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Título
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BS_1901_01
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Descripción
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Boletín Salesiano. Enero 1901
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extracted text
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OLETIN
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Cottoiengo, 32
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Turín (Italia)
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recom iendo la n iB o i y l a Ju v c n . |!
Ke.lobla.1 v u e stra s fu o rsa s A Hn '?
E l am or a l prójim o os uno <le los | :í '■ O s reoomiot
c uliiv
llivaaiid con K tando oainoro sii • ' ,i„ „ ,,a ,ta r A la uiHos v luveiH ud do :
lavotea y ui.ia oxcolentoa dones qno ,?i tu d ’i cu
la d iv in a bondad puedo coucodor A i educación c ris tia n a : y p m p orclonad o , ¡ J a corrupción 6 in c re d u lid a d v p re -lj
¡: lib ro s q n e la e n se n e n A b u i r del vicio
j.a ra r asi u n a nueva uonoraclon.
*
los bouibi'cs.
¡ ' y A p ra c tic a r la v irtu d .
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(S. F i u s c . do Sales.)
(L kan :« i i i .) | | ¡
(PIO IX.) [:■
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ANO X X I I - N. 1
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ENERO de 1901
P U B U C A C m MENSUAL
SVBEJLSXO. — A J e s n e ris to R ed e n to r . . . .
pAg.
C a r ta E ncio lio a de SS.L eón X I l l ............................................. »
C a r ta del R vdm o. P . ^ g u e l K a a á lo s G ooperodores Sa>
lesianos
...................................................................................... »
£ 1 apó sto l del t r a b ^ o ...................................................................... »
Segundo C ongreso S a l e s i ^ o ...........................................................»
C rónica del A fio S a n to
D k .VUKSTKA8 uisio.N'KS. J u o in d e los A n d es
G ra c ias d e M a ría A u x ilia d o ra
K u k st iu CouKEsroNUKKCiA. — R tpafX i. C arm ona (Sevilla)
C iu d a d ela (M enorca) — A rao en a (U uolva). — Am<rica.
Q uito (E cuador! — L a r a z ( B o l Í T Í a ) ................................ .... H
N oticias r V a u tB D A D B B ..........................................................» 2f
B i u L i o o i u v la ..................................................................... ..... SO
G kauauos — E l S alvador. — S. P odro on la O ite d ra . — P añ o
ra m a d e R o m a — Is la s M alvinas, In s titu to S bI osIsiio . — I n
te rio r d e la C a p illa S alesiana. — T ú n e s. I n s titu to Saleaiano
de L a M araa . — D . Rosco e n 1870.
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EL
l^oleíín ialesiaiio
EN
su
NOMBRE Y EN E L D E LOS SALESIANOS Y SUS COOPERADORES
desde su primer número del siglo XX
ladera, alaba y referencia
á nuestro Señor Jesucristo
■0 ÍO S y l i o m b r e v e r d a d e r o
Key y Señor y Doniiuador supremo do todos los siglos
Redentor del l)umano linaje
Su M ea indeficiente luz. su única indelectiWe esperanza
Sabiduría increada
E J E CENTRAL DE LA HISTORIA
í En torno de qnien han girado y girarán siempre todos los acontecimientos de ella
EESPLAJíDOE ETEENO DE LA GLOEIA
Y ¡uez de vivos y muertos.
I
2
—
I ■>> »
CARTA ENCICLICA
DE NUESTRO SANTISIMO PADRE
LEON
P O E L A D IVINA PfiOV ID EN OIA
PAPA
XIII
A n u e s tr o s v e n e r a b le s h erm a n o s loa P a tr ia r
ca s, P rim a d o s, A rzob isp os, O b isp os y d em ás
O rd in arios en p az y com u n ión con l a S ed e
A p o stó lic a
LEON X in , PAPA,
Yenerahles hermanos:
Salud y Bendición apostólica.
no es posible fijar en el
porvenir nna mirada tranquila,
antes por el contrario bay sobra
dos motivos para mirarlo con
temor, siendo tantas y tan inve
teradas, y estando tan arraigadas las causas
de los males que pública y privadamente nos
afligen; no obstante, por la misericordia de
Dios, algún rayo de esperanza y de consuelo
parece que ha brillado en las postrimerías
del siglo en que vivimos. Porque cuando se
TÓ á los hombres volver los ojos del alma
hacia los intereses del espíritu y considerar
su importancia, cuando la fé y la piedad cris
tiana se ven despertar atiimaílas de un nuevo
fervor, su saludable influjo para el bien de
la sociedad nadie puede desconocerlo. Y que
estas virtudes reviven hoy en muchos espíri
tus, ó adquieren en otros nuevo vigor, hay
imücios bien claros que nos permiten asegu
rarlo.
üN Q üE
M o tiv o s d e e sp e ra n za p a r a e l p ró x im o s ig lo .
Ved, sino, en medio de los incentivos del
siglo, y á pesar do tantos obstáculos sus
citados á la piedad para atajarle los pasos,
▼ed esa multitud incontable que, á una señaí
del Pontífice, de todas partes acude presurosa
4 lastrarse ante los {Sepulcros de los Santos
Apóstoles; ved en Roma lo mismo á los pro
pios que á los extraños haciendo pública pro
fesión de catolicismo; vedlos ocupados con
mayor diligencia que de costumbre en pro
veerse de medios conducentes á la salvación
eterna, aprovechándose do los tesoros de in
dulgencias que la Iglesia en este tiempo les
concede.
Por otra parte i quién no admira ese desu
sado incremento que se observa en nuestros
días en la devoción al Salvador del humano
linaje ? Bien podría creerse digno de los me
jores tiempos del Cristianismo ese fervor en
tantos miles y miles de corazones afumados
eb conformidad de pensamiento y de volun
tad, que desde el oriente ai ocaso acuden en
salzando el nombre y publicando la gloria
de Jesucristo. Quiera el Señor que estas lla
maradas de la antigua piedad sean precur
soras de más vasto incendio; y que tan her
moso y repetido ejemplo sirva para arrastrar
por el mismo camino aún á los más reacios.
Porque, á la verdad, i qué cosa urge tanto en
nuestros tiempos como restablecer en la so
ciedad el genuino espíritu cristiano y hacer
que juntamente con él se arraiguen y propa
guen las virtudes de otros tiempos?
S I d on d e D io s.
La desgracia es que haya por otra parte
tantos y tantos que se hacen sordos á las en
señanzas que se desprenden de esta renova
ción de la piedad. Mas si osos tales «conocie
sen el don de Dios», si considerasen bien que
la mayor desdicha que puede acaecemos es
habernos alejado del Salvador del mundo, y
abandonado las costumbres, y renunciado á
las OTiseñanzas cristianas, de segnro que se
apresurarían á salir de sú letargo, y dejarían
sin delación el camino que les conduce á una
ruina cierta é inevitable.
Ahora bien: atender á la conservación y
acrecentamiento del reino del Hijo de Dios
en la tierra, y procurar la salvación de los
hombres por medio de la dispensación de los
divinos beneficios, oficio es tan grande y tan
propio de la Iglesia, que á ese fin se ordena
todo el poder y autoridad de qne está inves
tida : Nos, en el desempeño del Sumo Poiitiflciido, tan difícil como lleno de cnidados,
creemos haber hecho hasta el presente para
la consecución de aquellos fines cnanto ha
estado de nuestra parte. Por lo que á voso
tros toca, Venerables Hermanos, cierto es
también que teneis como Nos consagrados á
este negocio todos vuestros pensamientos, to
dos vuestros desvelos y todo vuestro tiempo.
Con todo, debemos aumentar nuestros es
fuerzos a medida de las necesidades de los
tiempos, y ahora especialmente que el Ano
Santo nos presenta ocasión oportuna, apro
vecharnos de ella para extender más y más
el conocimiento de N. S. Jesucristo; instru
yendo, persuadiendo, aconsejando, haciendo
p
—
3
oir ntiestra voz en todas partes, no tanto de
aquellos que suelen escuchar de buena gana
las verdades cristianas, como de aquellos
otros, sobre toda ponderación desg^iados
que, conservando el nombre de cristianos,
bacen una vida sin fe y separados del amor
de Jesucristo.
£ o s m á s d ig n o s d e com pasión.
Estos son los que principalmente excitan
iTuestra compasión: á estos en particular
quisiéramos hacer reflexionar sobre su con
ducta y sobre el paradero á que ella les guía,
si no se arrepienten.
—
ceguedad del entendimiento, aquella ilepmvacion de la naturaleza, aquellas sujHvriiticiones y aquel doseiilVeno llevados hasta la
monstruosidad, para que cualquiera se sienb\
penetrado de eonmiscracion y de horror al
mismo tiempo.
No es lo que decimos cosa desconocida de
nadie: lo que hay es que se jmsiibvy sepieiusa
muy poco en ello. Porque no serían t»mtos
los dementados por la soberbia, ni los que
languidecen en brazos do la pereza, si el re
cuerdo de los bunetlcios que á ni(»a debemos
estuviese más presento tm juiestra memoriiy,
y con más frecuencia renovásemos la t^msidersveion del estado del donde .Jesiieristo sacó
al hombre, y el estiulo á que lo elevó.
L a obra de J e s a c r isto .
E l S alvador (Cuadro d el L uinl).
^ 0 haber tenido jamás noticia ni conoci
miento alguno de Cristo, muy glande desgra
cia es, pero no hay en ello pecado de ingra
titud ni de rebeldía: mas rechazarle y olvidarse
de El después de haberle conocido, esta si
(jue es maldad abominable; esta si que es
locura tal, que apenas puede concebirse que
haya un hombre que caiga en ella. Porque
Cristo es el principio y la fuente de todos los
bienes; y, sin Cristo, así como no pudo el
mundo alcanzar su libertad, así tampoco puede
conservarla: ni hay para él salvación fuera
de Cristo. Non est in <d\o aliquo mltts. Nec enim
aliud nomen est sttb calo datum hominibtis in
<]UO oporteat nos salvos fieri. (1)
Cómo viven los hombres, cuáles sean sus
costumbres y cuál el paradero de las socie
dades de donde está desterrado Jesucristo,
virtud de Dios y sabiduría de Dios, ¿no nos
lo enseñan bien claramente con su ejemplo
los pueblos que no recibieron la luz del Evan
gelio ? Basta pensar nn poco en ello, basta
recordar con San Pablo {Aá Rom. i .) aquella
f
I
(1) Act. IV, 12.
Desheredada y condonadaal destierro desdo
hace tautos siglos la luiimimi progenie, vemia
precipib'indoso abismo, sin que á esas tm’ril)les calamidades ni á otras muchas en que
gemía envuelta, fruto del pecado de nuestros
primeros padres, hubiera renuniio alguno hu
mano que oponer, cuando Cristo N. S. apa
reció en el mundo, enviado del cielo ¡nira
salvarnos. Ya en el princio del mundo había
prometido Dios que Aquel sería quien, an
dando los tiempos, había do vencer y em:adenar la infernal serpiente: y ya también «leado
entonces los siglos sucesivos, puestos en El
los ojos, comenzaron á esperar su venida
con las más ardientes ansias. Largo tiem[K»
y con la mayor claridad los Prolebis sagra
dos en sus vaticinios estuvieron anunciando
que en Él únicamente estaba toda nuestra
esperanza; y aún hubo todo im pueblo es
cogido, cuyas varias vicisitudes, hechos me
morables, instituciones, leyes, ceremonias y
sacrifleios eran otras tantas señales en que
clara y distintamente so significaba que la
Hulvm'ion del liuiiiano lina.je era obra que
había do llevar á cabo, y de la manera más
perfecta, Aquel do quien se decía que al mismo
tiempo Ímbía de ser Sacerdote y víctima pro
piciatoria, restaurador de la libertad humana,
príncipe de la paz, maestro universal de las
gentes, fundíulor de un reino que permane
cería en pié por toda la eternidad. Con los
cuides títulos, imágenes y vaticinios, diferen
tes en apariencia, pero en realidad y sustan
cia todos acordes, era anunciado indudable
mente Aquel que por la gran caridad suya
con que nos amó, había de ofrecer algún día
l>or nuestra salvación el sacrificio de su vida.
Y en verda<], luego que llegó el tiempo
señalado por la sabiduría divina, el Hijo de
Dios hízose hombre, y satísüzo sobreabundaiitemente por los hombres á la ofendida
majestad de su eterno Pa<lre con el precio do
su sangre, adquiriendo por tal manera para
sí el poder y señorío sobre todo el género
humano que tan caro le costara: Non corruptibilibus auro vel argento redompti eetis; ...
sed pretioso sanguino qwui agni immaoulati
—
T
á —
Ghristi, et ineontaminati. (1) De esta suerte suavidad, y es al mismo tiempo un eficaz
á los que ya antes eran suyos y le estaban despertador de gratitud hacia el Divino Sal
sujetos como criador y conservador que es de vador, á quien no solo hemos de mantener
todos, de nuevo los hizo suyos, adquiriéndolos vivos los afectos de la nuestra, sino gran
propia y verdaderamente por precio de rescate. jearle también, si es posible, la de dos demás.
Han pasado los siglos y vivimos en época
« Non estis vestri: empti enim estis pretio mag
no. (2)» Así Dios, según el Apóstol, restauró ya muy lejana de aquellos primeros días de
todas la cosas en Cristo. Sacramentum vo- nuestra restauración por Cristo. Mas esto
luntatia mae secundum }>eneplaGÍtum
quod 4 qué importa, si la virtud de la redención se
propomit in eo , m di^ensatione plenitudinis continúa y trasmite á través de los tiem^ms,
tomporum instaurare omnia in Christo. (3)
y sus frutos son inagotables é imperecederos ?
El que una vez reparó nuestra naturaleza,
B e n é fico s fimtoB d e l a R ed en ción .
perdida por el pecado, Bi mismo es quien
Y entonces fué cuando anulado por .Cristo el restaurada la conserva y la conservará para
decreto de nuestra condenación, clavúndoJo en siempre: Dedit redemptioneni semetipmm pro
su Cruz, las iras del cielo se calmaron; y de ómnibus... {\)In Christo omnesvivi1iüabuntur...{^Z)
las manos y piés de la afligida y errante liu- E t regni ejus non erit Jinis (3).
raanidad cayeron las cadenas de la antigua
S ó lo en J e s u c r is to e s t á u n e str a sa lv a c ió n .
Borviduinbre, y Dios se reconcilió con noso
tros, y nos volvió á su gracia y amistad, y
En Cristo, pnes, por eterna disposición de
nos quedaron abiertas las puertas de la eterna Dios, está puesta la salvación de todos y cada
bienaventuranza, y se nos devolvió el derecho uno de los hombres, y de El depende. Y así,
de adquirirla, y se nos facilitaron los medios los que de El se apartan, lábraiise su ruina
de alcanzarla. Entonces el hombre, como sa por sus propias manos, llevados de un ciego
liendo del profundo y mortal letargo en que frenesí, por lo que á ellos toca en particular:
tanto tiempo había estado sumido, abrió los y además, cuanto está de su parte, dan causa
ojos á la luz de la verdad, durante tantos si para que la sociedad humana, arrebatada de
glos suspirada y tan inútilmente buscada: y nuevo por el torbellino, vuelva á caer y se
lo primero que conoció fué que él había nu pultarse en aqnel abismo de males y calami
cido para gozar bienes y riquezas mucho ma dades de que el Redentor por su infinita pie
yores y mús elevadas que estas que caen bajo dad quiso libramos.
los sentidos, frágiles y caducas, en las cuales
Porque quien temerariamente se lanza por
hasta entonces tenía puesto el término do sus sendas extraviadas, viene después de mil ro
pensamientos y deseos: y que la ordeiiacion deos á encontrarse muy lejos del término de
divina respecto de la vida humana, la ley seado : y, rechazada la luz de la verdad pura
suprema, y el fin á que todas las cosas deben y sincera, por fuerza ha de verse el entendi
enderezarse, se reduce á que, pues somos he miento en profunda oscuridad, y muy natural
chura de la mano de Dios, algún día volva es que el espíritu se infatúe miserablemente,
mos á Dios.
llenándose de opiniones falsas y depravada.s.
Establecido este principio y sentada esta Y al enfermo.... al enfermo que abandone el
base, despertó de nuevo en el fondo de las principio y la fuente de la vida 4 qué espe
almas el ya casi extinguido sentimiento de la ranza de salud puede quedarle? Ahora bien,
dignidad humana; latió en todos los pechos el camino, la verdad y la vida es Cristo úniel de la fraternidad universal; de aquí, como cameiite: «Ego sum via et veHtas eí vita {•%).»
era consiguiente, nació una nocion más per- De suerte que prescindir de Cristo es pri
f^eota de los derechos y de los deberes, y aun varse de aquellos tres principios absolutamente
se reconocieron y establecieron otros que no necesarios para la salva^don.
existían; y al propio tiempo viéronse florecer
Que nada hay, sino Dios, en que la volun
virtudes tan sublimes como no pudieron ni tad y el apetito humano puedan descansar
aun sospecharlas los filósofos antiguos. En definitivamente y satisfacerse por completo
consecuencia, las ideas, la vida práctica y las 4 qué necesidad hay de demostrarlo, siendo
costumbres adoptaron otro rumbo: y extendida cosa que está á la vista de todos, y experi
jior todas partes la creencia de la Redención, mentándolo así cada cual aún en medio de
y penetrando en las arterias mismas de la la mayor abundancia de bienes terrenos?
sociedad la virtud de Cristo, y huyendo ante
Dios, y sólo Dios es el último fin del
ella la ignorancia y los vicios de la gentilidad, hombre: y esta vida de aquí abajo es con
todo apareció cambiado, y fué un hecho la toda verdad y propiedad la imagen de una
civilización cristiana, que ha renovado la faz peregrinación. Pues bien, en esta peregrina
ción nuestro camino es Cristo; porque tras
del universo.
El recuerdo de estas cosas, Venerables esta mortal carrera, tan Uena ya de suyo de
Hermanos, llena el alma de una indecible
(1) I Pet. 1 , 18-19.
(2) I Cor. VI, 19-20.
£ p h . I, 9-10,
(1) I Tim. n . 6.
(2) I Cor. XV, 23.
(.9) Lnc. I. 33.
(4) Jo. XJV, 6.
fatigaa y tan erizada de peligros, no podemos tancia de voluntad. Porque, aunque os voidad
llegívr á Dios, último y supremo bien nuestro que por obra de nuestro Uo.tioutor lu natu
si Cristo no nos guía y lleva de la mano : raleza humana (juedó reparada do su cuida,
Nenw venit ad Fatrem, nisi per -me. (1) Nadie no es monos cierto quo eu ojula iuu> do no
viene á mi Padre, sino por mí. jY qué quiere sotros quedó como un principio do enlbrnuHiad
de liuqueza, y do proiionsióu al vicio. Hudecir sitio por E l !
Quiere decir p r i m e r a y princii^.-lnieiite por contrados apetitos arrastran ul hoinhm ya á
medio de su gracia: luego, por medio de su una parto, ya á otra, y las soduccionos do
ley y mandamientos, sin la observancia de quo vivimos rodeados fácilmonto iu>s llovaii
los cuales aquella gracia permanecería eu el tras las cosas agradables, upartiiiulonos do la
hombre ociosa y vacía. Porque Jesucristo, una ioy do Cristo.
Y sin embargo os necesario lu
char, y resistir con todas nuestras
ím riñs en obsequio de CrístoiX nues
tras propias pasiones; las cuales,
cuando no obedecen á la razón, se
ensofioreau de ella, y arrebatando á
Cristo la posesión del hombre, con
vierten á esto en esclavo suyo, liomines corrupU mente, reprobi eirca
fidem. non ejjidunt ut «on servhmt...
servivnt enim cupiditaH triplici. vel
voluptdtis, vel cxcellentiw, vel spectacuH: dice San Agustín. (1)
Y es menester quo en esta luc.ha
entremos resueltos á sufrir trabajos
é incomodidades por Oristo. Costoso
es dar de mano á lo que tanto nos
deleita y solicita; duro y áspero
remmeiar á los regalos del cuerpo
y á los bienes de fortuna i)or seguir
la voluntad de Cristo: poro ello e.s
forzoso; quien quiera vivir cristia
namente, debe prepararse á sufrir,
armándose de paciencia y fortaleza.
¿Q uél jiios olvidamos do qué
cuerpo y de qué cabeza somos miem
bros ? Pues Aquel que nos mandó
que nos negásemos á iiosotrosmiamos,
no eligió para sí el gozo sino la cruz.
Por otra parte, eu semejante temide
do ánimo consiste la grandeza del
S. P ed ro en la C áted ra — (C uadro d e Cima).
ser humano. Porque, como ya llegó
á conocerlo la antigua sabiduría,
vez redimidos, nos dejó, como era bien que ser señor de si mismo y hacer que la parto
lo hiciese, su ley para que nos sirviese como inferior del alma esté sujeta «á la superior,
de ayo y tutor, por el cual guiados nos en no es debiliiLul ni abyección, sino al con
caminásemos seguros hacia Dios,abandonando trario, valor generoso, tan ajustado al dic
todo mal camino. Euntes docete omnes gentes... tamen de la razón, como digno del hombre.
Como quiera que sea, sufrir trabajos y pe
docentes eos servare omnia quoeecumgue manduvi
nalidades sin cuento, esa es la humana con
vobis... (2) Mandata mea sérvate. (3)
dición. Procurarse una vida sin dolor y col
mada de felicidades no está más en la mano
STecesidad d e lu c h a r pa^ra s e r d ó c ile s
del hombre que destruir los decretos de su
á lo s p r e c e p to s d e J e s u c r isto .
divino Criador, el cual quiso que los efectos
Según esto, es claro que la primera a u d i de la antigua culpa se dejasen sentir i>eri>eción del cristiano, y absolutamente indispen tuamente.
sable á su profesión, en seguir con docilidad
Lo razonable es, pues, no esperar en la
los mandamientos de Cristo y obedecerle, wmo tierra el término del dolor, antes fortalecer
á supremo rey y señor, con entero rendimiento el ánimo para sufrir el dolor, por el cual alec
y sumisión. No es ésto cosa fácil, antes exige cionados logramos la esperanza wguni de
á veces mucho trabajo y grande fuerza y cons- mayores bienes. Porque á la paciencia y a
las lágrimas, al amor de la justicia y a ui*
(1) Jo . XIV. 6.
(2) M att X X V III, 19, 20.
(3) Jo. X IV . 15.
(1) 8. Agu»t. De ver» reí., 37.
c—
limpieza de corazón, do á laa riquezas ni á
la vida regalad^ no al poder ni á los hono
res, prometió Cristo la et^na bienaventuranza
en el cielo.
Egoísmo y caridad.
De donde fácilmente se colige qué es lo
que puede ó debe esperarse de la opinión de
aquellos que con manifiesto error y soberbia,
despreciando la soberanía de nuestro Redentor
Jesucristo, quieren colotiar al hombre en la
cima de la creación, y afirman pertenecer á
nuestra naturaleza el poder absoluto, el do
minio universal; por más que no sopan de
cirnos ni cómo hemos de alcanzar ese reino,
ni aún explicarnos en qué consisto.
El reino de Jesucristo recibe su esencia y
su forma do la caridad divina: amar santa y
ordenadamente, tal es el fundamento en que
estriba, tal el fin á que se ordena. Las con
secuencias necesarias que de aquí se derivan
son: la fidelidad inviolable en el cumplimiento
del deber; no atacar en lo más mínimo los
derechos ajenos; posponer las cosas humanas
á las del cielo; y anteponer á todo lo demás
el amor de Dios. Por el contrario, esa de
cantada soberanía del hombre, la cual, ó de
clara á Cristo guerra abierta, ó á lo menos
prescinde de El, se funda toda en el egoismo,
no práctica la caridad, y desconoce por com
pleto el sacrificio.
Imponga, en buen hora, el hombre á las
criaturas inferiores el yugo de su soberanía;
Jesucristo no se lo prohíbe; mas á condición
de que él mismo empiece por servir y obedecer
á Dios, a¡iiistando á la divina Ley la con
ducta religiosa y moral de su vida.
Y cuando hablamos de la Ley de Cristo,
queremos entender no solamente los precep
tos do la ley natural, ó de aquella otra que
antiguamente fué promulgada por el mismo
Dios ; leyes y preceptos unos y otros que Je
sucristo elevó al último grado de perfección
exiílicáudolos, interpretándolos y dándoles la
debida sanción: sino también lo restante de
su docti’ina, y todas y cada una de las cosas
por El instituidas.
Misión divina de la Iglesia.
La primera y principal de las cuales es,
á no dudar, la Iglesia: ó imr mejor decir,
olla es la que en sí las abarca y las
contiene todas. En efecto, por el minis
terio de la Iglesia, de esta gloriosísima institiu'iou suya, quiso El que se continuase y
peri>etiin8e hasta el fin de los siglos la obra
que á El le había encomendado su eterno
Padre. Por eso al hacerla única depositaría
de todos los medios conducentes á la salvaoion de los hombres, dqjó además establecido
bajo severísimas penas que éstos la obede
ciesen en todo como á El mismo en persona,
y en todo siguiesen con el mayor cuidado
su magisterio. Qui vos audit, me audit; et qui
vos spernit, me spemit. (1) Por lo tanto en la
Iglesiji, y solo en la Iglesia, debe buscarse,
la Ley de Cristo: y de esta suerte nuestro
camino es Cristo: nuestro camino también la
Iglesia: aquel por sí mismo y por su propia
naturaleza; ésta como vicaria y procuradora
suya por participación del poder de Cristo.
En consecuencia, los que, separados de la
Iglesia, buscan la salvación por otros cami
nos, van excraviados y no llegarán al fin que
pretenden.
lia Sociedad debe ignalmeate segoár
el camino trazado por Jesucristo.
T en el mismo caso que los hombres indi
vidualmente, se encuentran las naciones. Tam
bién éstas, como aquellos, si se apartan del
camino, se exponen á perecer miserablemente
y sin remedio. El Hijo de Dios, criador y
redentor de los hombres, es rey y señor de
toda la tierra, y su dominio soberano lo mismo
comprende á los individuos que á las socie
dades. Dedit ei potestatem, ethonorem et regnumj
et omnes populi, tribus et lingius ipsi servient.
(2) Ego constitutus sum rex ah eo.... Dabo Ubi
gentes hcereditatem tuam, et possesioyiem tuam
términos terree. (3)
La Ley de Cristo, debe según esto, reinar
también sobre la sociedad y las naciones, y
ser la norma no solo de la vida particular,
sino también de la vida pública. Y como esto
mismo está así dispuesto y ordenado por Dios,
y no se puede impunemente faltar á lo que
Dios ordena, muy mal son gobernadas las
naciones en donde las enseñanzas cristianas
no son debidamente respetadas, ni la ley de
Cristo ocupa el lugar que le corresponde.
Apartándose de Jesús, la razón humana queda
abandonada á sí misma, queda privada de lás
luces y auxilios sobrenaturales : y entonces
íácümente se oscurece la nocion de la causa
que bajo la dirección de la Divina Providencia,
engendró á la sociedad, y que no es otra en
último término sino el que los ciudadanos,
prestándose mútiia ayuda, consigan el bienes
tar temporal, pero siempre con subordinación
al bien sobrenatural, á la eterna felicidad,
que es el bien perfectísimo.
Una vez confundidas estas cosas en el en
tendimiento, tanto los que mandan, como los
que obedecen, se lanzan por caminos extra
viados , faltos de un guía seguro y de un
término fijo á que dirigirse.
Fatales consecneacias del abandono
de la verdad.
Como es cosa triste y origen de grandes
daños apartarse del camino, así también volver
las espaldas á la verdad.
Mas la primera verdad, la verdad absoluta,
la verdad por esencia es Cristo, como Verbo
(1) Luc. X, 16.
(2 ) D a a i e l .
(3) P s . u .
tu
, 14.
—7—
de Dios, consubstancial al Padre, y eterno
como El, y una sola cosa con El. Ego sum
vía et veritas. Luego, si se busca la verdad,
preste ante todo homenaje á Cristo la razón
humana, y descanse en su magisterio, pues por
boca de Cristo habla la verdad misma. In
numerables son los objetos en que el humano
ingenio puede ejercitar sus fuerzas; dominios
propios tiene y campo fecundísimo que puede
sin estorbo recorrer en sus estadios é inves
tigaciones : y esto no solo le es j>ermitido,
sino qne su misma naturaleza lo pide así. Lo
que le está prohibido, lo que es contra la na
turaleza es querer traspasjir los límites que
le están asignados, y, presumiendo de sí más
de lo debido, menospreciar la autoridad do
Cristo que es eL Maestro.
La ciencia de la salvación es ciencia de
Dios, y de cosas divinísimas; y no es parto
de la sabiduría de ningún hombre, sino que
fué el Hijo de Dios qnien nos la trajo, deri
vada y tomada del seno mismo de su eterno
Padre: Verba, quae dedkti m ihi, dedi eis. (1)
Por lo mismo necesariamente ha de contener
muchas cosas, no contrarias á la razón, por
que esto no puede ser, sino que trascienden
toda comprensión humana, siéndonos tan im
posible comprenderlas como comprender al
mismo Dios.
Pero si aun en el mundo sensible hay tan
tos misterios, si aun la misma naturaleza
oculta tantas cosas á nuestra mirada, las cua
les no por ser inexplicables son menos creí
bles, y nadie que esté en su sano juicio se
atraverá á negarlas , ¿ no será intolerable
abuso de la libertad el no admitir las que
pertenecen al orden sobrenatural, por el solo
hecho de no poder comprenderlas t Rechazar
los dogmas no es otra cosa que rechazar la
religión cristiana. Lo que hay que hacer es
rendir, someter, cautivar nuestro entendimiento
en obsequio de Cristo, y hacerle estar como es
clavo á su obediencia: In captivita;tem redigentes omnem intellectum in obsequium Chrisii (2).
S o b eran o im p erio d e J e s n e r is to sob re
l a v o lu n ta d y e l e n te n d im ie n to h u m an os.
Este homenaje nos exige Cristo, y derecho
tiene á exigírnoslo, jmrque es Dios, y dueño
absoluto por lo tanto de nuestra inteligencia,
no menos que de nuestra voluntad.
Además, hacer nuestra inteligencia esclava
de Cristo, no es rebajarse el hombre: pues
sobre ser muy conforme á razón, eso mismo
cede en honra de su dignidad naturaL Por
que de 6Q propia voluntad_se somete no á
un hombre, sino á Dios, Señor de todo, y de
quien es criatura, y á quien por ley natnral
está sujeto: ni es al yugo de la autoridad de
algún maestro humano al que se deja atar,
sino al de la verdad eterna é inmutable. De
(1) Jo . x v n , 8.
(2) I I Cor. X, 5.
esta suerte no sólo pone á salvo el bien mi’
tural del entendimiouto, sino también su li
bertad propia. Porque la venlmi que Cristo
nos enseña nos permite distinguir con durí
sima luz la veiHladerji naturaleza y el votxladero valor de cada cosa; y una vez u<lquir¡do
este conocimiento, como el hombre sea liel
á la verdad conocida, hará que las cusiia le
sirvan á él, en lugar de servir él á las cos:is,
y que la razón mande al ui>etito, no el ape
tito á la razón: por donde, desterrada de su
alma la esclavitud del error y del iiecmlo,
que os la peor de las esclavitudes, alcanzará
aquella libertad hermosísima de que el mismo
Dios 1103 habla por San Juan: Oo^Hosesít# raritatem, et veritas Uherahit vos (1).
Es, pues,evidente que los que rehúsan some
ter á Cristo su razón son rebeldes contra Dios.
Mas no por sacudir el yugo de la autoridad
divina se verán más libres los que tal hi
cieren: caeiáii bajo el yugo de alguna au
toridad humana: ellos mismos buscarán, como
suele acontecer, algún maestro cuya voz es
cuchen, cuyos oráculos obedezcan, cuyo dic
tamen sigan.
Además, privando á su entendimiento de
todo comercio con las cosas divinas, oblíganle á moverse en el estrecho círculo de la
ciencia limitada; y aun le hacen monos apto
para adelantar en el conocimiento de las cosas
que son asequibles á la razón. Porque exis
ten no pocas verdades naturales para cuyo
conocimiento 6 explicación comunica grande
luz la divina revelación. Ni es raro t ampoi-o
que suceda á los tales que Dios, para cjustigar su soberbia, permita que se cieguen para
no conocer la verdad, á fin de que en el pe
cado lleven la i)eniteticia. Por ambas razones
se suelen ver con frecuencia hombres de gran
dísimo ingenio y profunda erudición, que á
pesar de oso caen en los mayores absurdos
cuando tratan de explicar las arcanos do la
naturaleza.
n 'eo esid a d d e m o rtifica r e l en ten d im ie n to
y l a v o lu n ta d .
Concluyamos, pues, qne la profesión del
cristiano exige una entrega total y sin res
tricciones de la inteligencia humana al querer
de la autoridad divina. Y si al verse obli
gada la razón á ceder á la autoridad el amor
propio, que tanto nos domina, se siente hu
millado y mortificado, en esto mismo se verá
más claramente la necesidad de la mortifica
ción cristiana, pues no solo á la volnntml al
canza, sino también al mismo entendimiento.
Desearíamos qu tuvieran esto presente los
que fingen en su imaginación, y quisieran
qne en realidad existiese, una religión cris
tiana algo más tolerante en sus principios,
más condescendiente con las incUnacione-s de
la naturaleza, que dejase más holgara á la
(1) Jo. VIII, 32.
T
8
—
libertad del pensamiento y de las acciones, cho mejor y más digna de aprecio, la vida ds
y dentro de la cual, en suma, para nada fuese la gracia, cuyo dichosísimo fin es 2a vida de
necesaria la mortificación, sino á lo más en la gloria, la cual debe ser el norte de todos
cosas muy leves. Los que así piensau desco nuestros pensamientos y de todas nuestras ac
nocen el verdadero carácter, la naturaleza ín ciones. A esto tiende toda la eficacia de la
tima del cristiano; no ven que La Cruz nos doctrina y de los mandamientos de Cristo, á
sale al i)aso en todas partes, porque ella es que muertos para el pecado, vivamos para la
el ejemplar de nuestra vida, y está destinada justicia, (1) es decir, para la virtud y la san
para siempre á servir de bandera á los que tidad, en lo cual consiste la vida espiritual
quieran seguir á Cristo, no únicamente de del alma, junto con la esperanza cierta de la
palabra, sino en realidad y con los liecbos.
eterna bienaventuranza. Mas la justicia que
P anoram a de R om a tom ado desde la cú pula de S, P edro.
Ser la vida, es propio de solo Dios. Todos
los demás seres participan de la vida, pero
no son de la vida. Jesucristo, que es í)íos
de Dios, así como es la verdad, así también
es la vida por su naturaleza misma y desde
toda la eternidad. De El, como de primero y
nobilisiiuo principio, se deriva y derivará
siempre la corriente de la vida repartida por
todo el universo: por El existe cuanto existe;
por El vive todo lo que tiene v id a : porque
por el Verbo de Dios han sido hechas todas
las cosiis, y nada de cuanto hay creado fué
creado sino por E l : Omnia per Ipsum /acta
wní, et sím ipso factum est nihil quod factum
est. — Esto por lo que á la vida natural se
refiere.
L a £a y l a m o ra l so n in s e p a r a b le s .
Pero á Cristo, como ya queda indicado
más arriba, debérnosle además otra vida mu-
propia y verdaderamente puede salvarnos, es
fruto únicamente de la fé cristiana. Justus
ex Jide vivit. (2) Sinejide impossibile est placeré
Beo. (3) Por lo cual Jesucristo, autor, diseminador y sustentador de la fé, es quien
mantiene y conserva en nosotros la vida es
piritual ; y esto principalmente por ministerio
de la Iglesia: pues á ella fué á quien, por
una disposición digna de su b o n d ^ y sabi
duría, confió el cuidado de todas aquellas
cosas por cuyo medio esta vida de que ha
blamos se engendra en las almas, y engen
drada se conserva, y extinguida se renueva.
Es, pues, destruir el principio generador
y la causa de que depende la conservación
de las virtudes sobrenaturales, el divorciar la
ciencia de la moralidad de los principios de
(1) I P et. II, 24.
(2) Galat. m , 11.
(3) Hebr. x i, 6.
i
i
— J i
la fé revelada. Eso es despojar al hombre de
sil mayor dignidad, apartándole de la vida
sobreuatiiralpara que se mueva dentro de la
esfera del más funesto naturalismo: y eso
hacen los que no quieren admitir otra regla
de la moralidad que el dictamen de la razón.
No quiere esto decir que el hombre, usando
de la recta razón, no pueda conocer y obser
var muchos de los preceptos de la ley natu
ral: mas, aun dado que los conociese y ob
servase todos sin falta durante toda la vida,
cosa que tampoco lo es posible sino mediante
la gracia del Hedentor, así y todo, careciendo
de f(S, nadie e^iícre conseguir la salvación
eterna, ponpie vana sen! su esi>eranza. Si
quis in me non manscrtt. miltetur foroit, aicut
palmes, et arcscet; et eoUigcnt cum, etinignom
mittent, et urdet (1). Qni non a'ediderit, condemnahiiiir (2).
Por añadidura, qnó valor tenga en sí misma,
y cuiUes sei\7i los frutos que produce esa mo
ral que menosprecia las enseñanzas de la fé,
multitud de pruebas lo demuestran. Y si “no
i en qué consiste que trabajándose tanto en
aumentar y a.segurar la pública prosperidad,
es tan grande, sin embargo, el malestar social
de los pueblos, y tantas y tan graves, y cada
día en aumento, las dolencias que les aque
jan ? Afírmase que, á lo menos en materia
de gobierno, la sociedad puede muy bien pa
sarse sin el apoyo de las instituciones cris
tianas; que, confiada en sus propias fuerzas,
no necesita de auxilio ajeno para alcanzar eí
fin_ que le está propuesto. De aquí ese em
peño en secularizar todos los ramos de la ad
ministración pública, hastíi el punto de que,
ya en la esfera civil ya en la vida pública,
ni rastros van quedando en los pueblos cris
tianos de su antigua religiosidad.
jCeguedad lamentable! No se repara que,
quitando de en medio la autoridad de Dios,
legislador supremo de nuestras acciones, que
jiremia las buenas y ca,stiga las malas, pier
den las leyes su fuerza princiiml y la justicia
de.sfallece, quedando así relajadlos los dos más
nece.sario8 y más fuertes vínculos de la unión
social. De igual manera, si se les quita á los
hombres la esperanza de los bienes inmorta
les del cielo, es natural que convierta todos
sus insaciables apetitos bacía los de la tierra,
de los cuales procurará cada cual amontonar
cuantos más pueda. De aquí rivalidades, en
vidias, odios encarnizados; de aquí los pro
yectos más abominables contra los poderes
constituidos, á los cuales se intenta derrocar;
contra la sociedad misma, cuya ruina y des
trucción es el insensato anhelo de muchos.
Ni paz segara en el exterior, ni tranquilidad
estable en el interior de las naciones: la in
moralidad pública siempre en aumento.
(i) Jo. XV. 6.
^2) Mate XVI, 16,
D onde d eb e b u sc a rse la reg en era ció n
d e lo s pueblos.
Eu este cluxiuc terrible de malas pnsiono.'^,
que nos tiene pnesb>a al bordo del abismo,
os preciso, ó acudir sin tardanza con el o|>ortuno remedio, ó prepararse á sufrir las últi
mas fatales consiHiuemdus del mal.
Perseguir á lo.s nmlliechores, suavizar las
costumbres públicas, dictar toda chuso do leyes
para la represión del crimen, cosas buenas
son, y aun necesarias; i>oro eso no basta. HI
rmnodio do los males públicos hay que bnscaslo más arriba; se necesita una fuerza mayor
que la humana, una fuerza que tenga ixxler
sobro los ánimos para hacerlos mejores, y
sobre las conciencias para llamarlas al cnnipliiniento del deber: en una palabra, la me
dicina que 80 necesita es aquella que tuvo
virtud y eficacia para curar al mundo entero
do las mayores dolencias un día ya lejano.
Vuelva á revivir ou la sociedail el eajiíritn
cristiano, no se pongan obstóciiloa á su bien
hechora iuíluencia, y se tendrá mejorada la
sociedad.
Al momento quedarán acallailas las con
tiendas de las clase.s inferiores ixm las sniicriores, establecido el mutuo respeto, y á salvo
los derechos de todos bajo la más sagrada
inviolabilidad. Si se escucha la voz de Crisb»,
lo mismo picos que pobres cumplirán con sus
deberes respectivos. Los unos comiircndorán
que, si quieren salvarse, tienen que guardar
la justicia y la caridad: los otros refrenar la
ambición y la codicia. Paz y felicidail en la
familia serán bienes establea bajo la salva
guardia del temor saludable de' Dio.a; ]mcs
quien aquel temor tiene, hace lo qm» Dios
manda, y so apartii de lo que El i)rohil)c.
Por idéntica razim cobrsirán nuevo valor ;i
los ojos do los i)iicblo8 los mismos jn-eceptos
do la ley natural, tales como el de resi>etar
á la autoridiul legítima, y de obedecer á las
leyes; y la proliibicíon de acudir á los moti
nes ni á las conspiraciones ha.j<í ningún pre
texto. Do esbi modo, allí donde, la ley do
Cristo imi>ero sobro todos y reine sin oposi
ción, consovarse inalterable sin esfuerzo el
orden por Dios mismo esbiblociilo. y del cual
dependen el bienestar y la prosiHíridad do
los pueblos.
Por consiguiente, el bien público está pi
diendo á gritos que la sociedad (no solamente
los individuos), la sociedad toda entera vuelva
al ]Mmto de partida que nunca debiera haber
abandonado; vuelva á Aquel que a» camino,
verdad y vida. Conviene qne Cristo sea restíiblecido en su trono social, como le corres
ponde; y es menester que todos los miembros
y todo el organismo de la república, las leyes
precxCptivas y las prohibitivas. las institu
ciones jwpulares y los centros de instruwion,
el matrimonio y la familia, los palacios de
los ricos y los talleres de la industria, todo
ff'
—
10
participe y se sature de la vida sobrenatural
cuyo principio es Cristo.
Y nadie ignora que de esto depende sobre
todo esa cultura social que tanto se desea y
cuyos elementos principales son, no las co
modidades y las riquezas, que son bienes del
cuerpo, sino las buenas costumbres y la prác
tica de las virtudes que perfeccionan el es
píritu.
M a c h o s rech a za n á J e s a c r is t o
p orq ue n o le con ocen.
Los más de los que viven aléja los de Cristo,
lo están por ignoramúa, más que por malicia:
poríjiie muellísimos hay que emplean jierseverante estudio en conocer la naturaleza
del hombre y la del mundoj poro muy pocos
los que procuran conocer á Jesucristo Hijo
de Dios.
líuesti’o primer cuidado sea, pues, desterrar
la ignorancia, y hacer que sea conocido Aquel
(pie por no serlo es despreciado. ISsto rogsiinos encnrecidamente á cuantos se precian del
nombro de cristianos; cada cual en la medida
de sus fuerzas trabaje para que su Divino
Redentor sea conocido; porque es imposible
que quien le contemple con serenidad de in
tención y recto juicio, no vea claramente que
nada hay más salmlaíde que su Ley ni más
divino que su docitrína.
Y en este particular, Venerables Hermanos,
¡de cuánto provecho y eficacia será vuestra
autoridad y vuestro celo, así como la del
Clero en general! Cousiíiorad como la pri
mera de vuestras obligaciones el grabar en
las almas de las gentes el verdadero conoci
miento y la fiel imagen de Jesucristo y dar
á conocer su earidaii, sus beneficios, su doc
—
trina y sus obras; de palabra y por escrito,
en escuelas y colegios, desde el pulpito y en
todas las formas y ocasiones que se ofrezcan.
Bastante han oido hablar los pueblos de lo.‘?
llamados derechos del hombre: oigan ya hablar
de los derechos de Dios.
Las circuntancias son propicias, como lo
están indicando los santos deseos despertados
en tantas almas, de que hablábamos al prin
cipio, y en particular esa piedad y devo
ción á Cristo Redentor, de tantas maneras
atestiguada, y que será como un legado que
entregaremos al siglo próximo como prenda
de esperanza y augurio de mejores tiempos.
Mas tratándose de una cosa que sólo de la
divina gracia podemos esperar conseguirla,
jimtemos todos nuestras fervorosas preces, y
perseveremos en pedir al Señor Todopoderoso
que no permita se pierdan los mismos que
El rescató con el precio de su sangre; que
mire con benignos ojos este siglo, que si bien
es cierto ha (jometido grandes pecados, tam
bién ha sufrido terribles exi)íaeiones, y que,
abriendo bondadosamente los brazos de su ca
ridad á todos los pueblos, clases y razas, se
acuerde de aquellas palabras suyas: £go, sí
exaltatus fuero a térra, ovinie, traham ad me
ijpmm (1).
En prenda de las bendiciones divinas, y
testimonio de líuestro amor paternal, á vos
otros, venerables hermanos, y al clero y fieles
de vuestras diócesis, concedemos con mucho
gusto Yiiestra apostólica bendición.
Dado en Roma, junto á San Pedro, el día 1
de Noviembre de Í!)00, ano vigésimotercero
de nuestro Pontificado.
LEON
XIU.
(1) Jo. XII, 32.
"V* V
^"^^^l,£Í¿<SSíá
'>ARTA DEL RVDMO. P. MIGUEL RUA
ü los ^looperadores Salesiaiios
Benemérit05 Cooperadores
j Cooperadoras.
S ig lo
Íé
XIX.
del desorden que reina
en todas partes y de la corriHH'ion de costumbres que
infesta todo lugar, no ha de
jado de tener sus consolacio
nes el ánimo verdaderamente
cristiano, durante el año que
acaba de pa.sar, último del
También vosotros, amados
Cooperadores, podéis santam ente enorgnlleceros al contemplar el bien que con
vuestra mediación hemos hecho, pues que
entre los liimuos de gloria que de todas
]>artes se han elevado al trono <lel Altí
simo, y el esplendor y belleza de Cruces
ó Imágenes de Jesús Redentor y de Ma
ría Sma. y otros monumentos cristianos
levantados sobre las <*imas más elevadas,
como liara testim oniar á Cristo Redentor
nuestro amor y gratitud por su venida
al !Miindo mil nuevecientos años hace,
en que como Rey pacífico descendía deí
T
—
11
Cielo á la tierra para enseñorearse de
las gentes y conducirlas al camino de
la Redención, los Salesiauos mediante
el auxilio del Señor y vuestra valiosa
mediación, han x)odido llevar á cabo al
gunas obr-as útiles á la mayor gloria de
Dios y provechosas al bien de las almas.
P or esto al alborear el nuevo siglo, á
vosotros dirijo mi prim er xiensamiento y
desde estas páginas, como de costumbre,
deseo haceros sentir mi ])obre palabra
que no es otra cosa sino la espresion más
pura y afectuosa del reconocimiento y
un eco de la voz do nuestro amado P a
dre y Fundador Don Rosco, que á voso
tros atribuía el mérito de aquellas obras
colosales que llenaron de admiración al
mundo entero.
Varios serían los argumentos que en
la i)reseute pudiera tratar, pero acallando
todo otro sentimiento, de dos, sólo, me
voy á ocu]>ar; el primero consistirá en
daros una idea de cuanto, con vuestra
caridad, se h a xjodido efectuar en este
último año; y el segundo tratará de
cuanto, mediante la D ivina Providencia
y vuestra ayuda, proyectamos para el
año que hemos empezado.
El
^ a y o r v l^s ¿Jubileos
de nueslra Qon^regacioii.
D urante el año x>asa<lo, Afio Santo, que
será siempre famoso por las muchas pere
grinaciones á l a Ciudad Flem a, se nos lia
ofrecido también á nosotros más d eu n mo
tivo de consuelo. Por.pio si inlinitas eran
las turbas que se dirigían á Roma para
lucrar la Santa Indulgencia y llenar de
gozo el gran corazón del Papa, León X III,
no iiodíamos nosotros quedar indiferentes
al ver que gran liarte de esas turbas iban
á visitar nuestro Santuario del Sagrado
Corazón.
¡Cómo me alegralian las noticias, que
frecuentemente recibía «le nuestros her
manos de Roma, m ediante las cuales me
ponían al corriente del maravilloso con
curso, que mayormente de nuestros Cooj)eradores, acudía á nuestra Iglesia para
adm irar aquella obra, que con .su gene
roso óbolo, hemos jmdido levantar al
Corazón Sacratísimo de Jesús! Creo que
nue.síro buen Padre desde el Cielo, donile
piadosamente creemos estará ya, habrá
mirado complacido vuestra devoción y
con solicitud habrá intercedido por vo.s
—
otros, ante el trono (U‘l Supromo Señor.
Subió de punto mi alegría a l tener et>nocimiento de la presencia stieesiva <le
algunos Sres. Obispos y partienlarmenio
de aquellos que vinieron ile las lejanas
Amóricas.
Si bien, conforme al aviso y eneargt»
recibidos, haya sido á la medida de sus
fuerzas la caridad y solicitud de mis hijos
de Roma en lu'ocurar hospitalidad, y
acordar cordial recibimiento á cuantos
acudían á sus imerlas; no obstante, te
miendo no hayan podido satisfacer las
exigencias de todos, j)or medio de la
l)resente, i)ido ])ara ellos y para mí vues
tra benévola indulgencia.
A acrecentar nuestro júbilo esperimentado en este último año, otro aconteci
miento no menos importante ¡íara nos
otros, viene á nuestra memoria en este
mismo año, me refiero á las Bodaa de
Plata de nuestras Misiones do América.
En el mes do Noviembre últiiño i)asad<»
se cumplieron 25 años de aquel feliz <lía,
en que por vez primera, en el Santuario
de M aría Auxiliadora, bendecidos por su
Padre, D. Rosco daba el á Dio.s «le des
pedida á diez hijos suyos «pie, guiados
por el entonces D. Ju an Caglicro, so «lirigían á la Eex^ública Argentina. Durante
este largo i)eríodo, si bien tenemos «pie
deplorar grgndes pérdidas, no i)odemos
menos que consolarnos á la vista do las
grandes mercedes que el Señor nos ha
hecho, ptios no ignoráis las muclm.s Oasas,
Colegios y Oratorios que con vnesíru
ayuda hemos podido abrir en aquellas
vastas regioiu's; nada más justo, juie.s,
que los Salesiauos tom aran pió del 25
aniversario de atpiella feliz fecha para
levantar á Dios, á quien debemos atribuir
todo bien, un himno de am or, gratitud
y reconocimiento. De aquí que a<iucllos
buenos hijos «le Don Rosco liayan juejairíido gramles fiestas, y entre ellas merir'ceii ser recordada una Exposición ÁrtÍHtica «le trabajos hechos en las varias
Casas de A rtes y Oficios de América;
las Conferencias y Aca<lemia.s celebratJas,
y más que todo el Congreso de Coopera
dores Salesianos que han ce!ebra«lo pocos
días hace, y que fuó como un eco d«d
que se tuvo en Rolonia en 3895 por los
Cooperadores del antiguo c^jutintrnte, re
sultando en naíla inferior al primero á
juzgar por el entusiasmo que los Con
gresistas manifestaron, demostran«lo una
vez más que aquellos buenos Cooptíra-
—
12
(lores y piadosas Cooperadoras no quieren
ir á la zaga de sus hermanos de Europa.
Eué para mi una gran satisfacción el
feliz éxito de dicho Congreso, presidido
por el Exmo. ó lim o. Sr. Arzobispo de
Buenos Aires Dr. Espinosa, valeroso com
pañero y guía que fuó de Mons. Costam agna en su prim era excursión á la Pa- ^
tagoiiia, y realzado por la presencia de
T
—
que el Señor se ha servido otorgar á
nuestra humilde Congregación.
Me complazco en indicaros que entre
las decisiones de este Congreso fué una
la de elevar en Buenos A ires un grande
Santuario al Sagrado Corazón de Jesús en
agradecimiento del próspero acrecenta
miento de nuestros Misioneros Salesiano s.
E sta propuesta encontró en el ánim o
Isi.A M a l v in a s . — In s titu to Salesiano.
varios Obispos sulraganeos de la Kej)ública A rgentina, y de algunas de otras
Kepúblieas, de nuestro.s dos Obispos D.
Ju an (’agUero y D. Santiago Oostamagna
y de iSlons. José Fagnano Prefecto Apo.stólico do la Patagonia Meridional y
Tierra del Fuego. En 61 tomaron parte
gran número de eclesiásticos y seglares,
varios de ellos ])ersonajes insigues, y mu
chos Cooperadores y Cooperadoras. Es])ero informaros detalladam ente de dicho
Congreso por medio del Boletín Salesiano.
Creo que muy bien podemos asegtirar
que la reunión por modo de Congreso de
aquellos beneméritos Cooperadores y Coo
peradoras de allende los mares ha sido
dígito remate á los immeusos beneficios
de todos los Congresistas tan buena aco
gida que determinaron hacer en el a(;to
una colecta para em])ezar la obra. Los
Obispos allí reunidos (luisieron antes de
separarse bendecir solemnemente la jtiedra
fundamental, función ésta que resultó so
lemnísima, ya jiorque fué bendecida de
un modo particular j)or el Santo Padre,
ya i>orquo asistió tam bién el P residentede
la República, Exemo. General Roca.
O tra fecha no menos consoladora nos
recuerda en estos mismos días la entrada
de lo.s Salesianos en la vecina República
Francesa hace veinticinco años. Era ésta
la prim era recompen.sa q u e Dios reser
vaba á nuestro venerando Padre Don
Bosco por los grandes y gravísim os sacri-
i
T
— 13 —
ficios que lia\)ía hecho por aquellas Mi
sión CvS. Verdail es, y somos nosotros los
primeros en reconocerlo, que todo esto
se debe á Dios; no obs'ante, nos es grato
el recordar que El se ha querido servir
de nosotros ]>ara salvar á tan ta juventud
pobre y abandonada. N iza tué la primera
Casa que tuvimos en Francia, i>ero bien
presto i)asamos á Marsella y luego como
grano de mostaza nos desparramamos
por otras varias provincias de Francia.
fundaciones y obras lic u a d a s
á cabo en 19OO.
Conocida os es la intención que tenía,
de que este año fuese tam bién i>ara nos
otros año jubilar, esto es de de.scanso,
no abriendo nuevas caídas, y para m an
tener íirme esta decisión, grande ha sido
la violencia que he tenido qne hacerme.
No obstante, me he visto obligado á ha
cer algunas excepciones. P ara el año 1899
habíamos prometido algunas fundaciones
qne por diversas circunstancias tuvimos
qne diferirlas hasta el 1900. En Italia he
mos abierto el Colegio de A lv ito , provin
cia de Caserta, Colegio que se e.staba con
cluido desde Íiacía iniudios afn)S y cuya
a])ertura, lij:ida }>ara el 99, no ]unlo veriñearse basta el 1900. Cerca de Roma, en
el pequeño ])ueblode A rte n a toimniio.s á
nuestro cargo la «lireecion de las Escue
las coiminales y abrimo.s un Oratorio Fes
tivo ])ara de este modo satisfacer his
vivas in.sfancias que, desde 1892, nos ha
cían algunos emineiitísiinos personajes.
En S p e c ia hemos casi terminado la
gran Iglesia que, dedicada á N uestra
Señora <le las Nieve.s, hubíatno.s empe
zado haeía algunos años, en benelicio de
aquella nuestra Casa, y e.si)6cialmente de
aquella ]>oblacÍon, que habiendo aumen
tado muchísimo, solo con dificultad podía
cum plir los deberes religio.sos. Esperamos
que durante el presente año se hará la
consagración de dicho Temj)lo.
En la parte opuesta á la ribera lígnre,
esto es, en S a v o n a donde ya de muchos
años teníamos un Oratorio Festivo, cada
día se hacia sentir más la necesidad de
uu Peiisionado Católico^ para tantos estu
diantes que allí van á hacer sus estudios.
En poco tiempo se ha podido term inar
un mo<lesto edificio para este objeto, que
y a se ha inaugurado. Séame permitido
agradecer desde estas columnas los sacri
ficios qne al efecto se han imimesto los
Cooperadores y Cooperadoras de Savona,
y al mismo tiempo asegurarles que no
les faltarán nuestras humildes oraciones
para que el Señor recompense sus gene
rosos esfuerzos.
En C h lo g g la so había comenzado un
Oratorio festivo con Colegio ]>ara inter
nos destlo el 1899. Este año se lia tra
bajado bastante para ampliarlo y poder
de este modo adm itir á un mayor nú
mero de internos.
En A ncona, donde en 1899 se colocó
la jirimora piedra de un Oratorio Festivo,
de qiio tanta necesidad tiene la jiarte
baja de la ciudad, por dmnás poblada y
sin iglesia alguna; los trabajos no se han
interrumpido y esperamos poder abrir el
sns})irado Oratorio durante el presentí*
año.
Debido á la generosidad <le una fa
milia, digna, por cierto de alabanza, si*
han comenzado en C o rig lian o d 'O tra n to
los trabajos i>ara la fundación de una C»»lonia Agrícola que esperamos ha de redun
dar en gran provecho do toda aipiella
población.
Accediendo á los deseos del ferviente
católico caballero Domingo Rossl (q. c.
p. d.) hijo del General <Ie dicho nombre,
y ayo de los príncipes Humberto y Ama
deo de Savoya, nos hicimos cargo dH
Oratorio Festivo de B u tig lle r a d’A sti,
(jue con el apoyo del R. D. íScralino, ha
bía fundado, continuando así los bene
ficios ])or el hechos á aijuella juventud.
En Relgica tuvimos qne ceder á las
vivas in.stancias del celoso Obispo de
Liegi, aliricndo una Oa.sa en V e rv ie rs.
También en América hemos hecho al
gunas nuevas fnndacioues, como más ade
lanto diré. Como veis, mis amados Goo[leradores, uo he podido menos que
acceder á estas pocas peticiones y he
procurado en lo posible abstenerme <le
otras, á fin de poder acudir con más fa
cilidad en ayuda <le las Casas ya abier
tas en las cuales se notaba gran falta
de personal.
H ija s
^ a r í a A u x ilia d o ra .
También las H ijas de María Auxilia
dora abrieron Ediicandados, Escuelas,
Asilos infantiles y Oratorios Festivos.
M ediante la generosa mano de una in
signe Bienhechora se comenzaron y jirosiguieron los trabajo.^ de una más vasta
Iglesia, que á su tiemiKi se abrirá ai
—
público, eu A lí M a r in a que bacía bas
tante falta. ¡Quiera Dios recompensar con
un feliz éxito tantos trabajos y sacrificios,
y (pie pronto se puedan cantar en dicba
Iglesia sus alabanzas!
15n C ru s iu a llo jirovincia de Kovara,
industriosísimo jmeblo situado en la linea
que da acceso al Siin])lón, se está cons
truyendo un nuevo edificio; pues si bien
es verdad que las H erm anas residían
desdo hace varios años en dicho lugar,
no obstante carecían do casa pro])ia.
Gracias á la actividad y celo de aípiellos
buenos Cooperadores y esiiecialmente del
Párroco, deseoso del bien de siis feligreses,
so comenzó este año á fabricar en te
rreno ])roiúo un Oratorio Festivo con
Escuelas y AvSilo infantil. Dicha obra
promete dar abundantes y ópimos frutos,
pues su objeto es la instrucción moral
y religiosa do las muchas jóvenes obreras
que trabajan en las fábricas de los alre
dedores.
]Cn Francia se abrió una nueva Casa
de Hijas de M aría Auxiliadora en P o u q u lé re s, poco distante del Paso de Calais.
Bien notorio os es que todos los años
nuevas caravanas de Herm anas parten
para América para engrosar las filas de
sus Herm anas que ya desde mucho tiem|>o
esjiarcen por doquiera el olor de sus vir
tudes y de su abnegación.
Es cierto que también allí en el nuevo
mundo las vocaciones no faltan, y tanto
es así, que varias regiones se bastan á
sí mismas, pero el continuo multiplicarse
de las Casas y de las IMisiones, hacen
necesarias nuevas auxiliares que no cesa
de mandarlo la Europa.
Eu Patagonia repuestos ya algún tanto
do las grandes ]Ȏrdidas ocasionadas por
la terrible inundación del 09, se puso
ens<‘giiida manos á la obra y se empe
zaron algunas construcciones á fin de
poder albei’gar á acpiellos pobres ludios
(pío tan fallos están de instrucción mo
ral y (pie carecen de todos los medios de
subsistencia.
En la ciudad llamada G e n e ra l A cha,
capital do las Pam pas, se abrió un nuevo
Colegio con internado. Grandísimos con
suelos probó mi corazón al tener noticia
del gran bien que se está haciendo por
medio de estas obras de beneficencia y
caridad, con las que más fácilmente se
puede atender al bien material y espi
ritual de aquellas pobres gentes; por
esto, mis amados Cooi>eradores, después
1 4
T
—
de elevar al trono del Altísimo un cán
tico de alabanza, no puedo á menos de
dirigirme á vosotros manifestándoos mi
gratitud y reconocimiento por vuestra
inagotable caridad, que no me habéis
negado ninguna de las muchas veces en
que me he visto obligado á recurrir á
vosotros.
Qhras licuadas á cabo
en nuestras fis io n e s .
Fueron estas el primero y último pen
samiento do Don Bosco y tal debe ser
también el de aquel que él quiso le su
cediera en el gobierno de su Congrega
ción. Por esto no os maravilléis que os
confiese que mi corazón y m in íen te siem
pre están allí, tomando parte en sus
alegrías y en sus penas, exhortando, fa
voreciendo, ayutando á aquellos mis bue
nos hijos en todo lo que me es posible
Eecuerda aún mi corazón las grandes
penas que probó cuaudo mis carísimos
Misioneros del E c u a d o r fueron desterra
dos de aquella Eepública. Pero á la m e
dida de los sufrimientos de entonces llega
el consuelo en estos momentos eu que
puedo anunciaros que han vuelto al cam po
abaiidomido, con el permiso de aquellas
autoridades, abriendo de nuevo las casa.s
(jue á la fuerza tuvieron que cerrar Tan
solo la casa de Sangolquí no se ‘pudo
abrir aún ]ior la escasez de personal» pero
espero (pie bien presto podremos hacerlo,
con iguales beneficios para la juventud.
En el P e n i, patria de santa Eosa de
Lima, con gran consuelo os puedo anun
ciar que en A requipa se está levantando
un gran Santuario á M aría A uxiliadora,
y esliéramos que en breve quedarán ter
minadas las obras que hace más de dos
años se empezaron. Permitid que os diga
el origen y motivo de esta obra. Cuando
nuestros Misioneros de Quito fueron ex
pulsados de sus Casas y conducidos á
viva fuerza al destierro, atravesando de
siertas y salvajes florestas, á causa de los
muchos padecimientos que tuvieron que
sufrir, desconfiando que no todos pudie
ran sobrellevar tantos sufrimientos, hicie
ron la promesa que si Dios les perm itía
llegar á salvamento, construirían una
Iglesia en aquella ciudad donde hubieran
lioiUdo establecerse. Esta fué Arequipa.
Eecuerdo aún que el virtuoso Don Luis
Oalcagno, Superior de aquella Misión (q.
e. p. d.) me pedía mi consentimiento y
— 15 —
aprobación. ¿Podía acaso negádselo? La
gracia solicitada se había obtenido y tanto
más extraordinaria fué ésta, cuanto m a
yores fueron los peligros en que se vie
ron; dicho Santuario recordará siempre
á los venideros la m aternal bondad de
Ufaría para con los pobres Salesianos des
terrados del Ecuador ¡ que ellos tenían
Con gran satisfacción, (pie esporo será
también vuestra, debo anunciaros que en
la extremidad Orienlal del ('onUnenle
Americano, en G allegos, se abrid una
nueva ^[isiou y se ha podido dar un
desarrollo mucho mayor á la d<‘ Camb*laria y Porvenir, una y otra situadas ej»
la gran isla de la Tierra del Puego. Fal-
ISLAS M a l v in a s . — In te rio r tío In C apilla Sulesiana.
como su segunda patria.
tas do todo recur.so se hallan estas Mi
Este año hemos podido finalmente ac siones, siendo, dcspne.s de J>ios, á vuestra
ceder á las muchas y repetidas instan caridad deudoras de su existencia. No
cias que de mucho tiempo se nos hacían creo equivocarme afirmando qtio no se
para que abriéramos una casa en L a Se encontrará en el niiiiido una Misión más
reno, CM le. En esta Casa á más de las neeesitaíla que esta.
Escuelas Elementales, se han abierto las
Notable fué el progreso que hicieron
de Artes y Oficios. Merced á la miseri durante este año las Misiones de las
cordia divina y á vuestra inagotable ca I s la s M a lv in a s. Correspondiendo á los
rid ad , mucho es lo que se ha hecho en fines que nos habíamos propuesto al in
la P a ta g o n ia ^Meridional y T ie r r a d el augurar dichas Misiones, no faltándonos
P u ego, habiéndose podido reparar, casi la caridad de nuestros lieneméritos Coo
en su totalidad, los enormes daños oca peradores y Coo¡)eraíIoras, hemos j>odid<»
sionados por las inundaciones, de las que abrir al público una nueva Iglesia y
Escuelas, y con este me«lio >e luicile atenva teneis conocimiento.
—
(1er á la educación de un gran número
de jóvenes, y procurar comodidad á los
íieles, que aumentan de día en día, para
cumplir con los preceptos de la Iglesia.
Con éstos trabajos se ba podido hacer
frente ú la ])ropaganda protestante que
tenía allí -numerosos sectarios.
En L a P la ta , caj)ital de la provincia
de Buenos Aires, funcionaba ya de alguno.s año.s una capilla interna, pero se
notaba la f.ilta de una muy vasta Iglesia
jfública. Confiando en la divina Provi
dencia se ha poilido term inar la cons
trucción de un templo dedicado ú María
Auxiliadora, que, no dudamos, derramará
abundantes Í)endiciones sobre aquella
población. Muclias otras obras de caridad
se han ]K)dido llevar á cabo en la ciudad
de B uenos A ire s y pueblos comarcanos,
entre otras se ha c<mienz¡ido en estos
días, un Oratorio Eestivo en Ensenada,
pueblo poco distante de Buenos Aires.
Dicho Oratorio debe su fundación á la
gran S(>li<‘itud del muy celoso y nunca
bastante llorado, Sr. Arzobispo, limo. Dr.
Esi)inoza, que no se dió un momento de
reposo hasta obtener de los Salesianos
el (|iie se establecieran en aquel barrio,
para atender á la numerosa juventud que
andaba i>erdida por las calles.
Por esto no toméis á mal que os in
vite á todos vosotro.s, mis buenos Coope
radores y celosas Cooperadoras de Eu
ropa, para que conmigo demostréis el
agra<lecimiento y gratitud á aquellos Coo
peradores Argentinos, que tanto han con
tribuido al desarrollo y extensión de nues
tras obras en su i)iadosa Itejuiblica. Pero
no puetlo á menos que citar aquí el in
cremento extraordinario que ha tomado
la Casa do Artes y Oficios que tenemos
en Bernnl, donde se forman los maestros
de los diversos oficios que existen en
todas las Casas de América; siendo ade
más dicha Casa el noviciado de los clé
rigos. Lo (pie para nosotros es la casa
de S. Boniguo, es para América la casa
do Bernal. A semejanza de la generali
dad de nuestras Casas, tuvo é.sta humil<les ]»riiieipios, pero i>oco á poco se fuert>u
ampliando los localcvs, se proveyó de má
quinas de todo género y convenientes al
progreso de las nuevas industrias, y á
juzgar por el presente, espero que muy
pronto dicha Casa podrá proveer de
]iersonal á las otras Casas de América,
(rran i>artc do estas obras son debidas
á los donativos de varios Cooi)era«lores
16
—
de Europa, que quisieron de un modo
particular contribuir con su óbolo al
gasto de aquellas Misiones.
Obro no menos vasto campo se nos
presenta á la otra parte del río de La
Plata, el P a r a g u a y , tierra regada lui día
por los sudores del infatigable Mons. Lasagiia víctima de su celo y caridad. Bajó
al sepulcro sin ver coronados sus vivos
deseos de establecer tina Casa en Villa
Concei)cioD. Pero en el 1899, del San
tuario de María Auxiliadora de Tarín,
j)artíau algunos Salesianos destinados á
ésta Misión, y este año, superadas todas
las dificultades, i>udo efectuarse la fuudacioi).
Dirigiéndonos hacia el M a tto G-rosso
(Brasil), se nos i)resentan florecientes las
Misiones allí existentes. El lim o. Sr.
Obispo de aquellas regiones, debido á la
escasez de clero indígena, confió á los
Salesianos el ciiida<lo de varias poblacio
nes, á las que de tiempo en tiempo ha
cen sus visitas nuestros misioneros, ca
reciendo también nosotros de ])ersonal
suficiente, lo cual nos impide fijar allí
la residencia como Párrocos.
O tra fundación en el B r a s il, fné la
Gasa de artes y oficios que este año he
mos abierto en la ciudad de Bahía, Casa,
que si bien pequeña eii sus principios,
<*spero que, merced á los generosos es
fuerzos de los Salesianos y Cooperadores
(le aquella región, á su ti(ími)o será una
de las más florecientes del Brasil. Antes
de term inar la narración, (pie á grandes
rasgos, os he trazado de nuestras obras
en América, es x>t’eciso que os diga algo
de nuestra Oasa de N u e v a Y ork. Ya
eii vida de nuestro querido Padre F u n
dador Don Bosco, aquel celoso Arzobispo
no cesaba de pedir con vivas instancias
que fueran á establecer.se en aquella j)ojiulosa ciudad los Salesianos, pero á pesar
de los buenos deseos de satisfacerle, nos
vimos })recisa(los á diferir el cumplimiento
de su líeticion. H ace ya dos años que
allí estamos establecidos, durante los cua
les mucho se ha hecho, particularmente
en favor de los em igrantes italianos, que
en número de más de 200,000 forman una
gran colonia. P ara mejor atender á todos
estos emigrantes, el año pasado se ter
minó una capilla que fuó confiada á los
Salesianos.
No menos consoladoras son las noticias
que del A fric a puedo daros. Vario.s son
los i)rogresos que h a hecho nuestra Casa
— 17 —
de Túnez, á nosotros confiada desde el
para el nue^o ano.
1894. Por el continuo crecer de la pobla
ción era insuficiente la parroquia del
Muchas son las cosas que desearía con
Santo Posarlo para contener á los fieles fiar á la caridml que siempre habéis usailo,
que á ella acudían; daba pena ver que y no dudo usareis en adelante, ]mra con
por este motivo algunos <lej \ban de cum los hijos de Don Bosco, pero ])ara no
plir sus deberes religiosos, y por esto, hacerme demasiado largo y ])esado, me
confiando en M aría Auxiliadora, se em lim itaré á las más principales y urgentes.
pezó la construcción de otra más vasta Y en primer lugar, j,quienes más dignos
Iglesia, y según las noticias recibidas, que los Leprosos de Oolombia, de ocupar
T úne /.. — In s titu to Salcsiumi «1»; L a Mivrsa.
creo que muy pronto quedará terminada. el j)rimer Ingnr y llamar imestra }>rcfeD urante las obras tuvo que trasladar.se rente atención? ííotorio os es á todos la
provisionalmente al Instituto P erret de de.sgraciada situación de aquella Repú
lia S I a r s a el Orfanotrofio que estaba anejo blica, aíiigida no solo por la asquerosa
á la ]>aiToquia. Parece que con este mo enfermedad de la lepra, sino qne también
tivo, la divina Providencia quiere pre por las di.scordias y disensiones civiles
parar jtara aquellos pobres huérfanos un que por doquiera siembran el espanto y
más vasto y amplio local. También en desolación, y riegan sus campos con la
Orán después de muchas contrariedades sangre de sus hermanos. Con «1 corazón
que ha sufrido aquella Casa, se ha po oprimido por el dolor que me causan
dido inaugurar el presente curso que tantas desgracias, os invito á que cí»npromete ser uno de los mejores: no así migo imploréis del Señor la paz y feli
puedo deciros del Orfanotrofio de Oráu- citad para aíjuellas buenas gente.s. Otra
Eckmühl que está pasando por una época no menos desgarrarlora noticia llega fre
muy crítica, siendo muy grande la ne- cuentem ente á mi conocimienb», y es la
ce.sidad que tiene de vuestros socorros.
falta de pan <jue, en la mayor parte del
año se hace sentir, siendo esta una do
— JS
las muchas x>rivaciones á que están su
jetos mis propios hijos, los ¡^alesiauos.
Muchos y extraordinarios socorros es ne
cesario que les mande á fin de que pue
dan remediar tau grandes males. Nues
tro buen Sacerdote el Edo. Sr. D. Evasio
H abagliati, Superior de aquella Misiou,
ayudado del limo. Sr. Obispo del Socorro,
<m cuya diócesis se encuentra el Lazareto
de Contratación, hace cuanto sabe y puede
para mejorar el lastimoso estado de aque
llos de.sheredados de la fortuna que, cu
biertos todo el cuerpo de la asípierosa
llaga de la le[>ra, gimen (m el lecho del
dolor; p(?ro su gran empeño y buena voluntail no bastan á remediar tan gramles
necesidades.
A pe.sar de lo mucho que se ha hecho
tanto en hi Tierra del Fuego como en
el Ifa tto Grosso inuclio más es lo que
queda por hacer, y es de tem er que sin
uu grande Jipoyo «iisminuya el bien que
hacían aquellas Misiones. EogUemos al
Señor, como yo lo Imgo muy á memuio,
que vuelva su mirada cariñosa hacia
a([uollas atribuladas Misiones y suscite
algún generoso bienhechor, á fin de que
reciban un nuevo y visible incremento.
No menos necesitadas se encuentran
algunas Casas de Enroi>a, y entre estas
de un modo particular las casas de San
Benigno, Foglizzo, Ivrea y Vnisalice y
más aún este primitivo Oratorio, desde
donde os dirijo la presente.
En estas Casas so forma el personal
de toda nuestra Congregación; de ellas
salen los ^Misioneros que con abuegacion
heroica van á esi)arcir la luz del Evan
gelio en remotas y apartadas regiones;
son tumbiíMi ellas las que ju’oveeu el per
sonal de nuestras diversas Casas. Fácil
os será comprender el fabuloso capital
que para su manutención y conservación
todos los anos se gasta.
A lili de reunir de algún modo fondos
con (pie cubrir tantos gastos, he xieusailo
en una nueva obra, que será á manera
de continuación del Homenaje In tern a
cional á Don Bosco, y que tendrá su
sede principal junto á la tum ba de nues
tro llorado Padre en Valsálice. Pero de
esto os dará cuenta más adelante el B o
l e t ín
S a l k s ia n o .
!Me encuentro ya al tíii de la presente,
pero untes que <le vosotros me despida,
pido á todos humUdemente jierdon si he
sido deunvsiado largo. Que queréis; si
me abandonara á los impulsos de mi co
razón, y á la necesidad que siento de
entretenerm e cou vosotros para manifes
taros los sentimientos de mí alma, pedir
os consejo, ai>robacion y apoyo para las
obras que Dios nuestro Señor nos ha con
fiado, no term inaría nunca.
No puedo, sin embargo, pasar en si
lencio la consagración al Deífico Corazón
de Jesús, que de toda nuestra Congre
gación juntam ente cou nuestros benemé
ritos Cooperadores y Cooperadoras, he
hecho en la últim a noche del siglo que
acaba de espirar. ¡Qué consuelo iimudaba
toda mí alma al leer la fórmula de la Con
sagración en la Misa que, por concesión
Pontificia, celebramos en la mencionada
noche, y al recordar (pie muchos de vos
otros, avisados de antem ano, os uníais
á nosotros y consagrabais con vuestras
personas y fam ilias, todos vuestros in
tereses al Divino Corazón que ta n to ha
amado y am a á los hombres! Quiera este
Divino Corazón colmaros de bienes, ben
decir vuestras Casas, proteger vuestros
asuntos, defender vuestras causas, y con
duciros, después do haberos am^iarado
en este mundo, á la E terna Mansión á
gozar sus inefables consuelos. Estos son
mis ardientes votos y los de un número
sin lin d e linerfauitos protegidos merced
á viuístra liberal bondad.
Si cada día es, como dice San B er
nardo, semen ateruitatis, ¡cuántos frutos
saludables podremos cosechar en el curso
de un año y de todos los años de nues
tra vida, si estos los empleamos á la ma
yor gloria de Dios, al sostenimiento de
su santa causa, y á la salud de nuestros
l)ró|imos! Don Bo.sco desde el cielo in
terceda por todos nosotros, y nos obtenga
del Señor la gracia de estar siempre pron
tos i»ara el llamamiento de salir de este
mundo; y jiara que tam bién á nosotros
se nos (ligan aquellas palabras: alégrate,
siervo bueno y fiel; tu que me has provisto
vestidos, pan, techo, instrucción y educaciouj
ven ahora á gozar el fru to de tantas b\ienas obras que, desde toda la eternidad, te
tengo preparado.
Éncoiiieudáiidome tam bién yo y á mis
hermanos, H ijas de María Auxiliadora,
y nuestros niños al eficaz y valioso apoyo
de vuestras oraciones, con suma gratitud
me subscribo de todos, beneméritos Coojieradores y Cooperadoras, obligaíJísimo
servidor en nuestro Señor Jesucristo,
3ÍIG U E L BUA, Pbro.
T u rín , 1 d e E nero d e 1901.
— 19 —
]^l apóslol del ípabajo0
se merece tal renombre el sabio
y justo sacerdote Bou Juan Roseo,
n I /''¿K nuevo Vicente de Paul en el siglo
3 diecinueve.
Desterrar vicios y ensenar virtu
des hermanadas eoii las cieiuáas y arles útiles
para la vida, unir la orac.iou con el tnvbajo,
es ciertamente nobilísima y etnddiable misión,
el apostolado de la caridad cristiana que todo
lo arrastra y lo vence, á trueque de llevar á
cima y dar íoriiiu y realidad á un pensa
miento.
D. bo^co en 1S70.
Donde llegan los l’mlres Salesianos bien
pnede decirse: Estos son como nuevos após
toles enviados á predicar el traba,jo en nombre
de la religión y de la caridad.
La idea de la providencia de Dios es con
soladora. Providencia siempre igual, siempre
la misma, benéfica y constante, está, como
estrella sin ocaso, alumbrando á todas las
edades y vivificando con suave luz á todas
las generaciones.
(1) Acaeciendo en este mes el 13.^ aniveTsario de
la mnerte de nnestro venerando faudador D. Joan
Bosco, publicamos con gusto en este número este piécioso artículo que firmadlo por X .pnblicú en Octubre
último el diario La Opinión, de Bahía Blanca. Gracias
mil a l ignoto antor por los honrosos conceptos qne
consagra á nnestro Padre.
)
En el siglo diocinm>vo, siglo do poi lciifoso
movimlontx> y aíán por í'ngrmnltH'tu’ lo tierra,
lia aparecido tumbion un piO'UMilo do raridad
evangélica liara ongrandi'cor el citihi. Vu án
gel ha visitado el mundo, do osos qne artlon
en amor del bien li sus semojanbís, genios
titulares que Dios envía, eomo signifieundo
que jamás se olvida de los <lesgraciados, va
rones (pie son todo abnegacioti y no viven
para sí mismos, sino para el bienestar de sus
prójimos. Bienhechores por genial iuclinaeioii,
andan por el mundo eu pos de las desgracias,
para darles consuelo; lnis«iau donde liay la
grimas que enjugar, hambre (pie necesite pan,
sed que so debe calmar, desundez que es pre
ciso cubrir, ociosidad (pie Im de ahuyentarse
con el trabajo. Don Mosco, á iiivitae.ion del
divino Modelo, le dijo al mundo: Dejad d
¡os niños qm se acorqnen d mí; como si se
dijera, dejad ú los deslioredados de todo buen
terreno, á los huérfanos sin cuento <pio tras
sí van dejando la prostitución y el vicio, de
jadles que me rodeen y llamen su padre;
por que de estos es el reino do los cielos, y
me duele que el ocio y la culpa les arreba
ten tauta dicha. Yo quiero darles el trabaio
que robustece el cuerpo, la doctrina que vi
goriza la monte, las virtudes que ennoblecen
el corazón. Dejadles que me rodeen, y vuelto
nifio, jugaré con ellos, siendo como su her
mano á V(5cc8, á veces su padre, según e,onveiiga para conseguir el fin que me propongo
y perfiiccionar la obi-si (pie me ha inspirado
Dios. 2s'o puedo resistir á la misión gratísima
que so me ha dado.
Y la cumplió á maravilla, con provecho de
la humanidad y gloria do Dios; y Imllaudo
la celebridad do la tierra, mereció que el
mundo todo, buenos y malos veneren su me
moria otorgándolo el i)rivilegio de los bien
hechores humildes, que es al<*anzar en grado
supremo la alabanza que no busi'uron sino
más bi<m fuó temida i>or su desinterés y su
modestia.
Quien óa trabajo 4 sus semeiantes. Ies da
el pan, el sosiego y la virtud. Quien roba al
vicio millares de jóvenes abaiidonadr>s, los
gana para Dios y los hacii útiles para Ja socieilad, los trasforma y dignifica. Quien hace
tantos bienes, debe ser engrandecido y loado
en toda la redondez de la tierra.
Don Bosco 8al)icndo qne la ociosidad en
seña muchos vicios, al decir de la Escritura,
quiso qne el trabajo enseñara á sus discípu
los muchas virtudes.
Don Bosco, el titán del trabajo, el apóstol
de la simpat'tá y la caridad, fué todo de la
—
20
juventud menesterosa. En el rostro del labo
rioso sucei'ílote se veiaii las venerandas arru
gas, signo de dilatados afanes.
En su boca habían sonrisas para la nece
sidad, y de su mano, como mirra costosa, se
dertamabaii favores.
Vivir i)ura todos y nnnca para sí, es ser
verdadero mártir del bien. Don Bosco, si no
vertió su sangre, como mártir voluntario del
trabajo, derramó el sudor de la frente, raudal
que íecuiuliza la tierra donde cae.
La caridad es infatigable, cuando verda
dera, y reúne en sí todas las cualidades que
enumera el apóstol. La caridad es amor in
tenso do la cusa del Señor, celo que devora
inacabable el alma del santo, y lo hace man
tenerse en la sabiduría, como el sol, eii la
sabiduría do liacer el bien.
Be pastor de uii rebaño, Don Bosco pasó
á ser ])astor de niños y jóvenes, á quienes
upa<;entuba con la })alabra de vida eterna,
con el trabajo que da la houra, con la virtud
que salva.
lío biKsta desvelarse por la educación, pro
digando á raudales la instmecion; es menes
ter educar al joven en Dios y para Dios con
ejemplos prácticos de abnegación y sacrificios,
y con tal tino, cordura y amabilidad, que el
maestro llegue á ejercer en sus discípulos un
imperio dulcemente iixesistible, que despierte
en ellos gratitud filial. Bolo entonces hay en
tre los niños entusiasmo y alegre emulación
por disputarse la palma del premio y del ca
riño y complacer á quien por ellos se afana
con el amor de padre.
Si cuidó del aseo del cuerpo, supo prinmro
cuidar de la brillantez del alma de sus niuos.
Les enseñó las artes con que se sustenta la
vida, persuadiéndoles de que trabajar es obra
santa, y ley saludable impuesta á todo mortal.
Nadie eomo Don Boseo ha sabido identifi
car la educación artística con la oducaciou
religiosa, hermanar la ciencia con la caridad
y unir la oración con el trabajo, los intereses
temporales cou los bienes del cielo.
S e g u n d o Q o iig p c so S a lc s ia n o
10 de Noviembre iiltimo inauguróse en
Buenos Aires el segundo Congreso de
Cooperadores Salesiauos. A juzgar iK>r las
noticias que han llegado hasta nosotros, el
Congreso ha revestido una solemnidad é
importancia no imaginadas por sus organi
zadores. Faltos de espacio en este número,
emiHizaremos en el siguiente la publicación
de una detallada crónica, que no dudamos
leeniu con satisfacción y gusto todos nuestros
beneméritos Cooi>eradores.
—
Iféiiieaid
X ia s p e r e g ^ p í n a c - i o n e s e s p a u o l a s e n
R o m a . — L a seg u n d a p eregriuaciou vascougada
á Huma h a conseguido d e sp e rta r los mi.sinos se n
tim ien to s d e edificación q u e m ereció la p rim era.
Su com postura, p ied ad y reco g im ien to h a n sido
acogidos con n o ta b le entusiasm o p o r el pu eb lo y
la p re n sa ro m an a.
L as v isitas p a ra g a n a r e lJ u b ile o , la s h ac ía la
peregi'inaciou en com pacto y fervoroso grupo.
C an táb ase en ca d a v isita el A v e 2£aria y la Salve
p opular, concluyendo cou la m arclia de San Ignacio.
El día 9 fu ero n recih ib id o s por Su S an tid ad ,
en unión d e o tro s p eregrinos, bávaros, fran ceses é
italian o s.
L a p ereg rin ació n vasco n g ad a ocupó un lu g ar
p referen te cerca d e la Confesión de San P edro,
con la cual todos los peregrinos p udieron v er muy
despacio y d e cerca al Rom ano Pontífice. Un coro
form ado p o r señoritas d e la p ereg rin ació n , e n to
n a b a el A ve M aría con ta n ta delicadeza, que eran
co n testad as p o r p ereg rin o s de to d as las naciones,
causando ad m irab le efecto.
— E l 20 recib ió Su S an tid ad á nu ev o s p ereg ri
nos esp añ o le s, a l fre o d e d e los cuales ib a n el
C arílenal Arzobispo d e S an tiag o , el Rvdm o. Arzo
bispo d e S ev illa y los R dos. Obispos de T u y , Ba
dajoz y C iudad Real.
És in d escrip tib le el entusiasm o q u e la presencia
d el P ontífice d esp ertó e n tre los peregrinos.
L as aclam aciones fueron d eliran te s. León X III,
p ro fu n d am en te conm ovido, b endecía a la m uche
d u m b re, que se a rro d illa b a llorando.
L a escena fué solem ne y te rn ísim a.
Con los españolea ib an tam b ién jieregrinos de
v a ria s D iócesis d e Ita lia , A lem ania, F ra n c ia y
A u stria-ÍIu n g ria.
C a ste lla n o s, andaluces y gallegos h an bccho
ju n to s las v isitas á las B asílicas p ara g a n a r el
'.Jubileo, llevando á su fre n te ocho P re lad o s: el
E m m o. C ardenal de S antiago d e Coinposrela, los
rev eren d ísim o Sres. A rzobispos d e S ev illa y de
B urgos, y los IMos, Obispos d e F a le n c ia , de
C iudad lieal, de Osma, de T u y y d e Badajoz.
r
U n cro n ista cu e n ta así estas v isita s:
« InimMÜiitamente los sacerdotes, en filas d e á b
cu atro , fueron eu tra n d o en el tem plo, presiílidos
de los Sres. Obispos y seguidos de las señoras y
caballeros rom eros. Y a u n a vez d en tro d e la ig le
sia, y después de ca n ta d a la L etan ía d e lo.s Santos,
se en to n aro n varios him n o s religiosos, que todos
cantábam o.s cou d e lira n te eutiLsiasino.
E l him n o Firm e la voe... y el Corazón Santo...
can tad o en San J u a n d e L e trá n , p ro d u jero n en
todos nosotros u n a im presión ta l, q u e ja m á s se
nos b a rra rá de la m em oria.
Yo q u isiera q n e m is lectores p resen ciaran estos
actos p a ra que p udiesen aj)reciar todos sus en
can to s y todos sus m ágicos a tra c tiv o s; yo quisiera
q u e nos v ie ra n rezar y q u e nos v ie ra n llo ra r para
que concibiesen el summum del am or y el ultra
del J u b ile o : yo q u isie ra , en u n a p ;ü ab ra, que
v in ie ran á Rom a, como nosotros liemos venido,
p a ra que se acostum braran á im presiones como
estas, en la s cuale.s el entusia-smo se desborda, la
fe se a v iv a y la carid ad in in sp o rta e l corazón
ha>tív el T ro n o mi.smo de Dios. >
21
D o s p e r e f f i 'i i i o s . — H ay pruebas de fe que,
uo porque bayim perm anecido ocultas d u ra n te a l
gún tiem po, m erecen quedar relegadas al olvido,
sin q u e el ejem plo d e los que la s realizan sea
conocido d e los demsis, p a ra que, y a que no te n
gan im itadores, baya, no o b stan te, quien las a d
m ire.
Nos referim os á dos peregrinos que, despreciando
to d as his incom odidades y p en alid ad es d e un
v iaje larg o y m o le sto , salieron de M adrid p a ra
E om a, á pié, en un ió n de otros ciuco, que por
desfallecim iento no p u dieron llegar, con objeto
de g an a r el Ju b ileo del A ño Santt) y b e sa r la
sa n d alia del P ad re com ún do los cristianos.
Lláuiansü estos peregriim s P lacido Iliv e ra , de
oflcio m arm olista, y su h ijo In o ce n cio , que iio
cu e n ta más edad que doce años.
D igna (lo eiogiü es la fe de estos cristianos val«‘r«tso,s y ella nos a te stig u a u n a vez m ás las cé
lebres p alab ras del A p ó sto l: Que la f e traslada
¡os mviilcs.
¡Beiidihv sea D io s, que aun en este siglo do
d escreim iento y de im piedad d eja estos ejcMuplares, dignos v erd ad eram en te d e adm iración!
Hi<»s C o n ^ r r e s o s e n R o m a . — Ciuco Con
gresos se lian celebrado en breves días en la
Ciudad E tern a, cuatro católicos y u n socialista.
D e en tre los cuatro católicos, que s o n : el X V II
Congreso C atólico-italiano, e l Congreso d e la J u
v e n tu d C atólico-italiana, el d e los T erciario s fra n
ciscanos y el In tern ac io n a l d e estu d ia n tes ca tó
licos. éste ú ltim o es el que m«ós b a com placido
al Santo P a d re . A él han enviado Com isiones,
en represi-ntacion d e sus ca ted rático s y alum nos,
las U iiiversidailes católicas de E u ro p a , y á su
inauguración, b ajo la presid en cia del C ardenal
P arocclii, con asistencia d e m uchos Obispos, couc u rrií'w n mncho.s e s tu d ia n te s itjiliaiios y 200 extia n je ro s, do los que IGO eran alem anes y los
dem ás suizos, c.spañoles y a u stríac o s; los fra n ce
ses lle^tarou después con su pereg rin ació n . El
P ap a reciliió á los congresistas en la sa la del
T rono m anifestándoles con c u a n ta com placencia
h abía v isto <•! C ongreso; d ijo quo eonlirm iiba las
p alab ras p.’ouuiiciadas ]ior el jiresiilents*, C arde
nal Pai‘»)ccbi, que se co n g ra tu lab a do la fe y e n
tusiasm o que Imlúaii rein a d o y q ue era necesario
dar im pulso á los esiiulios serios, inculcándoles
pnivocbosos consejos p a ra la piedad y la fe.
l . . a s l l í j j a s €l(* . M a r í a r n r l V a t i r á n o .
— lia te n id o lu g a r en la B asílica del V aticano
una te rn ísim a y ciuisoladora ce re m o n ia , consis
te n te en la reccptiíin jior su S an tid ad el P ajta de
las H ijas d e M aría.
Miís de siete m il jóvenes y n ifn s. ta n to d e Rom a
como (le to d a I ta lia , se congregaron en la gran
B asílica con sus e sta u d a rte s blancos y cidestes,
siuibolizaiido la pureza y la inocencia d e aq u ella
ju v e n tu d f<-meiiiua.
Con la ú ltin n creación de la escuela láica,
mej<»r dicho, se cta ria, que se conoce <5on el nom
bre de fem inism o, <M>ntrastan las Congregaciones
de M aría, en las qu e la m ujer ap re n d e desde
muy n iñ a , adem ás d e a d o rn a r su alm a con el
pudor, la conform idad, e l espíritu de obediencia,
el cnm plim iento d e sus deberes y á se r el con
suelo d e los suyos en el sa n tu ario d e la fam ilia
y la esperanza d e la sociedad.
E ra eu c a n ta d o r el espectáculo q u e ofrecía la
gran B asílica con ta n to s m illa re s d e H ijas de
María, que a g u a rd ab an , sileucio.sas y recogidas á
que v in iese el P a p a y las ben d ijese.
1
—
C uando apareció Sa S antidad, d(' aquellos ino
centes corazones salió una aelaiuaeion gt'ueral que
salu d ab a al V enerable Poutítlce.
E ra la virg in id ad quo aelam ubu á la aucianidad
aug u sta del Sumo Sacerdote León X lll.
El P a p a , conm ovido en extivm o A la v ista de
aquel »<sjxictuaculo quo lo llen ab a de gozo, beu............
- . con sus (Vjos, ......
decía con
su luaiiOj .bendecía
decía con su sonrisa á aq u e lla m u ltitu d do v e r
dad eras llores del ja rd ín do la Iglesia, quo aún
guanlabaii ol santo rocío del ag u a del Bautismo.
L a mujci' fiu'rto no nace en el laicism o; es lloi
que se produce en el h uerto de la Iglesia, y uno
de los m ás herm osos p lan teles de esas llu n » son
las H ijas do María, quo el Pajia entoiiccw bendecía.
Su S an tid ad m anifestó com placido á las orgauizadores de tan Innanosísima peregrinación cuán
profundos eran ol gozo y sarisfaccitm que h abía
se n tito en esta m em orable receptiou vaticana.
. M o n i i n i o i i l o «‘o n m o i n o p a l i v o d o l .-W io
S a n t o . — Bajo la p resid en cia del Conde Liniovico Pecci, sobrino do Su Santidad, so constituyiV
á Unes del año pasudo un Comité p ura erig ir, en
la cim a d<d m onte C a jire a , cerca do Curpim-to.
ciudad n a ta l de. León X lll, an m onum ento eonm em orativo del Año Santo, consistente cu un gran
Crucilijo de bronco
L a ceriíinmiia de la (uilocncion de la prim era
p ie tlra, que d eb ía verilicarso el día do San Joa(luín, faé aplazada jiara el dom ingo sig u ien te, jsir
causa del m al tiem po, y so llevó á cabo p o r el
Conde Ludovico Pecci, en presonoja do las au to
rid ad es religiosas y m unici|iales do Caproa y do
inm enso gentío, que subió á la cim a del m onte á
1.470 m etros de altu ra, á pesar del calor soloca n te que se sentía. D entro do la p ied ra s<‘ e n
cerró u n a caja d e plom o sellada, quo conlenía
v a ria s m onedas y m edallas pontillcias, con la fecha del A ñ o Santo, así como un pergam ino con
utin inscripción conm em orativa.
El m onum ento, de estilo etru sco , te n d rá u n a
base de nuevo m etros do a ltu ra , sobre la cual so
elev a rá el Crucilijo de bronco, de, diez m etros.
L a cim a del m onte se llam ará en ad e la n te r u n ta
Leone X I I I .
'’l ’i’í'K lt4 ‘atií¡< > «i< *ioiics. — El dom ingo, 23
d e Septiem bre, tuvo lugar el sulcinue a c to d é l a
beittiücacioji (lo la V enerable M adre J u a n a de
Lestounac. fundailora do las religiosas do la Com
p a ñ ía do Muría y Enseñanza.
L a cerem onia do la m añana so celebró en la
B asílica de San P edro, á p u ertas ub iertu s, con
e n tra d a lib re p ara todos. L a m uchodum bru que
asistió al acto filé enorm e.
P o r la ta rd e b ajó su S an tid ad á la Basílica,
adm itién d o se á los heles con billetes especiab -^
de en trad a.
L a concurrencia faé ig u alm en te num erosísim a,
ílgurando en tre e lla g ra n n ú m ero d e peregrinos,
e n tre los que rein ó el m ayor entusiasm o.
£1 dom ingo sig u ien te, ó sea el d ía 30, se cele
b ró en la m ism a B asílica V atí(» n a, con el cereraoniál acostum brado, la beatificación del V ene
ra b le A ntonio G rassi, PrejWísito d e los O ratoríanos,
hallán d o se presen tes los C ardenales de la S ag rad a
C ongregación d e H itos M azella, B am polla, P arocchi, Moceuni, V annatclH , Ledochowsclií, Casañas, G a tti, F e rra ta y o tro s; rep rese n tan tes de
la O rden en Ita lia , F ra n cia y E spaña. A sistió
tam b ién Gonzalo G rassi, p arie n te del beato. Ofició
d e pontifical .Mons. C onstantino, asistid o del C a
bildo Vati(;ano, a n te a n a co ncurrencia inm ensa.
—
en la q ue figuraban m uchos p eregrinos españoles •
A la s cinco y cu a rto bajó Su S an tid a d á la Ba*
sílica, siendo recib id o con en tu siastasla acm aciones
v iv a s.
y León XITI dió la B endición A postólica y recibió
o fren d as d e los O ratorianos, e n tre ellas m uchas
reliq u ias del beato.
Ig u al espectáculo se p resenció e n la B asílica el
8 d e O bre, con m otivo de la beatificación d e la
V en erab le Crescencia Noes, T e rc ia ra F ra n cisc an a
d e B aviera. A sistieron 5.000 p eregrinos bávaros.
22
—
p resentes, sobre todo a l co n sid erar q u e aquella
n u m e ro sa p ere g rin a ció n v e n ía d e u n pueblo pro
te sta n te .
L a p ro fu n d a re v e re n c ia con que a d o ra b an a l San
tísim o S acram entoj el resp eto á las im ágenes de los
santos la p rem u ra en sa n tig u a rse con agua b en d ita;
las m anos llen as d e rosarios y objetos devotos para
to carlo s a l sepulcro de los santos- A póstoles j la
devoción con que, eu ap iñados grupos, su b ía n la
escala san ta, b esan d o sus peldaños, el ased io de
los confesonarios, las g ra n d e s aclam aciones al
P ap a, to d as estas cosas, p racticad as por ciu d ad a
L a . s p e r e g r i n a c i o n e s . — E l d ía &0 de
nos de u n a nación que d u ra n te algunos siglos ha
A gosto recibió Su S an tid a d en la B asílica de San
odiado , b u rlad o , p ro scrito y perseguido cuanto
P ed ro , con e l ritu a l do costum bre, á 7,000 p e re d ecía relació n con el catolicism o y el Pontificado
grinos, p roceden tes do v a ria s regiones d e Ita lia .
aparecían como u n triu n fo d e la fey y d el culto
Los m iem bros del X V II Congreso ita lia n o y
v erd ad ero sobre la h erejía, como un herm oso p re
los d el Congreso d e la ju v e n tu d católica se su lu d io d e la v u e lta eu próxim o d ía d e In g la te rra
m aron A los peregrinos do la s D iócesis do Sicilia,
e n te ra a l catolicism o, y a la vez como u n a grande
P iam onto, M alta, Marca, Subiaco y F lo ren cia, que
p ru e b a en los peregrinos d e ánim o fu e rte y su
se congregaron, form ando im to ta l de 20.00Ó pe
p erio r á los respetos lium auos.»
regrinos en la B asílica V aticana, que, con ta n to
— E l 14- d e N oviem bre, Su S a u tid a d b ajó A la
gentío, p re se n ta b a el aspecto de las gram les so
B asílica de San P ed ro p a ra b en d ecir á los p ere
lem nidades. En la co m itiv a q u e in tro d u jo al P a p a en
g rin o s de la s m on tañ as volsques, ó sea d el país
la B asílica, tigurubau varios A rzobispos y Obispos,
n a ta l d e León X III, quienes, conducidos p o r su
C ardenales yTos biisalanti, que llevaban A León X III
sobrino, e l Conde Ludovico Pecci, acu d iero n en
en la S illa gestJitoria. C uando el P a p a se presentó
g ra n núm ero con otros pereg rin o s pro ced en tes de
a n te los fieles, la inm ensa concurrencia prorrum pió
los m ontes albanenses , d e los A bruzzos y del
en j vivas ! en tu sia stas a l P apa-B ey agitan d o
P iam o n te.
pañuelos, abanicos y som breros, de ta l m an era,
— A ú ltim o s d el m ism o m es verificóse en San
que el P a p a , .que ta n acostum brado se h a lla A P e d ro uno recepción m agnífica. Quince m il p e re
tules ovaciones, se conm ovió pro fu n d am en te an te
grinos ita lia n o s y fran ceses d e R osellóu a c la m a
aq u ella m anifestaccion de afecto. Tom ó asiento en
ron con entusiasm o á L eó u X III.
uii T rono ju n to á l<i e s ta tu a de San P ed ro a lta r
R e g a l o s . — Con m otivo d e la s últiniaa per< d e la Confesión), y m ie n tras el coro d e capellanes
grinacioues, el P a p a h a recib id o d e los fieles m u
pontificios ca n ta b a las L etanias y los Salm os L a ú
chos y yaliosos regalos. U n a C om isión del p erió
date, Benedichis y M agníficat, Su S an tid ad ftié re
dico L a croco, d e Ñapóles, le p resen tó u n a plum a
cibiendo á los P relados y jefes directores d e las
d e oro, con la q u e el P a p a prom etió escrib ir la
peregrinaciones. P uestos d e ro d illa s los 20.000
lirh u era fecba del siglo X X . El Obispo au x ilia r
fieles, recibieron la B endición A i)ostólica, que Su
d e Buenos A ires, en nom bro del P re sid en te d e la
S an tid ad los dió en form a solem ne, y subiendo
R epública A rg en tin a, Sr. Roca, le ofreció o tro im
luego A la S illa g estato ria , atravesó con su acom p o rta n te donativo, consistente en p ieles d e fierús.
puñuniienlo la B asílica, m ie n tras le ai)laudían y
con u n a c a ita del p resid e n te . L os p ere g iin o s es
saludabais los fieles.
pañoles le p resen taro n uno que ag rad ó sobre m a
En m ayor núm ero to d a v ía asistie ro n los polen e ra a l P ap a, y consistía en u n a a rtís tic a y preciosa
grinos á la B asílica el d ía 29. E n tr a los veuidos
cuja de palo santo, conteniendo 12 p aq u e te s de
d e A lem ania, Suiza, países m eridionales de Ita lia
chocolate regio de la casa A lb erto s. A l c a rd en al
y com arca rom ana, ascem iíau á 30.000, figurando
in tro d u c to r, q u e leyo A Su S au tid a d el análisis
c u tre ellos el C ardenal Casafias, lo.s Obispos do
q u e en su cu b ierta llev ab a im preso la caja, conBarei'loim, T a rra g o n a y S o lso iia y m á s do m ilesrt‘stó. el P a p a ag rad ecien d o m ucho el obsequio y
pañoles que entonaron el liiiimo Firm e la voz, el
ofreciendo q u e to m aría el Chocolate.
tiue se d etu v o á eseucliur Su S an tid a d , en m edios
(.le lo.s e n tu sia stas aplausos d e los españoles.
L a s a l u d d**:! P a p a , — Su S a n tid a d con
El 29 de O ctubre, a l m edio día, Su S an tid ad
tin ú a recib ien d o á las n m nerosas p e re g rin a c ió n ^
baj(> ii la Ba.síliea d e S an P ed ro , d o n d e rec ib ió a
qiio llegan á Rom a, m auteum uduse firm e su salu>i.
10.000 peregrinos de Irla n d a , I ta lia y m uchos ex ;'v pesar del excesivo tra b a jo q u e le dan ta n rep e
tra n je ro s resid e n te s en Rom a. Se h allab an p re tid a s audiencias.
se n tes al neto los C ardenales L ogue, Kampolla,
Los m édicos de L eón X II I d icen q u e Su S an ti
Mfícenni y Mavtiu do U e rre ra y los O bispos de
d ad se sostiene por u n a en erg ía m oral v erd ad e
Irlan d a.
ra m e n te so brehum ana ; tie n e una v ita lid a d in
Su S an tid a d fuó aclam ado con en tusiasm o pol creíb le q u e se rev e la eu su m irab a, cada d ías m;!-los p eregrinos.
b rilla n te y en érg ica.
Come, como los niños, cu an d o tie n e g an a, v a
En esto acto le fiu* p resen tad o a l P a p a u u a n
ria s veces el d ía, sin h o ra fija. A lgunas yem as de
ciano de cien años, llam ado T a u tu rti, dando esto
hu ev o s b atid o s en vino d e M arsala, alg u n o s biz
ocasión á una escena eoum ovedova.
cochos m ojados en v ino d e O porto y tazas d e una
— E l segundo grupo d e peregrinos ingleses,
m ezcla d e café y chocolate, b a sta n p a ra so sten er
conqm esto do dos m il, h a sido uno de los imís
sus in ag o tab les fuerzas. Su m édico, e l D r. L aponi,
notab les del Año S a u t .
y su ciru jan o , el D r. Mazzoui. e stá n siem p re á
De una reseñ a de esta p ereg rin ació n , copiamos
su lado. No ])uede pasarse n n solo m in u to sin lo^
los siguientes p árrafos :
servicios de su p rim e r criad o d e cám ara, C entra.
« Y a e u el in te rio r d e los tem plos se form aron
E ste es u n tip o in te r e s a n te , m ny conocido eu
en orden d e procesión, inarcham lo con devotísim o
Roma, y apreciado d e todo el m ondo.
rec o g im ie n to ; C(m el cual edificaban á todos los
— 23 —
garou todos los cirios del cortejo, bem lyo el l'ai>a
C l a u s u l a d a l a l* u e i* ta S a u t a . - E n
al pueblo, y regresó por Porbmi Lutinam á sus
la m añiiua del d ía 24 se h a celebrado con gran
hab itacio n es, siem pro conducido eu la sillit ges
solem nidad, la cerem onia d e c e rra r la s P u e rta s
tato ria.
Santas.
L a cerem onia b a term in ad o á las doce y cu a
E l d ía a n te s se verifió la clau su ra del Ju b ileo
re n ta y cinco do la m añana.
Santo, con g ran solem nidad.
E l P ap a ofri'ce muy buen a.speclo, dem ostrando
D esde la s diez, ocuparon las tro p a s pontificias
hallarse bien do salud.
la plaza de San P edro, form ando un cordón para
o rd en a r e l acceso á la B asílica d e San P edro.
Se h ab ían repartid o 80.000 invitaciones.
E l aspecto q ue p re se n ta b a el tem plo e ra so*
b erbio.
E l pórtico en que h a b ía de celeb rarse la cerem onia, estab a convertido en un salón espléndida
m en te decorado y cu b iertas sus paredes de paños
rojos.
A la izqu ierd a de la P u e rta S anta se alzaba el
tro n o d estinado á Su S a n tid a d L eón X III.
E n fre n te del trono estaban las trib u n a s desti
n ad as lí los soberanos y príneipea, á los cab alle
ros d e M alta, al cuerpo diplom ático cerca del Va
tican o , á la nobleza rom ana y dem ás personajes
¿ v .m
los A \ m
d e la coi'te p íuitiücia.
A la s once y cuarentA y cinco m in u to s salió
L eón X III d e sus h a b ita c io u e s, precedido del
M u y llUVEltENDO rADllE
clero secu lar y reg u lar, de to d a s las cofradías de
Rom a, cou cirios encendidos, y en d o por e l patio
J). M i g u e l R ú a :
á la capilla j)ontificia, donde estab an los C arde
HDJUNTO uuaa brevoH noticias do va
n ales , A rzobispos y Obispos, rod ead o s d e los
g u ard ia s nobles del P ap a.
rias cositas que oiiino nmrciien ser
Siguió la com itiva desde P o rta m L atin am h asta
conocidas, y «lue V. It. juzgará si
la e n tra d a del pórtico.
son dignas do ser impre.sas en el
El P ap a en tró á la B asílica por lá P u e rta S anta,
B
o l et ín S a l esia n o .
á los sones de las trom petas.
El día 15 de Mayo último salimos cu mi
L e recibió el C apítulo del V aticano, q ue le
sión el R. P. Augusto Crestancllo y el que
ofreció el ag u a b en d ita.
subscribe. Los puntos recorridos fueron: rna
León X I l l se persignó y b en d ijo a l p úblico en
l>arte de la costa sur del Rio Collón-nirá, la«
en m edio de un silencio religioso.
El m om ento era im ponente.
de Gatanlil; de allí pasamos á las Coloradaft
Llegó Su S an tid a d b a s ta el a lta r m a y o r , se
y á Lupa, parajes que están al pió de las
b ajó de la silla g e sta to ria , arro d illán d o se, orando
Oordilleras. Después de una travesía de 05
u n b rev e ra to y volviendo á su b ir á la silla g es
kilómetros, llegamos á la costa norte del
ta to ria.
Rio Rhihi-leufú, recorriéndolo hasta su doSe ])Uso n uevam ente en m arch a el oorte}o, acomsííjubocaílura «m el R h Limay. Como ya había
pañam lo al P ap a luista la ca p illa del Sacram ento,
a n te la cual oró León X III, arrodillad*» un m o íoitrjuh» el invú'nio y no uo.s ora posible dar
misión á causa «le las c«»iitiiiuas novadas y
m ento, m ie n tras los ch a n tres d e la C apilla S ix tiiia
ento n ab an los salmos.
lluvias que caen muy abundantes, nos volvi
A nudó su m archa la com itiva, dirig ién d o se al
mos á nuestra residencia de Junín. dondi*
l>órtico d e la P u erta S anta.
llegani(»s en la tanle <l«d «lía S de Julio. Esta,
E l P apa, a n te s de sa lir de la basílica, se bajó
verda«len)niente ni pimde llamarse misión,
nuevjim em e «le la silla g<‘stHtorÍn, esi>er«ndo á
pues por ser esbí lienijx) oporluno para los
que todos los personajes d e su acom pañam iento
trabajos «le «lampo y ocupándose en esos j)unjiasascn p o r la P u e rta S anta.
tos do agricultura, poco ó nada liemos i»odi«lo
D espués que la com itiva lo verific«S, pasó Su
S an tid ad L eón X III el ú ltim o por la PuerUi. d i hacer. Administramos 150 bautismos y unas
l)oca« comuniones. Las personas que tuvieron
rig ién d o se a l trom», desde el cual b en d ijo todos
los m a teria les necesarios jia ra c e rra r la P u e rta .
oj»ortunidad de asistir á la santa misa, que
Eu séguida se acercó á la P u e rta S an ta , se
CídebramoH casi to«los los <Uas, y á quienes
arro d illó a n te ella, y con u n a p a le ta d e oro liizo
se les instruyó y prwlicó se i»ue<len cakular
en el d in te l d e la P u e rta tres m ontones d e m or
en
más de 2.50. IW ), muy ikkjo es lo que
te ro , colocando encim a tres ladrillos con in scrip
liií'Jmos:
prometimos volver esta primavera.
ciones conm em orativas.
Estando ellos en esta éiKica casi desocupados,
J u n to á los ladrillos se «mlocó u n a c a ja conte
podremos cosechar mucho más.
n ie n d o m e d allas d e o ro , p la ta y bronce, con el
La ca-sa de Junín de los Andes cuenta sólo
r e tr a to d e L eón X II I ét inscripciones recordando
la a p e rtu ra y clau su ra d e la P u e rta S anta.
4 años de vida, pero lJ«ívará la jialma en sus
E l P a p a regresó al tro n o m ie n tras que m on crónicas este año de V.HHl j)Oi las fiestas que
señor V a n n u te lü y otro s c u a tro penitenciarios
l>or primera vez se celebraron en honor de
hacían con la ca l y los la d rillo s ígnal operación
su fundador y Dire<;tor el incansable y <5e«jue la realizad a p o r Sn S an tid a d León X III.
loso Padre Domingo Milanesio. Como es sa
Inm eíliat.am ente los obreros cubrieron la P u e rta
bido, el 4 de Agosto corre la fiesta de esta
Santa con u n lieiizt» d e color de márui«»l. Se ajia-
—
gloria española, Santo Domingo de Gnznián.
A nuestra llegada de la misión se pensó en
festejar, como convenía, el santo del Sr. Di
rector y PÓ.ITOCO al mismo tiempo. Pero ¿qué
lisvcer si faltaba tiempo, personal y material?
No importa; el amor y gratitud obra prodi
gios. Se determinó que á mas de las funcio
nes religiosas se verificara iinarepresentacion
teatral ])ara reunir de este modo á su alre
dedor á todos sus amigos y feligreses. Dicho
y heclio. Uno prepara la farsa Los tres bravos;
otro, con mano maestra, pinta el primero y
único telón, otros se encargan de los ensayos,
composiciones en versos y en prosa, total que
llega el día 4 y todo está á punto. L’or la
mañana, misa con unas 60 coimiiiiones; á
las 10 misa cantada, oficiando el Sr. Director.
Después del almuerzo, al e.ual tomaron i)arte
las autoridades y principales del pueblo, hubo
vísperas y bendición con y. I). M. A eso de
las 5 so dió comienzo á la grmi ópera. Como
ora cosa nunca vista, y [)or otra parte anun
ciada de auteiuauo por órgano de nuestros
75 uiño.s de ambos colegios, el concurso fué
oxtaordinario. El programa, atendida la cir
cunstancia do que era la primera vez, fué dessempeñado con satisfacción de todos los con
currentes, los cuales, después de desear mil
felicidades al Sr. Director, hicieron votos
para que pronto se repitieran momentos tan
alegres y espansivos. Como estas representa
ciones entran también en los fines de nuestro
Instituto procuraremos dar otras, ])ero con
parsimonia, para ver si diciendo veritas ridcndo podemos reducirlos más y más á que
se nos acerquen, para llevarlos á la ju-áctica
de uue.stra santa Religión. Ayúdennos para
ello las oraciones de V. R.
Las fiestas anteriores, fueron en parte re
ligiosas y en parte profanas, pero lo <piü voy
á decirle ahora, es todo espiritual. Se trata
nada menos <pie »le Eierci<úos Espirituales á
los niños y niñas do nuestros colegios. Alguno
dirá: Xo revisteu esbis importancia alguna
desde el momeute que nuestro reglamento los
exige: y<í me atrevo á decir que mucha es la
importancia (pie tienen, si se considera el
estaíhi moral y religioso de estas ]ioblaciones,
aun muy nuevas y ser éste el 2®ano que fun
cionan ios colegios, pues en los dos anterio
res no había sino un sacerdote que atendía
;i la misión y á la Parroquia. Se diistaron,
pues, los sauto.s ejercicios y se hicieron con
empeño y deseo verdadero de instruirse y
enmendarse. Daba gusto ver la composti^a,
silencio y recogimiento de estos pequeños
hombres.'Durante los 3 días de Ejercicios,
vimos también un regular número de perso
nas del pueblo que asistían ansiosas de oir
la palabra de Dios. El día de la Natividad de
la Sma. Virgen se concluyeron. El fruto fué
muy consolador. Nuestra buena Madre se ha
brá alegrado de que sus hijos de Jiiuín hayan
fe.<»tejado su aniv«‘rsario con tales frutos.
¡(;»uiei'a Dios que cs:os duren por muchos
2 4
—
años, y que estos jovencítos, que ahora vemos
crecer piadosos y buenos, sean siempre tales
para atraer con su ejemplo á otros, y poda
mos nosotros ver realizado el santo pensa
miento de nuestro amado Padre D. Bosco:
la regeneración de la sociedad venidera, por
la juventud presente.
Esto es, amado Padre, cnanto deseaba po
ner en su conocimiento. Si cree V. R que
pueda, su lectura, producir buenos efectos,
publíquelo. sino rompa el papel que muy
contento estoy. Bendiga á todos los que tra
bajamos eii esta viña del Señor; bendiga á
nuestros niños y niñas, á todo el pueblo, y
á cada uno de esta casa, x)oro especialmeutc
á este
S. H. en J. ISL
P. Z acarías Gknghtni
?li^ionero ¡Salesiuno.
Jimíii (I©los Andes, 1900.
Q u io ii
c o n fín
o ii In
3 Z n ría
j2iiiiÚA< p e i'e e o i's i.
Do regreso de mi viaje á la Provincia de
Entre-Rios, Ciudad de Concordia, á fines de
Abril del corriente año, me hallaba en Buenos
Aires en espectativa de que nos levantaran
la cuarentena para poder regresar á mi casa.
En tilles circunstancias, enfermé de la iutiuencia reimuite entonces, en aquella ciuílad,
habiéndome atacado de la manera más grave,
de tal modo que, á causado la continua tos,
ni siquiera podía descansar ni de noche ni
de día, á pesar del medicamento que tomé por
11 días consecutivos; anadíase á lo dicho un
violento ataque de bronquitis y sordera.
En tau triste situación, viendo la nulidad
de los medicamentos recetados por el repu
tado médico Dr. Seco, recurrí á la Virgen
María, haciéndole la promesa de ir en pere
grinación á su Santuario de Lnján, á ofre
cerle en acción de gracias una comunión y
una limosma para la obra de la Basílica eu
construcción, siempre que me concediese la
gracia de aliviar mi malestar.
No se hizo esi>erar el socorro pedido á la
celestial Señora, y así el día 20, tercero de
mi xiromesa, á i>esar del mal tiempo que
í
— 25 —
hacía, me resolví á ir á camplir mi promesa la gracia que le podía de la salud do mi h\jo,
á la Virgen, agregándome á la gran Peregri si me convenía y ora j>ara síi mayor gloriiw
nación presidida por el Intemnncio Mona.
Concluida la Misjk, ino sentí más trjuiquila,
Sabahicci.
y al regresar al lado del enfermo, le enBeconocido á tal favor doy, por medio de wntró dormido. Sudaba y la fiebre había ba
la presente, público testimonio de gratitud y jado bastante. Desde este momento se fué
reconocimiento para mayor gloria de nuestra acentuando cada día más la mejoría, hasta
Oelestial Madre.
que al último día de la novena, la liebre
había ya del todo desparecido. DcvSde t'ste día
J u a n B. G o t e e t .
el enfermo entró en una convaitHíeucia r;eMonte-video, 80 de Agosto de 1900.
pida, eiicoutráudosü hoy completamente rostjiblecido.
I n c u r i a o u ir o . Á x n t h y o .
Como no dudo que solo á María Auxilia^
dora
tan sefialiMlo tuvor, públicamonto
En la noche del 21 de Sbro-, después de le doydebo
las
grjvcias y exhorto á todos á que
rezar mis devociones de costumbre y de pe acudan á Ella
en todas sus necesidades, se
dir su poderoso auxilio á la Virgen Sma., guros de que como
yo, obtendrán su imderosa
pero de un modo especial para un hijo de mediación.
15 años que, á causa de estar aprendiendo
C a n did a R osa L u q u k .
Oficio con sus tíos, se hallaba ausente de
1900.
nuestro lado; quise entregarme al sueño, pero
no obstante lo rendido que me encontraba, á
A .t tx Í liu < 1 o i'U
duras penas logré dormir un poco.
m e
< l e t i i m |> iitM tlÍ K lM .
Siu duda lo intranquilo de mi sueno era
El 3 de Mayo del presento año será ]iara
triste presagio de lo que mi hijo sufrió en
aquella noche, según pude esplicarme después. mí de imperecedera memoria di^bido al va
Hacía ocho días se hallaba éste enfermo, y lioso patro(;inio que me dispenso María Sma.
nada me habían manifestado por no disgus Serían como las 11 de la mañana cuando me
tarme , pero habiendo los médicos de allí senté á almorzar; do pronto me siento para
equivocado su enfermedad y agravándose ésta, lizado el dedo medio do la mano dere<dia, y
dispusieron traérmelo ])ara así tranquilizar con éste el brazo, luego como si me invsval enfermo que con instancias pedía ser lle diera un rayo todo el cuerpo, me sentí jH*rdido en todo el lado derecho; era un abniue
vado á sus jíadres.
Grande fuó la sorpresa y el sentimiento de parálisi.s, lo comprendí luego y creí liuque nos causó verle en aquel estado. Recono biera llegado mi hora postrera. Me resigné eii
cido enseguida por los médicos, manifestaron el acto, y pidiendo perdón á Dios do mis
que se trataba de una fiebre tifoidea y que culpas, puse todo mi pensamiento en el so
no i)o<líaii responder de sus consecuencias, corro que solo Dios, imr iutercession do IWaríu
pues el estjulo del enfermo era grave. Efecti podía dar á un i>obre padre do familia, y
vamente, su enfermedad tomaba mayore.s pro grité: IVirgen Sma., salvadme!
5Ii esposa, iiiíh hijos todos, agrupados á mi
porciones y en la noche del sábado estaba
tan grave, que creí no iba á amanecer, y rededor me consolaban y se esmeraban en
todos los de casa, tristes y llorosos, rodeába prestarme auxilio.s, especialmente me aconse
mos el lecho, llenos de la mayor amargura. jaban de <|Uü j'ogara a la Virgen Auxilia<lora,
En aquella aflicción, mis ojos, llenos do c,nya imagcín me dieron á besar. Re<'ordé en
lágrimas, se fijaron en una paqueüa imagen tonces coiné Ella, con su poderosa irdercosion,
de María Auxiliadora que se hallaba cerca había sanado á mi hijito ¿lanuel del tifus, y
del lecho del euteimo, y con.todo el senti la besé con afecto de hijo.
No había trascurrido un cuarto de hora,
miento de mi maternal carino, me arrodillé
ante EUa, y con el afán que solo puede ha que ya percibí que mi cuerpo volvía á la
cerlo una madre que ve en peligro la vida vida. Emi)6oé á mover la i)arb; perdida y
de su hijo, hice una súplica á la Virgen quedé sano, tal como ahora me encuentro eu
Santa, pidiéndole devolviese la salud al eu- el acto de redactar, con esa misma mano, el
fermo, ofreciéndole una buena limosna y ha fevor que me hizo la Sma. Virgen.
Con el corazón lleno de agraílecimíento
ciendo promesa formal de empezar, al si
guiente día, una novena en su honor; además cumplo, pues, mi promesa, y hago noto á
coloqué al cuello del enfermo una medalla todos los devotos de María Auxiliadora que
con razón los hijos de Don Bosco le dan este
de María Auxiliadora.
Inmediatamente salí de casa para ir á la glorioso título.
Parroquia á oir la Misa del alba que ya ha
¡Viva María Auxiliadora!
bían anunciado; allí, puesta de rodillas, hice
A n t o n ío O iín a n o .
ferviente oración, y d^ramando copiosas_láCallao (Perú), 22 de Jo b o de 1900.
grimas, supliqué nuevamente á Htro. Señor,
en el acto solemne de la Misa, que me con
cediera, por intercesión de su Sma. Madre,
—
26
U E ST R A
CORKESPONDEUOIA
«><g>
8 ^
U m m A (SeviHa).
Sr. D irector del B o l e t ín S a l e s ia n o :
Muy Sr. m ío: L a V olada M úsico-L iteraria con
q u e acostum bram os todos los años d a r realce á
la d isttib u c io u <lo prem ios á los alum nos <{uu fre
cu e n ta n n u estras escuelas, lia sido siem pre la
fiesta c a racterística de esta C asa d e C arm ona;
no ta n to por la solem nidad que suele rev e stir,
cu a n to porque en e lla están in teresados todos
n u estro s buenos Cooperailores y Cooperadoras, en
cuyo obsequio so hace. P ero este ano se u ne á
todo esto la cireu u stan cia d e hab erla hecho como
U üineuiije al Sdu. Corazón d e Je sú s, lo que le
b a dudo uu c a rácter especial y b a hecho que re
su lta ra con e x tra o rd in a ria brillan tez.
Cedo gustoso la p a la b ra a l excelente d ia rio E l
Correo de A ndalucía, el cual nos b a h onrado con
u n a d e ta lla d a relació n d e n u e s tra fiesta.
D ice a s í:
« Solem nísim a y en extrem o lu cid a r e s u lt ó la
V elad a M úsico-L iteraria ce leb rad a po r los R eve
ren d o s P ad res Salesianos como H om enaje a l Sa
g rad o Corazón de Jesús, y en ocasión d e la so
lem ne R epartición d e P rem ios á los alum nos que
fre cu e n tan sus Escuelas. E l vasto P a tio donde de
an tem an o habían prep arad o su pequeño te atro ,
v isto sam en te adornado, resu ltó incapaz p ara con
te n e r á la m u ltitu d de i>er8ona3 que acudieron á
p rese n cia r el acto. H oiiruban la presid en cia el
Exorno. S r. A lcalde, don Subas M arín, y e n tre
otros sacerdotes y caballeros, los señores don M a
n u el P e re t, P bro. C ura de la Iglesia d e S. F elipe,
don R afael Gonztilez M crchnut, C ura d e la de
S an ta Muría, don J u a n C arreras, P b ro ., don E m i
lio Z ábala, C ura del S alvador, don Jo a q u ín Do
m ínguez y don F ederico G arcía. Dospnea de un
g randioso him no a l S agrado Corazón do Je sú s,
can tad o por los niños, tom ó la p a la b ra e l jo v e n
abogado don M anuel D iaz Caro.
T uvo rasgos elocuentísim os h ab lan d o d e las
m odernas teorías políticas, ñlósoticas y económ i
cas con q ue el auatom atiziulo liberalism o p rete n d e
p oner un d iq u e a l totid desquiciam iento d e la
ac tu a l sociedad. D ijo q ue estábam os en época de
tran sició n en q ue las instituciones m ejor cim en
ta d a s veíanse b am bolear ol m ás ligero soplo del
v iento, dem ostrando q ue la C ongregación Salesia n a ei'a u u facto r poderosísim o p ara po n er re
m edio á los m ales que nos afligen, m alee qne,
p ro v in ien d o d el lib e rtin a je é ignorancia, no pned en c u ra r las m odernas lib e rta d e s qu e eu ta u ta s
d esv en tu ras nos h an sum ido, n i las funestas te o
ría s socialistas, n i las le y es d e u n a econom ía
p o lítica sin e n tra ñ a s , q ue olvidándose d e las
enseñanzas d e l A ugusto P risionero d el V aticano,
ce n sid e ra a l m isero p ro letario como u n a ru e d a
—
d e sus m áquinas. D ijo qne p ara sa n ea r los pue
blos no q u ed a b a o tro rem ed io q u e e c h arse en
brazos d el P ontiflcado, q u e siem pre b a sido el
salv ad o r de la v e rd a d e ra civilización, o ra p o r su
propio influjo, o ra valién d o se d e hijos iln stres,
inm ediatos ejecutores d e sus p lan es, e n tre los
cuales puso á D on Bosco, g lo ria del Catolicism o
y g lo ria d e la h u m an id ad .
T u v o p a la b ra s d e encom io p a ra Don Bosco y
p ara la C ongregación S alesiana, y conceptos v er
d a d e ram e n te in sp irad o s en n n p aralelo q u e hizo
e n tre é l y la s p rin cip alesfig u ras ita lia n a s. Nuesti-a
m ás cu m p lid a eu h o rab u eu a a l elo cu en te orador.
D eclam áronse luego por los alum uos bonitas
poesías y chistosos diálogos, y se procedió á la
rep artició n d e prem ios, consistentes todos ellos
en p ren d as d e v estir p ara m ejor a te n d e r así á las
necesidades d e los alum nos «jue frecu en tan estas
E scuelas. E jecu táro n se v a ria s piezas á piano y
violín, can tán d o se tam b ién con acom pañam iento
d e A rm onio el A v e M a ría de la O pera Otello
de V eid i. R ep resen taro n los alum uos el bonito
sa in e te E l fo tó g ra fo en apuro y la gracio sa ope
r e ta cóm ica Una Eecuela de A ld e a , aco m p añ ad a
a l p ian o , q u e cau tiv ó y tu v o d iv e rtid o al a u d i
to rio por larg o espacio d e tiem po, term in an d o
la V elada con la chistosa zarzu elita E os Prego
neros.
Tom ó luego la p a la b ra el celoso C ura d e la
P arro q u ia d e S an F elip e, don M anuel P érez,
dan d o en p rim e r lu g a r las g racias á los R eve
rendos P a d re s Salesianos en n o m bre del pueblo
de C arm ona, p o r el m ucho b ie n q u e re p o rta la
ju v e n tu d carm onense d e la educación m oral y
científlca que d e tre s años á e s ta p a rte v ie n e re
cibiendo d e ta n celosos padres, sientlo u n a p ru eb a
d e ello los ad elan to s que sus alum uos h abían
d em ostrado no sólo en aq u e lla ocasión, sino en
o tras m uchas. E x h o rtó a l pu eb lo á co n tin u a r pro
teg ien d o u n a in stitu ció n que ta n ópim os frutos
d a b a de reg en eració n social, y te rm in ó dundo las
gracias en nom bre d e los P ad res S alesianos á las
dignísim as A u to rid ad es y dem ás concurrencia.
No es esta la p rim e ra vez q u e hem os ten id o
ocasión de ap re cia r los trab a jo s d e esos buenos
P a d re s eu pró d e la ju v e n tu d carm onense, ha
ciéndose por e lla acreedores al cariñ o y sim p atía
con que este pueblo los d istin g u e. Reciban, pues,
n u estra m ás cum plida en h o rab u en a ellos y to d o
el pueblo d e C arm ona, que ta n de g rad o p roteje
u n a in stitu c ió n bajo todos conceptos lau d ab le,
cu al la de los dignísim os h ijo s de Don Bosco.»
R eciban tam b ién , d esde las colum nas d el B Ol e t í n , n u estras m ás expresivas g racias las d igu isim as au to rid ad es y benem éritos C ooperadores
q u e se d ig n aro n h o n rarn o s cou su p re se n c ia ; el
elo cu en te o rad o r, cuyo d iscurso h a puesto d e r e
liev e sus n o tab les d o tes o rato ria s, y el pu eb lo de
C arm ona en g en eral p o r la b enevolencia que nos
dispensa.
D e V. afmo. S. S. y h erm an o in C. J .
A.
Carmona, 17 de Agosto de 1900.
Suplicamos á nuestros benévo
los lectores que nos dispensen el
gran retraso con que sale este nú
mero, pues es debido al cambio
verificado en la redacción.
— 27 —
MBNORM (Cíudadela)
Sr. D irecto r d el B oletík S a i -e s ia iío :
M ay Sr. mío y de m i m ás d istin g a id a coasidera c io n : Consoladi-r es p ara u n corazón am ante
del bien, el com teniplar en los tiem pos que a tra
vesamos, e l desarollo siem pre creciente que va
tom ando en el m undo en tero la insigne é in v icta
C ongregación Salesiana. E l gran o d e m ostaza seinbradt) a y e r j>or el.hum ilde pastorcillo d e Valdocco
h afecundizado tam bién en n u estra ciudad, en tan to
grado, que movido mi corazón po r el gozo y en
tusiasm o por los b rilla n te s resu ltad o s conseguidos
aq u í por los sim páticos H ijos de D. Bosco, t<‘Ugo
u n a vez m ás el consuelo, do añ a d ir en el B ollet Ín
u n a p ág in a consoladora y ed iú o iu te .
N uestro O ratorio d e S. F rancisco d e Sales, veriíioó el 30 del pasado S etiem bre u n a e x tra o rd in n ria
fiesta, con m otivo d e la repartición d e premios,
p resid id a por nu estro Exm o. P relad o , D r. D . S al
vad o r C astellote Pinazo.
Todos los núm eros d el P ro g ram a fueron h á b il
m en te in te rp re tad o s p o r los niños d el O ratorio y
dem as personas que tom aron p a rte . T a n ta fué la
so ltu ra y d o n aire con que desem peñaron los jo venciros sus respectivos papeles, que arran c áro u
rep etid o s aplausos d e la num erosísim a y selecta
concuiTcncia q ue in v a d ía po r com pleto el espa
cioso p atio d e nuestro O ratorio, e l q u e oñ'ecía un
b rillan tísim o aspecto de v ista. ¿Q ue p en sarían los
p ad res y m adres qu e co ncurrieron á ta n b o n ita
función, a l v e r y o ir á sus queridos rapazueos
d eclam ar con ta n to d o n aire aquellas b o n ita s com
posiciones ? Sin duda, que desde lo íntim o d e sus
corazones, ag rad ecerían do v e ra s el celo que vienen
desplegeudo en pro del b ie n m oral é iu te le tu a l de
BUS h ijo s los benem óritos Salesianos.
V e rd a d e s , q ue la iustniccion d e los pueblos es
el objeto prim ordial d e la legislación ; m as, el
cultivo del espíritu form ando el corazón de los
housbres procurándoles el bien m ural m ediante la
enseñanza d el Catecism o, es la sín tesis |K>r exce
lencia q u e aclara Indos los m isterios y ]>ulveriza
todas las dificultades, lazo m isterioso que une la
tie rra con el cielo y .al hom bre con D ios... T al es
la m isión de] Salesíano...... ¡ G ran d e es el m érito
de su o b r a ! . .
Muy bien dijo el Exem o. P relad o , al d irig ir a l
final d e tan herniosíaim n fiesta sn elocuente p a
labra al num eroso concurso. “ .Si el m ayor d e los d i
vinos preceptos es el am or d e Dios y del próxim o,
uno d e los m ejores m edios d e m anifestarlo es el
interesarnos po r la educación d e la ju v e n tu d , fu s
tigando á )a conspiración del odio, q ue d esg ra
ciad am en te tra b a ja en corrom perla con celo deli
ran te , digno ])or cierto d e m ejor causa” ... L as elocueiitístm as palab ras d el am autísim o P relado, es
cuchadas con religiosa atención y crecien te interés
arran caro n d el num eroso concurso u n a esplosion
d e en tu siastas a p la u so s....
P o r lo que Coca á la p a r te m usical, cuya direc
ción estuvo á cargo d e D. G uillerm o A lba, llenó
como no p odía m énos d e esperarse, los deseos
de todos.
B aste y a ; no quiero; S r. D irecto r, m olestar m ássa
atención; es preciso p o n er fin á e s ta narración qne,
aunque o scura en com paración á la rea lid ad , podrá,
sin em bargo, form ar alg ú n concepto del d esarrollo
tiqe v a to m ando en n u e s tra p eq u e ñ a p a tria la
O bra de regeneración dol Ilustro H ijo do Vuhh>ccrt
el venerando e in m o rtal D. Hosco.
’
T e rm in o , Sr. D irec to r, aprovechando u n a ves
más la Ocasión d e roiUu-arlo m is nula profundos
respetos.
D e V.
S. S., Q. R. S. M.
F . C., Cooperador Salosiaiu).
Cindadela de Menorca, 10 do Octubre do 190#.
---------------------- -----------------------------------
AKACKNA (Huelva).
Sr. D irector dol B oletín S alesíano :
Muy señor m ío : Me perm ito en v iarle la «ip i e i i t e relación de los cultos, que con g ran sole.muidad, han tenido lu g ar en esta villa, dedicados
á n u ^ t r a queridísim a M adre M aría A uxiliadora.
uíft 15 dol corrioiitü coniotitó ln fioloiuno iiov e n a en la Ig lesia de Sta. C atalina, donde m
ven era su preciosa Im agen, con gran coiicunouciu
d e fieles. Un mnguífleo y escogiílo coro d e niñas
in te rp re tó todas las noches, ndiiiirahletm 'iite pro
Glosas canciones á tan Soberana líein a. El día 21,
á las 8 de la m a ñ an a , tuvo lugar la Comuni<»n
gen eral, á la quó asistió g ran núm ero do Coope
radores S ale sia n o s; y d Jas 10 fuó la fum um
p rin c ip a l, llam ando extrao rd in ariam en te la a te n
ción la Misa del g ra n m aestro Solís, que «lehids
a l in fatig ab le celo d e los profesores D. Enrique
P a rrilla y D. A ntonio Vázquez, ejecutó magiatxaJm en te e l aludido coro de niñas. Al Evangelio
ocupó la sa g ra d a cá te d ra el Sr. Don Jesú s Palatíti, q u ien nos hizo v er la pi*oteccion qne siem pre
diapciisa la A uxiliadora del pueblo cristian o ¿
los q u e ponen en E lla to d a su confianza. El día
23 te rm in aro n ta n solem nes cultos dejando e>
nuestro s corazones dulces recuerdos.
U n Cooterador Salesíano .
A n c en s (JIuoIva), SO de Octubre de IMO.
^UÍTO (Ecuador)
Rdo. Sr. D irector del B oletín S alesíano .
D esde qne regresé al Ecuador el próximo pa
sado D iciem bre, m e consagré p o r com pleto ó le
v a n ta r o tra vez la Efteuela de A rte t y OfuAot de
Q uito. A quí en n u estra propiedad de la T ola,
n a d ie nos m olesta y el Colegio que se lev an ta
es herm osísim o, sólido, vasto, capaz de 400 niño»
in te rn o s cuando esté concluido <iel todo.
L os prim eros meses hicimos lo q u e pudim os y
como se pudo, ten ien d o que v iv ir en m uy redu
cido am biente. Poco á poco em pezamos á recib ir
á alguno qne otro in tern o y á a b rir talleree, y
ah o ra contam os con 25 alum nos in tern o s y i
tu lle re s : C arp in tería, E scuU ara, H errería, Zapa-
—
28
te ría y S astrería . T odo, y a s e e n tien d e , 'está en
BQS principios, y esta Casa en la ac tu alid ad tiene
n o pocos pun to s de sem ejanza con los principios
d el O ratorio de T u rin .
L a c a rid a d d e los benem éritos Cooperadores
<28 con stan te, y esto es lo único q ue nos sostiene.
L o que se en c u e n tra en au;;e es el O ratorio
festiv o , pues está b ien ordenado y es frecuentado
á veces b a s ta po r 600 niños.
E l Colegio tie n e dos Cn]dllas, u n a que serv irá
j)ara los intern o s, y o tra g ran d e p a ra el piíblico;
d e n tro de unos años m ás, será un verdadero
S antiinrío de M aría Auxiliad«»ra, Al principio tu
vim os que arreg laru o s en u n a pequeña capilla
p rovisional, qu e frecu en tab an tam bién ios v e
cinos del bando. P ero viendo la sa m a estreche.z
del local y los gratides inconvenientes que tal si
tuación ocasionaba, nos di'ridiinow á concluir
p ro n to u na p a rte do la Iglesia pública, .v casi
por e n c a n to , de nn modo sinnaniente rápido,
que llam ó la atención de todos, se im provisó
la C apilla, «pie i'endljim os el día en (pie cel«-bra
mos la tiesta de M aría Anxilia«iora, el 27 de May«i.
L os pa<lriiu>8 y m adrinas de la bem ücioii riier«ui:
D. A ntonio B aialiona, D. O«*tavio Escm lero y
D. Ju lio U rru tia , caballeros imiv estim ables de
esta c iu d a d ; D.“ D olores Jijón de G ai.gotena ,
D .'‘ 01imi)ia Sánchez Vdn. deC ln rib o g a y D.^' J nana
Alvarad»» de Palaoios, selectas m atro n as de. la
Saciedad Q uiteña. Muy agradecidos les quedam os
los Salesianos , pues gi-aiide fué el em peño de
estas M atronas p a ra d ar realce á la tiesta, dig
n ándose adem ás de d istrib u ir un recuer«lo d e la
fiesta á todos los asiste n tes, y dejando generosas
lim osnas p ara la Casa. P recedió á la tiesta el m es d e Mayo y u n a no
v en a solem nísim a pred icad a por el M. R D. Luis
F elip e S arrale, Cooperad<»r Snlesiano. En las vís
p eras el serm ón fué predicado po r el R. P . G ar
zón, A gustino.
El Timo. M etropolitano, D r. D . P edro Rafael
G onzález y Calisto. d ignóse b en d ecir la Iglesia
con to d a la solem nidad del rito , y q u edarse con
nosotros todo el día.
De paso debo ta m b ié n h a c e r n o ta r q ue el Sr.
D. M anuel J ijó u L a rre a nos proveyó de todo
lo necesario p a ra a te n d e r dig n am en te á nuestro s
ilu stre s huéspedes. El decidido apoyo d e este
excelente C ooperador y ad m irad o r d e la O bra
Salosiann, nos h a sacado en m ás de u n a ocasión
d e g ran d e s dificultades. No le dejará Dios sin
recomptMisa, pues h a dicho que te n d ría como
hecho á sí m ism o lo que se h ic ie ra eu bien de
uno d e sus pequeüuelos. T erm in ó se la fiesta con
u n a rifa en beneficio del O ratorio festivo, y con
la erección de la C ofradía d e los devotos de Ma
r ía A uxiliadora.
D ios bendice n u e s tra ob ra, Sr. D ire c to r; y confio
en q ue con el tiem po lia de se r el b arrio de la
T o la en Q uito un lu g a r d e piadosas rom erías,
p ues y a es g ran d e el entusiasm o q ue está des
p ertándose hacia la V irgen de D. Hosco, y muchos
los favores que esta bu en a M adre dispensa á los
que recu rren á Ella.
P a ra te rm in a r le d iré algo del progreso m ate
rial d el barrio de la T ola. H asta h ace unos 2 ó
3 años h a sido nn b a rrio insig n ifican te por q u ed ar
b a s ta n te ap a rtad o d e la ciudad. P ero desde que
los S alesianos eni|>ezaron la construcción «leí Co
legio, h a com enzado á p o b la rse , y con el tii-rapo
s e rá segírram ente un b a rrio populoso. H asta en
lo topográfico v a m ejoraudo, pues se h a n arre
—
glado alg u n as calles que a n te s eran in tra n sita b le s,
y se h a form ado y a fre n te á la Ig lesia u n a p la
zuela que lle v ará el n o m bre d e M aría A uxilia
dora. E ste b a rrio carece com pletam ente d e agua,
pero esta caren cia v a poco á poco rem ediándose,
pues n u estro in te lig e n te y v irtu o so herm ano
P an o h ieri se h a p ropuesto tr a e r el a g u a desde
el o tro lad o de u n collado llam ad o Y chim bia.
P a ra el efecto se h a p racticad o u n tú n e l que
m ide y a 5 cu ad ras. P a ra O ctubre d e esto año
esperam os d e ja r y a colocada la m a q u in a ria p ara
la elevación y conducción del ag u a, como tam b ién
p ara la fuerza m otriz q u e d ebe m obilizar la s m á
q u in as d e los T alleres. Es u n a o b ra g ran d io sa ,
<ine p ro d u cirá u n v erd a d ero y po sitiv o beneficio
á la población.
Concluyo bendiciendo á la d iv in a P rovidencia;
y dau d o g racias á todos los buenos Cooperadores
que nos ay u d an . D ígnese tam b ién V. ro g ar al Todo
poderoso pai'a q u e m ande m ás obreros á esta
viña que sacu d id a p o r las fu ria s d e Sataiuís,
[irom ete re to ñ a r con m ay o r v ig o r y fuerza que
an tes.
D e V. afm o. H erm ano eu J. M. y J.
G u id o R occa , P b ro .
Q uito, 23 d e íTuiiio d e 1900.
---------<w»iKe¡&
LA
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(Bolivia).
Sr. D irec to r del B oletín S axesiano .
Coronando el poético mes de Mayo, hem os te
n ido la satisfacción de celeb rar con m ucha aleg ría
la tiesta d e M aría A u x iliad o ra en esta casa de
L a Paz.
El d ía 23, v ísp e ra de la fiesta, un reg o cijo feb ril i
in v ad ió los corazones de los h ijo s de Don Bosco
y sus niños que, á porfía se p rep a ra b an á re n d ir
un h om enaje debido, como p ren d a de am or, á la
M adre de los Salesianos, que en el cielo descuella
sobre gloriosa n u b e de m illares d e ángeles, b ri
lla n te como m il soles y m ás p u ra que e l albo
lirio d e los valles.
Em pezó la tiesta en e l espacioso p atio del co
legio con luces, fuegos de artificio ó innu m erab les
y bo n ito s farolillos que, artísticam en te com bina
dos, form aban el nom bre de M aría. E ste m om ento
ta n placentero fué am enizado p o r la b an d a de
m úsica, que ejecutó con sin g u la r g u sto la piezas
preparad»» p ara este acto.
A n tes que n ac ie ra el sol b rilla n te del d ía 24,
se saludó á la Sma. V irgen d e Don Bosco con
d ian a por la b a n d a y con salv as q u e anuucial»an
su solem ne festiv id ad . Poco después siguió la
m isa d e com unión g en eral ce leb rad a p o r nuestro
am ado D irector, acercán d o se á re c ib ir á la Ma
je sta d del S anto d e los san to s un ex tra o rd in ario
núm ero de niños estu d ian tos y artesan o s, ofreciendo
d e este modo á M aría, tie rn o s corazones bañados
en la inm aculada san g re del C ordero d e D ios:
¡Que bermo.sa y d ig n a o f re n d a !
A las 9 se celebró la m isa so le m n e , cantada
p o r los RR. P P . d e la M erced y oficiada p o r los
alum nos q u e ejecu taro n u n a preciosa m isa con
acom pañam iento de b an d a. L a sag rad a cáted ra
fué ocii pada por el ilu stre y elocuente o rad o r Dr,
Jo sé B avia, C h an tre de la S ta. Y gleaia C atedral.
—
quien con fervorosa y sa n ta unción desaiTolIó el
£ema
Gkriíttiíinorum, arran can d o higrim as
de te rn u ra , avivando la fe y excitando la eontianza
e a M aría, p ro tecto ra de la o b ra salesiana.
A las S se dió comienzo á la academ ia, q ue se
p rep aró p a ra d a r m ayor realce á la fiesta; y con
la asisten cia d e d istin g u id as personas se desa
rro lló con exquisito gusto el pequeño program a
especial. L a E speranza de R o ssin i, ca n ta d a por
u n ex celente coro d e salesianos y alum nos, p ro
dujo e n el ánim o d e los presentes el efecto que
n a tu ra lm e n te producen las obras d e este góuer«>.
Y el no menos sublim e y grandioso Him no Cató
lico Ita lia n o , de G urlaschi, que llenó de dulces
im presiones, fuó cnntjvdo po r los salesianos. Se
leyeron y declam aron com posiciones en verso y
prosa, llenas del m ás puro am or v gratitu»! hacia
M aría.
En fin, puso térm in o A la fiesta la b endición
solem ne con S. D. M., cantándose un herm oso
Ta7itum E rgo d e lloiis. CaglieroA sí hem os solem nizado la fiesta de n u estra
M adre M iiiía A uxiliadora, q ue t-an hom ladosam en te d erram a sus gracias S(»bre e s ta casa y sus
m o ra d o re s, como u n rocío d e consuelos y espe
ranzas. Pida_ V. p a ra que esto colegio pr«»spere
sie m p re , bajo el valioso p atrocinio de n u estra
M adre A uxiliadora.
O freciéndole encom endarle á la M adre del Buen
Consejo, m e suscribo d e V. atto . y SS.
U n C o o p e r a d o r S a l e s ia n o .
L a Pac, Janio de 1000.
0 :T ld l& á .
¡ f e -
VñRIEDftDESl
JAI
ESF-A.lSr.A.
F i e s t a d e S - I > u is y c l a u s u r a < le c u r s e
e n e l C o l e g r io S a l e s i a n o d e .\ l á l a { ¡ : a . —
Nos e scrib en : « Celebram os am bas fiestas el 6
de Agosto. Y si g ran d e es la solem nidad que to
dos los años 6ii< le re v e stir la fiesta de S. Luis,
en la que los Salesianos y sus niños festejan á
á uno <le S11.S principales ¡jrotectíires, y en m odo
p a rtic u la r le <lau gracias por los beneficios d e él
recibidos d u ra n te el año escolar, e x tra o rd in a ria
lia re v e s'id o el presente po r v aria s im portantes
razones. P re c e d ié ro n la , como trid u o d e p rep a ra
ción, los tre s días d e Los yantas Espirituales E je r
cicios, q u e su reglam ento m arca á m ediados de
curso, y i|ue por ju sta s causas no se hab ían po
dido celebrsir.
P in ta r la aleg ría y el entusiasm o d e este día,
es p u n to m enos que im posible. In ú til m e p arece
detenei-me en m inutas descripciones d e esta fiesta,
pues u n a vez conocido el hecho que la m otivaba,
p u ed en por sí m ism os los lectores im aginarse el
esplendor y s«)Ieiiiindad qu e re v e stiría .
N ad a ^ r é la m p in o d e la m úsica in stru m e n ta l
—
y vocal, así religiosa como profana , qm> hw pe
queños músicos y can to res con tan to guslo y urtnacioa ejec u tjm m , n i <lc las coun>osicioncs en
pr«»sa y verso <)ue por la tard<> se leyeron, pul^s
todo fue escogido y A la a ltu ra <lo las circu n s
tancias.
El 7 por la m añ an a hubo tam bién m isa de Conmuioii G eneral, celeb rad a ]ior el D irector de'.
In stitu to , Udo. Sr. I). A ntonio Maivolungo, ei;
la <iU4“ dió, an tes de la Com unión, paternales,
santos y sabios consejos y recuerdos A tiulos, ;v
<‘u es(u*ciul A lo.s que salían á vacaciones, para
quo no se ílejasen etig añ ar y fm ‘s<>n siem pre le
que entonces eran , buenos, hum ildes y rcspcctuosos. »
FE R .T T.
I V o f io in n d e A p e q i i i p n . — L a O bra Sale
sinna un A rei|ui|ia av anza á pasos agig an tad o s.
El ad elan to de esta casa y especialriM'ute la visible
m ano do la Piovid<*ncia en ¡iró do la O bra de
D. Bosco en esta Ciudad nos lla m a la atención.
He aquí lo 'p ie nos escribo el D irector : Con ju s ta
razón llam ó Moas. C ostam agna á la casa d e A re
q u ip a la casa del m ilagro. E fe ctiv am en te , al
qu erer d a r una su cin ta relación del avance y d esa
rrollo de la O bra Salesiana, «lo la g ra titm l y re
conocim iento hacia Muría A u x iliad o ra, me v «h>
obligado á re p e tir con D. Bosco: ¡Quau b u en a es
M a ría !
Se inaugnró e l año escolar celebrando so lem n e
m ente la tiesta d e San Francisco de Sales. U na
prim era Misa celeb rad a en ta l ocasión por u d
nuevo sncerilote ecuatoriano, D. A urelio Gunyasam ín, dió m ayor realce á la fiesta. E ste mismo
ano h a cebdirado ta m b ié n su p rim era m isa, en
Ju n io , D. Rómulo T errazas, prim er salesiano bo
liviano.
Conocida es la docilidad y relig io sid ad arequip«-ñH8, pues on los 170 alum nos externos y 35
ittternos, «■jemplar y edificante es el com porta
m iento ó iuteiAs en las prácticas do p iedad. D u
ra n te los tr(‘H días do C arnava!, se hizo la expo
sición do Tas 40 h o ra s, dándose p o r la tardo
rcpresentai'iones m orales A los alum nos. D uraute
las horas (lo adoración y en los.m uiuontos de la
com unión, <>ra ejoniplar <d ferv o r y el entusiasm o
d e los jóvc'Ues, q u e gustosos r«‘iiunciaban A las
diversiones de la ciudad p ura to m ar p a r te á las
funciones religiosas del Colegio.
Ix> que es digno do aplauso gen eral en A re
quipa y aún cosa so rp n u id en te p a ra nosotros, es
el S antuario hom enaje del D epartam ento d e A re
q u ip a A Je su cristo Redentor y A su V icario como
recuerdo d e la finalización d el siglo y comienzc
del fu tu ro . Las gracias sucédeose á las g racias y
á m euudo la Virgen Sma. opera prodigios en fa
vo r de la Obra. En los prim eros m eses del año
los reenrsos escaseaban casi p o r com pleto, cuando
h e aq u í que dos insignes bienhechores d a n un
em puje á la O b ra , h acién d o la co n tin u ar p o r su
cu e n ta d u ra n te tre s ó cu a tro meses.
Al lleg ar el sim pático mes de H a ría , el ferv o r
y el entnsixsm o p a ra celeb rarlo d ig n am en te fué
gen eral, continuando todo el m es. Se finalizó con
u n a fiesta soiem níslm a, acom pañada de g ran con
curso de g en te. M aría no podía á m enos q u e pro
te g e r la O bra y h é aq u í que d o q u iera concede
gracias sorprendentes. No p asa sem ana sin que
lleguen, aú n de la s m ás le jan a s provincias del
— 30 —
P e rú , ca rtas qu e annnoian g racias rec ib id as xx>r
in tercesión d e M aría A aziliad o ra. Sn devoción se
estende m ás y m á s, y la g ran o b ra d e l Monam ento surge y se le v a n ta asom brosam ente.
N ad a d iré d el herm oso m es d el Sgdo. Corazón
d e Je sú s, n i d e la solem ne consagración d e todo
el Colegio á éste D ivino Corazón, h e c h a p o r el
m ism o Obispo de la D iócesis Bm o. S r. Bailón.
U n a solem ne academ ia y u n a su n tu o sa procesión
d iero n feliz rem a te á la fiesta.
E n A requipa la O bra S alesíana, e n tre o tra s
obras, d irig e u n a escuela teórico-práotica d e ag ri
c u ltu ra . L a H . J u n ta D ep a rtam e n tal fundó esta
obra, q ue se inauguró so lem ueute el 28 d e Ju lio ,
d ía de g ra to s recuerdos p ara la E ep ú b lica del
P e rú , por celebrarse en ese d ía la efem éride glorio sa d e la independ encia. P resenciaron la actuación
la s autoridades civiles, la m ás selecta a risto crac ia
arequipeuso y u n a concurrencia ex tra o rd in aria de
g en te. E l ac to m úsico-literario fuó del agrado
general. Se leyeron v ario s discursos po r d istin
guidos caballeros. Se dem ostró en todos ellos la
necesidad, u tilid a d y v e n ta ja s de la ag ric u ltu ra.
D. A lfredo S acchetti, sacerdote Salesiano, en
su discurso de in tro d u c ció n , hizo re sa lta r la im
p o rtan c ia d e la ag ric u ltu ra, siendo escuchado con
in te rés g en e ral. E n tre o tras cosas d ijo : L a ense
ñ an z a como es n a tu ra l es teó rica y p rá c tic a y
com prende tre s años d u ra n te los cuales los alum nos
80 dedican al estudio de la ag ric u ltu ra y ciencias
que con é lla se relacionan, com o m a teria s p rin
cipales á fin d e q ue a d q u ie ra n u n buen caudal
do conocim ientos teóricos, pero como serían com
p letam en te in ú tile s puros conocim ientos científi
cos, los alum uos d u ra n te v a ria s h o ras del día
tom an p a ite a c tiv a en loa varios ejercicios p rác
ticos en los te rren o s ady acen tes a l In s titu to y
esto con el objeto do ad iestrarlo s en la ag ric u l
tu r a p rá c tic a y h acerles ad q u irir con el com pleto
d esarro llo d e sus fuerzas físicas el indispensable
h áb ito del trab a jo .
Los alum nos que se d ed ican á estos la b o re s
llegan y a á la consoladora cifra d e 50 siendo 20
de ellos en tre los agraciados por el H. Concejo
P rovincial, y adem ás se h a in troducido, como
p arte d e la oiisefianza ob jetiv a el estudio, d e u na
c a rtilla agrícola com pilada a l efecto á fin d e que
todos m iostros alum nos sean ó no agricnltores
ad quieran am or y estim ación á la m ad re d e las
in dustrias.
L os torreaos p ara la enseñanza p rác tica com
prenden u n a extencion de tre n ta y tre s m il varas
cmwlradas que, como vereis, p a rte se b a dividido
y m r te se d iv id irá ta n luego q ue la estación lo
p erm ita en las secciones, co rrespondientes para
ol estudio práctico d é l a flo ricu ltu ra, h o rtic u ltu n i,
arb o ricu ltu ra y dem ás ram os en que se d iv id e la
ciencia agiícoía, y form arán los m ás bellos adoi^
nos del In stitu to el observatorio m eteorológico, el
g ab in ete d e quím ica agrícola y el conservatorio
botilnico, que con ol concurso d e la H . J u n ta
D eim rtaiuental esperam os in sta la r á la m ayor
b rev ed ad posible po r ser d e u rg en tísim a necesidad
p a ra los alum nos q ue v an á te rm in a r e l prim er
año escolar.
Tom ó en seguida la p a la b ra el Inspector d e la
Colonia A grícola S. D. J u a n B ustam ante, que
trazó con b rilla n tes tin te s la necesidad d e la
ag ric u ltu ra p a ra A requipa y la u tilid a d que puede
esperarse do este In stitu to . , , _ ^ _
,
F in alm en te el P resid en te d e l a J u n ta D ep a rta
m en tal Sr. D. A bruhám V in atea finalizó e l acto
con u n b rilla n te discurso, f m to d e u n esclarecido
in g en io y d igno ta n sólo d e un escrito r como él.
T o d a la co n cu rren cia salió m u y co n ten ta, a d
m iran d o los progresos realizados aquí en ta n corto
espacio de tiem po, ta n to en los tra b a jo s ag rí
colas como en la O bra d el M onum ento, d e la que
es fa c to r poderoso el Comité de Señoras y Señores.
q u e con la ca rid ad y entu siasm o q u e les c a ra c te
rizan so stien en y fo m en tan la O b ra. ¡Q uiera Dios
recom pensar am p liam en te los tra b a jo s y sud o res
d e to d a s las personas q u e coady u b an á la O bra
S alesían a! »
L a c a l u m n i a . — B efiere u n a le y en d a que
el calu m n iad o r d e u n a doncella, a rrep e n tid o de
BU horren d o c rim e n , fu é á p e d irle perdón, y h a
biéndola eu co n trad o m u e rta, do n d e la velab an ,
se arrojó a n te e l a ta ú d e x c la m an d o : ¡ P erd ó n am e,
perdónam e, piadosa! ¡S ab e que h e reconocido
mi enorm e d elito ! ¡Que m e p e sa ... y que p ere
g rin an d o v en ía con la firm e in ten ció n de r e s ti
tu irte la b u e n a fam a q u e eu m al h o ra te q u itó !
— L a m u e rta se incorporó, su puso d e p ié , y con
u n gesto le m an d ó q u e le sig u iera. E ncam inóse,
seg u id a p o r él, á la p ila d e a g u a b e n d ita , y lle
g ad o q u e h u b ie ro n á ella, hizo seña d e qne la
vaciase. T rém u lo y d esalen tad o ap resu ró se á
cu m p lir lo m andado. C uando la p ila estuvo vacía,
le dijo la m u e rta con voz g rav e y sonora, Kecoge
e l ag u a v ertid a, y v u elve á llenai’ la pila. Asom
b rado el calu m n iad o r, le respondió que aq u ello le
e ra im posible. L a jó v en , con tono solem ne, le
d ijo e n to n c e s: L a b u en a fam a en el h o m bre es
como el ag u a b e n d ita en la p ila ; si u n a vez se
d erram a , no p o d rá recogerse y re stitu irse .
B IB L IO G R A FIA
NOTA. Para evitar pérdida de tiempo y gastos
inútiles, suplicamos encarecidamente á nuestros
lectores que, para la adquisición de los Hbros
que anunciamos en esta sección, se dirijan á
las librerías que en cada uno de ellos se expre
san, — En esta sección anunciaremos los li
bros de los cuales se nos mande al menos
un ejemplar, con tal qu© no se aparten de
los dogmas y moral católicos.
BiH svI» t l i e o l o s l i e S p e c u l « t l v t « C iir e iu s , a o o to re
F r a n o is t» PagU ». D o c to re in S a o ra T heologla a tq n e in aace.
to rio S alesiano profesor®. — S e g a n d a ed ició n . Tom o segando;
D« LccU t?uologicit.
E l tom o segundo d e La o b ra d el P . P a g lia cons
titu y e la seg u n d a p a rte de la Teología Funda}nental, ó sea e l tra ta d o d e los Lagares Teológicos
p n ip iam en te dichos, después d e h a b e r establecido
sobre sólidas bases, en el tom o prim ero, las g r a n
des v erdades re la tiv a s á la relig ió n en g en eral,
y á la R eligión re v e la d a en esp ec ial
E ste seguudo tom o es d igno h erm an o del p ri-
— 31 m e ro , cuyo ju ic io form ulam os en el núm ero del
5 d e F e b re ro d e 1900 (1), y que debem os aq u í
r e it e r a r , reconociendo u na vez m ás el m érito de
sn sabio au to r, qu e cou ta n ta m a estría b a lo
grado re u n ir en u n a obra poco volum inosa un
tra ta d o com pleto de T eología F u n d am e n tal, con
ta n ta ex actitu d y clarid ad en los conceptos, y
corrección y belleza así en e l m étodo como en la
doctrina.
E ste segundo tom o com prende los cuatro tr a ta
dos sig u ie n te s: 1.* B e Fem-FccZcsío. 2.®D« 6'ncra
Scriptura. 3.“ B e B iv in a Traditione. 4.® B e B ationc
Sum ana.
{La ciudad de B io s, 5 D bre.)
K l O m d o r A ik ^ r n c lo a n t u dé pr» d iea r. p réd iea n d o y
duptié* dé p red ica r, p o r «1 R . P . M tro . F r . S ftutiago M » ria
U o D U b ré dü la O rd«n d e p red io ad o rca. T rad u c c ió n y a d a p
ta c ió n a l p ú lp ito eapaBol p o r el R . P . L. F r. R aim unno
C aatafio, d e lu m iam a o rd en . — Im p re n ta y lib r e r ía Saleeiañas d e S ev illa. Un tom o d e 370 p d g . 4 p ta s . e n rú s tic a y
5 encuadern ad o .
El títu lo de esta o b ra y unís to d a ríá el nom bro
del a u to r no pueden m enos de jirevenir en favor
de ella á todo eclesiástico in te lig e n te y celoso.
E l P . M onsabró ta n conocido en el m undo ca tó
lico p o r sus d iferen tes escritos y raiis to d av ía por
sn no in te rru m p id a serie d e predicaciones d u rau te
v ein te años en el p rim e r pú lp ito de F ra n c ia , da
á luz este lib ro , fruto de sus g ran d es estudios,
observaciones y la rg a práctica d e fecundo m inis
terio . H ace su b ir d e pu n to la estim a de esfet pu
blicación sa b er que le fuó m an d ad a y confiada por
las m ás elevadas represen tacio n es de la O rden de
P red icad o res reu n id a s en A sam blea ó C apítulo
g en eral (A vila 1895). E ra en él deber d e conciencia
p u b lic ar tm lib ro provechoso, no sólo digno del
a u to r sino d e la O rden q ue en él h a b ía pnesto
su couiiauza.
E l no b rev e espacio d e cinco años q ue ta rd a
en v e r la luz púb lica, nos d a á e n te n d e r que h a
sido tra b a jo bien m editado.
P ero d e seguro m ás que todas estas considera
ciones h a du g an ar el favor del clero la le ctu ra
m ism a de la obra.
K esplnudece en e lla esp íritu apostólico, que
como sa n g re de v id a circula en to d a s sus p arte s
d o ctrin a san a, p lan y m étodo excelente, v ig o r de
rac io c in io , ciari<lad de exposición, observación
p rác tica d e ac tu alid ad cabal y atin ad ísim a , p ia
dosa unción, calor d e alm a, raro en un libro d i
dáctico, en n n a p a la b ra , se b ailarán aq u í todas
ó la s p rin cipales perfecciones que prom ete el t í
tulo d e la o b ra y el nom bre del A utor.
H echa la trad u cció n con el posible esm ero, lia
sido en algunos p an to s accid en tales adiccio u ad a
ó ad a p tad a en conform idad cou la s exigencias
del p ú lp ito español.
L a inipi'csiou está h ec h a con gran n itid e z y
corrección y ho n ra á la im p re n ta salesiaua de
Sevilla q u e la h a llevado á cabo.
T r a b n jo !*
<le l a “ C«k««a d e < 'o iitra ta c ió n
€l«‘ ^ S e v i l l a , p o r D . K a n a e l ú e la P o e u te
y OIm . — S«vil)a, 1900. 20 p ta a .
L a T ip o grafía S alesiana d e S evilla a c ab a de
publicar con excelente m a te ria l tipográfico y es
m erado tra b a jo d el género, u n a im p o rta n te O bra
que vien e á lle n a r un g ran vacío en los trabajog
geográficos d e la épooi d e los grandes descubrisiientos españoles del siglo d e Colón y d e sus
•o ntinuadoies en el X V I.
X iapablícacion de los trab a jo s geográficos d é l a
(1) V. B oletix de A bril de 1900, pág. 117.
Casa de Contratación, que tan gran imrU' tuvo cu
los descubrim ientos, era u n a uocesidud do los tiem
pos p a ra d a r nuevo m aterial á los ctuioolmiontos
histórico-geográtícos quo algunos croen nmitadoa
después d e lo s p ro lijas y oxt«‘nsas estuuiiw do
H uiubold, N a v a rre to , Peschol, Vivion do SaintM artin, Ó. An«-zao, lla rrin e , Kuge, llugnos, Aca
dem ia de la H istoria Kspañola, y du las Socieda
des GeográHcas do F ran cia, A lem ania, In g laterra ,
Ita lia y E stados U nidos.
Todos los autores, como livs A cadem ias y Socie
dades, han recu rrid o á los misma.s fucutos, á los
prim eros h isto riad o res del nuevo m undo, y á h » '
archivlos de la lloal A cadem ia E spañola eucnrgm la
especialm ente de co n serv ar todos los doennu-nfos
que pueden re u n ir para esclarecer los anules »le
las Colonias OB]>afu)las.
Sin em bargo, h asta el presento ninguno
h abía
pi'oocupado do re u n ir los datos de una fuente cjue
por su im p o rtan cia en la h isto ria de la Coloni
zación E spañola, debía co ntener docm nentijs p re
ciosos que vinieran á com probar los snininiHiriidos
por Ins dos fuentes comunes <iuo hemos iiuiicado.
P o r lo ta n to , el presen te trab ajo m erecerá la más
benév o la acogida por p arto do los Geógiafobisto riad o res <]ue aú n hoy día tra ta n de sctiuir la
v erd ad h istó rica que la crítica no h a podido to
d av ía establecer. No p erm itien d o el ca n ic ter do
nuestro B oletín extendernos dem asiado en asuntos que están fu era do su program a, solo tíatarem os de p recisar en lineas generales el conte
nido su stan cial d e la n o tab le o bra dol Señor Do
la P u en te y Olea, que ciertam en te viene á ilu stra r
la C iencia E spañola que tan p eren to riam en te ha
defendido el eruditísim o Sr. Mouéiidoz Pelayo.
L a O bra concebida en térm in o s claros so com
pone de u n as 450 p áginas en 4.® m ayor, ({uo el
a u to r d iv id e en tres p a r te s : I. Expediciones ú
descubrir; II. E studios Geográficos, y I II. Enri(|uccim iento de la F au n a y do la F lora, precedidos
por los d ato s liistóricos do la Casa de Contratacion ó Casado In d ia s do Sevilla.
L a p rim era p arte es la más extensa, como quo
so le dodicnn 230 páginas, com prendiendo todas
las Expe.dicloiies á d escu b rir quo fueron ú n ica
m ente d irig id as por los n av eg an tes y pilotos du
la Casa. P o r tal razón el au to r no m enciona las
o tras expediciones que cou el mismo objeto y en
el mismo periodo histórico fuerou d irig id as por
otro s n avegantes. E sta p arte com ienza con el
v ia je do Ju a n do lu Casa, quo fuó la p rim era
ex(>ediciou en v iad a por lu Casa de Indias. A esto
viajo siguen los de V icente Yáñez Pinzón y Amorig o V espucci, V. Y áñez Pinzón y Ju a n D iaz do
Solis, N icuesa y H ojeda con Ju a n d e la Cosa,
term inando con el v ia je d el inm ortal ¡>ortugué.>»
F e m a n d o de M agallanes.
En esta p arte el a u to r se m uestra h áb il relato r
d e los sucesos que vienen ilustrados y com proba
dos con las continuas c ita s del A rebivio d e la
Casa de Contratación y d e loe autorce an tig u o s y
m odernos m ás dignos d e crédito.
L a seg u n d a p arte, E studios Geográficos, se ín ícía
con la s p rim eras C artas G eo g ráfic a d el N uevo
M undo, p ara co n tin u ar con la indicación d e jos
C artígrafos d e la Casa, Ju a n de la Cosa, A m erito
V espucci, A ndrés Morales, Ju a n Diaz d e .Solía,
Ñ uño G arcía T erreno, Diego K ivero Ca“tellón,
D e S alv iati, Alonso Chavea y Alonso d e S an ta
Cruz.
Son d e sum o in te rés los d ato s sobre las Cartaa
Esféricas d e Alonso de la Cruz, el Islario G eneral
— 32 —
del m u n d o , la s O bservaciones A stronóm icas de
A ndrés d e San M artín , los estudios sobre la s Co
rrie n te s m a rin as del A tlántico, sobre el m agne
tism o te rre s tre , la determ inación d e las lo n g i t u
des y las J u n ta s d e Cosmógrafos en e l Consejo
d e In d ias.
iC uán im p o rta n te no h u b ie ra n sido p a ra el
docto te n ie n te d e N avio D on P ed ro d e Novo y
Colson, loa datos históricos sobre los trab a jo s de
C artoirrafia y Cosm ografía de la C asa, que debió
desconocer cuando escribió la e ru d ita introducción
a l víaío alrededor del M undo d el M arqués D.
A lejandro M alaspiiia en 1789-94! Indu d ab lem en te,
de conocer estos trab a jo s no h u b ie ri expuesto so
lam ente los que realizaron los sabios nav eg an tes
Españoles en el siglo X V III, jm ra nnpufpiar la
c ra tu ita afirm ación del h isto ria d o r ingles, üesborough Coolev que se p e rm ite a firm a r; que en 1779
los Españoles no habían estudiado tanto como las
otras Naciones la ciencia de levantamxentos de piar
nos... calculando todavía la longitud según la es
tim a, mientras qtie los Franceses é Ingleses se serría n ya desde algunos años de cronómetros y (le
observaciones lunares; n i tam poco h u b ie ra anrm ado el m ism o Sr. N ovo y Colson que u n oncial
español, D. Jo sé d e M azarredo, fuó in v e n to r (177J)
del procedim iento de hallar la lo n g itu d v alién
dose d e las distancias lunares, pues consta en la
O bra del Señor de la P u e n te y O lea q ue y a en
1572 el cosmógrafo A lonso S an ta Cruz h a b ía escrito
ol libro d e las L ongitudes, donde están consigna
dos los procedim ientos em pleados por naedio de
los Eclises, los relojes de precisión ó cronóm etros,
V la s d istan cias lu n ares. P rocedim ientos que, si
b ie n es cierto en aquel tiem po no solían p rese n
ta rse como m odelo de precisión, to d a v ía m erecen
la m a s a lta consideración por su g ra n d e alcan cej
puesto que estaba, como dice el
dez d e N avan-ete, reservado á la ilustración del
siglo X V I I I perfeccionar estos métodos de un modo
suficientemente útil para el uso y acierto de la na
vegación.
^
^
A p a rte d e estas pecas y o tra s le v es de forma
q u e no d eslu stran lo su stan cial d e la O bra, cree
m os que es el m ás com pleto tra b a jo q u e E s
p a ñ a h a y a d ad o resp ecto á la celeb re Casa de Oontratación.
|
E l D lc t a r t o i* L i n a r e s , p o r D . C . V a lk o r S a n tia g o M ar
tin e s d e C hile. — 1900.
E l n o tab le y fecundo escrito r chileno S r. W alk er
M artin ez nos acab a d e re v e la r un tip o histórico
Sud am ericano d el q u e se te n ían im-nos noticias
exactas en E uropa, e l D ictad o r B oliviano D. José
M aría L in ares, que gobernó por tre s años la Re
p ú b lica d e B olivia (1857-61) dando ejem plo de las
m áa acen d rad as v irtu d e s d e G o b ern an te.
E n la b io g rafía d e este ilu stre boliviano, no
solo b rilla aq u e lla v erd ad h istó rica ta n necesaria
p ara caracterizar a l perso n aje en m edio del am
b ie n te d e la época, sino ta m b ié n aquel colorido
especial que h ace d estacar e l fondo d e las comliciones azarosas por la s cuales atra v esa b a Bolivia.
A l sum o in te ré s con q u e describ e los _sucesos
del g o b ern an te, u n e e l a u to r u n a am enidad de
estilo q u e es im posible su b straerse á su encanto
u n a vez em pezado á saborearlo. A l te rm in a r de
le e r e l lib ro , la figura d el D ictodor que<la escul
p id a en la m en te como ia m ism a B olivia do los
años 1829-60. E n to n ces uno se espliea p o r que
esta R epública b a perm anecido estacio n aria y casi
su m id a en u n a especie d e abandono ta n to in telec
tu a l, como p o lítico y social apesar d e e s ta r ro
d ea d a d e la A rg en tin a, el B rasil y C hile.
M erece, por lo ta n to , u n especial encom io el
ilu stre escrito r que h a sab iú o condensar en nna
m odesta b io g rafía d e u n G o b ern an te to<la la h is
to ria de u n a jo v e n n ación, que será ta l vez en k
e l p o rv en ir u n a R epública m odelo d e instrucción
y laboriosidad.
¡
E s pvoliable tam b ién que el m ism o sabio alem án
H nm bolt ta n bien d ispuesto p ara ju z g a r los tra b a jo s
n áu tico s Y geográficos d e los E spañoles, no h u
b ie ra pasado ta n en silencio la p a rte d e los procresos cosmográficos d e los n av e g an tes d e la
de Oontratacion, q ue m erecen te n e rse en cu en ta
en la h isto ria do la A stronom ía náutica.
E n la ú ltim a p a rto de la O bra tr a ta el autor,
com o dijim os, d e la F lo ra y F a u n a A m ericana,
haciendo re s a lta r la s diferen cias d e am bae res
pecto ni viejo c o n tin e n te , m ás rico d e anim ales
V p la n tas útiles.
j •
No term inaríam os con v e rd a d e ra sinceruiad si
nasaram oa por alto algunos defectos de que ad o
lece la obra, ta n im p o rta n te po r otro s m otivos.
E n p rim e r lu g a r notam os q ue el a u to r no
siem pre conserva la c la rid a d y ex actitu d d e ex
posición que b rilla en o tras p arte s, á v ec es de
se cu n d a ria im p o rta n c ia ; o tra s veces los m ism os
docum entos no lleg an á estab lecer con precisión
lo que el a u lto r d eja e n tre v e r por la sim ple m en
ción d el hecho general. U n poco m ás d e crítica
ilu s tra d a con los estudios d é lo s g ran d e s G eó g ra
fos m odernos d e F ra n cia , A lem ania, I ta lia y Es
ta d o s U nidos creem os q ue h u b ie ra dado m ucho
m ás in te ré s á la O bra. L as m ism as obras ita lia
n a s de R am usio, C a n o v a , B aldini. y el m ism o
H ugues, V arnlingen x>ara A m éngo V espucci, le
h u b ie re n sido do g ra n auxilio eu la com probación
d e los d atos traídos.
H im n o á X t r a . S r a . d e l a M e d a lla
M i l a c p o s a . — E ste precioso H im no lo h a com
puesto el m aestro D. Jo sé Ram ón G om is, organ ista del A silo d e N u estra S eñora de las Mercedes in sp irán d o se en los herm osos versos de la
n o ta b le poetisa D.* Isab el Cbeix, á M aría Inm acu lad a. E stá ed itad o con el m ayor esm ero, en
tam año d e 8.®, p o r se r e l m ás cóm odo p a ra su
nso en el órgano, arm onio ó piano, rep rese n tán
dose en la p o rta d a el m ilagro d e la A parición
d e la V irgen á Sor C alalin a L abouré. — Se h alla
d e v e n ta en el Asilo d e la s M ercedes d e M adrid,
casa del S r. R ector, D. F ran cisco d e P au la A n a s
y A lvarez, a l precio d e 3 p esetas ejem p lar, á
q u ien 86 h a rá n lo s p ed id o saco m p añ an d o el im porte.
L ie o tu p a s C a t ó l i c a s . — D em os recibido
lo s opúsculos correspondientes á Sbre.-O bre. o«
las Lecturas que se e d ita n en Buenos A ires, y el
d e D b re. d e las d e S arriá. L le v an por títu lo resp ectiv am en te, Ju a n , 6 sea, Fe y felicid a d , y I^ n o f
y violetas, p ág in as p a ra la ju v e n tu d , p«»r D. Gaudencio. A este opúsculo acxiropañaba el alm anaque
p ara 1901, E l hombre de bien, reg alo á los susento res d e las Lecturas. Como en años_ anterm res.
v ie n e lle n o de am ena, san a é in stru c tiv a lectu ra.
Cei ^robw iíi de U Aütoridsd SeleButía. - Gerwile; J0S¿ OUBISO
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-
Fecha
-
1901.01