BS_1905_05

Ficha

Título
BS_1905_05
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo
extracted text
LETIN
ti

E»r/'¿,^r>

ESIANO

R e d a c c ió n y H d m iq is tr a c ió n

© -^

Via Cottolengo, 32
AÑO X X — N. 5



Publicación mcfísual

SUMARIO: María Madre y Auxilio de los Cristianos . 109
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r ic a ................................................................. 117
De nuestras Misiones: Una preciosa confesión — En
el Gran Para (Brasil — Ecuador............................. 116
Santiago de C h i l e .................................................... 121
Gracias de María A u x ilia d o ra..................................122





Tnriti-Ilalia.
M A Y O de 1905

D‘ . Manuela Borgoño de K i e l e r ........................ 124
Crónica Salesiana : Barcelona — Santa Tecla — Bar­
celona — León-Mejico — La Paz (Bolivia) — Viedma
— M ontevideo................................................... 125
Variedades: María : Poesia . . . . . . . . . 1 2 9
Bibliografía...................................
131
Necrología— Cooperadores Salesianos difuntos . , 13a

M a r i a M a d r e y A u x ilio d e lo s C r is H a q o s

Extiende al mundo todo tu
mano, Auxiliadora.
(S. G brmAn).

ux resuenan en el ambiente las
últimas dulcísimas notas del
himno gigantesco que el mundo
entero entonó á la Purísima, á la In­
maculada Madre de Dios en su año Ju­
bilar. De todos los ámbitos del mundo,
respondiendo á la paterna invitación
del Sumo Pontífice, se oyeron gritos de
entusiasmo y de fervor: y al ver el jú­
bilo que fecha tan memorable producía
en todos los corazones, el pecho se
abría á dulces esperanzas- Aquella
santa portía, que pueblos y naciones
demostraban en honrar á la Madre de
Dios, fue para todos una revelación
consoladora, revelación de la fe que

aun palpita en millares de corazones;
por que mientras María ocupe su puesto
de honor en el amor de las almas,
mientras el culto de María exista en
el hogar y en el templo, Jesús tendrá
adoradores y secuaces. P'ué, pues, para
los católicos el ano Jubilar un año de
consuelos y de alientos. Si la procla­
mación del dogma sirvió de piedra de
toque de la fe, para probar la estabi­
lidad y firmeza de los verdaderos cre­
yentes, el Jubileo ha sido como un po­
tente despertador de esta misma fe, la
ha sacudido en las almas apocadas, la
ha vivificado con el ejemplo de las al­
mas fuertes. Hemos visto á pueblos y
ciudades enteras deponer el mísero res­
peto humano y correr en grandiosos
peregrinajes á postrarse á los pies de

— lio —

María en sus más célebres santuarios
y allí jurar adhesión eterna á Cristo y
á su Vicario; á pesar de que en mu­
chas ciudades, en que la impiedad era
dueña del campo, fuese casi temeridad
hacer procesiones y peregrinajes. Pero
¡viva Dios! que la fe en este siglo sabe
también salir vencedora y triunfante.
— Y ved como ahora y siempre es
María el camino más breve y seguro
para llegar á Jesús; ved como la de­
voción á María es la señal más po­
tente de la vida de la fe.

que ha querido darnos en una mujer
celestial, en una madre, el símbolo de
su eterna misericordia. El para Sí se
reserva la justicia, por que es padre,
porque es Dios, y nos pone delante á
María, como perpetua prenda de infinita
piedad y perdón: casi quisiéramos decir
que la persona de María es como la
figura humana de la Divinidad que re­
coge nuestras plegarias, las presenta
adornadas con su amor de madre ante
el trono de Dios, y después las de­
vuelve, las convierte en lluvia de eracías sobre los que la invocan, hacién­
*
* *
dose medianera de Dios y auxiliadora
María es como la representación de de los hombres.
la bondad y ternura de Dios, porque
á Ella está encomendada la distribución
de las gracias á los hombres. Es Madre La historia de la devoción de María
de Dios, dignidad excelsa, la más alta en los siglos y en las naciones es la
á que una criatura pueda llegar: y bajo historia de las bondades de Dios. Del
este título sublime los hombres, peque­ pie de la Cruz partieron los Apóstoles
ños y miserables como son, apenas osa­ bañados en la sangre aun fresca del
rían levantar los ojos para mirarla, Salvador y repletos del Espíritu de Dios,
porque los deslumbraría el esplendor para convertir las naciones á Cristo:
de tanta gloria. Pero tiene otro título, del pie de la Cruz partió también María,
otro oficio que nos es querido y sim­ investida con el sublime título de Madre
pático, que nos representa la parte más de los hombres , partió no para con­
amable, más bondadosa de esa Señora vertir las gentes, sino para amparar á
incomparable: María es Madre de los los convertidos, no como heraldo del
hombres, madre nuestra. Jesús, en el Evangelio, sino como mensajera de las
momento más solemne de su existen­ bondades del amor infinito de su Hijo;
cia, cuando alzado sobre el madero de en la frente llevaba escrito el dulcísimo
la Cruz, estaba para expirar, la dió al nombre de Madre. Desde entonces co­
mundo por madre, por protectora y au- menzó para la Cristiandad esa historia
xiliailora divina. Y este es el título por portentosa de infinitos beneficios, gra­
el cual el hombre confiado acude á ella, cias y milagros que el nombre y poder
este el oficio que más le entusiasma y de María han ido esparciendo á través
enternece. Somos todo debilidad y pe­ de los siglos. ¡Ah I si nos fuera dado
quenez. y al ver en el cielo una Madre escudriñar los secretos de las almas y
tan grande y tan buena, tan santa y descubrir el manantial de tantos pro­
pura, y al mismo tiempo tan bonda­ digios, veríamos en el fondo de todos,
dosa con los pequeños y los pecadores, ó la mayor parte de tales portentos
nos sentimos confortados, animados por obrados por Dios — portentos de gracia,
la gracia y por las ternuras de Dios, de misericordia, de amor — veríamos

— III

cristiano. Cuando la invocamos en el
santuario del alma ó en las públicas
funciones del templo con el título de
Consoladora de los afligidos^ Salud de
los enfer^nos etc., no se nos presenta
sino como por una parte sola de su
poder, como limitada á una sola nece­
sidad ; mientras que. al pronunciar el
nombre de Auxiliadora de los Cris­
tianos, la Virgen se nos representa en
toda su grandeza, en la universalidad
de su poder, amparando á grandes y
pequeños, á pueblos y naciones, como
una gran Madre que cobija bajo su
manto la humanidad entera.
Y por eso, al pensar en el motivo
que indujo á Don Bosco á invocar á
María con este nombre, nos lo expli­
camos: el nombre correspondía al hom­
bre; el título de Auxiliadora es uni­
versal y grandioso como universales y
grandiosos eran el corazón, el celo y
los proyectos de D. Bosco.
Esforzaos , pues , amados Coopera­
dores, en propagar la devoción á María
Auxiliadora de los Cristianos; á Ella
acudid en vuestras necesidades, en vues­
tras dudas, en vuestras tribulaciones.
Nuestro humilde Bolktín os lo dice
todos los meses publicando los favores
que María concede á sus devotos, y
quizá muchos de vosotros haya tenido
ocasión de experimentar las ternuras
de esta celestial Madre: haced á los
demás también partícipes de esta dicha
enseñándolos á invocarla con este tí­
tulo, que en sí solo encierra tanta dul­
Nuestro venerando Padre D. Bosco zura, tanto consuelo * ¡ María Madre
nos enseñó á invocar á María con el y Auxiliadora de los Cristianos!
título atractivo y universal de Auxi­
liadora, título che compendia y abraza
todos los demás, y en el cual se encierra
un significado que en vano se buscaría
en los otros títulos, todos hermosos y
tiernos, con que la invoca el pueblo

la mano maternal de María como mo­
tora de la potencia de Dios. Como tes­
timonio perenne de ese apostolado de
misericordia, que la Madre de Dios ha
ejercido en todos los tiempos, nos que­
dan las millares de invocaciones, todas
suaves y consoladoras, con que los fieles
la ruegan, y que cada una es un com­
pendio de gracias y milagros; nos que­
dan los millares de templos que la
piedad y gratitud de los pueblos ha
levantado á su nombre; nos quedan
millares de libros en que se reflejan la
devoción y el amor de los sabios y de
los poetas; nos queda la devoción cons­
tante con que el pueblo cristiano la ha
honrado en todos los tiempos y en todos
los pueblos y con que la honra toda­
vía : testimonios claros é innegables que
nos prueban que los Cristianos no se
equivocan, no se ilusionan cuando con
confianza y amor la llaman Madre y
Auxiliadora. No vengan, pues, los mal
llamados hijos de la Reforma echán­
donos en cara que divinizamos á la
Virgen, que le rendimos un culto exce­
sivo, que olvidamos á Dios para adorar
á una criatura. No, nosotros ni adoramos
ni divinizamos á la Virgen, pero si la
vetieramos y amamos como Madre nues­
tra , como Medianera de Dios, como
Auxiliadora de los hombres. La llama­
mos Madre: y he aquí todo el secreto
del justo y merecido culto que tributa­
mos á María.



1 12



EL EEPEESEITUTE DEL SDCESOE EE EOS BflSCE
EN AMÉRICA
(Correspo)uiencia de D . Calójrero Gusmauo á nuestro R ector Mayor, D . M iguel Rúa)

EN EL ECUADOR.
E n la M isión de G ualaq u iza.
Mientras estábamos en la Capilla dando gra­
cias al Señor por el feliz viaje que nos había con­
cedido, los Jíbaros de los alrededores seguían
afluyendo á la misión, acompañados de sus
mujeres que traían regalos en yuca y plátanos,
regalos que sin jironunciar palabra arrojaban á
los pies de D. Albera, esperando la recompensa.
D. Albera repartió entre ellos agujas, hilo, de­
dales, espejos, cuchillos, estampas, cruces, pa­
ñuelos de vivos colores y demás juguetes, que
recibían con marcadas señales de alegría.
Se me preguntará ¿quienes son estos Jíbaros ?
— Procuraré en pocas palabras, y sin salir de
los límites que me he fijado en estos apuntes,
trazar algunos rasgos que puedan dar al lector
una idea de estos raros hijos de las selvas.
Muchas de las cosas que voy á describir las pre­
senciamos nosotros mismos durante las semanas
que pasamos en Gualaquiza y sus alrededores.
Viajando por el Ecuador tuvimos la dicha de
conocer al célebre P. Lasplanas, venerando reli­
gioso dominico de 8o años de edad, que fué el
primer Vicario y Suj^erior de Macas y Canelos
entre los Jíbaros : de él y de nuestros hermanos,
que desde hace más de nueve años riegan con
su sudor aquella misión, he aprendido otras
cosas ; me he servido también de los escritos de
los Padres Dominicos Migalli y Vacas.
E l tipo Jibaro. — Su retrato.
El Jíbaro es el más simpático é inteligente de
los salvajes, y al mismo tiempo el más terrible
de todos ellos. No es tan alto como el Patagón,
ni tampoco como el Coroado de Matto Grosso ;
su estatura no su}>era mucho á la media de los
euroí>eos, y es fornido y bien formado ; su porte
altivo engaña, y hace su persona más alta de lo
que es en realidad. La cabeza levantada y ma­
jestuosa revela inteligencia: el andar soberbio
é irrequieto demuestra vivacidad y firmeza. En
el Jíbaro todo es natural, el andar, la vida y la
misma exuberancia de vida. El rostro es espa­
cioso y redondeado, aunque no faltan ejemplares

de pómulos salientes, y entónces el rostro es
ancho, aplastado y un poco convexo : la nariz
algo chata, reforzada siempre con ancha base.
La cabellera es abundante, negra como el aza­
bache y lustrosa, cosa que obtiene el Jíbaro á
fuerza de cuidados y tin tu ras: es exagerado el
primor con que la cultiva y riza para que le
caiga graciosamente alrededor de la raya que
abre en medio para dejar ver la blancura de su
cabeza : la tez, morena, á causa del calor y del
descuido, pero no es negra. Se ha dicho que el
Jíbaro es de color cobrizo, ó entre rojo y cobrizo,
casi amarillo esta no es más que una ilusión
causada casi siempre por la pintura que se dan
con mucha frecuencia y de la que son en extremo
apasionados. Exprimen en la palma de la mano
ciertas semillas que contienen colores vivísimos,
y con ello se pintarrajean la cara y todas las
partes del cuerpo que quedan al descubierto,
ideando los dibujos más extraños y fantásticos.
Característica del Jíbaro es la falta absoluta de
barba, y al parecer siente por ello vergüenza,
pues á menudo se ven algunos con colosales
bigotes pintados y con la barbilla pintada de
negro. Lo repito : el Jíbaro es un tipo atrayente
y simpático, el tipo más perfecto del indio, y
poco ó nada tiene que invidiar al tipo europeo:
j>ero es de un carácter pérfido, astuto, egoísta,
vengativo, amante del ocio y del placer, enemigo
de toda ley ó yugo que le impida ó disminuya su
absoluta independencia. Si llega á notar que se
le quiere disminuir la libertad, responde con
arrogancia, que el Jíbaro es libre, que nadie es
superior á él, ni tiene derecho de sujetarlo : no
sufre inspecciones ni testigos, y antes desprecia
la vida que abandonar la idea de su libertad.
Embrutecido por las cosas materiales y sen­
sibles, no aspira más que á la utilidad de la vida
presente.
C h o za s y vestid o s.
Los Jíbaros habitan ordinariamente en am­
plias chozas de forma octágona, que varían de 12
á 24 m. de largo con una anchura proporcionada.
En cada una de estas chozas habitan cuatro ó
seis familias. Las levantan sobre fundamentos

di

— 1 13 —
de chionía, llamada madera de hierro por su
extraordinaria consistencia. E l tejado en punta y
de elegante construcción lo echan á cinco ó seis
metros de a ltu ra ; las chozas tienen dos puertas
de entrada, para ías mujeres la una y para los
hombres la otra. Los Jíbaros se dividen en tribus
más ó menos amigas ó enemigas, y cada una
ocupa su determinada extensión de bosque; se
unen con las tribus amigas con lazos de paren­
tesco, comercio y alianzas; de las enemigas
están separados por odios mortales llevados
casi hasta el delirio. Generalmente toman el
nombre de los ríos á cuyas orillas viven : pasan
gran parte de la noche pescando, y las horas del
día en que más calienta el sol, zambulléndose en
las aguas del río.
Cuando una tribu se ve amenazada, el capitán
construye su choza lo más alto que puede, fun­
dándola sobre palos resistentes que no escasean
en la floresta, y rodea su habitación de celadas
y asechanzas, y con una especie de trompeta,
hace resonar su voz á larga distancia para
llamar sus súbditos á la guerra.
Los muebles de la choza son pocos: una cama
consistente en una tabla colocada en alto, incli­
nada y tan corta que los pies quedan fuera y van
á posarse en un palo trasversal, delante del cual
hay continuamente fuego : porque el Jíbaro tiene
extremo cuidado por tener secos los pies. No co­
noce sábanas, mantas, ni almohadas : y echados
sobre la tabla duermen á su sabor, pero con su
inseparable lanza al lado, que esgrimen al per­
cibir el más mínimo ruido. Los utensilios son ;
olléLS y escudillas de arcilla, un cesto en que
llevan su carga las mujeres ; hacha, lanza y
flechas para la caza, que está únicamente reser­
vada á los hom bres; un ancho y á la vez ligerísimo escudo redondo de madera, de 70 á 80 cm,
de diámetro, para defensa personal en las
peleas, escudo que las lanzas, por más fuertes
que sean, no llegan á atravesar ; una aljaba con
flechas envenenadas ; dos especies de cestas que
contienen respectivamente los vestidos, ó por
mejor decir , los arreos del hombre y la mujer.
El vestido es sencillísimo; los hombres llevan
una ancha faja que los ciñe desde las caderas á
las rodillas,' y se llama iii p i : el tarachi de las
mujeres es un poco más largo y tiene casi la
forma de una camisa sin mangas. Lo demás del
cuerpo lo adornan con tinturas, dibujando en
la cara, pecho, piernas y brazos, con singular
esmero, las más extrañas % u r a s : las mujeres
no ponen tanto cuidado en pintarse. Teñirse es
lo que para el salvaje constituye su prin­
cipal preocupación; en los días de gran gala se
pone guirnaldas y collares formados de una
especie de campanillas, de conchas, huesos de
frutas, etc.

íl

■ Visitas y elocu en cia jíb a ra.
Cuando un Jíbaro se prepara para visitar-á
otro, se cuelga al cuello la bolsa que contieno el
itipi limpio, los ornamentos de gala, el espejo y
los colores; se da un buen baño antes de llegar
á la choza del que quiere \úsitar, sacude la larga
cabellera, la peina y dispone con suma elegancia,
ciñe á la cabeza su tetuíema ó corona de brillantes
plumas ; toma el espejo, y con la delicadeza de

S. Francisco.
E tta tu a tallada en Uu E scu ela s SaU stanas de S a rr iá ^Barcelona).

una señorita,se pinta la cara, el pecho, se arregla
bien todo el cuerpo, se pone su itipi nuevo, y con
un cuerno, que resuena majestuosamente en los
bosques, anuncia su llegada. El saludo es de
rey, que quiere desde luego llamar la atención
sobre su persona. « Vengo yo » exclama con én­
fasis; 4 ven tú » le responde el amo de casa sin
bajar de su trono. Entonces el huésped y a á
sentarse junto á él sin chistar y espera la invi­
tación del amo, quien antes de hacerlo, se atusa
el pelo, se ciñe el Undema, se cambia el itipi y se
colorea el rostro. Hecho esto, se sienta delante

— II4 —
de su amigo y le cede la palabra. Drama esplén­
dido, dice el P. Vacas, que más bien que de ser
déscrito, es digno de ser fotografiado ; elocuencia
más varonil no la he oído nunca : el gesto, la
acción es salvaje, sí, pero natural, patética,
electrizante, sublime. No son ya hombres, á
cuya conversación asistimos, sino leones ; si los
Icones hablasen, arreglarían su melena como los
Jíbaros ; moverían los hombres y el cuerpo todo,
hablarían con la rapidez y el brío de los Jí­
baros ; serían terribles y ensordecedores como
ellos ; el timbre de su voz revelaría la fuerza de
su espíritu y lo terribles que son sus proyectos.
Esta es, pues, la oratoria, la discusión de los
Jíbaros, una voz como la de E stentor; el cuerpo
entra en acción, los pies y las manos se mueven,
el pecho espacioso se ensancha, centellean los
ojos, la frente brilla como si la ciñera una corona
real, sacuden la cabeza, se desgreña la cabellera
y se esj)arce sobre los hombros desnudos. AI
principio jurece encontrarse uno en presencia
de hombres obsesos; tal es la agitación y la vehe­
mencia, tal es la fuerza de la voz y la potencia
de imaginación con que hablan. Y mientras el
uno habla, el otro repite á cada instante : Sí, no :
/ que más / / cómo / va bien ! asi es ; y esto hasta
que el orador haya agotado su perorata. Cuando
el i)iimero ha terminado, empieza el segundo,
con la misma elocuencia, mientras que el pri­
mero repite el estril)illo : Sí, no ; / que más! etc.
Cuando son muchos los visitadores, la conver­
sación dura por largo, y entonces se habla al aire
libre, sin necesidad de tribuna, á la O’Connel.
Figúrese el lector ver á cuatro Jíbaros de pie, de
frente, dos á dos, robustos, ligeros, de miembros
atléticos, con sus salvajes adornos, lanza en
mano, ardiendo en venganza, rodeados como de
una atmósfera de furor, hablando fuerte y dis­
cutiendo sobre el porvenir de la tribu, de la fa­
milia, de la propia persona y la destrucción del
enemigo. Las lanzas vibran en la mano rápidas y
terribles, y parece que vayan á clavarse en el
pedio del compañero, que inmóvil ó impertérrito
ve como se la pone delante, al lado, sobre la
cabeza con destreza tal que espanta. Habla el
Jibaro de batallas, de venganzas, de asesinatos :
pero parece que la lanza halda más que el J íbaro,
ó mejor dicho, habla el Jíbaro, pero la lanza va
dando vida á lo que la palabra expresa.
Ibi misionero, el P. Delgado, que hizo estudios
pacientes y profundos sobre la lengua de los Jí­
baros. nos dijo que era una lengua perfecta, filo­
sófica, sentimenlal y rica, tan rica como cual­
quiera de las europeas.
R eligión. — L a shanza.
Mucho se ha dicho de la religión de los Jíbaros:
es verdad que no tienen sacrificios ni sacerdocio

propiamente dichos, pero en realidad tienen algo
que se le asemeja. Ignorando los dogmas de
nuestra santa religión, están de tal manera engol­
fados en el materialismo y sensualismo, que casi
no llegan á concebir la idea de la espiritualidad
del alma. Escuchan con incrédula admiración
el relato de la creación y redención del hombre,
y toman por fábulas la existencia del paraíso y
del infierno. Creen, si se quiere, en una divinidad,
pero en una divinidad inerte que para nada se
mete en los negocios de este mundo : de modo
que para ellos el principio de todo bien son las
fiestas; y principo de todo mal, los enemigos.
Los nuevos esposos festejan la plantación de
la yuca y del plátano ; más solemne aún es la del
tabaco, así llamada por el humo que hacen tragar,
y que ha sido instituida para obtener la multipli­
cación de los animales. Pero su verdadera y prin­
cipal fiesta, la que absorbe todos sus cuidados
durante años y años de preparación, acumu­
lando yuca, plátanos, animales de cerda y gran
número de ollas para conservar la chicha, es la
shanza. ¡ La shanza ! he aquí otro distintivo de
la barbarie del Jíbaro. E sta terrible venganza
toma principio de una costumbre antigua: una
vez muerto el enemigo, le cortan la cabeza y
sacan á ésta por la cavidad de la garganta, to­
dos los huesos. Introducen una piedra redonda,
preparada de antemano y calentada de un modo
particular cuyo secreto conserva celosamente el
Jíbaro ; la piedra contrae poco á poco y propor­
cionalmente los nervios,de modo que, reduciendo
la cabeza al tamaño de una naranja, conserva
inalterables sus líneas, y hace más hermosa la
negra, espesa y larga cabellera. ¡ Procedimiento
admirable, si no fuese tan bárbaro el objeto á que
se destina! Antiguamente las shanzas se colgaban
en palos y se colocaban de trecho en trecho en
las florestas, lo mismo que nosotros ponemos
en las principales calles de nuestras ciudades
los bustos y estatuas de los hombres célebres.
Así que en Europa llegó á conocerse la exis­
tencia de las shanzas, muchos las compraban á
crecido precio, concurriendo de este modo á esti­
mular el brutal instinto de los salvajes. El Go­
bierno Ecuatoriano prohibió severamente seme­
jante comercio, y los misioneros procuran ins­
pirar á los salvajes horror por acto tan feroz :
y al fin han podido al menos obtener que no se
expongan públicamente, al paso que antes las
colgaban de las paredes de las chozas, como ban­
deras de guerra conquistadas al enemigo. ¡ Y
decir que las shanzas son sus trofeos, y que un
Jíbaro tanto mejor es y más valeroso cuantas
más sAa»»zas posee ! El divino mandatum novum
de Jesucristo no h penetrado aún en sus cora­
zones, devorados continuamente por odios inex­
tinguibles.

— II5 —
no blanden más que la lanza ; el Jíbaro ha nacido
para cazar y combatir, los demás trabajos son
para las mujeres.
La. mujer debe al cristianismo el haber sido
restituida á su dignidad de compañera del hom­
Acercábase el día de nuestra salida, y Don
bre : lejos de su divina influencia ha sido y es
Albera, que quería formarse una idea exacta de
siempre esclava; su condición en medio de los
la misión, quiso ir á visitar á los Jíbaros en sus
Jíbaros es verdaderamente lastimosa. B aja de
propias casas: nos internamos, pues, en la flo­
estatura, desaliñada y con el pelo desgreñado,
resta ; un Jíbaro y algunos hermanos nos hacían
nunca se le dibuja una sonrisa en los labios, em­
pleada como está siempre en servir ciegamente
á su señor ; en el punto que caiga en su desgracia,
ha terminado de existir. Y el pensamiento de
que esto le pueda suceder, quizá sin culpa suya,
quizá á pesar de sus sacrificios y diligencia, la
trae en continua y mortal aprensión.
Estaba reservado al salvaje, dice un autor
inglés, demostrar al mundo hasta que punto de
abyección ha podido reducir Satanás á la hijas
de E va, á quien él indujo á culpa con la deso­
bediencia ; al Jíbaro especialmente estaba reser­
vado hacer pesar sobre sus mujeres todos los
males de un p^anism o inveterado en la co­
rrupción. Si el Jíbaro fuese filósofo plantearía
de nuevo la cuestión, como se hizo en los
tiempos de Nerón, de si la mujer tiene alma
ó si esta alma es de la misma naturaleza que
la del hombre.
Para el Jíbaro la mujer no es la compañera del
hombre ; no es hueso de sus huesos y carne de su
carne, sino su esclava; no puede pretender ni
los honores ni las atenciones debidas al hombre.
Haber nacido mujer es ya un castigo, una señal
de infamia que la hace digna de todas las pri­
vaciones ; más a u n , parece que el hombre
tiene la misión de hacerla sufrir y de darle una
vida lo más pesada posible. I-a mujer no debe
nunca obrar por propia iniciativa : cuando niña
está á merced de sus padres que pueden venderla
á quien les plazca sin su consentimiento ; casada
es esclava de su marido ; viuda, de sus hijos.
Para ella el esposo es una especie de divinidad á
quien no sólo debe amor, fidelidad y obediencia,
sino un verdadero culto. Debe prepararle el ali­
mento y todo lo que necesite, servírselo y no
probar bocado sino de lo que sobra de la comida
de su señor, levantarse la primera y acostarse la
ú ltim a : esta es su vida ordinaria. ! Oh ¡ no es
posible á un europeo, acostumbrado á ver el sexo
débil rodeado de tantas atenciones y cuidados,
S. Bernardo.
como inspira todo corazón bien nacido, no le es
E ita tu a
en las E s c w la s Salesianas d s S a rria iBarcelona).
posible formarse una idea exacta de los sufri­
mientos de la mujer Jíbara. El abandono, las
de guía. Escondida entre el ramaje del bosque
torturas, el desprecio, este es su patrimonio,
encontramos la primera choza. No es necesario
sin que nunca se le dirija una mirada, una son­
preguntar quien sea el jefe de la fam ilia: ense­
risa de simpatía ó de complacencia.
guida se conoce. Él es el rey, y rey absoluto y
despótico, dueño de vida y muerte ; sus hombros
no se doblegan nunca bajo el peso; sus manos
E n vilecim ien to de la m ujer Jibara.
N o e s la com p añ era, sino la e s c la v a
del hom bre.



116 —

E NUESTRAS MISIONES

w

U n a preciosa confesión.
Un escritor protestante, el Sr. Lohman, relatando en e! diario « Amsterdam ourant» las
impresiones de su largo viaje cicntifico, hace esta confesión, preciosa para nosotros en ¡os
labios de un disidente: « E s impossible no admirar los inmensos beneficios qxie por doquiera
derraman las Ordenes religiosas y los misioneros católicos. La f e católica conserva una po­
tencia que no tardará en reportar completa victoria sobre e l protestantismo.
« Bien se me alcanza que esta m i afinnación me acarreará las iras de gran número de
mis compatriotas, pero yo no dudo en repetir que e l cristianismo protestante moderno acabará
por no ser más que una frase vana y sin sentido.
« En las Indias orientales y occidentales, como en las diversas regioiies de Europa, yo he
podido observar de cerca la vida ejemplar de los religiosos y misioneros católicos, y los pro­
digios de caridad de las Hermanas enfermeras.
« Muchos de los nuestros, antes de venir á este país, bien por ignorancia bien por respeto
humano, insultaban e l catolicismo; pero á la vista de las maravillas del apostolado católico
entre los leprosos y ncg>-os, seres tan despreciados, yo les he oido confesar, sonrojándose,
que el heroísmo de la caridad católica sobrepuja todo lo inmaginable, y es único en el mundo
y en la histona. »

BRASIL
En el Gran Paré
{Carta del R. P . Lorenzo Giordano).
Tebaida Aracajú, 8 de Junio 1904,

Venerado y atnadisitno P. D. Miguel Rúa,
Hace algunos días que me encuentro en esta
Tebaida Salcsiaua de vuelta de mi viaje al Gran
Pará. Aquí, respirando el aire embalsamado de
los bosques y en medio de estos buenos jóvenes
de la Escuela Agrícola de S. José, nacida poco
ha, j>ero ya floreciente, voy restableciendo la
salud. Permítame, ])ues, que le dé algunas no­
ticias de mi viaje.
Después de haber dictado los ejercicios espi­
rituales á los hermanos de las tres casas de Pernambuco, en Jaboalfto, me preparé, á principio
de marzo, á partir para el Pará á bordo del Pla^
neta, A jxisar de la lenta marcha del vapor, y del
calor tropical que aumentaba á medida que nos
acercábamos 4 la línea ecuatorial, pasé feliz­

mente los ocho días de viaje, gracias á las exqui­
sitas atenciones del Sr. Comandante y á la buena
compañía de los viajeros, con quienes bien pronto
entablé estrecha amistad. Llegados el día 23,
tuvimos que someternos á la desinfección, por
que nuestro vapor había tocado de paso el puerto
de S. Luis,'capital del Marañón, infecto de peste
bubónica.
El Exemo. Sr. D. Francisco De-Rego Maia,
docto y pío obispo Diocesano, me recibió pater­
nalmente y me ofreció cordialísima hospitalidad.
De este modo, por espacio de 18 días, pude edi­
ficarme con los ejemplos de piedad y celo del
Sr. Vicario General y de varios otros eclesiásticos,
que forman en el palacio episcopal como un con­
vento de observancia religiosa.
E l Sr. Obispo me había escrito y telegrafiado
varias veces para que apresurase mi viaje, y
hacía ya tres meses que esperaba ansiosamente
mi llegada. A pesar de sus buenos deseos, nada
pudimos concluir respecto á las condiciones de
aceptación de la obra de la Providencia, siendo
que depende del Gobernador del Estado y del
Nuncio, i Quiera Dios coronar con feliz éxito

— 117 —
sus deseos y nuestros deseos ! Y a el año 1884, el
Excmo. Sr. Lasagna, de feliz memoria, había
\Tsitado aquella capital y concebido la dulce
esperanza de abrir una Casa Salesiana.
Para mejor dar á conocer el campo de acción
que el Señor ofrece á los Salesianos, me permito
apuntarle algunas noticias gec^áficas é histó­
ricas, junto con mis impresiones de viaje.
Belén — El Estado del Grao Paré — El Amazooas.
Fundóse esta ciudad el 1616 con el nombre de
Belén (de su Protectora Nossa Senhora de Belefn)
ó de Pará, palabra que en lengua ¿«py significa
gran río, por hallarse asentada á la desemboca­
dura del Amazonas, el rey de los ríos. Belén es
como la cabeza de una monstruosa serpiente,
que absorbe la actividad del comercio y de la
industria de los valles amazónicos. Desde el pa­
lacio episcopal yo contemplaba muchas veces
aquel incesante movimiento de canoas, lanchas
y vapores fluviales lindos y ligeros, y de trans­
atlánticos de todo calibre y nacionalidad, que
surcaban las tranquilas aguas de aquel inmenso
puerto. Pude ver con gran satisfacción el notable
progreso que en estos últimos siete años ha to­
mado la ciudad, con sus calles que se han mul­
tiplicado, sus nuevos paseos y jardines; y todo
esto á pesar de la crisis pecuniaria que ha atra­
vesado y que ha debido necesariamente paralizar
algo el movimiento.
Este pueblo inteligente y activo tuvo épocas
de grandeza moral bajo la influencia de los infa­
tigables misioneros Benedictinos, Carmelitas,
Franciscanos y Jesuitas; en sus corazones está
profundamente grabado el sentimiento religioso,
que ha sido despertado en estos últimos años por
el celo del clero secular, muy celoso pero poco
numeroso,por los PP. Capuchinos eminentemente
populares, por los PP. Maristas, en la edu­
cación de la juventud, por los Barnabitas, por
los Agustinos que se ocupan en la cura de almas
en general. Las Hermanitas de Sta. Ana son ver­
daderos ángeles de caridad en los hospitales*
asilos de pobres ancianos y de niñas huérfanas,
y en. los manicomios.
Las Doroteas dirigen con gran habilidad un
colegio de niñas ejttemas é internas: y á éstas se
han agregado las HH. de Sta. Catalina de Sena.
Visité todas las Comunidades, y-todas desean
vivamente la llegada de los Salesianos. Si Dios
quiere, ocuparemos nuestros puestos, á la reta­
guardia de la milicia de la iglesia, instruyendo
á los jóvenes artesanos y colonos y á los niños

en Oratorios festivos. Me presenté, también al
Sr. Gobernador de la ciudad, al Sr. Presidente
del Estado y á las demás autoridades eclesiásti­
cas y civiles, y .á todos los encontré en óptimas
disposiciones para recibir á los hijos de D. Bosco.
Además el núcleo de Cooperadores va aumen­
tando en número y en fervor, y yo tuve el con­
suelo de darles un breve conferencia en la Ca­
tedral el primer domingo de marzo por la tarde.
— El Estado se llama Gran Pará. Sobrepuja
en extensión á todas las naciones europeas,
excepto Rusia; pero el número aproximativo
de sus habitantes no pasa de un millón. Su sujierficie es una gran llanura atravesada ])or
innumerables y espaciosos canales, con ondula­
ciones telúricas que forman pequeñas lomas y
mesetas. L a brisa del mar y las frecuentes lluvias
suavizan el clima ecuatorial, de modo que el
calor es 10 grados menor, según me han asegura­
do, que en los paises de Africa y Asia colocados en
el mismo paralelo, y pocas veces pasa de 34°. Las
noches son frescas y agradables, y el clima no es
tan malsano como se cree : la famosa fiebre amarüla es artículo de importación, y no del país.
Las otras fiebres se pueden evitar con esta receta,
higiénica aim para la bolsa misma : cabeza fresca,
estómago ligero y pies calientes; esto es ; evitar
el sol del mediodía, no tomar indigestiones y
salir de casa armados siempre de paraguas. —
Cerca de Belén se encuentra Monte Alegre, uno
de los lugares más deliciosos y ricos en aguas sul­
furosas, que se prestaría muy bien para fundar
una casa salesiana: dista tres días de navega­
ción sobre el Amazonas.
¡El Am azonas! He aquí una de las mara­
villas de la Creación ; la fuente inmensa de
incalculables riquezas para la agricultura como
canal de irrigación , y para el comercio como
canal de conducción. Nace en los Andes Peruanos,
y de cascada en cascada baja á los valles, y va
serpenteando por inmensas llanuras ; creciendo
siempre más por los caudales que le tributan cen­
tenares de ríos, después de un curso de 1100 le­
guas, arroja en el Atlántico la bagatela de
250.000.000 de metros cúbicos de agua al hora,
haciendo retroceder por muchos km. las aguas
del océano, de modo que con mayor razón que
del Po, hubiera dicho T . Tasso : pare che guerra
porti e non tributo al mure (parece que llevas
guerra y no tributo al mar).— Los vapores trans­
atlánticos lo n a v ^ a n hasta mitad de su curso,
y los vaporcillos hasta las cascadas, pasando
por aquéllos laberintos "de canales y a estrechos.

— ii8
que parece se toca tierra con la mano, ya anchu­
rosos que apenas se divisan las riberas. Miles
de islas adornadas de verdura interrumpen sü
álveo irregular ; de todas la iñayor y quizá las
más fértil, es la de Marajó, más grande que Por­
tugal. Por todas partes [cuántos y cuán encan­
tadores panoramas, cuánta riqueza de productos
no sorprenden al viajero !
Alma del movimiento agrícola-industrial y
comercial es la sophonia elástica llamada señngueira. Los cultivadores y extractores de la
goma elástica acuden de varios Estados del
Brasil de Norte, y se enriquecen no sólo á precio
de fatigas, sino muchas veces con sacrificio de
la vida temporal y no pocas de la eterna, impe­
lidos algunos no de verdadera necesidad, sino
de la auri sacra fumes, porque la sophonia elás­
tica es una verdadera mina de oro. En las pocas
ciudades y los muchos villorrios diseminados
por las orillas del río, se ven muchísimas casas
fabricadas en el agua, que sirven de depósitos
de goma y alimento para los pobres obreros. —
¿De qué rtianera podríamos socorrerlas nece­
sidades espirituales de tanta pobre gente, en
un campo tan extenso, siendo el clero insuficiente
para llenar las necesidades más urgentes de los
grandes centros ? Pero lo que más commuevé
el corazón es ver el abandono de los infelices
Indios en aquellas inexploradas y vírgenes flo­
restas.
Entre los Indios Míranos — Celo de los PP. Ca­
puchinos — Afectuosa acogida — Otro oasis
feliz.
Bien recordará V. R., amado D. Rúa, la re­
lación que le hice de mi visita á los Indios Miraños, á 150 km. de Belén. Pues bien, aquella mi­
sión que nosotros, por absoluta falta de perso­
nal, no pudimos aceptar, la han tomado á su
cargo los PP. Capuchinos. En Octubre de 1898
adquirieron un terreno de 480 km de periferia,
para reunir en un solo grupo colonial las varias
tribus indias de las florestas cercanas; para
ello cuentan con el apoyo pecuniario del gobicrno,que les ha prometido un subsidio mensual.
Mucho han tenido que trabajar, y sufrir, pero
se han mostrado siempre dignos de aquellos
cinco dichosos mártires, hermanos suyos, que
el 14 de marzo de 1900 fneron asesinados en
Alto-Alegre del Marañón. Y a me habían escrito
y hablado de las bendiciones que Dios derrama
sobre sus obras, pero yo no pude resistor al deseo
de visitar á aquellos mis buenos Mirañas, con

quienes en otro tiempo había vivido y á quienes
amaba mi corazón; y pude ver que habían au­
mentado en número y en fervor cristiano. Du­
rante aquellos días el tiempo nublado é inseguro
no convidaba á semejantes viajes, pero yo había
tomado y a mi pártido, y el 8 de Marzo partí en tren
para Braganza. Llegado á Igarapé-Assú, acom­
pañado por un joven que me hacía de guía, me
puse en marcha, atravesando la floresta que se­
para aquella estación de la colonia de S. Antonio.
A l principio un regular aguacero vino á refres­
camos, pero á una hora de distancia de la meta
de nuestro viaje se desencadenó sobre nosotros
una tempestad tal, que no recuerdo haber visto
otra parecida. Entre el bramar de los vientos,
en medio de aquellos bosques de árboles secu­
lares que á cada punto amenazaban desgajarse,
el retumbar continuo del trueno, el relampa­
guear y caer de los rayoé, comenzó á caer una
lluvia torrencial. Los caballos, temiendo instin­
tivamente atraer los rayos si aligeraban el paso,
andaban muy despacio y el agua les llegaba á
las rodillas : yo con él rosario en la mano y con
el guía pálido y taciturno al lado, repetía de
todo corazón el salva nos, Do^nine, perim'ís. Pero
escampó, se apaciguaron los vientos, cesaron
los truenos y relámpagos, y más brillante rea­
pareció el sol y más sereno el firmamento.
A l salir de la floresta, divisamos en el lejano
horizonte la suspirada aldea, después la iglesia
rodeada de cabañas, y por último, al llegar, vi­
mos delante de la casa que sirve de iglesia, unos
sesenta jóvenes indios con sus caras pequeñas
y morenas y los ojos vivos y dilatados. ¡ Cuántas
fiestas me hicieron los pobrecitos al conocerme !
Saludé á los antiguos y nuevos conocidos, y espe­
cialmente al cacique Tuchawa, Capitán Tomás
Braz, con su numerosísima familia y la primera
de sus mujeres, de más de 70 años de edad,
la Reina Catalina — títulos que el Gobierno les
ha conferido »n modis et formis en papel sellado
y con sus firmas y todo. — Después de la cena,
enriquecida con los regalos del cacique Tuchawa,
al alzarse los manteles, tocó sus piezas la banda
de la Colonia compuesta de unos veinte indios,
y si sus armonías no eran las de Mozart, á mí
me gustaron sobremanera. Dí las gracias de todo
corazón á ios valientes músicos y los premié con
una medalla. ¡Eran verdaderamente infatigables!
Sólo ya avanzada la noche lograron enfrenar
su entusiasmo, tomándose y concediéndonos
un bien ganado descanso. ¡Pobres indios! Aun
los más salvajes se pueden reducir á la vida

— M9 —
civñ y cristiana por medio de la caridad: y en
vez de prestar adoración á Tufana y Jurupari
(el genio bueno y malo, según ellos) ahora rinden
culto al verdadero Dios y prestan oído á sus en*
viados. Y qué afectuosos son con quien les hace
beneficios, y cómo procuran demostrar su grati­
tud con dones, con el respeto y la docilidad.
Bien es verdad que los más avanzados en edad,
con sus costumbres inveteradas,
se muestran rehacios al trabajo,
á la santa 'moral y á las reglas
más elementales de la civiliza­
ción ; pero los niños reciben con
docilidad la instrucción y edu­
cación que se les da.
Pasé la noche durmiendo en
una hamaca, única cama que por
aquí se gasta. Por la mañana
temprano celebré la santa Misa,
á la cual asistieron con devoción
aquellos buenos indios rezando
oraciones y cantando copl^ pia­
dosas. Les dirigí algunas pala­
bras, los bendije y.... conmovi­
do volví á tomar el camino de
IgarapéAssú y de Castañal, donde
pasé la noche en casa del Sr. V i­
cario. E l día siguiente volví á
Belén. E sta visita me sirvió de
gran instrucción y animación al
mismo tiempo, viendo el fruto
que tres infatigables hijos de S.
Francisco de Asis han recogido
en cinco años de apostólicos tra­
bajos.
Pero hay también en este inmenso
campo otros religiosos que se
dedican á las misiones. Subiendo
por los ríos Tocatim y Araguaya,
y viajando en canoa más de un
mes entre los confines del Gran
Pará y Goyaz, se encuentra una
Nueva fachada
aldea deisooindios completamen­
te civilizados, con una iglesia á
donde van á oir Misa, rezar sus oraciones y fre­
cuentar los Sacramentos. Es un oasis en medio
del desierto ; es el fruto, no único por cierto, del
celo incansable de Fr. Gil de Villanueva, domi­
nico, á quien, no sólo yo, sino todos lo que
tienen la dicha de conocerle, profesan venera­
ción y respeto. Laureado en derecho, dió prin­
cipio en Marsella su patria, á la carrera de
abogado, que bien pronto abandonó para abra­

zar la vida de dominico, más conforme con su
generoso corazón: después de haber ocupado
con aplauso la cátedra de teología en Sala­
manca, pasó á las misiones de Goyaz, desple­
gando el talento y la caridad de un verdadero
apóstol.
Estos dos son, pues, los centros de coloniza­
ción de los Indios en el Pará : uno á las puertas

de la Ifiesla de Marta Auxiliadora de Sucre (Bolivla).

de la Capital, el otro en los últimos confines
del Estado. Y entré estos dos puntos extre­
mos existe un mundo casi desconocido por la
civilización. ¡Q ué inmenso es el campo que
queda aún por cultivar física y m oralm ente!
Fundando aquí vastas misiones, se abrirían
inmensos^tesoros á la agrícúltura y al comercio,
llamando á la civilización y al cristianismo á
tantos pobres hijos de la floresta.

1



Antes de-partir del Para probé.-un inefable
consuelo. A invitación de las RR , Hermanas
Doroteas, celebré el S. Sacr^cio en la iglesia de
su colegio. Las devotas oraciones, los cánticos
suaves y centenares de fervorosas comuniones
de aquella comunidad, todo fué ofrecido, al
S. Corazón de Jesús por el triunfo de la.m i­
sión Salesiana en ol Gran P a r á ; yo á la
vista de tanta caridad me conmoví y lloré.
Después do la Misa di las gracias á las Herma­
nas, las niñas y las muchas personas presentes,
hablé luego de D. Bosco, del pasado y del
presente de nuestra Pía Sociedad, y de las
buenas esperanzas de lo futuro, si nos ayudaban
ellas con sus oiaciones y sus parientes con. su
cooperación. Otro tanto hice en el Asilo de Sta.
Ana y en otras comunidades, y tomé el propósito
de pedir por todas partes apoyo de oracioones
para este santo fin : por que no faltan en Brasil
corazones puros y patrióticos que ansian la ver­
dadera grandeza para su p atria, la tierra de
la S. Cruz ; no faltan almas inflamadas en santo
ardor por el adveniat regnuin tuum de Dios y de
la Iglesia, j)ara que se cumpla en todo el sublime
programa de N. S. P. Pío X : restaurar todas
las cosas en Cristo.
Nuestra Madre Auxiliadora, invocada con fe
en estas regiones, acelerará la realización de
tantos ardientes votos; ¡O h ! y qué día tan di­
choso será aquel en que los Salesianos del Pará,
subiendo por el Amazonas y sus afluentes, po­
drán abrazar á los Salesianos que bajen del Matto
Grosso, Bolivia, Perú. Colombia, Ecuador y
Venezuela... portantes manípulos suos. después
de haber convertido todos los Indios ! Fiat, fial.
Dejé el Pará, pero dejé allí también mi cora­
zón. Al ir, iba solo, pero á la vu^ta, á bordo del
Maranhdo me acom{>añaban dos religiosos
Maristas, con quienes nos unen, especialmente
en el Norte del Brasil, laxos de estrecha y franca
amistad. Uno de éstos era el H. Luís, delegado
para las fundaciones del N. del Brasil y tuve el
gusto de presentarlo á los Sres Obisjws de Ceará,
Río Grande y Parahyba, Pernambuco, A la­
góos y al Arzobispo de Bahía. Pasando por Ce­
ará, me conmovieron las suaves quejas de aquel
santo Prelado, el Exmo. Sr. D. Joaquín Vieira,
que después de haber esperado tanto, ha debido
renunciar por ahora á tener una Casa Salesiana
en su Diócesis.
De buena gana hubiera ido también á Aracaty, donde, desde hace dos años, una activa
ju n ta de señores trabaja por la fundación de un

120



instituto Salesiano: pero no me fué- posible.
Otras propuestas, me hicieron los Sres. Obispos
y respetables caballeros de Ceará, Marañón,
Natal y Bahía. E n los confines de Bahía y Sergipe. el Dr. Nicolás Tolentino .dos. Santos nos
ofrece terreno y subsidios para la fundación de
una granja, pero ¿qué debía responder yo á tan
corteses instancias.?
Bendígame, amado. Padre, y bendiga á los
Salesianos, Cooperadores y alunmos del Norte
del Brasil, y créame siempre su afmo y obe­
diente lujo q. b. s. m.
LOREN ZO GIORDANO, Pbro.

E C U /\D O R
Entre Jíbaros — Recuerdos y esperanzas —
De Riobamba.
{Carta del P . F élix Tallacchini)
Amadísimo Padre D. M iguel Rúa :
En el mes de Julio p. p., terminado el año es­
colar, volví á Gualaquiza con el fin de dar de
mano á una Gramática y á un Vocabulario de la
lengua Jibara, hablada por los salvajes. E l viaje
lo hice en cuatro días y casi todo á pie, atra
vesando las florestas, que se habían hecho casi
intransitables á causa de las continuas lluvias
Dura.nte todo el viaje sentí más que nunca or
güilo por ser hijo de D. Bosco y ser misionero
E l nombre de nuestro venerado Fundador es
conocido en todas estas jx)bIaciones, y todos lo
repiten con gratitud y veneración. Pero junto
con el nombre de D. Bosco he oido pronunciar
muchas veces también, siempre con admiración
y afecto, el nombre de Mons. Costamagna. El
infatigable Misionero, al ir y venir de Gualaquiza, ejercita por dondequiera un verdadero
apostolado, predicando, confirmando y estando
largas horas sentado en el tribunal de la Peni­
tencia. Hablar del bien que ha obrado sólo en la
Provincia del Oro, sería escribir una página
admirable de su vida apostólica.
Fué Su Excelencia quien me dió el encargo
de terminar las dos obriteis de que le he hablado,
y por eso me eligió para que le acompañase en
su primer viaje á la Misión. ¡LÁstimaque no se
ha^•a hablado de esto en el Boletín, mientras

— I2I —
que sé hizo una larga relación del viaje hasta
las puertas d e .la Misión! P ero,.lo confieso; la
culpa luí. míá, que. en vez,de enyiar.una simple
relación me empeñé en escribir nada menos que
un libró, para edificación y deleite de quien....*
quiera leerlo (i).
Pero ahora no me queda más que repetir de
lo íntimo del corazón el voto que continuamente
brotaba de mis labios durante el mes que pasé
en Gualaquiza, contemplando aquellas inmensas
y lozanísimas florestas diel Oriente Ecuatoriano:
« Señor, haced que finalmente triunfe vuestra
santa religión Sobre este gran pueblo Jíbaro. »
Si el demonio no toma su desquite, nos es dado
esperar la conversión de estos infelices salvajes.
De vuelta á Cuenca, me llamaron á Riobamba
para predicar la novena de N. S. de la Merced,
Durante el nuevo viaje de tres días aproveché
la ocasión para dar en varios pueblos la confe­
rencia á los Cooperadores, á los cofrades de
María Auxiliadora, como también para reunir en
torno del párroco , donde se podía, un grupo
de obreros y jóvenes para iniciar una sociedad
católica.
Ahora vo y á darle algunas noticias de Ríobamba, buenas en parte y en parte tristes. —
Con los esfuerzos que ha hecho la piedad de este
católico pueblo, á pesar de la calamidad de los
tiempos, nuestro Inspector, coadyuvado pode­
rosamente por el P. A. G arcía, este año
ha levantado, aunque no terminado, gran parte
de la fábrica del tem plo; obra que, si no es de
grandiosas proporciones, es artística y de gran
importancia para los fieles. E l plano es del her­
mano D. Jacinto Pancheri. E l primer día de la
novena, el Rdmo. Vicario de la diócesis, en au­
sencia del Sr. Obispo, bendijo la nueva Iglesia
y asistió numeroso clero y gran multidud de
fieles. Y como la solemnidad debía ser una de
las jubilares de la Inmaculada, predicó aquel día
el eximio orador, D. Félix Proaño, deán capi­
tular y promotor de las fiestas marianas. La
asistencia del pueblo no sólo no disminuyó, sino
que fué aumentando durante la novena. La
fiesta resultó espléndida y sobremanera conso­
ladora por el número de Comuniones. Para ase­
gurar el fruto dé las fiestas, hubo después ejer­
cicios espirituales para las Señoras de la Aso­
ciación de devotos de María Auxiliadora y Coo-

peradoras Salesianas. De este modo ,s e termi­
naron-las vacaciones^y-Se empezó-el-¿úi¿o-escólar con la •riielta-dému^tros níñc^..EL Colegio
está y a lleno de estudiantes y artpsánhs
son
las esperanzas más hermosas de nqestroi corazón.
P ero ...a m a ^ im o Padre^ ¡y cuánto se encierra
en ésta suspfSisión! En mc(^b cíe'este pueblo
cristiano y piadoso, en la RÓpúlflica del S. Co­
razón las cosas no van muy bien.
me detendré
en explicarle la sitdeción dél i^ptís, cp.sá que
V . R. sabrá y a por. Ids^diarios'. Necesitamos que
se eleven al Señor por nosotros oraciones
especiales. Nosotros por nuestra j?arte •estare­
mos siempre firmes en lá brecha , y continua­
remos sacrificándonos por el bien de las almas
mientras nos quede un palmo de terreno.....
Ruegue por nosotros, amado Padre,, y espécialmente por este su aím'o hijo q. b. s. m.
F É L IX TALLACCH IN I, Pbro. .

Santiago de Chile.
Nos escriben: Un diario de esta capital, apro­
vechando la efervescencia que en algunos cir­
cuios de aquel Estado, reina contra las Órdenes
Religiosas, tuvo la temeraria osadía de lanzar
una torpe calumnia contra los PP. Salesianos
del Patrocinio de San José, El digno director
del Instituto R. P. Jano, para demostrar lo
falso de la acusación y volver por la honra
del Colegio y de la Congregación, dirigió en
aquel mismo dia una instancia al Sr. Ministro
de Justicia pidiéndole ordenara una investiga­
ción al Colegio,
Instruido el sumario por la autoridad com­
petente se declaró falsa la acusación, con sen­
tencia del Sr. Abasólo del 6 de febrero de 1905
ordenando el

sobreseimiento

definitivo. Há

triunfado la inocencia de los PP. Salesianos y
todo Santiago los ha felicitado por este triunfo.
— Reciban también los hermanos de Santiago
nuestras

más vivas

felicitaciones,

mientras

damos con ellos gracias al Señor que ha que­
rido humillar la maldad y ensalzar la inocencia.

(i) Y en efecto ha lI^:ado á nuestras manos una parte
de U narración á que ^ude nuestro Misionero, pero no
nos es posible reprodndrla én nuestro BoUtin por su
gran extensión.

122



A '

♦ - 7^

,

♦ •$!$■ ♦



fe



^

♦ -H^ ♦

^

*

® R A C I AS

vV
IS
V L fM

%

I

w jM

de María Auxiliadora

'i '
© i

©i

' 'r n s k -

JVós íenemos la persuasión de que, en las vicisitudes dolorosas de los tiempos
que atravesarnos, no nos quedan más consuelos que los del Cielo, y entre éstos,
la poderosa protección de la Virgen bendita, que fu é en todo tiempo el A uxilio
de los Cristianos.

Pío X.

G ra c ia s, M adre m ia.
Un matrimonio cristiano da gracias efusivas
á tan dulce Madre por haber devuelto al maritlo la salud después de invocarla. •
Habiendo recurrido á los medios de la cien­
cia, no mejoró del mal que lo aquejaba, que
no le permitía tragar ningún alimento, y em­
peoró de tal modo, que ya no le fué posible
ni permanecer acostado. Invocar la Madre de
misericordia, ofrecer una limosna y publicar
el favor, y m ejorar, todo fué uno, hasta lo­
grar una completa curación.
Poco tiempo después se vió la mujer ata­
cada de mal repentino , fuera de su hogar y
de su país. Temiendo morir lejos de los suyos,
invocó de nuevo á la que es Auxilio de los
cristianos, dando una limosna y ofreciendo pu­
blicar el favor. Sanó rápidamente y en pocos
días estuvo al lado de los suyos. Ambos cum­
plimos gustosos esta publicación, esperando
recibir nuevos favores, de Quien ya nos tiene
tan obligados con su inagotable misericordia.
J. y A n a

de

E n r iq ü e z .

Maracaibo (Veneiuela), Diciembre 1904.

E lla le salvó .
Doy infinitas gracias á María Auxiliadora
por haber curado á mi querido p adre, Celetino Peña, de unas llagas en las piernas que
hacía dos años no le permitían caminar ni aun
estar en pié. Inútilmente apuré todos los re­
cursos humanos de medicinas y de lo que es­

taba á mi alcance. En tal exasperante estado,
ofrecí una novena á María Auxiliadora implo­
rando el favor de la curación de mi padre y
publicarlo en el B o l e t ín S a l e s ia n o , si lo
alcanzaba.
No fueron vanas mis súplicas; pues el 4*
día de empezada la novena, se inició la me­
joría y antes de concluirla estaba por com­
pleto curado con admiración de todos, sin
haberse resentido más de su mal.
Bendita seas para siempre M. Auxiliadora.
Ma r í a P e ñ a F e r n á n d e z .
Lajares (Canarias), Enero de 1904.

M aria A u x ilia d o ra m e escuchó.
Un hijo mío estaba atacado de tan fuerte
sarampión que temíamos perderle. Los médicos
no dejaron de aplicar al paciente cuanto el
arte enseña', pero en vano. Mi hijito iba siem­
pre peor. Toda la familia estaba triste y desconsolada. Nos acordamos entonces de aquella
que es Auxilio y consuelo del que sufre, y pu­
simos al cuello del hiño una medalla de María
Auxiliadora, prometiendo al mismo tiempo hacer
un regalo á su altar si el niño curaba. Gracias
sean dadas á tan bondadosa Madre: mi hijo
curó por completo, y con muchísima satisfac­
ción cumplo con la promesa.
S a n t ia g o ' S e b a s t i á n M a r t í n e z .
Salamanca, Enero 1905.

— 13 3 —
M aría A u x ilia d o ra todo lo puede.
En el pasado Enero le dió á mi esposa
una parálisis que le hizo perder por completo
el sentido, El médico de cabecera, viendo el
mal estado de la enferma, aconsejó que se le
administrasen los Santos Sacramentos, pues otro
ataque habría bastado para quitarle la vi4 a. En
tan apurado trance nos aconsejó la Superiora
de tas Hijas de María Auxiliadora, acudiéra­
mos 4 la Santísima Virgen en' la forma que
aconsejaba D. Bosco. Colocado un cuadro de
María Auxiliadora en la misma habitación de
la enfenna, seguimos haciendo lá novena como
teníamos prometido,
¡Poder de M aría! al cuarto día de la novena,
con sorpresa de todos, mi esposa estaba fuera
de peligro. El médico no pudo menos de atri­
buir este repentino cambio, á la intercesión de
aquella que todo lo puede. Gracias sean dadas
á María Auxiliadora.
Un devoto de María Auxiliadora.
Salamanca, Enero 1905.

M a ría le curó.

una fuerte descomposición que, en el espacio
de 6 meses de continuo- padecer, le tenía en
extremo extenuado y casi moribundo. Tres
doctores le. asistían, y el pobre niño no daba
señales de mejoría, antes bien cada día se au­
mentaban sus sufrimientos. Acudí entonces A la
Virgen Auxiliadora, y arrodillándome ante su
imagen bendita, le pedí con todo mi corazón
que calmara el mal de mi hijito y le diera la
salud. Encendí une vela ante la santa imagen
y prometí dar una limosna. A los cuatro días
el enfermito estaba fuera de peligro con in­
menso jvlbilo mío.
Hago pública la gracia y mi gratitud y re­
pito con toda mi alma que María nunca des­
oye á los que con confianza le piden.
J u l ia G a r a y .
Granada-Nicaragua, 22 de Enero 1905.

Dan también, con toda la efusión de su alma, gradas
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Alacena (Huelva^ — Una Cooperadora salesiava;

Para honra de María Aux. , que me ha concedido
Inmensos son los beneficios que prodiga
varios favores tanto en enfermedades como en ne­
María Auxiliadora á quien la invoca con fe, y el gocios, pero especialmente por una gracia espiri­
que voy á referir aumenta el número de ellos.
tual, hago pública mi gratitud.
Barcelona (España). — Carmen Nel-lo: Hallán­
Un joven de 18 años fué herido mortal­
mente en el lado izquierdo junto al corazón, dome postrada en cama con una grave enfermedad,
acudí en medio de mi aflicción á María Aux. pro­
de una manera imprevista y sin causa justi­
metiendo una limosna y publicar la gracia. Resta­
ficada ; los médicos en el primer momento blecida aun antes de lo que yo esperaba, cumplo
creen que es un caso perdido, pero sin em­ agradecida mí promesa.
Bilbao (España). - La Condesa de Casa Motiialvo
bargo le hacen la curación; al llegar á mi la
noticia de esta desgracia, invoqué á María Au­ se encontraba con un fuerte dolor reumático en el
hombro que le duró más de un mes, á pe.sar de
xiliadora y le prometí, si lo ^ Iva b a , mandar
haber aplicado varios remedios; acudió á María
decir una misa y publicar el prodigio en el
Aux. prometiendo publicarlo en el Bo u ít In S ale siANO si la aliviaba. En el mismo instíuile eiutiezó
B o l e t í n . El jóven mejoraba algo, pero los
médicos temían complicaciones y en ese caso á desaparecer el dolor, y por la larde se había
quitado totalmente, no habiendo vuelto desde en­
todo era inútil; pero á pesar de haberse pre­
tonces que hace cuatro meses.
sentado un síntoma de los que temían, el jóven
Cartagena (Colombia).
José V. Caviedes, en
con gran asombro de la junta de médicos, día cumplimiento de un voto que hice para obtener
á día sigfuió mejorando, y la herida se cicatrizó una gracia de María Aux.. envío un niñito de oro
de tal manera, que hoy se encuentra gozando para su Santuario de Turín.
Granada (Nicaragua). — D. Q., agradecida á
de completa salud y de aspecto tan bueno
María Aux. por haberla mejorado de una enfer­
como antes. .Cumplo, por tanto, con mi ofre­ medad. — Desiderio Sánchez da gracias á la .Sma.
cimiento y quedo más que nunca contada en Virgen por haber sanado de una grave enfermedad.
el número de la devotas de Mana Santísima _ Angela v. de Alegría invocó á María Aux. para
obtener la salud de una nietecita suya, y habién­
Auxiliadora,
dolo obtenido, hace pública la gracia. — Ramona
Una Cooperadora.
Gutiérrez da infinitas gracias á María Au*. por ha­
Gaayaqnil-Ecaador, 30 de Enero de 1905-

Confiem os en M aría.
U d hijito mió de 16 meses fué atacado de

ber obtenido la salud de D . Juan Ignacio Urlecho.
— Reyes Sandoval de Abarco, por un favor obte­
nido.
Jinotepe (Nicaragua). — Rosa A . de Román te-



124

niendo gravemente enferma á una hija suya, inVMó el Auxilio-de .María para -obtener su salud,
proinetiendo hacer público el favor: obtenido éste,
cumple lo’ prometido.
Laguna (Canarias).
dos Santos Ferreira;
viéndome en un apuro que parecia irremediable,
acudí cüiiíiado á .María Aux, prometiendo una li­
mosna y publicar la gracia; y .e l segundo dia de
comenzar la novena se resolvió felizmente el asunto.
Henclíta sea María Auxiliadora.
' Lajarea (Canarias). — Grégo'ria Sarama de MeHdn; estando un sobrino mío gravemente enfermo
y-,sin e.speranzas de vida, casi llorando su muerte
offecí á Iq Virgen Aux., si le daba la salud, salir
á pedir limosna para su culto. Kmpecé á hacer la
novena y, j gloria sea dada á María Aux. 1 fué fa­
vorablemente atendida mi petición.
Málaga (Espafta). —r Catalina Pérez v. de Rodrí­
guez agradecida á María Aux. por una curación
especial obtenida, da una limosna para su culto.
María (Almería); — Eulogio Sánchez : encontnándome en un trance apurado, recurrí á María Aux.
en demanda de protección, prometiendo una li­
mosna, y la obtuve sin tatxlanza. Padecía de una
enfermedad sin esperanza de alivio: acudí á María
4tí?Svy bpy-m^ epcuqutrb, restablecido.
Ibídcm. — ^na Emilia: Habiendo sido mi .es­
poso ii^itsfíímé'nté' acúsaáo'cbthó cómplice de un
robo, acudí .á María Aiux. suplicándole que se de­
claraba públicamente su inocencia, prometiendo una
limusiia, vestir de negro por un ajio y publicar el
favor: obtenido éste, cumplp.mi promesa.
MolUla de Palanca (,Cuenca-:Esi>aña). — Dionisio
Lartido- da gracias, á Maria Aux. y una limosna
por favores recibidos de-tan. buena Madre.
Puerto do Qabras (Ganfirias) . .- A g u s t í n Medina
y Dominga ■ Berriely esposos, dan gracias á María
Atix. por .haberles obtenido, la salud ; dan una li­
mosna.
: Salamanca (España).-— Lázaro Junquera: estaba
enfermo-de’ congestión pulmonar y acudí á Maria
AUx; civ demanda de salud. -Sumamente agrade­
cido íá bin bueua Madre'por haberme obtenido la
gracia, ■ bago público el favor..'
‘ Sairlá (Um'ceióna).
Vicente Am at: Encontrándcrtíte, desde hada siete maSes.'continuamente moleSt.idó por u'n tumor en los ríñones, después de
acudir á la ciencia, la cu a l' demostró que no se
pOtlia realiraV la cttrá. sino-ntédiante una operación
rítd'icál á'la-qu é-in e ' resistí, a cu d í'á Maria Aux.
ptVrtnetiéiido' vrna Misa -en -su altar y publicar la
gracia, si me libraba deí'aquet mal. Hallóme hoy
^oru'de 'peligro-'y aj^radecido á nuestra bondadosa
Madre, cumplo-riii promesa,
. Ibldom
'Edmrdo Ribas'Abas: pedí á . María
Aux. me sacase' libre del servicio militar, y en
apradeclmicmo'jwr el favor obteaidoi bago público
mi-ftgmifacinuentOí. .
' Valciícia (Ejqraña).' — A'. A l ; teniendo á mi hija
ehoontrando remedio en la ciencia,
reÁti*rí i Ñraria' y ' con -su rttiXiüo obtuve la curaun tu­
cWh^dé Inf h i j a . t e n i a
mor en el pecho y debía sujetarse á una peligrosa
oberttCTóñ.*
eítcc^éttdd"á María Aux. 'y sin ne­


cesidad de operación curó completamente; — Bien­
venido Jarriols, Maria Hernández , Isidra Cabell y
D . D . dan una limosna por favores recibidos de
María Auxiliadora. Victoria (Guatemala). — D r. M. A Ivarado da
gracias á María Aux. por haber curado á su que­
rida madre de una enfermedad, contra la predicción
de los médicos.
Vigo^ontevedra). — Mercedes
hacía tiempo
que mi hermano se hallaba enfermo en América y
las noticias que de su salud recibíamos eran más
desconsoladoras cada día ; acudí con una novena á
María Aux. y á los pocos dias recibo la noticia de
que estaba mejor y después de poco tiempo tuvi­
mos el consuelo y la sorpresa de verlo entrar en
casa muy mejorado. Bendita sea la Virgen Auxi­
liadora.
Ibídera. — J .
S. S .; tenía que entraren quin­
tas este año y prometí á María Aux. publicar la
gracia si me libraba de todo servicio militar. Maria
escuchó mis plegarias y yo cumplo gustoso lo pro­
metido.
Yaritagua (Venezuela).— Filomena Otero de Carbailo da gracias á Maria Aux. por un señalado fa­
vor obtenido y cumple su promesa’
Ibidem. — Jesús M. Trovali, agradecido á Maria
Aux. por haber concedido la salud á su esposa, que
se vió en peligro de muerte á causa de una grave
enfermedad, cumple la promesa de confesarse, dar
una limosna y hacer pública la gracia.
N- B. — Suplicamos encarecidamente á los agra­
ciados, se sirvan indicar con claridad el nombre y
apellido, y* el pueblo, provincia y nación de su resi­
dencia. Sí la cualidad de la gracia exige que se
conserve el incógnito, sírvanse advertírnoslo y pu­
blicaremos sólo las iniciales ; pero necesitamos sa­
ber la proveniencia precisa de las gracias para
poder responder de su autenticidad. Es cosa que
vivamente recomendamos.

R . I.

P.

Da, Manuela Borgoño de Kieler.
dia 28 del p. pdo. febrero falleció en
Saittiago de Chile, fortalecida con los
Santos Sacramentos, la ilastre Sra. D. Manuela
Borgoño de Kieler. Fué durante toda su vida
un dechado de virtudes cristianas, distinguién­
dose en el alto grado que en la sociedad ocu­
paba Como hija, esposa y madre ejemplar. Todas
las o.br^ de beneficencia, ’ pero en especial la
Casa Salesiana de la Gratitud Nacional de San­
tiago, á la que dispensó grandes favores, fueron
objetos de su inmensa caridad.
Sea paz á su alma buena y cristiana. Pedi­
mos á nuestros lectores una p ic a r ía por su
alma.

— 1 25 —
3


o

ROÑICA SALESIANA

BARCELONA — El Sr. Nuaclo Apostólico ea el Tibídabo. — Cortamos de un Diario local: « Invitados
por el alcalde, se reunieron ayer , 15 de Febrero
por la mañana, en las Casas Consistoriales , con
objeto de acompañar á Monseñor Rinaldini en su ex­
cursión al Tibidabo, los presidentes de la Audiencia
territorial y provincial, los concejales señores Nu­
blóla y Peris, el marqués de Pascual, el fiscal de
S. M. señor Pozzi. el secretario del Ayuntamiento
señor Gómez del Castillo , el capellán del Nuncio
señor Lasa, el secretario de cámara del obispado
doctor Salvia, el canónigo doctor Almera y otras
distinguidas personalidades.
» Precedidos de batidores de la guardia muni­
cipal, y ocupando siete carruajes de la Alcaldía,
ios expedicionarios se dirigieron hacia la carretera
de Sarriá, ocupando el último de los carruajes
Monseñor Rinaldini, el alcalde, el presidente de la
Audiencia y el presidente de la Diputación don
José Espinós.
» Al pasar por frente á los pensionados de Loreto, el Nuncio fué saludado por los religiosos y
alumnos.
» En Sarriá casi todas las casas lucían colga­
duras y fueron echadas á vuelo las campanas.
» En la plaza Mayor se detuvo el coche del Nuncio
algunos momentos, cumplimentándole el párroco
doctor Estadella, y antes de salir de aquel pueblo
Monseñor Rinaldini, encargó al doctor Salvia Civit
dejara tarjeta en el € chalet» del marqués de Villamediana.
» Cuando la comitiva llegó á la puerta del templo
de la Virgen de la Bonanova, el Nunció se apeó
del coche y entró en la iglesia rodeado por la inultitud, que le besaba el anillo, y en el presbiterio
oró breves instantes ante la milagrosa imagen de
la Santísima Virgen , en tanto che la capilla de
música cantaba el Ave María, de Molerá.
* En la cumbre de la montaña esperaban á los
expedicionarios don Román Macaya, señores mar­
queses de Pascual y de 011e r , Pascual (don Policarpo) y Rebió, de la Junta constructora del templo
del Sagrado Corazón; el alcalde de Sarriá, señor
Xiró, los Padres Salesianos, la banda de música del
asilo de los mismos y numerosa concurrencia, ^de
la que formaban parte distinguidas damas y seño­
ritas.
»> A los acordes de la marcha real, interpretada
por la citada banda, salió de la estación el Nuncio,
y rodeado del público, se dirigió á examinar las
obras del templo del S a ca d o Corazón, dándole las
explicaciones sobre el mismo los señores Macaya,
marqueses de Pascual y de Oller, quienes además
le enseñaron los planos de tan hermosa obra.
» Monseñor Rinaldini tributó muchos elogios á
la Junta constructora, y subió luego á la meseta
que hay detrás del restaurant, desde donde con­
templó los montes Pirineos y Montseny, que esta­
ban cubiertos de nieve, y Montserrat y las ciudades

de Badalona, Sabadell y Tarrasa con todo su es­
pléndido panorama.
» Luego fué obsequiado con un delicado almuerzo,
después del cual se redactó el siguiente telegrama
dirigido al Rey:
Mayordoniia Mayor de Palacio; Madrid. — Desde
la cúspide del Tibidabo , recientemente visitado por
V. M., reunidas las autoridades de Barcelona para
obsequiar al Nuticio blonseñor Rinaldini, á la vista
de esta hermosa capital de Cataluña, le envía sa­
ludo, testimonio de su incondicional adhesión, — E l
alcalde: G a b r ie l L l u c h . »
« Se remitió también otro telegrama al secretario
de Estado del Vaticano, Cardenal Merry del Val,
enviando un saludo respetuoso para el Padre Santo.*
Como recuerdo de esta ilustre visita, la Junta de
Cooperadores se ofreció á pagar una columna de
la Cripta, y el Sr. Macaya, otra. Se ha hecho tam­
bién una Rifa de beneficencia para el Templo de
S. Corasón, á la que tomó parte lo más granado
de Barcelona, y dió un espléndido resultado.
SANTA TECLA (San Salvador). — Inauguracióo de
un templo á María Auxiliadora. — Tomamos de E l
Demócrata de Sta. Ana: « Aun resuenan gratos al
oido los ecos de las grandiosas festividades que ha
presenciado esta ciudad de las colinas, y pienso
hacerle cosa querida dándole unos bosquejos del
hecho principal de dichos acontecimientos (el 4 del
de Diciembre).
» Refiérome al estreno y bendición relativa de
un Santuario, verdaderamente tal, que los .Salcsianos han levantado á su Celestial protectora María
Auxiliadora en esta bella ciudad, que se conmovió
toda unánime y participó á los festejos con un re­
gocijo particular, que nada revestía de ese aire de
divagación que asoma siempre aun en las solem­
nidades religiosas.
, ,
» Y justificábase ese sentimiento característico,
pues aun cuando hubieran salido los Tecleños de
sus casas, como yo, alegares y ansiosos de novedad,
al llegar frente á ese Templo artístico que es como
la piedra más preciosa que engalana la diadema
de esta ciudad, al dirigir la mirada á esa fachada
esbelta como un pensamiento, correcta, en t<^as
sus lineas, conjunto gracioso de las más sencillas
combinaciones arquitectónicas, con solo mirar la
fechada de ese Santuario, digo, habían de perder
toda idea preconcebida y ansiar de penetrar á ex­
tasiarse en las severas producciones del orden g ^
tico que tiene en el interior del templo sus más
geniales manifestaciones. »
c ü d ., señor Director, sabe muy bien que soy muy
profeno en cuestión de arquitectura y que por lo
mismo quién sabe como saldría del atolladero ^si
me metiera á describir por partes la belleza artís­
tica de ese tesoro de arte.
» Diréle, pues, únicamente lo que pienso acerca



126 —

de él y lo que he oído decir por personas compe­ público. Imagínese Ud. todo lo que puede desear
un corazón bien nacido y tendrá una idea de lo
tentes.
alegre que estuvieron los dias 4, 5, 6, 7 y S de
» Pues lo que soy yo, confieso que no he visto
Diciembre en Santa Tecla.
en todo Centro-América otro templo más delicado,
» Veo empero que ya le tendré á Ud. molestado
grandioso en la ccncepcíón artística y sencillamente
con estas mis descoyuntadas frases y acabaré mi
bello en los medios con que fue conducido á feliz
correspondencia dirigiendo un saludo respetuoso
resultado.
como merecido á aquel genio inspirador y reali­
» Y todos los que quisieron comunicarme sus
zador de esas maravillas para nuestro país.
reflexiones han sido de mi parecer y han apellidado
» Al P. José Misieri, superior salesiano en estas
ese Santuario con el nombre de Modelo de arqui­
orgullosas playas salvadoreñas, se debe ese templo
tectura.
que, si fué elevado con las ofrendas de los pudientes
» Fiffiirese Ud. que impresión propuciria en ese
y de la viuda del Evangelio, si perpetúa la memoria
Templo que mide 44 varas de largo por i i de
del 50° aniversario de la definición dogmática de
ancho y 12 de alto, en ese ambiente regalado de
una luz soberanamente quieta que le llueve apa­ la Purísima, si es homenaje de cien corazones ju­
veniles que han porfiado noblemente para demos­
sible de 16 ventanas á vidrios matizados de los
más delicados colores, figúrase Ud. qué majestuoso trar lo que se aprende en los colegios salesianos,
lo mejor que expresa es lo elevado, lo artístico, lo
efecto producirían las magistrales ejecuciones de
un coro de 60 cantores que interpretaban las par­ poético, lo bello que es el genio que tal modelo
tituras inmortales y eternas como los nombres de de templo supiera idear y llevar á cabo.
Palestrina, Perosi , Gounod , Meren­
dante , Mozart, Beethoven...
» lisas fueron ejecuciones musica­
les dignas de un auditorio como el
distinguido, el indiscutible mérito mu­
sical de los Snlesianos.
» Sesenta voces acompahadas por el
sonido grave y religioso del órgano...
esa si era una Misa cantada asi pro­
piamente cantada y no tocada á or­
questada como se oye casi siempre
cuando se combinan 3 voces y á veces
2 con 20 instrumentos de orquesta...
» La bendición la efectuó el limo,
Sr. Obispo el día 3 por la tarde. Al
siguiente dia la muchedumbre apiñóse
de un modo nunca visto en el Santua­
rio y asistió á las numerosas Misas
rezadas y por fin extasióse en las gran­
diosas polifonías de una misa de Gou­
nod, el inmortal cisne francés. Los
cantores , niños por la mayor parte,
alcanzaron un verdadero triunfo. Y
seguro que había de ser así, pues el
Nueva Casa saiesiaoa eo coastrucldu, lado norte — Lisboa.
regocijo que llenaba sus corazones al
ver coronada aquella construcción á
cuyo cumplimiento hablan sudado anos enteros,
* A l Padre Misieri, todo buen salvadoreño debe
ese contento juvenil que los poseía completamente,
un tributo de gratitud por haber enriquecido á
debía arrancar de sus órganos vocales la más ins­ esta heroica Patria, con una joya de arte cristiano
pirada interpretación de las partiduras estudiadas.
que nada teme el parangón de otros trabajos del
Diré de paso, que algunas de las composiciones
mismo género.
musicales eran de maestros salesianos ya grandes
» Señor Director, perdonará si me he mostrado
aun en el arte de componer según las últimas pres­ demasiado entusiasta para con la Institución Salecripciones litúrgicas.
siana... antes no pensaba asi. Pero después de pro­
* Las fiestas duraron hasta el S de Diciembre,
bar, cualquiera cambia modo de pensar, como le ha
din en que después de haber oficiado en el San­ sucedido á este su S. S.
tuario, los mistnos cantores tuvieron que acceder
E duart. »
al deseo general de Sta. Tecla, y ejecutaron el
BARCELONA — Instituto de S. José — Fiesta dcl
mismo programa musical en la parroquia de Con­
Santo Patrono. — Nos escribe D. J. Martínez: Como
cepción, que se vió pequeña para contener aquellas
preparación á la fiesta de S. José, desde el primero
oleadas de .personas que llenaron de bote en bote
de Marzo se celebraba una función sagrada con­
la iglesia.
sistente en misa rezada, lectura y canto de los
» Durante dichas fiestas no hubo manife.stación
gozos del Santo, á la que acudían numerosos fieles.
de gozo que los Salesianos no haj'an procurado á
los niños del Colegio y sus Bienhechores.
Para esta ocasión nuestro maestro Ismael compuso
un hermoso himno á S. José que el coro cantaba
» Un banquete en que tomó parte lo más selecto
cada dia. El 19, festividad del Santo Patriarca,
de la sociedad San Salvadoreña venida á las fiestas;
iluminación á la veneciana, juegos de artificio,
tanto la casa como el barrio entero se vistió sus
mejores galas. La misa de la Comunidad fue cele­
representación teatral, velada lírico-musical, juegos
variados con premio... conciertos musicales brin­ brada por Exemo. Sr. Cortés, Obispo auxiliar de
Barcelona. La capilla estaba atestada de fieles, que
dados por la misma pequeña banda de niños que
los Salesianos presentaron á la Exposición Nacio­ siguieron acudiendo numerosos á todas las misas
y funciones del dia. De manos del Prelado rednal y que mereció las más sinceras simpatías del

— 1 27 —
bieron por vez primera al Pan de los Angeles 45
niños de estas escuelas. Era una conmovedora es­
cena ver á quel tropel de jóvenes de las Compañías
del Smo. Sacramento, de S. Luis, del Centro Don
Bosco y Banda acercarse con compostura y devo­
ción á com ulgar; de 600 pasaron las comuniones
en aquella Misa. El Prelado, al dirigir la palabra
á los niños, obreros y demás asistentes, después
de la misa , demostró su conmoción y alegria y
tuvo para todas frases de paternal bondad y aliento.
Sean dadas al Exmo. Sr. Cortés publicas gracias
por tanta dignación. El oficio solenne fué celebrado
por el R. D. Eusebio Echalecu, Director del Ins­
tituto ; predicó las glorias del Santo con gran elo­
cuencia el R. P. D. Juan Forteza, y la escolanía
cantó con gran afinación la misa de Ravanello.
Por la tarde se les impuso la medalla de S. José
á 34 nuevos congregantes, obreros todos, y después
de la Bendición con S. D. M., pasaron todos al
teatro, donde con el bien representado v liermoso
drama Las aventuras de un MarinerOy
pasaron algunas horas de santo y agra­
dable solaz. Así pasó en medio de la
alegria y de la piedad esta fiesta de
dulces recuerdos que esperamos pro­
duzca saludables efectos en estos bue­
nos jóvenes y obreros.

brero, hice una conferencia á los Cooperadores
que ella supo reunir en su ca sa , y como el salón
fuera demasiado angosto por la numerosa concvi*
rrencia, se adaptó el patio para salón. La gente
que tomó parte quedó muy satisfecha, y al salir
cantaron todos con entusiasmo y devoción unos
versos de despedida á María Auxiliadora con una
melodiosa tonada que pocos minutos antes les linbia
enseñado. Se cerró la función con el cántico ben­
dito sea Dios, y con un Paternóster á nuestro ce­
lestial patrono s. Francisco de Sales.
La señorita Arias ha redoblado desde entonces
su empeño y he sabido últimamente que son cada
vez más frecuentes las visitas á María .‘Vuxiliadora
y más abundantes las limosnas.
Yo he hablado de la señorita Arias y podría
hablar de otros muchos Cooperadores y Coopera­
doras, pues me consta que en Méjico hay varios de
esos Angeles de caridad, que se desvelan en favoi
de la Obra de D. Bosco. Entre las demás que yo

LEÓN-MÉJICO — En busca de recursos
— Una buena Cooperadora — Conferencia.
— Escribe el P. D. Milanesio: Ocu­
pado en mi dura tarea de allegar
medios por la Misión de la Patagonia,
Dios ha permitido que llegara á la
ciudad de León la más populosa del
estado de Guanajuato y con sede epis­
copal. Apenas llegado , no conociendo
á ningpmo en la ciudad, fui á un hótel en donde demoré dos dias. Des­
pués de haber hecho las diligencias
para conseguir de la Curia eclesiástica
las licencias de predicar en las igle­
sias y pedir limosna en la ciudad y
pueblos de la misma jurisdicción,
Nueva Casa salesiana en construcción, Indo sud — Lisboa.
tuve la buena suerte de conocer á la
distinguida señorita María de Jesús
Arias, cooperapora salesiana y pro­
mismo he conocido, recordaré las señoras Carlota,
fesora, quien vive con dos de sus hermanas. Esta,
Aleja Ortigosa y su digna madre, y la señorita
luego que supo que me alojaba en un hótel, me
María Barbá y hermanas , las que se ocupan c«m
ofreció'SU casa y puso á mi disposición el mejor
gran interés de nuestra Obra en Guadalajara. ¡OM
salón de la misma. En un principio yo no quería
que se multipliquen estos seres providenciales tan
acceptar, pareciéndome que era demasiado molestia
necesarios cuanto menos advertidos en el mundo y
para ella, pues teniendo allí una escuela, podían
quedar estrechas y aún incomodadas en sus que­ hasta á veces contrariados en sus santas empresas,
y que el Señor recompense con creces su celo y
haceres. Pero tuve que ceder á sus repetid^
su caridad.
instancias y aceptar le hospitalidad que me ofrecía
con sincera cordialidad.
LA PAZ (Bolivia ).— Los antiguos alumnos y la fiesta
No contenta con alojarme, me ayudaba en todo,
y cuando mis atenciones me obligaban á salir de de la gratitud. — Nos escriben :
«Bien podría llamarse fiesta de la gratitud la que
casa, recibía las personas, les explicaba con pa­
nos hicieron gustar en el dia 25 del pasado Diciembre
ciencia y dulzura el motivo de mi llegada á León,
recibía la limosna, la apuntaba en un registro á los antiguos alumnos de este plantel. Sabiendo ellos
propósito y distribuyéndoles en retorno alguna me­ que en los primeros días de Diciembre debía lle­
gar á esta ciudad el infatigable y abnegado direc­
dalla rosario bendito, las convidaba á pasar á un
tor de esta Casa salesiana D. José Reyneri, después
saloncito de su habitación en donde ella tiene bien
de una ausencia de más de 8 meses, concibieron
arreglado un altarcito dedicado á la Madre de Dios
la noble y generosa idea de manifestarle la gratitud
y Protectora de los Salesianos María Auxiliadora,
y ei cariño que los une á los hijos de D. Bosco;
^ t a viene allí representada en una bella estatua
cariño y gratitud olvidado tal vez en los años de
alta más de un metro , que ella por su cuenta
colegio, pero que sienten y que se robustece más
mandó hacer. Con su persuasiva palabra y finos
modales promueve hábilmente la devoción á Ma­ y más en los continuos lances y desengaños de la
ña Auxiliadora y va aumentando de día en dia vida, cuando después de haber acercado á sus labios
los Cooperadores salesianos. El dia 23 de Fe­ el cáliz de la felicidad, que creían apurar hasta las



128 —

heces, encuentran que todo es engaño é ilusíSn.
I Ah ! en aquellos momentos el recuerdo más grato
es el de los tranquilos é inocentes años de la niñez
pasados á la sombra del Colegio, bajo la guia de
buenos superiores; recuerdo que levanta en el co­
razón una oleada de afectos grandes y nobles, ca­
paces de volver al recto sendero de la virtud á los
que de él se han separado y mantener en él á los
que le siguen.
Reunidos en el Colegio desde las i i de la ma­
ñana del dia 24 para asistir á la Misa de media
noche y compartir con los alumnos internos los
dulces consuelos y santas alegrías de la Noche­
buena, tuvimos el consuelo de ver á algunos acer­
carse al banquete Eucarístico, otros ayudar las
misas que se celebraban y todos orar en devoto
comportamiento. Terminadas las funciones sagradas
y conforta<lo el cuerpo con excelente desayuno, los
despedimos hasta el medio dia en que debia tener
lugar la solemne manifestación, dando gracias á
Dios que quería proporcionarnos aquel inmerecido
consuelo.
Tal era el deseo que teníamos de verlos reunidos
para empezar el grandioso programa que circulaba
con profusiún en el Colegio que, las horas nos pa­
recían eternas; pero al fin pasaron, y á las dos de la
tarde del dia 25, al tocarse y cantarse el himno
Boliviano, que todos escuchamos de pie, empezaba
la solemne manifestación. Largo sería dar una idea
de las piezas que la Banda Iris, dirigida por el in­
teligente y hábil maestro Sr. Francisco Molina y
formada casi en su totalidad de ex-alumnos, nos
hizo gustar, piezas clásicas, tocadas con gusto y
perfección artística; larguisimo sería el relatar los
discursos, himnos, prosas y poesías y el magnifico
resultado que tuvo la comedia D . Pampirio Tondo
tjue nos hizo pasar horas de alegría sin igual. Pa­
saré por alto el discurso del R. P. Reyneri, Di­
rector de la Casa, al agradecer la manifestación
sincera y espontánea de gratitud y cariño de los
antiguos alumnos, la entrega de la corona de ñores
y tarjeta artísticamente trabajada por los ex-alunmos.
y pasaremos al modesto ágape que tuvo lugar al
terminarse el acto. Reunidos en el comedor del
Colegio el Sr. Director del Establecimiento, el Sr.
Cancelario de la Universidad y Presidente de los
Cooperadores salesianos. el Sr. Juatt Torti, Cónsul
de S. M. el Rey de Italia y de S. M. el Rey de
España, de otros distinguidos señores, de los su­
periores de la Casa y ile 32 ex-alunmos. empezó
la comida alegrada por la animada cimversación
de recuerdos pasados, cánticos familiares, discursos
y vivas en profusión á ü . Hosco, á D. Rúa, á los
Salesianos. á Bolivia y á la hermosa Italia, madre
del arte. Antes de concluir, quiso el Director de
la Casa dar el diploma de la Cruz de caballeros
de María Auxiliadora al Sr. Cancelario de la Uni­
versidad y Presidente de los Cooperadores salesia­
nos, Dr. D. Manuel D. Mariaca v a l Sr. Cónsul de
Sus Majestades los Reyes de Italia y España. Re­
cibiéronla con muestras de profimda gratitud, y los
dos pronunciaron un improvis.atlo y elocuetite dis­
curso, elogiando la Obra de D. Hosco, dando las
gracias por la honorificencia merecida y congratu­
lándose con los jóvenes presentes, por la muestra
de gratitud y solidarietlad que en aquel acto ma­
nifestaban. Una salva de aplausos y de vivas co­
ronó lar palabras de los dos ilustres personajes ;
y todos nos levantamos para pasar al salón donde
escuchamos nuevamente escogidas piezas de piano
y tlomle una amena y alegre conversación de tiem­
pos que fueron y que no se borrarán jamás, nos
' entretuvo hasta avanzadas horas de la noche.

Que la nueva Sociedad de ex-alumnos que en la
Paz se ha constituido, produzca frutos copiosos en
bien de sus almas y de la sociedad entera, es el
deseo más sentido de todos los que creemos ver
en la Sociedad Salesiana el remedio á los males
del descreído y engañador siglo moderno.
VIEDMA (P a t a g o n ia ) — Fiesta de la lamacnlada. —
De una carta escrita por una Hija de María al
Exemo. Sr. Cagliero, sacamos las siguientes noticias:
El mes de María fué celebrado con especial
pompa, y las Hijas de María ofrecieron á su ce­
lestial Madre la Comunión general cuotidiana, de
entre las consocias descollando cada dia doce aso­
ciadas, que con velo blanco coronaban á la Inma­
culada con corona de Comuniones formando su
escolta de honor.
Alentadas por el ministro del Señor, señoras y
niñas concurrieron numerosísimas á la función de
las tardes en las que, de labios del Sacerdote apren­
dieron nuestras almas á venerar, amar, y defender
el dulcísimo privilegio de la Inmaculada Concep­
ción ; y explicándosenos cada tarde la florecita para
praticarse al día siguiente, con mayor diligencia se
ponía en práctica después.
Asi que, amadísimo Padre, este deseado mes
transcurrió cual S. lima, lo deseaba; devoto, ver­
daderamente devoto.
La novena fué celebrada con acrecentamiento de
devoción interna y externa. A llenar los deseos de
las Hijas de María sirvieron las andas que hechas
en los talleres Salesianos resultaron sencillamente
elegantes, ofreciendo á la blanca imagen de Nuestra
.Señora de Lourdes un delicado trono, rodeado de
cinco varas de azucenas y adornado de un rosal y
cortinitas, blancas también, y bordadas en seda ce­
leste por manos de las piq)ilas.
El dia ocho celebróse fiesta de Capilla: permí­
tame que le diga que muy conmovedor y bello
fué ver ese tropel de niñas blancas como palomitas,
que se acercaron por primera vez al santo altar
para alimentar sus inocentes almas con aquel man­
jar que engendra Vírgenes, ¡Cuarenta y siete almas
más, que dieron albergue á Jesús en sus tiernos
corazones?
Por la tarde después de cantar vísperas, tuvo
lugar la solemne recepción de Hijas de María.
Aspirantes, y Angelitos.
El dia II se efectuó la segunda fiesta solemní­
sima. I..as niñas que habían lieclio su primera Co­
munión el dia 8 se acercaron en este dia al ban­
quete celestial por segunda vez. Por la tarde se
hizo la procesión á pesar del viento que quiso im­
pedirla; pero .María Sma. extendió su manto azul,
¡impido y sereno sobre nosotras, cesando el viento
á la hora misma en que la procesión salía. De re­
torno á la Capilla, después de rezadas las preces
prescritas, el Rdo. Sr. Director impartió solemne­
mente la Bendición Apostólica, acto que impresionó
hondamente y que fué acompañado de extraordi­
nario piadoso silencio interrumpido poco después
de un coro sagrado que entonó el Tota pulchra,
acto continuo solemne Tantum Ergo y Bendición
de S. D. M. la que selló las dulces é inolvidables
impresiones de este jubileo.

— 129 —
MONTEVIDEO (Uraguay).
Revmo. Señor Don Rúa.
Muy amado Padre: Aunque no tenemos una Ca­
tedral ni casa que se le parezca, hemos celebrado
con singular pompa el so® Aniversario de la decla­
ración del dogma de la Concepción Inmaculada de
María. Sin temor de ser desmentido le diré que en
todos los meses del año 1904 se ha hecho alguna
función religiosa en honor de la Virgen Bendita.
El señor Inspector determinó que el primer do­
mingo de cada mes se cantara una misa en honor
de María. Asi se hizo. Ese dia las comuniones
de los fieles eran más numerosas de lo acostum­
brado.
El 24 de cada mes, dia en que la Pia Asociación
que lleva el nombre de la Virgen de Don Bosco,
se congrega á los pies de su Protectora para hon­
rarla y pedirle gracias, no ha faltado una sencilla
plática alusiva al misterio que conmemorábamos.
Numerosas han sido las comuniones en esos dias.
El 2 de Octubre empezamos un triduo de pláticas
espirituales para niños y niñas predicado por un
Rev. Padre Capuchino, en preparación á conseguir
la especialisima gracia del santo Jubileo. El resul­
tado de estos actos religiosos fué satisfactorio.
El 23 del mismo mes la' piadosa Asociación de
María Au.xiliadora celebró un acto literario-musical
en honor de su excelsa Madre prestando su con­
curso las niñas más aprovechadas del Oratorio
« Santa Rosa de Lima » dirigido por las mismas,
y varías .señoritas distinguidas de nuestra sociedad.
El acto mereció la aprobación de las personas en­
tendidas. También se dedicó á María el certamen
catequístico que se efectuó en Noviembre por los
niños externos y pupilos estudiantes. ¡ De veras que
el acto fué digno de nuestra Madre! porque los
combatientes, chicos de nueve á diez años en su
mayoría, estaban preparados con tanto esmero, que
la mesa examinadora se vió obligada á discerjiir
muchos premios por no cometer una injusticia. El
veinte del mismo mes, un centenar de jóvenes,
ex-alumnos de varios colegios salesianos de esta
ciudad, fueron á visitar á María Auxiliadora en su
santuario de Villa Colón, pasando todo el día en
el colegio que allí tenemos, siendo muy obsequiados
por nuestros Hermanos. Este acto hermosisimn
y consolador para los que esperamos de la juventiui
educada en la fe católica el engrandecimento de la
patria, fué precedido por una serie de conferencias
predicadas por el Rev. P. Rota.
Durante la novena de la Inmaculada, predicada
por el Rev. P. Vidal, Salesiano, las personas pia­
dosas de este barrio y las devotas de María ofre­
cieron á la Madre celestial una corona de Comu­
niones. de diez á quince cada dia. Estos actos
terminaron con una numerosísima Comunión gene­
ral el dia de la fiesta.
Un espectáculo conmovedor presenciamos este
dia. No menos de un centenar entre niños et niñas
se acercaron por primera vez á la mesa eucharística. Su porte recogido y angelical impresionó aún
á los indiferentes.
En esta fiesta se estrenó la misa de S. José de
Calasanz á dos voces reales, del maestro Ravanello. Las partes variables, según la edición de los
Benedictinos de Solesmes, fueron ejecutadas admi­
rablemente p>or varios niños del Colegio.
Por la tarde se cantaron vísperas solemnes, siendo
los salmos de los afamados maestro Perosi e Ravanello. El coro ejecutó el Tanlum Ergo de Respini á voces de niños y hombres.

Las fiesias dedicadas á María terminaron en los
Talleres Don Bosco con un acto literario-musical
preparado por los Salesianos y alumnos internos.
El 20 de Diciembre, dia destinado para coronar
la imagen de la Auxiliadora que se venera en su
santuario de Villa Colón, muchas personas cató­
licas, en número de seiscientos invitados por una
comisión de señoras y señoritas de la piadosa Aso­
ciación de la Auxiliadora , concurrieron á aquel
solemne acto, dando asi una prueba de su fe y
amor á la Madre de Dios.
Quiera la Madre Auxiliadora bendecir de veras á
esta querida tierra uruguaya que tanto necesita del
auxilio del cielo. Ruegue, amado Padre, por todos
los Salesianos del Uruguay, por nuestra asolada
Patria y especialmente por quien se declara su
Humilde servidor
D á m aso Mo r e n o .
Montevideo, Mar>o de 1905.

U n a idea feliz.

La señorita Carmen Espárrago, residente en la
Unión (Montevideo), activa Decuriona de los Coo­
peradores salesianos de esa localidad y devota de­
cidida de Maria Auxiliadora, ha concebido la cris­
tiana idea (5' se esfuerza por realizarla) de esta­
blecer una caja ó alcancía para socorrer en casos
urgentes á las mujeres pobres que lo soliciten. Es
de creerse que esta obra merecerá la aprobación y
simpatías de todo corazón bueno, pues es l)ien
sabido que con mucha frecuencia se encuentran
personas en una situación económica desesperante,
expuestas á ser victimas de la maldad de hombres
sin religión ó á perder la fe como condición para
ser socorridas.
Esa alcancía vendrá á llenar una necesidad de
la cual sólo se dan cuenta exacta las personas que
han pasado por ella.
Nos alegramos de que una buena cristiana, una
devota de la Auxiliadora del pueblo cristiano, sea
la iniciadora de una obra que enjugará muchas
lágrimas y remediará muchas desgracias.

VARIEDADES
o6ra n^aesfro de lo njono de í)io3.
Poesía premiada con el accésit en el Certamen hispana-americano de Buenos Aires, Diciembre de
1904. Por el P . José M . Vidal. SS.
Contemplé 1z creación y en lodos
los seres vi e¡ reflejo de tu belleza
y perfecciones, oh .María.

Desde el principio, en el eterno día,
Tu imagen sonreía
En la luz del divino pensamiento ;
E l Señor entre arrobos de ternura
Soñaba tu hermosura.
De su diestra magnifico portento.
Para Ti, Criatura inmaculada
Produjo de la nada

— 130 —
L a varia muchedumbre de los seres.
Porque, al servirte, reflejaran ellos
Tus fúlgidos destellos,
lOh benedita entre todas las mujeres

1

Los ángeles, en quienes tu belleza
A dibujarse empieza.
Cuando entonaron el primer hosana
Con los de Dios mezclaron tus loores,
Y á Tí, Flor de las flores.
Te proclamaron Reina y Soberana.
Y cuando, de los tiempos en la aurora,
A la voz creadora
Palpitaba la luz en lo infinito,
En ella el Hacedor se complacía
Porque la luz, María,
Prefiguraba tu candor -bendito ;

Tú del cielo también en las alturas
Espléndidas fulguras,
Y la luna es alfombra de tus huellas,
Y los rayos del sol bordan tu veste,
¡ Oh Emperatriz celeste !
Y circundan tu frente las estrellas....
Cuando resplandeció la quinta aurora
La turba voladora
Llenó el aire de plácida armonía,
Eco del cielo en el que oyó la tierra
La música que encierra
E l dulcísimo nombre de María.
A su arrullo creó el Omnipotente
Un sér inteligente,
Del mismo Dios imagen y traslado.

Y cuando, en el período segundo,
Tendía sobre el mundo
De transparente azul inmenso velo,
E n 61 formaba Dios tu regio manto
Y de tu trono santo
El pabellón, ¡oh Emperatriz del cielo I
Señor, ¡con qué inefable complacencia
Cerró tu Omnipotencia
Las aguas en el ámbito marino!
¡Pensabas en María : en el tesoro
Del original decoro.
En el de gracias piélago divino !
¡Oh s í ! Mujer celeste ; sin mancilla,
Viviente maravilla.
Todo lo grande y noble es tu ornamento
En Tí la santidad, en Tí la gloria
Y el triunfo y la victoria.
En Tí la majestad del sufrimiento ;
En Tí se inspira el Hacedor, y crea
Con fértil brisa orea
La tierra que ha surgido do los mares,
Y el campo y la floresta y los verjeles
Te simbolizan fieles,
¡Oh Esposa de los místicos Cantares I
Tú eres aquel nuevo paraíso
En quien Jehová no quiso
Que se insinuara el enemigo astuto.
Tú el árbol misterioso de la vida
Que á pregustar convida
De la inmortalidad el dulce fruto.

Y le ciñó la fúlgida diadema
De potestad suprema,
Cual sacerdote y rey de lo creado.

Tu amor florece en la encendida rosa,
Y cual de oliva hermosa
Es de tu compasión el óleo suave ;
Tú creces como el plátano sombrío
Que en hervoroso estío
Amortigua del sol el rayo grave.

Y una mujer le dió por compañeia.
Creación hechicera
De virginales gracias adornada,
Divina predicción de tu hermosura,
¡Oh Virgen siempre pura.
Delicia de tu Dios inmaculada !

Te humillas en las flores de los cam pos;
De tu candor los ampos
Entre espinas ostentas en el lirio
Cual aroma de incienso es tu plegaria;
La mustia pasionaria
Se impregna en el dolor de tu martirio.

Y a coronada su labor gloriosa.
E l Immortal reposa
Y en contemplar el mundo se extasía.
Porque todos los seres, todos ellos.
Reflejan tus destellos.
Tu gracia v oerfecciones. oh Maña.

Nueva Casa saleslana en construcción — Lisboa.

«n

— I3 I —
¡Oh Tú, la Hija del Eterno Padre !
¡Oh Tú, la dulce Madre
Del humano Verbo! ¡Templo Santo
Y Esposa del Amor ! ¡Obra maestra
De la divina diestra !
Clama otra vez en tu inspirado canto :
< Magnifica al Señor el alma mía
Y salta de alegría
Mi espíritu en el Dios que me redime.
Que de su sierva ínfima en la nada
Detiene la mirada
Para elevarla á dignidad sublime. *
« Me colmarán de gloria y bendiciones
Edades y naciones.
Porque hizo en mí prodigios sin iguales
El Poderoso, el Dios de nombre augusto
Que nunca cierra al justo
De su misericordia los raudales. »
« E l mostró de su brazo el poderío :
Desbarató al impío
Y frustró su soberbio pensamiento;
Del potentado quebrantó la silla,
Y al justo que se humilla
Le enalteció de príncipe al asiento. í>
« A los hambrientos los colmó de bienes :
Repulsas y desdenes
Le mereció el que náda en la opulencia;
A su siervo Israel tendió la mano,
Benigno Soberano,
Recordando su amor y su clemencia. »
Gloria al Señor y canto de alabanza
Porque su eterna alianza
Confirmó con el pueblo que en E l fía. »
¡Gloria á Dios, que entre arrobos de ternura
Ideó tu hermosura,
Dulce, perfecta, divinal María!
José M . Vidal Pbro. Salesiano.

Bibliografía
L ib ro s re g a la d o s á e sta D irecció n y que
recom endam os á n u estros lectores.
Tbomae tlenierkea a Kempis — Can. reg. ord. S. Augustini. Opera Omeia, voluminibus septem edidit
additoque volumine de vita et scriptis ejus disputavit Michael Josephus PohL Philosophiae Docl.
reg. Gininas. Thom. Kemp. nuper dir. — Cum
adprobatione R. Archiep. Friburgensis. — VIH
volumina in 12® (18X10) quae etiam singula ve­
naba prostant. B. Herder, tipógrafo editor Pon­
tificio. Friburgo de Brisgovia (Alemania).
Optimo y utilisimo es el trabajo que está reali­
ando el Sr. Migtiel José Pohl al publicar en ele­
gantísima edición las obras completas de Tomás de
Kempis, el célebre y reputado autor de la Imitación
de Cristo. Saldrán á la luz S volúmenes. El 1“, que

se publicó como ensayo de toda la obra, tiene por
titulo: OraHoties et Medilationes de vita ChrisH,
libro que se consideraba como perdido y que con
sabio y difícil trabajo de comparación con antiguos
manuscritos y vetustas ediciones ha podido recons­
truir el docto editor. Este será el V volumen de
toda la obra. — Precio 3*75 francos en rústica y
4*75 en piel. El 2° volumen comprende la segunda
parte de los tratados ascéticos, á saber: De /»«»iaiiotie ChrisH cutn ttovetn tracíaiulis \ el volumen
es rico en notas criticas, índices y manuscritos repniducidos en hermosos grabados. — Hemos reci­
bido también el vol. 3", que comprende la parte
tercera de los tratados ascéticos: Mediíatio de In~
carnatione QhrísH, sennones de vita et passioue
Domitti, corn tribus miscellancis. Saldrán sucesiva­
mente los volúmenes I-IV-VII y V III: el orden es
poco numérico, pero asi lo requiere la comodidad
del estudio de los manuscritos. — El vol. VIII será
una disertación sobre los escritos y vida de Tomás
de Kempis, can. reg* del orden de S. Agustín, he­
cha por el editor Sr. Miguel José Pohl. La ol>ra
en si es de alto valor y de difícil reconstrucción,
publicada en edición magnifica pof B. Herder, li­
brero Editor Pontificio. — Friburgo de Brisgovia
(Alemania).
Los Niños Santos ó Leyendas infantiles, por el P.
Francisco Hattler S. J. Obra traducida del alemán
por el P. Jerónimo Rojas S. J. Adornada con nu­
merosas láminas. Segunda edición corregida y
aumentada. En 12® (VIII y 278 págs.) En rústica
fr. 2*65; encuad. lujosamente en tela fr. 3*50.
La Hija del Director de Circo. Novela original de la
Baronesa Fernanda de Brackel. Con 12 ilustracio­
nes. En 12" (550 págs.) En rústica fr. 4; lujosa­
mente encuadernada fr. 5*75. B. Herder.
Teología Pastoral por el P. Juan M.Griinm, sacer­
dote de la Misión. De ella nos ha llegado la i.
Parte. La Persona del Pastor y contiene, dice La
Revista Popular, condensada sobre este importante
tema la doctrina más pura de los S. Padres, teó­
logos y autores ascéticos. Después de una copiosa
introducción, en que se exponen los principios y
líneas generales de esta ciencia, se trata en suce­
sivos capítulos d éla habilitación y autorización del
pastor, de la vocación y formación del clérigo, <lel
carácter sacerdotal y la ordenación, de la habilita,
ción eclesiástica ó misión, como también de las
virtudes propiamente pastorales clasificándolas en
domésticas, jerárquicas y cívicas, y por fin de la
cultura intelectual y ascética y de las conferencias
pastorales — La obra completa constará de dos
tomos más, y en junto de unas mil páginas de
muy aprovechada impre-sión, Obra recomendabilí­
sima para los Seminarios. B. Herder.
El Escapoiario del Sagrado Corazoa de Jesús — Sa
constitacióo. orígeo y eficacia por el P. J. B. Leniens
.Mis. Oblato de M. Inmaculada — Traducido al Es­
pañol por el P. J. Faurnier de la misma congre­
gación, aprobado y enriquecido con muchas indul­
gencias por el Sumo Pontífice — De venta en el
Convento de Urnieta (Guipúzcoa) á 0,05, y 0,25
con un escapulario.

— r.'?2 —
Sr. D. Pedro Cabaleiro
Rdo. Sr, D . Leandro de Barbera

S. Javier
(Murcia).
Sarrión (Teruel),
Sarriá.
Valencia.

NECROLOGIA.
61 Rdo. S r. D. Bu¿nav:ntura Pul^'carbó

V GIrd.
muerto el que podría servimos de ejemplo,
el que con sus cristianas virtudes perfumaba
el ambiente del campo de sus apostólicos trabajos.
Cooperador generoso é incansable de las Oras de
D. Bosco, especialmente de esta Casa de Sarriá.
E l 31 de Enero último, después de un mes de
penosa enfermedad, entregó su alma á Dios, for­
talecido con los Stos. Sacramentos, y rodeado de
numerosos amigos, que se preciaban de su amistad
y del P. Espiritual que ayudaba á bien morir
aquella alma, que momentos después debía pre­
sentarse delante del Tribunal del justo Dios.
Descanse en paz el alma del ilustre finado.
Manresa (Barcelona), i® ele Febrero de 1905.

Cooperadores Salesianos difuntos
ESPAÑA.
Sra. D®. María Martínez
Al^neña (Alicante).
Rdo. Sr. Vicario D. Francisco
García
»
'*
% » Juan Torra
Barcelona.
Sra. D “. Enriqueta Casals de Guerra
»
»
» Rosa Casals y Torrens
»
Sr. D . Bruno Cabot
»
Sra. D“. Concepción Ribot de Fernández »
S. D. Antonio Garriga y V alls
»
Exm o. Sr. D. Luis, Marqués de Don
»
Sra. D». Balbina Antón
Cuenca.
Sr. D. Ensebio del Guarda Real
Cortina.
»
» Laureano Estrada Badía
Lérida.
Rev. Sr.
Quintana
Madrid.
»
» D. Buenaventura Puigearbó Manresa.
Sr. D. Manuel Guperro
Málaga.
»
»
»
Sáncltez
»
*
> Francisco Leuse
»
»
» Antonio Peláez
»
>
» Juan Romaldo
» » Rafael Collado
» » José Rodríguez
Sra. D*. Luisa Portillo García
» *
Juana Fernández
* ■ » Emilia Romero
Orihuela.
Sr. D. Julián Garrió
Pamplona.
» » Manuel Urbiztondo
» » D. Francisco Reguera Cas­
tellano
Puentesampayo.
» » Joaquín Antonio Fernández
»
> » .Alfonso Pérez Arguchin
*
» » Francisco Seoane
»
» » Manuel Seoane
»
Sra. D*. Juana Seoane Conde
*
» *
Rosario Seoane Conde
»
»
» María Antonia Novas
»

»
»

Sr. D. Manuel Garcés
Sra. D“. Rosa Serracas
» » Filom ena Mur
» » A lbina Centellas
Sr. D. Enrique Ortells
» » Ramón Batlle
» » Luis Casanova
Rdo. Sr. D. José Casanova
»
» » Casimiro Vázquez

Vigo.

AMÉRICA.
Asunción
(Paraguay).
»
> María V. de Perochena
(Perú).
Rdo. Sr.
D.
Eduardo Núñez
»»
*
» » José Santos Ampuero,
Párroco
»
»
M. R. Mgr. C. Blommerde Curafáo (Antillas).
Sra. D*. Isabel M.“ Boomgaart
Agostim
»
»
Sr. D. Enrico Boer
»
»
M. R. A . H. Frie O . P.
»
»
Sr. D. René Araujo
»
>
» » Emilio Berrizbeitia
Cumaná.
T> » Próspero V eyga Las Piedras (Uruguay).
» » Ramón Ferragús
»
>
» » Francisco Zamora
»
>
» » Juan Michetti
»
»
Sra. D.® Basilisa R. de García »
»
>
» Valentina Díaz
»
>
»
» Josefa Dorrego
»
»
»
» Ramona Cabrera
»
»
»
» Felipa Betancur
»
»
» »Catalina Tornatore
»
»
»
» Lucía Rodríguez
»
»
Sr. D. Lucio Pérez Velazco,
Coronel
Ba Pas (Bolivia).
Sra. D.» Vicenta E. V da. de
Monroy
>
>
» »
Josefa Martínez
Nicaragua.
Sr. D.Francisco Guevara
»
Sra. D .‘ Juana R. de Segovia
5 . Lorenzo (Paraguay)
»
» María A na G . de
Colnián
»
»
>
» Margarita Guedez
Felipe Lira
(Venezuela).
»
» Fidelina de Daza
»
»
»
» Isabel Corona
»
»
»
» Rita Ramírez
»
>
Sr. D. Manuel Sánchez
>
»
Sra. D.* Catarina Uriarte 5 .
(Nicaragua).
Rdo. Sr, D. José Rufino Sánchez Tarata (Perú).
Sra. D. Emeteria Aguirre de Román, Zacateca^
(México;.

Sra, D*. Bárbara M. de Haedo

R. I. P.
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JOSÉ GAMBINO.
Turin, Tip. Salesiana (B). — Via Cottolengo, 32.

Fecha
1905.05