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                Título                        
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                        BS_1900_06
                                            
        
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                Descripción                        
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                        Boletín Salesiano. Junio 1900
                                            
        
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                extracted text                        
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 SUMARIO
 JUMIO des 1900.
 
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 ^3.
 
 A KX'IgTROS BSNSMBBrroe C0LABQBAS0BS8
 págI*A COMUNION NRBCUKNTI...............
 Bu TBONO OK LA EUCARieTIA
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 misioxks. Africa. Laabbraa'sálMian.s
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 Fuego. lÍRKoniAS del R. i\
 S b rr^ L rS * . ~
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 GracIABDKMARI;» AUXILIADORA ’ . ’ , ................... ....
 ~^*puña. 0 «^nm.- Am.7 * fa iÍ T m V
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 y
 
 152
 159
 162
 
 Carabíiü^Tuí^'?"'*" ^ Drquljo.-W. Er.riato
 NOnaAS T rARIIDADES ......................................... ,'Í2
 Hihtoria Dil Oratorio dr San EÍiaÑcjVcÓdi Sai' kh .’ 73
 P«n.oiuo Socoro. 1
 í í f ; „ r T .* r ; r .i - " * ." " " ’" V".-'!»'• M,.......
 Í^B05*dePcS.íe
 '■""'puesu de indlcminH ‘ i '
 *iBos del CoJej... SaleilAno do AAunrion — Vi su de
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 1.0S pequeDus
 
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 ; Tiot* aoi J-IH
 ‘^«“ 'f'OAdol InstiiMlo Saleeí
 agrlcultorue.
 
 O bras Sai. esíanas
 Fent. Botnia. Uruguay, Colombia. Paragua,
 
 NcajKD. S. Salvador.
 
 ^
 
 N.j
 
 DA MIHf ANIMAS.:
 
 C /tTERA TOLLE
 fe .
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 Angelita ó la Huérfana de los Apeiünoi. — Por el
 Pbro. D. Juan Bosco.
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 La Virgen de D. Bosco. — Por D. Camilo Ortuzar, Pbro.
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 Villa de D. Bosco. — Amenos y preciosos documentos
 sobre su santa vida y admirables obras, compikdo poi
 un Cooperador Salesiano ( D. Camilo Ortuzar.)
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 ^ d a de S. Agustín. — Por el Pbro. D. Julio Iferbera.
 Edición popular encomiada por vanos Cardenales y 0bispos; traducion al español de la últ. edición rtaliM^
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 En tela, corte dorado, con plancha , •. • » 7 ’^
 * 'l ^Mldre de Dta,% el Pbro. D. CamUo O rtto r de la T ila de Miguel Magone. — Narración interesantísima
 Pía Sociedad Salesiana
 hecha con no memor grama que naturalidad y sencmez
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 Dor el Phro. D. Juan Bosco, y en la cual se manifiesta
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 Mmo un niño recogido de la c ^ e llegó a ser mío de los
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 Aalumnos más aventajados y virtuosos del Oratono de
 _ llcsla en llesta. - Hechos publicados por ü . i)<y
 Turín, donde murió en olor de santidad.
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 mingo Abeja (Camilo Artúzar).
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 En rú stic a ......................... ' v' ' ’ ‘ ,
 Encuadernado
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 d - bo^ o, . ú .
 ib U e
 el Phro. D.
 VilLemoyno. Ohrita en que se refieren con gran ^em dad
 En
 '
 ,
 o 90
 r:,. rústica
 Í.-1- corte dorado, í>nn
 En
 tela,
 con nlancha
 plancha . . . •
 los admirables ttabajos y virtudM de aquella lí^^ena ^
 Kl gran pasa. — Por D. M.
 deana, que con un corazón digno de rema estáte
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 escocida V ía lo s para la formamon del S. Vicente de
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 En tehi, corte dorado, con plancha
 _
 Paúl de nuestro siglo.
 ^ jqq
 El Apóstol do Roma o Vida de S. Felipe « e n
 En rústica
 * i ’70
 Por un padre Filipensc.
 ^
 ^ qq
 Eh tela, corte dorado, con plancha
 . .
 ».
 ■ aiunl de Prim era Comumon y consagración s^
 En rústica • •
 ..................................;
 1*50
 lemne al Sagrado Corazón de Jesús J’
 Y u^enííi^óT n’o i i o » Contrariada. — Episodio conS a ií.r el Pbro. D. Camilo Ortuzar, de, la P.a Socie
 tempoiaueo. por el sacerdote D. Juan Bosco. ^
 dad de S. Francisco de Sales. Terceraedición.^ ^ ^
 E n r ú s i i c a ................... .. ‘ i! ' ' ’ » Tno
 En rústica • • , • • • • : * ■ *
 * .7'fw)
 En tela, corte dorado, con plancha
 El gran Apóstol de la nlnez en el siglo XIX. ó sean
 J e s ir
 l a X a s íistrihuidas para cada dm del m-s
 rasgos biográficos sobre D. Bosco y la Congregación SsdrJunio. PoVl):íuan Bonetti. Pbro. de la Pía Socie
 i S a p^r el P. Tereso J. M.'' Palomeque de la im.nu
 dad Salesiana.
 ^ ^
 100
 Ckmgregacion.
 ^ j qq
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 ‘
 ,
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 En rústica • •
 ...............................,
 150
 rorte dorado, con plancha . . .
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 Encuadernado en tela
 Ei%i'tb> 'de Dios, — Eiusodii^ amenos y escogidos, lur
 D. Domingo Abeja. (Camilo Ortuiar).
 ^
 En rústica
 ‘ ^
 '
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 En tela, corto dorado, con plancha . . •
 •
 La ig'esia Católica y su Jerarquía. - Por D. Juan
 yotas. - i. A l «lue c o m p r a r e d ie * e jem p lo Boso'. Phro.
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 ít. A lo» im stltutosi d e e d u c a c ió n , co n in m d a d e . r e lls lo « a e , p r o p a ^ n n d le ta » d e b u e n a l e c t u r a » y e n R c n c r a l á to d o » lo» «i«c n.l*
 C u lc r a n b u e n n ú m e r o d e lib ro » »e le» bar-^
 milo Ortúiar.
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 u n a r e b u j a c o n a ld e r a b la .
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 Moral y Bcllglon. — Cuentos y ejemplos.
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 El Sobrino d© la Reina. — Narración í«°^da de la
 Historia de las Misiones del Japón, traducida del aleman
 por el P. José Spillman S. J.
 En rtstica . . . • • • • • • •
 *
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 En tela, corte dorado, con plancha . • • * . 7 ”“
 Ln Itívcii Siberiana 6 el Amor Filiol.— Por DfrMaister.
 En rústica .
 *
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 En tola, corte dorado, con plMicha . . . »
 El Católico en el Siglo. ros do un padre con sus hijos, por H. Joan Bosw, P br^
 En r ú s t i c a ............................................. ^
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 Encuadernado • • • • • , ' • ■ *
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 . .
 Un Yenonif ó la Profanación de 1®8 dws festlTos.
 Drama en cuatro actos del Doctor P.F. Phro. Salesiano^
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 *
 i'nn
 En tela, corto dorado, con plancha. • • * ,
 lios malos compañeros y la Vlríeit.— Por P.
 En r ú s t i c a ..................... ‘ i, ‘
 ‘ .. 1 ’.«ín
 En tola, corte dorado, con
 L
 Los Jíbaros: — Por Fr. José Mana Magalli, de la Dr
 den de Predicadores.
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 7-
 
 Q uien recibiere á un
 niño en m i nom bre, á
 m í m e. recibe.
 
 O s recom iendo In nificr V la ju v e n tu d : cul
 tivad con Rrandc c.^meio
 su educación cristiana i
 y proporcionadle libros
 q u e la enseñen á huir
 d el vicio V á ¡iracticar
 la virtud.
 (Pío IX.)
 
 (M A TH . XVIII.)
 
 E n tre las cosas divi
 n as, la m ás sublim e es
 la d e co o p erar con Dios
 á la salvacidn de las
 alm as.
 (S. D i o n i s i o .)
 
 R e d o b l a d vuestras
 fuersas .-I fin de a))a; tar
 ;i ¡a niñci y iuver.tudde
 la corrupción ó incre
 dutidad y p rep arar así
 u n a nueva generación.
 
 E l am o r a l prójimo es
 u n o d e los m ayores y
 m ás e.xcelentes dones
 q u e la divina bondad
 puede conceder á los
 hom bres.
 (S. F r a n c . de Sales.)
 
 (L e ó n X III. i
 
 DA m u ANIMAS CUTERA TOLLE
 
 ^
 
 ^ A Ñ 0 X X I-N .6 ~
 
 PUBUCAdON MENSUAL
 
 JUXIO de 1900
 lUD»^ ■
 
 Cottolenyo, 32
 
 @ J ^ e d a c c io n y A d m in is t r a c ió n
 
 Turín (Italia]^
 
 "Z'v'S"
 
 *EECUENTES 8on las quejas que recibim os d e nu estro s dilig en tes y distinguidos
 
 colaboradores sobre el re ta rd o q u e sufre la publicación de sus correspondencias.
 N o pretendem os excusarnos, n i tam poco n eg ar la evidencia. N os ])ermitímo8
 I ta n solo llam arles la atención sobre los puntos siguientes: — N uestro B o l e t ín so
 p u b lica ta n solo m ensualm eute, con u n m es d e anticipación, p a ra que pueda Hogar
 
 tanto, ser como hechos históricos y docum entos fehacientes de la fervorosa y constante operosidad de los Salesianos y sus C ooperadores: — N uestros benem éritos colaboradores son
 muchos, m uchísim os, y lo q u e m ás es d e.... notar en extrem o fecundos. Si todos tu v iera n
 presentes, cuando escriben, estas circunstancias, no se d ifu n d irían ta n to en descripciones do
 cosas y a rep etid as y las m ^ de la s veces de poca im portancia p a ra la generalidad. No
 somos enem igos d e la retórica, pero tampoco la querem os á troche y moche. A veces, i>oca8
 cu nuestro caso, v iene como de perlas j otras, la s más, equivale...... Con u n poquito de b u e n a
 voluntad, pongam os todos rem edio: á nosotros no nos fa lta ría u n o excelente, á sa b e r: u n
 gran cesto y unos cuantos p ares de tije ras; pero siendo dem asiado radical, no nos creem os
 autorizados p a ra usarlo, sin an tes a d v e rtir á nuestros benem éritos corresponsales y supli
 carles lo q u e u n g ra n d ia rio italia n o pedía á los suyos: J nostri corrispondenti siano p ro n ti«
 ®satti, p a r c h i, c o sc ie n so si, caJm i, o g g e ttiv i. Lascino tuUe guelle cose inutiU, che tolgono
 
 prezioso al giomaJe. e meftono in pericoJo la pvh¥'C'izfone della corrispondenza stessn.
 
 — 148 —
 
 lo m u n iO B
 
 c ie n d o e n si l a n e c e s id a d q u e tie n e n de
 e s te a lim e n to e s p ir itu a l, y c o n fo rm á n d o se
 co n lo s d e se o s d e J e s u c r is to y el esiiíritu
 d e l a Ig le s ia , f r e c u e n ta n e l d iv in o ban
 q u e t e : p e ro e s a ú n m á s g r a n d e el nú
 d d H i i o del hom lre, y no hel}iereis su sanr m e ro d e a q u e lla s a lm a s , q u e c o n o c ip d o
 are, no ten d rá s vida en vosotros. B n v i r t u a Y s a b ie n d o to d o e sto , n o se h a n decidido
 d e e s to , J e s u c r is to p r e c e p tu a b a á to d o s
 to d a v ía á e n t r a r d e lle n o e n e s ta b en e
 lo s c ris tia n o s a d u lto s l a S a g r a d a O om u- ficio sa y s u a v ís im a c o r rie n te , q iie dulce
 n io u , p e ro sin fija r e l tie m p o e n q u e la
 m e n te n o s c o n d u c e p o r el d e s ie rto del
 d e b ía n re c ib ir, n i in d ic a r s iq u ie ra la s
 m u n d o a l p ié la g o in m e n s o ó in fin ito de
 c irc u n s ta n c ia s q u e d e b ía n a c o m p a ñ a rla ,
 D io s. C a u s a h o n d a p e n a y d o lo r pro
 d e iá n d o lo to d o á la p ru d e n c ia y s a b id u  f u n d o c o n te m p la r l a in d if e r e n c ia y re
 r í a d e la ig le s ia , l a c u a l n a d a d e te r m in o
 tr a im ie n to c o n q u e e s tr a t a d o e l divino
 s o b re e s te p a r tic u la r , m ie n tr a s l a f e se
 P r is io n e r o d e n u e s tro s a lta r e s , p o r almas
 m a n tu v o v iv ís im a e n tr e lo s c ris tia n o s , y
 q u e, p o r o t r a p a r te , se h a lla n an im ad a s
 a r r a ig a d a e n e llo s l a p r á c tic a d e l a co
 d e b u e n o s y c r is tia n o s s e n tim ie n to s y
 m u n ió n d ia ria , q u e r e c ib ía n p a r a ro b u s  p r a c tic a n l a v ir tu d . P u e b lo s h a y , y triste
 te c e r s u a lm a y e s ta r s ie m p re p ro n to s
 es c o n f e s a r lo , d o n d e a p e n a s s e a b re el
 á la p e rs e c u c ió n y a l m a rtirio . Jrero
 s a g r a rio u n a ó á lo m á s d o s v ec es al
 c u a n d o v i ó q u e d e s a p a re c ía el fe rv o r, q u e
 a ñ o . ¡ Y n o s a d m ira m o s si e n eso s pue
 se r e s fria b a n su s h ijo s e n el se rv ic io d e
 b lo s r e in a l a in m o ra lid a d y el desorden,
 D io s Y lo s h e le s se re tr a ía n d e r e c ib ir el si p e r d id a 6 a m o r tig u a d a l a f e , se han
 c u e rp o d e J e s u c r is to , m o v id a d e s u a r  se c a d o la s f u e n te s d e la s v irtu d e s , se
 d ie n te ce lo p o r la s a lv a c ió n d e la s a lm a s,
 h a n a g o s ta d o la s a lm a s , y la terrible
 n o p u d o m e n o s d e m a n d a r, y m a n d a r lo
 y le ta l in d ife re n c ia s e h a posesionado
 e x t r i c ta y r i g u r o s a m e n t e , q u e to d o s co  d e e lla s p a r a a c a b a r la s d e p e r d e r por
 m u lg a r a n u n a v e z al añ o , te n ie n d o b u e n
 c o m p le to ! C o m u lg a d , c o m u lg a d piadosa
 c u id a d o d e a ñ a d ir y o r lo menas, p a r a q u e
 m e n te , c o m u lg a d c o n f r e c u e n c ia , decía
 f u e r a b ie n p a t e n t e á to d o s q u e s u s d e  M o n s. d e S e g u r, y e n b re v e v e r e is como
 se o s n o se lim ita b a n á t a n poco.
 l a fe se d e s a rro lla á la m a n e r a d e una
 L a I g l e s i a , e n e f e c t o , a la b ó y re c o  p l a n t a q u e se r ie g a y c u id a d o sa m e n te
 m e n d ó s ie m p re l a fr e c u e n te y a u n d ia ria
 se c u ltiv a .
 ^
 C o im in io n , co m o el m e d io m á s a d e c u a d o
 E n e l C o n g re s o E n c a rís tic o celebrado
 p a r a c o n s e rv a r l a d iv in a g ra c ia , a u m e n  e n L o u rd e s el a ñ o p a s a d o , h a b ló , entre
 t a r lo s m ó rito s, v e n c e r la s te n ta c io n e s y,
 o tro s, el E . P . C o u b e e n p ró d e l a Co
 e n n n a p a la b r a , p a r a v iv ir co m o p e r fe c  m u n ió n fre c u e n te , y a d u jo m u ltitu d de
 to s d is c íp u lo s d e C risto . E l S a c ra m e n to
 a r g u m e n to s y a h is tó rie o s y a te o ló g ic ^
 d e l a E u c a r is tía , d ic e S to . T o m á s, es e l
 p a r a p r o b a r q u e d e b e r ía a c o n s e ja rs e la
 a lim e n to d e l a lm a , y a sí co m o e l c u e rp o
 Comunión semanal á la g e n e ra lid a d d e los
 n e c e s ita d e l a lim e n to c o rp o ra l to d o s los fieles, te s is q u e n o solo f u é a p r o b a d a por
 d ía s p a r a n o d e s f a lle c e r , a s í ta m b ié n e l c u a r e n ta v c in c o O b isp o s, sin o tam bieo
 a lm a n e c e s ita fo rtific a rs e c o n e s te a li
 p o r S. S. L e ó n X I I I , q u e d irig ió á dicho
 m e n to e s p iritu a l, y p o r lo m ism o e s la u  p a d r e , l a s ig u ie n te im p o r ta u tís im a carta:
 d a b le re c ib irlo to d o s lo s d ía s .» F á c il
 n o s s e ría a d u c ir m il o tro s te x to s d e
 León XIII Papa
 s a n to s y d o c to re s d e l a I g le s ia , q u e p r u e 
 M u y q u e r id o h ijo ,
 b a n e s ta im p o r ta n te v e rd a d , p e ro d e s is 
 s a lu d y b e n d ic ió n apostólica.
 tim o s d e ello , p o rq u e n o s h a ría m o s in 
 ;En el tiempo presente y en el estado flote rm in a b le s .
 tual de cosas.' todos los
 rec.tM M u c h a s so n la s a lm a s q u e , re c o n o 
 >UANDO e l d iv in o M a e s tr o p r e d i
 c a b a a l p u e b lo h e b r e o su c e le s tia l
 w d o c trin a , le d ijo e s ta s m e m o ra b le s
 p a la b r a s : S i n o comiereis la carne
 
 jmiáosos ven con dolor que el ardor de con
 
 fesar la f e y la antigua p u re za de costum
 bres desaparece entre g ra n número de hom
 bres. S i se busca la causa de ese m a l,
 se la encuentra principalm ente en el hecho
 de que el am or y el uso del B anquete E u carisüco languidecen entre la m ayor parte,
 y no existe y a entre los demás.
 Esto es lo mismo que deploraba el
 Apóstol cuando escribía á los Corin
 tios:— H é a q u í p o r q u é m u c h o s d e
 
 c r u z a d a e n f a v o r d e l a C o m u n ió n fre 
 c u e n te , m e d io e l m á s eficaz p a r a r e g e 
 n e r a r a l in d iv id u o y c o n s ig u ie n te m e n te
 á l a S o cied ad .
 C om o C o o p e ra d o re s S a le sia n o s, s ig a 
 m o s lo s e je m p lo s y e n s e ñ a n z a s d e n u e s 
 tr o a m a d o P a d r e f ) . B osco, q u e c o n sa g ró
 t o d a s u v id a á l a d ifu s ió n d e e s ta sulu-
 
 vosotros s o n d é b ile s y m u c h o s se
 duerm en. — ¿Tiene esto algo de ez-
 
 trañot Solamente puede llenar los de
 beres de la vida cristiana aquel que
 se ha revestido de Cristo, y nadie
 se reviste de Cristo sino p o r la f r e 
 cuentación de la M esa E ucaristíca.
 Por ella, en efecto, Jesucristo ha
 bita y permanece en nosotros y nos
 otros en E l . i o s que trabajan por laafirmación de la f e y la corrección
 de las costumbres, tienen m ucha razón
 (mando se toman el cuidado de exci
 tar á los católicos á aproximarse lo
 más continuamente posible á la M esa
 del Señor: m ientras m ás se la fr e (menta, se consiguen de ella más fr u to s
 (d)\mdantes de santidad.
 Y pues que vos, queridísim o hijo,
 trabajáis noblemente p o r ese fin y
 vais á reim p rim ir los discursos so
 lemnes que habéis pronunciado sobre
 esta m ateria. N os alentamos extrema
 damente vuestro deseo y vuestro celo,
 y deseamos de todo corazón que u n
 gran número de católicos adquieran
 el hábito de recibir cada semana el
 Sacramento del altar. E n tr e tanto, en
 testimonio de nuestro amor y como
 premia de los favores divinos, os conr
 cedemos m u y afectuosamente la ben
 dición a])ostólica.
 
 Ntra Sra. del Perpetuo Socorro.
 (B teutitíra d t las E tcutU u SaU tianat de Sarriá-Bareelona.)
 
 B ada en B om a el 10 de E n e ro de 1900,
 año X X I I de nuestro Pontificado.
 LEON X III, PA PA .
 M e d ite n a t e n t a m e n te n u e s tr o s b e n e 
 m éritos C o o p e r a d o r e s , e s p e c ia lm e n te lo s
 sacerdotes, t a n p re c io s o y te r m i n a n t e do® iniento d e l V ic a rio d e J e s u c r i s to ,y v e a n
 81 no e s lle g a d a y a l a h o r a d e r o m p e r
 a p a tía y e m p re n d e r u n a e n é rg ic a
 
 d a b le p rá c tic a , y la p u so co m o b a s e d e
 s u s is te m a e d u c a tiv o (1). S i a s í lo h a 
 cem o s, m e re c e re m o s b ie n d e la Ig le s ia ,
 d a re m o s u n g r a n g o z o á J e s u c r is to , y
 c o n trib u ire m o s im d e ro s a m e n te á co n so 
 l i d a r s u re in a d o s o b re la s a lm a s y so b re
 la s so c ie d a d e s.
 (1) V. D. Botco y la Eucaristía. Librerías Salesianas; 0,10 ptae. ejemplar.
 
 — 150 —
 
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 M
 
 ;s í « ^ 7 | uando e n tre la s evoluciones c<5sm icas surgió de la n a d a el m undo
 m aterial obedeciendo a l ^ í om ni
 potente d el C riad o r; cuando los
 m ares se separaron d e la t i e r r a ;
 cuando la luz ilum inó los abism os; cuando
 la creación e n tera despertó á la v id a y cuando
 en el inm enso palacio de la n atu ra leza ap a
 reció el hom bre, síntesis y com pendio d e todas
 sus m aravillas, de todos sus prodigios, Dios,
 contem plando su obra portentosa, la dió por
 perfecta y ac ab ad a ; y, sin em bargo, con ser
 ta n ta la herm osura del universo, E l perm a
 neció en su trono, cercado de legiones de
 arcángeles y querubines sin descender á este
 suelo, p or no e n c o n trar en él u n solio para
 su m ajestad, u n tem plo digno de sus per
 fecciones infinitas.
 Se deslizaron los siglos, tran sc u rriero n las
 edades, y razas y pueblos y civilizaciones
 desaparecieron con la rapidez de seca a rista
 a rra s tra d a por el h u ra c á n ; pero D ios no se
 dignó v e n ir á la tie rra , porque la s m acizas
 pagodas indias, los laberínticos tem plos egip
 cios, no eran el santuario en q u e deseaba
 re c ib ir pleito hom enaje; los m aravillosos pen
 siles de B abilonia no eran el h u erto cerrado
 donde q u ería h a b ita r p a ra em briagarse con
 m isteriosos perfum es; el estruendo de las b a 
 talla s que derrocaban im perios y asolaban
 ciudades no eran los him nos y los salm os
 q u e an h elab a csc u o h a r; los alcázares, los
 tronos d e oro y de m arfil erigidos p o r los
 soberanos d e la tie rra , n ad a v alían p a ra El,
 que p o r u n solo acto d e su voluntad, suspen
 dió en el espacio los astros m ás b rillan tes
 q u e las lám paras de O rie n te ; pobló los m ares
 d e p erlas m ás preciadas que los tesoros de
 A l-H a m a r; llenó los valles do flores m ás olo
 ro sas q u e los perfum es do la A rab ia, y formó,
 en fln, d e u n a m ateria desconocida y única,
 el opaco carbón y el fúlgido d ia m a n te , el
 a g u a d el arroyo y el copo de la n ie v e , el
 b a rro despreciable y el hom bre racional.
 U n a sola cosa ta n ideal y ta n bella que
 exctnlía á todas las m arav illas del universo,
 hizo que D ios descendiese á la tierra , que
 trocase su cólera y enojo en d u lzu ra y am or:
 é l alm a hum ana, lo único d e este mundo,
 m ezquino y terreno, q u e tien e u n destello de
 
 llO
 
 A B Ü f
 
 lo esp iritu al y divino. E lla fuó am ada de
 D ios desde la etern id ad d e los sig lo s; ella
 fué el ja rd ín cuyos perfum es le cautivaron;
 ella fu é el tem plo elegido p a ra su c u lto ; ella,
 en fin, cread a á im agen y semejanza suya,
 fuó el único altar, el único tabernáculo, el
 único trono en que quiso depositar su gran
 deza. P a ra elevarla la dotó de las facultades
 m ás prodigiosas, de los sentim ientos más de
 licados, de las v irtu d e s m ás adm irables: y,
 au n q u e enlu tad a por la prevaricación del
 p rim er hom bre, como en ella ten ía todas sos
 delicias, al p a r que el anatem a de condena
 ción y m uerte, se escuchó la prom esa de sal
 vación y consuelo, risu eñ a aurora, iris de
 paz en la tenebrosa noche d el pecado. Para
 dignificarla, p a ra en n o b lecerla, la iluminó
 con la luz de la fe, la in sp iró el arrepenti
 m iento y la esperanza, y la abrasó con infla
 m ados incendios d e caridad.
 M ás tard e, en el orden m aterial y cronoló
 gico d e los hechos hum anos, eligió u n pueblo,
 fiel á las inspiraciones de su gracia, para
 q u e no pereciera en tre los horrores de la
 im piedad y de la idolatría, y, lleg ad a la ple
 n itu d de los tiem pos, u n ió su esencia divina
 á la n atu ra leza hum ana, y, antes de dar la
 v id a en p re n d a d e am or, in stitu y ó el Sacra
 m ento de la E u ca ristía , desde donde le dice
 incesantem ente como u n amigo, como un be^
 m ano, como el m ejor y m ás amoroso de loa
 p a d re s: « L ev á n tate y d ate p risa, querida
 mía, herm osa mía, y ven. N o tem as m i majes
 tad , porque está h u m illad a p a ra anim arte y
 d a rte confianza, y pues tu me amas, yo tam
 b ién te amo. {Herm osa m ía! m i gracia te he
 hecho b e lla .»
 P ru e b a inequívoca del am or infinito de
 D ios h ac ia el alm a h u m an a son estos duloeí
 sím bolos del ca n ta r d e los cantares. Las to^
 tu ra s de la P asió n lo co n firm an ; cada dolor
 cada afrenta, cada g o ta de sangre divina ei
 u n a le tra que escribe en caracteres indelebtó
 el inefable idiom a d el am or d e D io s; peí*
 m ás q u e n ad a lo dem uestra la institucioi
 d el Santísim o Sacram ento, en el cual se cofr
 v ie rte en m anjar d el alm a hum ana para **
 su fortaleza, p a ra ser su consuelo, x)ara s*
 su alegría y no separarse d e ella n i en
 tiem po n i en la eternidad.
 
 — 151 —
 T es que Dios, con su m irada infinita, que
 penetoa h asta lo más recóndito d e los cora
 zones, y escudriña h a s ta lo m ás lejano de las
 edades venideras, debió d e v e r los m ilagros
 que la d iv in a E u c a ristía h a b ía de o b ra r en
 la débil n atu ra leza h u m an a; debió de v er
 muchos Saulos que, convertidos por su am or
 ardiente, serían faros de su Ig le sia y após
 toles de su d o ctrin a ; debió de v e r m uchos
 Zaquees que, p a ra seguirle, d aría n gustosos
 
 him nos y hosannas los ayes lanzados en tre
 crueles m artirios y las frases de a rre p e n ti
 m iento de los pecadores; como tro n o la s a l
 m as de los san to s; y, las d e las n iñ as p u ra s
 y candorosas, como verjel florido, como h u erto
 cerrado, donde sem brar las rosas do su am or,
 los lirios de su pu reza y las violetas d e su
 hum ildad.
 B ien podemos d ecir con los goiitU es; “¡Ouán
 bueno es el D ios d e los cristianos, cuán
 
 He aquí el Cordero de Dios que quita los pecados del luuudo.
 (Ouadro ai oUo M taU tiano D . Viem U O utU rru d t Sarriá.)
 
 mendigo sus m undjinas riq u e z a s; debió de
 ▼er á la S am aritan a q u e encontraba en E l
 la fuente de ag u as v iv as, que q u ita la sed
 Janm m ente; debió de v er á la a ltiv a castefiaím de Ü ag d ala, d isip ad a en cien banquemorir de am or, tr a s la rg a s penitencias
 ® el banquete E ucaristico, en tre las alas de
 ^ querubes; debió d e v er á los m ártires y á
 ^ confesores que, fortalecidos con la g racia
 m anjar d el cielo, desafiaban á los
 y>®bio3 tiran o s de la tie r r a ; y, p o r eso,
 como tem plo, las alm as de los docto^ de la Iglesia, lám p aras encendidas, focos
 de las etern as v erd ad es; como
 
 bueno es!” porque — como dice S. A lfonso
 Ligorio—au n q u e ellos inv en tab an los dioses
 á su capricho, no crearon, no supieron id e a r
 siq u iera u n Dios ta n enam orado d e los hom 
 bres, como lo es nuestro verdadero Dios.
 A ú n existen m uchos Zaquoos avaros, m u
 chos Saulos incrédulos, m uchas S am aritan as,
 m uchas M agdalenas pecadoras, por ellas, p o r
 todas las generaciones pasadas, presentes y
 fu tu ra s se h a quedado en la E u caristía. E l
 nos busca, nos llam a con am or. ¿Quién se rá
 ta n osado que eche al E ey de su alcázar
 eleg id o ! ¿Quién será ta n ateo que arroje á
 D ios del tabernáculo consagrado T ¿ Q uién
 
 — 152 —
 
 tan impío que no permita entarar en el verjel
 al cordero sin mancha que sólo quiere morar
 entre azucenas f I^jos de eso, preparemos el
 palacio de nuestras almas abrillantándole
 con el oro de la caridad j perfumemos el
 santuario de nuestro corazón con el incienso
 de puras y fervorosas plegarias; sembremos
 entre el lodo de nuestras pasiones la mina
 do la mortificación, y, al uniruos con El, al
 pié del sagrario, libres de trabas terrenas,
 digamos con el místico arrobamiento del
 amor de los amores: ^‘Mi amado es todo para
 mí y yo soy todo para El”.
 Magdalena Santiago F uentes .
 
 --------
 
 L a 6 Í)bra 9 Saleaiaflas de <5ráfl.
 (Correspondencia del P. Garlos BeUámyJ
 
 I . — A ntes de la fundación.
 B i l e i i c i o p r o f \ i n U o —L a A r g r e l i a b a u 
 t i z a d a : -v e ird a d e ra M is ió n e n e l
 i n t e r i o r — ¡ O b r a s , O b r a s ! - Coepit
 fa c e r e e t do cere. — ¡ H i s t o r i a s ! — H a y
 tie m p o d e c a lla r y tie m p o d o h a b líir.
 OMPiENDO el profundo silencio que hasta
 ahora hemos guardado, vamos á dar
 á nuestros queridos Cooperadores una
 sucinta noticia de nuestras fundacio___________ nes de Argelia. El motivo de haber
 calJado por tanto tiempo, es porque nos parecen su
 perfinas las descripciones de estas tierras, de sobra
 eonocidas. Además, nosotros no hemos venido aquí
 ni como exploradores — el tiempo pasó ya — ni
 eomo turistas — no tenemos tiempo — sino como
 apóstoles. Sí, como apóstoles, porque este pueblo
 a^olino, amalgama do tantos pueblos, estos fran
 ceses de todas las naciones ultra civilizadas en el
 sentido naturalista de la palabra, tienen un bello
 y gran deseo de convertirse á la religión crisfiana
 y verdadera.
 Nuestra tarea aquí no consiste únicamente en
 evangelizar las poblaciones salvajes, sino en preser
 var y salvar de la perdición á estos cristianos eiviUsados, que peligran de sumergirse en una cloaca de
 &lsas religiones y de prácticas supersticiosas.
 De aquí la necesidad de Obras encaminadas es
 pecialmente al bien de la juventud, á preparar ge
 neraciones sanas y robustas y celosos misioneros que
 evangelicen el interior de estas regiones. Esta es
 nnestra Misión real. En vano, pues, esperabais no
 
 ticias de estas Obras Salesianas, porque nosotros
 inspirándonos en el Divino Maestro, el cual c a ^
 (acere et docere, nos habíamos propuesto callar hasta
 después de haber obrado, y enviaros no la espresion
 de nuestros ardientes deseos, sino, gracias á Dios,
 y mediante el auxilio de María, la relación de las
 obras que hemos realizado: Gesta A u x ilia r e is
 per Salesianos.
 Bajo este sol africano, en donde, desde hace si
 glos, e! indolente fatalismo musulmán no deja crecer
 más que algunas palmeras enanas (imagen bastante
 exacta de nuestros cristianos degenerados), en esta
 tierra empapada en sangre cristiana, nuestras Obras,
 por la gracia de Dios unida á nuestros trabajos,
 germinan y se multiplican tanto, que antes de ahora
 habría podido decir algo.
 Pero por la tarde, rendidos de fatiga, repetimos con
 alegría la frase del barbero: A q u i se afeita de lalde
 m añana y dejamos siempre para mañana participar
 al Boletín nuestros consuelos y esperanzas. Llega
 una hora en que, habiendo recibido un refuerzo,
 podemos emplear en rigor un momento para escribir,
 pero la voluntad eficaz no la tenemos nunca.
 He dicho bien la voluntad, porque no hemos sido
 nunca, gracias á Dios, como aquellos pueblos qitt
 se creen felices, porque no tienen historia. Nosofrés
 hemos tenido historias á granel y iquó historias!
 Historias tan divertidas que harían reír á un muerto,
 y á veces tan conmovedoras que enternecerían á una
 estatua; historias á propósito de todo y á propósito
 de n ad a; historias, porque no trabajábamos bastante,
 'é historias porque hacíamos demasiado; historias,
 sobre todo, por parte de los órganos oficiales de
 una clase de gente que sospechan sin razón alguna
 de nuestra nacionalidad y de nuestro patriotismo y
 que han tratado de atraer sobre nuestras Obras la
 severidad injustificada del poder público.
 Además, ¿cómo, sin faltar á la verdad, escribir
 nuestra historia, omitiendo las dificultades que forman
 el fondo de la vida del Misionero en país civilizado,
 y que constituyen todo su mérito y encanto? Por
 otra parte ¿cómo referir esas diarias luchas sin ex
 ponerse á faltar á la prudencia y caridad?...
 A si, pues, no pudiendo decir lo interesante, pre
 ferimos esperar en silencio la hora propicia, porque
 hay tiempo de callar y tiempo de hablar; y éste,
 si no me engaño, ha llegado ya.
 ¿ Podríamos, efectivamente, sin asombrar, mejor
 dicho, sin escandalizar á nuestros Cooperadores, ha
 cer caso omiso de la primera visita de nuestro ve
 nerando Superior general D. Miguel Búa, visita tan
 ardientemente deseada y de la que nuestras Obras
 han recibido nuevo impulso y su definitiva orien
 tación ?
 Por este motivo, para que nuestros Cooperadí^
 puedan apreciar mejor la importancia de esta visita,
 vamos á bosquejar concisamente la histeria de nues
 tras Obras y á exponer su actual situación en OriaPre-vision <
 1©Hon Hosco —E l C b x denni Lnvififerie in'vi'ta á los liijo®
 <i©Hon Hosco A que se estut»!®**
 can ©a Kabilia —
 E l limo. Sr. Sool>rlet- los cousis'u© pax*a Oríia Pi'oposicioucs aceptadas.
 
 El celo de nuestro muy amado Padre Don B(W*i
 
 153 —
 como el de nuestro divino Maestro se estendía á toda
 la berra; la evangelizacion de la pobre Africa era
 el row s^te anhelo de su alma de apóstol.
 Veia (los hombres de Dios tienen sos sueños),
 yaa que sus lujos arribaban á las playas del Coatínente negro, d^igian sus pasos y sus esfuerzos hacia
 comarcas de misteriosas profundidades y arrancaban
 rnmones y Huilones de almas, que Satanás en la
 más hedionda y repugnante esclavitud tenia. Nuevo
 Moi^s, mund todavía sin poder más que echar una
 mmda sobre esta tierra prometida á sus hijos, á sus
 misioneros; D ios no debía tardar en principiar la
 re^izacion de estos sueños apostólicos.
 .« 5 ;: *
 lAvigerie, ilustre miembro de la Iglesia,
 tiernamente aficionado
 on
 Kahm»“
 T,
 ®
 “ j"®noresidoncias
 en Kabilia. Tan generoso ofrecimiento
 pudo por
 entonces ser aceptado por D. Bosco.
 ^
 T
 obispo de Orán,
 y prelado de corazón piadoso y bueno, hizo oír su
 tentativas infructuosas para
 ^
 Pebres el beneficio de
 hSn
 (recientes acontecimientos haJesuitas á abando
 comenzase el apostolado de su d i i
 cesm por los mas pobres de su rebaño.
 convicción, encargó al Dmo. Sr. Lafuma,
 Vicario genera], cuya diócesis llora y llorará larro
 Obra de Z
 ^ arriesgase algunas tímidas ofer£ el S
 dichosamento para escuchar^ el oído y diciendolo mejor, el corazón compasivo
 p e ^ r de todas las Obras salesianas de Francia.
 d el^f^S p ® ^
 ®“^brier, á consecuencia
 r
 bizo, y aprovechando
 ®’ Oratorio
 de & n León. Encantado de la sencillez de corazón
 de nuestros niños, encargó á Don Albera presentase
 venerable Don Rúa, una
 ^ücion en forma, de fundación salesiana en su ciu
 dad episcopal de Oran.
 De esta manera la Providencia destinó á Orán
 é S
 ^
 Inmaculada Con^pmon, á ser la primera estación de las Misiones
 hdad do relaciones con Europa, su clima, sus cost^ b re s y su idioma, asi como por ser una especie
 aé^L^ri”
 ^‘=bmatacion, hacíase esta comarca mV
 apreciada para instalar en eUa un Noviciado p rá¿
 tico para los futuros Misioneros.
 de 1891, Don Durando, Asistente del
 Su^nor (^neral, en compañía del futuro Director
 M M a d ó á Orán; visitó los inmuebles propuestos’
 ^ lo s acepto en nqmbm de la Congregación S
 La diócesis de Orán puso á nuestra disposición
 ^ sa s : una en la calle de M e n e r v ü le ,T S “
 de oficiar la iglesia de San Ln¿
 L íío
 ^ barno una escuela cristiana
 p im n a , de la que estaba desprovisto; la otra sife d a en Echmufcl, suburbio de Orán, destinada á
 «a Obras salesianas propiamente dichas
 
 Piadosos px*epax*ati-v^os —P ereeriaaciond
 A X>ios - l>esoinoarque ea Ordn - Prim era impre
 sión —Tra 2 fe p r o f u n d i s —Comida
 *i*ugal, pero i x i x i y ale^pre.
 
 ^®bces Salesianos destmados al Africa, reunidos en Turto, fueron en noregnnacion á £eccht, cuna de Don Bosco. La
 «“tendieron en la capilla de
 *1® pon Bosco) una lámpara que
 en adelante alimentanan las Misiones del Africa
 b^ j
 Agosto por la mañana, asistieron en el
 cuarto de Don Bosco á una Misa que Don Rúrce
 ^hró, y recibieron de su boca veneranda la contra
 e ré’
 conejos y su bendición, y porto
 S i é
 de misioérM de
 é
 • ^^,‘^®J®ovedora ceremonia de despedida,
 de María Auxiliadora.
 e ®^bado 22 de Agosto,-después de haber recitado
 iS
 ^ d n de Marsella
 iéi 5 ^
 del Itmerario y recibido el abrazo pater
 nal de Don Albera, todo bañado en lágrimas^ ^ barcaron en la ViUe de Home y se a l S é ’de to
 exudando, no sin emoción, á la
 f S a ^
 humillaron en cuerpo
 L d ,“ tor y t e "
 ""
 dA^r^ír*^®
 de San Luis, patrón
 de Argelia, desembarcamos en Orán, siendo recitodos en el puerto por los Angeles Guardianes de la
 Nutótra primera visita mó para Nuestro Señor
 que visitamos en la Iglesia de San Luis; después
 ^
 
 de V
 
 Era el anfi^uo /ridunal civil. Compuesta de una
 aglomeración de construcciones, encontrábase este
 inmueble en un estado tan ruinoso, que con facilL
 don ®Ad^emé*'^
 destinado á próxima demoUln7
 ventilación ypoca
 luz, y celdas de prisioneros. Seríame difícil describir
 mera m
 
 Por to pri-
 
 ®
 
 que probablemente se transformará en capilla nos
 arrodiUames y entonamos el De profundé po’r l é
 ^mas de los numerosos criminales que la tosticto
 S T ó
 sumariamente condenado á ¿ ^ r te .
 Esta fué nuestra primera súplica.....
 Cito, únicamente para recordaríárnuestra primera
 céíebre en nuestros ^anales
 F eb^ente to n^s franca alegría salesiana fuó el
 «ndimento, y vino muy bien para disipar to m é
 parte de los
 curas e s t^ en Francia. Presentamos nuestros resf*"'
 general, dimos
 una vudta por to ciudad, por el barrio de los n ^ é
 a“ n t s S ’¿ C - “
 
 ^ ^
 
 ^
 
 “
 
 continuaráJ
 
 — lo á —
 tina, visitaba la. Tierra
 del Fuego y tocaba en
 U show aia, y de paso
 también en la isla de
 los Estados.
 \
 ^ ^ >1—..
 3 — E n el año
 ^
 1888-89, Mons. José
 Eagnano hacía la ter
 cera exploración, des
 embarcando en el puer
 to Porvenir. Desde la
 W
 f A i/ i/ m
 .
 bahía Gente Grande,
 atravesando la zona que
 se extiende entre el Es
 trecho de Magallanes
 y la bahía S. Sebas
 tian , llegó al cabo
 omónimo, de donde,
 cruzando pantanos, la
 gunas , corrientes y la
 s ^ jy L ^ á
 \
 Serranía de Carmen
 4
 Silva, por bahía Inútil
 .
 y tocando el cabo Bou^
 querón regresó á la co
 lonia de Puntarenas,
 de donde había salido.
 4. _ A principios de 1889, se fundaba la
 primera Misión Fueguina ™
 cuarenta y cinco millas distante de
 isla que el Gobierno de Chile cedía á los Salfr
 sianos, para que estableciesen en ella una ^
 I*rli»iei*a8 excursiones —
 duccion de Indios, la que una vez formada, em
 *Son <lo la primera
 isla ae I>aTVson —Sns adelantos.
 pezó desde luego á dar excelentes
 «STTIn Noviembre del año 1886, Mona. desde su principio frecuenta.da
 I V J o s é Fagnano visitaba por primera indios Alacalufes, parte de los cuales fijaban en
 ella su residencia, cautivados por los buenM
 vez esta grande Isla, á la que
 bía ido á bordo del transporte Fi** modales con que eran tra íd o s y el sijm?
 que se les mostraba, y sobre todo atraídos por
 ____ llarino de la Armada Argentina,
 
 ‘ LE^
 
 TIEIlllA DEL FUEGO
 
 formando parte do la expedición Lista
 Tierra del Fuego, desembarcando en la bahia
 S. Sebastian. Atravesó la Serranía de Carmen
 Silva y vadeando el río Chico, se internó pMO
 á paso hasta llegar á la gran laguna, que. dos
 años después, el señor teniente coronel D. Eduar
 do O’connor bautizaba con el nombre de Lago
 Fagnano, por haber sido dicho Padre el R i
 mero que había dado noticia de él. De allí
 dobló S. lim a, hacia el Sur. y atravesando pan
 tanos. lagunas, valles y monUuias hasta el
 S. Pablo! llegó por la costa del Atlántico _á la
 bahía Tetis, de donde volviendo atrás hacia el
 Norte y costeando siempre el citado m ar, re,^eso
 á la bahía de S. Sebastian, en donde se embarcó
 para la Argentina, en el pailebot nacional Fie2. — E n el mes de Agosto de 1887, el P .
 José María Beauvoir. náufrago del Magallanes,
 otro transporte nacional de la Armada Argen
 
 Lago Fognamo.
 las comodidades de TÍveres, Tostido y abrigo Mn
 que se les brinduba. ^
 1
 í a , en el fondo de la bahía H arns, de la niis
 ma Isla, una población enteramente m ig e n a qM
 cuenta con quinientos habitantes, Tiviendo todos
 
 155
 en cómodas casitas de madera y hierro galva
 nizado, las que en númeno de ciento, bien ali
 neadas, forman rectas y espaciosas calles.
 Cuenta esta población con un aserradero mo
 vido á vapor, en el que se hallan ocupados unos
 cien hombres de quince años en adelante. De
 éstos, unos estáu dedicados á la corta de árboles
 ^robles), otros á acarrearlos del monte, á colo
 carlos en la máquina de aserrar algunos y los
 restantes á trasportarlos al puerto una vez ase
 rrados y allí apilarlos distintamente según sus
 diferentes dimensiones. Para trasportarlos del
 
 horas del recreo, principalmente en los días fes
 tivos y cuando algunos caballeros se dignan, do
 vez en cuando, honrarlos con su visita, á los que
 tienen un placer especial en recibir, manifestóndolo por el entusiasmo con que tocan y el sumo
 cuidado que ponen a l ejecutor las pocas piezas
 que saben. Es verdad que todo esto ha costado
 miles de duros y que es una enorme carga que
 sobre sus hombros han puesto los P P . Salesianos, que por otra parte nada poseen, pero,
 echándose en brazos de la Divina Providencia,
 han dado comienzo á esto grande obra, la han
 
 '
 Isla Dawson. — Vista de la Misión Salesianti.
 
 monte al aserradero, se han construido caminos
 y carriles por los que suben y bajan unas zorras,
 cargadas de vigas cortadas y desramadas; del
 aserradero siguen los mismos carriles, por los que,
 en las mismas zorras, se trasportan las piezas
 ya aserradas y clasificadas según su tamaño, á
 un muelle, que tendrá unos m il metros de lon
 gitud, donde, como ya están bien preparadas, las
 embarcan. Ya funcionan allí los tolleres de car
 pintería, zapatería y una curtiduría, donde se
 trabajan los cueros de las tres ó cuatro reses
 que se matan diariamente para el consumo de
 la población.
 Una parte de los hombres están dedicados á
 apacentar las ovejas, que tienen en la punta
 norte de dicha Isla. Las mujeres están ocupadas
 por las Hijas de María Auxiliadora en las la
 bores propias de su sexo, es decir, en cocinar,
 coser, lavar, planchar y tejer con la lana de
 las ovejas de la misma Misión, medias, colchoncillos. elásticas, frazadas, etc.
 Existen también una espaciosa capilla y dos
 colegios uno para varones y el otro para mu
 jeres. Tiene ya su hospital, á donde todos los
 meses manda el gobierno un médico para que
 visite á los enfermos.
 Una pequeña banda de música ameniza las
 
 i
 
 seguido con constancia y con firmeza la prosi
 guen, haciendo el bien incalculable que toda
 persona de sano criterio y juicio imparcial no
 puede menos de reconocer.
 E l gobierno del malogrado José Manuel Balraaseda dio esta isla á los Salesianos, facilitóndoles desde el principio quinientos reses vacu
 nas y algunas subvenciones.
 El goftemo de Jorje Mont, por medio de sii
 ministro Sr. D. Antonio Manuel Mata, los ha
 ayudado con la subvención de seis mil pesos
 anuales y con el auxilio de sus buques aposta
 dos en el Estrecho.
 Con no menos desinterés y desprendimiento,
 les atiende y socorre, en cuanto le es posible,
 el gobierno de D. Federico Errasuriz.
 La sociedad chilena, como temerosa de ser
 vencida en generosidad por su gobierno, concurre
 también con largueza á la grande obra de los
 Misioneros Salesianos, los cuales, alentados
 tan felices auspicios y confiados en que la Divina
 Providencia, que ton claramente ha velado por
 ellos hasta ahora, no les abandonará jam ás, y
 ardiendo siempre en los mismos deseos de hacer
 el mayor bien que puedan á aquellos infelices
 indígenas, han proseguido durante los ocho años
 pasados desde su fundación y esperan, con la
 
 — 156 —
 ayuda de Dios, perseverar en la bienhechora obra
 de la civilización cristiana que el cielo les con
 fiara.
 Tanto ó acaso mayor bien, y desde luego m u
 cho antes, hubiéramos podido hacer en la Kepública Argentina, si sus gobernantes hubiesen
 dado oidos á las solicitudes 6 instancias que re
 petidas veces les hicimos en los veinte últimos
 
 el embarque y desembarque tenía por sus gran
 des mareas, y por la comodidad que ofrecía para
 las comunicaciones, era el más apropósito para
 nuestro objeto.
 Monseñor dejó á mi elección si había de sei
 á la derecha ó á la izquierda de aquella ver
 tiente, donde habíamos de establecer la residencia
 de la misión.
 
 Isln Dawfiou. — Banda de música, compuesta de indígenas.
 
 años, pero no fuimos escuchados ni aceptadas
 nuestras proposiciones; sea Dios bendito.
 Quizíi no había llegado todavía el tiempo, 6
 Uú vez no éramos dignos de liacer este bien á
 los pobres fueguinos del lado argentino, ó acaso
 líuupoco ellos estarían preparados para reci
 birle (1).
 5. ■— En Febrero do 1893 acompañaba, el
 que estii memoria escribe, á hlons. Fagnano,
 que, por cuarta vez iba & explorar la Tierra
 del Fuego, en busca de un lugar apto para esta
 blecer el centro de una misión.
 Después de un mes de viaje y exploraciones,
 convenimos en que el Río Grande, por ser el
 centro de dich.a Isla, por la facilidad que para
 (l) V. B olbtI k de
 
 p*g. 129.— Concesión del Gob. A rg.
 
 Vueltos á Puntarenas, preparamos con la ma
 yor presteza que nos fué posible lo necesario
 para establecernos en el citado paraje.
 Al poco tiempo nos embarcamos en el vapor
 Amadeo, de D. José Menéndez, que se compro
 metió á llevarnos y desembarcarnos en el puerto
 de Rio Grande en la Tierra del Fuego. Formá
 bamos la expedición otro sacerdote y yo, tres
 hermanos, tres peones con carretas y todos los
 útiles y herramientas, cuatro carpinteros, un
 campañista, un cocinero y un oficial. Llévabamos con nosotros más de cien m il piés de ma
 dera de construcción y planchas de hierro para
 las techumbres, sesenta reses entre ganado vacuno
 y caballar y víveres de toda clase para alimen
 tarse quince personas por espacio de seis meses.
 
 F
 — lo 7 —
 
 COLOMBIA
 Algo sobre L azareto s
 
 I n í b r m e d e l R d o . Ir*. E v a s l o R a l > a ^ l i a t l s o l> re e l L a a s a r e t o d e C o a tra ta c io u .
 3r. Dr. D. Alejandro Peña, Gobernador.
 Bncaramanga.
 UMPLO con la promesa hecha á Usía tan
 pronto como llego á esto Lazareto. El
 12 del próximo pasado Mayo, sin ningana novedad, llegué entre estos qne_________ ridos enfermos, muy tarde de la noche,
 porque la quebrada de Chima, por lluvias recientes,
 estaba crecida y no daba paso. Esto sucede con
 mucha frecuencia durante el invierno, y es uno de
 los inconvenientes, entre otros muchos, que actual
 mente tiene este Lazareto. No es raro el caso de
 enfermos que lleguen á la orilla de la quebrada, y
 no la puedan pasar durante todo un día y hasta
 una noche, teniendo que pasar el tiempo á la intem
 perie, sin recurso de ninguna clase, pues allí cerca
 no hay ni casas, ni ranchos, ni nada; lo cual no
 es muy agradable, por cierto, tratándose de enfermos
 de esta clase. T cuando la quebrada da paso, no
 es sin inconveniente y algún peligro, pues la mayor
 parte de ellos vienen á pió cargando sus trastecitos;
 y eso de tener que entrar en la quebrada con el
 agua hasta la cintura á veces, francamente que no
 es muy agradable. Hace años que se dice que está
 hecho el contrato para reconstruir el puente caído;
 pero hasta hoy no se ha hecho nada y debería ha
 cerse algo luego, pues de las necesidades actuales
 del Lazareto, es ésta la más oliente.
 Muy bueno es todo el camino desde el Socorro
 hasta la quebrada de la Macaligua, con excepción
 del paso de la quebrada de Chima; pero por el
 abandono en que ha sido dejado, es bastante malo
 desde la Macaligua, por más de una legua. Las
 lluvias torrenciales, que aquí son muy frecuentes,
 han abierto en el mismo camino zanjones enor
 mes que hacen dificilísimo y hasta peligroso el
 viajar tanto á caballo como á pié. Observo que con
 poquísimo gasto podrían hacerse las composiciones y
 hacer transitable este camino, que es muy frecuen
 tado. Si al Municipio de Contratación corresponde
 este gasto, no lo hará nunca por su estado de extrema
 pobreza.
 Desde mi última visita á este Lazareto, Octubre
 de 1897, hubo bastante aumento en esta población;
 en los alrededores vi muchos ranchitos nuevos ro
 deados de labranzas. La lista de las personas que
 reciben ración alcanza á la cifra de 925. De estos
 son enfermos como unos 580; todas las otras son
 personas de servicio, enfermeras, lavanderas y mujeres
 sanas casadas con enfermos, á quien la ley da de(I) V . B o letín - d e M a y o , pWg. 131.
 
 recho de cobrar la ración, precisamente como si estu
 vieran elefanciacas. Pasen los matrimonios ya hechos:
 pero ¿ no podrá reformarse este punto para el poivenir? ¿No es esta una cooperación directa ó indi
 recta á la propagación de la lepra? Aunque, como
 lo aseguran lo médicos, no sea hereditaria la enfer
 medad, siendo contagiosa, ¿ cómo so salvarán del
 mal los hijos que nazoan do talos matrimonios
 mixtos, si esos hijos tendrán que vivir bajo el misinotecho de sus padres? Sii que esto no gusta á los
 enfermos, quienes, tratiindose do tomar estado, pro
 ferirían siempre una mqjer sana á una enferma
 ¡pero qué se hace! El Gobierno departamental no
 puede fomentar el mal como lo está haciendo sin
 quererlo; y el bien general debe prevalecer sobre el
 bien particular. Más de mil personas alentadas viven
 a q u í; las unas acompañando á sus enfermos, y son
 las más: hijos, parientes, etc.; otras son personas
 do servicio; hay familias enteras compuestas de
 personas alentadas, que viven con su trabajo, con
 el comercio, etc. Pregunté á algunas de estas fami
 lias ¿ porqué no se iban á otra parte ? contestaron:
 que habiendo siempre vivido aquí, y teniendo su ca
 sita y labrancita que les da con qué vivir, prefieren
 el Lazareto á cualquier otra población: todas estas
 personas han tenido algún antenado enfermo.
 La Escuela de varones es frecuentada por 54 alumnos,
 y la de niñas por 62. En general todos estos niños
 y niñas están perfectamente alentados ; algunos pocos
 en el primer período del mal, ninguno agravado; á
 los del segando y tercer período no se les permite
 concurrir á la Escuela. La asistencia á la Escuela
 es normal; tanto los alumnos como las aluumas con
 curren muy gustosos; el orden y disciplina son
 buenos; maestro y maestra están muy satisfechos
 de los progresos de los respectivos escolares. ¡ Lástima
 que sean tan extremadamente pobres ambas Escuelas!
 Los hospitales están siempre en staiu quo: llámanse
 así las peores casas del Lazareto; hay cambios y
 mejoras notables en el orden, la disciplina y el aseo
 desde que han llegado aquí las religiosas Hijas de
 María Auxiliadora. Estas son cuatro, y mañana y
 tarde visitan todos los hospitales (cinco), enseñando
 el catecismo á los 72 enfermos que viven allí, dando
 órdenes á las enfermeras, recibiendo la.s quejas de
 los enfermos, cuando no son bien tratados, procurando
 que baya aseo riguroso y preparando á los más graves
 á bien morir. Cuando' la necesidad lo exige, estas
 religiosas, avisadas con tiempo, asisten á los enfer
 mos á domicilio, cuando son solos y abandonados y
 no pueden ser admitidos en los hospitales por falta
 de cama. Advierto que de estas cuatro religiosas,
 dos solamente, hasta ahora, han sido subvencionadas
 por esa Gobernación, á razón de 30 pesos mensuales
 el año pasado, y ahora á 25. T con estos 50 pesos
 deben procurar vestirse, calzarse y alimentarse cuatro
 personas aquí donde todo cuesta tan caro, por tener
 que proveerse de lo necesario, pidiéndolo directamente
 al Socorro. Muy justo me parece que la subvención
 vnelva á ser de treinta pesos mensuales, y no tan
 sólo para dos de ellas, sino para las cuatro. Serian
 necesarias dos más, porque el trabajo es mucho y .
 fuerte; con este fin Jas traje de Europa á principios
 de este año, y están aguardando órdenes en Bogotá:
 pero la estrachez de la casa que tienen aqm‘ no per-
 
 — l.hS mite mayor número de personas; pues la casa se llas regiones que llegan hasta el Oj>ón^ pero por
 compone tan sólo de tres piezas que sirven; una ahora el invierno y la falta de caminos no lo per
 convertida en oratorio, otra en dormitorio y la ter* mitirían, y tengo datos suficientes para saber que el
 cera en sala y comedor. Hay también una cocina y punto se presta para el objeto á que se quiere des
 despensa, pero en estado lamentable. Como quiera tinar, y la visita la podré hacer despacio con una
 que sea, habiendo el Gobierno de Santander paga- comisión oficial, cuando se tratare en serio de dar
 (loles el pasaje de Ivuropa hasta a q u í, ellas vendrán, principio á los trabajos.
 Un buen síntoma es que los enfermos están muy
 ^i osa Gobernación lo ordena ó lo desea, con tal de
 que se los asegure á ellas también una subvención entusiasmados con la idea y la probabilidad de este
 traslación, y es gran cosa que no tengamos la re
 suficiente para vivir.
 , , , ,, t i
 La iglesia ha sido aumentada del doble de lo que sistencia de los enfermos, que son los verdadera
 mente interesados en el cambio. Vaya usted pensando
 -ra antes, y este trabajo lo han hecho los mismos
 enfermos con sus limosnas. A pesar de esto, durante lo que más convenga.
 No insisto sobre la traslación de este Lazareto á
 la misión no era todavía capaz para contener a toda
 la Sábancta de Chima, principalmente por haberme
 la gente que á olla concurría.
 asegurado unos médicos del Socorro que en aquella
 El servicio religioso es prestado por dos Padres
 región son periódicas unas fiebres malignas de mu\
 Salesianos y un Clérigo que tiene á su cargo la
 mal carácter cada cinco ó seis años, y si esto pasa
 Escuela de varones-, de los dos Padres, uno solo
 está subvencionado ú razón de pesos 80 men ahora con los sanos, ¿ qué seria tratándose de en
 . , , X 11
 suales : con esta cantidad tienen que vivir ambos. fermos ?
 Hay aquí una cái'cel nueva, pero mhahitablo por
 No pido aumento do subvención para el capellán,
 lo muy húmeda quo es -, se la construyó casi á la
 pero si me parece muy justo que se le asigne algo,
 la mitad siquiera, á su ayudante. Y no se crea que orilla de una quebrada, por esto fue por lo que re
 sultó tan inadecuada. A propósito de cárcel, yo de
 uno de estos dos Sacerdotes se está aquí de balde,
 searía que se dieran órdenes terminantes para <pe
 sin trabajo el trabajo es muchísimo para ambos,
 como lo pueden asegurar todos los vecinos de este de aquí se desterraran en absoluto los castigos del
 vecindario-, el cambio notable que aquí ahora se cepo y de los grillos, aunque se tratara de gramdes
 observa en cuanto á la buena armonía entre los en culpables -, debe ser horroroso este castigo cuando se
 fermos y á la moralización de todos, es debido a trata de leprosos cubiertos de llagas en las m nos
 V en los piés; y si se trata de criminales alentados,
 bUS trabajos incesantes.
 . , , „
 r .
 deben ser llevados á otea parte y no meterlos al
 Desde la creación do la Diócesis del Socorro, íue
 contacto
 de los enfermos.
 también elevado á la categoría de parroquia este
 El problema de las A ltas y B ajas, ahora, por
 vecindario de Contratación, dándosele limites hjos
 que son distintos do los que tiene, en cuanto a lo falta de médico, se liace aquí, dificilísimo, y hay mu
 civil; estos vecinos desearían que estos limites meian chas quejas por este motivo. El método mejor para
 resolver este problema seria crear en el Socorro una
 idénticos, tanto en lo civil como en lo eclesiástico.
 comisión de dos ó tres médicos que reconozcan a los
 j N o seria posible satisfacerlos?
 Por ahora, lo que más falta hace aquí es im me enfermos, y declaren cuales lo son de veras y cuales
 dico v una botica. Pi-ancamente, uu Lam-eto de fingidos, para cerrar la puerta á las trampas, y me
 estas proporciones, con tantos enfermos, sm médico aseguran que de trampas se están valiendo muchos
 ni medicinas, me parece una anom alía; y os en con perjuicio del Gobierno y de los mismos enfermos.
 nombre de todos los que viven aquí que yo suplico Esto debería liacerse luego.
 Debería pensarse en componer edificios que se
 á Usia no les dejo faltar por mucho tiempo la asis
 están
 cayendo por la vejez y las intemperies ; crear
 tencia médica á estos pobrecitos enfermos.
 otros nuevos quo faltan en absoluto, como por ejemplo,
 Hace cuatro afios que la Asamblea de Santaniter
 destina anualmente una cantidad para poder propor una escuela para niñas, pero mientras no se deter
 cionar alguna ropa á los enfermos, pero hasta hoy mino el punto capital que es la teaslacion de este
 Lazareto á otra parte, juzgo prudente que no se haga
 no ha llegado aquí ni dinero ni ropa, y los hay tan
 ningún gasto en esto.
 • ,
 ^
 andrajosos y tan sucios, que da lástima, ^ o puede
 Es probable que pueda dejar organizado un pe
 ser de otra manera; de aquí que ol aseo en general
 queño banco que se llamará do
 ifU a ro ( y , que
 ileje mucho quo desear.
 En los -2 días quo he pasado en este Lazareto, tendrá por único objeto prestar plata a los enfermos,
 lili hubo noche en quo no lloviese á cántaros ; los sin interés alguno, las veces que por cualquier
 enfermos so quejan mucho por el frío, y se resienten accidente no llegaren las raciones del Gobierno a
 mucho por la humedad; los pobrecitos padecen mil tiempo: con esto se evitarán muchos inconveniente
 novedades p>r causa del clima, y se hace absoluta que ahora ocuiren, se destruirá por de. pronto Ja
 mente necesaria la traslación de este Lazareto á otra usura, se evitará que los enfermos continúen siendo
 parte Todos los enfermos lo desean y lo piden. Al explotados miserablemente, y el hambre no so liara
 gunos meses hace, el Sr. Caiiellán P. Garbari, acom- sentir tanto como en lo pasado. Para esto son su
 paitado de unos quince de estos enfermos, utrave- ficientes 4.800 Ilesos, en gran liarte ya reunidos.
 Urow la cordillera y encontraron terrenos fiscales Estoy redactando un pequeño reglamento para ei
 maravillosos i>or su feracidad y buen clima, sobre segmo y buen manejo de estos fondos ; Lsia pue
 la orilla del rio Oibita: la escursion duró veinte
 días, y volvieron encantados por lo que vieran.
 (1) V. B oletín- de Mayo, p lg . 132.
 Habría deseado inspeccionar personalmente ique-
 
 — 159 —
 pedir el reglamento al Administrador, cuando á bien
 lo tenga.
 Como ahora se está discutiendo por una parto de
 la prensa de esa capital la conducta del P. Kabagliati, y hay sospechas de que haya abusado y
 pueda seguir abusando de la confianza de las Auto
 ridades y de las personas privadas en los manejos de los
 fondos que le son enti'egados; como hay individuos
 que creen ó sospechan que estos viajes míos y estas
 visitas tienen carácter oficial, y cuestan muy caros
 al. Erario público, faculto á Usía para que diga á
 todos los que lo quieran saber, que todos mis viajes
 relacionados con los Lazaretos han sido privados,
 como lo es el actual; ni un centavo he pedido yo
 á esa Gobernación, porque no lo necesitaba. La junta
 Central de Bogotá, después de aprobar mi viaje á
 Cúcuta, y mi visita á este Lazareto, me onü'egü la
 suma de doscientos pesos de los fondos que tiene en
 el Banco de Bogotá, suma que debió ser aumentada
 en cien pesos más, porque, prolongándose la correría
 más de lo que yo había pensado, se me agotó por
 completo la primera cantidad. En San Gil, los Sres.
 Silva Otero me entregaron esos cien pesos por orden
 de la Junta de Bogotá. En este viaje, pues, que ha
 dorado tres meses antes de que yo no pueda estar
 de regreso en Bogotá, Iiabrá invertido la Junta
 Central de Bogotá la suma de trescientos pesos,
 gastados la mayor parte en bestias, fletes, potreros,
 herraduras, etc., etc.
 Esto lo digo para evitar ataques injuriosos para
 Usía ó para el que suscribe.
 Deseando que esto informe no lo sea desagradable,
 y pueda ser de alguna utilidad, agradeciendo una
 vez más á Usía todo lo que ha hecho ó pueda liacer
 en beneficio de los pobres elefanciacos, me suscribo
 de Usía su seguro servido y Capellán,
 P. E . E abagliati,
 Salesiano.
 
 fin de que de día en día se aumente el fervor de
 los fieles hacia aquella Madre, que es toda amor y
 ternura para los que á Ella humildemente acuden.
 Es mucho más sorprendente y digno de admira
 ción, si se tiene en cuenta que el dispensado favor
 no ha sido concedido á una persona joven y vigo
 rosa, sino á una señora de 86 años do edad. Estiv
 venía padeciendo congojas diarias, desdo hace cinco
 años, que la ponían á las puertas do la muerte, y
 cuya duración era de cuatro á cinco horas, imposi
 bilitándola de tal manera la respiración, que cuantos
 la observaban la veían concluir por asfixia, y hashi
 el extremo de tener que darla los últimos auxilios
 espirituales en alguno de dichos ataques. Agotados
 los recursos todos do la ciencia, según el parecer
 de reputados médicos que la liabian tratado, para
 poder remediar los referidos accidentes, por tenor cu
 bierto el corazón do tejidos grasos, única causa do
 la difícil respiración, una de sus hijas que tenía de
 voción y noticia do los beneficios dispensados por la
 Madre de Dios con el precioso lema de M aría A u 
 xiliadora, resolvió hacerle una fervorosa novena ;
 pero ¿cuíú no seria su asombro viendo que al ter
 minarla tuvo un acceso violentísimo el día último,
 creyendo cuantos se hallaban presentes que sucuinbía
 por instantes? Por la misericordia de Dios no su
 cedió asi, antes al contrario, terminó con un plácido
 y tranquilo sueño, como no había tenido en los
 cinco años que venía sufriendo.
 De dos meses á esta parte, en que le ocurrió el
 ataque con la terminación de la novena, continúa
 como nunca, esto es, tranquila, buena y apesar do
 sus 86 años, ocupada en los negocios domésticos,
 que causa admiración á cuantos la vieron y hoy la
 ven. Yo mismo, el que escribo estas lineas, he pre
 guntado á los médicos á donde fué esa capa de
 grasa de qne me hablaban; cómo desapareció. Efec
 tivamente, me contestaron, es un misterio que no
 comprendemos ni podemos atribuir á otra cosa más
 que á un fenómeno milagroso y que en lo humano
 no tiene explicación, y que sólo el poder de Dios,
 que es superior á toda ciencia, puedo hacerlo.
 Para mayor gloria do la Virgen Santísima, bajo
 el titulo de María Auxiliadora, liago publicar esta
 gracia, mientras que toda esta familia so coloca bajo
 su poderosa advocación, así como cuantos tienen no
 ticia de tan estupendo beneficio, dándola rcpetitlas
 gracias, y encomendándose desde hoy en sus Iminíldes plegarias éste fiel
 D evoto
 
 de
 
 María A oiiliadoea.
 
 Garcibney (Salamanca), 6 do Sl>re. de 1899.
 ítv-
 
 -'i'- -/re
 
 Z j o o r y s 'lo x ria . ú. la . I M l a d r e d e D i o s ,
 D a j o e l p o d e i ’o s o t i t u l o
 e le ^ f l a i á a . ^ u x I l i a d l o z * a .
 Apesar de pertenecer á esta Provincia y no muy
 distante de una Casa de P P . Salesianos, desconocía
 el glorioso título con el que encabezo esta desaliñada
 reseña, y con el que tan merecidamente rinden, culto
 á María dichos religiosos.
 Un extraordinario favor otorgado por la bondad,
 de tan cariñosa Madre, hace hoy qne dé vuelo á mi
 humilde ploma, y á grandes rasgos lo publique, á
 
 'X e s t í m o n i o <le ¿ r r a t i t r u d
 éL 3 £ a i r í a . A .u3ciíia<loxrE i.
 El 13 de Diciembre de 1899, cayó gravísiraamente enferma de fiebre una hijita de Don Ernesto
 Trueco y de D.* Cándida Vaccaro de Trueco, ita
 lianos, domiciliados en Talca (Chile) desde hace más
 de 25 años. Siguió agravándose más la en&rmíta
 María Mercedes, qne solo cuenta 20 meses de edad,
 hasta perder toda esperanza de salvarla. La tarde
 que la desahuciaron los médicos, la mamá (b la
 niña, loca de dolor y angu^ia, se lanzó á la calle,
 y filé corriendo á la vecina Iglesia de San Joan do
 
 ★A
 
 — 160 —
 Dios, de los ER. PP . Salesianos, á pedir á la San
 tísima Virgen la vida y la salud para su hijita mo
 ribunda. Ofreció una limosna al Colegio y otras
 mandas más, se rezó en el Altar de María Anxiliadora los nueve días que la mamá de la niña siguió
 rezando la novena, con gran devoción. Poco á poco
 disminuyeron los síntomas de ataque al celebro, y si
 guió poco á poco la mejoría, hasta que acabándose
 la novena, quedó la enfermita en estado de convale
 cencia. La familia Trueco es feliz en conservar á su
 hijita adorada, gracias á María Auxiliadora, y mien
 tras vivan le darán gracias por tan señalada merced.
 J . E.
 Talca, 28 de Diciembre de 1899.
 ¡ O I o r l a <l M a r í a
 i^ u x ilio a o lo » C riH tla n o s !
 A la par que cada día se demuestra más la omni
 potencia del Señor, se ve también la gran protección
 que nuestra buena y celestial Madre María dispensa
 á los que la invocamos como nuestro consuelo y am
 paro, cuando nos encontramos sumergidos en la
 aflicción.
 Hallándome enfermo con calenturas tifoideas, desde
 el 7 de Dbre. do 1899, y habiendo llegado á dudar
 de mi salvación el doctor que me asistía, por los
 funestos síntomas que presentaba mi enfermedad,
 vino á mi mente, á posar de lo grave que estaba,
 el recuerdo de que era Cooperador Salesiano y de
 que la Virgen, bajo el consolador titulo de Auxilia
 dora, protegía á los que militamos en las numerosas
 huestes patrocinadas por el glorioso obispo S. Fran
 cisco do Sales y por la veneranda memoria de Don
 Bosco. Acudí á Ella, prometiendo la publicación de
 esta gracia en el B oletín Salesiano, y á los pocos
 días estaba completamente sano.
 Gracias mil sean dadas á María Auxiliadora, y
 aprendan todos que solamente en Jesús y en su
 santa Madre hallaremos la felicidad que en vano
 buscamos en este valle de lágrimas. Cumplo gustoso
 mi promesa, y mando á la Casa Salesiana do SarríáBarcelona, la limosna de tres pesetas.
 Bu. M ariano L acambra-G arcía.
 Cuenca, 2 (le Enero de 1900.
 ¡ C A a n l> o iK la < lo » a e s M a r í n !
 Mi hijo yacía en el lecho dol dolor sin esperanza
 de vida. Un violento tifus lo tenia en los umbrales
 de la otra vida. Desahuciado de los médicos, que
 le daban á lo sumo tres días de vida, no esperába
 mos más que un fatal dosenlanco, cuando acertamos
 á implorar la protección do la que con justo titulo
 es llamada Auxilio do los cristianos, prometiéndole
 dar una limosna do 5 pesos y hacer insertar la
 gracia en el Boletín S alesiano. N o quedaron falli
 das nuestras esperanzas, la mejoría fue tan rápida,
 que ya no nos queda duda hayan sido oidas nuestras
 súplicas.
 He dado ya la limosma prometida. Suplico no se
 deje do dar publicidad á tan extraordinario favor.
 F elipe A migo.
 
 Loututf, 6 de Diciembre de 1899.
 M u r i u to d lo l o p u e d o .
 Hacia tiempo que me preocupaba el estado de
 una oersona, á Quien quiero, por hacer más de
 
 cuarenta años que no se acercaba á los santos sa
 cramentos. Empezó á encomendarla do todo corazón
 á mi buena Madre María Auxiliadora, prometiendo
 publicar la gracia en el B oletín Salesiano y dar
 una limosna. No pasó mucho tiempo sin alcanzar lo
 que tanto deseaba; dicha persona se acercó con bue
 nas disposiciones á los santos Sacramentos.
 Al darte las gracias, Madre mía, por tan seña
 lado favor y cumplir con mi promesa, te suplicóle
 alcances la perseverancia.
 L. M.
 R. O., Enero de 1900.
 H o m e n a j e d e a m o r y g T .* a titu d
 q n e p r e s t a n A M a r í a A u x i i l i a d o x ’a
 lo » n iu o » y s a le s ia n o »
 d e l O o le g ílo d e U t r e r a .
 La Pascua de Resurrección debía pasar entro nos
 otros con una corte do cadáveres, pero la mano in
 visible do María Auxiliadora detuvo la inmensa tra
 gedia cuando trescientos niños la llamaban Madre
 al pié del altar y con un alma ajena á la desgi-acia,
 se abandonaban á su devoción tan dulce y resignada
 como las líricas estrofas del M agníficat que recorría
 los tonos del entusiasmo.
 Tenemos en el altar mayor de la Iglesia uno de
 esos retablos monumentales que tanto se admiran en
 España, legado escultural de nuestros antepesados,
 que sabían revestir los templos do metales tan bri
 llantes como su fe, y tallados tan perfectos y miimciosos como su piedad proverbial en todo el mundo.
 Tiene el altar dos órdenes de arquitectura sobrepues
 tos con seis estatuas laterales de tamaño natura).
 Una de éstas, la superior de la izquierda, tal vez
 porque flaqueara el pedestal, se desplomó al termi
 narse las sagradas funciones, arrastrando el tem
 plete y varios macizos de ornamentación, quo llenaron
 de escombros la parte dol presbiterio donde minutos
 antes sentábase el Sr. Director con otros dos minis
 tros y un clero numeroso que hubiera dejado muchas
 y muy sensibles victimas.
 De haberse adelantado el accidento algunos mo
 mentos, tocaríamos tan luctuosas y terribles conse
 cuencias, que no so pueden columbrar sin que la
 pluma vacile de estremecimiento, y pai-a que lo so
 brenatural saliera á la evidencia, le sobrevino al Sr.
 Director, en el altar mismo, la inspiración instan
 tánea y al parecer inmotivada, do omitir el sermini
 que había preparado, estrictamente prescrito á los
 salesianos en tales solemnidades, con el cual so liubicra dado lugar á la irreparable catá.strofe.
 Es tan extraordinaria la asiduidad con que escuda
 á su Obra la divina Inspiradora de D. Bosco, que,
 á través de los densos vapores del racionalismo, se
 oyen todavía en este siglo decrépito las palabras Jo
 Isaías: < Ecce non est ábbreviaia manus Dom in i ( 1 ) * y en cuanto al hecbo que nos ocupa,
 puede asegurarse que el que desmintiere la inter\-encion del cielo, debe de estar tan cegado por el polvo
 de las preocupaciones pscnso-racionalistas, como las
 apelilladas ruinas dol retablo.
 ^ ^
 Utrera, 16 de Abril de 1900.
 (1) Isai. 69-1.
 
 —
 
 161
 
 —
 
 P a ia g iu iy . — N iu o s d e l C o le g io í^alesiaiio d e A su n c ió n .
 
 —
 
 162
 
 Fernando Bolaños, de Granada (Nicaragna): Cumplo
 OOQ ntia protueaa ofrecida á María Aiix. y mando una
 limosua dw 50 cv. — Josefa Dolores Callado, de Id.:
 Doy gracias íí María Anx. por favores recibidos, y
 mando para sn templo una limosna de 5 pesos- —
 Maria de Bonilla de Id.: Doy gracias á María Anx.
 por un favor recibido y mando una limosna. — Fia
 Tollo 8 do Jtuiz, Feliciana Paladino y jFjjm'Í ío Jilalespin,
 do Id.: Damos gracias lí M.“ Aux. por favores reci
 bidos, y mandamos 40 cv. cada uno. — Maria Emilia
 Gómez do Jlobleto, do Id.; Doy gracias ú M.® Anx. por
 favores recibidos de sn mano, y mando una limosua
 de 50 cv. — M. Justino Pacheco, de Arequipa: Doy
 gracias ú M.® Anx. por habotmo curado de una pelieiiformodad. — Domingo Soldati, de Valparaíso:
 f rosa
 [aliándome en la necesidad do tener que i>ngar una
 crecida suma á mi parecer injusta, empecé con los
 niños una novena á María Aux. y el asunto resol
 vióse satisfactoriamente. — Josefa Pon de Oller, de
 Barcelona: Gracias mil sean dadas á mi buena Madre
 M.“ Aux., por oí bonclicio que me ha alcauzado, de
 volviendo la salud á mi Injo que estaba gravemente
 enfermo y sin esperanza desalud. — Una devota de M.
 Attx., de 6ta. Olalla: Kn agradecimiento á los muchí-simos favores q^ue do esta lieinay Señora de mi alma
 recibo, remito la limosna de 250 ptas. que quiero se
 empleen en su honor, y la pido que proteja siempre
 i toda mi familia, y lleve á la gloriad mis difuntos.
 — Una Cooperadora Sales., do Puebla: Habiendo sido
 atacada mi hermana de mía insolación que puso
 en peligro su vida, y careciendo de médico y medi
 cinas, nivoqué d María Aux. y d las pocas horas mi
 heriiiaua estaba fuera de peligro. — Luz Ramos de
 Uerras, de Chalohicoinula : Graiuíe era mi aflicción por
 el estado de una enfermedad grave en los ojos; acudí
 d María Aux. con una novena, y al concluirla me he
 visto libro do esta enfermedad. — 2f. de los Angeles
 Garda, do Puebla: Estando gravemente enferma de
 un tumor, toniorosa de ser operada acudí d M.“ Anx. con
 una novena, y antes de concluirla curé de una manera
 asombrosa. — M. Lavara do Id.: Doy gracias d María
 Aux. por un señalado favor recibido. — Luis G. Del
 gado, de Cuestablauca.* Doy gracias d M.® Aux. por
 un favor especialísimo recibido de su bendita y ado
 rable mano. — Una devota, de N.: Habiendo conse
 guido el alivio de mi esposo de un cáncer en la gar
 ganta, doy gracias d Moría Aux. — J. G. J., de Puebla:
 llubiendo tenido aflicciones gravísimas, acudí d María
 Auxiliadora, le pedí con fe que me favoreciese, y no
 solo me remedió la aflicción, sino otros muchas. —
 Pedro C. Ablanech, de la Hda. de Sta. Ana do Abajo:
 llalldhame padeciendo hacía sois meses do una en
 fermedad para mí desconocida, que me ocasionaba
 unas ansias mortales, con gravo riesgo de la vida:
 hice una novena d M.“ Anx., y bien pronto recobró
 la sa lu d .— J. Jf., do Chnlchiconmla; Estando en
 ferma del corazón, y habiendo visto d muchos médicos
 para que rae quitaran una ansia quo me hacía sufrir
 mucho, sin conseguir nada, acudí d M.‘* Aux. y ob
 tuvo ío que deseaba. —
 N.; Doy gracias ú María
 Aux. y al glorioso Patriarca S. José por haber obte
 nido la conversión do un miembro do mi familia. —
 Dolores Manleon; Ilallámlome yo ouferma do la vista,
 y mi hija do alaquM opilépticos y mi hyo do fiebres,
 acudí a M.* Aux., y esta buena Madre «liguóso oirme.
 — Dolores Rivadenepra, de Puebla : Habioudo agotado
 todos los recursos que d mi alcanoe estaban pura lo
 grar que una persona mo pagase lo que me debía,
 penliua ya toda esperanza, acudí d María Aux., y aí
 terminar la novena recibí el dinero. — Pascuala Ró
 sete: Deseando una colocación para mi esposo, luo eneomoudé d María Anx. y la obtuve. — A. T., de Orihnela: Doy gracias d María Aux. por uu grau favor
 alcanzado. — J. T. M., de Sta. Ana (Costa Rica):
 Desdo liaoe muchos afios padece mí esposa uu fuerte
 dolor do cabeza, quo le pone sin acción en el onerpo,
 pues siente quo la cabeza so le abre, durándole al
 gunos días, después de muchos temedlos. Ultimamente
 Lo atacó cou tanta fuerza, que loe remedios fucrou
 inútiles, luvoqué d María Aux., le hice varias pro
 mesas, Y la cufermodad desapareció inmediatamente.
 Una Coop. Sales, de Méjico; Carmen Bereuguer, de
 Pinoso; M. Lavara, de Puebla; Angel Díaz, de Sta.
 
 Cruz de Campero; Q. S. H., do Salamanca; Sor M.®
 del Carmen Suarez, de Sevilla; Luis González, de
 Madrid, y el Director de la Casa Salesiaua de Arequipa
 nos han remitido relaciones de favores recibidos de
 María Auxiliadora, las cuales l a s p u l> lic n i* e 1 1 1 0 S <1 l a iiia y o x * b r e v e í l a t l , o u a i u l o
 ú o a c la u u a l a lle g ^ u ^ s u x * e s p e c tiv o
 t u x 'u o .
 
 UESTRA
 
 — *
 C O K R E S P O IÍD E IÍO IA
 
 fi
 ^ 4
 
 mmA.
 Sr. Director ilel B oletín S alesiano .
 *0 extrañe V. si con tanto retardo le en
 
 vío la relación de la fiesta celebrada
 en honor de nuestro Patrono S. Francisco de Sales, pues no nos ha sido
 posible celebrarla hasta el día once de los corrien
 tes; y esto á causa de la influencia 6 dengue,
 como aquí se le llama, que de un modo alarmaute
 sentó sus reales en esta capital, principalmeuto
 durante los meses de Diciembre, Euero y Febrero.
 Muy contadas eran las familias que no tuviesen
 algún enfermo ; hubo algunas que tenían varios
 coutcmporaueainente, y otras en que lo eshibau
 todos.
 A causa de esto importuno huésped, creimos
 conveniente retard ar la fiesta hasta que so liuhiese marchado. Pero filó el caso que al mar
 charse de la ciudad, entró en nuestra ca.sa, pre
 cisamente cuando monos lo esperábamos. Y no
 86 crea V. que hayan sido pocos los atacados por
 tal enferm edad; casi todos tuvieron (pie pasarla
 Y hubo dos ó tres días quo esta casa parecía un
 hospital. Sin embiu-go, debemos dar gracias á
 María Auxiliadora, porque la enfermedad so
 presentó cou caracteres muy heiiiguos.
 Fijamos la tiesta para el día sobredicho, c in
 vitamos á nuestro muy apreciado Superior D. Fe
 lipe M.® Rinaldi para que la realzase cou su
 presencia y tuviera la Confei*encia A los Coope
 radores Salesianos.
 Con él, y con algunos días do anticipación,
 vino también el Rdo. D. Honorato Zóecola, cate(piista do los artesanos de Sarriá, para encargarse
 h>s dos do los ejercicios espirituales de los niños,
 que cou tan buenos predicadores, no pudieron
 menos do sacar mucho fruto de ellos. Se conclu
 yeron los ejercicios con la Fiesta de S. Francisco,
 celebrando la Misa do Comunidad nuestro Supe*
 rio r; D. Zóccola cantó el Oficio.
 A las tres y media debía verificarse la confe
 rencia, pero media hora autos empezó á llover
 cou tales ganas, que se las quitó á casi la tota
 lidad de nuestros Cooperadores para asistir. No
 olvide V. la distancia que m edia entre Gerona y
 nuo.stra casa, y la poca comodidad que hay par»
 tnu<hidarso á ella.
 En vista de la escasa concurrencia, nuestro
 Superior se propuso decir solam ente algunas na-
 
 — 1Ü3 —
 labras, para no despedir ayunos á los que con
 tan buena voluntad habían desafiado las incle
 mencias del tiempo. Y sucedió que m ientras iba
 hablando, iba tam bién aum entando el núm ero de
 los concurrentes, y esto fuá causa de que en lu
 gar de pocas palabras, resu ltara una regular con
 ferencia.
 Como se supone, entre las varias cosas de que
 trató, y que dejo para no ser largo, una fue la
 iglesia en construcción, expresando su m aravilla
 al verla tan adelantada, y felicitando á los ge
 nerosos cooperadores de esta provincia, que con
 su óbolo concurren para sufragar los cuantiosos
 gastos que ocasiona. Demostró tam bién la abso
 luta necesidad que tenemos de ella, debiéndose
 limitar el mímero de asilados por falta de local.
 En la colecto que se hizo desinies en favor de la
 nueva iglesia, se recogió una regular cantidad,
 y esto dem oitró que los que se habían im puesto
 el sacrificio de venir, á pesar del mal tiempo,
 supieron tam bién imponerse el de privarse de
 algún dinero para favorecer obra tan santa.
 Éntre los demás m uy apreciados cooperadores,
 tuvimos el gusto de ver á la Sra. D.* Dolores
 Guitó de Almeda, m adrina de la nueva iglesia,
 y su muy apreciada mamá y distinguida familia.
 Antes de la Bendición con S. D. M., que dió
 nuestro Superior, los asilados cantaron un mo
 tete del m aestro Melazzl, que gustó muchísimo.
 La fiesta se acabó con un concierto dado en el
 patio por la banda iuscruiuental de la casa.
 Ya dejo dicho que la iglesia está bastante ade
 lantada. Pero me parece que V. no estaría satis
 fecho si no le dijera á que punto están los tra 
 bajos- P ara que V. no tenga de mí motivo
 (le queja, y p ara cum plir con mi palabra de
 tenerle al corriente d e lo^ trabajos, le diré que
 ya están hechas las bóvedjís del sótiiuo, el cam
 panario está tam bién acabado, se está dando la
 última mano á la fachuda, las bóvedas de arriba
 ya están medio hechas y se trab aja en el coro.
 Si alguien preguntara quien ha hecho todo
 esto, yo le contestaré con las m ism as palabras
 de nuestro F undador D. Bosco, respecto de la
 iglesia de María A uxiliadora de T urin, á saber:
 todo lo ha hecho María. Pasan de sesenta los que
 me declararon haber sido favorecidos por María
 Auxiliadora, recomendándose á las oraciones de
 nuestros asilados, ó haciendo celebrar una misa,
 y todo esto desde que se colocó la prim era piedra.
 Como es n atu ral, casi todos dan una limosna para
 su iglesia, en agi-adecimiento del favor recibido.
 Lo recogido llega actualm ente á 9.753 Ptas. Bueno
 es observar que tal suma ya está desde hace
 tiempo agotada, porque los gastos pasan ya de
 15.000. La Virgen Auxiliadora se encargará de
 ayudarnos para salir de apuros, favoreciendo á
 cuantos dan ó prom eten d ar una limosna para su
 templo.
 Creo conveniente añadir aun una palabra, an
 tes de concluir esta relación. Como todas las
 o b r^ de Dios tienen contrariedades, así tam bién
 ésta de la nueva iglesia no podía quedar exenta
 de ellas. Obra del demonio fué siempre la de
 procurar de poner entorpecim iento á las obras
 que deben redundar en mayor gloria de Dios, y
 *»to mismo procuró hacer con nosotros. ¿ Y sabe
 V. cómo? Haciendo correr por aqm' la voz de que
 nos había presentado un paisano, y sin decir
 quien fuese, nos había entregado nna crecida
 «ana, más que suficiente p ara cubrir todos los
 ÍMtos de la iglesia, lo cnal es falso de toda fal
 sedad. Creyó el malvado que con esta fábula nos
 
 privaría de ulteriores limosnas y tendríam os que
 p arar las obras. Pero ¡Viva Dios y María Auxi
 liadora! por esta vez se llevará un solemne
 chasco, porque las obras siguen y seguirán á pe
 sar suyo, y las limosnas, aunque poco á poco, se
 van aumentando.
 Cuando comencé á escribir esta correspondencia, estaba muy lejos de pensar que resultaría
 tan larga. No sé explic-arme lo quo me pasa
 cuando le escrilm á V. Desearía sor breve, y ul
 mismo tiempo decírselo todo, y acabo siempre
 con ser largo, de lo cual le pido por favor me
 dispense y me crea suyo
 Afmo. in C. -K
 S.\NTiA<;o G iuonk , I‘bro.
 G enuia, 25 do M arro de 1900.
 
 —
 
 ^
 
 —
 
 ASUNíMí^N (Para'jTUiiy).
 fConchisionJ. (t)
 Y he aquí que llegamos al día de la fiesta. Por
 la maiiana todo el pueblo y gran número de per
 sonas, venidas de los pueblos cercauos á caballo
 y en carretas, asistieron á la celebración d (3 las
 Misas, acercándose muchos de ellos á la Sagrada
 Comuuion, con nuestros niños. A las 8 i/j> dióse
 comienzo á la Misji solemne, que fué cautada con
 acoDipauamiento de banda. Después del Evangelio,
 nuestro P. Director, que oficiaba de celebrante,
 subió al púlpíto, y anim ada su natural elocuencia
 con la visto del numerosísimo gentío y con el
 recuerdo del solemne recibim iento, pronunció su
 discurso con palabras tan llenas do fuego, que
 arrebató á los oyentes. El Sr. Cura se había si
 tuado frente al púlpito, y i>or todo el tiempo que
 duró el sermón ni tomó asiento, ni apartó la
 vísta del predic;ulor; cosji que nos edificó á todos.
 Aquello fué un trimifo de elocuencia de parte de
 nuestro amado Director, y un derroche de piedad
 de parte del pueblo.
 Term inada la Misa, se organizó la solemne Pro
 cesión de Corpim. que aquí se acostumbra hacer
 el día mismo del P atro n o , reservando p a r a la
 tard e la de éste. Iluelgjui comontnrios sobro lo
 religioso y soUnnue del acto ; como también sobre
 lu piedad y coní|K)stura de los devotos. Las prímerjis autoridades del pueblo Imeían acto de pre
 sencia, orgullosos de jmder tom ar jm rte activa en
 ella. Se conclnyó con «1 canto de un solemne
 Tantum ergo. Después do comer y antes de la
 Procesión que se debía hacer por la tarde, el Sr.
 Jefe nos invitó á dar una vuelta por el pueblo; y,
 ¡cosa adm irable, Sr. D irecto r! notamos entonces
 qne no tan solo se habían adornado las calles
 con ocasión de nuestra llegada, sino que habían
 sido tam bién blanqueadas todas las casas, lo que
 daba un aspecto tan aseado y candoroso, que en
 cantaba. £ls más : varias semanas antes de nues
 tra llegada, el Sr. Jefe Político había invitado á
 los vecinos para cmni)oner la picada (camino á
 través del bosque), imrque estaba echada á j>erder,
 constituyendo un serio jieligro para las carretas.
 Bastó esta invitación jtara qne más de 60 hom
 bres se pusieran incondicioaalm ente á disposición
 del Sr. Je fe ; así es qne en poco tiempo, relativa(1) V. B oum s de Mmyo, pág. 139.
 
 — m
 m ente al trabajo, arreglaron aqnel camino, cor hacia los vecinos de S. José. E ra ya mny tarde,
 tando árboles, rellenando zanjas y basta desviando y tras breves preparativos para estar listos para
 el camino donde no adm itía compostura, y esto p a rtir al rom per el día, fuimos á tom ar descanso
 debajo de los naranjos.
 en el trecho de legua y media.
 Y aquí, Sr. D irecto r, vienen U dolenü note;
 A las 4 se cantaron las Vísperas y se sacó en
 Procesión al Santo Patrono del pueblo, con la había llegado por fin el día de la partida. Eran
 misma solemnidad y con igual devoción que por las 11 de la noche y el Sr. Cara todavía daba
 órdenes á los sirvientes y cocineros atareados en
 la m añana. Al term inar dicha procesión, nuestro
 P . D irector subió al prim er descanso de la torre prepararnos el viático. A las 3 de la madrugada
 y a descrita, y desde allá, teniendo á sus pies al empezaron á repicar' las campanas para invitar
 pueblo entero que llenaba la ancha pradera ó plaza, al pueblo á qne acudiese á la iglesia, pues los
 como quiera llam ársela, tejió el panegírico del SalcsianoB se iban. A eso de las cinco, signiendo
 santo, hallando siempre nuevos y bellos conceptos el repiqueteo, nos despertamos y dirigimos á la
 encaminados ó enfervorizar siempre más y más a iglesia para cumplir con nuestras obligaciones de
 aquellos devotos, que lo escuchaban con creciente buenos cristianos, y á continuación nos restau
 avidez. Concluido id sermón, una n iñ ita do seis ramos bien con un abundante y suculento al
 muerzo. Cargados los bultos en las carretas, pa
 años declamo una muy tiern a poesía al Santo, la
 que, impresa eii hojas sueltas, fué repartida á la samos por la iglesia para despedirnos de Nuestro
 Señor Sacramentado j en la puerta nos esperaba
 m ultitud. Se acabó con la bendición con el Santo,
 y acto continuo la banda ejecutó unas cuantas el Colegio de varones uniform ado, con á la ca
 piezas en la plaza. Después de la cena, ya que beza su digno preceptor, que nos leyó un disenso
 el ilulce res¡>landor de la luna y el aire tibio y de despedida •, después de él, tomó la palabra uno
 de los luayovcitos en nombre de sus compañeros,
 perfumado invitaban á pasearse, dimos una vuelta
 con nuestra banda por el pueblo, parándonos para con el mismo ñu de darnos la despedida. A estos
 contestó nuestro querido D irector , aunque coa
 saludar á las familias principales.
 Al día siguieute, fiesta de S. R oque, volvimos palabra poco segura, embargado por la emodon.
 á repetir la misma función del día anterior. Misa Luego, como á la venida, empezó á desfilar uaa
 cantada con acompañamiento de banda, y sermón procesión imponente, tanto más en cuanto que
 dcl R. P. T u n iccia. siempre fecundo y feliz en reinaba entre ta n ta m ultitud de personas un ri
 guroso silencio j el dolor ataba las lenguas. El
 sus concepb)8. So llevó en procesión la estatua
 de S. Roque, con la misma solemnidad con que B. Cura Párroco tomó de la mano á nuestro Di
 el día anterior se había llevado la del Patrono j rector, y así fué caminando, caminando silencioso
 fuó por lUtimo dada la bendición, poniéndose con la cabeza baja, siü dar ningún viva. Así feitérm ino á las fiestas religiosas. P or la tarde nues nios hasta casi un kilómetro del pueblo, sin que
 ni el Sr. Cura, ni la gente qne nos segnúa diesen
 tros niños se divirtieron librem ente en la ancha
 pradera, al lado de la iglesia. Los vecinos se di señal de querer volverse j hasta que por fin',
 aprovechando nuestro Sr. D irector, del paso de
 virtieron inm ensam ente conteraidandosusjuegosj
 riyémlose porque loa muobachos se caían j riyén- un pequeño arroynelo , rogó encarecidamente ,‘U
 dóse porque se alcanzaban j riyéndose porque se Sr. Cura que no se cansase tanto, pues ya estabnn
 dalmn pelotazos j eu fin, riyéndose porque los lejos del pueblo. El Sr. Cura no tuvo fuerzas para
 niños 80 roían. Se me olvidaba, Sr. D irector, que resistir ni para decir n a d a ; echó los brazos al
 la noche de nuestra llegada, la escuela de ninas cuello del P. Turriccia y dió rienda suelta á sns
 nos dedicó un muy bien preparado certam en, en lágrim as; los músicos perdieron su brío y hubo
 el que hubo declamaciones y cantos muy varia que concluir la pieza que tocaban, casi de impro
 dos. Al concluir la velada, el P. T urriccia impro viso; los piadosos feligreses que nos rodeaban, al
 viso un discursito de agradecimiento á la digna contemplar al anciano Cura tan conmovido, o lo
 M aestra y á sus aprovechadas discípulas. La te r acompañaban en el llanto, ó bien, haciéndose los
 distraídos se daban vuelta á otro lado conleaieLilo
 cera noche volvimos á rodear el pueblo, saludando
 á las familias que habíamos dejado la noche an á dunvs penas las lágrimas. P o r fin hubo que de
 terior. Digno de nota es que en todo aquel día cidirse, y después de abrazado repetidas vocea al
 fueron llegando al P. Turriccia cartas y más car bueu CuVa, salvamos de un salto el riachuelo, su
 ta s de felicitación, que loa buenos vecinos lleva bimos eu nuesti-os caballos, los niños se alojaron
 ban personalm ente 5 pero ¡cosa aún más particu eu las carretas y nos alejamos, acompañados por
 muchos hombres á caballo. El Sr. Cura, de pío
 la r! en cada carta iba Incluida alguna limosna;
 nos felicitaban y soeovnau nuestra pobreza, obe en medio de sus queridos feligreses y sin pod«
 deciendo á una simple indicación de su digno articular palabra, quedó con el sombrero en w
 mano, agitándolo siempre que uno de nosotros te
 C ura Párroco.
 Aquella noche. vUtima de nuestra permanencia volvía pava darle uu xUtimo á Dios. Al e n tra rla
 en S, José, fuimos recibidos, al en trar en casa carretas en la jJícado, que antes habíamos pasado
 del Sr. Cura, por mía lum inaria am bulante muy durante la noche, los ñiños bajaron de ella.s,qmtáronse el uniforme y empezaron á perseguir pá
 fantástica: eran mujere.s, niños y hom bres con
 farolillos en las manos, rodeando al simpático jaros V monos, que abundan en el bosque. Parecía
 joven Sr. Frutos, el cual nos leyó un discurao de del todo imposible la caza de este último animn>,
 mucho mérito, que declamó cou la gracia y el no contando con ningún .arma de fuego, y el brbrío que lo car,icterizan. Nuestro D irector halló Jefe, que había quedado con nosotros para acom
 todavía palabras y frascvs nuevas para agradecer pañarnos basta Caballero, se reía muy á su aabor
 por centésim a vez estos m uestras de sim patía al pensar eu los girones de camisa que los inex
 trib u tad as jun* el vecindario de S. José á la So pertos cazadores dejarían como trofeo por el bos
 ciedad SaU'siana. Dirigiéndose en su discurso á que ; pero ta n ta m aña se dieron los diablillos, qulas priucipale.s autoridades del pueblo, les pro lograron encerrar en un círculo á toda una
 puso que eligiesen algán huerfanito imís necesi inilia de monos. Ya la victoria era segara;
 gritos de júbilo llegaban al cielo, y certeuis t '
 tado y lo enviaran al Colegio ‘‘ Mons. Lasagna,”
 como prenda de gratitud de la Sociedad Salesiaua pedradas al cuerpo de los animales, que no te-
 
 mmm
 — 165
 nían otro escape que las copas de los árboles.
 Nuestro D irector y todos bajamos del caballo y
 nos internam os en el bosque p ara presenciar la
 caza; era el momento oportuno; el mono más
 viejo, al y er cortada su fuga por otro pequeñito
 que se asía de él, dióle ta l bofetada, que el pobre
 rodo por el suelo, donde lo atraparon los niños*
 faé atado fuertem ente y llevado ai Colegio, donde
 ya vive contento. Con las provisiones que tenía
 mos en las carretas, pudimos almorzar espléndida
 mente, á la m itad de nuestro viaje. Pernoctam os
 al pié de la cordillera, la cual pasamos al des
 puntar el alba del siguiente día, no siendo p ru 
 dente pasarla de noche por lo peligroso del
 camino. A eso de las 8i/g ya estábamos en la es
 tación de Caballero. Nos despedimos con m ucho
 sentimiento y cordialidad de nuestro amigo el
 or. Jefe Político; y á las 9, embarcados en el tren,
 volvíamos para nuestro querido Colegio de A sun
 ción con mil g ratas impresiones de tan hermoso
 paseo, que deseamos se rep ita otro afio y otro
 mientras continúen en S. José las simpáticas p er
 sonas que nos hicieron tan placentera nuestra
 permanencia en dicho pueblo.
 Sr. D irector; he concluido m i charla. Si fuera
 de algún provecho p ara los lectores del B o letín ,
 sen gloria á D ios; y si en cambio fuere de m or
 tificación y penitencia p ara algún p u ris ta , tam 
 bién sea g lo n a á D io s; porque con esto habría
 ganado m éritos p ara el cielo. Mande V. como
 guste, y ruegue al mismo tiempo por este
 S. S. y herm ano en Jesús y. María
 J . N., Pbro.
 Asunción, 29 de Setiem bre de 1899.
 
 que no quieren ya esta fe salvadora del mundo.
 L a prim era Misa en la nueva Iglesia, que fué
 tem bien de Comunión general, la celebró el Sr
 Delegado Apostólico, lim o. Sr. D. Pedro Gasparri,
 el día del Santo: á la solemne asistió el ^ ñ o r
 Obispo de Eiobam ba (Ecuador), Señor D r D Ar^ n io . ^ d r a d e ; tejió las glorias dol Santo el Sr.
 D. Emilio Matovelle, fundador de los Oblatos de
 M ana, desterrado de la p atria dol gran García
 Moreno, como el Obispo de Eiobamba.
 i« c J
 n n ^ tr o nuevo Prelado adm inistró
 la bta. Confirmación, concluyéndose la fiesta
 con la bendición con S. D. M.
 El dia siguiente celebróse una Misa solemne en
 sufragio de los Bienhechores difuntos, y el 80 la
 D B o sw ” ^'^^°
 nuestro Padre
 Dios bendiga á todos nuestros bieuliechores. á
 nuestros niños y especialmente bendiga y remu
 nere á los celosos y benignos Prelados, que con
 o
 V presencia tanto realce dieron á catas
 sencillas fiestas salesianas, que abren el año 25
 de la Obra de D. Bosco en la América Latina.
 De A., Sr. Director, S. S. y hermano
 Callao,
 
 11
 
 A n to n io S a ni , l>l)ro.
 dei F ebrero de 1900.
 
 V A lPA gA IBO (CMíe).
 Señor D irector del B oletín S alesiano .
 
 AiiBiEN Valparaíso puede empezar á fi
 gurar en el campo de la Obra SaleX>^
 K>-<-------- siana. Hace ya seis años que la caridad
 sm p ar de la bondadosísima Sra. Coo11
 Pcradora Dona Ju an a Ross de Esdwasds
 U l\M
 (P o rú ).
 nos llam aba á ésta y nos cohicaba en la deliciosa
 Quinta V addington, que ocupa uno de los lugares
 Sr. D irector del B oletín S alesia no .
 más hermosos é higiénicos de la ciiuhul. D ^ e
 entonces, trabajamos con nJiinco jior el bien de la
 JoR encargo del Sr. D irector de nuestra
 « casa de L im a , doyle relación de juventud de este puerto, ya s.-a íon los talleres
 estudios y oratorios festivos. Sin <mila hermosa fiesta que celebramos en
 bargo, lo reducido del local lim itaba nuestra
 nuestra casa de Breña el día 29 de
 acción, no pudiendo tener si no unos 140 internos
 c 1.’
 .
 solemnidad de nuestro Patrón
 o. francisco de Sale.s, con motivo de la beiidid e ^ d a rri?
 Salesianos Porteños
 de dai á su celo una esfera m.ls amplia, con
 tie rn p í ^
 Iglesia, erigida aquí en breve
 verdadera nmgniGcencia digna de su gran cora
 Colegio del Callao, con su personal do- zón. jionía manos á mía obra el año pasado, i»or
 cuite Tíos cantores, se unió á los amigos limeños
 di* í n í
 Ja gratitud
 de los Salesianos y de la juventud desamparada
 d A*
 solemnidad á la fi¿ ta , pero lo
 P''es, ini espléndido edificio
 sínli.^ A
 im portancia al acto y
 auplm á la pobreza de la nueva Iglesia, aun no nuevo para a rt^ a n o s, con amplias modificaciones
 in c lu id a , pues falta ser decorada en su interior
 d p /o t? n
 <Ieparlnmento, separado
 i i t í í S eolainente por la capilla, colocadá en el
 á iS n í? » ® ^
 « t e r i o r ,f u é l a presencia do tres
 ^7 I*’'
 ■^ícne á tener más de 100
 gmsmios I^elados, que se ofrecieron gustosos
 inetTos de largo, con todas las comodidades po8ible.s para salones, talleres y sobre todo pm ^
 0“
 dormitorio.^, que son adm irables por su elegancia
 Iglesia, la hizo la limpieza
 é higiene.
 S i f
 28, el Sr. Arzobispo de Lima,
 En cuanto este acabado, podremos tener unos
 S S L Íf
 concluir dirigió la palabra á los
 finenos Cooperadores, fieles v niños nresentí^a
 ^
 í
 estudiantes, formando
 así una Casa Salesiana bastante numerosa.
 « " i "
 cémo
 Con grandes fiestas procuraremos inaugurar los
 una nueva Iglesia es el centro de u na nueva vida
 nuevos edificios, una vez que estén concluidos
 L
 .
 Il'^sco la Iglesia era el lo
 que no será hasta Marzo del 1901.
 ’
 Pnoiipio de la refomi.a de los coi-aimes tiernos
 Un artístn » salon-teatro, en construcción, nos
 M
 en fin, á todos para que
 w desengañaran, porque era tiempo de seguir las d ara comodidad para festejar á nuestros buenos
 ncjjs qne salen de la Iglesia, es decir, la fef v que A p e ra d o re s , y alegrar á los niños que la Virgen
 A uxiliadora nos ira mandando para hacerles fe
 «ío (Icbpnios dejam os enredar pur ciertas g¿ntes,
 lices; y estos ninos no dejarán por toda su vida
 
 1C3 —
 ü ^3 ensalzar con nosotros al gran D.Boaco, y á la
 que para ellos es bondadosísima madre.
 Ruegue V. ¡i Dios para que nuestro risueño
 porvenir sea cuanto antes una consoladora rea
 lidad.
 Afmo. her. in C. J .
 D omingo S oldati, P bro .
 V nlparnlfio. 13 de F e b re ro d e IflOO.
 
 Rdo. D. Cuis de p ilan y Sequedo.
 ' l día 10 de Marzo falleció en la ciudad
 do Gerona este insigno Cooperador Salesiano. Con cuanta predilección mirase nues
 tra Obra, bien se manifestó en los prime\ 5 —x '-i/ tos días de la instalación de la Colonia
 Agrícola en aquella capital, cuando nuestros herma
 nos, faltos do todo, vivían,en una casa alquilada.
 Les hacía frocuoutes visitas, enterándose de sus ne
 cesidades y ofreciéndose en todo lo que les hiciera
 falta; y oii más de una ocasión les sacó de ver
 daderos apuros.
 ■
 Siendo simplemente beneficiado, su sueldo no era
 muy crecido, y por esto ahorraba en todo lo que
 podía para favorecer á las obras piadosas y la edu
 cación de la juventud desvalida.
 Era un sacerdote ejemplar en todo, y muy esti
 mado de cuantos tuvieron la dicha de conocerle }
 tratarlo.
 Desde hacia algunos años, su salud dejaba algo
 que desear. Con todo, no perdió nunca la tranquili
 dad y conformidad con la santa voluntad do Dios.
 Su muerte fué la do los santos. Encomendamos
 su alma á las oraciones de nuestros beneméritos
 Cooperadores.
 
 D.“ Casilda de Iturrizar y UrquUo
 Viuda de €palza.
 ^I^ENDITA sea su memoria! lia muerto, y alborean para su nombre los resplandores de
 \t T \ nueva y más gloriosa vida. La muerte
 rospotó aquolla íxistencia bienhechora hasta
 }-a senectud avanzada (1818-1900), desen
 vuelta, en su largo curso, sin apenas dolencias, plá
 cidamente extinguida iwr ol rigor de las leyes natu
 rales, para dar imuTjen á los vuelos de la inmor
 talidad.
 ,
 ,
 Durmió en el ósculo del Seilor, confortada con los
 Santos Sacramentos y todos los auxilios espirituales,
 iH'udeeida además eu nombre del Pontífice; bende
 cida, llorada y aclamada por los ministros y los
 amisros do Jesucristo.
 Quiso Dios que sobreviviera ella á sus hermanos,
 
 á sus cercanos parientes, á respetables amigos, todos
 más jóvenes, para descansar en los brazos amorosos
 de sólo su áíigcl inspirador: la caridad.
 Copiamos do la prensa bilbaína; « Su muerte faé
 en el ósculo del Señor, recibidos los Santos Sacra
 mentos y la bendición Apostólica: la noticia se ex
 tendió por Bilbao como una nube de tristeza: sin
 haber invitado á nadie, concurrió á su entierro y
 funerales todo lo más saliente de nuestra capital,
 formando en el cortejo fúnebre secciones de los Co
 legios del Corazón de María y demás fundados por
 la difunta, y en el duelo, que presidieron los Sres.
 Presidentes de la Diputación y Exemo. Ayuntamiento,
 D. Victoriano de Zabalinchaurreta, D. Tomás Epalza,
 D. Benigno Chávarri con los venerables Párrocos de
 San Antón y Santiago, viraos confundidos en los
 mismos afectos de simpatía y luto por la difunta á
 los miembros de todas las Juntas con sus Presi
 dentes, comisiones de todas las órdenes religiosas,
 muchísimos sacerdotes, el clero de todas las parro
 quias y una selecta y numerosísima concurrencia,
 elementos todos que en pos del modesto féretao que
 escondía los restos de la llorada dama bilbaína, ve
 nían á dar idea y semejar algún tanto la proftmda
 y extensa estela de dolor que á su muerte ha dejado
 entre nosotros la opulenta y caritativa viuda de
 Epalza.»
 j V
 A su generosa é inagotable candad se deoen:
 Iglesia, residencia y Escuelas del Sagrado Corazón
 de María, en Bilbao. — Escuelas de la calle del
 Tivoli, cedidas al Exemo. Ayuntamiento. — Escuelas
 nocturnas para obreros y cigarreras de la calle de
 la Ronda. — Casas y solares para el establecimiento
 del Patronato de Obreros, é iglesias de las Siervo
 de Jesús, Ministras de los enfermos. Llevó acaw
 además otras obras de grandísima importancia, siendo
 cuantiosos los donativos que distribuía en favor de
 toda clase de Obras piadosas y Comunidades y Am ciaciones religiosas; aparte de la protección á nmchos
 jóvenes para seguir carreras eclesiásticas ó civiles;
 dotes para doncellas pobres, pensiones á familias
 vergonzantes, préstamos incobrables, suscripciones
 paia todas las peticiones, establecimientos, calami
 dades, necesidades generales y particulares.
 Esto es lo do bulto y relieve; lo que aparece a
 los ojos del público y se ha celebrado con aplausos.
 Mas la señora formaba empeño en que se mantu
 vieran ocultas sus limosnas abundantes, y su ^zo
 jirincipal estribaba en favorecer a familias decaídas
 do alta posición, manteniéndolas bajo su sombra con
 decoro y silencio.
 La Obra Salesiana no ha sido una de las menw
 fiivorocidas de tan caritativa y piadosa señora. Amante
 cuanto más del pobre pueblo, no podía menos de
 mirar con predilección una Obra como la nuestra,
 cuyo principal objeto es precisamente la moralización
 de los niños pobres y abandonados. Muchos son los
 beneficios do que los Salesianos de Bilbao van deudores
 á esta Señora, cuyo santo recuerdo consert-aran
 siempre. ¡Densanse en paz tan virtuosa y santa
 Señora!
 
 — 167 -
 
 Don €varisto Carabias Euste.
 ^üBid en Béiar el 2 de Abril, después de
 una enfermedad larga y penosísima,
 dorante la que dió repetidas maestras
 de paciencia y resignación cristianas,
 _ .
 habiendo recibido los Santos Sacramentos
 y la bendición de Su Santidad, y contando 39 años.
 Don Evaristo Carabias Ynste nació en Béjar de
 padres cristianos, que le educaron en la Eeligion y
 en la piedad desde sus años infantiles; estudió la
 carrera eclesiástica en Plasencia y, ordenado de sa
 cerdote, desempeñó durante algunos años el cargo
 de mayordomo del Seminario, por nombramiento del
 Excmo. ó limo. Sr. Obispo, que le designó después
 para coadjutor de la parroquia de San Juan, en la
 que íuó bautizado y ha muerto. En Plasencia dejó
 gratos recuerdos de sus iniciativas, actividad ó in
 terés en el cumplimiento de los deberes que le fueron
 encomendados.
 En Béjar hizo mucho y bueno que Dios no dejará
 sin recompensa, si es que ya no se la ha concedido.
 Sin hablar de su asiduidad diaria en el confeso
 nario, ni de sus trabajos en el pulpito, cuando tenia
 sdud para ello: sin recordar que fue director de las
 Hijas de María y que lo era aún, cuando ha muerto,
 de la Congregación de San Luis; sin mencionar su
 caridad para con los pobres, que pueden testificar
 su generoso desprendimiento ; sin traer á colación el
 concurso que prestó para la erección de la capilla
 de las Hermanitas de los ancianos desamparados y
 para las obras de reparación y embellecimiento del
 Santuario de nuestra excelsa Patrona ; sin pararnos
 en otros hechos de su vida, no podemos dejar de
 consignar dos sucesos de gran importancia y trascen
 dencia indudable en los que tomó pai*te principalí
 sima, y cuyos beneficiosos resultados saben y sabrán
 apreciar cada vez más, á medida que más se vayan
 conociendo, los buenos bejaranos.
 Nos referimos á la fundación del Colegio que en
 esta ciudad tienen los Hijos de Don Bosco y á la
 venida de los religiosos EVanciscanos al Castañar.
 La fundación del Colegio Salesiano, en el que,
 además de darse instrucción y educación á muchos
 alumnos, se hallan acogidos, para participar gratui
 tamente de iguales beneficios, recibiendo también en
 la misma forma alimento, vestido y habitación
 varios pobres huérfanos, débese, después de Dios,
 en primer término á la piadosa y caritativa Señora
 que todos conocemos, y en segundo á nuestro amigo
 inolvidable.
 Y, antes de ver en él asilados á los hijos de
 nuestros obreros que quedaron si padres, ¡ cuántos
 trabajos y cuantos esfuerzos, cuántos sufrimientos y
 cuántas tribulaciones!...
 La venida de los religiosos Franciscanos al Castañar
 también se debe, después de Dios, primeramente á
 la femilia que ha costeado las obras de la casa en
 qne los religiosos residen, y en segando lugar á dos
 sacerdotes bejaranos, uno de los cuales era nuestro
 amigo muy querido.
 ¡ Páguele Dios en el cielo, si es que ya no lo ha
 tobo, cuanto bueno, y no fuó poco, hizo en la
 tierra!
 
 0 T IC IS J
 Af «V
 
 a r ie d a d e s
 
 J /\l
 S . S» liC Ó n X I I I
 l a O U rn S n lo n in iia e n
 M a l l a . — Enterado el Padre Santo dol ardor
 con que los Ctíoperadores de M alta trabajan para
 conseguir una fundación Salcsinna, dignóse benig
 nam ente dem ostrarles su benevolencia y mandarlOvS una beudicioii especial, dirigiendo por modineion de su Cardenal Secretario, la siguiente
 carta á los Srea. D. Pablo Sainmut y D. Alfonso'
 Galea.
 R espetabilísim os S eño k es :
 
 El P adre Santo ha sabido con singular compla
 cencia que muy pronto ha de fundarse en Malta
 
 .-'r
 
 Malta.—Vista de la Catedral.
 una Casa Salesiana, debido á la iniciativa de un
 insigne bienhechor y á la loable cooperación de
 Vdes. Conociendo S. S. el bien grande que loa
 hijos de D. Bosco hacen doquiera son llamados,
 se complace en la esperanza de qne los católicos
 m alteses han de en trar muy pronto en la parti
 cipación de ese b ien ; y este su gozo ha crecido
 de punto al saber que se tiene tam bién el proyecto
 de levantar u n a iglesia que se confiará á los mis
 mos beneméritos Salesianos, pues de este modo
 los católicos malteses, en mo<^ especial losjóve-
 
 y
 —
 
 168
 
 nee, ten d rán mayores facilidades p ara el cumpli
 m iento de sus deberes religiosos.
 En BU consecuencia, el P adre Santo m e h a orde
 nado de hacerles presente á Vdes. su augusta
 satisfacción al conocer el proyecto del nuevo
 Institu to , y deseando que cuanto antes quede
 term inado, se ha dignado de d ar una especial
 
 y"
 
 \
 
 M alta.—Interior de la Catedral.
 bendición así A los promotores como á cuantos
 contribuyan á la realización dol proyecto.
 Al cum plir, sumamente complacido, el vene
 rando encargo de S. S., me es grato ofrecerme
 con la más distinguida consideración
 De Vdes. afmo. S. S.
 Cardenal R a m p o l l a .
 
 O rato rio d e S . F ra n c is c o d e S a le s d e
 M adrid . — Con este título escribe las siguientes
 im portantísim as lineas la excelente revista católica
 d e M adrid L a Lectura Dominical, órgano del Apos
 tolado de la Prensa, que tan to bien está produ
 ciendo desde su fundación.
 « Nunca nos cansaremos de encom iar hi impor
 tancia de las instituciones cristianas que se pro
 ponen educar á la niñez desvalida, capacitándola
 ^ a ra sor parto ú til de la sociedad, donde^bonraJnm eute se gano el sustento. Al ver A los mo
 dernos pueblos corionpidos en la inteligencia y
 en
 linaje de errores
 V
 7AA el
 VA conizón i>or toilo -------»y ooncupisccuoiaS) 8Írv 6uos de consuelo el pensar que acaso tras de estas generaciones m alditas vendrAu
 otras que levanten sobro las ruinas de los pueblos
 podridos, otros fuertes, siuios j- prósperos.
 P o r eso el iiroblcma de la educación de la nifiez es el prim ero do loS problemas sociales, y en
 los tiem pos pi'esentes es de una im portancia in
 m ensa. En efecto: destruido el hogar doméstico
 por la corrupción general de las costum bres y
 por el trabajo de la m ujer en fábricas y talleres,
 los niños, solos y abandonados, se crian en me
 dio del arroyo, siendo fácil campo p ara toda
 suerte de ctiltivos patológicos, así en el orden
 físico como en el moral. Nunca se ban visto tan 
 tos niños desamparados como en estos tiempos,
 n i nunca tampoco se llegó A la infame explota
 ción de la infancia, auo es horrible deshonor de
 
 —
 
 la industria m oderna. Las estadísticas módicas y
 renales, en relación con la niñez, son desconso
 ladoras. Urge, pues, una vigorosa campana de
 protección á la infancia desvalida, en la que en
 tre n todos, gobiernos, corporaciones, sociólogos
 y particulares. E l mal es gravísimo, y los medios
 de curación han de ser enérgicos y costosos.
 P ara esta santa labor, nadie mejor que las ins
 tituciones religiosas nacidas ad hoc en presencia
 de la grave necesidad. E ntre ellas se cuenta la
 adm irable de D. Bosco, que recientemente ha
 inaugurado con suma pobreza una casa en Madrid,
 con el título de Oratorio de S. Francisco de Sales.
 Todo el mundo sabe lo que esto significa, y cómo
 realizan los salesianos la ardua ta re a de educar
 á los jóvenes en la v irtu d y en el tra b ajo, cris
 tianizando el taller, que es la gran necesidad de
 los tiempos modernos.
 L a mies que los hijos de Don Bosco encontra
 rán en M adrid es abundantísim a: por todas las
 calles de esta corte pululan muchachos desvalidos,
 golfos despreciados, los cuales, con la ayuda de
 las personas caritativas, podrían hallar su puerto
 de salvación en el Oratorio de 8. Francisco de
 Sales. L a mies es abundante: faltan recursos con
 que aprovecharla. Pienseu los católicos de Madrid
 que pocas obras serán tan aceptas á los ojos de
 Dios como éstas que se hacen en obsequio dé los
 niños, que Jesús distinguió con santa predilección,
 y que la moderna sociedad positivista explota de
 un modo infame. »
 In stala ció n d e lo s S alesia n o s en Cinda
 d ela. — Copiamos del Boletín Oficial dél Obis
 pado de Menorca.—L a Obra Salesiana fundada en
 esta ciudad desde hace muchos años por el Pbro.
 D. Federico P areja M esa, Beneficiado del Con
 cordato de esta Santa Iglesia Catedral, y sostenida
 por el mismo con celo incansable, digno de todo
 encomio, acaba de recibir nuevo y difinitivo im
 pulso con la instalación de los religiosos de la
 Congregación Salesiana, re d e n llegados á Cinda
 dela para hacerse cargo de la Obra.
 Con este motivo, el Oratorio Salesiano de esto
 ciudad dedicó A María Auxiliadora, el día del
 Patrocinio de la Santísima Virgen, solemucs fun
 
 Malta.—V ista del puerto^
 ciones de acciones de gracias, celebrando
 m añana A las siete y m edia Misa de Comunión
 ceneral para los alumnos del Oratorio y devow
 de María Auxiliadora, y Misa solemne a las úie
 por la música del O ratorio , P red ican d o el Rau
 P. D. Francisco Atzeni. Pbro. Saiesiano. Director
 
 — 1C9 —
 de la naeya Casa de Cindadela. Term inada la
 Kisa, se cantó el Te Deum por el Clero y la Ca
 pilla de la Iglesia de María Auxiliadora.
 Por la ta rd e tuvo lugar en el salón de actos
 ded Seminario u n a reunión convocada y presidida
 por el £xcmo. Sr. Obispo, á la cnal asistieron las
 dignísimas autoridades de la población, Hmo.
 Cabildo y distinguida concurrencia que llenaba
 por completó el espacioso salón. A bierta la sesión,
 el coro y banda del Oratorio ejecutaron u n him no
 de María Auxiliadora. Después el Bdo. Sr. P areja
 leyó una mem oria de los trabajos por él realiza
 dos en pro de la Obra Salesiana de Cindadela,
 desde el día en que concibió la idea de fundarla
 en esta ciudad hasta que cumplida ya su constante
 «aspiración de v er instalados en la misma á los
 ^¿ügioBos de la Congregación Salesiana, les hacía
 entrega generosa del fruto de sus trabajos de más
 de doce años, seguro de que la V irgen Atixiliadora, con cuya ayuda la había sostenido y fomen
 tado él hasta el presente, la m antendría en adelante^ concediendo una vida próspera á la Obra
 Salesiana de Cindadela p ara gloria de Dios y ho
 nor de la Congregación religiosa de D. Bosco, y
 para provecho de la ju v en tu d de esta ciudad y
 s a tis f ^ io n y recompensa de los esfuerzos con
 que muchas personas le habían apoyado en su
 obra como cooperadores de ella.
 Los jóvenes D. Gaspar Capella y D. José Tudurí recitaron hermosas composiciones poéticas
 en alabanza de la Obra Salesiana, y los niños del
 Oratorio cantaron u n inspirado coro titulado L a
 G ratitud, term inado el cual se levantó el Exce
 lentísimo Sr. Obispo, para d irig ir su palab ra á
 los concurrentes. Empezó su discurso diciendo que
 precisam ente hacía pocos días se había celebrado
 en la U niversidad de Valencia una reunión para
 tra ta r de la instrucción integral de la niñez.
 Aquella reunión, decía, por la reconocida ilustra
 ción de las personas que á ella concurrieron y
 las muchísimas adhesiones que recibió, contándose
 entre ellas desde la del P residente del Consejo
 de M inistros y las de los periódicos de mayor cir
 culación de M adrid, hasta las de m aestros de
 escuelas elem entales y directores de revistas de
 las provincias m ás distantes de España, es una
 ]uueba cum plidísim a de que hay necesidad do
 mejorar la instrucción de los niños, y de que esta
 necesidad es general. Se extendió en algunas con
 sideraciones p ara dem onstrar que esa necesidad
 se dejaba sentir tam bién en esta ciudad, donde
 á pesar de h aber maestros competentísimos, se
 liabía dado el tristísim o caso de ofrecer á los
 niños, en cierta escuela, como único libro de texto,
 un periódico anarquista. Dijo que la Iglesia, lejos
 de ser u na piedra estacionaria, cam inara á teavés
 de las edades como nave que sigue siempre su
 rumbo hacia los puertos de bienandanza, y sabía
 acomodarse en todo tiem po á las necesidades de
 la sociedad} y que así como en los siglos medios
 supo vestir á sus hijos con el tosco sayal francis
 cano para refrenar con su hum ildad el orgullo de
 los Señores feudales y rem ediar de este modo las
 necesidades de aquellos tiem pos, tam bién en los
 presentes h a sabido form ar los corazones de los
 reli^oso s consagrados á la enseñanza p ara que
 pudiesen, llenos de abnegación y de espíritu de
 sacrificio, consagrarse á la instrucción y educa
 ción cristiana de la niñez, verdadera enseñanza
 integral, y única sólida y verdadera, pues h asta
 entre los mismos que almminan de la religión y
 alardean de im piedad, se h a dado el caso de no
 querer confiar la educación de sus hijos m ás que
 
 á los institutos religiosos que se consagran á ese
 objeto. Hizo á este propósito una hermosa des
 cripción de la sim pática figura de D. Bosco, a tra 
 yéndose á sí á los niños y consagrándose á su
 cuidado, y ponderó los grandes beneficios que po
 dría rep o rtar Cindadela de la instalación de tos
 religiosos S a lesian o sin stalació n que él tenia i>or
 providencial y por especial gracia concedida á
 esta ciudad por María Auxiliadora, pues tivu solo
 así se puede explicar que se superasen dificulta
 des im previstas que se oponían á la realización
 de la obra. Exhortó á todos los allí presentes, á
 quienes tendía la mano en dem anda de ayuda
 para el sostenimiento de la fundación siilcsiaua,
 á que prestasen su apoyo á la obra oue él estaba
 dispuesto á favorecer en todo, hasta donde alcan
 zasen sus fuerzas. Felicitó á Ciudadela porque
 podía contar ya con una comunidad religiosa de
 hombres, de la qne carecía, y de la cual estaba
 necesitada; porque, yo, decía, yo que por razón
 de m i ministerio tengo el deber de pulsar los
 pueblos cuya dirección se me h a encomendado,
 he visto con dolor que éste presenta los síntomas
 de la fiebre de las pasiones por que se sienten
 devorados los pueblos modernos; y si queremos
 ten er alguna esperanza de verdadera regeneración
 social, no podemos abrigarla fundadam ente si no
 es preservando á la niñez de la corrupción que
 hoy día lo invade todo, y procurando que se forme
 cristianam ente su corazón al propio tiempo qne
 se ilustra su inteligencia, como saben hacerlo,
 según es su misión, los religiosos salesianos que
 hoy 86 instalan en esta ciudad. Por esto son tan
 beneficiosas para la sociedad las congregaciones
 religiosas consagradas á la enseñanza, y por eso,
 exclamó, es precisamente por lo que tanto se los
 persigue y difam a en nuestros tiempos. Porque
 si la prensa corrompida publica á diario im puta
 ciones calumniosas contra venerables institutos
 religiosos, es tan solo, dtio brillantem ente el Sr.
 Obispo, porque comprende que ellos son como
 otras tantas sociedades de salvam ento que van
 cruzando los alborotados mares do las pasiones y
 recogen á los náufragos para conducirlos al puerto
 de salv ació n ; y si hay tantos que los maldicen,
 es porque son muchos los que desean negociar con
 el honor de los hombres y no pueden consentir
 que se les arrebaten los almas do los que ellos
 querrían contar entre sus víctimas. Por e s to ,
 añadió que so consideraba luuy honrado al pre
 sentar á los religiosos salesianos que venían á
 esta ciudad para traba¡iar en favor de los in te
 reses morales de la misma, y contribuir do este
 modo á su regeneración social, y que a b rig ab ais
 esperanza de que esta Obra salesiana había de
 ten er una vid a próspera y floreciente, porque
 acababa de ser consagrada con el sacriflcío heróico que hacía el sacerdote que la había iniciado,
 sostenido y fomentado durante tantos años y que
 se disponía á dejarla precisam ente cuando era
 llegado el momento de recoger el fruto de tantos
 trabajos. T no conozco, dijo el Sr. Obispo, nin
 gún sacrificio qne sea in ú til é infructuoso. Dedicó
 con este motivo frases de elogio al Sr. Pareja, dió
 las gracias á todos los que habían asistido á la
 reunión, y finalmente indicó que en breve pro
 cedería á la constitncion de una ju n ta protectora
 de la Obra Salesiana de Ciudadela, para que en
 tendiese en todo lo referente á la misma. E l dis
 curso del Sr. Obispo fuá muy aplaudido.
 XosotroB, al reseñar esta reunión, enviamos
 nuestra cordial bienvenida á los religiosos sale
 sianos que acaban de instalarse en esta ciudad,
 
 — 170 —
 y Lacemos votos para que sus ti'abajos reciban
 la bendición del Señor y redunden en m ayor au
 m ento (io su gloria y beneficio de la sociedad
 ciudadelana.
 F ÍeH < a d e S . J o n e e n l a s E s c u e l a s Sa*
 l e s l a i i a s d e S a r r i a . — F u e precedida este
 año de los 4 días de santos espirituales ejercicios,
 que nuestro Reglamento prescribe para el tiempo
 Pívscual; pre{)nracion óptima y de felices resulta
 dos, y medio el más seguro para estar todos ale
 gres,- pues sabido es que no hay talism án más pre
 cioso para los corazones, que la gracia de Dios.
 Inauguróse con gran repiqueteo do campanas y
 estrepitosos truenos, especie de despertador reser
 vado para nuestras giuudes festividades, y los
 espaciosos patios, engalanados con m últiples y vis
 tosas banderas y artístico arco de follaje y flores,
 regonaban tam bién á su m anera la festividad
 el día.
 La Misa de Comunidad, que fuó á las 7
 celebró el Sr. Director, y en ella hicieron su pri
 m era Comunión 26 ñiños del C olegio; almas ino
 centes y puras, que al recibir á Dios dentro de
 su pecho, llenaban de gozo á los Angeles del
 Cielo y de dulces lágrim as los ojos de sus queri
 das madrea, que á poca distancia los contempla
 ban. F ud el oficio solemne á las 10 V2. cantado
 por el Sr. Inspector con pompa de Catedral, ya
 por la m ajestad y porte piadoso del joven y nu
 meroso cloro, que en ordenada y progresiva fila
 precedía á los m inistros y celebrante, ya por el
 severo y profuso adorno de los altares, ya, en fin,
 por el concurso de cantores que con gran perfec
 ción interpretaron la Misa concertada á tres voces
 del maesti'o Terziani, con acompañamiento de
 orquesta. El R. Dr. Don Miguel Mir, Pbro., desde
 la Cátedra Sagrada supo poner m uy bien de ma
 nifiesto, con argum entos de los Santos Padres, la
 gran santidad que poseía el glorioso P atriarca S.
 José, á juzgar por su dignidad de padre putativo,
 tu to r, ayo y custodio de Jesús y esposo de María
 Sautísima.
 P or la tarde, á las 2, tocó la Banda de estas
 Escuelas varias alegres piezas de su repertorio,
 hasta las 8 í /2 en que empezaron las Vísperas
 solemnes. Concluidas éstas, hubo imposición de
 medallas á más de 50 alumnos, que unos bajo la
 bandera do S. José, y otrovS bajo la de S. Luis,
 ingresaban como Congremmtes de dichas Asocia
 ciones. A continuación do este acto, se organizó
 la procesión, que recorrió todo el interior y ex
 terior de este grande edificio, precediendo la
 Cruz; detrás de ella, en dos l a r ^ filas, los alum 
 nos de la C asa, niños de prim era Comunión,
 pequeño cloro y Comunidad en núm ero de 400;
 en el centro m archaban los estandartes de las
 Asociaciones de S. Luis y S. José, y detriís la
 im agen de éste, llevada en hombros por cuatro
 robustos jóvenes artesanos, cerinndo la procesión
 el Sr. Superior, revestido de caim pluvial, diácono
 y subdiácouo, de acomixifiantesy Banda de estos
 Escuelas. De regreso cantóse un bonito Tantum
 ergoy y term inó la fiesta religiosa con la bendi
 ción con S. D. M.
 «
 Los entretenim ientos oue después buho, fueron
 varios : so elevaron glolios, so hizo u n a rifa de
 una preciosa estatua de S. José bronceada, repar
 tiéronse estami^as y caramelos, y no faltaron juegos
 y auiinaoiou capaces de poner cara de pascua al
 m ás abstraído.
 P or la tarde se puso en escena el dram a ban
 Vito, V así term inó esta fiesta de tan gratos re 
 
 S
 
 cuerdos para todos, completa y satisfactoria como
 nunca se había pasado, según confesión de mu
 chos.
 O ratorio <lc I>. B o se o , d e Santand er.
 De la notable pastoral que, con motivo de la
 cuaresma, h a dirigido á su clero y fieles el sabio
 y virtuoso obispo de la diócesis, entresacamos los
 siguientes párrafos referentes á los Salesianos.
 Ya que hemos mencionado á los niños, con
 viene que fijemos nuestra atención en esos pobreoitos que, huérfanos ó abandonados de sus
 padres, vagan por las calles medio desnudos y
 ham brientos, sin tener donde recogerse ni de día
 ni de noche : niños miserables, más que en el
 cuerpo eu el alma, que arrastrados por otros ma
 liciosos, ó llevados de su propia miseria, se hacen
 delincuentes aun antes de conocer la responsabi
 lidad de sus a c to s; y si la caridad no los abriga
 en su seno, irán á aum entar la población de las
 cárceles y de los presidios. — Esos niños, amados
 de Jesucristo, son dignos de nuestra coumiseracion. iDioboao, h a dicho D avid, el que cuida del
 pobre y del necesitado! Lo que hiciéremos con
 esos pequefiuelos, Jesucristo lo rem unerará com.^
 si á E l mismo lo hubiéremos hecho. — Demos,
 pues, pan á esos que tienen ham bre, vestido á
 esos desnudos, y albergue á esos desamparados.
 Y, pues, la obra de caridad aislada no puede ser
 adecuado remedio á sus necesidades, procuremos
 buscar para esos infelices un lugar en los asilos
 benéficos y c aritativ o s, donde puedan hallar no
 sólo el alimento corporal, sino el pan del espí
 ritu,
 E ntre otros Asilos que vosotros conoceréis, es
 recomendable el Instituto Salesiano, que hace de
 los pobrecitos niños abandonados y desvalidos el
 objeto preferente de sus desvelos y cuidados. Gran
 número de ellos viven amparados eu la pequeña
 Casa de los Salesianos de S antander: mucho más
 crecido sería ese número el día eu que el magní
 fico edificio, que esos heróicos sacerdotes tienen
 en construcción, se viese terminado. La escasez
 de recursos tienen en suspenso las obras: sería,
 pues, muy del agrado de Dios la lim osna que en
 este Año Santo diéramos para continuarlas. —
 Démosla con gusto: que la limosna, mayor ó
 menor, según la posibilidad de cada cual, á más
 de ser homenaje agradable á Jesucristo, sirve ad
 m irablem ente para alcanzar el perdón de los pe
 cados, ó de la pena debida por ellos, conforme
 á lo que está escrito : Bedime tus pecados con li
 mosnas: ella libra de la muerte y hace hallar la
 vida eterna (Dan. 4 : Tob. 12.).
 S.
 E a C o iig re sa clo ii S a le s la n a . — Con este
 título bn publicado el Rdo. Sr, D. Baltasar Castro
 un notable artículo en la preciosa revista el Men
 sajero del Divino Corazón, del cual entresacamos
 los siguientes párrafos:
 Cuando en el mes de Abril de 1897 vimos
 aprobada por el Poder Ejecutivo la contrata ce
 lebrada entre el Ministro de Fomento y el Pres
 bítero Angel Piecono, a nom bre de la Congrega
 ción Salesinna establecida eu T urín, para fundar
 en el Salvador una Escuela de Artes y Oficios,
 incluso el ramo de Agricultura, nos sentimos po
 seídos de no poca satisfacción, nacida de la es
 peranza de v er pronto eu nuestro j>aís un E sta
 blecim iento de enseñanza dirigido por Padres Sa-
 
 F
 — 171 —
 lesianos, de quienes, si bien sólo teníam os escasos
 informes, éstos eran bastante halagüeños y más
 que suficientes para e 8i>erar un buen resultado.
 Posteriorm ente hemos tenido ocasión de leer
 algunas obras y periódicos referentes á la Insti
 tución Salesiana y á su adm irable y sabio funda
 dor, don Ju a n Bosco, llamado con justicia E l
 
 S. Salvodor.—Grupo de niños del In stitu to
 
 su p a rte , sin muchos esfuerzos, logra también
 que vengan á la Finca Modelo, en donde se es
 tablece la Escuela de que al principio hemos hecho
 referencia.
 Este incipiente Establecimiento, debido á nues
 tras dificultades económicas y á los recientes
 acontecimientos políticos, y más que todo, por la
 m uerte de su D irector, Kevorondo
 P adre Calcagno, ha sufrido algu
 nas contrariedades, que natural
 m ente han entorpecido el curso
 de sus trabajos; poro ültimimicnte
 el señor Presidente de la lítmúi,i:........y su digna
 i;__ y cax'itatíva
 .. . f
 bliea
 ' >ña C^oucepoiou
 Co
 esposa, Doña
 Gonzá
 lez do R egalado, han visitado
 personalmente la i-oforida Escuela,
 é informados do sus necesidades,
 tratan de remediarlas, habiendo
 ambos ofrecido su valioso aj)oyo,
 á fin de que cuento con todo' lo
 necesario y pueda llenar el objeto
 á que está destinada.
 Además, la misma señora de
 Regalado, sabedora de que los
 Salesiano
 Padrea Saleaianos carecen de
 ^
 Oratorio destinado á María Auxi
 liadora y de nn T aller para la Escuela que les
 esta encomendada, llevando á la práctica sus
 generosas o f^ ta s, ha convocado á las principales
 y señoritas de esta c a p ita l; ha organi
 zado J n n t ^ de beneficencia, colectado limosnas
 y establecido una rifa de variados objetos; todo
 con el la v a b le fin de reunir fondos suficientes
 para el Oratorio y el T aller; de cuyos edificios
 se hacen ya, por un Ingeniero competente, los
 planos respectivos.
 Al observar tan inusitado movimiento, el entusia.smo de tantas familias y la voluntad con que
 contribuye el comercio y las demás clases socia
 les, no puede creerse sino que la mano de Dios
 está de por medio, que el Es{>íritu de Don Bosco
 sostiene su obra y que María Auxiliadora, pró
 diga siem]ire en gracias y consuelos, mueve los
 
 Gran Apóstol de la juventud en el siglo X I X , y
 confesamos, en verd ad , que nos ha sorprendido
 agradablem ente saber de u n modo cierto los m a
 ravillosos progresos y ensanche que, en pocos
 anos, ha tenido ta n im portante y benéfica Tnstitucion........
 E n la actualidad son m uy pocos los países á
 donde no ha llegado el poderoso influjo de los
 hijos de Don B osco: — ellos no esquivan sacri
 ficios ; pues guiados por espíritu de verdadera ca
 ridad y sin aspiraciones de otro género, buscan
 por doquiera al necesitado y acogen con am or á
 la juventud desvalida, para prestarle en cuanto
 es posible su paternal apoyo. Y así, siempre per
 siguiendo el bien, faltos de recursos y sin ele
 mentos necesaiíos, confiando solo en la Providencia
 y amparados ])or nuestra Augusta M adre, María
 Auxiliadora, ellos se abren camino
 seguro y por doquiera edifican
 Templos y Oratorios, fundanAsilos, Lazaretos, Colegios y Escue
 las de toda clase.
 Sus establecim ientos de ense
 ñanza han sido y son fecundos en
 benéficos resultados: de ellos han
 salido Sacerdotes em inentes, que
 hoy ocupan puestos elevados en
 la jerarquía eclesiástica ; m isione
 ros abnegados, artistas insignes,
 agrónomos y artesanos de toda
 clase, que habiendo sido desvalidos
 y quizá u na amenaza p ara la
 sociedad, hoy son ciudadanos ú ti
 les y honrados, y bendicen agrade
 cidos á los infatigables obreros
 que han contribuido á su ense
 ñanza y bienestar.
 El Salvador, pueblo esencial
 S. Salvador.—Los pequeños agricultores.
 mente católico, no podía quedarse
 rezagado, ni privado por más
 tiempo del valioso concurso de los P adres Sale- corazones, y atrayéndolos con celestial encanto,
 sianos; así que, al mi.ísmo tiempo que el filántropo los impulsa á las sublimes y dulces prácticas de
 Dr. don Manuel Gallardo, impulsado de c a rita ti nuestra santa Religión.
 vos sentimientos, funda con sus propios fondos
 No cabe d u d a , pues, que con el apoyo de tan
 nn Hospicio en Santa Tecla y llama á dichos P a infatigables cooperadoras, las obras proyectadas
 dres para confiarles su servicio, el Gobierno, por
 serán pronto una realid ad , y que ios Padres Sa-
 
 1
 — 172 —
 lesianos, hoy tan necesitados, ten d rán no sólo nn
 edificio apropósito donde ensanchar sus talleres,
 sino tam bién una Capilla cómoda y decente donde
 adorar á Dios y trib u ta r á la Excelsa B eina del
 Cielo, bajo el atrayente título de María Auxilia
 dora, el sincero liomennje de nuestro am or y gratitu<l, cultí) á que justam ente es acreedora por
 BU constnnte auxilio y protección.
 C o n fe re n cia Sale»in n a en T eo tU lan
 (O n x a ca ). — Un celoso Decurión Salesiano de
 esta localidad, nos rem ite la siguiente interesante
 rebicion.
 El día 29 de E n e ro , festividad del glorioso
 Obispo San Francisco de Sales, patrono de las
 Obras del inm ortal Don Bosco, fuó un día de j ú 
 bilo para los Cooperadores de Teotitlán.
 A las 7 de la m añana celebró misa cantada el
 Señor Cura Vicario Foráneo. Don Rafael M. Osorio,
 Decurión y D irector local do este centro de Coo
 peradores.
 A las 11 de la misma dió principio la Confe
 rencia de reglam ento, asistiendo casi todos los
 Cooperadores de la Cabecera y muchos de los
 pueblos vecinos. Presidió la Conferencia el mismo
 Sr. Cura Osorio. Después del Veni Oreator, el
 Sr. Cura pronunció un magnífico discurso, sirvióiulole de tem a el pasaje del Evangelio de San
 Mateo, en el cap. 13: B l reino de los cielos es se
 mejante á un grano de mostassa.
 El orador, guardando respetuosa y debida comÍ>araciou, dijo que aquel texto podía aplicarse á
 a grande Obra de Don Bosco, enunciando esta
 proposición : L a Obra Salesiana es sentíante d un
 grano de mostaza...
 L a probó recordando en brillantísim os períodos
 los humildísimos orígenes de D . Bosco y de su
 O b ra } estableciendo un bien adecuado paralelo
 entro las cualidades de ésta y de la mostaza, y
 patentizando los copiosísimos finitos que ya ha
 dado y continúa dando la Obra Salesiana en todo
 el mundo, y las generales y bien m erecidas sim
 patías de que goza en todas partes y entre todas
 fas clases de la sociedad. El orador concluyó con
 estas palabras : « Os exhorto, Señores, á continuar
 con buen ánimo en vuesti’os deberes de Coopera
 dores Salesianos ; ose árbol frondosísimo toca con
 sus ram as
 Cielo y por él llegarem os á esa
 mansión feliz donde ver podremos al inm ortal
 Don Bosco coronado de gloria. »
 Después, el Decurión D. José G. Mendoza hizo
 una reseña de la m archa de la Sociedad de Coo
 peradores Salesianos de Teotilán durante el año
 pasado, proponiendo algunos medios adecuados
 para lograr más abundantes frutes por medio de
 la limosna á las Casas de Don Bosco.
 Relató varios hechos milagrosos acaecidos en
 Oaxaca por m edio de M aría Auxiliadora y que
 han producido nuevos y fervorosos Cooperadores,
 y anunciando que era necesario n«»mbrar nuevos
 Decuriones en los lugares donde aun no los hay
 en esta Diócesis.
 Se hizo luego la colecta prescrita por la regla,
 y term inó la Conferencia con las preces de cos
 tum bre. Sea todo á m ayor gloria de Dios y de
 M aría Auxiliadora.
 E x p lic a c ió n «|el P a d r e N n estro p o r
 nnn H o rte lan a. — E n los deyocionarios rranoea se lee que paseándose un lim o. Prelado, en
 contró una hortelana, á la cual, por modo de
 
 recreación, preguntó si sabía hacer oración, y la
 pobre sencilla m ujer respondió que no sabía otra
 oración que la del Padre nuestro. E ste Prelado
 la instó para que la dijese, y ella lo hizo con
 estas ó semejantes palabras.
 Ladre nuestro que estás en los cielos. — ¡Que
 dicha es la m ía en tener por P ad re al Rey de
 los Reyes que habita en los C ielos! ¡ y qué con
 tenta ü saber que con su ayuda y misericordia
 iré á verle allí algún día!
 Santificado sea tu nombre. — ¡Padre mío ce
 lestial! ¡qué pena es la m ía cuando veo despre
 ciado y blasfemado vuestro santo nombre! ¡Oh
 cuanto deseo que sea honrado y santificado y
 adorado en todo el m u n d o !
 Venga á nos el tío reino. — ¡ Oh Rey de cielos
 y tie r r a ! reinad en nuestros corazones y no per
 m itáis que reinen en ellos n i el m undo, ni el
 demonio, ni la carne, que son los enemigos del
 alma.
 Hágase tu voluntad asi en la tierra como en fll
 cielo. — P adre mío soberano, pues todas las co
 sas 08 son posibles, haz que los hombres en la
 tierra, os sirvamos y obedezcamos como lo ha
 cen los ángeles en el cielo.
 JEl pan nuestro de cada día dánosle hoy.
 Tres m aneras de pan os p id o , Padre mío
 amabilísimo, prim eram ente el sustento de m i mi
 serable cuerpo, y os doy palabra que lo sobrante
 lo repartiré á m is hermanos los pobres y necesi
 tados} segundo : diariam ente pido el pan de
 vuestra divina palabra, que es el sustento del
 a lm a } terceram ente pido el pan sacramentado que
 es el cuerpo y sangre de vuestro Hijo Soberano.
 Y perdónamos nuestra deudas, así como nosotros
 perdonamos á nuestros deudores. — Los pecados
 que hemos cometido contra Vos merecen que
 todas las criaturas me mortifiquen, y por esto, y
 porque Vos lo m andáis, yo les perdono cuanto han
 hecho ó hicieren contra m í, asi como deseo que
 Vos m e perdonéis.
 Y no nos dejes caer en la tentación. — Solo
 Vos, Padre mío sapientísimo, conocéis entera
 m ente cnanto nos combaten nuestros enemigos
 continuam ente, y solo Vos comprendéis nuestras
 flaquezas y el peligro en que estamos de caer en
 tentación,* si no nos asiste vuestra gracia eficaz,
 que hum ildem ente os pedimos para no caer.
 Jifas líbranos del mal. — Del mal del alma,
 pido que rae libréis, Señor, pues el mal del cuerpo
 no es sino un gran bien, si sabemos aprovechar
 nos de él, tomándolo con paciencia y resignación.
 ^m en. — Así sea, m i Dios, por vuestra mi
 sericordia en que confió totalm ente. Yo soy do
 Dios, y yo nací para Dios, y no debo ofender á
 Dios.
 Admirado el lim o. Prelado, oyendo las palabras
 de sabiduría y gracia que salían de aquella boca
 sencilla, dijo su lim a, que jam ás había hallado
 persona que mejor hiciese oración, n i aun supiese
 ju n ta r la m ental y vocal con ta n ta perfección.
 F e iu m b a to s
 1 ^. Foseo.
 — L a Sagrada Eucaristía es el más augusto de
 todos los Sacramentos j porque contiene á Jesu
 cristo todo entero, verdadero Dios y verdadero
 hom bre, con su Cuerpo Santísimo, su Sangre, su
 Alma y su D ivinidad.
 — Recordad que la Sagrada Comunión no sólo
 filé instituida por Jesucristo como reeoir^ensa de
 la virtud adquirida, sino tam bién como un medio
 eficaz para adquirirla
 
 — 173 —
 — Algunos suelen d e c ir : Yo no me atrevo á
 comulgar con frecuencia, porque siempre recaigo en
 las mismas faltaS’ Pero si te abstienes de acercarte
 frecuentemente á la Sagrada Comunión, recaerás
 m¿8 fácilmente y quizás en faltas m ayores; puesto
 que absteniéndote del pan de los fiiertes, crecerá
 cada día más tu languidez y debilidad, y acaba*
 rás por m orir espixitualmente.
 — En la Sagrada Comunión los m ártires ba.n
 encontrado su fortaleza, las Vírgenes su fervor y
 los Santos su valor y perseverancia.
 — E stá comprobado por la experiencia que el
 sostén más ñrm e y poderoso p ara la ju v en tu d es
 la frecuencia de la Confesión y Comunión. Dadme
 un jovencito que frecuente los Santos Sacramen
 tos, y 08 aseguro que crecerá e n la virtud, tanto
 en la juv en tu d como en la edad viril, y aun lle
 gará á la más avanzada edad, si Dios se lo con
 cede ó es de su divino beneplácito, observando
 siempre una conducta que pueda servir de ejemplo
 á todos los que le conozcan.
 > -< » « >
 
 <
 
 HISTORIA DEL ORATORIO
 DE S. ERANCISCO DE SALES
 C A P IT U L O L V I.
 ( Oontinuaeion.) U)
 
 | a b a satisfacción é in stru cció n de los
 que quizás, leyendo estas páginas,
 p u d iera n escandalizarse al v e r la
 ligereza coa q u e D o n Sosco aco
 metía ciertas em presas, debo añ a d ir aquí,
 que él solía d ecir: Cmndo queremos hacer
 algo, examinemos antes si es de la mayoi'
 
 gloria de D ios; en caso afirmativo, vacamos
 adelante y cualesquiera qtie sean las dificultades
 que se levanten, no desistamos en nuestra em
 presa, y el éxito coronará nuestros esfuerzos.
 T decía á los suyos: L a Virgen pensará
 en edificarse esta iglesia, yo no soy más que su
 instrumento y su tesorero. Ya lo vereis. Y
 nosotros vemos que todo salió exactam ente
 como él lo h ab ía predicho y que M aría Sma.
 se encargó d e alleg ar los recursos necesarios
 mediante la d istrib u ció n d e gracias espiri
 tuales y tem porales, con que favorecía á sus
 devotos.
 Em pezados y a los trabajos y p racticadas
 las excavaciones, el maestoo albaS il, seSor
 Buzzetti, fué á ro g a r á D on Bosco se dignase
 colocar la p rim era piedra, el cual acudió gus
 toso, acom pañado d e varios sacerdotes y aluinnos d el O ratorio. T erm inada la función,
 Don Bosco, p a ra m anifestar su com placencia,
 volviéndose a l señor C arlos B uzzetti, le dijo:
 < Quiero desde luego en tre g arte tíg o á cu en ta
 de m ayor cantidad. K o sé si será m ucho, pero
 (1) y . BomsTiN de Noviembre ultimo pág. 306.
 
 será todo lo que tengo. » D iciendo esto, sac6
 sn bolsita, la abrió, y volviéndola boca abajo,
 derram ó su contenido en las m anos del b u en
 m aestro, a l cual se le hacía ag u a la boca,
 creyendo q u e ib a á re tira rla s cargadas d e fla
 m antes esterlinas. P e r o ,; qué asom bro el nues
 tro y d suyo, cuando no se hallaron m ás que
 ocho m iserables p erras chicas I D on Bosco, son
 riendo anadió: — No te desauim osj la V irgen
 proveerá el dinero necesario p a ra su iglesia.
 S in d arle u n a im portancia m ás que hum ana,
 debo referir aq u í lo que e ra p a ra nosotros
 argum ento de m uchos discursos, y causa d e
 m ucho pesar. — D on Bosco nos aseguraba
 que presto nos h a b ría dqjado y que los dias
 de sn v id a eran m uy contados: — No tengo
 m ás que dos años de v id a , nos decía. Y a
 anteriorm ente ib a repitiendo con frecuencia j
 
 Dgo jam delíbor, et tempus resolutionis mea
 instat. Se le exhortaba con insistancia á p e d ir
 á D ios siq u iera dos años m ás de v id a p a ra
 nuestro consuelo, y se le p reg u n tab a lo que
 debían hacer sus niños p a ra obtenerle esta
 longevidad.
 E l contestaba pidiendo que lo ayudásem os
 en la b atalla que debía sostener contra él
 enem igo de las alm as, y luego añadía: — S i
 m e dejais sólo, me consum iré m ás pronto,
 porque h e resuelto no ceder, au n á costa de
 caer m uerto sobre el campo. A yudadm e, pues,
 á lu ch ar co n tra el pecado. Yo os aseguro que
 cuando veo a l dem onio ocultarse en algün
 rincón de la casa con el in ten to de hacer co
 m eter pecados, quedo oprim ido de ta l suerte
 que no h ay en t í m undo m artirio m ás to r
 m entoso que el que yo sufro entonces. ¿Cómo
 h a d a s e r i estoy hecho así; cuando veo la
 ofensa de D ios, aunque tu v iera que pelear
 c o n tra u n ejército, no cedo.
 Y, viendo á sus querido.s hijos afligidos, y
 en tre ellos, algunos clérigos, concluyó: B ogad
 y el Señor p erm itirá que os asista á todos
 cuando receis la p rim era misa.
 E sta s p alab ras despertaron u n a verdadera
 ferm entación en tre los niños del O ratorio, que
 resolvieron hacer todo lo posible p a ra con
 servar la v id a de su querido padre y m aestro.
 E r a u n g ra n bien q u e se tocaba con la
 m ano y q u e no.s dem ostraba cuan potente e ra
 t í ascendiente d e D on Bosco sobre los niñ o s
 del O ratorio. E n tre ta n to él seguía trabajando,
 si cabe, au n m ás que en lo pasado. P orque,
 a l paso q u e d eb ía p ensar en la casa, en la
 iglesia q u e se estaba construyendo, por cuyo
 m otivo h ab ía organizado u n a n n ev a rifa, de
 donde sacab a ab u n d an tes recursos, no olvi
 d ab a la o b ra d e las escuelas. L a autoridad
 superior h ab ía concedido la aprobación p ro 
 visoria, como se h a dicho, pero con la obli
 gación d e proveer legálm ente á la m ayor brev ed M p o sib le; y era necesazio no dejar p asa r
 él tiem po inútilm ente. F u é entonces que D on
 Bosco to v o q u e llam ar á p artic ip a r d e sus
 trabajos á u nos cuantos d e los prim eros ar
 luinnos, y a enseñantes, y proponerles p a ra l a
 
 — 174 —
 aprobación regular. E llos bab ían cursado los
 estu d io s de filosofía y de teología en u n se
 m inario del E stado, y el exam en rendido, se
 g ú n las disposiciones de entonces, podía b astar
 p a ra la adm isión á los cursos de la U niversidad,
 especialm ente p a ra el do literatu ra. E n efecto,
 v ario s sacerdotes de diversas diócesis h ab ían
 sido adm itidos, en aquel m ismo tiem po, con
 este solo título. M as nadie de los que ten ían
 entonces la dirección de la U niversidad, q u i
 sieron com placer ú U on Bosco, que invocaba
 e sta disposición legal en favor de los suyos,
 porque no recordaba á punto fijo la ley que
 los favorecía. Luego, cuando después d e haber
 estu d iad o la ley, citó textualm ente el artículo
 favorable, so le contestó, que aquella disposi
 
 ción de los reglamentos deMa considerarse como
 abrogada.
 N u estros enseñantes frecuentaban y a desde
 algunos años v ario s cursos universitarios, como
 sim ples oyentes y tom ando p a rte en los ejer
 cicios y en la lectu ra de composiciones que
 solían te n e r lu g ar cada sem ana. A p esar de
 todo se les obligó á re n d ir exam en de adm i
 sió n á la U niversidad, E sta s dificultades se
 lev an tab an u n a tra s o tra , sin interrupción.
 P arecía, y quizíís e ra la verdad, que de in 
 ten to so oponían obstáculos á D on Bosco_con
 e l fin do ctuisarlo ó im pedir que los ensenan
 tes alcanzasen sus títu lo s legales p a ra el ano
 siguiente.
 F inalm ente, en los prim eros días de julio,
 se otorgó á los m aestros del O ratorio el per
 m iso de re n d ir exam en, que con el favor de
 D ios, salió b rilla n te p a ra todos. Los exam i
 nados eran cuatro, y me hago u n deber de
 p u b licar aq u í sus nom bres, porque abrieron
 u n nuevo camino á los jóvenes del O ratorio,
 arro stran d o al efecto trabajos h a rto molestos
 y pesados. Son los siguientes: D on C erm ti,
 D o n D urando, D on F ran cesia y D on A nfossi.
 A los pobrecitos se les com padecía y se les
 consideraba como víctim as generosas d e u n a
 id e a , pero siem pre como víctim as. H abíase
 d ich o que D on Bosco ten ía do ellos un con
 cepto dem asiado a lto , pero que, en realidad,
 apenas h u b iera n podido ser alum nos en las
 p rim eras clases preparatorias. S in em bargo,
 h ab ían síilido siem pre victoriosos en todos los
 exám enes de licencia. M as las dos Com isiones
 org an izad as expresam ente p a ra ellos y ta n
 m al prevenidas á su respecto, se vieron m uy
 p ro n to obligadas á reform ar com pletam ente
 s u juicio. P resentóse priniero el clérigo F ra n 
 cisco C erruti, que y a desde entonces era de
 ap arien cia m uy hum ilde. P ero Uenó de asombro
 á los exam inadores con la v astid ad de sn eru
 dición y la sab id u ría d e sus respuestas. Yo
 m ism o h e visto al célebre pedagogo A bad
 R ayneri, que presidía u n a Com isión exam ina
 d ora, lev an tarse de su asiento, acercarse al
 profesor V iülauri, y d irig irle con viveza esta
 p re g u n ta e x tra ñ a : — D ígam e V d. profesor,
 dígam e iqué votos merecen, en su concepto,
 los profesores de D on Bosco?
 
 — iV ay a u n a pregunta! — contestó Talla u ri — 4no acaba V . de exam inarlost
 — E l hecho es que saben m ucho m ás de
 lo que se creía...
 — iToma! ¿y á quién se lo cuenta V.? —
 añadió el célebre la tin ista — son los mejores
 d e m i curso y no le digo más.
 Los cuatro candidatos fueron aprobados
 con plenitud absoluta de votos y uno de ellos
 con la n o ta de sobresaliente.
 Alg”ún tiem po después, llegué á saber que
 de intento se h ab ía excluido d e la Comisión
 exam inadora al P rof. Y allauri, por demasiado
 afecto á Don Bosco.
 E sto s v alientes hijos de D on Bosco, al sa
 lir (icl aula, fueron objeto de u n a improvisa
 y cordial ovación por p a rte de los numerosos
 com pañeros estudiantes de la U niversidad, que
 los lelicitaban sinceram ente por el éxito briUaute. E ra xina especie de compensación para
 el corazón de D on Bosco, el cual sentía en
 aquellos días en sí m ismo las ansiedades y
 las penas de los hijos que d iv id ían con él el
 trabajo y la hum ilde gloria de su misión. Este
 exam en levantó tam bién algrúu ruido fuera de
 la U niversidad, y e n tre los profesores no se
 acababa de ponderar el buen resultado al
 canzado. E l prof. P r ie r i, m aestro de griego
 y P resid en te de la F acu ld ad y de la segunda
 comisión, entusia-smado por la b rilla n te prueba
 de saber á la que hab ía asistid o , salió con
 uno d e sus exam inados y le dijo: i L a ver
 d a d es que los hijos de D on Bosco estudian!
 P ero , créame, los enemigos d e Uds. no están
 sólo en la U niversidad: los tienen también
 y m uy poderosos en o tras partes. » Entre
 ta n to acortaba á p asa r por allí el poeta Prati.
 « Ju a n , le dijo el profesor P rie ri, venga V.
 ac á: óigame. E s u n a lástim a que no se baya
 V . hallado esta m añ an a en la U niversidad.
 H u b iera presenciado el examen estupendo de
 este señor. Sepa V. que en el Colegio de
 D on Bosco se estudia, y se estudia á más no
 poder. *
 E r a u n a pequeña satisfacción p a ra Don
 Bosco, p orque con esto proveía á la s escuelas
 d el O ratorio, pero y a se dejaban sen tir otras
 necesidades y m ny aprem iantes. E n aquel
 año debía a b rirse la prim era casa fu e ra de
 T urín y se necesitaban nuevos profesores. P ara
 satisfacer á todos los pedidos que llegaban
 del M onferrato, m ediante el auxilio de algu
 nas personas l^ u em érita s habíase preparado
 u n colegio en M irabello, que m ás ta rd e fué
 trasladado á B orgo S. Martdno cerca de Casal
 M onferrato. E sperábase con ansiedad el día
 en que ¿1 O ratorio h a b ría hecho este prim er
 ensayo.
 
 (8e continuará.)
 
 Coi tpnbftcioi di U AiUrídid Eclniistici. - Gereiti: JOSÉ GAIBIMO
 
 Almagro — LI BRERI A S ALESI ANA - Buenos Aires
 
 PARA JUNIO Y JULIO
 M anual d e la, P r im e r a C o m u n ió n y
 consagración solemne al Sagrado Corazón dé
 Jesús y á María Auxiliadora, por el P. Ca
 milo Ortúzar, Salesiano. 320 pags. en 32,
 en t e l a .......................................... Ps. 1^50
 
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 las benditas Almas del Purgatorio y otras
 prácticas de devoción. 16 págs.
 » 0,10
 E je r c ic io s d e v o t í s i m o s para visitar á
 Jesús Sacramentado.32 págs.en 32.® i 0,05
 E jercicio p ia d o s o en obsequio del Sagrado
 Corazón de Jesús. Contiene los nueve oficios
 del mismo Sagrado Corazón, algunas expli
 caciones y varias devociones y oraciones. 48
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 mejor alcanzar el fin y el espíritu de la pía
 unión del Sagrado Corazón, por un Padre de
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 Corazón de Jesús; con muchas oraciones; 80
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 altar; 2.^ edic., por F. Román; 28 págs. en
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 S o lilo q u io s del corazón ante Jesús Sacra
 mentado; 2.* edic. en rústica. . » 0,20
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 á María Sma. y á S. José, por S. Alfonso
 
 M.* de Ligorio. 264 págs. en-32.° en tela,
 edic. c o m ú n .................................• 0,50
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 V isita s á J e s ú s S a c r a m e n ta d o en
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 grado Corazón, por P. F. Gautrelet. 32 págs.
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 N ovena d e l S a g r a d o C o r a z ó n d e
 J e s ú s . 32 págs. en 32.° . . . i 0,10
 £1 S a g r a d o C o r a z ó n d e J e s ú s según
 ¿ttii Alfonso María de Ligorio, ó Meditaciones
 del Sagrado Corazón, sacadas de las obras
 
 del Santo Doctor, por el P. Saint-Omer; 376
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 B i a s a n tific a d o e n e l S a g r a d o Co*
 r a z ó n d e J e s ú s , devocionario selecto que
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 ofrece el P. Antonio Secrest; preciosa encua
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 págs. en 32.°
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 E l C o ra z ó n d e J e s ú s al alcance de los
 niño;, por el P. Barberá . . . • 0,10
 
 L a a u r o r a d e l a d e v o c ió n a l C o ra z ó n
 d e J e s ú s , por el P. Luis Coloma i 0,10
 L a p r e s e n c ia r e a l d e J e s u c r i s t o
 en el Smo. Sacramento del altar, i
 176
 págs...................................................» 0,15
 i S e i a ^ o n e del miracolo avvenuto all’arca del
 Taumaturgo S. Antonio di Padova » 0,03
 V id a d e S a n L u i s por el P. Ribadeneira.
 li o págs.......................................... B 0,06
 L o s s e i s D o m in g o s y la Novena de S.
 Luis G o n z a g a ................................ b 0,05
 V ita di San Pietro Apostelo, 224 págs. en
 3 2 . ° ................................................. B 0,15
 V id a de Santa Germana Cousin, pastora, por
 el Rdo. P. Francisco Butifiá S. J. • 0,05
 D ie V J u lii. Missa Sanctorum Cyrilli et Methodii, P. et C................................. I 0,20
 D o m in ic a prima non impedita post Pentecostem. Missa B. Mariae V. sub titulo de Pietate . . . . ' ........................... I 0,20
 D ie X X J u n ii. Oflicium S. Silveri, P.
 et M.................................................. 1 0,15
 D ie V J u lii. Olficium Sanctorum Cyrilli et
 Methodii, P. et C............................i 0,15
 F e r ia Fipostoctavam Corp. Christi. Officium in
 solemnitate Sacratissimi Cordis Jesu » 0,15
 jD ieX JJa líz .O ffic iu m S .P ü L P .e tM . i 0,15
 M is s a e p r o p r ia e sanctorum quae in archidioecesi S. Jacobi de Chile celebrantur.
 P r o p r iu m M i s s a r u m quae praeter missas
 pro Hispania indultas in Ecclesia Mexicana
 celebrantur.
 M is s a e p r o p r ia e sanctorum quae in Hispania celebrantur, cum supplemento pro dioecesibus Cathalauniae.
 P r a e f a t i o n e s sine can tu per totuin annum.
 j C a n o n missae.
 ' M is s a e votivae per annum.
 
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 ESCÜELAS DE ARTES Y OFICIOS
 
 OBRA DE DON BOSGO
 
 O A R G E L O IV A
 
 EL
 
 M E JO R
 
 M E D IO
 
 d e fo m e n ta r l a d e v o c ió n á ' ^ a v i a ^ u - e t C i a & o r a e s t e n e r e n c a s a n n a de
 BUS e s t a t u i t a s ; á e s te fin la s te n e m o s p r e p a r a d a s á, p ro p ó s ito , b u e n a s j á
 p re c io s s u m a m e n te m ó d ico s, co m o á c o n tin u a c ió n p u e d e v e r s e :
 TAMAÑO
 
 en Centímetros
 30
 40
 45
 50
 60
 
 Pesetaa
 »
 
 »
 »
 »
 
 50
 75
 85
 100
 150
 
 CLASE SEGÜRDA
 
 CLASE PRIMERA
 
 CLASE EXTRA
 »
 »
 
 P esetas
 »
 
 »
 »
 »
 
 »
 »
 
 40
 55
 65
 80
 100
 
 »
 
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 O B S E R V A O I O IV E S
 
 Estas estatuas son de pasta vaciada á mano; tienen peana de madera y cincelada. La
 corona y el cetro son de metal dorado. Las de clase extra van con ropaje adamascado, fondo
 oro. Las de primera van con una rica orla de oro bruñido, cincelado y policromado. Júas
 de segunda con wíia orla dorada cinceladaj y mitrelazaÁa oon adornos.
 E s t a s e s t a t u i t a s re c ib e n la b en d ició n .
 E l e m b a la je s e c o n ta r á p o r s e p a ra d o .
 N o s e s e r v i r á n in g ú n p e d id o q u e n o v a y a a c o m p a lia d o d e s u im p o rte .
 A n u e s tr o s c o r r e s p o n s a le s s e le s h a r á u n d e s c u e n to r e la tiv o á la im p o rta n c ia
 d e s u s p e d id o s.
 5.* D iríja n s e lo s p e d id o s á la IiIBBERTA SAIiESIANA — Sarria (Barcelona).
 £ 1 J o v e n I n s tr u id o en la práctica de sus deteres y en los ejercicios de piedad cristiana, seguido
 del Oñcio de la Sma. Virgen, del Oficio de Difuntos y de las Vísperas de todo el año por el Sacer
 dote Don J oan B osco. Un tomito en-32.
 S«tn obrtt» oatA diridida en troa partea. E u la prim era
 enoontrai^is todo lo que debáis p ra c tio a r^ lo qne debéis
 b u ir p ara v iv ir oristianainonto. En la ao^unda ae encuen
 tra n reunidas las principales oracionoa que estén en uso
 en las parroquias s eu las casas de oduoaoion. 1a tercera,
 en 6n, coutloue el Oficio de la Sm:». V irgen, las Vlsperaa d e todo el afio y el Oficio do U ifuiiios. Enc<'utrai«is
 adem ás un poquefio diálogo sobre los fundam entos de nues
 tr a aanta rediglon católica, adoptado al tiempo en que vt*
 vimos. Afiadimos al fin un a «-urta oolecolon do cancionee
 espiritnaJes.
 Queridos mi os, os amo con todo mi oorasón, y me basta
 ^ n e seáis jÓTsnes p a ra que oe ame tanto. Conserrad oal-
 
 dadosamente en vuestro ooraadn el tesoro de la virtud:
 oon ese eolo sois b astante rioos y estáis eu posesión de
 todos los demás, pero s i lo perdéis, llegaréis á se r los más
 m iserables y desgraciados del mando.
 Que el Señor oa aoorapafie siempre, y os b aga la gracia
 de poner en práctica m is consejos, para que podáis aumen
 ta r la gloria de Dios y salvar vuestra aúna, único fin qas
 me he propuesto oonsegulr al escribir este llbrito.
 (Del prilogc}.
 E nonad em ad o en te la . . . . .
 p ta s . 1’95
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 p ie l
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 • o h a g r in , co r te d orad o .
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                Fecha                        
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                        1900.06