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Título
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BS_1898_03
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Descripción
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Boletín Salesiano. Febrero 1898
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extracted text
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1S 9 8
PlllHRK PECKXIO ns LA «UKRTB DR D. BOSCO 1688, 31 de
Knoro. 1 6 9 8 .................................................... p¿g .¿g
I.AS nRNDlCION'RS DBL H > n R R .............................................
A UM sinos. Los nifios leproao.t................................... ....
D r Xi h» BV8 MI8IO.SR8 . T ierra del Fuego. Misiones de
S. Rafael y de la Candelaria. — Pam pa Central
(Argentina). Visita del limo. Sr. Ca^liei'o al Torri(« lio do U Pamjia C e n t r a l..........................................
G racias d b h a b ía A u k ii j a d o k a ................................... 4 1
N uestra Cobresposiuincia . Fepaña. Harcolona - A l
mería. Á vefrica. Lima — lloja Redonda ( I ’urrt). —
Colombia — Conoei>ciou (P a r a g iia y )...................... 44
illSruBIA DBL O batouio m 6 . F bakcibgo i>b Sa .eb , . 4<J
NOTKBAB T V a BIBOAUBS................................................ .....
N r c b o l o o í a .......................................................................
RlBUOdKAPlA................................................................. .....
G rabados . D. Juan li>inr«, pliru — ¡('n a limosna |ior
amor de D ioh. — Ca>a Sslesiana du La l’iis (Jiollvial — Purilioaciuii y Presentación du la Sitia.
Virgen — limo. Sr. Krérol, ObÍs]>« do Angnloma
— Bandado M dsira del Colegio Aaleslntiu du Lima.
O b r a s S a l k s ia n a s
Sarria (Barcelona), Suonoa Aire*. Ohite.
Montovidee. Urna. B^ll/ir. Bogotá
Moiico. P u e b la . P a rag u a y ,
DA MIHI ANIMAS
a V.
C/tTERATOUE
J!* .■^
__
LECTÜKAS CATOLICAS
B u en os A ir e s —
S arria (B a rc e lo n a ), B ogotá (C o lo m b ia ) y íficth ero y (B r a s i l)
Ko b»jr oosa más átil para promoTer
la ptedail en el pueblo como
las Lecturas Católicas. — P ió IX .
é luflamar
Ks an heolio palmario que hombrea perversos procuran
coti empello desmoralizar d los pueblos á fíu de cousegiiir los iniouos iuteutos que porsigueu. Entre los
medios de que al efecto se valeu, uno de los más po
derosos es lu difusión de imágenes y libros detestables
y frocuentomente contrarios á los dogmas de nuestra
¿jauta Keliglon, No siempre esto se manifiesta sin em
bozo, sino que encubierto con sutil hipocresía se adoriia con estilo ameno y florido, y b%jo pretexto de
tratarse argumoutoa interesantes y agradables, pasan
de iiiauo eu mano produciendo, con el veneno que enoicrrau, los más funestos resultados. Y no ocnrre'esto'*
tan sólo eu las oludadcs populosas, siuo aun en villas
y aldeas apartados, donde la antigua y piadosa cos
tumbre de lecturas de Historia Sagrada ó de otros
libros recomendables es ahora sustituida por lecturas
iuiiumiles y corrosivas.
Con el fin, pues, de contrarrestar tan pemicioaos
efootos, los Salcslauos de Almagro (B. A.), Sarriá (Bar
celona), Niotheroy (Brasil) y Bogotá (Colombia) dieron
comienzo á Las Lecturas Católicas que han entrado eu
ol oQo xv-v-ix y II respectivamente de eu vida. Con
esta ooasíou nosotros euoareoidamente se las recomen
damos á todos nuestros lectores, á fin de que las pro
tejan, las diTuudan, las x>ropagueu entre sus deudos
y conocidos, pues la modicidad del precio, la varie
dad do sus publicaciones, y sobre todo el bien grande
que imeden producir por la profundidad y bondad de
sus doctrinas, las hacen dignas de nuestra oonsideraeiüu, 6'tim a y decidida proteoion. Si el dar uu vaso
de agua á uu pobre sediento por amor de Jesucristo,
nos merece una corona de gloria eu el ciclo, 4 quá
premio estará reservado al que protege, difunde y projmga esta clase de publicacioues, que tanto bien para
la vida eterna pueden producir yendo á manos de
lautos desgraciados á quienes apagará la sed de
la verdad de sus almas, á quienes serán luz eu sus
tinieblas, ángel salvador en sus closcanunados ])usi>st
Varias son, es verdad, las publitíacionos que de una
ú otra manera se dedican á este objeto, pero aún
cuando fueran machas más y su difusión extraordi
naria, no bastarían á contrarrestar las innumerables
corrientes de perversión de nuestro siglo. Prestemos,
pues, nuestro decidido é incondicional apoyo á esta
obra que, si bien en mínima parte, se propone contaibuir á la reforma de nuestras costumbres y á apresurar
el definitivo y absoluto reinado de N. S. Jesucristo
sobre nuestra sociedad.
CONDICIONES DE SUSCRIPCION.
1. El ñu de las Lecturas Católicas es difundir libros
instrnctivos y amenos, de estilo fácil y popular. En
la elección do los oprtsculos se prefieren las iiistruer
dones morales, novelas é historias edificantes, siempre
que contribuyan á propagar la ense&anza y defensa
de la Religión Católica.
2. Cada mes saldrá un tomo de 100 á 120 páginas
aproximadamente.
3. E l precio anticipado de la snscripoion es: en
España un año. 2’50 ptas., en el Extranjero y Ultra
mar 3’50 pesetas : para Buenos Aiies, Bogotá y Nicteroy 1’50 i»a. m[u en laca p ita l; 1,75 eu las piovinciae
de cada República; y 1’25 pa. oro en el Exterior.
4. Se admitirán suscripciones por años 6 por se
mestres anticipados, á partir del 1. de Enero ó del 1.
de julio, en libranzas de Giro-Mutuo, en letras de
fácil cobro, 6 sollos de correo, siempre que estos se
remitan eu carta certificada.
5. Por cada diez suscripciones hechas al contado
86 entregará un ejemplar más.
6. Cada abonado recibirá un ejemplar del c Hombre
de bien » ó Calendario ameno, » que se repartirá con
el número de Diciembre.
7. Con el objeto de procurar mayores ventajas á los
señores Sacerdotes que nos presten su apoyo consti
tuyendo centros de suscripciones de 50 ejemplares para
arriba, les ofrecemos la suscripción por sólo 2 ptas.
al año, y el envío franco de portes para loa puntos
donde baya ferrocarril ó correo.
S ireccio n : Sr. Administrador de Lms Lecturas Católicas,
LIBRERIA SALESIANA DE SEVILLA.
V ida de San ta Justa 7 Rufina, patrouas do Sevilla,
p «r ol Rdo. D. PíHlro llioaldone, de la Pía Sociedad
Saloaiana, en r ú s t ic a ..................... Pesetas 2,00
En lela con plancha dorada . . . . >
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Castro, Catedrático de la Universidad de Sevilla, en
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P. Ambrosio de Valeuciua, en rústica . >
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^toyoniu, profesor de la escuela de Comercio de Se
villa, en c a r t o u é .............................. .... »
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Trosos escogidos de los m ejores clásicos españoles
por P. E., Pbro. Salesiano, eu dos tomos prosa y
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Catecismo de la doctrina cristiana, del Padre Sipalda, en r ú s t ic a ........................................
0,10
Unido al compendio de Historia Sagrada por el
Abad de F l e u r y .......................................
o,15
M a ría A u xilia d ora en S evilla, colección de gracias
obtenidas por mediación de la Sma. Virgen, compila
das por el E. P. Sr. D. Pedro Eicaldone, de la Pía
Sociedad Salesiana, en rústica . . .
>
0,50
Quien recibiere á un
niño en mi nombre, á
m í me recibe.
Os recomiendo la ni
ñez y la juventud ¡ cul
tivadcon grande esmeixi
su educación cristiana;
y proporcionadle libros
que le enseñen á huir
del vicio y A practicar
la virtud.
(MATH. XVIII.)
Entre las cosas divi
nas, la más sublime es
la de cooperar con Dios
á la salvacidn de las
almas.
(S. D ionisio .)
(PÍO IX.)
R e d o b la d vuestras
fuerzas á fin de apartar
A la niñez y juventud de
la corrupción é incre
dulidad y preparar así
una nueva generación.
E l amor al prójimo es
uno de los mayores y
más e-vcelentes dones
que la divina bondad
puede conceder á los
hombres.
(S. F r a n c . de Sales.)
(L e ó n X I I I )
DA Mim ANIMAS CAETERA TOLLE
PUBLICAG/ON M ENSUAL
ANO XII — N. 2
^
"^Cottolengo, 32
^
flE D A C C io N
y
F E B R E R O de 1898
_____________________ Ql
;^ d m in is t r a c io n
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Turín (Italia)
^
PRIMER DECENIO DE LA MUERTE DE D. ROSCO
1 88 8
—
51 d e E n ero —
Íttiz años apenas acaban de
cumplirse desde que un IieII clio en sí insignificante, na* turalísimo, tan natural que
cada día se repite miles y
miles de veces ante nues
tra vista sin que ordinaria
mente afecte nuestra sen
sibilidad en lo más mínimo,
profundamente conmovía
no sólo á la Italia á la que más directa
mente hería, sino á todo el mundo. El
31 de Enero de 1888, en la pobre y re
tirada celda de una Oasa Beligiosa de
Turín, se dormía tranquilamente en el re
gazo del Señor un humilde sacerdote del
1898
Altísimo. Humilde ¡lor sunacimieuto,pues
descendía de una familia de ignorados y
pobres campesinos, y como ól mismo se
complacía en repetir principalmente cuan
do más entusiastas le llegaban los aplau
sos que el mundo le tributaba doquiera
dejara notar su presencia, los primeros
años de su infancia los había visto co
rrer entre las faenas del campo y la guarda
del ganado; humilde en sn vida, pues sin
cuidarse ni poco ni mucho de su propio
provecho y buscando solamente la gloria
de Dios y el bien de las almas, como
había nacido imbre, pobre quiso vivir y
pobre pudo contemplarle el mundo asom
brado terminar los breves día de sn mor
tal carrera.
— no —
¿Quiéii era este humilde sacerdote que tiempo, sin que contara con medios pro
de tal modo traía agitado y conmovido porcionados al fin que se proponía, no se
al inundo, y no simplemente al mundo nos hará tan difícil adjudicarla todas esas
católico, lo cual nada tendría de extraor prerrogativas que hemos dicho, ni podre
dinario , sino también á ese mundo frí mos menos de reconocer en ella el dedo
volo y escéptico, á ese mundo que tan de Dios que la dirigía y la virtud de lo
ingratamente corresponde á los inmensos alto que la animaba, y de llamarla á boca
beneficios do todo género que ha recibido llena sobrenatural y divina. « Llevar á
y continuamente reéibe del ministro del cabo empresas colosales sin medios de
ISvangelio, i>ara quien sólo tiene el es ningún género, ó con medios que no se
carnio y el desprecio f
hallan en relación con la magnitud de
Nuestros beneméritos Cooperadores de los designios, no es ya sólo grande, no
ben ya haberlo adivinado; ese sacerdote es únicamente maravilloso; es portentoso,
era 1). Juan Bosco, nombro ante el cual es obra que sale uo del orden común y
todo el mundo se inclina y saluda reve corriente, sino del natural; es lo que coii
rente; nombre en quien todos reconocen, ])alabra apropiada se denomina sobrehu
así el pobre como el rico , el ignorante mano. Y ved aquí puntualmente el ca
como el sabio, el creyente como el impío, rácter do la Institución fundada por Don
á uno de los más grandes y generosos Bosco.... ¿Se comprende sin apelar á la
bienhechores de la humanidad, « al varón intorveiicioii de un poder superior cómo
esclarecido, tipo acabado de la cari<Iad un sacerdote pobre, humilde, sin influen
cristiana, en cuya mente y en cuyo co cia, sin la autoridad que dan las altas
razón lio se anidaron otros pensamientos posiciones, ha podido concebir designios
ni otros deseos que el bien de sus her tan atrevidos y llevarlos á término di
manos (1).»
choso? — Cuando se nos muestren hom
Bien conocidas son de nuestros habi bres que sin oro, ni i^lata, ni preciosas
tuales lectores las obras admirables de piedras fabricaron diademas, coronas y
este prodigioso varón para que tengamos maguífleas joyas, ornamento de reyes y
necesidad do detenernos ni un instante príncii^es; cuando se nos enseñen esbel- |
á iionderarlas. Semejantes á las corrien tas y elegantes torres, construidas sin ma
tes de un río queeii iinjjerceptiblehilo de teriales de ningún género; cuando se nos i
plata se desprende de los profundos se presenten bellas estatuas, modeladas por
nos de elevada montaña salvando es hábil artista, que no tuvo á su disposi
collos, bordeando precipicios, revolvién ción leño, mármol, metal ó barro para
dose liara seguir su curso eii mil capri trabajarlas, ni cincel, molde ú otro instru
chosos giros pero sin volver nunca atrás mento para darles forma, entonces cree
ni perder uu iialmo del terreno conquis remos que la Obra de D. Bosco es uua
tado, y aumentando siempre su caudal obra meramente humana, fruto ex(;lusivo
para convertirse al descender á la llanura del ingenio, de la industria y <lel poder
en majestuosa corriente que lleva á todas del hombre. — Entre tanto que esto uo
partes por donde pasa la fecumlidad y acaezca, seguiremos afirmando eu voz muy
la vida, las obras inmortales do B. Bosco alta que es uua obra, no ya extraordi
han dado ya la vuelta al mundo regando naria , no ya simplemente maravillosa,
y fecundándolo todo; sembrando por <lo- sino sobrehumana en todo el rigor de la
quiera la i»reciosa semilla que ya ha pro voz, como con juicio rectísimo y i)alabra
ducido y continuará produciendo abun apropiada la apellidó el varón de supe
dantes y sazonados frutos; depositando rior inteligencia, que se sienta hoy eu la
en sus orillas los incalculables tesoros cátedra de S. Pedro (1).»
que su corriente arrastra y volviendo la
Nada, ]nies, debe extrañarnos que la
frescura, la lozanía y el verdor á los agos hermosa Italia, la patria de la música y
tados campos que han recibido y reciben de la poesía, el centro del catolicismo y
su riego ]>rov¡dencial.
el punto de partida de las más grandes
Si attmtamente nos paramos á consi y generosas empresas en bien de la hu
derar la magna obra llevada acabo por manidad, haya inscrito á D. Bosco eu el
D. Bosco en el transcurso de brevísimo catálogo de sus grandes hombres, y se
enorgullezca con la Obra Salesiana como
(1) lim o . Sr. Spínola, A r t. de S evilla . D : Boseo
y su Obra,
(1) Opúso. cit.
— 31 —
uno de sus más preclaros y i)urísimos
timbres de gloria en el presente siglo,
especialmente Turíu que fué su cuna y
que posee el centro de donde fluye la
vida á las innumerables arterias que tiene
desparramadas por todo el mundo. De
aquí la idea nacida al calor del amor fi-
fundador D. Bosco, dando así un elo
cuente testimonio del queridísimo recuerdo
que conservan de su veneranda memoria,
y del aprecio y grandes esperanzas que
tienen depositadas en su prodigiosa Obra.
Notables son á este respecto las circulares
que las Juntas de Cooperadores, espe
cialmente la de Yerona,
han mandado á todos
ellos, y los sueltos y
artículos que casi il dia
rio ])ublica la prensa
católica.
Tres son los medios
principales que propo
nen para conmemorar
dignamente estafeclia:
solemnes exeipiias y
abundancia de sufra
gios, el 31 de Knero,
por el alma de D. Bosco
<(ue en dicho día i)asaba
á la eternidad; promo
ver conferencias, alle
gar recursos y desple
gar mayor celo en- ex
tender el conocimiento
de la Obra Salesiaua ;
y por último erigir como
monumento á D. Bosco
un suntuoso templo
(¿y qué otro monumen
to podríasele erigir que
más de su agrado fuera
y mejor se conformara
<iou las nobilísimas aspiraciones de su vida
tolla?) en el Colegio de
¡as Misiones Salesianas .^
de Turín, donde repo.'^an sus venerandas ce
nizas, para lo cual se
trabaja activuinénte en
la constitución de una
Junta Internacional de
Cooperadores^ que se oD 6N JUAN B 6 S e e . Pbro.
cupe de facilitar los re
F und ad or de la Congregación Salcetana é H ijas de M a ría A u x.
cursos necesarios para
que esta idea sea pronto
lial expuesta en su carta anual por nues una hermosa realidad.
Nada diremos de Jo primero, porque át
tro venerando Superior D. Eúa, acogida
con verdadero entusiasmo, ])atrocinada y más de que habrá ya x>asado esa fecha
desarrollada por los beneméritos Coope- para cuando nuestros Cooperadores, espe
r^ores Salesianos y por la prensa cató cialmente los de América, reciban este
lica de Italia y especialmente de la Italia número, no nos cabe la menor duda de
SfeaJe-CorriereNasionale de Turín, de con que habrán participado con placer á las
memorar dignamente el primer decenio honras que en todas las Casas Salesianas
de la muerte de nuestro amado líadre y deben haberse celebrado j pero sí nos
— 32 —
permitimos insistir sobre los otros dos
puntos, pues son grandes, como todos
saben, las necesidades que en todas i)artes
experimenta la Obra Salesiana y los tro
piezos de falta de personal y de recursos
que encuentra para poder ir adelante y
desarrollarse en todo su vigor y lozanía,
y por otra parte immensas las ventajas'
<iue recabarán las almas y la sociedad,
y no pequeña la gloria que se le tribu
tará á Dios y á María Auxiliadora, de
quien Don Bosco no fuó sino un fidelí
simo instrumento.
Si la Italia católica se apresta con en
tusiasmo y generosidad á coadyuvar á
estos fines, no menor creemos que debe
ser el entusiasmo y la generosidad del
mundo entero en imitarla en la manera
y proporciones que sus circunstancias y
especiales necesidades se lo aconsejen,
pues D. Bosco y su Obra no son sola
mente glorias purísimas de Italia que las
dió el ser, sino también de todo el mundo,
que se aprovecha y disfruta de sus in
calculables beneficios.
« H ay instituciones de todas clases,
que pasan sin dejar apenas un vestigio,
una huella por donde pueda adivinarse
que existieron, y otras que no sólo viven,
sino que se propagan portentosamente,
ganándose el respeto y el amor aún de
los más indiferentes, y hasta, si á asuntos
de piedad y celo se refieren, de los ene
migos de Dios y de su Iglesia. — La
Obra de D. Bosco, no necesitamos de
cirlo, es de estas ultimas. Flor que hace
gala de su lozanía en el campo católico,
brillando en medio de muchas otras j
piedra preciosa no guardada ó escondida:
alcázar de la caridad, que se eleva a
grande altura, vive hace años, siempre
avanzando, y tiene trazas de seguir vi
viendo largos siglos y de atraer como
hoy las miradas de todos los que saben
apreciar lo bueno, lo santo, lo heroico...
Lo que D. Bosco ha creado, no lo ha
creado sólo para sus compatriotas, sino
-4 --
para el mundo entero; no es una insti
tución italiana propiamente dicha, es una
institución católica. El celo del hombre
de Dios, encontrándose como estrechado
y oprimido dentro de los límites de un
sólo pueblo, ha salvado los montes, ha
atravesado los mares, ha llegado á los
postreros confines del glo b o , y hoy
D. Bosco tiene casas (1)» en casi todas las
partes del mundo.
España y América no han sido cierta
mente las últimas en aprovecharse de los
sazonados frutos de la Obra de D. Bosco;
demasiado á la vista de todos están, para
que debamos nosotros ocuparnos ahora
de ellos, los fecundos trabajos que los
Salesianos llevan á cabo en los 15 Insti
tutos que tienen en España, y en los
5 centros de Misiones entre las tribus
salvajes y más de 70 Institutos con que
cuentan en América.
¿No es, pues, justo que los beneméri
tos Cooperadores de América y España
se adhieran con entusiasmo y como un
sólo hombre á la hermosa idea de sus
hermanos de Italia, y con la generosidad
y el desprendimiento tan propio de nues
tro carácter honren la memoria del varón
preclaro que todo lo llena ya con la fama
de su nombre? Sí, amados Cooperadores;
y porque conocemos la hidalguía de vues
tro corazón, y el amor entrañable con
que distinguís á D. Bosco y á su Obra,
creeríamos ofenderos si insistiéramos en
inculcaros una idea que desde los prime
ros momentos ha cautivado completa
mente vuestro corazón, y que no juzga
mos temerario el creer que si no en la
de todos, al menos en la mente de mu
chos de vosotros bullían y se agitaban
ideas parecidas. Honremos, pues, digna
mente la memoria de D. Bosco, á quien
todos unánimente saludamos como el sal
vador de nuestras modernas sociedades,
el S. Vicente de Paul del siglo X IX .
(1) 0p\Í8C. Oit.
■4^
— 33 —
LAS BBNBlíHMKS DHL FBBM
^ísáiios üeiie sobre la tierra ecóuomos, adiuiuistradores
de su Provideucia: son los
ricos.
' Pero es indisijeusable que
realicen ese papel, que
cumplan con esta misión
que el Señor les lia cén
it ^ fiado al poner en sus inanos una riqueza y sino ¡vce
]VId vohis (Uvitibus! « ¡A y de
DesgmO
vosotros, ricos!
ciado dél rico que pone su iiliua y su
corazón en las riquezas, que so cree de
ellas dueño absoluto, que se figura que
en este concepto puede utilizarlas en
favor del iilacer ó del lujo ó en la satis
facción de sus pasiones personales; en
este caso, se apropia unos bienes que
Dios no se los ha concedido para que
los invierta en semejante uso; y es me
nester que el tal rico, si conserva algo
de fe, no olvide aquella x>alabra evangé
lica que dice que es más difícil que se
salve un rico que el que un camello pase
por el ojo de una aguja.
Afortunado de él si teniendo bienes no
pone en ellos su corazón; es decir, siendo
rico es 2)ohre de espiritu^ es desinteresado;
cumple como buen administrador de ta
les bienes.
< Bienaventurados los ])obres de espí
ritu, » dice Jesucristo. Dios está con ellos
por medio de los beneficios de su Provi
dencia, de su gracia, de su eternidad: —
¡S u y o e s e l r b i x o d e l o s c i e l o s !
Si no suifióramos de Dios sino que es
infinitamente grande, infinitamente sabio,
infinitamente poderoso entonces le teme
ríamos, su majestad nos imi)ondría, su
grandeza nos aterraría; iiero no le ama
ríamos. La grandeza no basta para con
quistarse el aiuor; se necesita la bondad.
Dios es amado porque es infinitamente
bueno, porque es infinitamente misericor
dioso, porque es nuestro Padre, porque
es nuestra Providencia. Tampoco el rico
es amado por ser rico: podrá, á favor de
su dinero, rodearse de fausto, adornar su
casa y su persona con todos los explendores del lujo; mas con todo esto no
logrará hacerse amar: muy al contrario.
cuanta más ostentación haga de su ri
queza será menos amado; con ello sólo
logrará excitar la envidia de sus émulos,
la ambición de los que son inferiores a
él en fortuna, y muy á menudo el odio.
Se dice con harta razón que nunca
como hoy el rico había sido menos amado
del pobre;' diremos mejor, había sido
más odiado del obrero, del menesteroso;
pero es que tampoco en ninguna época
cristiana se habían levantado como hoy
altares al placer, nunca como hoy el
placer había tenido su filosofía, su li
teratura, su arte y hasta su culto; nunca
el fausto de los ricos se había ostentado
tan deslumbrador. Si los ricos, lo que
gastan en vanidades, que hacen crecer
junto á ellos el reptil de la envidia; si
jo que emplean en la ostentación que les
hace odiosos, si la actividad que i>ouen
en busca de títulos, de honores que les
aíslan de las personas serias para dejar
les entre la turba de los aduladores, si
todo esto lo invirtiesen en beneficio de
la caridad, aún hoy, á i)esar de las ideas
disolventes de todo orden económico y
social que dominan, esos ricos se harían
querer.
Todo lo que tiene de odioso el rico
egoista, lo tiene de atractivo el rico geuero.so, que recoje bendiciones allí donde
aquel no cosecha sino odios ó envidias.
La buena disposición do aquellos ricos
que están resueltos á hacer uso «le sus
riquezas en favor do los indigentes, es
una hermosa imagen de la bondad de
Dios en la tierra, dispuesto siempre á
prodigar el tesoro de sus gracias; esos
ricos, en todos los tiempos, sea cual sea
la corriente de las ideas, se ven rodea
dos de esa brillante aureola de la caridad
que admira la tierra y aplaude y recom
pensa el cielo; con ellos va la bendición
del pobre, y saborean la mejor dicha del
corazón, que es la de ser queridos. Desl>ues de todo, el culto á los corazones
onerosos subsiste todavía, y sobrevivirá
las utopías más insensatas y hasta á
las revoluciones má.s radicales.
Sembrad buenas obras y recojerei.s
bendiciones. Os quejáis de que con vues
tra labor, con vuestra industria, con
vuestro ingenio sembráis en la tierra y
f
-
3-i —
no recojeis; i^ero es que no sembráis en
ese campo de bendición que se llama la
caridad; ó es que el grano que echáis en
él lleva el sello de vuestra mezquindad,
de vuestro egoísmo que lo esteriliza.
Cuando en vuestras necesida<les terrenas
hayais agotado todas vuestras industrias
sin resultado, acudid áese recurso divino.
¡Ca bendición do Dios! dice M. Oourtier; es i>reciso que creáis en ella.
¿Queréis saborear verdadera dicha en
vuestra i)osicion? Pedídsela al pobre. En
cambio de los socorros que- recibo, da
bienes de inmensa importancia.
San Juan Orisóstomo, comentando la
hermosa i>arábola del Evangelio sobre las
Vírgenes prudentes y las Vírgenes fatuas,
pone en boca de los ricos aquellas pala
bras que pronuncian á efecto del tedio
que sienten: Date nolis de oleo vestro qaia
lavipades nostra extinguiintnr; « Dadnos
de vuestro aceite ponpie nuestras lám
paras se apagan.» — Se les debe contes
tar lo que contestaron las Vírgenes pru
dentes : — « Id á comprarlo á los que
lo venden.» — ¿T quienes son los qm*
venden el aceite que puede hacer brillar
un poco de dicha en la lámpara del rico?
— Son los pobres. — Vosotros teneis las
lámparas, es verdad; esas lámparas son
vuestras riquezas, vuestra posición social,
vuestra fortuna; esas lámparas serán to
do lo sólidas, todo lo brillantes que que
ráis; pero ¿de qué os sirven con todos
sus adornos, con toda su elegancia si no
tienen aceite? Este no es otro que la
bendición de Dios sobre vuestros bienes,
y esta os la proporcionarán los pobres
lío obstante vuestra posición social, vues
tra existencia se consume sin que la
alumbre la dicha: os falta alegría, os
falta paz... os falta el aceite que debo
alumbrar; sin él—¿qué hacéis de la lámpara?
Si vuestro corazón vale algo, sentiréis
que so enternece á la vista deí infortunio.
Marchad, marchad hacia esa dirección
que os indican las mejores inspiraciones
de vuestra naturaleza. En esto mundo,
donde os encontrareis con tantas calles
que no tienen salida, os encontráis, por
medio de la caridad, abierto un camino
que va al mundo de lo intinito. Dichas
para saborear daréis con ellas rara vez;
pobres para socorrer los tendréis siempre:
aquellas dichas son fecundas en desen
gaños; vuestras limosnas serán ricas en
bendiciones.
Dad, pues, oh ricos, de vuestras rique
zas al pobre, en cambio de sus bendicio
nes mensajeras de la felicidad, y de éstos
á los niños que son los más dignos de
llamar vuestra atención; á los niños que
serán mañana lo que vosotros habréis
querido que sean. Obreros cristianos y
honrados, y adalides de la fe y la reli
gión, si con vuestras riquezas les habéis
procurado un seguro albergue donde cre
cieran á los pechos de la caridad cris
tiana, del amor de Jesucristo; emisarios
|Una limosna por amor de DiosI
( D i H» cuadro
oleo da la Oeop. Sal. DoHa S lita Torru ,
da yieteroy (BruU).
del infierno y amenaza continua de la
sociedad, si debido á vuestra incuria, á
vuestro egoísmo, se han visto obligados
á crecer en medio del arroyo, siendo víc
timas de las seducciones del vicio. ¿Qué
ciimulo do bendiciones no os atraerán los
niños, objeto de las especiales predilec
ciones de nuestro divino Salvador?
]Síada es tan bello como el hacer bien:
las bendiciones de aquellos á quienes
habréis socoirido ó consolado vienen del
cielo y llevan al cielo.
35 —
A
L O S
Ñ I Ñ O S
LOS ÑIÑOS LEPROSOS.
‘ |\BEfs vosotros Jo que es la lepra, niños
m íos? ¿ N o ? pues estaáme atentos y
os lo d iré en pocas palabras.
L a lepra es Ja más horrible de las
___________ enfermedades que afligen á la hum a
nidad. L o s pobrecitos que la contraen, presentan
el más triste de los espectáculos; su cuerpo so con
vierte en una sola lla g a ; sus carnes se van cayendo
á pedazos y de todo su ser se desprende u n hedor
fétido, insufrible. E n este miserable estado pasan
años y años sufriendo lo que no es decible, y »»«.•>■
que todo porque a l p rim e r síntoma de la terrible
enfermedad, desapareció su esperanza: su m ales
incurable.
Entre los Jarosos se cuentan también muchott
niños. ¡P o b re c ito s ! P a r a ellos no ofrece sus p r i
mores la naturaleza. L a rosada prim a vera de la
vida que á vosotros os pone p>or delante todo un
mundo de gratas ilusiones y de encantadores en
sueños, á ellos sólo les descubre u n vastísimo ho
rizonte oscurecido p o r los densos vapores que cubren
la atmósfera y levanta el dolor, único sol que Ir
alumbra con sus inortednos y siniestros rayos, s u r
cado en todas direcciones p o r espantables espectro:^
y horribles fantasmas, sembrado todo él de espinas
y de abrojos, árido y desierto sin un árbol bajo
cuyas benéficas ramas guarecerse para tem plar los
rigores del tiempo, sin una gota de agua p u ra y
cristalina que m itigue los ardores de la intensa
hebre en que todo su ser languidece y se consume.
Vuestro corazón de n iñ o , naturalm ente tierno y
compasivo, no puede menos de conmoverse alrecuerdo
de estos seres, los más desgraciados de la tie rra ;
pero no debéis contentaros con una compasión es
té ril; es necesario que secundéis los generosos im
pulsos de vuestro corazón movido p o r la caridad
cristiana; debéis hacer algo práctico que pueda ser
de lenitivo y consuelo á los pobreciios leprosos.
B ie n está, me diréis vosotros, pero ¿qu é es lo
que en favor de ellos podrenws hacer nosotros?
Prestadme p o r u n poco más vuestra atención y oid
él siguiente hermoso ejemplo, digno de ser conocido
é imitado, que os da u n n iñ o como vosotros y corno
vosotros amante del divino N iñ o de B elén.
E l R . P . R a ba glia ti, S u p erior de h s Sálestanos
de CoUmibia, habla emprendido p o r las ciudades
de aquella República u n a activa y enérgica cam
paña en fa vor de los infelices leprosos, y á la sazón
predicaba en la ciudad de Pam plon a . E n tre el
numeroso auditorio se contaba u n niño que en aquel
m ism o dia había hecho su p rim e ra comunión. Os
tentaba pendiente ae su pecho una preciosa medalla
de oro, que su buena madre le había regalado p a ra
que la conservase como perenne recuerdo de aquel
día, el más bello y dichoso de su vida. A l o ir ha
blar del sinnúm ero de sufrim ientos físicos y m o
rales que padecen los pobres leprosos en los laza
retos, que en ellos hay también muchos niños que
sufren la desnudez, e l hambre y toda clase de m i
serias, el buen n iñ o se enterneció; se le llenaron
los ojos de lágrim as, y en el fondo de su alm a
resolvió hacer él también algo en provecho de aque
llos pobres hermanitos suyos, vieiimas de tan h o rri
ble azote. A l acabar la conferencia, la medalla
no estaba ya sobre su p ech o; la revolvía entro sus
manos como si meditara el empleo que debia darla.
— P a p á .......... ¿ m e lo p erm ite? d ijo a l fin tí
midamente.
— ¿ E l que, h ijo m ío ?
— JDeseatia dar a l Pa d re esta medalla para
que la convirtiera en p a n y abrigo en provecho de
algunos niños leprosos.
— / H i j o m ió!
— S i, p a p á ; tengo mucho gusto en h a cerlo; yo
no poseo p la ta p a ra el P a d re, y sin embargo q u i
siera darle algo de valor. Y o tengo u n padre y
una madre que no me dejan carecer de n ad a; ellos,
pobres huerfaniios, juida poseen, todos les falta.
Perm ítam elo V. p a p á ; la ocasión no p o d ría ser
más favorable; hoy es el día de m i p rim e ra co
m u n ión y el N iñ o Jesús estará contento de m í.
Enternecido el venturoso padre de aquel n iñ o,
no pudo contener las lágrim as de contento que se
le saltaban de los ojos, y después de dar gracias
á D ios que le había dado u n h ijo tan bueno y de
u n corazón tan tierno y compasivo,
— S i, h ijo m ío , le contestó, haz lo que tú, de
seas; pero la m edalla es u n . regalo de tu buena
madre, y ella y yo deseamos que la conserves siem
p re como un recuerdo de este dia afortunado.
Y o te daré, en cambio , el doble del v a lor de la
medalla p a ra qtie se lo entregues a l Padre. ¿ A ceptas el trato, h ijo m ío ?
— / Oh, sí, papá, y que D io s le recompense su
bondad!
A h o ra ya sabéis lo que podéis vosotros hacer en
favor de los pobres niños lc2)rosos. Im ita d el con
movedor ejemplo de este n iño encantador; sed ge
nerosos, no temáis hacer el sacrificio de alguno de
vuestros gustos ó de vuestros Juguetes; pensad que
lo que dais á los leprosos se lo dais a l N iñ o Jesús,
que os recompensará abundantemente. D e este modo,
a l mismo tiempo que remediareis la m iseria física
y m ora l de muchos pobres niños, contribuiréis efi
cazmente á labraros vuestra verdadera felicidad en
ésta y en la otra vida.
— 30 —
TIEllllA DEL FUEGO
Misiones do 8. fíaíael y de la Oandelaria.
R vdmo. S r . D. M iguel R úa :
de recorrer durante los tres
últimos meses del 96 y los dos
primeros del 97 las principales ciu
dades de la República de Chile en
__________ busca de limosnas con que poder
atender á las apremiantes necesidades de las M i
siones de San Rafael, en la isla Dawsón, y de
la Candelaria en la isla mayor de la Tieri-a del
Fuego, devastada como V . "R. sabe por el voraz
incendio de Diciembre de 1896, no bien despa
ché mis negocios en Punta Arenas, corrí á estas
dos citadas Misiones á llevarles los socorros que
había recibido de nuestros beneméritos Coopera
dores.
¡ESPUES
Visitu rt. In islu üo.’WíSÓii — G«-<Siiex*o
ele vielti (l('i los iiiellos eivilizuclos
—Miii-tivillosos i>x*oísri’osos — ]Veecsielud. xii'éyeute tle gx’uuíles 1¡IIIO S IIU S .
D irigím e primeramente á la Misión de San
Rafael, por ser la más próxima al punto de par
tida, y quedé sumamente sorprendido ante los
muchos y grandes adelantos llevados á cabo desde
mi última visitu verificada hace seis meses.
A l lado de la plazuela que mira á la iglesia
se han edificado un hermoso hospital con dos
salas muy espaciosas que pueden utilizarse y pres
tar grandes servicios en los casos de epidemia,
y una casa junto al edificio do las Hijas de
María Auxiliadora, para doncellas y viudas; un
poco más retirado se han levantado nuevas casas
para los indios, se ha terminado la instalación
del aserradero con máquinas de las más perfec
cionadas, que preparan la mucha madera que
se emplea en estas construcciones, y abierto una
fábrica de tejidos de lana, que llamó mucho mi
atención, en la que se ocupan todas las niñas y
mujeres indias.
Es hermoso el cuadro que presentan aquellas
criaturas, de aspiHíto salvaje, ocupándose con
suma destreza en el taller, las unas lavando la
lana, las otras cardándola, quienes torciéndola,
quienes, finalmente, tejiendo colchas de cama,
capotas de mujer y mantas para los hombres,
que con preferencia se ocupan en el cultivo
de la tierra. Las niñas internas del Hospicio de
las Hijas de Maiáa Auxiliadora, con la lana má¿
fina hacen calcetines, elásticas, colchas y calzon
cillos, con,tanta perfección, que á penas se dis
tinguen de los objetos de este género que viener
de Europa.
Habiendo sabido el Sr. Gobernador interino.
D . Mariano Guerrero Rascuñan, que yo me di
rig ía á la isla Dawsón, con la amabilidad que
le distingue, me ofreció un puesto en el vapor
nacional Casma, con el que debía visitar, por
encargo del Gobierno, estos territorios austi-ales.
Llegados á Dawsón me acompañó, con el Sr.
Comandante D . Luis Silva Lastarria, á visitar
todos los talleres de la Misión, quedando muy
complacidos, y recibiendo en todos ellos muy
gratas impresiones, tanto por la exquisita per
fección de los trabajos, como por la desenvoltura
y acierto con que los indios contestaban á sus
preguntas. A l despedirse después de ima mo
desta refección, no cesaban de encomié' á los
Salesianos é Hijas de María Auxiliadora, por
los inmensos sacrificios que se han impuesto para
civilizar á estos salvajes. T o me detuve en la
Misión para dictar los santos Ejercicios Espiri
tuales, pudiendo observar dm-ante m i permanencia
la devoción con que rezan y se acercan á recibir
los santos Sacramentos los niños y niñas de los
Colegios de los Misioneros é Hijas de María
AuxÜiadora. Todos los días hay bastantes que
se acercan al divino banquete, y los Domingos
y días festivos son tantos que puede decirse que
la Comunión es general.
Después del trabajo, se reúnen todos los días
los hombres de la Misión en varias habitaciones
Y el P . Antonio Grosso y los H H . Juan Sikora, Juan Asvini, Antonio Tarable y Santiago
Raimondi, les explican la doctiána cristiana y
les dan lecciones de gramática española y de
aritmética, etc.
Da gusto asistir á la salida de estos pobres
indios de las escuelas, pues á semejanza de los
niños de las escuelas elementales de las ciudades
y pueblos, gritan y corren irnos detrás de otros
hasta llegar á sus casas, donde ya sus mujeres
les tienen preparada la cena. También éstas tie
nen una hora de instrucción religiosa que las
dan las Hijas de María Auxiliadora, siguiendo
después el trabajo,-manual, y obteniendo de este
modo que pierdan la costumbre de estar todo
el dia brazo sobre' bi-azo sentadas al friego, y
preservándolas de las perversas intenciones de
algunos indios, que á veces suelen, fingirse en
fermos.....
También he podido observar durante m i ner-
— 37 —
l
Bianencia en esta Misión, quedando grandemente
edificado, el laudable empeño que ponen las Hijas
de María Auxiliadora en el cumplimiento de sus
deberes: Sor Juana V a lg iin ig li enseñando á las
mujeres los oficios propios de su sexo: Sor An
tonia Tapparello cuidando de los telares y del
canto de la iglesia: Sor Angela Marmo dirigiendo
las escuelas de niñas y el taller de medias y
elásticas, y asistiendo en el dormitorio: y las
HH. Catalina Dabbene y Herminia Sánchez es
tando al frente de la sastrería, que confecciona
todo lo necesario á la Misión, tanto para los
hombres como para las mujeres.
La Misión forma un verdadero y alegi’e pueblecito, pues consta de 450 habitantes, á todos
los cuales es necesario suministrarles el alimento
material y espiritual y encaminarles por la senda
del verdadero progreso.
Tenemos ya algunos indios educados desde
j pequeños por nuesti’os Misioneros que ya en la
edad de poder contraer matrimonio, lo harán
pronto con las jóvenes educadas por las Hijas de
Maiía Auxiliadora ; de este modo empezaremos
á constituir familias verdaderamente cristianas,
con no poco provecho de ellas mismas y de la
Misión, la cual hasta hoy gravita sobre V . R .,
amado Padre, si bien debo manifestarle que me
duele en el alma cada vez que en mis frecuentes
epístohs le mando á pedir nuevos fondos para
poder ir adelante.
Pero, amadísimo Padre, ahora es precisamente
el tiempo en que estas Misiones más necesitan
de los socorros de Y . E ., y de la inagotable ca
ridad de nuestros generosos Cooperadores. H ay
aquí grandes terrenos con excelentes pastos en
donde se pueden criar numerosos ganados, cuya
lana y carne prestarían incalculables beneficios
á la Misión; muchos de estos indios reúnen ya
muy buenas condiciones para el pastoreo, y se
les podría edificar casas á propósito; pero el
gran inconveniente está en que falta el dinero
para comprar el ganado, pues las limosnas que
de vez en cuando recibimos á penas bastan
para comprar los artículos de primera necesidad,
y atender á los gastos que ocasionan los tras
portes de estos á la Misión.
¡ Dios haga que venga pronto en nuestra ayu
da alguna persona generosa para poder salvar
las almas de tantos y tantos salvajes más que
podrían habitar en nuestra Misión, si pudiéra
mos atender á su alimentación y demás necesi
dades ! Habiendo arrendado e l Gobierno estos
terrenos á varios particulares, éstos, d^eando que
sus ganados utilicen inmediatamente los pastos,
arrojan de ellos á los indios, los cuales, para
rengarse, les quitan los animales que pastan en
las tierras que habitaron sus padres; de aquí
nace una guerra cruel, en la que la peor parte
la llevan siempre los pobres salvajes, que son
impotentes para resistir á las armas de fuego de
los civilizados. ¿ Quien, pues, rehusará, pudiendo,
ayudamos en nuestra noble empresa que es la
de poner fin á estas luchas sangrientas, de evitar
la desaparición que amenaza á una raza de her
manos nuestros, y de conducir miles de a1mna
al cielo ?
3B
2n. la Oaiulelairia —Habitaolou im
provisaba bespucs bol inoonbio
—H am b re y Irlo — A.bolnutos —
P ro yecto s y mobo be realizarlos.
Paso ahora á ocuparme do otra Misión que
tiene el mismo fin que la anterior y que se halla
más necesitada aun de la caridad de nuestros
CJooperadores; me refiero á la Misión de la Can
delaria, que, como ya V . E . sabe, fuó destruida
por uu voraz incendio en el mes de Diciembre
de 1896.
No bien hube terminado de dictar los ejerci
cios en la Casa de la isla Dawsón, me d irigí á
la Candelaria y con los socorros que V . R . me
había mandado pude flotar el viejo vapor Biene,
y cargado de víveres, caballos, madera y plan
chas de zinc, lo necesario para poder reedificar
la Misión, el 25 de Jimio partí de Punta Arenas
en compañía del P . Grippa, de Sor Teresa Bragu tti y Sor Rosa Massobrio, Hijas de María
Auxiliadora, del Coadjutor Santiago Cofiró y de
dos carpinteros.
Cinco mortales días empleamos en la travesía,
que oi*dinariamente se hace en 30 horas; e l tiempo
estaba pésimo, y las encrespadas olas se divirtie
ron á su placer haciendo bailar á nuestra débil
embarcación, y amenazándonos pasarse á mayo
res con nosotros. No permitiéndoselo sin embargo
el Señor, la mañana del 30, con un frío que nos
hacía dar diente con diente, llegamos á la Can
delaria, siendo recibidos con el consiguiente pla
cer por los P P . Beauvoir y Zenone y por los
56 n iñ(» indios internos en el Colegio de la
Misión.
Andado que hubimos dos km ., llegamos á la
Casa que habían improvisado cuando el incendio
los dejó en el desamparo y la miseria, oprimiénd(»em e el alma á la vista del cuadro desolador
que presentaba. Nuestros hermanos, sin embargo,
lo mismo que las Hijas de María Auxiliadora,
disfrutaban de buena salud y no demostraban
disgusto alguno en medio á 1m muchas y gra
ves penalidades á que se ven sujetos.
Imagínese V . B . un tugurio de hierro con
grandes agujeros por todas partes, y tendrá una
idea de la habitación de que durante siete meses
se han servido nuestros liisioneros. Una cabaña
que mide 6 X 4 m., sin pavimento, con dos puer
tas, una ventaaa y numerosos agujeros que dan
— 38 —
entrada a l aire, á la lluvia y al polvo, servía de
iglesia, de escuela á los niños y de comedor para
los Misioneros. Un sotechado abierto á todos los
vientos, servía para las explicaciones del Cate
cismo y de comedor, de salón de recreo para los
niños y de depósito de leña. La casa é iglesia
destinadas á las Hijas de María Auxiliadora esta
ban un poco mejor acondicionadas, si bien por
los grandes agujeros del techo podían perfecta
mente contemplar de noche las estrellas; el frío
es intonsísimo, tanto que el termómetro señala
cuando menos la poco agradable temperatura de
10® bajo cero.
Nuestra llegada fiié para todos una verdadera
providencia, pues desde algunos días les faltaba
y niñas, como se desbastan y educan al calor
del cristiano corazón del Misionero y bajo el
amable y cariñoso trato de las beneméritas Hijas
de María Auxiliadora. A pesar del entrañalde
cariño que estos indios profesan á sus hijos, los
dejan gustosos en manos de los Misioneros, por
que los visten y cuidan bien, y les enseñan á
hablar y alternar con la gente civilizada.
Los niños saben ya rezar las principales ora
ciones del catecismo en español y en latín, y
cuando vamos á la iglesia nos parece estar en
alguno de nuestros Colegios de Europa. Todos
estudian con mucho interés y gusto el Catecismo
y al presente se están preparando unos cuarenta
para hacer la primera Comunión.
Gasa Salesiana .de La Paz (Bollvia.)
el pan y los demás comestibles iban escaseando;
sin nuestra llegada, yo no sé como habrían po
dido tirar adelanto.
Inmediatamente ordené que se comenzaran los
trabajos para la fabricación de la nueva Casa, y
para ello se ha escogido uii lugar más reparado
del aire, entre el cabo Sunday y el cabo Peña,
con bastante terreno laborable alrededor. Para
últimos de Agosto espero que ya podrá habitarse
la nueva Casa, pues se construye con sólo ma
dera y esto hace que so emplee poco tiempo en
su fobricacion.
Los indios de la Tierra del Fuego, que tan
feroces se muestran con los habitantes de estos
contornos, están entre nosotros como corderitos,
y da sumo gusto ver, especialmente á los niños
(Y. fúg. 5l.j
L a buena disposición que tienen las niñas pam
toda clase de trabajos propios de su sexo nos
hace soñar con hermosos ideales; á los jóvenes
les dedicamos con preferencia á la vida del campo
que más armoniza con su constitución é inclina
ciones. Sería por lo tanto muy necesario que nos
hiciéramos con bastante ganado, que al mismo
tiempo que asegurara la vida material y social
de la Misión, impidiera que algunos mercaderes
ocuparan estos terrenos para aprovechar los pastos,
lo que originaría serios conflictos con los indios,
que como sucede siempre, saldrían perdiendo.
Esto mismo nos facilitaría mucho el estableci
miento de una fábrica de tejidos como la de
Dawsón, que ocupara á las mujeres y proveyera
el vestido necesario á los indios que en la actúa-
— so
lidad se hallan en la Misión y á los muchos que
en lo sucesivo han de venir, pues su número
aumenta de día en día. Solamente poco antes
de llegar yo á la Candelaria, habían estado tres
indios pidiendo refugio para sí y para toda su
tiibu, que cuenta con unos cien individuos.
Urge, pues, atender á las necesidades del pre
sente, y pensar en el porvenir de tantos indios.
Según mi humilde juicio, el proyecto que acabo
de exponer es el más fácñ y el de mejores re
sultados prácticos.
?s0 cese, amado Padre, no se canse de reco
mendar estas Misiones á todos nuestros benemé
ritos Cooperadores y, en general, á todos los
buenos católicos del mundo. Acuérdese que estas
Elisiones fueron un día los sueños dorados de
nuestro inolvidable Fundador y Padre 1). Bosco.
•Si alguno creyera que son demasiado grandes
los sacrificios que exige el sostenimiento de estas
Misiones, recordémosle que están instituidas para
enseñar la ley de Jesucristo á miles y miles
de almas redimidas con su preciosa sangre.
La satisfacción y alegría que sienten nuestros
Hermanos é Hijas de María Auxiliadora en me
dio de tantas calamidades y desgracias, los buenos
deseos que demuestran tener los indios para ad
quirir una culta y cristiana civilización, y las
-fervientes oraciones que diariamente elevan al
-Señor por nuestros Cooperadores, servirán de po
deroso estímulo á todos los buenos para impo
nerse algunos sacrificios y socorrer con sus li
mosnas á estos pobres Misioneros Salesianos de
la Candelaria.
Reciba, amado Padre, nuestros más cordiales
saludos, y recomendándome á sus oraciones me
reitero
D e Y . R . hum ilde h ijo en J . C.
J osé P agnano, Pbro.
Prefecto Apostólico.
Punta Arenas, 15 de Julio de 1897.
•PAMPA CENTIiAL (ARGENTINA)
-------9.------
Visita del Umo. 81'. Oaeíiert al Territorio
de la Pampa Oenlral.
s cumplimiento de la promesa que en
la sección de “ Noticias y Variedades”
del número de Enero hicimos á nuestros
lectores, vamos á ocupamos de la visita
que el Umo. Sr. Cagliero hizo al Te
rritorio de la Pampa Central en los pa
sados meses de Octubre y Noviembre, sirviéndonos
para ello de los datos que el semanario L a C apital
de General Acha nos suministra.
k
E l Zimo. Sr. Cañilero en T o a y —
Bendición de la piedra fundamen
tal del templo —E n dirección & la
capital del Territorio.
Salvando la inmensa distancia que desde su habi
tual residencia de Viedma le separaba, llegó el 17
de Obre, á Toay el Umo. Sr. Cagliero, que so había
propuesto visitar las varias Misiones quo en estos dos
últimos años ha fundado la Congregación Salesinna
en el Territorio de la Pampa Central. Entusiasúi filó
el recibimiento que le dispensó la iioblacion, saliendo
en masa á recibirle con á la cabeza las autoridades
todas, y acompañándole hasta el templo donde so cantó
un solemne T e D eum de acción de gracias. Varios días
so paró en esto pueblo el limo. Sr. Obispo predicando
y coiifinnaiido y ejerciendo todos los demás sagrados
ministerios propios do su alta dignidad, con no poco
provecho de las almas.
Una de las obras más importantes quo ha cum
plido Su lim a, en este tiempo, ha sido á no dudarlo,
la bemlicioii de la primera piedra de una preciosa
iglesia, que tanto ha de contribuir á la paz y verda
dera felicidad de estos habitantes. Verificóse la so
lemne ceremonia el 4 de Nbre. con la asistoncia de
todo el vecindario y do distinguidas personas de la
capital que expresamente habían venido para presen
ciar el acto. Contábanse entre estos últimas el Sr. 60■beniador interino, D. Eduardo de Chapeaiirouge con
su hija la Srto. María Florencia, que debía representar
il su señora madre, madrina del nuevo templo, los
Sres. D. Joaquín Cascallar, D. Antonio Alvares y
D. Bernardo Agustoni, representantes de la comisión
de vecinos constituida en General A d ía para recibir á
Su Urna., y otros muchos señores cuyos nombres fuero
largo referir.
E l vecindario de Toay, con la banda de música á
la cabeza, recibió al Gobernador y á su comitiva,
pasando todos á saludar á S. S. I . quo esperaba en
la casa del señor Brown, y do allí al local do la
ceremonia, donde Iiabía sido levantada una amplia
tienda de campaña que cobijaba un altar, la piedra
fundamental susi>endida por una cabria y gran can
tidad de sillas.
Este local estaba ]>erfcclument>' adornado.
Revestido de pontifical, el Prelado procedió á la
ceremonia según el ritual establecido para esos actos.
Lióse lectura después al acia, que había sido co
rrectamente caligrafiada, y umi vez firmada por la
señorito María Florencia de Chaixíaurouge, en re
presentación de la madrina D.* Dolores Bazán de
Chapeaurouge, por el señor O. Juan G. Brown, en
representación del padrino Doctor D. Benito Villanueva, por el Gobernador interino, por el lim o. Sr.
Cagliero, y por todos los demás señores presentes,
fué depositada en una urna de cristal, conjunta
mente con dos medallas con el busto del Gobernador
titular del Territorio, General D. Eduardo G. Pico,
con varias monedas argentinas de las últimas acuña
ciones y con un número del periódico L a Capital.
Colocada la urna en el interior de la piedra fun
damental, fué bendecida ésto y cerrada con cal y
arena, cuya primera cucharada la aplicó la señorita
madrina con una e l ^ n t o cuchara, y descendideá
— 40 —
la escavacion preparada , donde servirá de piedra
angelar del futuro grandioso edificio.
E l Sr. Obispo pronunció enseguida un apropiado
discurso sobre la alta significación de la ceremonia
que acababa de celebrarse, pidiendo para el pueblo
do Toay y para todo el Territorio las bendiciones del
Todo Poderoso.
E l Sr. Capeaurouge hizo uso de la palabra como
Gobernador del Territorio. Sus consideraciones sobre
las relaciones constitucionales entre la iglesia y el
estado fueron oportunísimas y correctamente expre
sadas.
Auguró progreso y prosperidad para Toay y su
Templo, cuya piedra fundamental había sido bende
cida en aquel momento por la más alta autoridad
eclesiástica que había visitado el Territorio, y saludó
efusivamente á la persona que revisto esa autoridad,
lim o. Sr. Cagliero.
El vecindario de Toay aplaudió con justo entu
siasmo el discurso del Sr. Chapeaurouge.
Nuevas ó infinitas manifestaciones de aprecio y de
respeto se produjeron en Toay liasta el mumento de
la salida del tren de regreso, que se efectuó en un
coche especial puesto á disposición del Gobernador
por la atenta administración del ferro-carril de Bahía
Blanca y Noroeste.
iE^ntugitat^to. i*eoil>iniieiito en Gü-euei*»il jfVoliu — Sttiitu 3XÍ!siou — I>einostnioioueM <lo areoto — E n la
Ousu HuI cmíuuu. —
cdlGcio
— Unti cunta del limo. Sx'. OajBfliei*o.
A las siete de la tarde descendían del tren el
Sr. Obispo y la comitiva en la estación de General
Acha.
E l Dmo. Sr. Cagliero , que no podía imaginarse
que contara la ciudad con suficientes elementos para
una manifestación como la que presenciaba, se con
movió visiblemente al hallar una masa enorme de
pueblo, de familias y de niños de las escuelas que
le saludaban con vivas atronadores.
L a estación había sido vistosamente adornada y
multitud de bombas con sus detonaciones y sus luces
de mil colores contribuían al mayor efecto del con
junto.
L a Comisión popular compuesta por los señores
D. José M. Córdoba, D. Dionisio Coniille, D. En
rique del Basto, D. Juan M. Ponedo, D. Pedro A zcuota, D. Pernando Bustos y I). Saturnino Casanova,
y presidida por el Padre D. Pedro Orsi, so presentó
al Sr. Obispo, acompañándole al carruaje que lo es
taba pn'parado y que debía conducirlo hasta la igle
sia juntamonio con el Gobernador y varios miembros
do la Comisión.
El rosto de la concurrencia ocupó otros carruajes
poniéndose el tren en movimiento precedido por un
piquete de ii^'udarmes montados y con uniforme de
gala, formando todo un conjunto notable por el nú
mero de los vecinos y por la sincera expansión que
los animaba.
Descendió la comitiva al llegar á la plaza prin
cipal, dirigiéndose á pié hasta la iglesia. En el atrio
de ésta, esperaba otro numeroso grupo de familias
y niñas de las escuelas, las que al pasar Su Dma.
lo cubrieron de flores.
Esas flores que la Pampa arrojaba al digno pre
lado por manos de sus bellas é inocentes criaturas,
fueron una alegoría feliz del presente y futuro ri
sueños y hermosos de estos territorios, rindiendo ho
menaje á los que han colaborado al engrandecimiento
y bienestar del desierto de a y e r , inspirados en la
idea de Dios que es progreso, que es orden, que es
patria.
E l Obispo pasó por debajo de artísticos arcos de
follaje adornados con banderas, ingresando en el
templo que se hallaba profusamente iluminado.
En este momento el Hmo. Sr. Cagliero no pudo
contener sns palabras de satisfacción al hallarse con
un templo, cuya grandiosidad y bella construcción
no esperaba encontrar.
L a amplia nave del templo fué ocupada comple
tamente por la concurrencia, llamando la atención
la cantidad de niños y niñas de las escuelas oficia
les y particulares.
í^ é descubierto el Santísimo Sacramento y ento
nado un solemne T e D eu m de acción de gracias,
pronunciando enseguida Su Dma. un sermón en es
tilo llano y familiar, cual corresponde á los altos
fines de su misión, en cuyo exordio hizo pública ma
nifestación de la agradable sorpresa recibida en esta
Capital, de cuya sociedad y de cuyos progresos no
tenia idea aproximada antes de ese momento, y agra
deció como Superior de la Congregación Salesiana y
como Prelado las demostraciones de afecto qne re
cibía al entrai* por primera vez, dijo, á la digna capi
ta l de un grandioso territorio.
Acompañado S. S. I . á las habitaciones que se lo
tenían preparadas, la Comisión de recepción le obse
quió con un refresco, con cuyo motivo se produjeroi
nuevas manifestaciones de simpatía y de felicitación
Sin poner tiempo de por medio, el lim o. Sr. Ca
gliero dió comienzo á nna santa y devota Kision qu<
duró varios días, durante los cuales la iglesia se vií
atestada de fieles ávidos de la divina palabra. A mái
de las confesiones y comuniones, que fueron nume
rosísimas, S. S. I . administró á más de doscientat
personas el sacramento de la confirmación.
Las demostraciones de afecto en obsequio del Dmo.
Sr. Cagliero, primer Obispo que ha visitado el Terri
torio de la Pampa Central, se sucedieron sin inte
rrupción durante su corta permanencia.
E l domingo, 7 de Nbre , se celebró nn grandt
almuerzo campestre, organizado por la Comisión de
festejos, al que acudieron unas cien personas, nc
habiendo asistido otras muchas á causa de lo desa
pacible del día. « E l tiempo estaba tremendo; viento,
conatos de lluvia, truenos , relámpagos, y por mo
mentos el sol que pugnaba por disipar todo y res
plandecer. L a mesa esperaba exuberante y tentadora
bajo el frondoso sauzal agitado por la tormenta. Eran
encrespadas olas de un océano de verdura que se
agitaban sobre nuestras cabezas. E l opíparo almuerzo
fué servido y honrado convenientemente en medio de
los elementos en lucha. Los postres y el café se sir
vieron en la casa que se hallaba en la misma quinta,
pues la lluvia hacía imposible la permanencia fuera.
En estos momentos la Comisión dedicó la fiesta al
lim o. Sr. Cagliero, produciéndose con este motivo
— 41 ^
manifestaciones de adhesión y simpatía por una y
otra parte. » A l concluir se dirigió un telegrama «J
General Pico, Gobernador titular, que firmaron todos
los presentes.
El sábado el Gobernador interino Sr. Chapeaurouge
invitó á su mesa al lim o. Sr. Cagliero, á sus acom
pañantes y á un reducido número de funcionarios,
correspondiendo á esta invitación con otra análoga
el padre D. Pedro Orsi, salesiano, en su casa par
ticular que habitaba Su lim a.
El progreso deli,teiTÍtorio y sus vastas proyeccio
nes para el futuro, fueron el tema que predominó
en ambas reuniones intimas, progreso al que se pro
ponen coadyuvar los Salesianos llevando á la prác
tica varios proyectos de obras materiales que robus
tecerán los fines religiosos y morales de su elevada
misión.
El lunes se celebró una fiesta infantil en la es
cuela salesiana á la que concurrieron varias fami
lias. Hubo machas recitaciones y cantos, siendo h s
niños muy aplaudidos, especialmente Ramón Quesada y José Ferrer, protagonistas de la comedia en
un acto Noche de Huma, que fué perfectamente re
presentada.
El lim o. Sr. Cagliero ha dispuesto que se pro
ceda inmediatamente á la construcción del edificio
proyectado en el terreno lindero al ocupado por el
templo, y que se adquiera otra manzana de terreno
inmediata á aquella para la futura construcción de
un gran colegio.
En la noclie del miércoles, después de la función
religiosa, la comisión del vecindario, el Gobernador
y varias familias fueron á dar á Su Urna, el saludo
de despedida, pasando enseguida todos al atrio do la
iglesia, desde donde presenciaron los fuegos artifi
ciales y la iluminación do la plaza.
El lim o. Sr. Cagliero salió el 18 en el tren del
Noroeste en dirección á Bahía Blanca , siendo des
pedido en la estación por la Comisión de festejos y
por varios vecinos. Antes de partir. Su lim a, quiso
dar público testimonio de lo agradecido que estaba
por las cordiales demostraciones de que había sido
objeto, y de Iks buenas impresiones que llevaba do
su primera visita al Territorio d éla Pampa Central,
dirigiendo al efecto al Director del semanario L a
Capital y la siguiente carta, que para concluir pu
blicamos :
Sk . D r . de L a C a p ita l:
Muy Sr. mío : Antes de dejar este importante Te
rritorio cúmpleme llenar un deber de gratitud y de
pastoral afecte para con los vecinos de Sta. Rosa,
Victerica, Toay y General Acha, por lo que lo ruego
á V. que se sirva facilitarme con este fin un breve
espacio en su acreditado periódico.
Es la primera vez que un Obispo visita esta vasta
comarca, y ba sido recibido con las distinciones y
honores que sugieren la fé y cultura social para los
que revisten el más elevado carácter en la gerarquia
de Ntra. Sta. Religión.
He quedado muy satisfecho por tales demostracio
nes, y más por la asidua y numerosa concurrencia
de los fíeles y colegios á las sagradas funciones y
recepción de los Santos Sacramentes.
Deseo que la semilla evangélica que hemos espar
cido durante esta visita en los distintos pueblos,
produzca los frutes deseados de religión y piedad,
base de civilización y bienestar social en este Terri
torio, administrado con tanto acierto y contracción
por su digno Gobernador, Sr. General D. Eduardo
G. Pico.
Quedo muy agradecido á todas las Autoridades
Civiles, Políticas y Municipales, lo propio que á las
diferentes comisiones de caballeros, que organizaron
las fiestas.
Debo sin embargo manifestar que fui agradable
mente sorprendido por la recepción y festejos do que
fui objete en General Acha, que han superado mi
espectacion, debido á la inteligente actividad del se
ñor D. Eduardo do Chapeaurouge, Gobernador de
legado , que me ha colmado do tantas y tan linas
atenciones, y á la eficaz propaganda del ilustrado
periódico que V . dirige.
Estimándole debidamente la publicación do estos
renglones, quedo
De V. S. S. y Capellán
J uan , Obispo.
¡ Haga el Señor que los deseos que en su carta
manifiesta el lim o. Sr. Cagliero , so conviertan en
consoladora realidad, para que al mismo tiempo que
sus efectos en las almas, produzca la semilla evan
gélica los frutos de verdadera civilización y progreso
que siempre y en todas partes ha producido 1
Viv'
U u il
iM ‘ K U < í i t a < l a .
U n a (leuda de gratidiul liaeia iimiBtra Imeiia
M adre M aría A u x ilia d o ra m e o b lig a d lia<;er
pública la líresente g ra cia extraordin aria ]>ara
dar m ayor g lo ria á la V ir g (;ii do I>. B oh<50.
!Mi esposa .Toaquina T ex id o , sobr(j(50gida do
vio len ta enferm edad, había llegad o y a á ta l
extrem o que ix)r consí^jo del inédiíio se la ad
m inistraron los Santos Saeraraeiitos, que ella
re cib ió <}on ex tra ord in ario fervor. Y a había
j>erdido e l conocim iento y e l h ab la; con mucha
dificultad respiiaba, el pulso á penas latía,
la m uerte era inm inente. A l v e r la en tan aXmrada situación, una buena señora, que estaba
ju n to á la cabecera de su cama, in v itó á todos
ios presentes á que arrodillados rezaran tres
Avemarias á M aría A u x ilia d o ra . H abíam os ¿i
penas concluido la íercera Avemaria, cuando
— 42 —
m i esposa abre los ojos, se reanim a y echando
tina m irada á su rededor, con v o z clara dice:
¿ (¿ué hacen todos aquit ¿ Quésvceüet Tráiganme
de comer. Im p osib le es para m í ex p lica r la
admirsicion y e l jú b ilo que se apoderó de m i
óiiiin o y d el d e todos los circunstantes. M aría
A u xiliadorta la había salvado. D esde aquel
momento empozó á sanar y á los pocos días
íistaba ú los piós de su A u gu sta Bienhechora,
en la igle sia d el In stitu to Salesiaiio, para darla
gracias por e l grandísim o fa v o r recibido.
A l presente continúa m uy bien de salud,
no h abiéndola ocurrido desde aquel día nin
gu n a novedad.
L a n oticia de esta gra cia so difu n dió rápi
dam ente p or todo e l b a rrio y todos quedaron
tan convencidos de que fu é un verdadero m i
la gro, que desde entonces m i bueiia esposa es
conocida en todo e l b a rrio con e l nom bre de
la resucitada.
D o y las más sinceras gracias á M a ría A u
x ilia d o ra y p id o que toda m i fa m ilia perstiv e r e hasta la m uerte en e l amor de D io s y
en e l cum plim iento de su santa L ey .
N arciso Bagué .
Cumplo, pues, con la prom esa de las trc.«?
misas y de hacer publicar esta gra cia en el
Boletín Salesiano para m ayor g lo ria de Dios
y de su Sma. M a d re M a ría A u x ilia d o ra .
A.
E. P arodi.
San Nicolás de loa Airoyos, 3 de Mayo de 1897.
¡ G lo p ia H M a r í a !
H abiendo sido m i qu erida m adre deshauciada por los médicos, y no quedándom e otro
recurso que e l d el cielo, m e acordó de M aría
A u x ilia d o ra que ven eran los P P . Salesianos.
A E lla me encom endó prom etiéndola, si cu
raba á m i madre, dar una lim osna á bene
ficio de los niños pobres á cargo de los Sale.siaiios de M á la ga y publicar la gracia.
I lo y (iumplo con e l m ayor gusto m i promesa,
pues m i m adre está com pletam ente curada.
P o r tíiii singular fa v o r quedo eternamente
r(;conocida á M a ría A u x ilia d o ra y deseo que
.su santo nom bre sea glorificado y que á E lla
acudan todos en sus necesidades.
V . E . de A .
Málaga, 14 de Agosto de 1897.
Barcelona, 1 de Setiembre de 1897.
2V i v a
; Oud.n t>uona os M!aria !
E n cu m plim iento de la prom esa que h ice y
en acción de gracias á la Sma. V ir g e n MaríaA u x ilia d o ra , h ago p ú b lico e l hecho sig u ien te:
A l practicar una autopsia re c ib í una herida
en un dedo, y como son sumamente gra ves esta
clase d e heridas, m e puse en un estado de
ánim o que no podría describir, tem iendo un
envenenam iento séptico ó cuando menos de
un flegm ón más ó menos difuso. A c u d í en este
conflicto á la Sma. V ir g e n M aría A u xilia d o ra ,
ofrecién d ola pu blicar en e l Boletín e l m ila gro
s i m e lib ra b a de las consecuencias de aquella
herida, y así lo h izo la Sma. V irg e n , pues no
h e ten id o absolutam ente n in gú n m al resultado
consecutivo de la herida.
j A la b a d a sea la Sma. V ir g e n M aría, A u x i
lio de los Cristianos I
D r . J o s é G-. M
endoza.
Teotillrtn (M ^ico), 20 de Mayo de 1897.
Mni'íit oe* In Niilml «lo !<>« oiilVi*i|ios
«lito cu Klla. oouliaii.
H a llá n d o m e m u y alarm ada i>or un fuerte
d o lor de costado derecho, desjuies de haber
agotado los recursos domésticos, acudí a l faíMiltativo y m e fu é dada la tristísim a n o ticia
d e que era prelu dio de gra vísim a enferm edad
y que unos sesenta días de cama era lo m í
n im o que i>odía esperarme.
E n tales angustias acudí á INIaría A u x ilia
dora prom etiéndola pu blicar en e l Boletín la
g ra cia que ansiaba.
A los seis dias m e h allaba en plen a convalocenoia.
M a r ía A u x ilia d o r a !
Encontrándose m i esposo gravem en te en
ferm o con todos lo s síntomas de una pulmo
nía aguda; o frecí una n oven a y nna misa á
M aría A u x ilia d o ra para que lo sanase, pues
estábamos en e l campo, lejos de la población
y sin n ingún rem edio. E sta amorosa Madre
oyó nuestra pleg.aria. D esde e l prim er d ía de
la noven a empezó á m ejorar m i esposo,y si
g u ió la m ejoría hasta su perfecto restable
cimiento.
Profu n dam en te agradecida d o y gracias á
la V ir g e n de i ) . Bosco por tan señalado fa
vo r, y deseo que se pu bliqu e la presente
grju-ia para honra y g lo ria de Jalaría A u x i
liadora.
IG N A C IA A . d e E
omeeo.
Cabeza de Buey (Patagouia), 18 do Agosto de 1897.
I ju Iin ag 'en d e M a r í a A u x ilia d o r a .
D eb o grandes ó innum erables fa vores i la
bondad de nuestra m isericordiosa M adre M a
ría A u x ilia d o r a ; pero e l que acabo de obtener
de E lla o b lig a aiin más m i gratitu d. Encon
trándom e con m i fa m ilia en nna casa de
camiK>, fu é atacada m i h ija F lo r de una gra ve
enferm edad que puso en inm inente peligr»>
su vid a , pues perdió e l conocim iento en i*l
p rim er ataque y i cuán grande no sería mi
aflicción en tan crítico momento, y a entraihi
la noche y encontrándom e m uy lejos de todf»
sitio en qu e pudiera h a lla r au xilio 1 P e r o mi
fe en tan gran de prueba no v a c iló n n mo
mento, é in voq u é con tod o m i corazón á Ma
ría A u x ilia d o ra ; tod a m i fa m ilia se puso en
oración pu lién dola qu e salvara la v id ^ d é mi
— 43 —
hija y prom etiéndola que si la curaba se in s
cribiría como C ooperadora Salesiana , en
cnanto tu viera la edad, y publicaríam os e l
inilaírro. L a puse en e l pecbo una m edalla
(le María A u x ilia d o ra é inm ediatam ente m i
hija recobró e l conocim iento y m ilagrosa
mente recuperó la salud. 2íuestra adm iración
snbió de punto, cuando después que y a estaba
fuera de todo p eligro , buscamos la m edalla
y no la encontramos, y luego, algunos días
después, apareció en los pies de la niña.
contrariedad lle g ó hasta e l extrem o de sep xrarse ] pero de ta l m anera y con ta l estrépito
que parecía im posible su reconciliación. Siendo
y o am iga d e la fam üia, m e propuse elevar
m is oraciones á M a ría A u x ilia d o ra y Á S.
José; y fu e tan patente e l m ila g ro que aun
no había concluido e l v o t o ofrecido cuando
sin más intercesión que la. de D ios, sb ha
b ían reconciliado, olvid a n d o sus anteriores
disgustos y proponiéndose v i v i r en la mqior
armonía, como en efecto lo hacen al presenta
y lo h arán en lo p o rven ir
m ediante la in terven ción do
S. José y de M a ría A u x ilia
dora.
D . do M.
X, Agosto de 1897.
D an tam bién gracias á M aría
A u x ilia d o r a :
La Pnrificacion y Presentación de la Sma.
(D el M isa l B om ano editado p o r la Tip. Sal.
Doy gracias á nuestra buena M a d re M aría
A u xiliador^ y para desahogar m i corazón
termino gritan d o :
¡V iv a e l S agrado Corazón de J esú s!
|Viva M a ría A u x ilia d o r a !
A ndrés Barrios .
Venezuela, Estado Lara, 13 de Agosto de 1897.
M a r ía A u x i l i a d o r a to d o lo p n e d e .
H ay en esta ciudad un m atrim on io de faoiha m uy principal, que por una pequeña
Manuela Diaz, de
por ha
berse visto libre de una gravo aflic
ción , despnes de nna novena do
tres Ave-Maríaa. — Josefa G. de P izeoni, do Jalapa íMójico), da gracias
á María Auxiliadora por haberla
concedido la salnd, y en selínl do
gratitud manda nna limosna de diez
pesos para la constmeoion de la igle
sia qne se la erige en Méjico. —
Eduardo Bienvenu, de Méjico, por ha
ber obtenido remedio á ana gravo
necesidad i'á penas empezó una no
vena. — Carlos C. Escandan, de Za
catecas, por un patente y singular
beneficio recibido, cuando ya en lo
humano era d ifícil poder encontrar
reme«\io. — B. M , C. Pbro., de X (Espana), por haber podido conseguir
la avenencia de un matrimonio des
unido desde hacía cuatro años, des
pués de haber resultado imitiles los
muchos medios puestos en juego por
ambas familias para conseguirlo. —
Jesús J/.* Trovan, de Yaritagna (V e
nezuela), mauda 4 ptas. para una
misa en acción de gracias por varios
y grandes favores recibidos. — Pedro
E. BHto., de Trinidad, por haber
obtenido despnes de nna novena do
salves la cnracion do un hijo suyo.—
M . Pahnira Catlagnino, de Pisco (P e
n i), por dos grandes gracias obteni
das para personas cnieridas. — G.
Boca, Pbro., de Hoja Redonda (Perú),
nor haber conseguido la suspirada
Ilnvia en nna gran sequía que asolaba
la comarca, y cuando menos podía
ViféPll
esjierarse. — Una familia, do Id. por
IU 5CU.
haber podido conseguir que cesaran
fíe T a rín .)
ciertas divergencias internas que ha
bían aleado l^pazdel hogar y que ame
nazaban un desagradable desenlace.—
de Id.,
por la cnracion obtenida de nna peligrosísima erisi
pela despnes de aplicarse la imagen de M.® Aiix.
—^ Una Señora, de Id. por haber podido librar con
bien en nn parto laborioso. — Varias otras personas
de Id. dan también gracias á M.® Aux. por los favo
res <jne de sn bondad han recibido. — Engracia Ca^
labras, de Gerona, por haber sanado á ana hija suya
enferma de macho peligro, despnes de nna novena.—
María de Lauda y Lozano, de Méjico, da fgracias &
M.® Aux. por haberla otorgado el suspirado alivio de
nna mano. — Leopoldo L . Griniau, de Uribelarrea (B,
A .}, por haber consegnido de nn modo verdadera
mente prodigioso dotar á la Capilla Salesiana de ana
— 41 —
Ijiílla entatna do María Sma., pnes la que tenía era
muy pi)l»re y estalia ya muy deteriorada. — José
íJoiizulr:, do S. Antonio (M<^jicu), jior babor recobrado
la Haliid deH]Mics do aplicarle la medalla de M.^ Aox.
— Jlipólita Van-ioU, de Id. Id. por baber sanado de
una eiiformedud de estómago, cuando ya los médicos
la daban por incurable. — Jna y Sixta García, Ae
!d. Irl., agradocidas por babor librado á su familia
dofmrccor cu un incomlio. — Pahlo JCncobar, de Id. Id.,
por liabor jiodido curar de un iledo, evitando la amimlaciun. Cada una de las cuatro auteriores personas
mandan agradecidas 25 centavos.
i-|
I f j U E S T R A
00R K £ S P 0N D .E—.
N 0I
A
.
__________
.
A.
Mm W MA.
En el Instituto Salesiano de
Kostañ'anclis.
Sr. D iroctor tld U o i .ktín' S a u c sia n o :
P o r la tarde, después de ia solemne bendición
con S. D. M., en el teatrito del mismo Instituto
se puso en escena el magnífico drama catalán:
L o puntal de la casa en el que los jóven es aficio
nados de la sección dramática del Centro I>. Sosco,
dejaron muy satisfecha á la nmuerosa, á la vez
que distinguida, concurrencia. Distinguiéronse en
particular manera los señores F on t, Lstefa, Tarrueila v Clavé.
Grande es el bien que están naciendo los Salesianos en aquellos barrios obreros, y mucho
m ayor será cuando tengan realizados los planos
que tienen trazados. L a fiesta del pasado miér
coles puso una vez más de r e lie v e la necesidad
que hay de mayores locales, pues los que tienen
en la actualidad son insuficientes para los 600
I alumnos de aquella casa. Eu especial urge el
edilicar ama iglesia do uiucba capacidad; pues
como por aquellos alrededores no hay ningún
templo, sería éste un gran factor pura la educa
ción y moralización del pueblo.
Excitamos á nuestros lectores á que concurran
con sus limosnas a l sostenimiento y desarrollo de
las obras salesianas do Hostafranebs, en la segu
ridad de que con ello harán una o b p eminente
mente ú til á la juventud y á la sociedad en ge
neral.
Hasta aquí el citado diario.
N o ocurieudo por ahora nioguua otra novedad
notable, me es grato, después de darle las gra
cias, ofrecerme
i
D e V., Sr. D irector, afino. S. S. y li.® en .1. C.
F k r n a n d ü Su a k b z , Pbiu
Con la solciunidacl de costumbre liemos celebra
do en este Instituto la fiesta de nueslvu querida
Madre, María Inmaculada, comucinm aiulo al mis
mo tiem po el 56.“ aniversario de los comieiizo.i
de nuestra Obra.
Sobre esta fiesta se expresaba en los siguientes
ti'-rminos cu su miiuero del 1 1 el JJiario Catalán
de esta ciudad :
í.os Salüsiaiios de esta capital celebraron el
miércoles ])i’óximo jiasado con extraordinaria soli nuüdad la fiesta de María lumaoulnda, reoor«liimlo al mismo tiem po el Sfi." aniversario del
)irincipio de la Obra de Don Hosco.
Numerosísima fue la Comunión general en la
cual fueron admitidos á la prim era Coimmion 'M
jilimmos do las escuelas que allá liomm estalde,.,,1^0. — Celebré) »d roverendo don José Darán,
párroco socliantrc do la iglesia <lel l’ ino, (|uien
tomando ocnsioii de los tnotivos por los cuales se.
cí'lebrnba Ja fiesta expresada, supo enlazarlos con
gran maestría eon el aeto que se estaba realizan,l„. — Conm ovedor fué el momento en que aque
llos buenos niños, de.spues do haber reeibido el
Pan do los Angeles, se aeevcai’on al altar de María
para ofreeer el cirU) y un ram illete do bbnicas
flores, símbolo do la gracia de que su alma es
taba revestiíla.
La capilla do aquella casa resulté) incapaz para
eontener la gran multitud de personas que acudió
al tMicio solemne, cantado por los alumnos eou
acompañamiento de orquesta. Celebró el reverendo
«bm iíafael C oll Piza, y al concluir, el director
del estableoim iento d irig ió la palabra á los pre8<‘utes, animando cotí elocuentes frases á todos á
t|iie acudieran á la V irgen Inmaculada en las uee«'sidades coriM>rules y espirituales y en especial
])ara ajeanzar el pronto y fe liz térm ino de las
guerras que tantos s;u'rilicio8 cuestan á nuestra
amada patria.
JJiU'celüiui, lo «le libre, de 1897
----------------
ALM K RIA.
L os Salesianos en Almería.
Sr. Dr. del B o l k t ín S a l e s ia k o .
N o siéndole á V . desconocidos los deseos y trá
balos do los Cooperadores de Alm ería para poseer
cuanto 5Uil.es una Casa de D. Hosco, m e permito
rem itirle el siguiente arlículo que publicó ayer
el excelente periódico local Ei. F e u k o c a r u il , y el
cual refleja adinirablem cute b)S deseos de los Coo])evmloies y las risueñas esperanzas que tienen
cifradas en la obra providencial de los Salesiauos« L lega basta m)sotroa una noticia que bien
quisiéramos la confirmaran pronto los hechos.
Se nos
dicho que en A lm e r ía , donde por
abandono de los padres y por olvidar las autori
dades sus deberes tanto srbumlau los niños entre
gados 5Í lii vagancia, v ic io que ha de convertirlos
muy luego engazóte del pueblo y en carn e délo»
presidios, se piensa seriamente por silgunas per
sonas de corazón sano y de altas temlencias en
que vengjv á establecerse la P ía Sociedad Ssde
siaua, sublime institución que beneficios tan in
mensos est-i derramando y a en todas las partes
del mundo, de lo que son 'elocuentes testigos, co
España, Barcelona y Sarriá, Msílaga y Pozoblanco.
Gerona y Bilbao, Éciju y Utrera, S evilla y otra*
poblacion es, qite apercibidas de los redentor*'*
tiñes y de la santidad de la obra que realizahanse* apresurado á procurar no ser las lUtiiuas
im
i
— 4o —
en el disfrute de los grandes bienes morales y
materiales que produce.
Fecha fausta seria p a ia A lm ería aquella en que
el grandioso y adm irable pensamiento d e Don
Bosco empezara á ten er aquí re a lid a d } dia feliz
sería para nuestro pueblo aquel en qne por la
hermosa obra de la caridad y d e l trabajo des
apareciera la vagancia que degrada y corrompe,
convirtiéndose esos rapaces que pululan ociosos
por las calles, entregados á todos los vicios y
amenazando con una mañana de vergüenzas y de
crímenes, en seres útiles á la sociedad y á la fa
milia, en hombres de positivo provecho por la
cultura de sus sentimientos y por las aptitudes
desarrolladas en oñcios y profesiones que diguiñ
ean al individuo fecundando á la vez la riqueza
pública.
E l pensamiento de D . B o sco , la obra que los
Salesianos practican, se necesita detenerse á me
ditarla, conocerla bien, verla en su desarrollo y en
BUS fines para poderla adm irar en toda su gran
deza y en toda su hermosura. R ecojer del arroyo
y de los antros frecuentados por la yagaiicia ¿
infelices niños, fam élicos y r o to s , para alimen
tarlos y vestirlos 5 retira r de la escuela del vic io
¿ esas pobres criaturas privadas de toda ayuda
protectora y ayunas de todo noble ca riñ o , para
instalarlas en colegios bien montados, donde se
avive la luz de su in teligen cia y se despierte su
corazón á santas aspiraciones; convertir la legión
grosera de aprendices del crimen en soldados de
la virtud, conquistadores d e l bien social por m e
dio del trabajo que dignifica y redim e j hacer de
los que serían mañana deshonra bochornosa de
la familia, de la ciudad y de la cultura hombres
útiles, obreros laboriosos, maestros in teligen tes;
transformar los podridos sentimientos y los feroces
instintos del que v iv e en e l fango amontonado
por todas las prostituciones, en generosas ideas y
en dulces anhelos producidos p o r la enseñanza,
por el ejem plo y por e l hábito del tra b a jo ; nietamorfosear, en fin, e l va go en laborioso, el estrípido en culto, e l niño de la calle en hom bre de
los talleres, el que no sabe más que vom itar blas
femias y burlarse de los ancianos en ser que de
muestra BU buena educion en la delicadeza de su
espíritu, es una obra herm osa, sublim e, santa,
que todas las conciencias rectas tienen que aplau
dir, qne todas las almas nobles tienen que alabar,
que todos los almcrieuses amantes de su pueblo
desearán v e r im plantada en esta ciu dad, donde
tauto abundan los niños abandonados y donde
tanto faltan in teligen cias y brazos que mejoren
sus costumbres é impulsen su progreso.
¡ Adelante los que pensamiento tan hermoso han
concebido y los que en gestión tan gloriosa se
ocupan! ¡A d e la n te los que apartando su in teli
gencia, BU corazón y su labor de lo vu lgar y lo
inñ'cimdo, de los egoismos que degradan y de las
soberbias que hinchan, de las v a n i^ d e s del necio
y de las codicias del m a lv a d o , sienten hondo,
piensan largo, aman ancho y aspiran á red im ir
al niño desamparado, convirtíéndolo d e partícula
de la gleb a en hombre ú til á sí mismo, á la fa
milia, al pueblo, á la sociedad en que naciera y
á la humanidad á que pertenece!
¡A d e la n te ! qne si es débil el ruido que pro
ducen los aplausos de E l F e r b o c a e r il y muy
tibio, por ser nuestro, e l calor del apoyo qne
prestamos á la idea, y a vendrán después á suplir
nuestras deficiencias las alabanzas de A lm ería
entera agradecida y e l vigoroso au xilio d e todos
los almerienses, rendidos á la gallard ía del pen>
samiento, á la majestad d e su desarrollo y a l
ópim o fruto de sus resultados. »
Pidien d o á D ios qne tan hermosa idea sea
pronto una realidad para b ien de tantos infelices
niños de m i querida c iu d a d , m e es grato ofre
cerm e de y . a&no. S. S. q. b. s. m.
X.
Cooperador Salesiano.
Almería, 7 de Nbre. de 1897.
jxnjxru-u-i-rtj-tjuaTi-nju-ij-u-iJi-tTTU'mjvrLfVfu-v.rtftJXfi.nji.
LIM A (Perú).
Sr. Director del B oletín Salesiano .
M e es sumamente grato en viarle á V . una su
cinta relación de la fiesta que como espontauea
demostración de cariño han celebrado las H ijas
de M aría A u xiliadora, establecidas en esta capi
tal, en honor del Ilp io. Sr. D . Santiago Costamagua.
Un dia después de la llegad a d e l ilustre hués
ped, 31 de Octubre, escogida y numerosa concu
rrencia llen ó la preciosa iglesia del Instituto Se
villa, para celebrar solemnemente el últim o día
del mes consagrado á la V irg e n del Rosario, te
niendo la dioba d e escuchar la autorizada palabra
del virtuoso P relad o Salesiano q u e , con la sen
cillez y dulzura que le distinguen, encareció la
im portancia de la devoción al Santo Rosario, pre
dicada con inenarrable entusiasmo por e l ínclito
Fundador de la orden dominicana en los albores
del siglo X m .
Contribuyó en gran parte á solemnizar la fiesta
religiosa el canto de las Letanías lauretanas y de
nn T on tu m c r g o , origin al del Sr. Costamagna,
finalizando la función con la bendición coa S.
D. M. dada por el Sr. D irector del Instituto.
Y deseando las H ijas de M aría Auxiliadora que
la fiesta en honor del lim o. Sr. Costamagna fuera
completa, en cuanto estuviera de su jiarte, orga
nizaron una academia músico-literaria, que re
sultó expléndida, así por la delicadeza cou que
recitaron las niñas v a ria » poesías, como por la
m agistral ejecución del escogido rejiertorio mu
sical, acreditando así una vez más lo » profundos
conocimientos que posee en música el It. P . A n
tonio R ic c a rd i, director del establecimiento.
Adem ás de esto se puso en escena la com edia
titu la d a : Quien bisn hace, bien halla, escrita por
el dramaturgo salesiano D. Juan B. Lerno^me, con
cuyo recitado tuvim os ocasión de asjiirar el suave
perfum e de la moral cristiana. L a nota más sa
lien te de la velad a fué la poesía titulada L a Obra
SaUsiana, que por su carácter de actualidad,
form a galana y el exquisito sentimentalismo de
que estaba impregnada, conm ovió los corazones
de todos los circunstantes.
Agradeciendo á V ., Sr. D irector, la publicación
de estas cortas lin e a s , queda de V . afino. S. S.
in Corde Jesu
P . S.
Cooperador Salesiano.
Lima, Noviembre de 1897.
— 4G —
HOJA RBDOÍÍDA (Perú).
R vdmo . P a d iíe Mig u el R úa :
Con el m ayor placer envío á V . E. estas pocas
lin ea » para que, si lo cree conveniente, las dó
cabida en el B oletín Sa le s ia n o .
El día 9 del p. p. Setiem bre serú para nosotros
in olvid ab le por e l gran paseo que en dicho día
dimos al pintoresco pueblo de Pisco, distante de
H oja Iie<londa unas cinco leguas. L a expedición
la componíamos tres Superiores y treinta niños
externos, todo» á caballo.
L leg a (ío el día tan suspirado por los alumnos,
antes de salir su acercaron todos ú recibir el Pan
d é lo s A n gele», para ir acompañados de nuestro
verdadero padre y nmigj), niiestn) divin o Jesús.
A liiK ocho de la tnnfmna se puso en marcha la
alegre caravana por mí caj)itaneada, llegando á
Pisco sin novcíhul particular. N o es pava dicho
las m aravillas que su Inician en e"to pueblo al ver
á tantos jin etes dispuestos con tan buen onleii.
Habiéndose enterado los do Pisco que ei*an alum
nos de la Escuela Salesiana de H oja Redonda, no
tenían frases para alabar bastante la Obra de Don
Boscü, uü faltando quien dijera que con ser H oja
Redonda casi un despoblado tenían sus moradores
la fortuna de que viviera n entre ellos ios Salesíanos, cosa que no tenían en P is c o , siendo tul
voz más á propúsito. Nos esperaba en su casa el
Sr. D. Carlos P r o n e tti, (pie fue en un tiempo
alumno de D. Bosco en el Colegio do Lanzo, y
tuvo por maestro a l lim o. Sr. D. Santiago Costamagua. Es ahora el Sr, Pron etti un entusiasta
Cooperador Salesiano y uno do los principales
bienhechores do esto incipiente Colegio. Cuando
llegam os á su casa, después de unes momentos
de repuso, él mismo, en uuioii de su fam ilia, nos
sirvió un suculento almuerzo. A la vista de una
escena tan llena de cariño me acordé de los céle
bres paseos que acostumbraba dar nuestro ama
do D. Bosco, por las colinas del Monferrato.
D ebido tam bién á la am abilidad de un italiano,
capitán de un buque, pudimos trasladarnos á bordo
para que muchos de los niños vieran por vez pri
mera el mar con sus palacios ñutantes. P ero no
todos los niños tuvieron el suficiente va lor de
embarcarse, por lo cual se quedaron algunos en
el p u erto, siendo el blanco de las risas de sus
uomiiañeros. Después de regresar á Pisco, ou donde
nos detuvim os para comprar algunos útiles y llar
las más expresivas gracias á nuestros hienheehures, partíalos para H oja R ed o n d a , haciéndose el
regreso un poco más molesto que la ida á causa
del cansancio de las calmllorías.
Y aquí quiero contar ú V. R. un curioso in ci
dente que nos ocurrió á la vuelta. Con m otivo do
algunos desórdenes acaecidos ou una hacienda
inmediativ á nuestro Colegio, oruzahau los días
pasados la Pam pa varios soldados armados; ¡cual
seria nuestro asombro ni v er en lontananza un
confuso tropel que se d irig ía hacia nosotros!
Nuestro prim er pensamiento fuá ci'eer que serían
soldados y que segununeute nos las tendríamos
que v e r con ellos, osponiéndonos á serios disgus
tos. A ntes do iiue llegara el momento de entrar
en la singular natalla, tuve el buen acuerdo de
imvudar un mensajero pidiendo una entrevista con
e l je fe del escuadrón. Puedo V . R . imaginarse
cual no seria nuestro desencanto y las risas que
provocaría en nosotros la vu elta del mensajero
diciéudouus que no había tal, pues lo que nosotros
creimos escuadrón de soldados no era otra cosa
que ¡ una recua de muías cargadas que se dirigían
á Pisco.
A los 15 días se rep itió el paseo para los 18
alumnos lutornos, y otra vez tuvim os la ocasión
de experimentar la generosidad de la fam ilia del
Sr. Pronetti, que como le he dicho á V . R ., es el
m ayor apoyo que tiene esta incipiente Colonia
A grícola y Escuela de Artes y Oficios.
Acabaré diciéndole, amado Padre, quelosextvnienes semetrales de nuestros niños han sido en
extrem o satisfiictorios.
Dígnese V . R. mandar su paternal bendición á
todos los Snlesiuuos, niños y Cooperadores de Hoja
Redonda, pero de una maueni especial á su
humilde hijo in C. J.
G uído R o c c a , Pbro.
Hiiju lícdfiiula. Octubre do 1897.
--------VWV-VFfcKti
i^ O L O M ííiA
------( 1)
La gran Misión en favor de los Leprosos.
R e v u o . P a d r e D. R ú a :
Perm ítam e ahora, amado Padre, que le dirija
una súplica, ó m ejor dicho, que le rep ita una que
86 me ha hecho varias veces.
X t i w o L.ikzuft‘e t o fie lc|»i>0!40i« i i a m
lOH SfflCNlUIIOH.
H ace pocos días que recibí una carta de la Au
toridad del Departam ento de Santander, en la
que se me rogaba que lo más pronto posible man
dara un Salesiano al Lazareto de Contratación.
Más de dos años hace que se trata de la apertura
de aquella Casa salesiana, siendo esta la voluntad
decidida de las Autoridades civiles y eclesiásticas,
y el único deseo de aquellos 800 leprosos j pero
no se ha podido lle v a r á efeato por la escasez de
pex-sonal. El ano pasado estaba todo preparado para
la fundación ; pero ilespiies tuvimos orden de co
menzar las Misiones de S. Martín y esto varió
nuestro proyecto. Sin embargo, hoy la necesidad
de at 4-nder á aquel Lazareto es más urgente que
nunca. Antes, al menos una ve z al mes, acostum
braba á visitar á aquellos desgraciados nn saceríloto de una parroquia vecina, ahora y a ha cesado
de ir porque lo trasladaron de aquel pueblo, que
dando do este modo los pobres leprosos de Con
tratación privados de todo socorro religioso; y
téngase en cuenta que si hay algún ser en el
mundo (jue tenga necesidad del sacerdote y de su
obra, este es ciertanieiito el pobre leproso : que
es el hombre que más sufre en esta tierra. Todos
los Salosianos residentes en Colombia están pi'ontos á m archar, pero esta buena voluntad no puede
secundarse por la carencia do personal, que V . R.
ciertam ente sabe. N o so necesita mucho para abrir
aquella C asa: maude V . R . un sacerdote bueno,
celoso, sin repugnancia de las llagas y que no
tenga m iedo do la m u erte; que le acompañe un
coadjutor cusí santo, que entienda algo de cocina
y de sacristía y que esté acostumbrado á la vida
do sacrificio; con solo estos dos nos basta por
ahora.
En la Casa d e Fontibón hay 40 clérigos dispues
tos á marchar á una sim ple indicación de los
superiores, de modo que con el pequeño coutin(1) V. Bol. de £&ero piig.
gente que le pido podremos abrir enseguida a qnella Casa y atender á la salvación de tantas
almas, que a l presente se pierden por fa lta de
asistencia religiosa. £ s demasiado triste que estos
infelices sufran dos infiernos, uno en este mundo
y luego el eterno en el otro. Y y a que no nos sea
posible librarlos del prim ero, esforcémonos para
que no caigan en el otro, aunque para conseguirlo
tengamos que someternos á cualquier sacrificio.
Mande por tanto V . R ., amado Padre, á estos dos
Henuanos, ahora que la ocasión es propicia, pues
según creo están para partir los Salesianos que
van á abrir la Casa de Curasao, y si á estos añade algunos más para la Misión de S. Martín,
será mucho m ayor e l bien que podremos hacer;
pero si esto últim o no fuera posible, permítame
al menos V . E. que le d irija la súplica que los
leprosos del E van gelio dirigían al divin o M aestro:
J m i praeceptor, miserere nostri. Jesús, todo bon
dad. en seguida les d evo lvía la salud y llenaba
de inmensa a legría el corazón de diez desgra
ciados; escuche V . R. m i súplica y devolverá la
alegría no solamente á diez, sino á algunos miles
de leprosos que v iv e n en Santander (1).
I conveniente, previo el concepto de la Academi.a
Pt^pnrntivoH
e l Gi*nii I.»KUi’eto
Xncioim l «le Coloml>l».
Paso ahora á dar á V . R . algunos pormenores
sobre el Gran Lazareto N acional.
Entre las varias leyes que se discutieron y apro
baron en la legislatura de 1896, existe una san
cionada y firm ada por ambas Cámaras, 3- acogida
con general aplauso por los colombianos, que
trata d e establecer un gran Lazareti> en la isla
de Coiba en el Pacífico, á unos 400 km. de P a
namá. Para dar principio á los trabajos el Estado
liabía presupuestado 200.000 escudos.
Varias veces estuve á punto i»ara partir y dar
así principio á la O b ra ; pero para ello liay nece
sidad de ausentarse por varios meses y yo no he
querido hacerlo sin el com petente permiso de V.
R. Con este objeto escribí á V . R. hace algún
tiempo, y V . R. tuvo la bondad de contestiirmo
aprobando en un todo mis proyectos y diindome
BU consentimiento para partir ú penas llegara ú
Bogotá e l sacerdote que debería sustituirme en la
dirección de esta Casa. Con todo, no me decidí
á partir por otras dos razones no despreciables
por c ie rto ; y sea la i)rim era lo agitados que es
taban los ánimos en los pueblos de la costa,
principalmente del Panamá, contra la citada le y ;
y la segunda el hallarse esta República en época
de elecciones presidenciales, durante las cuales
son de tem er las revoluciones y motines que for
man los partidos que se disputan el poder, y sería
una imprudencia irse en tiem po de revolución á
una isla casi desierta y distante de tierra firme
400 km. A penas terminen las elecciones, se co
menzarán los trabajos interrumpidos y tengo com
pleta segtiridad de que todo marchará perfecta
mente.
A primeros del pa.«ado A b ril, se publicó el D e
creto promulgando la le y rela tiva á la creación
del nuevo L azareto, que trascribo á continuación:
D ecreto n.° 145 de 1897 (A b r il 2)
EJÍ EJECUCIOX DE LA L e Y 55 DE 1896.
E l V icepresidente de l a R epúb lic a encar
DEL P oder ejecutivo
gado
CONSIDER.^NDO:
1.® Que e i Gobierno está autorizado para cons
truir uno ó más Lazaretos donde se ju zgu e más
A ) T . BoL d « Dbre. de 1897, p íg . 323.
de M edicina de B ogotá 6 de la Junta Central de
H ig ie n e ;
.
2.® Que consultadas ambas Corporaciones Cien
tíficas por el Departamento de Gobierno, han sido
de concepto que debe crearse un sólo Lazareto en
la isla de C o ib a ;
8.® Que á pesar de tan respetable opinión, el
Gobierno tien e que apartarse de ella, pues aunquo
e l aislamiento de los leprosos en un sólo I<azareto
es el m edio profiláctico más adecuado para la
estirpadon de la lepra, es d ifícil, por razones
obvias, tales como la enorme distancia á que se
halla del in terior la isla de Coiba ; la consiguiento
carencia de trasportes y el trabajo de conducir
m iles de enfermos por centenares <le leguas ; reu
n ir todos los lazariuos do la República un un sólo
pu n to;
4.
® Que la conatrnccion de uu nuevo Lazareto
tiene que ser tardía y urge dictar medidas opor
tunas para el aislamieuU) do los leprosos;
5.
® Que los actuales Lazarett)S de CoatratftcíoHj
A tjua de Dios y Caño de J^ira pueden prestar, si
se les eusanclia conveuientomeuto, útiles servi
cios ; y
6.
® Que lo expuesto anteriorm ente no im pide
que se construya un nuevo Lazareto, de acuerdo
con las prescripciones científicas, en la isla do
Coiba, tíil como lo han aconsejado la Academ ia
N acional de M edicina y la Junta Central de
H ig ie n e :
D ecreta :
A rtícu lo 1.® D e los 200.000 pesos votados por el
Congreso para dar cumplimiento d la L e y de 1896,
sedestin.un 120.000 pesos para ensanchar y m ejorar
los Lazaretos de A g u a de D ios, Contratación y
Caño de Lora . Esta cantidad será distribuida así •
Para el Lazareto de A gu a de Dios 70.000
Para el Lazareto de Contratación 80.000
P a ra el Lazareto de Caño de L o ra 20.000
Artículo 2.® Encárgase á las Juntas de Benefi
cencia (le las Capitales de los Departamentos en
que se hallan situados los Lazaretos mencionados,
del ensanche y m ejora de estos Establecimientos.
Dichas juntas procederán en el ejercicio de su
encargo de acuerdo con el em pleado que al efecto
designe el Poder E jecu tivo, p revia la udópeion
del plan que estimen más conveniente y econó
mico. el cual someterán á la aprobación del Mi
nistro de G(»b¡ei'iio.
A rtículo 8." Las cantidades de que habla el
A rtícu lo 1.® se entregarán por duodécimas partes
mensuales á los Síndacos do los respectivos L a
zaretos, quienes d(*beu comprobar la inversión do
lo que reciben en la forma y términos que determ i
nen los reglam entos de las Juntas de Henefleencia.
A rtícu lo 4.® Auxiliase con la cantidad de 60.000
pesos la coustrucion de un nuevo Lazareto en la
isla de Coiba. el cual quedará bajo la dirección
de la Junta del Grau Lazareto Nacional. Esta
Junta queda autorizada para reunir en dicho
punto los leprosos que puedan ser trasladados á
él poniendo en ejecución con ta l fin los medios
que de acuerdo con el Gobierno se consideren
más prácticos y eficaces.
p a rá gra fo. É l auxilio de que trata este artículo
se pagará a l Tesoro de la Junta del Gran Laza
reto Nacional, á m edida que avancen los trabajos
de construcción en la isla de Coiha, en la pro
porción que determ ine el M inisterio de Gobierno,
de acuerdo con la Junta y en vista de h»s in fir
mes que suministre el em pleado que tenga á s-i
cargo la fiscalización d e los trabajos.
^ A rtícu lo 5.® ■En el caso de que en la isla de
Ooiba haya propietarios ó colonoS; quedan á
salvo sus derechos, conforme á las leyes, cuando
sea necesario ocuparles sus terrenos para la ediílcacion del L a zareto; y las indemnizaciones que
correspondan á tales propietarios ó colonos serán
<Ie cargo do la Junta del Gran Lazareto Nacional.
A rtícu lo 6.® Si los Gobernadores de Antioquía
.V Cauca, ó alguno do olios resol vieren fundar un
íinzareto para aislar los leprosos que existan en
esos departamentos, el Gobierno auxiliará la cons
trucción del Establücimiüuto en la m edida de
los recursos votados por la L e y 55 de 1896, ya
c.itadn, y ou proporción á la im portancia de las
obras que se emprendan.
A rtícu lo 7.® Créase en cada uno de los Depar
tamentos de Cundinamarca, Santander y B olívar
un Inspector de lazareto, encargado de intervenir
on los trabiyoB de ensanche y m ejora d e l La za
reto respectivo, conforme á lo establecido en el
artículo 3.® del presente decreto, de fiscalizar la
inversión de los fondos que se destinan á esos
trabajos y dar al gobierno, mensnalmente, in for
mes detallados sobre la marcha del E stableci
miento. Cada Inspector disfrutará del sueldo anual
do m il seiscientos pesos.
P a rá g ra fo. L a inspección de los trabajos del
Lazareto d e la isla do Coiba estará á cargo del
Inspector del Lazareto del departamento de Bo
lív a r, em pleado que tendrá un sobre sueldo de
100 pesos mensuales on los meses en que se tras
lade á la isla á llenar los deberes que le corres
ponden.
A rtícu lo 8.® L os gastos que exige el cumpli
m iento de este D ecreto se imputarán á la partida
que fuere apropiada con ta l objeto en el Presu
puesto de Gastos del bienio en curso.
COMÜNÍQUESE Y PUBLÍQOKSE.
D ado en Bogotá, á dos de A b ril de 1897.
M. A . Caro
E l M inistro de Gobierno
A ntonio R o l d a n
£1 Subsecretario de Gobierno
A ntonio W . E o b az .
M o n u m e n t o ú n u e s t r o « ii ic r id o H e r m a n o
1>. .lU gruel V u i a .
Y a que en ésta sólo m e he ocupado d e los le
prosos y de los Lazaretos term inare, amado Padre,
dándole la noticia de que las Cámaras de los senadoresy Diputados aprobaron por unanimidad una
le y para levantar en la pinza de A gu a de D ios una
estatua de mármol en honor de nuestro amado
hermano y m ártir do su caridad e l P ad re M iguel
U n ía ( 1).
A l conmemorar su aniversario, ol Supremo Go
bierno d e esta república, no olvidando la g ra ti
tud y admiración que le debe, ha querido honrar
así la mem oria de quien sacrificó su v id a por
la salud de sus hermanos.
E l aplauso que por tal acuerdo recibió el Go
bierno fué tan general como entusiasta. Hasta
hoy han retanlado la qjecucion las elecciones;
pero la estatua se hará á su debido tiem po y
espero que á un célebre escultor italiano, esta
b lecid o on Bogotá, le cabrá la gloría de esculpir
en e l márm ol la in olvid ab le figura de nuestro
amado P . Unia.
PL) Y . BoL de Agoeto de 1997.
48 —
R uego á V . E ., amado Padre, que bendiga á
todos los Salesianos de esta inspectoría, pero
principalm ente á los de A gu a de D ios y á su
afmo. hijo in Gorde Jesu
E vasio E a b a g l ia t i , Pbro.
Bogotá, 15 de Agosto de 1897
(Paraguay)
E stimado Sr. D irector :
Consecuente con la promesa que le hice en carta
particular, tengo el agrado de enviarle m i primera
correspondencia para su ilustrado periódico.
l^ocü de interés podré comunicar á sus lectores
eu mis escritos, porque en la apartada región
donde m e han confinado exigencias de salud cor
poral y necesidad de reposo de espíritu, pásanse
los días en m edio de la más apacible tranquilidad,
siendo raro el acontecimiento de alguna trascen
dencia que se produce.
P o r fortuna puedo in iciar mis cartas con una
noticia que recibirán con placer, pues se refiere
á la gran fam ilia Salesiana, cuyos m iem bros en
las postrimerías de este S iglo como otrora los hijos
de L o y o la con sus civilizadoras reducciones, van
llevan do la palabra evan gélica á todos los rin
cones de la tierra sin arredrarse ante los peligros,
n i detenerse por los obstáculos que la impiedad
les opone mucha veces.
Es esta una población donde la religiosidad en
la mujer es general, no sucediendo desgraciada
m ente lo mismo respecto al hom bre, aunque haya
algunos buenos católicos entre lo más caracte
rizado del elem ento masculino del vecindario. Por
esta razón, — aparte de las inmensas ven tea s
materiales que aportan las misiones Salesianas á
los pueblos, — la ven id a aquí de estos religiosos
es una necesidad que se hace sentir mucho más
que en la Asunción, muy afortunada á aquel res;^ecto, donde y a los hijos del gran D . Sosco han
nm dado un notable establecim iento de enseñanza
superior con Escuela anexa de A rtes y Oficios
para los niños pobres.
A m i llegada al Paraguay tu ve conocimiento
de que se había constituido eu este destino una
Comisión de respetables señoras para gestionar el
establecim iento de un colegio católico de niñas,
bqjo la dirección de alguna com im idad de H e >
manas de la Caridad. P ero después se supo que
eso por el momento no era posible y , habiendo
hablado con el P . Turicoia, D irector d e la Escuela
de A rtes y Oficios de la Capital, conocí que se
^ d r í a establecer eu el mismo local un Instituto
Salesiono.
Este mismo sacerdote m e com isionó para en
tenderm e con las referidas damas sobre dicho par
ticu lar; y como resultado de m is trabajos m e es
satisfactorio participarle que la casa destinada á
las H H . de la Caridad se acaba de ceder á los
P P . habiéndose trasladado para otra época la fun
dación del C olegio de niñas.
Espérase con verdadera ansiedad la resolución
del P . T u rriccia después de la respuesta favorable
que se le concluye de dar por m i interm edio, le*
— 4’J —
ídncion que se hace desear uu tanto sin que el
Tecindariü se esplique e l m otivo, toda v e z que
¿ única dificultad que existía acaba de allanarse,
que b casa esta lista y que uu núcleo respetable
de vecinos pudientes favorece la apertura d e la
Escuela cristiana para poner en ella á sus hijos.
El ediiiciü destinado á los hijos de D on Bosco
hállase ubicado sobre la ribera izquierda del poé
tico rio Paraguay, en lo alto de la barranca, en
un paraje seco y aireado, con vistas encantadoras
al Gran Chaco situado á su fren te y con iguales
panoramas hacia la costa oriental. Es espacioso y
eetá construido á la usanza del país, con grandes
habitaciones m uy altas, techo de tejas sobre tiran-
tina, con profesores bien preparados que han obte
n ido por oposición sus empleos.
Ig le s ia sólo existe una con uu sólo sacerdote,
que tiene á su cargo tam bién las d e los pueblecitos próximos de Belén y Horqueta, resultando de
esto que los vecinos de este im portante pueblo
vense privados muchas veces por espacio de una
semana y más todavía de la presencia de su Cura
Párroco y los moribundos de recib ir los auxilios
salvadores de la religión . — A h oi’a, por ejem plo,
no hay un sólo sacerdote en e l Departam ento,
pues e l Señor V ica rio hace sus ejercicios en el Se
m inario de la Asunción.
Como v e e l Señor D irector, fa lta clero eu el
país, y no nos explicamos los católicos aquí resi«lentescóm o es que los P P . Salesinnos no vien en
lie una v ez á la desamparada v illa , donde claiiianiuB por ellos y estamos dispuestos á hacer
iodos los sacrificios por sostenerlos y conservarlos.
Tendrían tam bién los abuoptdos misioneros umi
i;rau obra que re a liza r: la cristianización y c iv ili
zación de los innumerables indios lenguas, ([ue
do la ribera occidental vien en diariam ente á Con
cepción, ostentando por sus calles su m iseria física
y moral, sin que nadie haya intentado todavía
convertirlos á nuestra P e. ¡Cuánto bmu no harían
á este respecto esos ungidos del Señor que con
sagran toda su existencia á la salvación de loa
almas y á la g lo ria d e A qu el que derramó su
sangre por la redención de ios hom bres!
D olor causa v e r que los protestantes tengan
una m isión en e l Chaco á pocas m illas do estív
villa , donde van catequizando á centenares de in
dios, y que los católicos no hagamos nada por la
conversión de estos infieles que, á la larga, foritiaráu un verdadero pueblo luterano, dados su
uatuial docilidad y el ascendiente que sobro ellos
ejer<ren los pastores de aquella secta.
T ie u e e l gusto de saludar a l Señor D irector su
am igo y correligionario.
O k i o l S o l é R o d r íg u e z
Villa Concepoion, 10 do Agosto do 1897.
IIISTOIIIA DEL OliATOlUü
DE S. FRAXClSCn DE SALES
llm o. Sr. Freiot, Chispo de Aiiáulsma.
(K
i>ág. 52).
tería de palm era y dos espléndidos pórticos, uno
en la fachada que m ira al poniente, y otro en la
parte opuesta que da frente á la villa . Dispone el
local de un am plio terreno baldío, donde podrán
hacerse nuevas iustalacioues.
-X —
Concepción cuenta con una población de cinco
á seis m il habitantes, siendo muchas las personjus
d© fortuna: hacendados, yerbateros y negociantes
uiayorístas que hacen su principal com ercio con
¿ Brasil.
, ,
;
Hay varias escuelas públicas y particulares de
Ambos sexos, y es la única jw blacion del Paraguay,
después de la Capital, que tiene C olegio Nacional.
En éste rigen los mismos programas de los estabhHTnientos de su género de la República A rgen
C a p ít u l o X X
(1).
SEGURADOS d e q u e la v id a d e to* d o s e s ta b a s a lv a d a , lo s n iñ o s y a
-V . n o se d e te rm in a ro n á a c o s ta rs e ú
,
p e s a r d e l a b o r a , la s d o s d e l a m a
ñ a n a , sin o q u e b a ja n d o c o n D . B o s c o ú la 1*
íjle s ia se c o n fe s a ro n to d o s , o y e r o n la san ta
M is a c e le b r a d a p o r D . B ú a é h ic ie r o n la
c o m u n ió n e n a c c ió n d e g r a c ia s á D io s y á
l a V i r g e n In m a c u la d a p o r h a b e rlo s p r e s e r
v a d o a q u e lla n o c h e d e u n a m u e rte b u m a n a m e u te in e v it a b le . A es o d e la s 5 d e la m a
ñ a n a , á l a s e ñ a l o r d in a r ia d e le v a n ta r s e , lo s
(1) V . Bol. de Dbre. de 1S37.
52 —
talleree, desaliogo de los alumnoB hoy existentes
j e l aumento de otros uuovos, todo en benelicio
d e la clase menesterosa y desheredada del saber
y d e la foi-tiuia.
> Son i)usitivos los heueñclos de la Institución
SaloBÍuua; los resultados obtenidos por e lla en la
instrucción y educación do la clase pobre y obrera
(le nuestra sociedad, subrepasau las fundadas espe
ranzas concebidas tí la ven id a de los hijos de
Uou Busco.»
3 s d ;É j- io o
C o i i l o r o i i o i a S alc*M laiia c i i T o o t i l l a i i ( O a x a v a . — A m edida (ju elu Obra Salesiaua se va
conociendo, encuentra m ayor número de celosos
Cooperadores y adquiere más grande difusión
en M éjico. Eu el uúiuero de Dbre. publicamos
un trozo do una carta del insigne y activo Coo
perador D. José G. M endoza, m édico de Teotilláu, eu la cual daba gallardas muestras del celo
que lo anima en fa vo r de la Obra de D . Bosco;
y eu ésto nos es dable poder publicar el siguiente
úrrufü do otra carta en la que el mismo Señor
aba cuenta al li. B. IMccono, director del C olegio
Salüsiauu de M éjico, de la Conferencia que hubiuu
celebrado los Cuuperaduros á últimos de Octubre
p. p., al mismo tiem po que le trasm itía una larga
lista de nuevos Cuu|ieradores. D ice así la carta:
« A y e r (29 de O b re.) celebramos la prim era
ju n ta de Cooperadores Salesianos de este pueblo.
Este acontecim iento ha llenado de gozo á todos
los Coüi)crmlüro 8 de T eotillú ii..A u n qu e la coucuvrouoia no fuó muy numerosa por sur día de tra*
bajo, sí fuó lu sullciunte para notarse que hay
gran cariño por la obra do D . Bosco y que hay
graudo disposiciou por tiyudar á propagar, bajo
todos coucoptos, esta obra tan santa como útil.
Brosidió el acto nuestro (juerido Barroco V. F.,
1). lla fa e l M. Osario, y asistieron los señores P á
rrocos de C oxcatlúu, D . Manuel C am acho, de
San Ibiblo Zoquitlúii, D. Luis Flores, do Iluantla,
1). Bablü Manzano, de Hueliuetlán, D. Floren tin o
Kspiuüza y unas cincuenta personas entre los
Cooperadores y sus familias. £1 señor Cura Osoriu
loy<5 la Conferencia Salesiaua, y después de in
vocar el auxilio del Espíritu Santo, d ijo una i>lálic a llen a de unción y que producirá grandes
frutos para la obra salesinna. Después, este hu
m ilde servidor de V . li. di(í cuenta del estado
on que so halla en esto pueblo la obra salesiaua,
encareciendo lu necesidad de que cada Cooperador
sea uu coloso propagador do eahi obra, y reco
mendando á todos lo bueno que es eu viar lim os
nas para los niños do D. Busco.
T erm in ó la Junta con la colecta prescrita y
dando gracias á María A u xiliadora que nos ha
concedido ú loa vecinos de este pueblo ]»articipar
d e tantas gracias como son las vinculadas á la
P ía Sociedad Salesiaua. \Sea Dios alabado por
to d o ! »
S
gio, con el consiguiente entusiasmo de las Her
manas y aluiunas.
Después de visitar S. S. lim a., y los señores
Canónigos que le acompañaban la magníñea
iglesia, de reciente construcción, dedicada á nues
tra Madre María Auxiliadora, se veriñeó una
velada músico-literaria en honor del Sr. Arzobispo,
quien al despedirse agradeció las sinceras pruebas
á e filial cariño que en tan breves y gratos mo
mentos había recibido, prom etiendo que volvería
pronto con más detenim iento; recomendó á las
alumnas que continuaran portándose bien y apli
cándose mucho en el trabajo y estudio para que
así pudieran conservar la santa alegría que refle
jab an sus juveniles rostros, símbolo de la paz v
tranquilidad do sus almas.
I jCÓii X I I I y los antiguos alnmnos de
Saiii|iici'<lnrciia (G én ova ). — Después de cele
brar <üu la solemnidad que dijim os en el B ole
t ín do Setiem bre las fiestas ju bilares del Colegio
Salcsiauo, la Sociedad de Antiguos Alum nos del
mismo reunió eu uu procioso opúsculo los trabajos
literarios que eu aquella ocasión leyeron, mandan
do un ejem plar rica y artísticam ente encuadernado
por los jóven es del Colegio, á su Santidad por
m edio del Eniiuo. Cardenal Cretoni. E l Padre
Santo, agredeeiendo el obsequio, mandó su apos
tólica beudicioii á los Salesianos y á sus alumnoí^
valiéndose del mismo conducto. Con gusto publi
camos la carta que con este m otivo escribía al
Sr. D irector del Colegio el Emmo. Cardenal Cretü u i:
R espetable Sr. D uiector :
Con bastante retraso he recibido su carta del
25 de Obi’e. próxim o pasado.
A gradezco mucho e l ejem plar del lib ro que se
ha servido mandarme. En cuanto al otro que le
acompañaba y que yo debía presentar al Padre
Santo, pláceme poder comunicarle que¡Su Santidad
ha recibido con suma complacencia e l obsequio
que los Salesianos y sus alumnos lo m andan; lia
m anifestado v iv a satisfacción por los senti
m ientos de iimor filia l con que le acompañaban
y cou paternal afecto y como prenda de celestiales
favores manda una especial Bendición á dichos
Padres y á las obras todas que traen entre manos
en beuoilciu de los fieles, y especialm ente de la
juventud.
Congratulándome, por lo tanto, con los dignos
H ijos do D. Büsco y cou sus queridos alumnos,
rue^o a l Señor que se d ign e hacerlos crecer y mul
tiplicarlos eu pro de la c iv il sociedad; y saludando
al mismo tiempo al dignísim o Párroco de S. Ca
yetano, R . P . Luis Bussi, me repito
D e V . R. afino. S. S.
Cardenal L . C uetoni
Roma, 21 de Kbze. de 1897.
n tA - lS T C I- A .
IT A .X .IA .
l>OM iincvn» G ra n ja s A g ríc o la s en Etagiiac (C harente). — N adie ignora que una délas
E l l i n i o . S r . A i'z o b iM p o « lo T u r í n e n o l
In s a U lu lt» «1«‘ S ía . I V r o H ii e u C l i i o r i . — Con
m otivo de la visita que el nuevo Sr. Arzobispo
do Tu rín ha hecho al Sontiuario Menor (establecido
eu la vecin a é hist(Sric«i ciudad de Chieri, hrs
U ^ a s de María A u xiliadora han tenido también
a diclia de re c ib ir ul lim o. Prelado eu su C ole
causas de los males presentes y especialmente de
los que afligen ú la agricultura, principal fuente
de riqueza para los pueblos, es esa fiebre de los
grandes ciudades que atrae con irresistible fuerza
á su seno á m illares de infelices que abandonan
sus campos con la m entida esperanza de encon
trar una v id a más desahogada, y de obtener raa-
— 53 —
Tores utilidades de su trabajo. Nuestro amado
^dre D. Bosco uo podía meuos que lam entar
este mal gravísim o, origen de la ruina m oral y
osterial de tantos desgraciados, y para coaptarle
en lo posible, puso entre los fines de su Congre
gación el establecim iento de Granjas Agrícolas,
infundieran en las nuevas generaciones verero amor á la agricultura, y contribuyeran en
en pequenez á la verdadera reconstitución de la
sociedad sobre bases estables de prosperidad y de
Í)ien entendido progreso. Varias son ya las Escue
las prácticas de agricultura que en diversas re
giones sostiene la Congregación Salesiana, Á las
cnales se ban agregado liltim am ente otras dos en
S
representación del R . P . Rúa, del P . Renat, d i
rector de la Granja, de distinguidas personas, de
varias de las Asociaciones de caridad sostenidas
por e l Conde, y de nximeroso pueblo. Term inada
la bendición de la Casa y de una grande campana,
que momentos después llenaba el aire con sus alegres notas desde el alto campanario, celebró
e l Santo Sacrificio e l V ica rio General de la dió
cesis, y Su lim a, en nn entusiasta discurso enco
m ió la caridad del Conde y presentó ó la muche
dumbre los Salesianos, d e quienes hizo un no
iequeño elogio. Momento despnes de la Misa
legó á colmar la alegría de todos la bendición
de Su Santidad, que e l Párroco del pueblo se ha-
f
Banda de Música del Colegio Salesíano de Lima.
(V . pd^. 45).
Francia, de cuya solemne apertura vamos b reve
mente á ocuparnos.
El ilustre Conde Arturo J. Dupont, descendiente
íel célebre general de N apoleón I , no satisfecho
todavía con las m últiples obras de caridad que
lia fundado y sostiene, siendo el verdadero paño
de lágrimas de todos los necesitados, enterado de
loa fines que persigue la Obra Salesiana, ha conM o á los Salesianos é H ijas de M aría A u x ilia
dora dos Granjas A grícolas que ha fundado en
^ vastas y ricas posesiones d e Etagnac, en la
dídeesis de Angulem a. E l 20 d e N oviem b re ú lti
mo verificóse la solemne inauguración de la Gran^ confiada á le » Salesianos, con la asistencia
W Prelado diocesano, lim o . Sr. Frérot, que ben^ 0 todos ios departamentos del nuevo Instituto,
dti ilustre Conde Dupont, del R . P . P a b lo A lbera,
director espiritual de nuestra P ía Sociedad, en
hía apresurado ú implorar.
Term inadas los sagradas fundones pasaron lo »
invitados al castillo de Roebebrune, donde e l
Conde tenía preparado nn modesto banquete. A
los postres se levan tó el R. P . Albora, que en nom
bre de los Salesianos agradeció al Conde su g e
nerosidad en fa v o r de los hijos del pueblo, y al
lim o . Sr. F rérot las bondades con que distin
guía á los hijos de D . Bosco. H abló a continua
ción Su lim a , dando nuevas pruebas de esta su
bondad, felicitándose con el Conde por haber aso
ciado á BUS obras de caridad á tan celosos obreros,
y prom etiendo visita r el Oratorio de T a rín en su
próxim o v ia je á Bom a para la visita ad Umina,
como en efecto lo hizo, pasando en é l los días
26 y 27 de N oviem bre. En últim o térm ino d irig ió
e l Sr. Conde á los concurrentes algunas palabras
tan llenas de caridad y de celo por las almas, quo
5A —
bastaron para asegianir á los Salesionos lo mucho
que pueden hacer contando con el apoyo de quien
como el Conde de Dupont inspira todas sus obras
en la caridad de Jesucristo.
S T J IZ A .
IViK^vn fiiiidactoii Salosiaiia. — E l día 8
de Diciem bre, llesta de la Inmaculada Concep
ción, so inauguró solemnemente la nueva Casa
Salesiaiia de Murí, e,n el Cantón de A rg o v ia , pri
mera (jiio se abre en territorio alemán. Después
do la inÍHa soleimio de la Parroquia, el Párroco
K do. Sr. Doyen bendijo la Capilla provisoria y los
bxnileH todos do la Casa ]>ara que antes que ningiín otro tomara el Señor posesión de ellu j á
continuación se <liJouna misa, durauto la cual un
nutrido coro entonó devotos m oteles, y so terminó
con la Ix'iidicion con S. D. M. E l Sr. D irector del
nuevo instituto K. P. M óderlet, en un entusiasta
discurso agradeció á tcxlos los presentes el con
curso que habían jirestado, sin olvblnr al lim o. Sr.
obisjio de. Ibvsilea, que se bahía hecho representar,
y á las Si tas. A ga ta y Elisa P rey, á cuya inicia
tiv a y generosidad so debe la nueva fundación.
P o r la tardo fueron numerosísimas las perstuia»
que visitaron el Instituto, que con tan buenos
atis]iicios ba comenzado.
l 'a r i d n d l i i r a i i i i l . — Diegó.se cierto día un
m iem bro do las Conferencias de San ^'iucocte de
Paul á casa do una señora rica am iga suya á exjionerla einin necesitada so encontraba nna d é la s
fam ilias que é l visitaba, ]>or bailarse la madre
criando, sin tener á penas lecho que dar á su hijo
recien nacido, ni iwu que dar á los demás, por
falta do trabajo del m arido, que ]>or añadidura
estaba enfermo. Y a so retiraba con un socorro
que lo dió bu amiga, cuando al llega r á la puerta,
la hiia de la señora, hermosa niña de siete años,
llamándolo lo d ijo : «T o m a d esta bolsa que con
tien e todas mis economías y entregádsela á esa
pobre m ujer — Pero ¿y cómo vas ahora á com
prarte juguetes? — le preguntó ol caballero —
M e privaré do ellos con tal <¡ue su pobre visitada
no se muera do h a m b re »} y diciendo esto, echó
á correr á sus liabitaciouos.
É cliccs los niños que saben socorrer la miseria
de los pobres, y más felices aun las madrea que
saben in.spimr á sus hijos el esiiíritu de sacrificio
y la virtu d de la caridad.
E v c e l e i i t o i i i o « I e l o . — Un industrial francés
ha concebido una hermosa iden, que en todas
jiartca, llevada á la práctica, producirá valiosos
resultados, l ia establecido en sus talleres un nú
mero considerable de iieqncñas accioiu'S que con
BUS economías podrán adquirir sus propios operarioa. D o esti* modo, los obroroa vienen á ser iiiBonsibleinonto sua eousoeioa en la empresa. A l fm
do año, 80 distribuye ol (litid riid o á px'orata, de
Buerto quo el operario, á más del sueldo diario,'
percibe en ol decurso de un año una suma que
v a gradualm ente mnltiplicándose. E l menestral
entonces, trabaja sus intereses, y so aficiona á la
v id a dcl taller. Eu caso do inutilizarse, ve n d ó la s
acciones y ae encuentra con un cnpitalejo para
ntouder á las primeras nocesidades de la vida.
lJ b o rn 1 Í(ln < 1 d o l a lg;lo.sin . — A instancia
dcl Kvdmo. Guillermo Pififoró, Obispo de Porfirio,
Su Santidad se ha dignado couceder una indul
gencia plenaria el prim er viernes de cada mes á
todos los fíeles, aunque no pertenezcan á la Aso
ciación del Sagrado Corazón de Jesús, si, confe
sando y com u lgando, m editan durante algÚD
tiem po sobre la infinita bondad d e l Sagrado Co
razón de .Tesús y oran según la intención delBomano Pontífice.
Su Santidad concedió también una indulgencia
parcial de siete años y siete cuarentenas do per
dón en los demás viernes de cada mes.
I^a c a r id a d e s indastriosa. — Deseaba una
persona de A cqu i (Itíilia ) concurrir á los grandes
gastos que ocasionan las Misiones Salesianae, pero
BU carencia absoluta de recursos, pues es suma
mente pobre, era un obstáculo que la impedía
lea liza r bus caritativos deseos. N o se desanimó
por ello, y no ocurriéndosela otro m ejor medio,
empezó con ánimo á recoger los papeles viejoa
que encontraba por las calles, y cuando hubo
reunido un buen montón, los vendió, mandando
sn ])rodnclo (1,85 i>tas.) á nuestro Superior D. Rúa.
¡Qué (‘jcm })lo más elocuente para tantas personas
que no es necesario nombrar!
E l lo g ,o e r o y e n t e . — H abía una pobre viuda
que tenía un h ijo único, á quien amaba sobre todo
en este mundo; era el niño tan inocente, tan bueno,
tan sumiso, que preciso era quererlo, aún sin ser
su m ad re; pero al mismo tiem po era tan limitado
eu alcauces, que im posible se hacía enseñarle nada,
faltíiudole comprensión y memoria.
Su madre lo puso en la escuela, pero nada
aprendió; quiso ponerlo á un oficio, pero sucedió
otro tanto, y después de m altratarle con burlas y
vilipendios, le despidieron sus maestros.
Eutonces su pobre y afligida madre buscó y halló
consuelo en su confesor, que era un respetable
religioso, y le suplicó intercediese con el prior
del convento á fin de que recibiera á su hijo de
lego en la santa casa. A s í lo hizo el buen padre,
y el unicbacho entró en ella.
E l religioso trató de instruir á su protegido en
la religión , cuyas prim eras nociones le había in
culcado su piadosa m a d re ; pero jam ás pudo ha
cerle a¡uender de m em oria, ni acordarse, sino de
eatjvs expresiones de la F é, la Esperanza y la Ca
ridad :
¡C reo en Dios, espero en Dios, amo á D io s !
Cuando pasó el año de noviciado, determinaron
desahuciarle por in e p to ; pero como era tan ser
vicial, dulce y h u m ild e, que todos los religiosos
le queriau, y vien do con lástim a el desconsuelo
de su pobre madre, determinaron que quedase en
el convento jiara trabajar en la huerta.
Después de largas y penosas tareas que le im
ponía el hortelano, veíasele, en vez d e dormir y
descansar, ir á la Iglesia y arrodillarse en ella
horas entm-as.
— ;Q u6 hará a llí? — decían los n ovicios: —
no « ib e leer, ni rezar, ni comprende el rito ni las
oracioues do la Iglesia.
Llenos de im pertinente curiosidad, se ocultaron
uu día para v er y o ir en qué pasaba e l tiempo,
y vieron que no hacía más que rep etir incensatóm ente, con gran fe r v o r :
— ¡C reo en D ios, espero en Dios, amo á Dios!
A l cabo de algunos años murió e l pobre lego
con la misma tranquilidad con que había vivido;
halláronle muerto en sn jerg ó n d e paja, con el
rostro sereno y las manos cruzadas. L o enterraron
como á un inocente, sin oficio y sin que dobla
sen los campanas. A poco no se conocía el rincón
de tierra en que estaba enterrado sino por las lá
grimas con que lo regaba su uiadro.
Pero algún tiem po después notaron que espon
táneamente babía nacido sobre aquella sepultura
nua hermosa azucena 5 se acercaron, y vieron con
admiración que las blandas hojas de la flor teuíívn
cada cual un letrero con caracteres de o r o , que
decía:
— ¡ Ci*eo en Dios, espero en D io s , amo á D ios !
Escarbaron la tierra, y vieron que la flor tenía
sn raU en el corazón del h ijo de la pobre viuda.
Lo que prueba que con ciencia y sin fé se p ier
den las almas, y con lé y sin estudios se llega
hasta el cielo. — F eiíkak Caballeko .
F E K S -A .3M IE N TO S .
— L a calumnia da la vu elta al mundo, mien
tras la verdad á peuns logra m overse del lugar de
su origen.
— E l dom ingo es el broche do oro que sujeta
las hojas del volúuieu do la semana.
— L a alegría qae produce e l óxito, nunca puede
igualar á la satisfacción que so experim enta en
el constante cumplimiento dcl deher.
— El que estudia cu los libros, sabe como de
K ecieu tes estarán to d a v ía en la m em oria
de nuesti'os lectores las singulares muestras
de bondad con qu e e l ex tin to P rela d o acogió
á los i)rim eros H ijo s de H . Bosco que en union d el lim o . Sr. O ostam agna abordarou á
las playas bolivianas, para (lar com ienzo á la
O bra Salesiana. E n ferm o desde hacía y a mu
cho tiem po é im ix)sib ilita d o de sa lir á su en
cuentro, como hubiera sido su deseo, recibió
á los Salesianos en e l lecb o d e l dolor, ento
nando como e l anciano Sim eón el A uho <Umittis, i)ues v e ía realizados sus ardientes de
seos (le dotar á su qu(irklji archídiócesis de
los H ijo s de H . Bosco. D esde la lleg a d a (lo
los Salesiauos e l lim o . Sr. do la L lo sa se
m ostró siem pre con ellos como verdadei'o y
cariñoso padre.
¡ Descanse en paz el ilu stro P rela d o, cuya
bendita alma recomendamos á las oraciones
de nuestros benem éritos Gooi)eradores, por si
aún estuviera de ellas n eeesiü u la !
bieran ser las cosas j el que (‘Studia á los hom
bres, sabe como son en realidad.
— i Cuan d ifíc il es v iv ir sin am ar! Y ¿con loes
posible amar á un Dios crucificado sin desear v i
vir y m orir con E l en la cruz?
limo. Sr. D. Pedro C. de la Llosa
(le aíinda y prolongada
dolencia, contraída en las du
ras faenas d e s u augus'o m inis
te rio , fa lleció en los prim eros
días de A g o s to últim o e l que
filé dign ísim o A rz o b is ])0 do
Sucre (B o liv ia ), lim o . Sr. 1).
P e d ro G . ( l e l a Llosa,
E l doloroso sentim iento m anifestado p3r to
das las clases sociales de aquella capital y de
los demás centros de la líep ú b lica, así como
los honores fú nebres consagrados á los restos
del ilu stre extin to, son testim onio elocuente
de la ven eración y alto afecto que tú i>aís
todo profesaba a l virtu oso P rín cip e d e la 1glesia b olivia n a .
Carácter austero en e l cum plim iento del
deber; m odestia innata unida á sólida ilu s
tración; fina cultura qu e m anifestaba su n oble
alcurnia; acendrado espíritu d e caridad evan
gélica, y , para d ecirlo de una vez, v ir tu d aqui
latada en las duras pruebas de su la rg a ca
rrera sa(íerdotal, eran las prendas morales
del em inente P re la d o cu ya i>érdida nunca
será bastante lamentada.
ICTI3IA
X ^ O T A -.
p é i- d id L a d e
tieixipo y gastos inútiles, snplicaiiios encar-ecidaxnente
imesti-os lectoi-es que para la
adquisición de los libros que
anunciamos en esta sección,
se dirijan d las librerías que
en cadí*. uno de ellos se exprcsaix.
l*i‘<>ii4 iia i‘io litiii'ficlco. ó sea broYoe comentarios sobro
las rúbricas
Hroviariu Koniano. ^>or I). Joaquín Solana,
l ’ bro. — 8.'*e4Uccion coiT02i<la y notabloinomo auniouiada por
ül niiaiuo autor. l^dT. — Llb. Saleaiuuadu SarriA (Barcoloua)
y iiriucip.ih'-' católicos ¡ í pLaa. un jioata ouimbola.
Inútil nos parece pom lerar la im portancia de
im lib ro como el incsi-nte jiara lodos los sacer<l()tes (pie deseen verdaderam ente penetrar en las
intenciones de uuestia santu Aladre la Iglesia,
darse razón del poiqu é de todas y cada una do
las partes de que consta, y cunijilir bien y ])Íudosamentc una de las más graves fuucioiKís del m i'
uisterio eclesiástico, cual es el Oficio D ivino.
¡Cóm o eleva el áuimo y le recrtja en las divinas
alabanzas este íntim o eonocimicutu (|ue ningún
•sacerdote debiera dejar d e ten er!
Aquellos de nuíjstros leetortjs (juo hayan tenido
la fortuna de hojear e l valioso Manuel TAtúryico
del mismo distinguido autor, eumprenderán más
fácilm ente e l m érito del P ro n tu a rio que es su más
digno complemento. Seguridad en la doctrina y
m oral católicas j claridad y (íxactitud en la inter
pretación de las rúbricas así generab'Jt como p.articnlares y demás trnsas pertinentes á la recitación
del B re v ia rio : notable acierto en la solución de
las dudas que suelen ocurrir especialmente tra-
— 56 —
tándose de la traslación de tiestas j nn minuto y
Ilion ordenado índice alfabético qne facilita nm*
í-.ho e l topar pronto con cnalqniera cuestión de
nuo 80 tratCj y lo que mucho monta, una infini
dad de preciosas y oportunas reflexiones sembra
das por todo él, que contribuyen poderosamente
á eleva r el espíritu y aumentar la devoción, tales
son en sustancia las bellas cualidades que adornan
esto liliro. Pero no está aquí todo } reúne tam bién
otra ven taja m uy a ten d ib le, cual es la de estar
uo solamente fundado en los principales rubricistas antiguos y modernos, sino enteramente con
formo á los más recientes decretos de la Sagrada
ConCTcgacion do Ritos y al B reve de S. S. L eón X I I I
de 28 de ju lio de 1882, el cual tan notables va
riaciones introduce en algunos de los títulos de
las Rúbricas generales del B reviario.
Felicitam os al autor por su notable libro, que
recomendamos eficazm ente á todos nuestros ve
nerandos hermanos en el Sacerdocio, pero en j)articular manera á los jóven es qxie se preparan á
tas sagradas órdenes, pues en él han de encontrar
un guía experto y seguro.
¡ m i n i m r l o por «I método analilieo y prim or libro de lectura,
dispneat» por F P . Eacolapioa bajo la dlrocolon del P. C. Laaalde, y adorando ood numoroBOS jabados. — B . Herder,
Ubroro-odltor pontificio on Frilmrgo de Brlagovla (AlemaDia).
— Un tomo en 12.o, 86 pilg. — 45 ota. en rústica y 50 ctA. onenad.
B ajo la dirección del sabio R ector del Colegio
do las Escuelas Pías do S. Fernando de Madrid,
han empezado los RR. P P . Escolapios á publicar
una colección de libros do lectura, quo constará
do tres volúmenes, siendo el presente el prim ero.
« Con
Silabario, quo es de lo m ejor que se
ha escrito, y a el parvulito, ora el niño que por
vez prim era saluda la escuela, principia insensi
blem ente á conocer las letras combinándolas por
grados en sílabas, palabras y frases cortitns ^aban
dona las letras mimisculas é inm ediatam ente entra
on las mayilsculas, y sigue progresando el n iñ o,
leyendo variedad de asuntos cortos todos ellos
especialm ente morales é instructivos, en prosa y
verso. Reúno otro m érito este Silabario, cual es
ol do dar á conocer simultáneamente las letras
impresas y las manuscritas, con lo cual no sólo
fa cilita la lectura de ambos caracteres, sino
que además se presta el manuscrito á que los
niños lo tomen por m odelo en la clase de escri
tura. » Es, pues, un libTrito excelente y de incalcnlable v a lo r m oral y pedagógico, por lo cual
se lo recomendamos á nuestros lectores.
— D e la misma Casa editorial do B. H order
hemos recibido la edición sexhv y cuarta respectivam ento de los «ixcoleutos Cateoismoa de la D oc
trin a C ris tia n a , del lim o. Sr. T h ie l, obispo de
Costa R ic a , y del R . P . Deharbe, S. J., que ya
otras voces hornos tenido el placer do recomen
dar, y que do nuevo recomendamos.
“ I>. B o so o.” — Saludamos con verdadero
jú b ilo la aparición de la preciosa revista mensmU
d e esto título, quo vien e á llen ar un gran vacío
quo 80 dejaba sentir entre la prensa profesional
italiana, y á cum plir una nobilísim a m isión ptixj^
con ol m agisterio. Em inentem ente pedagógica, y
redactada por personas encanecidas en la ardua
labor de la educación de la juventud, se ociipará
con ardor en difundir los sanos principios de la
pedagogía cristiana, y en proporcionar á los maes
tros preciosas normas prácticas para el mejor
éxito en su d ifícil y muchas veces enojosa tarea,
bien que importantísima. Recomendamos á todos
nuestros Cooperadores, pero especialmente á loe
Sres. Maestros y Directores de C olegio esta revista,
que no por estar redactada en italian o ha de de
ja r de prestarles grandes servicios. — Suscripción
anual 2’50 ptas. Redacción y administración, Vía
Copém ico, 9, M ilán (Ita lia ).
A l m a n a q n e s . — M erece especial atención á
nuestros beneméritos Cooperadores e l publicado
por Las Deeturaa Católicas de Sarriá (Barcelona),
que lleva por título D I Som bre de Bien. A
de contener abundante, variada é interesante lec
tura, ofrece la particularidad de recordar cada
día algún hecho de la v id a de D. Bosco, ó algún
acontecimiento notable referente á la Congrega
ción Salesiana ó á sus Cooperadores, y de señalar
los días en que éstos en virtu d de su agregación
á la F ía Union, pueden ganar indulgencia plenaria, consiguiendo do este modo que muchos de
los asociados no dejen de ganarlas por involun
tario olvido. Se le recomendamos, pues, eficacísimámente á todos nuestros amables lectores. —
Tam bién les recomendamos el Almanaque de lot
amigos del P a p a publicado por la excelente Bevista Popu la r de Barcelona, que d irige el infati
gable propagandista católico D . F é lix Sardá y
Salvany, Pbro. D e tamaño igu al al de la Revista,
form a un tomo de casi cien páginas, con abun
dantes é interesantes artículos, y {artísticamente
ilustrado con preciosas viñetas y reproducciones
de notables cuadros nacionales y extranjeros. —
Se vende en la L ib rería Católica, Pino, 5, Barce-.
lona, al precio de 0,50 ptas. y 0,55 rem itid o por
correo.
V í c t i m a » y V e r d u g o s . — Este es el título
de la interesantísim a novela que L a Semana
Católica de M adrid ha regalado a susBuscritores.
A l m ayor interés dram ático de una acción nove
lesca perfectam ente desarrollada, une la emoción
qne produce el relato de los días aciagos de aquella invasión del infierno en el mundo, que so
llam ó la Revolución francesa. Consta de dos vo
lúmenes, esmeradamente impresos, con graba
dos intercalados en el texto, y se vende al precio
de S ptas. en la Adm ón. de la Semana, Bolsa, 10,
M adrid, y principales librerías católicas.
— Hem os recibido los números del 51 a l 57 de
L a Semana Cristiana Ilustrada, que publican to
dos los ju eves en París los editores Sres. Pope
lín H H ., rué Seguier, 3. Dichos números contienen
las vidas de los Santos comprendidos en e l pe
ríodo de tiem po que abrazan. Recomendamos de
nuevo eficazmente esta publicación, la más apro
piada á los hogares cristianos, pues además de
preciosos grabados, o&ece abundante, amena é
interesante lectura. L a suscripción es de 8,50
ó sea 10 ptas. anuales, pago anticipado. — Diri
girse en España á D. Juan Marín del Cam }^. en
M o m de Toledo, en París á la Casa editorial, y
en A m érica á las principales librerías católicas.
Con aprobación de la .\utoridad Eclesiástica. Gerente : JOSÉ GAMBIXO — Turin — Tipografía Salesiana.
LIBROS DE T E X T O
A r i t m é t i c a (PegneG »]; enriquecida eon más de 700
ejercicios 7 problemas; 3*. edic., esmers(kmente corregida;
116 pág., en 16°. encartonada 0 , 60 pesos.
A r i t m é t i c a (Compendio de); enriqnecida con más de
1000 ejercicios j problemas, 2*. edic., 214 pág., en 16°.
eocartonada, ps. 1, 00
Colcccién de trozos j modelos de literatura
«pafiola, por el P r. B. Angel M*. Terradülos; dos tomos
en un volumen encartonado, ps. 1,20
£11Consultor del Oomorciante; ósea
tablas do reducción de las pesas j medidas antiguas á las
modernas y viceversa, por Calvo y Revuelta. Obra útil para
el comercio en general, administradores, estancieros, merca
chifles y para toda clase de personas, ps. 0, 10
G-ramÁtiCU de la lengua castellana, con arreglo álas
últimas prescripciones de la Real Academia Espafiola; 280
pág., en 16°. encartonada, ps. l , 00
Oramé-ticu (Compendio de la) de la lengua castellana,
conarreglo á las últimas prescripciones de la Real Academia
Espüola; 2\ edic.; 140 pág., en 16°. encartonada; ps. 0, 80
G r a m A t i o U (Pequeña) de la lengua castellana para
lasdass elementales; 96pág., en 32°. encartonada, ps. 0,40
G e o g r a f í a . (Compendio de) para el curso superior y
preparatorio; 224 pág., en 16°. encartonada; ps. 0,80
G eog‘x *a iia (Pequeña) para el curso elemental, 3'.
edic. 9b p ig., en 16°. en rústica, ps. 0,30
Histoiúa Patiria (Brevísima reseña de) al alcance
de los niños; según el programa délas Escuelas Comunes,
par el P. Carlos DalPEra, S;ilesiano: 2*. odie. 80 piig. en
32^ grande, en rústica: ps. 0.30; encartonada: ps. 0,40
Histoi'ia ALtuex*Ícaua (Brevísimas nociones de),
correspondientes al programa dul 9*. Grado do las Escuelas
Comunes de la Pror. de Buenos Aires; 122 pág. en 32°. enartoDsda: ps. 0,60
Cieu Icccioucs de Historia Sagrada. Obritadestinada
j U enseñanza primaria: con cuestionario; 9*. edición, 160
pág. en 16°.: encartonada, ps. 0,50
Historia Sag-ruila para las clases elementales
j inperiores, p jr el K. P. Juan Bosco: 254 pág. en 16°.
«carton.ida: ps. 0.60
Histoi'ia JÉIclcisiéJstica, (Compendio do) útil
i toda clase de personas. Contiene una Cronología de los Su
mos Pontífices según la más común opinión, sin contar los
antípapas, con notas; por el R, P . Juan Bcsco, 2^. edic.ssmeradamente corrogida ó impresa; un torneen 32°. grande, ds
588 pág.; en rústica ps, 2,00
H istoria 13íl>lioa (Compendio de la) ó narraciones
del A. y N. Testamonto para uso de las escuelas católicas,
por I j. C. Businger; hermosa edición adornada con 128 gra
bados, con el mapa de la Palestina y la Carta de Tierra Santa;
obra recomendada por S. S .; encartonada, ps. 1,20; en tela
y corto dorado, 2,00
X^octuras Ct-racluadas (Primer libro do) 4*.
odie, notablemente corregida, ps. 0,40
lL<ccturas G-radunclas (Segundo libro do)
«Tuauito» obra elemental de educación para 1os nifios
y para el pueblo. Edición americana; 352 pág. en 16°., en
cartonada, ps. 0,60
Oartllla normal; en 3 carteles encartonados, ps.
1,00
S u p l e m e n t o á la anterior; 1 cartel encartonado, ps.
0,3ü
3 X < S t o d o graduado de lectura; 1*, parte, adornado con 62
grabados; 24 pág. ps. 0,10
Id .;
parte, con 52 grabados; 24 pág. ps. 0,30.
El mismo B I d t o d o en cuadros; 9 carteles encartonados;
la colección, ps. 10,00
A C e m o P i a s geográfioo-bíblicas de la antigua Palestina,
36 pág. en 16°. ps. 0,10
Lecciones de eeouomia doméstica ; 64 pág.
en 16°., ps. 0,12
R e g a l a s generales para escribir cartas; 10 pág. en 16°.
ps. 9,05
Idnuunl de Ui'l>nnidad y buenss maneras,
(Compendio del) por Carrefío arreglado por el autor para
uso de las escuelas do ambos sexos, y adoptado en las escuelas
públicas do Buenos Aires; 182 pág. ps. 0,50
H 1 N u e v o 1 * e » t n m e n t o de N. S. Jeaucristo;
con notos y además índice histórico, cronológico, do senten
cias sagradas y de los epístolas y evangelios para todos los do
mingos del año; sn tola, ps. 0,50; sn tola y corto dorado,
ps. 1.00
P A R A FE B R E R O Y MARZO,
Agravios y
desafifi-avios de carnaval por
!'. Péltx Saidá y Salvany; 44 pág. ps. 0,10
Hie X I r*el>x'uaril. .Míssa Apparitionis B. Martp Yinrinis Immaculatae: ps. 0,20
Fel>x*uaz‘ii. Uissa S. Gyrilli E. Aiexandrini, C. et EccI&iae Doctorís: ps. 0,20
Hie X I Fel>i*uaril. Officium S. S. Septem Funáatorum Ordinis Servorum B. M. V. ps. 0,15
Hie X V I Fel>ruar*ii. Officium S. llarcelli, P.
« M, p s. 0,15
A m i á m o S. Gioseppe, per 6 . Frassinetti, ps. 0,08
C o r t e de S. José y ¿gJa. Familia, p jr d R. L J . M.
Kodri.-uez, ps. 0,05
devoto de S. Jóse. Ejercido de loa siete domingos
Dic
B u id o s á fin de merecer su efi^-acírims protección en Is vida
y en la muerte; 2SS p.ig. en 32°., ps.
D e v o t o ejercicio i S. Jo;-- para el 19 de cada mes: ns
0,03
C u l t o perpetuo :i S. Jo-í, por e) R : P, 3. Jí.* Rodríguez:
.52 pag.; ¡fe. 0,10
X e a í t a m c u t o dc-1 Alma hecho en manos de S. José,
comp';< >‘ o porS. Carlos Borromeo; ps. 0,02
D i e V I Marti!. Officinm S. Olegarii, E. et C. ps. 0,15
D i e X X V I I 3 Ia rt;ii. Officinm S. Joaonis Damascen.
C. et Ecc'-.siae iK-ctoris: ps. 0,13
D i e X X V I I I 3 I a i r t i i . Officinm S. Joaanis i Capistrano, C. ps. 0,15
1
S a rria —
L I B R E R I A SALESIANA -
B arcelona
Novena al Glorioso Patriarca San José tamaíio 32 pro
longado.
ií las repetidas instancias que se nos han beclio publicamos esta novena en
honor dol íjlorioso Patriarca S. José.
.Síi ha procurado que ella, á la par que rica de afectos, fuese de u tilidad práctica para
loH d evo to » (|ue á tan poderoso intercesor se encomendjiran. A este propósito obedece el mé
todo que en sus consideraciones se lia seguido, proponiéndolo como m odelo de las priueipalos virtu d e» cristianas, y liaeiendo resaltar su patrocinio en la hora do la m uerte y en
todo tiem po sobre la Iglesia universal. N o dudamos que, si la hacemos con la afectuosidad
ípie on e.lla so propone, acompañada de la práctica de la virtudes que á tanta g loria ele
varon al Padre nutricio del Salvador, so verilicará en todos los devotos e l dicho dé Santa
Tíii’osa, y podrán repetir con esta gran Santa: «N o recuerdo haber pedido jam ás cosa alima á S. José que no mo haya sido concedida. Los favores y grandes gracias que meianio la intercesión de este santo lio recibido do D ios; los peligros tanto de alm a como
de cuerpo do <iUo mo ha librado son asombrosos. Quisiera inspirar á todos la devoción ú
este glorioso PatriíU'ca por la grande experiencia <pie tongo do los grandes favores que
obtiene do Dios. P id o por el miior de Dios, á los <iue n om o crean, que hagan la prueba y
(D e l Ptólot¡n).
verán que ventajoso es el ser d evoto de e»re santo Patriarca.»
E n x ' i i R t i o a ......................................................................................
S
En(*iin<lei*nn<la................................................... . . »
0 ’*
“>0
Enouuclex’imoiou (le ..............................................................................
£1 Joven Instruido en la práctica do sus deberes y en los ejer
cicios de piedad cristiana seguido del Oficio do la Sma. Virgen^ del
Olicio de Difuntos y de las Vísperas de todo el Año por el sacer
dote 1). J uan B oscü. — Un toniito en-32.
«Esta ohrita está d ivid id a en tres partes. En la prim era encontrareis todo lo que de
béis practicnr y lo que deheia liuir para v iv ir cristiíinamente. En la segunda se encuentran
reunidas las principales oraciones que están en nso en. las parroquias y en las casas de
educación. L a torcera, ou Un, contiene el Oticio de la Santísima V irgen , las Vísperas
do todo el año y el Olicio de Difuntos. Encontrareis además un pequeño diiUogo sobre los
fundamentos do nuestra santa religión católica, adaptado al tiem po en que vivim os. A ñ a
dimos al Un una corta colección de canciones espirituales.
«Q ueridos míos, os amo con todo m i corazón, y me basta que seáis jó ven es p aia que os
amo tauto. Conservad cuidadosamente cu vuestro corazón el tesoro de la v irtu d : con esc
solo sois bastante ricos y estáis en posesión de todos los demás, pero si lo perdéis, lle g a
reis á ser los más miserables y desgraciados dol mundo.
»Q ue el Señor os acompañe siempre, y os haga la gracia do poner en práctica mis consejos,
para que podáis aumentar la g loria de D ios y salvar vu<-stni alma, \inico fin que me he
(D e l F ró lo g o ).
propuesto conseguir al escribir este lib rito .»
Eiiomiiloviificlo 4M
1
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i> u * l........................................................»
<ioi'íuio.
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Nueva Semana Santa.
S<^iiiaiin Sniilu que en o-astelhino y latín han publicado eu su T ip o g ra fía de Sarriá
L a S<*
los Padres
iros de los T a lleres Salesianos de D. Roseo, m erece con toda propiedad llamarse
de propaganda. Además de los Oficios compuestos para dichos .días, inclusivas las bendi
ciones del Dom ingo de Ramos y del Sábado Santo, y las Horas canónicas dol M iércoles,
Jueves y Viernes, contiene extensas y muy instructivas explicaciones litúrgicas para la de
bida in teligen cia dol hermoso cerem onial de dichas solemnidades, y un apéndice de de
votas oraciones para la Confesión y Comunión. A pesiir de lo cual el tom ito no resulta v o
luminoso, ni es muy pequeña la letra, ni subido el coste. Es nu nuevo beneficio hecho á
lae clases impulares iw r el celo in fatigab le de la bienhechora Institución Salesiana.
(D e la Revista P o p u la r).
En
.............................................................. .......
En plol.
En i>i4»l eoi'te
En i>lol oox’to «lofiiilo.
E li
cortil tlomtlo.
plttM.
S2’ 0 0
a ’G O
3 *0 0
-
Fecha
-
1898.02