BS_1898_06

Ficha

Título
BS_1898_06
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1898
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SUMARIO

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M A V O

JJE

COXFERIKCIA S a LSSIAXA . . . .
VIlHION FB O VID U CIAL D I D . BOIOO
A M aKIA AUXIUADOUA . . . .
A Loe }<iKo«. Floro! de H ijo

189S
pág.

npa Otnti

Ezonralnn epoeMIloe del Unió. Br. Cegliero.
rliero. — Co­
lombia. IJo DQ«To lAureto eoaiUdo A loi 8a1n
•i«n o!................................................................

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--.m

GdAClAB D I MASIA A U X I U A D O S A .............................. .....
K UE8TUA COHXISPOXDIRCIA. Fipofla. FIm U do B. Fnin*

i

cisco do 8»Iei j oonmemonoloD do D. Botoo: Gu>
mrino (SotIUs ) — Uálog* — Oerons — Boljo (8o>
T illa ) — Amiriea, Coaoqioloa (Porogaej) — A l­
magro (Baenoo Airoo) — Quito (XooMor) — Lima
(P e iA ).............................................................. a

DOCUMSKTOe B A L U U a O I
. ........................................ .....
K icuoiím U .......................................................... a

KonctAi T T a u id a h m

. . « » .................. ....

Bibuogsavía .......................................................... »
GsABADoe. AnxiUam ChrUtiaoonuii — XI limo. Br.
CagUoro j el CaetqaoTíamnjseiirA — lABeenrreodon de a . Sr Jeencristo — Interior del Colegio
Saleaiaso de M^loo — Fachada j plano do la Igleeia
en ooBStrnccion de M.* Aoz. en Méjico
B. Joo6
Hilario Elgneto, arqnitecto.

.V2.5-

Obbab Salesjakas
S srrlt (B sroeloos). Buenos A iree. Chile.
U cn tovidM . U m «. Boflvia. Bogotá.
Méjico. Puebla..

í^ ;

DA MIHI ANIMAS

C/tTERA TOUE

Sarria — L I B R E R I A

E L

SALESIANA

A B IA N T E

L E

— Barcelona

U E A B r lA .

« Pasad á mi todos los que codioiais y llenaos de mis
frutos. »
l'lu este libro se contiene un amor misterioso, como
el aroma en el cáliz de la flor, la virtud de ésta, abre
su corola y las anras reciben su perfume. Del mismo
modo el amor de María, reflejado en éstas páginas,
abro nuestro corazón y al cielo se lleva el amor de
aquellos que, imitando las euschanza dadas en este
libro, les promete flores de virtudes que nacen del
trono de Dios por la gracia, regadas con la sangre
del Cordero inmaculado y cultivadas y florecidas por
el soplo benéfico del Espíritu Santo. « Mis flores son
frutos de honor y de riq^ueza. » Florea mei^ fracto9}ionoria et honcatatie. (Eooli. c. x x iv ).

K1 fl:U)lo y feliofelmo Hoy Salom<5a nos dice poi boca
do }iv Kf posa do los Cantalea oatas liortnoaas palabras':
« J-'liivcH apnarucrunt in ierra notlru. » (Caiit. c .ii,v . 12).
L iih llores lian aparecido en nuestra tierra, el lues de
Mayo 6 de Marín ha llegado; ia-rfntate nara obspf|uinr
áfe la
del uuilipu
oninuo /
y a llir
de A
lo.s
J
UV rosa
iUOift UOl
iiXAio
Vr UO
l/O v.alIeH:
«««rUVO» «j>r«u)-ale
para ver la palma de Cades y el cedro del monte Líoann; tiAii y voriís la niiis ueniiosu entre todos los
«riuluras, la hija de Dios, la madre del Verbo y la
esposa del Kspírilu Santo, que tiene ñor corona aoee
estrellas, por adorno de sus i>ies la luna, por veatidura el sol, por manto el lirmamciito; ven a eaouebar
palabras do ouiisuelo en e.ste hermoso libro que te
ofrece Álaría pura que la honres, dándote en prueba
de su regalado cariño el perfumo de las flores; como
dol lirio la ]mro:;a, do la rosa la caridad, de la vio­
leta la humildad, de la palma de Cades la santidad
y del cedro la iumortalidad, diciándoto con amor:

En rústica . . . . . . . . .
Encuadernado.................... ... .

ptas. O’SO
■ » 0’75

E L Jardín de los Escogidos ó el Sagrado Corazdu de Jestis.
Basta fijar la vista eu el índice da este opusculito
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comprender
la** utilidad
pan*
ÜUHM:<?UU0V X
ixwxsasai*»». grandísima que de él
puedo sacur toda clase de personas, padrea é lujos,
jóvenes y ancianos, Justos y pecadores, personas pia­
dosas y disipadas.
D ividido en SO capítulos puede servir muy bien para
el pjoroloio cotidiano del mes de Jimio dedicado al
tíuoratíslmo Corazón de Jesús, y dado oaso que fuese
predicado dicho mes, el presento opúsculo ofrece á
los KR. Sre«. Sacerdotes sulioieute materia para otros
tantos discursos sobro las riquezas que en su Corazón
encierra Nuestro Salvador.
Muv acertado ha estado el autor al titularlo E l
J ahu I n nie i.os E scogidos, puesto ijue con el nombre
do J.iRi'ÍN llamó el mismo Jesucristo á su Sagrado

Corazón, cuando en tma de sus apariciones á la B.
Margarita Alacoqne le d ijo : Entra, hija mía, en este
J akd ín delicioso... y recoge en él florea según tu guato.
No son menos propias las palabras d e l o s e s c o g id o s ,
porque el que visita, entra, admira é im ita al sagrado
Corazón de Jesús; el que se abandona, mora con con­
fianza y reposa en este Corazón d iv in o ; y el que, eu
una palabra, honra, ama y profesa sincera devoción
al Deífico Corazón de Jesús, bien puede considetarse,
con seguridad como predestinado a la Eterna Bieua--'
venturanza.

Novena al Sagrado Corazón do Jesits

p o r un p a d r e d e la C o m p a ñ ía d e Jesús

Contiene un extracto de la meditación y fruto para
cada día de la Novena, á fin de considerar las oxreleuoias, virtudes 6 inmensidad do amor que «umerra
el sagrado Corazón de Jesús, añadiéndosB ni fin un.-»
muy devota oraoion.

Puedo hacerse eu breve tiempo y con mucho pro­
vecho espiritual.

Práctica de los Nueve Oficios

En rústica................ ....
En tela

.

En rústica . . . . . . . . .

y o tro s e je r c ic io s d e v o t o s en h o n o r d e l

ptas. I ’OO
» t’25

ptas. O’IO
S a g ra d o

Cora/.úü d e J esú s.
plegarias; Oraciones para antes y despuce i,e la co
mnnioii y el Hosario dcl Sagrado Corazón. Al fin se
encuentran los Estatutos é ludul^noias de la Pía Asociaciou de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón

Ks uu Ubvilo lleno de piedad y uuoion, en el cual
los amaules del Sagrado Corazón de Jesús hallarán
tioruos afectos y oraciones para solazarse en esto
centro del amor divino, A ilonúe deben oonvergor tmlas
las napiraclonea <le un alma verdaderamente enamo­
rada de quien se sacrificó hasta dar la vida por nosotros.
Contiene los nueve Oficios, la Coronilla y varias

Diálogos de amor. J esú s y e l a lm a . —
OiVeuda al Sagrado Corazón de JesUs

En rústica................................ptas. 0’25
En tela
................................
» 0*50
Pla.^. 3.00 e l 100.
p a ra e l día. d e la C o m m iio ii á lin d e o b te n e r

muv sa n ta v id a y muv d ic h o s a m u e r te . —

Novena del Sagrado Corazón de Jesvts
m es. —

P t a s . 3.00 e l 100.

p a r a p r e p a ra rs e a l p r im e r v ie r n e s d e cada

P ta s . 3.00 e l 100.

CONDICIONES.
1. A ! que comprare diez qiemplaros se le dará uno ijrafis.
2. A loa iustitutoa do educación, comunidadea religiosas, propagandistaa de buenas lecturas y , en
general. & todos loa que adquieran buen número d e libros se lea hará nna rebaja considerable.
iuolvia. Kl producto es ;i beneficio de las c.asas Saleaiauas de E'»paña y obras de beneficencia del ii
dable ü. J U A N ROSCO, Pbro.

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Quien recibiere á un
niño en mi nombre, á
mí me recibe.

Os recomiendo la ni­
ñez Y la juventud: cul­
tivad con garande esmero
su educación cristiana;
y proporcionadle libros
que le enseñen á huir
del vicio y á practicar
la virtud.
(Pío IX.)

(^5ATH. XVIII.)
Entre las cosas divi­
nas. la más sublime es
la de cooperar con Dios
á la salvación de las
almas.
(S. D io n is io .)
E l amor al prójimo es
uno de los mayores y
más excelentes’ dones
que la divina bondad
puede conceder á los
hombres.

R e d o b la d vuestras
fuerzas á fin de apartar
á la niñez y juventud de
la corrupción é incre­
dulidad y preparar así
una nueva generación.

(S. F r a n c . de Sales.)

(L eó n X III.)

DA MiEI AHIMAS GATERA TOLLE i'

A N O X II — N. 5

CottolenBD, 32

PU B LIC A C IO N M E N SU A L

@ flE D A C c iO N y / l d m i n i s t r a c i o n
---------------- ------------------------

M A Y O de 1898

®

Turín ( I t a l i a ) ^
.
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@oofertocia ^cilcsiana
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l^^.ecnm endo el 24 de este mes la fiesta de nuestra querida Madre
¡3 ^ María Auxiliadora patrona y protectora de la Pía Sociedad
Salesiana, recordamos á nuestros 'beneméritos Cooperadores,
pero especialmente á los Directores, Decuriones y Celadores, el
número 4 del Artículo VII del Reglamento, que dice: « Cada
ano tendrán dos Conferencias, cuando menos: una el dia en que se
celebra la fiesta de María Auxiliadora, y Ja otra en la de S. Fran­
cisco de Sales: en ambas se hará una colecta en favor de Jas Obras
Salesianas. Los Cooperadores de donde no se haya podido aun constituir
una Decuria y los que no hayan podido asistir á Ja conferencia, mandarán
su ofrenda á Ja más próxima Casa Salesiana, por Ja vía más fácil y segura.»

— 114 —

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AHA h o n ra r y h a c e r a m a b le
e l tra b iijü m a n u a l en to d a s
sus m a n ife s ta c io n e s h o n e s ­
tas, e l C r is tia n is m o c o m e n z ó
p o r c o n d e n a r la s t e o r ía s d e
la filo s o fía a n t ig u a , r e p r e ­
s e n ta d a e n lo s m á s g r a n d e s
g e n io s d e l a G r e c ia , P la t ó n
y A r i s t ó t e l e s , q u ie n e s le
h a b ía n i)r o c la m a d o in d ig n o
d e u n h o m b r e lib r e . F o r ­
m a d o s p o r t a l e n s e ñ a n z a , lo s c iu d a d a n o s
en p o s e s ió n d e sus d e r e c h o s te m ía n p r o ­
fa n a r su s m a n o s p e r e z o s a s a l c o n ta c to
d e lo s in s tru m e n to s d e tr a b a jo , q u e e llo s
e n t r e g a b a n á lo s e s c la v o s . E l r o m a n o m i­
r a b a co n C ic e r ó n á lo s a rte s a n o s c o m o
b á rb a r o s y g e n t e n u la , y c r e ía q u e p a ra
ser r e s p e t a d o e r a lu e c is o l l e v a r u n a v id a
ociosa.
E s t e p r o c e d e r d e lo s p r o p a g a d o r e s d e l
E v a n g e l i o t e n ía su r a iz e n D io s m ism o ,
k q u ie n la I g l e s i a lla m a e n sus h im n o s
s a g r a d o s e l A u t o r y F a b r ic a d o r d e l U n i ­
v e r s o , e n l a l e y d a d a p o r e l C r ia d o r al
h o m b re en su m o r a d a p r im e r a , y s o b re
io d o , e n e l s u b lim e e je m p lo d e J esú s en
e l t a lle r d e H a z a r e t h . ¡C u á n ta s e n s e ñ a n ­
za s fe c u n d a s en b ie n d e la h u m a n id a d
h a d a d o e l d iv in o o b r e r o d u r a íite su v id a
s ile n c io s a e n e l m a te r n o h o g a r ! E l h a
s a n tific a d o l a o b e d ie n c ia , la h u m ild a d , e l
a p a r ta m ie n to d e l m u n d o , la v i d a la b o rio s a
y a b n e g a d a . J esú s es e l d iv in o in s p ir a d o r
d e t o d a s bus a rtes.
F u é e n t o d o t ie m ¡)o p r e c is o a le ja r á las
g e n e r a c io n e s d e la v id a e s tó ril, y m o s ­
tra rle s c ó m o p a ra la s s a tis fa c c io n e s d e
su v id a fís ic a , m o ra l y s o c ia l, n e c e s ita b a n
d e s c u b rir, d o m a r y d is c ip lin a r la s fu e r z a s
n a tu ra le s y a p r o v e c h a r s e d o lo s te s o ro s
q u e p a r a su c o n s ta n te e x p lo ta c ió n D io s
p u so o ra e n la su p e rfic ie , o ra e n la s e n ­
tra ñ a s d e la tie rr a . E s ta le y , s a b ia m e n te
d ir ig id a p o r e l e s p íritu c r is tia n o , p a ra e l
c u a l e l t r a b a jo es á m á s d e u n a n e c e s i­
d a d , m e d io d e e x p ia c ió n y d e p r e s e r v a ­
c ió n , h a o r ig in a d o in s titu c io n e s d iv e r s a s
y r e s u e lto , a u x ilia d a p o r la f e y p o r la
c a rid a d , e l p r o b le m a s o c ia l q u e h a p r e s e n ­
t a d o c a ra c te r e s p a v o r o s o s e n lo s tie m p o s
a c tu a le s.

C ie r t a m e n t e e l t r a b a jo e s infecundo]
sin e l r o c ío d e lo s c ie lo s . V i v i r en la in-1
d o le n c ia ó m ir a r l a r iq u e z a co m o fin ex^j
e lu s iv o , es ig n o r a r la m is ió n d e l hombn
y d e s c o n o c e r q u e h a b ie n d o s id o criad^
p a ra la s o c ie d a d , d o n d e e l lu ntu o amo
es e l v ín c u lo q u e l i g a á lo s seres racio-l
n ales, e s tá e n e l d e b e r d e en ju gar h l
lá g r im a s d e sus h e rm a n o s y d e restaDu]
la s h e rid a s p r o d u c id a s e n e llo s por
e n fe r m e d a d y x>or l a m is eria .
E n to d o s io s p a is e s , a u n en aquello
d o n d e la in s tru c c ió n p ú b lic a se halla
d ifu n d id a e n la s m a sa s p opu lares,
s ie m j)r e m a y o r e l n ú m e ro d e lo s qne pañi
g a n a r e l p a n s e c o n s a g ra n á la b ores agri-|
c o la s ó á ta r e a s m a n u a le s , q u e e l délo
q u e se d e d ic a n á e s tu d io s literarios
c ie n tífic o s ; y si n o h a y e s p íritu ’, tosco'
c u ltiv a d o , (¡u e p u e d a d a r d e mauo
g r a v ís im o d e t r im e n t o s u y o , á la vida:
lig io s a y m o ra l, r e c lá m a la c o n v o z at
n a d o r a esa in m e n s a m u ch ed u m b re
g e n t e s q u e h a n m e n e s te r t r a b a ja r dií
m e n te p a r a g a n a r e l s u s te n to , coiisueli
a q u í a b a jo p a r a s o b r e lle v a r la carga ^
la s m is e ria s h u m a n a s, esp e ra n za s paral
e te r n id a d . ¡C u á n to s s e p e r v ie r te n porqii
n o h an a ])r e n d id o á a m a r á D io s n i bu
c a d o en un o fic io , e n u n a p o fesio n he
n e s ta lo s m e d io s d e v i v i r !
Y c o m o la s g e n e r a c io n e s se forman i
h o m b re s q u e c o m ie n z a n x)or s e r niños,l|
m illa r e s d e ésto s p a sa n lo s añ os eu qí
d e b ía n ju e p a r a r s e p a ra la s luchas dj
m u n d o e n e l a b a n d o n o y la misef
fu e n te s d e g r a n d e s d e s ó r d e n e s mor
y n o p o c o s so n e x t r a v ia d o s i)o r e l es
d a lo y p o r e n s e ñ a n z a s corru p tora s,
m e n s o c a m p o d e la b o r s e h a presentí
á lo s a tle ta s d e C r is to p a r a fu n d a r sot
s ó lid a s b a ses e l o rd e n s o c ia l y r e g e n e * ^
esos E s ta d o s d o n d e h a d a d o sus proi
fr u to s e l o lv id o d e D io s , d e su le y
y d e l v e r d a d e r o c u lto e u e l alm a «le
n iñ e z y d e la ju v e n t u d . D e segu m
^
osa p r o fu n d a lla g a , e l s o c ia lis m o , que
c o r r o e eu lo s p a is e s d e B u t o p a e l cora®
d e la s o c ie d a d , h a b ría s id o descoiu
si la s a v ia d e l v e r d a d e r o b ie n que
I g l e s i a C a t ó lic a h a h e c h o c irc u la r en
o r g a n is m o d e la s g e n e r a c io n e s u a cien f*
lio h u b ie ra s id o e n v e n e n a d a p o r

— ll.*) _
bieruos qu e lia u s o ñ a d o c o n u n id e a l d e
bieiiestai’, d e p r o g r e s o y d e c u ltu ra fu e r a
(le la le y d e C ris to .
L a a p a rició n d e lo s h é ro e s cris tia n o s
ba coin cid id o s ie m p r e c o n l a e x is t e n c ia d e
grandes c a la m id a d e s s o c ia le s . L a H is to r ia
de la Ig le s ia d e m u e s tra e l c u m p lim ie n t o
de esta le y . E l s ig lo q u e v a á e x p ir a r h a
sido a zota d o p o r h u ra c a n e s tre m e n d o s ,
euti’e los c u a les e l m á s d e v a s ta d o r c o n ­
siste en e l e s p íritu r e v o lu c io n a r io q u e
bajo fo rm as d ife r e n t e s h a a r r e b a ta d o la
fé do los c o ra z o n e s y c e ñ id o sus a s p ir a ­
ciones á los in te r e s e s d e l a v id a jH’ese n te.
Entre e l c a p it a lis t a y e l o b r e r o , e n t r e el
rico y el p o b re , e n t r e e l s o b e r a n o y e l
súbdito la lie v o lu c io n h a d e s tr u id o la
armonía e s ta b le c id a i)o r e l E v a n g e lio .
A fo rm a r g e n e r a c io n e s d e o b re r o s e n e l
temor d e D io s y e n e l c u lt iv o d e la s v i r ­
tudes cristian a s, d e s tin ó D io s á un h o m b r e
de h u m ilde cu n a, q u e v i o la lu z d e l m u n d o
en las ris u e ñ a s fa ld a s d e lo s A l } ) e s p ia monteses e l d ía 15 d e A g o s t o d e 1815.
Pureza d e f e , fe r v o r o s a p ie d a d , e n tr a ­
ñable a m o r á lo s ]>obres y un c a riñ o ín ­
timo á l a n iñ e z d e s v a lid a , fu e r o n ju e n d a s
que en é l b r illa r o n d e s d e sus p r im e r o s
años. T u v o c o m o lo s g r a n d e s hom bre.s la
intuición d e su e x t r a o r d in a r io d e s tin o ;
protegióle e l C ie lo con s in g u la r e s L iv o r e s ;
ediic(5 ])ara e l t r a b a jo á m illa r e s d e n iñ o s;
fundó la C o n g r e g a c ió n q u e l l e v a e l n o m ­
bre de S. F r a n c is c o d e S a le s ; c o n s tr u y ó
eu las in m e d ia c io n e s d e T u r ín e d ific fo s
vastísimos |)ara a lb e r g a r á sus n iñ o s, y
au h erm oso t e m p lo d e d ic a d o á M a r ía
A u xiliadora, e n c u y a m a je s tu o s a cú p u la
g'»zábase e n c o n t e m jd a r á l a K e i i i a d e i
Ciel() c o m o é l la h a b ía v is t o en c e le s te
31'aricion; e v a n g e liz ó á la s g e n t e s con
santa v id a y co n lo s in n u m e ra b le s
e><iitos q u e s a lie r o n d o su p lu m a ; en
t'Too su y o fo r m á r o n s e p a r a e l a lt a r y
í>aia c o n tin u a r su o b r a s a c e r d o te s e je m ­
plares; P a r ís y B íir c e lo n a le a b rie ro n sus
puertas c o m o á u n t a u m a tu r g o d e lo s
primeros s ig lo s d e la I g l e s i a , y c u a n d o
alm a v o l ó a l C ie lo h a b ía v is t o c o n
indecible jú b ilo e s t a b le c id o su In s t it u t o
J‘U tod o e l u n iv e r s o c r is tia n o . E s e h oin p r o v id e n c ia l, lla m a d o á c a m b ia r la fa z
las s o c ie d a d e s , es e l P r e s b ít e r o D o n
«11-AX B o s c o .
•''u m is ió n e s n n v e r d a d e r o e s p le n d o r
! iii* la fe , c o m o lo f i l é la d e F r a n c is c o d e
A>ís <. V ic e n t e d e P a u l. P u e s t a s ie m p re
co n fian za e n D io.s y e n la S a n tís im a

V i r g e n , á q u ie n a m ó c o n e n c e n d id o a fe c to ,
r e a liz ó v e r d a d e r o s p r o d ig io s . N o h a y q u e
p e d ir a l S a n tu a r io d e L u r d e s , d o n d e la
M a d r e d e D io s h a p r o d ig a d o á m a n o s
lle n a s sus fa v o r e s , p r u e b a s e v id e n t e s d e
h e c h o s s o b re n a tu ra le s ó m ila g r o s o s a c a e ­
c id o s e n e l s ig lo d e la s lu c e s : la v id a d e
D o n B o s c o está lle n a d e e llo s , y si su
O b r a lio fu e s e b a s ta n te á c o n firm a r lo , a h í
está n t o d a v ía m u ch o s d e sus d is c íp u lo s
q u e d a n t e s t im o n io d e su v e r d a d .
S a u t ilic a r e l t r a b a jo en e s t e s ig lo (]u e
t o d o lo m a t e r ia liz a , r e p r o d u c ir e n la s
n u e v a s g e n e r a c io n e s e l t a l l e r d e N a z a r e t h ,
ta l h a s id o e l g r a n d io s o id e a l q u e s e p r o ­
p u so y r e a liz ó D . B o s o o ; é s ta l a g r a n
m is ió n q u e le c o n fió la d iv in a P r o v i d e n c i a
en la s m o d e r n a s s o c ie d a d e s .
E l e s p íritu d e e s t e n u e v o a d a lid d e la
S a n ta I g l e s i a s e a b r ir á p a so , á n o d u ­
d a rlo , en to d a s la s s o c ie d a d e s á t r a v é s d e
lo s ob.stáculos, c o m o esas c o r r ie n te s q u e ,
d e s iire u d id a s d e la s a lta s m o n ta ñ a s , n o
h a lla n d iq u e c a p a z d e re s is tir la s y v a n
á r e n d ir sus c a u d a le s a l o c é a n o d e s in ie s
d e f e c u n d a r lo s c a m p o s ; m a s e n t r e t a n t o
la r a z ó n y e l in te r é s s o c ia l r e c la m a n d e
co n s u n o q u e n o d e je m o s a l t ie m p o el
p r o g r e s o s a le s ia n o , p o r q u e n u e s tro s p u e ­
b lo s p id e n p a n , y })o r q u e lo s n iñ o s jio b re s
q u e lia n d e fo r m a r la s n u e v a s g e n e r a ­
cio n e s, n e c e s ita n d is c ip lin a r s e c u a n to a n te s
en lo s ta lle r e s d e l t r a b a jo y d e la v ir tu d .
M auo.s, pue.s, á la o b ra , a m a d o s C o o p e ­
ra d o re s . V o .so tro s q u e lia b e is s id o e s c o ­
g id o s p o r D io s lia ra s e r lo s in s tru m e n to s
d e su d iv in a P r o v id e n c ia en la r e a liz a c ió n
d e la g r a n d e e m p re s a d e r e g e n e r a r la
s o c ie d a d jio r m e d io d e l t r a b a jo a c t iv o ,
in t e lig e n t e y .sobre t o d o c r is tia n o , m u lt i­
p lic a d v u e s tr o s e s fu e rz o s , a c t iv a d v u e s tr a
p r o p a g a n d a , h a c e d iie n e t r a r la O b r a v
e l e s p ír itu d e l g r a n D o n B o s c o , é s te e íi
v u e s t r a s fa m ilia s , e n lo s C o le g io s , en t o ­
d o s lo s o r g a n is m o s d e la s o c ie d a d , en u n a
p a la b r a ; y a q u e lla en t o d o s lo s g ra n d e s
c e n tro s fa b r ile s , en l a m a y o r p a r t e d e los
c u a le s si e l t r a b a jo y la a c t iv id a d h u m a n a
a d q u ie r e n u n d e s a r r o llo e x t r a o r d in a r io ,
b r illa p o r su a u s e n c ia l a a c c ió n s a lu d a b le
d e la r e lig ió n q u e d ig n ifiq u e e s e tra b a jo ,
q u e im p id a q u e lo s in fe lic e s o b re r o s sean
v íc t im a s d e l a p r o p a g a n d a d e l m a l en
sus m á s e s p a n to s a s m a n ife s t a c io n e s ; y
rn e re c e re is b ie n d e la .sociedad, p e r o s o b re
t o d o d e D io s q u e r e s e r v a u n p r e m io
e t e r n o á v u e s t r o s sudore.s y fa t ig a s e n
p r o d e ta n ju s t a y s a n ta causa.

— lio —

A María Auxiliador
« w w A / \ > ^ e>cx.a.^/w \j

S

EB cníU sonríen los cielos,
Cuál la tie rra se alboroza,

Y en comunión jubilosa,
L ib r o un instante do duelos,
L a lium anidad sus anhelos
E x h a la en gratos loores...
4 P o r qué tan v iv o s fervores
T tan plácida a lo g ría t
lE s la fiesta do M aría,
L a M a d re do m il a m o re s !
E n la selva y el pensil
T rin a n las canoras aves,
Y en sus arpegios suaves
R in d en alabanzas m il
A la Sonora g e n til
Qno a l ló b reg o A v e r n o aterra;
A la que on su sér encierra
lio s tesoros d ivin a les
Y , IMadre de los mortales,
R e in a es de cielos y tierra.
íQ u é dulcem ente suspira
E n la frondosa enramada
T ib ia e l alm a em balsamadal
Y una m úsica que adm ira
D e E o lia arranca á la lir a
Con su blamUsim o vu elo:
¡E s la m úsica del cielo
Q u e da trégu a á nuestro llan to
E n el d ía sacrosanto
D e la M adre d el consuelo!
L as gayas llores abrieron
Su corola peregrina,
V a so do esencia divin a,
G rata esencia que ti'ajoron
L o s ángeles que v in iei’on
C on la sonrosada aurora
A consolar a l que llo ra
Y ahuyentar toda tristu ra
En la fiesta dulce y pura
D e M aría A u xiliadora,
Cante el tiern o ruiseñor,
E u lgu re el sol esplendeute:
Que e l huracán, el torrente.
E l p iéla go rugidor,
D el Imsque umbrío e l rumor,
Y el N’alle, y e l río undoso,
Y el monto enhiesto, y coloso,
En sublim o sinfonía,
G lorifiqu en á María.
M adre del amor hermoso.
C o n tigo ¡M a d re! no hay penas;
í>in tí, t a n sólo iies.ares:
C on tigo, alegres cantaros;
s in Tí. luctuosas escenas:
Y contigo, las cadenas
tíe desiKHlazau dcl m al;

Y sin tí, e l peso :fetal
V u e lv e de nuestras prisiones.....
¡O h , ven, no nos abandones
D u lce R ein a celestial!
Chara luz de nuestros ojos,
Id e a l do nuestra mente,
A m p a ro del iiu ligen te
E n esta tie rra do abrojos:
A tí, rendidos de hinojos.
Y a que ningún bien tenemos,
S in reserva te ofrecem os
E l alm a y e l corazón.
¡P e rd o n a nuestra oblación,
Que darte más no podemos!
Y g,quó im p orta la inclemencia,
Qué las cuitas de este mundo,
D o p roscrito y errabundo
Y sum ido en la in d igen cia
L lo r a del cielo la ausencia
E l humano e n tristecid o !
¿ Qué im p orta el E dén perdido.
S i nos tiendes. M a d re nuestra,
T u blan da y potente diestra
C on pecho de am or h en ch id o!
E n t í e l consuelo encontramos.
E n t í encontram os la calm a;
¡T ú eres la v id a dol alma,
Tú, e l b ie n porqu e suspiramos!
L a dich a que reclamamos
Con nuestra ansiosa querella,
So c ifr a en tí, V ir g e n bella.
¡S a lve, in efa b le esperanza
D e nuestra eterna bonanza!
¡S a lv e, m atu tina estrella !
R ein a te aclam a la b risa
Q u e sopla d el mar inmenso;
Rein a, con su gra to incienso,
L a nube que el v ien to r i z a ;
Y la plácida sonrisa
D e las estrellas brillantes,
Y de las flores fragantes
E l arom a suave y puro.
R ein a de este v a lle oscuro
Y de los cielos radiantes.
Con los cielos por dosel
Y coronada de estrellas,
Con tu augusta pla n ta huellas
L a cabeza de L u zb el;
Y los precitos con él,
D evorando su ira insana,
T e proclam an Soberana
Tam bién del O rco sombrío.
¡Q u é excelso es tu poderío.
M adre de la raza hum ana!
R e fu g io d el desvalido.
S olaz del atribulado,

11^
Lenitivo regalado
Para el pecho adolorido,
Consaelo del afligido,
D d huérfano protectora,
Dulce alivio del que llora
En esta tierra in felice:
¡Tu fa m ilia t e b en d ice,
Tierna A la d re A iix ilia d in a !

¡M a d re d e l am or hermoso,
E res nuestro dulce encanto!
H o y de jú b ü o es e l lla n to
Q ue surca nuestras mejillas.
H o y , postrados de rod illa s,
A lza m o s nuestra canción
D e l fondo d el corazón
H a sta e l tron o donde brillas.
H o y d e l E m píreo los velos
Se eu tre a b ra i ó lo s m ortales;
X la gracias celestiales,
X los d iv in o s consuelos
L len a n h o y nuestros anhelos;
H o y se perfum an las flores;
Se calm an h o y los d olores:
¡Sosannaí que h oy es e l día
V en tu roso d e M aría,
M adre de nuestros am ores!

AirRELio BELTlí'AlT.

A

L O S

Ñ I Ñ O S

F L O R E S D E IvIAYO

■*>
A u x iliu m

C h r is tia n o r u m .

C*niíí«rfl de loa Eacuelae SaUtianaa de Sarriá).

Ensálcente, V ir g e n pura,
La a vecilla m elodiosa,
Con su i>erfume la rosa
Y los lirio s con su albura :
Que de la amena espesura
Lleve el am biente, que sube
Hacia la irisad a nube,
La terrenal alabanza
Hasta la azxd lontananza
Honde te ensalza e l querube.
H o y no h ay duelo, no h ay quebranto,
Sino efusiones de gozo.

k

¡]o HAT cuadro más dulce y más poé­
tico que el que presentan en M ayo
los templos católicos. E n un altar,
adornado, casi siempre, p o r la devod on de jóvenes candorosas y niflos
y niñas inocentes, que son las flores que 2)crfuman
la fa m ilia c r H ia n a , se eleva, entre rosas y azu­
cenas, la imagen de M a ría , de la M adre del A m o r
Hermoso. P ero, ¿ n o es verdad que todos los años
a l decir á la V irgen que vais á ofrecerle flores
¡¡obres y humildes del bajo suelo os parece que
éstas se m architan m uy p ro n to ? ¿ Verdad que de­
searíais presentarle otras miis frescas, más olorosas,
otras flores ebrnas y dignas de fig u ra r en los
verjeles del cielo? Ciertamente que si, porque com­
prendéis que aquellas que adornan los altares
son símbolos mezquinos de las flores que la ce­
lestial ja rd in e ra desea que broten en vuestras almas
bajo el in flu jo de sus inspiraciones maternales,
más tiernas y halagadoras que los besos de las
auras que hacen abrirse las flores de los campos.
S i de u n golpe, p o r medio de uno de esos esp^os
prodigiosos de que os hablan los cuentos de hadas
y encantos, pudieseis ver (oda E sp a ñ a ...... ¡que
digo E s p a ñ a ! él mundo entero, el mundo católico
y creyente en e l mes de M ayo, de seguro que ve­
ríais niñas y niños aristocráticos, hijos de reyes
y 2¡rincipes correr á los jardines de sus palacios
y despegar estufas é invernadfros de flores extrañas
y preciosas; veríais á las pobres obreras, á las
esclavas del trábajo, a rra n ca r los pensamientos y
clavellinas que adornan los tientos ^ sus estrechas
réntanos, veríais á humildes pastorcillas y pas-

— lis —
(orriU os cortar rosas silvestres, amapolas y margarito s de los valles; veríais como á través de una
lin l' riKi mágica ú los n iños de otras razas y de
otras tierras redimidos de los errores de las r e li­
giones gentiles p or el celo santo de los misioneros
y misioneras a^xtefálicos buscar bajo los rayos de
un sol de fuego las /lores que esmaltan con sus
fúlgidos colores el suelo de la C h in a y el Japón,
tas vertientes del Jíim alaya y los verdes collados
de O ccanía; y veríais, p o r fin, á todos ellos, como
Icyioncs de ángeles del cielo, vola r en alas de la
fe para engalam ir a m sus perfumadas ofrendas
altares, cuadros y efigies de M a ría . Herm oso y
conmovedor es todo esto, ¿verdad? tan dulce y
encantador que, de seguro ¿ á que culivlnó vuestro
deseo? de seguro que cada uno de vosotros querría
tener una imagen , aunque fuera pequeñita pa ra
ad ornarla á su gusto. ¡ Qué dulces ratos pasariui<i á su lado besando sus divinos piés, perfu ­
mando síts vestidos y cubriendo de flores su altarc ito ! l*ues nada más fá c il que esto, nada más
fá c il aunque seáis muy pobres, aunque viváis en
meilio de una ciudad corrompida, cual otra Sodoma,
aunque habitéis un caserío oculto entre los montes,
ó crucéis en un buque las inquietas olas del m ar.
Vuestro corazón ha de ser el santuario ignorado
y desconocido como lo era en otro tiempo la gruta
de Mnssaviolle, y la V irg en que huye del estruendo
del mundo, aparecerá oculta á las miradas de
todos, como en Ln rd es se presentaba sólo á B c rnard ila, y cuál esta n iñ a privilegia d a experimen­
tareis a l lado suyo dulzuras indecibles, arroba­
mientos celestiales. P a ra ello purificad ante todo
vuestra conciencia, como cuando se consagra de.
nuevo á D ios un templo profanado, ¿liecord a is
con qué p r o lijo esmero vuestras madres y vosotras
mismas lim piáis y adornáis las hibitaciones desti­
nadas á u n huésped esperado y muy querido?
¿JRccordais con qué cuidado prepara el ja rd in ero
ia tierra en que han de brotar las flores? Pues
pensad que en el ja rd ín de vuestras almas va á
nacer flo r tan preciosa que después de haber em­
balsamado la fierra con st* perfum e mereció ser
trasplantada p o r los'ángeles á las florestas del
cie lo ; pensad que preparáis vuestro corazón para que
i l l l more vuestra madre, no la de aquí, aunque os
•una tanto, sino la otra , la verdadera, queos « mi» m «cho más y m e jo r; pensad todo esto y vercis con qué
contrición tan sincera aborrecéis vuestros pecados y
os preparáis purt» recibir dignanunte á la Señora
de la Creación, (i ¡a Rosa del mes de M ayo.
Figúraosla a llí, como en um tro n o ; la pureza
(7e t'Uíi'/rrt conciencia servirá de lienzo blanquísimo
pa ra cu b rir su a lta r: ¿os faltan luces que le a lu m ­
bren? no os aflijáis, la luz rfe vuestra fe, la antorcha
de vuestra esperanza despiden t)ids i'íw>s fulgores,
dan tkslellos más duln's y brillantes que m illares
de lámparas y virios. ¿K vhuis de wteíjoe orna­
mentos pn'cioSí>s para adornar la imagen, qiu 'iria is
quizá que e l (roño estuviese revestido de oro y
plata como e l de Salom ón? Pues es b im fá cil lo ­
g r a r lo : Jesús y U faría pan » í í íMida quieren, bien
lo sabéis: anibos disponían de iodo el oro de los
ricos, de toiias las perlas del m ar, de lodos los
diamantes de las minas y, sin embargo, quisieron

ser pobres p a ra que oíros, p a r am or suyo, repar­
tiesen con el desvalido «e s riquezas:pues bim,
sed caritativas, dad á los desgraciados en honor
de la Virgen lo que pod á is; si sois ricas monedas
de pla ta , pero que representen algún sacrificio,
pues en esto estriba el m érito, y, si sois pobres...
m ira d ... aún os lo agradecerá más vuestra Jfadre,
que siendo más po&re que vosotras, fué tan carita­
tiva-, en este caso dad un pedacito de p an, la mitad
de la merienda á un mendigo y de seguro quei»
hábrálám parade oro n i corona de zafiros,ni alhaja
de brillantes que agradezca más la R eina del cielo
que esa lim osnapeqiieñifa, inspirada p or su amor.
¿Pensáis que en los altares de las iglesias sí
quema incienso oloroso? Pues no olvidéis que ía
Oración es incienso tan perfum ado y exquisito qxu.
a l decir de los Santos P a d re s , los úngeles h re­
cogen continuamente en pebeteros de oro para pre­
sentarlo ante el trono del A ltísim o.
Y en cuanto á flores, ¡cuántas y cuán variadas
no podéis cultivar en el ja r d ín de vuestras almas!
Rosas fragantes, claveles pu rp u rin os brotarán d
m illares de vuestras obras de ca rid a d ; a l purifim
vuestros corazones podáis sembrar de antemano
azucenas que encántenla M a ría , lir io precioso de
los verjeles de Ju d ea ; vuestro candor angelical,
vuestros pensamientos purísim os form arán blanca
alfom bra de azahares, nardos, jazm ines y gardenias
■para los piés de la V irgen de las Vírgenes;
no me olvides y las siempre vivas, slmbolode vuestro
am or inmenso y constante, serán qyrecioso manto
a zu l y oro, colores preferidos de la Inmaculada;
mortificándoos llenareis su alfa r de pasionarias;
violetas fragantes...... eso si que podéis ofrecerá,
¿cóm o? siendo humildes, huyendo si sois ricastkl
fausto y del b u llicio del mundo, si sois pobrts
ímí7rt«do en vuestros trajes la sencillez de U
V irgen en vez de envidiar las galas-de las dams
elegantes; y en fin hasta las flores exóticas dz
lejanos países podéis h a lla r en vuestros corazonfí
siendo desinteresadas, sinceras, nobles y modestas,
virtudes más extrañas y desconocidas hoy que te
flores del Indostún y de la A u stra lia .
Todo esto 03 parece muy Jienmso y muy fá 'i:
p or eso os lo digo, y también porqtce sé que nadá
agradecerá más la divina 3 la ria que este culto duh
y ferviente encerrado en el fondo de los corazmxs
como preciosa perla en las profundidades delocéan'D eja d , dejad, pues, vuestros juegos; desprende^^
del lu jo y d e la v a n id a d ; h u id d e lo s p e lig ro s y fricalidades del m u n d o; corred a l templo de J la ria per­
fumado p o r el aroma de vuestras virtudes;
i
vuestros parientes más cercanos, á vuestros amigf^
más queridos los goces santos, las gra-.-ias cefcsfte
les que alcanzáis alH d solas con la Reina di
las flores, p a ra que á im itación vuestra les coi^
sagren sus almas y exclamen más con el corazón
que con los labios :
Venid
con
con
que

y ramos todos
flores á p orfía ,
flores á M a ría ,
madre nuestra es.
Magdalena S. F centC»

Lt ((•<-, IS33.

— 119 —

TEIllIlTORIO ------DE LA
P A IIP A C E N TR AL
^ ------Excursión Apostólica <iel Hiño, señor
D. duan Oauliero.
{Correspondencia ücl R. P. Vacchtna)

Amadisdio y K vomo. Sr . D. Miguel R úa:
E liallo actualmente con nuestro que­
rido lim o, señor Cagliero en la Casa
de Bahía Blanca de regreso de
una fatigosa misión dada en un
vastísimo territorio argentino lla ­
mado Pampa Central. Estaremos unos días con
wíos buenos hermanos para descansar, y luego
seguiremos nuestro viaje hacia la capital del Río
Negro. Aprovecho, pues, la ocasión para dar á
T.R, cuenta de nuestros trabajos y consolar su
paternal corazón con la relación del bien que
i-ara mayor gloria de Dios y bien de las almas,
">Q el auxilio de María Sma., hemos podido

obrar.
Ü e sc i'ip c io n <le l a P a m p a C e n t r a l —
S us p r i m e r o s d o m i n a d o r e s — £ 1 C a ­
ciq ue IV a m u n e u r it — S u v i d a y h a ­
zañ as — A e l i i a l e s h a b i t a d o r e s d e l a
P a m p a — R e s i d e n c i a s d e E l is i o n e s .
La Pampa Central es uno de los nueve grandes
Territorios que la República Argentina ha con­
quistado con las armas, después del 1880, pe­
leando contra los indios.
Es extensa como la mitad de Ita lia (144,000
Km.=q, linda con las pronncias de Buenos Aires,
O rdoba, S. Luis y Mendoza, y al sur con la
Patagonia Septentrional. Dos lineas férreas la
P nen en comunicación con Buenos Aires y Bahía
puerto de mar m ilitar y comercial so­
bre el Atlántico. E l aspecto de la Pampa Cen^ es de una vasta llaniu*a. levemente ondulada,
^ y acullá cubierta de bosques de caldenes,
llantas de tronco grueso, poco elevado, con
íLindcs ramificaciones espinosas y que no dá
írui.i
Hasta el 1880 los indios fueron su absolutos
doenos. los cuales invadían con frecuencia las
P’onnciás limítrofes, robando los ganados, ma­

tando á los projietarios y exclavizando á cuantas
mujeres, niños y ancianos podían echar mano.
Cacique principal de la Pampa Central era
Calfucurá que tenía su alcázar (todo de pieles, do
forma cuadrangulai* y sostenido por cuatro pa­
los) entre los algarrobos, cerca de las SaUnaa
Grandes. Calfucurá mandaba en el Centro; el
Cacique Mariano Rosas en el N o rte; Catriel en
el Este y Sayhueque correteaba en el Poniente
de la inmensa zona de los ríos Negro y Colo­
rado hasta la Cordillera que divide la República
Argentina de la de Chile. Tenían bajo su de­
pendencia otros caciques y capitanejos y mucha
gente de armas, que consistían en lanzas, fle­
chas y boleadoras; durante muchos años dieron
bastante que hacer al Gobierno argentino, que
hacía con ellos tratados, les pagaba considerables
sumas á fiu de que respetasen los confines esti­
pulados, no hiciesen correrías y entregasen las
personas secuestradas en sus invasiones. Calíucurá había recibido del Gobierno argentino el
titulo de general y mandaba á los caciques P in ­
chen, Cayún, Lincopán, Lauguele, Colipán, Ip ichún, cada cual con su tribu y hombres de
lanzas. Muerto en el 1874 dejó el mando á su
hijo Namuucurá, quien gobernó la Pampa hasta
el 1880 cuando tuvo que empezar la guerra con
las tropas argentinas y salvarse huyendo en las
quebradas de la Cordillera en donde dominaba
su tío el cacique Reuquecura. L a distinguida
fam ilia Zeballos de Buenos Aires conserva las
riendas, monturas y estribos de esto impávido
guerrero del desierto.
Habiéndose rendido con los Caciques Catriid,
Manuel Grande, Ramón Baigorreta y los indios
Ranqueles, Puelches y TheuelcheS, Namunciná
recibió e l título de coronel ad honorem por su
valor en la batalla y por haberse sometido al
gobierno legislador. Por este hecho la República
Argentina entró en posesión de todo el Sud-Estde la República, es decir, de una extensión te­
rritorial de millón y medio de Kni.^ compren­
diendo la Pampa Central, la Patagonia y la
Tierra del Fuego, vastísimo campo confiado al
celo de la Congregación Salesiana.
Varios de los caciques nombrados viven toda­
vía y están en muy buenas relaciones con
nuestros Misioneros que han instruido y bauti­
zado á sus fríbus y á sus familias é hijos.
yamuncurá es uno de los caciques sobrevi­
vientes de la antigua dominación del desierto;
tiene más de 70 años y es de buena índole y
cristiano con toda su gente. E l año pasado visitó
en Viedma a l lim o, señor Cagliero, pidió mi­
sioneros para las nuevas posesiones que le con­
cedió últimamente el Gobierno cerca del Cólluncura, confluente del Lim ay y perteneciente al
Vicariato Apostólico de la Patagonia.

I

— i2u —
Haljieiido estado en Buenos Aires en Agosto
último, la mayor parte de los diarios se ocuparon
do Namxinctirú y recordaron sus hazañas. De
ano de ellos. La Patria^ tomo yo los siguientes
datos que completan y explican mejor los pocos
<]ue anteceden:
Nació Manuel Namuncurá ol afio 1820, en el
paraje denominado «P u ll-M ari», sobre la Cordillera
do loa Andes. Fui su padre un descendiente de la
raza do Arauco, Juan Oalfiicurá, poderoso cacique,
que A sus ímpetus valerosos unía sanguinarios ins­
tintos. Creció el liijo del terrible cacique entre las

argentina, cada vez más deseoso de estrechar los lazos
que debían unir la tribu de los Salineros á la con­
federación, instigaba á Calfucurá para que no so
opusiera á sos aspuaciones; pero todo en vano,
porque el gran cacique quería la guerra contra los
cristianos.
Muerto su padre, Namuncurá vino á ser jefe de
la tribu. Entonces levantó sns tolderías en las Sa­
linas Grandes, donde residió hasta 1878.
Desde la época en que su padre combatía contra
las fuerzas argentinas, Namunenrá tomaba parteen
todas las acciones do guerra; pero en la que más
so distinguió, filó en la batalla de San Carlos, li­
brada en el partido 25 do Hayo, en la cnal tomó

El limo. Sr. Gagliero y e! Gacique Namuncurá.
sierras y los valles do los Andes, sin quo viera
jamas una pequeña muestra de civilizaciou: sin otra
eduoucion quo la habilidad do montar en pelo el
ligero caballo, y el manejo de la lanza de tacuara,
sin otra herencia que el valor y el ascendiente de
su padre.
Namuncurá, inteligente en lo que ora posible serlo
dentro do su raza, fue enviado por su padreen 1836
ante el Gobierno del héroe del desierto, Dan Juan
Manuel do Rosas, para que ajustara un convenio de
paz. Después de la caída del tirano, volvió Namancurú a la confederación, y se presentó ante el
neral Urquiza, quien lo hizo convertir al cristia­
nismo.
Admirado el joven indígena de la civilización

prisionero al cacique Raninqoeo, que estiba jd
servicio de las tropas nacionalps.
En 1878 fnó sorprendido Namuncurá en su retirt
de la sierra «L ilm el-C alel», de donde huyó; le si­
guieron las fuerzas nacionales, y le alcazaron nue­
vamente en cRcineco», lo derrotaron y le hicieron
muchos prisioneros, entre éstos á su mujer.
Dispersas sus huestes, abandonado de su familia,
solo, Namuncurá anduvo días y días por el desierto
y las serranías, sin alimentos, durmiendo al raso,
muchas veces sobre su caballo, único compañero de
su huida, viviendo en continuo alerta, porque sel*
seg. .a la pista. Se hallaba rendido de fatiga J
llena de pesadumbres el alma, porque dejaba en pe
der de los enemigos ásu esposa, y desconocía el p**



121

radero de sus hyos 7 sus hermanos...... Pero en su
busca no iban sólo los enemigos; iban también séres que lo querían; iba su hermano menor, que le
enconhró en las soledades de la sierra y le facilitó
recursos para trasponer la Cordillera y huir á Chile.
Despees de una larga permanencia en la yecina
Bepública, el cacique sin tribu regresó á la Argen­
tina, con el fin de someterse al Gobierno nacional.
Sabida es su presentación en Norquin al coronel
Belisle, y su venida á Buenos Aires en el año 1885.
Entonces fué cuando se le concedió el grado de
coronel, ingresaron varios de sus hijos en el ejército
nacional y ^ le prometieron tierras y útiles para
fundar una colonia.
£1 poderoso y valiente cacique que un tiempo fué
rey de la pampa, pues todas 1í^ tribus indígenas,
Tebuelches, . t u c a n o s , Banquelines y Pecuinches
acataban su autoridad, perdió su poder omnímodo,
y de señor se convirtió en vasallo. Pero su
nombre sonará todavía por mucho tiempo en las
llanuras y los valles de los Andes; y sus hazañas
se contarán largos años por los indios atónitos, al­
rededor de los fogones encendidos en las puertas de
los ranchos: y en cantares sencillos, entonados al
melancólico son de la guiterra, agudos é imitativos
de los ruidos de la naturaleza, como la calda de los
arroyuelos sobre los peñascos, y de los torrentes
entre las montañas, pasarán á las venideras gentes
de la tribu, que habrán perdido la ignorancia de
los padres.
La dinastía de Calfucnrá se estingue; y Namnnenrá ha de ser el último cacique de las tribus sali­
neras, aun cuando su prole sea numerosa — actualnente tiene un hijo de tres años. — Y junto con la
familia real, se estingue también la tribu, de la
cual permanecen hoy retiñidos apenas cuatrocientos
indios, pues los demás están dispersos en distintos
pantos de la Bepública.
Namnncurá, ftierte todavía, sano de cuerpo y espí­
ritu, siu ninguna herida, no obstante haber librado
nmchas batallas y sufrido tantas penurias, no piensa
jamás en la guerra, y apartándose del camino que
Bgoieron Yanquetrnz, el cacique valeroso como el
león, y Cachel, el héroe de la pampa, vé con sa­
tisfacción que sus antiguos dominados se conviertan
i la vida del trabajo y abandonen la lanza de ta-

eoara.
Poco le importa haber tenido que abdicar su
oomimodo poder, y dejado de ser Bey de los detiertos meridionales; que ya no se reúnan en la
inmensidad de la Úannra, ó en las selvas de las
•ootañaa los principales de la tribu á fin de detiberar y oír loe consejos de un anciano prudente
J experimentado, como ColocoIo, ó los discursos béÜM de un joven luchador, como Canpolicán, el
bfroe de las contiendas españolas y araucanas; que
ti Gobierno argentino le haya obligado á aceptar
n soberanía, y haya reducido á la valiente tribu
^ los salineros, sin exterminarlos, como lo fueron
lee Píeles Bojas de Korte-América, en una modesta
«íonia agrícola.

En el mes de Agosto último fué, como ya he
^<bo, á Buenos Aires para ultimar con el Golo concerniente á su nueva Colonia, y



habiendo tenido noticia de que el lim o, señor
Gaglíero se haUaba en nuestra Casa central de
S. Carlos, en Alm agro, quiso visitarlo con sus
primos, nn nieto de 13 años y el penúltimo do sus
hijos de 11 años. Vestía su lujoso traje de coronel,
guantes amarillos que ocultaban la callosidad de
sus manos, un kepi con galones de oro que hacia
notable contraste con su cara arrugada y color
bronceado. S. S. lim a , y el R . P . Yespignani
lo convidaron á comer en unión de otros señores:
siendo digno de ver á S. S. llevar la mano deí
anciano y belicoso cacique para hacer la señal
de la cruz antes y después de la comida. Du­
rante ésta narraba las gloriosas hazañas del de­
sierto, las guerillas con los soldados argentinos,
sus triunfos, etc., y hablando de su rival, el
cacique Sayhueque(l), que vive todavía, muy an­
ciano y vagando en sus dominios perdidos, porque
nada pudo conseguir del Gobierno, dijo: Sa-

yhueque no Twmbre bue)io; Dios no protejerlo;
yo queriendo bien á todos, no haciendo mal,
confiando en Dios. Después de la comida S. S.
propuso retratarse en compañía del anciano ca­
cique y de su hijo, nieto y primos, dejando á
los dos primeros en el Colegio bajo la dirección
del P . José Yespignani, para ser educados en la
religión y aprender un oficio para el provecho
propio y de los Paisanos de CoUuncurá.
L a Pampa Central está en la actualidad ha­
bitada por cristianos nacionales y extranjeros, de
35 á 40,000, esparcidos á grandes distancias y
ocupados en el pastoreo de la bagatela de dos
millones y pico de animales vacunos, diez mi­
llones de ovejas, y medio de caballos. Tiene G o­
bernador, juez, letrado, autoridades civiles y m i­
litares y cinco importantes centros de población:
Victorica, Toay, General L í^ os, A lvear y G e­
neral Acha, que es la capital. En esta última
reside nuestro Misionero P . Pedro Orsi; en Ge­
neral Lagos el P . Juan Pranchini con el her­
mano Barello, y en Victorica el P . Luis Luciani.
E l P . Juan Bogherone es Misionero ambulante
en la vastísima campaña, predicando y adminis­
trando los Santos Sacramentos de choza en choza
á los colonos é indios ya cristianos. Cada dos ó
tres meses visita á los hermanos Misioneros que
viven solos para la lejía espiritual y refocilar su
espirito, á veces aislado, desierto y estéril como
la tierra que habitan. Excuso, pues, decir á V .E .
cuánto importase á S. S. lim a , visitar, como lo
hizo, á nuestros hermanos de la Pampa Central.
Apesar de las repetidas instancias de aquellos
hermanos y de su ardiente deseo, S. S. lim a,
no había podido ann visitar dicha Misión: el
considerable número de las Casas del Vicariato
Salesíano sobre e l Atlántico; las necesidad^ de
(1) y . Bol. de Febrero de 18S7 y eigrúentes.



122

Ja Patagonia, cuyo personal es limitado por de­
más; las dificultades continuas creadas por el
Gobierno del R ío Negro se lo habían impedido.
Finalmente, á mediados de Octubre, después de
los ejercicios espirituales de la mitad de año,
en los cuales S. S. lim a, quiso predicar ó con­
fesar en muchos de nuestros Colegios de la A r ­
gentina y del Uruguay, decidió visitar la Pampa
Central, acompañado do este su humilde hijo y
del R . P . Franchini que habia bajado expresa­
mente á Buenos Aires para buscarnos y guiarnos
á través de la Pampa. E l P . Franchini, como
V . R . no ignora, es Misionero residente en la
Pampa.
S a l i d a d e B u e n o s A i r e s — T A e g 'a d a á
S t a . li o s a — H o n r o s o r e e ib h n ie n to
— S a e r ra t la M i s i ó n —- U n e je m ji lo d e
f o r t a l e z a c r i s t i a n a — F r u t o s d e la
M is ió n .
Salimos el 15 de Octubre, sábado, con la ben­
dición de María Sma. Auxiliadora, bajo cuya
protección colocamos nuestros trabajos evangé­
licos. Nada le diré de la afectuosa despedida de
nuestros amados hermanos y alumnos del Co­
legio de Alm agro. S. Carlos es verdaderamente
nuestro Oratorio americano, con la misma caridad
y deticadeza de trato fraternal, de tal modo que
uno queda prendado y la separación es siempre
muy sentida y dolorosa.
De nuestro viaje de 18 horas desde Buenos
Aires á Trenque-Lauquén no sabré que decirle:
viajamos durante toda la noche mal mecidos
sobre un coche del tren, y al amanecer, cuando
hubiéramos podido ver algo, una espesa niebla
nos lo impedía. Echamos, pues, mano de nuestros
breviarios, cumplimos con los demás rezos de
nuestras reglas, almorzamos y así pasó el tiempo
do nuestro viajo hasta los primeros confines de
la Gran Pampa.
Debo hacer constar que la empresa ferroviaria,
(|ue es protesbute, puso á disposición de S. S.
un coche de lujo, y que durante el viaje nos
llenó de finas atenciones el valiente coronel señor
G il, rico propietario de Sta. Rosa y muy amigo
le los Salesianos.
A la dos d é la tarde del 16 de Octubre llegá­
bamos á Sta. Rosa (geográficamente General
Lagos) encontrando allí las más gratas sorpresas.
Kn la estación esperaban á S. S. lim a. Su Ex­
celencia el señor D. Eduardo de Chapeaurouge,
Gobernador delegado del Territorio, las Autori­
dades civiles y municipales, las escuelas públicas
y un crecidísimo número de caballeros y señoras,
haciendo á S. S. las más respetuosas y cor­
diales recepciones, y acompañándolo a l templo.
En el trayecto un tócuadrón de gendarmes con
uniforme nuevo y ñamante, montando hermosos



caballos bayos, se había ordenado á los ladcs de
nuestra comitiva, y, á las órdenes del comisario
local, señor Valeren, que tiene dos de sus hijos
en nuestro Colegio de Alm agro, honró á S. S.
durante todo el día, ya formando en la plaza,
ya escoltándolo en sus idas y venidas por el
pueblo.
Sta. Rosa no es un gran centro de poblaeioo:
tiene, sin embargo, vistosos edificios públicos y
privados y una capilla aseadita y bastante decente.
Está á cargo de nuestros hermanos R . P . Fran­
chini y el coadjutor Barello que hace de sacristán
y catequista. Son dos almas de Dios y la po­
blación los quiere muchísimo. S. S. quiso inau­
gurar enseguida la misión; por lo que liecha una
corta oración, agradeció la manifestación recibida,
determinó las funciones y su horario, y con pa­
labra culta, briosa, acalorada, entusiasta y llena
de unción exhortó á todo el pueblo á concurrir
á ella y á no desperdiciar la gracia del Señor.
Pasando á continuación á las dos pobres y re­
ducidas habitaciones del Misionero, dio principio
á las recepciones de las autoridades y de las
personas principales, ávidos todos de saludar y
entretenerse un momento con el primer Obispo
que visitaba su territorio. E l Sr. Gobernador,
que había venido con tren expreso, regresó á la
capital, en el día. L a satisfacción fué completa
en todos; nuestros trabajos comenzaban, pues,
con buenos auspicios y prometían mucho.
Entretanto había llegado la noche, una de esas
espléndidas noches de primavera americana; nu­
merosas luces iluminaban las calles y plazas
varias veces la pequeña campana había hecho oir
sus sonoros bronces y la capilla se hallaba re­
pleta de personas de todas edades y condiciones.
Predicó S. S. por segunda vez, hubo bendición,
se cantó una alabanza y con esto se acabaron
las ocupaciones de este primer día. En los deniis
días de los diez que duró esta misión, el P. Fran­
chini, como conocedor del terreno, debía estudiar
las posiciones sobre que desarrollar nuestras
elficas batallas, sacudir á los apáticos, empujar
á los rehacíos y procurarnos los alimentos. A
decir verdad, por lo que toca á esto últinw,
no tuvimos que preocuparnos mucho; los señores
concejales pagaron los gastos, lo que les agrade­
cemos. S. S. además de la Confirmación y de>
confesonario, se reservó la mayor parte de la
dicacion. Y o quedé encargado de la instrucción d?
los niños de ambos sexos. ¡Q u é alegría, amafr
simo Padre, ver dos y tres veces t ^ o s los días
llena la capilla de ton amable juventud! Fuero#
muy dóciles á la enseñanza divina y todos s
llegaron á recibir los Santos Sacramentos. ¡Q®^
espléndido porvenir tendrían si la escuela argífr
tina no fuera desgraciadamente láica! A 1(» niaesti’os les está terminantemente prohibido oeupsi*

-

123 —

en la escuela de cualquier religión, de tal modo
que los pobres para no perder el pan uo se atre­
ven á abrir la boca sobre el asunto. No lo hace
así la señorita Shmitb, preceptora de Sta. JRosa;
acompaña pei-sonalmente á sus alumuas á la
Iglesia, dando pruebas de un carácter enérgico y
de arraigadas creencias religiosas, y durante la
misión nos ayudó poderosamente para preparar á
sus alumnas á los Santos Sacramentos. La m i­
sión concluyó con más de 200 Comuniones y en
cada día 1iu Ik> imnierosísiinas Confirmaciones. Se
bautizaron á bastantes y se legitimaron ante la
Iglesia varios matrimonios civiles. ¡Lástim a que
el esquileo del ganado haya impedido á muchos
campesinos de aprovecharse de la misión! E l
fruto sin duda hubiera sido más abundante y
coQsolador; con este inconveniente tuvimos que
luchar en todas estas misiones. Con todo, en g e­
neral, podemos estar satisfechos de la población
de Sta. Kosa.
S. S., durante su permanencia allí, íiié lionrado con banquetes y fiestas por las autoridades
locales. L a condescendencia de S. S., inspirada
la caridad y unión, dejó muy buena impre­
sión, y como el ejemplo de los superiores influye
casi siempre en los inferiores, él ejemplo de las
autoridades contribuyó no poco al buen éxito de
la Misión.
( S e c o n tin u a rá ).

COLOM BIA
ÜQ Nqcyo Laítareío coníiado á los Saíesianos
( Conclusión) O)
ESPUES de 10 dias de viaje llegauins ¡í
nuestra meta el 19 de Setiembre sin
ningún incidente dignn de mención. N o
se puede decir la inmensa alegría de

aquella buena gente al vernos entre ellos.
K
flue era ésta una de las pocas veces que la
• w ía asomaba Á aquellos rostros llenos de llagas v
« los que siempre se ve dibujada la tristeza. Ex«phiando á los que por su gravedad no podían dejar
* cama, todos salieron á nuestro encuentro para
^ o s la bienvenida.

^aan*a<la m is tió n
p o r*
©1
S o c o v r o s d L e la. c a i*i< la < l
- XTa a m i s t o e x c e l e n t e — . S o r p r é n ­
d e l o p o r l a fíe b i* e . — E n a n s r a r i l l a K
«u é it a S o c o i - r o — X > i e c i o c l i o cliais
E n fe rm o — O a r a c i o n y p ;ir t it la .
Ia misma tarde de nuestra llegada se did comienzo
* a santa misión; pero á «)nsecuencia de un inconbastante grave hubo que interrumpirla 4

0) T .

Bol. de Abril, p íg . 97.

la mañana siguiente. Hacía tres semanas que i*l Go­
bierno no mandaba dinero alguno al Laziiroto, debido
á dificultades del momento , por lo que el ayuno
empezaba ya á degenerar en hambre y desesperación.
— ¿Cómo podremos hacer bien los ejercicios espiri­
tuales con esta hambre que nos devora? me decían
aquellos infelices: voluntad no nos fa lta ; poro estamos
tan débiles que deo^fallecemos. — Y no los faltaba
razón; si no se ponía término á esta penosa situación,
la misión era imposible. Y’o tenía en mi poder la
limosna que me habían dado los católicos do Bogotá
para que en el último día do la misión se la n partiera á los leprosos; pero viendo las circunstancias
en que los infelices so hallaban, cambié de resolución
y reimiéndoles á todos fii nuestra Casa al toque do
la campana, Ies distribuí según la necesidad do cada
uno los socorros do que dis¡>oina, que fueron para
ellos como maná llovido del cielo. A los enfermos
más graves obligados á guardar cama fui yo mismo
á llevarles su parte. Remediada por el pronto esta
necesidad, pudo continuar la misión, que procliiju ex­
celentes y consoladores resultados, pues durante los
diez días que duró se acercaron á recibir los Santos
Sacramentos 1,500 personas, es decir, casi el total do
las que componen la población. Las autoridades del
Lazareto fueron las primeras en dar el ejemplo, siendo
puntuales en asistir mañana y tarde al sermón y en
acercarse á los Santos Sacramentos.
Réstame ahora dar aquí público testimonio de agra­
decimiento al virtuoso sacerdote Don Sixto Gómez,
Cura párroco de Siinacota, el cual, invitado para que
nos ayudara en la misión, no obstante las muchas
ocupaciones do su cargo y el consiguiente temor que
le ocasionaba el pensar que tenia que encerrarse por
10 dias en un Lazareto, aceptó la invitación y du­
rante dias enteros y gran parte de la noche estuvo
confesando, sin adoptar otras precauciones que las
que la prudencia aconsíja en semejantes casos. A
este celoso sacerdote ó insigne Cooperador Salesiano
so del)o en gran parte el buen éxito de nuestra
misión.
Son indescriptibles las conmovedoras escenas que
se desarrollaron durante aquellos días de misión. Como
no todos los leprosos podían ir 4 la iglesia por su
propio pié, eran llevados en brazos por los menos
imposibilitados, ó bien sentados en sillas ó angarillasj
tal era el entusiasmo que entre todos ellos reinaba
para asistir á todos los actos de la misión. ¡D e o
gra d a s!
Un ¡lequeño incidente apresuro el término de la
misión. El octavo dia de ésta, después de predicar
por la tarde y de haber confesado algunas horas de
la noche, me sentí atacado de violenta fiebre que me
obligó á meterme en rama. Toda la noche la pasé
delirando; por la mañana vino el médico del I a ú a reto, doctor Naranjo, el cual está también atacado
de lepra y creo que lo tienen que llevar en brazos
para visitar á los enfermos. ¡Pobrecitol Calcúlese
lo qne podría hacer en semejante estado. Le mostré la
lengua, que le reveló una fiebre violentísima, y me
recetó una pequeña dosis de quinina que no me
produjo efecto. Viendo que la fiebre crecía, á toda
prisa se puso término 4 la misión, confesando todo
el lunes á los pocos que faltaban. El martes se hizo
la Comunión general, y el mismo día, 4 las 8 de

121
la mañana, me conducían entre 4 hombres en una
silla do manos á la ciudad del Socorro, á donde
llegamos dos días después. Dieciocho días estuve en
la cama durante los cuales se me prodigaron los
más solícitos cuidados tanto por parte del Hmo. señor
Obispo diocesano, como por las Hermanas de la Ca­
ridad y do los dos Salesianos que no me abando­
naron ni un sólo momento.
Eestablecido por completo, me volví á Bogotá y
los dos Salesianos que me habían acompañado durante
todo el viajo, partieron hacia el Lazareto para esta­
blecer allí su residencia
si os que los Superiores
no disponen otra cosa.
V n T 'lt t H

o o iK $ e M i o i i e N



nuestros que á tanto peligro exponen su preciosa vida.
Bncomendémoles al Señor y á María Auxiliadora
para que los libre de tan terrible enfermedad, y en­
tretanto , amadísimo P a d re , recomiende esto mismo
á todos los Salesianos, Hijas de María Auxiliadora
y jóvenes á su cuidado confiados, á los Cooperadores
y Cooperadoras á fin de que todos unidos alcancen
delSgdo. Corazón de Jesús esta importantísima gracia.
D e V . 2i. Jiumilde ?iíjo en J . C.
E vasio R a b a g l ia t i , Pbro.
Bogotá, 12 de Noviembre de 1891.

t t r iib e x ’ u a t i ' v a s

<*n fU v o r <lo loH loproROH —U n a fsúl>lloa — T o m o ro H y ifH jm rn M x x u H .
Muchos y graves fueron los desórdenes que ha­
llamos en el Lazareto do Contratación, y no es de
extrañar, dadas sus particularísimas condiciones. Yo
croo que con la permanencia del sacerdote y dando
algunas misiones so podrán evitar todos ó la mayor
parto de ellos, pues tanto la autoridad civil como la
ecloslástíca so ofrecen á prestar su ayuda á los Hijos
de D. Bosco para esta obra do redención, todo lo
cual me hace esperar un resultado folicisimo. Apenas
se rocil)ió un informe que yo envió al Gobernador
provincial tratando de algunas reformas, so me con­
testó favorablemente, y creo que ya so han puesto
por obra. Siendo grande la distancia á que nos en­
contramos los Salesianos do Bogotá do los de Con­
tratación, supliqué al Gobierno que instalara en el
Lazareto una red telegráfica, lo que so apresuró á
hacer inmediatamente, concediéndome además tanto
á mi como á los Salesianos do Agua do Dios y do
Contratación el libro uso dol telégrafo para todo lo
concerniente á los pobres leprosos.
Antes do terminar, permítame amado Padre que
lo pida una gracia que espero no mo ha de negar;
y es que quedando en Contratación un sólo sacerdote
y un sólo clérigo, y tardándose para llegar allá
siete y hasta die? días, en tiempo de lluvias, sería
convonientísirao para cualquiera eventualidad que
otro sacerdote fuera á compartir el trabajo y las penas
con el que hay ya, pues de este modo pudieran ani­
marse y asistirse en sus mutuas necesidades. También
seria conveniente enviar otro clérigo para la escuela
do niños y la fundación dol Oratorio festivo; pero
para esto se puede recurrir al noviciado de Pontibón,
donde todos los clérigos allí residentes piden con in.sístoncia sor enviados á aquel lugar de sacrificio; de
lo que hay necesidad, y necesidad apremiante, es de
un sacerdote; mándenosle pronto, amado Padro, para
que sirva do alivio á aquellos pobres de Contrataciou.
Y ahora, amado Padre, reguemos continuamente
por los ^losianos que sacrifican su vida en los Laza­
retos de Agua do Dios y Contratación á fin de que
no sean nn día prosa de la terrible enfermedad, pues
bien que tomen las precauciones que la ciencia y la
prudencia aconsejan, no están libros del contagio: el
Padre Dnmian y el sacerdote que asistía antes á los
leprosos de Contratación perecieron víctimas de la
lepra. ¿ No puedo ocurrir esto mismo á los Salesianos ?
Boguemos, pues, por aquellos queridos hermanos

T a c i;
.> ID E

/V;

MARIA AUXILIADORA

l^Iai'ia A u x ilia d o r a »
s a lu d d e lo s e n fe r m o s .
E l d ía IS del p. p. Setiem bre encontró por
las calles de la capital á un am igo y entu­
siasta adm irador d e nuestra Obra, e l cual
habita en una im portante población de esta
provincia, y h abiéndole preguntado cómo se
encontraban de salud tanto é l como su far
niüia, m e contestó con manifi.estas señales
de d o lo r : mal, m uy mal; ten go á una hermana
con e l tifa s y está de mucha gravedad, h aga
V . e l fa v o r de celebrar una misa á M aría
A u x ilia d o ra por su salud y h aga reza r tam ­
bién á los niños con e l m ism o fin. A s í se
hizo. Pasado un mes escaso, lo encontré de
nuevo y lo prim ero que le pregu n té fuó por
la enferma, á lo cual m e contestó que ésta
estaba m u y bien , que e l mismo d ía en que
nos vim os comenzó á m ejorar y que y a estaba
fuera de todo peligro.
jV i v a , pues, M aría A u xU ia d o ra l
S a n t ia g o G h io n b , Pbro.
Gerona, Noviembre de 1897.

C u m p lim ie n to d e u n a p r o m e s a .
E l 26 d e M a yo ú ltim o fu i atacada d e una
liebre v io len ta que según d m édico y las
liersonas que m e a sistía n , los síntomas que
])resentaba eran de una enferm edad g ra v e y
contagiosa. E n este lastimoso estado, en uno
de los pocos momentos en que iK)día pensar,
prometí á hv Sma. V ir g e n hacer una lim osna

— 125 —
á la iglesia que se está levan tan do en lionor
suyo, y liacer pu blicar la gra cia en e l B o ­
l e t ín S a l e s ia n o
como no fu era la enfer­
medad que se pensaba. M i qu erida M adre
oyó la súplica y á los pocos días se declaró
0ebre rem iten te que duró 14 días, quedando
completamente bien a l poco tiem po.
Cumplo con m i promesa y deseo que se
publique esta g ra cia á fin de que se aumente
e l número d e los devotos de M a ría A u x ilia ­
dora.
G . O. DE G U TIE R R E Z.

tres meses y sigo perfectamente, todos los
días me acuso y repruebo á m í misma, pues
creo que no d o y gracias suficientes por ten
señalado fa v o r .'P id o nuevam ente á ten divin a
M a d re que penetre m i corazón con nn rayo
de su lu z dú du a para am arla y conocerla
como es debido y que n in gu n a tentación
mundana en tib ie m i (cariño hacia EUa^
Clem

e n t in a

C.

de

Te

ib a ir e

.

Mendoza, 2 de Setiembre de 1897.

¡fiOOP á M a r ía !

Méjico, 2 (le Sbre. de 1897.

U n g r a n fa v o r re c ib id o de
M a r í a A u x ilia d o r a .
IJn b ijo m ío fu é sorprendido una n oclie por
fuertes accidentes. T o d o su cuerpo se v o lv ió
negro por la vio le n c ia d e l m al. E l m édico
que lo v is itó nos dejó m u y pocas esperanzas
de vid a . E n tan angustioso trance, p o r con­
sejo de una am iga, prom etí hacer celebrar
una m isa en honor de M a ría A u x ilia d o ra
que se ven era en la capilla de la Granja
Salesiaua.
I Cosa sorpren den te! E l enferm ito comenzó
á m ejorar y a l presente está disfru tan do de
inm ejorable salud.
¡ V iv a M a ría A u x ilia d o ra , consuelo de quien
la in vo c a I
E.
Gerona, Enero de 1898. •

M a r í a A u x i l i a d o r a m e li a s a l v a d o
la v id a .
E s tan gran de m i fe y gra titu d á tan dign a
M adre que no encuentro palabras bástente
elocuentes para expresar m i agradecim iento
V dar gracias á I^Iaría A u x ilia d o ra por su
(liv in a bondad. iCuán dulce y consolador es
pedir una gra cia ó fa v o r á M aría A u x ia d o ra !
á todos oye y de todos recib e su plegaria,
como verdaderos hijos suyos que lo somos
todos los pecadores.
Estando y o gravem en te enferm a desde ha­
cía seis meses, sin encontrar ningún a livio ,
por más que m e asistían va rio s facn ltetivos,
triste y a flig id a porqu e según la cien cia mi
único rem edio era i r á la capital á su frir
una g ra v e ojieraciou, desesperada p or h o rri­
bles dolores que m e impedían caminar, siem­
pre postrada en e l lecho, llo ra n d o, llen a de
fe pedí á M a ría A u x ilia d o ra que no m e apar­
tase de m i esposo y d e m is h ijitos, prom etí
ser su devota y o fre c í una pequeña lim osna
á la c a p illa de su nom bre en la que se me
rezaba un novenario. {Q u ié n creería que el
día antes de acabar la n oven a m e ib a á le ­
van tar sana y buena 1 A l d ía siguiente, 24
de M ayo, fiesta d e M a ría A u x ilia d o ra , fu i sola
á su ca p illa á d a rla g r a c i^ , y era ta l m i
emoción que m e creí que soñaba. H o y hace

L a in fra scrita cumple con é l deber de ha:cer la relación de un p ro d ig io que e l d iv in o
Corazón de Jesús se d ig n ó obrar en su fa v o r
p o r la intercesión de la V ir g e n Sma. M aría
A u xilia d o ra .
M i querida m adre doña M ariana G óm ez de
D u arte enferm ó de gra ved a d de náuseas y
otros síntomas que determ inaron a l fin el
desarrollo de nn gran tum or que, por estar
situado en la parte externa de la re gió n he­
pática, la producía gran incom odidad, la im ­
pedía hasta ponerse loa vestidos, y no sopor­
taba e l tacto de cosa alguna, porque era
doloroso com o una quemadura.
A s is tía la e l D o ctor U rtech o, renombrado
m édico de este ciudad, y notando que sobre
e l gran tum or resaltaban otros dos pequeños,
declaró que. en su concepto e l caso era g ra ve
y de penosísim o fin, porqu e se trataba de un
cáncer próxim o á abrirse.
T o d o e l mundo sabe lo que es un cáncer
abierto, agréguese e l lu g a r en que se h allaba
e l d e m i qu erida madre, y p odrá cada uno
form arse id ea de cu ál sería la angu stia y e l
dolor que a flig ió á m i corazón ante seme­
ja n te desgracia.
E econ ozco m i in d ig n id a d j pero reconozco
tam bién cuanto se alcanza d e la bondad de
D io s por la m ediación de la M a d re d e mise­
ricord ia , y n o v a c ilé en p ed ir á la V ir g e n
Sma. que me auxiliase.
P o r este tiem po estuvo en nuestra casa una
señora m uy piadosa, o rig in a ria d e l rein o de
Prusia, que conservaba un a n illo que la reg ^ ó su padre e l d ía de sn p rim era Comunión,
e l cual anillo, e l señor O bisp o de su lo ca li­
dad lo había hecho tocar con un cla vo que
como re liq u ia d e la P a s ió n de N tro. Sr. .lesucristo se ven era eu una catedral de su
patria.
,
,,
,
T a había v is to yo disolverse de un d ía al
otro un tum or que ten ía una niña, a l con­
tacto d e aquel anillo.
E.sta señora extranjera m e aconsejo de
hacer un novenario según m i devoción , y
com ulgar, y hacer después que la enferm a se
pasase p or sí m ism a sobre e l tum or trein ta
y tres veces, en obsequio de los 33 años que
v iv ió e l Eedentor, y siete más en recuerdo de
las siete palabras que habló en la cruz. A s í
se hizo. E ra sábado de L ázaro, y y o clamaba



126

a l Corazón d e Jesús que la diera la v id a á
m i matlro com o en otro tiem po se la había
dado ú Lázaro.
A l día sipu ieiite e l dolor y la sensación
del fu eífo habían desaparecido; pero sentía
Ja enferm a una lig e ra calentura. L lam ado el
m ódico h izo un nuevo exam en del tumor, y
lo encontró cam biado: se había como despren­
d id o y reducido en tamaño, a l extrem o de que
e l m ism o m ódico nos in terpeló si tam bién
nosotros notábamos la dism inución, á lo que
respondim os afirm ativam ente.
Como notase el doctor que uno de lo.s tu­
mores pequeños daba muestras de abrirse, lo
apretó ligeram en te con los dedos, pero la
enferm a p id ió que lo dejara abrirse solo.
Cinco días después aquel pequeño tumor
80 abrió dando paso, no á ninguna m ateria
purnlenta sino á unas piedrecitas do color
p erla : se en viaron a l doctor y este en vió á
d ecir que debía couHolarnos porque e l carác­
te r de la enferm edad había cambiado. B esl)ues estuvo á v is ita r á la enferm a y a l notar
(pie ésta había cam biado de co lor y que el
tum or se había reblaudec.ido y sin a b rir más
(pie un pequeño conduc.to seguía arrojando
aquellas piedrecitas, no pudo menos de ex­
clam ar: esto es i)rovideu(5Íal. E n su concepto,
uípiello ora un caso raro de un cáncer muerto
en (d que e l cuerpo y ralees se habían i>etrilicado. hhi efecto, m i ipierida m adre sanó
conqdetaineute hasta desaparecer por com­
pleto (d tum or y sin dejar cicatriz.
Pregu n tó a l doctor s i é l atribu ía á sus
m edicam entos e l cam bio repentino de la en­
fermedad, y m e m anifestó ingenuam ente que
no, porque para e l diagnóstico hecho no cabía
otra cosa que calmantes. N o le dijo en aipiel
momento lo hecho por m i devoción, ni lo del
a n illo ; pero, obtenido el iiro d ig io y debiendo
publicarlo, manifestó al doctor lo ocurrido y
m e autorizó para pu blicar e l hecho.
A lg ú n tiemi>o después, m i qim rida madre
(Mifermó de otra causa y fa lle c ió ; luu'o .sin
haber vu elto á sen tir absolutam ente nada, en
(manto al tum or desaparecido.
B O M IT IL A . 1 ). D E M o liA l.E S .

Gruundtt (Nicftragua), Sl>r«. d© 1897.

SV i v a M a r í a !
H abien do ca íd o gravem ente enferm o de
tifus el señor B la s Oalderó, fu6 desahuciado
a l jHieo tiemiK) imr los médicos, dejando á su
(esposa 6 hÍH>s sumidos en la m ayor atli(‘cioii.
N o quedando entonces otra esix'ranza de su
sahul qu e e l a u x ilio de lo alto, resolvió im ­
p lo ra rlo p or intercesión de M aría A u x ilia ­
dora. A s í lo h izo, pues h abiéndole y o p re­
sentado una modjüla de estíi ben dita M adre,
la besó y prom etió o ir una m isa en su a ltar
y re cib ir la santa Com unión en cuanto pu­
d iera hacerlo, prom etiéndola además la suma
d e 10 lu^sos y de pu blicar la gra cia en e l

B o l e t ín S a l e s i a n o , si obtenía la salud
perdida.
D esde entonces empezó á notarse la mejo­
ría. L a gra cia estaba obtenida. A los pocos
días se halló fu era de p elig ro y a l presente
goza de .perfecta salud.
Cum plió no h a mucho con su promesa:
oyó la santa m isa en e l altar de M aría A u xi­
liadora, recib ió la santa Comunión, dejando
la pequeña lim osna y dándom e e l encargo
do comunicar e l hecho a l B o l e t ín S a l b s ia n o
píu'a su publicación.
J. S. C a s t i g l i a , Pbro.
S. Nicoljía de los Arroyos, 15 de Shre. de 1897.
Isabel Jltos, de S. E afiel de Maraoaibo, da gracias
á María Auxiliadora por haber obtenido la curación
do una enfermedad de la boca, después de mucho
tiempo de grandes sufrimieutos. — Trinidad Liras, de
Limón, manda una pequeña limosua por la curación
obtenida para su hijo. — Carmen de Fernández, de S.
Rafael de Maracaibo, agradece á M.^ Aux. la curación
de un hijo suyo. — Josefa Alcántar, de Méjico, manda
dos ex-votos por haber curado de un tumor, y su ma­
dre del tifus. — S. L. F ., de id., agradece á M.“ Aui.
el haberla socorrido en un oaso apuradísimo, para el
que no había remedio en lo humano, y manda 1’60 ps.
para sn iglesia. — Soledad de la Peña de Torres, de
Los Navalmorales (Toledo), da gracias á M.^ Anx. por
un favor recibido, y manda 5 ptas., limosna de una
misa que desea se celebre según su intención. —
£ . V. e I . V., de id. id., mandan 10 ptas. para la ce­
lebración de dos misas de acoion de gracias por favo­
res recibidos. — Juan Loaysa, de id. id., manda 3 ptas.
con el mismo objeto. — Isabel M.^ Galindo, de Petare
(Venezuela), da gracias á M.“ A n i. por la cnracion
milagrosa de la niña Teolinda Origilen, dasabuciada
por los médicos. — Soledad de Blanco, de Guatire (id.),
da gracias á M.^ Aux. por haber salvado la vida i
su hijo Luis Gerónimo. — Santiaga Lucero de Lucero,
de Catiií (id.), da gracias á
Aux. por la salud
recobrada. — Norberta Bello, de Caracas (iú*)» d® E^acioa li M.* Aux. por haber devuelto la salud a se
madre gravemente enferma.— X. N., de Vaienoia(id.),
por haber podido conseguir que le fuera restituida
una cantidad de dinero, que daba ya casi por perdida.
— N . E., de Madrid, manda3 pta,s. para una misad©
acción de gracias por haber conseguido la curación
de su hermana de mi fuerte dolor al corazón. — .dstonia G. de Sastre, de Figneros (Gerona), manda 3 ptas.
en agrailecimiento pnr nu favor recibido. — Jacoba
<^MÍroga y Marta V. nUamil, de la Coruña, dan
cias á M.* Aux. por favores recibidos- — Juan
Sanrioral, de Barcelona, en acción ferviente de gracias
por mi especial favor recibido, manda una mmlesta
cnutidml para las obras del templo que los Salesiaiios
de Sarriií erigeu A M.“ A u x.— Carlota Peña de Peña,
Citnstancia Canobbio, Micaela Montoya, Juliana Peña de
Montoya, Leonarda de Romero y Ana Díaz Saredo, de
Méjico, mandan una limosna para la coustnicoiou del
templo de M.* Aux.. en acción de gracias por favores
recibidos. — Guadalupe Roa y Bustamante. de id., en
acción de gracias por haber obtenido la salud, manda
un peso para que se diga una misa. — D. Menocal,
I'da. de Abrego, de id., por la salud obtenida de una
mano, deepues de varias prácticas piadosas. — Dolo­
res Barivso, de id., da gracias á M.* Aux. por haberla
sanado de una indisposición del estómago. — Dot
personas, de Zacatecas ÍM ^ico) y Cuatro, de Huejuquilla (id.), inamlan una limosna y dan gracias á M.*
Aúx. por favores recibidos. — Jfoxímiano Torres, de
S. Antonio (id.), da gracias á II.* Aux. por varios fa­
vores recibidos y manda una limosna. — Aleja Torrn,
de Huejnquilla (id.), obtenida la salud de su hijo
Natividad de varias enfermedades graves, manda una
limosna. — Itaura Peña, de Sinaloa (id.), habiendo
obtenido nna hermana suya la paz y tranquilidad de
su ooucienoia, mauda diez pesos de limosna.

— 127 —
Jo56& B. Sftro, de Caracas: Julio L . Delgado, de
Cartagena (Colombia); B. F., de Mongay (Venezuela);
C. L., de Montilla; Una Coop. Sal. de Corrientes;
Dolores P. de Valenznela, de id., y Dolores D. Ba­
rroso, de Méjico nos han remitido relaciones de favo­
res recibidos de María Auxiliadora, las cuales l a s

blicaireiiios c u a n d o ú. c a d a
Íamlle
g u e su r e s p e c t i'v o tu rn o.

Mas, para m í, la nota dominante de las fun­
ciones religiosas del día ñ ié la comnnion general
de la mañana, en la que vim os TÍvam ento emo­
cionados acercarse al Banquete Eucarísticn más
de ochenta niños de los que en sus Kscuelas educan

u na

U E S T R A
O O RR ESPO ND ENOIA
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a'*' ■j

4

Fiesta áe S. Francisco de Sales y Conmemoración
de D. Bosco.
u m m \ (Sevilia)
Sr. D irector del Boletín Salesiano:
Pálido reflejo de la realidad resultaría el cuadro
<lü los Bolciuuísimos cultos a l glorioso Patrono de
los Salesiauos dedicados con m otivo de su fiesta,
aunque trazado fuera por pluma más hábil y ejortitndn que la del que suscribe esta mal hilvanada
nseña, si hubiera de entrar en detalles sobre los
miemos. Pero, aunque fallos del colorido que la
íolemnidad que han revestido reclama, no dejaré
por eso de reflejarlos, siquiera débilm ente, al co­
municar á usted, Sr. D irector, las gratísimas im ­
presiones y consoladores recuerdos que han dqjado
en nú corazón y en los de muchas do las personas
qne á ellos asistieron.
Dióaeles comienzo con una solemne Novena
hecha en la Capilla d e la Casa, y para fíualiznrla
celebróse im solemne y devotísim o Tridu o en
U mugnifica y espaciosa iglesia do S. José de cst¡i
cindnd, que, adornada con mucha sencillez y exqnisito gustó, puso á disposición do los KR . P P .
&ile*iano8 e l excelente y fervoroso presbítero de
la localidad, Don Juan Carrera, cooperador saIcsiauo de in fatigab le energía, y d e tan ardiente
celo por la Obra d e D. Bosco que, como sí cosa
propia hubiera sido, encargóse él mismo espontá­
neamente de d irig ir muchos de los preparativos
de la fiesta.
No menos dignos de mención y encomio me
parecen otros respetables cooperadores de por acá,
cayo numero v a considerablemente aumentando
de día en día. Recordamos, entre otros, al K . Sr.
Cura de la P rio ra l d e Sta. M aría, D . Rafael Gon>Uez Merchán. quien pronunció un notabilísim o
p an ^rico del Santo (cuya sublime santidad
afincó ser consecnencia legítim a de su amor á
bio«), en la solemne m isa cantada e l prim er día
del Tríduo. que fué la d e la Sta. I n i c i a , del
^ o , Sr. CagUero, ejecutada por los niños de las
fi*nelas Salesíanas, que d ^ o s tr a r o n una v ez más
^ progresoe que pueden nacerse en todo orden
de ©Olas, enando se tien e la perseverancia ó in^ b ra n ta b le tesón de loa Sab'sinnos.

Resurrección de N. Sr. Jesucristo.
(Escultura Je las Escuelas Salesianas de Sarrid).
los referidos Padres,- distinguiéndose entre aquella
edificante y devota muchedumbre infantil, por sn
angelical aspecto y por la dolcísim a emoción que
irradiaban sus candorosos semblantes, veinticinco
de ellos, que, por ve z prim era tuvieron la dicha
de hospedar en sus inocentes y sencillos corazones
a l D ivin o Jesús.

— 12S —
P o r la tiircle, durante el Tridu o, liízose solemne
«•xpoüicion y dioso la bendición con S. D. M.
rozúiidoBü la. e.-ttacioii m ayor a l Santísimo Sacraiiiciito, el santo linsario y las devotas oraciones
del Sajito Obispo de Ginebra, predicando con
luición verdadci amento evangélica el prim er día
“1 celosísimo sacerdote D. Pedro Silva, grande
.idm irm lor de los Salesinnos, que con elocuente
frase y vigoroso acento trazó un acabado retrato
do la Institución Salesíaim, haciendo resaltar en
ftu magnítieo discurso la indiscutible influencia
que estd llanmda A ejercer en la solución de
los pavorosos problemas que so ciernen , como
aspan tima tormenta, solire las modernas sociedades.
Cülebróso el día segando solemne misa de
JlvqHÍem por el eterno descanso del alma del in­
mortal D. B osco, el décimo aniversario de cuyo
5bito conmeniorítbase en dicho día, y por la tarde,
ooutinuiindo los cultos del anterior, predicó el
R. Sr. Don José Galván , que demostró cómo el
carácter do liumildad con <iue aparece la Con­
gregación do ¡5. Francisco de Sales es uno d é lo s
más eficaces medios de contrarrestar las fatales
consecuencias que el egoísmo social é iudividunl,
hijo del orgullo, acarrea á esta sociedad^/í» de siglo.
N o tlesmcrocicrou en nada de los días ante­
riores los cultos con que sé cerraron las susodiciins fiestas. P o r la mañana repitióse la misa de
Jiequictn por los Cooperadores difuntos, según
prescriben las Reglas de la P ía Sociedad Salesiana.
A las dos de la tardo el R. P. D. Pedro E ical
done, director de las Escuelas Salesianas de Artes
y OñcioB de S evilla, dió comienzo á la C onfe­
rencia por el Reglam ento de Cooperadores preserita, y con olocnente, fácil y correcta expresión
ju'omu'ioió una arrebatadora ovación, en la que
4lemostró con sol lilísimos é irrebatibles argumentos
que la Sociedad Salesiana es obra de Dios, y por
ende, que b>s Cooperadores Salesianos no lo son
linicnmcnte do Don Bosco y su Obra, sino del
mismo Dios.
Torn ó á ocupar la cátedra del Espíritu Santo,
tres lloras después de la confercncin, «d mencio­
nado Padre Riculdone, quien patentizó de nuevo
su njititucl para 4*1 pulpito, predicando un sermón
improvisado, ijue. á im ju icio, superó en mucho
á la C4)nf(írencia, no obstante el nuhito indiscu­
tible ile ésta.
La 4«xtraonlinaria concurrencia de fieles que
acudió á honrar al Santo Patrono de los Salesianos
ipiedó satisfechísima tanto del esplendor y sobumiidad del cu lto, como do la rela tiva p<‘rfecciou con (lue. 4lado el jioeo tieinpf' 4lisj)onible
para bts eusay4is. cantaiam los n¡ii4)s por los Salesiauos educa4b>s, la su.sodicha Misa del primer
Obisp4> Salesiami y las avmonÍ4>8as coplas en honor
del Santo.
En fm. una vez unís se ha probado, ccuuo era
de esperar, (jm» donde entran obreros evangélicos
del temple 4le los H ijos de D . Bosco, todo lo fe­
cundizan . liacieiulo brotar gérmen4's de restnuvacion nu>ral cu los pueblos (jue los acogen con
eiítusiasmo, 4*omo Cavmona.
Damos m il plácemes y cnhorsílmenas á los RR.
P P . Salesianos 4le esta ciuda4l por tan brillantes
y lucidas fiestas que deseamos v er repetidas con
frecuencia, y V . Sr. Director, reciba las reiteradas
prvu'bas de conaideracion y respeto 4lel que tiene
ol honor do suscribirse suyo afmo. S. S.
q. b. 8. m.
M. S.
Cooperador Salesiano.
CsmoDk, 7 4l« l'ebrcru ile 189S.

MALAGA
R v d m o . Sr . D. M ig u e l R úa .
Después de tanto tiem po que uo hemos insertado
en nuestro B o l e t ín nada de lo referente á nuestra
casa de M álaga, pongo en su conocimiento las
fiestas que en honor de nuestro Bienaventurado
Patrono San Francisco de Sales hemos celebrado
con la solemnidad y pompa que en nuestra rica
pobreza hemos podido. — P reced ió á dicha fiesta
una solemne novena, á la que no solamente asis­
tieron los niños y superiores de este colegio, si
que también un gran número de fieles de todas
edades, sexos y condiciones, ávidos de participar
de las gracias que en estos días D ios suele cod*
ceder á las almas por las oraciones de estos ino­
centes niños.
El día 28, víspera de la fiesta, la mayor parte
purificaron sus almas en el tribunal de la Peni­
tencia. El 29, fiesta del Santo, celebró la misa
á las 71/2 el M. I. Sr. D. Eduardo del Río. can­
tándose durante la Comunión preciosos motetes.
A las 11 dijo la misa solemne e l Sr. Director del
Oratorio de San Enrique, Don Dom ingo Tobar
M én dez, durante la cual el M. I. Sr. D. Juan de
la T o rre, em inente orador sagrado, cantó las glorias
del Santo, tomando por tem a de su panegírico
aquellas palabras del lib ro prim ero de los reyes:
E t directus est spiritus E o m in i a die illa in Datiá,
et deinceps. Expuso cómo el espíritu del Señor se
posó sobre San Francisco como en otro tiempo
sobre D avid, permaneciendo en É l perpetuamente.
Ensalzó el ardentísim o celo del Santo por la salud
de las almas, y concluyó por animar á todos á
im itar las grandes virtudes de nuestro glorioso
Patrono. A cto continuo se puso de manifiesto á
S. D. M. en acción do gracias por la recuperada
salud dol M. 1. Sr. Dean de esto S. 1. C., Don
Francisco García Sarmiento.
A las 4 de la tarde el lim o. Sr. Obispo de esta
ciudad, Sr. Dr. D . Juan Muñoz Herrera, dÍ4Í la
bendición con S. D. M. durante la cual la Schoh
ca7iforum de este C olegio supo interpretar inngistralm ente uno do los Tnnfton E rg o del linio. Sr.
Caglioro. acompañado con armonium por el entmidido Sitro. D. Pablo Rodda. Después de dad-a la
b4*ndioÍ4)n, pasó el Sr. Obispo á visitar los talleres,
mientras la banda ejecutaba algunas 4le las piet**
do su abundante repertorio.
A l día siguiente se dió una pequeña función en
el teatro San Luis 4iel O ratorio de San Enrique.
]M>niénd4>se en escena el drama en 4 actos
Huérfanos que fué muy bien interpretado por los
jóvenes actores. El día 3 de F ebrero se cantó un
solemne funeral por el alma de nuestro malograoo
Padre Don Bosco on la Iglesia parroquial de 1*
M erced, cantando la Sckola cantoriim áe este C4h
iegio la grandiosa m isa de Réquiem del lira®Sr. Cagliero, á toda orquesto, no dejando nada que
desear.
A sistió á dicho funeral lo más selecto y fionoO
de la aristocracia malagueña. L a función resnU*’
expléndida, con la complacencia unánime de to4»
la noble concurrencia.
A qu í doy fin , amadísimo Padre, á eshas m**
pergeñadas lineas, encomendándole enc.areci«amente que no se olvid e en sus oraciones de estw
sus hijos de Málaga, y en especial del último
ellos, q. b. s. m.

Ca n d id o F oxtskbe .

MáligA, 8 de Febrro 4e 1(98,

— 129 —

E C iJ A (S evilla).
Sr. Director del B o letín S alesiano :
Con la mayor Bolemnidad posible bemos cele­
brado la fíesta de nnestro Patrono S. Francisco
de Sales el día 27 del p. p. Febrero. E l m otivo
de haberla aplazado basta este dia fa é porque era
nuestro deseo que la conferencia de los Coope­
radores Sulesiauos pudiera hacerse en la iglesia
de Ntra. Sra. del Carmen, una de las más fr e ­
cuentadas y céntricas de la ca p ita l; y no podía ser
antes porque debían celebrarse en la misma otras
fanoiones religiosas.
La conferencia la d ió e l M. I. Sr. D . Antonio
M.* Oms, Canónigo penitenciario de esta S. I. C.,
quien en galana y castiza frase expuso á la con­
sideración de los fieles la im portancia que para
el mejoramiento de la sociedad actual reviste la
propaganda y sostenimiento de los Institutos Salesianos j y si estuvo adm irable en la brillante
manera de demostrar que comúnmente las obras
más grandes del ingenio humano obedecen á
causas por demás sencillas, estuvo inspiradísimo
y conmovedor cuando expuso á grandes rasgos
lah istoriadela Congregación áalesiana. Hablando
de la lim osna, demostró la diferencia que existe
entre la que se da al m endigo que v a pidiendo
de puerta en puerta, y la que se da á los asilados
en las Casas Salesianas, siendo la prim era pura­
mente m aterial, m ientras que la segunda es ade­
más espiritual, puesto que sirve para mantener,
educar ó instruir en la religión católica á tantos
pobres niños que al no estar en estos asilos viTirfan ignorantes y olvidados de Dios. Habló
también de la necesidad de levan tar pronto una
iglesia para que Dios tenga una Casa propia y
digna, pues al presente sirve de iglesia un cuarto
de la casa. Term inó su brillante ó inspirada con­
ferencia, haciendo un llam am iento á todos los
presentes para contribuir, cada uno en la medida
de BUS fuerzas, á hacer menos sensible la penuria
de esta G ra n ja , aumentada hoy por los grandes
destrozos que produjo la últim a inundación. L a
prensa de la capital se ocupó de esta conferencia
y la llamó m odelo de notable elocuencia tanto
^ r la belleza de la form a, como por los profun­
dos pensamientos de sn fondo. A l term inar la
Mnferencia se verificó una colecta en fa vo r de
Obra Salesiana, y el R . Sr. D. M iguel Buixons,
Párroco de la Catedral, d ió la bendición con el
amo. Sacramento.
Yo, por m i parte, no tengo palabras suficientes
pera dar las más expresivas gracias al M. I . Sr.
^Dónigo por haberse dignado dar la conferencia
á pesar de su quebrantada salud, y al R . señor
Cura párroco de la Catedral por habernos permi­
tido que se diese en N tra. Sra. del Carmen y
todo lo que hizo para que saliera bien. L os
^ han dado pruebas inequívocas de mucho ca­
riño é interés por la Obra d e D. Bosco.
Me es grato repetirm e de V . afmo. in Oorde Je$u

Sa n tia q o G hione , Pbro.
OenoA,

Sálerim , 15 de M atm de 1808.

Sr. D irector del B o letín Sa l e s ia n o .
M uy señor m ío y hermano carísimo en Jesucristo:
Y a hace tiem po que v i anunciado en el B oletín
de nuestra P ía Sociedad, que también se nouiiaría
del Oratorio Salesiano de Ecija. A la verdad, que
prosigue tan hum ilde como empezó, que fuó el
día 1 de Julio del año 1897, y por tanto no ha
ocurrido nada de extraordinario para que puedan
escribirse cosas dignas de ser insertadas on el
Boletín para edificar y entretener un ratito á
sus lectores. Sin embargo, no quiero d ejar pasar
más tiem po sin decirle algo, haga V . con ello lo
que crea más conveniente á m ayor g lo ria de Dios.
E l día 3 de N oviem bre últim o so abrieron en
este Oratorio escuelas públicas para niños pobres j
la concurrencia fuó bastante, ha ido siempre
creciendo y hoy contamos con 170 niños que casi
diariam ente asisten á nuestras clases; muchos
más podríamos tener si tuviéram os personal sufi­
ciente.
A l lle g a r á esta Casa m e encontró que e l día
de la V irgen del P ila r, Patrona de los españoles,
había llega d o nna hermosísima efigie de María
Auxiliadora j pero como no pudo exponérsela al
culto público eu lo que quedaba de año, se esta­
bleció que 86 hiciese en los últimos días de Enero
del presente año con el objeto de conmemorar
solemnemente el ingreso de nuestro in olvidable
Padre D . Bosco en la mansión bienaventurada.
Los cultos, pues, que se celebraron eu los últimos
días d e l mes d e Enero revistieron, por su solem­
nidad y concurrencia, no sólo bastante importancia,
sino que tuvieron el carácter de un verdadero
acontecimiento para la ciudad de E c ija : puedo
que V . extrañe esta frase, pero su extrañeza ce­
sará cuando haya term inado do leer esta desali­
ñada y la rga relación.
Como habrá visto en la convocatoria, el día 28
de Enero, á las 4 de la tarde, fiió el destinado ¡lara
la bendición de la efigie (le M aría A u xiliadora.
A la hora señalada, con asistencia de casi todo
el clero de E cya, del Excino. Ayuntam iento y de
un inmenso pueblo comenzaban los solemnes cul­
tos con la bendición de la estatua, que por estar
indispuesto e l dignísim o señor A rcipreste de la
ciudad del sol, la bendijo el señor director de
este Oratorio Salesiano, siendo madrina la Excina.
señora Marquesa de Peña-flor, la cual estaba acum panada de las nueve camareras de la V irgen . A l
term inar la bendición resonaron los majestuosos
a c o r d ^ de la marcha real ejecutada por la banda
municipal que el Excmo. A yuntam iento se dignó
enviam os. A la marcha real se siguió un A ve
ifa r is stella, cantada por las H ijas de María A u x i­
liadora residentes eu esta ciu d ad : luego los niños
que asisten á nuestras escuelas entonaron el himno:
Es M aría Auxiliadora
Dulce faro de la mar,
Es el amor de m i alma
Desde que y o supe amar, etc.
Este him no que brotó de unos corazones que
van conociendo y amando á la Virgen de D. Bosco,
fué segnido d e entusiastas vivas á María A u x i­
liadora. A cto seguido ocupó la sagrada cátedra
el señor director, y con frases adecoaclas explicó
la importancia tan j^ande qne revestía lo qne
aquel numeroso anditorio oía y sentía. Decía:
« y o no quería v e n ir s ó lo á E cya, sino que quería

1
— 130 —
vc'iiir con Muría Auxiliadora, y Dios m e lo ha
concedido; asi es quo María Auxiliadora ha v e ­
nido
Dcija sin que los ecijaiios la hayan lla ­
mado, esto quiero decir que los quiere mucho, lo
cual ha de aleutailos á acudir á E iia con lacunfianzjt del hijo (¡uo acude á su madre. » D ió las
gracias al clero, al Excmo. Ayuntam iento y á
todos los circunstantes, pidiem lo ilespues, en una
fervorosa súplica, bendiciones pura la Iglesia, para
la Congrogucíun, para las Hijas do María Auxilia<Iora y para tod«) el pueblo. Term inó el acto
con la bendición con S. D. M.
K1 día 21), liesta de S. Francisco de Sales, P a ­
trono de los Sulüsinnos, it las nueve de la mañana
se celebró por primera vez el santo sacriticio do
la misa en el altar do María Auxiliadora, la cual,
colocada bajo uu pabellón blanco y celeste, osteutúbase verdadera ilo in a ; poro heíua amorosa y
cariñosa M adre; embelesaba y atraía ó sí los co­
razones de sus hijos que la oonlemplabnu com pla­
cidos y rebosando satisfacción santa. Asistió uu
buen número de almas piadosas pai'a recibir en
aciuclla misa el Pan de los A n geles; tuviinos el
consuelo do ver rodeado el altar ile nuestra Madre
d e un buen m im ero de niños, entre los cuales
IG ponían j)or prim era vez sus corazones en con­
tacto con el lio Jesús sacramentado. En una breve
plática (lUü les d irig ió el señor director hizo ver
á todas aquellas personas la dicha grande que
era participar del Maná del cielo en aqueHa misa
y en aquel altar, en modo especial los ñiños que
iban á liacer su primera Comunión en el altar de
María Auxiliadora. Quiera esta Virgen bendita
tomar bajo su protección ú todos aquellos niños
y demás personas piadosas i\no la honraron p ri­
mero en su altar, recibiendo en sus almas el Pan
celestial quo E lla misma ha traído al mundo pava
alim entar mxostrus almas y fortalecerlas contra
los combates del demonio , del mundo y do la
carne, enemigos conligados contra nuestra sal­
vación.
A las diez y m edia se celebró misa solemne en
la qtio filó orador el señor Dou Rafael Fernández
do Hincón, Cura párroco do Sta. Cruz y entusiasta
Cooperador Salesiano. Y otra voz este señor habló
de la Obra do D. Bosco, recomendándola caluro­
samente á sus compalriotj\8 , los ecijanos, como
Obra salvadora y regeneradora do la sociedad.
Su palabra fácil y pei-simsivn, sus conocimientos
«obro la Obra Salesiuna, su celo para su propa­
gación, fueron las partes que lo hicieron más elo­
cuente quo nunca. El te x to , quo tomó del pro­
feta Ecequiel (Cap. 84. v. 11) revela la intención
que llevaba al subir al pu lpito: A’yo reqiiirmn
vves nuHis, y o buscare mis ovejas. Con estas p a ­
labras puso do manitlesto la misión do Marín
Auxiliadora en la humanidad redimida, « que ha
sido siempre poner uu dique poderoso á la eorrionto dovustuditra que el espíritu del mal trajo
al mundo haciendo repetir á los hombres aquella
frase altanera y urrogauto que é l pronunciara en
los cielos: j.Voa
En aquel acto apareció el
arcángel S. M iguel diciendo: ¿Quis u tD e u s f que«lando do esto modo reprim ida la osadía do Luz­
bel. Después, en el trascurso do los siglos, se
leva n ta , sioml'ra la disooi'dia en la cristiandad;
todo es desolación y ruina, y el mundo siguiendo
el orgullo «le Lu tero se etm vga al deseutreuo. y
la Iglesia gim e y llora la pérdida «le tantos hijos
suyos, que, «lejaudo has huellas de Jesucristo corren
eu i>os do uu hombre quo aprueb:v los extravíos
V livian dades: i»er«> he aqui quo aparece un niño
devotísim o de María y oscnd:\«U> con su protección

exclam a:
m í D eu sí ^ quien como Dios? Ese
niño era S. Francisco de Sales, cuyo espíritu,
vaciado en la humildad y mansedumbre del Sgdo.
Corazón de Jesús, puso diques poderosos á los
estragos causados por L a tero en la fltmilía cris­
tiana. Luego más birde otro hom bre envanecido
con su talento guerrero y con la suerte que le
sonríe y alienta para la realización de los planes
que su ardiente deseo de gloria vana le llevan, ó
le hacen concebir la loca esperanza de que un día
pueda dominar al orbe entero, Napoleón I siembra
la discordia en las naciones, un desbarajuste uni­
versal 80 apodera do los pueblos, cuanto hay de
santo y de sagrado es abatido y profanado por
eso hombro quo no iutontu otra cosa que destro­
nar á Dios para eutionizarse á sí mismo, repito
con sus olmas y cou las empresas que intenta el
N'on seyvUim do Luzbel. Pero no hay astucia que
prevalezca contra Dios. E l coloso no llega á sen­
tarse en el trono que se ha preparado y va á
m orir en el destierro, dejando á la sociedad com­
pletamente desquiciada é insegura, pero María
había de buscar sus ovejas, y así fu ó : cuando
Napoleón, el día 5 de Slayo de 1821, moría en
Sta. Elena, apareció eu los alrededores de Turín
un niño que contaba entonces 6 años, y alentado
con la protección de ¿iquella que en el Gólgota
recibió en herencia á la cristiandad entera, decía
en su casa, eu las calles, y en las plazjis á los
niños de su edad y á los m ayores: ¿Quis ut Deusf
¿Quién como D io s í Ese niño se llamaba Juan
Busco, encargado por María Auxiliadora para ex­
tender y propagar en todo el mundo el espíritu
del místico Doctor de la Iglesia, S. Francisco de
Sales. » Sería demasiado prolijo referir aquí los
rasgos hermosísimos con que nos pintó á Don
Bosco cumpliendo la misión que María Auxilia­
dora le confiara; mencionar todo cuanU> tuvo que
su frir; cuantos obstáculos tuvo que superar; las
alternativas de alegrías y de sin>aboves, las ab­
negaciones y sacrificios que experim entó y prac­
tico Don Bosco para extender do un polo á otro
su misión salvadora.
Term inó congratulándose y felicitándose á sí
mismo por el consuelo que exp«*rimpntaba de ver
también eu su ciudad plantada la Obra do Dou
Bosco.
(S e co n lin iia rd .)
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C O N C B P C m íí (Parasuay).
Sr. Director del Bo letín Sa lesia íío .
Muy Sr. m ío : Con el m ayor gusto d irijo á V. la
presente para decirle dos palabra.s sobre la ben­
dición de la primera piedra del C olegio Salesiano
y Escuelas de Artes y Oficios que ha empezado á
construirse en esta Ciudad, de cuyo amor y entu­
siasmo por 1.a Obra de D. Bosco se ba ocupado
varias veces en el B oletín* el Sr. O riol y Bodriguez, distinguido caballero y celoso C«x>perador
Salesiano.
El R. P . Turriccia, D irector del C olegio IfoHíLiisagm i, do Asunción, llegó el 26 de Noviembre

— 131 —
ción de la tierra rom ana por la señora M adrina
á Coucepcion acompañado de la notable banda
con una paleta de albañil, cuyo m ango se había
de música formada por los niños de aqnel doreforrado en terciopelo y bordado en oro. Apesiir
cíente plantel, habiendo sido recibido en e l puer­
de continuar el fuerte aguacero, el R . P . T im ’ici'ia
to por las más distinguidas personas de nuestra
pronunció un discurso alusivo al acto, sucodirtisociedad. D orante su corta perm anencia entre
dolé en el uso de la palabra e l señor Ortiz, qui'
nosotros, Concepción estuvo de fiesta, habiendo
con briosa frase, no desprovista de elegancia, ex­
ÍM>dido saborear á su placer las suaves armonías
puso las vantajas inapreciables que reportan á los
.ie la banda Salesiana, que en las varias sere­
pueblos las Instituciones religiosas, y en especial
natas y conciertos que dió, ejecutó un vasto rela que dentro de poco tendrá en V illa Concepción
)*ertorio de piezas de verdadero m érito , con afi­
una Caen, de la que con sobrada confianza espe­
nación sorprendente en niños que apenas tienen
ramos ópimos frutos de regeneración social.
varios meses de estudio.
Term inado ol acto, el R . P . Tu rriccia y sus
La posición topográfica que ocupará la nueva
alumnos acompañados de la comisión y varias
Casa no puede reunir m ejores condiciones liigíépersonas, se dirigieron a l m uelle de donde par­
nicasj situada en una altura, los jóven es alumnos
tían al poco rato en el vapor «A u r o r a ».
podrán disfrutar de un aire puro y sano al par que
V illa Concepción está, pues, de plácem es; el
de una hermosa perspectiva que los a leg re y dis­
nuevo Instituto equ ivale á un verdadero progreso
traiga de BUS cotidianas tareas.
para la localidad. A sí lo ha com prendido su dis­
Esperamos que para el próxim o Marzo estará
tinguido vecindario, que coopera sin excepciones,
concluido el local que se destina á escuelas ele­
puede decirse, á este obra culta y piadosa.
mentales externas; por ahora e l cuerpo del e d i­
ficio constará de dos hermosos salones de 2 0 x7
D e V . señor D irector, afm o. S. S.
m. y de una capilla que se levantará en la parte
más alta del terren o , dejando la construcción del
J. M . L ó p e z .
resto del edificio para cuando más adelante se
pueda atender con más com odidad á los gastos
Villa CoDcepcion, Diciembre de 1897.
que todo esto ocasiona.
El día 28, destinado para bendecir la prim era
piedra de la nueva Casa, amaneció encapotado el
cielo por pardos nubarrones que se deshicieron
en una llu via torrencial, sin que esto fuera parte
á entibiar e l entusiasmo con que por todos, desde
el último bracero al prim er magnate, era esperada
la hora en que debía verificarse una ceremonia
Sr. D irector del B o le tín Sale s ia n o .
que por su im portancia y trascendencia deja
imperecederos recuerdos en e l corazón de loa
M i querido Hermano en Jesucristo: Danzas y
honrados vecinos de V illa Concepción, quienes
funerales, funerales y danzas. A sí comenzó en
fueron á porfía en dar pruebas de afecto y sim­
este Inspectoría A rgen tin a el nnevo año de 1898.
patía por la Obra Salesiana, como lo demostraron
L le g ó coronado de las más halagüeñas esperan­
las autoridades locales, los representantes de los
zas, y gozándonos de e llo pasábamos los prim eros
Varios consulados y el pueblo en masa, asistiendo
(lías de E n ero; pero en m edio do nuestra alegría,
al acto con la m ayor puntualidad y entusiasmo,
cuando el cielo parecía sereno, un denso nubano obstante lo desapacible del día.
iTón manchó el puro azul de nuestro alegre hori­
En tres lujosos coches, galantem ente cedidos
zonte, V la muerte hizo presa en nuestros filas
por el señor A lb ertin i, llegaron las autoridades
produciendo en ellas un terror indescriptible.
y varias personas invitadas al sitio denominado
Nuestro querido hermano D. A d olfo M. D e lSanchez-hué, donde bajo el fo lla je do los árboles
Carriá, antes el más robusto y distinguido de
que sombrean aquellos parajes se guarecía del agua
nuestros profesores, era llam ado al seno de los
la multitud que esperaba desde hacía rato para
iustos cuando entraba en la etapa más Ijrillnntó
no perder ni el m enor detalle de aquella cere­
y fructífera d e su vida. Era un joven vigoroso,
monia que comenzó con la lectura d e la siguiente
y había sido profesor do lenguas cu los cursos
acta:
superiores; las matemáticas las poseía y ensena­
« L a V illa Concepción á los vein te y ocho días
ba con ten te claridad y sencillez que era un en­
del mee de N oviem bre de m il ochocientos noventa
canto; y el Onervatorio Jiíetcreológico de nuestro
y siete, reinando el Sumo P o n tífice L eó n X U I ,
C olegio le abría un vasto campo á su talento y
siendo Presidente de la República del P a r a w a y
deseos de saber. Su muerte, acaecida el 23 de
el Excuio. señor general Egusquiza y Obispo de la
Enero, fué la del ju sto; al verla acercarse se la­
Asunción e l lim o, señor Bogarín, reunidos en el
mentaba porque no le abría pronto las puertas
sitio donde se levantan los cim ientos del futuro
del paraíso.
Jiisíí/Hto <?« A rtes y Oficios que estará á cargo de
Con la fiesta de S. Francisco y la ordenación
h)6 ER. P P . d e la Congregación Salesiana, <»n
sacerdotal de dos de nuestros Hermanos vo lvió
el objeto de presenciar la colocación y bendición
otra ve z á nosotros la alegría. A l día siguiente
de su piedra fundamental, los padrinos del acto
se hizo el funeral por nuestro in olvidable Padre
doña Benita A . de M iltos y su esposo don Luis
Don Bosco.
Miitos, el R . P- Tu rriccia director del ( h l e w
Y a han vuelto de las vacaciones 160 artesanos,
Jíonífftor Jjasaytui, de la capital, las autoridades
y los estudiantes comenzarán á regresar el 15 del
lo-ales, cuerpo consular y vecinos invitados, pro­
mes próxim o.
cedióse á dicha solemne ceremonia, efectuada la
cual, labróse para constancia la presente acta.»
Su afroo. en Jesucristo
Este documento que firmaron muchas de las
E lios U. P bd t M ont .
pe) f>onas presentes, se puso en una eajita de meT-'I que se colocó en la piedra fundamental pre­
Almagro (B. A.), SI de Enero de 18D8.
via la bendición por el R. P . Tu rriccia, y coloca­

ALMAGRO (Buenos Airea.)

— 132 —

<ÍU 1T 0 (Bcuador)
R voaio. Sr. D. M ig u el R ú a :
IjOsinmcnsoB beneficios espirituales que nuestro
C olegio do Quito, quo en ia actualidad cuenta
con 1,200 aluiiinoK, desdo hace algún tiem po viene
recibiendo do los im-Htos H ijos do Don Bosco,
m e ob liga ú luntiirestar ú V . R. m í más profundo
respeto y v iva gratitud.
Perm ítanlo V . K. quo en pocas palabras le d i­
g a el gran dolor y la inmensa pérdida que nos
ocasionó & todos nosotros, tanto á los Hermanos
como A los alumnos, la inicua é injusta expulsión
do los H ijos do D. Busco, de quien V . R . es d ig­
no sucesor.
Si está todavía en Ita lia el R . P . Lu is Calcagno. dígalo quo han ganado mucho en moralidad
y di8ci{)lina así nuestro C olegio como nuestra
Comunidad, gracias á la eQcaz y sabia dirección
do los P P . Salesiauos. A l presenciar todos los
días las numerosas Comuniones de los niños, di­
vino Becrcto d e q u e so sirvió D. Bosco y con el que
tan maravillosos ofoctos obtuvo, m e parecía res])irar la atm ósfera cristiana de m i querida Fran­
cia. A n te este espectáculo de religión , practicada
segiin las enseñanzas de N tro. Sr. Jesucristo y
do su Santa Iglesia, los sacrificios que nos im¡lono la separación de nuestro país natal nos pa­
recen sumamente livianos y ligeros.
Como V . R . no ignorará, el Ecuador, sobretodo
en los tiempos presontes, debe considerarse como
un país de misiones. D e aquí la necesidad grande
que tiene de sacerdotes abnegados que dejen
sentir su regeneradora acción en todos los ele­
mentos sociales, y el que experimentemos nosotros
la poca eficacia de nuestra acción sobre el cora­
zón do la juventud cuando nos vemos privados
d e l benéfico influjo de los religiosos y especial­
m ente de los religiosos de nuestro queridísimo
D. Bosco, á quien todos los días recomendamos
los intereses espirituales de nuestro Colegio.
Este pensamiento m e impulsa á suplicar á V . R.
que nos tonga presentes á nosotros al mandar de
nuevo á sus H ijos al Ecuador. Se lo suplicamos
en nombre del Sgdo. Corazón de Jesús, de María
Auxiliadora, de D. Bosco, y también en el de
nuestro bienaventurado padre Juan Bautista L a
S a lle ; sí, enviad personal suficiente, de tal modo
que uno de vuestros Higos pueda tom ar la direc­
ción de nuestro grandísim o Colegio. ¡ Si pudionrmos conservar siempre á nuestro lado al R. P.
A n ton io Fusarini, no dudamos que el bien se
aumentaría inmensamente entre nosotros! Hace
cerca de cuatro meses que tenemos la dicha, H er­
manos y alunmos, de v er con frecuencia entre nos­
otros á esto santo religioso, v es incalculable el
bien que hace con la administración de los Sa­
cramentos d e la 1‘ enitonoia y Eucaristía, habiendo
en él deposidado toda su confianza y la dirección
de su alma nuestros Hermanos y alunmos. Puedo
asegurar á V . R. sin exa^jerar que, gracias al celo
del R. P . Antonio, nuestro Colem o ha recuperado
aquel orden y m oralidad que l e caracterizaban
cuando los H ijos de D. Bosco eran nuestros guias
antes do que fuerau expulsados.
Nuestros 170 niños que el P . A n ton io ha prepaardo últim am ente á la prim era Comunión, son
m odelo de piedad y buen ejem plo, siendo una
prubn palpable del inmenso valor pedagógico de
la doctrina y sistema de D. Bosco en la educa­
ción de la juventud.

Para confirmar lo dicho le diré que actualmente
se ocupa este celoso Salesíano en preparar para
la prim era Comunión á los niños de una escuela
municipal de Quito.
V u elvo á suplicar á V . R . que perm ita conti­
nuar al R . P . Antonio entre nosotros su inaprecia­
ble apostolado qne ha comenzado con tan buenos
anspiciosj bastaría para esto, según m i humilde
juicio, que él pudiera disponer de buenos auxilia­
res para cuando la Casa de Quito pueda abrirse
regularmente.
Si, como tengo la firme esperanza, vuestra
Casa-Mlsion do Quito toma la dirección de nuestro
Colegio, nosotros por nuestra parte, como ya es­
taba convenido con el R. P . Calcaguo, enviaremos
á vuestra Casa á nuestros m ejores alumnos; y lo
qne es todavía mucho más im portante, gracias á
esta sabia dirección, un buen número de nues­
tros niños, los más piadosos é inteligentes, ingr^
sarán en el noviciado, proporcionando un dulce
consuelo á los H ijos de V . R. y un poderoso estí­
mulo en las muchas fatigas que por nuestro bien
se imponen.
Dígnese aceptar V . R. los hum ildes tributos de
mi más v iv a gratitud por todo lo que se digna
hacer en fa vo r de nuestro C olegio por medio de
sus H ijos y el homenaje de la m ayor veneración
y respeto de su
A fin o. I n Oorde Jem

A lfonso J ebert
Superior de los Hermanos de la
D octrina Cristiana.
Quito (Ecuador), 1897.

L I M A (Perú).
liO s S a le s la n o s y s o s O b r a s .
L a virtu d y la ciencia, el arte y e l trabajo son
cosm opolitas: su patria es el mundo entero^ sus
frutos e l bien de los pueblos y el mejoramiento
de todos los seres racionales: sus apóstoles los
hombres de recto ju icio y buena voluntad.
Tales pensamientos nos ba inspirado una visita
á las dos casas Salesianas establecidas en Lima,
y que á fuer de amantes de nuestra patria deseaiu«>s ver multiplicadas.
En la escuela taller de varones se educan 180
niños pobres, de todas las razas que forman
nuestra población: 80 de éstos son internos y 100
externos, pero que permanecen en la escuela desde
las primeras horas de la mañana hasta las últimas
de la ta r d e , recibiendo por consiguiente allí el
dcs.aynno y el almuerzo, de una manera entera­
m ente gratuita.
Este benéfico plantel, form ado y sostenido poi
la abnegación, celo y esfuerzo de los virtuu>oe
H ijos de D. Bosco, y débilm ente auxiliado por
algunos personas quizá en su m ayor parte más
ricas de buenas intenciones que d e recursos ma­
teriales, carece aún de muchos elementos indis­
pensables para su desarrollo y bienestar: los tor
lleres son pequeños y menos numerosos que los
d irigid os en otras ciudades por los Salesianos:
faltan, por ejemplo, los de litografía y escultura,
de cuyos trabajos hemos visto preciosas muestras:
nuestros jóven es podrían ejecutarlas con ig u *
perfección, si tu vieran para ello los medios, por*

— 133 —
■jne no carecen en su m ayor número de inteli■iencia y gusto para el arte j los trabajos que hoy
se hacen aquí son de impresión y encuadernación,
le sastrería, zapatería, cerrajería y carpintería,
ensayándose también, aunque todavía en muy peqneña escala, los trabajos agrícolas.
^ El sistema de educación é instrucción seguido
por los Salesianos es tan discreto como práctico.
Se principia el día con las prácticas religiosas,
base de toda paz y fuente de toda m o ra l: el reato
de la mañana, lo mismo que algunas horas de la
noche, se dedican al estudio, y el día al trabajo,

pues casi todos son á la vez músicos, agricultores
y artesanos.
E l cultivo de los campos tan necesario como
descuidado entre nosotros, es una do las cosas
que más puede ganar con el elem ento anloainno ;
a s ilo han ju zgado sin duda todos los países, que
los han llam ado á su seno, y que les prestan
constante y decidido ap oyo: teniendo en cuenta
también, que, si basta una cabeza para gobernar
un reino ó una república, se necesitan muchos co­
razones para amarla y muchos brazos para soste­
nerla, y que esos corazones y esos brazos pierden

: •' 'i ' i '

Si * r c

CÓ fyfljN O AR ''iK i' 'teTEÍftrQOS/'

a r o v T t 'K f E ;

l l

Interior del Colegio Salesiano de Méjico. —
‘ ^temándose todo esto con horas de recreo, tan
■ ' >^arius para conservar la salud y alegría de
’s niños: armouizause adm irablem ente el método
i'.z la opresión, v la espansion sin el desorden.
U música, ton adecuada para dulciñcar el cacter y cultivar el seutiinieuto, se estudia y eje‘ Hta de la manera más correcta: la banda de
m ilitar, compuesto por jóven es de la Es'•ila Salesiana, puede satisfacer el gusto musical
'
1vigente por la lim pieza, corrección y aruonía i-on que ejecuta las más escogidas piezas.
Los Salesianos observan el acertado método de
t 'laultar las inclinaciones de cada niño antes de
STiicarl-^ á un arte ó á un oficioj cambiándole
^píjrtunamente si los primeros ensayos no son
y pudiendo decirse que cosechan así de
**ds árbol el debido fm to, y d e cada fm to el
ttbor más apetecible.
se concretan tampoco los dignos sneesores
« L . Bosco, á dar un sólo oficio á sus discípulos,

(T.

j h í :¡.

^

137)

respectivam ente la sensibilidad y el v ig o r en la.%
naturalezas de^ada^his > enfiaquccidas por el
vicio, que no tien e otro jireservativo ni otro an­
tídoto, que una educación sólidam ente moral y
religiosa.
Cuando al atravesar las calles do L im a vemos
mnchacbos má.s ó menos harapientos que se prodigan golpes é injurias, pronunciándolas palabras
‘ ibt
r a ^ indecorosos y hasta obscenas, nos pregunta­
mos : i Cuándo lleg a rá e l día en que nue.stras auto­
ridades hagan todos los posibles sacrificios para
e v ita r tamaño m-il?
C onvertir al novel p illn elo en un sér lionrado,
y al peligroso vagabundo en un m iem bro útil «le
la sociedad, fué la noble idea, del inmortal Don
Bosco: sus hijos están entre nosotros. i Porqué no
aprovechar, pnes, de su trabajo regeneradí)r t
Aum entem os sos casas, pn-stérnolos verdadera
protección, y daremos así elementos de paz, abun­
dancia y engrandecim iento ú esta patria, empo-

I

— 13-1 —
brccida por el ocio, debilitiula por la desnnion y
lU’HpnsUgiada por el eguiaiuu.
Kii cuiinto á las rolacíoiies morales establecidas
entro los Salesiaiius y sus alumnos son vcrdaderaineute evan gélicas: ningún alma, delicada podría
ver sin enternecim iento íí hombres verdaderamente
ilustrados gastando su vida mural, intelectual y
nmtorialim-nte, en educar, instruir y salvar del
envilecim iento y la m iseria á pobres niíios casi
(-11 BU totalidad hijos del im eblo; hemos contem­
plado a llí ol sublime espectáculo de un piadoso,
ilustrado y por todos títulos respetable Obispo
Salesiauu, limo- Sr. Don Santiago Oostamaguu,
Obispo titu lar de Colonia (A rm enia), estrechar
cariñusamoute la peijiierm y ya honradamente ca­
llosa mano do un niño do la Escuela Sulesiana,
y que es á un tiempo músico, sastre y agricultor,
hemos visto al mismo venerable pontítico acari­
ciar los oscuros rostros de otros niños, y lo hemos
üidü preocuparse cou paternal interés por el mal
ijue jiodría nacer el sol á u u jo v e n agricultor que
trabajaba en el campo sin som brero; le hemos
oido, en lln, d irig ir palabras de aliento y sabios
consejos á otros niuclius de esos seres deshere­
dados do la fortuna, á quienes no so dignaría
mirar un pretem lido ülósofo ó un patán enrique­
cido ; y todo ésto cou la celestial benevolencia
del D iviu o Maestro, que dijo á sus discípulos:
¡¡D e ja d d loa nidos que venyaii d m í!!
Dichosos nos reputaríam os, si nos fuera dado
despertar en fa vo r de las Obras Salesiauus, ó
m ejor dicho, de la clase proletaria de nuestro
jmís, el interés que respectivam ente merecen.

J u ana S osa d £ A u é z a g a .
Lima, 1607.

I > O O U ]M E I \ T

SALESIAN O S
.-A
M W IO O .

DISCURSO que eti la hcndicion que el lim o.
S r. Ar¿obif:2)0 de M rjico , JD. Dróspero Jlf.

huo de la Prim era Piedra de la
iglesia Pública, consagrada d M aria A uxiliallora por los Itit. P l\ dcl Colegio Salcsiano,
en la Colonia de Sania Ju lia , legó el Intjcnkro de Minas D . Santiano Jiainircj: la tarde
dcl día 15 de Mareo de 1S 97 (1 ).

f ContinuaciónJ.
NI RE estos mensajeros celestiales, que sin
quü nada les arredre, ni los detenga,
no corren, sino vuelan á donde hay
males que curar, necesidades que soco_____________ rror. almas que redimir y persecuciones y
peligros que arrostrar, figuran de una manera esp- oial
on el cuadro que nuestra gratitud y nuestro respeto ex­
tienden para bosquejarlos, reclamando tal vez el pr;uu-r
O ) V. Bol. lie Mario, p:íg. 77

término, los ilustres hijos del ilustre misionero de
Chablais; del extraordinario amante de su Dios, quien
creyendo, por maligna tentación del demonio, que su
alma estaba predestinada para perderse, pidió al SefMr
por intercesión de María, la gracia de amarle en el
üempo, ya que no podría amarle en la Eternidad;
del perfumado lirio de la pureza, que en los fervo­
rosos deliquios de un corazón verdaderamente seráfico
ofreció al Señor en la Iglesia de San Esteban, con
la sublimidad y los merecimientos del voto, la más
fragante y bella do las llores que la gracia puede
hacer brotar en los verjeles del alm a; del Sacerdote
magno y Predicador Apostólico, do quien cou toda
exactitud so decía qtte no habla obstinación tan em­

pedernida que pudiera resistir á su devoción en el
altar, ni á su elocución en el pulpito; del Pastor
diligente, que con el fuego del amor divino, que en
ardientes llamas salía en encendidas palabras de sus
inspirados labios, fundió el hielo de la indiferencia
y la impiedad, del error y la herejía en Thonón, Aiiiiocy, Chablais, Alinges, Ger, Ternier, Gaillac, Gi­
nebra, NicópoJis, Grenoble, Chambery y cien lugares
en los que sus trabajos eran continuos, y las conver­
siones brotaban por miles de cada uno de sus tra­
bajos; del fundador insigne de la Orden de la Vi­
sitación : una de las más nobles porciones del rebaño
de Jesucristo, y uno de los más preciosos ornamentos
de su Ig lesia ; cuya piedra angular fué la exclarecida
Francisca de Chantal y sus dos primeras columnas
fueron las puras Vírgenes Fabro y Brechar de Nivernois; del inspirado autor de la Introducción d
la vida devota y el Tratado del Am or de Dios;
libro de oro, como le llamaba el Papa Alejandro V II,
cuyas notabilísimas obras son como el alfa y la omega do la vida espiritual; del exclarecido Príncijif
de la Iglesia, (;uo debió vestirse con la púrpura car­
denalicia que le ofreció el Pontífice León X I, qiiestaba reclamada por sus méritos y que fué rehusada
por su humildad; y por decirlo de una vez, del in­
signe San Fi-anciscü de Sales, que brilló como astro
de primera magnitud en la Constelación que proyec­
taron en el firmamento de la Iglesia el Siglo X VI
en su h'-rmino y el X V I I on su principio (1 3 ); y
cuyos brillantes resplandores esUin aún alumbrandoá las generaciones del presente, como alumbrarán
también á las quo todavía no salen de la nada que
envuelve el porvenir, y han do venir á reemplazar á
éstas, en el incesante movimiento con que se renueva
la humanidad.
Creación providencial y misteriosa de este espíritu
verdaderamente sublime; reflejo clarísimo y perfecto
de esto astro verdaderamente brillante: encarnación
sobrenatural y sorprendente de este corazón verda­
deramente generoso, es el centro do dónde parten,
como rayos de un foco luminosn, ó como arroyos de
un manantial cristalino, las nobles, las elevadas, h.s
interesantes y simpáticas figuras, que el curso do
nuestras reflexiones, que al impulso de la gratitud
so desenvuelven, nos pone hoy ante la consideración;
y el cumplimiento de una misión elevadisima, brotada
del ejercicio de las virtudes más preciadas, nos pone
hoy ante la vista.
( l á ) S.ia Francisco do Sales nació el 21 de Asesto Je K J L
y murió el 2r de Diciembru de IC'Jd.

135
Hijos dignos; discípulos aprovechados; colabora­
dores eficaces: auxiliares diligentes: obreros infati­
gables del exclarecido Juan Bosco, cuya cuna brotd
eu Castelnuovo d’ Asti el 16 de Agosto de 1815;
cuyo sepulcro se abrió en Turiu el 31 de Enero de
1888; cuya imagen están esperando nuesti'os altares,
tiu los ^ue en día tiil vez no lejano le tributarán el
coito de duUa las generaciones de mañana; y cuyo
recuerdo conserva la Historia entre su más hermosas
páginas, y el corazón entre sus más entrañables afec­
tos, con el imperecedero y harto' significativo nombro
de D. Bosco, son estos Sacerdotes virtuosísimos, que,
acudiendo al llamamiento que les hizo un distinguido
compatriota nuestro, á quien todo nuestro país debe
estar profundamente reconocido (1 4 ), han venido, lo
mismo que otros, á evitarnos los males y traernos
los bienes que señalaba al principio; que levantando
con la vara mágica do su fe, de su celo, de su abne­
gación, de su actividad y sus virtudes, centros para
el trabajo, talleres para la industria, fiientes para la
instrucción y asilos para el infortunio, hoy, hacién­
donos sentir junto á los recuerdos evocados, las im­
presiones del contraste, nos regocijan con toda la alegria que en el corazón católico es susceptible de
producir el contraste de las impresiones, en la ce­
remonia tierna, grata, religiosa y significativa, que
en este bendito lugar nos tiene ahora reunidos.
En ella se comienza la realización de un pensa­
miento noble y levantado, grande y sublime, religioso
y digno, de la edificación de un templo para Dios,
consagrado á su Santísima Madre, en su advocación
dulce, conmovedora y significativa do María Auxi­
liadora.
Con esto pensamiento se trata de levantar un templo
en el suelo mismo que tantos fueron destruidos en
la época aciaga que hoy ha venido á llamar á las
puertas do nuesti'a memoria, y quo quisiéramos estar
en aptitud de relegar al olvido.
Se trata de erigir la Piedra consagrada por Jacob
en Betliel (15), en la que, por escala invisible y
mística, suban al Cielo las oraciones do la Tierra,
y bajen á la Tierra las bendiciones del Cielo.
Se trata de elevar un templo sobre el que venga
el di'scodo de todas las gentes, p a ra henchirlo de
gloria (16).
Se trata de fabricar una Casa, que no se des­
truirá con las lluvias que caigan, n i con les ríos
que salgan de madre, n i con los vientos que so­
plen porque estará fundada sobre p ied ra (17).
Se trata do preparar u n sitio p a ra stz descanso,
á A qu el que tiene a l Cielo p o r T ro n o y á la T ie rra
por estrado de sus pies (1 8 ).
Se trata de preparar en un centro en el que D ios
su T ro n o p a ra siempre, las adoraciones de
«n Pueblo que le lla m a rá Padre, que será su h ijo.

(14) El Sr. D. An?el Lasounln á quien se debe el esabieciiii:$cto de loe SJÜeei&nos en H^ico, pues después de haber es*
Ubli-.-do esta .AaocUcicu d afio 1889, solicitó su ereccíoa eaiósi'a. que le fué enucedida por Decreto de I I de 31ajo do 1891.
(15) Gen. X X VIU . — IS.
(16i A ff. 11. — 8.
(K ) S. Maí. VII. — 25
( I : ) Ate. Vil. — 49.

y de quien E l , cumpliendo su inmutable promesa,
no apartará su m isericordia (19).
Se trata de ofrecer á este mismo Dios un hüuunaje diario y constante de almas redimidas con mi
sangre y arrancadas al pecado; do cuerpos quo smi
templos de Dios y moradas del Espíritu Santo, fi»
los quo estuvo á punto do entrar el Espíritu del In ­
fierno y los vicios quo do él so desprenden; do rurazones inocentes y puros, sustraídos á la perversidad
y la malicia do que la atmósfera so halla iiiñcinnada; do inteligencias nacientes, y tal vez superiores,
iluminadas con las luces refulgentes do la verdad
quo ha disipado las tinieblas espesas del i rror; de
costumbres arrancadas do los vicios, reos do las cár­
celes y criminales de los patíbulos; do hombres, cu
fin, que lleguen á ser útiles á si mismos, á sus fa­
milias, á la Sociedad, á la patria y ú la Keligion,
que tanto necesita de fieles católicos quo la profesen,
;de confesores enérgicos quo la pregonen, do Apósto­
les celosos que la difundan, do mártires intit'pidos
que por ella se sacrifiquen.
Se trata, en fin, de dar el último paso en un ca­
mino del quo se han hecho desaparecer las miserias,
para hacer brotar los beneficios.
Tenemos á la vista la piedra angular del edificio
La materia de que está formada la han suministrado
las rocas que entran en la composición de la costra
terrestre, manifestando asi que todo pertenece á Dios
y que Dios no se desdeña en aceptar para el Palacio
do su residencia una ofrenda tan insignificante como
el microscópico fragmento de un cuerpo bruto, que
carece completamente de valor, aún á nuestros propios
ojos.
Así tampoco se desdeña en aceptar el desprecia­
ble puñado de polvo, que constituyo el corazón, man­
chado no pocas veces por el inmundo cieno do las
pasiones.
H a sido trasportada hasta aquí desde ol punto do
su yacimiento, por los esfuerzos dol trabajo, desjtrcndiéndoso de aquí una lección quo no debemos des:iprovechar: la de que los trabajos son siempre fruc­
tuosos, cuando se emprenden para la gloria y el
servicio de Dios, aun cuando en apariencia sean poqueñísimos.
Para arrancarla del criadero en que los agentes
hidro-termalos do la sedimentación la colocaron, icé
necesario emplear el hierro herido por golpes ince­
santes, y el explosivo puesto en acción por el fuego
ó por la electricidad, como el corazón para despren­
derse del vicio en que las pasiones lo tienen incrus­
tado, necesita el hierro de la penitencia, herido por
los golpes de la mortificación; el fuego del arrepen­
timiento y la chispa de la gracia.
Está labrada por la mano del arte, como testimonio
de que el arte dando forma y belleza y animación y
nombre á los objetos informes y desconocidos realiza
una especie de creación, para presentar un homenaje
al Supremo Criador del Universo.
Y acaba de recibir la bendición de Dios, por )u
ungida mano de su autorizado Ministro, recíbiend<>
con ella la garantía del éxito que tan ardientemente

0 9 ) 2. Eer. VII. — 18,14 y 15.
(-20) Job. X IX . — 25.

— 136 —
deseamos, y nuestra pública confesión del principio,
que es para nosostros un axioma, de que sin I)io s
nada podemos hacer.
La tierra en que pronto va á quedar sepultada,
desapareciendo p a ra siempre á nuestra yís U , está
ya abierta.
1 Cuántas veces, y en cuán distintas ocasiones ve­
mos abrirse la tierra delante de nuestros ojos; unas
veces brillantes por la alegría; otras opacados por
la indiferencia; otras humedecidos por las lágrimas;
pero todas animados con esa luz que irradia del por­
venir, que atenúa los efectos del dolor y que cons­
tituye la esperanza I
(8 e continuaráJ.

D. Antonio Ferreira dos Santos Camínha.
L día 24 de Noviembre de 1897 falleció

en Sta. Rosa de Nietheroy este distin­
guido módico ó insigne Cooperador Salesiano que prestó grandes servicios á
su pala y al Colegio de Sta. Rosa, en
Nietheroy.
Descendiente de una familia, cuyo
nombre enaltece la historia de Coará.
de donde era natural, el doctor Caminha
consagróse á la política, trabajando siempre con in­
dependencia, patriotismo y probidad. RepresenW a
su país natal en la Asamblea general, y en catorci
legislaturas en la Asamblea provincial, siendo acé­
rrimo defensor de los intereses públicos y do las fran­
quicias provinciales.
I^jorció dignamente los cargos de Inspector de
Hacienda de la provincia de Coará, Secretario de
policía de Río Janeiro y jefe político en la ciudad
de Aracaty.
Los últimos días del doctor Caminha no fueron de
los más alegres, pues piirece que no andaba muy
sobrado de recursos, si bien él no habló á nadie d<
sus apuros y privaciones.
Era católico de creencias firmes ó inquebrantables,
como lo desmostró en varias ocasiones.
Sufrió los dolores de su enfermedad con la resig­
nación del ju-^to y en los últimos momentos do su
vida estuvo a.^i.-stido por el Drao. señor D. Aurelianc
Córrela dos Santos. Vicario de Nietheroy, por el
R. P. Dionisio Giudici. prefecto del Colegio de Sta.
Rosa, y por el R. Padre Antonio Varchi, del mismo
Colegio.
A l mismo tiempo que invitamos á todos nuestros
Cooperadores á que rueguen por el alma del finado,
enviamos la exprt'sion de nuestro más sentido pé­
same á su desconsolada familia.

fe'

^ fS iV ñ R IE D A D E S

L .a G e s ta d e S * F r a n c i s c o d e S a l e s
e n Ifiéjai* ( S a la m a n c a ). — Sobre esta sim­
pática uesta hemos recibido de una insigne Coo­
peradora Salesiana las signientes lineas que agra­
decemos y con placer publicam os:
El día 11 de F ebrero en el espacioso templo
(le Santa María, artísticam ente engalanado, cele­
bróse por in icia tiva del R . P . V icen te Schiralli,
superior del Instituto .Salesiano de esta población,
una solemne fiesta eu honor d e l sapientísimo
D octor de la Iglesia S. Francisco de Salea. Ocu­
pó la cátedra sagrada el R . P . Pedro Nolasco
Segura, de la ínclita Compañía de Jesús, quien
hizo verdadero alarde de su vasta erudición, ex­
poniendo con galanura de estilo y corrección de
Ibrma los preciados dotes del Santo y estimulando
á los fieles á la im itación de las virtudes de tan
docto varón.
Los alumnos del Colegio Salesiano cantaron ar­
moniosamente la misa, dando con ello prueba de
los conocimientos que en este arte adquieren en di­
cho centro, y garantía de las esper.anzas que hizo
concebir la fundación de este Instituto, que tantos
beneficios proporciona á nuestra ciudad, difun­
diendo la enseñanza basada en la fe católica, que
08 el m edio más seguro de llega r á poseer los
secretos d(i la ciencia.
D igna de todo encomio es la conducta de D.**
Felisa Esteban Rodríguez á cuya generosidad de­
bemos el establecimiento de este centro de ins­
trucción y beneficencia, y no menos dignos son
los P P . SalcsianoB bajo cuya acertada dirección
se van logrando los fines que aquella se proimso con la creación de este Instituto.

F i i tíl O r a t o r i o <lr S . F r a n c i s c o d e
S a l ( ‘s d e C i n d a d e l a (.^l<‘n o r c :t) — Con
no menos solemnidad que los años anteriores he­
mos celebrado en el presente la fiesta de uuestio
glorioso Patrón S. Francisco de Sales, sirvit-ndonos de preparación su hermosa novena, que
hemos practicado por las mañanas durante la
santa misa que se rezaba á las seis y m edia en su
propio altar, y al anetchecer las cuarenta horas
que celebra nuestra Iglesia del 4 al 31 de Enero,
con cuyo m otivo era siempre grande la concu­
rrencia de fieles. — El día 29 al anochecer se
cantaron solemnes completas por un buen número
de sacerdotes, y al día siguiente, domingo, ce­
lebram os nuestra fiesta patronal con misa de co­
munión muy num erosa; misa m ayor canfcidapor
la música, que estrenó la preciosa misa de San
José det Dmo. señor Costamagna, y sermÓD á
cargo del R . señor don Am brosio Carabó, Pbro.
director espiritual del Seminario, quien describiti
á grandes rasgos los principales hechos y virtu ­
des eminentes de nuestro bondadoso santo Patrór.

— 137 —
elogiando de paso la benéfica Obra Salesiana de
D. Sosco, y recom endándola al numeroso audi­
torio, como un gran bien para la juventud. —
Por la tarde, expuesto el Santísim o, se cantó el
Trisagio Seráfico, el m otete España peniienU al
Sgdo. Corazón de Jesús y reserva solemne. P o r la
noche hubo música, ilum inación y fogata con
gran contento de g a n d e s y pequeños.
— E l Dom ingo signiente, 6 de Febrero, se tuvo
la conferencia de los Cooperadores Salesianos en
la espaciosa iglesia de S. Agustín bajo la presi-

monda « D . Bosco y los obreros > y la recitación
de la poesía « L o s Misioneros Salesianos > por un
joven cito del Oratorio, se cantó un coro ob g ra ­
titud, y el lim o. Prelado hizo una elocuente
exhortación a l numeroso y selecto auditorio, exci­
tándole á acudir pronto á salvar la juventud,
ahora que aun es tiempo, no sea que desunes
sea tarde, y elogiando en gran manera al insigne
Apóstol de la caridad en esto siglo. Don Juan
Bosco, varón providencial que Dios ha suscitado
en esta época para coutrurrestar con su m aravi­
llosa Obra á la anarquía y socia­
lismo, y salvar á la juventud que
se p ierde.....
Concluyóse con la solemne
beiidiciou con S. D. M. dada por
el mencionado señor Obispo.
¡ Qué Dios nuestro Señor oiga
nuestras fervientes plegarias y
bendiga los esfuerzos de todos;
V por intercesión de María Au:iliadora nos conceda que sean
*n b reve realidad nuestras anti­
guas esperanzas do tener pronto
vi frente de este Oratorio á los
H ijos de D. Bosco l

T.,a O b r a

S a le s ia n a . —

De una correspondencia publi­
cada con este mismo título en
uno de sus últimos números por
el importante diario de la capi­
tal E l Tiempo, copiamos los si­
guientes párrafos que dan \ma
idea del oslado actual de aqueila im portante fundación salesia-

uu:

Facbada 7 piano ¿e la Iglisla en constmcclon de I.*
(D. Jos<: Hidalgo Elguero, Arquitecto).

deneia de nuestro lim o, señor Obispo, que rodeado
de los señores canónigos de la Catedral y clero,
se colocó en el presbiterio. Se comenzó el acto
con un bonito himno á la Sma. Virgen para coro
y banda, y á continuación el señor director del
Oratorio leyó una m emoria reseñando todos los
preliminares del principio de la Obra de D. Bosco
en esta ciudad, escuelas establecidas, construcción
de la nueva iglesia de María Auxiliadora, limos­
nas recogidas, gastadas en la misma y déficit,
d.'indo á todos los protectores sinceras gracias
por su cooperación, excitándoles, especialm ente á
la Junta de las obras de la citada iglesia y á la
comisión de señoras, á hacer otro esfuerzo á fin
do com pletar pronto la Obra Salesiana y a comen­
zada, con la instalación de algunos P P . y Coad­
jutores en esta ciudad. Después de la lectura
dol hermoso trabajo del £m m o. Cardenal A li-

« Acabo de visitar ol Colegio
Sulesiano y quiero expresar el
cozo y la m aravilla que embar­
ga mi corazón.
* Y o creía encontrar uno de
Motos colegios buenos, pero peueüoB y lim itnd(»8 á una sola
luso de niños. P ero me encontré
x m un mundo de cosas.
* L o que primero me impre
sionó fué su amplitud. ¡ Qué
patios tan íu i d c d s o b ! parecen
Anx. en léjíco
plazas. ; Qué portales y qué co­
rredores y qué salones! El aire c ir ­
cula librem ente por todas partee
con ventilación abundante y bien distribuida; la
luz entra á to rren tesy reina por doquiera alegría y
bienestar, orden y lim pieza; los 140 uiños inter­
nos, contentísimos atienden parte á sus estudios
do instrucción primaria, pnrtó á aprender un arte
ó un oficio: y j qué lindos trabajitos de imprenta,
d e encuadernación, de carpintería, etc. be visfr
salidos de aquellas m anecitas!
c Entre los alumnos hay uua clase de latinistas,
cuyo aspecto inteligente, aplicado y recogido, da
buenas esperanzas que algún día podrán reforzar
las filas de nuestro activo y sacrificado, pero
escaso clero.
> Las 70 niñas tienen también su colegio com ­
pletam ente sej^rado y en magníficas condicionee
higiénicas. Dan sus clases elementales y aprenden
además costara, bordado, etc., á lavar, planchar,
cocinar, todo lo que má.s necesita una siñora de

— 138
la clase pobre, á la cual está dedicada la bene­
m érita Institución Sulesiana.
» Entre ios dos Colegios lie visto un grande
espacio do terreno destinado á la iglesia, que ya
so está construyendo. Ten drá 62 metros de larga’
por 20 do ancha y constará de 3 naves. Me enHofmron el dibujo do la fachada de puro estilo
rom ánico: es un prim or. Y o desearía que E L
T IE M P O la reprodujera. Se debe al jo v e n é in ­
teligen te arquitecto D. José H ilario Elguero. Será
sin duda oso tem plo uno de los más bonitos y
elegantes que embellecerán siempre más la Ciudad
do los P alacios; están completando los cimientos.
— j A cuánto sube el gasto semanal? Preguntó
adm irado al D irector de la Obra que me acom ­
pañaba.
— A m il pesos poco más ó menos, me con­
testó.
— ¿De donde los saca V.?
— D el lianco de la Provid en cia y de los bol­
sillos do ustedes.
— Kocibirán Vdes. muclios beneficios de teatros,
rilas, kermoses, jam áicas, etc.
— N i uno ; nuestro Padre D. Bosco no aceptaba
esos medios do hacer el bien y nosotros sus H ijos
debemos seguir sus huellas.
» Se m e asomaron las lágrimas. Dos enormes
C olegios y una grande iglesia en construcción,
doscientos entre niños y niñas, d é lo s cuales una
mitad apenas ayudan con una bagatela mensual
á los gastos de su alimentación y, ¡to d o sin con­
tar con un centavo de fijo y asegurado!....
» Esta confianza ilim itad a en la caridad m eji­
cana, séanie perm itido decirlo, nos honra mucho
á los mejicanos y nos ob liga á corresponder. N o ­
bleza obliga.
» Los snlesianos alimentan y educan multitud do
niños y niñas pobres, los salvan de la m iseria y
la pi’ostitucion, construyen líennosos edificios,
edifican iglesias, abren escuelas, dan trabajo á
muchos de nuestros obreros... Ayudemos, pues, á
esta Obra P roviden cial con eficacia, amor y jiereeverancia. Somos tan generoso.s con las obras de
afuera, seámoslo más todavía con las de adentro.
Muévase alguno de nuestros capitalistas á dar de
una v ez un poderoso impulso á la Obra Salcsiana,
ouo « o vacilo en llam ar vordadeiam cnte gran«ioaa, Todos dicen que es la obra do D ios; sea­
mos, pues, los cooperadores de Dios, porque en­
tre las cosas divinas, la más sublimo es la de
cooperar con Dios á la salvación de las almas,
y la Obra Salcsiana os por excelencia salvadora
d e almas. »

c o i:.0 3 s .d :B r ^

I jOS T'ull<*roN Sa l< » sín n o s <lo R o g ’ofá.
— En el uámero del 13 de Enero traía É l Correo
N ocion a l de Bogotá el siguiente suelto, qnc con
gusto trasladamos á unestros lectores:
c L a Institución Salcsiana, esa célebre y beoéfica Congregación establecida por D . Bosco. que
envía a;>óstoles y misioiicvos á las regiones más
apartadas del mundo, ba producido ya en Colombia
grandes resultados bajo la sabia y discreta direc­
ción del R everendo Padre Evasio R abaglíati, Su­
p erio r de los Síile.sianos en este país.
» N o queremos hoy referirnos á lo que loa hijos
d e 1). Bosco hacen v han logrado en los Lazaretos
d o Contratación y d e Agua de D ios, llevando el
consuelo y la e s i^ a u ta al alma de aquellos cuyo
cneriM) se halla corroído
la más terrib le áe

las dolencias; nos absteuemos de entrar en justas
consideraciones respecto á los trabajos de los .S.alesianos en la catcquizacion de los salvajes qtit
aún moran en las riberas del M e ta , del Ar.anca
y del Vichada, y en las extensas pampas de Villavieencio y San Martín.
» L a rgo sería enumerar todo el bien qne á costa
de esfuerzos, desvelos y sacrificios difunden los
hijos de D. Bosco en nuestra patria, y si sólo
nos consagrásemos á enumerar minuciosamente su
labor en Bogotá, ella requeriría tiem po y espacio
de que no disponemos, por lo cual nos limitamos,
hablando por boy de los talleres que tienen est.ablecidos en el antiguo convento del Carmen, á
darles nuestro aplauso y tributo de admimeion
por los notables adelantos que cu ellos se han
obtenido en la tipografía, desde la fundición de
tipos, arfe importado p o r los Salesianos d JiogoUi,
hasta la impresión de delicadísim os trabajos qncrequieren esmerado buen gusto artístico y notabhconocimiento en el noble arte de Gutemberg.
» A nuestras manos han llegado recientemente
como obsequio de los Talleres Salesianos, dos
trabajos que difícilm ente serán superados en su
género en Europa, tanto por la delicadeza de la
concepción artística como por la nitidez de ia
impresión, llevada á cabo con diversidad de tipos
y colores; se titulan el uno A lm a n a gvepa ro 189S:
Homenaje ú los suscripiores de las lecturas cafólicas y el otro Ensayo de los tipógrafos y fundi­
dores de los Talleres Salesianos, ei cual contiene
una Oda dedicada al Am ado Pad re Evasio Jlalngliati, condecorado con la craí de los Sanios J/aicricio y Lázaro.
» A l presentar <*l testim onio de nuestro agrade­
cim iento á los Reverendos Padres Salesianos pi*r
el obsequio que se hau servido hacem os, les enviamo.s sincera voz de aplauso p:»r la manera eficaz
con que cooperan al progreso en nuestra p atria.»

A .B ,< 3 -E l> T 'X .T lS rA .
l l f t n r o . s » d i s t i n o i o i i . — L a ha recibido el
infatigable Misionero Salesiano de la Patagonia
R. P. Bernardo Vacchina, siendo nombrado por
decreto gubernativo m iem bro del Consejo de Go­
bierno del T erritorio, cuyo cargo tien e por objeto
do representar al Sr. Gobernador las necesidades
públicas, de asesorarlo cuando sen solicitado su
dictamen, y particularm ente de inspeccionar y
observar la inversión rneusuai do los fondos de la
Adm inistración. Nuestras felicitaciones.

B E E IT J
P r o g r e s o s d e la C a s a S a le s ia n a de
A r e q u i p a . — Copiamos de E l Deber de esta
ciudad; « Para probar el prestigio que entre
nosotros tien e conq^uistado la Escuela Salcsiana.
bástanos apuntar el dato de que. en nieno.s de
quince días de abierta la matrícula, e l número de
los niños que se han presentado buscando asiento
en las aulas sube de m il y tantos. »
S. S A X --V A 3 D O B .
C o s S a lr s ia n o s e n C e n tr o - A m é r ic a
— Leem os en un diario de S. Salvador, del If'
de Dbre. de 1897: « Han llegado á esta capital
los Padres Salesianos Calcagno, Missiere y Meníchinelli. y los clérigos Salmón, Tonsini. S*to-gay
R oca pertenecientes á la Congregación d*. D »

— 13í» —
Ro
Bosco.
Los auteriores sacerdotres prestarán sus
importantes servicios en la fundación del Colegio
de Artes y Oficios que se instalará en la Finca
Modelo. »

XrCJi^XuXA.
Ila s tr e h u é s p e d e n e l O r a to r io S a le s ia n o d e X u r í n . — E l 3 de A b ril, D om ingo
de Hamos, m ientras nos disponíamos á celebrar
con la majestad y solemnidades del rito la fun­
ción del día, nuestro Oratorio de Turíu fué agra­
dablemente sorprendido con la v is ita del Hiño.
Sr. D. Antonio V ico, A u d itor que fué por muchos
años de la Nunciatura de España, y nombrado
por S. S. D elegado Apóstolico de Colombia. Fué
consagrado el 8 de Enero últim o arzobispo de F ilipi por el Emmo. Cardenal Ram polla, asistido
porlosE m m os. Cardenales D i P ie tro y Cretoni,
Nuncios que han sido de España, y por el Cardenal
Segna, que fué A u ditor. E l lim o . Sr. V ico celebró la
santa Misa en la Capilla de D . Bosco, y después
de haber perm anecido en el Oratario algunas
horas y de haberse dignado honrar nuestra mesa,
partió para Génovn desde donde se d irig irá á
Colombia á desempeñar la alta misión que el
Padre Santo le ha confiado. ¡ Que e l Señor le
acompañe en su largo y penoso v ia je y le asista
cu sus gestiones para bien de la Ig le s ia y de las
almas!
E x p o s ic ió n d e A r f e S a g r a d a v M i ­
s i o n e s e a t ó l i e a s e n T n r í n . — E l á ía prirm-ro del mes actual se verificará la solemne
a])ertura de la Exposición de A rte Sagrada y
Jli.siones Católicas que con m otivo de varios cen­
tenarios religiosos se vien e preparando desde
hace algún tiempo, en la hermosa capital del
Piiimonte.
Aparte de las muchas curiosidades y obras ar­
tísticas; ccrtámenp.8 nacionales d e música, júntm a y escultura, en los que tomarán parte las
celebridades de toda Italia, in tervin ien d o jmrsonnjes y críticos de Alem ania, Bélgica, Suiza, In ­
glaterra y F ra n c ia ; funciones religiosas durante
Ion cinco mesen que ha do durar la Esposiciou y
á las que asistirán más de 500 peregrinaciones
presididas por Arzobispos y Obisims; Congreso
Mariano y m il otros festejos que se preparan, se
verificará « n interesante y verdadero aconteci­
miento, cual es la exposición del Santo Sudario,
durante ocho días, del 11 al 19 de Mayo, en el
altar m ayor de la S. I . C., á presencia de toda
la corte d e Ita lia y d e varios Cardenales, A rzo­
bispos y Obispos, y de todas las autoridades lo ­
cales. Para la obra de las Misiones se han consIm ido en el recinto de la Exposición caprichosos
y vastos edificios según el orden arqnitectónico
de las países de donde son oriundos los in díge­
nas que han de conducir á esta Exposición, ju n ­
tamente con trabajos hechos por éstos, los Misioneros católicos de todos los órdenes religiosos.
L a Junta d irectiva d é la Exposición, in spirada
en los nobilísim os sentim iectos de su alto cargo,
y deseando fa cilita r los medios de comunicación,
hospedaje, etc., á las númerosas peregrinaciones
y personas particnlares qne de todas partes han
de concurrir á ella, se ha propuesto prestar su
má.s decidido apoyo á la empresa Joan Biancotti
úe T a rín , la cual se ofrece á hospedar á los p e­
regrinos dándoles alim entación por tres días en­
teros y cuatro entradas á la Exposición, y prolorcionarles nna g ira de recreo á la colina donde
la célebre basílica de Snperga, por el módico

precio de 20 pías. Esta misma empresa «c enearga
tam bién de expedir los enpones i]uc sean neeesarios á las personas <iuo deseen visitar á Hmna,
Nápolos, Veuecia, M ilán. Pisa. Vorona, Génovn,
Bolonia ó cnalqnie.r otra ciudad imjiortant»* de
Ita lia , por el módico precio do 7 ptas. diarias,
para los mejores hoteles y fondas de las mencio­
nadas ciudades.
Pero como no ha de ser esta la últim a vez qne
nos ocupemos de esta Exposición, que durante
todo el verano ha de atraer la atención de todo
el mundo, y en la que nuestra ConCTogacioii toma
una parte principalísim a, nos abstenemos por
ahora do adelantar noticias y esperamos á qne
se vaya realizando el vasto program a para jioder
inform ar con más extensión y exactitud á nuestros
beneméritos Cooperadores.

------ ------------C o r o n a s f ú u e h i 'c s . — L a s Jifeméndes L i ­
túrgicas que se publican en Rom a confirman una
v ez más lo que y a tenía dicho en antorioros oca­
siones, á saber: que las coronas dc fioi'cs no ñehen
fo rm a r HUJica parte en los entierros de los cristianos,
n i delante de la cru£, n i detrás, n i á continuación
de la caja ó carro, pues están fu e ra de la Inj, del
R itu a l, y de las reglas todas prevenidas j)a ra los
funerales de un católico.
S irva este documento de contestación plena y
contundente .á los que preguntan si es lícita la
práctica, hoy tan en b o g a , de osar en los entie­
rros de los cristianos coronas de flores.
U n o j o m p l o s u b l i m e . — Traducim os de
un periódico alemán el siguiente edificantísimo
sucedido : « Un eminente médico de Bonn (Prusia)
rodeado de muclios do sus alumnos, se preparaba
á hacer á im jiobre campesino, que tenía un cán­
cer en la lengua, una d ifícil operación. P ero antes
de proceder li ella le d ijo : Si tenéis algún deseo
que manifestar, hacedlo jironto, pensad qne es
esta la últim a vez que podréis hablar en toda
vuestra v id a , pues desiuies de la operación debreis resignaros á quedar mudo.
Todos esperaban con ansia y curiosidad o ir el
supremo deseo de aquel pobre hombre, mlentra>
éste, después de algunos momentos de m editación,
levantando la cabeza que había reclinado sobre
el p ed io, ])ronim ció estas sublimes palab ras; A/ahado sea Jesucristo.
Una v iv a emoción se pintó en todos los pre
sentcs, y por el rostro del m édico y de muchos
d e éstos se deslizaron algunas furtivas l.ágrimas.
3 »K N S A .7 V IIK N T O S

— E l escóndalo es como la peste. Cuando se
introducen mercancías apestadas en uu pueblo,
al punto se contagia toda la ]>oblacion. TjO mismo
sucede con el escándalo. A veces basta una per­
sona sola para corromper á un pueblo entero con
sus malas doctrinas ó sns malos ejemplos. — Olaravana.
— Amemos la castidad sobre todas las
pues qneriendo Jesucristo enseñarnos ceáo agra­
dable le era, escogió por madre á una virgen , y
constituyó objeto privilegiad o de su amor ó nn
discípnlo virg en . — San Agustín.
— D ios es tan digno de alabanza cuando castiga
como cuando perdona; porque el castigo y el
perdón son naturales efectos de su bondad y e v i­
dentes pruebas de su benevolencia. — San Juan

Cr>‘ óstomo.

— 140 —
nocimientos de la escuela, ensalzar la virtud v
anatematizar el vicio.
D e fondo em inentem ente moral y religio so ; ele­
NOTA. Para evitar pérdida de tiempo y gastos gante y sencillo en la form a para adaptarse á la
inútiles, suplicamos encarecidamente á nuestros tierna inteligencia de las n iñ a s; ingenioso é ins­
lectores que para la adquisición de los libros pirado en la elección de los variados asuntos que
que anunciamos en esta sección, se dirijan á trata, inculcando unas veces los deberes cuyo
las librerías que en cada uno de ellos se expr e- cumplimiento más la interesa á la m ujer, y afeando
san. — En esta sección anunciaremos los li­ otras los defectos que más comunes suelen ser en
bros de los cuales se nos mande al menos ella, E l ideal de un-a niña es una obra eminente­
un ejemplar, con tal que no se aparten de mente pedagógica, que honra á su esclarecido
autor, y que debiera andar en manos no sólo de
los dogmas y moral católicos.
las niñas para quienes al parecer está escrita, sino
V l « i » ( 1(1 .N '. H is J e H ( i ( ’ t* lw t (», ó iM , los oastros Eran
principalm ente en las de las madres y maestras;
golioB «n nno, psrsfrssosdo j solsrsdo oon notas por D. An­
tonio SanU — Un TolAmen en 8.* de más de 600 pág.— Imp.
que mucho bueno aprenderían en ella para la
y Llb.Saloiisnas de Sarriá (Uarcelona), y principales católloss.
m ejor educación de sus hijas y alumnas.
Con el fín (lo quo los piadosos lectores puedan
li A V o z d e l P u lp i t o . — E xcelente Revista deadquirir una idea cabal y distinta de toda la
c(¿unl en 4.°, papel fuerte y dieciseis páginas;
historia evangólica, sin pasar por los inconvenien­
interesantísima á todos los Sacerdotes. Publica:
tes que trae consigo la lectura sucesiva de los
Actos do la Santa Sede y fallos de los tribunales:
cuatro evangelios, el autor buce de ellos un todo
Sermones y panegíricos origin ales; ejemplos hisa rm ón ico, retlriendo todos los hechos allí conte­
t()rico8 sagrados, religiosos y profonos j respuestas
nidos, roaeados do todos sus pormetiores y parti­
á las preguntas hechas por los suscriptores. Su
cularidades quo los esclarecen y completan. £1
precio: 6 ptas. al año en España, y 8 en Utraraar
texto va interpolado con palabras ó frases, y en
y países de la Union P o sta l; pagoadelantado^ —
los puntos imts intrincados exonindo de notas, que
Ádmou.: Costanilla deLastanosa,l,Huesca(E8pana).
lo hacen más in teligib le y explican su verdadero
lIom oM r e c ib id o los opúsculos correspon­
sentido. — Felicitam os ¡í la redacción de las bedientes á Febrero, Marzo y A b ril de las L eíttcras
nenu'ritas Lecturas Catiilicas de Sarriá por su buen
Católicas de Sarriá (Barcelona), que llevan por tí­
acierto al acoger en su preciosa colección de opús­
tulo respectivam ente J . » í « a ó una virgen-apóstol del
culos esta obrita, quo con calor recomendamos á
siglo I V , interesante cuadro en el que se deata(»
nuestros lectores, pues ella les ofrece « una his­
con vivo s colores la v id a de aquellos heróicos cris­
toria perfecta de Jesucristo en un pequeño volu ­
tianos de los primeros siglos, espejo de los cristia­
men y á un corto precio, para que todo el mundo
nos de todos los tiempos y siugnlnrmente de los
pueda beber en esta fuente de verdad y de gracia.»
nuestros ; E l jlm an íe deS. José, por C. S. Escolapio,
cc cIe M liB H tio it quam niatori» aeriam
quien ha procurado «reu n ir en pocas pá^nas lo me­
Bolidamque operom navantibas aooomodaTit tínil. Staog, Saerre
Thsologíe doctor ejuacnio in Colleja Americano Xoranii
jo r que 80 ha escrito del muy amado S. José, Esposo
Profeaaor. — Ir'ribargl jSriagovi». K. Herdur Ed. rontif. —
verdadero de María, M adre de Dios, y Padre
2'áO fr. en rdatíoa y 3 enODad.
V irg in a l de Jesús, como le llam a S. Agnstíni,
P ara poder recabar del estudio de la H istoria
habiendo logrado hacer de este lib rito uno de
eclesiástica todo el ¡)rovecho posible y que fuera
los m ejores y más provechosos meses de cuantos
necesario, dada su reconocida im portancia para
so han escrito en honra del bendito Patriarca,
los estudios te o ló g ic o s , tanto que como decía
y Leyendas, traducidas del inglés. Recomenda­
Melchor Cano no merece el nombro do teólogo
mos lina vez más á nuestros lectores las L ec­
<iuieu ignora la Historia eclesiástica, creemos que
turas Católicas . En estos tiem pos en que la im­
sea (lo verdadera utilidad el presente lib ro, que
piedad pone en ju ego todos los medios para de¿
rrata de las fuentes de la H istoria eclesiiistica y
m oralizar al pueblo, nunca serán bastantes 1 »
del A rlo crítico, y trac un copiosi.simo catálogo
esfuerzos do los católicos y de las personas honrad»
(le los escritores eclesiásticos (luo desdo los pri­
para contrarrestarlos propagando la buena prensa,
meros siglos tlorecieron ou la Iglesia, con la reque es el medio más poderoso y del que más co­
eeusion de sus obras, una b reve biografía, y lo
múnmente se sirven los malos jiara sus depra­
(pie ami es nuis importante, un ju ic io crítico so­
vados fines. Recordémonos de las palabras del in­
bro la autoridad quo éstas merecen, ofreciendo de
m ortal P ío IX , el cual hablando de estas lecturaa
«*8te modo una segura guía á los estudiosos de
d ijo : « N o hay cosa más útil para prom over é indo este gé-uero do disciplinas, á los cuales reco­
ílamar la piedad en el pueblo como las LeeluríH
mendamos el libro.
Católicas. • Se publí<^a cada mes un opúsculo de
Kl
(l(* iiiK k t i l i u t , por l>. Anoolroo S»lvá. — ü'*
más de 100 páginas, costando la subscrición á |as
tonto rtt s ' (lo IC-.' pág. v'on proclosos i^rslnnb'^ intoroolsdo*
de Sarriá (Barcelona) 2*50 ptas. para España y 3'50
I f l toxtn: 9 ptiiK. doceo». C s u oilit do los Sres. Rodri*
lio:, (lo U u rp «.
para U ltram ar y Extranjero ; y á las de Almagro
_2s un lib ro útilísimo, lleno de amenidad y de
(Bnenos A ires), Bogotá (Colom bia) y Nietherov

vida, y muy apto para el objeto á que se le destina,
(Brasil), en portugués, 1*50 ps. m 'n en la capit^J
quo no es otro qm* el de « suministrar conoci176 en las provincias de cada República, y 1 23
■ alientos, inspirar sentimientos y afectos puraque
ps oro en el Exterior. — Tam bién hemos recibido
la niña em piece á ser bien educada, y la mujer
el notable discurso pronunciado por D. Gabriel
llegue, con su influencia, á ser buena educadora. »
Rosas en el Instituto Sal. de Bogotá en la solemn*
El autor presenta á una ilustrada Maestra, modelo
distribución de premios, y el número extraordi­
do honradeí y de virtudes cristianas, la cual, cenario que con m otivo del V I I centenario de U
» loea de la educación do sus alumuas, hace con
fundación del Orden T rin ita rio ha publicado 1»
ellas diferentes excursiones, la prim era de las
importante Eevista T rin ita ria , que se edita iiiencoalcs es < á la Catedral, porque decía que en
sunlmente en M adrid. Echegaray, 32; 3’50 pt*-*todo se debe empezar con Dios, por Dios y para
ni año en España, y 4 en Ultram ar r ExtranjewDios. » Kn todas estas excursiones la Maestra I C«i ápnbicBi d« U AaUñdád Bciesiulie*. - GtreilC: I03B(ÜlBSi
encuentra siem pre ocasión do ensanchar los co­

BIBLIOGRAFIA

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Almagro —

LIBRERIA

S A L E S I A N A — Buenos Aires

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Jesús y á María Auxiliadora, por el P. Ca­
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D ie X X Junii, OíEcium S. Silverí, P.
et M.........................................................X
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D ie V Julií. Officiura Sancterum Cyrilli el
Methodii, P. et C.............................. x
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solemnitate Sacratissimi Cordís Jesu x 0,15
D ie X JJizIi2 .0 íficiu m S .P iiI,P .etM . i 0,15
M issae propriae sanctonim quae in archidioecesi S. Jacobi de Chile celebrantur.
Proprium M issarum quae praetermíssas
pro Hispania indultas in Ecelesia Mexicana
celebrantur.
M issae propriae sancterum quae in His­
pania celebrantur, cum supplcmente pro dioecesibus Cathalauniae.
Pra e^ tio n es sine cantu per tetmn aonmn
Canon missae.
M issae voüvae per annum.

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25

30

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rado
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lieve y corte cincelado
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Edición adornada con una portada,
un grabado y varias viñetas en
xilografía, texto en negro y encar­
nado con orla. En tela negra, re­
alces en í r í o ............................... 7
Chagrín negro, cortes dorados,
cruz en las t a p a s .......................13‘50

Praeparaiío ad Míssam eigratiarum
adío. Tamaño en folio mayor para
cuadro. A varios

colores . . .

2

Preces recitanda posi Míssam. H o­

36

45
55

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Fecha
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