BS_1905_08

Ficha

Título
BS_1905_08
Descripción
Boletín Salesiano. Agosto 1905
extracted text
LETIN
ESIANO
*i^í

m

R e d a c c ió n y A d m in is tr a c ió n

© -^

Via Cotiolcngo, ^2 — Tui’in -Italia.
AÑO X X — N. 8



Publicación me?isual

SUiHARIO: Premios y V a c a c io n e s ................................. 189
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r i c a ......................................................................... 192
A los limos Obispos A r g e n t i n o s ................................. 195
En la Ciudad Eterna — Audiencia Pontificia — La
Obra Salesiana en R o m a ........................................... 196
De nuestras Misiones: Las Misiones de la Patagonia
y Mons. Cagliero . . , . 198
»
A través del Ecuador . . . 203
Gracias de María A u x ilia d o r a ......................................206
Crónica Salesiana: Por España, grata visita : En



A G O S T O de 1905

Madrid, en Salamanca, en B é j a r ............................ 211
Flores á Maria Auxiliadora — Salamanca, Béjar,
Cindadela, V i g o .......................................................... 212
Por América: Ibagué, G u a y a q u il................................. 215
Italia: Turín, el 24 de Junio, el Congreso de Mú­
sica Sagrada, el Delegado de Méjico, X V I Con­
greso Eucarístico . . . . •.......................................216
Memorias Biográñcas de Mons. Luis Lasagna
. . 218
Necrología: Emmo. Card. Andrés Aiuti — Mons. Juan
B. Scalabrini — Srita Isabel de Anchorena
. . 219
Cooperadores Salesianos d ifu n t o s .................................. 220

P re m io s y V acaciones
tan solemne, fué decayendo sensible­
mente, pues, privado de su más simpá­
Lambrtischini.
ticos atractivos, le faltó el entusiasmo
de que antes se rodeaba, para man­
A que estamos en el mes clá­ tenerse. Esto, según nuestro parecer,
sico de los premios y de las fué un daño y no leve para la edu­
vacaciones, que son el sueño cación. El estímulo del premio y del
de los jóvenes estudiantes, permitásenos honor es un medio poderoso para .se­
decir dos palabras sobre estos dos ducir los ánimos, de suyo irreflexivos
medios pedagógicos, que no carecen é inconstantes, de los niños. Quitada
de importancia, si consideran sus re­ de medio esta noble emulación, se priva
sultados en la práctica, por el mero la educación de uno de sus mejores
hecho de ser los dos actos que cierran recursos. < La emulación y el ánimo,
el año escolar y que pueden influir ha dicho La Bruyere, son dos sentimengrandemente en el alma de los alum­ tos voluntarios que hacen el alma fe­
nos.
cunda, la impulsan á seguir los ejem­
Desde la última mitad del siglo pa­ plos buenos y á veces la llevan á obrar
sado hemos podido ver, no sin senti­ acciones más elevadas que las que ad­
miento, un cambio radical de ideas mira *.
acerca de los premios. El acto de la
Muchos pedagogos, en teoría, han
distribución de premios, en otro tiempo dicho y escrito que la razón sola, el
Las vacaciones son un experimento anual
de la educación bien más seguro que los
exámenes no lo sean de la instrucción.

t

i

igO —

deber puro y la hermusura de la vir­
tud deben por sí solos ser los estímu­
los de una sana educación; y han con­
denado el uso de premios y honores
como objetos de vano orgullo: según
ellos el diploma del grado y el deber
cumplido son las mejores recompensas
del estudiante.
A pesar de que en esta teoría haya
algo de verdadero y justo, no obstante
peca por demasiado teórica, pues el
premio no es un fin, es sólo un medio
y medio poderoso de educación. El
joven estudiante debe proponerse el fin
de alcanzar un porvenir honesto y des­
ahogado en la sociedad, pero el que­
rer que este abstracto ideal, cuya im­
portancia no puede conocer aún el niño
con su edad y su inexperiencia, sea
el único impulso de sus actos, es no
conocer á los niños. Y aunque algunos
de ellos, por carácter ó por ingenio,
fueran capaces de este elevado ideal
del porvenir y tuvieran bastante cons­
tancia para seguir tras él sin estímulo
alguno, la gran mayoría de los estu­
diantes y aun de los artesanos, que no
han llegado á comprender toda su im­
portancia, se cansan en este largo y
áspero camino del estudio, sino en­
cuentran un empuje atrayente é inme­
diato, que de sorpresa en sorpresa y
como en jornadas, los lleve hasta la
cumbre del ideal, que antes solo, y sin
el atractivo del honor y del premio,
les parecía insuperable y arduo.
Además, tras la idea de la inutili­
dad de los premios, se ha creado otra,
que no habían previsto los partidarios
del deber puro. El joven ya que
no encuentra el noble estímulo de un
premio, se propone sólo alcanzar con
cualquier medio, un diploma de ba­
chiller, de licenciado ó de doctor: ya
no cultiva el estudio por lo que tiene
de elevado, sino por lo que tiene de
vilil, por un título: y con ese título se
igualan los que lo ganaron á fuerza
de estudios y de vigilias y los que

lo han alcanzado por casualidad ó por
intereses: se equiparan las nulidades
y los ingenios, porque los dos tienen
el mismo diploma de habilitación. Y
como este es un medio para escalar
los altos cargos de la instrucción y del
estado, vemos en ellos á tantos inge­
nios nulos ó medianos, mientras in­
genios elevados y poderosos viven en
la oscuridad y en el olvido.
*

La idea del deber puro es una abs­
tracción que la mente de los niños no
puede comprender sino poco á poco y
á través de las cosas sensibles. Para
llegar al concepto del deber y de la
justicia, el alma del joven debe pasar
por ideas inmediatas, por el honor que
le atrae, por el premio que estimula;
pues la gloria que recibe al ser premia­
do le dirá que él ha obrado bien, que
el camino que sigue es el camino de la
virtud; y la alegría de sus maestros y
las caricias paternas grabarán en su
mente con suaves, pero indelebles caractéres, los triunfos del estudio diligente
y de la virtud.
Pero los premios deben ser progre­
sivos, como las ideas; esto es, menos
materiales, cuanto más avanzada es la
edad del joven. El niño concibe el bien
bajo la forma de la utilidad: para él
el premio debe ser una cosa ú til; no
apreciaría el valor de un diploma ó de
una medalla porque aun no comprende
su valor: el adolescente concibe la
idea de premio con la idea del honor:
para él el premio debe ser honroso:
un premio material quizás le enyilecería
en vez de honrarle. Si los premios son
progresivos, si procuramos quitar á los
premios esa baja idea del precio ,
si á medida que crece la edad del pre­
miado, vamos sustituyendo lo honroso
á lo útil; la recompensa no sólo ani­
mará. sino también instruirá: no sólo
será un premio de lo pasado, sino un
estímulo para bien obrar en lo futuro.



>91 —

Para que el premio sea más impor­
tante y su efecto más intenso, es pre­
ciso rodear su distribución de la mayor
solemnidad posible. Cantos, músicas,
poesías debe ser el ambiente caldeado
de entusiasmo que como una aureola
abrace y corone la distribución de pre­
mios. Un breve discurso de introduc­
ción debe preparar los ánimos, expli­
car el significado de los premios, cantar
la nobleza del estudio etc.: y algunas
palabras afectuosas del director, al con­
cluir, elogie á los vencedores y anime
á los vencidos á un honroso desquite.
¡Oh! volvamos á aquellos dichosos
tiempos de entusiasmo por los estudios,
infiltrando por medio de premios y ho­
nores, el noble estimulo de los triun­
fos del aula! — Si la escuela es el apren­
dizaje de la vida, el premio obtenido
por la virtud y el estudio, para noso­
tros los cristianos, es figura de otro
más precioso y más duradero, recom­
pensa de una vida de sacrificios y de
virtudes.
La idea de los premios nos trae á la
memoria la de las vacaciones. Des­
pués de diez largos meses de estudio
y de las vicisitudes de un examen,
llegan las vacaciones, las puertas del
colegio se abren y la turba de los
estudiantes se desbanda en busca de
bien merecido descanso, de distraccio­
nes y de solaz para templar el ánimo
á las nuevas batallas de la escuela.
Los niños desean y esperan con
ansiedad las vacaciones: sueñan con
ellas mucho tiempo antes y las recuer­
dan mucho tiempo después.
— Las vacaciones son necesarias, pero
son peligrosas. Necesarias, porque es
preciso que el niño tenga aire libre,
solaz y distracción por algún tiempo
fuera de las paredes del colegio y lejos
de los afanes del estudio : la presión
de diez meses de encierro, sí no en­
cuentran un contrapeso en algunos días

de completo asueto y desocupación,
puede ser nociva á su salud y hasta á
su educación misma.
Además, el niño se educa para la
familia y para la sociedad, para vivir
en ella, para formarla un día, y por­
tanto en preciso que conozca ese am­
biente, que le estudie, que le pruebe
en el seno de su familia, y allí en­
saye la educación aprendida en el
colegio. En las vacaciones es donde
se templa y prueba la ley de la edución y donde se tantean las fuerzas del
alma de un niño para resistir á las
luchas y tentaciones de la vida. Por
eso, no mi razón, ha dicho Lambruschini, que las vacaciones son una prueba
de la «educación bien más segura que
los exámenes no lo sean de la instruc­
ción.
Pero ¿existen sus peligros en las
vacaciones? — Sí, existen y no pe­
queños. — La flor de la juventud conser­
vada por largo tiempo y á costa de
desvelos en la clausura del Colegio, al
calor de la religión y del estudio, cui­
dada con esmero por los maestros, ex­
puesta despúes al vendaval del mundo, sin
trabas y sin vigilancia, es difícil que no
se aje ó marchite. ¡Ah! y cuántos de
los que salen con blancas alas de cisne
■y puros como ángeles, volverán con
ellas caídas, mustias y manchadas 1 —
Y es que por fuera abundan los peli­
gros para la inocencia: amistades, lu­
gares y ejemplos, todo es un rudo
choque, un riesgo para las delicadas
almas de los niños.
Y es por esto que son las vacacio­
nes una terrible prueba de la bondad
de la enseñanza y del temple del
alumno. Si el hogar paterno es santo
y cristiano, y los padres son capaces
de comprender todo el alcance de la
educación, los peligros son menores,
pues el niño encuentra en él una afir­
mación y una comprobación de las en­
señanzas de sus maestros; el ejemplo
paterno es el mejor medio para edu-

— 192 —

car ejemplo que el educador debe en
todo tiempo aprovedrar para animar y
corregir á sus alumnos.
Pero por desgracia no todos encuen­
tran al volver á sus hogares ejemplos
dignos de imitarse; en este caso, las
vacaciones deben ser lo más breves po­
sible. Los malos ejemplos destruirían
en pocos días la penosa labor de mu­
chos años. •
Don Bosco, cuando sus alumnos
por varias causas no podían pasar las
vacaciones en el seno de sus familias, so­
lía distraerlos con diversiones, con sa­
lidas extraordinarias y en especial con
aquellos paseos amenos y largos, que

hicieron de él el héroe de los paseos
y de las vacaciones santificadas.
*
*

*

Premios y vacaciones: sirvámonos de

estos dos medios pedagógicos pode­
rosísimos para estimular á los jóvenes
al estudio y á la virtud, santificándolos:
para darles el descanso merecido á sus
fatigas, sin los peligros del ocio, para
cristianizarlos y para prepararlos digna­
mente á las muchas y rudas batallas
que el mundo con sus engaños y vanos
atractivos apresta á la juventud, que es
el mayor objeto de nuestros desvelos y
la más querida de nuestras esperanzas.

El REPRESElTAra REI SDBESOR RE ROS ROSCO
EN

A M É R I C A

(Correspondencia de D . Calógero Gustnano á nuestro Rector Mayor, D . Miguel Rúa)
(C on tinuación ). (*)

E d u cació n de odio y ven ganza.
dicho que la mujer del Jíbaro es la primera
en levantarse muy temprano para preparar
la chicha á su marido, el cual, después de haberse
bebido varias tazas, da principio á su diaria
perorata. Consiste ésta en un largo y no inte­
rrumpido razonamiento en que el jíbaro da
prueba del poder de sus pulmones y de su mí­
mica, con un tono de voz y unos movimientos
tales que espantan. El tema obligado es : contar
sus proprias glorias y las victorias alcanzadas
del enemigo, los prodigios de valor realizados;
ensalzar á sus antepasados, alabar á sus amigos,
hacer befa y desprecio de sus rivales : y cuando
están delante los hijos, nombrar á aquellos por
sus propios nombres, pintar con negros colores
las crueldades que han cometido contra su fa­
milia, excitar el odio y deseo de venganza, decla­
rar que es deber de los hijos vengar las injurias
(•) V. Boletín de Mayo de 1905.

hechas á sus mayores, ó más bien, quel el único
objeto de su existencia es terminar las vengan­
zas que el tiempo 6 las circunstancias no han
permitido á los padres term inar; enseñándoles
de esta manera á perpetuar esa vida de bárbaros
asesinatos y de traiciones., de que son incapaces
aún las más sanguinarias de las fieras. Y cuando
sus hijos han jurado odio implacable y venganza
eterna, el padre les dice : Bendito sea el hijo que
obre de esta m anera: la abundancia llene de
bienestar su c a s a ; crezca lozana y sabrosa su
y u c a : no le falten nimca y sean gustosas á su
jialadar la chicha y el plátano: dichosa sea la
familia y numerosos, valientes y robustos crez­
can sus hijos á imitación de su padre ; se multi­
pliquen sus cerdos y sus perros sean diestros en
la c a z a ; sean el terror de sus enemigos y hasta
el genio negro de la floresta les ayude á triunfar
completamente sobre ellos. Y después, como
para confirmar sus feroces deseos, continúa;
Malditos los hijos cobardes que no sepan glori­
ficar las cenizas de sus padres, que no los venguen

— 193 —

de sus enemigos humillándolos como el polvo ; á cada paso meten el dedo para probarla. Una
serán traidores á los deberes filiales ; queden noche, calados de agua y tiritando de frío, está­
bamos al amor de la lumbre, mientras nos pre­
ellos á su vez sin nadie que tome venganza de
sus ultrajes ; sus cenizas duerman sin descansar paraban la cena : pero D. Albera al ver aquel
el sueño eterno del olvido ; pasen sobre ellos continuo meter el dedo en la olla y chuparlo y
los pies impuros de sus rivales y sus cabezas probar el caldo con la cuchara y volver á echar
en la olla lo sobrante, me dijo : vámonos de aquí
sirvan de trofeo al vencedor.
Al oir este razonamiento preñado de barbarie, que el estómago se me rebela. Y ájxisar do todo
comimos aquella sopa : pero la chicha, eso sí que
el pensamiento corre á la Biblia para buscar en
no. Lo confieso, tenía intención de hacer un
ella un patente contraste. E l Patriarca Isaac,
esfuerzo y bebería : sabía que el jíbaro la ofrece
después de haber besado la frente de su hijo
Jacob, le bendice : Dios por medio del rocío del siempre á quien le visita y que se ofende si no se
cielo y de la fertilidad de la tierra, te dé abundan­ acepta, pero me faltaron ánimos y no la bebí.
cia de trigo y de vino ; sírvante los pueblos y
B ru jos.
adórente las tribu s: sé señor de tus hermanos, é
Los Jíbaros, apesar de su robustez son ene­
inclínense profundamente delante de tilos hijos
de tu madre. Quien te maldijere sea él maldito ; migos declarados del trabajo : sometidos como
y el que te bendijere, de bendiciones sea col­ están á una higiene salvaje, pero no condenable,
raramente caen enfermos, aunque casi no tienen
mado. (Gen. .X X IIV , 28-23)
diferencia
tiempo para ello, pues destruirse mutuamente
entre las palabras dulces y suaves de Jacob y
es el objeto de su vida. Pero como son hombres
las bárbaras expresiones del Jíb aro ! La ven­
de carne y hueso, á veces también ellos enfer­
ganza la mama en el pecho de su madre, y la
venganza es la lección que todos los días y en man. Tienen una fe ciega en el juanqui (demonio)
que sólo tiene poder sobre las mujeres, los niños
todas partes recibe de labios de su padre ; llegan
al punto de tomar prisioneros los hijos del ene­ y... los tontos : cuando algún joven valeroso ó ca­
migo y llevarlos vivos á sus chozas para que los pitán guerrero cae enfermo, su soberbia les hace
niños los maten y pierdan así la repugnancia de creer que aquello es obra de algún brujo insigne,
esto es, de un hombre sobre humano : tal es el
derramar sangre humana. Aquí está la clave
concepto queAienen de los brujos.
de esas eternas y encarnizadas luchas de los J íLos Jíbaros no se resignan á creer que el Dios
baros. No conocen altares : pero si los tuviessn,
bueno
pueda permitir, y mucho menos dar, la
á imitación del joven Haníbal y cien veces al
muerte
á alguno ; por tanto el paciente en su
día, jurarían, la rriano sobre el ara, venganza
lecho
de
dolor se lamenta de su suerte, manda
y exterminio á sus enemigos.
á
buscar
á algún brujo entendido que le libre
Dejamos al Jíbaro sorbiendo sus tazas de
del
maleficio,
y al mismo tiempo indaga quién
chicha; apenas el sol empieza á calentar, se
ha
sido
el
que
se lo ha echado para tomar des­
toma su buena ración de 3nica y cuando está
pués
horrible
venganza.
sacio se v a á la caza, á la pesca ó á hacer sus
Los brujos no son médicos, sino genios ma­
visitas.
léficos y asesinos de los pobres Jíbaros, no i>orMate, mote y chicha.
que les inoculen verdaderamente el mal. ó
En América es muy usado el mate, bebida les den remedio nocivos, sino porque tienen
aromática, estomacal y nutritiva, que se toma la triste misión de atizar siempre el fuego de la
en "una cáscara de calabaza con bombilla gene­ venganza que los devora, n cada enfermedad,
á cada muerte, ellos indican quien ha sido el
ralmente del plata. E l mote se obtiene cociendo
autor,
y y a se sabe que entre los Jíbaros
el maíz con agua, á veces sin s a l : si bien no tenga
la
menor
pena es la de la muerte y muerte tal
nada de gustoso ni de limpio, yo pasaba por
que
degradaría
las mismas leyes draconianas.
uno de los menos escrupulosos y me acostumbré
Los
brujos
saben
que si el enfermo no sana,
á beber y comer cosas que muchos de nuestros
las
más
de
las
veces
la venganza recae sobre
hermanos, al cabo de muchos años, no habían
ellos
m
ism
os;
por
tanto,
si la enfermedad es
tenido el valor de acercar á los labios. Y de veras,
grave
y
no
cabe
esperanza
de sanar, raro es el
que se n ^ esita buen estómago para comer
aquella sopa que las indias manosean continua­ que no acepte el cuidado del enferm o: cuando
mente con sus no muy limpias manos, en que no pueden menos de aceptarlo, le visitan por

— 194 —

la noche y llevan escondidas flechas, arañas,
moscas etc., chupan la parte dolorida y fingen
sacar del cuerpo los objetos que el brujo les
liabía metido y concluyen declarando que el en­
fermo no sanará hasta que quede vengado.
Dificultad de convertir á los Jíbaros.
Lo dicho hasta aquí se refiere, no á los Jíbaros
amansados y domados por las fatigas del Mi­
sionero, sino al Jíbaro aún salvaje, de los que
hay en el territorio de Méndez y Gualaquiza
algunos millares. Los Salesianos tienen un solo
centro de misión en Gualaquiza : para llegar á
Méndez es preciso tener un guía y andar seis
ó siete días á través de las florestas vírgenes y
abrirse paso muchas veces á fuerza de hacha.
Por ahora aun escasean recursos pecuniarios
y sobre todo, Misioneros. No es prudente exponer
al ciego furor de los salvajes á uno ó dos misione­
ros : conviene siempre en estas misiones que
haya un buen número de personas y hacer os­
tentación de fuerza y de armas, pues es este el
único modo, ó al menos el más seguro, para im­
poner respeto á estos salvajes. La dificultad de
convertiiios es mucho mayor que la que á pri­
mera vista parece ; hace ya tres siglos que la
luz lucha en estas selvas con el espíritu de las
tinieblas, y baste decir que los hijos de San
Ignacio de Loyola y de Santo Domingo de Guzmán, esos modelos de celo apostólico, célebres
por su aptitud, prudencia y abnegación heroica,
han alcanzado bien poco en pago de las muchas
fatigas que se han impuesto.
Sacrificios del Misionero.
El sacrificio es la primera cooperación que Dios
exige del Misionero para la redención de los sal­
vajes. Los nuestros lo han hecho ya cuando,
sustrayéndose á los paternales brazos de Don
Bosco, salieron para el Ecuador. Abandonar la
familia, la patria, superiores y hermanos que­
ridos con quienes se han pasado los felices
años de la juventud ; renunciar á mil esp>eranzas é ideales para sepultarse en una floresta entre
gentes que no saben apreciar el sacrificio y que
á veces pagan con la más negra ingratitud: todo
esto junto da al misionero esa aureola de sobre­
humano \’aler y á la Iglesia el argumento mayor
de su divinidad.
La casa que habitan nuestros hermanos es
de lo más pobre y miserable que puede imagi­
narse ; revocada, como dejo dicho, con barro.

las lluvias y vendavales la deconchan y producen
anchas grietas que después de todo y, sin hablar
de sus inconvenientes, procuran á las habita­
ciones una ventilación continua y hasta de­
masiado. Como el piso bajo era demasiado
húmedo, se ha debido levantar el segundo;
pero en algunos cuartos h ay que andar con
tiento, como en los pisos encerados, pues faltan
en muchas partes de tillado. Además la falta
de ventanas prepara para por la noche no muy
gratas sorpresas, como buitres, vampiros etc.
El clima cálido y enervante exigiría una ali­
mentación sustanciosa y á breves intervalos,
como se acostumbra en Brasil, pero del que
usan nuestros hermanos puedo decir que no es
de los más sabrosos ni nutritivos. Durante la
permanencia del Visitador extraordinario en
Gualaquiza, no he visto nunca en la mesa ni
pan, ni vino : la sopa era sin falta de plátanos
cortados como las patatas : entre plátanos tos­
tados se perdía la poca carne seca demasiado,
dura para ciertos dientes, que se daba por prin­
cipio : de plátanos con azúcar se componía el
postre y cuatro ó cinco blanquísimos plátanos
había sobre la mesa envueltos en hojas, para
quien no sabía resignarse á pasar almenes sin
la ilusión de comer pan.
Lejos como están de todo centro habitado, las
provisiones se hacen de tarde en tarde. E l ha­
rina, dadas las lluvias tropicales, rara es la vez
que llega seca á casa, y la humedad y el calor
de Gualaquiza pruduce en ella un gusano que
la inutiliza completamente.
El aspecto bien poco próspero de los hermanos
contristó á D. A lb era : muchos sufren de la
vista y todos la tienen débil y enfermiza. D. Al­
bera d ecía : No es posible que estos hermanos
puedan vivir mucho con semejante clima y con
el mal trato que se d a n : es necesario que cam­
bien de residencia. Pero ni siquiera uno ha pe­
dido hasta ahora que se le traslade : su sacrificio
es generoso y completo : todos sus pensamientos
y sus solicitudes son el bien y salvación de los
infelices salvajes.

Frutos de la Misión de Gualaquiza.
Los frutos que hasta ahora han recogido nues­
tros Misioneros no son muy abimdantes. La
shama no se muestra }^a públicam ente; las
guerras fratricidas se han repetido sólo dos veces
y han sido prontamente apagadas.

Quien vive en medio de los Jíbaros pronto llega rarse de hermanos queridos, que quizá no vol­
á conocer que el estallar más 6 menos frecuen­ veremos á ver, de hermanos que sufren y que
temente de las atroces venganzas depende casi están expuestos á mil peligros. Por un buen
siempre del capitán que rige la tr ib u : nuestros trecho de camino parecía no que nosotros par­
Misioneros á fuerza de mil ingeniosas industrias tiésemos, sino que se despoblaba la s e lv a : los
han llegado á conseguir una cosa que en sí pa­ hermanos nos acompañaban todos á caballo
recería imposible : elegir ellos m^mos los capi­ y los Jíbaros á pié, encargándonos á cada mo­
tanes. De este modo queda explicada la relativa mento que no nos olvidásemos de volver pronto.
A la vuelta seguimos el mismo camino que
paz que ahora reina y podrá formarse idea justa
de la autoridad que el Misionero ejerce en el á la ida : sólo que las lluvias torrenciales habían
ánimo del salvaje. Muchas almas
han ya volado de la floresta al
cielo; es verdad que la mayor
parte de ellas eran de niños, pero
tampoco éstos hubieran entrado
en la gloria sin la labor del Mi­
sionero. Antes de administrar
el bautismo á los adultos es
preciso probarlos mucho, pues
se teme no lleguen á compren­
der su im portancia; no obs­
tante en los días de fiesta
son muchos los que asisten á las
funciones religiosas. Además, la
poligamia, antes tan en boga,
ha ya casi desaparecido : al prin­
cipio sólo se toleraba en los ca­
pitanes.
Con todo, no hay que forjarse
ilusiones; es mucho lo que que­
da por hacer, para lo que se
Roma — Asilo del Sdo. Corazón.
necesita mucho tiempo, mucho
sacrificio y sobre todo abundan­
cia de misericoridas divinas; misericordias que tronchado muchos árboles que nos impedían
Dios concederá copiosísimas si se imploran el paso. En este caso era necesario tener pacien­
cia y abrirse paso con el haclia.
constantemente por medio de la oración.
(S« continuará).
L a fiesta de M a ria A u x ilia d o ra — S alida.
E l Domingo, 22 de Junio, último día de nues­
tra permanencia en Gualaquiza, se celebró la
fiesta de María Auxiliadora, precedida de un
solemne triduo. L a misa la cantó D. A lb e ra :
los Jíbaros asistían de gala. Por la tarde todos,
en doble fila, seguían la estatua de María A u­
xiliadora, llevada en procesión al rededor de la
colina en que está situada la casa de la Misión.
Aquel día será inolvidable. D. Albera, termi­
nada la procesión, hizo el panegírico de la Vir­
gen, ó mejor dicho, dejó libre curso á su afecto,
asegurando que aquel hermoso día le había pa­
gado con usura las fatigas de su viaje. La fun­
ción terminó con la Bendición con S. D. M.
Al día siguiente, salimos. Dura cosa es sepa­

A los limos Sres. Obispos Argentinos.
La mañana del martes, II de Julio, el Oratorio de
Turín se vid honrado con la visita de los limos Sres.
Terrero, Obispo de la Plata, y Padilla, Obispo de Tucumán, quienes celebraron la Sta Misa en el Santua­
rio de Maria Auxiliadora y visitaron la casa.
Gracias á los venerables Prelados por tan grata vi­
sita. Á Ellos y i los demás Obispos Argentinos veni­
dos á Roma y de vuelta ahora á la Argentina, campo
querido de sus apostólicos trabajos, los Salesianos
eonvían su más respetuoso y entusiasta saludo, con el
augurio de un feliz viaje y vida llena de los santos
frutos del apostolado

— 196 —

En la Ciudad eterna
Auáienoia Pontificia — Conmemoración del IIV ° aniversario de la Otra Salesiana
14 de Junio el Padre Santo recibía en auüieiicia privada al Rmo. Sr. D. Miguel Rúa,
Superior General de nuestra Pía Sociedad.
Pidióle humildemente varios favores, y el Vicario
de Cristo accedió á todas sus peticiones, y le en­
cargaba de llevar la üendición Apostólica á todos
los Salesiaiios, á las Hijas de María Auxiliadora,
á sus alumnos y aluinnas y á todos los Coope­
radores.
Versó luego el discurso sobre el Congreso de
música sagrada reunido en Turin, y Su Santidad
manifestó que había recibido agradables noticias y
que se alegraba vivamente de la parte tan principal
íjue en él tomaron los Salesianos.
Luego el Sr. D. Rúa pidió permiso á Su San­
tidad para presentar á ocho Salesianos, entre los
cuales se contaban el M. R. D. Juan Marenco,
Procurador General, el P. Ernesto Coppo, Párroco
de la iglesia de la Transfiguración, para los Ita­
lianos, en Nueva York, el P. Pedro Lamberti, Di­
rector de la Casa salesiana de Guaretinguetá, en
el Brasil, y el sacerdote colombiano, salesiano tam­
bién, D. Rodolfo Fierro.
Admitiólos el Santo Padre á su augusta presencia
y se entretuvo con ellos por espacio de un cuarto
de hora. Cuando le fué presentado el P. Coppo:
¡oh! dijo bromeando el Padre Santo, ¿U. viene
de la tierra de los dólares?...
— Si, Santidad, y los Italianos de Nueva York
me han encargado precisamente de traer á V. San­
tidad 700 dólares, suplicándole los acepte como
prenda de su filial devoción... Son 3.500 liras en
oro, recogidas en pocas semanas por nuestro se­
manario VItaliatio in America. Para ellos y para
lodos nuestros hermanos, alumnos y bienhechores,
imploro una bendición especial.
— Con lodo mi corazón, repuso el Papa. Y aqui
dió á entender claramente que la Santa Sede se
halla presentetnente en grave Jiecesidad de ser so­
corrida por los fieles.
Luego, con admirable frescura de memoria, pidió
ul P. Coppo informaciones particularizadas acerca
dol Colegio Salesiano de Troy.
— ¿Cuántos alumnos tenéis?
*— Setenta. .Santidad.
— I Bien l Mucho me alegro, porque se han
duiílicado. Me acuerdo quo hace más de un. afio,
el Arzobispo de Nueva York me decía que eran
treinta y cinco.
n . Rúa presentó al P. Fierro, diciendo; € Es un
sacerdote colombiano. » Cuando el Padre Santo
oyó la pal.ibra colombiano, preguntó con vivo in­
terés, aludiendo al Presidente de aquella N acióo:

— ¿Y el General? ¿cómo está el General?
— Santidad, respondió en italiano el P. Fierro,
procurando dominar la emoción que experimentaba
al encontrarse delante del Sucesor de Pedro — el
Grl. Reyes está bien, y hace cuanto puede por la
felicidad de la Patria, tomando siempre por base
la Religión católica, de la que es hijo ferviente.
Cuando supo que me venia para Italia, me encargó
saludar respetuosamente de su parte á V . Santidad;
darle las más expresivas gracias por el eximio De­
legado gue nos ha enviado y pedirle de nuevo la
Bendición Apostólica para sí y para la República
cuyos destinos rige.
— ¡Oh! de buen grado, anadió el Padre Santo.
El General es un excelente hombre de Estado que
labrará la dicha de Colombia. Y o lo aprecio mu­
chísimo.
Sabido es que el General Reyes antes de encar­
garse del Gobierno de su patria, estuvo á venerar
al Padre común y á pedirle su Bendición. En
aquella ocasión Pío X le regalaba un bellísimo
retrato de cuerpo entero con un autógrafo muy
significativo, que Reyes hizo luego poner en marco
de oro.
El Pontífice habló luego de las obras salesianas,
anhelando por su difusión y significando que mu­
chos eran los Obispos y Prelados que á Él se di­
rigían para obtener fundaciones. La escasez de
personal os hará imposible satisfacerles á todos,
pero hay que hacer lo posible por contentar á
algunos.
Con la admisión al beso de la diestra y con las
más afectuosas bendiciones á todos los presentes,
á los Salesianos lodos y á sus obras y Coopera­
dores, pu.so fin á esta dulcísima audiencia, tjue
será para todos nosotros un estimulo más á pro­
mover la gloria de Dios y la salvación de las
almas.

Tí^eínticinco años hace, bendecida por el inmorV' j tal León XIII é inaugurada por el mismo
D. Bosco, sentaba sus reales la obra sale­
siana en la Ciudad Eterna, en la sede y centro del
catolicismo. Humildes fueron sus principios. El
Santo Padre entendía solamente confiar al pastorcilio de Valdocco, entonces ya célebre en el mundo
entero, la iglesia monumental del Sagrado Corazón
de Jesús; pero él, cuyas delicias eran los niños y
cuyo anhelo salvarlos, ponía también la primera
piedra del asilo del Corazón de Jesús. Hoy es un
gran colegio, y su historia se narra en el espién-

il
— 197 —
dido opúscolo {tnonog-nifia): ,,Cinco lustros de las
obras de D. Bosco en Roma” , en cuya portada se
destaca el retrato de Pió X con este autógrafo :
£a el XXV^ aniversario de la fundación de las obras
salesianas en el Castro Pretorio en Roma, á los
amados hijos de D . Bosco, á todos sus alumnos y
benefactores., augurándoles todo bien celeste, impar­
timos de corazón la Bendición Apostólica.
En el Vaticano, 19 de Marzo de 1905.

Pío P P . X.

los acentos musicales, todo en honor de los benefac­
tores, anunciaban la inauguración. En el palco de ho­
nor tomó puesto el Sr. D. Rúa, acompañado de exi­
mios personajes. El Director del Colegio, D. Fran­
cisco Tomasetti, pronunció un elocuente discurso,
haciendo resaltar la oportunidad de las obras sa­
lesianas en Roma, centro de la verdad, pero centro
también, desgraciadamente, del error (pie invade.
Habló también el sucesor de D. Bosco, invitando
á visitar la exposición.

Daremos una suscinta relación de las
fiestas.
26 de Mayo.
Magnifico preludio de las solemnes fies­
tas fué la conferencia dictada por Mons.
Cagliero en el templo del Corazón de Jesús
á los Cooperadores y Cooperadoras de
Roma.
La voz autorizada del Prelado salesiano
repercutía sonora y majestuosa en las mag­
nificas bóvedas sostenidas por elegantes
columnatas. Aquella voz era la misma que
había resonado en las pampas de la Patagonia, civilizada ya, y bajo los arcos
frondosos de las tupidas selvas america­
nas. El auditorio consideraba estas cosas
y escuchaba con entusiasmo al Misionero.
Monseñor hubiera podido decir, al descri­
bir el desarrollo portentoso de las obras
salesianas, el famoso quomtm magna pars
fui. Conmovió principalmente, cuando en
un arranque de entusiasmo se dirigió á los
niños, diciendo: «Sois una profecia.» Si,
D. Bosco habia anunciado su desarrollo.
Monseñor había visto á los Salesianos
elevarse de cinco á cinco mil, y á sus
Cooperadores de 300 á 300.000.
28 Fiesta de María Auxiliadora.
Con esta solemnidad se celebraron las
misericordias divinas dispensadas durante
25 años. El día anterior habia llegado el
venerando D. Rúa, el cual celebró la Misa
de la comunión, repartiendo el Pan eucarístico por espacio de tres cuartos de hora.
A las 10 Misa pontifical, oficiada por el
Roma — Fachada de la Iglesia del Sdo. Corazón.
Exmo. Mons. Cagliero. Ejecutóse con maes­
tría la preciosa misa Lauda Sion, á cuatro
voces, por la Schola caniorum del Asilo.
Abarcaba ésta cinco salones, adornados con sen­
A las 6 Vísperas pontificadas por el mismo Mons.
Cagliero, después de las cuales pronunció el pane­ cilla elegancia. Veíanse allí marcados con números
los trabajos hechos por los alumnos de los diversos
gírico el orador del mes de Mayo, D. Domingo
oficios: carpintería, zapatería, sastrería, imprenta y
Mancini.
encuadernación. En el último salón veianse ex­
El S. Padre se dignaba mandar por medio de
puestos los trabajos didácticos, con el programa
Mons. Bressán, camarero secreto, un afectuosísimo
escolástico-profesional de los artesanos. Con ad­
saludo con la bendición aptostólica.
mirable sentido práctico se había impreso una guía,
en la cual se daban, siguiendo el número del objeto,
laaagiiracióa de la pequeña exposición.
las explicaciones convenientes: clase del trabajo,
nombre del artista, indicando también su edad y
Solemne y sencilla á un tiempo fué la apertura de
el tiempo que llevaba de aprendizaje, á fin de que
la exposición escolástico-profesional de los artesanise estimara mejor el adelanto. La exposición fué
tos del instituto. Los clamorosos vivas mezclados á

— igS —
visitada por sujetos de alta representación, y me­
reció sus alabanzas.
4 de Junio.
En este dia se reunieron los antiguos alumnos
del Colegio: ] Cuán satisfactorio para ellos y para
sus superiores, el volver á orar juntos, á sentarse
á una misma mesa, á tomar juntos algunas
horas de solaz, después de algunos años de se­
paración, tras los azares de la vida! Esto rea­
nima, refresca por decirlo así, é infunde brío para
continuar en la senda del honor y de la virtud.
El Rvmo. Teol. D. Arturo Conelli, Inspector del
I-acio, Umbría y las Marcas, con la elocuencia que
le es peculiar, pronunció un espléndido discurso,
que sentimos no poder reproducir ni siquiera com­
pendiar por falta de espacio. Su locución . poética
y sencilla arrancó vivos aplausos y produjo verda­
dero entusiasmo y mayor estimulo al bien: pre­
sentó los trabajos de los alumnos actuales y el
ejemplo de la vida laboriosa y honrada de los
que los precedieron, como testimonio de que las
limosnas y auxilios de los Cooperadores, no habían
caído en terreno estéril. La academia era presidida
por el Emmo. Card. Rampolla. Hay en la misma
casa una reunión de jóvenes externos que acuden
allí para leer, instruirse y practicar la religión, y
se llama círculo del Sagrado Corazón. A su mo­
desta sala fué invitado D. Rúa, que correspondió
á sus festejos, con palabras de aliento y entusiasmo.

Fúnebre conmemoración.
Justo pareció dar un tributo de gratitud á los
Superiores, alumnos y bienhechores que durante 25
años habían sido llamados á la eternidad. A tal
efecto se cantó una Misa que ofició el Rvmo. Don
Francisco Cerrutti, director general de los estudios.
La escolania ejecutó, con la delicadeza de siempre,
la Misa fúnebre del P. Perosi.
11 de Junio. Clausura.
Fué realzada por la presencia de 7 Excelen­
tísimos Arzobispos y Obispos americanos, fuera de
Mons. Cagliero, cuyo nombre nos es grato recor­
dar :Exm os. Sres. Espinoza, Arzobispo de Buenos
Ares-Argentina, .Soler id. de Montevideo , Thomé
de Silva, id. de Bahía en el Brasil, Terrero, Obispo
de la Plata, Boneo, de Santa Fe, Padilla, Obispo
de Tucamán, y Fr. Marcelino, Obispo de S. Juan
de Cuyo.
Por la tarde tuvo lugar la solemne proclamación
de los alumnos que en la e.xposición merecieron
los premios. El Rev. D. Cerruti, con su decir ele­
gante y sencillo, pronunció un magnífico discurso
congratulándose con los alumnos y realzando la
necesidad de una educación sólida y moral, que no
haga prevalecer la inteligencia sobre el corazón ni
la ciencia sobre la virtud. « El templo del Sagrado
Corazón, les dijo, á cuya sombra vivis, sea siempre
vuestra escuela, vuestro consuelo, vuestra vida. »
Así terminaron estas fiestas, que formarán época
en los anales del Colegio de Roma.

.y

E NUESTRAS MISIONES
La$ ÍI)i$ione$ 6c la Pafagonia
Y monseñor cagliero .
(Estudio del R . P . Lino Carbojal *)

de entrar en la sustancia del epí­
grafe que ciucabeza estas lineas, me
voy á permitir presentar algunos an­
tecedentes sobre la actuación moral y religiosa
do los Salesianos y de su jefe Mons. Cagliero :
estos antecedentes, como breve introdución,
'n tes

(•) Elste prtMÍos») rstudio sobre la l’atugonia y la obra
Salcsinna fué ya publicado en una eles;nnte Memoria im­
presa en la Escuela ri|>ográfica del Colegio Pió IX de
Almatrro (Buenos ,\irvst como “ Homenaje de Amor y
Gratitud á Mons. Juan Cagliero, .Arzobispo de Sebasto.

facilitarán la apreciación crítica de los resul­
tados obtenidos.
¿Qué eran la Patagonia y la Pampa en 1875
cuando llegaron los Salesianos, con Mons.
Cagliero por director ?
— Eran un desierto temido, un desierto estéril,
habitado por los más belicosos y audaces indios
de la Argentina, que obligaban al Gobierno á
mantener un aguerrido ejército en sus fronteras,
que desgraciadamente fué siempre insuficiente
para detener las irrupciones vandálicas de los
salvajes que derrotaban los escuadrones, y
caían sobre los pueblos como una horda furi­
bunda que todo lo arrasaba á sangre, fuego, robo
y cautiverio.
Era lo único que se conocía del desierto Pam­
peano y Patagónico ; « Los habitantes salvajes. *

w



199 —

Pues sus tierras lejanas, sus guaridas impene­
trables, estaban envueltas en las más negras
tinieblas del misterio y de la ignorancia. Nadie
sabía lo que en realidad era la Pampa y la Patagonia, á pesar de los viajeros y cautivos que
habían pasado por ellas como por un infierno
de Dante.
Por sus orillas y costas era algo aterrador;
llanuras inmensas, cubiertas de espinas y pastos
duros, de arenales interminables, de lagunas
saladas, de tierras malditas, sin vegetación al­
guna ó selvas impenetrables de arbustos raquí­
ticos, escuálidos, achaparrados, retorcidos y
espinosos.
El agua, el limpio arroyuelo, la fuente cris­
talina, la corriente bulliciosa, el lago plácido,
no se veía en ninguna parte, que doquiera rei­
naba la sequía, la aridez, la falta de toda agua
dulce. De los grandes ríos, como el Negro y el
Colorado, sólo se conocía su curso inferior y su
desembocadura en el mar, porque todo lo res­
tante estaba en poder de las hordas salvajes.
La falta de agua era el mayor peligro del de­
sierto, después de los bárbaros que lo habitaban ;
falta de agua que ha costado la vida á tantos
infelices que se atrevieron á penetrarlo, y hasta
la más vergonzosa confusión y derrota á los
ejércitos que intentaron ir á batir los indios en
sus guaridas.
No sólo la falta de agua corriente era una
terrible zozobra para el viajero, sino que á esto
se le agregaban los huracanes de tierra, de are­
nas, de polvos grises que salían de esos antros,
donde parecían reinar en una perpetua agita­
ción, en un continuo remolinear para atormen­
tar furiosos las soledades infecundas.
Las tormentas del Sur eran tan temidas como
los mismos indios, en cuyas oscuridades solían
venir envueltos, para caer sobre los pueblos 6
viajeros en medio del pavor del cielo y de la
tierra. Aun hoy mismo, todavía se oye decir á
los ancianos que las tormentas del Sur con un
aire gris y fuscoso son señal de invasión, porque
los Indios buscaban estos días sombríos para
caer en medio de los remolinos de tierra y de
la oscuridad como una avalancha irresistible
sobre los objetos de su brutal avidez. Díganlo
Bahía Blanca, el Azul, San Rafael, Patagones
y otros pueblos fronterizos y todos los estancieros
de esos tiempos, si no eran una señal fatídica los
primeros síntomas de esas tormentas precedidas
de caliginosidad y oscuridad del aire
Los pobres cautivos que escapaban de sus
verdugos, no aclaraban mejor el desierto ; y
antes bien lo llenaban de confusión; porque
unos lo describían con la más pavorosas tintas
y otros con los colores más risueños y llenos de
encanto.

Así seguía el enigma, Yinconnu de lo que era
la Pampa y la Patagonia con sus habitantes.
Los viajeros, como Musters y Moreno que ha­
bían \uajado por las regiones precordilleranas,
tampoco adelantaban sobre los centros que se
querían conocer ; y los pocos hombres ilustrados
que habían llegado a las tolderías de las Pampas
empujados por las convulsiones políticas, no eran
los más aptos á dar un idea justa de esos de­
siertos.
Como no se sabía á ciencia cierta lo que eran
las regiones indicadas, tampoco se sabía el mimero de los indígenas. Los cálculos, conjeturas
y referencias de los mismos indios, sólo servían
para aumentar las dudas. Así unos por el nú­
mero de guerreros que presentaban, los Painjias
los calculaban en 40,000, los Araucanos del
Nequén en 15.000 y los P a tro n e s en 20.000 :
otros por relaciones de viajeros, audaces gau­
chos ó algunos cautivos, los rebajaban á la mi­
tad. Los caciques por otra j^arte hacían creer
que eran un número infinito, que muy bien
podían imponer su voluntad, si lo querían, á
toda la República.
Sus pretensiones de relaciones diplomáticas
con el Gobierno, su insistencia en ligarse con
tratados y acuerdos, como sus amenazas y decla­
raciones de guerra, permitían suponer que debían
ser numerosos y terribles.
De sus costumbres bárbaras se sabía algo
más, y se los había experimentado en sus te­
rribles matones y en los largos cautiverios que
tantos infelices sufrieron. Se sabía también que
ellos no querían aceptar la civilización, bajo
ninguna forma , á no si?r la que ellos solos pu­
dieran am asar; y por lo tanto, rechazaban el
comercio, las industrias, las artes, la religión y
toda la vida social basada en otras costumbres
que no fueran las suya'-. Do ahí su afán de des­
truirlo todo, de robar, de matar y cautivar.
No permitieron jamás, desde que se armaron
y organizaron en confederación salvaje, que
morara ningún extranjero entre ellos, á no ser
como refugiado ó cautivo. De vida social, por
más que muchos de ellos la habían visto, no que­
rían saber nada : les bastaban sus bárbaras for­
mas de vida primitiva, burlándose de toda forma
de virtud y trato elevado.
En la Reli^ón veían un peligro y una fuerza
poderosa que podía destruir su imperio, y ha­
cerlo ingresar en lo que tanto odiaban: el cris‘
tianismo. Por esto jamás pudo evangelizarlos
ningún misionero ni siquiera pasar por sus
tolderías principales, ellos le hubieran hecho
pagar cara su generosa abnegación, conde­
nándole al martirio más atroz que sus brujos
hubieran aconsejado. Y de aquí es también que
ninsún sacerdote ni religioso se atreviera á in-



200

temarse en sus desiertos, al reflexionar en la
inutilidad de su sacrificio.
Era, pues, todo un problema cómo reducir
estos indios soberbios que se oponían á toda
tentativa de civilicación, y que en su necio or­
gullo se creían indestructibles y dueños soberanos
de los desiertos que nadie podía penetrar sin
someterse á ellos.
El Gobierno entonces, empujado por la opi­
nión j)iiblica, se determinó á someterlos con el
sable, en 1879 preparando una expedición ar­
mada de 9.000 hombres que vieron coronada del
más brillante éxito su audaz empresa.
Los Salesianos, que habían estado á la ex­
pectativa de los acontecimientos, se enrolaron
en la expedición como misión religiosa, á cuya
cabeza figuraba el Padre Santiago Costamagna,
hoy digno obisjjo titular de Colonia.
La expedición militar, que no es del caso
seguir, desbarató el imperio Pampa-Patagónico ;
deshizo sus audaces huestes y arrojó á unos á
la Ultra-Cordillera, y á los otros los sometió
incondicionalmcnte á la República.
El fusil y la espada causaron en ellos estragos
espantosos, pero era una necesidad hacerles
sentir todo el peso de la civilización, que por
tantos años los había tolerado, sufriendo sus
vandálicas invasiones y el insulto de sus pro­
vocaciones y crímenes horrorosos. Fué un excarmiento final, y una terrible venganza, en cierto
modo justificada por los hechos que hemos in­
dicado.
Dcvsde entonces, se ha sabido lo que era
en realidad la Pampa y la Patagonia, porque
la gente ávida de curiosidad y de adquirir tierras,
se ha lanzado á recorrer esas soledades miste­
riosas.
Y ya eran hombres de ciencia que exploraban
esas regiones, ya expediciones militares que ins­
peccionaban los ámbitos desconocidos ; ora eran
gmpos de ganaderos que buscaban los mejores
campos, ora comerciantes que se instalaban en
los centros más poblados : y de aquí y de allá
brotaban los pioncers que se internaban por
todo lo más recóndito de las Ikmuras y de las
altas montañas.
Con ellos, ó detrás de ellos, marchaban los
Misoneros, levantando la Cruz Redentora en
señal del triunfo de la civilización y d e una nueva
éra de paz y de concordia entre vencedores y
vencidos.
Los Indios que sobrevivieron á los combates
ó que se sometieron y volvieron do Chile, tuvie­
ron que incorponu-se á la vida social, y entonces
f\ié cuando los Salesianos pudieron cumplir su
gran obra de redención de salvajes.
Cuántos Indios habían quedado, no se s a b e :
i^ero, dados los cálculos mejores, de los 40,000



de los Pampas, apenas quedaron 10.000 ; de
los 15,000del Neuquén5.000 y délos 20.000 es­
parcidos en el Río Negro, Chubut y Santa Cruz
12.000, que han ido mermando de día en día,
victimas ya de las prisiones y esclavitud servil,
como de los vicios y enfermedades que contra­
jeron.
Es muy probable, 'sin embargo, que las cifras
dadas antes de 1883, fueran demasiado altas,
al memos para el Nequén y Sud del Río N egro;
pues sobre los 40.000 de los Pampas, el ex-Gran
Cacique Namuncurá me lo ha assecurado en sus
toldos del Callón-Curá, que así era una verdad
como él mismo se lodeclajó al Gobierno después
de su sometimiento. Creo sin embargo, que aun
esa cifra sea exagerada ó almenes mezclada con
varios grupos de indios del Neuquén y Río Negro,
como parece probable, dada la forma de confe­
deración que habían tomado al fin de su histó­
rico imperio.
*

* *
La población civilizada antes de la conquista
de los indios, se reducía á unas tres mil personas ;
á orillas del curso inferior del Río Negro, ro­
deando á los desamparados pueblos de Viedma
y Patagones ; luego la colonia Galense en la
boca del Río Chubut y algunos que otros grupos
distribuidos en los pueblos del Deseado, San
Julián, Santa Cruz y Gallegos.
L a Pampa no tenía ninguna , pues Bahía
Blanca, Azul, San Rafael y San Carlos pertenecíim á las fronteras de Buenos Aires y Mendoza
doza.
Entre todos, aun dando mayor extensión á
los estancieros, no había cinco mil personal;
desde Bahía Blanca al Eistrecho de Magallanes
por la costa, y desde San Rafael á Punta Arenas
por las precordilleras excluyendo las poblacio­
nes, límites ó contando éstas, la suma no lle­
garía á 10.000 ; pues Bahía Blanca antes de
1880 no tenía 1.500 habitantes, San Rafael
apenas contaba 400 y Punta Arenas 1.200 entre
población urbana y rural.
Pero desde el momento que se abrieron las
puertas del desierto, la p>oblación empezó á
crecer en forma de invasión y conquista. Y a en
1885 la población ascendía á 30.000 y en 1895
a 60.000 y á esta fecha 1904 á 140.000. incluyendo
el territorio cliileno de Magallanes y Bahía
Blanca.
La Pampa, donde no había ningún civilizado
en 18S0, ahora cuenta 50,000 habitantes.
* •
Lo que la Patagonia y la Pampa eran geográ­
fica y físicamente se supo después de la con­
quista ; y aun hoy mismo continúan aclarándose



202

todas sus dilatadas soledades, donde la imagi­
nación colocaba tantos misterios.
Empezaremos por la Pampa. ¿Qué cosa es ella ?
— ¿Es verdaderamente una llanura inconmensu­
rable, lisa como una tabla rasa, cubierta de pas­
tizales en ciertos puntos y de arenas volátiles
en otros ? Nada de eso. La Pampa, respecto á
otros lugares es una llanura, en verdad, de gran
extensión ; pero dentro de ella se ven depresio­
nes de }x>ca profundidad, que tienen la parti­
cularidad de ser muy vastas. Estas vastas de­
presiones que respecto á su línea de cuenca,
no se ahondan á más de i8, 20 y 30 metros, se
suceden unas á otras separadas por lomas an­
gostas, que en realidad forman series de ondu­
laciones de anchas concavidades.
Dentro de estas depresiones, ora crecen mares
de gramillas, ora se forman cuencas de lagunas
saladas, de tierras arenosas, arroyos de corriente
lenta y divagante que forma bañados en las avenidíis. El terreno está formado por un limo ro­
jizo y en parte por arenales que forman lomas
medanosas.
Los arbustos de uno á tres metros de alto, sin
formar selvas, se distribuyen en manchones
en las depresiones de la parte marginal, mientras
que en el centro y hacia el S. O. forman bosques
tullidos de altos árboles, que por regla general
no pasan de cinco á ocho metros. Son los mismos
algarrobillos, chañares, piquillines y janillas
que se ven en la parte oriental, que allí con me­
jores condiciones se convierten en árboles co­
posos. Los caldenes, especie de algarrobos, sobre
todo forman la D ayo ria; después vienen las
janillas grandes, los chañares de forma de na­
ranjos.
En medio de éstos, ó rodeados por estos bos­
ques, vivían los indios Ranqueles, mientras que
los verdaderos Pampas, los de Namuncurá, vi­
vían en las zonas orientales más libres de bos­
ques y más llenas de salinas y arenales. Por esto
se llamaba á las primeras selvas RanqueUnas
y á las segundas Pampas Salineras. Fuera de
los llanos se levantan cordones de sierras hacia
el S. O. y O. y también al N. O. de Bahía Blanca.
El río límite de la Pampa es el Colorado hasta
donde recil>c el río Chadi-Lenoú que viene casi
del N., con el nombre de Salado, atravesando
las provincias de Mendoza y San Luis ; después
(.le este río viene el Atuel afluente del Salado.
Entre este río y el Colorado el terreno es que­
brado y serranoso con grandes salinas. Es la
región estéril y en forma más bien de mesetas
que de llanos. En esta región pocos indios per­
tenecientes á las ramas de los Pehuenches y
Moluches.
.\ctualmente no hay ningún indio nómada en
toda la Pampa ; los que existen en número más



ó menos de tres mil, viven como paisanos cris­
tianos en sus pobres ranchos. L a población
blanca, compuesta de todas las nacionalidades
inmigradas, forma un total de 47.000 que han
cubierto de pueblos, estancias y colonias agrí­
colas, los llanos temidos de un tiempo.
Dos líneas férreas la atraviesan de N. E. a S.E.
pasando el Río Colorado hacia la confluencia de
los ríos Neuquén y Limay.


*

La Patagonia es otra cosa. La forman cuatro
grandes territorios: el Neuquén, Río Negro,
Chubut y Santa Cruz, con una superficie complexiva de 857.000 kilómetros ó 34.000 leguas.
Esta vasta región presenta tres zonas longitu­
dinales de Norte á S u r ; una litoral sobre el
Océano Atlántico {desde la boca del Río Colo­
rado á la del Estrecho de Magallanes) algo es­
téril, pero poblada en sus numerosos puertos.
Otra central despoblada y desierta; es zona
variada y presenta mesetas, ya de terrenos se­
dimentarios de poca altura sobre el nivel del
mar (de 60 á 250 metros), ya de rocas volcánicas
de carácter traquitico, tobáceo y basalítico. Los
Ríos Colorado, Negro, Chubut, Deseado, Santa
Cruz y Gallegos los cortan de O. á E. con sus
anchos valles.
Esta zona llega por el Oeste hasta las Precordüleras, donde empieza el curso medio de los
grandes Ríos y las primeras altas mesetas ; por
el Este llega hasta donde empieza su curso in­
ferior.
Desde el límite occidental su topografía ge­
neral, consiste en una admirable gradería de
mesetas que se suceden descendiendo hasta su
límite oriental. Dentro de estas mesetas suelen
levantarse sierras y cerros perfectamente ^’^oIcánicos; pero en general presentan una impo­
nente uniformidad de superficie, ya sea en los
terrenos volcánicos como en los sedimentarios.
Por regla general, estas mesetas en los terrenos
sedimentarios no contienen arroyos ni aguas
lacustres, excepto las saladas, corriendo por
ellos los grandes ríos poblados de sauces llorones.
Son estériles y sus formaciones superiores
son terciarias. La vegetación herbácea es ¡Kibre
y dura, y la arbustal es monótona y con pocas
variantes por centenares de leguas. Los arbustos
principales más altos (de tres metros) son los
Chañares, Piquillines, Jlatanegras, Jarillas y
Calatates ; los más bajos están representatos por
los Mataperros, Matasebos, Algarrobillos, Breas,
Inciensos, etc. etc. A éstos se agregan las ver­
daderas matas duras que llegan á un metro y
medio y que suelen cubrir vastísimas extensio­
nes, como las Uñas de gato, los Romerillos, las
yerbas de Pichys, los Tomillos, los Matorros,

— 20,'^ --

los Jumes y las Zampas. Estas tres últimas
pueblan especialmente los terrenos salitrosos
y las cuencas de las lagunas saladas, mientras
ias otras cubren las lomas, cerros tabulares y
verdaderas mesetas.
Los cactus variados forman también otra
parte de su vegetación.
En las mesetas volcánicas, la vegetación arbustal es más escasa, mientras abundan las
matas. En cambio hay fuentes de aguas crista­
linas y arroyos que se pierden por lo regular en
resumideros ó bañados de totoras, cortaderas y
carrizos. La mayor meseta volcánica empieza
desde la cuenca paleoceánica de Valcheta á
25 leguas al Sud del Río Negro, para extenderse
hasta el valle del río Chubut, y desde éste hasta
el río Chico ó Singuer inferior.
Pasada esta gran meseta, sólo interrumpida
por algunos arroyos y el Río Chubut, el terreno
^melve á ser sedimentario hasta el Río Gallegos,
salvo algunas secciones donde aparecen rocas
volcánicas.
La tercera sección Patagónica longitudinal
está formada por las altas mesetas andinas,
las precordilleras y las altas Cordilleras de los
Andes. Todo cambia y se acrecienta en esta
Lr*s río<? son
y
los
lagos espléndidos y grandiosos, los vailos riquí­
simos de pastos dulces, las mesetas altas y fér­
tiles, las montañas imponentes y cubiertas hacia
los .\ndes de nieves eternas que forman enormes
glaciales.
La vegetación tanto herbácea como arbórea
es lujuriante, variadísima, gigantesca y flores­
tal. Por doquiera, salvo en las mesetas glaciales,
hay abundancia de pastos sabrosos, de tierras
feraces, de aguas puras, de árboles que dan
leña fuerte, maderas preciosas, frutos exquisitos,
resinas olorosas, flores hermosas, tintas, perfu­
mes, medicinas eficaces.
Á las producciones se agregan los panoramas
más pintorescos imaginables; ya son los lagos
tranquilos, encajados entre los montes cubiertos
de vegetación ; ya los grandes volcanes que han
vomitado cantidades increíbles de m aterias;
ora son los valles profundos de los ríos que des­
cienden torrentosos de las cumbres ; ora las
mismas altísimas montañas, tan pronto encorva­
das en lomos corpulentos, como erizadas de
sierras, de pirámides, de conos, de picos que
se yerguen á través de las nubes.
En medio de esta magnificencia della natu­
raleza han vivido los indígenas belicosos del
Neuquén, los pacíficos y gigantescos Tehuelches
de! Chubut y Santa Cruz.
Ellos solos han sido los que han gozado de
estos encantos hasta el momento de su con­
quista ; desde cuya época los civilizados los han

N .

ido haciendo retroceder al Sud ó concentrarse
hacia las regiones desiertas del centro.
Esta invasión de la civilización ha dado mar­
gen á la creación de pueblos comerciales, de co­
lonias agrícolas y pastoriles, de establecimientos
campestres, de cuantiosos ganados.
L a población se v a aglomerando cada día más,
sobresaliendo los Chilenos pobres, los Galenscs,
Anglosajones y los Italianos. La población ver­
daderamente nacional, q\ntados los indígenas,
es muy escasa. Desde el alto Neuquén á los límites
australes del Territorio del Chubut la ix)blación
asciende á unos 25.000 habitantes ; más al Sud,
sin contar Punta Arenas, que pertenece á Chile,
no llegan á 2.000 por la región cordillerana.
La población de la región central, quitada la
de dos valles del Río Negro y Colorado, no al­
canza hasta el Estrecho á más de 5.000, micntnis
la del litoral pasa los 20.000 : incluyendo los de
la parte central de los valles del Río Negro y Colo­
rado, evaluados en 8.000, se tiene una población
total para toda la Patagonia Territorial de
60,000 habitantes más ó menos. El territorio de
Magallanes tiene 13.000.
(Se conHnuard)

__^• _____________

ñ través del Ecuador
—c e s e —
(Relación de D . Abrahán Aguilera.)
(Continuación).
Una memoria.
tSustosQ inserto un articulo publicado en « E l
grito del Pueblo » de Guayaquil por un mode­
sto Señor que se firma : un eminente admirador de
las eminentes virtudes del Obispo Salesiano.
« Conociendo el Sr. Cura Párroco Dr. Manuel
.M. Flor la bondad inmensa de Monseñor Costamagna. Obispo que lo consagró Presbítero en S. Ja­
cinto de Jaguachi, suplicó á S. S. lima, se dignara
hacer un viaje á su pueblo, para confirmar á un
sinnúmero de fieles que, de muchos años á <-'ta
parte, no habían tenido esta felicidad de todo cris­
tiano perfecto. Su Ilustrísima, decidido campeón
del bien, accedió benigno y, quitando todo obstácu­
lo del momento, voló en busca de aquellas almas,
delicias de todo Pastor.
« H a permanecido allí siendo la alegría, regocijo
V consuelo de ese virtuoso pueblo, por pocos días,
días que no serán olvidados jamás por su agrade­
cido Párroco y por todos los feligreses, quienes han
derramado una y otra vez abundantes lágrimas á
la faz de todo el mundo. Los Obispos como Mon­
señor Costamagna son la salvación de nuestras Re­
públicas Americanas : desde luego que él no busca
sino cumplir , mientras duren sus grandiosos días,
COTI el gran precepto de los preceptos : A mad á Dios

— 204 —

subre todas las cosas y al próximo como á vosotros
mismos por amor de Dios. » Y así, teniendo este
precepto como la estrella esplendorosa que guía
todos sus pasos, le acompañan de consuno todas
las demás luciendo en su rededor.
<t No habrá persona de pecho noble y generoso
que, al tratar, por un instante siquiera, con Su Se­
ñoría, no quede prendado por lo que es en sí este
coloso, formado por el mismo D. Bosco, de quien fué
en vida su consuelo y esperanza y, después de muer­
to, su fiel intérprete y glorioso Padre en la benemé­
rita Congregación de los Salesianos.
« Razón tiene, pues, el pueblo balaoense de osten­
tar su gratitud imperecedera para con un perso­
naje de la talla de Monseñor Costamagna.
« ¡Felicitamos sinceramente á su venerable Pá­
rroco y á toda la Sociedad balaoense ! *
Como se despide á los Obispos.
Hiende el aire sonido pausado y triste que á in­
tervalos se prolonga y se difunde en el vecindario.
Son las campanas que tocan á plegaria, esto es, se
despiden del Obispo rogando al pueblo recen por
el que parte.
Se apodera entonces del ánimo un sentimiento
indefinible de pesar, hijo de la gratitud y solidario
para el género de los hombres desde que comenzó
la común odisea de nuestros males.
¡Qué tierna es una despedida que perfuman los
aromas do la piedad I La turba se prosterna reve­
rente en las riberas para recibir la bendición que
desde el frágil barquichuelo imparte con ternura
el buen Pastor.
Esta bella costumbre no es sólo de Balao. Es ge­
neral en líis parroquias del Ecuador.
Otra vez en Puná.
Pronto entramos á bregar con el porfiado vaivén
de la onda marina.
Atrás quedó Balao. De frente la de granito his­
tórica isla de Puná. Sus habitantes participan de la
estabilidad de la roca que apoya en los abismos
á la vez que de la fineza del estupendo cuadro que
hora á hora les va mostrando sus mágicos cam­
biantes bajo el cielo de fuego que calcina la zona
tórrida.
Las casas desparramadas en los altibajos de las
laderas remedan talvez la manía de las cabras que
allí se esparcen en la aspereza y desigualdad de la
costra de los yesares. Entre esas habitaciones una
Iglesia en construcción domina é impera como entre
las islas del archipiélago la de Puná.
Algunas confirmaciones^ santificaron nuestro
paso por a llí ; y á buen seguro que los Puneños no
olvidarán tan pronto al Obispo que, en recompensa
de aquella noche atroz en la bahía, les regaló los carismas dcl Espíritu Santo.
Trece días en gira.
A l comentar estas lineas un recuerdo lúgubre me
detiene ante el ataúd que encierra los restos mor­
tales del que tuvo la feliz idea de nuestra gira á
.través del Oro : el Dr. Nicanor Corral (q. d. e. p.)

i Necesidad tienen de S. lim a. » decía el celoso
Sacerdote á Monseñor pocos días antes de su muer­
te. Acaso en la etemidaci sólo espere un sufragio
para ceñir la corona inmarcesible. ¡ Reguemos
por é l !
*

E l Oro es una provincia al sur del litoral ecuato­
riano que baña en doscientas leguas el Pacífico.
Hecha provincia por el Gobierno provisorio de
Quito, fué aprobada por el Congreso de 1884. De
los cantones, tres : Machala, Pasaje y Santa Rosa
pertenecían al Guayas y Zaruma á Loja, Las rique­
zas agrícolas de Machala y las minas de Zaruma
le han dado el nombre.
Toda la vasta superficie está cubierta de los fa­
mosos cacaotales, cafetales y tabacales, regados
por numerosos riachuelos que, siguiendo las ondu­
laciones y tortuosidades del terreno, se reparten, se
alejan y se reúnen á los dos reyes de la comarca :
el Jubones, déspota destructor de sus dominios y
el Santa Rosa, rey pacífico quederramapor doquiera
la prosperidad y el lujo. De trecho en trecho sobre
las lomas ó en los collados, como cisnes en un lago
de esmeralda, aparece una choza pajiza ó de cha­
marasca, una vdlla, una ciudad jovencita á que
conducen caminos que, á través de mil marañas, se
cruzan en todas direcciones como las tramas de
una red interminable.
¡Ved ahí las vías del comercio ! A l viajero en
estas tierras le sucede lo del avaro. A derecha é iz­
quierda, por delante y por detrás, la exuberancia
precoz y majestuosa de la vegetación ecuatorial;
arriba, ó las espirales grandiosas de un cielo turquí,
ó las bóvedas que forma el verde ramaje de los ár­
boles y que de vez en cuando varía y adorna el
tinte matizado de las aves y los troncos seculares
que la sustentan ; abajo, precisamente en lo más
útil y necesario, horrorosos fangales, subidas, res­
baladeros y, lo que es peor, palos que acometen
los ojos, intentan llevarse de calles á las orejas, se
toman de bracero con el ginete, arañan cruelmente
el rostro ó se divierten en poner las narices chatas,
como en cuclillas.
Felizmente, por la gracia de Dios y el buen sen­
tido de los propietarios, un ferrocarril empieza á
favorecemos, á llenar de vida y á engrandecer las
solitarias regiones en que hoy se pierde el silbido
de una máquina atacada de delirium tremens y
mañana se ahogará en el bullicio de otras ciento,
porque el Oro y especialmente los puertos de Bolivar alias Htiilá y Santa Rosa llegarán á ser la boca
por que respiren las tres potencias de allende la
cordillera : el Azuay, Loja y Gualaquiza. ¡Triste es
decirlo ! Hoy oprime á la naturaleza el egoísmo y
el monopolio, vampiros de los pueblos que aun no
han aprendido á vivir para la nación.
Ese fué el campo feraz de las fatigas de aquellos
días. De norte á sur, de levante á occidente, no
quedó pueblo ni camino sin la visita del Obispo
Salesiano. Los Sres. Párrocos de Machala y de Pa­
saje, Dres. Teófilo Dávila y Virgilio .A.studillo, el
infatigable dominico Rdo. P. Manuel Villalba, el
esforzado salesiano Pbro. Félix Tallachini y el
Secretario formábamos la escolta; una gruesa ca­
ballería, el séquito. En cada sendero, encrucijada

— 205 —
ó casa se levantaba un arco» se tenían las ramas y
esparcían flores para agasajar al que pasaba en
nombre del Señor bendiciendo la familia, el hogar
y las campiñas.
M ach ala.

Un girón de Armamento nos dice lo que es Gua­
yaquil cuando de noche se la va perdiendo de \dsta.
A nuestra partida para puerto Bolívar el espectácu­
lo era excepcional, pues se hallaba vestida de sus
mejores galas para celebrar la memoria de su eman­
cipación gloriosa llevada á cabo el 9 de Octubre
de 1820.
Apenas se supo de la visita que iba á efectuar
Monseñor Costamagna á la hermosa capital del
Oro y cabecera del cantón, Machala, todas las per­
sonas honorables del lugar, hicieron que se le ade­
rezase una pomposa recepción.
Lo más granado de la sociedad machalense, se
trasladó al puerto para recibirle y acompañarle á
la parroquia. Fué aquello una flesta cívico-religiosa.
S. Urna, hubo de agradecer en conceptos hala­
güeños la cortesía y las Anas atenciones de que
había sido objeto. Reciban las familias, las autori­
dades é üustres corporaciones de Machala, nuestro
sincero aplauso de admiración. E l incomparable
Sr. Cura especialmente, Dr. Teófllo Dávila. Mon­
señor le llama el párroco modelo. Y o no entiendo en
adulaciones ; por eso, dado que á él llegaren estas
páginas, puedo dech sin temor de ruborizailo que
de esa alabanza, como de un focó, irradian los es­
plendores de la verdad.
P asaje.

Yendo camino del oriente, á media horade Ma­
chala, darás con un pueblecito, escenario á que for­
man anñteatro los cordones sucesivos y gradual­
mente elevados de la montaña, que allí se interpone
como barrera insuperable entre la faja de la costa
y el interior. Si me preguntas por el nombre, co­
menzaré por decirte que ese pueblecito es el nexo
de las regiones que, allende el monumento gigan­
tesco á cuyos pies reposa, se extienden hasta ei
Amazonas, y aquende, limitan las aguas del océano
de Balboa y Magallanes. Por eso el nombre del
pueblecito es Pasaje.
Por la historia, por los destinos de entrambos,
por la mancomunidad de los habitantes y hasta
por los caracteres topográñcos, se diría que Pasaje
y Machala son dos gemelos. Mas, ya que regis ad
exemplum totus componitur orbis, causas como las
susodichas no pueden ser las úmcas de semejante
unión y concordia. No vacilo, pues, en Ajar la más
importante en el ejemplo de los reyes de Machala
y del Pasaje : los Sres. Párrocos Dr, TeóAlo Dávila
á quien y a conocemos y Dr. Virgilio Astudillo del
cual pudiéramos d ecir: * díme con quien andas y
te diré quien eres. »
A menudo en los dos días que pasamos en Ma­
chala se le veía llegar á éste último queriendo lle­
varse á Monseñor . E l lim o, cede siempre á esas
tentaciones. Había conArmado sus millares en
en ^lachala, y no le esperaban menos en Pasaje.
.\quí como allá, las fervientes pláticas de Monseñor

y del P. Tallachini y las instiucciones catequísticas
á los niños, dieron por resultado numerosas con­
fesiones y comuniones.
No andan equivocados los que dicen que un boneñcio pide otro.
En el Pasaje una serie de telegramas so sucedlim
sin interrupción pugnando por llegar primero y
como temerosos de atrasarse. El Huabo, Buenavista, Santa Rosa, -\renillas y, si otro pueblo hu
biese habido en los contornos, recibieran mucho
agravio á no otorgarles el Obispo una visita.
E l H uabo.

E l 14 de Octubre amaneció tenebroso; las nu­
bes apiñadas y ennegrecidas amenazaban un Umuporal. Las aves lo auguraban llevadas con rapidez
en alas del vendaval.
¡Y esa mañana debíamos ir al Huabo !
Seis briosos caballos, izquierdos, capaces de todo
y bonitamente enjaezados piafaban inquietos;
Nuestros ánimos caldos cobraron aliento y, á
pesar de todo, nos fuimos camino del Huabo con
una hgera llovizna ; mas á poco se dobló su saña
de tal manera que en el cielo y el bosque menu­
deaban goteras y chorros por todas partes. Acu­
rrucados en el lomo de la cabalgadura, el ramaje
pudiera servimos de reparo, pero también él cedió
á las furias del aguacero.
¡No era eso lo peor !

E n cambio de las flores y los aromas que se acos­
tumbran al paso de los obispos, las patas de la ca­
ballería nos tiraban al vestido y á la cara fragantes
pétalos de barro.
Así, mal trechos y desAgurados, entramos en el
pueblo : sólo por la fe se nos pudo conocer, bajo la
donosa careta del trágico camino.
Formando ángulo con Machala y el Pasaje é inmediatato al Jubones, es el Huabo una población
relativamente adelantada y rica, pero estoy por
decir desgraciada, porque desgraciado es un pueblo
que carece de Sacerdote. « ¡Tantos individuos sin
régimen espiritual! Hartado el hombre de los bie­
nes de la tierra ¿podrá enfrenar las inclinaciones á
lo vedado sin los alicientes de la gloria, sin los estí­
mulos del temoi que anuncia el Ministro de la ver­
dad ? » Así les hablaba Monseñor desde el altar de
una Iglesia vestida de joven á su llegada, y termi­
naba diciendo : <• Interponed los ruegos de María
ante Dios para que pronto tengáis un padre del
alma, uno que os ayude á salvar á vuestros hijos,
uno que, puesto entre el vestíbulo y el altar, aplaque
la Majestad divina y os atraiga bendicioones, pros­
peridad y bienestar. »
(Se continuará.)

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JVós tenemos la pej'snasión de qtte, en las vicisitudes dolorosos de los tiempos
que atravesamos, no nos quedan más consuelos que los del Cielo, y entre éstos,
la poderosa protección de la Virgen bendita, que fu é en todo tiempo e l A u xilio
de los Cristianos.

Pío X.
¡Alabada sea María Auxiliadora!
Ponzoñosa espina moral atormentaba, desde
largo tiempo, mi corazón, proporcionándole
amarguras indecibles. Acudí á la Tesorera de
las divinas gracias con repetidas novenas, mas
mis días se sucedían tristes. Tuve momentos
de terrible lucha con mi débil fe, y ya el
desaliento me dominaba, cuando la Consola­
dora de los afligidos, no mirando á mis de­
méritos, y escuchando, sin duda, los ruegos
de los R R . PP. Salesianos, á quienes me había
recomendado repetidas veces, vino en mi au­
xilio.
Agradecida, pues, á tan bondadosa Madre,
cumplo con lo que L e había prometido, ha­
ciendo celebrar una Misa en acción de gracias
por el señalado favor, favor que hago publicar
en el Boletín SaUsiano, para animar á todos
los que sufren á acudir á Quien nunca deja
de favorecer á los que confían en Ella.
G

io c o n d a

C

it t e r io

.

Montevitleo, M ano de 1905.

¡Gloria á María Auxiliadora!
Terminados ya los desdichados días de lucha
fatal entre los hijos de la tierra de nuestro
viejo Artig-as, y habiendo palpado mi hogar
dvirante ellos de una manera visible la pro­
tección de la siempre dulce Virgen María, no
me es posible guardar silencio por más tiempo,
y así deseo que el Boletín Sa/esiano publique
á todo el mundo los principales favores que
he recibido mediante la invocación de la po­

derosísima Virgen Auxiliadora. Llamo como
testigos de los prodigios, que brevemente
narraré, á mis vecinos y á los PP. del Colegio
de San Miguel.
Años ha, una manga de langosta cruzaba
de norte á sur los campos de la República,
desvastándolos por completo donde posaba;
al aproximarse al nuestro, invoqué á mi Virgen
Auxiliadora, y sin otro resguardo que su me­
dalla bendita, vimos con admiración que los
destructores locústidos pasaban por ambos
lados de la estancia, sin causarnos el menor
daño.
Otra vez, en que una gran sequía azotaba
esta zona del Cololó, acudí con fe viva á
María Auxiliadora, la mística nube del Car­
melo, devolviendo Ella al punto á nuestros
campos la fecundidad de antes, gracias á la
abundante lluvia que cayó (cosa admirable y
digna de mención) sólo en nuestra estancia.
Durante la pasada lucha civil de 9 meses
consecutivos, los ejércitos contendientes mar­
charon más de una vez en dirección á nuestra
estancia, y ya se sabe los daños que causan
en las haciendas; pero, al aproximarse, cam­
biaban de rumbo sin que llegaran á cortarnos
ni un solo hilo del alambrado, respetando á
más nuestro ganado vacuno y caballar.
Para que á este portento no se Jlame ca­
sual, conste que al principio de la revolución
encommendé á la poderosa Capitana de los
ejércitos cristianos todo cuanto nos pertenecía,
prometiéndole contribuir con 100$ más para
la artística Capilla que, en su honor, están

?07

construyendo los Salesianos de nuestra her­
mosa ciudad de Mercedes (R. O.).
Así que, hoy sumamente agradecida por
tan extraordinarios favores, á la par que
cumplo mi promesa, emviando mi limosna,
súplico se dé publicidad de ello en el Boleiin
para honra y gloria de la poderosa Virgen
Auxiliadora.
M a r ía

I.

de

O

h oleguy.

Soriaao (R. Oriental), Enero i de 1905.

Bendita sea María Auxiliadora!
La noche del 20 de Octubre de 1902, me
encontraba sumamente afligida á la cabecera
de mi anciana abuela que había caído grave­
mente enferma de un ataque al corazón.
El facultativo, llamado para asistirla, nos
dejó en el mayor desconsuelo, sin darnos la
menor esperanza de vida: la aflicción mía en­
tonces fué inmensa, pues, huérfana de padre
y madre, era ella mi único am paro; para
colmo de angustia, en esos momentos recibí la
noticia de que se hallaba enfermo de grano malo
en la mano derecha, un joven que me había
pedido para hacerme su esposa, haciéndose
necesaria, según opinión médica, una dolorosa
operación. Como fiel hija de María, á cuya
Congregación he pertenecido en mi primera
edad, elevé al Cielo una fervorosa oración,
prometiendo hacer publicar la gracia si María
Auxiliadora devolvía la salud á estas dos per­
sonas tan queridas para mí.
Pronto conocí que la Virgen Santísima in­
tercedía por una de ellas; pues, sólo con un
medicamento insignificante desapareció la en­
fermedad sin necesidad de operación. Mas no
sucedía así con mi abuelita, que iba empeo­
rando á ojos vistas, hasta que entró en el pe­
ríodo de agonía. Persuadida ya de la desgracia
inminente y resignada á ella, sólo pedía al
Señor la recibiese en su santa gloria. Sin em­
bargo, el terrible mal empezó á disminuir
contra toda esperanza, y la enferma se sintió
mejor día á día, y si bien no llegó á sanar
completamente, pudo levantarse de la cama.
Viendo en esto un gracia de María Auxilia­
dora y, siendo esposa del joven que Ella fa­
voreció, escuchando mi indigno ruego, llena
de gratitud, publico la gracia.
Mercedes

O.

de

S

c a n z ia n i.

Palmitas (R. Oriental), Noviembre 14 de 1903.

María salud de los enfermos.
Hallábase el único hijo mío de 7 meses,
padeciendo largo tiempo hacía de escrófula
que se le iba extendiendo poco á poco por
todo el cuerpo, acompañado de xm catarro
intestinal, y habiendo llegado al extremo de
que el médico no diera e.speranza de villa
para dentro de algunas horas, me acordé de
las gracias concedidas por María Auxiliadora
á los que la invocan con fe y devoción, y
como jamás la oración es estéril, prometí rezar
la novena que recomendaba D. Hosco y publi­
car la gracia en el Boletín Salesiano, sujdicando á María Auxiliadora por favor alivia.se
y procurase salvar á la tierna criatura de lo
que tanto la hacía sufrir, sumiéndola en el más
lastimoso estado. Tan pronto hubieron trans­
currido dos días de la novena , se empezó á
notar la mejoría hasta que, antes de conclui­
da, ya estaba casi totalmente restablecida.
Al mismo tiempo sus abuelos paternos pro­
metían entregar una limosna para la Obra
salesiana si salía bien de la enfermedad.
D oy mil gracias á nuestra buena madre
María Auxiliadora y haciendo entrega de la
limosna prometida, hago público este favor
obtenido para honra de la Madre de Dios.
F

r a n c is c o

Sánch ez.

Mieras (Gerona), Enero de 1905.

María ha devuelto la salud á mi marido.
A principio.s del mes de Marzo se puso mi
marido enfermo con unos dolores de estómago
tan agudos, que no podía de.scansar ni un
momento; el día 27 de dicho mes, se agravó
muchísimo, por presentársele una hemorragia
producida por la rotura de varios vasos del
estóm ago; á los pocos días le repitió dicha
hemorragia, creyendo todos que se moría. K1
médico me decía que no tuviese ninguna espe­
ranza, pero yo que la tenía toda puesta en
María Auxiliadora de los cristianos, mandé
celebrar en su honor una misa en la iglesia
que los Padres Salesianos tienen establecida
en esta Corte, j Oh prodigio y bondad de
María! Desde aquel momento empezó á mejo­
rar el enfermo y hoy gracias á Dios y á .su
Madre Santísima, está bien y casi del todo
restablecido.
Agradecida á este favor, mando una limosna
para que el día 24, festividad de María Auxi­
liadora, se le diga xma misa, deseando que

— 2^8 —

se publique esta gracia en el Boletín Salesiano,
para que todos los que sufren, recurran á tan
bondadosa madre, seguros que encontrarán
en ella el consuelo y alivio de sus penas y
amarguras.
T

er esa

F

errer

de

G. N a v a r r o .

M.'idrid, 5 Mayo de 1905.

¡María la salvó!
Encontrándose gravemente enferma mi hija
Ana María, de tres años de edad, con una
bronquitis aguda, se le presentaron complica­
ciones cardíacas que la constituyeron en iminente peligro de muerte; fervorosos recurrimos
á María Auxiliadora en demanda de un pronto
alivio, imponiendo á la niña su medalla y
ofreciendo á aquella Soberana .Señora hacer
su novena, dar una limosna en su honor á la
Congregación .Salesiana y publicar la grada,
si se obtenía,^ en el Boletín Salesiano.
La Santísima Virgen bien pronto atendió
nuestros ruegos, porque á las pocas horas y
antes que los recursos de la ciencia pudieran
producir sus efectos, se notó en la enfermita
una apreciable mejoría á la que siguió una
rápida y completa curación.
En cumplimiento de lo ofrecido remito
25 pesetas para que se aplique á las necesi­
dades de la Congregación y doy público
testimonio de mi agradecimiento á María
Auxiliadora.
F

ernando

Mo r e n o .

Antequera (Málaga), Mayo de 1905.

Una gracia de María Auxiliadora.
Tomamos de E l Siglo Ftduro,
En el mes de Febrero último estuvo mi
matlre, anciana de ochenta años tle edad, en­
ferma de una pulmonía, con síntomas de ata­
que cerebral : invoqué á María Auxiliadora,
ofreciéndole una limosna, y al momento se
inició la mejoría, contra la previsión de los
métlicos que habían mandado administrarle los
Santos Sacramentos, y no tenían esperanza de
salvarla. ¡Gloria á María .Auxiliadora, que
quiso conservar la vida de mi buena madre !
Prometí publicar esta gracia en un diario
católico, y ninguno mejor que E l Si^’lo Futuro, del que me honro siendo antiguo suscriptor.
E m il ia n o Q ü ir ó s .
San Pelayo de Nnvla. 21 de .Abril de 1905.

María, Consuelo de afligidos.
El 25 de Enero mi única nieta fué atacada
de una fiebre perniciosa, y á los 21 días su
estado era gravísimo, pues casi no podía res­
pirar á causa de la dilatación del corazón.
El inteligente doctor que la encontró en tal
peligro no se atrevió á decirlo, creyendo tenía
pocas horas de vida, y que ya no había tiempo
para nada, pero comprendimos el inmenso pe­
ligro sus afligidos padres y todos invocamos
la protección de María Auxiliadora haciendo
varias novenas y cada uno hizo sus ofreci­
mientos. Y o ofrecí dar una misa para su altar,
y publicar el favor en el Boletín Salesiano.
La Sma. Virgen oyó nuestras súplicas, pues
hoy I® de Mayo se encuentra con la más per­
fecta salud. Cumplo mi promesa y hago público
este gran favor para que se arraigue más la
confianza en nuestra dulcísima Madre María.
A

m a l ia

Bacelar.

Vigo (Pontevedra), i® de Mayo de 1905.

Gracias, Madre mia.
En el mes de Diciembre del año pasado, me
atacaron unas fiebres palúdicas en el Pao de
Barcelona, las cuales me pusieron sumamente
anémico, me daban entre dias y habían resis­
tido al tratamiento que adopté. En el mes de
Marzo del presente año, resolví hacer un viaje
á Ciudad Bolívar, y seis dias antes de llegar la
fecha del viaje, me atacaron las fiebres, como
al principio. Immediatamente recurrí a .M. .A.
ofreciéndole publicar la gracia en el Boletín
Salesiano, siempre que no se me interrumpiera
el viaje y, gracias á Ella, pude efectuarlo, en­
contrándome hoy perfectamente bien, gracias á
la Poderosa Virgen de Dn. Bpseo.
P e d r o P r . G im ó n F ig u e r a .
Ciudad Bolívar (Venezuela), 4 de Abril de 1905.

Una gracia más.
Habiéndose puesto toda inflamada una prima
mia, le di¡o el médico del lugar que aquello
era una afección al corazón que no tenia reme­
dio. Emprezamos ella y yo una novena á Ma­
ría Auxiliadora y se puso mejor, pero la cosa
seguía y le dió la occurrencia de ir á consultar
con un médico de un pueblo de á lado. La re­
conoció y le dijo no era tal cosa, asegurando que
con un medicamento que él le daría se pondría
bien, pues era todo debilidad. Se encargó ei
medicamento y entonces principiamos otra no­
vena á Mana .Auxiliadora. .A poco desapareció
la inflamación y se quedó buena y sana y hoy

— 209 —

dia está inmejorable, así que no cesa de dar
gracias a María Auxiliadora. La agraciada se
llama
F rancesca Per d an .
Mallín (Zaragoza) Mayo de 1904.

L a fe todo lo puede.
Hace poco me vi acometido por la perniciosa
fiebre amarilla y desahuciada por seis médicos.
Mis padres acudieron á María Auxiliadora
ofreciendo publicar la gracia y desde e.se día
empezó la mejoría. En las páginas del Boletín
hago público mi agradecimento á la tierna so­
licitud de la Madre de Dios.
A lfo n so d e la R och a.
Managua (Nicaragua) i de Junio de 1904.

Dao también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Alcohujate (Cttenca-España) — Una Devota: Ha­
llándome en dos ocasiones verdaderamente angus­
tiada por un asunto grave y dificil, acudí con todo
fen-or á María Aux., prometiendo publicar la gracia,
mandar decir dos misas y dar una limosna: obte­
nido el buen suceso en el negocio, cumplo lo pro­
metido.
Ibidem — Tomasa González, por un señalado
favor obtenido de María Aux. — Una Devota por
una gracia obtenida.
Asunción (Paraguay) — C. B. de B . : Hallán­
dome sumamente afligida por una desgracia que
amenazaba sobrevenirme, acudí á María Aux. su­
plicándole me librase de tanta angustia. Obtenido
mi deseo, hago pública mi gratitud á tan buena
.Madre.
Ibidem — Asunción Epinosa; Encontrándome en­
ferma de gravedad pedí á .María Aux. me devol­
viera la salud. Habiéndolo obtenido, doy ])úblico
testimonio de agradecimiento y cumplo la promesa
de dar una limosna.
Bahía Blanca (R. Argentina) — Valentín Cassivi
Pbro. S.: Una madre, agradecida á los muchos fa­
vores que .María .Aux. le dispensa , remite una li­
mosna y hace pública su gratitud para que todos
acudan á Ella en sus tribulaciones.
Barcelona (España) — Una Devota: Deseando la
pronta solución de un asunto de familia de difícil
arreglo, ó mejor dicho, imposible de conseguir por
medios humanos, por consejo de un P. Salesíano,
recurrí al poder de María Aux., prometiendo pu­
blicar el favor y hacerme Cooperadora. La Celes­
tial Señora se ha dignado escuchar mis súplicas y
yo gustosísima cumplo con mi promesa.
Ibidem. — Un estudiante da gracias á su Madre
Santísima María Auxiliadora de haberle hechn sa­
lir de sus asignaturas, que llevaba poco prepara­
das. en Junio y Septiembre del año pasado y le
pide {>erdón por la tardanza en publicar su bene­
ficio.

Caracas (R. de Venezuela) — J . A . P . Doy in­
finitas gracias á María Aux. por liaberme conce­
dido la salud, y agradecido le day un.a limosna
para la construcción de su Iglesia en esta cimlad.
Coruña (España) — Beatriz Morón, por haber
recobrado la salud por intercesión ile María Aux.
Comalapa (Nicaragua) — Liberato Robleto , por
gracia recibida de María .Aux. en enfermedad muy
grave de su esposa Filomena, da una limo.sna.
Ibidem — Maria Reyes, por haber obtenido de
María Aux. la salud de Francisca Rom. Sánclub> y
de José Toribio Reyes. — Pascual Mena por haber
sanado de una enfermedad crónica en una pierna.
— Gregaria E . de Duarte, por haber obtenido tle
Maria Aux. la salud de su h ija — Alberto Fernán­
dez por haber sanado de una enfermedad crónica
que padecía. — Una Señora por haber alcanzado
la salud de sus dos lujas enfermas; dan público
testimonio de gratitud á Maria Auxiliadora.
Fuerteventura (Canarias) — Maria de los D . Pé­
rez acudió á Maria Aux. en demanda de una gracia
especial: obtenida ésta, cumple con la promesa ipie
había hecho y hace pública su gratitud.
Granada (Nicaragua)— Ana J . Moreno: E.t\ÍQrmo
un niñito de mes y medio con alta fiebre |y en |)eligro de muerte, un Cooperador acudió á María
Aux. pidiendo el alivio del enfermíto y prometiendo
publicar la gracia: obtenida ésta, cumplo lo pro­
metido.
Ibidem — Sebastián Gutiérrez, en agradecimiento
á María Aux. por numerosos favores recibidos, doy
una limosna para su culto. — Mercedes Prado, por
varias gracias obtenidas.
Guatemala — Carmen Soto V., por un favor ob­
tenido — Juan Garin Quintero y su Señora, por
haber concedido la salud á su hija.
Guayaquil (Ecuador) — Sitnona Chambers de Ro­
bles, agradecida á María Aux. por varios favores
obtenidos y en especial por haber dado la salud á
dos de mis hijos.
Jerez de la Frontera (Cádiz-España) — J . C. de
G . : Encontrándonos en gran aflicción por tener un
asunto de gran importante en el estado más la­
mentable, recurrimos á María Aux. con una no­
vena y antes de concluirla todo se vió arreglado á
medida de nuestros deseos. Damos público testi­
monio de gratitud por éste y muchos otros favores
que de tan bondado.sa Madre hemos recibido.
Juntanilla de Bovia (León-España) — D . Evaristo
Prieto, párroco, da gracias á María Aux. y tina
limosna por haberle otorgado la salud.
La Libertad (Nicaragua) — Paula L . de D íaz:
doy gracias á Maria Aux. por haber librado á nú
esposo y una hija de una maligna fiebre que al
mismo tiempo los atacó.
M álaga (España) — bía. Josefa Vivas Bustos, por
haber obtenido de María Aux. la curación de un
hermano suyo en una enfermedad que padeció, da
g^racias á tan buena Madre y una limosna p.ara su
culto.
M asaya (Nicaragua) — Dominga Robleto: su-



210

friendo mucho de la vista, acudí á María Aux.,
suplicándole me aliviara: mis súplicas fueron es­
cuchadas, pues mejoré casi instantáneamente.
Ibídem — Angélica de Jacoby, estando en grave
peligro de muerte invocó á María Aux. y ofreció
dar una limosna; habiendo desaparecido el peligro,
cumple agradecida su promesa. — Rosa Cabrera
da gracias á Maria Aux. por un favor recibido.
Meló (R. Oriental) — Ma. Arpiño de Braguieriy
agradecida á María Aux. por una gracia recibida
da una limosna.
Montevideo — Elena Belpardo de Rogberg, da
gracias á María Aux. por haber conservado la vida
á un hijo suyo gravemente enfermo — Carlota de
Blanco, por una gracia recibida. — Agustina Q.
de Passajio, da infinitas gracias á Maria Aux. por ha­
berle curado prodigiosamente á su liija
Angélica
que estaba gravemente enferma.
Ibídem — Un Cooperado salcsiano: Me encon­
traba falto de recursos y sabiendo cómo salir de
un compromiso , me encomendé á Maria Aux. y
ella me favoreció, haciendo que me tocara una re­
gular cantidad en la lotería. Alguno lo atribuirá á
casualidad, pero yo estoy seguro que es todo efecto
de la bondad de Maria, pues yo he sido siempre
un entusiasta admirador y cooperador de las Obras
Salesianas. — A . B. da gracias á Maria Aux. por
haberle curado de una erupción en la cara y hace
público el favor obtenido.
Orense (España) — Francisca Adela Borrajo da
gracias á María Aux. por un favor obtenido.
Pinoso (Alicante) — Lorenzo Pérez y un Devoto
dan gracias á María Aux. y una limosna por gra­
cias recibidas.
Salamanca (España) — Aniceta González; Ha­
llándose mi tia M*^ González Domingo enferma de
pulmonía y reconociendo el médico su gravedad
tanto por la enfermedad misma como por la ex­
trema debilidad de la doliente, por lo cual no res­
pondía de la vida, acudí á Maria Aux. y quitán­
dome del cuello una medalla suya, se la puse á la
enferma: á los diez minutos el médico declaró pasado el periodo peligroso y hoy la enferma está
en convalecencia. Agradecida, hago público el
favor recibido.
Ibídem — María Bueno; Agradecida á mi dul­
císima Madre Maria Aux. por haber concedido la
salud A mi hijita, niña de corta edail, apenas la in­
voqué y empecé su novena, liago público la gracia
obtenida.
Ibídem — R. M. R .; Doy gracias á María Aux.
por haberme concedido el favor que le pedí y mando
ma limosna para su culto. —
P . ; agradecida á
Maria Aux. por haber escuchado mis súplicas,
mando la limosna ofrecida.
Salto (R. O.) — Albino Castellifti profundamente
agradecido por la bondad infinita de Maria Aux.
que curó milagrosamente de una grave enfermedad
á su querida esposa, envía una limosna para su san­
tuario. Y hace pública la gran misericordia de esta
bendita Madre.
San José (Nicaragua) — Una Cooperadora; Ha­
llándose un vecino mió en grave estado á causa



de una herida recibida en el brazo, que le produjo
gran derrame de sangre, acudí á Maria Aux. recé
su novena y prometí dar una limosna. Restablecido
ya el enfermo, cumplo lo prometido.
Sta. Rita (Nicaragua) — Josefa de Jesús Ugarte
y Magdalena Sáenz por igual gracia obtenida de
María Aux. hacen público su agradecimiento á tan
piadosa Madre.
Sarria (Barcelona) — D . C. Reconocido á María
Aux. por haberme librado de una duda tremenda
que traía en continua angustia mi corazón.
Seo de Urgel — (Lérida-España)/?. Eudaldo Car­
rera Pbro.; Viendome atacado de grave pulmonía,
y siendo esta ya la cuarta que he padecido, acudí
á María Aux. ofreciéndole una novena: y gracias
á su protección la enfermedad se presentó el aspecto
peligroso que era de temerse, é hizo su curso sin
alterar mi tranquilidad: yo lo considero como
una señal de la protección de Maria Aux.
Turin (Italia) — Una H ija de Maria A u x. da
gracias á su buena Madre por una gracia recibida
— G. S. M. da público testimonio de gratitud á la
Auxiliadora de los Cristianos por las innumerables
gracias que se ha dignado concederle.
Valencia (España) —
Concepción Costa da gra­
cias á María Aux. por un favor obtenido.
Valle Edén (R. Oriental) — Ceferina L- de Ló­
pez; Hallándose una hermana mía gravemente en­
ferma de histerismo y perdida toda esperanza de
curación, hice promesa de ponerle la medalla de
María Aux. y de publicar la gracia ; agradecida á
tan buena Madre por haberme concedido la gracia
suplicada, cumplo con lo prometido. — Habiendo
enfermado yo de un pecho y ik - habiendo más re­
medio que operarme, recurrí otra vez á Maria Aux.
y ofrecí publicar la gracia. Cuando menos se es­
peraba, mejoré sin operación con asombro del mé­
dico que me asistía. Gracias rendidas á Maria Aux.
Vigo ( Pontevedra-España) — Isolina González:
Encontrándose mi hermana gravemente enferma y
sin esperanza de remedio, acudí á Maria Aux. protnetiendo hacer una novena y dar una limosna, si
la enferma mejoraba. La Virgen escuchó benigna
mis súplicas y yo agradecida cumplo la promesa.
Ibídem — L . G .; Un socio de las Conferencias
de S. Vicente de Paúl da á Maria Aux. las más
expresivas gracias por haber conseguido, mediante
su intercesión, la conversión de un moribundo de
So años que en su vida nunca se había confesado
ni comulgado, habiendo resultado antes inútiles
todos los esfuerzos que varias personas habíao
hecho pwira inducirle á reconciliarse con Dios.
Ibídem — ¡Maria A rias; por haberle concedido
un favor que le pedia y entrega una limosna para
el culto de M. Aux.
Súplica á Maria ADxlIladora.
María Concepción Costa de Valencia (España) se
encomienda á las oraciones de todos nuestros ama-,
bles lectores, para obtener de María Aux. dos gra­
cias importantísimas para per.sonas queridas.

— 2 ir —
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ROÑICA SA L E SIA N A
Por España
GRATA

VISITA

En MADRID. — En el tren de las 9 ija de la ma­
ñana del día i i de Marzo arribaron felizmente los
Sres. Superiores D. Felipe M.^ Rinaldi y D. Luis
Rocca, Prefecto y Ecónomo general respectivamente
de la Congregación Salesiaiia. Esperábanlos en la
estación los tres Señores Inspectores de España,
D. Pedro Ricaldone, D. Manuel Hermida y D. Ra­
món Zabalo. Celebrada la misa en la capilla de la
Ronda de Atocha, visitaron las obras de la iglesia
en construcción, empleando el resto del día en
enterarse de los varios asuntos de la casa y de la
Inspectoría.
Al día siguiente iueron ambos Superiores al Se­
minario Salesiano de Carabanchel, donde los estu­
diantes, haciendo un derroche de los conocimientos
adquiridos, los obsequiaron de mil modos, sobre
todo con una representación latina: A d Golgotani,
en la que los actores con soltura y precisión inter­
pretaron admirablemente la obrita de D. Francesia.
Los Superiores como la numerosa concurrencia
quedaron satisfechisimos.
Los tres días consecutivos se celebraron varias
reuniones entre Superiores é Inspectores con el
objeto de establecer las bases ó lineas generales
de cuanto habría de hacerse el próximo año de 1906
para conmemorar el 25® aniversario de la i* venida
á España de los hijos de D. Bosco. Se acordó ce­
lebrar en cada Inspectoría con la mayor solemnidad
una grandiosa Asamblea de Cooperadores Salestaaos,
con una orientación eminentemente práctica. A este
fin se convino en la oportunidad de preparar Expo­
siciones de carácter didáctico-profesional-agricola,
en las que nuestros Colegios, nuestras Escuelas
profesionales y nuestras Colonias agrícolas puedan
presentar el resultado de sus esfuerzos.
Mientras los Superiores estaban preocupados con
la necesidad de ampliar la casa de vocaciones de
Villaverde, asi como de la conveniencia de esta­
blecer en Madrid las escuelas profesionales, quiso
la Providencia se presentaran precisamente aquellos
días dos caballeros abogados, uno del Norte de
España, quien con los planos en la mano y .son­
riente nos dijo: hé aquí los planos de la casa que
hemos construido para Vds. y es necesario tomen
posesión de ella lo más pronto posible. El edifido
es magnifico á juzgar por los planos. El otro ca­
ballero, como haciendo competencia al anterior, nos
ofrece un edifido colosal, casi una fábrica industrial.

á punto de ser terminado, diciendo: aquí en un
barrio próximo he levantado un gran asilo para (pie
en él eduquen Vds. y enseñen oficio á los hijos de
Madrid. Vengan Vds. á verlo y tomen posesión
de él.
Los niños de esta pkcola Casa de Atocha pedían
á María Auxiliadora los medios necesarios para
ensancharla, á fin de establecer en ella las escuelas
profesionales y la bondadosa Madre no se hizo
esperar: al instante otorga más de lo pedido. .Se
pedía una ampliación y nos concede dos casas her­
mosísimas. Bendita, mil veces bendita sea María
Au.xiliadora 1
En SALAMANCA. — El entusiasmo y regocijo con
que se recibió la gratísima noticia de su visita
fueron inmensos. Y no podía ser menos; porrpie
D. Rinaldi, dejó en España la semilla del amor
más puro en corazones nobles y generosos, y esta
semilla debía dar sus frutos, y fueron opimos.
De aquí el noble afán, la santa porfía con que
rivalizaron Salesianos, Niños y Cooperadores, en
agasajar al Padre amoroso, al Superior celosísimo,
al ejemplar hijo de D. IJosco; y siendo Salamanca
una de las ciudades en que, con más noble tesón,
se trabaja por el ideal Salesiano, y la Casa Sale*
siana una de las fundaciones últimas que, en hora
bendiu, llevó á cabo D. Rinaldi; era preciso darle
una prueba fehaciente de los adelantos realizados
en su ausencia, y resultó cumplida.
La acogida que se le prestó, tanto á él como á
D. Rocca y á nuestro amado Sr. Inspector, fué
delirante; teniendo ocasión de e.streiiar su.s her­
mosas piezas nuestra ñamante banda de música,
entre los estrepitosos aplausos y atronadores vivas
en que se desbordó el amor de nuestros corazones,
y con que saludamos la llegada de nuestros Su­
periores.
Durante los dias 17 y i8 de Marzo permanecieron
en nuestra compañía, teniendo ocasión de saludarles
gran número de Cooperadores, expresándoles al
mismo tiempo el noble empeño, puesto de su parte
para el desarrollo de nuestra santa Obra.
Habíase también preparado en su honor una
preciosa velada; donde los niños y jóvenes de
nuestra casa dieron prueba de sus aptitudes. Todos
tuvieron ocasión de lucirse. Lo.s músicos con la
banda y orquesta, ejecutando piezas de exquisito
gusto nacional. Los cantores y cómicos, luciendo
sus voces y magnificas disposiciones para la escena;
y un sin fin de niños, jóvenes y obreros, aclamando
con delirio al Representante de D. Rúa en Sala­
manca.



212

No hicieron menos las Hijas de Maria Auxilia­
dora, esa [)orción tan importante del Instituto Salesiano, recién instaladas en esta hospitalaria tierra
Salmantina, fiuienes rivalizaron con nosotros en
(Mitusinsmo, dándole muestras palmarias de lo que
sabe hacer el celo y abnegación, encaminados por
las sendas trazadas por D. Bosco, bajo el manto
tutelar de Maria Auxiliadora.
Altamente satisfechos quedaron nuestros Supe­
riores al contemplar los adelantos en las obras de
la nueva casa y sobre manera agradó su construcción
á D. Rocca, por su consistencia y solidez unidas
á una elegancia llena de sencillez, que harán del
edificio una de las construcciones más modernas y
esbeltas de la ciudad.
j Que Dios y Maria Auxiliadora sigan moviendo
el corazón de las personas pudientes en favor de
tanta juventud abandonada! Tales fueron los pen­
samientos con que se despidieron de nosotros tan
buenos Superiores, al par que les deseamos fruto
abundante de su penoso viaje.
Bn BÉJAR (Salamanca). — El 15 de Marzo llegaban
de Madrid D. Felipe M. Rinaldi y D . Luis Roca
acompañados por el Rdo. .Sr. Ramón Zabalo, ins­
pector de la Provincia Céltica. A pesar del mal
liemiio cjue hacia poco menos que imposible en
esta ciudad la salida, fueron recibidos en la esta­
ción por el dignisimo Arcipreste, con el clero pa­
rroquial y muchos niños que desafiando el tiempo
hablan acudido á la estación. Cambiados los pri­
meros saludos, en dos coches particulares, uno de
ellos del Sr. Diputado de este distrito, se dirigieron
hacia el colegio. Alli fueron recibidos por la banda
infantil del colegio y por los trecientos niños de
nuestras escuelas que iban á porfía en besar la mano
á tan amados Superiores. La agradable sorpresa
que esto produjo en el ánimo de Don Rinaldi se
manifestaba en su rostro; pues, algunos años hacia
al visitar esta casa sólo la frequentaban unos se­
senta niños, ahora son trescientos los que asisten
á nuestras escuelas ¿cómo no debia alegrársele el
corazón y bendecir la mano de Dios por tan no­
table adelanto?
Durante su breve permanencia en ésta, filé Don
Rinaldi muy visitado por los Cooperadores. A las
Sras. Cooperadoras, cuya unión es dirigida por una
junta de distinguiilus damas, dirigió por la tarde
en el salón de conferencias entusiastas palabras :
felicitó muy de veras á la junta y demás Señoras
protectoras de la Obra; las animó á continuar la
labor comenzada de regenerar la niñe» por medio
de la limosna.
Los pequeños músicos no contentos con habernos
divertido con sus acordes por la mañana, por la
tardo tocaron varias piececitas, que podemos lla­
mar escogidas, teniendo en cuenta el poco tiempo
do aprendizaje.
El fuerte viento y las abundantes lluvias que du­
rante el dia reinaron no nos permitieron dar gran
brillo exterior á nuestras fiestas, que resultaron
intimas y de familia. Los Superiores, visto el gran
bien que se hace á la niñez bejarana, salieron sa­
tisfechos de su breve visita.



FL O R E S A M ARIA AUXILIADORA.
SALAMANCA (España). — La devoción á María Anxl*
fiadora y la Obra de D. Bosco en Salamanca. — Nos
escribe D. Angel Martí de A rco : Hermosos y so­
lemnes han sido los cultos celebrados en la iglesia
de los Salesianos, durante el mes de Mayo, en honor
de Maria Auxiliadora, cuya devoción va extendién­
dose de una manera prodigiosa, debido sin duda á
las innumerables gracias concedidas por la Sma.
Virgen á sus devotos.
Durante el novenario, ocuparon la cátedra del
Espirita Santo elocuentes oradores que cantaron
las glorias de María, siendo escuchados con reli­
gioso recogimiento por el numeroso auditorio que
apenas cabía en el templo.
Hasta aquí pudiéramos decir que nada de especial
existe, pues cuando se trata de festividades á la
Madre de Dios, todas resultan conmovedoras y
tiernas; pero ahora se nos permitirá extendernos más
y hacer alguna consideración, muy digna de tenerse
en cuenta en estos días que tanto se habla de la
educación obrera, esto es del modo y forma que los
hijos de D. Bosco tienen de rematar sus obras.
Llegado el dia 28 de Mayo, fecha en que cele­
braron la fiesta de su patrona, Maria Auxiliadora,
aquellos Apóstoles de la educación y regeneración
social nos presentaron los resultados de sus gigan­
tescos trabajos, muy superiores .si se tiene en cuenta
que son solamente cinco para dirigir, educar y
atender á más de cuatrocientos niños, masa, que sin
el apoyo de la educación cristiana seria muy apro­
piada para encarnar en sus tiernos corazones esa per­
niciosa semilla de la desdicliada secta socialista.
Por la mañana en la Comunión general se acer­
caron á la sagrada mesa doscientos sesenta niños,
con un recogimiento y fervor dignos de toda ala­
banza. consecuencia lógica de sus arraigados sen­
timientos religiosos. Verdaderamente resultó un
acto conmovedor, ver á aquellos seres que hasta
hace poco no hubieran sabido que existían más
delicias que la de su perniciosa libertad, verlos
ahora convertidos, gracias á la acción de los Sa­
lesianos, en niños dóciles y buenos, que al dia de
mañana serán por su honradez, laboriosidad y
buenas costumbres, honra de la sociedad.
En la Misa mayor, ocupó la sagrada cátedra el
M. I. Sr. Magistral, quien con la oratoria clara y
contundente de que hace gala en todos sus ser­
mones, ensalzó las glorias de la Virgen y demostró
lo grato que le es que se la invoque con el titulo
de Auxilio de los Cristianos.
La parte vocal é instrumental estuvo á cargo de
los niños y jóvenes de la casa, los cuales rayaron
á gran altura interpretando magistralmente música
de la más escogida.
Por la tarde, se encargó de la conferencia á los
Cooperadores el ilustrado sacerdote y maestro in­
fatigable de Cantalapiedra, Sr. Marín y Rojo, quien
en brillantes párrafos expuso á la consideración del
auditorio, la hermosa y beneficiosa que resultaba
la obra de D. Bosco y el deber que todos tienen
de cooperar á su desenvolvimiento.



— 213 —

Después de la solemne reserva se organizó la
procesión formada por cuatrocientos niños y otras
tantas niñas educadas por las Hijas de María Au­
xiliadora, y un número crecidisimo de cooperadores
y devotos, recorriendo las principales calles de la
población en las cuales los vecinos respondiendo
á su devoción á la Virgen han bien engalanado sus
balcones.
Así terminó este memorable día que jamás se
borrará de las infantiles inteligencias de los niños,
y aquí terminaríamos nosotros nuestra pobre revista,
hecha sólo á impulsos del entusiasmo que sentimos
por María Auxiliadora y por los hijos de D. Bosco,
pero aunque sin méritos para ello, sin pretensiones

materiales y sus necesidades intelectuales, colmán­
dolo. con la enseñanza, con nuestro trato, con
nuestro ejemplo, y sobre todo con nuestro cariño,
y para desempeñar todo esto tenemos una orden
religiosa que atiende á estos fines y es la formada
por el inmortal Don Bosco. Contribuyamos con
nuestras limosnas y con nuestra propaganda al desar­
rollo de esta obra providencial y habremos coopera­
do también nosotros á la rehabilitación del obrero.
De este modo hemos de conseguir dos cosas á
cual más importante, que se contenga el mal
social, ya algo avanzado, por la educación del
obrero de hoy, y preparar por la ilustración cri­
stiana del niño la sociedad del mañana, la cual sin-

Ea las riberas del Río Negro-Patagonia. — Sokmae Misa de acción gradas y primera funcióa
de Bautismo á los soldados indios.
1. El P. Santiago Costamagna. 2. D. Luis Botta. 3. Moas. M. Antonio Espinosa.
de pensador, hemos de ser francos al exponer aqui
lo que nosotros juzgamos de todo lo visto.
Suscitanse grandes polémicas entre los partidos
políticos, no sólo de España, sino de las demás
naciones y entre los hombres de talento para escogjtar el medio más adecuado de educar al obrero,
que con pocas ó ningunas creencias religiosas y
azuzado por las utopias del socialismo no ve en su
baja situación otro medio para llegar á cumplir sus
ambiciones que la desesperación y el crimen, que
convierte á veces las calles en verdaderos campos
de batalla. El remedio principal estaba sólo en una
virtud hermosa, que es la Caridad; tengamos todos
caridad de aquellos que siendo nuestros hermanos,
no se ven favorecidos por la fortuna, tendámosles
la mano para que salgan de su estado de desespe­
ración y se acostumbren á ver en nosotros, no á
los burg^ueses que quieren explotarles, sino al Cri­
stiano verdadero que por su fé y por su Dios, le
remedía sus necesidades,
¿ De qué modo hemos de ejercitar esta caridad ?
Pues sencillamente remediando sus necesidades

b

duda alguna será mejor que la actual si la edu­
camos y hacemos cristiana.
Quiera .Maria Auxiliadora que esta tan hermosa
obra salesiana se extiemia por todos los confines
del mundo en proveclio de los pueblos.
No hemos determinado ni enviar nuestra cordial
enhorabuena al dignísimo .Sr. Director Don Juan
Tagliabue, y demás hermanos suyos de religión,
como asi mismo á los niños y sus profesores que
tanto han contribuido con sus esfuerzos á la gran­
diosidad de la fiesta, y sin animar á los Cooperado­
res para que estudiando más y más esta hermosa idea,
se esfuercen por cooperar á ella. Por la ayuda que
hasta ahora le han prestado Dios y la Virgen se
lo pague.
BÉJAR (Salamanca). — Nos comunica un Coo­
perador : Brillantes como todos los años han resul­
tado los cultos que los Salesianos y sus Cooperado­
res han tributado á su excelsa patrona Maria Auxilia­
dora, en la igle.sia de Santa .Maria de esta ciudad
durante los días i , 2, 3 y 4 de Junio.

— 214 —

En el altar mayor, bajo majestuoso trono de raso
y sobre un caprichoso grupo de nubes iluminadas
por focos eléctricos, se destacaba la hermosa y
artística imagen de María Auxiliadora radiante de
hermosura y teniendo por pedestal un verdadero
jartlin de plantas y flores que una Comisión de
Señoritas de la Pía Unión de Cooperadoras con
gracia suma y verdadero gusto se encargó de pro­
veer y distribuir.
Y dicho esto, ¿qué diré del entusiasmo que reinó
durante los cuatro días ya en la casa salesiana
como en todo el barrio de Santa María?
Espectáculo conmovedor era contemplar todos los
•dias los numerosos niños en larga y bien ordenada
fila salir del colegio acomijañados de su banda in­
fantil. trasladarse á la Parroquia para asistir á los
cultos divinos. Un ejército que rebosante de alegría
iba á recoger los laureles de una victoria, era lo
que parecía aquel escuadrón de alegres y discipli­
nados niños.
Sin detenerme en pormenores acerca de los cultos
tributados durante el triduo, me ceñiré únicamente
á boscpiear los de la fiesta.
Llegó por fin el suspirado dia 4 de Junio, fiesta
de Maria Auxiliadora. Cuarenta y cinco niños de la
primera Comunión llegaban en compañía de sus
])adres y compañeros para purificar sus corazones
y recibir dignamente al Divino Huésped. A las ocho,
los nuevos admitidos á la Divina Mesa, acompa­
ñados por la banda, se dirigieron desde el colegio
á la Parroquia, conservando un porte devoto, siendo
allí colocados en puestos preferentes.
La Comunión fué numerosísima, pues además de
los 45 niños, se acercaron al banquete Eucarístico
todos los niños del colegio y muchos padres de los
alumnos.
'Perminada la Comunión, en la cual el dignísimo
Ecónomo de esta Parroquia hizo un fervorin á los
que, por decirlo asi, constituían el alma de tan
conmovedor acto, volvieron éstos de nuevo al co­
legio entre los acordes de su banda, para ser ob­
sequiados con un abundante desayuno, servido por
las Cooperadoras Salesianas.
A las diez y media fué la Misa solemne, ofi­
ciando el dignísimo Arcij>reste D. Julián Muñoz.
La scholit dtníorum del colegio interpretó la misa
del P. Pagella, á cuatro voces, haciéndonos gustar
las melodías del canto de la Iglesia según el tnofu
proprio de Sn .Santidad.
Infnx misscnn, ensalzó las glorias de Maria el
Rdo. Sr. Licenciado D. Ramón Pérez, cura-ecó­
nomo de S. Juan. No sé qué apreciar más, si su
sencillez y clariilad ó su eriulición. Nos presentó
á grandes rasgos cómo Maria .Vuxiliadora ha sido
siempre el Auxilio de los Cristianos, su.scítando de
vez en cuando varones ilustres como D. Hosco,
según lo exigían las necesidades de la Iglesia.
A las cu.atro de la tattle estaba anunciada la
conferencia á los Cooperadores según marca el
Reglamento.
Después de ofrecer has flores, según co.stumbre,
los niños de la primera Comunión; subió de nuevo
al pulpito D. Ramón Pérez, quien con verdadero
entusiasmo salesiano nos entretuvo cerca de una

hora hablándonos del modo con que los hijos de
D. Sosco educan á la niñez, de los progresos que
la Obra Salesiana, gracias á la protección de Maria
Auxiliadora y á la generosidad de personas carita­
tivas, ha hecho en nuestra España, deteniéndose
en modo particular sobre el Colegio salesiano de
Béjar, como centro que nos toca más de cerca.
Reciba, pues, el Sr. Cura de S. Juan la más en­
tusiasta enhorabuena de todos los Cooperadores
Salesianos de Béjar, y quiera Dios que tenga mu­
chos imitadores.
Acto seguido, se organizó la procesión, llevando
por las calles de Béjar la imagen de María Auxi­
liadora. Presidíala el Sr. Arcipreste acompañado
de todo el clero parroquial de la ciudad.
Por doquiera que la procesión pasaba, veianse
los balcones engalanados con vistosas colgaduras,
no faltando quienes al pasar la imagen la cubrieran
de flores.
La Virgen Auxiliadora nos parecía aquel dia
más hermosa que nunca. ¡ Cómo gozaría desde el
cielo viéndose rodeada de tantos inocentes cora­
zones que en medio del repique de las campanas,
los acordes de la banda elevaban sus cánticos al
cielo.
Terminada la procesión, los niños cantaron una
calurosa despedida, que resultó más conmovedora
que nunca.
Estos son los cultos tributados á Maria Auxilia,
dora en esta ciudad. Haga esta buena Madre que
seamos siempre üeles devotos suyos, dignándose
bendecir á todos los que en algún modo hemos
contribuido en lo posible á sus fiestas y haga asi­
mismo que su obra prospere en esta ciudad.
CIUDADELA — Menorca. — Nos escriben:
El mes de las flores , la novena y la fiesta han
reultado este año un tejido cariñosísimo de obse­
quios y fiestas de excepcional esplendor y solem­
nidad, y consolador sobremanera por el maravilloso
número de corazones que va ganando cada día la
Señora. Durante este tiempo ha sido continuamente
visitada, apareciendo diariamente nuevas pruebas
de amor en su bello santuario. Nuevas guirnaldas,
vistosas macetas é infinitos y variados ramos de
flores iban cubriendo gradas y paredes; iban su­
biendo con sus alegóricas inscripciones hasta cru­
zarse en la bóveda misma del templo. No parecía
sino que se habla apoderado de los hijos una viva
y santa emulación para festejar y honrar á la Ma­
dre , que se iban recordando bondades, gracias,
misericordias... auxilios poderosos...
Bien debería sentir el celoso ministro del Altí­
simo que predicó el día de la fiesta, cuáles fueran
esas finezas marianas y las pruebas de ese amor y
agradecimiento filial cuando exclamó en espontáneo
arranque: ó ha bajado el cielo á la tierra, ó hemos
nosotros subido á las celestiales mansiones. Efec­
tivamente, la iglesia de María Auxiliadora parecía
un cielo en aquel dia memorable. Y la devoción
rendida de tantos corazones y las angelicales voces
de los niños contribuían no poco á dar visos de
realidad á aquel dulce ensueño.
Los sermones de la novena fueron hermosísimos.

— 2IÑ —
Bien hayan de la celestial Señora los Rdos. Sres,
Cavaller, Riera, Pons , Brunet, A nglada, Gomila,
Sampol de Palós y Tuduri que tanto se esmeraron
en honrarla y alabarla. El dia de la fiesta subió al
pulpito el M. I. Dr. D. José Jebrer, Canónigo doc­
toral y Rector del Seminario Conciliar. El sermón
Alé un canto á los triunfos de María, y una plegfaria á la que es el Auxilio de los cristianos pi­
diéndole socorro y ayuda en estos tiempos difíciles.
En la Misa solemne, que fué á orquesta, fué ce­
lebrante el M. I. Lie. D. Manuel Ibarrola , Deán
de la Santa Iglesia Catedral, quien ofició asimismo
de Preste en la procesión efectuada por la tarde.
En este acto solemnísimo la imagen de María Au­
xiliadora fué llevada en triunfal carrera por las
calles y plazas de esta ciudad en medio del entu­
siasmo y regocijo de estos liabitantes. Formaban
en la procesión, los alumnos del Colegio con flores,
estandartes, cirios y emblemas alusivos, niñas ves­
tidas de blanco, la Banda de música, la orquesta
de la Catedral, numeroso clero y devota muche­
dumbre de señores. La imagen de la Virgen e r a .
llevada en artísticas andas cuajadas de luces y de
flores. Las calles del tránsito ostentaban vistosas
colgaduras, airosos festones de verde ramaje, co­
ronas é imágenes de María, pabellones, inscripcio­
nes y dedicatorias. Una senda alfombrada de olorosas
flores y hojas de laurel sembraba el curso (fe tan
hermosa procesión, durante la cual se soltaron pa­
lomas y morteretes y se hicieron otras demostra­
ciones de entusiasmo y devoción á María Auxilia­
dora. El periódico local E l Vigía Católico de quien
son estas últimas líneas, añade lo siguiente. « No
recordamos haber presenciado aquí, desde hace
tiempo, ninguna manifestación en honor de la Vir­
gen Santísima , tan espontánea , entusiasta y tan
brillante como esta que reseñamos. »
En este concierto de fiestas y solemnidades hubo
una nota especial, más que todas brillantísima, y
fué el número extraordinario de personas que se
acercó á la Mesa Eucarística durante todo el mes.
El dia de la Virgen repartiéronse más de trescientas
Sagradas Formas y más de quinientas el domingo
siguiente en que se celebrtS la fiesta. En este dia
hubo tres Misas de cumunión. Varios niños y niñas
de recibieron su primera comunión de manos del
M. I. Dr. D. Antonio Villas, Canónigo Lectoral y
Vicario General de esta Diócesis.
La Schola Cantorum demostró, como siempre, su
entera sumisión á las leyes déla Iglesia, y á la vez,
su buen gusto artístico y el alto concepto que tiene
formado de lo que debe ser la música religiosa,
presentando á la Santísima Virgen una preciosa
colección de las más selectas composiciones de es­
cogidos y aprobados autores entre los clásicos. Fi­
guraban en ella Palestrina, Victoria, Bach, Perosi,
Haller, Andreas, Pancaldi, Pagella, Anerio, Thermignón y otros varios. Un doble aplauso al digno
Sr. Director del Colegio, por la acertada direoñón
que dió á los coros y por haber sido el alma de
estas solemnísimas fiestas marianas.
¡ Que no pasen con el mes florido las ofrendas
á María , que no queden mustias las flores: reno­
vémoslas con las siemprevivas!

VIQO-PONTEVEDRA — Hermosas fiestas — Primera
comunión. — Consuelo inmenso ha experimentado
nuestro corazón al ver el entusiasmo con que se
celebraron la fiestas de María Auxiliadora, en este
año. Apesar de no poderse celebrar la soIemni<.liul
el 24, con todo fué éste un dia de verdadero re­
gocijo y de alegría indecible. Era la fiesta de la
Madre y sus hijos no podian menos de reiulirle
¿ributo de amor y gratitud. .‘\ las 7 i p de la ma­
ñana, unos 40 angelitos se hallabati al pie del ta­
bernáculo , ansiosos de recibir por ve* primera á
aquel Niño divino que con tanto amor deseó ha­
bitar en sus tiernos corazones. El abad-prior de !a
Colegiata D. Faustino Ande, momentos antes de
la Comunión, les dirigió una sentidísima plática á
la que correspondieron todos dignamente: pues se
acercaron al Sdo. Banquete 150 niños y unas 500
personas de ambos sexos.
— Fiesta de María Auxiliadora. — La novena em­
pezó el 9 de Junio. El Rdo. P. Matías Buil sac.
sal. fué el elegido para cantar las glorias de Aquella
que es Auxilio de los Cristianos. La Iglesia se vió
concurridisima : era un continuo afluir de gente de
todas partes y el local era insuficiente para con­
tener tan inmensa muchedumbre, y esto durante
toda la novena. Finalmente el 18, día señalado para
honrar á María, el amor y cariño á esta buena
Madre rayó en frenesí y desde muy temprano se
hallaron ocupados todos los asientos. En todas las
misas que hubo, fué necesario dar la comunión á
centenares de personas y los niños todos no de­
jaron de acercarse á la Sda. Mesa en honor de tan
cariñosa Madre. A las 10 se celebró la misa solenne. El Párroco del Sdo. Corazón ofició de preste
y el P. Matías en su panegírico arrebatado, estuvo
sublime. La escolanía después de haber hecho oir
sus argentinas voces, cantando con afinación y
gusto, letrillas precio.sas y hermosos motetes todo
el mes y novena, hoy se hizo notar interpretando
lindamente una excelente partitura del M" Botazzo.
Por la tarde el coro repitió sus bellísimas can­
ciones litúrgicas y el orador puso digno remate á
la solemnidad con una magnifica conferencia á los
Cooperadores. Se impartió la Bendición con S. D. M.
y luego se entonó un adiós! que arrancó muchas
lágrimas.

Por América.
IBAQUÉ (Colombia). — Tomamos de E l Registro
Oficial de ¡bagué: c Escuela Salesiana. — Grato nos
es anunciar que, debido á la acción combinada del
Ilustrisimo Sr. Obispo de la Diíicesis, del Sr. Go­
bernador del Departamento y del R. P. Jerónimo
Cera, funciona ya en la ciudad este benéfico Esta­
blecimiento. Tan simpática institución está llamada
á regenerar la sociedad, á ejercer decisiva influen­
cia en la prosperidad y progreso del T olim a; un
gremio de artesanos educado concienzudamente en
la noción de la moral y del deber, en planteles
donde á la vez que se adquieren sólidos conoci­
mientos en las artes se ensenan las prácticas cris­
tianas y el temor de Dios, dejará de ser una ame-

— 2 I6 —

naza en nuestras conmociones políticas y será en
adelante la garantía y factor principal del orden y
del trabajo ».
J£l Instituto está provisto de útiles y máquinas
de carpintería, sastrería y zapatería y dirigen las
diversas Escuelas hábiles maestros extranjeros.»
La obra saleslana en Ibagué, como en toda la
generosa República de Colombia, goza de muchas
simpatías. Mucho ha que se deseaba allí una fun-,
dación. El Municipio y los vecinos habían hecho
generosas ofertas, hasta que, hace dos años, el
Illmo. Sr. Obispo, Dr. D. Ismael Perdomo, logró
alcanzar del Ispector, R. P. D. Antonio Aime, que
le enviara dos sacerdotes y un hermano, para co­
menzar. En breve se captaron el general entusiasmo,
y con las limosnas que se les envían, están fabri­
cando un hermoso edificio ¡)ara talleres, y tratan
de implantar una colonia agrícola.
Que la obra adelante y que realice todo el bien
que se le brinda en aquella dudad, como en toda
la República, son nuestros fervientes votos.
GUAYAQUIL (Ecuador) — Nuevo Asilo Saleslaoo, —
De E l Ecuatoriano^ diario local, cortamos:
Asilo José Domingo de Saatistevao.
El día 3 de! p. p. Enero se inauguró este al­
bergue de caridad y educación cristianas para httérfanos y niños desgraciados, del que no sólo Gua­
yaquil sino el Ecuador entero reportarán grande
provecho.
Tan importante obra ha venido á completar el
hermoso cuadro que ofrece Guayaquil con sus muchas é importantes casas de beneficencia.
Allí encontrarán el pan del cuerpo y del alma
los desheredados de la fortuna, los niños meneste­
rosos en cualquier sentido, que , al amparo de la
caridad católica, quieran vivir y desarrollarse en el
santo temor de Dios, en la práctica de la virtud y
en los conocimientos humanos , á la vez que ad­
quirir hábitos de trabajo; allí llegarán, con el trans­
curso del tiempo, á ser ciudadanos honrados y
útiles á sus familias y A la sociedad. De modo que
bien pueden los tutores de niños infortunados, to­
mar nota de la fundación de este asilo, como de
un suceso ejue. alcanza las proporciones de un feliz
acontecimiento social.
I). José Domingo de Santistevan comprendió la
necesidad que había de una obra de esta clase,
supo iiue un grati tiúmero de niños, que hubiese
teniiio la tlesgracia de perder A sus padres, ó no
pudiese contar con el apoyo tle éstos, vagarían des­
amparados , creciendo en meilio del fango y del
vicio, y que llegarían más tarde á ser un verda­
dero cáncer social; y amante, como era de su pa­
tria. con ese amor sublime, puro y desinteresado
que sólo es ca^vaz de inspirar la Religión del Di­
vino Jesús, quiso satisfacer esa imperiosa necesidad
y á ese noble objeto dedicó casi todos sus cuan­
tiosos bienes, disponiendo en su testamento, que
sus albatx'as, en asocio «.leí señor doctor Don José
María de Santistevan , realizaran su piadosa obra,
como se ha hecho al fin, con una modificación del
todo accidental.
Sus dignos albaceas, señores don Ignacio Robles

y Simón Amador, señora doña Aurora Benítez de
Santistevan y señorita Rosario Plaza Iglesias, miem­
bros todos de la familia del testador, muy distin­
guidos por él, no obstante su decidido interés por
la realización de la Utilísima obra del Asilo, no
pudieron absolutamente llevarla á efecto en el bre­
vísimo plazo del año que ponía término á su albaceazgo; pero su solicitud Ies hizo concebir la
feliz idea de trasmitir su encargo á la honorable
y por mil títulos benemérita Junta de Beneficencia,
debido á la cual, y mediante la noble y constante
labor de sus dos filántropos miembros, señores don
Ignacio Robles y Manuel Cabrera Ayala, es hoy
algo más que una consoladora promesa la creación
del Asilo, que tan grandes é importantes beneficios
está llamado á prestar á la humanidad.
Pero lo que más enaltece á los ejecutores déla
voluntad del P'undador ; lo que hace más grandiosa
y proficua su meritoria empresa, es el tino y acierto
con que supieron escoger el personal directivo del
A silo , fijándose en los distinguidos y abnegados
Hijos del grande Apóstol de la juventud desvalida,
del inmortal don Bosco, á quien pronto venerare­
mos como santo, precisamente por su perfecta y
heroica consagración á los hijos del pueblo en todo
el mundo. En ello tenemos, pues, la prenda más
segura de éxito satisfactorio.
¡Bendito sea don José Domingo de Santistevan!
benditos los que han llevado á cabo su obra y ben­
dita y la Pía .Sociedad Salesiana que la ha tomado
á su cargo 1

Italia.
El 2i de Junio en Turin. — Pasadas las fiestas ro­
manas, salió de la ciudad el Sr. D. Rúa. A la ida,
había visitado los Oratorios de Pisa y Livorno.
Luego fué hasta Caserta y regresó visitando los
Institutos de Florencia, Faenza, Bolonia y Milán,
satisfeclio de hallar en todas partes florecientes los
Oratorios festivos.
El 23 se presentaba de nuevo en el Oratorio.
La banda prorrumpió en una marcha triunfal y los
alumnos, desplegados en dos alas, en clamorosos
vivas. Fue éste el principio de las fiestas en honor
del amado Padre, inseparables siempre de la me­
moria de D. Bosco.
A las 8 p. m. principió la velada con el canto
dcl himno compuesto para la ocasión por el cantor
de D. Bosco, el Rev. D. Lemoyne, y musicado
por el Mtro. DogHani. Sublime en sus estrofas,
halló quien lo supiese interpretar sublimemente
también. No eran sólo los cantores los que can­
taban, en ciertas partes se mezclaban todos los
moradores del Colegio, resultando verdaderamente
grandioso, universal. Los Salesianos todos del
mundo tenían su corazón allí. Sig^uiéronse bellas
composiciones de los representantes de las diversas
casas.
El Rev. D. Marchisio, Director, presentó al fes­
tejado los varios regalos, entre los cuales sobre-

— 217 —
salía un riquísimo frontal, finisimamente recamado
por las Hijas de María Auxiliadora de Niza Monferrato, para el altar mayor.
Al día siguiente, reuniéronse al rededor del padre
los antiguos alumnos, y después de obsequiarle,
se dirigieron á la tumba de D. Bosco.
La velada del 24 se consagró á la memoria de
D. Bosco. Los cantos y poesías se alternaron con
la representación de cinco cuadros vivos, alusivos
á la vida y la misión de nuestro Fundador: su
titulo era : D . Bosco en la escuela del Nazareno,
y gustaron tanto, que debieron repetirse.
Dióse lectura á muchos telegramas. Ni faltó la
voz de los lejanos. El P. Rodolfo Fierro, á nombre
de los Salesianos, alumnos y Cooperadores colom­
bianos, saludó al Sucesor de D. Bosco con una
poesía palpitante de amor y de entusiasmo. El
P. Coppo habló con efusión del bien que se va
haciendo en Nueva York, arrancando vivos aplausos;
y el P. Pane, después de haber leído una hermosa
poesía castellana, presentó á D. Rúa en una cajita
50 esterlinas en oro, de parte de los Cooperadores
y 160 francos de los Antiquos Alumnos de Lima.
El Superior agradeció vivamente la oferta, tanto
más que á su vuelta de Roma había encontrado
varias cartas de los acreedores que querían cobrar
con urgencia.
Como recuerdo de la filial demonstracióa del 905,
los antiguos alumnos harán un altar de mármol
para el altar del coro de María Auxiliadora.
Finalmente habló D. Rúa, bendijo á los presentes
á nombre de Su Santidad, agradeció la oportunidad
y lo práctico de los regalos y les excitó á gritar
tres vivas: al Papa, á S. Juan y á D. Bosco.
Resonó el salón con vivas á D. Rúa y terminó
la grata fiesta.
El Congreso de Música Sagrada. — Prueba de que
el sabio Motu proprio de Pió X produce grandes
frutos, fué el entusiasmo con que se celebró en Turin
este Congreso los dias 6, 7 y 8de junio, al que to­
maron parte grandes maestros de toda Italia. La
sala de reunión fué el teatro del Oratorio de Valdocco. En tres secciones se dividieron los trabajos.
La primera se ocupó de la parte vocal ó sea de
las escolanias, canto gregoriano y su acompaña­
miento, etc.
La segunda de la parte instrumental: órgano,
armonio, banda, etc.
En la tercera se trató de la propaganda; libros,
periódicos, etc. y se determinó instituir, á ejemplo
de Alemania, Suiza y Austria, una Federación Na­
cional Ceciliana, con el objeto de alcanzar la uni­
formidad de criterio y de acción necesaria para
llevar al arte sagrada el decoro y majestad que se
propKine el Sumo Pontífice.
Se nombró una comisión compuesta de Mons.
Nasoni — presidente del Congreso — del Cab. Tebaldini y del P. Baratta, Salesiano, encargada de

I

redactar un reglamento y tomar las deliberaciones
oportunas.
El Congreso fue honrado por la presencia de Su
Eminencia el Cardenal Richelmy, Mons. Ridolli,
Mons. Re y otras eximias personas.
El Mtro. Dogliani con sus alumnos tomó gran
parte, en él, pues ejecutaron magistralmento las
melodías del canto gregoriano y polifónico, on
compañía del Seminario.
Bajo la dirección de Dogliani cantóse en la ca­
tedral el último dia, con asistencia del Emmo, Car­
denal, la Misa fúnebre Ac/crna Chrisli muñera de
Palestrina.
No dudamos que este Congreso infinirá podero­
samente en el desarrollo del canto litúrgico y for­
mará época en la historia del arte. Los .Salesianos
se consideran afortunados en haber podido cooperar
cuanto les fué posible á su mayor éxito.
El nuevo Delegado Apostólico de Méjico. ^ El Ora­
torio tuvo la fortuna de hospedar á Mons. José
Ridolfi, Arzobispo de Fodi, y ahora Delegado ante
la Rep. Mejicana.
Sus exquisitos modales y grandes cualidades le
ganaron nuestro afecto, y esté seguro que le acom­
pañan siempre nuestro amor y gratitud. Perma­
neció del 6 á 9 de Junio, dia del 37° de la con­
sagración del Santuario de María Auxiliadora.
Al eximio Prelado nuestras gracias, y votos* por
su felicidad.
XVI Congreso encarístlco. — Superior á todos los
anteriores, por su magnificencia, su numeroso y
selecto concurso, la calidad de sus oradores, etc.,
fué este Congreso celebrado del 1“ al 7 de Junio.
El Soberano Pontífice quiso inaugurarlo con un
solemne pontifical en S. Pedro , animarlo con un
apostólico discurso y cerrarlo con la procesión y
Bendición con .S. D, M.
Muy satisfactorio nos fué ver entre los Prelados
y los Jefes de Asociaciones católicas, y oír su voz,
al Tilmo. Sr. Obispo de Lugo y al Exmo. .Sr. De­
legado de España ante la Santa .Sede, el cual díó
cuenta de las adoraciones nocturnas é liizo votos
para que se generalizaran, tomando á España por
centro.
Quiera Dios que este Congreso , celebrado para
hallar los medios de reavivar la devoción al Dios
Prisionero del altar, produzca los frutos apetecidos.

— 2 I8 —

(Dcmoría$ BÍográíÍca$
DE

M O N S . L U IS L A S A G N A
(Continuación).

C a p ít u l o X X V .

A{cHcultura y viticultura — Por los ímmigrantes
italianos — Museo de Historia Natural — Obser
vatorio meteorológico y su Boletiu — El profeta
de la ciencia — Línea telefónica — En las
cárceles — La Sociedad de los Oratorios festivos
— Palabras de oro.
'i celo de nuestro misionero iba tomando creces
cada día, modelándose de las más distintas ma­
neras, conforme lo exigían las circunstancias. En
sus manos todo resultaba expediente eficaz para
proffurar la salvación de las almas. Tal sucedió con
la agricultura y especialmente con la viticultura:
y este fu6 un medio de que se valió con una in­
dustria muy característica y que puede contarse
entre las glorias de su multiforme apostolado.
Muchos de los habitantes de la República Orien­
tal se habían consagrado casi exclusivamente á la
ganadería, fuente por entonces de la gran parte de
la riqueza pública y privada. La misma agricul­
tura estaba limitada á unos pocos cereales y le­
gumbres, y casi todo el trigo necesario se importaba
de los Estados Unidos de Norte América, Cuanto
á la vid, era planta de jardín: bien pocos la culti­
vaban, y éstos sólo con el objeto de tener en la
mesa lozanos y sabrosos racimos. Lejos de pensar
en extender el cultivo de esta planta, todos cedían
al rancio prejuicio profundamente arraigado, de
que la vid era de todo punto incompatible con el
clima de .América, de que jamás podría prosperar
en aquellos terrenos rehacios en mil anteriores
experiencias.
El P. Lasagna no se dejó llevar de tales preocu­
paciones, y apenas sentó el pié en el Uruguay, hizo
propósito de fabricarse el \ino para la )Cisa, no
pudiendo dar fe á la legitimidad del que se compra­
ba. Comenzó por servirse de la uva indígena de los
jardines, la cual, siendo muy acuosa y de ínfima
calidad, no podía por cierto dar de sí vino generoso.

Formó después un rico vivero de vides, pidiendo
majuelos á cuantos los poseían. Y no satisfecho
con ésto, hízolos venir de Italia, especialmente de
Montemagno, prevaliéndose de la insigne benevo­
lencia de su tutor, el Caballero Dr. Rinetti. Más de
veinte calidades de vid plantó en Villa Colón, de
suerte que entre todas ellas, muchas halló acomoacomodadas á aquel clima y á aquel suelo. E l éxito
fué brillantísimo : aquellas vides italianas ó fran­
cesas, cultivadas con arreglo al sistema Guiot,
llegaron á dar en término medio de 14 á 15 kilo­
gramos de uva cada una, y el vino resultó exce­
lente, como lo probaron las medallas ganadas en
las exposiciones de Génova, Cliicago y Montevideo.
Así logró no sólo obtener vino de misa para sus
casas, sino proporcionárselo á muchas iglesias de
la República.
Pero lo que más le preocupaba era el dar trabajo
y ganancia honrada á los inmigrantes italianos.
Por tanto, á los que ya poseían terreno los ayudó
proporcionándoles vides y dándoles instrucciones
y alientos, y así consiguió ver surgir en Villa Colón
y más allá lozanísimos viñedos que fueron para
sus proprietarios manantial de grandes riquezas.
Y no se detuvo aquí. Procuró despertar entu­
siasmo en los ricos del país: les señaló buenas fa­
milias de italianos aptos para la viticultura, y para
quitar de en medio mutuas difidencias, redactaba
de vsu propio puño los contratos de aparcería, fir­
mándolos él mismo como fianza de su recíproca
buena fe. Inmenso fué á no dudarlo el provecho
material que produjo esta su incansable actividad
y energía : pero lo que él preciaba más era el pres­
tigio que de esto resultaba al sacerdote, y la mayor
eficacia de su apostolado.
Con el mismo fin, santamente audaz, digno del
misionero católico, dió poderoso impulso á las cien­
cias naturales en el Colegio Pío IX , dotándole de
una notable colección de coleópteros, de fósiles y
animales antidiluvianos y de otros objetos muy
preciados por los hombres de ciencia. Pero lo que
sobre todo le interesaba era efectuar los designios
de D. Bosco con respecto al Observatorio Meteoro­
lógico : por eso, apenas terminada la alta torre de
observación, y traídos de Europa y dispuestos los
instrumentos, se celebró la solemne inauguración.
E ra el 7 de Octubre del año 1882. En aquellos días
estaba de paso por Monte\ddeo Mons. Mario Mocenni. Prelado de egregias dotes de inteligencia y de
corazón, entonces internuncio de la Santa Sede en
el Brasil y actualmente Cardenal de la Santa Iglesia.
Como á representante de un Papa gran promotor
de los estudios serios, se le reservó la bendición

del nuevo observatorio. Concurrieron también el
Obispo, numeroso clero, y los más ilustres persona­
jes civiles y políticos del Uruguay. Así tuvo prin­
cipio aquella red de Observatorios meteorológicos
ideada por el P. Denza y destinada á estudiar los
fenómenos de la atmósfera en la parte más meri­
dional de América, de donde ordinariamente pro­
ceden las tormentas y huracanes. Y á fe que no re-^
sultaron vanas las esperanzas que en los Salesianos
había cifrado el célebre metereólogo bam abita,
porque, limitándonos al Observatorio de Villa
Colón, se comenzó á publicar mensualinente un
Boletín que con esmero y minuciosidad apunta los
datos de las observaciones y los lleva á conoci­
miento de todos los .observatorios y centros cien­
tíficos del mundo. Desde aquella torre un Salesiano con sus profundos estudios y con incansable
paciencia, alcanzó á determinar la periodicidad de
cuatro temporales que anualmente van á descargar
en aquellas comarcas, y pudo prever varios vio­
lentos ciclones y espantosos huracanes muchas
horas antes de su llegada, y notificándolos al
puerto de Montevideo, tuvo la dicha de impedir
naufragios y desastres incalculables. Estos impor­
tantes servicios prestados á la sociedad le merecie­
ron al Director del Observatorio de Villa Colón los
más sinceros elogios y el más cordial agradeci­
miento del Coronel Depuis, Comandante del puerto.
Además de esto el limo. Sr. Mariano Soler, más
tarde Arzobispo de Montevideo, felicitando á los
Salesianos por sus progresos en la metereología,
en un precioso documento llamaba al referido Di­
rector Profeta de la ciencia. Y á tal punto llegaron
las cosas, que el Gobierno, para recibir con más
prontitud los avisos, hizo construir una línea tele­
fónica de diez kilómetros para unir el Observatiorio
de Vüla Colón con la Administración de Correos de
la Capital. Desde entonces , á poco que se conturbe
la atmósfera, los navieros no se inclinan á zarpar
sin previo parecer del Observatorio.
Bien es verdad que no era el P. Lasagna quien
llevaba á cabo todas estas minuciosas observacio­
nes, pues no tenía tiempo ni lugar para ello, pero
de él venía el impulso ; él era quien sostenía el tesón
y buena voluntad de los hermanos; él quien resol­
vía todas las dificultades y atropellaba por' todos
los obstáculos. Y él santamente se ufanaba de
aquellos triunfos de la ciencia reportados por clé­
rigos, á quienes el mundo se obstina en tildar de
obscurantistas y retrógrados, , porque le confir­
maban
vez más en su nobilísimo ideal, con­
viene á saber, en que los sacerdotes deben, con el
estudio y la aplicación constantes, llevar enhiesta

la cruz y hacerla amar por grandes y pequeños,,
como símbolo de verdadero progresso y civili­
zación.
Mas, al paso que se ingeniaba por mantener viva
el ansia, de saber en sus hermanos y alumnos, no
perdía de vista las obras de su apostolado, las cua­
les estaban por encima de todos sus demás pensa­
mientos. Y en esta época sus cuidados y desvelos
se dirigieron á aquellos infelices que la sociedad
arroja de su seno por causa de sus delitos y que gi­
men en el fondo de un calabozo para expiar sus
culpas. Invitado á predicar los ejercicios csjíirituales á los presos, ¿cómo pudiera nunca rehusar
su ministerio, aun á costa de cualquier sacrificio,
él, que recordaba como las cárceles de Turín liabían sido testigos de los primeros combates do
D. Bosco en la palestra sacerdotal ?
(Se continuará).

Necrología
£1 £mmo. C a ri Hndrés Hiuti.
plácidamente en Roma el 28 de Abril.
E spiraba
Su vida fué un continuado servicio á la
Iglesia. Poco después de ordenado, fué agregado
á la S. Congregación del Concilio, y luego en­
viado á Rio Janeiro como Secretario de la Internunciatura y después Delegado, l'-n 1H86
acompañó como secretario á Mons. Agliardí, hoy
Vice-Canciller de la S. I. R., en su viaje á las
Indias para reconstituir la gerarquia católica.
Llamado á Roma su principal, le sucedió, y en
Marzo de 1887 fué preconizado Arzobispo titu­
lar de Acria, título que más tarde cambió por
el de Damiaia.
Llamado á Roma el 91 fué Are. de Propaganda
para los asuntos del rito oriental, y cooperó al
trabajo que precedió á la Encíclica de la unión
de las iglesias.
E l 93, Nuncio apostólico en Mónaco, y final­
mente en el 96 se le nombró Nuncio en Lisboa,
donde favoreció mucho nuestras Obra.s. Fué
creado Cardenal en el último Consistorio de
León X III el 23 Junio de 1903.
Un sufragio para su alma-



fíion$. pan B. ScalabrinI
Obispo de Placencia.
Cuando al alborear el 2 de Junio, las cam­
panas de Cremona saludaban con entusiasmo á
Mons. Bonomelli por sus bodas de oro sacer­
dotales, las de Placencia lloraban la muerte de
Mons, Scalabrin i, el íntimo ami^o del Obispo
cremonés y compañero en sus labores á pro de
los emigrantes italianos; 29 años había regido
su diócesis con admirable lino.
Los placentinos recordarán siempre con gra­
titud al celoso pastor y los italianos todos le
agradecerán cuanto á favor de sus compatriotas
hizo. También los Salesianos le rendimos el justo
tributo de reconocimiento por sus favores. Su­
fraguemos su alma preciosísima.

Srita pabel de Hncl)orena.
El día 13 del pasado Enero espiró en el ós­
culo del Señor e.sta ilustre y cristiana dama que
vivió con vida angelical, dedicada á la piedad
hacia Dios y á encendida caridad para con sus
prójimos.
Todos las obras de beneficenoia de Buenos
Aires, pero en especial modo los Institutos Sa­
lesianos de aquella gran ciudad, han perdido
con la muerte de la Srita Anchorena su más
válido apoyo.
La Obra de D, Bosco puede atestiguar que
desde las Misiones de la Tierra del Fuego hasta
las casas de Mendoza, en casi todas las setenta
y cinco existentes, han llovido las limo.snas, ó han
sido siquiera rociadas por la beneficiencia de la
digna hermana del inolvidable é insigne C o o ­
perador Salesiano Dr. Tom ás Anchorena.
Fué la Srita Anchorena la primera que se
suscribió para levantar una Capilla y una escuela
en Maldonado. El Tem plo-Hom enaje de San
Carlos la tuvo también por una de sus prínciI>ales Bienhechoras ; por largo tiempo fué activa
y closa Vice-prcsidcnia del comité auxiliar de
Cooperadoras Salesianas.
Descanse en paz el alma de la ilustre y piatlosa finada y su memoria dure eterna en el
corazón de todos los buenos.

Cooperadores Salesianos difuntos
ESPAÑA.
Sra. D*. Concepción Franco Romero — Aracena (Huelva).
Sr. D. Narciso i ki y Masgrau — Barcelona.
*
Luis Sánchez y Merli
»
»
Am onio Bai.xeia
»

220



»
»

Manuel Caleañas
»
Pablo Ferrer Llovera — Ciudadela (Ba­
leares).
»
Victoriano Herrero Martin — Cerralbo
(Salamanca).
Sra. D“.JuUana Jato — Cerralbo (Salamanca).
Sr. D. Santiago Cencenrero — Cuenca.
Sra. D®.Clara Domínguez —
Málaga.
^Sr. D. Juan González del Nido
»
Exem a Sr*. Condesa del Castillo de Cuba >
Sra. D “. A na M®. Prats

Mogente.
*
Francisca Ant*. Tortosa
»
»
Alejandra .Moyordomo —
Aíasegosa
(Cuenca).
Rev. Sr. D. Pedro Hernández — Mahón (Ba­
leares) .
Sra. D*. M*. Manuela Hernández — Pozos (Sa­
lamanca).
»
Rosa Vaguero
»
»
Francisca Organero Contreras — Pue­
bla de D . Fadrique (Toledo).
»
Benita Baquero —- Valdecolmenas de Abejo (Cuenca).
»
Juana Harra
»
>
»
Eugenia Pol

Zaragoza.
»
Carmen Omedas
»
»
Concepción Viilafranca
»
»
Luisa A lcrudo
»
»
Pilar Gresa
»
AMÉRICA.
Sra. D “. Juana P o la n co — Comalapa (Nicaragua).
»
Juana Alonso —•
D iriá
«
■*
María Perfecta Muñoz »
»
Sr. D . Iginio Mora
»
Sra. D“. Saturnina Rocade L u n a — Granada »
Sr. D. Gregorio Sandoval
»
Srta. D*. Estebana A cebedo
»
>
Sr. D . Miguel <’ rtiz — Guatemala {Gua.iemA\o).
»
Pedro Ramírez
»
»
Sra. D*. Leoncia O bando— Granada (Nicaragua)
Sr. D. Pedro Cabrera — Jerez (México).
Sra. D*. Sebastiana Espinoza — Managua (Ni­
caragua) .
»
Carmen V . Castillo
»
»
Sr. D . Tom ás Ramos —
Felipe Lara (Vene­
zuela).
Sra D*. Macedonia M ejía— S. jí/tiríw (Nicaragua).
*
Manuela Sánch ezd ejuaqu in »
v
»
Catalina Uriarte
»
»
ITALIA.
Sig. Conte Felipe M*. Pérez —

Verana.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JOSÉ GAMBINO.
Turín, Tip. Salesiana (B.S.) — Via Cottolengo, 32.

Fecha
1905.08