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Título
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BS_1902_09
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre 1902
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extracted text
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SALESIANO
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s rewmiendo laniüesylajnTen. •
E l amor al prójimo es ono de los •I O
tlvad con grande esmero sn|»!
mayores y niila excelentes dones que i tud; ojU
la divina bondad paede conceder & educación cristiana; yproporcioni^^^
i|i]lib^ quela enseñeni huir del vicio]
los hombres.
¿ y i practicar la virtud.
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(S. E sakc. de Sales.)
(PIO E S .) \l\
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ANO XXIII — N. 9
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Turín (Italia)
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Re,ioblad vneetras fuersas & fin
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generación. \
(L eón X i n . ;
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PUBUCAC/ON MENSUAL
4
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SEPTIEMBRE de 1902
OREMUS PRO PONTIFICE NOSTRO LEONE
OREMOS POR NUESTRO PONTIFICE LEÓN XIII
Dominas conserfet euni, et vivíñcet eum, et
beatam faciat eum in térra, et non tmdat eum
in animam inimicorum ejus.
El Señor le conserve, y le dé vida, y le baga
feliz en la tierra, y no lo entregue en las manos
de sus enemigos.
BD’MABTO — Documentos S s l e s i a n o s .................................. 1129
Fiesta de María Auxiliadora y Congreso de Oratorios
F e s t i v o s ................................................................................... 233
El Repreaentinte del Sucesor de D. Bosoo en Amérios . 236
Ob xubstkas ÍII8I0KR8. — Cfaosmslal (Argentina) — tfatto
Grosso (Brasil) — Tierra del F n e g o .................................. 239
A los niños — Gn doble m á r t ir .................................. .... . 259
Crúnica S a l e s í a n a ................................................. ....
251
IT eC rologia....................................................................................253
Memorias biográficas de Hons. Luis Lasagua . . . .
254
NuxarBoe GRanauos. — Kictlieroy: Transporte do la Piedra
fundamental; Bendición de la primera Piedra; Las BUto<
ridadaspreeentes á la función del Santusrlo de Marta Auxl*
liodora — Mona. Pedro Balestra Arzobispo de CagHari.
S'UBSTRA CoaiucsroxDXNCiA. — A m é ric a : B ogotá (Colombia)
— Paraguay — Puebla (Méjico) — E spaña: Gerona —
Salamanca — S a n t a n d e r ......................................................245
'^ociimeníos Salesianos
'C^:^^EILLAN las criaturas todas con espléndidos fulgores participados de
r r r C la infinitaé incomparable hermosura
1 '•09 del Criador. Y tan altamente eosefian al hombre su existencia y per
fecciones , que David, iluminado de espirita
profético pudo decir que los cielos cantan la
gloria de Dios y el tirinameuto predica ser
obra de su brazo omnipotente j el día y la
noche, el cielo y la tierra, dan voces al hom
bre y en mudo pero elocuentísimo lenguaje
le enseñan la gloría y magníñcencia d ¿ Su
premo Hacedor. jY creéis. Señores, que la
Iglesia Católica, esta obra maestra del brazo
(1) Este dUcurao fué pronunciado en el mes de Abril
del Presente año por el M. R. Sr. Dr. D. Carlos M.
4e Latorre en la solemne reanión de Señoree y Sefioras, celebrada en Q aito (Ecuador), en la Capilla
del Sagrario, y promovida |w r la J a u ta de Cooperadores y Cooperadoras S a le ó n o s de eeta C in d a í
omuípotente, no maestro con más vividos
resplandores la hermosura de Aquel que la
ha formado? Dios es uno y la Iglesia Cató
lica es una; Dios es santo, y la santidad es
nota distintiva y propia del Catolicismo;
pero sobre todo Dios es amor, y la Iglesia
respira amor, despide caridad. Sí, amor, caríd ^ .
(Oh Santa Iglesia Católica, extendida y
diseminada por el orbe, y sin embargo no
dividida ni multiplicada sino resplandeciente
con el atributo de Dios, la u n i^d ! ¡Oh es
posa de Jesús, una en sos creencia.9, ana en
sos aspiraciones infinitas, nna sobre todo en
el amor, en el suavísimo vinculo de la cari
dad I ¡Oh caridad, caridad! dolcísimo distin
tivo (ie los discípulos de Cristo, lazo suaví
simo de unión que forma de todos los hom
bres ana sola iamilia, de todos los redimidos
nn solo rebano, de todos los cristianos un
— 2.‘U) —
i-uoriM) Holo, (5uya cabeza es Jesús! Yo te
alabo y te beiidiífo, te saludo como una efu
sión dulcísima del amor de Dios por los hom
bres, y como el tributo nobilísimo del corazón
del hombre para con Dios.
Y por esto, Sefiores, al pasear mi respetuosa
mirada por tan noble y escogida concurren
cia, al contemplaros cobijados por las majes
tuosas bóvedas del santuario, ]nesididos por
nuestro celoso y vigilante pastor, en la pre
setKÚa de aíjuel Dios que es todo amor y que
como prenda de amor se nos ha dado cual in8ei>arable compañero nuestro en el sacramento
que es por exí^eleucia sacramento de amor;
al i>enetrar en lo íntimo de vuestros pechos,
y sondean vuestras más ocultíis aspiraciones
y admirar aquellos corazones que palpitan
al mismo compás de amor y son agitados por
los estímulos de la misma caridad, os conhesu,
Sres, que me siento plenamente dichoso al
llamarme católico y formar con vosotros una
sola sociedad; brota de lo más recóndito del
alma un de gracias al Poderoso que sin me
recerlo tan grande bien me ha otorgado, y
no cabiendo dentro del pecho que le iuunda,
me impele á exclamar con el Salmista: Qué
bueno y dulcísimo es habitar todos los hu
manos en un solo amor. Ecce quam ionum et
jncundum luibitare fratres in umim.
Si, pues, un fin esencialmeute caritativo
os ha reunido hoy día en este templo, per
mitidme que os recuerde las razones que te
néis para fomentar eutre nosotros la obra
sublime de D. Bosco, obra que como lo con
signó este venerable sacerdote en su cartíi
testamento á los Cooperadores Salesianos,
tiene por objeto enjugar muchas lágrimas y
salvar mucha>s alma^.
La Iglesia católica lia recibido de su Di
vino Fundador la Misión sublime de elevar
y ennoblecer las potencias del hombre buniéndolaa con su Soberano Pricípio y último
fin que es Dios. La Iglesia ilmiiiua el enten
dimiento hiunano con los vividos y fulguruii"
tos rayos de la fé, y no obstante el tupido
pelo (jue aúu le im[)ido comprender I;w ver
dades (luo cree, eunuee sin embargo con una
certidumbre que excede á toila otra, bus verda
des uu'is encumbradas y que unís le inqxirtan
]iara la consecución <lu sus altísimos destinos.
Por la fe cree en un Dios, Siquemo ILu’cdor
de todo lo criado, descubre sus atributos y
X>crfeeciones, coiitiesa el ilimitado poder, infi
nita grandeza, incomparable bondad; la fe
os la antorcha luminosa que guia al viajero
por eutre las deusas tinieblas de la noche; la
fe le señala con el de<lo el fin de su existeuciis la razón de su vida, el sumo bien, tér
mino final de sus ivrdícnt^ deseos.
Pero la Iglesia no sólo cuida del entendi
miento; tiene íi.iíis sus mmidstó en el corazón.
¡Pobre corazón humano, tan combatido por
pasiones, tan acosado por los tinibajos,
tan oprimido por el dolor! ¡La Iglesia es
^mra ^ báls;imo que cura sus heridas, con
suelo que mitiga sus peuas, amor que
sacia sus deseos! Señores, si tantas y tan
estupendas maravillas no tuvieran divino
origen de la Religión Católica, bastaría el
amor, este amor noble y sincero, generoso y
constante que engendra en los corazones de
sus hijos, para que doblada la rodilla y la
fíente en el polvo reconociese en ella la obra
augusta del Dios que es por esencia Amor!
No, no ¡mede ser efecto de criatura alguna,
sociedad que inspira im amor llevado hasta
el sacrificio, una caridad que salva todas las
barreras, vence todas las distancias y esta
blece tan santa y verdadera fraternidad.
Trasladaos conmigo, Señores, á los primeros
días de vida de esta sociedad de amor. No
bien los Apostóles se fortificaron con la
venida del Espíritu Santo, fuente de luz y
de amor, cuando principia el mundo á con
templar maravillado la unión más estrecha,
la cordialidad más sincera, el amor más per
fecto. Aquellos primeros fieles apellídanse
hermanos, desaparece la preponderancia del
rico sobre el pobre, el despotismo del noble
sobre el plebeyo, la arbitrariedad horripilante
del amo sobre el esclavo; juntos todos escu
chan con profunda reverencia las enseñanzas
de los Apóstoles, sus maestros; juntos se en
tregan á las inocentes dulzuras de los ágapes
cristianos; juntos se sientan á la misma
mesa, se alimentan con el mismo pan y se
robustecen con el mismo vino, el cuerpo y
sangre adorables de Jesús Sacramentado.
Uneiise los primeros fieles tan intimamente
entre sí, de tal suerte identifican sus afectos,
se mezclan sus aspiraciones, se unifican sos
penas, que el evangelista S. Lucas, historia
dor inspirado de la aurora de la Iglesia, con
la seguridad y certidumbre de la divina pa
labra pudo asegurar, que aquella mnltitud
de creyentes no tenían sino un sólo corazón
y una alma sola, ^fultit^(dinis autem credentium erat cor unum et anima una.
No me aduiira, ¡mes, Señores, que vosotros
herederos no sólo do la fe de aquellos santos
sino también émulos de sus virtudes, os agrul>éis entorno del A ltar, ó ius¡>irados por la
Víetima de amor, procuréis socorrer la mise
ria del i>obre, el abandono del indigente, la
necesidad del desvalido, extendiendo nuestra
mano generosa, y ejerciendo nuestra valiosa
cooperación para que se sostenga, crezca y
prospere la obra de D. Bosco, obra de caridad
por exceleucia, obra que tiende necesaria
mente á establecer entre los hijos de la Iglesia
del siglo XX, aquella unión, aquella concor
dia, aquella ídcutifícación do corazón y alma,
de los fieles del siglo I. Imitadores de la
virtud y caridad de los santos, continuad
constjiutes el camino que habéis emprendido,
socorred al pobre, al indigente y meneste
roso, él es vuestro hermano.
Sí, Señores, el humilde , el indigente. es
nuestro hermano. He aquí la expliemdón del
enigma, la llave del misterio, la razón de la
231
misma caridad, distintivo de los seguidores sin sentirse, se junta el noble patricio con el
de Cristo.
Imniilde plebeyo de los suburbios, los orgu
Cuando he fijado mi atónita mirada en los llosos descendientes de cónsules con los husuntuosos pórticos de las iglesias de París, y inüdes hijos de paises dominados, y lo que
he visto en ellos grabadas estas palabras: más admii-acióu causa, logra bien pronto el
libertad, igualdad, fraternidad; os confieso, Cristianismo sanar aquel incurable cjíncer de
Señores, que he sentido profunda pena al las sociedades antiguas, la horripilante es
palpar la ceguera de un pueblo infortunado. clavitud. Si Jesucristo no era Dios, ¿cómo
Aquellas palabras han sido esculpidas con lograron i>obres y despreciables pescadores
la sangre de millares de personas, víctimas de Galilea, sujetar á la ley del amor, á la
del furor de un pueblo que había reiiunciado unión del amor, á la igualdad de la caridad
de Dios y erigido altar á una libertina. A- clases sociales que jmr largos siglos profun
quella libertad es la que ha puesto en manos damente se odiaban y detestaban ? Felices y
del pueblo el puñal del asesino, para derribar bienhadados instantes. Señores, los en que el
á mansalva millares de cabezas; aquella igual Verbo Divino del Padre, apareció en la tierra,
dad la que ha despojado al pacífico posee cubierto de nuestros despojos! ¡Clarísimos
dor de sus bienes legítimamente adquiridos; resplandores los de miuella lóbrega noche en
aquella fraternidad, la que ha unido á unos que el Niño Divino al mundo vino ¡>ara ilu
hombres con otros para asechar y despedazar minarlo y calentarlo con los dulcísimos y
á los demás. Libertad de foragidos, Señores, suavísimos efluvios de la cristiana caridad!
i gualdad de malhechores, fraternidad de fieras. ¿Cómo habría sido difícil entonces franquear
Ko, no así la santa libertad, la justa igual las murallas de preocupaciones inveteradas
dad, la dulce fraternidad del Cristianismo.
y antiquísimo aborrecimiento que dividían á
La incredulidad moderna con refinada im ios hombres unos de otros, cuando Jesucristo
piedad y solapada hipocresía hase conjnrado nuestro dulcísimo Maestro, ocultando los ofus
contra Dios y su Ungido.
cadores destellos de su Divinidad tras las
Ko tiene empacho en reconocer en Jesu amables formas de humilde humanidad, pa
cristo, nuestro Salvador ingenio más elevado tentizaba qne se había salvado la infinita
que el de Platón, conocimientos más profim- distancia que separa á Dios de las criaturas,
dos y extensos que los de Aristóteles, moral y se había formado de Dios y el hombre una
más pura y humanitaria que la do Sócrates; persona sola? ¡Suavísimas y consoladoras
¿qué más? Paladinamente confiesan que nunca enseñanzas del Dios humanado! Oid sinó
existió en la tierra hombre más grande que cómo este Maestro Divino ensena á sus dis
Jesucristo, ni enseñanzas más sublimes que cípulos el arte difícil de la oración, escuchad
las del Evangelio, ni doctrinas más santas las dulcísimas palabras que deposita en los
que las de la moral cristiana. Pero, iio os labios. Cuando oréis, dice, esta ha de ser
dejéis engañar, Señores, con tan refinada hi vuestra oración: « Psulre nuestro que estáis
pocresía: se i>retende nada menos que zapar en los cielos....» ¿Habéis oído, Señores? To
los funilameiitos mismos del Cristianismo, se dos los hombres son licrmaiios, todos los
osa arrebatar á Jesucristo la resplandeciente hijos del mismo Padre que está en los cielos.
aureola de su divinidad gloriosa, haciendo Pobres de Jesucristo que carecéis de un men
de él un hombre, un filósofo tan grande drugo de ]íau negro para sosteinir vuestra
cuanto queráis, pero al fin pura criatura. No, existencia, de humilde choza que albergaros;
Señores, mil veces no; á pesar del furor sa vosotros á pesar do vuestra desnudez, de vues
tánico (le las secfcís, á pesar- del odio encar tra miseria, de vuestros á los ojos de la carne
nizado de los incrédulos, á pesar de la im repugnantes harapos, sois mis liermauos, sois
piedad fanática de los enemigos de Cristo, hermanos de Jesucristo, sois hi.jos de Dios!
Jesús será reconocido no sólo como bienhe ¡Vosotros, sí, vosotros pobrecitos, tenéis de
chor insigne de )a humanidad sino también recho como nosotros á levantar vuestras ma
nos confiadas al cielo, <«?n vuestra oración
como el único y verdadero hijo de Dios.
Y en verdad; Señores, negad á Jesucristo ¡>odeÍ8 llegar basto lo más encumbrado del
si podéi.s su Divinidad y explicadme esa empíreo, y allí, á loa pies del Eterno llamar
transformación completa obrada en las socie á Dios vuestro padre: Padre, Padre nuestro
dades antiguas con la aparición del cristia que estáis en los cielos!
nismo. La obra de Jesús no fné ni puede
(ConcluirúJ*
llamarse revolución: ésta consiste en la alte
ración del orden, al paso que la ^ i ó n de
Jesús lo restableció sobre más sólidos ó in
conmovibles fundamentos. Negad la Divini
dad de Jesneristo y explicadme si podéis la
cesaaión no diré de la diversidad sino opo
sición y rivalidad de las antiguas cla^s so
ciales : ai>enas brilla la Inz del Catolicismo
en Roma, y sin violentos saendimientos, sin
extorsiones, sin alguna destrucción, casi
o
t7p u'o tj9 ^
>jy
¡i f i e s t a d
y Congreso de Oratorios festivos
buen grado dejaríamos correr la
pluma á merced de las impresiones
y afectos, que en nuestro corazón
, ■m
dejaron las ñestas, siempre nuevas,
—l-*J con qne se solemnizó este año á
Nuestra Gran Madre, María Auxiliadora, en
su simpático y clásico Santuario de Turín;
pero, dada la índole de nuestro periódico y
el poco espacio de que disponemos, aunque
muy á pesar nuestro tendremos que limitar
nos á ser meros cronistas, dejando que cada
uno de nuestros lectores entone en su corazón
el himno de amor filial á María Auxiliadora,
y leyendo nuestra mala prosa, la convierta
en la más sublime de las poesías.
El mes de nuestra Madre, empezado el 23
de Abril, atrajo al simpático valle de los
Mártires, numeroso tropel de devotos, ávidos
de oír mañana y tarde la popular y entusiasta
pahibra del predicador D. Emerico Tallice.
Tredicando él, como quería nuestro Padre,
con la elocuencia del corazón, no es do ex
trañar que su palabra fuera un continuo ali
ciente al amor y confianza en María, cuya
imagen parecía sonreír con maternal ternura
desde el alfar mayor cambiamlo los obsequios
de sus fieles hijos con mayor abundancia de
gracias. Y que esto no es una mera hipótesis
lo prueba el crecido número do ex-votos, de
corazones do platas, de cirios y lámparas que
cada día so lo iban ofreciendo; y aún más
que todo, la nueva y riquísima eorona do oro
con cuatro brillantes, amén de varios precio
sos collares, que ostentaban la imagen de la
lia\\ Señora, como prenda y testimonio de
recientes y exraordinarias gracias. Así el
apartado Valdocco truécitse por María en
dulce imán de los corazones, lo que se ve
mqior que nunca en la novena que precetle
al gran día de los triunfos de nuestra Auxi
liadora, dando principio á esas grandiosas
funciones que son, al decir de un periódico
turinés, una esiKícialidad dei Santuario Salesiano.
Vanse sucediendo continuamente llegadas
do colegios, institutos y devotas caravanas
de peregrinos, que vienen de todos los pueblos
de Italia, de las fronteras de Suiza y Francit
para honrar y dar gracias á la Virgen d(
D. Bosco, por los innumerables favores qu(
por su poderosa intercesión alcauzaran. Y es
notable que estas peregrinaciones no son cía
morosas ni organizadas como las que suelei
acudir á otros Santuarios, sino que los pe
regrinos vienen en grupos, á la chiticallando
por decirlo así, pueblo por pueblo, naciót
por nación, pero poco á poco sin llamar lí
atención: vienen atraídos por una fuerza ar^
cana que mueve á cada uno independiente
mente de los otros, porque cada uno creí
haber recibido mayores gracias de la mater
nal bondad de María Auxiliadora.
Es una oleada continua, dice la Italia Reale
de hombres y mujeres, de ancianos y jóvenes
que afluyen á Valdocco donde, en el San
tuario que canta los prodigios de D. Bosco.
el hijo primogénito de María Auxiliadora
todos derraman lágrimas de recoiiocimientí
y elevan hasta los cielos la voz del corazór
j)ara im{)etrar nuevos favores. Es una solemní
manifestación de fó que se rei>ite todos lo?
años; y la Virgen la premia cada ano cor
nueva y más abundante efusión de gracias
Numerosísimas fueron estas peregrinaciones
y en la imposibilidad de nombrarlas todas,
pasaremos á relatar lo mucho que nos quedí
de esta consoladora crónica.
*
* *
Acertada fuó la idea de qne este año los
fieles uniesen á su piedad la acción social
convocando para los días 31 y 22 el Congresi
de Oratorios Festivos, cuyas sesiones generales
y particulares por sus excelentes efectos fue
ron para muchos, especialmente entre el clero
una verdadera revelación. A nadie se lí
oculta la importancia de este 2®Congreso di
Oratorios Festivos, sobre todo si se tienen
en cuenta las condiciones en que se halle
hoy día la educación popular. En Brescia j
por iniciativa del Eev. P. Cottinelli, so había
reunido el primer Congreso con ocasión del
centenario de S. Felipe Neri: los Salesianos
tuvieron la feliz idea de poner el segunde
bajo la protección del moderno S. Felii>e, e]
gran 1). Bosco. Adhiriéronse á él aceptandí
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la presidencia honoraria los EmmoB. Carde
nales Richelmy, Ferrari, Svampa y Sarto,
teniendo la efectiva nuestro amadísimo Padre
D. Rúa. Completamente satisfechas quedaron
las esperanzas que de este Congreso se habían
concebido, y aunque no se pudo llenar el
extenso programa que se había hecho, pero
se dejó preparado el material para otros <;oiigresos, que, Dios mediante, se harán en anos
venideros.
Abriéronse las sesiones el 21. En las fun
ciones de inauguración, dice la Italia Reale^
en María Auxiliadora y en Sta. Teresa, ha^
blaron con fuerza y entusiasmo el limo. Sr.
Barone, Obispo de Casale, y el Can. Grosso.
Las discusiones de la mañana, en las sesiones
tenidas en el palacio arzobispal, fueron no
tables por el carácter prático que revistieron.
El prof. D. JSimoiietti, presidía la sesión de
Oratorios de niños; el Teól. Muriana la de
las Escuelas de Religión, y el Teól. Diverio
la de Oratorios de niñas.
La sala de las reuniones generales en el
Oratorio Snlesiano ofrece un aspecto gran
dioso. A las 15 entra, siendo recibido con
nutridísimos aplausos, el Emrao. Card. Richelmy, seguido por los limos. Sres. Obispos
de Acqiii, Alba, Casale, Susa y Tiberiades,
por Mons. Limonta, representante del Card.
Ferrari, por Mons. Colomiatti y varios Ca
nónigos. Ocupa la presidencia D. Rúa, ro
deado por los vice-Presideutos y Juutíi Promodora. En el banco de la prensa notamos
á los correspondientes do varios periódicos
católicos.
FTo bien S. E. el Cardenal se pone do pió
j)ara bendecir, todos se levantan y después
de rezada la oración, repiten la triple salu
tación á Jesús Sacramentado. Luego S. £}.
agradablemente conmovido, dirige la palabra
á la asamblea con una alocución llena de
suavidad y sabiduría: invoca sobre los tra
bajos del Congreso las bendiciones del cielo,
y como prenda de ellas cita la bendición y
aprobación del Padre Santo; añade que esl)era abundantes frutos del Congreso, jmr es
tar puesto bajo la protección de la Madre de
Dios y celebrarse en vísperas de la fiesta de
María Auxiliadora. Derpués de evocar la me
moria de D. Bosco, cuyo espíritu se regocija
sin duda en el cielo al ver este Congreso,
que tiene por objeto el que había ocupado toda
su vida en la tierra, concluye diciendo: « Tra
bajemos por la gloria de Dios con exclusión
de otros fines; non nohis, Domine, non nobie:
sed nomini tuo da gloriam. Cuanto más bus
quemos la gloria de Dios, mejor alcanzare
mos nuestro objeto y más abundantes serán
los frutos de nuestros pobres trabajos. >
Aplaudido fué también D. Rúa. Después
de éh D. Trione, secretario, lee la adhesión
de más de 30 obispos y otras muchas de di
rectores de Oratorios de niños. £1 Párroco
de Mezzanile hace una interesante relación
sobre los efectos del Oratorio en su parro
quia. — El joven Barón Jocteau, catequista
del Oratorio S. Félix de Tuiín, buco una
viva exhortación sobre la frecuencia do loa
Sacramentos. Después do haber loido ol Vi
cario General de la Diócesis do Fossano una
relación de Mons. Alessi, so lavuuta D. Trione
y con brío y vivacidad habla do los certá
menes catequísticos.
Una doble salva de aplausos saluda la
propuesta de que los Prelados presentes firnien una súplica al Smmo. Pontífice para la
introducción de las causas de los siervos do
Dios, D. José Cafasso y D. Juan Bosco. Casi
todos los sacerdotes presentes firman, después
de la sesión, dicha sú|)lica. El Teól. Barberis
habla con mucha vivacidad de la predicación
en los Oratorios festivos. El Teól. Diverio
reiiresenta con vivos colores la obra dele
térea de las fábricas en las niñas.
El limo. Sr. Spandro da gracias por los
aplausos que se le tributaron al hablar Don
Trione de su jubileo sacerdotjii, y el limo.
Sr. Barone cierra la sesión iuvitjuulo á todos
los presentes á no descuidar la cultura reli
giosa de los estudiantes en las Escuelas de
Religión, que es una nueva obra nacida del
espléndido árbol de las múltiples institucio
nes de D. Bosco.
El día siguioiite continuaron con grande
animación los trabajos del Congreso, dupli
cándose el número de los asistientes. En cada
una de las sesiones, y sobro todo en la do
Oratorios de niños, discutiéronse temas de
mucha importancia y que serán como el prin
cipio de una nueva vida para Jos Oratorios.
Eu vista de la importancia de los argumen
tos discutidos y del interés que suscitó la
esperiencia de muchos congresistas, la Junta
promotora determinó reunir en tres manuales
distintos, para los Oratorion de niñón, para Ion
de nifíae y para las Escuelas de Relifjión resl>ectivameüte, las memorias y noticiíus pre
sentadas y los acuerdos de las Sesiones.
A las 15 se abre la segunda sesión general.
Oyese hoy y se gusta en toda su grandiosi
dad, el himno del Congreso, preinhulo en el
concurso forma<lo por la Junta promotora.
El maestro Balladori ha hecho un trabajo que
será bien recibido en todas las sociedades.
Entra 8. E. el Card. Ríchelmy a<X)mpañado
por el Arzobispo de Vercelli y los Obispos
de Acqui, Casale y Tiberiades, y numerosos
canónigos. Son todos recibidos con fragorosos
aplausos.
Después de la oración acostumbrada, abre
la sesión D. Trione, aunneiando el orden que
en ella se ba de seguir; propone un aplauso
á los Emmos. Cardenales Svampa, Ferrari
y Surto; lee numerosas adhesiones llegadas
de Italia, Sod América, España, Austria,
Francia, Suiza, etc.
El Rdo. Sr. Casanova de Savona hace una
exteusa relación del Oratorio festivo de su
— 234 — -
ciudail, lili el cual nacieron varias secciones para saludar á los que en el nombre de María,
utitísiimm ])itra atraer á. los niños estiuliantes de S. Carlos, dO' S. Felipe y de D. Bosco
y obrei'os. 151 abogado Fino habla de la re- acudieran á Tarín para renovar sus santos
livción cutre las Uoiiferencias de S. Vinceiite propósitos de salvar la juventud.
Un selecto público llena el vastísimo salón.
de l^ml y los Oratorios festivos: su discurso
breve, práctico é -ntercsanto es muy aplau A los armoniosos acordes de la banda entran
dido. 151 prof. Ilettazzi marca <a)ii el sello de en él el Exemo. Sr. Pampirio, Aszobispo do
la infamia á la pornografía, que hoy tanto Vorcelli, los limos. Sres. Barone y Márchese,
cundo, indicando medios prácticos para apar obispos de Casale y Acqui respectivamente,
tar á los niños de tantos peligros como los el Rdo. Sr. J3. Miguel Riia y otros distin
rodean: su palabra brillante, <joiivinciente y guidos personajes.
profunda obtiene un verdadero éxito. 151 teó
La Sckola mntoriiM del Oratorio, dirigida
logo j\íuriana habla de las Escuelas de lieli- por el maestro Dogliani, ejecuta con verda
gión. Es muy aplaudido al constatar como dero acierto los coros del programa. Fácil
los primeros ensayos de las Bs<uielas de Re melodiosa y llena do sentimiento es la Lode
ligión los hizo en Turín en 1874 el Emo. Sr. a Muría del maestro De Valle, con palabras
del limo. Sr. Ressia. G-rande homogeneidad
Richelmy.
1). Trione hace varias comunicaciones y en el sonido, escrnpnlosa exactitud en las
luego propone á los nuevos congresistas sa entradas y en la sucesión de las partes, de
cerdotes que ñrmen las súplicas al Padre licadísimas gradaciones de colorido y sobre
Santo para las caussis de 13. Cafasso y Don todo matices de sorprendente nitidez nos hi
Rosc.o. 1). Siinonetti so extiende sobre los cieron gustar el Ave María de Palestrina eu
motivos de esperanza que da este Congreso, toda su belleza ideal. También la parte lite
en (d cual se vió no tanto lo que se debe raria dejó gratísimas imi)resiones en todos
hacer c-omo lo que so ha hecho en todo el los presentes.
Notables fueron las palabras qne al final
mundo ]>or nnalio de los Oratorios y Escuelas
de religión. Fragorosos aplausos interrumpen de la Academia, dirigió nuestro amado Pa<lre
varias veces al orador. D. Trione anuncia la D. Rúa á los presentes, dando gloria á Dios
adhesión de los limos, y Revmos. Sres. Oa- })or el feliz resultado del Congreso, y gracias
gliero y Costainagna, y de D. Albera, re á los Revmos. Prelados y á todos los que
presentante del sucesor de Don Bosco en prestaron su cooperación para que todo saliera
bien. También habh) el Bxemo. Sr. ArzoAméric a.
El Teól. Diverio, relator do los Oratorios bisi)o do Veicelli, electrizando al auditorio
do niñas, después de exponer las conclusio con sus breves pero entusiastas palabras.
Esperamos que los frutos de este Congreso
nes de su sección, alaba á las Hermanas y á
las nobles señoras que dedican su vida á los no so limitarán á los que asistieron á él, sino
Oratorios festivos. La asamblea i»rorumpeen (jue se extenderán á todos los que se dedican
nutridos aplausos al nombre del mártir de al bien de la juventud.
los Oratorios festivo.s. el abate de Robilant.
El limo. Sr. Pampino, Arzobispo do VerEl día 23 ora el designado para la Confe
celli, recomienda la Sociedad de S. Jerónimo
de boma, dedicada á hv difusión do los Santos rencia Salesiana. 151 Santuario do María Auxilimiora estaba atestado de gente ansiosa de
Evangelios.
El Í5mmo. Sr. Riebebuy cierra la sesión oír al Rdo. P. ivriguel Borgniuo, Misionero
elevando un himno de acción de gracias al Salesiano, encargado de la Conferencia. Des
buen Dios, que de un modo ten patente ben pués de una breve lectura y al canto de un
dijo el Congi'eso. Da gracias á los l'relados motete, etitraron en la Iglesia el limo. Sr.
y á todos los que cooperaron al buen éxito Obispo de Acqui, el P. Rúa y otrsis notabi
del Congreso. Reeomienda á todos y espeeial- lidades eclesiásticas. Subió al púlpito el ora
mente á los direcitores de Oratorios la virtud dor y con palabra sencilla y convincente
do la santa humildad: lo mismo inculca á loa cantó las glorias de María Auxiliadora eii
Sros. párroeovs, á los cnalee recuerda que el América en los 27 años que llevan nuestras
primero de sus delires es el de la caridad, Elisiones, demostrando como todo el bien qne
y lo primero que deben buscar es la salva eu las Misiones y Oratorios festivos se ha
ción de las almas. ííutridísimos aplausos re- hecho, se del>e á María.
Era el cauto de mi hijo que después de ma
cil>e el Eimuo. Prelado al terminar su dis
curso. Con general sj^tiafaeeión y el mó« chos años de ausencia, vuelve á la casa pa
grande entusiasmo se termina la sesión y los terna para celebrar el onomástico de su Madre,
qne en tan largo y laborioso apostolado le
trabajos del Congreso.
protegiera con su auxilio.
*»
•••
Digno remate de éste fné la Academia que
El día de María Auxiliadora, la afluencia
se celebró en el salón do actos del Oratorio
Salesiano el día 22. La im'isica, la poesía y la del pueblo á este celebérrimo entre todos lo»
elocuencia nuiéroiise en armonioso concierto Santuarios de María j según expresión del
Emmo. Sr. Arzobispo, fué eoorme. Desde las
3 de la mauana la Iglesia estuvo llena de
fieles ansiosos de cumplir con sus devociones,
cosa que para muchos fué imposible por falta
de espacio y de confesionarios. Más de 10.000
fueron las Hostias consagradas y distribuidas
en la única Comunión, que duró toda Ja ma
ñana, á i>esar de que apenas se podía mover
1.^ gente en la Iglesia.
La sacristía tiuubién estaba llena de fieles
que iban á pedir la bendición de María Au
xiliadora y hacer registrar las gracias reci
bidas para que se publiquen en el BoUtín.
Hubo luisiis contemporáneamente en los odios
altsires hasta medio día.
A las 10 pontificó el limo. Sr. Dismas Már
chese, obispo de Acqui. Todo el pueblo extasiado escuchaba las sublimes armonías que
se desprendían del coro, donde la Schola cantorum del Oratorio ejecutaba con admirable
maestría nn rico y variado programa.
Por la tarde aumentó el entusiasmo. Qui
siéramos poder reproducir aquí todas las expresioues populares con que la ciudad de
María Auxiliadora. alababa á la Augusta
Reina; era un himno grandioso á la Virgen
de D. Bosco.
La procesión fué un triunfo. Difícilmente
se formará una idea de lo que hicieron los
obreros de Valdocco, para que la demostracción de su piedad fuese solemne ó im
ponente, el que no haya tenido la dicha
de verlo con sus propios ojos. Todos los
fabricantes de aquel barrio, con una genero
sidad que los honra, cerraron sus estableci
mientos para que los obreros pudieran asistir
á la procesión.
A Las 10 la plaza de María Auxiliadora y
los patios del Oratorio estaban llenos de de
votos y cofradías: las calles que debía reco
rrer la procesión atestadas de gente; las casas,
y sobre todo las de la calle Cottolengo, ador
nadas con vistosas colgaduras y floree. El
sol, que poco antes ostentaba todo su expleiidor, se obscureció un tanto, dando así al
conjunto un tinte de devoción y recogimiento.
Hacia las 18 comenzó el desfile, que duró
10 minutos. La procesióu tiene un carácter
particular que la distingue de las otras. Fuera
de las Damas de María Auxiliadora, no se
vé más que niños y obreros que llevan en
triunfo á María. Al aparecer la estatua pre
cedida por el clero y el limo. Sr. Obispo de
Acqui, todos prorumpen en entusiastas vivas
y fragorosos aplausos. Casi tres horas duró
la procesión. Al volver ésta al Santuario,
mientras los cantores llenaban el templo con
sus suaves armonías, la muchedumbre que
llenaba la plaza entonó las notas graves y
solemnes del Tanium Ergo. Fué un momento
tle profunda conmoción, que llegó á su colmo
cuando el Emmio. Sr. Cardenal se presentó
eu la puerta del Santuario con S. D. M.
para bendecir al pueblo que no había podido
entrar. Siguió un aplauso devoto, entusiasta
á Jesucristo y á María y el canto del: O9
adoro.
''
Así terminaron las fiestas de tan hermoso
día, sin que se tuviera, que lamentar el iqíU
mínimo d^orden, á pesivr de la muchedumbre
inmensa de gente que tomó parte en tan
gratas fiestas. A este ])imto no podemos nmnos de exclamar: ¡Cuán hermosa eres, reli
gión católicas y cuán llena de poesía y majesti\dl ¿Dónde verán tus enemigos tíintj» fé,
tanto outnsiasmo, tanta unión, si les falta el
lazo que 4 todos nos une, Cristo Jesús, y el
ideal de la belleza, Sii Santísima Madre f
La parte musical
en las fiestas de María Auxiliadora.
Mientras esperábamos de nn competente
Maestro el juicio artístico do la música eje
cutada por nuestra Schola Oantorum, leemos
en la revista Música Sacra do Milán, lo que
sigue.
Twríw,Junio. — Imperdonable falta, sería no
hablar de estas importantes ejecuciones que
constituyen una verdadera manifestación del
arte musical sagrado, y deben contarse entre
las primeras de Italia. Por ellas conocemos
casi todas las más grandes obras de los mae.stroR máis insignes de las varias escuelas.
Impávidos y segaros de la victoria afron
tan estsis obras de arto los celosos hijos de
D. Bosco, bajo la inteligente dirección del
Maestro J osé D ogliani.
P ru eb a palm aria de lo dicho es que en el
program a do este año, entro los Jiombres de
PALKSTKINA, RAVANBLLO, B o’J’TAZZO, P a GELLA, D o g l ia n i , M a a iii , D k v a l l k , B tanoniN i, P e e o s i , figuraban los dos ím)1o80S
WiTT y ItHEiMBEEGEB, de cstilo diam etral*
m ente opuesto.
ÍTuestras sinceras felicitaciones al Mswistro
D o g l ia n i , á su poderoso coro, y á su digno
y valiente colaborador, el maestro M a t t iie v ,
como también al disciplinado y distinguido
cuerpo musical del Oratorio, que bajo la di
rección del renombrado M. D o g l ia n i , ha dudo
muestras de no común habilitad, ejecutando
un programa digno de toílo elogio.
Para terminar esta breve relación, augu
ramos al demasiado modesto maestro J>oGLiANL que pueda disponer de más tieinjMj
para desarrollar también sus excelentes dotes
de compositor.
■ -¡-4 + 4 -í
— 236 ~
o n .
{(Jorrespoiidenvia de D . Calógero Gusmano á nuestro Rector Mayor D . Miguel Rúa).
------------------ -----------------------
A medio día llegamos á S. Pablo, ciudad
muy bonita. Su posición aunque elevada, per
mite que la población se extienda, por ser
el suelo bastante llano. El año 1886, á la lle
gada de los Salesíanos apenas se contaban
unos 80.000 habitantes y boy pasan de 300.000.
Los Oampos Elíseos, donde se halla nuestro
Colegio estaba fuera de la Ciudad y ahora
es de los más céntricos. Figura en las pági
nas más gloriosas de la historia del Brasil
y muchos desearían que fuese la Capital de
la República, pués hoy ya tiene moralmente
la priinacia.
Esperaban á D. Albera en la estación el
Birector y algunos otros Salesíanos: en el
Colegio se hallaban todos los niños y sus
respectivos asistentes, y en el redibidos S. E. I.
Monseñor Keri, y otros amigos de los Salesianos.
Antes de entrar en este importante Insti
tuto, que en día no lejano será uno de los
mejores de América del Sur, si los Salesianos
secundan los designios de la divina Provi
dencia y los generosos brasileños continúan
dispensándoles sus caritativos favores, deseo
decir algo de él, utilizando lo que decía
La CivUtii Vattolica de 1895. « El Liceo Salesiauo de artos y oficios, sostenido hace diez
años por algunos colosos católicos, entre los
que merecen especial mención el líevmo. Sr.
B, Finucisco de P. Roirígnoz y el Br. Saladino, es la obnv más útil de S. Pablo. Es
eoino una vigorosa planta que abunda en
exquisitos frutos. Alberga miis de 400 jóve
nes do todas las clases sociales, recibiendo
esmerada educación religiosii á la vez que
científica y litenvria, enseñándosele también
á los artesanos un oficio ú arte. Msis de 600
frecuentan el Oratorio festivo, siendo muchí
simas las ventaiitó morales que reportan estos
centros. El que quiera tener una idei\, aun
que remota, de lo que puede la caridad cris
tiana, frecuento un Instituto Salesiauo, y
desde luego le llamará la atención el orden
y disciplina que reina tanto en las escuelas
de artes y oficios como en las clases de 1*. y
2*. enseñanza. La actividad de los Padres,
que por la escasez de personal deben mul
tiplicarse y atender á las necesidades del
Colegio y de la Iglesia, es tal que parece
mentira puedan acudir á todo, y al mismo
tiempo conservar en casa el orden y disci
plina necesarios para que florezca y dé tan
buenos resultados una Casa como esta, cuyos
progresos son palpables. Los diversos talleres,
y sobre todo, la tipografía montada con todos
los adelantos modernos, ofrecen un hermoso
espectáculo, pareciendo increíble que aquellos
trabajos puedan haber sido hechos por niños
de 10 á 18 años de edad. La banda de mú
sica, formada por niños del Instituto, es la
mejor do S. Pablo. La iglesia es verdadera
mente digna de la Pía Sociedad Salesiaua y
de la CapitM del estado de S. Pablo. B. Lo
renzo Giordano debe estar contentísimo al
ver premiados sus ocho años de incesantes
trabajos con la terminación de tan magnífico
edificio. A su fe y constancia se debe la
c.onstruoción de aquel grandioso Colegio, ca
paz do albergar á centenares de jóvenes in
ternos; tiene amplios patios y magnífico
jardín. Cuando él se enciugó de la Casa, es
taba construida solamente la cuarta parte.
Imposible es enumerar los beneficios que re
porta á la Ciudad y al estado de S. Pablo. >
lie aquí la primera Casa que visitó el Re
presentante de B. Rúa. La academia estuvo
concurridísima. El Birector le dió la bien
venida y le presentó á todos los alumnos
internos, yendo agrupados según los diversos
talleres de fundición, tipografía, encuaderna
ción, librería, sastrería, zai>atería, carpintería,
cerrajería y escultura, no faltando tampoco
los estudiantes, asegurándole que desde luego
había de ser útilísima su visita. Inmediata
mente después habló un niño en nombre de
sus compañeros, invitando á continuación á
la banda para que le acompañase, entonando
un hermoso y poético saludo: lo propio hi
cieron otros niños en diversos idiomas.
— Ü37 —
El Di\ Machado proiinució eii italiano mi
elocuentísimo discurso dedicándole á D. Al
bora frases de elogio y encomio. Por último
entre una salva de aplauso se levantó el
Bscmo. Dr. D. A. M. Decante de Acevedo,
senador del Reino y varias veces Ministro
de Justicia durante el imperio, de setenta
años y de magestuosa aucianidad infunde
resi>ecto y cariño á la vez. Empezó con aque
llas célebres palabras de la Doctora Mística
del ('ármelo: « Jáeñor es posible que alguien
pocos años había en el Brasil, debido, sin
duda, al racionalismo y á las doctrinas jan
senistas. Se frecuentaban las iglesias, se ce
lebraban ftestiis y se hacían procesiones; pero
faltaba el sentimiento de la vi<la cristiana
que se adquiere eon la oluservancia de loa d i-,
vinos preceptos. En la actualidad se experi-,
menta gran movimiento religioso, (juo se
difunde por tt>das partes, y esto coincido
con la venitla de los Salesianos.
Examinó después los grandes benefleioa
N ietheroy — T ra n sp o rte d e la P ie d ra fundam en tal del S an tu ario de M aría A uxiliadora.
haya amado mejor que yo; pero ninguno
ha amado más que yo, » aplicáiiiloselas á
sí mismo eu e.sta forma: « es posible que mu
chos hayan cooperado mejor que yo á la obra
salesiaiia; pero ninguno con más afecto que
yo, encargado por los Cooperadores Salesiauos de saludar al Representante de D. Rúa..^
Después, con frases elocuentes y conmove
doras continúo: « Aquí ha sido donde después
de larga vida me he postrado á los i)ies de
Aquel que es la verdad, el camino y la vida;
aquí abandoné los hábitos del hombre vicio
para tomar el traje nupcial de la Iglesia de
Dios: el Santuario del Sagrado Corazón de
Jesús ha sido mí refugio, mi hogar domé.stico donde he vivido como en familia en
medio de los mejores hermanos y amigos: á
esta casa debo la transformación de mi co
razón ; luego nadie puede amarla más que yo.’?
Recuerda la indiferencia religiosa que hace
OS
08
que ha reportado á la Améri<'.a la Obra Salesiaua. y dirigiéndose al jniblico, dijo:
habría sido, señores, de la mayor piirte de los
jíivenes que están en las Casas Salcsianas,
abandonados á la niiseriá y á la ignoraiiciat
Eu cambio de aquí salen hechos verdaderos
hombres y en coudic.ione.s de dirigir un taller
los unos, y de enseñar la verdadera ciencia
los otros; sin que jamás tomen parte en esas
reuniones que preside el demonio y habla por
boca de cuatro ignorantes mentecatos, Ilevándolo.s de.spués á alterar el orden público,
comprometiendo su propia vida y la de hon
rados, pacíficos y caritativos señores, que no
piensan más que en enjugar lágrimas, y so
correr á los menesterosos, aunque los Char
latanes y oradores de taberna les den el
ofensivo y vano calificativo de burgueses.
Por esto saludo con toda la efu.sión de mí
alma al Representante del Sui>erior General
—
(le los Kalesianos. Además de estos beneficios
que reporta la obra de D. Bosco y que todo
el mundo conoce, porque se tocan cou la
mano, permitidme que, siífuiendo los im
pulsos de mis sentimientos patriótico os diga,
que no hay clase social que no experimente
los bcnéflcos efo<5tos de los Salesianos, pues
son sin (luda alguna el lazo de unión entre
el rico y el pobre, entre el capitalista y el
colono, entre el amo y el trabajador; pues
é los primeros los enseila 4 trabajar primero
por amor de Dios y después por obligación,
respetando en un todo 4 su dueño y señor:
y dice 4 los segundos que, no defrautlen nada
al pobre y que lo traten como verdadero her
mano, y hace que coopere al bien, con sus
limosnas, pues los bienes que Dios le ha
dado íio sou para otra cosa que para hacer
buen empleo (le ellos socorriendo las nece
sidades y cooperando 4 que los niños pobres
reciban esmerada y católica educación en
establecimientos fundados al efecto; pero
estos, como es natural, necesitan para su sos
tenimiento, recursos pecuniarios, obra que
puede muy bien llevar 4 cabo el Cooperador
Salesiano....»
De este modo continnó su elocuente dis
curso el orador, que es una verdadera notablidad del Brazil.
Abora, pasando 4 otra cosa le diré qne la
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús es una
verdadera obra de arte, de estilo renacimiento,
con plano trazando por D. Domingo Delpiano,
(le nuestra Pía Sociedad: bien puede decirse
que el edificio es un ex-voto del Revino. Clero
y demás fieles de esta Diócesis. A cualquiera
(jue lo visita le admira su majestad; el im
ponente campanario se eleva á más de lO
metros. Del propio modo que el Romano Pon
tífice mandó 4 los Salesianos construir el
toin)>lo (le Roma, así el Sr. Obispo les en
cargó construirlo aquí: He aquí lo que decía
S. K. 1. en Marzo (le *1893: Haciendo un pe
queño esfuerzo pronto veremos, con la ]>oderosísiinu protección de María Auxiliadora,
concluido este magestuoso monumento y 4
la h(>rmosa estatua del Sagrado Corazón de
Jesús, eolocnda en la cúpula, que bendice 4 esta
Capital y 4 toda la Diócesis. Con la ayuda
de Dios espero qne se vencerán todas las
dificultades, y se elevará esta majestuosa es
tatua como la de Marsella, Lion y otras seluejautes que el orbe católico ha erigido, in
terviniendo visiblemente la divina Provi
dencia.... Concluyo diciendo que desde luego
lo considero como hecho 4 mi todo lo que
Y. R. pueda hacer en este sentido, antici
pándole li\s gracias bendigo con toda la efu
sión de mi alma á V. y 4 todos sus feli
greses. »
Verdaderamente; las dificultades se superarou y S. E. I. ha podido ver conseguidos
sus deseos: pero el Señor en el Ciélo se los
había recompensado superabundantemente.
Ahoro ya está concluida, y mide la estátna
unos 14 metros con el pedestal.
El día 17 de Noviembre último se inaugnró,
asistiendo cuatro Obispos, las Autoridades
civiles, representación de todas las órdenes
religiosas, la madrina, Condesa de Pereira,
hija de la Exorna. Sra. D*. Yendíaíia Prado
que había abonado la estutua, y numerosa
concurrencia del pueblo. Al descubrirla cuatro
bandas de música, acompañaron el himno
compuesto al efecto para aquella ocasión y
qne fué cantado por más de 300 niños.
Después de pronunciado un discurso y de
leídos los telegramas que habían mandado el
Romano Pontífice, el Nuncio de S. S. en el
Brasil y otros varios, todos los asistentes
renovaron la Consagración al Sagrado Cora
zón de Jesús, consagrando 4 la vez S. E. I.
toda su Diócesis. Este divino Corazón do
mina toda la Ciudad y desde luego conti
nuará dispensándole su especial protección,
bendiciendo también 4 los Salesianos, pues
estos le han prometido nuevamente propagar
más y más su devoción.
El 18 de Septiembre se celebró la última
fiesta. D. Albera celebró la Misa solemne,
ocupando la Sagrada Cátedra D. Ciordauo,
La misa del Sagrado Corazón de Jesús fué
interpretada cou mucho gusto, pués había
más de ciento entre sopranos y contraltos,
algunos tenores y bajos y unos cuarenta ins
trumentos de orquesta. La ejecución superó 4
toda ponderación.
Al día siguiente, aunque cou pena, como
en todos los sitios, salimos de esta Ciudad,
presenciando una demostración d,e afecto y
cariño, como he dicho otras veces: el cora
zón sentía, pero con todo su sentimiento hubo
que dtvjar 4 aquellos amad.os hermanos y
niños.
En otra le hablaré de Lorena y otras po
blaciones.
Disponga de S. S. y hermano en J. O.
q. b. s. m.
Oal(5geeo Gusiii.NO
Pbro. Sales.
■P
— 239 —
¿J5)yJS)jJ5)jjg
?,g)?,6)
7^go,
;^S)
13^
fDE NUESTRAS MISIONES
______________________________________________ vy^_
0 0 0 0 [<««>
'^''■
G H I^f>\IA U L (.U-^ ntina).
{En el Valle dv Xenquén).
Con muchísimo gusto insertamos á conti
nuación lo que el excelente periódico de
Buenos Aires La Voz de Ja Iglesia dice de
la Misión dada por Monseñor Cagliero en
este territorio de iíeuquén.
JEn F o r t í n V iclal. —U a iitis m o s y
< ío u firm a c io iie s. —G x 'a v o p e r c a n c e
El día 2 del corriente, S. E. L, en com
pañía de su familiar y del infatigable misio
nero salesiano B. Domingo Milaiiesio, em
prendió el viaje á Ohosmalal (j)alabra indígena
que significa corral amarillo).
Muchas fueron las dificultades y peligros
en que nos vimos, ya por la escasez de agua,
ya por los caminos y ya cu fin por lo des
poblado de los campos.
Después de una jornada do lo leguas lle
gamos al antiguo y ahora abandoiia<lo Fortín
Vidal, que no pasa de una miserable choza,
donde se alberga nn:i i>obre familia chilena.
Allí pasamos la noche debajo délos tui)idos
sauces, á orillas del Xeuquéu, teniendo i>or
cama el duro suelo y por techo la bóveda
celeste, tachonada de estrellas.
El día siguiente S. E. I. bautizó y confirmó
á cuatro criaturas de dicha familia, instruyén
dola además en las verdades de la fe.
Tuvimos aquí un grave percance, pues du
rante la noche nuestras muías tomaron las
de Villadiego, no podiendo dar con ellas
hasta las 10 de la mañana, hora en que nos
preparábamos á seguir la marcha: añadióse
á este contratiempo la desgracia de que nues
tro cochero, D. Eduardo Genghini, Síüesiano, al enganchar una mola chucara, recibió
del enfurecido animal tan recio golpe en la
cara y en el pecho, que cayó en el suelo
como'muerto. Tan grave era su estado que
S. E. I. creyó conveniente administrarle la
Extremaunción: afortunadamente más tarde
dio el paciente señides de vida y reaccionó,
echando i>or la boca la mucha sangre que lo
ahogaba. Esta desgracia entorpeció nuestra
marcha, pues nos vimos obligados, liara
asistir al enfermo, á pasar todo el día bajo
los abrasadores rayos del sol, hasta que por
la noche pudimos enviarlo á iinestra Casa
salesiana de Koca, acompañado por D. Do
mingo Milanesio.
Allí D. Alejandro Stefanelli, Director del
Colegio San JÍignel, prodigó al enfermo todos
aquellos cuidados que su <lelieado estado
exigía y al presento hállase fuera de ])eligro.
Durante la asistencia al enfermo, en Fortín
Vidal, hemos podido bautizar y confirmar á
los niños de las pocas familias vecinas y le
gitimar algún matrimonio.
F o i' o l V a l l e ^ e l N otigiuS n. — F a i p iiito rc 's o o s . —• 1^11 A líe lo . —
O o u c tii'i'o iie ia íi la3XÍKÍ<>ii. — Ij^iioi*aiie¡a <l«'i>l<>ivil>le. — Lois ío i'tiu e »
<le C>¡os <le A fy u a y O a i’i'a iiz u .
lioinántico fué nuestro vinjo por el Valle
del Nenquéii. presentándose á nuestra vista
cuadros y })ai.saje.s pintorescos, como de piráini«le.s. colninims, estsitnas, casas, castillos
y fortalezas, que al verlos parecen ol)ras so
berbias del arte, ciencia ó imlnstria liiimana.s,
mientras son obras colosales y admirables
de la naturaleza.
Por la noche del día 4 do Diciembre lle
gamos á Afielo, que es cabecera de los for
tines militares entredicho punto y Oliosmalal.
El señor teniente Don José Zabala, del 7* de
caballería y jefe de dichos fortines, fué muy
atento para con S. E. lima, y demás acoinjiañantes; lo mismo el señor Juez de Paz,
Don Carlos Garraycochea, quien se consideró
honrado, hospedándonos en su casa. El aeiior
Comisario de policía i)ii80 á nuestra disposi
ción una mode.sta habitación, que sirvió de
ca])iUa el día siguiente para el rezo de la
Santa Misa y administración de los santos
Sacramentos.
Al tener noticia de la llegada de S. B. I.
algunas familias viajaron toda la noche con
el fin de hacer bautizar y confirmar á sus
niños y niñas de 12 y 13 y l'asta jóvenes de
18 y 2*0 años.
És de sentirse mnchÍRitno la ignorancia
que en materia de religión reina en estas
apartadas y dcs})oblada.s comarcas.
Baste d tiir que en Afielo hay tan sólo una
familia cri.stíana unida por los vínculos sagra-
— 240 —
dos del sacramento del Matrimonio, las de
más....
Besíírftoiíi 0'*® sentimos eu el alma y que
obligó á S. E. I. á tomar las medidas opor
tunas, <a>ii el íiii de remediar males tan fu
nestos para la Religión y para la Patria.
El viernes G del que rige, muy temprano
salimos de Afielo, camino á Ojos de Agua y
Oarran/a, fortines militares en medio de cam
pos estériles y completamente despoblados y
sin pasto ])ara los caballos, con caminos de
puros arenal(*s interminables y á veces con
subidas y Inijiulas rápidas y peligrosas entre
eran las arenas del desierto, por el que te
níamos que cruzar.
Tomado un breve descanso en el fortín,
continuamos nuestra marcha basta las tres
de la manana del día 8, bola en que llegamos
á Cortaderas. Los caminos eran á cual más
escabroso y lleno de peligros, pero el buen
Angel nos asistía y no permitió que nada
nos aconteciera de -adverso. En un pjiraje lla
mado Agua de Crespo descansamos como
dos horas dentro de una cueva natural for
mada por un espantoso peñasco.
■
;
Nicthei'oy — lU‘ndici«m d e la 1". P iodra del fu tu ro S au tu ju io d e M aría .Auxiliadora.
I>iedi’a3 y peñascos por las elevadas sierras
que pareeeu la vanguanlia tic la soberbia
Cordillera Andina. Í*or amor á la brevedad
nada diré de las peripecias dolorosas. de los
golpes y sustos que tuvimos, de la falta de
agua y de earne y por consiguiente de la
sed y hambre que sufrimos durante el trayecto
(le las SO legints desde Roca á Chosmalal,
imrque sería cosa de nunca acabar.
A eiialro leguas antes de llegar al Fortín
Carranza, en un para.ie denominado Agua de
Patos, tuvimos que pernoctar en el duro
suelo y entre nubes de ih)1vo que el viento
con su fuerza impetuosa formaba y elevaba
en los aiivs.
La vigilia do la Inmaculada Concepción
llegamos al fortín: eran las 0 de la mañana.
El sol parecía de fuego y no menos ardientes
F e l i z eueiK»iiti*<>. —TJii oa!si« e n p l e
n o «li'siioi’to. —
<le líi Xnmuo n laclu C o n e e ix 'ió u . — V ia ja n d o
d í a y uocU e. — Llt^tf-ada A O liosiiia la l. —R e e c p e i ó n |>oi>aIai*.
En Cortaderas nos estaba esi>eraudo el
Salesiano I). Mateo Gavotto. el infatigable
misionero de la Cordillera, y algunos buenos
vecinos de Chosmalal, que habían venido á
nuestro encuentro con caballos de repuesto.
Cortaderas es como un delicioso oasis en
jdeno desierto, pues emana allí un manantial
de agua fresca y cristalina y hay abundantes
y ricos pastos.
El día, pues, de la Inmaculada Concepción
se celebró la Santa Misa seciM deciirsus aquo
rum, mientras las hermosas avecillas con su
IF
— 241 —
dulce canto y el risueSo arroyuelo con eu
murmullo nos convidaban á celebrar la Pareza de María.
Concluida la Santa Misa, nos pusimos en
marcha hacia Chosmalal, teniendo á nuestras
espaldas la elevada sierra de Hauca-Mahuida
y al frente el soberbio volcán Thromen (mon
taña nube) cubierto de nieve, cuya blancura
nos recordaba la festividad de aquel día.
Desde Cortaderas en adelante encontramos
los caminos en buenas condiciones, firmes y
bien trazados, gracias al actual gobernador
Don Lisandro Olmos. Pero á pesar de los
estudios y del mucho trabajo, hay parajes
tan quebrados, donde inútiles fueron los
esfuerzos humanos y allí es forzoso trepar
por las sierras pedregosas y bajar « gatas
con mucha dificultad.
Viajamos todo el día S sin comer y sin
descansar im istante con la dulce esperanza
de llegar por la noche á Chosmalal, pero
nuestras esperanzas salieron fallidas, pues,
en Chacayco, frente á la hermosa cordillera
de los Vientos, toda cubierta de nieve, nos
sorprendió la noche, viéndonos en la necesi
dad de guarecernos en las quebradas y entre
las tupidas matas de arbustos silvestres.
Al día siguiente muy temprano seguimos
á Chosmalal, donde llegamos á las 11 de
la mañana.
Antes de llegar al pueblo hay casi una
legua de bajada, labrada en la xnedra viva,
en cerros dé unos 300 metros de elevación.
Es una bajada que solo al verla espanta y
hoy que tomar todas las precauciones del
caso para impedir horribles catástrofes.
La recepción que el señor Gobernador y
demás Autoridades civiles y militares y el
pueblo en general hicieron á Mons. Cagliero
fuó solemne y simpática, cual más fácilmente
se puede figurar que describir.
La banda del 7" de caballería hacía resonar
los aires con sus notas armoniosas, mientras
S. E. I. bajo una lluvia de flores entraba en
la modesta iglesia parroquial, donde lo esta
ban esi>erando el R. Cura Vicario D. Valen
tín iN’aiio y los celosos misioneros salesianos
D. Mateo Gavotto y D. Bartolomé Panaro.
Apenas S. E. I. y comitiva ingresaron en
el templo, el Evdo. Padre Juan Franchiuiy
el hermano salesiano D. Serafín Sanbernardo
coadyuvados de otros señores de la localidad
entonaron un solemne Te Deum en acción
de gracia. Dada la bendición con el Smo.
Sacramento, S. E. I dirigió á los numerosos
fieles palabras de encomio y agradecimiento
por las muestras de simpatía y veneración
que acababan de tributarle, declarando desde
ese momento abierta la misión.
M A T T 6 {JR 0S80 (Braail).
Oesde Üuyabá al vertiginoso Araguaya,
(Relación de D. ■nionio Malán). (1)
D o .« « p o ( li( la . — Tuix i i i n d r i n u « l o l p i* iS u l o s i u u o < le M a l t a Ci-r<>MMO.
— liLii lu lloi-eístn. — ]Nii<‘ísti’o«
v e < * to s s , — E l A . r i o o .
A las 11 del 2S del pasado Agosto salimos
de Cuyabá con el corazón trasi>asado de dolor
por habernos separado de personas que com
partían con nosotros sus alegrías: qnmn jucunáum habitarefratres in unum! Los alumnos
nos prepararon una sorpresa muy agvadal)lo,
improvisando una breve, pero bonita acade
mia, manifestando en todas las composiciones
el dolor qne sentían al tenerse que separar
de nosotros, alegrándose al propio tiempo del
buen resultado que habíamos de tenor y de
que todo había de redundar á mayor gloria
de Dios. In nomine Domine salimos D. Bálzola, nuestro hermano coadjutor Jabet y un
servidor, acompañándonos el Inspector de la
línea telegráfica, Sr. Fernández y dos cama’
radas para el servicio de los caballos y de lo
que hiciera falta.
Además de los caballos de silla, llevábamos
otros tres para conducir el altar portátil, las
tiendas de campaña, objetos de devoción y
todo lo necesario. Apenas salimos do la Ciudad
tuve que ejercer el ministerio sacerdotal, con
fesando á una pobre sefiora qne hacía mucho
tiempo se hallaba enferma, padeciendo agu
dísimos dolores. Precisamente so trataba de
la madrina del primer Salesiano de Matto
Grosso, y aunque estaba resignada, pedía al
Señor la gracia de ver celebrar la primera
¡Misa á su querido aliijado y sobrino á la
vez. La divina Providencia no le concedió
e.ste consuelo, pues supo que murió durante
mi ausencia, recibiendo antes con edificante
devoción los Santos Sacramentos.
A unos 6 kilómetros de Cuyabá dimos el
último adiós á los novicios de Coxipó y á
D. Oliveira que nos habían acompañado hasta
allí. Animadísimos todos los que formábamos
la pequeña caravana, nos internamos en aque
llas soledades, en aquellas florestas vírgenes,
oyéndose repetidas veces Jos aullidos de los
feroces anímales salvajes, tales como el Cangussu (parecido el tigre), la enorme Sucury
(especie de boa). Marchábamos como el com
pás del sonido monótono y cadencioso pro
ducido por los despojos de multitud de ani
males que rechinan al contacto de los pies
de las caballerías, habiendo además multitud
de arena y montones de piedras cristalizadas
y parecidas al traveríino romano, aunque más
ferrojinoso y menos resistente. Los indómitos
caballos parece que quieren como devorar el
(1) Véase el n®. de Agosto, pág. 213.
A*
— 242 —
interminable camino qne se desliza debajo algunos minutos para que comieran, las ca
do sus pies. El paciente jniuento. por el con ballerías j de un bosquecillo inmediato salió
trario, con su constante y fatigoso trote y nn mulo salvaje, con las crines y la cola
con la cabeza baja, como abrumado bajo el erizado, relincbando de un modo horrible,
])C8o de dos hluacas (especie de alforjas), pa y atravesando el lugar donde estábamos,
rece como que va meditando las enormes espantó nuestras caballerías: al ver que
distancias que tiene que andar, en pago del corrían en distintas direcciones, y conside
pienso y pasto que como, esperando el mo rando los immeusos perjuicios que nos podía
mento en que lia de descansar de sus fa causar por estar cargadas, alguno pensó en
matar el instrumento de que se sirvió el
tigas.
Reanudamos la conversación que habíamos demonio para trastornar nuestros planes.
Destruyeron conipletajnente las montaras,
tenido días antes, esto es, sobre el viaje al
río Barroiro, que se halla en la exploración aunque eran fuertes y rompiendo las cuerdas
que pensamos hacer antes de elegir doflniti- del equipage se cayeron todos los objetos,
vamonto el terreno de la Colonia, que dentro pero no en uii mismo sitio, sino todos dise
de poco se ha de fundar, Dios mediante. Se minados por el suelo; aquí se encontraba un
guimos la dirección de la línea telegráfica, cuchillo; allí una caja de placas para la fo
cuyos postes, mudos centinelas do la civili tografía, y apesar de nuestra actividad en
zación, se pierden en la inmensidad en la buscar todos los objetos, se perdieron mu
dirección E. A las 8 de la noche llegamos chos, y no pocos se estropearon completa
al Arica, pequeño afilíente del Cuyabá, donde mente. Pasamos un rato de cruel tortura.
acostumbran parar las caravanas, tanto por líTos hallábamos en medio de un desierto, á
sus buenas aguas, como por la abundancia de pie, sin haber comido nada y en un estado
pastos, circunstancia indispensable que debe de completo decaimiento de ánimo. Haciendo
tener presento el viajero al elegir sitio donde de la necesidad virtud, dije á Jabet y á los
descansar. Aquí precisamente encontramos á que iban para cuida de las caballerías que
Jjibet y á los otros criados que habían sa siguiesen la pista, no volviendo eii dos días.
A las 6 de la terde encontró D. Antonio
lido antes que nosotros con las caballerías
que aud-an menos. Hasta aquí nada especia! Bueno, señor que vive en estos alrededores,
nos ocurrió, pero caminábamos con sent - mi caballo, pero sin montura, hallando de
miento porque D. Pedro Fernández hab.a paso varios objeto, y la silla no pareció hasta
dejado á su Señora gravemente enferma, deá el día siguiente. El caballo de D. Pedro
pnós de una difícil operación quinirgica, sin Fernández no pareció sinó cuarenta días des
que hasta el presente Rubiera encontrado pués, y andaba con la silla debajo del vien
tre, pareciendo upa fiera algo ridicula. A la
algdn alivio.
mañana siguiente celebré el Santo Sacrificio
r*or evitai* u n a llu v ia to rr en cia l. — de la Misa, oyéndola todos los demás; des
P a r a d a e n e l P iiit lia y r a l. — U n
pués decidimos que D. Bálzola volviese á
m ulo fsalvnje.—NnoNtra« <*al>alleGuyabá con el fin de que trajese caballerías
r ia s <loHai>i»recen. —Ol>iotoK p e r
que sustituyeran á las inutilizadas, encar
dido». —X>- O Alzolu v u e l v e d C n y n brt. —E n inar<*lia. —U ln v iti torr«'ugándolo mucho que fueran buenas y sobre
e ia l. —E n m a la » con d io io u e» . —L a
todo resistentes y mansas. A las tres de la
fV»i*tuim do u n ea m u ra d n .
tardo del 31 de Agosto llegó á nuestro Co
La aurora del día 29 nos sorprendió en legio do Cuyabá, hora en que cada cual
una vasta llanura, teniendo que partir sin desempeñaba su ocupación.
Yo en tanto me dediqué á instruir á algu
poder celebrar el santo Sacrificio de la Misa
por temor que descargara sobro nosotros una nas familias de estos alrededores; administré
copiosa lluvia y nos cogiera en aquel sitio, el santo Bautismo y confesé á bastantes,
prefiriendo ir de camino por las malas con siendo de notar que cuando saben que viene
diciones que reunían las tiendas de campaña algún sacerdote, acuden á oir la divina pa
para resguardar el equipaje, y siemi>re iba labra y á recibir los santos Sacramentos
mqior empaquetado. Tres de las caballerías hasta de largas distancias. A todos los que
que llevábamos eran del gobierno, cedién- recibieron la Sagrada Comunión les di un
(lolas ou vista del fm tan laudable que nos rosario, y una medalla de María Auxiliadora
proimníumos al dar esta misión, pero eran á todos los asistentes. Pasó por aquí un pobre
endebles y estoban muy causadas, por haber hombre muerto de hambre que iba en busca
servido en una expedición gubernativa al de su mujer, pues se la había robado un
querer trazar una vía de comunicación entre criminal que se había escapado de la prisión.
El domingo primero de Septiembre llegó
Matto Grosso y el Pará: una de ellas se
cayó siete voces en el corto espacio de 22 ki D. Bálzola, trayendo tres buenas caballerías
lómetros. D. Pedro Fernández me obligó á y un camarada (criado) que se cuidase de
aceptar una de sus m ^ re s caballerías en ellas, siendo uno de nuestro amigo D. Juan
sustitución de la mía que no era más qne Marqués Ferreira; estábamos algún tanto
un montón de carne y de lento paso. Al lle disgustados por nuestra prolongada y forzosa
gar á nn sitio llamado P in th a ifrá l pasamos parada.
- 243 Preparado todo convenieutemente, el día
tres de Septiembre emprendimos la jnarcha
con deseos de recuperar lo que habíamos
perdido. Por la tarde tuvimos un contra
tiempo que después se repitió, por desgracia,
casi diariamente. Aun no habíamos prepa
rado todavía las tiendas de campaña, cuando
empezó á soplar un fuerte viento, acompañado
de agua torrencial, aumentándose cada voz
m ás: apenas si tuvimos tiempo de preparar
un sitio en condiciones para colocar el altar
portátil y los objetos más delicados. Impo
sible es describir, amado Padre, nuestra si
tuación en el tiempo que duró la lluvia:
estábamos todos en un lugar que apenas
tendría unos ocho metros cuadrados: la
atmósfera pesadísima y el aire irrespirable,
añadiendo á esto que penetraba la lluvia
por todos los sitios, aumentando considerable
mente el malestar la oscuridad más espan
tosa : no era posible conciliar el sueño: los
animales formaban una especie de semi
círculo, y con las cabeza dentro y bajas, re
sistían el furioso temporal; los continuos y
deslumbradores relámpagos daban un aspecto
lúgubre y terrorífico á este lugar, donde
unos cuantos seres racionales, como reyes
^ c tT io p ía s
del
de la naturaleza, parecían luchar con los ele
mentos, disputándose la primacía y el reinado.
En medio de todo una curiosa esoeiia .so
desarrollaba eu nuestra tienda de campaña.
En la parte superior ató mi red cotí cuerdas
de lino; debajo se cruzaban las cuerdas de
la de I). Hálzola y el Inspector de la línea;
habiendo en todjw ellas tendida una piel de
buey que hacía de sabana. Debajo de estos
improvisados pisos estaba uno de nuestros
camaradas, alegre como él sólo y más habla
dor que im sacamuelns, eiitreteni«dulose eii
contarnos escenas completamente inverosí
miles, siendo él el protíigonista de todas:
con sus charlatanerías ocupaba uno de los
mejores puestos. Así pa.sainos la noche, ha
ciéndosenos interminable, aunque Imllamo.s
algún alivio al escuchar las historiola.s de
Palhare, quien además de ser negro como el
carbón, como descendiente legítimo, y de los
pocos negros que quedan en el Brasil, era
raquítico, le faltaban la mayor parto de lo.s
dientes y hablaba con un hniillo verdadera
mente gangoso y nasal, de modo que ora
una gran figura en toda la extensión de la
palabra.
(Se continuaráj.
R e ^ .
TIEliR.A DEL FUEGO
F a i’a lo lo euti^e l a s d o s 3 X isioucs,
P x-otestau to y S a lc s ia n a .
Sentados los apuntes históricos que preceden
paréceme poder formar un paralelo entre la Mi
sión Protestante Inglesa y la Misión Católica
Salesiana.
Las dos Misiones se proponen instruir á los
Indígenas Pueguinos en la Religión Cristiana,
con la diferencia de que la primera considera
esto, no como su único si no como su principal
objeto; mientras la Salesiana lo único que busca
es enderezar á los indígenas por el camino de
la civilización por medio de la Religión Cris
tiana.
En 1850 los Ingleses quieren fundar una
Elisión en el Archipiélago Fuegnino estableeiénáose en la isla Picton, á la entrada del canal
de Beagle. Son hostili^os por los Indígenas
(Jaguanes) y el Capitán Alten-Gardiner, jefe de
© .
)|e a ii^ o if>
la expedición, y primer fundador de la Misión,
se ve obligado á hacerles frente y después do
haber matado á varios de ellos, debe retirarse
de allí ai norte del Canal al Puerto Spaniard en
la bahía Aguirre, donde muere con todos sus
compañeros.
Los Salesianosdespués de haber andado, rodeado,
cruzado y recorrido toda la Tierra del Fuego,
fundan en 1889 la primera Residencia en la isla
Dawsón en el centro del Estrecho de Magalla
nes. Los indígenas (Alacalufes) no se resisten,
más después d^e pocos meses guiados por el Ca
pitán Antonio, intentan sublevarse, quieren de
gollar al P. Bartolo Pistone quien evita mila
greramente el golpe, y hieren gravemente de
un hachazo al Coadjutor Juan Silvestre, que
después muere ahondo, Pero de los indígenas
sublevados la codicia de apoderarse de una sola
vez de las provisiones que los Misioneros les
distribuían según sus necesidades, no sólo no
quedan, muertos ni heridos sino que logran po
nerse en salvo todos y sólo después de algún
tiempo, tres de ellos caen en manos de la jus-
_ ¿44: —
tlcia y son llevados á Punta Arenas. La Misión
de Duwsón no se murió y después de diez años
sigue prosperando, recibiendo y asilando á varios
centenares de Indios.
Los Ingleses, fallida la primera prueba y ha
biendo perdido en la segunda tentativa otra
embarcación y nueve individuos destrozados en
la bahía Wo'ollya al S. O. de Navarino, se es
tablecen finalmente con nueva embarcación y
nuevo personal, en la bahía de üshwaia al Norte
del Canal de Beagle el afio 1869 diez y nueve
años después de la primera tentativa.
Los Salesianos, habiendo obtenido buenos re
sultados en sus primeras pruebas de la isla
Dawsón van a fundar otra Misión en el centro
mismo de la Tierra del F uego, en Río-Grande
en la costa oriental del Océano Atlántico. Es
verdad que por la malicia do un hombre que
se dice civilizado no pudieron entrar la primera
vez que se les aproximaron, con todo no des
mayaron, y tras seis meses de rudos trabajos y
penas inauditas vencieron todas las dificultades
y obstáculos, logrando fundar la nueva Misión,
a pocas millas de la boca y á la margen izquierda
del mismo río.
Los Ingleses, además de los medios pecunia
rios y de transporte con que los favoreció la
Sociedad Bíblica de Londres, obtuvieron de su
Gobierno sin gran dificultad la isla Keppel, una
de las Malvinas, y más tarde del Gobierno de
Chile las de Woollaston, y el S. Bridges una
grande extensión de terreno para su uso parti
cular.
Los Salesianos obtienen sí, del Gobierno Chi
leno, pero con muchos fastidios y penáis, la isla
Dawsón para su residencia y reducción de Indí
genas y sólo por 20 años. Muchos envidiosos
quieren hacéi'scla quitar ó á lo menos que se la
reduzcan á la mitad y eso con mañas infinitas
y ardid diabólico. Dtd Gobierno Argentino, no
obstante los pasos y las vueltas sin número que
desde el año 1880 han dado á la Capital, aún
no han podido conseguir un pedazo de terreno
adonde poder trabajar tranquilos por la civili
zación de esos infelices Fueguinos. Y el mismo
paraje donde desde ocho años se han establecido
con permiso del Gobernador del Territorio, no
lo han obtenido, aunque tengan derocho como
primeros ocupantes y hayan abierto el puerto de
ese rio á la explotíición del terreno estableciendo
el trato con los indios, creídos hasta la fecha
indomables.
La Misión de los Ingleses, á su llegada á
iJshwaia encuentra dificultades por parte de los
Argentinos y tiene que emigrar en parte ¿ la
isla Grovy y Woollanton cuyo usufructo les cede
el Gobierno Chileno.
Los Salesianos sufren todo linaje de vejaciones
y calumnias hasta de parte de algunas autori
dades, pero sin perderse de ánimo. En Ríogrande
al Gobernador que les daba permiso de colocarse
adonde les gustase, le sucede un Gobernador
malvado, que de acuerdo con otros envidiosos
pone por obra todas sus astucias para hacerles
todo el mal que le es posible,
Los Ingleses son premiados en la persona de
su jefe, el Señor T. Bridges, quien del Gobierno
Argentino recibe ochos leguas de campo para su
propiedad y del Chileno en usufructo varias islas
á su sirapie indicación.
A los Salesianos se les quiere quitar lo que
tienen de ambos lados en Chile y en la Argen
tina.
En la Misión Inglesa de üshw aia los Indí
genas se inficcionan con varias enfermedades y
mueren mas de la mitad.
En la Salesiana de Dawsón sucede lo mismo
La Misión Inglesa pierde dos goletas y sufi-e
muchos daños desde su instalación.
La Salesiana en Río Grande al tercer año de
su instalación es destruida por un incendio y
sufre inmensos daños.
Los Misioneros Ingleses son asalariados, reci
biendo todos y cada uno su sueldo particular de
la Sociedad Bíblica de Londres.
Los Salesianos no tienen sueldo ninguno, reci
biendo sólo una subvención del Gobierno Chileno,
mientras en la parte Argentina no viven, sino
de limosnas y de su proprio trabajo personal.
Los Misioneros Ingleses habiendo venido en
tempo en que no había civilazados que los es
torbasen, parece que habrían debido hacer mucho
más con tantos medios de que disponían. T así
hubiera sido si les animara el verdadero es
píritu de religión. Más esto es punto menos que
imposible para individuos que, estando casados,
tienen que pensar en su fam ilia, cuyo cuidado
los debe ocupar de preferencia. Con rodo no ha
brían hecho poco si hubieran procurado mediante
el Bautismo la salvación de los infelices que
han muerto en los 40 años de su Misión. T si
no han hecho más no se le debe tanto alcanzar
á culpa suya personal cuanto al defecto de su
religión.
Los Salesianos ojalá hubiesen venido unos
30 años antes. Qué bien se podía presumir que
desde mucho los salvajes habrían desaparecido
para ser todos cristianos. La prueba es que donde
se pusieron, allí quedaron y progresaron desde
luego, mientras aquellos necesitaron casi veinte
años para establecerse é hicieron pocos adelantos.
José M*. Beatjtois
Mis. Sales.
A. M. D. G.
- 245 -
o,.
UESTRA
^ - 'y
C O E E E S P O líD E N O IA
A u 3 ^ :É ] íe .iO A .
fi^fiOTA (rolonibia).
E ymo . S e . D . M ig u e l R úa ,
Muy amado Padre: Voy ú comunicarle á
V. la alegre noticia de que después de 29
meses aún nos hallamos en guei'ra: los ali
mentos son ya muy escasos, más escasos aún
los medios para vestirse, pero no i>or eso se
amortigua el espíritu de pelea. Oou igual rabia
y furor se matan hoy que al principio de la
revolución; hasta se puede añadir que se ha
exacerbado; á fuerza de derramar la sangre
á torrentes, y do ver carne humana despe
zada, para ellos la muerte es un fantasma;
ni la temen. Antes sólo se mataba en el
campo de batalla; ahora yn no: se reúnen
ocho ó diez sujetos que no quieren trabajar
por pura holgazanería., «e llaman guerrillts,
sólo porque llevan una cinta encarnada en
el sombrero y un trapo de igual color en el
bastón; le advierto á V. que el color rojo es
el distintivo de los revolucionarios: así en
grupo recorren las campiñas, iiuícndian, ro
ban y matan al que se les ponga por delante
como la cosa nnis natural de este miimlo.
Hechos de esüi clase se pueden contar desde
que empezó la revolución no ú docenas sino
á millares. Son tsuitos los peligros fuera de
la capitiil que nadie se atreve á viajar como
no sea |X)r necesidad extrema; en cuvo caso
nadie debe dejar en casa un buen amigo y
compañero, un revólver con sus correspon
dientes cartuchos, podiendo estar seguro que
más de una vez le será algo más (jue útil.
Ko ha mucho, partían de Bogotá, hacia la
costa Atlántica dos de los nuestros; un sa
cerdote y un clérigo; acompañábalos un co
adjutor Angel Colombo, montado en una
muía, que tenía más ganas de tambarse que
de andar; engolfado nuestro buen viajero en
no sé qué pensamientos, quizá en su amada
Milán, que hacía 12 años no había visto, un
extraño rumor le saca de su abstracción. Le
vanta los ojos y observa tra.s sí á uii hombre
en actitud nmla pacífica. Escondido detrás
de un césped, había vi.^to pa.«ar momentos
antes unos cuantos viajeros, y no se había
ni siquiera movido: j>ero al ver ahora á un
joven solo, con una mnla cargada saltó en
seguida de su escondrijo con el objeto de ver ;
si Ja fortaua le proporcionaba alguna cosa.
En la mano derecha tenia un valiente puñal,
no seguramente para la muía, sino para el
que iba encima si le chistaba una palabra.
La escena fué rápida y toda en mímica; ni
el saltador ni el cjuninaute soltaron loa labios.
A la apaiúí-.ióu repentina d(* aciuel sujeto con
aquella facha y puñal en la mano, eilsegaida
comprendió nuestro buen amigo que aciuello
era grave: empezáronle á temblar las pier
nas y á sudar un sudor más frío (jue el
hielo, á pesar de tostarle desdti el cielo un
solerilh de ^^5 grados. ;Qué hará el infeliz?
El huir era peligroso ; y aún cuando Jmyera
perdía la mala con todo lo que llevaba eiiciina que al fin algo era; entregársela al
ladrón sin más ni más para salvarse el pe
llejo le parecía que eso no era digno de un
honibre mihmés. En estas le asalta una idea
felicísima: cae en la <uienta do «jiio lleva un
revólver; pero al mismo tiempo cao también
en la cuenta deque no lo sabe manejar: eso
no le hace, la necesidad todo lo anrende y
enseguida: saca el arma del bolsillo y so la
pone delante de las narices : lo que menos
intención tenía él era de disparar, mucho
menos de darle el pasaporte desollándole el
pasapán. El efecto fué superior; en cuanto
ei amigo vió aquel siüchichóu delante puso
pies cu polvorosa y en menos de nada se
jierdió en un bosque que por allí so hallaba.
Nuestro buen hermano, pasmado do su
mismo atrevimiento, so rió á solas de la va
lentonada; desdo lo íntimo do su alma elevó
mil gracias á María Anxiliatlora (pío tan
niaternalmento le había amparado y prosiguió
su camino. Pero en el mismo viaje tuvo (pío
acudir otra vez á su revólver. Unos cuantos
s(ddades del Gobierno querían que his diera
á la fuerza las dos sillas que habían servido
á los dos I*adres que partieron á Oartagna;
y quizá por broma le apuntaron ai p(icho
hm fu8ile.s diciéndole que sí no so las daba
más que á escape, lo volaban al monujnto.
Al principio siguió para delanbi sin hacer
caso de una amenaza que no lo parecía de
ver(lad. Pero viendo quo el negocio se iba
haciendo pesado, y que en bromas ó en veras
perdía un tiemjio que necesitaha, ino saiwi
afuera el temido geiMiieJión y dice haciendo
nn rebojo de italiano, milanés y español:
¡Ojo, compadres! que si Vds. lo hacen de
mentirijillas, yo puedo birlarlas los cascas de
verdad. í^es gustó á los soldados la respuesta
coinico-seria del caminante y enseguida le
dejaron en paz y en gracia de Dios.
Ya ve T. pues, querido Padre, sí es ver
daderamente peligroso viajar jK>r estos pa
rajes; y podría indicar además los costosísimo.s qne son. Desde Bogotá hasta Plomla,
pnerto de embarque sobre el Magdalena, ape
nas hay tres días; antes de la revoinción.
por una muía alquilada se pagaban 20 pesos;
ahora se pagan .*^K) y á veces 10f)0, todos por
los robos, pues los amos dicen que el prestar
— 2á6
lina ])estia alqiünada es lo mismo que ven
derla, porque lo que es ík casa no vuelve casi
nunca; ó la roban los ladrones ó se las apro
pian los soldados que para el amo es lo
mismo que si la i)erdiera. ^o hace aún mu
cho tiempo, una posta (^mipuesta do sesenta
ínulas carfíadas do sacos llenos de cartas
europeas con los correspondientes hombres
que las fíuiaban , cayó en manos de una do
las ífuerrillaH, á pocas horas de Boífotá, que
dando todo perdido: hombros, animales y
las cartas con sus valores. No lo será pues
extraño, amadísimo Padre en Cristo, que los
Salesiaiios do los dos lazaretos no hayan ilu
dido venir ú hacer los ejercicios espirituales
de Enero; y lo mismo las Uijas do María
Auxiliadora que estúii eii Contratación. Ape
nas lloraron dos de Agua de Dios venciendo
el pan á los dos mil leprosos que la divina
Providencia qjiiso confiar álos hijos del gran
D. Bosco. Estos últimos meses pudimos man
dar ú todo el mundo vestidos y ropa blanca.
El Gobierno me entregó ú este objeto tela y
materia para vestir á todos los de Contrata
ción. El P. Garbari pudo contar 13 miüas
cíirgadaa de aquella gracia de Dios y fnéun
día de fiesta el que llegó al lazareto. Ya
íia ía años que los desgraciados no se luutabau la roi>a que llevaban encima. Eespecto
á las limoHiia.s no tengo jiorqué queiariue. Las
li.stas juiblicadas en el diario oficial hasta el
día de hoy son 130 con nu total de 3.055.200,00
pesos, equivalentes á 1.817.000,00 liias ita
lianas.
Y he aquí el milagro: cuanto más crece
la miseria tanto aumentan las limosnas. En
i.as íinioiniiules p rese n tes ft la íuncion.
graves peligros pero no todos tuvieron eso
ánimo. La mayoría de los do Contratación
hace tres años que no se mueven do allí. Y
desde luego por idénticas razones ni yo les
he podido visitar en todo ese tiempo y Dios
sabe cuándo podró hacerlo.
Y pues que hablo do los lazaretos, dirélo
que el año pasado, nuevas y extraordinarijis
guerrillas visitaron el de Agua de Dios; i>oeo
agradables les fueron todas A los pobres lepro
sos, poro his dos últimas fueron verdaderos
saqueos que levantan todos los pechos á in
dignación, si so exceptúan los atizadores de
la rovolneiüu. IVno los nuestros nada han
tenido que sufrir, gracias á Dios, si no es
el susto natural en estos casos. El P. Grippa
filó preso do tal espanto que después del úl
timo saqueo no juzgándose seguro en casa,
se filó ú dormir por un mes al hospital, dur
miendo baio el mismo techo que dormían
cien de los leprosos más graves. Y con esto
está dicho todo.
Antes de acabar le diré que á pesar de la
miseria, hambre y mina general que domina
á esta infeliz Kepública. jamás les ha faltjido
estos últimos meses llegaron á mis manos
sumas realmente asombrosas. Quitando 1700
liras que me vinieron de dos buenos cooi>eradores de Chile, y otras l(á)0 que el ano
pasado me envió V., bondadosísimo Padre,
para estos infelices seres, todo lo donuU es
es fruto de la «‘aridad de los generosísimos
hijos lie Bogotá. Parece que porfiamos, ¡sauta
porfía!; nunca se cansau de dar, como ni yo
de pedir. Y no bay má.s remedio que seguir
así durante la guerra y aún mucho después;
porque los destrozos que dejará en pos de sí
esta revolución, tantos seráu y tales, que por
años y años se han'ui sentir sus terribles
efectos. Mivs las amorosísimas pruebas que
estos dos años y medio de desquiciamento
general uos ha dado la divina Providencia,
han sido demasiadas y harto elocuentes, para
que descontiemos de ella ni un solo momento;
y como lo fue hasta ahora así en adelante
nos será madre solícita y generosa.
Envíenos á todos su paternal bendición y
en particular á este su siempre
afmo. hijo en el Señor
E v asio K a b a g l ia t i , P bro.
247 —
La cultura de este país, sobre todo en la
capital, está en muy alto grado. Cuenta efo<*tivamente cou dos bancos, mnclnus cjisas do
comercio al pormayor que importan dirccbiLlamados con insistencia por alganas fa mente sus géneros de Montevideo y íluonos
milias de las aldeas, y cerciorados de que Ayres. Cuentan además con el teléfono, tran
tenían niños que bautizar, hemos accedido vías, fábrica de hielo, y á no terdju* intentsin
á sus súplicas de buenísima voluntad y nos establecer la luz eléctrica y acnedncb>s para
determinamos á recorrer el distrito de Con la buena distribución de aguas |M)r toda la
cepción para derramar por todas partes más población. Los edificios están construidos cu
y más el bálsamo y consuelos de la líeligión su mayoría á la moderna; sns calles son
de Cristo.
bastante-(mpaces y bien delineadas, pero es
una nota algo discordante en medio de la
C o n c e p c ió n — .A^sipcoto f ís ic o — S u s armonía general, el que estes últimas se ha
h u b i t f i n t e s — S u s c o s t u m b r e s y llen un poco abandonadas.
s u e iv ili» a e ió n —A .p r c in iu u te s ne»
Las principales fuentes dcl comercio y ri
e e s ic la d e s .
quezas de este país son la eximrtación do
El distrito de Concepción, sito en el Pa maderas, .el ganado que llega á la rospectablo
raguay, bajo los tropicales rayos del sol se suma de doscientos cincuenta, mil cabezas, y
extiende hasta los confines del Brasil: costea por último la elaboración de la liiorba mato,
á lo largo las playas del Paraguay que le que asciende á cuatro millones sescientos mil
separa dal Chaco, abrazando una zona de kilogramos anuales. De donde se infiere y
muchos miles de kilómetros. Su capital es deriva un hecho algo raro y es que: no fal
Villa Peal, por otro nombre Concepción que tando nunca el trabajo y siendo productivo,
es, después de Asunción, la primera del Pa no se ve por toda la Villa ni nn solo men
raguay por sus riquezas, comercio é impor digo pidiendo limosna: todo el mundo tiene
tancia política.
por aquí que comer, porque cada cual es dueño
Su aspecto físico presenta al observador de alguna pequeña industria que le propor
un hermoso panorama de valles y colinjis ciona el mantenimiento necesario para vivir.
amenísimas, que crece y se alarga hasta que
Los indígenas de ConcepeJón todos hablan
dar rematado por una cadena de montañas el guaraní, antiguo lenguaje de los indios:
que cual muralla natural sej)aran el Paraguay el guaraní es bastante rico de voces, muy
del Brasil. Selvas inmensas van entrelazán nasal y de construcción enredadísima: tiene
dose por toda la región y de cuando en muchísimas i)alabras onomatopéyicas y en el
cuando vastísimos prados se extienden verdes lenguaje familiar nsa de giros encantadores.
y exuberantes regados por copiosos ríos, y No obstante la mayoría jmseeu también el
arroyuelos de claras y perennes aguas. La español. Su superstición es rayana en lo in
fauna y la ñora se ostentan sumamente va verosímil; presten fe pronta y absoluta á mil
riadas y lozanas.
fábulas y apariciones de muertos y íUmas en
De sus aniniales que son muy numerosos, pena. Siempre inden estempitas y medallas
se cuentan hasta cuarenta especies. Sus pá imrque creen que llevándolas <mnsigo no se
jaros inumerables son preciosísimos en los les pueden acercar las desgracias. Son muy
colores y de cantos muy agradables. Entre devotos de los muertos y de las cruces, pero
los reptiles algunos hay como las serpientes, en esto la buena fe sin instrucción ninguna,
que alcanzan una largura extrordinaria. Harto está claro que los induce á graves errores.
conocida es por estos parajes una entre otras Efectivamente cuando acaece el aniversario
que se enrosca por la cola y ])ersigue al que de algún pariente difnnto ó cuando festejan
la maltrata pareciendo más volar que correr. á alguna cmz hacen sus velorios, como ellos
Pero donde más espléndida se ha querido dicen, y encendiendo las luces empiezan á
mostrar la naturaleza ha sido en las frondo danzar y beber cerveza que es una bendición
sas é inmensas selvas que con las co()as de de Dios. De las funciones j)rescritas por la
sns gigantescos árboles lanzadas al viento Iglesia tanto se les da, no mueven ni un pie;
l>arece que están desafiando á las tempesta pero si se trata dcl santo más raro que hay
des y huracanes. Entre mil que podríamos en el cielo, con tal que sea de su devoción,
citar, pueden observarse y con raras propie hacen unas procesiones que hay qne verlas,
dades los árboles de goma, incienso, quina, y ni se sabe de donde ha jmdído salir tanta
jabón, el que produce la seta vegetal y elpa- gente. Tienen macho respecto hacia Dios y
losanto de suavísimo olor, cuéiitanse además los Santos, y nna devoción particularísiraa á
no pocos árboles medicinales y hasta treinta Ntra. Sra. de los Milagros y á San Marcos
y siete esi)©cie8 de árboles puramente silves su Patrón universal. Son así mismo muy restres cuyos frutos son muy agradablea Basta petnosos para los sacerdotes y con frecuencia
decir que un notable naruralista ha certifi van á ellos con regalos y chncherías.
cado respecto á la fauna y flora de Concep
Otra práctica que .jamás olvidan es la de
ción. que es de lo mejor y más rico de todo p ^ r la bendición. Viejos y todo de setenta
el Paraguay.
anos se les ve pedir con insistencia la ben-
PARAGUAY
eí disU'íto de Goncepcén.
— 248 —
(lición á 8U8 pjMlrcs y tío8, que de ordinario
8011 b astan te iiunierosoB. C ostum bres son estas
ted as casi exclusivas del pueblo bajo: los ricaclios, que viven á Ja iuo(b*rnu, no quieren
n i un pelo de esas auti^nnlias.
Do ordinario esta fíenteos generosa y bien
educada para con todos: (UJinpasiva con los
miserables, resptíta la autoridad y es capaz
de Jas acciones más virtuosas.
La cuestión es que hay una necesidad y
apremiante do santos y sabios sacerdotes,
que con una mano les señalen el cielo y con
la otra la industria humana avanzándolos
así por la verdadera cJvilizacmn; que sean
la cabeza, los guías del pueblo, que lo instruyau, le eugramlezcan y le descubran los
horizonte.s do un porvenir feliz y glorioso.
Por lo pronto á eso van dirigidos nuestros
actuales esfuerzos y Budores en el Colegio
(juo aejui tonomo.s en Villa Ooncepci(^u. Ya
se palpan, grmrias á Dios, óptinios frutos. Se
observa gran frecnencia de Sacramentos y
son muy concurridos los divinos oficios. Las
misiouca aiiostólicas han de ser á no dudarlo
la.s que difundirán los inefables resplandores
de la fe en estas comarcas y una vez más
se liará veixladera y gloriosa aquella sentencia
que la Iglesia católica es la fuente más pura
(le la civilización.
(Se contirivaráj.
P U K B U (Méii
La Fiesta de María Auxiliadora
en el Colegio de Puebla de los Angeles.
E sta hormosív ftoleimiiilad, tan pro p ia de todos
los Colegios de Don b o ac u , cclebn'wo con toda
pom pa en el Colegio do Avies y Üllbios de P u eb la
el d ía prim ero de Juiiii».
A la Misa do siete todos los alum nos y num e
rosos Coopiíradoros Snlesianos so acercaron al
S. B anquete.
A las nueve y m edia priuelpit^ la Misa solem ne
can tad a por el Señor C ura D. A gustín A. N ieva
con asisten cia dol pequeño Clero c.«»mpuesto por
n n (« veinte nifu» dol Colegio. 1 ^ n um erosa con
cu rren cia se le veía bm ulam ente conm ovida y edillcadu.
L a iScñoíu Cantonnñ del m ism o in stitu to ejecutó
con éxito felicísim o la g randiosa Misa de M aría
A uxiliadora del lim o. Obispo Salesiano D r. Don
Ju a n Onglicro.
Dió la C onferencia á los C tm pem dores SnlesianoR el Señor Canónigo M agistral D r. Don Joaquín
V argas quien tom ó imr tex to la s p alab ras del
E v an g elista S. L ucas qu e d ic en : l i t alitid ($fmen)
c fd d it í» terram bonatn: «t ortum ft'cit fru e tu m
cfnluplnm : tex to ipie fué perfectam ente desaarroUado deniostrando. con argum entos felicísimos,
como cooiMuar en favor de las O bras Salesianaa
es lo mismo q ue sem b rar en tereno bueno que
pn»duce el ciento po r uno. F u é u n a Conferencia
luuY práctica y que com plació á todos.
V ísperas solem nes segu id as d e la B endición
con S. D. M., y la representación del bellísim o
D ram a « L as P istrin as, * p resid id a p o r e l Muy
Ilu stre V icario C a p itu lar D r. Don V ictoriano
C ovarrubias, coronaron esta tie rn a tiesta ^n honor
d e M aría A uxiliadora.
Soy d e V. afmo. h erm an o en C. J .
J uan Scamdzzi
---------------------- : O I
X» !•.----------------------
u m u .
Rdo. Sr. Director del Bolktín Salesiaso.
E stim adísim o Sr. D ire c to r: Y a sabe V. que el
año pasado inauguram os u n a lierm osa Ig le sia en
ho n o r de n u e stra celestial p alro u a M aría A uxi
liadora. Creo será de su ag rad o que yo le envíe
u n a b rev e relación de la fiesta q u e en ho n o r de
ta n bondadosa .Madre y an iv ersario d e la in a u
guración el 29 del pasado Ju n io hem os celebrado.
E stren ó se en este d ía un artístico a lta r dedicado
á S. Jo sé, debido á ’ la g en ero sid ad del Sr. D.
Ja im e R egás y de su d ig n a esposa D .“ C arm en
P o n s, p adrinos q u e h a b ía n sido en la bendición
de n u e s tra Iglesia.
D espués de las funciones aco stu m b rad as en
n u estras casas dió por la ta rd e la co nferencia d e
reglam ento á uue.stros Cooperadores e l Muy D*.
Sr? Dr. D. A ntonio M“. Oms canónigo p en iten
ciario d e n u e s tra S. I . C. E ste insigue cooperador
salesiano fué el prim ero que en o tra conferencia
d ad a cu atro años h a, excitó los ánim os de n u es
tro s generosos cooperadores á que erig ieran a l
Señor u n a d ig n a m orada jiara su stitu irla p o r la
pobre cajiilla que entonces po.seíamos, Lo que
entonces fué sólo un p lan es ah o ra, al cabo de
cuatro a ñ o s, u n a herm osa realid ad . T am b ién en
esta conferencia desplegó su celo, y m an ifestó el
am or q u e profesa á la obra de D. líosco. Recordó
á n u estro s buenos CooiHíradores la s excelencias
d e Muría y las m arav illas ijue en fav o r nuestro
h a o brado en esta ciudad y en esta casa rep i
tie n d o lo que se dijo del S an tu ario d e M aría A u
x iliad o ra en T u rín , que cad a p ie d ra p red ic a u n a
g racia de M aría, después de d em o strar la m iseria
en que hoy so h alla la clase m enesterosa y la n e
cesidad qiie de n u e stra ayuda tien e, m ovió á g en e
ro sid ad á loa buenos g erundenses á que con sus
Hmosuas y oraciones soccorrieran á los asilados
d e e s ta casa, que h a s ta ah o ra p o r fa lta d e local
V d e recursos solo son 75: á que co n trib u y era
to n su ca rid ad p a ra que p ro n to p u eda term inarse
el a lta r m ayor de la n u e v a Iglesia.
D espués d e la b endición con Je sú s Sacram en
tad o posaron los Cooperadores á v is ita r n u estra
ca-sa. quedando d e todo m uy satisfecbos.
E sto es lo poco que hem os podido y a l m ism o
tiem po q u e rogam os é. M aría A uxiliadora p a ra que
b en d ig a nuestros trab a jo s me reitero de V. afmo.
h erm an o en el Corazón de Je sú s
Gerona, 5 de Julio del 1902.
Santiago Ghioxe.
8AL.UIANCA.
Sr. Director del Boletín Salesiano.
Muy S r. m ío : D ulce y consolador es p ara el
corazón cristian o v er lo s progresos del b ien y d e
la v erd ad sobre el erro r y ei m al, y dulce y oon-s
'F — 249 —
solador es tam bién so bre m an era contem plar los
resaltad o s d e la o b ra reg e n erad o ra d e la v e r d a
d era civilisación cristian a q u e , disipando las t i
nieblas en que el infierno envuelve á sus víctim as,
hace b rilla r la luz de la fe, ilum inando las con
ciencias y enderezando los corazones hacia la
senda del b ie n abandonada. P ero n a d a ta n dulce
y consolador si esos progresos y estos resu ltad o s
se sien ten y p ractican en to rn o n u estro , como
prem io al tra b a jo y abnegación, desplegados por
los benem éi'itos h ijos de D. Busco en su g r a n
dioso apostolado do instrucción y pied ad p ara con
los infelices niños pobres, ta n dignos de lástim a,
y no o b sta n te ta n discuidados por la sociedad
e n tera que se preocupa poco d e su porvenir, ab an
donándolos en m edio do su nmpar«>.
Sí 5 el que estas líneas escribe, q ue vió, no h ace
aú n siete m eses, fundarse e l O ratorio Salesiano
en S alam anca con algunos pocos niños, y hoy puede
con tem plar e l g ra to espectáculo que nos ofrece,
lleno d e jó v e n es piadosos que á él acuden ávidos
de a p re n d e r d e labios de sus niaestios conoci
m ientos d e m o ralid ad y ciencias hum anas, no
p u ede m enos de se n tirse em bargado d e jú b ilo y
aleg ría y , a l te n e r qu e s e r cro n ista de la p rim era
fiesta h ec h a á M aría A uxiliadora, parece no a c ie rta
á en c o n tra r palab ras con q ue ex p resar las ideas
que á la m e n te se «agolpan. P erm ítam e sólo re
la ta rle sencillam eute los cultos q ue en la Ig lesia
d e S. B enito de e s ta ciu d ad hem os celebrado en
h o n o r d e n u e s tra celestial p atro n a M aría A uxi
lia d o ra.
D u ra n te to d o el pasado m és d e Mayo se hizo
el ejercicio co rrespondiente a l mes de M aría con
alg tin a concurrencia de personas piadosas y b a s
ta n te s niños del O ratorio, com enzando el d ía 23
la n o v en a con m ayor aílueucia d e fíeles q ue acu
dieron solícitos á h o n ra r á la V irgen Inm aculada.
L leg ó p o r fin el prim ero d e Ju n io , esperado
con b in ta im paciencia po r todos y prelu d iad o y a
en la n oche d el sábado po r el disparo d e cohetes
y otros regocijos.
P o r la m añana á p rim era h o ra empczai-ou las
m isas rezadas en el a lta r de M aría A uxiliadora
eleg an tem en te adorm ido con profusión do lu
ces y d e flores y cou nuevo decorado, debido á
la solicitud y esm ero desplegados en la re sta u ra
ción p o r los Salesíanos.
Y d e este m odo llegó e l m om ento solem ne do
re n o ir hom enaje de afecto y sum isión á la R eina
d el cielo. A la s 10
hubo la m isa m ayor ejecu.
ta u d o los niños del O ratorio u n a m isa d e MürC ostam agna, acom pañada por la b an d a d el P ro
tecto rad o. oficiando e l R. P . E pifanio Fum ugalli,
d irecto r d el Colegio Salesiano d e B éjar.
E l tem plo estuvo com pletam ente lleno. L a s a
g rad a c á te d ra , ocupada po r el R. P . F r. M iguel
d e la S ag rad a F a m ilia , carm elita descalzo, eu
n o tab le serm ón, cantó la s glorias de M aría A u
xilio d e los c ristia n o s , proponiéndola com o la
m ás eficaz m ediadora d e los m ortales a n te e l
tro n o d e la D ivin id ad y p ro b an d o q ne con sn
au x ilio soberano, la o b ra salesiana, h a llegado a l
alto g rad o d e esplendor é im p o rtan cia á que se
en c u en tra enc-tm brada y concluyó e x h o r ta d o á
todos á confiar en esa b e n d ita M adre como único
refngio y esperanza.
P o r la ta rd e á las 6 después del R osario, su b ió
al p ú lp ito el R. P . D aniel C uadrado, S. J ., que
con sencillez a l p a r q ue con elegancia, en b reve
confeieucia expaso la h isto ria d el I n s títn to Salesiano, e l objeto qne este p e r s ig o y los re s a lta
dos h a s ta ah o ra ob ten id o s; y d irig ién d o se á loa
Cooperadores, d ándoles p a c ía s p o r sus trab ajo s
en fav o r de e s ta in stitu c ió n , resum ió su discurso
p ara suplicarles en carecidam ente continuasen fa
voreciendo con sus lim osnas y socorros al in c i
p ie n te O ratorio, á fin de q u e eu lo sucesivo dé
g ran d e s fru to s de beudioión.
T erm in a ro n los cultos religiosos con preciosos
m o tetes y cou la bendición cou el S8. Saernm onto.
D ^ p u é s los niños pasaron al O ratorio, donde
se hizo u n a rifa d e u u a e s ta tu ita de M aría Auxi-
Moas. P edro B alestra Arzobispo de C ágliari.
lia d o ra, libros, dulces y objetos de devoción te r
m in an d o con el d isparo d e cohetee y fuegos a r
tificiales.
R einó sum a a leg ría en todos los actos d el d ía.
H e aq n í, R. P ., lo m ás sa lie n te d e esa fiesta que
ta n g ra to s recu erd o s nos h a dejado, esp eran d o
q u e p a ra lo sucesivo vaya en au m en to la devoción
á la V irgen d e D. Bosco en la h istó ric a C iudad
d e l T orm es á la m ayor h o n ra y g lo ría d e su D i
v in o H ijo ; p ara lo cu al pedim os u n a oración d s
y . R. y d em ás h erm an o s y Cooperadores.
Y ap ro vechando la ocasión o p o rtu n a se ofrece
d e y . afino. S. S. en el C. d e J .
A ndbés Rubio
C ooperador S alesiano.
S sI m bibcs , 5 de Jniiio de 1902.
— 2ü0 —
S abido es p o r dem ás q u e de la prim o rd ial ed u
cación que los niños reciben, d ep en d e la b u ena
ó m ala inclitm ción de cad a uno.
Sr. D irector d el Boletín Salesiano :
Muchos p ad res h ay , que p o r desconocer esta
Mny S r, m ío: Mo tom o la lib e rtad d e en v iarle ; v erd a d , tie n e n la culpa d e que sus jó v en es hijos,
hiK a d ju n ta a cuartilluK por si jnerecen un hueco j á q uienes h an v isto en alg ú n d ía sencillos, p ru
en el ’Buletín que tan (iigiiam ente dirig e.
! d en tes, sum isos y llenos d e b o n d ad y relig ió n , se
les v u elv an eu poco tiem po díscolos, in so len tes ó
L e a n ticip a his g racias imi-s expresivas por ta l
in clin ad o s á to d o género d e depravaciones.
fav o r y tie n e el gusto de ofrecerse este in co n d i
Muy com ún es en este caso, que esos mismos
cional servidor
p ad res culpen á los m aestros del mal de sus hijos,
q. b. s. ra.
y no m ira n que ellos m ism os son loa culpables.
J osé María Batas.
L os m aestros no p u ed en h acer más que d esp er
SantaD iter, 2:: do A b ril d e 1002.
ta r gérm enes de bien ó de m al en las alm as de
los niños que educan : luego ¿«lué podem os esperar
£>o» j iiv e iitiic lo s s .
d e esos u iños educados en la escuela sin Dios,
do n d e lejos de en señ arlo s, m u tilan sus facu ltad es
N o lince a\in imiclio tiem po que observam os lo
in telectu ales y ahogan sus sentim ento-s re lig io so st
(pie en breves palab ras me propongo rela tar.
D esengañaos, padres de fa m ilia : esto d e e<iucar
E ra u na niagnítica tar<lo del m es d e A bril y
á u n h o m bre es o b ra más difícil, m ás a te n d ib le
aprovecbniulo tal circunstancia, salim os dos am i
y m ás tra sc e n d e n ta l de lo q u e podéis fig u raro s:
gos con el objeto do d a r un paseo por los afueras
estad eu la com pleta se g u rid a d de que v u estro s
(le la jtoblación.
hijos no serán n i más n i m enos que lo q u e v o s
A llá l'jo s . y con direcii'm á las célebres playas
otros hayáis q u erido q u e sean.
<luo se distin g u en ta n to por su belleza como por
sus sa lu tíferas agua.s, nos encontram os con unos
cuantos conteim res do jóv en es p erte n ec ien tes á
liiiiiiiii iiniiiiiiiiiin
(los escuelas del centro do la ciudad, pero que
fitrm aban en tro si un m uy anim ad o co n traste.
¡Que d iferencia do caracteres!
Los unos pertenecían á u n a escuela reg e n ta d a
por Salesinnos, los otros procedían de u n a escuela
laica.
A los prim eros se les veía que sus ro stro s es
tab an puros y lim pios y conservaban en sus a l
mas la herm osa flor de la inocencia.
En los segiimlos, desgraciadam ente, no ocurría
esto : se les div isab a á prim era v ista u n a m elan
colía. im propia de la in fan cia ; se les veía cam inar
á pasos agigantados en pos de esa falsa y en g a
Qn doble líiártir.
ñosa felicidad enseñada en osas escuelas sin re
G uerra y destrucción, q u eridos niños, suenan
lig ió n y sin conciencia.
lo mismo.
S í: por su trato y por su ilu stració n e x tra v a
E siw crácu lo , q u e a te r ra y sum e el corazón h u
g an te se. sacaba en consecuencia que esta des
m ano eu la am arg u ra , es el de la lu c h a e n tre los
g raciada ju v e n tu d h ab ía de c o n stitu ir m ás ta rd e
h o m b res: cuando m illares y m illares de estos
esa num erosa pléyade de doscreidos que con sus
acuden á la v a s ta lla n u ra y el silbido d e las
erró n eas d octrinas son el escándalo de to d a la
b alas y el tro n a r de los cañones se confunde con
cristian d ad .
el ¡a y ! del m oribundo.
Muy al co n tra rio eran los niños de In escuela
¿Q u ién tie n e valo r de co n tem p lar sereno los
de D(»n Hosco: éstos, adem ás de su excelente y
horrorosos estragos de la m e tralla en las filas de
visible edueaci('m , rev elab an en sus ca ras una
los com batientes 1 ¿A q u ién no im p resio n a ver
sin g u lar alegría, lo cual era señal inequívoca de
después de la b atalla los cam pos desolado.^, los
la tran q u ilid ad qu e poseían suh conciencias.
pueblos d estru id o s, cam pos, llenos a n te s de v er
O bcdietites y sumisOvS en to d o ; su afable tra to
dor y vida, pueblos, q u e resp ira b an prim ero riy su delicados m odales, cultivados cou el «'smero
(pieza y opulencia ?
los baeían dignos y com pietanieute aptos p ir a
Y sin em bargo ¿q u é cosa m ás ju s ta que la
presentai -80 an te las personas nuis ilu stradas.
T a n to mi compañen> como yo. q ue hem os te g u erra, q u é m ás snuto q u e v e r á los hom bres
alzarse en arm as co n tra q u ie n u ltra ja su p a tria ,
n id o la dicha d e se r educados en la s escuelas de
c o n tra quien v ilip e n d ia su relig ió n T
la religión, en esas nulas reg e n tad a s por religio
Los que p o r ta n loables cans;i8 sacrific:in su
sos, no tuvim os m ás rem edio que em ocionarnos
v id a, se g ran je an el ap lauso de los buenos, no
a n te aquel grupo do colegiales que teníam os á la
pueden m euos de a tra e r sobre sí las bendiciones
v ista.
del cielo y la H isto ria , d edicándoles un puesto
S I; a l contem plar entusiasm ados aquellos dos
em in en te en .sus p á g in a s, encom ia á o tras g e n e
bandos d e niños, no pudim os m enos d e exclam ar:
raciones su heroísm o y les en.<eña á o b ra r como
« boy son n iñ o s; m añ an a lleg arán á se r hom bres
aquellos obraron.
y por lo ta n to b>s que h an de form ar la sociedad
Pero si e-stos hom bres son dignos de adm iración
f u tu r a : los unos defendersin la verd ad , y esa
V al trav és de loa siglos aún se les recu erd a, ho
m ism a v e n ia d h a d e ser com batida por los otros.
rro r causan aquellos ab o río s d e la b u m au id ad ,
Loa tinos defenderán la do«.'trhm do Cristo,
quü vuelven las arm as coutr.v la m adre p a tria á
m ie n tras qu e U>s o tr o s , adem ás d o no ad m itirla,
nom bre de la U berU d, en esas revoluciones colu c h arán y h a n tu esfuentos titá n ic o s, aunque en
vano, i»a«i h acer r»>dar por tie r ra á la roca in m nnes, m uy com unes en to d as p arte s, porque co, m uñes, muy com unes son en cad a u n a d e ellas
conm ovible d e la Iglesia.
SANTANfiKR
— 251
el desenfreno j la lic e n c ia , raicee' d e to d a re v o
lución.
Sierapre á estos m alvados ee h an opuesto espírituB generosos, que en b u oposición h an hecho
ver al m undo lo m ucho en que les su p e ra b jn .
Juzgad por el sig u ien te hecho.
U na rep ú b lica fué un tiem po priv ileg iad o ja rd ín
de la Iglesia. £1 arom a d e sus flores no sólo se
ad m irab a en el nuevo continente si que tam bién
en el viejo. P ero llegó un d ía en que el enem igo
de todo bien, ard ien d o en ra b ia y deseos d e ven
ganza, suscitó un hom bre perverso, que eiiarbolase
la b an d e ra de rebelión y capitaueaso uu nuevo
b an d o : el radicalism o.
D ios p erm itió que pasease triu n fa n te su ban
d era las ab ra sad a s regiones del ecuador y que
en breve se hiciese, dueño d e ta n católica re p ú
blica. E n el poder los m alos desplegan todas su fu ria
satán ica co n tra la R eligión de Cristo y no paran
liasta d eclararle u u a cru el g u erra. Saquean los
conventos, destruyen la s iglesias, jirofanan vil
m en te los tabern ácu lo sé inm olan a l p ie de los
altares á infelices sacerdotes.
E l pueblo era católico y, al v er la destrucción
de sus iglesias y alevosa m u e rte d e sus m in is
tro s, no pudo m enos de p ro testar unánim e con
tr a ta les actos d e salvagism o. E ra preciso acndir
á la s am ias y á las arm as acudió p ara poner un
coto á los desórdenes de aquellos b árb aro s. Uno
d e his batallones qu e con ta l objeto se habían
organizado, se com ponía de anim osos jóv en es de
u n a ciudad q u e , estim ulados po r el ejem plo de
otros muchoB d e diversas ciuda<les , g enerosa
m en te h ab ían abandonado á sus jm dres po r co rrer
n auxilio de la p a tria y do la religión oprim idas.
E n u n a de las ru d a s b a ta lla s que tuvo que lib ra r
co n tra los opresores, señalóse po r su in tre p id ez
y arro jo un jo v e n , que in fo rtu n ad am en te cayó
herid o d e u n a b ala cuando y a so b ahía reñido lo
m ás duro del com bate y esbiba á p unto do ilnaliz arse la lucha.
Un n e g ro , soldado dol ejército co ntrario, que
lo vió caer, á todo el co rrer de su caballo so
lanzó á é l y pie á tie rra colocándolo la p u m a d rl
m achete en la g arg an ta, con voz ronca lo g ritó :
« R ebelde, niega á Cristo ó te dogüollo ».
« No, m i, jam ás. ; V iva la R eligión! ¡V iv a
Jesu cristo ! » replicó vaiorosnm enfo el ,)oven.
Y el negro, sin que en su altn a b ailaran ec(v
los nobles expresiones del joven, ni su lam eiitablo
estíido le inspirara, compjisión. cum pliii su jn'oniesa. El alm a «leí cojilesor de Cnst«j subió ai
Cielo y su noml>r«‘ la p atria lo escribió en el libn>
de sus héroes, la religión en el de sus m ártires.
¡Oh! queridos niños ¡ ¡ (lue herm osos son los
ejem plos de abnegación y fe que á cad a paso no%
p resen ta la Ig lesia!
V ivim os en m edio do calam idades sin cuento,
por to d a s p arte s nos rodean peligros, pero Dios
lo ve todo. Este pensam iento debe sobrem anera
consolarnos pobres desterrados, q u e peregriiianioa
p o r este m undo. En nuestros trab ajo s, en las
p ru eb a que Dios nos envíe, no olvidem os ni p o r
un m om ento que Cristo nos h a prom etido despuéa
d e la aflicción el consuelo, después del cotnbate
el triu n fo . No rehusem os en d a r n u estra san g re
al q u e i>or n u estro am or no vaciló en v e rte r to d a
la suya. P u diera ser que. alg u n a vez nos viéram os
en la precisión de ir al tei-reno de las arm as p ara
sostener h)S derechos d e n u e stra religiini y do
n u estra jiatria. ¡O h! entonces, v.'vyamos, vayam os,
que es propio de hijos d efen d er hasta la m uerto
á su m adre. Y sí en el fnigí>r de la pelea caemos,
si sucum bim os, sea tam b ién nu estro tíltim o g rito ,
n u estro p u stiin ier su sp iro : ¡V iva Jesu cristo !
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T a r í n (Ita lia ). — T radición an tig n .i es en el
O ratorio d e T uríii un ir con arm onioso concierto
la tiesta de dos corazones tam bién unidos [x>r el
am or, el cargo y la s a n tid a d ; de D. liosco y de
R úa. R evestía esto año la tiesta del 24 d e ju n io
u n a p a itic u la r circunstancia, qne la hizo más so
lem ne y en tusiasta. D. R úa, nu estro am ado padre,
sncesor en e l oficio y v irtu d e s d e D. Bosco, ce
le b ra b a las bodas de oro d e la im posición d e la
so ta n a: h an pasado y a 50 años desde qne D. R úa
v istió la lib re a del sacerdocio.
E n la b rilla n te A cadem ia celebrada el 23, sa
b ido que los deseos d e D. R úa eran establecer en
PatagoD Ía un n o v ic ia d o , y aprobado can ó n icansente el plan y establecido y a , los niños estu
d ia n tes le presen taro n como ag ra d ab le o ferta la
sum a n ec esaria p ara la so ta n a d e los seis prim eros
Dov cios p:itagones. L eyéronse herm osas comi>osic io n e s, o ñ eciéronsele valiosos re g a lo s , bobo
adhesiones de las casas salesian as d e Ita lia y ex
tran jero , de personas conspicuas y el m isionero
P
S'
D. C ovatorta p resen tó como prejidn del am or do
los n iños de u ltra m a r la b an d era de BiaKil. N u estro
am ado D. I>iuiüyne hizo so n ar las en tu sia stas
cuerdas de su co n c er'ad a lira y el caballero Dog lia n i las notas de sus m elodías, y los dos ju n to »
te rm in aro n el herm oso acto con un him no, si in sp i
ra d o p o r su |H>eHÍH, insp irad o tam bién p o r su
m úsica. C erró la acsidem ia el Rdm o. Sr. D. R ú a
con p alab ras de anim ación, in v itan d o á sus hijos
á s e r hijos d e M aría, no sólo con las pafabras sin o
p rin cip alm en te con las obras.
L as funciones religiosas fueron, como lo son
siem pre en el O ratorio, inqm uentes.
L a conm em oración trad icio n al d e n uestro p ad re
D. Bosco q u e re v istía otros años s ir e de fam ilia
é in tim id a d , se llenó este año d e solem nidad y
g ra n d e z a p o r h a b e r asistido á la A cadem ia S. A.
B. la P rin cesa L e tic ia d e Saboya-N apoleón, D aq nesa d e A osta, P re sid en ta h o n o raria d e la J a n ta
tu riu e sa d e D am as bienhechoras de la O bra d e
D. Bosco, hom bres iln strss y nobles m atro n as.
_ oro _
PernomiH egregias con su asisten cia y lierraosas
«oiiipiisicíonuK y los autíguos aluiim os con g rato s
rcuiicnlus su ju n ta ro n á los hum ildes hijos del
O ra to rio jiarn l'estejar al que todos llam aban padre,
a l am ado D. Hosco.
l^aiiUMÓt {OerdeñaJ. — U na nueva Casa. — Con
solador es v e r com o n u e s tra hum ilde C ongregación
vu uxteudíeudo sus bcnéllcos influjos po r todo el
o rb e. A m ediados d el pasado ju n io D K úa acom
pañado de D. Jlocu, Ecónom o G eneral, p a rtía p ara
L anuséi (Cerdeña) p ara a b rir una nueva casa. F ué
■acogido con verdadero entusiasm o por los hospi
ta la rio s isleños con el Exctuo. Arzobispo de Cág lia ri y los Excm os Obispo d e Igloaiiw y O giiastra
a la cabeza. L a ciudad se vistió d e gala jiara re>
o ib ir a l sucesor d e D . Busco y llev arle como en
triu n fo h a sta el nuevo Colegio. E l edificio es una
o b ra g randiosa y solidísim a; se lev^auta cerca de
la costa poco d ista n te de la población. El d ía 14
se bendijo con to d a so le m n id a d , con asistencia
d e los ilu stres P relados y diguisim as rep rese n ta
ciones de la ciudad. Lo,>óruuse elocuentes discur
sos p ara ensalzar la o b ra y v irtu d e s d e D. Bosco
y a()uel d ía lleno d e san tas im presiones term inó
con u na herm osa Academia.
El d ía ]fi celebró D. R úa la S an ta M isa y rep a itió la Conim unióu á in n u m erab le pueblo en>
fervorizado con sus sencillas, pero ardorosas p a
labras. Así como ta m b ié n lesiiltó b rilla n te la con
ferencia ((uo dló 1%los num erosos Cooperadores.
D espués de h a b e r dejado por espacio de tres días
ad m irad o s con sus virtu d es y anim ados cud sus
p alab ras é los católicos h ab itan tes de L anuséi
D. R úa regresó á T a rín sien ip ie triu n fa n te y
siem pre querido. Q uiera el Señor y M aría AuxilUulora b en d ecir este nuevo verjel snlesiaiio y
-experim enten ta m b ié n los católicos S ardos las
bendiciones del Cielo.
M a t l i i T o i ’iiic ís e . — E l 1® de Ju n io se celebró
el 25" anniv ersario d e la acquísicióii que D. Bosco
hizo de la F áb rica de ])apel en M athi T orinese.
D. R ú a y con él el Eimno C ardejial R icheliny
fu ero n los rep rese n tan tes de la Congregación y
d el Clero. D espués <le la Misa solem ne cu que el
Eimno. P urpurado dirig ió su fogosa p a la b ra á los
fieles. H ubo mi m odesto banquete en que unidos
en fra tern al harm onía el Em m o. C a rd e n a l, el
Rdísim o. D. R úa, las au to rid ad es eclesiiisticas y
civ iles y los m odestos operarios se presenció u na
<le esas escenas en que em ulan el am or y el ngradoeiiuieuto. l.*>s operarios de la F áb riea «lemostrai'on ul Emmo. C ardenal, ó D. R úa y ú las autoridade.s su contento y g ra titu d y D. R ú a para
p rem iar la buen a conducta y laboriosiiliul de los
o p é ra n o s prom etió una su m a on m etúlico pro
porcionada ú los años q ue en la F áb rica hubieren
trabi^iado. D oscientos liras á los q ue conhisen
20 años de trab i^o , 100 á los q ue contasen 10 años
y 25 á los q ue sólo contasen cinco. L a a leg ría de
a<)ue11o8 buenos obreros es in e x p lic a b le ; todos
pro m etieron que serían cristianos m odelos y la
boriosos operarios.
C ó r d o b a ( E spaña). — E s cosa in d u d a b le
q u e las tiestas solem nes y d e corazim enfervorizan
á los m ás fríos y an im an á todos á persev erar en
la fe y en los buenos pro|>óslto8. A si que el alm a
d e n u estras casas y la esperanza m ás v iv a de los
n iños son las fiestas, y pasando d e fiesta en fieata,
tra sc u rre la v ida feliz y sa n tam en te . T am b ién eu
la n uev a in stitu c ió n salesian a de C órdoba, según
nos atestig u a el D ia rio .d e Córdoba, se celebran
estas fiestas conm ovedoras. Con asiste n cia del
Exem o. P relad o de la diócesis y d e peraonas dis
tin g u id as d e la c a p ita l celebróse en la p arro q u ia
de S. Lorenzo u n a Misa solem ne c a n ta d a p o r los
alum nos d e E cija, eu que hizo v ib ra r su elocuente
p a la b ra e l P . R lca ld o n e, Insp ecto r de las Casas
S alesianas de A ndalucía. Asi como ta m b ié n por
la ta rd e , siem pre con la m ism a elocuencia y fo
gosidad dió la conferencia á los num erosos Coo
p erad o res Salcsiauos.
T erm inóse tan ag rad ab le fiesta con u n as piececitas d e te atro q u e á la an im ación y entusiasm o
anteriores, añadieron la risa y la a leg ría santa.
Q u iera el Señor que florezca esta n u e v a in s titu
ción p a ra g lo ria su y a y provecho d e los buenos
y ca ritativ o s Cordobeses.
B a r a o a l d o (B ilb a o ). — E n el in d u stria l pueblo
do B aracaldo nu estro s buenos h erm an o s han sa
b ido in fu n d ir y a v iv a r el am or á la V irgen de
D. Bosco. A este propósito h an celeb rad o solem ne
m en te el m es y fiesta d e M aría. D u ra n te to d o el
m es h u b o por la m añ an a le ctu ra p iadosa, Misa
b a sta n te co n cu rrid a y cauto de loas á M aría,
sen n ó n y bendición p o r la ta rd e . L a V irg en her
mosa y ra d ia n te se d estacab a d e en m edio de
nubes y luces y los buenos B aracaldeses ib an á
los pies d e ta n b uena m ad re á su p licar y p edir.
Después do u u a herm osa y an im ad a u o v eu a en
que los fieles aporfía frecu en tab au el sagrado
tem plo celebrarou la fiesta de M uría A uxiliadora.
Eu ese d ía 83 n iños d e am bos sexos hicieron por
vez ]>rimera la Sta. Com unión. Eu la m isa m ayor
predicó el Rdo. P . L nsquibur S. 1. que con elo
cu en te p alab ra ensalzo la o bra de D. Bosoo. No
faltaro n tam poco p ara los chicos d iv ersio n es y
regalos p o r la ta rd e . Muchos son loa fru to s que
en esta población h a conseguido y a la g racia y
con el ay u d a de Dios nuicho m ayores los esperam os.
I j a I * l a t a (Ar(feníina) . — E n la n u ev a Ig lesia
del Sdo. Corazón ile Je sú s se h a celeb rad o con
solem nidad uo aco stu m b rad a la siem pre poética
fiesta d e M aría A uxiliadora. L a fabrica del tem plo
es d e herm oso estilo b izan tin o y su am p litu d
d e b a sta n te cap acid ad . A ún no está del todo
te rm in ad a y Uainamos p o r e.so la aten ció n á
nuestros ca ritativ o s Cooperadores. L a sociedad
de L a P la ta espera m ucho d e los Snlesiauus.
¡Ojala que sus esperanzas sean cum plidas!
S a n P a b l o (B r a s il). — El 17 d e N oviem bre
últim o se inauguró e l grandioso S an tu ario que
como ex-voto diocesano, d ed ica al S agrado Cora
zón de J e sú s esta diócesis. E n 1884 se colocó la
p rim era p ie d ra y y a se v e elevarse m ag estu o so ,
sien d o la adm iració n de cu an to s lo v isitan . El
a lta r m ayor produce u n efecto so rp ren d en te, al
v er en él realizad o un ideal v e rd a d eram e n te a r
tístico , cuyos trazo s p erte n ec en á la época d el
ren acim ien to . L es a lta re s la terales, dedicados re s
p ectiv am en te al S agrado Corazón d e Je sú s y á
M aría A nxiliadora son u n a o b ra originalísim a, en
riquecidos con m árm oles d e varios colores, siendo
hechos los altos reliev es en los ta lle re s de Syeen.
El coro es tam b ién u n a v e rd a d e ra o b ra d e a r t e ,
eu el que se h a colocado un magnífico órgano,
de estilo ceciliano y sistem a p n eum ático-tubnlar.
siendo d e a d v e rtir q u e todo h a sido reg alad o por
religiosos y em inentes Cooperadores y C oopera
d oras S alesiaiios, á q u ien es d esde luego, au n q u e
no tengam os la d ic h a de conocer, dam os eu ñom-
— 2o3 —
bre d e Dioa y d e M aría A uxiliadora las m ás ex
presivas g racias, así com o tam bién á todos a q u e
llos q u e en m ás ó en m enos hayan contribuido
á la edificación de este m onum ento erigido en
honor d e C risto R edentor. H ace poco qne el Brasil
contaba u n m onum ento dedicado á M aría A uxi
liadora, en N ictheroy, pero ah o ra cu e n ta con
aquel y e s te , parecien d o cum plirse en esto las
p alab ras d e S. B ernardo A d Je$um per M ariam :
es d igno d e n o ta rse que h a sido v isita d o p o r más
de 100.000 personas.
L a e sta tu a d el S agrado Corazón de Je sú s es u na
v erd a d era obra d e a r t e , m idiendo 7 m etros de
altu ra y 14 con el p e d e sta l: este es de h ie rro y
aquella d e bronce.
E l extenso y v a ria d o p rogram a d e festejos se
cumplió en todas stisp a rte s, asistié n d o lo s Excmos.
é lim os. Sres. M etropolitano de Río Jan eiro ,
Obispos d e S. P ab lo , P orto A legre y C orytiva, y
más de 2000 fieles. M andaron un telegram a á S- S.
ol P a p a León X l l l , siendo al m om ento contestado.
El S agrado Corazón d e Je sú s d erram e sobre esta
n ación gracias ab u n d a n te s y d é á n u estro s h e r
m anos fu erzas p a ra sem b rar y recoger opimos
-frutos.
B í i c t b e r o y (B r a s il). — Y a conocen nuestros
lecto res a l m onum ento qne en esta C iudad y
próxim o á n u e stra Casa d e S a n ta R osa se erigió
en h o n o r d e M aría A uxiliad o ra: pues bien, el 15
de D iciem bre últim o se colocó la p rim era piedra
p ara edificar u n Santuario M onumental, y aunque
las fiestas no resu ltaro n todo lo bien q ue fu era
de d esear, po r la excesiva llu v ia , sin em bargo
asistió b á s te n te g en te , bendiciendo y colocnnuo
d icha p ie d ra el Exorno, ó lim o. Sr. Obispo de
P etrópolis. Como en tales casos ocurre, se colocó
un pergam ino firm ado po r varias personas asis
te n tes. El te rren o dedicado á dicho san tu ario
m ide 30 m etros de largo. L a obra es grandiosa,
pero n u estro s herm anos cuentan p ara lle v a rla á
efecto con las bendiciones dcd Cielo y los buenos
deseos do los Cooperadores y Cooperadoras Salesiános. U na a d v e rte n c ia p ara concluir. Consuela
y m uchísim o el v e r. en m edio de la persecución
que hoy su fre la Espo.sa d e Jesu cristo , q ue aún
h ay corazónes buenos y generosos, y desde luego,
gracias á Dios en gran núm ero, q ue desean el
reinado social de Jesu cristo , p ru eb a evidente, el
g ran núm ero de tem plos que en estos últim os
tiem plos se h au erigido y tra te n d e erigirse.
Ca
Sra. D.3 lilarlana del ülcázar
Vidua de García fíloreno.
)L 18 de Abril la república del Ecuador
vistió de luto por la muerte de la digna
espo.sa del inmortal García Moreno. Ella que
vivió siempre como intachable cristiana, que
fué digna compañera del mártir de la repúb
lica d ¿ Sdo. Corazón de Jesús, murió tam
bién como fervorosa creyente. Dos virtudes
formaron el cuadro admirable de su vida, la
humildad y la grandeza; virtudes que á pri
mera vista parecen contradictorias, pero que
en ella, así como en todas las personas no
tables, supieron guardar armoniosa unión. Ni
por la nobleza de su cuna, ni )>or la fortuna
y gloria de su familia, ni por la gramUwa
de su esposo, admiración del mundo y modela
de gobernantes so ensoberbeció jamás, guar
dando siempre esa sencillez y esa humildad
propia de las almas grandes: ni las desgra
cias de su amada liopública, ni la trágica y
cruel muerte do su esposo, ni las adversitades que después le sobrevinieron fueron Invstantes para doblegar a(|uel temple de alma
fuerte y cristiana. Después de la catástrofe
del 1875 la Sra. D.“ Mariana del Ahúzar sólo
tuvo un i)ensamiento, ol de servir y amar á
Dios en el retiro criando y educando el única
hijo que lo sobrevivía. Dios que vió á su
fiel sierva ya templada en el crisol de las
adversidades y desgracias y madura para la
eternidad por el ejercicio de las virtudes
cristiana.s la llamó á su seno para darle el
galardón merecido.
Cooperadora Salesiana, siempre admiró la
obra de D. Bosjo y sii pródiga mano no dejónunca de socorrer á la orfandad con sus li
mosnas. Los Salesianos, en especial los del
Ecuador lloran su muerte y al par que ma
nifiestan su gratitud y su pesar piden una
plegaria á todos los Salesianos, Cooperadores
y niños para la noble y santa esposa del gran
García Moreno.
61 Coronel Sr. D r. D .
Pedro Ignacio Glzarzaburu
l(^ A sociedad de Riobamba, y con olla las
demás provincias ecuatorianas deplor.-m
la eterna ausencia de uno de los hijos más
conspicuos que ha tenido la República del
Sagrado Corazón de Jesús.
El 10 de Marzo del año 1902 se extinguió,
al soplo de la muerte, esta antorcha luminosa
que, desde las faldas del Ohiniborazo, espar
cía su brillante luz por toda la República.
La muerte del Dr. Pedro Lizarzaburu causó
honda sensación en el corazón de los hijos
del Ecuador; á su muerte Jos periódicos de
la localidad enlataron sus páginas cual sin
cera prueba de dolor y reconocimiento.
Para saber quien fué este eximio extinta
no haremos sino reproducir algo de lo que
se ha dicho en los periódicos de esta ciudad
y en los sentidos discursos pronunciados ante
su tumba.
« El Sr. Dr. D. Pedro J. Lizarzaburu fué
miembro y caudillo distinguido del partida
conservador; coronel ecuatoriano; jefe ]>restigiosísimo, varón ilustre, esclarecido ciudadana
I>or SQ valor militar, sus vastos conocimien
tos en varios ramos del saber humano.
* Ha ocupado, en varias administraciones,
elevadísimos puestos, como los de Ministra
— 254:
<le Ilíuñemla, Ministro de Instrucción Pública,
Presidente del Congreso, Gobernador de Pro
vincia, Comandante de Armas etc.»
« Est<i ilnstre ¡)atricio, por sus profundos
eonociinieiitos en ciencias j)íiblicas, naturales
y forenscis será considerado como una lum
brera eiamtoriana. »
« En la última página de nuestra liistoria,
está ya grabado el nombre del Dr. Pedro
Li/-arzaburn: al pie de este nombre ponga
mos, desde hoy, la siguiente inscripción:
|Patriotismo desinteresado: entusiasmo ar
diente por la instrucción pública I>
« Aunque vivió siempre como hombro de
partido, pensó y sintió siempre como un gran
patricio y católico. »
« Colaborador de García Moreno, fuó hom
bre de cará<‘ter; y como campeón impertérrito
de la escuela del ilustre mártir del 75, fué
modelo de nobleza en sus procedimientos, de
firmeza en sus principios políticos y religio
sos, de valor y fortíileza en las adversidades,
de generosidad y filantropía como hombre
de Estadíí y como simple ciudadano.»
Y, finalmente « Con el fallecimiento del Dr.
Lizarzaburu debemos d(K5Ír: Llora la ciencia,
porque ])ierde uno de su.s imijores hijos. Lloi’a
la religión, porque acaba de deimsitar en la
tumba al que sii])o defenderla hasta en los
<'ampo8 de batalla. Llora la Patria por la
l>érdida del héroe que mil veces se sacrificó
por su felicidad. La sociedad, junto con la
ciemia, la patria y la religión deploran la
l>érdida de hombre tan notable.»
Si la sociedad recuerda las públicas vir
tudes de este varón egregio, si la amistad y
el carino entretejen corona de recuerdos para
atlornar su nombre, justo es que los SalesianoH del Ecuador y muy especialmente los de
Riobamba le consagren uti altar en su cora
zón; porque si los desvalidos y huérfanos
siempre encontraron en él un aix»yo y pro
tección, los hijos de D. Ilo.sco tuvieron el
lugar ])referentü en su corazón bondadoso.
Varón amanto de la instrucción pública
nacional, y, sobre todo, de la ilustración de
su provincia, puso todas sus esi>erauza8 en
la Sociedad Salesiana. No dejó ocasión pro
picia que no la aprovechara en bien de ella;
)H>r esto así en las Cámaras legislativas del
1888 y 1802, como en los círculos sociales,
imniendo á servicio do los Salesianos sus
luces y talento, los apoyó y defendió con
verdadero amor. En suma, el Dr. Lizarzaburu,
con su inliujo moral de tanta valía, fué coojH'rador decidido y vculadero amparo de los
Salesianos de Hiobamba.
Por esto ellos recordarán siempre con ca
rino el nombie de este ilustre patricio que
tanto se afanó en hacerlos felices; y, como
prueba de gratitud y amor, elevarán al cielo
sus lúegarias por el eterno reposo del alma
de su bienhechor.
NENORIIS BIOGRAFICAS
M O N S .
L U IS
C a p ít u l o IX .
"Vn ni O r a to r io y so o uearíy a d el
p r i m e r uuo <lel Grimuusio. — iL^a
NU |>uc‘l>lo u a ta l. — S u ecliiicau te
<tou<liiotu. —A.11Í lin ee d e tii>ÓNtol.
^ u pi*iiiiera oou<juiNtu. —Ei>ipi<‘:«a
In eloNe. —S u e x e e le n te m étodo
eii ol <iue Nol>reNaileu In c la r id a d
y am<Miidud. — I*euns y desseu^rauoN. —íú x ío e ir ! — ConNasji’sieióu d el
Sm ituax’io d e 3Xtiria ALuxQiudorn.
S u tlevo cióu y mediON d e q u e no
■
v ale p a r a l io u r a r íi M a ría . - XJna
liei'mONa pooNía.
Siendo en Septiembre de 1867 muy pe
queño el número de socios que formaban la
familia salesiana, se reujiierou todos para
hacer .los ejercicios espiritales en Trofarello,
pueblo cercano á Turíu, dando dichos ejer
cicios el mismo Don Bosco v Don Buiia de
Brescia. Entre los asistentes so encontraba
el clérigo Lasagna, cosechando en tan pia
dosa práeticii opimos frutos de perfección re
ligiosa, adquiriendo una santa indiferencia
para todo lo que dispusieran los Superiores.
Por esto rcí'ibió sin inmutarse, en lo más
mínimo, la noticia de que debía ir á Turín
á dar clase á los alumnos de primer año del
Gimnasio, y hubiese marchado al momento
á ocupar su nuevo destino si asuntos de fa
milia no le hubiesen obligado á pedir licencia
para ir á su pueblo uatal en compañía de su
liertnauu.
Era la primera vez que sus paisano.s lo
veían con sotana y todos quedaron edificados
al descubrir en él tanta, modestia y decoro:
pero canse') más admiración todavía al ser
testigos (le la vida retirada <|ue haría, de la
devoción que mostraba en los ejercicios de
piedad y del fervor con que recibía los santos
Sacramentos. Cou todo eso no faltó quienes
creyeron que se concillaba mal el traje talar
con un joven tan vivo de carácter, tan re
suelto para todo, y muy conocido en el pueblo
como buen jugador de i>elota. Uno de los qae
tenían esta creencia se acercó á él como son
riente y tuvo el atrevimiento de decirle:
« j Cuándo ahorcarás los hábitos para jugar
más libremente á la ptíotaT » Una mirada
desdeñosa y muy significativa fué la res
puesta del joven clérigo.
No bastó á Luis Lasagna derramar con sn
buen ejemplo el hermoso perfume de la vir
tud: acordándose de que era hijo de Don
Bosco, quien decía sin cesar da mihi anitnasi
sentía una sed devonnlora de sa<!r»ficarse por
la salva<aÓTí de Jas almas. Siempre que se le
presentaba ocasión, impedía el mal y fomen
taba el bien, poniendo eu priu-tica todo gé
nero de industrias pava conseguir, su intento.
Viendo en nfi amigo suyo verdaderas señales
de vocación religiosa y sacerdotal, desplegó
todo su ingenio basta que consignió que fuese
á Turín: es <le notar que era mayor que él,
pues ya había cumplido el servicio militar:
á su tiempo concluyó los estudios y filé un
modelo y celoso sacerdote salesiano, llamado
D. Luis Porta, Director del Oratorio Sale
siano de Pavía
Los días transcurrieron y llegó el tiempo
de desempeñar el cargo que los Superiores
le habían confiado. 1). Hosco, siguiendo el
ejemplo^ de hombres eminentes, consideraba
el ensenar como un excelente y eficacísimo
medio para que sus hijos alcanzaran un grado
muy eniiuente de perfección religiosa y cien
tífica. íío cabe duda que al enseñar se aclaran
y completan, aunque de un modo luustante
iin]>eríecto, ios conocimientos adquiridos al
estudiar; jirecisameiite poniendo en jiráctica
el sistema educativo de D. Hosco se conoce
ai momento si un Joven Salesiano tiene ó no
aptitudes para tan sublime misión. Ordina
riamente la clase debe ser el tirocinio de su
apostolado, y también después cuando se le
confíen oíiros cargos, bien sea en Europa ó
en las misiones. Por esto se le confió la clase
al 4-lérigo Lasagna después que terminó la
Filosofía.
K1 prüber ano de Gimin....» se considera en
el Oratorio como una de las clases más im
portantes por el excesivo cuidado que debe
tener el Maestro de que los alumnos imngan
sólidas -bases á sus estudios, y es bastante
trabajoso por el excesivo numero de almnnos
que á ella asisten. Luis Lasagna se lanzó con
verdadera decisión á este vasto cam]K> qne
la obiMliencia le había señalado. 8u inéttMlo
de enseñanza presentaba las cosas con la
mayor claridad posible para que sus alnmnns
comiirendiesen lo qne les quería decir, y á la
vez las hacía amenas, de modo qne agradaba
á los niños tanto la clase como el rexireo.
Abundantes y consoladores frutos prodiijeron
sn celo é infatigable laboriosidad; pero no
se vió líbre de penas, disgustos é ingratitu
des. Su vivo <-ará<-ter, como hemos dicho au
tes, é impaciente, tizo que desde luego le fnese
pe^da la vida eu comunidad, lo qne le pro
porcionó rudos combates, que venció con los
consejos de D. Hosco. Muclias veces no tuvo
la suficiente calma para sufrir con paciencia
los defectos del prójimo. Por otra liarte, las
bellezas que tiene la nobilísima misión del
eiuí'íidor de la juventud las conocía sola
mente en teoría; pero al i>onerla en práctica
ex|»erimentaba numerosas y graves dificulta
des, resultando, como era natural, que á su
gran entusiasmo siguió una completa desa
nimación. No puede imaginarse lo que sufrió,
pues ya hemos dicho que tenia un corazón
sensible y delicado. Desde luego liabria cuido
enfermo si D. Hosco, con su ojo de lince, no
lo hubiera advertido, procurando animarle
con sus paternales consejos. Poco después
decía á un amigo suyo el efeeto que le luuisaba la frase £ s to v ir que le decía tan amado
SuiHjrior, observando que al salir de aquel
humilde recinto donde D. Hosco lo recibía,
sentíase como aliviado do un poso, y hasta
(íonu) vigorizado y con nuevas fuerzas tísicas.
Hay (jue advertir que en los momo' íüs en
los cuales su alma estaba más oprimida por
el dolor, no daba lugar á desahogos indis
cretos y vanas confianzas: si no podía al mo
mento depositar sus penas en el paternal co
razón de D. Hosco, iba sin tregua y se
arrodillaba á los pies de María Auxiliadora,
quien Jamás dejó sin recompensa la (^onllanza
que en Ella liabía ]niesto: no iiodía ser de
otro modo, pues la gran devoción que le jirofesaba aumentó sobremanera desde «pie fué
al Oratorio de Tarín.
Ardiendo D. Hosco eu deseos de imndueir
muchas almas á Jesús por medio de María.
a d Jettinn p o r M a ría m , y como leyendo en el
porvenir, había concebido la idea de edificar
un magnífico Santuario, para qne les gentes
de todos los ]mises é iuiinmerables devotos
viniesen á implorar favores eu sus aflicciones
de Aquella que la Iglesia proclamó Auxilia
dora del pueblo cristiano. Este imponente
templo, empezado en 180.5. se edificó como
]X)r em-anto. La ciudad de Turín llena de
asombro vió elevarse sobre una magestnosa
cópula, la devota imagen de María en el acto
de bendecir á sus habitantes, acogiendo con
inefable alegría la noticia de que el nuevo
Santuario se consagraría al e.ulto público ]mr
el Exí'ino. é limo. Sr. Arzobispo D. .Vlejamlro
Kiei-anli el 0 de Junio de 1808. Es iiicieible
la actividad que desiilcgó D. Hosco en aque
llos tres años para recoger limosna» <mhi que
atender á tan giganb'sca obra; jiero mncliísimo más qne él trabajaba María Auxiliadora,
abriendo sus inmensos tesoros de gi'iwáas en
favor de todos los <{ue coo]MM’aii á edificar su
templo, y tanto es así, qne. D. Hosco al es
cribir í/w MaradUaff de M o ría A itx ilia d o r ti,
no se olvidó de poner al i>rincipio del libn»
estas palabras: .E d ijie n v it fsihi d o m u m * Ella
misma se edificó esta Casa», y Monseñor Lo
renzo Gastáldi. entonces Obispo de Saluzzo,
en el solemne Octavario de la consagración,
no dudó asegurar que cada ))ie<lra de aquella
Iglesia daba testimonio de una gracia ó ¡irodigio cone.e<lido8 iK>r María. Por esto no i‘ñ
de admirar que en el Onitorio se hablare
siempre de nn modo especial de tantos favore.s de tan prodigiosas curaciones, de la nueva
Ig'..>ia y de las solemnes fiestas celebradas
con uioti . o de su inangnracióii.
En el corazón del clérigo Lasagna rebosó
la alegría al ver tan lloarada á María Auxi
liadora, y por sn parte no omitió medió ui
2ü6 —
dejó pasar ocasión tan propicia para iucnlcar
en sus ulutniuw sentimientos de piedad y con
fianza hacia tsm poderosa Señora. Frecuen
temente Ies hablaba con el más cariñoso afecto
de esta dulcísima Madre, sobre todo en las
vigilias do sns festividades; les dictaba y
bacía aprender de memoria las mejores poe
sías italianas qne trabisen de la Sma. Virgen,
y deseaba qne adornasen muy bien la ima
gen que haí)ía en la clase, habituándolos á
estudiar bajo la protección de la que es el
Asiento de la Sabiduría. Por lo qne á él se
refiero, el ejemplo do D. Bosco, las fiestas en
honor de María invocada bajo el título de
Auxilio de los cristianos, y sus mismas obras
contribuyeron poderosamente á borrar de su
devoción las distracciones y faltas que la
hacen tan imperfecta, dándole un carácter do
constancia y eminentemente práctica, siendo
esta la cansa do que siempre tuviese presente
la piadosa mirada do María á quien acudía con
fervor y ofrecía todas sus penas y traba-ios.
En aquel año escolástico, ya sea porque Dios
quería que subiese en santidad, ya por la
condición de las personas con quienes tenía
que tratar, las alegrías alternaban con las
penas, y si se quiero, el sendero de su vida
estuvo más cubierto de espinas que nunca,
j)or lo cual, aumentó más y más la devoción
que tenía á ía Virgen de los Dolores, trayendo
á la memoria y haciendo suyos los delicados
sentimientos de la hermosa poesía de Ale
jandro Paravia, Profesor do Literatura en la
Universidad do Turín. En la seguridad de
que agradará á nuestros lectores la transcri
bimos á continuación (1).
Pues a l alm a triste aliv ia
Q uien se e n triste c e con olla
Y Ift am istad es m ás b ella
Si Rü inupRtva en el d o lo r,
D eja ¡oh M adre! que ntligido
Yo m e iHwtre aq u í tle hinojos
M ientras húm edos tu s ojos
V ierten lla n to d e am argor.
¡O h suspiro do los siglos!
¡Oh so n risa del E tern o í
jCÓJUo á tu rostro el invierno
D estíguniudolo f u ó !
G allard ía d e los h o m b res;
Do Je ric ó bella rosa,
¿ P o r quó til corola herm osa
M ustia y lá n g u id a so vó ?
T al no estabas, cuaudo nÍüo
N ació do tu casto seno
Q uien las nubes y el sereno,
L a tie r ra y el m ar c r e ó ;
Y u n tropel de Seratínes
Con sus arpas y laúdes
E n saltan d o sus v irtu d e s
Su cu u ita circundó.
D ulce eutouces e n tu s labios
L a sourisii a(>arecia
C ual, del ja rd ín alegría,
B rota del tallo la flor.
(1) Traducida por el Salesiauo D. Baldomcro M.
Vidal.
T an seren a tu m irad a,
T an tra n q u ila y lím p id a era
Como au ro ra en p rim av era
D e purísim o blancor.
A un paréoem e m ira rte
Cuando, a l b rilla r las estrellas,
U n p a r d e tó rto la s bellas
A m i Señor o fre cí;
Y T ú mi don contem plaste
Con ta n m atern al m irad a
Q ue to d a el alm a em b riag ad a
D e su av id ad me sentí.
Mas ¡ cuán cam biado hoy en c u en tro
E se tu ro stro m atern o !
Ay ¡cuán crudo fuo el in v iern o
Q ue así tu b eltad ajó!
Oh afligida en tro las m adres,
iQ u ién fuú el cru el, el inhum ano,
Que tu pecho soberano
Con llan to y h ie l ab rev ó í
Mas ay ! 4 quó T e o t ¡U na espada
E n los pliegues d e tu veste 1
H ab la ¡oh D ios! ¿que acero es é s té t
4Q uiéu ah í clavádo lo h a?
4N 0 resp o n d esf H arto entiendo.
C ubre, oh M adre, aquese acero,
Que m ás tiem po v er no quiero
E sa esp ad a do n d e está.
P u e s m i corazón ¡oh M a d re !
F n é la p ie d ra d esg raciad a
D onde á p ru eb a fué te m p la d a
D e su filo la v irtu d
Y esta m ía fué la m ano
Q ue esa h e rid a dejó a b ie rta ,
Y a l dolor ab rió la p u ertu
Con h o rre n d a in g ra titu d .
4Porquó pues, así m e m ira s t
N o es digno de tu m irad a
E l que flecha d espiadada
P o r g alard ó n te arrojó.
El que tu s ojos le m iren
D el ju sto h a d e s e r consuelo;
Sólo es digno de ese cielo
E l que cruel no te u ltrajó .
Yo sig u ien d o so litario
T u s san tísim as pisadas,
T e las d ejaré regadas
Con m i continuo llorar.
Y no o lv id a rá m i pecho
Su delito n i un in sta n te ,
D esde q u e el sol se levanto,
H asta que h ú n d ase en el m ar.
C uando á fuerza d e dolores
V ea m i v id a consum ida.
N i el pecho al dolor sa lid a
N i a l lla n to los ojos d e n ;
V uelve entonces, oh d o lien te,
A este in d ig n o n n a m irad a
Que se a p re n d a sa g ra d a
D e los goces d el E dén.
Si en la postración y mal ñsico en que
había caído
clérigo Lasagna, perseveró en
su vocación y obtuvo completísima victoria
en todas sus luchas, no se debe á otra cosa
que á la tierna y esp^ial devoción que pro
fesaba á María Auxiliadora y á la ilimitada
confianza que tenía en D. Bosco.
(S e continuará.J
Cn ipkctii k h U triU Edoiásia. - Grah: lOSÉ flilBOe
-
Fecha
-
1902.09