero era una sonrisa de dolor. Y o no sé si ellos
comprendieron aquel acto, aquel sentimiento,
el hecho es que desde aquel día, cada vez que
de nuestra cabaña salíamos á la iglesia, se for­
maban á lo largo del pasaje y luego nos escol­
taban.
El Superioijde la Misión, el P. Garbari, padece
de violento reumatismo, pero sufre contento
aquel pequeño mal, como él lo llama, con tal
de aliviar el grande de sus queridos enfermos.
Las Hijas de María Auxiliadora poseen una
casa no muy cómoda, colocada en un lugar ele­
vado : son cinco, y la capillita no podría con­
tener más : la sala de recibo, se cambia en co­
medor, y por la noche sirve de dormitorio. Estas
heroínas, hijas de D. Bosco, como los Salesianos.
después de haber sofocado y vencido las más
lisongeras aspiraciones, arrancándose con va ­
ronil abnegación de los brazos y el corazón
amante de sus padres y hermanos, han agotado
su juventud lozana, su robustez y vigor en solas
cinco años de trabajos : ellas atienden al hospi­
tal, visitan y sirven á los que más sufren y ha­
cen de madres á aquellas creaturas infelices que
no tienen otros brazos que las sostengan.

pobres chozas. Cuantos podían, gritaban como
un tiempo las turbas de la Palestina: iJesús,
Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Dios no quiso obrar ningún milagro en los
cuerpos, pero en las almas ¡cuántos se vériñcar o n ! Había muchos, agravados hacia años, de
la lepra espiritual, peor que la corporal, pero
todos, sin excepción se manifestaron dóciles
á la gracia y reconquistaron la amistad de Dios.
La misión predicada en Agua de Dios por
D. Albera y el P. Rabagliati fué mucho más
fatigosa por el número de los enfermos, pero los
frutos no fueron menos copiosos. Se clausuró
con una solemne procesión de María Auxiliadora,
que resultó un solemnísimo testimonio del amor
y gratitud de aquel pueblo hacia la Auxñiadora
de los Cristianos y Consoladora de los afligidos.
Nada diré del estratagema de esconder las
muías para retardar la partida de D. A lb era ;
nada de la Academia improvisada por los lepro­
sos en su honor y para testiflcar su reconoci­
miento para con quien, visitándolos, se esfor­
zaba en aliviar sus padecimientos morales y
materiales: me contentaré con citar una frase
de uno de las oradores : « En la Sagrada Escri­
tura se lee que los leprosos fueron ingratos, pero
si nuestra lengua pudiera expresar lo que sen­
timos para con los Salesianos y las Hermanas
en lo íntimo del corazón, todos, todos se con­
vencerían deque tal reproche no dice con nos­
otros».
(coniinuará)

^
Commovedoras demostraciones
de afecto y de fe.
Cerróse la misión con una solemne procesión
dei Sino. Sacramento. D. Albera. después de
hal>er ayudado en el pulpito y el confesonario,
quiso también llevar en sus manos, bajo los
ardientes rayos de aquel sol abrasador, á Jesús,
el Divino Taumaturgo, que saliendo de su ta­
bernáculo, se mostraba á los enfermos que lo
seguían, á los moribundos que se habían hecho
llevar hasta el vestíbulo del hospital ó de sus

IM PO R T A I^TE ^

Suplicamos á todos los que se ioteresea por las Obras
Salesiaaas, que ooS envíea las relaciones de las fiestas
y de todo acontecimiento que pueda interesar y ediñcar.
Dichas relaciones deben ser cortas y vibrantes, basta
donde sea posible, deben figurar en ellas el movimiento
de los Cooperadores, sus conferencias, sns obras. Las de
Espada deben enviarse á nuestro corresponsal de SarriáBarcelona, y las de América, pueden mandarse allá mismo
ó directamente á la Redacción. Nosotros agradeceremos
siempre dicbas relaciones, y Ies daremos immediata
publicación, que si alguna vez por abundancia de material
no nos fuere dado, las publicaremos lo más pronto posible.

E NUESTRAS MISIONES
w

F A T A G O N IH

Desde Junín de los Andes á Alarcdn.
{Relación del P . Zacarías Genghini.)

|l día 10 de Abril próximo pasado, salí
en gira de misión mandado por mis respiectivos superiores. El 12 llegué, aunque con
tiemjx) muy malo, al punto denominado « Cam­
pos de Carrancurá. n Este paraje*dista 17 leguas
de Junín de los Andes, y sus alrededores están
muy poblados. Prueba de ello es que durante
los 3 días que permanecí, y en los que celebré
siempre ante numerosos concurrentes, admi­
nistré 30 bautismos, 15 confirmaciones y legi­
timé dos matrimonios.
Y a algo recompuesto el tiempo, seguí viaje
hasta Pichí-picún-lenfú para facilitar á la fa­
milia del Sr. Cañero satisfacer los piadosos
sentimientos que los caracterizan. No teniendo
mayores ocupaciones, los días 18 ,15.20 ,21, y 22
fueron de continuo viaje para llegar á celebrar
las fiestas de Pascua en la nueva ciudad de «Neuquén,» capital del Territorio del mismo nombre.
En efeto el día 22 á las 3 p.m. divisaba los trenes
y estación del Fen*o-Carril del Sud, probándome
con esto que y a me hallaba en puntos de pro­
greso y civilización. Tan luego como cundió la
noticia de la llegada del misionero, se dieron
cita para la santa misa del día siguiente Domingo
de Resurrecdón. Relativamente al tiempo y
lugar, los concurrentes fueron numerosos y va ­
rios de ellos se apresuraron á cumplir con el
santo precepto pascual. Lo propio sucedió en
os días 24, 25 y 26.
Sabedora la Señora Doña Josefa C. de Jordán,
Presidenta de la Asociación de Beneficencia es­
tablecida en Neuquén, deque había llegado un
Sacerdote, quiso ¿ b l a r con él para c o n s ^ ir

algo más, esto es, una misión: y como lo tuviera
ya pensado, acepté gustoso la invitación, deter­
minando que el día 30 de Abril daría principio
á la misión en Neuquén.
En los días que mediaban hasta tal fecha, me
trasladé á nuestro Colegio de Fuerte Roca,
donde pude ver y saludar á los buenos herma­
nos que tanto se sacrifican j)ara la educación
de la juventud, de un modo especial enseñando
los trabajos de agricultura á los huérfanos que
asilan gratuitamente.
*
* *
La ciudad de «Neuquén», situada cerca de la
confiuencia de los ríos Lim ay y Neuquén, tiene
un adelanto especial. A partir del traslado de
las autoridades territoriales desde Chos-Malal
á Neuquén, ésta ha progresado muy mucho.
Tendrá un espléndido porvenir siempre que no
se aleje el Ferro-Carril y consigan proveerla de
abundante agua potable y para riego. Porque
no cabe la menor duda de que el agua buena, de
que ahora carece, será la que le dará belleza y
porvenir, mientras que presentemente tiene el
aspecto de muchas y bonitas casas sembradas
en un horrible arenal que obliga á sudar la gola
gorda al que desde el bajo, como lo llaman, tiene
que remontarse hasta la Gobernación y demás
edificios públicos. Los proyectos para el embelle­
cimiento y adelanto de la nueva capital son mu­
chos y suntuosos. Uno entre ellos es edificar una
hermosa y grande Iglesia con un Colegio anexo
para confiarlo á los Salesianos. Y en verdad que
hace muchísima falta en ese punto una capilla
y un sacerdote qué atienda al bien espiritual de
los muchos fieles que quieren complir y vivir
como buenos cristianos.
Como le había prometido, el 30 abril di co­
mienzo á la misión con la celebración de la santa
misa, á la cual concurrieron unas 25 personas
que fueron aumentando, hasta el 7 Mayo, día de
clausura-

— :, t6 —
Por la mañana á las 914 había misa y plática :
á las 3 pm. catecismo y á las 5 Rosario é instruc­
ción. Durante el día se administraba el Santo
Bautismo á los pocos que aún no lo habían recibido. La misión dió por resultado : 20 Comu­
niones pascuales, de éstas 3 primeras, i matri­
monio y la instrucción á cuantos se presentaron
j)ara oír la jialabra de Dios.
Por deferencia del Sr. Director d éla cárcel,
fui invitado á visitar diclio establecimiento que
encontré muy deficiente dado el crecido número
de alojados, pues en esa fecha había 75. El local

vuelta, recorriendo los p arajes: Arroyitos,
Chocón, Mangrullo y Alarcón. En todos ellos
bauticé crecido número de criaturas, varios
cumplieron con la Santa Iglesia y legitimaron
sus uniones matrimoniales.
Como en Alarcón se proyectara celebrar las
fiestas mayas con la inauguración de un nuevo
local para escuela, los Señores Fernández Her­
manos y Rodríguez, dueños del local que gene­
rosamente cedieron al Consejo Nacional de Edu­
cación, me instaron'á que me quedara para so­
lemnizar dicha fiesta con funciones religiosas.
En efecto el 25 de Mayo, día memorable para la
patria argentina, rodeado de los Señores Fer­
nández Hermanos y Rodríguez, de un crecidí­
simo número de concurrentes y de los niños del
nuevo colegio, celebré la santa misa y bendije
la escuela y demás piezas del local, acto que
llenó de contento y alegría á cuantos lo presen­
ciaron, poniéndole término con algunas pa­
labras alusivas á la función y á las glorias pa­
trias. Durante los días que permanecí en Alar­
cón bauticé 28 criaturas y celebré varios casa­
mientos. Era mi determinción seguir la misión
recorriendo otros puntos, pero el mal tiempo,
esto es las continuas lluvias y nevazones que se
adelantaron demasiado, me aconsejaron vol­
viera á Junín donde llegué el 7 de Junio
dando por terminada la misión hasta la prima­
vera.

través del Ecuador

V, ^
Ferrocarril funicular al Tibidabo.

(Relación del P . Abrahán Aguilera.)

Vista geaerai de la línea.

(C outinuación). *

es hermoso pero muy reducido.
De común
acuerdo determinóse que el día 4 de Mayo me
trasladaría á la cárcel j)ara la celebración de la
Santa Misa, la que se ofició en uno de los pa­
bellones adornados por los mismos encau.sados.
los que en corporación la oyeron, con el mayor
resj^eto y devoción, y á su conclusión les dirigí
imas l>ro\*es palabras que confío producirán
buen efecto en su moral y conducta.
El 7 de Mayo, dia de concluir la misión, la
misa fué mayormente concurrida llegando su
número al de 60 personas á las que les impartí
la bendición paj>al.
*

• *
Después de un pequeño contratiempo causado
por la pérdida de 3 caballos, tomé camino de

De la extensa relación del S.rio de Mons. Costamagna . publicamos primeramente la Misión en
Gualaquiea y enfermedad del Prelado^ por parecernos de más importancia, sacrificando á ésta, el orden
cronológico. Luego, para no privar d nuestros lec­
tores de leciura tan amena y edificante, publicamos
su viaje á través de Chile, Perú y el Ecuador, hasta
llegar á la Misión. Ahora daremos á conocer ¡os
trabajos realizados á la vuelta de ella.
C u chil.

Es éste un pueblecito del que dijimos florece en
las últimas ramificaciones del Malanga, endonde
nos paramos para recógeme í con los Pastores á
adorar al recién nacido Niño-Dios !....
• Véase Boletín de Octubre.



31 7 —

Pues bien, celebrado el santo sacrificio de la Misa,
nos alejamos de la habitación de Chuba con las
postreras sombras de la noche, aprovechando el
pálido claror de una ú otra estrella que asomaba
de \'cz en cuando por entre las nubes apiñadas en
torva confusión. A poco el sol las dispersó y en­
tonces como alado fantasma pavoroso, se nos vi­
nieron en zaga hasta damos alcance en el paso más
te-TÍble del Churucu. Felizmente la lluvia no fué
tan larga ni tan sañuda como el frío intenso que
nos llevaba yertos sobre la muía, de modo que
cuatro horas de subida y dos de bajada fueron las
seis que empleamos para llegar á los recuestos del
Molón á un otero ameno que sirve de mesa á los
transeúnte^
Providencialmente allí el Sr. Dn. Luis Salazar,
profesor de la escuela de Cuchil, y su hijito, cuyo
nombre, Manuel de la Cruz, me complazco en re­
cordar, nos esperaban con ricos comestibles. Habían
salido á las cuatro de la mañana para encontrarnos
en los linderos del Vicariato Salesiano, y represen­
tar desde allí ai pueblo de Chuchil, y fueron una
olita imperceptible en comparación de la turba que
á cinco millas, á cuatro, tres y dos íbamos encon­
trando poco á poco cual los oleajes sucesivos y cre­
cientes de la pleamar, en términos que al cabo de
dos horas, aquello fué una borrasca popular de
las que produce el amor y la fascinación pregonera
de los hombres beneméritos. Y no se crea que fué
poco el sacrificio, pues basta considerar que se
trataba de seguir corriendo al paso de la muía por
entre breñas y bajo un sol ardiente, para suponer
el cansancio general, y especialmente de aquellos
que iban cargados de flores para derramar sn el
camino. ¿Qué decir de los arcos hechos y á medio
hacer, de las voces argentinas ó roncas de las cam­
panas y bocinas ? ¿Qué de la tierna escena cuando
á un ademán del Obispo se aquietó el tumulto ante
el templo de María Auxiliadora, que en el pueblo de
Chuchil bendijo el año pasado Monseñor ? Allí se
arrodillaron, recibieron la bendición precedida de
una platiquita, y al damos el adiós, otra apretada
lluvia de flores nos habló del cariño que profesan
al Obispo Salesiano los admirables cuchileños.
Cuando aquellos muchachitos de que hablamos
adelante, prometieron resarcir el chasco, yo dije
para m í: ¿en palabras de niño quién confía? ó si lo
hacen, saltará afuera el ridiculusmus; pero ya veis,
he debido “ dejar al amor sus glorias ciertas.’’
S an Bartolom é.

De Cuchil bajamos á pernoctar en el Sígsig en■’onde la jovial y buena Madre del Sr. Cura, nos
: enía aderezada una cena como para \üa3antes que
a^yunaban de días atrás.
Quisieron y convenía que Monseñor reposase,
mas en Cuenca le esperaban para las fiestas de la
Ihirísima y precisaba marchar. El Sr. Cura se dignó

reemplazar la ya cansada muía prestando á Mon­
señor su hermoso caballo de confesiones, de modo
que para acercarnos á Cuenca al día siguiente nos
fuimos á San Bartolomé, antiguo pueblocito que ha
sido monarca de los adyacentes y hoy no tiene n\ás
que su viejo trono en las cumbres que se alzan ;l
la derecha del Sígsig hacia el N. O.
Conocida es la fe y entusiasmo de los de S. llartolomé cuando se trata de recibir A un Ihincipe de
la Iglesia, Esta vez les caíamos de sorpresa, y cu
la espontaneidad manifestaron su entusiasmo.
El Rdo. Párroco Dr. Hedra, movió todos los re­
sortes, y en un abrir y cerrar de ojos, organizó una
acogida cordial como la que más.
El último primer Viernes del del año y los de­
votos del Sagrado Corazón de Jesús, dieron A
Monseñor un grato quehacer teniéndole en el con­
fesionario desde las cuatro á las once de la mañana,
hora en que, después de una ligera refección, pi­
camos al caballo y emvMJzamos á subir el sendero
de la cuesta. Por largo trecho nos acompañaron
una partida de jinetes é infantes, que treparon
con nosotros hasta la última cumbre, endonde al­
zaron un arco y derramaron lozanas flores. Dimos
el adiós á S. Bartolo, que se perdía entre las quie­
bras, y saludamos á la hermosa Cuenca que en
lontananza apareció como na\'ecilla flotante en un
verdemar tornasolado.
£ n Cuenca.

La festiva turba de nuestros chicuelitos del Co­
legio, nos encontró en las puertas de la ciudad al
caer de aquella tarde y entre la.s preguntas y res­
puestas sobre el Oriente salvaje, nos llevó á la
casa salcsiana como por encanto. La capillita era
una joya del buen gusto con que se la había ador­
nado para celebrar la fiesta más gloriosa de nuestra
Inmaculada Madre.
Monseñor no pudo tomar parte, ni realzar con
su presencia y su palabra los festejos, porque debió
consagrar en ese día á cuatro Subdiáconos, y á un
Presbítero de la Diócesis.
Y a que se me ofrece la ocasión, no la dejaré pa­
sar sin poner de manifiesto una obra importantí­
sima del Obispo Salesiano : hablo del catequismo
dominical en las parroquias. Me remonto desde
luego á lo general, y digo que Monseñor ha empren­
dido esta difícil y espinosa tarea de restablecerlo
en los puntos, endonde una repichensible tradición
lo ha dejado, así como de fomentarlo y regularlo
endonde se cumple este deber tan sagrado y ele­
mental. Entre las industrias de que se vale es muy
principal la de conferenciar con sus nuevos orde­
nandos, instruyéndolos en los deberes de que les va
á cargar el Sacerdocio, yacomo simples individuos,
va como rectores de las almas que la Providencia
les entregará á su cuidado y dirección. Haciendo
eco á las enseñanzas y amenazas de los Soberanos

Pontífices y de Jos Santos Padres, hace prometer
á los levitas que á costa de todo y contra todo,
jamás omitirán el catequismo dominical. !Ah ! no
soy yo quien deba calcular los resultados de esa
obra magna de resucitar el catequismo dominical
aquí en las Américas, endonde si la malicia cunde
y avanza la maldad, es á impulsos de una igno­
rancia supina tocante á religión. Considérenlos y
estímenlos cuantos saben comprehender y admi­
rar la augusta figura de Pío X predicando á las
parroquias de la Ciudad Eterna de viva voz, y con
el ejemplo á la cristiandad entera, para probar con
la prática su dicho singular cuanto sublime : Yo he
de ser el Párroco del mundo. »
Anuncio también que el establecimiento de las
Hijas do María Auxiliadora en Cuenca, es difi­
cultad que ha cedido á los empeños y esfuerzos de
Monseñor. Buscó en todas partes un local á propó­
sito, pero ninguno encontró mejor que la Casa del
Corazón de María, graciosa ermita de lossuburbios.
Allí las vírgenes de La Auxiliadora gemirán ante el
altar, y llenas del heroísmo que les inspire la reli­
gión, saldrán áGualaquizapara ser los ángeles de la
floresta y el sostén de las desgraciadas razas jíbaras.
Además de algunas italianas, están en viaje dos
chilenas y una colombiana. ¡Dios las proteja en
medioá los peligros y vicisitudes del horroroso viaje
que tendrán que hacer !
U n tem poral.

El nueve de Diciembre nos metimos en el callejón
interandino que, á través de los nudos transver­
sales de la cordillera real, va y desemboca en las
hoyas de Riobamba, Latacumba y Quito. Nuestro
viaje era forzado porque en dieziséis días teníamos
que visitar las casas de Riobamba y de Atocha v
estar en la Capital dcl Pichincha para la Noche
Buena. No obstante. Dios en sus designios ado­
rables dispuso las cosas de otro modo harto dolo­
roso para 1v Congregación Salesiana y sus adictos.
Regresemos al puente del Machángara, despidá­
monos de D. Colombo y sus alumnos, demos una
postrer mirada á Cuenca y empecemos á escalar
los montes que tenemos de frente y endonde se
cierne la negra tempestad que nos aguarda en las
altas cumbres del Caucáy, del Buerán y del Aíohgog.
El novel sacerdote lojano Dr. Vicente Moreno
ordenado pwr Monseñor en el Templo del San^o
Cenáculo, había prometido acompañarnos has'a
Cañar, pero desgraciadamente un extravío nos
ocultó en el seno de las abras de tal modo que sólo
en Dileg nos encontramos. Mi ntras tanto la pru­
dencia exigía que de Cuenca á Déleg no se dejara
á Monseñor solo y abandonado en un laberinto de
senderos que se enredan más que la obra del gran
Dédalo. ¿Cómo hacer ? El noble caballero D. .An­

3i8 -

tonio Neira, que había ya prestado la cabalgadura
para Monseñor y hasta el puente del Machángara
había ido á despedirlo, se ofreció espontáneamente
á servimos de guía con su hijito Manuel Ignacio,
pupilo de nuestro Colegio. ¡El buen Señor no podía
suponer lo que nos esperaba !
A las diez de la mañana llegamos á Déleg á casa
del Sr. Párroco; minutos después llegó el Rdo. •
Dr. Moreno. Engañamos un poco el apetito con
tres ó cuatro bizcochuelos y seguimos subiendo y
bajando por una selva de cuernos, picachos y dien­
tes de la montañas, entre los cuales se nos presentó
á poco cual visión angélica el famoso santuario de
la Virgen del Rodo, faro colosal y divino, que se
divisa por cinco ó seis horas desde las Ijondonadas
más profundas y las cumbres más elevadas ; ejidu
poderosa bajo la cual se acoge y salva el pobre
viajero, cuando la hueste de los rayos y relámpagos
se le declaran de asalto por el camino.
De un sol ardiente y abrasador pasamos al seno
de las nubes que en su negrura , confusión y ceño
presagiaban un temporal. En ellas, efectivamente,
estaba preso el trueno, hervía el rayo y se formaban
los granizos. Al llegar nosotros á la altura de 3.000
á 3*500 metros, la tempestad se desencadenó tan
furiosa, que en breve la granizada blanqueó los
montes y el juego atronador de cien mil baterías
de cañoneras se desató en el cielo, y agudas saetas
ó culebrillas cruzaban los espacios, iluminando por
momentos la obscuridad siniestra del manto que
embozó naturaleza. ¡Oh qué fiera y espantosa ima­
gen del averno ! Entonces nos resignamos á morir
y volvimos con el corazón á la Virgen de! Rocío.
Los caballos instintivamente se juntaron como
tímidos corderinos. El silencio nuestro era elo­
cuente á la presencia del que doma las tempestades.
.Agregúese que Monseñor llevaba unos estribos de
metal y, quién por las espuelas, quién por le freno
de su caballo, todos éramos un imán para la muerte.
No, exagero, antes ando escaso en la expresión, si
digo que no menos de quince rayos se formaron á
dos pasos de nosotros. ¡Oh terrible y horrorosa po­
tencia de los elementos 1 Poderosa intercesión de
nuestra Madre María Auxiliadora 1 Mientras el
rayo hendía los peñascos y rompía los árboles á dos
pasos de nosotros ¿no hubiera podido reducimos á
ceniza, con una muerte tanto más desdichada en
cuanto, al recoger algún caritativo nuestros restos
mortales, no hubiera podido distinguirlos de los del
caballo ?....
Y para que mejor se entienda el peligro que he­
mos corrido y patentice la protección del Cielo,
permítaseme citar algunos hechos sucedidos en
diferentes puntos antes ó después de nuestro paso
por esas mesetas. Como me los relataron los refiero.
Un anciano y una Iiija que como hermosa azu­
cena deleitaba la caducidad del padre, caminaban
tranquilos y contentos, cuando hé aquí que de re-

i

pente se les declara un temporal. Palidece el an­ lados son d asiento de Júpiter tonante y la fragua
ciano. por su hija y ésta teme por su padre ; ambos de los rayos ?...
Conque, nosotros escapamos milagrosameuto.
como obligados por una fuerza irresistible se apear >n V g^arecieronen las copudas ramas de un árbol. Hora y media nos persiguió la muerte y so detuvo
Hacer eso y caer un rayo sobre los dos, fué la misma por la misericordia divina.
Después de tan serio percance en la región do las
cosa : crujió el árbol y cayó sobre los cadáveres.
¡Pero no ! La hija desgraciada no era cadáver : á las tormentas, nos mirábamos \inos á otros entro ad­
dos horas resucitó como de un letargo, alzó su pá­ mirados y complacidos. Monseñor dijo no haber
lida faz, buscó con ojos ávidos y ansiosos á su an­ visto cosa semejante en vida suya, exceptuando
ciano padre, miró en derredor y á su lado no halló la tempestad del Atlántico en el 78, cuando con el
sino un puñado de ceniza leve que bañó con las actual Arzobispo do IBuenos-Aires, el limo, y
Rdmo. y Rdmo. Mons. Mariano Espinosa, y el
amorosas perlas de sus ojos.
__
Como para escapar del rayo
Otro individuo, no corría sino
\ olaba en alas del miedo y del
espanto, mas en la precaución
<‘ncontró su ruina : una cencentella le alcanzó y en un
instante él y su caballo qued ron muertos.
Una infeliz mujer c^e ate­
rrada' por el rayo : todos la
dan por muerta, pero ¿cuál no
sería su maravilla al ver que
se levanta, y como perro ra­
bioso echa á correr dando ala­
ridos y escupiendo sangre ?
Acuden, la detienen y exami­
nan. Era que el rayo le había
arrancado toda la dentatura.
Esto me recuerda otro hecho
que en su tétrico desarrollo
F errocarril funicular al Tibidabo.
t iene algo de cómico.
Estación Superior.
Erase una no he tempe­
stuosa en que los rayos se
cruzaban en la atmósfera como balas en un cam­ R. P. Evasio Rabagliati, se dirigía á explorar la
Patagonia. Como una flor tras la lluvia, así
po de batalla. Un muchado mdvido de curiosidad
quiso presenciar el espectáculo aterrador y, para nuestro espíritu se abrió al regocijo más puro de la
hacerlo con más deleite, sale de la choza engullén­ vida.
Mojados cual saliendo dcl seno de las aguas, lle­
dose una tortilla. .A la puerta le cogió un rayo y
gamos
á la parroquia de Cañar, á las cuatro de la
quedó exánime. La madre y los hermanos, viendo
que no vuelve, le gritan : ¡no contesta ! Un frío tarde. El Rdo. Sr. Cura Valencia y su Coadjutor,
Sudor heló á la tierna madre que azoraba le grita merecen todo nuestro cariño y gratitud, porque en
más fuerte ! ¡Silencio ! sólo oyó el estampido de un la familia no hubiéramos encontrado mejor aco­
trueno. Entonces sale con la candela y, al traspasar gida ni trato más cuidadosos. Inmediatamente nos
el umbral, tropieza con un estorbo ; fija la llama puso un braseróh, en derredor del cual nos senta­
y los ojos á la par, y encuentra al hijo yerto y car­ mos á contarle las peripecias de la travesía, mien­
tras el calor nos iba volviendo la vida. La cena y
bonizado con media tortilla en la boca.
Y ¿para qué extenderme más en una materia un sueño dulce y agradable, nos restablecieron para
tan dolorosa y triste, si me basta decir que estos la cabalgata del día siguiente.

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de María Auxiliadora

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M s tenemos la persuasión de que, en las vicisitudes dolorosas de los tie?npos
qtte atravesamos, no nos quedan más cotistielos que los del Cielo, y entre éstos,
la poderosa protección de la Virgen be7tdita, que fu é en todo tiempo el A uxilio
de los Cristianos.
Pío X.
] Gracias, Madre mia I
.Siempre que he acudido á la protección de
María Auxiliadora, no ha dejado de socorrerme
y hasta diré casi milagrosamente, como podrá
conocerse por lo que voy á referir, lo que ha
sido causa de hacerme Cooperador y propa­
gador de la Obra de D. Bosco. Hacía por lo
menos cinco años, venía padeciendo, unos do­
lores que poco á poco me iban agotando las
fuerzas; y padeciendo y sufriendo, no tenía
más remedio que trabajar para poder comer,
porque estando mi esposa enferma desde el
año 1885, mi hogar no cuenta más que con
lo que pudiera ganar yo con mis brazos.
Toda mi esperanza la tenía puesta en Dios y
en su bendita Madre, quienes me han socorrido
de un modo inesperado; un día me vo y'á casa
de un amigo mío sacerdote y me da un Bo­
letín Salesiano, y en él leí las gracias alcan­
zadas por mediación de María Auxiliadora.
Continué leyendo dichos Boletines por espacio
de dos años, y conforme iba leyendo, me iban
imposibilitando más los dolores; de pronto
siento en mi interior como si me dijeran:
¡ acude á la Madre de los Cristianos! En
efecto, imploré su protección, pidiéndole que
por lo menos en los días de trabajo me en­
contrara libre de los dolores, aunque-los días
de fiesta los tuviera. ¡Cosa inesperada! ama­
nece el primer día de trabajo y me encuentro
libre, me voy al campo y trabajo todos los
días con el mayor vigor, ando y corro y no
me canso, cosa que no podía hacer porque me
era imposible.

Un amigo de Valencia me daba noticias
tristes de un hijo de 24 años de edad,
á quien el médico decía haber ya dado las
últimas medicinas. ¡ Qué pena para nosotros I
Nos pedía por favor que le rogáramos á
nuestra Virgen Auxiliadora por la salud de su
hijo. Inmediatamente les mando á mi esposa
para que les ayude, encargándole poner al
enfermo la medalla de María Auxiliadora, y
yo empecé la novena que tanto recommendaba nuestro P. D. Bosco. Llega mi esposa
y encuentra á la familia triste y acongojada,
pasa á ver al enfermo, le da á besar la me­
dalla y se la pone al cuello. En el acto em­
pieza á bajar la fiebre, que era de 40 grado.s.
por manera, que cuando vuelve el médico, á
las dos de la tarde, lo encontró en estado
normal. ¡ Bendita sea María Auxiliadora 1
Otra persona querida de nosotros hace
poco cayó enferma y empezó á deliriar. \’amos á verla, la encomendamos á tan buena
Madre y al otro día de mañana ya estaba
fuera de peligro; María Auxiliadora la salvó.
Estos y otros prodigios dieron motivo al en­
tusiasmo por los hijos de D. Bosco, que hov,
á pesar de la dificultades que levantó el ene­
migo malo, están establ'.-cidos aquí.
V ÍC T O R A
Otiel de Valencia, 6 de Mayo de 1905.

rroy.

Una muy peligrosa operación evitada.
Desde hacía bastante tiempo, me hallaba
enferma, sin que pudiera encontrar alivio por
cuantas medicinas tomara. Al fin declararon los

— .•',2t —
torturaban. A l exceso de calentura acompañóse
médicos que era necesario hacer una muy
peligrosa operación quirúrgica, y á este fin el delirio ; el cuerpo entero parecía una llaga,
principalmente la cara que se cubrió de una
luí al Hospital provincial de Valencia. Pero
antes de entrar en el Hospital, me encontré costra negruzca que no permitía distinguir
con una amiga mía, la cual me entregó un sus antiguas facciones; no podía tolerar el más
leve alimento y con frecuencia le salía pus i)or
librito en el que - se refieren varias gracias
alcanzadas por intercesión de María Auxilia­ la boca y los oídos.
Llegada á esc extremo la enfermedad, era
dora. Entré en el Hospital y ya en cama, lo
natural que su familia y amigos perdieran
leí todo. Aunque yo no hubiese nunca oído
hablar de María Auxiliadora, sin embargo ani­ toda esperanza de alivio, temiendo á cada
hora un desenlace funesto; pero por casualidad
mada por la lectura de tantos favores recibidos
mediante su invocación, á Ella me encomendé 6 más bien dicho por disposición de la Sma.
muy de veras, comenzando desde luego una Virgen llegó á manos del suscrito un ejemplar
del Boletín Salesiano, en el que se contenían
novena y prometiendo hacer celebrar una misa.
El día después me visitó el médico, y después los portentosos favores concedidos por María
Auxiliadora á los que á Ella se encomendaban,
de haber observado detenidamente la parte
dolorida, declaró que había disminuido el mal por lo que de nuevo renació en mí la espe­
y que por consiguiente no creía necesaria la ranza. Esto sucedía el día ocho de Agosto ;
operación. En breve me vi perfectamente cu­ el día siguiente le aconsejé á su íamüia le
pusiera la medalla de María Auxiliadora y lo
rada.
encomendara con fe á la Santísima Señora,
¡Mil gracias sean dadas á tan bondadosa
Madre, á la que que quedaré eternamente re­ prometiendo además que publicaría la gracia
en el Boletín Salesiano.
conocida !
Se mantuvo el enfermo en el mismo estado
E n c a r n a c ió n S e g u r a E s t e n e .
hasta el día i i del mismo Agosto y desde el
Bétera-Valencia (España), 28 de Agosto de 1905,
12 empezó á mejorar sensiblemente. A los
ocho días ya pudo levantarse, sin que hubieran
¡ Cuán buena es María Auxiliadora!
sufrido el menor perjuicio ni la vista ni los
oídos, que son los órganos que más se que­
El 6 de agosto á las 2 de la mañana nos brantan con esa enfermedad, cuando por for­
despertamos á los gritos aterradores de fuego tuna se salvan sus víctimas. Cumplo, pues, mi
en nuestra casa; invoqué en trance tan terrible
promesa, suplicando se publique en el Boletín
la poderosa mediación de mi amada Madre
Salesiano la inmerecida gracia que nos ha
María Auxiliadora, prometiéndole publicar la concedido la Santísima Virgen bajo la a<lvogracia en el Boletín Salesiano, para mayor cación de María Auxiliadora. ¡ Que sirva para
gloria de Dios y en agradecimiento á Ella.
acrecentar más y más su devoción 1 ¡ Que los
María me oyó, en breve estaba completamente lectores del Boletín se confirmen en la dulce
apagado el incendio.
creencia de que hay en el cielo una Madre
Agradecida cumplo mi promesa.
que siempre escucha nuestros ruegos! Ella es
Salud de los enfermos, Consoladora de los
Dolores E. C on de.
Afligidos, Auxilio de los Cristianos y nunca
Barrauquilia (Colombia), Octubre de 1905.
nos abandonará en nuestras tribulaciones.
Gracia singular.

José G

uadalupe

S oto

y

-C a sca .

Morelia (Méjico), Sept, 15 de 1905.

El día 27 de Julio último cayó en cama el
Sr. Miguel Ramírez Munguía, enfermo al pa­
recer de calentura y dolor de cabeza. En los
días siguientes se fué agravando la enfermedad
al punto que el primero de Agosto se declaró
la fiebre variolosa, y debido quizás al diagnós­
tico erróneo hecho en un principio, en poco
tiempo las viruelas invadieron todo el cuerpo
y atacaron la faringe y aún los intestinos, ha­
ciendo elevar la temperatura hasta 40 grados
Reaumur. Algunos de los más reputados fa­
cultativos de esta ciudad lo deshauciaron p>or
completo, dirigiendo únicamente sus esfuerzos
4 calmarle en lo posible los dolores que lo

¡Bendita sea María Auxiliadora!
El jueves 20 de Octubre próximo pasado
fui repentinamente atacado por un agudo y
fuerte dolor en el ojo derecho que parecía
iba á saltárseme de la órbita; y en la noche
de ese mismo día fui igualmente acometido
por una fiebre devoradora acompañada de
fuertes dolores al hígado y á los riñones, sin
que ninguno de los medicamentos que me apli­
caban bastara á mitigar la intensidad de los
unos, ni á detener el curso de la otra. Sin­
tiéndome cada día peor y habiendo declarado

— 322 —
el médico que me asistía, á los cuatro días
de enfermedad, que era desesperado el caso
y que era probable no amaneciera con vida
al día siguiente, recurrí lleno de fervor á la
Inmaculada Virgen Auxiliadora, prometiéndole
una limosna y hacer publica la gracia si me­
diante su divina protección recobraba la salud.
En el mismo instante una hermana mía em­
pezó la novena de tan excelsa Madre, y al día
siguiente el médico declaró salvado el caso y
yo amanecí en aptitud de montar á caballo y
de trasladarme á Betijoque, residencia del mé­
dico que me asistía y distante dos leguas de
esta población. Hoy completamente restable­
cido cumplo con agradecimiento mi promesa
mandando la limosna ofrecida y la relación
de la gracia que de manera tan evidente re­
vela el poder de la Auxiliadora de los Cris­
tianos.
L.

Sabana de Mendoza (Venezuela),

Í904.

F.

R iv e r o .

8 de Octubre de

] V iv a M aria A uxiliadora I

Reconocida á la Virgen Santísima María A u­
xiliadora, publico este favor. Desde hace algún
tiempo me molestaba una terrible dolencia, quizá
amenazando volverse crónica. Recurrí á la .Sma.
Virgen María Auxiliadora con promesa de hacer
publicar la gracia por medio del Boletín Salesiano si me alcanzaba la salud. Hoy pasados
apenas pocos días, me encuentro mucho mejor,
y espero que la Sma. Virgen concluya su obra
Muy reconocida por tal beneficio agradezco y
mando una pequeña limosna para la cele­
bración de una misa y ruego se publique la
gracia en honor y gloria de tan bondadosa Madre
á quien jamás se ha recurrido en vano.
Ju i.r.^ M e r l o
Cooperadora Salesiana.
L a Plata (ArRcntlna), 38 de Agosto de 1905.

Salus Inñrmorum.
Lleno de la más viva gratitud, me creo en el
deber de hacer pública la gracia que de María
Auxiliadora he conseguido.
Hallándose enferma de peligro mi hija Fran­
cisca á consecuencia de un horrible padecimiento
en el estómago, y no encontrando remedio en
lo humano, invoqué con todo fervor á la que
es verdadero Auxilio de los cristianos, prome­
tiéndole, alcanzada la gracia, publicarla en el
Boletín Salesiano y que en acción de gracias le
ofrecerla dos cirios. ¡ Oh cuán poderosa es la
intercesión de Maria!
Pocos dias después, la enfermetlad fué des­
apareciendo como por encanto, quedando el
mismo médico admirado de semejante curación.
Ahora se halla ya bastante bien, gracias á nuestra

buena .Madre María Auxiliadora. ¡ Ojalá que mu­
chos tengan como yo la gran suerte de sentir
la eficacia de María I
Jo sé R ig o l
Cooperador Salesiaoa
San Deano del Horto (Barcelona), 18-7-05.

G racias, m adre mía.

Atacada de una fuerte enfermedad y sin es­
peranza en los remedios humanos, acudí á Maria
Auxiliadora, ofreciéndole una limosna; empecé
una novena y me puse úna medalla al cuello y
prometí haría publicar la gracia en el Boletín
Salesiano. Al momento empecé á mejorar y hoy
estoy completamente restablecida.
Jo sefa M estr es.
B.-ircdona, 17 de Mayo de 1905.

Señalado favor.

Habiéndoseme producido en la boca un tumor
acompañado de inflamación en la mandíbula in­
ferior que me daban vivísimos dolores en la
boca y en la cabeza, impidiéndome la extracción
de una muela, causa de mis sufrimientos; en
uno de los arrebatos que diariamente tenía, pro­
metí á María Auxiliadora publicar la gracia en
Boletín si me aliviaba. Pasáronme al instante
dichos dolores pudiéndome efectuar felizmente
la extracción.
De todo corazón cumplo agradecido mi pro­
mesa á tan buena Madre.
M a n u e l M e d in a .
Barcelona, 24-5-1905.

U n a gracia de M aría.

El 30 de Noviembre del pasado año salia
Concepción Jiménez de la Basílica de esta ciu­
dad, á donde había concurrido para ganar el
Jubileo de la Immaculada, cuando al bajar la
acera, sin saber cómo, dió consigo en el suelo,
fracturándose una pierna. Trasladada á su casa,
declaró el médico que el caso era grave, má­
xime en su avanzada edad.
Había ella leído en los Boletines Salesianos
las innumerables gracias que ha concedido y
está concediendo la Santísima Virgen bajo este
simpático título de Maria Auxiliadora; por lo
que encomendóse á Ella con gran fe, prome­
tiéndola, si sanaba, una limosna.
La gracia ha sido patente. Puesto que con
admiración de todos y especialmente del médico
que creía era su última enfermedad, ha vuelto,
casi por completo restablecida, á sus antiguas
ocupaciones, no cesando de alabar á Maria Au­
xiliadora, que tan propicia se muestra con los
que acuden á Ella, implorando su protección y '
amparo.
C. I.
Las Palmas (Gran Canaria), 23 de Enero de 1905.

— 323 —
N u eva gracia de M aría A uxiliadora.

Teniendo un asunto muy complicado que me
traia atormentada, lo puse en manos de mi buena
Madre María Auxiliadora, prometiéndole que si
el asunto se me arreglaba en completa paz y sin
tener que acudir á los Tribunales, yo en agra­
decimiento le enviaría una limosna para su culto,
haría publicar la gfracia en el Boletín Salesiano
y me haría Cooperadora salesiana.
Hoy muy agradecida á mi buena Madre doy
testimonio de que el asunto se m e arregló.
Mando mi limpsna para su culto y hago publicar
’a gracia en el Boletín Salesiano.
Una Cooperadora Salesiaua.
Estado L a ra (VeDcxuela), ju n io d e 1904.
M aría A uxiliadora m e ha escuchado.

En meses pasados, me acometió una tan fuerte
inflamación á la vista que creí perderla, como
también un reumatismo al brazo derecho, su­
friendo terribles dolores. Invoqué con toda fe
á la que es Salud de los enfermos, ofreciéndole
mandar decir una misa en su Santuario de Turín.
Obtenida la gracia, hoy cumplo gustosa mi
promesa.
Sea mil veces bendita María Auxiliadora.
P e t r a C . V . de N o r ie g a
C ooperdora Salesiana.
V in ces (Ecuador).

M aría A uxiliadora es nuestra M adre.

Mercedes Bocardi joven de 13 años padecía
una anemia extrema y á causa de su debilidad,
se quedó como paralítica, le vino una afección
al corazón, ataques continuos al cuello que le
impedían el uso de la palabra, y como si* e.sto
fuera poco, le vino también el baile de S- Vito.
En esta tribulación la visitaron dos médicos y
los dos dijeron que esta enfermedad era mortal,
y en caso de que viviera quedaría loca. En­
tonces acudimos á la Santísima Virgen, durante
uno de los ataques le pusimos una medalla en
la boca y ensegfuida pudo hablar; luego prome­
timos una libra de cera, empezamos una novena
y aun no la habíamos concluido, cuando ya no­
tamos que el corazón estaba mejor, cesaron los
ataques, volvió todo el uso de la palabra y le
desapareció el baile de S. Vito. El médico ates­
tigua que esto es un milagro de la Sma. Virgen
que la ciencia no acierta á explicar. Damos
gracias á María Auxiliadora y cumplimos con
la promesa.
L os

P A R IE N T E S

DE LA

A G R A C I.A D ^ .

Barcelona, 15 d e M a y o 1905.

M aría le sanó.

Tenia un niño gravemente enfermo; según
el médico no había esperanza de vida; acudí
María Auxiliadora ; poniéndole su medalla
al cuello y haciéndole una novena, vi el feliz
resultado, lo que hago hoy público para

mayor gloría de Dios y de tan poderosa Madre.
Envío cinco pesos para los niños salesianos por
otro favor recibido, y doy gracias por los mu­
chos favores que ya me ha concedido y deseo
que se publique en el Boletín Salesiano.
A d ela M . d e 1’ a r ís .
B etijogue (Venezuela), 1905.

En los meses pasados de Abril y Mayo me vi
próxima á la muerte á consecuencia de una grave
inflamación en la vista de que me provino un fuerte
dolor, el que no cedía con ninguna medicina á
extremo que los médicos determinaron como
único medio de hacer desaparecer el dolor,
sacar completamente el ojo. Por este motivo
unas personas amigas, mi familia y yo ofrecimósle á la que es Auxilio de los Cristianos una
corta limosna y publicar su gracia si el dolor
desaparecía sin esa operación.
María oyó nuestra súplica y nos concedió la
gracia que tanto deseábamos.
Humildemente agradecidas, cumplimos con la
promesa ofrecida.
J u l ia d e C r u z .
C h im an dega (N icaragua), Julio 9 de 1905

Estando la esposa de Don Juan García gra­
vemente enferma, llegué á su casa, y desde ese
momento clamé á María Auxiliadora por la salud
de la enferma, á quien le dije que hiciera lo
mismo, poniendo su fe en la que es madre de
todos nosotros, habiendo desde ese día comen­
zado una novena. Ese mismo día la enferma se
puso muy mejorada, por lo que damos infinitas
gracias á la Sma. Virgen, y suplicamos se pu­
blique la gracia.
M a r io R e y e s .
Comalapa (Nicaragua), Marzo 15 de 1905.

Dan también, con toda la efusión de su alma, juradas
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Barcelona (España).
D. M. ÍJ., agradecida á
María Aux. por un favor recibido ofrece 5 ptas.
y manda celebrar una misa en el altar de tan buena
Madre.
Ibídem. — Una cooperadora por haberla librado
de una operación en la boca.
Ibídem. — Julio M. del Corazón de Jesús por el
feliz éxito en sus examenes.
Ibídem. — Arturo Martín por idéntica razón.
BarraDquilla (Colombia). — S. A . : doy gradas
á María Aux. por haberme obtenido la salud en
una grave enfermedad.
Ibídem. — Manuela V. de Conde por un gran
favor que obtuvo.
Ibidem. — Nicolosa G. de Ujueta. Estando mi
hijo Gabriel enfermo de disentería, pedí su cura­
ción á María Auxiliadora, ofreciendo publicar la
grada. Obtenida ésta, cumplo mi promesa.
Betijoque (Venezuela). — Dolores J de Méndez,
agradedda i>or una gracia obtenida, envía 5 bolí­
vares.

— 324 —
Ceiba (Venezuela). — Rosalía Sulvarón, por hal>er
salvado su casa de un grave peligro.
Ouadalajara (Méjico). — E. O.: En una grave
tribulación acudi á María Aux., y la Buena Madre
oyó mis súplicas.
Gerona (España).— Una familia reconocidaá María
Aux., envía una limosna.
Ibidem. — Matuul Tretnols. Estaba mi pequeño
Manuel gravemente enfermo: servíme de las ora­
ciones que hicieron á María Aux. los niños que
educan los PP. Salesianos, y María me concedió
ia gracia.
Ibidem. — Ai. M., por favores recibidos.
La Plata (Argentina). — R. C. de G. Por hahaberla sanado de una enfermedad de que la ciencia
era incapaz.
La Ceiba (Venezuela). — Francisca F. de Ardía.
— Acudi á María en un grave conflicto, y escuchó
mis súplicas.
Libertad (Venezuela). — Reyes Espinosa y Sra.
por un favor recibido.
Lima (Perú). — María Pilar Gil por un favor
señalado.
Mendoza (Venezuela). — Aliguel A . Afejia Pbro.
por una gracia obtenida.
Sarriá (Barcelona-España). — Ti. L. envía 3 ptas.
y agradece á María Auxiliadora un favor recibido.
Santiago de Galicia (España). — José Aboy BaInya, por un favor concedido á mi padre.
Sabana de Mendoza (Venezuela). — Carlota de
Olivo. Por varios favores recibidos, entre otros, la
curación de mi esposo de unas fiebres malignas.
Ibidem. — Adriana E. Rivero y Dionisia Caste­
llano. Por una grande gracia de interés general.
Ibidem. — La Sra. M. S. de Peña envía 5 francos
y agradece un favor.
Ibidem.— José Salvador LeaL por idéntica causa.
3 frs.
Ibidem. — Eleodoro Araüjo, por haberle sanado
de una enfermedad al corazón.
S. Pedro (Nicaragua). — Rita González v. de
Ortiz. Estando enferma de graves calenturas y con
un agudo dolor en una rodilla, acudí á Maria Au­
xiliadora, quien me devolvió la salud.
Serrejón (Espafta-Caceres). — Tiburda Jiménez
Hidalgo da gracias á María Auxiliadora y envía
5 pts. para celebrar una misa, agradecida por ha­
berle devuelto la salud á su enferma madre.
Trujillo (Perú). — Rosa Ottone. Por liaberle alla­
nado un asunto en que no había probabilidad de
éxito.
Tlacolula (Venezuela). — Manuel AI. Camocho,
Pbro. Por haberle concedido éxito feliz en una pe­
ligrosa operación.
Trujillo. (Venezuela). — Una Cooperadora por
varios favores recibidos.
Ibidem. — R. C. por haberle obtenido la salud
de su padre.
Utrera (España). — D . J . de Oujdra. Por haber
restablecido A un sobrinito enfermo.
Victoria. — Aurelia Sedaño, por haberle obtenido
una gracia .singular.

Valencia iEspaña). — Josefa Llopis, por favor
recibido.

Ibidem. — Rafael Ramírez, por la curación de
un hijo enfermo de fiebres infecciosas.
Ibidem. — Francisco Jiménez, Alaria Santos y
Frandsca Sánchez por favores recibidos.
Ibidem (Picasen!). — N . N. por favores reci­
bidos.

L ib ro s rega lad o s á esta D irecció n y que
recom endam os á n u estros lectores.
Horae Diurnae, en i8«. — Precios del libro encua­

dernado :
I. Imitación chagrin, realces en frió, cortes
d o ra d o s........................................... Ptas. 12,25
N» 2. Chagrin negro, lomo flexible, realces en frío.
cortes dorados, cortes y estuches . Ptas. 13.75
N» 3, Chagrín de color (granate ó encarnado),
lomo flexible, cortes, monogramas, cantos y con­
tracantos dorados, registros y estuche Ptas. 16 —
N® 4. Piel dé Rusia, etc., etc. . . , Ptas. 18 —
El libro está impreso con gruesos caracteres v
en verdadero papel indiano y mide 15^/3X10 cni.
Horarlutn Missarum (Novedad') tam acceptamm qaain persolutaram. — Un tomo en 8® de 128 páginas en­
cuadernado hermosamente en tela, cortes rojos
Ptas. 2,50
Cada página consta de 7 columnas ; 1* Tempus
missae acceptae (dies, mensis);
Nutnerus; 3*^ Intentio missarum; 4»^ Jn gtia Ecclesia vel quo Altari
persolvendae; Eleemosynavel stipendium; 6*^ Tempus missae persolutae (dies, mensis); 7» Adnotutiones.
Catecismo de la Doctrina Cristiana por el P. José D kH A R B E , S, J. — La merecida fama que esta
grande obra goza en el mundo entero nos di.spensa de recomendaciones y comentarios; sólo
diremos que no debiera faltaren ninguna Biblio­
teca católica. La edición es de Herder. Curso
inferior,
edición. En 16® (xxiv y 94 pág.), en
rústica 40 cénts., encuad. 50 cts. Curso medio.
En 8® (xxu y 162 págs.), 75 clms. — 90 cims.
Curso superior. En 8®(viiiy 324 pág.),1,50— 1,75.
Lectnras Católicas — Sarriá-Barcelona. — Números
134 y 135
Mes de Noviembre, por el Rev. P. Fr. R aimundo
E r r á z u r iz . N o hallamos palabras con que pon­
derar este áureo übrito, que recomendamos efi­
cazmente. B. Herder-Friburgo (Alemania), c fr.
Historia de Espada, referente á su civilización, indus­
tria y comercio, por A m a d o r O p p e l t . Málaga.
1905. Es obra de grande interés para las Uni­
versidades, institutos, escuelas normales etc.’Un
de 360 pág. 10 pesetas.
Histofla Universal representada en cuadros de sus
más memorables sucesos, por D . F r a n c is c o D ía z
C a r m o n a . — Herder, Friburgo. Obra útilísima.
En 8 y 322 pág. En rústica 4 fr., media tela 4.35;
en tela 4,65.
La Caridad. Hemos recibido y leido con placer al­
gunos números de esta Revista católica colom­
biana, y podemos asegurar que prestará grandes
servicios á la Religión. Saludamos al nueva co­
lega y le enviamos nuestro cange.

ROÑICA SALESIANA
rido, al principio del próximo 1906,
las fiestas del X X V “ Anniversario de
la llegada de los Salesianos á nuestra
ON
cuánto entusiasmo nos ve­ Patria, y por tanto quedan aplazadas
níamos preparando los Sale- para otra ocasión menos angustiosa y
sianos y Cooperadores á celebrar las triste, de que nos apresuraremos á dar
fiestas jubilares de nuestra Obra en cuenta á nuestros Cooperadores. Pero
España, y con cuánto gusto la hubié­ no por eso dejen de pfepararse con
ramos celebrado! Pero la Madre está conferencias, funciones religiosas, pro­
de luto y nosotros que nos gloriamos paganda en la buena prensa etc, para
de ser Españoles, respetamos los do­ la celebración quizá no lejana de las
lores de la Patria y nos unimos á fiestas jubilares; de lo que resultará,
ella: en Andalucía gimen los pueblos no sólo una mayor preparación, sino
bajo el azote de la sequía y del hambre; también una propaganda activa de la
y mientras que los pobres piden pan idea salesiana y que se enfervoricen
y los buenos ricos y los Prelados van más los espíritus para continuar nuestro
pidiendo para ellos, no es justo que apostolado de regeneración por medio
nosotros les interrumpamos con nues­ de la caridad.
tras fiestas y les vayamos á pedir para
ellas el óbolo que se debe á la mise­
ria: sería un insulto á su dolor pre­
Por España.
sentarnos alegres y festivos mientras
en los pueblos se sufre y se muere de
Madrid
iglesia de María Auxiliadora. — KI
hambre. Los .Salesianos deploran el 12 de
Octubre de 1905 — día en que Kspafla ce­
estado miserable, lo alivian en lo que lebra la festividad de Ntra. Sra.del Pilar— formará
jjermite su pobreza y ruegan á Dios época en las crónicas de la Ha Sociedad do S. Fran­
de Sales en Madrid.
(jue deje caer sobre los áridos campos cisco
Hace seis aflos próximamente pisaba esta Corte
del Mediodía la lluvia bendita que el nunca bastante llorado D. Ernesto Oberti (q. e.
ha de dar el pan á nuestros hermanos p. d.) director que había sido por 20 aftos en la
des Utrera y de la cual salió de incógnito por
hambientos.. Repetir, alabar y bende­ Casa
no dar lugar á una explosión general de llanto :
cir el nombre del sr. Arzobispo de Se­ tanto era el aprecio en que se le tenía no sólo en
villa Dr. Spínola, (pie ha salido por \'trera sino en toda Andalucía.
y sencillo, como hijo de D. Hosco, buscó,
la calles de la ciudad de puerta en sinHumilde
darse apenas á conocer, un punto donde estable­
puerta pidiendo limosna para sus hijos cerse para hacer el mayor bien posible á la juven­
necesitados, no es más que rendir un tud de Madrid y fijó su morada en el barrio de la
de Atocha, habitado por gente obrera y en
merecido tributo de admiración á su ronda
el cual se está desarrollando la parte industrial de
heroica virtud y nosotros de corazón la coronada villa.
Fundó en primer término escuelas gratuitas de
se lo tributamos.
primera enseñanza y bien pronto fueron éstas in­
Dadas, pues, las tristes circunstancias capaces
para contener á los que querían ingresar en
por que atraviesa España, no nos es ellas , atraídos sin duda por el especial sistema de
posible celebrar, como hubiéramos que­ educación proprio de D. Hosco.

Dolore5 y Alegrías.

A

Venciendo grandes- dificultades que le acarrea­
ron una prematura muerte, estando aún en el
apogeo de la vida, dió comienzo á la construcción
do una Iglesia, capaz de contener mil personas.
Cuando el edificio estaba cubierto y se dió prin­
cipio á decorar el interior, Dios le llamó á recibir
el premio do sus virtudes.
Sucediólo el actual Inspector y en menos de un
año..........
M D IF IC A V IT S IB I DOMUM M ARIA.
Este es el rótulo que en hermosos caracteres se
ha estampado en el arco del coro para que todo el
mundo lo lea y sepa dar gloria á quien se la merece,
pues él no sabe explicar de otro modo la obra que
se ha realizado.
He aquí la descripción que publica la Corres­
pondencia de España:
* Pertenece su arcquitectura al estilo „Renacimiento florentino’', con una ornamentación tan
rica , al par que sencilla y elegante, que causa ver­
dadero deleite su contemplación. Es, como su ob­
jeto lo justifica, un verdadero templo para niños,
donde no hay nada adusto ni severo, sino todo
atractivo, bello, alegre.
«Forma el nuevo templo un rectángulo de doce
metros de ancho por cuarenta de largo. Da ingreso
á él una bonita fachada característica del estilo
florentino, coronada por un sencillo y esbelto cam­
panario. En el fondo del templo destácase la alhaja
de la casa, un preciosísimo camarín de exquisito
gusto y rica ornamentación, en cuyo centro se os­
tenta una admirable imagen de María Auxiliadora,
obra de talla, perfectísima, ejecutada por los alum­
nos que en Sarriá educa la' Pía SocíedadSalesiana.
Un espacioso presbiterio encierra en su centro un
rico altar mayor, y á un costado otra obra admi­
rable de talla, de la misma procedencia, una verda­
dera filigrana en madera de cedro, forma el pulpito
de una forma nueva. Ocho grandes ventanas, prac­
ticadas en el muro de Poniente, cubiertas con pre­
ciosos vidrios de colores, representan las distintas
advocaciones de la Virgen.
« En el fondo hay unespacioso coro, con un magni­
fico órgano de voces dulcísimas, construido en
Paris con arreglo á las últimas reglas que el Pon­
tífice ha dado para la música religiosa.
« En la bóveda, y disimulados con una elegante
crestería, hay practicados ocho ventiladores que
aseguran la lügiene del ambiente , así como toda
el área del piso está cubierta, como mas higiénica,
con baldosa fina.
* Dos filas con sabanees muyeómodosy capaces,
y separación de ambos sexos, cubren el suelo. Com­
pletarán en día cercano el templo, dos altares más
en cedro, y seis ricas arañas, que con los brazos que
hoy existen en el muro, convertirán todo el espacio
en un ascua de luz. El Sr. Saldaña ha sido el ar­
quitecto director de las obras.
« Debajo del templo, v ocupando toda su área, se
ha construido un hermoso teatro con lujoso y es­
pacioso escenario, bien provisto. »
La inauguración fué solenme. Bendijo la Iglesia
á nombre del Ihrelado de la Dióce.sis el dignísimo
Provisor y Vicario general D. Javier Vales y Tailde,

celebrando él mismo la misa de Comunión general
en la cual se hizo uso por primera vez del precioso
cáliz regalado por S. k . la Infanta Doña María
Teresa.
Asistió á esta misa una distinguida concurrencia
compuesta principalmente de cooperadores y de
los amateuYs de obras artísticas, que salieron ha­
ciéndose lenguas de la iglesia.
La misa mayor de las i o en la que se cantó la
grande partitura de Palestrina á 4 voces fué más
que solemne. Predicó en ella el R. P. Cadenas S. J.
antiguo amigo y entusiasta propagandista de la
Obra de D. Bosco. No hay que decir que á pesar de
su edad estuvo sublime y arrancó muchas lágrimas
á los oyentes.
A la tarde hubo vísperas también solemnes pre­
dicando el R. P. Sánchez S. J. en este día y en los
dos restantes del triduo. Cantó las grandezas de
María Auxiliadora exhortando á los fieles á acudir
á Ella en todas sus necesidades.
Así terminó el triduo de la inauguración que nos
hizo recordar más de una vez la inauguración del
templo levantado por D. Bosco en Turín.
Sea todo á mayor honra y gloria de Dios y de
María Auxilio de los Cristianos.
A. C. S. S.
BARCELONA — El Templo del Tíbidabo al Sdo.
Corazón. — Al visitar hace días las obras del nuevo
templo dedicado al Sdo. Corazón de Jesús en la
cumbre del Tibidado y recordar la voz misteriosa
que D. Bosco oyó en su viaje á Barcelona, el ge­
neroso donativo que le liicieron de la cumbre de la
colina algunos ilustres Señores barceloneses, las
rail y mil dificultades que una tras otra se opu­
sieron durante 16 años á la realización del proyecto
(dificultades que siguen surgiendo todavía) y al
\-er los cimientos sobre que ha de descansar el
trono que Barcelona quiere dedicar al S. Corazón
de Jesús, no pude menos de contemplar á través
de todos estos hechos, de estas luchas, la mano
del Divino Corazón que quiere hacer de esta co­
lina un morada y va desvaneciendo los proyectos
de ios hombres.
Cuando se vea felizmente terminado y la estatua
de la cúpula bendiga desde lo alto á Barcelona,
bien podi án llamarse el templo de la contradicción
y del milagro.
-Aun después de colocada la primera piedra — el
28 de diciembre del año 1902 — hubo que modificar
levemente el plano de ubicación por dificultades
imprevistas.
Hoy ya se levantan airosas varias columnas de
la cripta, que se espera inaugurar, si para ello nos
sostiene la caridad de los devotos del S. Corazón,
con motivo de la celebración de las Bodas de Plata
de la Obra Salesiana en España.
Habrá de ser el santuario corona de la pinto­
resca colina, y calculándolo sabiamente el arqui­
tecto, ha dado á las líneas generales del edificio
grande altura, para que en la perspectiva aparezca
el templo como remate de las laderas de la colina
coronada por la estatua del Sdo. Corazón. Te­
niendo en cuenta que el santuario debe ser risible.

— 527 “
no sólo desde Barcelona, sino desde las comarcas
que se extienden á uno y otro lado de la cordillera,
base procurado que la planta apareaca igualmente
perfilada desde todos los puntos de vista. Osten­
tará, pues, forma de cruz griega, de unos 36 metros
en el eje mayor y 26 en el transversal. Cuatro
torres de cuarenta metros de elevación, llenarán
los ángulos exteriores formados por los brazos de
la cruz. En el centro se elevará á la altura de
50 metros una grandiosa cúpula octágona rema­
tada por una gran estatua del Sdo. Corazón.
La ornamentación es de gusto gótico, y en gene­
ral, en el estilo gótico se inspira el monumento todo.
Bajo la esplanada que se extenderá delante de
la fachada estará la cripta sostenida por grandiosas
y elegantes columnas ; á los lados de la cripta, dos
escalinatas darán acceso al templo, comprendiendo
en medio la fachada de la cripta. Esta tendrá en
sus tres ábsides, uno mayor y dos laterales, tres al­
tares.
La obra está comenzada y costará sumas ingen­
tes ; los católicos que nos han animado con su
aplauso .á la empresa ¿nos negarán su óbolo para
realizarlo ? De esperar es que no. El Sdo. Corazón
lo quiere y él buscará corazones generosos que se­
cunden su deseo; ¡benditas y dichosos los que se
hagan instrumentos de su voluntad !
A la caridad, á la devoción de Barcelona, de Es­
paña, del mundo entero al Divino Corazón, hace­
mos un caluroso llamamiento. Respondan á él todos
los que están en poder de hacerlo, y sobre la más
industrial ciudad de la Península, bendiciendo á
España toda, se elevará el S. Corazón que ha pro­
metido hacer de España el centro de su devoción.
N. B. — Las ofertas pueden mandarse al Rdo.
Sr. Inspector de los Institutos Salesianos de la
prov. Tarraconense. - Apartado 17, Sarriá-Barcelona — ó al Director de las Obras del Templo del
S. Corazón del Tibidabo - Instituto de S. José Floridablanca Rocafort - Barcelona.

II

La fiesta de María Auxiliadora este año tomó
en Villaverde las proporciones de un aconteci­
miento. Daba no poco realce la presencia de los
Superiores y alumnos de nuestra Casa do Santaiuler
con su flamante banda de música, que tocó admi­
rablemente en el patio antes y después de las f\n\ciones y durante la devota procesión.
No es este lugar de describir el triunfo de nuestra
Madre Auxiliadora, ni de ponderar los arcos deüoros,
las colgaduras, los cantos, el entusiasmo con que
se recibió á la Virgen en su entrada á la parroquia,
ni la fér\nda alocución que el celoso pórroco dirigió
á los numerosos fieles, inculcándoles la verdadera
devoción á la que es Auxiliadora de los Cristianos.
Nada diré tampoco de la liturgia del canto, del
grandioso acto literario-musical, de los fuegos ar­
tificiales. ascensión de globos y artística ilumina­
ción ; sólo me toca repetir las gracias, la expresión
de gratitud á todos nuestros bienhechores y amigos
de Villaverde y pueblos colindantes y á nuestros
Hermanos de Santander, que con su caridad y ser­
vicios importantes que nos han prestado, nos han
hecho gustar el quam bonum et quani jucundum eú
habitare fratres in unntn.
Triste recuerdo.
Pocos días antes de la partida, en las tumbas
de tres alumnos nuestros segados por la muerte
en la flor de su edad, pusimos tres cruces commemorativas, generoso regalo del Sr. Director de
nuestra casa de Santander. En menos de tres años,
la muerte nos había arrebatado tres niños, que
daban de s! las más halagüeñas esperanzas de
llegar á ser excelentes hijos de D. Bosco, pero
dichosos ellos que se consagraron al Señor desde
temprano ; á todos tres se les puede aplicar el
texto: Raptus est ne malitia mutaret intellectum
efus, aut ne petio deciperet animam illius.
Los tres murieron santamente, y superiores y
condiscípulos nunca olvidaremos á nuestros ma­
logrados Casimiro S. Ignacio A., y Jesús P.

VITORIA (España). — De Villaverde á Vitoria. —
Meses atrás el Boletín informaba á sus lectores
sobre el proyecto de trasladar á los Hijos de María
de Villaverde de Pontones (Santander): ahora nos
es grato anunciarles que el traslado se ha efectuado
y a ; parte en septiembre y parte en octubre, nos
fuimos pasando á la nueva y hermosa residencia
de Vitoria.
Pero aún llevamos impreso en la fantasía el re­
trato de los pintorescos valles y poéticos bosques
de la incomparable Alontaña; y.en el corazón el
nombre de todos los que nos han mirado allí con
simpatía y nos han dispensado favores.
Antes de despedimos para siempre de Villaverde,
sentimos la necesidad de dar públicas gracias al
Sr. Obispo de Santander, el sabio y celoso Dr. Sán­
chez de Castro, que ha prestado y sigue prestando
aquella casa á los Hijos de D. Bosco que tantos be­
neficios han recibido de su mano (1).

Por entre montes y breñas el tren nos llevó en
menos de tres horas á la capital de Vizcaya. Bilbao
es un centro de activo comercio ; sus minas de
hierro y su cómoda vía son fuentes perennes de
riqueza. Difícil seria dar una idea del movimiento
febril que se nota en los mil barcos y vapores que
invaden la gran ría hasta Portugalete ; los mástiles
ostentan banderas de todas las naciones, se ven
hombres de todos los colores y se oyen los más va­
riados idiomas.
En Baracaldo vimos los altos hornos, gigantes que
están vomitando continuamente fuego y humo ; en
la oscuridad de la noche presentan el aspecto de un
infierno en miniatura. Allí se funde y purifica el
mineral sacado por miles de brazos de aquellas
inmensas minas, para convertirse en hierro muy
apreciado.

(i) No queremos olvidar aquí los nombres de D. E u­
genio Gutiérrez, párroco de Villaverde. siempre compla­
ciente y cariñoso con los Salesianos, del sr. Arcipreste
de Hoy de Añero, de D. Angel Bermejo, ecónomo de
Viafia, celoso cooperador salesiano, de D. Manuel .Mu­

ñoz, párroco dimisionario de Pontones y antiguo coope­
rador de Sarríá, de los Sres. Curas de Cubas y Omoílo,
de D. Román .Nieto tan benévolo y cortés con nosrtrot;
á ellc5 y á muches otros, gracias por la voluntad coa
que siempre nos hau socorrido y sotenído.

Hacia Bilbao.

-

328 -

El Colegio Salesiano de San Paulino no pudo
menos de admirar á nuestra comitiva, por sus
espaciosas salas y por su hermosa iglesia. Allí sa­
ludamos á nuestro muy amado Sr. Inspector, á
quien una indisposición detenía en aquella casa,
impositilitándole para realizar sus deseos de acom­
pañamos hasta V itoria: saludamos también al
Sr. Director del Colegio, D. Angel Tabarini que se
mostró como siempre, amable y generoso con nues­
tros viajeros.
A eso de his tres de la tarde ya estábamos en
Bilbao, desdo donde seguimos nuestro viaje por

corredores con tantas cristaleras quedaron admi­
rados. Nada faltaba ni en el refectorio , ni en las
celdas para refrigerio y descanso de las fatigas v
mareos de aquella jornada; en todo se veía ¿ so­
lícita y esmerada mano de una madre.
Los primeros hijos de D. Bosco cuando iban á
abrir un colegio, generalmente se ponían en viaje
á la apostólica y no encontraban muchas veces
donde dormir: bien lo saben por experiencia los que
hoy son guías y ornamento de la Congregación.
¿De dónde á nosotros tanta comodidad y bien de
Dios ?

Escuadra del Circulo D. Bosco de San Pier d'Arena
premiada en el Concurso federal de Savona.

dos horas en un tranvía eléctrico de gran potencia
y velocidad, más otras cuatro horas en diligencia
tirada por 8 caballos.
Es un viaje variado y ameno á través de montes
y valles con panoramas magníficos. Al principio,
p,ara salvar los montes, la subida es fatigosa y
lenta pero llegando á la veta, los caballos llevan
buen paso hasta Vitoria y i dichosos los que con el
triquitraque no se marean !

Entonemos al Altísimo un himno de acción de
gracias, cantemos cada día las bondades de María
Auxiliadora que glorifica á su siervo D. Bosco ex­
tendiendo su providencial obra y no nos olvidemos
de implorar sobre nuestros beneméritos bienhe­
chores las más preciosas bendiciones del cielo,
..En otra crónica me permitiré decir á nuestros
lectores, algo sobre Vitoria y la misión que en ella
les está reservada á los Salesianos.

En Vitoria.
\ las nueve por fin llegamos á la suspirada meta
de nuestro viaje y nos ap>caraos frente al Patronato
de Jóvenes de Nuestra Señora del Pilar, donde nos
es|>eraban algunos de nuestros Cooperadores, con
la insigne bienhechora Sra. D.* Felicia Vda. de
Clave, la fundadora de estas escuelas cuya direc­
ción confia hoy á los Hijos de D. Bosco. ¡Que el
Señor le recompense aun en este mundo su genero­
sidad concediéndole una vida larga y dichosa !
Nuestros jóvenes al contemplar la soberbia esca­
lera, los elegantes y espaciosos salones, los largos

Por América.
MÉJICO — Colegio-Colonia de Sta. Julia. —
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. — Fervoro­
sísima y llena de unción celestial fué la magni­
fica fiesta que los Salesianos de esta Capital cele­
braron en homenaje al S. C. de Jesús el 29 de Agosto'
p. p. Pero lo que sobre todo merece especial en­
comio es el empeño verdaderamente maravilloso
con el cual se fueron preparando á tan gran solem-

1

— 329 —
nidad, cuya memoria dejará huellas incancelables
en el corazón de todos.
Las funciones sagradas que por espacio de un
mes se sucedieron sin interrupción y con creciente
animación y belleza, las elocuentes oraciones de
los oradores y la gracia divina que palpábamos
realmente, fueron la preparación á la dulce fiesta.
Rayó el alba suspirada del día de la fiesta y la
alegría desbordada, el entusiasmo verdaderamente
infantil que rebosaba en todos, innundó el Colegio
entero. El despertar de este día fué alegre cuanto
otro ninguno ; tuvo algo del despertar de los pá­
jaros cuando, en una mañana de Mayo, se lanzan
fuera cfel nido al primer rayo de la aurora y su
alegría ruidosa y alborotada estalla, derramándose
por entre el follaje de los árboles.
Paso en silencio, para no ser prolijo, las numero­
sísimas y fervientes comuniones de aquel d ía ; la
grandiosa misa del Prof. Ravanello ejecutada con
singular maestría por la afamada Schola Caníorwn
del Instituto ; el espléndido panegírico y el humilde
panigerista; el solemne aparato de la Capilla; la
verdaderamente sorprendente iluminación eléc­
trica y mil otras cosas de por sí tan naturales en
dichas ocasiones.
Lo que sí merece especial mención es el inocente
cuanto divertido acto con el cual, como con broche
de oro , se cerró la fiesta.
Quiero decir de la hermosísima representación
cinematográfica que tuvo lugar en el salón de actos
y que arrebató la atención de los niños y de cuantos
se encontraban.
Para concluir, diré que los ecos de la fiesta re­
percuten aún por los ánditos del Colegio y la im­
presión agradabilísima que dejó en todos, no se
borrará tan pronto de nuestros corazones.

« Esta Casa fué fundada en 1890, y los resultados
obtenidos hasta hoy son verdaderamente satisfac­
torios. Y eso que los Salesianos han tenido que
luchar con los prejuicios estorbosos de la época ;
con las incomodidades del medio ambiente y con
la falta de recursos que ha entorpecido el progreso
de los talleres, el cual habría sido asombroso si so
les hubiera abierto campo espacioso á aquellos
obreros infatigables de la ci\'iUzación.
« A las cinco y media do la mañana están cu pie
los habitantes de La Casa, y poco después empiezan
el trabajo. Lo suspenden á las once para ir á al­
morzar, y á las doce continúan la faena hasta las
cuatro y media, hora de comida. Después del recreo,
impártese la instrucción necesaria, que es eminen­
temente práctica.
« Está dividido el taller en varias secciones.
Una de zapatería, que tiene 30 alumnos ; otra
de carpintería, con 18 ; otra de talabartería, con
10 ; otra de fundición (una de las más importantes),
con 12 ; otra de sastrería, con 27 ; otra de imprenta,
con 20 ; otra de encuadernación, con 8, y otra de
herrería y mecánica, con 25.
«Hay además una sección de estudiantes, que
cuenta con muchos alumnos, y en la cual se enseña
lo más importante para la perfección del espíritu.
«Tienen además los Salesianos banda de música,
que se perfecciona día por día, y en la cual en­
cuentran solaz y entretenimiento en las horas des­
tinadas al descanso.
«El sistema de contabilidad que rige en el estable­
cimiento es perfecto. A todos los alumnos que tra­
bajan en alguna sección, se les lleva su cuenta es­
crupulosa, y se les reserva parte de lo que ganan
á fin de que más tarde, al salir, tengan una base
para establecerse en sus respectivos oficios.
« Además se estimula á los trabajadores con fre­
cuentes propinas y menciones honoríficas.
«Los trabajos ejecutadosen los dos últimos años,
por el Taller Salesiano, son verdaderamente no­
tables. Puertas y rejas de hierro capaces de com­
petir con las mejores europeas; tipos para imprenta;
grabados finísimos, objetos de arto primorosos, etc.
«Sentimos no poder disponerdoltiempo necesario
para hacer un estudio completo de los Talleres
Salesianos, porque quisiéramos que todo los co­
lombianos pudieran darse una idea completa de
la labor inteligente, humilde y perfecta de estos
obreros meritorios.
«Felicitamos á los Salesianos y les deseamos mu­
chas prosperidades en nuestro país, para honra de
ellos y provecho de éste >.

BOGOTÁ (Colombia). — „E 1 Escudo” publica una
visita que sus Redactores hicieronalColegio León X III
de Artes y Oficios, y nosotros la reproducimos por
ser una verdadera Monografía de aquella nuestra
casa.
«Fuimos recibidos con la cortesía y la amabilidad
que sólo gastan las gentes verdaderamente edu­
cadas.
«Aquel edificio, grande pero inconcluso, es ven­
tilado y tiene magníficas condiciones de salubridad
y es propriedad de la Nación.
« Los talleres salesianos están actualmente diri­
gidos por el Reverendo Padre Antonio Aime, sa­
cerdote joven, de sólidas virtudes y de grandes
energías. I-e ayudan en su labor unos veinticuatro
Hermanos, de los cuales hay diez italianos y catorce
MOSQUERA (Colombia) — Un excelente premio
colombianos.
«En pocas partes hemos visto, como allí, el tra­ tras un ano de trabajo. {Carta del corresponsal) —
bajo , el orden y la austeridad de costumbres ^ Cuando los primeros rayos del sol comenzaban
todo funciona con precisión matemática, todo in­ á dorar la cima de los montes, ya los niños que se
dica la buena dirección y la seriedad que exigen habían distinguido en los exámenes y que tenían
por lo tanto derecho á la cabalgata, se hallaban
establecimientos de aquella talla.
« Entre Hermanos, obreros y estudiantes hay un preparados. Los caballos aguardaban impacientes
total de 300 personas en la Casa Salesiana, y son el momento de beberse las distancias. A una señal
tales los prodigios dél método, que no se nota allí del Superior que los acompañaba, montaron todos,
confusión alguna. La di\’isión del trabajo y la con­ Y á la presencia de sus compañeros, que envidia­
tabilidad perfecta, hacen que todo marche con la ban su suerte, empezaron el desfile f el trote acom­
pasado de los caballos servía de acompañamiento
regularidad más completa.

— 330 —
al canto del Himno Nacional que entonaron los
jinetes al partir. El día era verdaderamente es­
pléndido y la naturaleza ostentaba toda la impo­
nente belleza que el Creador derramó próvido
sobre los campos de América.
A la hora competente, tomamos la refección,
teniendo por mesas y manteles el verde manto
de grama, y por comedor las enramadas de un
soto.
En el ricnte pueblo de Sesquilé nos aguardaba
el gran amigo de los salesianos y entusiasta admi­
rador de D. Bosco, Dr. D. Rafael S. Camargo, que
á los trabajos de Párroco, añadía los de Rector de
un Colegio. La acogida que se nos hizo fué cordial:
las damas y caballeros acudieron á servirnos con
tal esmero, que quedaremos eternamente agrade­
cidos. En compañía de los principales de la pobla­
ción, fuimos á‘visitar los numerosas hornos donde
se elabora la sal en que abundan todas las monta­
ñas del Norte de Bogotá, El trato que en todos
partes recibíamos, las atenciones que se nos dis­
pensaban, nos obligaron á corresponder de algún
modo, y organizamos á la ligera un entretenimiento
teatral, como también una función religiosa. El
concurso fué inmenso y los resultados, espléndidos :
el nombre y la obra de D. Bosco, que eran ya ama­
dos. adquirieron nuevo lustre, la devoción á María
Auxiliadora se arraigó más en los corazones y se
estrecharon más los vínculos entre Salesianos y
Cooperadores.
Tres días permanecimos en tan simpática pobla­
ción y tomamos á casa para organizar otro paseo
aún más largo que el anterior, y más variado por
los jmnoramas enteramente nuevos que se des­
arrollaron á nuestra vista.
Al N. O. de la ciudad de Bogotá, estrechada por
las precordilleras y bañada por abundantes aguas,
se extiende una región favorecida por la naturaleza:
las entrañas de sus montes abundan en minas de
hierro, de carbón y de petróleo, y no les es desco­
nocido el oro y la esmeralda ; sus gigantescos bos­
ques abundan en maderas preciosas y de construc­
ción, como el palo brasil, la tagua, el pino, el cedro
y el nogal aromáticos; numerosos árboles frutales
esmaltan sus praderas ; el cafeto y la caña de azú­
car revisten sus colinas; los raudales y torrentes,
que descolgándose por entre aquellos montes,
cantan himnos eternos al Creador y recrean la vida
y el alma del viajero, so prestan al desarrollo de la
electricidad ; su clima benigno y sus saludables
aguas aseguran el vigor y sanidad á sus habitan
tes. Uno de los pueblos de esta región encantadora,
llamado Pacho, era la meta del paseo. Los herma­
nos do la Maestra de Escuela de Mosquera nos ha­
bían invitado á pasar con ellos algunos días; ne­
cesitábamos reparar las fuerzas perdidas por los
trabajos del año, y además, esperábamos hacer
algún bien. Así fué que aceptamos la invitación
sin mayores cumplimientos. Esta vez se trataba
de trasmontar una cordillera; y con excelentes ca­
ballos. acometimos la obra. Para los que no habían
salido de la altiplainicie bogotana, fué aquello una
especie de revelación. El camino, me duele decirlo,
pero vaya en honor de la verdad, no es un modelo

ni muchos menos, partes había bien descuidadas;
pero en cambio; qué naturaleza pujante! que pa­
noramas encantadores ! La noche nos cogió aun
antes de llegar, pero la luna esclarecía el camino,
plateando melancólicamente los arroyos que se
desploman en resonantes cascadas, los cerros, los
árboles, las chozas, mientras
E l puro azul del infinito cielo
Ostentaba un dosel digno de Dios.
La generosa familia que nos estaba esperando,
nos recibió con las mayores demonstraciones de
cariño y de respeto.

Empleamos los cuatro días que allí estuvimos,
en visitar haciendas y plantíos, como también la
ferrería y polvorería y en indagar acerca de las ri­
quezas naturales de esa región privilegiada, en la
cual hay varios europeos áquien les ha ido muy bien.
Ixis habitantes son corteses y afables, reciben con
amor al forastero y su amistad es franca y leal.
Cuánto aman á los hijos de D. Bosco, si bien éramos
nosotros los primeros que pisábamos su suelo ; con
cuánto ardor anhelan una casa salesiana, que por
cierto hallaría campo propicio. Quiera el Sagrado
Corazón mandamos numerosas vocaciones para
atender las peticiones que de toda Colombia se
nos hacen.
Una cosa que nos llamó mucho la aten­
ción, y que bien prueba el amor á los salesianos, fué
el oír repetir por tres veces la invocación : María
Auxilium Chistianorum, ora pro nobis, en las le­
tanías que, con el Rosario, recitan en la iglesia to
das las tardes al ponerse el sol. Creimos fuera por
nuestra presencia, pero luego se nos dijo que
así era siempre. Es que el celoso Cura Párroco,
Dr. Núflez, es entusiasta cooperador salesiano.
Entre los frutos obtenidos en este paseo, con­
tamos una conversión de un protestante moribundo
debido á María Auxiliadora, cuyo culto quedó
asegurado en aquel simpático pueblo.
Pacho está flanqueado por riquísimas montañas
que forman un delicioso valle regado por abun
dantes corrientes, entre las que sobresale el Río
Negro, tributario del Magdalena. Por ahí ha de pa
sar la grande línea de hierro que ha de unir á Bo­
gotá con el Magdalena y podemos decir, con el
mar. Entonces se conocerán y explotarán estas
riquezas; entonces vendrán extranjeros de honor
y de trabajo, á ayudamos á descuajar los seculares
bosques, á abrir el seno de las montañas y apro­
vechar de sus tesoros. Apresure la Providencia tan
suspirado día !
CARACAS (Venezuela) — Clausura del afio esco­
lar en el Colegio de S. Francisco de Sales. — Toma­
mos de una correspondencia : « Convidadas de ante­
mano con elegante programa de invitación, acu­
dieron á las 4 p.m. del indicado día no tan sólo las
familias de los premiandos, sino también distin­
guidas personalidades de la capital entre las que fi­
guraba el Sr. Ministro de Instmcdón Pública, Dr.
Amaldo Morales quien tuvo á bien presidir el Acto.
Después de un brillante himno tocado por la banda
del Instituto, nuestro distinguido amigo el M. Rdo.

— 331 —
Pbro. Dr. Arteaga, Deán de la S. I. M. pronunció
el discurso de apertura en el que tuvo frases de
entusiasta adhesión á la Obra Salesiana.
Acto seguido se procedió á la repartición de pre­
mios que fué amenizada con la representación del
melodrama « Cristóbal Colón niño », la zarzuela
<Una escuela de Aldea * y el drama en tres actos
«Un mal compañero >. La banda del Instituto tocó
escogidas piezas de entreactos que fueron muy
aplaudidas por la correcta ejecución tan difícil
de obtener tratándose de músicos incipientes y de
corta edad. Las representaciones tuvieron también
feliz éxito de tal modo que el Sr. Ministro de Ins­
trucción Pública antes de retirarse y en el acto
de ser obsequiado con un modesto refresco, mani­
festó su plena satisfacción con frases de alabanza
por los felices resultados obtenidos por los Salesianos en la laboriosa tarea de la educación de la
juventud caraqueña. Reconociendo así mismo el
beneficio que proporcionan á los hijos del pueblo
las Escuelas gratuitas « D. Bosco * que funcionan
en edificio especial al lado del Colegio, y á las que
acuden annualmente un centenar de niños pobres,
el mencionado Sr. Ministro ofreció solicitar del
Presidente de la República para los Salesianos de
Caracas la medalla de honor de la Instrucción
pública. Pocos días después, recibimos esta conde­
coración cuyo respectivo diploma está redactado
en los sl-guientes términos :
E l Presidente de los Estados Unidos de Venezuela
en atención á los distinguidos servicios que ha pres­
tado á la aausa de la instrucción Pública el Pbro.
Enrique Riva, Director del Colegio Salesiano de esta
Capital, le concede la medalla de honor de la Ins­
trucción Pública creado por decreto de
de febrero
de 1894 para que la use en nombre de la gratitud
popular.
Caracas, 16 de Agosto de 1905, Año 95 de la
Independencia y 47 de la Federación.
CIPRIANO CASTRO
Refrendado :
E l Ministro de la Instrucción Pública,
Dr. ARNALDO MORALES.
Por estos breves datos de nuestra fiesta escolar,
puede S. R. hacerse cargo de cómo también los
Saleáanos de Venezuela se esfuerzan por realizar el
programa trazado por nuestro inolvidable Funda­
dor : trabajar por la sociedad, llevando á la juven­
tud por la senda de la virtud y del saber aun á
costa de heroicos sacrificios que si son inseparables
de la difícil tarea que se impone el educador, no
dejan de ser también reconocidos por todas las
personas debidamente apreciadoras de la sublime
misión de los que se consagran á la cristiana edu­
cación de la juventud.
VIEDMA (Patagonia). — El mérito enaltecido. —
El Círculo Católico de Obreros de Patagones, en
reconocimiento del afecto que el P. Evasio Garrone
demuestra para con dicha asociación, lo ha nom­
brado Socio Honorario del Círculo, distinción que
el Padre acepta con verdadera gratitud.

PUNTA AREN.AS {Patagonia Meridional). — Vi­
sita del Príncipe Fernando de Saboya, Duque de
Cénova. — Estando de paso en la ciudad S. A. R.
\-isitó nuestro Instituto, interesándose vivamente
por el Colegio nuestro y el de las Hijas de María
Auxiliadora, la iglesia, el Hospital, y especialmente
por el Observatorio Metereológico y ol Musco.
Tomó varias fotografías del Instituto y aceptó con
reconocimiento las que le regalaron nuestros her­
manos ; hizo presente de varias vistas de la R. nave
Calabria, á cuyo bordo iba y dejó una limosna para
las misiones. Los nuestros fueron á bordo á resti­
tuirle la visita y lo liallaron con varios oficiales
desarrollando las vistas que había tomado del Co­
legio. El P. Borgatello lo saludó á nombre de Mons.
Fagnano, Superior de la Misión y de todos los SaIcsianos. La oficialidad, siguiendo el ejemplo de
su ilustre Jefe, trató á los nuestros con suma cor­
tesía y afabilidad ; todos visitaron el Instituto y el
médico aceptó con grandes muestras de gratitud,
una cabeza de foca que le regaló el P. Borgatello,
y que precisamente andaba buscando para el Museo
de Turín. Bebieron fino verniouth turinés, brin­
dando por la prosperidad de las obras salesianas y
por la amistad franca y cordial de Italia y Chile.
RAWSON {Chubut). — U s Escuelas profesionales
Salesianas hacen cada día nuevos progresos; últi­
mamente se inauguró una banda, que ha dado
ya púbHcos conciertos, y cada una de las clases y
talleres va tomando de día en día mayor incre­
mento y adquiriendo celebridad.
Las Escuelas Salesianas de la Patagonia — En
la Revista de la Educación de Buenos Aires, halla­
mos la relación del Sr, Celso Latorre, Inspector
Escolástico, acerca de lasEscuelasSaiesianas, y con
placer la insertamos en nuestro Boletín ;« Las ins­
tituciones de D. Bosco que han prestado y conti­
núan prestando servicios inestimables on los Te­
rritorios del Sur, están perfectamente al corriente
de los modernos sistemas do educación ; sus escuelas
son eminentemente prácticas, humanitarias, edu­
cadoras.
« Hallé sobre todo verdaderamente elevados los
cursos superiores de los colegios de niñas de las
Hijas de María Auxiliadora, y los jardines infan­
tiles {casas para párvulos). No me parecía cierto
que me encontraba en plena Patagonia, viendo en
aquellas escuelas salesianas á tantas angelicales
creaturas, resolver problemas domésticos, ejecutar
pequeños trabajos y dar respuestas admirables á
cuanto se les preguntaba,
« Si todo esto no se llama hacer el bien, y si al­
guien quisiera objetarme, declaro que la conside­
ración, estima y respeto por las instituciones de
D. Bosco, se han aumentado en mí, después que
he tenido la fortuna de visitar sus escuelas.
« La Escuela de Artes y Oficios de Viedma, en la
Patagonia, por ejemplo, es un portento de la opo­
rosidad y método de los Misioneros Salesianos, que
en aquellas poblaciones rudas han sabido obtener
sucesos admirables en lo tocante á educación, mo­
ral y religión.

— 332 —
, *
decir del Hospital que dirigen en dicha
localidad ?
«No exagero dicendo que la obra de los RR. PP.
Sairaianos es una obra eminentemente educadora,
institutora, caritativa, humanitaria.... >

Por Italia.
En (a Caíabria desolada.

Los huérfanos recogidos — Al primer anun­
cio de la catástrofe, D. Rúa envió al lugar del
des^tre al M. R. D. Francisco PiccoUo, Inspector
CÓRDOBA (Argentina). — El Colegio Pío X,
de las casas de Sicilia, con el encargo de recoger
inaugurado recientemente progresa á ojos vistas.
El 24 de Junio celebróse la fiesta de S. Luis, á que algunos huerfanitos y mandar noticias. Confirmada
se hizo preceder una novena, que fué una verda­ la gravedad del mal, envió luégo al R. Dr. D Sal­
dera misión para los niños, especialmente para los vador Gusmano, Director de Mesina, quie¿ re­
que se preparaban á la primera comunión. En la corrió los lugares desolados y recogió algunos otros
Misa de Comunión celebrada por el Sr. Can. Don
desheredados. Luego se ha seguido trabajando
Eduardo Ferrcira, Secretario del Obispado, treinta con ardor en la santa empresa y hoy son más de 80
y dos niños hicieron la primera Comunión, acom­ los calabresitos recogidos en nuestras casas. Y
pañados de muchos otros. Por la tarde celebraron
para hacer más eficaz y segura la obra, pronto se
una velada en honor de S. Luis y en obsequio al abrirá una casa salesiana en esa región, con el fin
dignísimo Prelado , Mons. Fr. Zenón Bustos, que de educar y alimentar á aquellos pobrecitos que
se dignó pasar algunas horas con sus hijos del Ora­ la desgracia ha herido. Esta fundación se proyec­
torio festivo. Estaban presentes numerosos Coo­ taba desde hace algún tiempo, porque los males
peradores. Es la primera fiesta celebrada en el Co­ morales son en esa región más grandes que los
legio : todo salió á las mil maravillas, pero el nú- males físicos. — En todas estas obras ha brillado
moro mejor del programa, fué, en expresión del la caridad de la Princesa Leticia, alma, por decirlo
Sr. Obispo, el de los niños asistentes, que pasaban así, de la caridad piamontesa en esta desventura :
de 500 í
- ir
el Sr. D. Rúa ha recebido de ella una bellísima
carta de felicitación y agradecimiento.
El I® de Julio se abrieron las clases diurnas y
La caravana de huérfanos calabreses de
nocturnas, y se preparan los niños á recibir los
SS. Sacramentos, al paso que los egregios é infa­ am ^ s sexos que debían ser repartidos entre los
tigables Cooperadores trabajan asiduamente por varios institutos de beneficencia, inclusos los de
construir pronto y bien el edificio de las Escuelas los Salesianos, se detuvo tres días en Roma. Allí el
de A ríes y Oficios.
Santo Padre les había preparado alojamiento en el
Hospicio de los peregrinos en Sta. Marta, donde
GUAYAQUIL (Ecuador). — CóDÍerencia Salesíana se Ies trató cordialísimamente. El 27 de Octubre
• Nuevo Oratorio Festivo. — Superior á cuanto tenían la dicha de ser recibidos por Pío X en la
se esperaba, resultó la fiesta de María AuxÜiadora Loggia Mantovani. Dispuestos los niños de una
en la rema del manso Guayas. El Rvmo. Sr. D. Se­ parte de la galería y las niñas de la otra, aparece
gundo Alvarez Arteta, Vicario General, dió la con­ la angélica persona del Papa, respirando dulzura
ferencia en la catedral amplia y hermosa, llamando y amor. Un murmullo indescriptible que va cre­
la atención del auditorio sobre la misión de los coo­ ciendo hasta el aplauso fragoroso, saluda la llegada
peradores, especialmente en el campo social. Entre del Padre común, que va pasando por entre sus
lo más selecto de la sociedad, se eligieron pública­ amados pequeñuelos. Llegado al centro del grupo,
mente diez celadoras, cada una de las cuales se se detiene y da lugar á que el fotógrafo Lovazzano
comprometió formalmente á ganar por lo menos diez tome vanas vistas y posiciones del grupo singular.
nuevas cooperadoras : dos días después se reunían Continúa luego, bendiciendo, acariciando, deján­
en conferencia en el salón de la Curia Eclesiástica dose besar la mano, y distribuyendo por sí mismo
una medalla de plata, á cada uno. rrnio recuerde
para buscar los medios prácticos para ayudar á las
del hermoso día.
Obras salesianas. íht>nto se vieron los efectos. Re
Despu^ recibía en audiencia privada á las Daconocida la necesidad de un Oratorio festivo el
día de Pentecostés se dió principio á la obra en la Qias Turinesas, y á los Salesianos D. Gusmano y
D. Gameri, á los cuales se había unido el Rev Sr
Iglesia del Sdo. Corazón de Jesús, situada en el
ba^io más poblado de la ciudad. El Círculo tra- D. Juan .Minguzri, Director del Boletín Salesian .
á los
ba)a con entusiasmo y se espera que la obra sale- encargado de distribuir en las varias
huérfanos desdados á los institutos salesianos,
siana prospere mucho en aquella importantísima
ciudad.
los cuales partieron en tres escuadras directamente
Debemos dar las gracias á los RR. PP. Meree- á su destino.
La llegada de los huérfanos á Turín, fué conmo­
danos que pusieron á disposición de los nuestros
vedora : una gran multitud los esperaba y los re­
su hermosa igl^ia para la celebración de la fiesta
cibía con afecto , la Princesa Leticia fué la primera
de María Auxiliadora, lo mismo que al M. R. Mons.
Alvarez A. que con su palabra de orador elocuente en saludarlos, conduciéndolos enseguida al café de
la estación, donde se les sirvió espléndidamente.
y con su actividad de ministro evangélico, tanto
Los destinados al Oratorio, llegaron á mediodía en
favorece las obras salesianas.
autómovU, y fueron recibidos por sus 800 alumnos
que los miraban como hermanos. En seguida fueron
presentados al Sucesor de D. Bosco, quien á nombre
del Padre, los bendijo.

— 333
ROMA — La 1* reunión esportiva de ia juventud cluye impartiendo su Bendición Apostólica sobro
católica italiana. — Quisiéramos hablar por extenso ellos, sobre sus padres y compañeros ausentes y
de esta importante reunión, de esta especie de lejanos, sobre sus familias, estudios y trabajos,
torneo en el palacio papal, que tanto revela el sobre sus obras y también sobre sus juegos espor­
carácter de Pío X y la sublime ductilidad de la tivos, con el augurio de que su Bendición sea para
Iglesia, mas el espacio y la índole de nuestro pe­ todos « fuente de aliento y manantial de purísimos
consuelos. » La sala grandiosa resonó con las en­
riódico no lo consienten.
En la primera semana de Obre, se reunió en tusiastas aclamaciones al Padre, al amigo, al her­
Roma el primer círculo esportivo de la juventud mano, al Rey universal.
católica de Italia. El último día, do­
mingo 8, celbrada la Misa por el Car­
denal Cavagnis en la Iglesiade S. Ignado, todas las asociaciones que debían
entrar en certamen, se encaminan alVaticano. .Abrela marcha una escuadra
de ciclistas,^ seguida del Concierto Mu­
sical del Colegio Salesiano del Sdo.Co­
razón de Jesús; %áenen las escuadras
de gimnastas, entre las cuales figura
el Círculo D. Bosco de S. Pier d’Arena
y la cierran los varios recreatorios,
seguidos de sus respectivas fanfaras.
La marcha ordenada, la agilidad
desenvuelta y á la vez modesta, la
diversidad de uniformes del inmenso
desfile llamaba las miradas de la in­
contable multitud que curiosa lós
seguía. Y el Santo Padre les da au­
diencia á todos en la Sala Real, en
donde el Comendador Pablo Pericoli,
Presidente de la Juventud Católica
italiana le dirige ,un afetuoso saludo,
al que Pío X, el Padre universal, se
digna responder con acentos impre­
gnados de ternura.
« ¡Cuán dulce y suave es el consuelo
que experimento, les dice, al encon­
trarme en medio de vosotros, jóvenes
queridos, que representáis la edad de
los sentimientos nobles, de las acciones
magnánimas y de los espléndidas
victorias ! Vicario de Jesucristo, que
aunque acostumbrado á vdvir en
compañía de los ángeles, hallaba en la
juventud sus delicias, siento la nece­
sidad de deciros que os amo, y que
vosotros debéis mirarme no sólo cual
padre, mas como amigo y hermano;
y con estos sentimientos, no sola­
mente apruebo todas vuestras obras, L a E scu ad ra del Círculo D. B osco de Sam plerdarena
en la acción católica, sino que admiro
premiada eo la 1* renolóo esportiva católica de Italia.
y bendigo de corazón vuestros juegos
(Ejercicio en las escalas).
y pasatiempos, la gimnástica, el ci­
clismo, la náutica, el podismo, los
Pasado el mediodía se verificó la muestra final
paseos, caminaiasy porfias, los concursos y acade­
mias á que os dedicáis; porque los ejercicios del de la gimnástica en el vasto patio de S. Dámaso, á
cuerpo, irifliiirán en el ejercicio del espíritu ; porque la presencia del Padre Santo, y hacia la tarde, en
también estos ejercicios reclaman trabajo, os li­ el patio del Belvedere, presidida por el Emmo. C^d.
bran del ocio, padre de los vicios, .y porque las mis­ de Estado , la solemne distribución de prem i^
La Escuadra del Circulo D. Bosco de S. Pier
mas porfías amigables, serán para vosotros imagen
d’Arena obtuvo los siguientes premios •
de la noble emulación en el ejercicio de la virtud..
I®Medalla de plata de i® grado en el certamen
Luego les dirige palabras de aliento y ánimo,
bañadas en ese amor celestial que trasborda de sn de escuadra,
2®Medalla vermeil en el certamen mdividual
alm a generosa, impregnadas en ese aroma del cielo
de que está lleno su corazón sobrehumano, y con­ artístico;

— 334 —
3° Medalla de plata inedia en el certamen indi­
vidual atlético ;
4" Medalla de oro en el levantar pesos ;
5®Medalla de plata grande en el podismo.
La escuadra de pequeños gimnastas del mismo
Círculo obtenía en el concurso federal de Savona,
en la Categoría A, el primer premio, consistiente
en una medalla de plata grande, con un diploma.
Un aplauso entusiasta y sincero á esta generosa
juventud.
El Concierto del Asilo del S. Corazón que por el
número y habilidad de sus músicos figuró en pri­
mera línea, tuvo honor de ejecutar la música tanto
á la mañana como á la tarde á la presencia del
Padre Santo. Por esto le enviaba el Presidente una
hermosa medalla con una carta bellísima.
Bendigamos á Dios que nos ha dado un Pontífice
que tan amable hace la virtud y loguemos por la
conservación de Padre tan amante.

S

NECROLOGÍA
=

1

1

D‘. íSntonia Vidal Vda. de Quibus.
la muerte de esta muy respetable y caritativa señora, los huerfanitos de la casa Sale­
siana de Valencia (España) han experimentado
una ^ ave pérdida. Ella á más de contribuir con
sus limosna á su sostenimiento, se encargaba de
remendar sus vestidos, imitando de este modo á
la inolvidable Margarita Occhiena, madre de nues­
tro muy venerado Fundador D. Bosco.
Suplicamos á nuestros muy estimados Coope­
radores la tengan presentes en sus oraciones; y re­
ciba su desconsolada familia nuestro más sentido
pésame.

E5p¡gando

D\ Luisa Serrano de Gímeno.

Distinción honorífica. — El Padre Santo ha
distinguido con la condecoración Pro Ecelesia et
Pontífice á los Vice-presidentes del Congreso de
música litúrgica de Turín, el Rev.mo Can. D. An­
tonio Berrone, Presidente de la Asociación de los
Antiguos alumnos del Oratorio, y al Dr. D. Carlos
M. Barata, Salesiano, Rector de la iglesia salesiana
de S. Juan Evangelista. Reciban ellos nuestros
plácemes y parabienes.

fon mucho sentimiento tenemos que encomen' dar á las oraciones de nuestro queridos Coo­
peradores el alma de D.*^ Luisa Serrano de Gimeno
de Valencia (España), y al mismo tiempo damos
el más sentido pésame á su viudo D. Leocadio Gi­
meno insigne y entusiasta cooperador de la Obra
Salesiana de esta Capital, que desde su fundación
no dejó de experimentar los efectos de su generosa
caridad, y suplicamos á Dios derrame sobre su
atribulada familia las consuelos de que tanto ne­
cesita por tamaña desgracia.

Mons. Cagliero. — . En su viaje á Tierra Santa
llegaba Mons. Cagliero á la ciudad de Esmime el
6 de octubre, acompañado del Procurador General
de nuestra Pía Sociedad el Rev. D. Juan Marenco. Fué obsequiado por distinguidos personages
y asociaciones, entre los cuales, el Capítulo de la
Catedral y el sr. Arsibispo. Llegó sano y salvo á
Jerusalén y actualmente visita los Santos Lugares.
El Congreso Colonial de Berlín y los Salesianos.
— Con el objeto de promover los intereses
materiales, intelectuales y morales de los alemanes
que emigran, en los primeros días de Octubre se
reunía en Berlín un Congreso Colonial, al cual
fueron cortésmente invitados los Salesianos por el
Srio. general, el Sr. Bopp. Don Rúa mandó como
su Representante al Rev. P. Dr. Carlos Zafféry,
húngaro de nación.
Cerrado el congreso, ios católicos organizaron
una gran fiesta de las misiones, con discursos en
20 iglesias y en varios salones
Nuestro enviado habló repetidas veces de Don
Bosco y sus obras, con éxito brillante, puesno sola­
mente hablaron y elogiaron los periódicos la obra
Salesiana, sino que muchos caballeros se agregaron
á la Pía Unión de Cooperadores.

Joaquín Oiraldo, Salesiano. El 10 dé Abril dejaba
de existir este humilde hermano en Bogotá, á la
edad de 60 años. Desde sus primeros años siguió
la carrera militar y se distinguió siempre por su
valor é inviolable fidelidad á la Iglesia.
En 1S99 entró en la Pia Sociedad Salesiana. Era
su voluntad de aquel temple robusto y vigoro.so
que no conoce obstáculos, y así en breve se amoldó
á la vida religiosa y ejerció con perfección nada
común los oficios que se le encomendaron, sobre
todo el de portero, en cuyo ejercicio murió. Una
oración por su alma.
El Sr. Antonio Fariña ha pasado á la otra vida
el 26 de Octubre, dejando un gran vacio en la fa­
milia del Boletín, del cual era jefe compositor.
Antiguo alumno de D. Bosco, tuvo por sus Obras
grande afecto, su vida fué ejemplar y deja grato
recuerdo. Una plegaria por él.
COOPERADORES DIFUNTOS.
D. Antonio Maldonado Jinotepe.
D.* Lorenza Parras Jinotepe
D.* Beatriz de Calderón, Granada.
D. José Tomás Acevedo, Granada.
D. Faustino Luna de los Reyes, Vigo.
R. 1. P.

— 335 —

INDICE GENERAL DEL AÑO 1905.
pApr.

£ n ero .

P^Carta del Rdmo. Sr. D. Rúa á los Cooperadores Salesianos .......................................................................
Indulgencias y privilegios otorgados por Su Santidad
á los Coop. Salesianos .
De nuestras Misiones: Colombia
Brasil: Matto Grosso .
Gracias de María Auxiliadora .
Crónica Salesiana: Salamanca
Barranquilla (Colombia^
Viedraa (Patí^onia) .
Punta Arenas (Tierra del Fuego)
Variedades: Carta 2* de música religiosa
Necrología: D. Juan Ronzoni .
.
.

8

11
13
20
24

25
25
26
27
28

Gracias de María A u x ilia d o r a ...................................
94
De música religiosa .
.
.
.
.
.
.
97
Crónica Salesiana: Valencia (Venezuela) — Honoríficencia merecida - Cádiz (España) — Utrera
Sevilla — Salamanca — Barcelona — Ciudadela — Buenos .\ires
Almagro — Breve Pon­
tificio — Ibagué (Colombia) — Angra do líeroismo
99
Homenaje de las Hijas de María .
.
.
. 106
Peregrinación española á Tierra Santa y Roma . 107
Necrología: Exmo. Sr. D ‘ Juan Bertagna — R. P.
José C asanova— ¡Dña. P'ilomena M ur.de Adrién
— El Coronel Lucio Pérez Velasco — Sra. V i­
centa E. de M o n r o y ............................................ 107
M ayo.

Febrero.
L a enseñanza del C a t e c i s m o ....................................
29
Nuestro Boletín en el año de 1903 .
.
.
.
31
Documentos Salesianos
.
.
.
.
.
.
33
El Representante del Sucesor de D. Bosco en América
35
Misiones: C o lo m b ia ..................................................... 39
Gracias de María A u x ilia d o r a ....................................
43
Crónica Salesiana: Vigo — Béjar — En viaje por
alto mar — Salamanca — Venezuela — Patagones
Serena — De música religiosa
.
.
.
.
50
Variedades: E x c e l s i o r ............................................. ■ 53
Memorias Biográficas de Mons. Lasagna.
54
Cooperadores d i f u n t o s .............................................
56

María Madre y Auxilio de los Cristianos
E l Representante del Sucesor de D. Bosco en Amé
r i c a ..............................................................
Misiones: Una preciosa confesión — En el Gran
Pará (Brasil) — Ecuador .
.
.
.
Santií^o de C h i l e ............................................
Gracias de María Auxiliadora .
.
.
.
Dña. Manuela Borgoño de Kieler
Crónica salesiana: Barcelona — Santa Tecla — Bar
celona — León-Méjico — L a Paz (Bolivia) —
Viedma — Montevideo
.
.
.
.
Variedades: María: Poesía
.
.
.
.
B ibliografía..............................................................
Necrología — Cooperadores difuntos

109
112

116
121

122
124
125
129
131
132

M arzo.

Junio.

Dios en la f a m i l i a ........................................................... 57
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r ic a ............................................................................. 60
Misiones: Colom bia, Patagonia M eridional: De
Punta Arenas á Ultima Esperaza .
.
.
.
64
Gracias de María A u x ilia d o r a ......................................... 72
Crónica salesiana: Bernal — Carabanchel alto —
Cindadela — Valencia — Barranquilla — Bue­
nos-Aires .............................................................................76
\'ariedades: Relatos históricos de las Misiones de
la P a t a g o n ia .................................................................... 78
El R. P. Albera en E s p a ñ a ..........................................80
Bibliografía.............................................................................80
Memorias Biográficas de Mons. L a s a ñ a .
.
.
81
Necrología; A la grata memoria del P. Ernesto
Oberti
84

Encíclica de Su Santidad Pío X sobre la enseñanza
del C atecism o............................................................. 133
A los Cooperadores Salesianos — Artículo dcl Car
denal S v a m p a .....................................................
138
Misiones: Matto Grosso (Brasil)
140
Patagonia Meridional
14a
A través del Ekniador
«43
Necrología: Las Sras. Filomena y Teresa Rtnaidi J47
Gradas de María A u x ilia d o r a ................................... *48
Crónica salesiana: Roma — Sarriá — Barcelona —
Mataró — Barcelona — Ctudadela (Menorca) —
Carcagente (Valencia-España) — Cuenca (Ecua­
dor) — S. Salvador (Centro América) — Viatina
do Castello (Portugal) — Nichteroy (Brasil) .
152
Variedades: Relatos históricos.................................... 158

A b r il.

Las bodas de plata de la Obra salesiana de España
María SS. protectora de la inocencia
Misiones: Bantismo ríe un Jíbaro — Matto Grosso
(Brasil): Carta del P. Bálzola
.
.
.
.

85
88



J u lio .

Fiestas y Recuerdos .
L a Obra de los Hijos de María
Misiones; Ecuador
A través del Ecuador.
Cuzco-Perú .
Gracias de Alaria Auxiliadorn

161

Í63
165
166
170
177

— 336 —
pág.
Crónica salesiana: Turín — Por España, grata vicita — En ViUaverde de Pontones — Carabanchel
(Madrid) — En VÍgo (Pontevedra) — Santander
(España) — La Paz (Bolivia) — Trelew-Chubut
( A r g e n t i n a ) .................................................................. iS i
Variedades: Relatos históricos....................................... 185
Necrología: Ceferino Numuncurá .
.
.
.
187
B ibliografía........................................................................... 1S8
A gosto.
Premios y V a c a c i o n e s ............................................. 189
El Representante del Sucesor de D. Bosco en Amé­
193
rica
..................................................... .. .
A los Illmos. Obispos Argentinos
.
.
.
.
195
En la Ciudad Eterna — Audiencia Pontificia— La
Obra Salesiana en R o m a .................................... 196
Misiones: Los Misiones de la Patagonia y Monseñor
C a g l i e r o ....................................................................... 198
A través del E c u a d o r .............................................203
Gracias de María A u x ilia d o ra ....................................206
Crónica salesiana: Por España, grata visita: En
Madrid, en Salamanca, en Béjar .
.
.
.
211
Flores 4 María Auxiliadora — Salamanca — Béjar
— Cindadela — V i g o ............................................ 21S
Por Am érica: Ibagué — Guayaquil .
.
.
.
215
Por Italia: T u r in : El 24 de Junio, el Congreso de
Mósica Sagrada, el Delegado de Méjico, X V I
Congreso E u c a r i s t i c o ............................................ 216
218
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasagna .
Necrología : Emmo. Cardenal Andrés Aiuti — Mon­
señor Juan B. Scalabrini — Sta. Isabel de Anc h o r e n a .......................................................................219
Cooperadores d i f u n t o s .............................................220
Septiem bre.
L a Eucaristia en la Educación
.
.
.
.221
L a acción católica según el Sumo Pontífice .
. 224
E l Representante del Sucesor de D. Bosco en América 288
De nuestras Misiones: Las Misiones de la Patagonia
y Mons. Cagliero
. . .
.
232
Gracias de María A u x ilia d o r a ........................................338
Crónica Salesiana ; Por España : Sevilla, Salamanca,
Vigo, Valdecolmenas de Abajo-Cuenca — Por Am érica: Colonia Vignaud , Barranquilla, Patago­
nes, Mosquera — Por Italia: Bolonia, Florencia 243
Mons. M. E s p in o s a ......................................................... 347
Biblioteca agraria s a l e s i a n a ........................................348
Bil^liograña.......................................................................r
O ctubre.
Lea mayor de las ciencias, I ........................................ ?19
El R o s a r io ........................................................................... 351
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r ic a ............................................................................253

Pág.
De nuestras Misiones; Isla Dawson .
.
.
. 255
Matto G r o s s o .......................................................... 256
En el Lazareto de Agua de Dios.
.
.
.
257
A través el E lcu ad o s................................................. 259
Bibliografía
263
Gracias de María A u x ilia d o ra ............................... 264
Sensible p é r d i d a ................................................. 267
Crónica Salesiana. Por España: Otiel, Valencia,
Cindadela — Por América: Mosquera, Buenos
Aires, el Rosario, Arequipa, Maracaibo, Araure,
Yaritagua, Imbabura, Guatemala — Por Italia:
Valdoqco, Ancona, Milán, Roma — En Portugal:
Lisboa — En Africa: Alejandría .
.
.
.
268
Merecida d is t in c ió n .................................................275
Necrología ............................................................................275
Cooperadores Salesianos difuntos
.
.
.
.
276
N oviem bre.
L a mayor de las ciencias, I I ............................... 277
Relaciones y R e c u e r d o s ........................................2S2
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
América
.
.
.
.
• 283
De nuestras Misiones: Matto Grosso (Brasil) .
. 286
Ecuador
.
.
.
.
2S3
C o lo m b ia ........................ 2S9
Gracias de María Auxiliadora .
.
.
.
• 293
Crónica salesiana: Nuevos templos á María Auxilia­
dora — Jabaolao (Brasil) — Trelew (Chubut) —
V illa Colón — Valencia (Venezuela) — Por Es­
paña : Valencia, Béjar, Salamanca — Por Amé­
rica : Ambato, Bogotá, Ib.'igué, Córdoba, Uruguay,
Punta Arenas, Méjico — Por Italia: D. Ü úa y los
huérfanos de la Calabria, Nizza Monferrato, Islas
Azores, Angra do H e ro ísm o ....................................298
Necrología .
.
jc4
D iciem bre.
La mayor de las ciencias, III (Conclusión) .
. 305
La Inmaculada C o n c e p c i ó n ....................................... 309
El Representante del Sucesor de D. Bosco en América 310
Importante ..............................................................
314
De nuestras Misiones: Patagonia
.
.
.
.
315
A través del Ecuador
.
.
.
.
.
316
Gracias de María A u x ilia d o ra ........................................320
Crónica salesianas: Dolores y alegrías — Por Es­
paña: Madrid, Barcelona, Vitoria — Por .Amé­
rica : Méjico, Bogotá, Mosquera, Caracas, Viedma,
Punta Arenas, Rawson, Patagonia, Córdoba, Gua­
yaquil — Por Italia: En la Calabria desolada,
Roma
. . .
....................................325
E s p ig a n d o ........................................................................... .Í34
N e c ro lo g ía ........................................................................... 354
Indice general del año 1 9 0 5 ........................................335

Con aprobación de la A u to rid ad E cle siá stic a : — G e re n te : J O S É G A M E Z N O ,
Turín, Tip. Salesiana (B.S.) — V ia Cottolengo, 33.

Fecha
1905.12