BS_1901_05

Ficha

Título
BS_1901_05
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1901
extracted text
r

..p
rNVt7 /0
o,.
^ <g><t8><gi<g>«g»<g><S><8»«;j>«8»<S’ <^«y«8>

-íA

^!í-

OLETIN
' SALESIANO ,
sjb <y

flE D A C c iO N

—r-i'-s—■'—
117
118
118
125
127
130
232

G-ractas de M arta A n x llla d o r a ............................................» 130

Koricusr yaaiBDADKa......................................... * U 1

BibliogeapU .............................................. U8
G rabados . — V isita de D . A lbora d M ontevideo — Prooe»

sión heoha en la Boca CBnenos A ires) — I r o s l a de Üta.
S o sa de T oay (fiep- A rg.-Pam pa C entral) — El Misionero
en medio de sns Indios — Monumento i, M arta A uxiliadora
en N ietheroy (Brasil) — IfiQos y Colegio de S ta. Rosa en
N ietberoy (Brasil).

l a € © t e § t ia l ^ _ d m a

úm I o

í

*0* *0*

C k lo i,,

ntadre ternísima de los pecadores,

I

I
I
I
I
I
I
Si

MAYO de 1901

•O* *0* •G* *0* *0* *0* *0* »0* •O* *0* «O* •O» «o* «o» «o*

A

O d e r O SÍ s i m o

^ ti^ ilio d e lo s Q p ts tia n o s ,
M a d r e y e xce lsa P a lr o n a

ii

DE LA PIA SOCIEDAD SALESIANA

i!

^ F íb u t a n el m á s sin c e F O h o m e n a j e d e a m o p y ¿ F a H fu d ,

i!

<s»

Turín (Italia)

P U B U G A C m MENSUAL

SITUAKXO. — D e d ic a to ria .............................................pág.
U . A . es M adre miaericordiosisim a de los pecadores . »
Enciclioa de Su S antidad (oonclosión)..................................»
Documentos Salesianos. — Discurso del D r. D a rá . »
£1 B epresentante del Sncesor de D . Bosoo en A m érica »
Db xuKSTEiAS uisioxBS. — T ie rra del F n e g o .
»
KüBSTRi COBRBSPOífDBNCiA. — Etpaña. Salam anca — M arta
(Alm ona) — Cindadela (Menorca) — Amtrica. Quito
( S e n a d o r ) ...............................................................................»

i
i
I

■» «g»

Y ^A d m i n i s t r a c i ó n

^ fcv'i
AÑO X X II — N. 5

i

S-^ 'S->

y fe ofrecen su corazón

I

en

I

qI

ni33 a @l!a consagrado

f

;!

Iios Salesianos y sus Cooperadores

i!

;¡i
Vfv

Vt'

/»\

/|\

/í\

/jV V¡V

V’tV' VlV Vi» VlV ViV V|V^ V,V^



118



¡rí:

Ij^A misericordia
de María para
con los pobres i)eJ
cadores se mani­
fiesta ante todo U.«ísilüKíá^íBf* bráudolos de la
cólera divina. El
pecado es una ofensa tan grande
hacia Dios que le llena de justo y grandí­
simo enojo,y aun cuando porsuiuflnita mi­
sericordia se inclina siempre á la longa­
nimidad, sin embargo cuando ve que el
pecador se muestra empedernido y obsti­
nado en su culpa y pasa los días, los
meses y los anos formando una horrible
cadena de pecados, entonces se llena de
indignación y quisiera acabar con él de
una vez. Mas he aquí que María, teniendo
l^iedad de aquel miserable, se presenta
ante su divino Hijo y con los mas dulces
ruegos desarma su cólera y lo inclina á
la clemencia y al perdón. — ¡ A li!, le
dice, ese pobre desgraciado volverá al
fin en sí mismo, conocerá sus miserias,
se esforzará para salvarse nuevamente,
pedirá i)erdóu de sus culpas y se con­
vertirá: perdona, pues, ¡oh Señor! su
vida y aguarda, aguarda un ])oco más. —
Esta es la plegaria de María. Y jcómo
es posible que la ira de Dios no se apla­
que, y no se «lesarme su mano de los
rayos de su furor T Con sobrados mo­
tivos ])odemos y debemos nosotros sa­
ludar á María apellidáudola Madre de
Misericordia, portiue el oficio que ella
desempeña cerca de su divino Hijo en

favor de los pobres pecadores, es el do
una madre amorosísima que intercede
cerca de su esposo para moverle á com­
pasión hacia un hijo desagradecido y re­
belde. Mas por lo mismo que María de­
fiende á los pecadores de la cólera de
su divino Hijo, defiéndelos también de
los graves peligros en que suelen caer.
Cuando el hombre al cometer el pecado
se rebela contra su Dios, y en cierta
manera le dice audazmente: non serviam,
no quiero servirte, las criaturas todas
indignadas quisieran arrojarse sobre él
para vengar ellas mismas el ultraje hecho
á su Criador. La tierra en su mudo len­
guaje parece exclamar: « Yo abriré mis
abismos y me tragaré vivo á ese insen­
sato del mismo modo que me tragué á
Coré, Datán y Abiróii». El agua á su
vez murmura : «Yo abriré mis vórtigos y
lo sepultaré en el fondo de mis abis­
mos». Y el fuego g rita: «Yo lo envolveré
en mis voraces llamas y lo reduciré á
cenizas ». Y ios ángeles, blandiendo las
espadas de la justicia parece como que
están solicitando el permiso para volar
al punto y cortarle el hilo de la vida.
Los mismos demonios del infierno qui­
sieran arrojarse sobre él, destrozarlo entre
sus garras y arrastrarlo á lo más profundo
del piélago infernal. Pero la Virgen que
no quiere la muerte del pecador sino que
se convierta y viva, — no, no, exclama;
dejadle, no le hagáis daño —. Y como si
esto no fuera bastante, extiende sobre
él su manto maternal, del mismo modo
que la clueca extiende sus alas para am-

*) Con este epígrAÍ© encabeza el R do Sr. D. A lbino C a r m a ñ o la u n a de la s ootuiáeraáon«9 en sn hennaso
lib ro
CAi*t8H<iNorKM ó
d t 2tfana Auxiliadora, d e l q u e hablam os en o tro lu g ar, y que tra n sc rib i­
mos ín te g ra con m ucho gusto, aiu tieu d o no poder hacerlo oon to d a s ellas p a ra q u e saborearan unestros lec­
tores las d u lzu ras de n u estra E xcelsa P a tro n a , c an ta d as p o r ta n d ig n o y v irtu o so Sacerdote Salesiano. He
aquí a l pi<i de la le tra lo que dice.

— 119 —

parar sus pollnelos y defenderlos de la
ferocidad del gavilán, y con su poderoso
auxilio le libra de todo i)eligro. ¡ Oh bon­
dad 1 ¡ Oh misericordia verdaderamente
admirable de M aría!
Y 1 quién podrá determinar la época y
el día desde que viene ella ejercitando
este oficio de especialísima misericordia
para con nosotros f ¡ Cuántas veces ha­
bremos merecido la muerte y el infierno!
Acaso se encuentre en estos mismos ins­
tantes entre nosotros quién merezca los cas­
tigos, y sin embargo aun so nos conceden
días de vida y estamos á tiempo para, ir á
cobijarnos bajo las inmensas alas del per­

dón de Dios. ¡ Ah ! estas consideraciones
nos deben llenar de Santo rubor y obli­
garnos á exclamar: — por Miu'ía, y por
su infinita misericordia no nos hemos
perdido—. Perol queremos mientras tanto
abusar por más tiempo de tanta bomladt
I Llegará nuestra locura y pervervsidad
hasta el punto de que María no pueda
detener el brazo airado de su divino Hijo?
¡ Ah ! no: fuera de una vez toda dilación
y perpUqidad. Hoy, hoy mismo eutroguónionos A un verdadero dolor do nuestros
pecados y consagrémonos por completo
al divino servicio

CARTA ENCICLICA
DE

^ a n t ís iu io
PO P

LA

DIVINA

^ e n o r>

| fc ó n

PRO^^IDENCIA
X Z Z Z

Á

l o s I * a ,ti* io t‘C O S, I * i * i n m d o s , iV i-7 .o l> is p o s , O b i s p o s y
o t r o s O r d i n a r i o s d e l o s l l a g a r e s < iu e e s t i i n e n p a z y
e n c o n iu n ió ri c o n la S e d e A p o s tó lic a .

natural y la cristiana prescriben el res­
peto á las diversas potestades civiles y
la obediencia á sus preceptos justos. Lo
SALUD Y APOSTÓLICA BENDICION cual, para que sea conforme con la dig­
f Conclusión) (1)
nidad de hombre y de cristiano, debe
I^N razón, pues, de la nativa conexión hacerse sinceramente y como un deber,
de la x)lebe con las demás clases y ó sea por conciencia, como lo amonestó
de la más estrecha unión con que la el apóstol cuando dijo: Toda persona está
junta con ellas la fraternidad cristiana, sujeta á las -potestades superiores (1). No
teda la diligieucia (jue se emplea en ayu­ se conduce, pues, cristianamente el que
dar á las clases inferiores, influye cier­ rehúsa someterse á aquellos que en la
tamente en las demás; lo cual se echa Iglesia están revestidos de autoridad, y,
mejor de ver observando que para obte­ en primer término á los Obispos que,
ner en este orden un éxito feliz, conviene salva la universal autoridad del Pontí­
fice Romano, han sido puestos por el Es^
y es preciso que sean aquellas clases pirita
Santo para apacentar la Iglesia de
llamadas á tomar parte en la obra.
Dios
adquirida
por él con su propia san­
G-uárdense juntamente todos de ocultar
gre
(2).
bajo el nombre de democracia cristiana
Así, el que se conduzca de otro modo,
el propósito de insubordinación ú oposi­
ción á las autoridades legítimas. La ley
LEON PAPA XIII

VENERABLES HERMANOS

(1) Véase el u.® de A bril, pág. 89.

(1) Act., XX. 28.
(2) Koiu., x m , 1-5.



120

sepa que olvida aquel gravísimo precepto
del mismo apóstol: Obedeced á vuestros
Prelados y estudies sumisos, ya que ellos
velan, como que han de dar cuenta á J}ios
de vuestras almas (1).
Palabras son éstas que importa sobre­
manera sean grabadas por los fieles en
lo íntimo de su corazón, y perfectamente
cumplidas en la conducta de su vida:
los sacerdotes, considerándolas muy di­
ligentemente, no cesen de inculcarlas en
los demás, no sólo exhortándolos con
palabras, sino principalmente con su
ejemplo.
Explicados estos puntos de doctrino,
que ya antes de ahora en ocasión opor­
tuna esclarecimos, esperamos que desa­
parezca cualquiera diferencia, cuanto al
nombre de democracia cristiana, y con
ella toda sospecha de peligro en la cosa
significada por este nombre. Y con razón
lo esperamos. Porque, dejadas aparte las
opiniones do algunos acerca de la natu­
raleza y los efectos de la democracia
cristiana, en las cuales no deja de ha­
llarse alguna exageración ó algún error,
no habrá nadie que censure una acción
que, según la ley natural y la divina,
mira únicamente á ayudar á los que vi­
ven del trabajo de sus manos, de suerte
que sea su vida menos penosa, y que
gradualmente vayan teniendo con qué
proveer á sus necesidades; á que así
dentro como fuera de sus hogares, cum­
plan libremente los deberes de las vir­
tudes y de la religión; á que se persua­
dan que no son animales, sino hombres
cristianos, no paganos; y, por tant-o, á
que so encaminen con mayor facilidad
y anhelo á aquella única cosa necesaria,
que es el fin último para el cual hemos
nacido. Verdaderamente este es el fin,
esta la empresa de los que quieren con
toda su alma aliviar al pueblo cristiano
y salvarlo de la peste del socialismo.
!Muy de propósito hemos hecho men­
ción aquí de los deberes morales y reli­
giosos. Piensan equivocadamente algunos
y hacen que muchos crean, que la lla­
mada
sociaZ es solamente cuestión
económica, cuando es, por el contrario,
(1) Ad H ebr., x m , 17.



certísimo que principalmente es cuestión
moral y religiosa, y por esta razón es
preciso resolverla de conformidad con las
leyes de la religión y de la moral. Du­
plicad enhorabuena el jornal del traba­
jador, reducid el precio de los géneros
ó cosas que consume; pero si con esto
dejáis que se empape en ciertas doctri­
nas y que se mire en ciertos ejemplos
que inducen á perder el respeto del)ido
á Dios y á la corrupción de las costum­
bres, sus mismos trabajos y ganancias
pararán en miserable ruina. La expe­
riencia de todos los días enseña que gran
parte de los obreros, aunque con menos
trabajo obtengan mayor salario, si su
conducta es depravada y están privados
de religión, viven de ordinario en deplo­
rable miseria. Quitad de los ánimos los
sentimientos que son el fruto de la edu­
cación cristiana; quitadles la previsión,
la moderación, la parsimonia, la pacien­
cia y otras virtudes morales semejantes,
dictadas por la recta razón, y veréis que
aun los mayores esfuerzos para obtener
las comodidades de la vida se converti­
rán en nada. Y esta es ciertamente la
causa porque Kos jamás hemos exhor­
tado á los católicos á fundar sociedades
y otras instituciones que proporcionen
más feliz porvenir á la clase pobre, sin
recomendarles juntamente que las funden
bajo los auspicios de la Religión y les
den el valor que de ella procede.
Tanto más digna de alabanza líos pa­
rece la acción benéfica de los católicos
para con los proletarios, cuanto que esta
acción se despliega en el mismo campo
en que la caridad, acomodándose á las
exigencias de los tiempos, ejercitó siem])re su acción con éxito feliz bajo la
amorosa inspiración de la Iglesia.
Esta ley de mutua caridad, que es
como un complemento de la justicia,
no sólo obliga á dar á cada uno lo que
es suyo y á no violar el derecho dé los
demás, sino también á favorecerse unos
á otros, no en palabras y con la lengua,
sino con la obra y con verdad (1), acor­
dándose de la sentencia que Cristo dictó
amorosamente á los suyos: Un nuevo
(1) Jo an ., I, 111, 18.



121

ínandamiento os doy, y es: Que os améis
unos á otros, y que del modo que yo os
he amado á vosotros, así tanibién os améis
recíprocamente (1). T tal cuidado por el
auxilio mutuo, aunque sobre todo implica
el de los bienes no caducos de las almas,
pero no debe olvidarse de las necesida­
des y auxilios de la vida. A este propó­
sito conviene recordar que, cuando los
discípulos del Bautista preguntaron á,
Cristo: ^Eres tu el Mesías que lia de ve­
nir, ó debemos esperar á otro? El mismo
Cristo, para mostrar el motivo do la mi­
sión que le había sido coufida entre los
hombres, presentó la razón de la caridad
refiriéndose á la sentencia de Isaías; Eos
ciegos ven, los cojos andan, los leprosos que­
dan limpios, los sordes oyen^ los muertos
resucitan, se anuncia el Evangelio á los
pobres (2). Y discurriendo sobre el juicio
final y la distribución de los jiremios y
de las llenas declaró que atendería espe­
cialmente á aquella caridad con que’los
hombres se hubieren recíprocamente tra­
tado. Y no puede menos de maravillar
que pasara en ese punto en silencio las
obras espirituales de caridad, acordán­
dose sólo de las de beneficieucia corpo­
ral. Porque yo tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed y me disteis de beber;
era peregrino, y me hospedasteis (3).
Con estas lecciones de las dos maneras
de caridad, espiritual y corporal, Jesu­
cristo juntó sus propios ejemplos, tan
ilustres en los ojos de todos, siendo muy
grato recordar el grito de su corazón
paternal: Miserear super turbam. Me da
compasión esta multitud de gentes (4), y la
voluntad de socorrer aquella necesidad
hasta haciendo un milagro. De esta su
grande misericordia queda este hermoso
encomio: E l cual ha ido haciendo benefi­
cios por todas partes y ha curada a iodos
los que estaban bajo la opresión del de­
monio (5).
Los apóstoles siguieron desde el prin­
cipio, con religiosa diligiencia, esta di(1)
(2)
(3)
(4)
<5)

Joan ., I, XIII, 34.
Mattli. xr, 6.
Idem , x x v i, 35.
Maro., v iii, 2.
A ct., X, 48.



vina escuela de caridad, y los que des­
pués abrazaron la fe, hallaron maneras
varias de instituciones para remediar
todo género de miserias humanas. Talos
instituciones, favorecidas con incesantes
incrementos, son, á la verdad, preclaro
y x>ropio ornato del cristianismo y do la
civilización, que de él procede; los hom­
bres rectos no se causan de admirarlas,
tanto más cnanto que en todos y cada
uno de ellos hay propensión bacia el
propio interés y á no curarse ilel prove­
cho del prójimo.
Y cuenta que de estos modos do ejer­
citar la beneficieucia no debo excluirse la
distribución del dinero en limosnas, se­
gún aquella palabra de Jesucristo: Dad
limosna de lo vuestro que os sobm(l). Los
socialistas la reprueban y quisieran su­
primirla i)or injuriosa contra la nobleza
ingénita del hombre. Mas cuando se
hace la limosna conforme á las uorinjis
del Evangelio y según es uso entre cris­
tianos, ni alimenta la soberbia en el que
la da, ni avergüenza á los que la reci­
ben. Tan lejos está de ser indecorosa en
el hombre la limosna, que antes sirve
para estrechar los vínculos de la sociedad
humana, fomentando la mutua benevo­
lencia. No hay á la verdad ninguno tan
abastecido de riquezas que no necesite
de otro, ni hay nadie tan absolutamente
pobre que no pueda ayudar en algo á
alguno. De esta manera, la justicia y la
caridad, con la equidad y mansedumbre
de Jesucristo, abrazan por modo mara­
villoso el cuerpo entero de la sociedad
humana, y á los miembros de este cuerpo
los guían providencialmente á la conse­
cución del bien individual y del bien
común.
Cede además en honor y justa alabanza
de la caridad el subvenir á las necesi­
dades de les clases ínfimas, no ya sólo
con auxilios transitorios, sino además
por medio de instituciones permanentes,
porque en ellas tienen los necesitados
ventajas más estables y seguras. Y to­
davía es más recomendable el propósito
de infundir en los artesanos y obreros
(1) Lac., XI, 41.



el espíritu de parsimonia y previsión de
forma que Ies sea dado, andando el
tiempo, proveer, en parte al menos, á
sus necesidades; lo cual, aliviando en
los ricos el peso del deber para con los
pobres, contiene á la vez cierta manera
de decoro en los proletarios, pues al paso
que los estimula para que se preparen
un porvenir más risueño, los aparta de
los peligros, reprime en ellos el ímpetu
de las pasiones y los pone en la recta
senda de la moral. Con que siendo tan
grande la utilidad que de aquí se sigue,
y tan apropiada á nuestros tiempos, ra­
zón es que la caridad de los buenos se
ordene á este fin con discreción y pres­
teza.
Quede, pues, bien sentado que esta
acción de los católicos en favor y para
auxilio del pueblo hace perfecta conso­
nancia con el espíritu de la Iglesia y
refleja admirablemente los ejemplos que
ella nos ba dado. Poco importa que este
conjunto de obras buenas corra bajo el
nombre de acción cristiana poj)ular ó se
denomine democracia cristiana, con tal
que se observen, junto con el obsequio
que les es debido, y en toda su inte­
gridad, los avisos y documentos que
hemos dado. En cambio, importa mucho
en negocio tan grave que se conserve
entre los católicos la unidad de miras y
la concordia de voluntad y de acción. T
no importa menos que esta misma acción,
multiplicados los auxilios de hombres y
de cosas, crezca y se dilate.
Será principalmente necesario procu­
rar la benévola cooperación de aquellos
que por su nacimiento, por sus recursos,
por la cultura de su ingenio y por su
educación, gocen de mayor autoridad.
Faltando este concurso, muy pocas obras
podrán emprenderse de cuantas condu­
cen al bien anhelado del pueblo: por el
contrario, el civmiuo que conduce á él
será tanto más breve y seguro, cuanto
mayor sea el número de los que coope­
ren y más intensa la cooperación. Qui­
siéramos considerasen que no están
exentos de procurar la suerte de los que
viven en el grailo ínfimo, ni de descuidar
de ellos, sino antes se hallan obligados
en su favor. Porque el ciudadano no vive

122



solamente para sí, mas también para la
comunidad; y así, lo que algunos no
pueden prestar en obsequio del bien ge­
neral, empléenlo otros con mayor lar­
gueza. De la gravedad de este deber da
testimonio la superioridad misma de los
bienes recibidos, á la cual se sigue cier­
tamente que ha de darse una cuenta más
rigurosa á Dios, que los ha otorgado; y
además, la declara la consideración del
diluvio de males que, á no ser preveni­
dos cou tiempo, harían al fin la ruina
de todas las clases; así el que no piensa
en socorrer á los. miserables, convicto
resulta de imprevisor, así respecto de sí
como de la misma comunidad.
T no se tema que, si esta acción so­
cial, animada de espíritu cristiano, se
dilata y prospera, se esterilicen y agos­
ten otras instituciones hijas de la piedad
y previsión de nuestros antepasados, y
que duran largo tiempo y siguen flore­
ciendo, ó que desaparezcan pasando á
otras obras que las absorban, porque,
lejos de acaecer esto, pues que así las
unas como las otras están animadas de
un mismo espíritu de religión y caridad,
no siendo, por otra parte, opuestas entre
sí, fácilmente podrán concertarse y unirse
tan felizmente que puedan hacer frente,
en noble competencia de méritos, á las
necesidades del pueblo y á los peligros,
cada día más graves, que le amenazan.
— La triste realidad calma y da agudos
grifos diciendo (pie hay necesidad de
valor y de unión, puesto que se viene
encima un cúmulo inmenso de desven­
turas', y amenazan pavorosas catástrofes,
por efecto, principalmente, delincremento
que viene tomando la secta de los socia­
listas. Astutamente penetran sin ser no­
tados en el corazón de los Estados, y en
las tinieblas de ocultos conventículos, y
en público también, por mediodeconfereiicias y escritos, excitan las muchedumbres
á la sedición, y rechazando todo freno
de religión, suprimen el nombre del de­
ber y sólo hablan de derechos, exaltán­
dolos cou furor; y así inflaman á las
turbas cada día más crecidas de menes­
terosos, á quienes la propia miseria hace
que caigan más fácilmente en la red del
sofisma y sean arrastrados al error. Trá-

.1

— 123

tase, pues, aquí de los más graves inte­
reses de la sociedad y de la religión;
todos los buenos deben defender como
cosa sagrada el honor de entrambas.
Ahora, para que la concordia entre los
ánimos tenga la deseada estabilidad, es
todavía necesario abstenerse de todas
las cuestiones que ofenden y dividen.
Esquívense, por tanto, en artículos de
diarios y en conferencias populares
ciertas controversias muy sutiles que di­
fícilmente hallan solución, y que para
ser entendidas requieren capacidad sufi­
ciente y cultura no vulgar.
Propio es de la humana flaqueza estar
pendiente de la duda acerca de muchas
cosas, y discordar en muchas opiniones ;
pero aquellos que con recto corazón bus­
can la verdad, conviene que en la incer­
tidumbre de las disputas conserven igual­
dad de ánimo sereno, modestia y respetos
mutuos, para que la discordia no penetre
en la voluntad de ellos. Cualquiera que
sea la opinión qtie profesen en alguna
cuestión dudosa, tengan siempre el áni­
mo dispuesto á ijlegarse con religioso
obsequio á las decisiones de la Santa
Sede.
Esta acción de los católicos ejercitará
ciertamente más extendido influjo si to­
das las sociedades, conservando empero
la propia autonomía, se mueven siguien­
do una sola dirección. En Italia esta
dirección queremos que sea la de la obra
de los Congresos y comités católicos, que
ya muchas veces han sido con razón
elogiados por Nos, á los cuales Nuestro
Predecesor y Nos mismo dimos el en­
cargo de dirigir el movimiento católico
bajo los auspicios de los Obispos y guia­
dos por su autoridad. Hágase otro tanto
en las demás naciones en donde haya
centros semejantes á quienes legítima­
mente haya sido encomendado tal en­
cargo.
Cosa es de por sí manifiesta cuánto
deben trabajar los sagrados ministros en
todo este género de obras que ligan di­
rectamente los intereses de la Iglesia y
del pueblo cristiano, y cuán eficaces son
para este fin los muchos medios de que
Jisiumeii. su doctrina, prudencia y cari­
dad. Nos mismo, más de una vez, hablan­

do con eclesiásticos, hemos creído conve­
niente asegurarles que en nuestros días
es oportuno llegarse al pueblo y comu­
nicar saludablemente con él. Con más
frecuencia aún, de no mucho tiempo á
esta parte, en Letras dirigidas á los Obis­
pos y otras personas eclesiásticas (l),
alabamos esta amorosa solicitud en favor
del pueblo, diciendo de ella que es pro­
pia de uno y otro clero.
Pero háyanse en todo esto con gran
cautela y priuleucia, puestos los ojos en
los ejemplos do los Santos. El pobrecito
y humilde Francisco, el padre do los
infelices, Vinceiite de Paúl, y otros mu­
chos, en todas las edades de la Iglesia,
acertaron á ordenar sus cuidados para
con el pueblo, de suerte que, sin engol­
farse indiscretamente en esta ocupaeJón,
ni perderse á sí mismos de vista, aten­
dieron con igual ardor á la perfección
del espíritu. Y en este punto Nos place
poner ante vuestros ojos más explícita­
mente una manera de acción en que, no
solamente los eclesiásticos, sino todos
los amigos de la causa del pueblo, puedeu, sin grande dificultad, hacerse muy
beneméritos.
El cual consiste en inculcar con amor
fraterno en el ánimo de los que hacen
parte de él, estos consejos: que se guarden
enteramente do las sediciones y de los
sediciosos; (pie ro.speteu inviolablemente
los derechos del prójimo; que ejecuten
de grado y con el obsequio debido la
obra que justameuto demandan sus pa­
tronos; que no sientan aversión á la vida
doméstica, fecunda en muchos bienes;
que practiquen, sobre todo, la religión,
y de ella tomen el más positivo consuelo
eu los trabajos y contradicciones de esta
vida.
Para conseguir mejor este fin, servirá
ciertamente presentar ante sus. ojo-s el
singular modelo de la Sauta Familia de
Nazaret, y proponer el ejemplo de aque­
llos que de su misma suerte infeliz su­
pieron aprovecharse para subir hasta la
cumbre de la virtud, y por último, fo(1) Al General de la Orden de loe H erm ato i
Menores á 26 de Noviembre de 1898.

— 12-t —
mentar le esperanza del premio que nos
está reservado en una vida mejor.
Ooncluireiuos ahora insistiendo de nue­
vo sobre un aviso que ya hemos dado.
Así los individuos, como las sociedades,
al jioner i)or obra cualquiera pensamiento
concebido con este proi)6sito, deben te­
ner ])resonte la plena obediencia que
deben á la autoridad de los Obispos. No
se dejen alucinar de un como celo de
caridad intemperante, el cual no es cierto,
sincero, ni saludablemente fecundo, ni
agradable á Dios, si tiende á menosca­
bar el deber de la obediencia.
Dios se complace en aquellos que, sa­
crificando sus propias opiniones, escuchan
á los Prelados de la Iglesia como á El
mismo, y asiste propicio en sus empresas,
por arduas que sean, dándoles benigna­
mente feliz éxito. Ooncuerden con esto
ejomj»los de virtudes, singularmente de
aípiellos en que el cristiano se parece
enemigo de la pereza y los placeres y
benévolo dispensador de lo superfino en
beneficio del prójimo y constantemente
invicto. Porque estos ejemplos tienen
gran fuerza j)ara excitar saludablemente
los ánimos del pueblo, fuerza tanto ma­
yor cuanto son más conspicuos los va­
rones en que se admiran.
Ved aquí i ob venerables hermanos !
cuánto os exhortamos á obrar según la
oportunidad de los lugares y de las per­
sonas con toda la diligencia y solicitud
que os es propia, acerca de lo cual que­
remos que confiráis juntos en vuestras
acostumbradas reuniones. Háganse ade­
más sentir vuestra vigilancia y vuestra
autoridad, regulando, enfrenando, resis­
tiendo, especialmente porque so pretexto
de bien no se relaje el vigor de la dis­
ciplina eclesiástica ni se turbe el orden
con que informó Jesucristo á su Iglesia.
En la obra recta, concorde y progresiva
de todos los católicos, se muestre mas
espléndidamente que la tranquilidad, del
orden y la verdadera prosperidad de los
pueblos florecen principalmente bajo la
dirección y con el favor de la Iglesia, á
quien partenece el santísimo oficio de
amonestar, según los preceptos cristianos,
á todos y á cada uno, persuadiéndolos
á la observancia de ellos, á enlazar es­

trechamente con vínculos de caridad fra­
ternal á los ricos y á los pobres, y á
confortar los ánimos en los casos ad­
versos.
La exhortación, tan llena de caridad
apostólica, que San Pablo hacía á los
romanos, da nuevo vigor á Nuestras amo­
nestaciones y deseos: Ahora, pues, herma­
nos mios, os ruego encarecidamente por la
misericordia de Dios... transformaos con
la renovación de vuestro espirita... E l que
reparte limosna, déla con sencillez} el que
preside, sea con solicitud} el que hace mi­
sericordia, hágala cón alegría. La dilec^n
no sea fingida} aborrecimiento del mal, amor
del bien} amándoos nmtuamente con fra ­
terna caridad} previniéndoos wnos d otros
en haceros honor. E n la solimtud no tardos}
alegres por la esperanza} pacientes en la
tribulación} asid,uos en la oración} entrando
á la parte en las necesidades de los Santos}
practicando la hospitalidad. Alegrándose con
los que se alegran} llorando con los que
lloran} teniendo los mismos sentimientos el
uno con el otro} no devolviendo mal por
mal} teniendo cuidado de obrar bien, «o sólo
en los ojos de Dios, sino también en los de
todos los hombres (1).
Gomo auspicio de tales bienes, descien­
da sobre vosotros, joh venerables herma­
nos! y .sobre el clero y el pueblo que os
e.stáii eiicoineudados la Apo.stólica Ben­
dición, que con efusión de ánimo os da­
mos en el Señor.
En Poma, junto á San Pedro, á 18 de
Enero del año de 1901, vigésimotercero
de Nuestro Pontificado.

León Papa X llL
(1) Rom., X II, 1-17.

— 12o —

^Documeníos Saíesianos
ü is c u p s o

p t a o n u T ic ia d o p o p d H

p

. © upá

en la tercera sesión del Congreso Salesiano de Buenos Aires
( Conchisión.J (l)

C om eü tan d o S a n C ip rian o , á p ro p ó sito do
la lim o sn a, a q u e lla liisto ria e n q u e la v iu d a
socorrió á E lia s, figura d e J e s u c risto , y E lia s
o b tie n e éi. m ila g ro d e m u ltip lic a r in m e n sa ­
m en te lo s re s to s d e l tr ig o y d e l a c e ite q u e
q u e d a b a n e n c a sa d e la v iu d a , d i c e :
«D e e s te m odo, la m a d re n o q u itó á su s
h ijo s a q u e llo q u e d ió á E lia s, sin o q u e a u ­
m entó con a q u e lla d á d iv a e l escaso b ie n d e
s o s hijos. E lla , n o obstsm te, n o con o cía á J e ­
su c risto n i h a b ía p o d id o o ir h a b la r d e sus
p re c e p to s ; n o h a b ía sid o re d im id a con su
pasió n y con la cru z, n i a l d a rle d e com er á
E lia s lo h a c ía en re trib u c ió n d e l a s a n g re
q u e iw>r e lla h u b ie ra d e rra m a d o . C u a n c u lp a ­
b le es, p u es, e l c ris tia n o q u e, p re firié n d o se á
s í m ism o, y á su s h ijo s á Je su c risto , g u a rd a
su s riq u e z a s sin q u e re r em p lear nacía d e e lla s
en fa v o r do lo s q u e s u fre n la p o b re z a .
«T enéis m u ch o s h ijo s—sig u e d ic ie n d o el
S a n to —y p o r eso decís q u e h a d e d is m in u ir
v u e s tra lim osna. A l c o n tra rio , p o r e.so m ism o
d e b é is a u m e n ta r la ; p o rq u e c u a n to s m ás sean
v u e stro s hijos, m ás p e rso n a s te n é is i>or la s
cu ales d e b é is ro g a r á D ios, cu y o s p ecados re d i­
mís, cu y as alm as sa lv á is.
Y así com o á m e d id a q u e a u m e n ta el n ú ­
m ero, a u m e n tá is v u e s tra ta r e a p a r a a lim e n ta r
s u s cuerim s, así e stó is o b lig a d o ú h a c e r m ás
b u e n a s obra.s p a r a c o n s e rv a rle s la v id a d e l
e s p íritu ..... Sois, pues, u n p re v a ric a d o r, y n o
u n p a d re afectuoso, sin o p ro c u rá is lo s v e r d a ­
d e ro s p ro v ech o s p a ra v u e s tro s hijos, s i v u e s­
t r a afección p a r a con ello s n o se e x tie n d e á
c o n se rv a rlo s ta m b ié n p a r a l a e te r n id a d ; co­
m etéis con eUos u n d o b le d e lito , a l ^ n e r em peSo e n a d q u irirle s b ie n e s d e l a tie r r a con
p re fe re n c ia á lo s d e l cielo, p o rq u e d e sd e ñ á is
d e a tr a e r so b re su s ca b e z as la s b en d icio n es
de D io s, y le s e n se ñ á is á ^ o s m ism os á a m a r
los b ie n e s m ás q u e á Je s u c ris to » .

•• •
L a d ifu sió n d e e s ta d o c trin a , ú n ic a q u e salT.'irá a l m undo, la e n c o m ien d a la O b ra S ale(1) Véase el n.® de Abril, pág. 95.

siiuia, en p rim er té n n iu o , a l ejem plo de su
sacerdocio y a i m ag isterio do su s e.scuelas. y
com o elein eu to c o n c u rre n te á la difim ión d e
h\s b u e n a s le c tu ra s, co u siste n te s h a s ta a h o ra
en l a h o ja v o lan te, el cnoutecito am ono, la iiov e lita , lo s pequ eñ o s tra ta d o s d e cien cia ó d e ­
voción c r is tia n a y los b o le tin e s d e la Con­
g reg ació n en q u e se co m unican á los coo­
p e ra d o re s la s n o tic ia s d e los tm b a jo s em pren­
didos.
L a m ies es m ucha, los o p erario s poco.s, los
m edios d e acción en esté te rre n o , son to d a v ía
deficientes. E u m a te ria d e le c tu ra p opnhir,
p o r c a d a m ano q u e sie m b ra trig o d e b u e n a
d o c trin a , h a y p o r lo m onos u n m illa r do m a ­
n o s q u e sie m b ra n la zizaña.
H e leído á este respecto el discm 'so p ro ­
n u n c ia d o e n el C ongreso S alesian o do B o­
lo n ia en 180.5 p o r el m arq u és T om ás O risp o tti,
y no pu ed o d e c ir sino lo íuistno q u e é l d e c ía :
íC uán ú til se ría la fum hición d e u n d ia rio
p o p u la r co tid ian o , e scrito con sencillez y brío,
rico en todo g én ero de noticisis q u e in te re se n
al p u eb lo y d e ínfimo pre<5Ío; ta l, q u e alojase
a l oi)erario do la teutsición d e a b re b a r su es­
p íritu en fu e n te s en v en en ad as, q n e « itisfic ie re
la p a rte n o m al s a n a d e su cu rio sid ad y lle­
v a se á su oído la i)a la b ra in s in u a n te q u e
lo a tr a e á l a re lig ió n y á la p rá c tic a m oral.
P e ro esto, señores, es to d a v ía en ca si to d a s
p a rte s u n a a sp iració n q u e m ás bien se a p a ­
rece com o u n im p o sib le : to d o s los rato n es
c o n v ien en cu a n d o se ju n ta n en congreso,
en q u e e s p reciso p o n erle al g a to el cascar
b e l; i>ero la s d iv e rsa s te n ta tiv a s em pren­
d id a s y m alo g ra d a s d em u estran q u e cu an ­
do h a y c a s c a d es d ecir, re la tiv a aflu en cia
d e m ed io s m a te ria le s, f a lta el ra tó n anim oso
y a stu to , y p o r si acaso h a y e l ra tó n , fa lto
e l ca scab el. N o solo so n ra to n e s Ic w d e la fab n la .
L a O b ra sa le sia u a h a h ech o , y sig u e ha^
ciendo en esa p a r te so lam en te,_ a q u e llo q w
puede, y es lo q u e e n su ú ltim a alocución
le s d e c ía e l p ro p io D . Bosco á los c o o p e ^
d o re s saíesian o s: «Con v u e s tra s c a n d ^ e s h e ­
m os estab lecid o tip o g ra fía s y hem os d ifu iu .íd o

en e l pn eb lo , p o r m illares, lib ro s y hojas en
d efen sa d e la m oral, fom ento d e la p ie d a d y
so stén d e la s b u e n a s co stum bres». N o es to ­
d a v ía m u c h o ; p ero es b a s ta n te d e n tro d e los
m ed io s con q u e se cu en ta.
L a b u e n a p a la b ra e sc rita , com o la h a b la d a ,
e s la sem illa q u e el se m b ra d o r d a á lo s v ie n ­
to s, y q u e J.)ios ú n ic o se e n c a rg a d e lle v a r a l
te rre n o q u e le acom oda.
G ra n m o tiv o á la co n sid eració n , a l a g ra d e -

d e D io s a l conv o carlo y a l h a b e r p e rm itid o
q u e resu en e en él ta n ta p a la b ra a u to riz a d a
y co n tag io sa, q u éd en o s siq u ie ra e n el e sp íritu
la co nviccióu d e q u e esto s sa c e rd o te s salesiano s tie n e n u n a m isió n a ltís im a y d e q u e la
cooperación á q u e n o s c o n v id a n es, p ro p ia ­
m en te p a ra no so tro s, u n lla m a m ie n to d e l a d i­
v in a g ra c ia , u n a vocaoión á la s fu nciones d el
ap o stolado, cu y as e sp in a s se re s e rv a n ellos
m ism os, u n a b e n d ició n q u e debem os recoger

Visita de D. Albern á Montevideo.
cim ie n to y a l a u x ilio p ú b lic o , es p o d e r d e c ir
com o l)o u H o s c o : hem os esp a rc id o i>or m i­
llo n e s lo s g érm en es d e la b n e u a d o c trin a , lo
q u e d eb íam o s h a c e r hem o s hecho.
U ltim a si^tisfacción p a ra el e s p íritu es la
c e rtid u m b re d e h a b e r acerfcwlo eou e l pro p io
d e b e r en la h o ra y e l m om ento o portuno; y
p o d e r ex c la m a r com o e l b u e n sie rv o d el E v a n ­
g elio : sie rv o s in ú tile s som os, hem o s hecho
so la m e n te a q u e llo q u e d e b ía m o s :,
E s ta satisfticcióu i)arece q u e p u e d e te n e rla
la o b ra d e D on Bosco. q u e e n e s ta éi>oca de
exi)losión d e la s in d u s tr ia s se h a a trib u id o ó
sí m ism a la ta r e a d e v iu c u la r el o b re ro con
l a K e lig íó n y r e s ta u ra r e u el ttü le r la s s a n ta s
tra d io io u e s d e l t r a b ; ^ c ristia n o .
Senoi:es, quéiieiios .siq u ie ra a l fin al d e e ste
C ongreso, com o re s u lta d o d e b id o á la g ra c ia

a g rad ecid o s, y á la c u a l hoy em p eñarem os
m ós y m iis e n co rre sp o n d e r com o c ristia n o s.

(Dirigiéndose el orador á Monseñor Dspinosaj.
G ra n co n su elo y a le n ta d o r an.spicio, B xcele u tísim o y R ev eren d ísim o ¡S eñ o r, es p a ra
v u e stro in c ip ie n te pontificado, q u e os h a y a
tocado, ai>enas im p u esto el sa n to P a lio ,
s id ir y a u to riz a r la s sesio n es d e e ste C on­
greso.
E s él u n a d m ira b le d esp lieg u e d e ftierzas
en q u e los elem entos cató lico s o s d ic e n : «Se­
ñ o r , in s p ir a , d ir ig e , im p e ra , y so b e todo,
im ita n d o á l l o i és d u ra n te el com bate, elev a
a l C ielo tu s m anos, o ra p o r no so tro s, b en d í­
cenos».

— 127 —■

o n

.A .n a é r * ic a
(Contm xiación.) (1)

A .c a d e m ia y v i s i t a Á In s e so u o ln s .
—C o m o so e s tiu lid iiquí lu Gr«*o{tri*aíííi. — U u I>aii<iuete — U im « le d a ra cirtii —Ti*al>nJ.» y ova<tÍ<Su — Un
pe<|iioiio <lis<rui*s<> — C on |>i*o|>ux’a-

e lo c u e n te s, poro p u e sta s en boca d el S r. que
la s pro n u n ció , in stru id o , n o ble y generoso p a m
con los hijos d e D . Bosco, d em u eatran cu an to
se a p re c ia a q u í la o b ra de n u e stro am ado
t i v o N p a o t i o l s o iru a < t< » Con¿ri*<*NO
S a l O N i a a o — E n O ai*i*2u>aN — ¡ Q i i a li­ P a d r e y F u n d ad o r.
A n te s d e la s cu atro d e este m ism o d ía v i­
t a pol>i*<‘^2f:a ! — P r o in io íi la <*oiin«
t a iio ia — Confor<»noia e n l a X*latu
sitam o s la s clases de la s H ija s d e M aría A u ­
— E p iso< lio ooniiiovetloi*.
x ilia d o ra : el n úm ero d e n in as q u e a siste n es
crecid ísim o y e l local en ex trem o reducido,
D . M ilau o q u iso h o n ra r á D . A lb o ra y á
A p e sa r d e la e x o rb ita n te c a n tid a d q u e ab o n an
la vez d a r im b u e n d ía á lo s n iñ o s p o r m e­
p o r su a lq u ile r, y se co m p ren d erá b ien esto si
dio d e u n a a c a d e m ia m ú sic o -lite ra ria . P o r el
se c o n sid e ra q u e la m ism a h a b ita c ió n q u e se
p ro g ra m a se podrá apre<dar la g ra n e stim a q u e
u tiliz a p a ra ig le sia sirv o d esp u és p a ra ta lle r
se h a c e a q u í d e la m ú sic a d e n u e s tro q u e ­
A la s 300 jó v en es q u e h a y en a q u e lla S a n ta
rid o h e rm a n o D . P e d ro liu i, c éleb re p o r sus
C asa, m e d ia n te u n a m o v ib le sep aració n de
b e lla s y deliciadas com posiciones m u sic a le s:
m ad era q n e c u b re to d o el ])resbiterio. ¡Qpó
m e a g ra d a so b re m a n e ra to d a la m ú sic a q u e
sa tisfech o e stjirá el S eñ o r al v e r com o a llí se
h e oido liastji el p resen te, y m i in co m p eten cia
p a ra ju z g a r la m e im p id e h a c e r el ju s to elo­ sa n tific a el tra b a jo u n ién d o lo A la o ració n !
E l 21 d e S ep tiem b re e stu v o D . A lb e ra en
gio q u e c r e ó s e m erece d ic ie n d o (ion el p o e ta :
Mater jM üencordkc q u e e stá á carg o d e unes9Utor ne u ltra crepidam . T am b ién a q u í v isitó
tro s h e rm a n o s quienes^ son cinco y Cuatro
D . A lb e r a la s escu elas. S u s p ro g ra m a s son
d e ellos, in clu so el S eñor D ire c to r in terin o ,
m u y ex te n so s y tie n e n com o fin p ritjc ip a l el
1). J u a n C u ro tto , d a n clase A los n iñ o s y e l
p re p a ra r A los jcWenes e n a su n to s com eniiales.
o tro e s tá e n c a rg a d o do la p a rro q u ia . D el cas­
pred o m in an d o e n tr e la s d iv e rsa s m a te ria s hn?
te llan o q u e h a b la este señ o r b ie n p o d ía p e d ir
M atem áticas. L a G eo g rafía* se e s tu d ia a q u í de
p
riv ile g io do in v en ció n ; p ero e n tre ta n to tr a ­
d istiiitii m a n e ra q u e la e stu d ia m o s n o s o tro s ;
b aja m ucho y a le g ra A los h e n n a n o s con las
sien d o quizA m ás ú ti l el i>rocedim iento. P r e ­
n a rra c io n e s q u e hace de a lg u n o s episodios de
g u n té D . A lb o ra A lo s n iñ o s d e u n a escuela
su ju v e n tu d , sien d o su id io m a en estos cjisoa
elem en tal lo s lím ite s de la lio p ú b lic a A r ­
u n a m ezcla d e ite lia n o , esi)añoI y veneciano.
g e n tin a y e l p ro feso r co n testó q u e no los sa­
El n ú m ero d e alu m n o s q u e a siste n A bis c.hisea,
b ía n ; ]>ero e n cam b io q u e te n ía n perfecto
in clu so s los m e d io -p o n sio n isttts, asciendo ó
conocim iento d e la s p rin cij)alcs calles, p a rro ­
o ch en ta. La C a sa p re se n ta un b ello asi>ecto
q uias, escu elas y en g e n e ra l d e to d o lo má.s
y ü . C ap rio g lio , no p u d ié n d o la e n sa n c h a r, le
im p o rta n te q u e tie n e Jb ien o s-A ires.
h a ad icio n ad o un j)iso m á s; an n rp ie en B ue­
D esp u és d e ta n a g ra d a b le v i s ita pasam o s
nos A ire s no es lo o rd in a rio el q u e las (^asas
a l com edor aco m p a ñ a d o s d e lo s }>riii(iipales
te n g a n tre s p iso s: A d ich o S r. le dejo la desb ie n h e c h o re s de la C a s a : h a g o esp ecial m en­
cri{>ci6n d e l n u ev o local, pues u n s e rv id o r v á
ción d e e s te m odesto b a n q u e te (si e ste n o m b re
A h a c e r a n a relació n , siq u ie ra sea su c in ta ,
puede d árse le ) i>or to m a r e n é l p a rte SalcKiad e los jire p a ra tiv o s del C ongreso.
nos y C oo p erad o res d e v a r ia s nacio n es, ju e d o H a b ie n d o recib id o c a rta s d e M ons. S a b a m in an d o lo s ita lia n o s , a rg e n tin o s y e sp a ñ o le s;
tn c c i, In te n iu n íiio d e 8 .8 ., do M ons. D u p rs t,
pero to d o s estA bam os u n id o s bajo n n m ism o
V ic a rio C a p itu la r y d e M ons. E sp in o sa, A ip en sam ien to é im p u lsa d o s A lle v a r A cabo la s
zobispo electo d e B uenos A ire s en la s que,
m ism as o b ra s d e c a rid a d e n c u a lq u ie ra p a rte
n o so lam en te se b en d ice y a p ru e b a n u e s tra
donde no s e n c o n trá se m o s y bajo la b a n d e ra de
e
m p re sa sin o q u e ad em ás no s a n im a n A con­
n u estro b u e n P ad.re D . Bosco. H a b la n d o so
tin u a rla , hem os te n id o hoy en Mater Minerib re el c a rá c te r d e la s n a c io n e s se le p re g u n tó
cordke la p rim e ra reu n ió n con el fin d e for­
á u n co o p erad o r p o r s u p a tr ia . — S o y C oo­
m a r v a ria s com isiones, siendo p re sid id a p o r
p erad o r S a le s ía n o , re s p o n d ió , q n e es lo q n e
M ons. A lb e r ti, Obís}>o a u x ilia r d e la P la to ,
m ás ap rec io y es e l m ejor titu lo q n e debem os
q u ie n Conoco y a ín a con pro fu sió n la o b ra d e
o ste n te r to d o s n o so tro s y a n te p o n e rlo A c u a l­
n u e stro am ad o P a d re D . Bosco. A la in v ita ­
q u ier o tro , o ra s e a d e n a c io n a J id a d ,.o ra d e
ción q u e h a b ía hech o D . V e sp ig n a n i acu d ió
nobleza. É s ta s ex p re sio n e s so n d e s a y o b a s ta n te
lo m ás selecto de B uenos A ire s, y to m a n d o
e ste S ^ o r la p n la b ra j expuso e l objeto d i
(1) Véase el n®. de AbríK "pág. 98.



128

fu tu ro Cotifcreso S a le sia n o q u e, no es o tro
q u e e s tre c h a r la s relacio n es e n tre lo s Cooi)era d o rc s p a ra fo m en tar la O b ra S a le sia u a y
h a c e r q u e su b enéfica so m b ra cobije á ta n to s
d esg raciad o s. O tro s v a rio s to m a ro n la p a la b ra
y e n to d o s se v e ía e l sin c e ro in te ré s q u e a b r i­
g a b a su g e n e io so corazón d e co o p erar a l engrandíMÚniiento de nue.stra a m a rla 'S o c ie d a d ,
pro ccdiéndoae después é n o m b ra r la s d iv e rsa s
com isio n es e n c a rg a d a s de d isim n e r todo lo
necesario , sien d o n o m b rad o l’ie sid c n te efec­
tiv o d el C ongreso el S r. I). A lb e ra , com o represciitsm te do I). H ú a y P re sid e n te s h o n o ra­
rios to d o s los líx c in o s é lim o s S res. A rzobispos
y O bisp o s q u e en él tom en ]»arte. P re sh h m te
d é l a C om isión e je c u tiv a M oas. A lb e rti y V ice­
p re sid e n te s el D r. 1). A b el H arán , m iem bro del
T rib u n a l S up rem o y el in g e n ie ro S r. D .K óriiulo
A yezza, V iiaipresiííento d el Consejo S u p e rio r
d e la (C onferencia d e S. V ic e n te de P aúl,
sien d o S e c re ta rio s M ons. V illa n o v a y Sauz,
l)i] <*e.io • ih‘1 Mensajero del Sagrado Cora::ón de
Jem a y el S acerd o te 1). J o s é J a u i, D irecto r
d e l C írtailo o b rero d e la C oncepción. Jíío
h ag o m ención de la s o tra s C om isiones q u e
tra b a ja n sin descanso y con a rd o ro so e n tu ­
siasm o, y ad em ás d e n u e stro s h erm an o s D . To­
ma tis, D. F o g lin o y D . R ota. E sp e ra m o s que
este S eg u n d o C ongreso te n g a ta n fe lix éx ito
com o el d e B ologua, sü q u e to m a p o r m odelo
en to d o lo q u e puede.
S on la s 7 de la ta rd o y M ons. A lb e rti tie n e
q u e re g re s a r á líi P l a t a : se te rm in a la sesión
y n o so tro s vam o s ú S. C arlo s. R e in a m al
tiem p o y e n el cam in o tu v im o s u n a p eq u eñ a
co n tra rie d ad p o r e n re d a rs e e l coche q u e nos
con d u cía (‘Oii la in m e n sa re d de lo s rie le s del
tr a n v ía : d ió u n a fu e rte sa cu d id a, n o re su l­
ta n d o o tra s co n secu en cias q u e la r o tu r a de
los cri-stales, te n ie n d o q u e a p e a rn o s p a ra q u e
el cochero p u d ie ra p o n erlo e n c o n d icio n es de
c o n tin u a r : con fad m o tiv o nos fijam os q u e
tam b ié n en A m érica, como en Euroi>a, se m o­
ja la g e n te c u a n d o llu e v e : su b im o s a l coche
p o r se g u n d a vez y s in q u e o c u rrie ra iiiiigiin
o ü “o in c id e n te lleg am o s ú S. C arlos, c ru z a n d o
jK)r m i m en te e l p en sam ien to d e lo indisiMuisab les (pie le son n u e s tra s ferv o ro sas o racio­
n es ú D . A lb era, p a ra q u e e l S eñ o r ai)avte
d e 61 to d o im ligro, p u es se ría u n a v e rd a d e ra
dosgra4*ia q u e \»or im in c id e n te d e sa g ra d a b le
no p u d ie ra c o n c lu ir la im ix n 'ta n tísim a m isión
q^no lo h a tra íd o ú e s ta s a p a rta d a s re g io n e s.
Con tcHlos s im p a tiz a y eii m uy a lto g ra d o , y
cn a n d o tr a ta n d e d ir ig irle esa s a la b a n z as
q u e d o u n m odo ta n ex p o iitáu eo b ro ta n d e l
corazón, é l la s c o n sid e ra com o d ir ig id a s á
D . R ú a , to m a n d o d e a q u í p re te x to p a ra e n ­
s a lz a r la s re le v a n te s v irtu d e s q u e b r illa n en
n u e s tro am ado R e c to r M ayor, p in ta n d o con
v iv o s colores, a u n q u e n o se a c e rq u e n á l a re a ­
lid a d p o r s e r a ú n m uy p álid o s, su v id a de
tra b a jo y siK*rificio, y el am or q u e d e m u e stra
p o r to d o s s u s h ijo s; p e ro d e im m odo esi)ecial
pro fesa u n a e stim a y u n c u id a d o in só lito s p or



los hijos d e A m érica. E n u n v iaje q u e hizo
eii co m p añ ía d e ’ D .-A lb e ra á T ie r r a S an ta
exclam al>a sie m p re q u e p a d e c ía a lg u n a p r i ­
v ació n : “ P o r esto co m p ren d o m u y bien
lo s m uchos tra b a jo s q u e su fre n m is hijos de
A m érica.”
A h o ra rae c o n c re ta ré á n a r r a r los hechos
m ás salien tes. E l d ía 22 de S ep tiem b re vino
á v is ita r á D . A lb e ra M ons. T errero , quien
h a b ía lleg ad o m om entos a n te s á e s ta Ciuda<l.
R ecu erd a p erfectam en te q u e h ace cinco meses
al com er uii d ía en el O ra to rio e n com paniii
d el Ca[>ítiilo S u p e rio r le h a b ía d icho D o n R úa:
D. A lb e ra m e re p re s e n ta rá en la s funciones
q u e se h a g a n en A m érica, con m otivo de la.s
B odas de P la ta d e n u e s tra P ía S o cied ad en
a q u e l C o n tin e n te —. E l d ía 25 v isita m o s la C asa
d e R ijas d e M aría A u x ilia d o ra d e Barracas
(b arrio d e B uenos A ires). R eco rd ará V . lo que
lie dicho a n te s re la tiv o á la C a sa d e H ijas de
M aría A u x ilia d o ra d e S a n ta Catalina, y sin
em b arg o a q u e lla C a sa c o m p arad a con é s ta es
u n palacio . E n é s ta el p a v im e n to siem pre
e stá h ú m edo y p o r la s h e n d id u ra s de las pa­
re d e s p e n e tra n el v ien to y el ag u a , d e modo
q u e casi h ace su e sta n c ia in so p o rta b le , y sin
em bargo, icu án to b ie n h acen en e sta Ig lesia!
D iez- añ o s b á q u e d esd e Satita Catalina á
B arracas v a to d o s los d ías D . B eliin g e ri, á pe­
s a r d e que, so h n n en te la cla.se d e a q u é lla abso rv e to d a la a c tiv id a d «le u n sa le sia n o : adem ás
todos los dom ingos dice el S an to Sacrificio
d e la M isa y pred ica en am b as p a rte s. E l
S eñ o r h a pi'em iado ta n ta v irtu d , y to d a s las
H ijas de IMaría A u x ilia d o ra en u n ió n d e l Sr.
In sp e c to r h a n aco rd ad o so co rrer á aq u ella
Ca.sa, y y a h a n le v a n ta d o , un n u ev o edificio,
estan d o ad em ás y a casi c u b ie rta la n u ev a
ig le sia q u e se rá b ellísim a y g ra n d io sa , y ade­
m ás d e su m a u tilid a d i)ara aq u el b a rrio . T am ­
b ién la S ociedad d e O b rero s e sta b le c id a en
este m ism o ])unto le h a d ad o 500 nacio n ales
como p ro d u cto do u n a colecta q u e h a hecho.
E l d ía 26 m arch am o s á la P la ta . D . Z anin e tti nos acom ])aña y c u e n ta e n tre o tra s cosa.s
q u e h ace 23 a ñ o s p o r no te n e r en el b u q u e
calzones p a ra cam b iarse, se pliso im a s o ta n a y
d esd e en to n ces ja m á s h a v u elto á v e s tir d e o tra
m a n e ra .— D . A lb e ra h a com enzado en la P la ta
u n a c o n feren cia en c a ste lla n o : in v itó después á
M ons. A lb e rti á q u e la co n tin ú e p o r la facilid ad
q u e tie n e e s te S eñ o r de h a b la r e l español. Mons.
a c e p ta g u sto sísim o y dice l a g ra n satisfacción
q u e to d o s ex]>eriinentan a l hosiMidar a l re ­
p re s e n ta n te d e D . R ú a. H a b la d el próxim o
C o n g reso y d e su ob.jeto, e x c ita n d o á to ­
do s á co o p erar á ta n b u e n a o b r a : recn erd a
con p la c e r u n episodio a l e s ta r en cargado
d e la p a rro q u ia d e S. I s id ro y d e cnando
ib a á ejercer su m in iste rio sa c e rd o ta l en
l a ig le sia d e la s H ija s d e M aría A u x ilia­
d o ra. — U n día, dice, e n c o n tré á u n a pobre
m ujer q u e lle v a b a u n a n iñ a d e la m ano y llo­
ra n d o se a lejab a d e la C a sa d e e sta s bn en as
S eñ o ras. S in q u e p e rte n e c iera á m i ju risd icció n

« I
— 129 —
]>arroquial m e a tre v í á p re g n n ta rle la ca n sa
íle su lla n to , la c u a l con p a la b ra s e u tre c o rtiid as
l>or lo s sollozos m e dijo q u e la D ire c to ra no
h ab ía q u e rid o a d m itir á s u . liija^ á p e s a r de
los m edios y la s sú p lic a s. Me d ir ig í a l C olegio
con el fin d e in te i’e s a r á d ic h a S eñ o ra, p u es
me p areció q u e e l caso lo re q u e ría ; p ero ¡c u á l
saría m i aso ju b ro a l lle g a r a l lo c u to rio y v e r
q u e la D ire c to ra e sta b a llo ra n d o d e la imvn e ra m ás a n g u s tio s a q u e se p u e d e u n o iuuvg in a r l j, P o r q u é llo ra V .? le di.fe. — P o r

v io le n c ia tu v o q u e h acerse D- A lb ei'a al v er
a rro d illa d o á M ons A lb e rti. A la fu nción de
ig le sia sig u ió u n a academ ia q u e h o n ra ro n con
su p re se n c ia el ilu s tro P re la d o y oti’os m uchos
Señores.
E l d ía 25 do S ep tiem b re v isitó 1). A lbora
la C asa d e H ijas d e M aría A u x ilia d o ra de
e s ta C iu d ad , q u ed an d o ad m ira d o del su n tuoso
y colosal aspecto q u e p re s e n ta el ediücio, de­
b id o á la riíjiieza y v a rie d a d de su s m árm oles.
Al R:iber 1). A lb o ra q u e M ons. Espino.sa

Procesinii licc'li.n en la Boca (Biiohok A ín s) el día 8 de Dicieiidii'e de 1900 en la »jttc
ti.nian p arte las niñas de la 1*. Comunión.
no p o d e r a d m itir á u n a iw b re c ita n iñ a , m e
co n testó , q u e h a e sta d o iujuí en c o m p a ñ ía de
su Jn a d re ; pero ¿cóm o a d m itir la s i m e fa lta el
p a n }>ara la s q u e te n g o e n c a s a t — H e aq u í,
c o n tin ú a M ons. A lb e rti, ])orque es n e c e sa ria
n u e s tr a g e n e ro sid a d en la s lim o sn as p a ra q u e
los hijos d e D o n B osíío y la s H ija s d e M aría
A u x ilia d o ra jnied an a te n d e r, sin dificu ltad ,
to d a s la s n ecesid ad es q u e se le s p re se n ta n .
A q u í co n clu y ó el o rad o r. E n l a in v ita c ió n
no se h a b la b a d e h a c e r n in g u n a co lecta p o r
se r d ía d e tra b a jo y á p e s a r d e to d o se re ­
co lecta ro n cien pesos. Mon.»!. su p lic ó á D . A lb e ra q u e d ie se su b e n d ic ió n á to d o s los p re ­
sen tes, esto es, q u e re p itie s e lo q u e ta n ta s
veces b a h ía he^iho el g r a n A p ó sto l d e l a j u ­
v en tu d . D. Bosco, á q u ie n a u g u ró el p ró x im o
h o n o r d e se r colocado en lo s a lta re s . G ra n

se e n c o n tra b a en la P la ta fuó al m om ento á
h a c e rle u n a v isita . E l S r. A rzo b isp o d em ues­
t r a su a g rad ecim ien to i)ara con los S alesianos
y d ic e qtie e s tá d isp u esto á favo recer su O b ra
tollo lo iK)8Íble, por el g ra n bien q u e hacen
á su s diocesanos. E n j)ru cb a tlel nU‘n to que
les. profesa h a ínviU ido á M onseñores Car
g ü e ro y C o sta m a g n a á la im iKísición d el
P a lio .
A Jas 3 y ^'2 fu im o s á la estación jíai-a to ­
m a r á la s 3 el tr e n q u e p a rtía i>ara B«‘rn a l,
aco m p añ an d o el E x cin o .é lim o. S r. A rzobispo,
D r. i) . M arian o A , E sp in o sa á D . A lb e ra
h a s ta la m ism a lio ra d e la s a lid a d el tren ,
¡ G u a n ta d istin c ió n y d eferen cia I y esto ¿por
q u é T — P o rq u e soy hijo d e D. Bosco — dice
D. A lb e ra .
í'/S’í eontinutírá.J

130 —
tes detalles r — Vimos,
estando nosotros acam­
pados al pie de un ce^
rro la noche del segun­
do día de haber partido
de lamisiún.que una co­
lumna de humo salía
de un bosque, la cqal
estaba á poca distancia
del cerro ocupado por
nosotros, por lo que,
suponiendo que fueran
los indios, vigilamos
toda la noche y aun
antes que amaneciera
nos pusimos en marcha
con suma cautela espe­
r a n d o sorprenderlos.
Pero cuando llegamos,
habían desaparecido. No
estalla todavía apagado
el fuego, lo que nos hizo
conjeturar que no hacía
mucho tiempo que se
habían marebado, y que
si emprendíamos una
activa persecución, muy
pronto
estarían
en
nuestro
poder. Por lo tanto
T lE llllA DEL FUEGO
nos dirigimos enseguida hacia el norte, pues
por las huellas marcadas en tierra, nos pareció
ser
tal el camino seguido por los fugitivos. Ha­
Poi*>«eoiici<5ni d le i n d i o s . — R o s l s t e n
bríamos caminado dos horas á la incierta luz de
a l u f u c i ’z a u f m u d i i . — D c 's o a x ’s f u
<lo íl<!cUtis. —Los guardias Itacou
jTuoaro c o n lo .s i*iA os- — B Ü iK ^i'tos. — la luna que iba desapareciendo para dar lugar
á los primeros albores del día, que lentamente
®«»i*¡n 'l<>!n. — N A m < ‘i*o <i<‘ l o s p i ’t 's o s .
— l ^ e l a c i ó u d e u u t e s t i $ j; o d e v i s t a .
avanzaba allá por el Oriente, cuando distingui­
•— f ^ p i s o c l i o .
mos un bulto que se movía, sin que á primera
NOS indios llegados dias después á la vista pudiéramos precisar si era un indio ó un
misión nos contaron q u e : — Comisa­ guanaco. A los pocos momentos viraos perfecta­
rios y cristianos (jefe y guardias) mente ser un indio, después vimos otro, luego un
mucho malo-pun-pun-pun-pun-in- tercero y finalemente un nutrido g iu p o , que
diauo-viluck-muclio, es decir, que el corría presuroso hacia el llíochico.
jefe con su gente correrá los indios, con muclios
Aprotamos el paso espoleando los caballos,
tiros m atar á muchos. Supimos por una nueva tanto que en breve pudimos llegar á distinguir
visita del comisario que el jefe, después do andar con precisión que era una tril)ii enlera que ya
mucho entro los cerros, había dado con una triiiu, estaba á la orilla del río en acto de vadearlo.
á la que liabia perseguido hasU alcanzarla á las Pusimos entonces los caballos al galope, deseosos
orillas del Kíochico, donde volviéndose los indios, de alcanzarlos antes que tuviesen tiempo de es­
hicieron frente á la misma policía, descargando parramarse y esconderse. Llegados al rio, lo en­
una lluvia de flechas, á lo que el jefe contestó contramos muy pantanoso y muy difícil de va­
haciendo fuego y matando á algunos, hasta con­ dear, punto ciertamente e.scogido adrede por los
seguir la rendición de los demás. Los presos, indios para asi tener tiempo de alejarse
entre hombres y mujeres, viejos y niños ascendieron eludiendo la tenaz persecución de que eran ob­
á noventa y seis, y fueron conducidos á la co­ jeto. En efecto, mientra nosotros estábamos bas­
misaría de S. Sebastián, donde los tenían ence­ cando el punto donde menos se empantanase!
rrados para llevarlos en el primer vapor á üshu- nuestros pobres caballos, los indios habían ganade
waia.
un cerro bastante apartado; pero, viendo que
Un vigilante que había acompañado en esta les era imposible escapar, se atrincheraron allí
expedición al jefe de policía me daba los siguien­ y se prepararon para oponer una heroica

resistencia. En tanto, las mujeres cavaron hondas
fosas y en ellas enterraron á todos los niños,
igualando también el terreno, que sólo un ojo
muy perspicaz podía advertir en la tierra señales
de haber sido recientemente removida. Cuando
llegamos nosotros, nos recibieron con una lluvia
de flechas pero nuestras balas eran más certe­
ras: cayeron muchos y á poco se rindieron los
demás. Fuimos inmediatamente á aprisionar á las
mujeres y niños, y ¡cuál no fue nuestro asombro
al no encontrar ninguna de estas criaturas! ¡Cómo!
¡ Si nosotros durante la pei'secución habíamos
visto caminar y correr muchos niños, entre los
indios! ¿ Cómo habían desaparecido tan repentina­
mente? Miramos detenidamente á nuestro alre­
dedor... nada, absolutamente nada vimos que
nos indicara escondrijos. ¿ Que habrá sido de
ellos? ¿H abrán desaparecido de una manera
diabólica? E sta sola idea nos hacía temblar
y que el ■terror se pintara en nuestros sem­
blantes. A-llí había muchas mujeres llorando
gritando y rasgándose las carnes como desespe­
radas, pero lo que es criaturas, ni el rasero.
¡ T sin embargo nosotros las habíamos visto!
E ra indubalile que debían estar, ¿donde? Era
lo que no sabíamos ni nos podíamos explicar.
E n esto á uno se le ocurrió que los podían ha­
ber enterrado. Mirando fijamente la tierra, dis­
tinguimos señales indudables de que la aserción
de nuestro compañero podía ser verdadera. Con
el ahinco y ansiedad del que busca un tesoro,
nos pusimos á cavar la tierra y, á la profun­
didad de media vara, encontramos un niño de
unos cinco años, después otro y otro, hasta que
con tanto horror como contento encontramos á
los demás— .
En la comisaría de S. Sebastián los tuvieron
encerrados en un calabozo, hasta que en fin, lle­
gado un vapor, los transportaron á la capital
dcl territorio. Pero tanto de S. Sebastian como
de ü sh u w aia lograron evadirse una gran parte,
burlando la vigilancia de sus carceleros, y al­
gunos de ellos, después de varios meses, volvie­
ron á la misión y me contaron lo que les había
sucedido. Cuando últimamente, en Octubre de
1896, estuve en Ushuwaia, reconocí á varios, y
ellos, que á uno nunca le olvidan, celebrai-on mi
llegada como mejor les fué posible, y pesarosos
por no haber prestado oidos á mis avisos á la
vez que agradecidos á los beneficios que les ha­
bía dispensado, me ayudaron á bautizar á unos
cuarenta de sus compañeros.
E l ieífe <le p o lío írt ise -veiisríi <lel <ies á i r c r*eeil>í<lo e n In nti^i<Sn, p o r
m e d io d e tKa Prensa^
ü'u.eao» Ai■r&sy
Mayallanet* d e I^ u n tn ren si» .

E l jefe de policía se creía ofendido por mí.
E l desaire, que creyó haber recibido, cuando yo

le hablé con tanta franqueza sin ambages ni
rodeos, debía • ser vengado, y lo vengó, haciendo
á sus superiores una furiosa denuncia contra mí,
y publicando en La Prensa, diario de Iluouos
Aires, un artículo en que decía que el P. José
María Beauvoir, dicector de la misión, avisaba
á los indios, los encabria y defeiiilia: en fin ,
que era un sujeto peligroso y por lauto |HKÍía
su destitución. Esto lo supe después por ICi Ma­
gallanes, periodicucho de Puntaremis, cuyo oficio
es el de recoger cuantas sandeces y necedades
dicen contra los sulesianos los periódicos de
nuestros enemigos.
Volviendo á la misión, algunos meses antes
del hecho que acabamos do referir, nuestro más
solícito cuidado era el de atender á los indios
que estaban con nosotros, que eran, además de
los ya citados más arrib a. Mateo del Frío, her­
mano de Simón, muchacho de unos diez y ocho
años, que voluiitariameute se presentó á nosotros,
después de liaber ayudado á bien moi ir á su pa­
drastro José Abuelo. Ya ,ue hemos nombrado á
éste no me parece fuera de propósito hablar
de él.
n e g r a , en fferm o A l a míHióa e l v ie jo
jo»^é A buelo. —9*e !«■; p o n o «*n u n a
c a s i t a . —M u e r e <letspn<?s <lo l»nl><‘F
issido b a u ti^ sid o . —i^e l e d a ci*istiau a s e p u ltu r a .

En los primeros días del mes de Junio, llega­
ron á la misión unas treinta carpas, próximamente,
es decir unas ciento cincuenta personas. Se de­
tuvieron al pie de una loma, distante uñas cinco
cuadras de la casa. Habiéndolas visto nosotros,
no quisimos ir sin darles primero tiempo á que
con toda comodidad las mujeres levantaran los
toldos, pues que todo el trabajo lo tiene la mujer.
Es del hombre solamente, cargar con el enorme
fardo, que contiene las pieles y palos para las
tiendas, útiles, bolsas de cuero, en donde guar­
dan víveres y chucherías. Cuando delien acampar,
llegan los hombres, guiados por el capitán, ecliaa
al suelo el fardo, que deshacen las mujeres con
prolijidad y las que apartan cosa por cosa, to­
man los palos, los fijan en el suelo bastante in­
clinados hacia el centro, cubren todo después
extendiendo las pieles de guanaco viejo, que son
las más duras, tapan las rendijas que haya con
cieito pasta, colocan adentro y alrededor todas
sus cosas y á la puerta encienden el fuego. Cuando
vi que todo lo tenían arreglado, antes que se
esparramasen, fui adonde ellos estaban con uno
de los hermanos y les llevé algunas galletas.
Mientras hablábamos, les estuvimos observando
y advertimos que había varios amarillos y
flacos que difícilmente se podían tener en pie,
y otros, con una tos, que daba lástima. Loe exa­
miné y encontré que algunos tenían fiebre y uno

132 —

especialmente, José Abuelo, el andano padre dél
capitán Pablo y de Sebastián, ca^do primero
con la madre de Simón y Mateo del Frió y
después con Carmen, hija de su esposa y liermana de Simón y Mateo, á la que nunca pu­
dimos bautizar.
Aproveché entonces la ocasión, para ofrecerles
y hacer aceptar á los enfermos las casitas, que
ya de tiempo tenía preparadas y en las que aún
ninguno había querido habitar. Yo mismo, ayu­
dado de otro.s, llevé al pobre Abuelo á la que
estaba más cerca, le hice la cama con un poco
de paja, le acosté y cubrí con un cobertor de
lana. Después de iiaberle dejado descansar a l­
gunas horas, le llevé un poco de caldo y al día
siguiente le di una purga. El capitán Pablo, so
pretexto de asistir más de cerca á su padre,
aceptó también una casita, adonde se recogió con
su iniijer y una iiiñita, hija de ambos. Imitó su
ejemplo Sebastián, que habitó otra casita con su
mujer y lo mismo liicieion otros muchos, em­
pezando de esto modo providencial á habitar bajo
tediado, cosa del todo nueva para ellos acostum­
brados al aire libre y basta al viento, á la llu­
via y á las nieves. ¡Bendito sea Dios que sabe
sacar el bien del m al! Con unos enfermos dimos
principio á una población estable, pequeña, si se
quiere, pero que, mediante pocos esfueraos, per­
severa y que de día en día irá aumentando.
El resto de la tribu, ó por celo ó por envidia,
llevó á mal que L s más caracterizados entre ellos
abandonaran los antiguos hábitos y costumbres,
y así lo- manifestaron al capitán llegando hasta á
amenazarle de no continuar más en su compañía
en el caso de que no dejara la casita, llióse Pablo
y los dejó partü' muy enojados, quedándose él
tranquilamente á cuidar á su padre enfermo.
Estaba este demasiado grave y el rigor de la
enfermedad junto coa la avanzada edad volvían
ineficaces cuantos remedios se le prodigaban.
Quince dias después, no obstaite los solícitos
cuidados con que se le atendía, llegó á tal punto
que desconfiamos do salvarle.
Una Urde, lo recuerdo siempre con horror,
me dirigí á la casiU en un momento en que no
era esperado. Al entrar vi con indescriptible es­
panto á Sebastián, hijo menor de Abuelo, que,
después de liaber envuelto á su moribundo padre
con su misma capa y fajádole como se faja á un
infante, con los dedos índice y pulgar de ambas
manos le apretaba la garganta coiuo si quisiera
asfixiarle, mientras la desdichada victima de­
jaba escapar apagados ronquidos.— ¿ Qué buces,
bárbaro ? — exclamé lleno de indignación y es­
panto — ¡Cuidado bribón! ó le sueltas ó te
mato.— Asustado y todo temblando, dejó á su
padre al oír mi voz y, sin proferir palabra salió
de la estancia con su hermano Pablo. Quedé solo
con Simón el que me ayudó á auxiliar al infeliz

moribundo y á sugerirle algunas oraciones y jacu­
latorias para prepararlo á i ecibir el santo bautis­
mo. Se lo administré y le entretuve después como
una hora, y, pareciéndome que no estaba tan pró­
xima la muerte, le dejé al cuidado de Carmen y
me retiré á cenar, pues había sonado la campana.
Pero aún no habíamos terminado, cuando me vi­
nieron á avisar que había muerto. Parece que los
dos hermanos, cuando yo rae retiré, volvieron á la
casita y por librar al padre de sus sufrimientos,
cediendo á su feroz costumbre, lo acabaron, asfi­
xiándolo. Esto creíamos todos, pero no teníamos
pruebas suficientes de ello, así es que nos vimos obli­
gados á callar. Aquella noche le veló un hermano,
porque sospechábamos que lo quisiesen robar, como
en efecto lo intentaron, aunque sin fruto. Por la ma­
ñana se colocó el cadáver en un modesto ataúd, que
durante la noche h'zo el coadjutor Bergese. Era
el día 28 de Junio de 18^5, vigilia de los
santos apóstoles Pedro y Pablo y nosotros, para
alentar y dar confianza á los ind os, nos decidimos
á celebrar las honras fúnebres de José Abuelo
con la mayor solemnidad que nos fuera posible.
Lo llevamos como en procesión al lugar desti­
nado para darle cristiana sepultura, y. cuando
con toda la pompa de nuestro ritual se la' hu­
bimos dado, sobre su tumba clavamos el signo
de nuestra redención, la Cruz de Jesucristo.

U E S T R A
COREESPO ND ENO IA

SALAMANCA.
Si*. Director del Bülktín S alksiaxo.
Mny Sr. mío : A fuer de mero espectador voy
lí reséñ.ir la eeucilla al i>ar que gm ndiosa m ani­
festación salesiana que tuvo liijíar durante el mes
que trauscuiTe eu la antigua Parroquia de S. Be­
nito de esta C apital, uobUí.^íiua ciudad, Humada
por la liistoria Roma la Ciiíca por sus autiguos
momimeutos, y la pequeña Atenas por su celebé­
rrim a Uuiversidml.
Después de elegante invitación, verdadero trabnj«» tipográfico, debido á las Escuelas de Ai-tes y
Oficios que los Salesianos tieuen esmblecidoe en
Sarriá, Barcelona, inicióse un triduo de prepara­
ción p)ira la fiesta del Sto. Doctar de la Iglesia,
S. Francisco de Salea, Patrono de esta Societlad
Salesiana. En los «lías 1-t, 15 y 16 se m.anifestó á
S. D. M. y concluidos la Estación al Smo. y Sto. Ro
aario, luciei’on sus dotes orabu ias los Ctmperadores
S.alesianosSres. D. Donato Marííu Sánchez Campo,

133 —
Doctor en Sagrada T eología, que con correcta
frase y cnatiziv expresión castellana probó el deber
ineludible que tienen los padres de eduear á sus
hijos, según los principios de la nióral cristiana, y
presentó como eieuiplar y libro donde .aprender,
al Padre de los niños, al Pedagogo del siglo XIX,
á D. Juau Bosco ó á sus represeutantes y continua­
dores de esta Obra regeneradora, de esta nueva,
pudiér.amos ilainarbi, corredención de la juventud,
cooperando con Jesucristo.
lU segnnd«í-día, no apartándose del tem a trasceudeutalísimo de la educación de la niñez, hizo
ver á grandes rasgos con bien estudiado discurso
el modo de guiar á seguro puerto la frágil nave­
cilla del alm a del niño jmr el buen ejemplo de
los educadores, la. oración y la corrección, y e n ­
tusiasta adniiiador de D. Bosco, retrató con pin­
celada m aestra los medios maravillosos que em­
pleó este Snato Varón pava llevar á cabo esa
Obra colosal do liacer católieos á los hijos del
trabajo, prineipnlmente con la erección de los
Oratorios festivos
El tercer día, 16, nos dejó oir su elocuente y
autorizada luilabra el lim o. Sr. D r. D. líamón
B arb erá , Provisor y Gobernador Eclesislstico de
este O bispado, que se dignó dar la Conferencia
de Reglamento á los benem éritos Cooperadores, y
trazando un adm irable cuadro, nos ofreció á la
vista la vida de D. Bosco, sacerdote p o b re , sin
recursos, la inangm ación de la prim era piedra de
su Apostolado el día de la Inmaeulada, el cober­
tizo de Valdocco, sn.s prim eros alumnos, los tra ­
bajadores de su Viña, el In stituto Salesiano bajo
el I’atroeinií) <lel Apóstol de la mansediitnbre. Las
asociaciones de Hijas de María Auxiliadora y de
Cooperadores Salesianos, que según dit-ho señor, es
como una tercera Oi'den, gozando de todas y cada
una de las iiidnlgeiieias coiice<liilas A los tercia­
rios franei'CiUJos, y que, entre paren lisis, póngalo
Vd. en letras do molde, á muy poca costa pnédense acum ular riqui-zas imperecederas (jue el'
ladró» no roba ni la pofí/ía roe. ¡ Tesoro iuiueuso
para la vida e te r n a !
De tres maii'-ras, dijo, se coadyuva á la santa
Obi'a d e D. Bosco: con limosnas, oraciones é in­
fluencia. El que carezca de recursos pnolle orar
y todos podemos elogiar 6 influir en la j>ro¡mgación y extensión de elbi.
Aeto seguido dió la bendición con S. D. M. á
los Cooperadores y fieles presentes.
El 18, fiesta de S. Francisco de Salea, presen­
ciamos la Piániera C<mnmión de unos cmuitos n i­
ños, que iban á hospedar en sus tiernos comzones,
al bnniílde y camloioso Corazón do Jesús. La Mís.a
fue celebrada por el Sr. Cura Párroco D. Gaspar
Jiménez y Keiíila, (juien con fervorosas y seuti«las
fra.ses encendió en los convidados á la Mesa Eucarística deseos ardientes de recibir á Crist<» J e ­
sús (|ue se puede decir por antonoimosia el Amigo
de los niños: Delidae meao esse cum filUs hoininum. ”
Aquel día fueron regalados con un suculento
desayuno y varios objetos recordatorios de este
día para ellos tan feliz.
A las 10 y m edía fué la función solemne en la
que estuvo S. D. M. de m anifiesto: hubo acompjiüamiento de orguesta. Asistieron á la míKi sol onne,
oficiada por los RR- PP . C apuchinos, las demás
órdenes religiosas, C arm elitas, Jesuítas y Domi­
nicos. El panegírico del S.anto fué predicado por
el R. P- D. Efrén Aetudillo {S. J . ) , D irector del
Apostolado de la Oración. Este Pa4re hizo un pa­
ralelo entre el Sanie» y Don Bosco, haciendo ver

las razones que tuvo este venerable y santo Sa­
cerdote para escogerle ProU'ciítr de su <»bru.
He de confesar que el sermón del P Astudillo
fué un verdadero trabajo qtie honra á dicho aoñor, confirmando una vez más la fuma quo justa­
m ente goza do orador sagrado, no por dicción
campanuda y altisonante, sino por el espirita
apostólico que le impulsa.
Eutusio-smado con 1). Bosco no lo soimró ni un
momento de S. Francisco do Sale.s.
El altar estuvo prof'usaimoite ilnmíniulo y ador­
nado cou artístico gusto. Seis ángeles cu actitud
de respetuosa adoración sostenían cniidelahn>s do
diez bujías y una multitud do ramos cajiricliosa
y elegantem ente combinados, ofrecían agradable
perspectiva.
Cinenenta bombas do cristal blanco con sus
correspondientes lucos daban grata impresión á
los fieles qnc llenaban la única navu de que consta
dicho templo.
Acabafla la función, renniéronso las Ordenes
Keligiosas en el Prc»tectorado de Indnstriales J ó ­
venes, residencia do los Sulesiaims, con los Se­
ñónos Párroco de S. Martín , el Sr. Cura do la
Parroquia de la Purísima y otios distinguidos
eclesiásticos y seglares Cooperadores y adm ira­
dores de la Obra Salesiana á fin do p:irticii»ar del
modesto ágape, laudable co.stnmbie qm? viene <»bservándose desde tiempo inmemorial entre los
veligioso.s de pasar el día de su Patrono ó Fundador
en amable compañía.
Le anticipa las gracias y se ofrece de V. S. S.
en J. C.
q. b. 8. m.
Un Cooperador salesiano.
Saltiiuanca, 21 ilo Febrero de I9bl.

MARIA (Almcr.'a).
R vmo. S k. D. Migüki. R úa.
El católico pueblo do María e.stá do enhorabuem i; hoy que Iiv impiedad é irreligión, azuzadas
por los sectarios enemigos <iu iiuestia Ui-ligíón sa­
crosanta, cunden por doquier, lo.s hijos de este
pueblo para precaverse contra las aseelianzas de
«•sos enemigos, ]irucuran eslncliur cada vez niás
loa fraterimles lazos, basadíis en la calidad ciistiana, y prueba de. ello es, la rápida organización,
apenas lúe iniciada, de la Pía Unión de los Coo­
peradores SaleJtianos, cou lo (lite lian añadido un
nuevo blasón á los que ya poMu'an en su bien
tim brado escudo religioso: coulrilm ir á sosleuer
y pn»pngar la mugiiftica Obra di^ D. Bosco es un
ideal «lue b a Ibmadu de eiitusiasniu el corazón
de los habitantes de esta villa.
Apenas se indicó la idea iintcH dicha |»or el
digno y celoso Pbro. D. Pedro Martínez Kmnero,
filé acogida con general aplauso, y acto Maguido
empezaron á inscribirse como Cooperadores gran
núm ero de personas de ambos sexos, yendo á la
cabeza de las listas el Clero eu m asa, que con
elb» ha demonstrado una vez más su celo por
toíb» lo que puede redundar eu mayor honra j
gloria de Dios y bien de sus semejantes : asciende
va á más de nn centenar el número de los Coo­
peradores, habiendo fundados esperanzas de qne
aum entará considerablemente.
Deseando los ya asoci.ad«»s dar piíncípio al de­
sempeño de su cometido, acordaron como prim er
paso celebrar una solemne función religiosa en

-- 134 —
boDor de su. Patrono Si Francisco de-Sales, colo*

oándose bajo su iumcdint^i protección y amparo,
, é iiivücaudo BU poderosa intercesión á ñu de <ib. tener lu divina gracia, tan necesaria para la con*
aeciición do toda Imeua obia. Al efecto, en las
, tard es do los dina 27, 2^ y 29 del corriente mes,
, se ha celebrado un trid u o , dtu'atde cuyos actos
se exliortí) tlesdo la Sagrada C átedra por los Se­
ñores Fliros. D. Podro Martínez ll«m»ero y Dou
Mai.uel Gallardo Honedicto al mmieroso auditorio
que liahíii conciiirido, á la )>evsevorancia en la
coiitiiiiiación y desarrollo de la Obra comenzada.
.£] 28 ul to<pie de oración de medio día, el alegre
voltear de las cnuipaiias anunció á los tíeles la
' celebración de la tiestiv para el siguiente, cantáudoso por la tarde d>‘ dicho día 28 solemnes Vís­
peras. Llagado el 29 y siendo las nueve de su
Diañnua dió principio la Misa de Comunión ge­
neral, celebrada por nuestro dignísimo Sr. Cura
Eeóuomo ü . Francisco Gómez Lópi'Z, a.vudado do
los Sres. Sacerdnti's D. Manuel 6 a lanío Betiedicto y I). (hiiidido Martínez Navarro : en el acto
de la Sagrada Comunión el coro, acompañado de
los suaves y armoniosos acordes del órgano, en­
tonó el Punge l'mgnu, durante cuyo himno, fueron
acercántloso los Coopernilores y varios otros fieles,
á tom ar parle en el Celestial banquete.
Por la tard e después del Triduo, previa cita­
ción hecha desde el p u lp ito , se reaiuieron en lu
sacrisiía los Cooperadores con el fin de celebrar
una C onferencia, según previene el Reglamento,
la que fuó presidida por el Sr. Director D. F ran ­
cisco Gómez, asisti«lo del Decurión Tesorero, Don
Pedro Martínez Romc-ro, del Secretiirio D. Luís
N avarro Motos y tlel publicista D. Juan Alarcón
Serrano ; hizo uso de la palabra el Sr. Director,
y con su natural y elocuente sencillez animó y
estim uló otra vez más á los asociados al cum pli­
miento de la obligación que voluntariam ente se
habían Im puesto, procediéndose después é hacer
a n a colecta para coadyuvar á los fines de la Aso­
ciación, con lo cual se dió por term inado el acto.
Se reunieron las Cooperadoras y di-spués de la
lectura del acta de organización de la nsoi-inción,
de la aprovación de la m^sma y concesión <le
indulgencias por el limo Prelaih» de la Diócesis,
se procedió al nombramiento de Celadoras, resul­
tando elegidas las sig u ien tes: Sras. D* Elena
Romero Peser y I)'' Francisca Martíuez Fernán
dez; Stas. D* Genoveva Diar Moto.s y D** Josefa
Gnrríguez M artínez; nuevam ente hizo uso do la
palabra el Sr. Director para recutnoudar eflci^cíeimamonte á las asocia<las quo cum[)lieson con la
misión que les estaba confiada, poniéndoles do
relieve los inmensos beneficios morales y m ate­
riales que puede reportar el ejex’cieio do dicha
misión, conelu.véndosu el acto con una colecta en
beneficio de los fines de la Pía Unión de los Coo­
peradores Salesianos.
Al siguiente d ía , 8 0 , el Decurión, Pbro. Don
Petlro Martínez, celebró Misa de Comunión ge­
neral, tamltién con acompañ-imiento do órgano, ó
la que asistieron los asociados, que se acercaron
de nuevo ú la Sugiacío mesn, aplicándose la santa
Misa y Sagrada Comunión en sufragio de las al­
mas de los ('ooperadoi'c.s difiiutos : rezeSse después
en Comunidad el santo R osario, aplicado con
igual intención.
Al final, reunidos los Cooperadores seglares,
dieron uu voto do gracias á toilos los Señores Sacenlotos de esta Parroq^uia que con tan ta solici­
tu d y celo han rivalizado en solemuizar los actos.

Aprovecho, ja ocasión para ofrecerme .sn más
hom ilde servidor y Cooperador Salesiano
El Publicista

J dan Alarcón.
Ifaria, 31 de EDero de 1901.

C IU O A BElfA (M efloi’ca).

Sr. Director del Boletín Salesiano.
Muy Sr. mío y de m i más distinguida conside­
ración : Un motivo gratísim o para m í es el que
me impele hoy á m olestar una vez imis su aten­
ción <lirigiéndole la jireseute, á fin de que se di^ne
insertarla en el B oletín de su direccióu, si lo
cree oportuno.
Si los buenos ciudadelaiios se duelen de veras
al contemplar que su pequeña patria y a empieza
ha verse sum ergida por las corrientes devastado­
ras del mal que todo lo invade, sin e«nbargo, la
iiistahicióu de los simpáticos Hijos de D. Bosco,
es para todos un consuelo y una esperanza, que
en su día báse de convertir en m anantial inago­
table de gracias espirituales, á favor de tantas
almas que al borde del abismo están tendiendo
sii.s manos suplicantes, porque la altísim a misión
que el ilustre sacerdote de Valdocoo confiara á
sus Hijos, se ordena á form ar los corazones de la
rieima juventud, objeto predilecto del Corazón
aniantísimo de Jesús.
El influjo de la Sociedad Salesiana está ya tau
acredicado en todos los pueblos que tienen la di­
cha de cobijar en sn seno á tau beneméritos Re­
ligiosos, que muy bien puede decirse, que si la
venereuda y antiquísim a Orilen Benedectina llegó
en su tiempo á uu estado tan fl«irei‘i»-iit-e, que el
orbe entero podía llamarse benedictiuo, así tamliit'u acontecerá á la graiidio.sa obra de regene­
ración de D. Bosco; piU'S que tal es la prepon­
derancia que va alcanzando, que limitándome á
lo que hemos tenido ocasión de poder apreciar
con los que tenemos entre nosotros, aparte de loa
frutos de bendición ya conseguidos por ellos,
tanto en la parte moral como intelectual, me
place decir, (|ue mis compatricios no pueden
memos de confesar la admiración que les causa la
sencillez en el canto y en la poesía que enraeteriza
á los Salesiauos eu todo lo que van reiilizondo con
los niños.
D isim ule, Sr. D irecto r, el que me haya alar­
gado tanto, apartóndoine del verdadero objeto de
la presentCv mas i‘U vista del gran bien que los
Salesianos están llevando á cabo eu mi querida
C indadela, no he podido menos de ezpresjir de
algún modo la inmensa gratitud de que se hallan
poseídos nuestros corazones, prodigando algnnas
ft-ases de merecido elogio, en pro de tan simpátic4T como regenenrdora SociedadNuestros beneméritos Salesianos han celebrado
con Bolemniilad inusitada la fiesta de su glorio­
sísimo ó ínclito Patrono S. Francisco de Sales.
Después de una fervorosa novena de prepara­
ción, en la que el amado Director. Rdo. P . F ran ­
cisco Atzeni, dirigió su autorizada palabra á los
alumnos del Oratorio y numerosos devotos del
Santo que concurrieron á ella, celebróse dicha
festividad.
A mús de una concurrida Misa de Comunión
en la que fué celebrante el Exemo. Prelado dio­
cesano, Dr. Castellón, á las 10 celebróse • la fun­
ción solem ne, en la que ofició i-l M. I. Licen-

— U5 —
ciado 1). SeUnstij^n Vires, diguidad de. Arcediano.
Éstiivo euearga«Ío do ensalzjir laa gldrias del
Santo el joven Doctor D. Gabriel Vila, Ecónomo
de ia PaiToiinia de la Catedral y Sub-Secretario
del Sr. O b is p o q u ie n con la soltui-a que le es
propia, p«)r espacio de más de una hora, tuvo
j>eudicnte de sus labios al numeroso concurso que
cón religioso fervor le estaba escucbando. Desa­
rrolló con m aestría el tem a qne se había pro­
puesto. Imitatores mei estoie, sicut et eyo Christi:
tan bellos pensam ientos se desprendieron de sns
labios en su hermosísima ovación, que siento que
el reducido espacio de esta cartjr no me perm ita
el consignarlos todos: encomiando el celo arden­
tísimo del Santo en la. conversión de las almas
d ecía:— muebos fueron los Obispos couteiujioráneos del Santo <iue supieron reducir á pavesas
las herejías de aquellos tiempos, jiero S. Francisco
de Sales tenía el don de convertir los corazones,
pues que sus palabras eran saetas que los herían
conviitiéndolos por entero al Señor—. Casi al fina­
lizar sn discurso el Dr. Vila, tuvo frases de juereciedo elogio para la Congregación Salesiana,
verdadera obra de regeneración, que v a tomando
rápido vuelo, pues que hasta en nuestra pequeña
ciudad tenemos la dicha de cobijarla.
En la Conferencia que se celebró, después que
el Rdo. P Director, con el fervor que le es tan
peculiar, hubo term inado su plática reglam enta­
ria, en la que con sentidas frases recomendó la
Obriv de D. Bosco á la caridad de los Coopera­
dores, el Esemo. Sr. Obispo tomó la palabra enciireciendo de tal modo la trascendencia de la enseñanziv basada en ios dogmas de nuestra santa
fe, mayormente hoy día que tanto se trab aja en
pervertir á la juventud, que nos confirmó más y
más en la providencia que ha tenido Dios nuestro
Señor con esta ciudad en la venida de los Salealanos, que faut<i celo están desplegando en bien
de las alm as que les han si<lu confiadas... Lucg<»
86 verificó una colecta voluntaria, y se finalizó
con la bendición de S. D. M., que dió el Exemo.
Pastor de nuestras almas.
No quiero term inar la p resen te, Sr. D irecto r,
sin siquiera consignar la velada cómico-literaria
que c»»n motivo de la fiesta onomástica del Señor
Director celebraron los Sulesiuuos y alumnos de
nuestro Oiatorio.
Después que el jóven religioso D. Miguel Bois
hubo leído un discurso al ainado D irector sobre
la gratitu d y el amor, dióse principio a ^ p rim e r
actode la Com edia: Los dos saboyanitos, habien­
do además bonitiis composiciones poéticas que
en los interm edios de la misma recitaron los
alumnos con tal lim}>ieza de dicción, gracia y
soltura, que fonnnron las delicias de todas las per­
sonas que concurrieron á tan i>e11a función.
Term ino , Sr. D irector , anticipándole las más
expresivas gracias, y aprovechando una vez más
la ocasión que se me presenta, me ofrezco de
V. S. S. iu C. J .
q. b. 8. ni.
F kancisco Calafat , Pbro.
C indadels j Febrero 27 de 1901.

C líiT O ((Ecuador).
^CoilfíHWdc/ó».^ (1)
K olación d cl K. 8 r.

Guido fíooa, Miaionero

S alesiauo un ía KcpúlHioa dol Kcuador.
I>o 01iagriiax*pncta A P a l l n t i m e <&
•—
A
q u io rts oclel>rni* lu tsm uta
*? — T’í'm oreN <l<^ oii<sii.<«uti*ofli
—l?ai'u<l4>!X*o «
IVloiiitiM »—ISeudlito uliiiucx'^o. —A.
R io V u iu b u .

A la m añana sig u ien te, 6 do N oviem bre, dobíumos seguir el viaje para el iuteri(»r. Deseá­
bamos salir muy tem prano pura acelerar nues­
tra llegada á Riobamba y poder ostar entre
a<)uello8 queridos bennnuos, qne no habíamoa
visto desdo la época de nuestro (lestierro. Un mea
seguido de viaje y entre contiinios tomorea y zo­
zobras, no sólo consume las fuerzas corporales,
sino que tam bién las del e sp íritu , y so ansia el
momento en que se pueda volver á la calma y
tranquilidad de nuestros Colegios. Pero no ae
cumplieron nuestros deseos. El arriero que traía
el equipaje y que se había comprometido á con­
ducirnos basia el térm ino del viaje, no llegaba.
Rezadas Jas oraciones, mirábamos eon muclia fre­
cuencia al camino, del mismo modo que el nave­
gante dirige repetidas veces su mirada desde elpuente del navio, ctm la esperanza do ver pronto
el pnertí) tstn deseado.
Cada hora nos parecía una etern id ad , pues se
nos irrogaba un atraso enorme^ auineutándose so­
brem anera nuestra in<)uietud cuando al dar las
diez aun no había llegado nuestro arriero. Cuando
á Dios plago, y precisamente en el mointmto en
que de acuerdo con nuestro Cooperador íbamos
á procurarnos oti*a manera de eamimir, llegó el
a rriero , y suspiiaba cual otro iMoisds «pie debía
(omducirnos al través do la m ontaña á la tierra
prom etida: iunicdintamcnto dispuaimos la salida.
Almorzamos ; nuestro ó|)timo ('ooperador tuvo la
fineza de prcHt.arnus las caballerías (pie drbían con­
ducirnos, y i»ara colmo de su bondad nos acom­
pañó basta dejarnos en buen cam ino, dándonos
ademas una ta ije ta do rucoinainlación pura el
Sr. Cura de Pallatajiga, en donde debíamos per­
noctar. Yo le había rogado que nos aconipañase
liasta R iobam ba, pues sólo ia compañía de tan
buen señor había sido suficiente para disipar todo
temor. Muy críticas eran eu re;ilidad nuestra*
circunstancias. El viajar de incógnito. por cami­
nos m alísinm s, desconocidos, en compañía de un
a rrie ro , que en estos casos se puede decir es el
árbitro de nuestra vida ó de nuestra muerte, y á
más con la casi completa seguridad de sufrir una
seria requisa por las autoridades civiles y m ili­
tares, teniendo éu cuenta las circiinstaucias espe­
ciales de la R epública: todo esto causa honda
impresión y sólo ¡mede comprender su verdadera
intensidad (juien se haya visto en trances apura­
dos. Trascendentales é im portantes asuntos le
impedieron acceder á nuestros vivísimoB deseos,
T después de habernos acompañado un buen tre(1} VéuiM Isa pí£6. 75 7 107 del BOLKTlx.

136 —
por espacio de dos horas, nos separamos, no
cncoutrauilo palabras suficientes para -inatúfestarlü nuestra acendrada gratitud. Ningúu inci­
dente que llame la atención nos ocurrió en este
día, y lí las 7 de la noche llegamos sin novedad
al pueblo do Pallatanga.
^Lste puelilecito e.stó situado en un hoyo casi
ciicular ejitro las alfas umutañas de la Cordillera
de los Andes y por lo iniMino el viajero, al no
poderlo divisar do lijos, sin darse
cuenta estit al tériniiiu de su viaje.
Como todos los pueblos del Ecua­
d o r , no conwisío Pallatanga sino
en unas pocas calles nuls ó menos
regulares y una plaza que es á la
vez plaza municipal, ]>lnza de la
¡•arroquia, plaza del mercado, de
la feria, y el lugar do las te rtu ­
lias y de los convenios en los
días festivos. Al llegar un forestero todo el peipieño y curioso
vecendario del juieblo es atraído
por la gian novedad y todos se
preguntan im ituaineute, ¿Quién
e s t ¿E s extranjero? ¿De dónde
viene ? ¿ A dónde v a? ¿ A q u é lla
venid o ? Yo que viajnba con el
carácler de inijniieio y coMJÍffíonatlo de la Exposición do París,
contestaba al momento y sin dudar
á todas las preguntas : al llegar á
la fonda m andé que inniedintameirte nos preparasen nna buena
cena y dos eanias lo iniís lim pias
posible. Cuando el fondista se a p e r­
cibió del personaje que tenía en
casa, se desliizo en cortesías, y
se apiesuró á servirnos con mu­
cha atención y delicadeza: lo
propio bizo el Rvdo. Sr. Cura con
quien al principio conservé igual­
mente mi carácter de incógnito.
H ubiera continuado ocultando mi
situació n , pero al v er la Pairoqtiia no pude resistir á los imjmlsos de celi'brar la Sta. Misa.
Con este pens;iiiiieiito y m ieniras
s e n o s preparaba la cena, dije al
Sr. Cura que ilesoaba hablar partieiilarmonte con él : imagínese,
Kvnui. Sr. I). líúa, cual sería su
asombro, cual su sorpresa cuando
oye de los labios de un paisano,
de un mozalbete y del que él creía
comisionado de la Exposición do
París. — Sr. Doctor, sí me per­
mite, mañana deseo celebrar la
Sta. Misa. — iT-a Sia. M isa? pre­
guntó el Sr. Cura mirándome de Iglesia de Sta.
pies Á cabera: ¿Qué signitlca
esto? ¿ Es ocaso Ud. Sacerdote?
— No sólo Sacerdote, le repliqué, sino Sacerdote
Salesiano, que viajo do esta m anera por pruden­
cia. Allí con pi>c«8 palabras le conté toda mi
historia. Había sido esto Rvdo. Sr. Cura un a n ti­
guo amigo nuestro y decidido Coo¿»crador Suleaiano.
Se veía claram ente la protección do la Divina
ProW dencbi: tenuinado mi relato convine con
«^S^. Cura qne celebraría la Sta. Misa al dfa
siguiente á las 3 de la m añ an a, á 6n de evitar
que se apercibiese nadie de ello. Sumamente agra­
decido con Dios primero y con este Señor des­

pués, cené y luego me recosté en mi aniaca, con
preferencia á la cama por las razones ya expnesta.s. El maguáiíitno Sr. Cura fue un caballero &
carta cabal, pues á la llora antes dicha se dignó
venir á despertarm e y además me prestó sus h á­
bitos talares, teniendo la satisfacción yo de cele­
brar la Sta. Misa y mi compañero de hacer la
santa Comnuión.
Dispusimos en seguida el viaje que hubiéramos

Rosa de Toay — Rcp. Argontiim (Pam pa Central).
hecho en compañía do nuestro Ci operador, si no
le hubiesen impedido dificultades que á últim a
hora sobrevinieron. Este incidente no dejó de de­
sagradarnos por el ret-ardo que nos ocasionó, así
como tam bién nos bizo muy mala impresión al
saber que enconfraríamo.% eu el cainiuo al Señor
Presidente de la República, el Exemo. Sr. Ge­
neral A lfa » , á quien esperaban aijnel mismo día
eu Pallatanga. Sólo quien se haya encontrado en
una situación difícil como la nuestra (Kxlrá com­
prender el efecto que nos causó bm inesperada no­
ticia. Nuestra imaginación que ya estib a exaltada



que en aquellas circunstancias se nos figuraba ya
arribar al paraíso, por lo que estiibamos (IÍH|musto«
á arrostrar todos'aquellos inconvenieiites que se
nos presentaban. Al íin cedimos á )t\s rollcxiunes del arriero y para ganar tiiMupo «ui las dos
horas qne aun nos quedalmu du lur., d«‘torminamos coutiunar hasta un punto «buiominado “ laws
Monjas. ” Esto es un paradero, ó mejor «Helio una
chuza colocada ou medio do oxtousiws pra«leras á
las fnbias do los pienchos du la Cordillera. Es un
lugar qne sirvo de vivienda á los trnbigiuloros do
la hacienda y á los gaim doros, dando iil mismo
liumpo hospitalidad á los «}Uo viajan.
Al llegar allí, nos apeamos y nuestro sofá fuá
la verde pradera, domlo p«irinmecimos en tanb»
que se preparaba una modesta cena y adecuada
ú un lugar tan aislado. Para
formarse una idea do esta
posada, hay quo llgururso
unos cuantos líalos durechos
quo sostienen nna mala cu­
bierta do pajilla do mon­
taña, tan baja á veces, quo
para entrar liay quo hacer
innchiis n-verencias. En el
desnudo suelo Iiay tendida
una poca de pajilla, y esta
es la cama que siive ^lara
el transeúnte quien tiene
que cnbrii-se con su abrigo
de viajo y colocar lii mon­
tu ra de BU caliallo por al­
mohada. Estas dmzas sirven
xinicamente. para defenderse
del rigor de la inteinp«‘r i e :
no obstante se dormiría bas­
tante bien si lo perm itie­
ran las pulgas, las ratas y
otros animalillos semejan­
tes, que por su abundancia
y atrevim iento, tienen al
viajero en una continua zo­
zobra, en un verdadero su­
plicio.
Al díasiguifuib*, 12 de No­
El Misionero en medio de sus ludios.
viembre, contiimaiuos nucstr«> camino y llegamos A las 9
encontrar la escolla nos tom a nnesfi'as cabal­ d«i la mañana álo s pin blos de Siealpa y Cajabamba.
lerías y nos deja á pié en medio del nioiit»* ó Siealpa es«*11 ligar d«*huintígim eiiidad «leRi«)lmmba,
del páram o! Esta idea me aterraba y afligía que fué destruíiln por la erui>ción y dem inihaniiento de la cumbre del Carliuayrazo, lioy volcán
al mismo tiempo. Ya habíamos p«‘n sado, de
apagado, Kn la actualidad está construida en un
acuerdo con el arriero que nos g u in b a , el
hacer nuestro camino por semlas extrañas y poco profundo valle y á las faldas del Chimborazo, á
tres horas de la antigua. Nuestra int<-nción era
transitadas, cuando con no p«)ca oh'gría supimos
comer alg o , pues viajábamos comphífamente en
que tal encuentro no teiidiía lu g a r, puesto que
aynnas y continuar inm ediatam ente la marcha
el Sr. General y su escolta permanecía aún en
para llegar á las 12 á Riobamba, hora en que pen­
Quito.
Alentados nuestros ánimos con tal noticia se­ sábamos entrarían nuesti-os lifírmanos en el co­
guimos el TÍaje con niiis btíos y a le g ría ; alm or­ medor y podíamos desde luego almorzar en sn
zamos en un tambo colocado en medi«> del páramo compañía. Con este «bj«*to miramos en todos los
y después continuamos con la ilusión del llegar sitios donde pudiera hallarse a lg o , siquiera un
por la ta rd e al pueblo de S iealp a, inm ediato ya panecillo, pero todo fné en v a n o : Ío tSnÍ«» qn©
encontramos fué lo que nosotros no tomamos, esto
á Riobamba. De propósito he dicho la palabra
ilusión p«>rque al llegar á Pangor, pueblo peque­ es el aguardiente, pues este artículo con sus con­
ñísimo y distante 5 horas de Siealpa, n ^ dimos siguientes baracheras parece ser un elemento in ­
cuenta de que anochecía, y que de continuar no dispensable en estos países, cují» habitaot*^ tra­
bajan casi todos en lf*s tra|iiches y alambiques.
lib aríam o s al lugar de nuestros deseos hasta altas
Finalm ente cuando Dios q u iso , una familia nos
horas de la noche, eon los inconvenientes de un
camitio pésimo, la noche oscura y con grave pe­ preparó un ligero almuerzo. Nos hizo esperar hora
ligro de ex trav iam o s, sin encontrar después ni y m edia y entre tanto procuramos acallar n n ^ tro
cena para nosotros, n i alfalfa para nuestros ca­ formidable apetito con fresas: por fin pudimos
ballos. Sin embargo era tal el deseo de poner té r­ tom ar algo para poder seguir nuestro camino.
Cuando salimos de Siealpa eran ya las 11, así qu©
mino á nuestro viaje y de llegar á Riobamba,

por el tem or, «lió rienda suelta á la fantasía, la
cual pr«-seiitó ante nuestra vista negros nubarro­
nes como precursores de la torm enta qué sobre
notros po<iía estallar. N«« solaiiieiite em bargaba
nuestro ánimo el tem or del encuentro eon el Ge­
neral, sino .¡lie udeniás pudiera suceder que entre
los nue form aban la escolta de h«*nor, podría
encontrni-se alguno de nuestros ex-alumnos, «juien e s , desterra«los los Saleaianos se incorporar«)n
en la milicia. Hay tam bién la costumbre de hacer
la requisa de caballos y anim ales, especialmente
cuando se cambia el ejército: el gobierno no tiene
caballerías proi)ias, sino que, como dueño abso­
luto de todo toma las que necesita y en el
momento mismo «pie las necesita , sean de quien
fuesen. ¡H ubiera sido un bello cuadro si al

— 138 —
TiUíos frnstraíloa nuestros deseos de llegar á la
hora de comer con nuestros hermanos do Ríobam ba ¡Bcmlido alm uerzo! íbamos repitiendo, á
la 7«z que apurábamos nuestros caballos para reouperar, si posible e ra , el tiempo perdido. Al
acercarnos á la meta de mrestro largo viaje, el
eorazon palpitaba de jáb ilo y se prom etía un poco
de descanso y paz después do tan prolongada pe­
regrinación, acnnipiiñiida por tantas y tan tas pe­
ripecias. Era la 1 y Ví de la tarde cnai do dis­
tinguim os ya á lo lejos las torres de las iglesias
de Riobamba. ¡Riobnmba, R iobainbal giitam os
y al momento nuestros ojos buscaban en medio
de los ediiJcios alguno que nos pudiese parecer
el Colegio de Artos y Oíicios. Ho dicho nos pu­
diese parec-r, pcu'quo no habiendo estado nunca
en Ríolmuiba en los seis años anteriores do per­
m anencia en Quito, no ora posible conocer ol
Colegio.

, (Se continuará).
Í3U IT 0 (E cuador)
Sr. Díríjetor del Boletín Salbsia.no. ‘
Altam ente honroso me es dirigirlo estas líneas,
con el exclusivo íin de m anifestarle que gracias
á María A uxiliadora, sucedon por estos Ingiires
maravillas, tanto en el orden físico como en el
moral, cuya oj«-cución está á cargo de uno 6 dos
de los boneniéritoa liijos de Don Bosco, que ayu­
dados por algunas personas piadosas han em pren­
dido luouumuiitales trabajos eu bieu de la socie
dad, ya des[ilegaudo todas sus energías por la
educación de los niños, ya sirviendo, de sostén ,\'
consuelo para los desgraciados (lUe sufren no sólo
eu el alm a, sino tam bién en el cuerpo.
4 Por q u é , Señor D irector, la últim a gota que
llena un vaso lia de ser despreciable? Sirva esta
mi carta como la postrera manifestación de la
gratitu d que nos anim a á algunos de los que por
aquí respiramos. Mis frases, mal escritas, ya pol­
la forma, ya, y es lo peor, por no retratar sino
pálida y confusamente mi pensamiento , queden
oousignadas'como reconocimiento á los discípulos
del infutigablo Don Busco, que, con su laudable
y cristiano ejemplo, sembró por do quiera la se­
m illa del bien , haciendo práctica la gm n ense­
ñanza de Nuestro Divino Redentor.
aún tierna República del Ecuador, que por
muchos años había gozado de tranquila y obligada
p u s, que como testam ento, auumie escrito con
sangre, nos legó el imperecedero García Moreno,
quo bien so le puedo considerar como que fué la
luz de Americio, la envidia de los países cultos
y el orgullo ecunt-oriano, es desdo Imco unos
cuantos años -víctim.a del monstruoso Radicalismo
moderno, torrente infernal que en su vertiginosa
corriente destruye todo lo bueno, dejando conn»
vestigios ruina presente y fu tu ra, m uerte de la
vordadenv civilización , corru|>oión del ignorante
pueblo y dosospemoión dol porvenir y aniquila­
m iento dcl venladero progreso, que sólo puede
existir vinculado eu la caridad y en la fe reli­
giosas. quo como verdadero código de la huraauidad, nos legó Jesucristo, al darnos la libertad
que tanto boy se proclama.
Hace apemts unos cinco lustros que el Ecuador
florecía, cuyas Hoi-os, por su arrogante y esbelto
talle, por .su lozanía y perfum e, prometían dar
ó p in u ^ frutoa.de moral y de v irtu d , progreso y
verdadera cultura, poniéndose por esto al nivel

de loa mejores países realm ente civilizados. Pero,
¿que ha sncediilo?..... La mauo negra de la liber­
tad moderna, la infernal logia decretó la m uerte
del Benjamín de la é[)oca (del pobre Ecuador);
único que, por entonces, había resistido á íos
embates de la M asonería...., y lo consiguió.....
porque aquí habitaban grandes colosos del genio
del mal..'. . no los notnbrai-é......todos saben conío
se llam an, y saben lo que hicieron, lo que .hacerí
y lo que quieren hacer......
Pasen por alto estas digresiones (mis escritos
están llenos de ellas) y haré notar que aun' con
todo lo quo sufrió la floreciente Casa de los PP.
Salesianos en Q uito, recibiendo los m ás rudos
golpes dados por el naciente radicalismo, im plan­
tado y seguido por la escoria do la sociedad, qué
se transformaron en jefes y caudillos de la dimagoííia brutal y desenfrenada, para arruinar á
esta desgraciada República ; con todo eso, repito,
no pudieron arrasar esa planta vivaz que no mo­
ría por más quo para ello trabajaban las furias
infernales, convertidas en viles sectarios.
Y. como prueba de lo que llevo d ich o , basta
dirigir la m irada al grandioso edificio que em­
pieza á levantarse al pie de una hermosa colina,
que domina á la heroica y cristiana Quito. Allí
eu los hermosos campos de la Tola empiezan á
dcstacai'se los edificios que dentro de poco for­
marán el gran Colegio de los Padres Salesianos:
la unión que con la capilla hacen los altos pabe­
llones de los departamentos, corredores y azoteas
forman como un gran foco que concentrando los
rayos orienfcilea reflejan la ciudad de Mariana de
Jesús, del Gran García Moreno y del m ártir
Checa, Aijuel Establecimiento que gracias á María
Au.xiiiadora, pues visiblemente prot<*ge á los hi­
jos de Di>n Bosco, va alzándose cada día más y
más, es una como Atalaya que siempre dar.á él
grito de alerta á la juventud quiteña V oluntaria­
mente y con grata ilusión acuden á ese plantel
muclios pimpollos de nuestra sociedad, en de­
m anda de luz’ y ciencia, de virtud y enseñanza.
El colegio del pió del Sebimbía tiene que ser
el arca en la que se salven con la juventud allí
educada el porvenir do nuestra sociedad ecnatoi'iana. En esa bendita Casa se enseñan las mejores
máximas de la virtud, del positivo progreso y do
la verdadera libertad, implanfada en el Calvario
y enseñada por la Iglesia Católica, fuera de cuyo
seno todo es m entira, corrupción, hipocresía y
muerte.
La desaparición del inteligente y virtuoso P a­
dre Calcagno, que tanto bien nos hizo, ha sido
justam ente sentida por todos lo.s que conocemos
cuanto valen el talento y la virtud, la actividad
y el desprendim iento, la ciencia y el verda<lero
progreso. Todas estas dotes que adornan á los
pocos Salesianos que hoy viven en nuestra ciu­
dad, son el fundam ento de la seguridad que te­
nemos de la educación de nuestros liijos. Que
María Auxiliadora siga protegiéndonas y quo Ella
im pida la realización d«-l funesto proyecto de descotolizar al Ecuador, según lo-tienen consignado
aquellos propagandistas funestos, llamados sar­
cásticamente liberales. Nuestra República es esen­
cialmente cristiana y esperamos en el p o rv e n ir:
tenemos fé y constantem ente recordamos las pa­
labras del Héroe-M ártir, < Dios no muere. »
Di.spense, 3r. D irector, la molestia que ta l vez
le.cau.se la.lectura de esta ya larga carta y créame
siempre su obediente y seguro- servidor

D,;.j. E. G.
Quito, N oriem bre de 1900.

— 139 —

V - -aV-» p*':?

Por intereessióu <lo AXariu.

DRoftig-iiiin p o c c u to i’iim :
oi'd pi'o no'bisi.

H a c ía t r e i n t a 6 m ás a ñ o s q u e u n v ecin o
de este p u eb lo n o so lam en te n o re c ib ía li)s
S a n to s S a c ra m e n to s d e P e iiite n c ia y C om unión,
sino q u e su v id a se d e sliz a b a e n tre e l a s ­
queroso fan g o d e lo s m á s d e n ig ra n te s vicios.
E n ferm ó g ra v e m e n te y lejos d e a d m itir á u u
m édico e s p iritu a l, em p le a b a c o n tra lo s m in is­
tro s d e l A ltísim o la s m á s o fen siv as frases.
A c u d í á la q u e es ü e / n g h de los pecadores
p o r m edio d e u n a n o v e n a , co m u lg an d o e n eUa
c u a tro d ía s. E l d ía p rim e ro y a a d m itió á u n
sa c e rd o te y c o n sin tió q u e le co lg asen u n a
m e d a lla a l cuello, j O b p ro d ig ió I re c ib ió lo s
a u x ilio s d e n u e s tr a S a c ro s a n ta R e lig ió n , e d i­
ficando á to d o s lo s conc.uiTentos. C um plo con
m i p ro m e sa p u b lic a n d o ta n e s tu p e n d a gracúa.
E . F . (novicio).
Uribelarrea, (Baenos Aires) 7 de Noviembre de 1900.
Oracias A 3 Iai*fa A.u:cilifi<1oi'a.

H a b ie n d o enferm ado m ía herm anit;» m ía y
n o a liv iá n d o se con los m edicam onb)s q u e en ­
to n ces se le ap licaro n , in v o q u é á M uría A u ­
x ilio d e loa c ristia n o s pro m etién d o le, ul(;anz a d a la g racia, p u b lic a rla en el Iío l iíi ' ín
S a l e s ia n o , con la firm a d e m is ptulres. M uy
p ro n to mejoró, m us fu é a tu c a d a n u ev am en te
d e a ccid eu tes bastivnte p e lig ro s o s : mi espe­
ra n z a no faó v an a, pues « h o ra se h a lla w)mp letn in e n te restab leeid u . C um pliendo mi oferte
d oy g ra c ia s á te n b u e n a Aladre por este y
o tro s m uchos fav o res q u e se h a d ig n a d o d is ­
p ensarm e.
Afis padrea
A d iu a n o AIo r a l e s y S e ñ o r a .
Ita, (Paraguay) Septiem\)re 23 de 1000.
X^oor A ]>X«ii*fa.

A l v is ita r á m i tía enferm a á can sa de
u u a h o rrib le fiebre tifoidea y lia lla rla ta n
d esfa lle c id a q n e m uy pocas h o ras pareida le
q u e d a b a n d e v id a, m e acordó q u e otra.s per­
son as q u e h a b ía n padeiádo la m ism a en fer­
m edad h a b ía n m ejorado por m ediación de
M aría A u x ilia d o ra . P ro m e tí u n a lim o sn a á
la V irg e n y q u e )iondría todos los m edios
jta ra q u e m i tía , u n a vez cu ra d a , confesara y
c o m u lg ara en acción de g ra c ia s. lío su hizo
e sjie ra r p a ra conceder lo q n e pedí, p o r lo q u e
a g ra d e c id a p o r ta n in sig n e f a v o r . su p lico
te n g a n á b ie n p u b lic a rlo en el B o l e t ín .
T r a n s it o J a r a .
Loutnó, (Chilo) 22 de SeiUirinbre de 1900.

L le n a d e am o r y g r a titu d p a r a con la S a n ­
U iiu iiieclnllii <lo9 Xai*fii A.uxilla<1oi*a.
tísim a V irg e n d o y i)iiblÍco te stim o n io do u n
g ra n fa v o r re c ib id o p o r s u p o d ero sísim a in ­
N o p re te n d o con e s te relación e scan d ali­
zaros, sinó a n im a r á los qué, si por d esg racia
tercesió n .
H a llá n d o se m i hijo F e rn a n d o P a la tín , Socio
se en c u e n tra n en el tr is te y peligrosísim o es­
S alesian o y re s id e n te en la Ca.sa S a lc sia n a
tad o t*n q n e yo m e h allé, q u e ja m á s se la n ­
d e U tr e r a (E sp afia-S ev illa), g ra v e m e n te e n ­
cen á los h o rro re s d e la dese.spm'ación. a n te s
ferm o á co n secu en cia d e u n hoiT Íble padecial co n tra rio , a c u d an á M aría A u x ilia d o ra y
m ieu to en el estóm ago, y n o em íontrancío p a ra
E lla les fa c ilita rá me<lio8 ¡)ara q u e a d q u ie n in
la a m ista d con su d iv in o H ijo p o r m edio de
él los m édicos rem ed io e n la cien cia, d isp u ­
sieron, d e acu erd o con su S u p e rio r, se v in ie r a
u n a sin c e ra y b u e n a C onfesión.
á c asa u n o s d ía s p o r v e r si d e e ste m odo r e ­
D os veces re c ib í en la S a g ra d a C om unión
á Je su c risto , q u e es la m ism a pureza, ten ien d o
c o b ra b a la sa lu d . S u ced ió to d o lo c o n tra rio
y el m a l tom ó ta n a la rm a n te s p ro p o rcio n es
e n m i corazón al in m n n d o sa ta n á s y esto fné
q u e y a e l m édico p e rd ió la s e sp e ra n z a s d e
d eb id o á dos confesiones q n e hi<5e .sacn'legas
jm r f a lta r á l a in teg i’id a d d e la C onfesión.
p o d erle sa lv a r. A sí la s co sas acu d í con g r a n
confianza á l a q n e ta n to s fav o res h a conce­ Y o no v iv ía en este m undo, sin o en nn v e n la d id o á su s devotos, M a ría A u x ilia d o ra , p ro ­ í d ero in fie rn o : sólo D io s y yo conocem os el
e sta d o d e m i p o b re alm a. E n ta n a n g u stio sa
m etién d o le q u e h a r ía p ú b lic a la g ra c ia si en
u n b re v e p lazo co n ced ía l a s a lu d á m i hijo .
situ a c ió n to m é u n a m eflalla de Afatía A u x i­
lia d o ra , in v o q u é su pod ero sa proteexdón d e
L a q u e e s C on su elo d e lo s aflig id o s m e a l­
to d a s v e ra s, p u se la b e n d ita m ed alla á la
canzó ta n se n a n a ld o fa v o r y e n poco tiem p o
m i h ijo reco b ró l a sa lu d , h a llá n d o s e perfec­ b o ca y en e sta s condiciones m e d irig í á la
ig lesia, d o n d e sin dificultad n in g u n a h ic e n n a
ta m en te , p o r lo c u a l n o c e sa ré d e b e n d e c ir á
s in c e ra y do lo ro sa confesión d e to d o s m is pe­
la q u e e s c a u s a d e m i aleg ría.
A . M.
cad o s y d esp u és re c ib í á J e ^ [)ara d a rle
Coop. S ales.
- p osesión d e m i alm a y a lim pia.
I P o rq u e creo q u e -s e rv írá d e edificación y
(HaelTft) i de Norieaibre de ÍSÑO. ■

— 140 —
no d e escán d alo deseo q n e se p u b liq u e e sta
g ra c ia en e l B o l e t ín .S a lesla .n o .
U n a C o o p e e a d o e a S a l e s ia n a .
X, Agosto 12 del IDOO.
G ra titu d

ú .

ÜMCniria.

H alliln d o se u n a liija m ía m u y em ferm a con
u n a ta q u e d e asm a b ro n q u ia l q u e le aco m etía
to d o s lo s m eses, le apli(!aron m u ltitu d de
rem ed io s casi to d o s lo s p rin c ip a le s fa c u lta ti­
vos d e este
j y v ie n d o q u e eran
im p o te n te s p a ra su c u r a c ió n , r e c u rrí á
M a ría A u x ilia d o ra p a ra q u e co n c e d ie ra la
s a lu d (i m i q u e rid a b ija, p ro m etién d o le p u ­
b lic a r la g ra c ia e n e l B o l e t ín S a l e s ia n o .
D esd e q u e á la n in a se le puso la m ed alla
d e M aría A u x ilia d o ra n o b a v u e lto á a ta ­
carlo d ie b o m al.
A . P.
Callao, Noviembre de 1899.
XJim oolooa<»i<5ii x’c c u p e ra d a .

S n id ico q u e so in s e rte n en el B o l e t ín S a LESIANO e sto s re n g lo n e s a l h a b e r sido objeto
d e un m odo ])alx)al)le y casi in s ta n tá n e o del
fav o r y (dem encia de n u e s tra b e n d ita M ad re
a ra r ía A u x ilia d o ra .
Aconte(d(>me la d e sg ra c ia d e p e rd e r la co­
locación q u e m e p ro d u ce el su ste n to m a te ria l,
sin e siie ra iiz a s b u m a n a s d e v o lv e r á re c o b ra rla ,
y b a ilá n d o m e sin p o sib ilid a d de e m p re n d e r
n in g u n a o tra ocupación p o r la s g ra v ísim a s
c irc u n s ta n c ia s q u e m e ro d ean , Im b iérase se­
g u id o in fa lib le m e n te m i r u in a en to d o s c o n ­
cepto s. E n ta n c rític a c irc u n s ta n c ia acudí,
llen o d e confianza, á jMaría A u x ilia d o ra , y á
posar d e q u e lo c re ía m a te ria lm e n te in ú til,
d i lo s pasos p a r a re(U iperar m i colocación, y.
g ra c ia s sean d a d a s á ¡\raríu S a n tís im a A u x ilia ­
d o ra , e s ta b u tm a M adre a lla n ó el cam in o y
superó n o i)equerm s dificm ltadcs, y, b o y soy
d e l n ú m ero d e los q u e M aría S a iitísiitia h a
h ech o objeto iíid ig n o d e p oderoso v alim ien to
p a ra con el T odopoderoso.
B amón C o s c o l l a
¡ L o o r A I> la rla !
M e ca b e la h o n r a d e n a r r a r u n a d e la s
g racíits m ás e stu p e n d a s q u e h a o b ra d o n u esam ad ísim a m ad re, M a ría A u x ilia d o ra .
D o sa n c ia d a d e lo s m ódicos so h a lla b a la
C ooi>enulora S a le sia n a D ofia A n to n ia G óm ez
P iile ra , j>or la g ra v ísim a e n fe rm e d ad d e into x lo a c io u ó e n v e n e n a m ien to d e la sa n g re
d e q u e o ra objeto e n la p e o r s itu a c ió n d e su
v id a , p o r e n c o n tra is e eii e sta d o in te re sa n te .
T o d a s u fam ilia, d e sp u é s q u e oyó el p a re c e r
d e cin co in te lig e n te s fa c u lta tiv o s, creyó q u e
su m u e rte e ra in e v ita b le , h u m a n a m e n te h a ­
b la n d o , y e u tra n c e ta n atm ra d o a c u d ió á la
a e es C onsuelo d e lo s afligidos. A l efecto,
e v a ro n u n a efigie d e ta n A u g u s ta B e in a á

a

la cam a d o n d e e s ta b a la en fe rm a y... ¡oh
p r o d ig io !... E fecto s in e sp e ra d o s sig u ie ro n , y
la en fe rm a e stá hoy co m p letam en te b ie n , por
lo q ue, ta n to e lla com o to d a su familia- d an
g ra c ia s á ta n p o d ero sa S e ñ o ra y d esean que
se p u b liq u e e s ta g ra c ia en el B o l e t ín S a LESIANO.
F r a n c is c o P é r e z M a r ín .
Cieza, (Murcia) 20 de Marzo de 1901.

Mfirtíii Chacón Valóecañoa de Lncena (Córdoba) da
gracias á M. A. por liaberle alcanzado ia salud de un
niño, y además cunij)lo su promesa al poner un cirio
de una libra en la iglesia de Utrera (Sevilla) para
qne arda auto la imagen de tan buena Madre y al
publicar la gracia en el Bolktín SalksiÁxo. — Fran­
cisco Givbau de Gerona viene á visitar á M. A. y en­
trega 40 pesetas para la nueva iglesia en agradeci­
miento de haber recibido por intercesión de Ja Sma.
Virgen un gran favor. — Dos devotos de M. A. de Palafrucel (Gerona) mandan cada uno cinco pesetas para
la iglesia de la Granja Salesiana, eu cnmpliemiento de
una promesa. — N. N. de Figneros (Gerona) manda
celebrar una Misa eu la iglesia de la Granja Salesiana
jior un favor recibido de M. A. — N. N. de Cossá de
la Selva (Gerona) viene á oir dos misas qne según
su infeución se celebran eu la iglesia de la Granja
••Salesiana en agradecimiento de (los favores recibidos
de M. A. — El ahogado D. Joagnín Valin de Gerona
entrega 50 pesetas jiara la iglesia de 1.a Granja Saleaiana por varios favores recibidos de M. A. — Una
devota de
A. de .'^anta Coloma de Farnés (Gerona)
da una limosna para la iglesia de la Granja Salesiana
en agradecimiento á M. A. por un favor recibido. —
Bartolo L. Lara de Mandaime (Nicaragua) manda 5
soles (10 pe.setaa) de limosna á M. A. en acción de
gracias por liabenno otorgado ]a salud de mi hijagravísiinamento (informa. — On Seminarista de Cuenca.
Doy gracias ¡í M. A. y cinco pesetas para los fines de
la Obra Salesiana por dos favores especiales recibidos
do esta lioudadosa Madre. — X, -V. de Almonacid
(Cuenca). Doy gracias á M. A. por haber sanado de una
enfermedad, (estando ya preparada la mortaja, para el
ntfio Rufino Hinnítez, contribuyendo pgr dicho favor
con In limosna de dos pesetas. — .-ína Tvós Xaras,
Celadora Salesiana de Cahndare (Venezuela) da gra­
cias á M. A. por varios favores recibidos, comoignalment(í se las da la cooperadora Clcofó N. do la nnsma
localidad, por haberla sanado de una dolencia qim
padacía en una rodilla. — Haría li. fxitiegtte y líajaela l). Montes de id. id. mandan celebrar dos Misas
y hacen la novena en honor de M. A. por haberles
obtenido la salud. — Juan Josf. fíuVvU-rez de id. hace
público BU agradecimiento y exhorta á todos á qne
acudan on tedas sus necesidades á M. A. por los mu­
chos y grandes beneficios qne ól y toda su familia
han recibido de tan bondadosa Madre — Varias Coo­
peradoras V devotas de M. A. de Id. han recolectado
algunas limosnas para celebrar una fiesta en honor
de tan buena Madre, para mostrarle asi sn gratitud
por las gracias qne do* Ella han recibido durante la
última guerra. — Andrea de Garrido de Yaritagna
(Venezuela) da gracia-s á M. A. por nu favor reeíhirtoy
envía 4 pesetas qne ofreció. — Patrieia Peña de W.
da gracias á M. A. por nu favor recibido de tan bnena
Martre y manda nua limosna para los hnórfnnos. —
Xicomedes Perdomo manda una limo.sna para los hnerfanitos, en acción de gracias por varios favorts alcan­
zados al invocar á M. A. — Una Cooperadora del Ca­
llao (Perú). Doy gracias á M. A. por la singular merced
qne me ha concedido salvando a nn hijo itiín ú (uiien
vi moribundo: en armel acto le coloqnó nna unmalla
de nuestra bnena Madre al cuello y al momento se
inició la mejoría, estando completamente sano ¿ los
pocos días. — Aurelia Sedaño de Pamplona manda
12.60 pesetas para 5 misas á M. A. por haber recibido
nna gracia especial de tan bnena Madre. — Teresa
Sales, viuda de Oómes de Barcelona da 20,60 peseta*

ir
— 141 —
(le limosua para los ulQos de D. Bosoo, por tma gracia
que ha recibido al invocar á M. A. — Gertrudis Me~
drano de Rita, de Sau Jorge (Nicaragua) da gracias á
M. A. por haber recibido alivio eu su quebrautada
salud y ofrece 10'pesetas de limosua. — Francisca
Ijópes de Id. manda de limosna 1,50 pesetas y da gra*
cías á M. A. por un favor recibido.— Engracia Gar(ta yiariin de S. Bernardo (Avila) remite 2,60 pesetas
jiara que se celebre el Santo Sacrificio de la Misa eu
el altar de M. A. de Sarriá, eu acción de gracias por
los muchos favores que de tan poderosa Señora ha
recibido, y, principalmente por haber librado á su
esposo del inmiuente peligro de iierder la mano iz­
quierda. — Elisa EtolieceiTH Vidal de Sevilla. Pude*
cieudo fuertes calenturas gástricas acudí, por oouspJ o
de uua señora amiga, ú la Virgeu do 1). Busco: al
efecto, me puse uua medalla de tan bendito Madre
al cuello y tan rápida fuó mi mejotía, que á todos
asombraba. Hoy que estoy complotaiuoiite bieu, pu­
blico la grac'ia eu testimonio de gratitud. — A’uíivtdaá de la . Al saber la multitud de gracias que M. A.
concede á los que la invocan cou fe, acmlí á Hila,
pidiéndole de corazón una para nu lierinnno mío y
ofreciendo uua limosna de 2,50 pesetas ; y habiéndola
alcanzado, hoy cumplo la oferta. — Antonia de Id. da
gracias á M. Á. v manda 2.50 pesetas de limosua por
haber sido consolada por Ella eu varios disgustos de
familia y eu otras necesidades. — Mai'ía J. López de
Id. Habiendo sido acometida mi hija Carmen de uua
parálisis, ofrecí uu es-voto de plata á M. A. si reco­
braba la salud. Hoy ciunplo mi promesa y mtieatro
mi agradecimieuto á tan buena Madre. — Mercedes
Rodríguez de Huelva. Doy gracias á M. A. por varios
favores recibidos de su maternal corazón. — Rosalía
M. G. de Grauada (Nicaragua). Padeciendo mucho
mi esposo Enrique Quirós por tm fueito dolor eu la
cara llamó á varios médicos y niuguuo consiguió que
desapareciera. Eu ton triste situación invoqué el favor
de M. A., y prometí dar uua limosna y publicar la
gracia en el B o l k t Í n S a l e s i a n o . Habiendo sanado
completametíte cumplo mi oferta. — Una Cooperadora
de Rancagiia (Chile). Doy gracias á M. A. por haberme
curado uua fuerte irritooióu que padecía eu la 'vista.
— Gormen Rodi-íguez de Huelva. Te doy gracias, Ma­
dre mía, porque concediste á mi henuauo el inmenso
favor de recibir los Santos Sacramentos antes de

. P S p . V ñ R I E D A D E S ^ l

E S F A -IS T -A .
Cou mucho gusto publicamos la siguiente poesía,
tauto por su originalidad , cuanto por iledicaree
ú la Santo Cruz y afectar ú la vez la fonna de
cruz, aparte do que está muy bien hedía : desco­
nocemos el a u to r; )»ero está comimesta eu el no­
viciado salesiauo de España de S. Vicons deis
Horta (Barcelona).

A L A S A H T A C H U Z.
¡Oh signo
Sagrado
Cercado
De luz!
En la sangre de im Dios salpicado,
Hoy m i pecho contrito, angustiado.
Busca ansioso su amparo on la Cruz.
Suplicio
Propicio
Del alma
Cordial.
Consuelo
Del Cielo
Al débil
Moi'tal.
Tesoro
Do adoro
A) dulce
Jesú s:
Mi culpa declaro
Y pido tu amparo,
SautisiniH Cruz.
C o lo c a c ió n d e la p r im e r a p ie d r a é
in a u g u r a c ió n d e I hh «duHeH e x t e r n a s
d e l a C a s a S a le s ia n a ile S e v i l l a 'S a n ­
tísim a T r in id a d ). — Publicamos las siguien­

ViiUBiiitd»

691 Bosco.

Está probado por la exi)eriencia que el
mejor sostén de la juventud es la frecuencia
de los sacramentos ae la Confesión y Comu­
nión. Dadme un niño que los frecuente y
le veréis crecer en su juventud, llegar á
la edad viril y auzar, si Dios quiere
en la más avanzada ancianidad, una con­
ducta que servirá de ejemplo á cuantos le
conozcan.
Becibid á menudo el Fau de los Angeles
y conquistareis la reina de las virtudes.

tes noticias, á pasjir de su retraso, porque supo­
nemos que serón del agi’udo de nuestros lectores,
pues se tra ta de la apertura de unas nuevas
fuentes, á donde loe niños podrán acudir para sa­
ciar en ellas la ardiente sed que padecen de vir­
tud y ciencia. Causas agenaa ó la voluntad de
todos los que hayan podido intervenir, han moti­
vado el retroso antes d icho; mas los admiradores
de la gran Obra Salesiana leen siempre á cual­
quiera hora y con verdadex*a avidez todo lo con­
cerniente al mejoramiento de la misma. Fuimos
testigos oculares de estas fiestas; pero cedemos
gustosísimos su narración al “ ^ f e t í n Oficial ”
del Arzobispado de Se'villa que lo hace mochí­
simo mejor y con más precisión y sencillez que
nosotros puméramos hacerlo: he aquí lo que dice
en su número 437: « L a priraera piedra de una
nueva Secuela Salesiana. »
• Solícitos los hijos de D. Bosco de tom ar parte
activa eu el homenaje que la piedad cristiana
ofrece á Cristo B edentoral finalizar el siglo XIX,
idearon fundar en su establecimiento una nueva

— 142 —
escuela, creyemlo que nada podían hacer má:^
al Corazón de Aquel que d ijo : « D y a d ú
Íja to
pequeñiielos veíiír d m í» y con excelente acuerdo
08

escogieron el día de la Eucfirnación del Verbo
par llevar A cabo su pensam iento y colocar la
prim era piedra.
» La lluvia de la víspera fuó copiosísima, y
los densos miboiTones con que amaneció cubierto
el cielo el 25, pudieron hacer tem er que fuera
necesario aplazar la cerem onia; pero habiéndose
despejado la tarde, nada impidió que el plan concertaclo so cumpliese.
» Y en efecto púsose la prim era piedra del
nuevo edilicio, bendiciéndola el Sr. Arzobispo, á
quien acompañaron en aíjuel acto para ejercer
olido como padrinos, lo.s Excelentísimos Sres. Go­
bernador de la provincia y Alcalde de esta ciu­
dad, siendo el concurso numerosísimo.
* Term inada la bendición, celebróse una velada
en la que se tocaron piezas musicales y se eje­
cutaron zarzuelas por varios alumnos, que fueron
estreijitosnmente aplaudidos; y no sin razón, pues
es m érito no leve en jóvenes que empiezan á
cultivai’so el doclamar, cautar y tocar en la m a ­
nera que lo hicieron.
» Después do los do.s números del program a el
Sr. D. Manuel Sánchez <le Castro snbió á un t a ­
blado de antemano dispuesto, y pronunció uno de
esos discursos suyos, que arrebatan por la valentía
y novedad de imágem-s á la vez <iue por lo origi­
nal de los conceptos. Eué un entusiasta canto á la
caridad.
» Demás estA añadir que el orador fué ap lau­
dido en diversos momentos ó períodos de su ora
ción y que cuando concluyo recibió calurosos plá­
cemes de todos los presentes.
» Esperamos que pronto estarán concluidas las
proyectadas escuelas, y será posible á los SalesíaDOS extender más la órbita de su acción y m ul­
tiplicar sus beneficios. »
En el núm ero 444 del mismo B oletín se lee
lo siguiente: « Vna Fiesta Saleaiana. »
« Los lectores del Boletín recordarán que el
25 de M arzo, fiesta de la E ncarnación, ponía
nuestro Prelado la prim era piedra de las uuevn>
escuelas que pretendían construir en la Trinidad
los hijos de D. Bosco.
» L a obra se ha term inado ya, y el domingo 8
(lol corriente Julio nuestro mismo Prelado tuvo
el indeciblo gozo do bendecir los espaciosos, v en­
tilados y claros salones, donde los inuos de aquel
extenso barrio han de recibir la instrucción y
educación c ris tia n a , riue los colocarán en condi­
ciones de ser útiles á la Iglesia y á la Patria.
» Con motivo tan plausible los Salesinnos cele­
braron una de sus ncostumbradíxs sesiones de re ­
creo, cu la que se recitaron hermosos versos, com­
puestos nd-Aoc por poetas tan renombrados, como
el Sv. Lixmarque de Novoa, el Sr. Muñoz y Pabón
etc., etc., se ejecutaron notables piezas musicales,
ae eantnrou himnos por bien enseñados y nitridos
cotos, se representó algún dram a y se pronuncinrou dos discursos. E l 1“ fuó d elS r. Arzobispo,
cuya síntesis es e s ta : Las escuelas, que hoy se
inauguran, son un monumento, en el que se leen
estas imlabnis: Cristo Redentor de los hijos del
pueblo y de los hijos del trabí^'o. £1 qtro del Se­
ñor Don Rafael Sánchez Arraiz se escuchó con
extraordinaria fruición por los elevados pensa­
mientos que lo esmaltaron, lo galano de la frase
y lo correcto del estilo.
> La idea en él dom inante fué patentizar que
mejor homenaje que las gigantescas cruces y

grandiosos monumentos, que se tra ta de levantar
en honra de Cristo es el que en sus escuelas le
ofrecen los Salesianos, presentándole para qne le
sirvan de trono corazones vivientes y animados,
los corazones de sus acogidos.
* L a fiesta resultó interesante, bendiciendo los
circunstantes á Dios, qne tanto protege la Obra
Salesiana, y á los Sevillanos que tan bien secun­
dan del pensamiento divino. »
E je p c ic io s e s p ir it a a le s p a r a n iñ o s. —

Tomamos de L a Crus de B ilbao: « E d if ic a n ­
tísim o. Lo ha sido, en efecto, el ejemplo que han
dado el celoso arcipreste y párroco de Baracaldo,
la autoridad m unicipal, los maestros y maestras
de las escuelas públicas de aquella localidad y,
sobre todo, los niños y niñas que asisten á ellas.
Aprovechando la estancia del Sacerdote Salesiano D. Matías Buil, director de la Casa de Vigo,
y por iniciativa del celoso arciprete D. Domingo
de Echevarría, se determ inó dar tres días de ejer­
cicios espirituales á los niños y niñas del pueblo,
y tanto la autoridad municipal, como los profe­
sores de las distintas escuelas públicas de ambos
sexos se p restaro n , no sólo g asto so s, sino que
ellos mismos acompañaron á sus respectivos
alumnos hasta la iglesia, permaneciendo en ella
durante el sermón.
A pesar de haber eliminado el elem ento me­
n u d o , es d ecir, los párvulos menores de ocho
años, el núm ero de niños y niñas concurrentes
no bajaría de 700. E ra de v er la fruición con que
escuchaban al P . Buil, quien, para que ellos-es­
tuvieran más a te n to s, sabía sazonar sus explica­
ciones. con ta n graciosos cnentos, qne el auditorio
estaba pendiente de su palabra.
L a Comunión general qne se hizo el tercer día,
no obstante una mañana de las más crudas qne
se conocen en este país, fué numerosísima.
El señor Arcipreste celebró la Misa de Comu­
nión, y el P. Buil pronunció nn tierno y hermoso
fervorín antes de la Comunión, tomando por texto
la curación hecha por el buen sam aritano al des­
graciado que halló eu el camino de Jericó.
Bien por el pueblo de Baracaldo. ¡ Ojalá hubiera
muchos que le imitasen ! »
In aup^iiraeiún d e la Ig^lesia d e M a r ía
A -U x ilia d o r a d e Sai>riá (B a r e e lo n a ) —

Poco es lo que podemos decir á nuestros lectores
por lo que respeta á esta inauguración, porque
sólo sabemos que esta tendrá lugar en el pró­
ximo mes de Junio.
Esperamos poder dar en el núm ero próximo
una relación detallada de los festejos que hayan
de celebrarse en tan interesante como consola­
dora ceremonia.
I T - A - I j I-A ..
E l 1 9 d e M a r z o en 'V a ls á lic e . — To­
dos nuestros lectores conocen la índole del Semi­
nario de las Misiones extranjeras y por lo tanto
saben que en él no existe esa algazara propia de
las Casas Salesianas donde hay estudiantes y ar­
tesanos y en tra en ellos como elemento principal
la banda do m ú sica: sin embargo en Valsálice,
como en todos los sitios donde están los hijos de
D. Bosco, jam ás falta esa alegre animación qne
parece un distintivo anexo á la P ía Sociedad. Por
esto la fiesta de S. José resultó muy bien y muy
anim ada á pesar de hacerla como en familia. Como
se supone precedió nn solemne trídno y el día

19 hubo Misa de Comunión general. Después de
esta todo nuestro empeño fxié esperar impacientes
la llegada de nuestro buen padre D. Rúa, el cual,
no obstante la lluvia, estuvo ya entre nosotros á
las 10, y á las diez y m edia empezó la Sta. Misa,
celebrada por nuestro amado Revmo. Sr. Rector
Mayor, oficiando d e . Diácono y Subdiácono dos
Señores que tienen por nom bre el mismo del Santo
P atriarca. L a orqxxesta ejecutó con toda perfección
y el coro cantó de un modo que nada dejó que
desear la bellísima misa Pontificalis de Perosi, y después del Santo Evangelio ensalzó las
glorias del Santo Patriarca el Sacerdote Salesiano
D. Tomás P e n to re , quiéu con frase correcta y
elocuente propuso á S. José como acabado mo­
delo en el trabajo y en el respeto al tra ta r á su
Hijo adoptivo Jesús.
A las tres ocupaba el Señor D. Rúa la presi­
dencia en el teatro y la orquesta dió principio á
la función ejecutando m agistralm ente la sinfonía
de la herm osa ópera de Verdi, Nabucco. y á coutinuación se cantó la Transfiguración de N. S. J . C.
del m aestro Perosi, obra de reconocido m érito y
que quien escribe estas líneas no pudo apreciar
por ser la prim era vez que oye música de tan
coloso Maestro y no ten er acostumbrado el oido
para apreciar de u n solo golpe tan tas y tan bien
coordinadas notas, según testim onio de inteligen­
tísimos maestros de música. Después do una m e­
lodía para orquesta del Maestro A. Catalani se
puso en escena la aplaudidísim a ópera alegórica,
en tres a c to s, titu lad a Gloria Joseph, letra del
estudiante en la universidad de T urín, Don José
Poeliettino y música del joven m aestro D. Vicente
Cimatti, ambos salesianos •, nos consideramos in­
capaces de hacer el juicio crítico de tan aplau­
dida obra, tanto en la p arte literaria, cuyos versos
llenos de bellezas ó imágenes contribuyeron bas­
tan te al feliz éxito de la obra, como en la parte
m usical: sin embargo diremos lo que siente nuestro
corazón, y si esto fuera erróneo perdónennos los
autores y tengan esto por no dicho. L a escena
tiene lugar en el limbo, y en la parte musical se
desarrollan eu el prim er acto, titulado I I Nunzio
della felicilá , varios motivos musicales, sobresa­
liendo por su belleza y m ajestad la introducción,
el canto de satamía al ver que es llegada la hora
eu que será destruido su poder, el saludo que los
Padrea del limbo hacen á la Santísim a Virgen y
el him no á la esperanza. El segundo acto lo llam a
el autor Jl Corredenfore delV umanilá , y en todo
él predom ina el carácter elegiaco hasta la m itad
en que se canta un hermoso coro por el pueblo
hebraico sobre el Gólgota, al q^ue siguen las tris­
tísimas y últim as palabras de Jesucristo, clavado
en la C ru z : S. José da rienda suelta á su dolor
y todos estos números están llenos de tristes y
sublimes afectos, pues el autor ha trasladado á
las notas la más profunda tristeza. El tercer
acto se titu la I I ProUtiore de la Chiesa Z7nfversale, y forma u n hermoso ó indefinible
contraste al dolor de las prim eras escenas por la
m uerte del Salvador y la alegría de los últimos,
al verse S. José elevado por Jesús á la dignidad
de Patrono de la Iglesia Universal.
Tal efecto cansó en todos los asistentes que los
aplausos se sneendían sin interrupción al final de
cado a c to , y el mismo Sr. D. R oa dijo que de­
searía volverlo á ver, pues su éxito, 4
dudar,
es agradabilísim o en extremo- N uestra sincera y
cordial enhorabuena á los jóvenes y expertos au­
tores qne ta n bien han interpretado escenas tan
ditíciles y bellas.

..

Inang^upación d e la lele N Ín <le Sai>
F r a n c is c o d e S a le s d e V a is iílic c , e r i­
g i d a c o m o h o m e n a je iu tc riia c io iia l á
D . JBosco. — Muchísimo sentimos no i>odcr

hacer en este mimero la relación de la solemní­
sima fiesta verificada en VulsxUíoo el 11 do Abril;
pero como el Boletín entra eu máquina uuto.s
de haberse celebrado, tenemos quo conformarnos
con dar á conocer el orden do las funciones que
es el siguiente.
El viernes 12 de Abril á las cuatro y m edia de
la tarde, el Einino. y Revmo. Sr. Cardonal, D.
Agustín Richelmy, Arzobispo de T urín hará la
solemuo bendición de la Iglesia.
El día 13 el Exemo. ó limo. Sr. D. Juan Bortagua, futuro Arzobispo titu lar do Clandióimlis,
consagrará el altar mayor, celebrándose la pri­
mera Misa.
El domingo 11 será la función solemne. A las
7 de la mañana habrá Misa de Comunión Genolul y á las 10 tendrá lugar la Misa solemne pon­
tifical, ocupando la Cátedra Sagrada S. E. I. el
Emm. ó limo. Sr. Cardenal Arzobispo do T urín.
Por la tardo se cantará Solemnes Vísperas á las
que seguirá la bendición dada con S. D. M.
E l día 18, se celebrarán solemnes fuucrales en
sufragio de los bienhechores difuntos y por la
tarde habrá una hermosa academia.
Todo el octavorio se celebrará el Santo Sacri­
ficio de la Misa y por la tarde se dará la ben­
dición. Todos estos cultos se aplicarán en sufra­
gio de las almas de los bienhechores difuntos.
L l e g a d a d e l R e v m o . S r. D . F e lip e
^1^. R íu a ld i. — El 22 de Marzo á las 8 de

la noche llegó á este Oratorio, procedente do Es­
paña, el Sr. D. Felipe M“. Rinaldi llamado por
el Revino. Sr. Rector Mayor para desempeñar
el cargo de Prefecto General do la Sociedad Salesiana. Esto demuestra la gran confianza que en
él tiene depositada D. Rúa. Sea bienvenido y
concédanlo Dios Nuestro Señor y María Auxilia­
dora gracias abundatísim as pura que pueda de­
sempeñar con acierto tau arduo cuanto impor­
tan te cargo.

■ l l o m e a a j e á tfesuoriH lo R ed e n lo i*. —
G ran d cH Üestax» <^ii rVietli<*roy (IfiraKil).

E ntre las fiestas celebradas eu conmemoración del
XIX Centenario del nacimiento de Jesucristo
nuestro Redentor, merece especial mención la del
8 de Diciembre de 1900, fecha en que los Snlesianos
de Nietheroy inauguraron un grandioso monu­
mento erigido en la cumbre de una alta colina
anexa al E legió Santa Rosa.
L a im portancia excepcional (jue revistió la fiesta,
pues á más del carácter religioso, tuvo tam bién
el patriótico, por conmemorarse el IV Centenario
del descubrimiento del Brasil, exi^e qae nos ocapernos de ella con alguna detención en la segu­
ridad de qne será del agrado de nuestros lec­
tores.
E L MONUMENTO.

A la altu ra de unos 100 metros sobre el nivel
del m ar, sobre la colina en la cnal está recos­
tado el Colegio Santa Rosa, elévase una gran co­
lum na rem atada por una hermosa estatua de bronce
dorado que representa á María Auxiliadora. La
altura total del monumento es de 38 metros co-

144 —
rrespoiidiendo 32 á la cohimna y 6 á la estatua. el visitaute se encuentra de repente gozando de
Descansa sobre la roca viva, en la cual muy acer- un espectáculo encantador, m ientras los más atre­
tadam ento se grabaron las palab ras: l a petrá
vidos suben aún por o tra escalera exterior de
cinco metros hasta los piés de la mi^estoaa es­
exaltasti me.
La base de la columna ocupa un espacio de ta tu a que descansa en hermosísimo y colosal cha­
unos 50 m etros cu ad rad o s, teniendo casi 8 m e­ pitel.
tros cada uno de sus lados, hasta la altui'a de 10
El plano de todo el monumento fué trazado por
inetr4)S, constituyendo este el jirimer cuerpo del -el hábil ingeniero Sr. D. Domingo Dolpiauo, salaoniiiueuto. Una elegante capilla enclavada en lesiauo, cuya fam a ya se h a consolidado por las
él, ocupa la jiarte anterior que m ira al Occidente, muchas obras arquitectónicas ejecutadas bajo su
dominando el barrio de Saiita liosa é Icaraby, dirección en el Brasil y en el Uruguay. E l estilo
buena jiarto do Río Janeiro
y do BU iinnousa b ah ía,
basta muy afuera de la barra
de donde se puede contem­
p la r la ostalua de la Virgen
reluciente como el sol en las
horas de la tarde, cuando el
astro del día visto con sus
rasgos la hermosa figura do
la Madre do Dios.
Eu el lado posterior hay
acceso á la cómoda escalera
de hierro fundi<lo que sube
hasta la j)arte superior del
momimouto. Lo restante do
la gran base está ocupada
)or unos nichos dentro de
08 cuales los Salesianos del
Brasil desean colocar los
resto.s venernudos de nues­
tro llorado Monseñor Lasagna y deimis víctimas del
horrible desastre d e J u iz de
Fora. Parece que desde el
Cjelo h a de regocijarse el
espíritu del Apóstol iufatigablo, quien eii la prim era
cartav que de Nietheroy es­
cribía ó Don Rosco, así se
expresaba: « Nosotros en
nuestro entusiasmo llega­
mos hasta concebir la idea
y la esperanza de levantar
en este lugar un gran San­
tuario en honor de María
A uxiliadora, para que estiend a su soiulua benéfica
por todo el Rrasil. La mis­
m a Virgen se eucargaró de
dem ostrar <(ue al Cielo es
agradable nuestra esi»erauza.» La esperanza de Mous.
latsugun (tftó para tvocarseeu
hermosa realntad, pues el 31
es ecléctico, confundiéndose en él en agradable
de Diciembre hubo de colocai'se la piedra fuudaarm onía el b izantino, el morisco y el ojival. Se
m eutal de un gitm Templo á Mavia Auxiliadora
emplearon eu la construcción más de 309 mil la ­
al pió de la colina, y desde lo alto de su culumua
drillos y unos 10 meses de trabadlo asiduo.
la Virgen Sautísim a beudecirá y dirigirá las obras
La estatua de cobre h a sido fuudida en la fá­
d e BU Suntuario.
Pui'o volvamos á uuesti'a doscri]>clón: Sobre estA brica de Luís Del-Bo de Milán y un vecino de
Santa Rosa hizo donación del m aterial completo
base, enorme masa de unos 600 metro cúbicos,
ae eleva la elegante culumua de 17 metros de al­ para el alumbrado eléctrico de la misma. Son
tres grandes focos de arco voltaico á los piés de
tu r a , que forma el seguudo cuei'iK) del monutie s enormes candela­
Bieuto, teuiondo en cada uno de sus costados una la estatua, sostenidos
bros del peso de 500 kilogramos cada u n o ; éstos
pequeña ventaua con un correspoudieute balcón,
ilum inan el cuerpo de la estatua, y adem ás doce
y eu la parte que m ira al m ar la simbólica es­
lám paras eléctricas en las doce estrellas de la
trella, que será ilum inada á luz eléctrica con los
diadema Envuelven la cabeza de la Virgen eu uo
p ala b ra s: .Ave, Maris Steüa. E sta columna que en
el puoto de su arranque tieue 25 metros cuadra­ nimbo de luz.
dos de superficie, va estrecbáudose hasta su cima
LA. SOLEMKK INACGL'KACIÓN.
en la cual mide 3 m etros por cada lado. Aquí
A las 10 del día 8 de Diciembre, festividad de
term ina la hermosa escalera á caracol iuterior y

f

— 145 —
la Im nacnlada C oncepción, nna enorme concnrrenciasiibía á la c o lin a del monumento para asistir
á la solemne bendición é inauguración del mismo.
El Excmo. Sr. Presidente de la República, Doctor
Campos Salles se hizo representar por el Capitán
de mar y guerra Alvea de Barros, jefe de su casa
militar, quien llegó al Colegio en el cupé presisidencial. El Excmo. Señor Obispo diocesano Mons.
Francisco do Regó Maia, asistió personalm ente á
la ñ e s ta , bajando para eso de Petrópolis el día
anterior j todas las autoridades eclesiásticas, ci­
viles y m ilitares estaban brillantem ente repre­
sentadas y al día siguiente todos los periódicos do
la Capital, publicaron crónicas entusiastas y cal­
culaban que cinco m il serían las personas asis­
te n te s, cifra enoroe si se considera la distancia
del lugar y lo amenazador del tiempo.
A las 12 el Excmo. Sr. Obispo dió principio
al acto con la solemne bendición del Ritual j
acto continuo la banda rompió con el Himno
Nacional del Brasil y al último acorde cayeron las
cortinas que ocultaban la estátua de la Virgen á los
ojos de la m uchedumbre. D escribir los vivas en­
tusiastas del pueblo' y de los niños del Colegio
que rivalizaban con el estruendo de las salvas de
bombas y del los acordes m arciales de la banda
es cosa imposible. E l cíelo se había despejado; el
sol brillaba en todo sn esplendor y sus rayos
caían perpendiculares sobre la herm osa cabeza
de la virgen.
Poseído de santo entusiasmo el Señor Obispo
pronunció una breve pero ardiente alocución y
en seguida fueron celebradas dos Misas, una en
un tablado en la parte oriental del monumento,
y otra en la Capillita del mismo, siendo los res­
pectivos celebrantes los Sres. D. Miguel Borghino
y D. Pedro Rota, los dos prim eros D irectores del
Colegio de Santa Rosa que habían ido expresa­
m ente para asistir á tan solemne ñesta.
D urante el acto, veinte alumnos colocados al­
rededor de la estatua em puñaban banderas na­
cionales, simbolizando los veinte estados del Bnisil
y los pabellones de las naciones am ericanas sobre­
saliendo en tre la infinidad de gallardetes que se
agitaban en todas direcciones, ofrecían á los ojos
de los asistentes el espectácnlo de un verdadero
triunfo.
Term inadas las Misas, acom pasadas por bellos
motetes ejecutados por el coro del Colegio, el
Sr. D. Carlos P eretto, Inspector de las Cusas Salesianas del Brasil, leyó las principales adhesiones
llegadas de todos los puntos del mismo y de va­
rios otros p aíses, term inando con la lectura de
un telegram a de Roma que traía la bendición del
Sumo Pontífice, escuchado entro las aclanjacioaes de la muchedumbre. Pronunció después un
breve discurso, agradeciendo á todos los que ha­
bían de alguna m anera cooperado á la erección
del m onum ento, y por últim o el periodista Don
Joaquín L acerda, representante del < Jornal do
Commercio » el decano de loa periódicos del Brasil
dijo los siguientes v iv as: « ¡ Viva Jesucristo nues­
tro Redentor! — ¡V iva S. Santidad León X III!
— ¡Viva la Inm aculada Concepción, patrona del
Brasil! — V iva María A uxiliadora, P atrona de
los Salesianos!
>
A las 2 de la tarde la concurrencia bajaba de
la colina llevando las más tiernas impresiones de
una fiesta tau conmovedora. En los días siguien­
tes fué una peregrinación continua de personas
de todas condiciones que iban á adm irar de cerca
si gran Munumento que los Salesianos, ayudados
por BUS Cooperadores y amigos, levantaron como

Homenaje á Jesucristo Redentor y á su Madre
Santísim a al finalizar el siglo X IX , y conmemo­
rando el IV centenario del descubrimiento del
Brasil y las Bodas do P lata de la obra do Don
Bosco en América. »
E x á m e n e s i i n n l c s . — Con mucho gusto
publicamos el resultado do los c-vámenes filiales
que han tenido lugar el 80 ilol pasado Octubre
en nuestro Colegio do San Gonzalo do Ciiyabá
(Matto Grosso). Asisten á las aulas de dicho co­
legio alumnos iiiternoa ^ medio-pensionistas y ex­
ternos y en él so estudian : 1* y 2* enseñanza y
adenitis las asignaturas propias do la carrera de
comercio con las clases do música y dibiyo. Las
nota.s obtenidas son las siguientes : 17 han sido
Aprobados con distinción ; 119 Aprobados plena­
mente; 116 Aprobados; 30 Reprobados y 20 no se
han presentado á los exámuea. Nuestra cordial
enhorabuena á tan valientes campeones.
F i e s t a s a l e s i a i i n . — G rata impresión ha
dejado en los habitantes de Coruiubá (MattoGrosso), á juzgar por lo que dice el periódico O
Municipio de Vorumbd, la fiesta que nuestros her­
manos del Colegio de Santa Teresa han celebrado
el día 13 del próximo pasado Enero con m otiva
de la distribución de premios.
L a concurrencia llenó por completo el vasto y
magníficamente adornado salóu preparado al efecto,
y á las dos y m edia do la tarde empezó á cum­
plirse el extenso y variado program a, dando co­
mienzo con un himno n acional, primorosamente
cantado por el nutrido y selecto coro que for­
m aban los alumnos del Colegio: una salva de
aplausos se confundió con las últim as notas del
himno. Las partes musical, vocal ó instrum ental
del program a alternaban entre sí. Se cantaron de
nn modo que nada dejó que desear L 'A d d io , de
Oloriaf h a Nostalgia, de Alberto Ju u g m au n , un
trozo de la celebérrim a opera do Verdi, Ernani, las
romanzas Ti voglio amar, 11 Eastorello delle X/pi,
de Mons. Costamagna y E l M arinero, de Mon­
señor Caglieru; so ejecutaron con delicato gusto
la m archa para piano á cuatro manos, del maestro
H enry H ow alsky, titu lad a: Uongroise, un trozo
de la opera Oavalleria Rusticana do Mascugni y
un ingenioso pot-pourri sobre motivos do la ópera
R uy B la s , del maestro M arebotti; ae recitaron
muy bien loe poesías Minha térra, O canto do
guerréiro, y Napoleáo em Waterloo; y desempe­
ñaron todos de un modo coucluyeiito el iiieludram a en dos actos Morada de Felicidad, de nues­
tro amado Padre Don Bosco. Los discursos pro­
nunciados por los Sres. Dr. D. Symphonio Ol.vmpio
de los Santos. Presidente del Tril>unal dé exá­
menes, y D. Lindülpho Libuuio Moreira Serra,
ilustre Diputado por aquella región, encerraban
conceptos elevados y en ellos brillaba un len­
guaje verdaderam ente elegante y correcto. Coronó
la fiesta la distribución de premios entre los
alumnos del Colegio, y todos los concurrentes
salían alabando el Todopoderoso que tanto bien
hace á la ju v en tu d brasileña por medio de los tan
queridos hijos de D. Bosco.

X o t a b l e p a s t o r a l d o M o n s e ñ o r C a>
g ü e r o . — Dice un diario de Buenos Aires.
« L a últim a Pastoral que con motivo de la fiesta
de San Francisco de Sales h a publicado el Excmo.
é lim o. Dr. D. Ju an Cagliero, de la P ía Sociedad

— 146 —
Salesiana, Obispo T itu lar de Mágida, Vicario ApoBtóIico y Superior de las Misiones de la P atagouia, es un trabajo que, por la claridad de con­
ceptos que m anifiesta, ]>or las observaciones en
que abunda, y por la ciencia con que aborda los
m últiples tem as objeto de dicha Pastoi-al, no po­
demos menos de clasificarla de notable.
Quisiéramos tener espacio para publicarla ínte g r a , }iero las necesidades de la información
d iaria nos lo impide, así es que nos limitaremos
á trascrib ir la parto referente á la propaganda
d e la prensa católica.
Dice Mona. C ag liero :

penas severas, los desbordes de la prens a ma
vada.
» Desgraciada la sociedad en que hay tole­
rancia y libertad incondicional de leer todo im­
preso ! L a fam ilia queda contam inada ; la incauta
juventud es lanzada en las sendas de las pasiones
y del v ic io : el sentim iento público queda hon­
dam ente pervertido, verificándose entonces lo que
dice el Espíritu Santo de los hom bres extravia­
dos, que llaman bien al mal y mal al bien.
» Os ru eg o , por lo ta n to , con todo encareci­
m iento, declaréis g u e n a sin cuartel á todo im ­
preso antiiTeligioso é inm oral, y promováis If

Niños y Colegio de Sta. Rosa en Nietheroy (Brasil).
« Vuelvo de nuevo á recomendaros que promo­
váis la buena prensa, especialmente católica j que
propaguéis las lecturas morales é instructivas j y
que, pudiendo, os abonéis á diarios serios, perió­
dicos bouestus, revistas, y á toda publicación que
tu tele el bien público, la religión y la honra del
prójimo.
No echéis en olvido lo que os decíamos en otra
ocasión : — « L a prensa es poderosísimo medio
de propagar la ilustración y la virtud, si es buena;
por el coutrai'io, es medio eficacísimo para ino­
cular la corrupción y el vicio si es mala. Las leyes
eclesiásticas censuran de culpa grave á todos los
quo escriben, im prim en, difunden, leen ó retienen
Úbros ó impresos obscenos, inm orales y detrac­
tores de la lam a del próximo, hiriéndolos, además,
con la excom unión, cuando enseñan , apoyan ó
defienden doctrinas contrarias á la Fe Católica.
» Las leyes civiles, en una sociedad bien orde­
n ad a y celosa del bien p ú b lico , reprim en con

buena prensa, aún cuando os deba costar sacrifi­
cios personales y pecuniarios.
a Es tan eficaz el apostolado de la sana prensa,
que no debemos perdonar sacrificios pain. soste­
nerlo y propagarlo; así lo creemos con todo el
Episcopado católico. »
P rim e ra

C o m u n ió n e n l a

Boca* —

Conmovedor aspecto presentó la Parroquia de La
Boca en Buenos Aires el día de la Purísima.
Toda la iglesia estaba inundada por niñas qne.
previa la preparación y el asiduo y continuo tm bajo de las Hijas de María Auxiliadora, se dis­
ponían á hospedar en sus cándidas almas por vez
prim era al m ejor Amigo de los niños. C elebróla
Santa Misa n a Sacerdote Salesiano, y á la hora de
la Santa Comunión se acercaron todas las niñas
al Banquete Eucarístico con una devoción y res­
peto que eran impropios de su edad. La nieve
envidiaría la blancura de sus tra je s , símbolo de

EMam

la blancora y lim pieza de sns a lm a s , y con edilicante compostura, puestas todas las niños en dos
lilas y dirigidas por varias H ijas de María Au­
xiliadora y algunos Sacerdotes Salesianos hicieron
una espléndida procesión , en la que todos los
espectadores quedaron llenos de adm iración al
considerar los opimos frutos que da la educación
basada en el a m o r, puesto que las niñas obede­
cían á sus respectivas Superioras con vivas mues­
tras de contento y no por tem or al castigo. Ex­
cusado es decir el entusiusmo que sentían los padres
y parientes de las niñas y lo agradecidos que es­
taban á aquellas que tan to bien proporcionaban
á sus am adas hijas.
K í(|u«^?:a d e l K í o IV e jíe o , — C o iisli* ii< —
e it'm d e l C a n a l . — lÜ K t'U ola «le a K 'e íe iilt i i r a p e á e i i e a . — Ttnmumis del Pueblv. diario
católico de Buenos Aires, lo sigui<‘nt.e : « El viaje
del Presidente do la república al llío Negro ha
dado motivo para que se hablara con más o me­
nos detención de los Padres Salesianos que han
establecido varias m isiones en aquel territorio
del Sur.
Encuutrándo.se actualm ente entre nosotros el
K. P . A lejandro Stefenelli, uno de los colaboi-adoj'es más activos de S. S. lim a. Mous. Cagliero,
hemos tenido oportunidad de .eonverear con él,
y nos ha sum inistrado datos iuteiC.-^autes, refe­
rentes á la misión establecida en Boca.
El padi-e Stefenelli es un trabajador incansable,
y conoce palmo á palmo las riberas de los ríos
Negro y Colorado. Su mayor ensueño es ver trans­
formadas aquellas tierras eu preciosos centros
agrícolas, aprovechando el crecidísimo núm ero de
fam ilias indígenas que viven en los alrededores
de General Roca, sobre las costas del Río Colo­
rado, eu los valles del Eim ay y Neuquéu, parto
S. 0 . del territorio nacional del Río Negi-o.
Hablando de este últim o te n -ito rio , es de opi­
nión que, sin la ag ricultura, resu ltará absoluta­
m ente imposible i>oder apr<ivecbar los especialíBÍmos beueñcius con <]ue ha sido regulado.
Es verdad, nos dijo, que cuando lu expedicióu
al dcsieito . llevada á cabo por el general Roca,
y en los años iumediutos, toda la República no
hablaba sino del nuevo Egipto con su Nilo. Los
verdes y lozanos pastizales atraíau tudas las mi­
radas al Río Negi'u. cuyas tierras eran codiciadas
y bn.scadas cou ansia.
Sin em bargo, hoy día, eu todo su valle debo
considerarse como un portento el hallar una legua
cuadrada de campo capaz de sustentar más de
dos mil cabezas lanares. Sencillo es explicarlo.
Parec'c que la Providencia se h a complacido
en mosti’ar la fertilidad de aquellas regiones, al
tom ar posesión de ellas el dominio civilizador.
Las agims del r í o , de una m anera nunca vista
después , inundaron todo el v a lle , de tal suerte,
que hasta los cuerjms de ejército sorprendidos en
sus cnmpnnieutos, quedai'on aislados, cou no poco
peligro de la existencia de aquellos conquista­
dores.
Ivas tierras, regadas por las aguas fertilizadoras
del Río N eg ro , desarrollarou todas sus fuerzas
productivas, y los pastos criollos, que son el tré ­
bol, la cebadilla, el alñlerillo y la cola de zorro,
se desarrollaron cou tal ex uberancia, que impe­
dían hasta el tránsito rápido de las cabalgaduras.
Aquella tierra, pues, humedecida por el riego, es
fértilísima.
Como pude deducir de observaciones prácticas
hechas en 100 hectáreas de tierra regada y alfal­

fada, repartidas en potreros, pueden oriarsi- ntás
de mil cabezas lanares, aum entando su producto
de un 20 % comparado cou ol do las que se crían
( u campos naturales, aún de los nicjovt's del Uío
Negro.
Volviendo á la agricultura, el padre Stefenelli
nos informó que los resultados son allí euUnam ente satisfactorios. Se han tenido cosechas de
trigo con un producto del 40 por I j la xiva os
riquísim a en alcohol y azúcar •, la remolacha se
desarrolla en proporciones especiales, y muy ric4t
en azú car; lo mismo dígase de las panas y el
maíz, productos que, aplicados á la uestileríu
y á la industria de crianza de cerdos, desaparocería la dificultad que representa en la exporta­
ción el recargo por sus altos fletes, y de aquellos
uisi desiertos, podrían así hacerse otros tixntos
centros agi'ícolas industriales, que cree no ta r ­
darían eu ti'ocar dicho territorio nacional en
una de los principales provincias argentinas.
— ¿P or qué, entonces, no se riegan los campos
del Río Negro y r.o se cultivan t — imeguutamos
al padre Stefenelli.
— Tres parécenmo ser las causas;
P rim e ra : L a dificultad de sacar canales de im ­
portancia , sobre todo eu las colonias, donde ios
vecinos son propietarios de pequeñas zonas de
tie r r a : dificultad que reclama una ayuda directa
del superior gobieruo, ó eu su defecto, la habilitucióu nacional de xina empresa capitalista que ex­
plote la venta de aguas.
Segunda : Como la generalidad de los pobla­
dores de aquellas regiones está puram ente redu­
cida á seguir el trabajo, como lo han visto hacer
á BUS padres, ó en su defecto, como se hace ou
los demás territorios del país, en donde las fre­
cuentes lluvias ó la humedad natural del suelo
BOU suficientes, nadie se ati-eve á emprender el
experim ento del rie g o , y los mismos contados
chacareros de la colonia nacional General Roca,
que gozan de los beneficios inconstantes de aquel
simulacro de caual, por esta misma inconstancia
no pueden extender sus trabajos, proporcionando
así un múdelo perfecto ])ara los demás.
T e rc e ra : Lu falta de personal idóueu. El exíranjero, hasta no conocer prácticam ente los re ­
sultados de aquellas tierras, ul sólo nom brarle la
P atagouia ó el Río Negro se asusta y rehúsa
toda clase de proporciones que se le presenten.
El peón indígena que por allá se encuentra, ma­
lam ente maneja un arado primitivo, é indiferente­
m ente siem bra en la misma tierra, cou ta l que
sea h ú m ed a, las legum bres, los cereales ú otras
plantacioues, sin apreciar la aptitud del suelo.
Es, p u e s, m enester proi>orciouar personal idó­
neo, y especialmente enriquecer cou conocimientos
agrícolas, teóricos y prácticos á los criollos de
aquellas regiones, sean ó no indígenas. De aquí la
utiUdad de la fundación de una escuela de agro­
nom ía práctica.
Interrum pim os al padre Stefenelli para pregun­
ta rle sobre el resultado de los rabajos del canal
Roca.
E l Presidente de la República nos dijo, eu su
viaje último, nos ha ofreci«lo 25.000 pejws, que lí.
contaduría tiene orden de liquidarm e. Se ha for­
mado una comisión de vecinos para adm inistra!
este dinero, piesidida por el coronel Gras, y de
la cual formo parte yo también. Para que resulte
menos costosa la obra, se emplearán los penaxlos
m ilitares de General Roca. Aunque la suma es
pequeña, eu relacíóu al trabajo — tratándose de
uu canal de 12 leguas de largo — sin embargo,

— I4S —
dado el empeño de todos en qne se Heve ade­
lante la o b r a , esperamos darle dentro de poco
projíorciones de c a n a l, para que puedíxn regarse
nnas cuatro ó cinco mil liectóreas ; de suerte que,
ayudado por la nivelación natural de aquellos te­
rrenos, fácilmente se logrará transform ar la salóbrega y am arillenta zavipa en lozanos pastizales.
El Pmlre Stefenelli ha venido tam bién á bus­
car recursos para los asilados de los Colegios Salesianos (que son ochenta), y para el desarrollo
de la Escuela Práctica de A gricultura.
H a conseguido aparatos para ensayar la in d u s­
tria do la m anteca y otros elementos de im por­
tancia.
Esta últim a escuela tiene 22 alumnos, de los
cuales 18 son asilmlos. Goza de una subvención
mensual de 4u0 p eso s, que le pasa el M inisterio
del Culto.
Las Misiones Saleaianas sostienen en la colonia
General Roca dos establecim ientos más. Un Co­
legio de 1'‘ enseñanza do varones, con pupilos y
medios pupilos y externos; y un Colegio dirigido
or las Hijas de María Auxiliadora, con 40 asilaas, las cuales están distribuidas en los talleres
de costura y trabajos manuales.
E l R. P. Stefenelli abandonará hoy esta ca­
pital. *

S

' l juévese 14 del p. p. Marzo á las 2 dejó do
existir el Sr. Canónigo Dr. Eduardo O’Gorman, á la edad de 75 años. E ste venerable
sacerdote antiguo amigo nuestro, celoso Coope­
rador salesiauo, decidido sostenidor y entusiasta
de la Obra de D. Busco, fué Cura de Mercedes
(provincia de Buenos Aires) y de San Nicolás do
Barí en esta Capital, por espacio de 89 años. Ade­
más, desempeñó varias veces al puesto de dipu­
tado á la legislatura de Buenos Aires y miembro
de la Munioijuvlidad.
Su sepelio, efectuado al siguiente día, ha puesto
de manillesto las sim patías do que gozaba en esta
ciudad, simpatíits á que lo hacían acreedor sus
im portantes servicios, su carácter afable, su con­
stante dedicación al m inisterio paroquial.
El Canónigo O’Gorman era uno de los m iem­
bros del antiguo clero de esta arquidiócesis, clero
cuyo m érito solo pueden estim ar los que conocen
el am biento en que so formó y las dificultades en
qne debió luchar para su formación, no existiendo
seminario conciliar como b o y , n i eucoutriindose
los estudios organizados con debida forma.
Enviamos á sus respetables deudos la expre­
sión de nuestra condolencia, é invitam os á nneatros Cooperadores á rogar por él alma del vene­
rable sacerdote.

B IB L IO G R A FIA
A x i x i l i a m C b r i s t i a n o r n m . — Mes de Ma­
ría Auxiliadora p.ara uso de las familias é insti­
tutos religiosos y especialmente para los Coope­
radores Salesianos y los socios de la Archicofradía
de María Auxiliadora, por el presbítero salesianO'
D. Albino Carmagnola. Se publica con licencia
eclesiástica. — Sevilla, Escuela Tipográfica y L i­
brería Salesianas. — Un tomo en pasta flexible:
precio 1,40 pesetas.
Por el artículo ó mejor dicho Consideración que
con el título de María Auxiliadora es Madre mi­
sericordiosísima de los pecadores, publicamos en
otro lugar, podrá apreciarse que la obra que nos
ocupa reúne condiciones excepcionales para honrar
á la Santísim a Virgen en el Mes á E lla consa­
grado. No podemos resistir á la tentación de pu­
blicar el siguiente trozo que se encuentra al con­
siderar el « júbilo que experim enta María por la
conversión del pecador: » dice así después de
aquellas célebres palabras « Vos tendríais miseri­
cordia hasta del mismo demonio si os invocara hu­
mildemente » qne Santa Brígida oyó que el Di­
vino Salvador dirigía á su Madre : « Lucifer, dice
el autor, ese Angel soberbio y rebelde no se hu­
m illará ja m á s ; pero si ese desdichado así lo h i­
ciese, María con su poderosa intercesión lo sacaría
del inflerno. » ¡ Qué consuelo prestan á todos los
pecadores por numerosos y graves que sean sns
pecados!..... Adenitis su forma eleg an te, limpia
y clara estampación y el buen papel en ella em­
pleado la hacen muy recomendable. Todos los días,
después de la oración preparatoria y de la con­
sideración propia de aquel día, pone nn ejemplo
y coulinúa con una flor espiritual, una jaculatoria
y la oración final. Lo recomendamos de todas
veras, en la seguridad de que todos se alegrarán
después que conozcan las joyas que encierra tan
hermoso libro.
M e s clel Sagrrndo C o r a z ó n d e «Jesús,

ó sea, lecturas prácticas y ejemplos de la devo­
ción al mismo y de la frecuente Confesión y Co­
munión, por D. Cirineo Santinelli, Pbro Snlesiano.
(Con Ucencia eclesiástica). — Saniá-Barcelona —
Escuela Tip. y L ibrería Salesianas. — Un to m o :
en rústica.
Nada más natural que después de haber pasado
en dulces coloquios durante todo un mes con el
Pa<lre n u trid o de Jesús y otro cou su Santísima
Esposa la Madre de Jesiis y Madre nuestra amantísinm, dediquemos el tercero á considerar, en lo
que nos sen posible, las riquezas que encierra y
el amor infinito que nos tiene e se, no diré ya
enamorado porque esto es muy poco, sino ese
abrosado Corazón de Jesús. Muy difícil es, por
más que se diga otra cosa, exponer ciertos asuntos
á los niños de modo que se adapten á su tierna
in telig en cia: pues b ie n , el continuo roce con
ellos, ha hecho que el Sr. Santinelli haya es­
crito su Mes del Saefrado Corazón de Jesús, de un
mudo tal que se hace asequible á todas las inteligeuciíis. Lo recomendamos eficazmente á nuestr >3
lectores y estamos persuadidos que todos recono­
cerán el mérito que encierra tan bello librito, y
que nosotros nos consideramos incapaces de juz­
garlo cual se merece.

B
. I. P
.

Can kprobicioa d* la Aitondid Bdeautíca, - Genitc: J03É jAlBlKO

Fecha
1901.05