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Título
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BS_1896_03
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Descripción
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Boletín Salesiano. Marzo 1896
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extracted text
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Quien recibiere á un
niño en mi nombre, á
mi me recibe.
(M a TH. XVIII.)
Os recomiendo la niñe* y la Juventud: cul
tivad con grande e>mci o
su educación ciistiana;
y proporcionadle libros
que le enseñen á huir
del vicio y á practicar
la virtud.
Entre las cosas divi
nas, la más sublime es
la de cooperar con Dios
á la salvación de las
almas.
(S. D io n is io .)
(Pío IX.)
R e d o b la d vuestras
fuereas á fin de apartar
á la niñez y juventud de
la corrupción 6 incre
dulidad y preparar asi
una nueva generación.
E l amor al prójimo es
uno de los mayores y
más excelentes dones
que la divina bondad
puede conceder á los
hombres.
(S. F r a n c . de Sales.)
(L eón XIII )
--xi
DA MIflI ANIMAS CálTERA TOLLE
'•I.vr.
ANO
^
X I — N . 3.
^Cotíolengo, 32
*
P U B LIC A C IÓ N M E N S U A L
^ Ie d a c c ió n
y
AVISOS lIflPORTANTES.
1“. Suplicamos encarecidamcDte á nuestros Bienbecliores que nos iiiaudeu las relacíoues de las gra*
CÍII8 que obtuvieren de nuestra querida Madre María
Auxiliadora para glorificarla publicándolas. Si los
favores no son tan señalados ó no parece conveQieute publicarlos, pueden tan solamente decirnos :
N. iV. da gracias á María Auxiliadora p o r uíw) ó
varios favores especiales recibidos de su mano} etc.
2 '. Pero lo que sobre todo les recomendamos es
que nos den pronto aviso de los Cooperadores pa
rientes, am igos 6 conocidos que m u rieren , para
que publicando sus nombres en e l BoUiin puedan
Imeerse por sus almas los sufragios que prescribe
el Reglamento. Este es un gran consuelo para las
Em ilias y un a liv io im portantísim o para los fi
nados si por acaso se encontraren en el lugar de
purgación purificándose de las máculas de que
ninguno estamos exentos.
S''. L a falta de recibo, la tardanza y los errores
en la dirección del Boletín, se rem ediarán á me
dida que se nos vaya avisando.
4». Llam am os la atención de nuestros amados
Cooperadores, sobre la siguiente conclusión del
Congreso S alesian o:
^A d m i n i s t r a c i ó n
M ARZO
*
d e 1896.
Turín (Italia)^
« Con un especial y vivo interés el Congreso re
comienda la lectura del Boletín Salesiano, por me
dio del cual revive cada día en sus obras el vene
rando Don Bosco, y hace ardientes votos para que
la lectura y propagación del mismo, merced al celo
de los Cooperadores, trascienda fuera de ellos, en
manera que su difusión sea continua é ilimitada. »
5". Y á fin de que el Boletín pueda cada día
crecer en interés é im poitancia, suplicamos enearecidam ente á todos los Sres. D irectores ó encargatlos de los Oratorios fe s tiv o s , Casas , etc. se
sirvan tenernos al corriente d e cuanto de impor
tante ó de edificación ó amaestramiento se cumpla
en BUS respectivos Oratorios, procurando que esta»
comunicaciones sean breves y jugosas, en cuyo
caso DOS será de gran placer e l publicarlas.
6®. Sucediendo con frecuencia que parte de la
correspondencia nos lle g a multada por falta de
franqueo, advertim os á nuestros lectores que el
franqueo de las cartas para el extranjero es W&Xi
p s t . por cada
y f r a c c i o n e s , para las
cartas; O ’O ÍS, por cada Í 5 0
v fr a c c io n e s ,
para loa im presos; O ’ S O
hasta Í 5 0 g m . ,
0 » ^ 0 hasta ¿ 5 0 0 y O ’ S O más por cada ¿ 5 0 0
ó f r a c c i o n e s d e S O O para loa manuscritos.
— Oü —
LA OBRA m D. BOSCO*
[10 es imestro íinimo al escri
bir estas lineas hacer un más
ó menos acabaiU) estudio de
la importante y singular jui*
sida d o lo s Cooperadores Salesiauos cuestos m alhadados
tiempos, pues si bien os verdad que no
se nos oculta su práctica importancia y
el placer con que nuestros bcueniéritos
Cooperadores lo leerían, no nos parece
dste, sin em bargo, el mejor tiomi»o ni la
más propicia ocasión ])ara em prenderlo;
por lo que lo dejarem os para más adelante,
p ara cuando con más deteuimieuto y
desahogo líodam os á <51 dedicar nuestro
tiempo.
H o y solo nos proponemos llam ar la
atención de nuestros Cooperadores sobre
unos párrafos do la última carta á ellos
dirigida en Enero último, por nuestro
venerando Rector M ayor, el Rdo. Sr. D .
!Miguel Rúa, párrafos que, como veremos,
revisten en estos críticos momentos ex
cepcional im portancia para nuestra hu
m ilde Socieilad, que poco ó n ad a puede
sin el eficaz auxilio do sus numerosos y
al mismo tiem]>o generosos favorecedo
res y bienhechores.
« A l inscribiros en la P ía Asociación
do los Cooperadores Salesianos, dice D .
R ú a en su earta, adoptasteis nuestras
o b ra s , que por lo mismo son tam bién
vuestras; y si los hijos de D . Bosco han
potlido dar vbta á sus misiones, y si en
adelanto podrán desarrollar éstas y a quellos, á vuestra generosidad y á vues
tros auxilios se debe. »
Y á la ve rd a d ; todo cuanto los Sale
sianos han hecho y continúan haciendo
en favor de los pobres niños, para la
convci-sión do los salvajes y para la re
generación de la societlad, á ellos es (te
ñ id o; ellos han sido y son los que con
sus continuos subsidios preparan, allanan
y facilitan el camino que los Salesianos
recorreu á pasos agigan tad os; ellos los
que los sostienen en m edio de las enor
mes erogaciones que para extender su
acción se ven precisados á hacer; ellos,
en f in , los que con su p roverbial gene
rosidad y desprendim iento los estimulan
á em prender nuevas y difíciles empresas
y á dilatar cada día más y m ás su ya
vasto y extenso cami)0 de acción.
« i Q ué fuera do las O bras Salesiauas,
(íontinúa, si por su desgracia les viniera
á faltar vuestra cooperación? »
Jja divin a P rovid en cia que fué quien
inspiró á B . Bosco la C ongregación Salesiaiia, no perm itirá ciertamente que le
falten los medios m ateriales necesarios
])ara desem peñar su m isión; podráu éstos,
es verdad, escasear, como sucede al pre
sente, mas faltar en absoluto, eso no lo
creemos.
E sta necesidad y escasez, si bien se
ha dejado sentir otras muchas veces, mas
iiiiuca como al partir los últimos misio
neros y como continúa sintiéndose.
Esto hace decir á nuestro am ado SuX)erior:
« Y siendo tanta vuestra bon d ad para
con nosotros que consideráis como prol)ias nuestras penas, ella me anim a á
m anifestaros otra de las espinas que nos
afligen, cual es un a notable disminución
de socorros materiales. N o es mi ánimo
in d agar cuál sea la causa de ésto, pues
me basta constatar esto doloroso hecho;
es á saber, que durante el año de 1895
han sensiblemente dism inuido las limos
nas, por lo que solo con gran trabajo y
esfuerzo se ha podido atender á las prin
cipales do nuestras obras, cuyo úuicc
apoyo es la caridad de sus bienhechores.
» Si, imes, entro los beneméritos Coope
radores ó celosas Cooperadoras, dice más
abajo, se encontraran quienes durante el
1895 no hubieran m andado oferta alguna,
yo les suplicaría no dem oraran por más
tiem po el cumplimiento de su caridad,
de la que tan urgente necesidad senti
mos. »
Sin d u d a a lg u n a que nuestros bene
méritos Cooperadores habrán y a de sobra
com prendido cual es el fin y á donde se
endereza este artículo; á excitar su ca
ridad, á m over su noble y generoso co
razón en fav o r de tantos ñiños que han
encontrado y a un asilo seguro y un re
tirado albergu e en las casas salesiauas,
y que en muchas partes se ven sujetos
— 51 —
á grandes privaciones, y eu otras les
amenaza el gravísim o peligro de verse
de nuevo arrojados en m edio del m ar
tempestuoso d el mundo, por no poder ir
adelante y deberse cerrar el colegio que
les cobijaba y te m p la ba su alm a a l ca
lor del divino tabernáculo, p ara hacerla
fuerte é in quebran table en las luchas por
la vida. M a s no solo en fa v o r de éstos,
sino tam bién y más principalm ente en
favor de los que esperan, \ y son tantos!
un puesto eu las casas salesiauas y que
ellas con g ra n dolor y sentimiento no
pueden darles, p or que la falta de recur
sos necesarios las im piden ensancharse
para proporcionarles el puesto deseado,
y del que, en v e r d a d , mucho necesitan.
A.nte esta u rgen te necesidad que bien
sensible y patente está á la vista de
cuantos de cerca eonocen las casas salesianas; ante este aprem iante llamamiento,
no lo dudamos, no h abrá Cooperador Salesiano, p obre ó rico, que según la posi
bilidad de su estado , deje de depositar
su óbolo p or pequeño y modesto que sea,
y que no se p rive de algo que en sus
gastos enconti’ará superfluo, para acudir
en socorro de los m iles y miles de niños
desvalidos, que á ellos deberán la edu
cación recibida y la posición que merced
á ella se habrán podido proporcionar con
una vida honrada y enteramente cris
tiana.
Todos los Cooperadores, estamos de
ello seguros, desean se les proporcionen
ocasiones de ejercer su caridad en favor
de los i>obres niños, porque muchos habnm experim entado y podrían repetir lo
que un Cooperador insigne decía en cier
ta ocasión á D . Bosco: Cnaiifh hago ca
ridad á sits pobres, no me dé V. las gracias;
antes bien yo debo dárselas á Y. que me la
pide. Desde que he comenzado á socarrer á
sus huérfanos, mis posesiones se han dupli
cado... ó lo que igualm ente le decía el
Comendador C otta: Cuanto más dinero
invierto en sus obras, tanto más prosperan
mis 7iegocios; mas ¿ en qué forma, en qué
géneros <lebcmos hacer nuestras limosnas
y de qué medios nos hemos de valer para
hacerlas lle g a r á su destino ?
A estas preguntas que no u n a sino
nnichas veces se suelen hacer al E d o . Sr.
B. Rúa, nosotros responderemos: la más
importante y principal limosna es la que
se hace en d in ero , el cual puede m a n
darse á nuestro venerando Superior por
medio de cartas certificadas, de libranzas
y de letras sobre los bancos de P a rís ó
fiOudres cuando las cantidades sean de
a lgu n a consideración; esto no obstante,
puede tam bién hacerse lim osna en comes
tibles, ropa interior 6 exterior, m ateria
les de los talleres, etc. etc. L a caridad
es ingeniosa y ella seguram ente nos ha
rá encontrar, si nos empeñamos, abun
dantes m edios y objetos con que rem e
d iar las necesidades de los niños asilados
eu las casas salesiauas, ó las de los po
bres salvajes de sus misiones. O tra ma
nera de cooperación no menos im por
tante, os ciertam ente contribuir á los
enorm es gastos que el Boletín ocasiona,
bien tom ándose á su cargo el coste del
papel, de composición ó de franqueo, ó
bien, y ésto todos tjueden hacerlo, m an
dando anualm ente un a pequeña cuota que
si fuera al menos de tres pesetas, cubri
ría casi en su totalidad los gastos; pero
el que tanto no pudiera ¿ y quien no
puede? regúlese según su p osibilidad:
para m andar estas pequeñas cantidades
podrán nuestros Cooperadores valerse de
los sellos de correo.
H a b la n d o ahora en particular á los
Rdos. Sacerdotes, les recom endam os eficacísimamente una facilísim a y excelente
m anera de cooperación, cual es, celebrar
un dado número de misas eu determi
nado mes ó a ñ o , según la intención de
nuestro Rector M ayor, participándoselo
por carta y dejando la lim osna en fav o r
de las O bras Salesiauas.
N a d a m ejor nos parece para poner tér
mino á este artículo, que ya v a resultando
un poco largo, como transcribir las con
soladoras frases que el Eiiimo. C arde
nal !Mauri, A rzo b isp o do F errara, pro
nunció en un a de las solemnes sesiones
del Congreso Sulesiano: « G ran cosa es
ante Dios, oh señores, esta cooperación.
M ientras que el cooperador atiende á los
cuidados de su casa, se dedica á sus
negocios y hasta á sus mismos pasatiem
pos, ¿qué es lo que sucede? M oralm eute
y eu cuanto al mérito, él trabaja en la
})ersona del Salesíano. Con él evangeliza
á los salvajes, asiste á los leprosos y
protege á nue.stros emigrantes. Con él
predica, confiesa, catequiza y es educar
dor y profesor en los liceos, en los cole
gios, en los asilos y en las escuelas noc
turnas. Con él fu n d a Oratorios festivos,
abre escuelas de artes y oficios, presta
gratuito asilo á los hijos del pobre obrero
y les encam ina p or la v ía de la virtud
— 52 —
he conocido persona que de veras le sea de
vota y haga particulares servicios que no la
vea más aprovechada en la virtu d : porque
aprovecha en gran manera á las almas que
á él se encomiendan . . . ; Cada año en su
día le pido una cosa, y la veo cumplida: si
va algo torcida la petición, el la endereza
para más bien mío . . . . Solo pido por amor
de Dios que lo pruebe quien no me creyere,
y verá por experiencia el gran bien que es
encomendarse á este glorioso Patriarca, y
tenerle devoción, en especial personas de ora
ción siempre le habían de ser aficionadas . . . .
Quien no bailare maestro que le enseñe ora
ción, tome este glorioso Santo por maestro,
y no errará en el camino.»
A s í hablaba santa Teresa en el siglo x vi:
pues jquó diría si viviese en nuestro siglo
y considerase esta rapidez asombrosa con que
se propaga la devoción á San José en España
en Francia, en Italia, y en todo el orbe ca
tólico? ¿Qué diría si viese por una paítela
imperiosa necesidad que el presente siglo
tiene de un poderoso Protector que interceda
por nosotros delante de Dios, y por otra los
esfuerzos que hizo el inmortal Pío I X para
promover el culto y la devoción á este Santo?
í Q uó diría, sobre todo, si viese las innume
rables gracias espirituales y temporales que
San José derrama sobre tantas, ó mejor, so
bre todas las poblaciones de España! Aquí
son dolores agudísimos que amenazan acabar
con la vida del enfermoj invoca éste al Santo
y queda casi repentinamente curado. A llí son
o pudiéramos recomendar de un modo pecadores que van á morir impenitentes; al
mejor íl nuestros lectores la devoción
mas piadosas ruegan á San José por su con
al Patriarca San José que reproduversión, y suelta luego el infierno la presa
deudo las palabras de Sta. Teresa,
que tenía asegurada. Ora son viajeros que,
trataiulü de la devoción que ella profesaba
perdido el camino ó desbocado el caballo,
á este Santo.
van á ser sepultados eu uii horrendo preci
« Como me vi tan tullida y en tan poca picio; acuden á la protección de San José y
eda<l, y cuál me habían parado los módicos de salen ilesos del peligro. Ora son navios que
la tierra, dice la Sta. eu el capítulo Vi de su
ven inminente el naufragio, ó comunidades
vida, determinó tomar por abofíado y señor al religiosas que tiemblan de verse asaltadas y
glorioso San José y encomendóme mucho á atropelladas por furiosos sicarios: invocan á
61. V i claro que así de ésta necesidad como San José: líbraiise aquellos del naufragio y
de otras mayores de honra y pérdida do aparece á éstas un personaje misterioso que
alma, este Padre y Señor mío me sacó con pone en fuga á las furias infernales, quedando
más bien que yo le sabía pedir. No me acuer el monasterio milagrosamente salvo.
do hasta ahora haberle suplicado cosa que
Y en vista de todo esto, 4 habrá cristiano
la haya dejado do hacer. lüs cosa que espanta tan insensible á sus intereses eternos que mire
las gratules mercedes que me ha hecho Dios con imliferenoia la devoción á San José, casi
por medio do esto bienaventurado Santo, los la única tabla de salvación que nos ofrece
peligrtts de que me ha librado, así de cuerpo el cielo eu la deshecha tormenta que amenaza
como de alma: que á otros Santos parece les desquiciarlo todo! Ba, pues, si queremos li
dió el Señor gracia para socorrer en una ne- brarnos de tan horrible naufragio, adelantar
oesidail: este glorioso Santo tengo experiencia eu la virtud y asegurar nuestra eterna sal
que socorre eu todius, y quiere el Señor darnos vación ; seamos sinceramente devotos de San
á entender que como le tuó siyeto en la tierra, José: tomémoslo por guía y dechado en la
así en el cielo hace cuanto le pide. Esto lo presente vida y por especial protector en el
han visto otras personas, á quien yo lieeía terrible trance de la muerte.
que se eucomeiidaseu á é l ............ Querría
yo persuatlir á todos fuesen devotos de esto
glorioso Santo, por la gran experiencia que
tengo de los bienes que alcanza de Dios. No
y del trabajo. Oon él reim prim iendo libroH purgados de autores griegos y lati
nos y do clásicos v u lg a r e s , ijublicando
lecturas católicas, lecturas i)opulares, lec
turas am enas y educativas para la j u
ventud y fundando bibliotecas circulantes
para el p u e b lo , trabaja la restauración
cistiana en la mente y en el corazón de
las nuevas generaciones. 4 Q ué pensa
miento puede h aber para un alm a cre
yente que de más indecible consuelo y
satisfacción la llene que el presente t N o
nos detenga, pues, el pensamiento de
que no poclemos hacer g ra n cosa, y a que
las obras gran des ordinariam ente so sos
tienen coui pobres y hum ildes ofertas . »
53 —
CONCLUSIONES
apko bad as
po r e l
PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL SALESIANO
C E LE B R AD O E X B O L O N IA ( I T A L I A )
exi A b r il d.e 1895.
—
{Contimiación) (1),
ESCUELAS DE REUGION.
ONSiDEEANDO que siendo eu nues
tros tiempos mayores que nunca los
peligros contra la fe, se Race sentir
más que eii otros la necesidad de
dar á la juventud una enseñanza completa
para precaverla contra todas las insidias de
la propaganda anticristiana}
Considerando que en casi todas las escue
las piiblicas, y especialmente en las de se
gunda enseñanza, la asignatura de lleligión
ó está del todo proscrita ó no se le da toda
la capital importancia que se debiera para
la intelectual y moral educación de la ju
ventud;
El Congreso alaba cuanto la P ía Sociedad
Salesiana, las Hijas de Mar.ía Auxiliadora y
los Cooperadores Salesianos lian ya hecho
para la fimdación de Escuelas de lieligión
en provecho de la juventud estudiosa de am
bos sexos;
Hace votos para que los cooperadores ce
len la fundación de dichas Escuelas donde
aún no existieren, favorezcan su desarrollo
y propaganda y en modo especial procuren
que las frecuenten los jóvenes que por cual
quier motivo de ellos dependiesen;
Y vivamente recomienda á los Directores de
Oratorios festivos no dejen de abrir estas
escuelas en sus mismos Oratorios, que tan
frecuentados se ven por multitud de niños
atraídos por los juegos y distracciones que
se les ofrecen, procurando que las frecuenten
jóvenes estudiantes y los que se preparan
al magisterio.
Escuelas de primera y segunda enseñanza.
Considerando que para la sana instrucción
y moral educación de la juventud es indis
pensable la enseñanza religiosa;
Considerando que incumbe á los católicos,
y especialmente á los padres de familia que
esta enseñanza se dé regularmente y en la
debida iorma;
(D V. Bol. de Febrer*.
E l congreso hace votos:
1® Para que se procure la introducción,
en las escuelas públicas de primeras letras,
de la enseñanza religiosa en la forma y modo
que ordena la Iglesia y á tenor de las
leyes del Estado; recurriendo eu caso ne
cesario á las Autoridades gubernativas y mu
nicipales para que las leyes que preceptúan
esta enseñanza tengan su debida aplicación;
2® Para que los padres trabajen á fin de
que dicha enseñanza se extienda á los esta
blecimientos de estudios superiores y obli
guen á sus hijos á cursar la asignatura de
Iteligión;
3'^ Puraque en la elección de las escuelas
y colegios privados procedan los padres con
recto criterio y con conciencia inspirada en
la fe y moral católicas.
Colegios y Asilos de adolescentes.
Considerando que no siempre puede con
eficacia llenarse en la familia la educación
de la juventud y que para acudir á esta ne
cesidad se han fundado Colegios y Asilos
para los adolescentes de las diversas clases
sociales:
Considerando que los institutos educati
vos pueden ser según los principios en que se
informan, ó una sagrada palestra de virtud,
en la que se formeu buenos cristianos y hon
rados ciudadanos, 6 bien un semillero de vi
cios, donde i)eligren la fe y las buenas costum
bres ;
E l Congreso hace votos:
1® Para que loa cooperadores salesianos
pongan sumo cuidado eu la elección de los
colegios en que han de recibir educación sus
propios hijos y que itispiren este niistiio cris
tiano celo á sus amigos y conocidos.
2" Para que inspirados eii el espíritu de
la cristiana caridatl cuiden de recoger á los
jóvenes abandonados y vagabundos para co
locarlos, siempre que sea posible, en algún
asilo ú Oratorio.
3® Para que además los Cooperadores bobteugau generosamente la P ía Socic«hwl Salesíaua eu la obra de los Colegios y Hospi
cios, y la ayuden no solo á mantener en fiorecíente estado las casas con dicho fin ya
fundadas, sino también i>ara facilitar los
progresos de las nuevas fundaciones que
cada día se van multiplicado con la gracia
del Señor. D e este modo serán altamente
beneméritos y parte en la salvación de in
numerables almas.
Edacacíón de las oilías.
Considerando que de la educación é ins
trucción religiosa de las niñas depende no
solamente su porvenir individual sino tam-
K
— 5á —
bión el de la familia y el de la sociedad;
dirección á religiosas; y que se sostengan
Oousiderando que el modo y el espíritu tales fundaciones donde ya existen.
en que esta euseílanza se informe, como
6.® Confía que los Cooperadores y Coope
igualmente los ejemplos de las maestras ejer radoras promoverán la idea de introducir
cen sobre el cora/óu y la inteligencia de las las Hermanas en ciertos establecimientos in
ninas grande ó importantísima influencia; dustriales como asistentas de las niñas y jó
(3onsi<lerando que principalmente en las venes ocupadas en los mismos, haciendo re
ciudades y centros obreros la moral de las
saltar la utilidad moral y material que de
niñnH se ve expuesta á serios y graves pe ello resultaría para los dueños y para las
ligros, ya sea por la falta de instrucción re operarlas.
ligiosa, como por el abandono en que sus
0.® Finalmente hace votos para que den á
padres las dejan los días festivos;
conocer y se ayuden las varia.s obras promo
E l Congreso, al mismo tiempo que recuer vidas por el instituto de las Hijas de María
da á los padres la grave obligación que Auxiliadora fundadas por el ínclito D. Hosco
los incumbe de
y dependientes
educar cristinnade la P ía Socie
dad S a le e ia n a ,
menteásiis hijos,
como las que por
1.“ ExortaáIos
\
Cooperadores y
vsu forma y espí
V...
ritu más se adap
Cooperadoras satan á los actua
lesiiiiios ór no conles tiempos,ymás
ílarsushijas^ sino
ó, aquellos insti
e fic a c e s en la
práctica se reco
tutos en los cua
nocen para pro
les son base de
mover el b ie n
la educación la
estar moral y re
e n s e ñ a n z a reli
éü:¿.
giosa y las prófligioso e n tr e las
hijas del pueblo.
ticas de piedad;
6 igualmente les
encarece que den
Pías Asociaciones
A conocer y reco
m ien d en estos
de jóvenes.
Institutos á los
padres,fi los anii
Considerando
gos y conocidos.
2.
“ Invita íi los
lo mucho que ay u d a para pro
Cooperadores, y
mover y mante
m uy e s p e c ia l
ner en la juven
mente á las Coo
tud wn espíritu
peradoras, á que
fa v o r e z c a n por
sólidamente cris
todos los medios
tiano, y las bue
nas costum bres,
posibles las en
el reunir á los
s e ñ a n z a s cate
jóvenes en piado
quísticas de las
E l niño Juan Hosco enseñado el catecismo
sas Asociaciones
parroquias, ofre
á sus amigos. (V . ^ág. 55^
ciendo ó los P á
ó Círculos;
Considerando
rrocos, si fuese ne
cesario, sus servicios como catequistas, ha los excelentes resultados obtenidos en los
ciendo que en ellas intervengan sus hijas y diversos Institutos Salesianos con las Com
sus depemlientos y todas las demás personas, pañías de S. Luis Gonzaga, de S. José y
sobre las que ejerzan alguna iulliieiicia.
del Sino. Sacramento fundadas á este fin por
3.
® Recomienda á los Cooperadores y Coo
el venerando D . Hosco;
E l Congreso propone:
peradoras que hagan valer toda su autori
1.
® Que procuren los Cooperadores Saledad ó intluoucia para que en los respectivos
municipios so dó la preferencia en loa con siaiios establecer en los institutos, escuelas,
cursos á maestras que por su educación, es oratorios festivos, parroquias etc., las men
tudio y relevantes dotes dan más seguras cionadas Asociaciones, adoptando los regla
esperanzas para el cumplimiento de sus de mentos redactes por Don Hosco.
2.
® Que se tenga gran cuidado en fomen
beros tanto pedagógicos como religiosos.
4.
® Encarece la ftmdación de oratorios, es-tar en dichas Asociaciones la piedad y la
«■nelas dominicales y escuelas de labor para frecuencia de los Santos Sacramentos.
las niñas en las ciudades, centros obreros y
doude más necesidad se sienta, confiando la
— 55 —
&
^ n u e s t r a s 'M I S I O N E S
EL PEQUEÑO CÁTSQUIST*.
( A l o s n i5 .o s ).
s todo tiempo , pero especialmente durante
la Santa Cuaresma, se hace general en
todas las iglesias la enseñanza del cate_________ cismo á los niños. N o nos parece, pues,
foera de propósito el siguiente hecho de la vida de
nuestro caro 0 . Sosco.
El adjunto grabado (pág. 54) nos presenta un grupo
de seis niños que, al aire libre, escuchan la esplicación
del catecismo que les hace uno de sus compañeros,
de fócil palabra y de viva y penetrante mirada. Ha
aprendido pronto y bien á amar á Dios y se esfuerza
en inculcar á sus pequeños amigos el verdadero sen
timiento del deber , y tan grata les es su explica
ción, que, como absortos, le escuchan sin perder ni
una sola de sus palabras.
Dios y sus santos ángeles que asisten invisibles
á tan sublime espectáculo, sonríen de complacencia
y gozo á los niños y al pequeño catequista, que de
rústico aldeano llegará á ser sacerdote. Con el tiempo,
estará al frente de innumerables pequeñuelos que le
llamarán padre, maestro, amigo. N o se hará mucho
esperar el día en que su nombre llene el mundo;
será amado y estimado por todos; á su paso todos
se postrarán para besarle la mano y recibir su santa
bendición, y cuando la muerto llegue á sus puertas
y Dios le llame á recibir la eterna corona merecida
á sus trabajos y virtudes, todos exclamarán: ¡ era un
santo \
El pequeño catequista es D . Bosco, cuyo nombre
ya habrá llegado hasta vosotros; y el día en que
igualmente lleguéis á conocer todo el alcance ó im
portancia de sus obras, no podréis menos de excla
mar también vosotros, uniéndoos al universal coro
que ya forman los niños por él salvados ; ¡ D. Bosco
era un hombre grande, era un verdadero santo!
¡Cuanto ama Dios á los niños ! D. Bosco recogía
por las calles á los que encontraba abandonados y
les instruía, acariciaba y divertía, y si carecían de
padres les recogía en su casa donde nunca nada do
lo necesario les faltaba. Por ésto Dios bendecía sus
obras y tuvo el consuelo de abrir en todo el mundo
más de doscientas casas para amaestrarles en las
ciencias y en las artes.
D. Bosco, el pequeño catequista, fué un hombre
verdaderamente grande. 3ías¿ sabéis vosotros, mis
queridos niños, donde aprendió D. Bosco la práctica
de todo el bien que hizo ? En ese pequeño libro que
vosotros siempre traéis entre manos; en ese libro
que se llama el Catecismo. Amad, pues, mucho ese
pequeño librito, estudiadlo de m emoria, praticad lo
que 03 enseña y seréis y haréis felices á vuestros
padres, y cuando seáis mayores, sabréis también hacer
acciones generosas y admirables como las hizo Don
Rosco.
P A T A Í Í O N I A M B filD IO N A L .
ü n m e s * le 3risi<Sii e ii l a X *am i>a.
(CowcZi/síón)
(1)*
TJixa u o c li© x io v e l e s c a .
.EGAMOS á Santa Cruz muertos d©
cansancio, como es d© suponer des
pués de liaber en solo tres días reco
rrido cerca de 350 kilómetros, en
medio de gran polvareda y acosados por
el frío, por el hambre y por otras mil in
comodidades; el pobre catequista Crema se
liabía aquel mismo día caldo del caballo,
y le dolía fuertemente una pierna; en este
estado deseábamos y esperábamos el sueño
como al único consolador y reparador d
nuestros males; mas ¡qué noche nos prepa
raba la divina Providencia, sin duda para
probarnos!
Nuestra habitación consistía en un cober
tizo donde trasquilan las ovejas, y nuestro
colchón, los aparejos de las caballerías sobre
el duro suelo, según costumbre de la Pampa:
el fuerte viento que reinaba hacía penetrar
por las mil hendiduras y por el techo tanto
polvo, que parecía uuadeusa niebla; pequeñas
piedras que caían continuamente sobre el
cinc del tejado, producían una música no muy
agradable por cierto, mas como ésto no bas
tare y para colmo de desdichas, pared por
medio estaban encerradas unas 150 ovejas,
corderos y cabras- Estas en modo especial se
habían tomado el placer de dar continuos
topetazos sobre nuestra pobre habitación, to
petazos que producían un infernal ruido; las
gallinas asustadas no dejaban un momento
su intempestivo cacareo; los perros ladraban,
las vacas mugían, las ovejas balaban y de
cuando en cuando se dejaba oir la voz del
criado como para imponer silencio á aquel
atajo de mal criados. La armonía no podía
ser más completa; nada Altaba.
i Cómo conciliar el sueno 1 Tan agradable
concierto duró hasta el amanecer, así que
nos fué imposible pegar ojo en toda Ja no
che, ó inútil era que diéramos mil vueltas
y revueltas y procuráramos taparnos la ca
beza. A l levantarnos bien de mañanita, nos
encontrábamos más cansados y rendidos que
el día anterior.
(1) V . el Bol. de Febrero.
— 56 —
rSoii<llcÍ<5u Uo una capilla
XIu l>iirla<lox* burlado.
Fjii ol presidio de Santa Cruz las casas ó
ctabafius son 105, y las personas 255^ senos
recibió cortósmeute por todas las autoridadesj
nos esperaban ya desde algunos días y díerouse priesa Á concluir la capilla antes de
nuestra llegada. Esta nueva iglesia mide
2 í m. de larga por 8 m. de ancha, comprende
un área de 192
sus paredes son de ado
bes y el techo de pino cubierto de cinc j por
aliora sirve maravillosamente y tiene su co
rrespondiente campana para llamar á los fie
les. E l 19 de Marzo, fiesta de 8. Josó, la
bendije bajo la advocación de la Santa Cruz
y de la Sagrada Familia, celebré por vez
primera el 8. Sacrificio, al que asistieron los
soldados, jefes y todo el pueblo, y ñió día
de grande alegría para todos.
Desde dicho día 19 hasta el 25, so dió una
Misión en toda regla, predicando mañana y
tardo, y haciendo catecismo á los niru)s los
ratos que nos quedaban libresj nuestras fa
tigas, gracias á Dios, fueron coronadas de
buenos resultados, arregló 7 Matrimonios,
bauticé á 12 niños, confirmó á 45 personas,
la mayor x^tirte adultas, oí buen número de
confesiones y distribuí bastantes comuniones,
ospooialmento á los soldados.
A un oficial que se propuso ridiculizar la
confesión, le dimos su merecido; después de
haber en un sermón, al que él asistía con
todos los oficiales y soldados, hablado del sa
cramento do la Penitencia, de su divina ins
titución y de sus saludables efectos, continué
j>oco mús 6 meuos como sigue: Jamás oí ha
blar mal de este Sacramento á personas cris
tianas, instruidas ó bien educadas. i Qtiienos son los que hablan m alí los sabiondos
que aprendieron la religión en los diarios, los
libertinos y los que retienen lo ajeno contra
la voluntad de su dueño. Me acuerdo do ha
ber oido una vez hablar mal de la Ooiifesióii
á uu hombre muy rico; quise investigar su
vida privada y conocí que cuanto poseía lo
había adquirido de mala manera; si este tal
80 hubiera confesado, so le habría exigido la
rostitiKíión y ved aquí el quid de la dificul
tad y la razón de sus descorteses palabras.
Tambióu oí en otra ocasión á otro hablar
mal do este Sacramento, mas i sabéis á
quióuí á \ino que estaba engolfado en el
vicio y arrastraba una vida públicamente
pecadora y escandalosa; si esto tal be hubiese
confesado, sin duda alguna hubiera tenido
que dejar la ocasión y vivir honestamente,
cosa que 61 no quería, y hó aquí i>orqué ha
blaba mal de la Oonfesión. Si por casualidad
o í s vosotros alguna vez hablar mal de este
dulce Sacramento, que es la tabla de salva
ción después del naufragio, jiodéis deciros;
liste ó es uu ignorante, ó un ladrón, ó un
perdido; y no os equivocaréis, por lo que
despreciad sus i)alabras; uu hombre instruido,
ó virtuoso no solo no hablará mal de este
Sacramento, sino que antes bien lo amará,
lo respetará y practicará. — líuestro pobre
oficial que oía tal granizada, pasó por todos
los colores del prisma, le parecía que todos
le miraban, bajó humillado la cabeza y se
tragó la amarga píldora; desde aquel día no
ha vuelto á hablar de la Oonfesión.
¡ Qttó mal tiempo !
XJu deseo no sutistí>clio.
Deseábamos pasar á la otra parte del río
Sta. Cruz para visitar á varias familias, que
con ansia nos esperaban, mas la gran crecida
del río y el fuerte viento nos lo impidieron ;
el Comandante se ofreció á trasportarnos en
una barca de vela, que estaba á su disposi
ción, mas se hallaba en la ribera opuesta y
no podía venir por el viento contrario.
Finalmente el sábado i)or la tarde llegó y
salía el día siguiente por la mañana, día que
nosotros habíamos establecido i>ara celebrar
varios matrimonios y distribuir algunas pri
meras comuniones, por lo que no pudimos
ai)rovechar la ocasión, lo que fué una grande
gracia del Cielo. L a mañana era hermosa,
las aguas sosegadas, la atmósfera serena, todo
en fiu nos invitaba á p artir; mas no hacía
aún una hora que había salido la barca,
cuando desencadenándose un viento fortísimo
la arrastró de irresistible manera río arriba,
y nada más se ha sabido de ella, sino que
no llegó á la orilla opuesta.
N o queríamos dejar siu visitar aquellas
familias, así que tentamos pasar el río por más
arriba, por dos sitios denominados Casa de
Ibáñez el uno, é Islae de los Favos el otro,
mas por todas jíartes nos disuadieron de pa
sar este río que en sus crecidas mide al
monos 300 m. de aucho y cuyas olas se
levantan no de otro modo que las de uu mar
impetuoso; á pesar nuestro tuvimos que vol
ver atrás y pasar dos días más encerrados
en el inolvidable cobertizo con nuestra tienda
alzada para preservarnos del polvo. E l mis
mo día en que nosotros queríamos pasar el
río, el Comaudaute de policía, bállandose en
la orilla opuesta, se arriesgó á venir al pre
sidio y corrió grave peligro su vida, pues
perdió el caballo en medio de las olas.
'V'itolta Á I*uut<ii'cuas. — Kesumen
del ■viq.^o y del l^icn lieclio.
L a vuelta fué rápida merced á los buenos
caballos de que disponíamos; llegamos á
Pimtarenas la víspera de la semana santa,
cuando más se seutía nuestra ausencia; en
los últimos días de vi;\je tuvimos que romper
el hielo de los riachuelos para lavarnos por
la mañana y el viento nos helaba las manos
y las orejas; nosotros no temíamos tanto al
ñ'ío, cuanto al agua y nieve, ésta vino tan
solo el día de nuestra llegada; dos fuertes
—
Ól
íjraiiizadas nos cogieron por el camino, mas
el granizo no mancha los vestidos.
ívuestro viaje duró 33 días, en los que atra
vesamos IC ríos grandes y pequeños; vimos
130 lagos, 34 de agua dulce, 2 de agua sa
lada, 2 de sal y secos los otros 92. Cada año
va más y más secándose la Patagonia; á
este paso dentro de pocos años difícilmente
se hallará en el campo agua para los ani
males.
Pasamos por los sitios siguientes: Paso del
Guanaco, Piquetavo ó Pec-Koy, Oseáo, San
Gregorio, Punta Delgada, Gallegos, Coy-le,
Cañadón de las Vacas, Santa Cruz, Oañadón
délas Chinas, Laguna de la Leona, Guaraike,
Paleaike, Dina Marquera, Cabeza del M ar;
haciendo un camino de 1950 kilómetros.
He aquí ahora un cuadro del bien que con
la gracia de Dios, hemos podido hacer du
rante este mes de Misión:
B au tism os....................................... N . 32
C onfirm aciones.............................. » 93
C on fesion es.................................... » 90
Comuniones (de la que 20 primeras) » 68
M atrim onios.................................... » 19
Viático y Extrem aunción.............
» 1
Bendición de C apillas........................» 1
Misas celebradas en público. . . .
» 27
»
»
en privado . . . »
6
Bendición de casas nuevas . . . .
» 2
Dígnese Reverendísimo P . R ú a , unirse
á nosotros para bendecir y dar gracias á la
Divina Providencia que tan buena ha sido
con nosotros y en modo especial conmigo,
durante este largo via-ie. Llegamos á casa
sanos y salvos, si bien apenas odio veces
dormimos en cama.
Por cnanto le he dicho en esta larga rela
ción; fácilmente puede ver V .R . la gran ne
cesidad que tenemos de sacerdotes en esta
Prefectura Apostólica; nosotros rogamos á
la divina Providencia que, por medio suyo,
se digne mandarlos cuanto antes.
Le ruego se digne bendecir al que tiene
el alto lionor de profesarse de V . R.
Bum ildisim o y ohedientísimo hijo
M a t o b in o B o r g a t e l l o , Pbro.
Pmitarenas, Mayo de 1895.
RIO MgORO.
ÜQ DoeTO tríonfo sobre el infierno.
Conesa, 10 de ootaljre de 1895.
Sr
. D
ir e c t o r
d el
Boletín Salesiano.
A persecución es el sello característi30 de las obras de D ios; las dificulta
des , los peligros, los padecimientos
y los obstáculos son los resortes
le que con grande encono se vale el infierno
—
para estorbar, im pedir, ó cuando menos,
dificultar las obras divinas.
P e ro , ¡ vive Dios ! que ha asegurado de
antemano y en términos irrefragables el
triunfo de sus obras y ha fijado también loa
límites del poder de las tinieblas.
Inauguración <ie una
Capilla
F z * e c e d le n t e s 5 — D i l i c u l t í i c l o í s — E
necesario al>an<lonar
neainente «'1 campo.
—
k
inomeutn-
L a fundación de la Capilla del Colegio á
cargo de las R R . Hermanas de María A u
xiliadora en Conesa, población situada á
orillas del Río Negro, constituye una prueba
brillante de cuanto llevo dicho. E n el año
1891 tras reiterados llamamientos del pueblo
y en vista de las necesidades espirituales de
sus moradores, se decidió el limo. Sr. Cagüero á mandar un Sacerdote Salesiano y
tres Hermanas de María Auxiliadora para
que se ocuparan de la educación moral é in
telectual de la niñez y cooperaran á la ci
vilización y bienestar del pueblo de Conesa.
Por de pronto habitaron una pequeña casa,
cuyo alquiler costearon generosamente los
Sres. D . M. Rodríguez , D . Nicolás Molina
(hijo) y D . Palmiro Payera. E n el ínterin
debíase poner mano á la construcción de un
Colegio y de una Capilla anexa, pues que
provisoriamente habíase erigido en Parro
quia un mezquino salón de la casa alqui
lada. Y de aquí surgieron tantas dificultades
que las RR. Hermanas se vieron obligadas
á retirarse nuevamente á Viedma después
de dos años de residencia y cuando ya se
habían granjeado la estima y simpatía de
toda la población, con su caridad y celo iufatigable.s.
E l tiempo pm^Tt — E l H. P . «Tonó
Jloulo iillniinn InH «lifiotilta*
cloK —Vuí'lven 1« k HcniiítiiaK.
Tres años transcurrieron sin que ni loa
P P . Salesianos ni las Hermanas <le María
Auxiliadora volvieran á fijar su demora en
Conesa y sin arribar á una solución satis
factoria de las dificultades que se habían
levantado.
E n el año 1894, habiendo regresado de
Europa el Hmo. Sr. Cagliero, nos mandó al
P . José Boido para que se enterase de las
críticas circunstancias por las que atrave
sábamos. Y el P . Boido, obediente á las ór
denes de su superior, con una maletita y el
Breviario emprendió el viaje á pié á fin de
evangelizar á cuantos hallase en el largo
trayecto.
Animado de grande confianza en la divina
Providencia, con el auxilio del Hmo. Señor
Cagliero y el apoyo decidido de la pobla
ción, allanó las dificultades y pudo conti
nuar los trabajos que había dejado el Bdo.
P . Bonacina. E l 12 de octubre del año pa-
— 5S —
Hado 86 abrieron los cimientos y fueron
ecliados loa primeros ladrillos. Ko bien acal)iída la casa y la Capilla, aunque no fueran
tddavía habitables, para secuiidar los deseos
de la pobluíddu, el l*. Boido instó vivamente
jiara que Mona. Capliero volvie.se á- mandar
ó las K U . Hermanas do María Auxiliadora.
Salieron entonces las prediclias l i l i , el día
4 do junio del presente año, y el (> del mismo
mes ííeparon (i Conesa , donde fueron reci
bidas con grande rc(;oüijo por parte de todos.
ISoii(lu‘ Í<>n «l«-l Colo«-io — lOiifiixiaw-
iiio y
Nol4*i»iuo
—
' r « ‘-
<leum,
<lol 11. 1*. H oiilo 2^'
l>on<lici<Sii ooii Ssí. 11. 31.
Vor lo pronto se vieron precisadas á. vivir
en un rancho que generosamente les cedió
1). Matías ICqniza hasta que se ultimaron
los trabajos, y el día LM) de setiembre pa
sado fu6 el señalado para la insialación de
las ItR. l i l i , en el nuevo ediíicio. Antes
empero se procedió (t, la bendición solemne
del C olegio: en medio del más grande en
tusiasmo' dol a población, se organizó una
solemne procesión que saliendo de la Ciipi’la
recorrió tros cuadras hasta llegar al Coh-gio.
A bría la procesión la cruz parro(]UÍal lle
vada i>or tros monaguillos que se turnaban
disputándose aquel singular honor. Seguían
en dos tilas la» niñas educandas seguidas
de un vistoso grupo bien ordenado de todos
los niños, señoras y caballeros de Conesa.
101 {lequeño clero encabezado por el lido.
P. Boido y Mateo Vallerotti cerraba la pro
cesión.
Llegados al lugar indicado, se dió co
mienzo á la augusta ceremonia, siendo P a
drinos el Sr. D. Macario Rodríguez y su
señora Doña Luisa. Acabada la bendición
del ediíicio, la procesión regresó en perfecto
orden á la Capilla donde se puso de maniliesto S. 1). M. y se entonó un .solemne
Te Deum en acción de gracias. Acto conti
nuo el P . Boido con palabra.s llanas, pero
elocuentes, demostró cuan grande y seña
lado es el benetloio que la intinita bondad
de Dios había concedido al pueblo do Conesa
después de superadas las más intrincadas di(Icultados. Con sentidas frases dió gracias
á todos los bienhechores que habían contri
buido ]íara terminar el nuevo edificio, im
plorando sobre ellos las más selectas ben
diciones. Les aseguró con argumentos irre
fragables (pie cuanto tJiayores habían sido
los obstáculos levantados j)or el infierno
contra la obra de D ios, tanto más redundarían en provecho de la Colonia los bené
ficos intlujos de la civilización para el ade
lanto moral y material que lleva consigo la
fundación de iglesias y de institutos ediicati\M>s religiosos, lín seguida se cantó el Tantum h't'fio y so impartió la bendición con
S. D . M., acabándose así la tan hermosa
ceremonia que dejó las más suaves impre
siones en todos los habitantes de Conesa.
Porqu é se celel^ré esto acontecí*
miento el día de S. IMlig^uel.
Habiéndole yo preguntado al P . Boido
porqué había elegido el día 29 de setiembre
más bien que otro cualquiera para la fun
ción, me contestó que por dos razones: la
primera, para que el Arcángel S. Miguel
recibiera bajo su amparo esta nueva casa y
la defendiese de todos los m ales; y la se
gunda, para conmemorar y festejar el «lia
onomástico del Superior General de la Coiitrregación Salesiana, el Rdo. P . Miguel
Rúa.
ílueatros más ardientes deseos se han vis
to, pues, real irados, y el infierno ha debido
huir humillado ¡ Dios sea bendito!
Ruegue V. para que todo este pueblo sepa
aprovecliarse tie gracia tan señalada como
el Señor le hace con el <lefinitivo estableci
miento de las R R . H H . Hijas de María
Anxillatlora, que á las elocuentes muestras de
su celo y caridad ya anteriormente dadas,
han comenzado y contimian dando otras no
menos elocuentes.
De V. afmo en C. <7.
P . H . J.
Cooperador &ite*íano.
L.ih i'»clo ele In m u e r t e .
El día 19 de diciembre de 1894, hallándome
con mi familia en nuestra torre üoBom S\iccesso junto á la ciudad de Pindamonhangaba
(Estado de S. Pablo), mi hijo Herculano, de
solo 3 años de edad, divirtiéndose en la al
coba, halló una caja de gránuíos de arsénico^
que desgraciadamente me había olvidado de
tirar; la abrió y llenándose la mano tragó el
reveneno. ¡Infeliz de mí, la catástrofe era
inevitable! E l hecho sucedía á las 5 d éla
tarde; apenas lo supo mi esposo, el Inge
niero Sr. D . Benjamín Frankiín de Alburquerque Lima, mandó preparar el coche para
Trasportar al niño á Pindamonhangaba, re
currir á la medicina y conjurar el inminente
peligro de mi amado hijo. Yo, eutre tanto,
poco esperando del arte humano, ferviente
mente invocaba á la Auxiliadora de los
— 59 —
Cristianos, pidiéndole conservara la vida de
mi Herculano.
Prometí vestirlo de blanco y azul basta la
edad de siete aüos y de hacer celebrar una
Misa solemne en la capilla de las Hermanas
de María Auxiliadora de esta ciudad. Es ne
cesario notar que inmediatamente después
del fatal suceso, comenzamos A darle á beber
leche fría, trasladándole después a l a ciudad
para la c u ra ; mas siendo mucha la dis
tancia, no pudo recibir algún otro remedio,
hasta las 9 de la nochej esto es, cuatro
horas después de tragado el veneno. ¡ O h ,
cuán buena es nuestra celestial Madre ! Ella
oyó mis súplicas y el Cielo decretó el mi
lagro; mi hijo nada tuvo que sufrir, ni ac
cidentes, ni vómitos, ni nada, en ü ii; absolu
tamente nulo había sido, pues, el efecto del
veneno. Agradecida por tan gran milagro
hice celebrar la Misa el día 24 de m ayo,
vestí de blanco y azul á mi angelito y deseo
que sepa el mundo entero, que yo debo la
vida de mi amado Herculano á la taumaturga Virgen de D . Bosco.
D
e
M
A
a r ía
A
d e l a id a
lbuq u eeq ue
L
im a
los Cristiauos se halló completamente libre
de atroces dolores de costado que desde su
infancia la atormentaban y que á mediados
del mes pasado la redujeron á tal estado, que
los que la rodeaban creyeron le era llegada
su última hora.
E nriq u e B o u s , Pbro.
Boiulioue, 18 de Noviembre de 1895.
U n a n o v e n a á .A laría A u x ilia c lo r a .
U na terrible meningitis aquejaba á mi ama
dísimo nieto, y superada ésta, una como
especie de locura lo martirizó por.ocho largos
meses. Viendo que todo remedio humano era
inútil, llena de esperanza recurrí con una
novena á M aría Sma. A u xiliadora, prome
tiendo hacer pública en el Boletin Salesiano
esta gracia, dado caso que me la otorgara. La
curación no se dejó esperar y fué completa.
¡ Sean dadas infinitas gracias á María A u x i
liadora !
A n g e l a N a r d i.
.
Pindamonliangalia (Estado de S. Pablo, Brasil),
Junio de 1895.
Arzignauo-Costo, 21 de Noviembre de 1895.
G ra c ia s s e a n
N. B. — Esta relación nos fué trasmitida
por el limo. Sr. Lasagua (Q . E. P . D .)
quince días antes de la catástrofe de que
fué víctima.
¡ V iv a
M a ría !
Humildemente postrada á los pies de
María en su devoto Santuario de Turíii, con
una hermana mía de quince ailos de edad,
que obtuvo del Misericordioso Corazón de
Jesús por intercesión de María Sma. A u x i
liadora, la curación de uua enfermedad que
de muchos años sufría, deposité, en acción de
gracias, la limosna ofrecida, rogando so pu
blicara la gracia en el Boletin Halesiauo, para
que se conozca mjis y más la potencia y el
continuo auxilio que siempre nos presta en
nuestras necesidades Esta gran Madre, Reina
de los Cielos. ¡ Viva María Auxiliadora!
L
u is a
G
aja
.
Cásale Monferrato, 14 de Octubre de 1895.
R e c u r r i d to d o »» á M a r í a .
Agradecida á María Sma. Auxiliadora por la
gracia recibida, y fiel en mantener el voto he
cho, Agustina Scarioue de esta Parroquia,
hace saber á cuautos sufren y padecen que ella
despftés de hacer uua novena á María Sma.
invocada bajo el titulo de Auxiliadora de
d a d a s á M a ría . —
Los Salesianos que se dirigen á Méjico dan
vivas gracias á María Auxiliadora, su que
rida Madre, por haberles sacado ilesos de
uu grave peligro, después de haberse á Ella
eucomeudiulo.
A n g e l P iccono , Pbro.
ü la i'ia , ssilud d e l o s <'nfei*iiios.
Acabo de recibir una carta de un Coope
rador de Ja Coruíia, de la cual tomo la re
lación de una gracia de María Auxiliadora,
que co¡)íada á letra dice como signe:
> Un Cooperador me entregó 25 pts. en
acción de gracias á M aría Auxiliadora por
haber vuelto á su conocimiento á un enfermo
desahuciado dtí los facultativos, cuya gracia
desea se publique en el Boletín ¡SalcHiam. »
M a n u e l B. ITe r jiid a , Pbro.
Saniá (Barcelona). 18 de Enero de 1896.
E l 31 se celebró también en el Oratorio el oc
tavo aniversario de la muerte de nuestro amado Pa
dre y Fundador D. Bosco, de siempre grata memo
ria, pontificando en la solemne misa de Kequiem el
Bmo. Sr. Obispo de Saluzzo. Por la tarde, como de
costumbre, los niños se dirigieron á Valsálice para
orar ante la tumba del Padre. E l lim o. Sr. Obispo
les dirigió la palabra dándoles el recuerdo que desde
su tumba lo sugería Don Bosco, es á saber, la obediencia. Era tal la unción, la simplicidad y sen
cillez de la palabra del sabio y virtuoso Prelado, que
no parecía sino que el espíritu de D. Bosco se ha
bía transfundido en su alma. Los niños le aclamaron
y guardaron en su corazón sus palabras, como pre
cioso tesoro.
JBUoaitCi ele S. 'F'i*uueiN<to <lo SaloK
e n e l O m to iú o .
Solemnísimos han sido los cultos que este año
se han tributado en el santuario do María Auxilia
dora, li nuestro Patrono S. Francisco de Sales. No
obstante celebrarse la fiesta en día ferial, grande y
numeroso fuó el concurso de fieles de todas las cla
ses sociales, tanto á. las funciones de la mañana como
á las de la tardo. Celebró la misa de pontifical el
lim o. Sr. Obispo de Novara, quien también pronun
ció por la tardo un elocuente panegírico del Santo
de la dulzura y de la mansedumbre.
Contribuyó no poco al esplendor de esta fiesta
el hermosísimo y por todos conceptos laudabilísimo
cuadro de S. Francisco de Sales que el eximio ar
tista Enrique líeffo ha pintado para la elegante ca
pilla del Santo, recientemente restaurada y enrique
cida con preciosos mármoles y dos artísticos cuadros
de gran tamaño que representan diversos pasajes
de la vida de nuestro Santo, y son acaltada obra del
antiguo alumno de D. Bosco, José RolUni.
El cuadro de que nos ocupamos y ([ue en la pá
gina siguiente reproducimos, representa ul santo obispo de Ginebra arrodillado en su reclinatorio, mien
tras escribo las sublimes é inspiradas páginas de su
Tratado del amor de Dios. Susptmdiendo por un
momento so trabajo, el Sivnto dirijo su arrobjida mi
rada al Cielo para recibir de él la inspiración,
y los úngelos ([ue le rodean oxtavsiados ellos mismos
ante la actitud del santo obispo, iviroce como que
se imponen silencio y por un momento suspenden
el suave mucimionto de sus alas para no distraerle
de sus encendidos coloquios y sublime contempla
ción del amado de su alma. En el fondo se distin
gue t»arte dol retablo de la Civpilla privada del Santo
con las imágenes de la Sma. Virgen y de Sta. Clara,
que vienen á completar tan sublime y artístico con
junto.
Solo un alma ardiente y profundamente cristiana
potlía dar do sí una obra como ésta, en la que el arte
y la fe‘ se dan apretado abnu<>. y que se halla rodeada
de una atmósfera toda satunida do la divinidad, cuyos
suaves perfumes parece aspirar el alma al contem
plar cuadro tan divino.
E l nionumento á I>. Bosco
en Castelnnovo
El 17 del pasado Enero se reunió en Castelnuovo
el Jurado del concurso para el monumento que, como
en otro número dijimos, se levantará á D. Bosco en
dicho pueblo. Le componían el Conde Ceppi, arquitec
to, el Comendador Tabasclii y los profesores Belli y
Vespignani , Pbro. Presidia el alcalde Sr. Musso,
distinguido geómetra.
A l concurso se han presentado 24 proyectos de
otros tantos distinguidos escultores de Roma, Milán,
Palermo, Florencia y Turín.
Después de un detenido examen, el jurado esco
gió los trabajos de los escultores Sres. Galliano, Ca
nónica y Stuardi, obteniendo definitivamente la pree
minencia, al procederse á la votación, el del último,
alumno de la Real Academia Albertina, de Turíii.
E l monumento debe quedar terminado en otoño
do 1897 y medirá sois metros; tres el pedestal y
tres el grupo que representará á D. Bosco, á uü
joven europeo y á otro de Patagonia.
OoopoiMClox*e« Sulesiuuois.
L o » Cuoperadures Salesinnos se han prodigiosa
mente m ultipliwido y ya ae üu<-ueutrau disemi
nados i»or todo el mundo. El Boletín Sulesiaiio
italiano tira meusuuhnente 65,000 ejemplares,
30,000 el francés, 14,(K)0 el esinuiol y de 8 á 9,000
el inglés y alemán. Estas cifras nos pueden dar
nna idea nada imis que aproximada de la extraor
dinaria falange do apóstoles que forman la gran
fam ilia de los Cooperadores Salesianos, los cnales
con gran celo y según las condiciones de sn estjido trabajan en servicio de la Ig lesia y salva
ción de la juvennnl, en la santificación del talles
y de la escuela, en encaminar al estfido eclesiás
tico numerosas vocAciones, en la difusión y soste
nim iento de Oratorios festivos y de asociaciones
católicas, y en unión de los Salesianos, cooperan
ti la gran obni que cumplen loa misioneros de
Don Hosco. Esta tan extendida Asociación ó Pía
Unión de Coojteradores tiene por Superior al
mivsmo Rector M ayor de la Congregación Salesiana,
Rdnio. Sr. D. M iguel R ú a ; en cada diócesis nn
D irector diocesano, con la aprobación del Ordi
nario ; en cada parroq\iia un Decurión que por
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radores por 61 propuesto, y en las ciudades donde
Im biore varias i>ai'rüquias y no residiere e l D i
rector diocesano, se e lig e ó se nombra un D irector
local.
IJanianioa la atención do nuestros benem éritos
Cüoperaílüs sobre el M a n u a l P n lC T ico que e l mes
]>tisado comenzamos á publicar y que adjunta
mos al Boletín, ]mes en él podrán encontrar cuan
tas instrucoiones necesiten ]mra informarse bien
del espíritu (luo debo presidir en esta P í a Unión
y jiara debidam ente organizaría á lin do que sus
trabajos sonu fructuosos y provechosos al tin q u e
l>orsigue.
La fiesta María Inmaculada
en el Colegio Salssiano de S. José.
Poseemos varias relaciones do los solemnes cultos
tributados por los Salosianos á María Inmaculada, y
no habiéndonos sido posible publicarlas en los jirecedontes números, por la abundancia del material
atrasado, ni darlas todas en ésto, publicamos algunas
dejando las rostantos para el próximo mes , Dios
inodianto.
L a siguionto, quo se refiere al concurridísimo ó im]íortante Colegio y Oratorio festivo de S. José, si
tuado en la calle do FlorUablanca, la tomamos del
Diario Catalán do Barcelona.
Dice, pues, dicho d i m o :
Como anunciamos oportunamente, el domingo
tuvo lugar en el Instituto Salesiano do llostafranclis
la fiesta que los hyos do Don Bosco y sus alumnos
de aquella casa celebraron en obsequio de San José
y do María Inmaculada. I>a parto religiosa resultó
una verdadera manifestación do fe católica, pui»s tan
concvirrida fué por toda dase de iH'rsonas, que la
capilla resultó insuficiente pura ello. Lo cual pono
una vez más en evidencia la necesidad absoluta quo
hay do quo cuanto antes se levante allá una iglesia
do regular dimensión pam atender á las nocesidados
do aquel Ikutío.
A las (lioz se efi*ctuó la bendición do una hermosa
estatua de la rurisima Concepción, apadrinándola el
señorilo Don Itamón Vohu-t y Costa y su hermana
la señorita doña Dolores.
El oficio, composición del maestro Mons. Cagliero
y el Tanhtm Ergo, del maestro Plans, fueron muy
bien qjo‘''úadüs por los alumnos del Instituto.
El señor don Julio Molinas cantó una preciosa
. I t r Jtía.i». del maestro Abn.‘U, profesor del regio
Conservatorio de esta capital.
62
—
Bajo la presidencia dél señor doctor Palmerola, en
representación del Excelentísimo señor Obispo, y del
Excelentísimo señor don José María Nadal, en la
del Exemo. señor Alcalde de esta capital, se efectuó
la velada músico-literaria, organizada por el mencio
nado señor Abren y por el director de aquel esta
blecimiento.
Muy variado era el programa ; escogidas piezas do
música magistralraente ejecutadas al p ia n o, harmonium, violoncello, arpa, violín ; hermosos cantos ó
iii.spiradas poesías declamadas por jóvenes obreros,
alternándose con mucho orden y satisfacción del dis
tinguido y numerosisirao auditorio.
La p a i^ do música estuvo á cargo de los señores
A . Abreu, l'ont, Andreoli, Ceballos y Lóp ez; la do
canto fué desempeñada por elR do. Sr. Palau, bajo,
sochantre de la Catedral, del Sr. Molinas y de la
señorita Picci.
Entre las composiciones llamó la atención una
bellísima poesía catalana intitulada: Don Bosco y
la Inmaculada , debida á la pluma del Sr. Don
Agustín Valls-Vicens, ya conocido en la república
literaria por otros excelentes escritos , en los cuales
corren pareja lo castizo de la lengua, catalana y el
más acendrado amor á la patria.
El Rilo. P . Antonio Aime, director del colegio, en
un breve discurso de gracias, después de manifestar el
agradecimiento de todos los Salesianos á cuantos
cooperaron al buen éxito de la fiesta, expuso el ori
gen y el fin de la institución de Don Bosco, y pues
aquel establecimiento de enseñanza se sostiene con la
caridad de las personas piadosas, solicitó el apoyo y
protección de todos los presentes para continuar y
desarrollar tan importante obra.
SEVILLA.
r'IE S X A .
SA.LESIA-3VA..
Bendición de las máquinas para los nuevos talleres.
Leemos en la Itevista Católica de dicha ciudad,
cuanto sigue:
Grande, majestuosa, sublimo os nuestra santa Re
ligión en todas sus múltiples manifestaciones y en
su acción prodigiosa que todo lo abraza con el influjo
inmenso de su inagotable caridad.
Gnimle y majestuosa en el heroísmo de los pri
meros esforzados campeones de la fe y en la sangre
de sus innumerables mártires; grande y sublime en
la acción civilizadora de los bárbaros de los primeros
siglos de la Ig le s ia ; grande y sublime en las luchas
solapadas y engañosas de la Edad media y en la
enérgica resistencia que opone al torrente invasor de
las doctrinas protestantes; majestuosa en medio de
las amenazadoras oleadas de la revolución del siglo
pasado y en todas sus nuevas creaciones que rebo
san lozanía y vigor , donde se manifiesta y ostenta
el sollo do lo divino, de que Dios la revistiera, ador
nándola con la admirable belleza de su propia sangre.
—
63 —
T no desmintiéndose jamás á través de los siglos, se
nos presenta en nuestros tiempos grande y sublime
en la solución de los intrincados problemas que tanto
aterran á la enervada sociedad de nuestros días.
Uno de esos gráficos y hermosos cuadros en que
ostenta nuestra Religión todo el brillo do su Majes
tad y el esplendor de su belleza es, á no dudarlo,
la obra del hombre providencial del siglo X IX , el
inmortal D. Bosco.
Si, D. Bosco, el santo de nuestros dias, que, con
mirada perspicaz y preclara inteligencia, previendo
desde el año 41 del presente siglo cual seria la ló
gica consecuencia do las doctrinas que la revolución
había diseminado en todos los países, ofrecía un an
tidoto y romodio eficacísimo para conjurar los estra
gos del socialismo y anarquismo que so ha presen
tado en nuestros días en toda su desnudez y amena
zadora realidad. L a obra de D. Bosco es sin duda
alguna la que está llamada á regenerar á la sociedad,
pues que dedicándose á la formación y cristiana edu
cación de la juventud y , en modo especial , de la
juventud obrera, va entregando á la misma sociedad
una generación nueva , de la cual ha procurado
apartar el virus emponzoñado de las maléficas cos
tumbres qne todo lo invade.
Y que así es, bien lo manifiesta la prodigiosa pro
pagación de esta nueva institución y el inmenso nú
mero de niños que se está educando en la Congrega
ción Salesiana, pues pasan de trescientos mil los que
actualmente reciben cristiana educación en las Es
cuelas y Talleres del inmortal I). Bosco. Mas ¿ para
qué buscar argumentos extraños cuando acabamos de
ser testigos oculares de la hermosura de esta obra y
de sus espléndidos resultados? ¿Quién , en efecto,
qne haya asistido á la función de inauguración y
bendición de las máquinas de los Talleres Salesianos
que, merced á la actividad de dichos Padres y á la
cooperación de los buenos se han instalado en Sevilla,
no siente tod.avia llena su alma de las mils puras emo
ciones y dulcísima alegría ? Nos parece un suefio,
pero uno do esos sueños que nos proporciona la grata
satisfacción do la nalidad. El ideal que por tanto
tiempo fuó objeto único de nuestras aspiraciones y
ardentísimos deseos, ya so. ha traducido en hedió y
hecho consolador.
Creemos hacer cosa grata á nuestros lectores, co
municándoles las impresiones que hemos sacado de
la hermosísima función del día 30 del pasado no
viembre. Se trataba de inaugurar los Talleros de Im
prenta y Encuadernación y bendecir todas las má
quinas de los mismos. Con oportuna invitación y
elegante taijeta habían sido convidados los Sres. Coo
peradores y las Sras. Cooperadoras que tanto se in
teresan por la Obra de D. Bi)sco en Sevilla. Los pre
parativos fueron extraordinarios. El Excelentísimo
Ayuntamiento prestó gustoso sin número de escudos,
lianderas y gallardetes que repartidos con gusto en
los diversos puntos de la C a ^ , daban á la misma
un aspecto de majestad y dulcísima alegría.
S. A . R. la Srma. Sra. D .* Luisa María Fer
nanda de Borbón, Infanta de España, había acep
tado la presidencia general de la fiesta en unión del
Excelentísimo Ayuntamiento, qne estaba dignamente
representado por el Sr. Teniente de Alcalde, D. Car
los Serra, y otros Sres. Concejales.
El lim o. Sr. Gobernador Eclesiástico de Sevilla,
Sr. Dr. D. Francisco Bermúdez de Cañas, Deán do
esta Metropolitana y Patriarcal Iglesia , tenía que
bendecir las máquinas, pero por encontrarse enfermo,
envió al muy Ilustro Sr. Dr. D. José Roca y Ponsa,
Magistral de la misma Iglesia.
La función tenia que empezar á las dos y cuarto,
y á las dos ya estaba el hermosísimo salón en donde
tendría lugar el acto músico-literario lleno do boto
en bote. L o más selecto do la nobleza y aristocracia
sevillana daba gran realce á la reunión. A las dos
y cuarto la banda salesiana hace resonar los alegres
acordes de la marcha r e a l: todos acuden, un senti
miento de unánime alegría se comunica con la ra
pidez do la chispa eléctrica á todos los corazones y
una palabra do unisona y grandísima satisfacción es
la que sale de los labios do todos. Y a está aquí la
Sra. Infanta, y en efecto , la augusta Sra., que no
teme rebajarse descendiendo de su palacio para con
fundirse con los pobres hijos del pueblo, había lle
gado.
A l apearse del coche la recibieron el Rdo. Padre
Superior de la Casa Salesiana y el Sr. Teniente de
Alcalde D. Carlos Serra, con los demás señores Con
cejales. L a augusta Señora , que en otras muchas
ocasiones visitando la Casa la encontraba desmante
lada y desprovista de todo, manifestaba al Director
del benéfico establecimiento su maravilla y regocijo,
al verla ahora tan adornada y tan artísticamente
engalanada, y habiéndole contestado el Superior que
se podía la Casa comparar en aqnel día al pato quo
iba ostentando las plumas del pavón r e a l; todos,
replicaba su A lte za , todos han de conceder gozosos
su protección á la Obra de Don Bosco , que es la
Obra eminentemente salvadora de la depriivada so
ciedad do nuestros días.
Saludando con manifiestas señales de purísima sa
tisfacción á los concurrentes, fué la Augusta Señora
á ocupar el sillón presidencial quo estaba colocado
bajo artístico dosel do riquísimo terciopelo, presíado
por el Exemo. Ayuntamiento. Sentóse á su derecha
su dama de hminr la Sra. doña Julia ,\daro do Volasco y á la izquierda el Sr. Teniente do Alcalde, y
asi sucesivamente los Sres. Concejales y las más dis
tinguidas personas de la nobleza de Sevilla.
(Se coniinuarú).
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La fiesta de la Porísima Con3ep:idn de Haría.
Sr. Director del B oM in Salcaiano.
M l t Sr . M ío :
Rebosando alegría por todas partes á consecuencia
de los siempre gratos, imperecederos y solemnísimos
actos con que el Colegio de Rialp — Obra de Don
Bosco — ha festejado á María Auxiliadora en cl
misterio de su Inmaculada Concepción , me dirijo á
V . con este imperfecto bosquejo de los mismos, por
si los considera dignos de ser publicados en el pe
riódico que tan denodadamente dirige.
— G4 —
Los alamnos ya internos ya externos, que en númíTO bastante crecido frecuentan sus clases, cursando
unos las asif^naturas que constituyen los cinco años
del Ilachilbírato, agregados al Instituto Provincial de
Lt-rida, otros las propias del Seminario Diocesano,
comprendidas en los tros años de latín , asimismo
incorporados al do la Seoj otros las asignaturas de
comercio y lengua francesa y otros las contenidas en
las clases do preparatoria 0 superior, eli^mental y pár
vulos, han mostrado una vez más , que á pesar de
bailarse en terreno árido y glacial cual es éste ,
denominado Corazón dol Pirineo, sin embargo poseen
uno tan susceptible do cariño y entusiasmo como el
do los que habitan en las fértiles y extensas vegas
del Mediodía.
Que sallen también expresar sencilla ó ingomiamento lo que sienten para con María, que tres años
buce próximamente con su atractiva y hermosa pre
sencia vivifica y entusiasma á cuantos tienen la dicha
de contomplarlu en el Colegio Salesiano.
K1 80 de noviombré, pues, se principió la novena
que diariamonto y á las 7 li4 de la noche se hacia,
canüuidoso por la escolanía , compuesta de internos
y externos, especiales y festivos moteles, que su tan
preclaro, como asiduo Director excogitó, la Letanía
Laurotana y Tanium ergo do Moiis. Cagliero, que
casi diariamente varió el salesiano D. .Icsús María
Carballo.
El 80 do noviembre, viernes, por ser 1.® del mes
y segundo día dol triduo, so celebró por vez primera
la función que al Deilico Corazón de Jesús dedican
las Casas de Don Poseo.
A la hora reglamentaria del domingo 8 , día de
la Inmaculada, so dijo la misa de Comunidad, reci
biendo por primera vez el pan Eucaristico diez alum
nos entro internos y oxtornos, viéndose acompañados
ni Uxn imponente, como trascendental acto, do loa
demás que provistos do las condiciones prescritas ansiaKan honrar á María, recibiendo con afán á Jesús,
su Divino Hijo.
A las 10 1\2 hubo otra , cantándose la de la
Sta. Infancia, do Mons. Cagliero, que interpretró
f.dizmonto la masa coral, bajo la diestra batuta del
ya dicho salesiano.
Por la tarde y á las 3 li2 so concluyó la N o
vena, teniendo lugar la recepción do Congre^ntes
do S. Luis ; acto muy conmovodor y que prodqjo tan
grata, como sorprendente impresiiin á la escogida con
currencia quo do Gorsi, Suot y Kialp había acudido,
luciendo por primera voz y pendiente del cuello el
vistoso y ©logante distintivo do la Congregación, 7
internos y 4 externos, después do babor pronunciado
c.on voz clara á los pies de María la fórmula regla
mentaria do compromiso.
Seguidamente el Sr. Director pronunció una entu
siasta ó interesante improvisación, quo filé oida con
extraordinario recogimiento, cuidando de graliar cada
cual on su corazón las conspicuas y amorosas frases
que omitían sus labios. Terminóse la función, con la
ex^iosición y bendición de S. D. M. cantándose
un tan s o le t o , como precioso Tím/um ergo de
Mons. Cagliero. que fué magistralmonte qjecutado.
L a iglesia casi impotente de adorno por sus muy
raquíticas dimensiones, debidas á una interinidad for
zosa , presentaba un magnifico aspecto y golpe de
vista, gracias á la artística combinación de colgadu
ras, á la colocación de seis festones muy elegantes y
caprichosos que regaló una familia de abolengo noble
y muy adicta al Colegio, y á la profusión de luces
que ardían en el altarcito, reconstruido y hábilmente
decorado por el ingenioso pincel de D. M on ti, en
términos que todos unánimemente exclamaban ¡ qué
digno es de verse !
A las 5 1{2 se principió en el teatrito, que se
había elegantemente adornado con banderolas, que
de distintos colores alusivos y propios del d ía , on
deaban pendientes del artesoiiado, el drama ; Los dos
Sáboyardos, habiendo tenido háliil desempeño todas
las partes y arrancado continuos á la par que atro
nadores aplausos de la muy numerosa concurrencia
que asistió, saliendo sumamente complacida, como lo
demuestra elocuentemente la muy significativa cues
tación, que voluntariamente hizo al retirarse del local.
Gloria, pues, á María , quo de una manera tan
prodigiosa endulza el acíbar, que por imprevistos su
cesos de vez en cuando propina; María allana los
arrecifes que pretenden obstruir la marcha del Co
legio, Ella es la que salva y salvará de los escollos
á esta navecilla que casi sin tripulación sigue ma
niobrando según inspiración y carácter. María es la
que sustenta, alienta y vivifica á los hijos de Don
Busco, que en estas alturas casi siempre azotadas de
huracanados vientos y conjeladas capas, mantienen
enhiesta la bandera de su siempre admirable y muy
amado Fundador, y María es la que de una manera
tan preferente singulariza á esta localidad, haciendo
que el Colegio, cuyo objetivo es la juventud , fran
quee sus puertas, estableciendo Oratorio festivo,
que es una, por no decir principal, do las ramas del
árlwl denominado Obra de Don Bosco, y que si bien
aquí no podrá llenar todos los constitutivos del Ora
torio Salesiano por no sor un centro de numerosa
concurrencia é impoidante tráfico, adoptará el prineilial que os reconcentrar jóven es, enseñándoles la
senda de la virtud y desviándoles del vicio.
Esta os la convicción de todo el quo conociendo
algo el espíritu salesiano irá siguiendo los varios
trámites que desde su implantación en estos casi
inaccesibles terrenos van sucediéndose, y constante
mente suplica á María que el grano do mostaza hoy,
se convierta en frondosísimo árbol do puedan cobi
jarse los montañeses todos, sin quo el Septentrión,
ni otras crudezas que necesai-iamente han de sucederse, logren causarle el menor menoscabo.
De V. afmo. S. S. en C. J.
J . D.
Cooperador Salesiano.
SANTANDER.
ORATORIO DE DON BOSCO.
£1 aguinaldo del Padre.
El 5 del próximo pasado enero nuestros hermanos
fueron agradabilisimamente sorprendidos por la ines
perada visita del Dmo. Sr. Obispo, que fué verda-
deramente el heraldo de los Santos Reyes. Visitó la
casa y con detenimiento examinó la imprenta, que
merced á la generosidad de S. I . , acaba de estable
cerse ; pues él fué, como ya á su debido tiempo di
jimos, quien regaló la máquina y el material nece
sario.
A ruegos del Sr. Director, accedió gustoso á diri
gir su elocuente palabra, que de veras estuvo inspi
rada, á los n iños, proponiéndoles como modelo ál
Niño-Dios y hablándoles de la festividad del día si
guiente. Excitó á todos á imitar la conducta de los
Santos Magos, ofreciendo al divino Niño el oro de
la bondad, el incienso de la oración y l:v mirra de
la modestia cristiana, que tanto embellece y hermo
sea á la juventud. Acabó diciendo que él por su
parte había ido á llevarles sus aguinaldos, que oran
la bendición del P a sto r, el cariño del Padre y un
donativo del amigo, el cual consistiría en una sucu
lenta merienda, que á nombre del Diño. Sr. Obispo
distribuiría el Sr. Director, R. P . Tabarini, la tarde
siguiente, como así se hizo después de las sagradas
funciones y de la Adoración del Divino Niño Jesús.
Fácil es imaginar la impresión que tan exquisita
bondad del amado Prelado causaría en nuestros her
manos y en los niños, que de ella han de conser
var siempre grato y entusiasta recuerdo.
Dígnese el Señor premiar abundantemente al Dmo.
Prelado, y conservarlo largos años al cariño de los
hijos de D, Bosco y al amor de todos sus dioce
sanos.
O TEA
K U ¿YA
F U N D A C I O I í.
Tomamos de L a Victoria de Béjar (Salamanca).
« Ya están en Béjar los ilustres hijos de Don Bosco.
» Ya se acerca el momento en que. ha de abrirse bajo
su cuidado y dirección el Colegio de huérfanos des
validos que funda y establece en nuestra ciudad que
rida la caridad de una cristiana señora bojarana.
» Ya está próximo el día en que nuestros obreros
podrán contar con un refugio, un asilo, una mo
rada protectora, para los pedazos de su corazón, para
los hijos de su alma, si tienen la desgracia de que
darse sin padre...
> Gloria á D io s, gracias á la piadosa fundadora,
parabién á B ga r por favor tan grande, por tan in
calculable beneficio...
» Ayer 10 de Enero, llegó á esta ciudad el R . P .
Vicente Schiralli con dos Hermanos y empezarán desde
luego á disponer lo necesario para verificar muy pronto
la solemne apertura. »
En otro número correspondiente al 18 del mismo
mes, decía lo siguiente:
« Como prometimos, vamos á dar á nuestros lecto
res algunos detalles más acerca de la fundación que
muy en breve realizarán los ilustres hijos de Don
Rosco en nuestra ciudad, y en la casa qne fué de don
Francisco Alonso, situada en la Carrera, y adqui
rida por la piadosa fundadora doña Felisa Esteban
Rodríguez, para dedicarla á tan hermoso y hnmanit•^rio objeto.
* Ya dijimos que habían llegado á Béjar el R . P .
Vicente María Schiralli y dos Hermanos más y que
se ocuparían, como lo están haciendo, en disponer
lo necesario para la solemne apertura, que se veri
ficará probablemente el día 29 del corriente mes de
Enero, festividad de S. Francisco de Sales.
> Desde luego, y á pesar de no estar ultimada la
preparación completa del edificio, se recibirán niños
huérfanos de padre y madre, cuya edad no b^je de
los diez, ni pase de los doce años.
» También admitirán los religiosos desdo el día de
la apertura, alumnos internos ]«-iisionados, para proporcionarhs, como ellos saben hiu-urlo, sólida instruc
ción científica y esmerada educación cristiana.
» Una vez abierto el Colegio salesiano, podrán con
currir á él, todos los días festivos, cuantos jóvenes
quieran pasar en compañía de los religiosos delicio
sos ratos de honesto recreo, que saben estos buenos
Padres prodigar por medio de juegos varios, banda
de música y otros recursos de su amor entrañable á
la juventud, para la cual viven y á la cual están
consagrados con toda el alma.
» También darán clase de latín para los alumnos
que deseen seguir la carrera eclesiástica, y cuando
el Colegio esté en condiciones y completo el perso
nal correspondiente, se instalarán los talleres donde
los artesanos podrán prácticamente aprender ó perfec
cionar sus artes ú oficios respectivos.
» Esta es la gran Obra salesiana que gracias á Dios
y á la caridad de una señora bejarana, va á esta
blecerse en nuestro Béjar.
» Tan grande es y tan hermosa y de tal importan
cia y trascendencia para los obreros de esta ciudad
<juerida, y tanto ha costado verla próxima, que nos
parece mentira, sueño é ilusión jwnsar que pronto,
muy pronto ha de verse realizada.
» Obreros hejaranos: ésta es la gran Obra que ha
dispuesto y preparado la Religión para vosotros......
» Bendecid á Dios por ella, agradecedla también á
lii piadosa fundadora y sabed aprovecharos para vos
otros y para vuestros hijos de ese favor y de ese in
calculable beneficio que os proporcionan los que ver
daderamente os aman. »
V I L L A C C L O X (U rn ^ n ay).
O l> !s o r ^ ’ a t o i * i o 3 X < »te o r o l< S íy ic o *
Después de haber publicado en el Boletín del
próximo pasado noviembre dos cartas del Umo. Sr.
Lasagna (q. e. p. d.) en una de las que hablaba de
los servicios prestados á la ciencia por dicho Observa
torio, no nos parece friera de propósito publicar un
artículo que encontramos en E l Bien de Montevideo;
E l Observatorio del Colegio P ío, como institución,
tuvo que pasar por el tamiz de una crítica severa y
muchas veces injusta. A cargo de religiosos, á quíe-
w
— ce
ños lo8 eruditos á la violeta quisieran imprimir en
la frente ol sollo do la ignorancia, desde un prin
cipio 80 persiguió con la befa sus ensayos, en vez
do alentar de algún modo á sus Directores. Si las
lluvias ó tormentas anunciadas no se verificaban con
escrupulosa exactitud, so apresuraba la prensa liberal
con osa chacota, hija de la más crasa ignorancia,
á calificar al Director del Observatorio ya de incom
petente , ya do presumido. Si los pronósticos tenían
cumplimiento, entonces el mérito era de los instru
mentos, que, para anunciarnos las alteraciones atmos
féricas, y no para otra cosa, están fabricados. Según
los tales, ora ol caso do meterse ol inteligente
Director del Observatorio en sus casillas y pensar
solo en sus rezos y teologías.
T sin embargo, hombres de ciencia alentaron más
de una voz con su autorizada palabra á los Directores
dol Colegio Pío , y medallas , decretadas por tribu
nales competentes , premiaron las publicaciones del
Observatorio. Y sin embargo, la Capitanía dol Puerto
agradeció repetidas voces en notas oficiales los eminontos servicios, que el Observatorio prestara á la
marina. ¿Quién no rociiordu aquella tormenta de años
há? Desdo Colón so dió aviso á la Capitanía, y las
precauciones tomadas mermaron el número do los
estragos.
Hace tros años vió la luz un opúsculo. L a lluvia
en el clima df. Montevideo, opúsculo que por algu
nos diarios ,
Bien , L a Patria Española , E l
Siijlo, fué aplaudido como obra de una labor paciente
y la r g a , y do otros apenas mereció los honores de
la sección bibliográfica.
Su autor, el P. Imis Morandi, trató de averiguar
las condiciones climatéricas del país con respecto á la
lluvia, y falhlndole datos, fué á buscarlos á nuestra
Biblioteca, á Buenos Aires y al Observatorio de
Córdoba. Con el afán del sabio que persigno un ideal,
quiso indagar si en nuestra República puedo haber
periodicidad en algunas lluvias. Tras largas averi
guaciones ó ímprobos cotejos, llegó á descubrir cuatro
períodos anuales de lluvia.
A l aparecer eso cuadro , que ol señor ingeniero
D. Carlos iloiioré llamó Ley Morandi. alguno había
podido tachar á su autor de presumido á i)esar do
hallarse sus cálculos fundados en 25 años do obser
vaciones.
Por ahora la lógica do los hechos, que es la mtls
contundente, rindo aplauso á los pronósticos del señor
Morandi. En el año tuvimos lluvia en los cuatro
periodos determinados.
Y la lluvia, que cayó anteayer, es otra demostra*
ción hrillaiito de la veracidad do los cálculos que
más arriba mencionamos. Es este pura el señor Mo
randi un veriiadero triunfo y debo ser par él una
justa satisfacción.
N o es jH)Co mérito el apoderarse de los secretos
do la naturaleza, leer por medio del estudio de los
instrumentos que la ciencia proporciona, ou ese gran
libro en que están narradas las maguifícouoias de
Dios.
Nosotros, que siempre tuvimos para el señor Mo
randi una palabra de aliento y de encomio , le en
viamos otra vez nuestros parabienes y le deseamos
igual éxito en todas sus investigaciones.
El limo. Sr. Cagüero en Montevideo.
A l retornar el Hmo. Sr Cagliero, Vicario Apos
tólico de la Patagonia Septentrional, de una Mi
sión dada en el Chubut, de la que nos oenparemos
á su debido tiempo, y recibir en Buenos Aires la
noticia de la desgracia acaecida á nuestros herma
nos en el Brasil, voló al momento alDruguay para
levantar el ánimo y consolar á los Salesianos. Lle
gado á Montevideo recibió la siguiente esquela del
Presidente de la República:
« E l Presidente do la República Oriental del üruguay;
» Saluda con distinguida consideración á S. S.
Dma. el Señor Obispo Cagliero, y al darle la bien
venida á esta Capital, cumple con el deber de pre
sentarle la expresión do su sincero pésame por el
sensible fallecimiento de lim o. Sr. Obispo Lasagna,
rogándole quiera trasmitir estos sentimientos á los
miembros do su Comunidad. »
B U E N O S A IB E 8 ( A r g e a t a ) .
M e s d e M a r ía
y fie s t a d e la
In m a c u la d a .
Nos escriben desde nuestro Colegio de Artes y
Oficios do Almagro participándonos los solemnísimos
cultos tributados á la Madre de Dios y nuestra, Ma
ría Sma. durante el mes que especialmente la está
consagrado, y que en América es el de noviembre.
Todos los días era grande el número de personas que
á dichos cultos concurrían, y grande también el de
las que á la Sagrada Mesa se acercaban para ro
bustecer sus almas con el divino Pan de los ftiertes.
Tan notables cultos tuvieron digno remate con la
fiesta do la Inmaculada Concepción do María, siendo
lo más digno do ella do notarse, la devota y concu
rrida procesión que por la tarde se hizo con la efi
gie de María Sma.
Un acto importante se realizó después en el inte
rior dol Colegio, y que no queremos pasjir en silen
cio ; es á saber, el ofrecimiento que todos los niños
hicieron de sus corazones á la Purísima ó Inmacu
lada J laría; al efecto escribieron en papelitos los
afectos que sus corazones les dictaban, y depositados
todos á los pies de la imagen de María , los que
maron, para que, como de oloroso incienso, se elevara
su perfume hasta el trono de María é hiciera llover
sobro sus inocentes almas los raudales de las mise
ricordias del Señor.
En los solemnísimos cultos de este día ofició d*
pontifical el lim o. Sr. Costamagna, quien dirigió su
encendida palabra á los fieles, después de la proce
sión ; por la mañana estuvo encargado de entretejer
las alabanzas de la Reina de los cielos el elocoent*
orador sagrado R . P . Mayorino Benavente, de la es
clarecida Orden de Predicadores.
— 67 —
VBNB^UBLá.
XjOS 3 Iisioixeros Snlcsianos.
Leemos en L a Estrella del M a r de Valencia,
correspondiente al 28 de noviembre últim o:
Han llegado á esta ciudad tres Misioneros Salesianos, los cuales vienen á coadyuvar en los esftierzos de los que há un año arribaron á esta tierra
querida y se lian captado ya el aprecio de los valen
cianos. L a utilidad que reportará Carabobo de sus
trabajos es evidente para todo aquel que no cierro
los ojos con ol malévolo fin de no ver el esplendo
roso sol de la verdad; allí está la América entera
propalando á la faz del mundo civilizado los grandes
triunfos alcanzados en corto período por esos amantes
de la juventud, y la Europa que presenció el naci
miento de esa Congregación los aprecia en alto grado,
aplaude sus obras y bendice el nombro del inmortal
lí)n Hosco.
Su entrada en esta ciudad se verificó el 20 por
la tarde. En frente del Colegio de N . Sra. de Lour
des estaban esperándoles los alumnos de los cole
gios Don Hosco y C astillo, muchas otras personas
y la música; allí descendieron de los vehículos y
acompañados de las mencionadas corporaciones y de
los seminaristas, se dirigieron á la S. I . Matriz para
dar gracias al Ser Supremo; los músicos acordes y
la alegría que reinaba entre los concurrentes daban
pruebas del placer que experimentamos al verlos entre
nosotros. Terminado el Te Leum fueron conducidos
al Colegio Don Hosco que estaba repleto de gente:
el entusiasmo era general.
También han ido otros tres con los mismos fines
á la Sultana del Avila.
Felicitamos á los P P . Salesianos y deseamos á los
nuevos y simpáticos huéspedes abundantes y prove
chosos frutos.
L I M A (P e r ú ).
3NTJEVA. C A P IL L A ..
Leemos en la Revista Católica do esta ciudad lo
siguiente, que ataño á nuestras hermanas, las Hijas
de María Auxiliadora, allí establecidas :
El lunes último, 4 de Ubre., se verificó en el In s
tituto Sevilla la solemne inauguración de la nueva
capilla establecida en él.
La nueva capilla es espaciosa y ofrece un ele
gante aspecto, quo invita ai recogimiento y estimula
la piedad.
Por la mañana, nuestro Lm o. y Rvdmo. Metropo
litano celebró en ella una misa, en la que recibieron
la Sagrada Comunión las alumnos del establecimiento;
y una vez terminado el augusto sacrificio, el lim o,
^r. Arzobispo administró el sacramento de la confir
mación á algunas de las alumnas, siendo madrina
de ellas la respetable Sra. Jesús 1. de Piérola.
Después comenzó la misa solemne oficiada por el
P. Cosme Mivielle, y á ella concurrieron numerosas
señoras y caballeros de lo más selecto de la sociedad
limeña.
Por la tarde se efectuó una hermosa Academia
dramático-musical, en un salón artística al par que
sencillamente engalanado al efecto.
Asistieron á ella el Exemo. señor Ministro de Jus
ticia, doctor Albarracin, el Director del Ministerio,
señor Déustua, el Director de Beneficencia, varios do
los miembros de esta Institución, y no escaso nú
mero de matronas y señoritas de nuestra sociedad.
Las alumnas que tomaron parte en la actuación
se expidieron con la mayor lucidez, mereciendo en
tusiastas aplausos y dando muestras do sus nlpidos
progresos, particularmente en el canto, al qno pare
cen dedicar preferentemente sus esfuerzos las Hijas
de María Au.xiliadora, á cu }^ solicitud se eucuentiu
encomendada la dirección del establecimiento.
Quisiéramos dar cuenta detallada de esta actuación
que resultó verdaderamente digna de encomio, pero
el espacio de que podemos disponer para ello no nos
lo permite.
ÍTos limitamos, pues, á enviar nuestras más ex
p resiva felicitaciones á las respetables religiosas del
Instituto Sevilla por el notable y rápido progreso de
las niñas que les han sido confiadas.
MBJIOO.
I j a C o r o n a c i < 5 u d e IV . S r a . d e G u a d a
l u p e y lo K h i j o s d e D . B o s e o .
Conocido es de todo.s e l gran entusiaBino que so
ha despertado y las solenmísiiuas fiestas (jue la
República de M éjico ha celebrado con m otivo do
la coronación de la m ilagrosa im agen de N .S ra .
de Guadalupe, patrona de los mejicanos. Entro
los numerosas poregriuaciones que después do este
extraordinario suceso so han d irigid o sucesiva
m ente de todas las ¡nirtes do la República al
Santuario de Guadalu{>c, se encuentra la em pren
dida por nuestros herm anos, benem éritos Coo
peradores y niños do los colegios de M éjico y Pu e
bla.
L os siguientes pormenores do ella los tomamos
do el diario E l Tiempo.
A y e r por la mañana cuatro tranvías especiales
partieron d e la Colonia de Santa Julia llevan d o
la peregrinación salesiana.
D e la plaza d e armas partieron dos trenes es
peciales para los Cooperadores sxtlesiaoos.
A las 7 de la misma celebró en la C olegiata el
Santo Sacrificio el Padre C lodoveo Castelli, y díó la
Sagrada Comunión á todos los Salesianos, H ijas de
M aría A u xiliadora, Cooperadores y alumnos de
los colegios.
E l coro del C olegio de M éjico estuvo cantando
varios piadosos motetee.
A fuera, en el atrio, la banda del mismo plan
te l form ada por 39 niños, ejecutó tres marchas.
E u la C o le g ia la .
Ocuparon la n ave central las señoras asociadas,
las H ijas d e M aría A u xiliadora y los alumnos de
los C olegios S al^ian os.
—
08
Kn ol presbiterio so colocó ua primoroso estan
darte (lo raso azul con lentejuela, bordado, con
la inióge.u de M aría en ol centro y la inscripción
C. M. A . (C olegio (le María A u xiliadora.)
Kii el reverso tiene una corona im perial y una
M. bordada.
Asistieron también las Herm anas do la llencfíconcia, con su estandarte, el personal de los A silos GundaIti|>anos , de ancianos y de niños y ni
ñas, con sus estandartes, que eran 5.
En la j)rim era juisa Iiieieron la prim era comu
nión 6 niños del C olegio .Salesinno.
Asistió el Padre Castelli (a>n los alumnos del
C olegio de Santa Julia que d irig e en ausencia
d(d l>irftct.or H. P. A ngel Piocono.
*.
.-i
—
L ie . P ed ro Bejarano, Sra. Dolores Barrio de Bejarano, D. J a vier Echeverría, fam ilia A lvarez, y
D . Enrique Candrón.
L a m is a y la m ú s ic a
Celebró el P . Pip ern i, diácono el P . Simón
Visintaíner y subdiaconó el Sr. Cura de Matamo
ros Izcar.
L a parte musical, según e l program a qne ayer
publicamos, fuó perfectam ente desempeñada por
los alumnos del C olegio d(» Santa Julia. T od o fué
muy bien interpretm io y de sabor religioso, que
agradó mucho, mereciendo lo.s cantores las felicitacinnes mós sinceras.
s•
Colegiata de N. Sra. de Guadalupe (Méjico).
E l P . P ip ern i, dieotor del C olegio de Puebla,
v in o con 2Ü alumnos.
Estuvo preseuto la D irectora de la Asociación
Salesiana do Puebla.
Hubo ademas niños y niñas del < O ratorio fes
tiv o » de M éjico.
Tom bión nsistiexon los bienhechores insignes
P . D. Jost^ M. Bandera, de la Profesa, y P . Jaimez, Cupelhin del A silo do Mendigos.
D o los cooperadores y cooperadoras no pode
mos dar tina lista, por la prem ura del tiem po.
llecordam os ni or. D. A n gel Lascurain, quien
trajo á M éjico los Salesinnos, por lo cual fué pre
miado con la « Cruz de San G regorio M agno »
lK>r la Santa Sede, ó la Sra. de Lascurain, D. A ustín Caballero do los O liv o s , Srta. Guadalupe
aballero. L io . Manuel M onterrubio y fam ilia, D.
Juan Lozano, Sra. Cam argo, Srtas. T o r r ín , Srta.
Mariscal, Sra. Gu.adalupe Osio de Bejarano, Sra.
Dolores Osio de V értiz, Srta. M aría B qjarano,
g
E l serm ón .
Estuvo á cargo del S r . Cura de Pachuca,
Pbro. D. L in o Laguna, quien habló de los bene
ficios inmensos dispensados por M aría de Guada
lupe á nuestra patria.
E l jo v e n ó in teligen te orador estuvo á gran al
tura, y dejó satisfecho al auditorio.
En el C olegio de In fan tes pasaron ayer el día
los salesianos. A llí tom aron e l desayuno. D u r ó te
la comida, la banda estuvo tocando escogidas
piezas.
Con verdad, la fiesta de los hijos de Don Sos
co estuvo muy animada y en ella reinaron la de
voción y e l orden. T od o se debe á loa celosos Pa
dres Salesianos y á sus Cooperadores.
69 —
C O L O M B IA .
GJ-ran, L a za re to IVacional.
Continuando nuestra tarea de informar á
todos nuestros amados Cooperadores, de este
importante asunto, tomamos de E l Telegrama
algunos párrafos de una importante carta
dirigida desde S. Martín, en cuyos llanos se
coustruirá el nuevo Lazareto, á nuestro her
mano el R. P . Evasio Eabagliati.
« Obras son atnoros
T no buenas razones. »
MtjT R everendo P adre :
Así me decía y o hace pocos días al leer en los
periódicos de la capital, la luminosa cuanto conmovedoraconferencia (1) pronunciada por usted ante
la Sociedad de San Lázaro, y todo lo demás que
se ha publicado acerca d e la maguánima obra
que se ha propuesto coronar.
Para los que, jóven es todavía, presenciamos con
tristeza las escenas diarias de esta com edia fatal
en qne la humanidad, cubierta coa e l manto del
egoísmo, se burla de la ülantropía y se ríe con
desdén de la caridad y del p a trio tis m o , es muy
consoladora la lectura de piezas como la suya,
pues nos convencen de que, aún en estos tiempos,
hay hombres capaces
echar sobre sus hombros
empresas verdaderam ente colosales sin más objeto
que el de ejercer la caridad cristiana, y sin más
esperanza que la de recib ir como recom pénsalas
bendiciones d e los desventurados de uua nación.
N o puedo desconocer que su proyecto está ro
deado de dificultades al parecer insuperables,
pero si así no fuera, i merecería, por ventura, el
nombre de grande Y Si no hubiera dificultades
mucha.s que vencer, ¿ no se hubiera y a lleva d o á
cabo! Si no hubiera que luchar durante muchos
años para lle v a rlo á térm ino fe liz ¿habría causado
la admiración y el entusiasmo que ha causado !
Proyectos pequeños emprendemos todos d iaria
mente sin que los demás se apercibau do nuestro
esfuerzo y sin qne una sola voz se levan te para
bendecir nuestra labor y recomendar nuestronombre á la gratitu d d e las generaciones que están
por ven ir. P ero pensamientos como el suyo, con
mueven y admiran porque todos comprendemos
que para concebirlos y luego hacer de ellos una
realidad, se necesitan una fe de apóstol, una cons
tancia á toda prueba, y sobre todo, un gran co-
cretos que no pasan de escribirse en el Diario
oficial. P ero después, cuando en las llanuras in
mensas que recorríamos, desde m i chinchorro es
cuchaba por las tardes la explicación que usted
nos hacía de todos los pormenores de su proyecto
sin callar dificultades n i o lvid a r tampoco las d i
versas fuentes de donde pensaba sacar recursos ;
cuando bajo uno de los cielos más hermosos de
cuantos se pueden adm irar en el mundo, en uno
de aquellos sitios en que KI Llano, como e l mar,
grande y m ajestuoso, y como él tam b ién , bello
con esa belleza que anonada el espíritu dol hom
bre, se dilataba ante nosotros sin lím ites, sober
bio ; cuando eu m edio de esa naturaleza excep
cionalm ente sublimo nos hablaba usted con en
tusiasmo creciente de esa obra al parecer irrea
lizable , y o , que he visto fracasar, tantas cosas
buenas en C olom b ia, tuve que confesar que, si
alguien al través de tantas dificultades, podía
lleva r á cabo lo que peusaba, ese era usted.
Si entonces no dudé ¿ cómo v o y á dudar hoy
que ve o el efecto m aravilloso que sus palabras
han producido en e l pueblo bogotano, tan cari
tativo por lo mismo que es noble y generoso t
Las matronas, que son g loria y orgullo de la culta
sociedad de la capital, han sentido, al escuchar
sus palab ras, los preludios lejanos de esa comocanción d ivin a que formarán mañana las lágrim as
y las sonrisas, las bendiciones y las plegarias de
vein tisiete m il colombianos consolados por ellas
en el más atroz de los dolores qne pueden a flig ir
á la humanidad. A n te tan hermosa perspectiva
¿ qué m ujer colom biana vacilará un solo instante!
Siga usted y y a verá d e cuánto son capaces las
mujeres de m i patria.
Y cuando á ellas se agrega el concurso de hom
bres prestigiostis, desinteresados, de corazón ca
rita tivo y noble como los quo formaron la Junta
organizadora del Oran Lacareto Nacional, y va
delante de todos nn sacerdote humilde, abnegado,
enérgico y entusiasta, un verdadero apóstol como
usted, el efecto es seguro. Es im posible que una
obra que cuenta con elementos tan poderosos
como esos, pueda fracasar.
(8e oontinuará).
raeón.
¿ Realizará usted sn o b r a ! N o vacilo en res
ponder qne sí, y ésto por tres razones que para
mí son concluyentes. Prim era y principalmente,
porque sé que usted está resuelto á no escuchar
lo que digan los discntidores de profesión. Se
gunda, porque sin dejar de contar con el v.alioso
apoyo d e l (^ b ie m o , usted funda sus esperanzas
en algo qne es más decisivo a ú n : en la caridad
del pueblo colombiano. Y tercera, porque hay en
BU corazón e l a m o r, la fe y el entusiasmo sufi
cientes para levan tar eso que será asilo consola
dor de tantos desgraciados , y monumento impe
recedero de la gloria de los hijos de Don Bosco.
T u v e la honra de ser su compañero de via je
dorante muchos días y le confieso qne al princi
p io , creí qne se trataba de uno de tantos defl) T. Bol. de Tnm. j Dbre. de 1895.
La enrona (te espinas del Salvador. — Se ha
extraído por orden del Cardenal Richard, A rzo
bispo de París, de la caja círcnlar en que se con
servaba. Sabido es qne dicha insigne reliqu ia fa é
regalo hecho al r e y S. Lu is por un emperador de
CoDStantinopla. Se colocará en un magnífico r e li
cario de oro y cristal de roca, trabajo de un pla
tero d e Parte, empleándose en esta obra gran can
tidad de brillantes y otras piedras preciosas, <|ne
los fieles de la cap ital han puesto á disposición
del Prelado.
— 70 —
Mnniflcencla pontUicia. — L a s limosnas qne
liuco Su Santidad por m edio del Lim osnero Apos
tólico no so lim itan 6. los socorros que se dan
á los imbres durante el transcurso del año, sino
ademas, las subvenciones mensuales asignadas á
los antiguos empleados pontiücios, civiles y m i
litares, y ó sus viudas ó huérfanos; el sosteni
m iento do varias escuelas; la concesión de no
jiocas dotes á jóven es romanas huérfanas de padre
y m adre; la (listribucióii do medicinas á los po
bres enfermos y de camas á fam ilias numerosas
I»ara conseguir la separación de sexos, y, por úl
tim o, los subsidios íl sacerdotes pobres.
En todo esto ha gastado Su Santidad durante
el año 1895 la suma de 429.434 pesetas, sin contar
las limosnas que hace de su peculio ])articular y
las sumas que destina íi beueñcio do las escuelas
católicas, d(q)eudlentüB de la Comisión escolar
]>uutillcia.
Consojn amistoso. — Cuando vayas á cometer
nn pecado m o rta l, íigúrnto que estjí delante tdo
tí Cristo Crucilicado ; llgúrate que le ven tus O
ojJOS
enclavado en la C ru z; que tocas con tus mauos
los clavos y las espinas; que palpas la llaga de
BU costad o; que ves caer gota á gota la sangre
que mana do sus heridas, y que en m edio de esta
agonía oyes la voz amorosa do Cristo que d ic e :
landre mío, 2 ><'t'dóimlo que no sabe lo que hace ; y
<{ue oyes también de la Snm. V irgen cata dulce
reconveiuúón : l i jo mío, ten compasión de tu Dios
H aréis conm igo lo que os d igo 4 no es verdad,
mamá? Y a veréis como os amaré mucho más.
A qu ella afortunada y dichosa madre, que con
creces recibía los frutos de la cristiana y piadosa
educación dada á sus h ijo s , tomó las dos manos
de su hija, la besó respetuosamente en la frente
y levantando sus ojos llenos de lágrim as hacia
su crucifijo, ¡ gracias, Dios mío! d ijo por lo bajo.
PENSAMIENTOS.
N o hay m edicina ui rem edio más poderoso y
eficaz contra las tentaciones deshonestas, como
pensar en la pasión y m uerte de Cristo nuestro
Redentor.
s. A gustín.
En ninguna cosa halló tan eficaz rem edio, como
en acogerm e á las llagas de C ris to ; a llí duermo
seguro y a llí torno á re v iv ir.
I d.
4 Qué m ayor locura puede ser que dejar de
hacer lo que nos manda Dios, convidándonos con
la gloria por e l l o , por hacer lo que el demonio
quiere, convidándonos con el infierno por ello?
P. R odríguez.
Crucificado y no peques más.
Dim e y piénsalo bien : ¿ te atroveríns á cometer
aquel peoatlo mortal después de haberte representjido siquiera por un instante esta escena?
]*ues acuérdate siempre, hijo mío, de Cristo Crucilloado y no pecarás jamás.
üua potioiúii horólea. — Una pequeña niña,
tom lría nueve años, dijo un día á su m adre:
— Madre, tengo una petición que haceros; me
la concetleróis ¿n o es verdad? Es una cosa muy
d ifíe il lo que quiero i)cdiros, pero yo creo, estoy
segura do e llo , que es el buen Dios quien lo
quiere.
— Siendo así, hija mía, ¿cóm o tu m adre se atre
v e ría á rehusártelo ?
— Es que es bien difícil.
— No, nada es d ifícil de lo que el buen Dios
quiero.
— D ifícil para vos, madre mía, uo para mí.
— ¡ A l i ! d ijo la madre sonviéudose, j con que
la señorita me ju zga metms fuerte «pie e lla ! vea
mos, pm-8, en que eousiste esa cosa tan d ifícil
que <lo mí exige el buen Dios.
— E s , m am á, «pie tengáis la b on d a d , sí, la
boinlnd, ptmpio ueeesario es quo me améis mucho
para «*Uo, la bomlail do contrariarm e algunas
veces en mi gu sto; de reprenderm e de ve z en
cuando delante de mis hermanas, aun cuando no
lo haya m erecido; y tam bién... que me rechacéis
cuando yo venga «l abrazaros... poro uo con freoueneía.
—> Y 4 por qu é? h ija m ía ; d ijo la madre coninoviila.
— l**>rquo soy muy fe liz ; nada sufro por el
buen ni«is, y conozco que es necesario sufrir a lgo :
4 por «pié ? I y o uo lo sé ! Adeiuiis, como yo qu iero
lle g a r á ser santa, y para esto es necesario que
no me irrite ui me ponga de mal hum or; que no
me queje y que esté contenta d e tridos y con t o
dos ; 4 no es verda»! que es necesario que yo
aprenda á ser contrariada y á soiwrtarlo tod o?
HISTORIA DEL ORATORIO
DE SAN FRANCISCO DE SALES.
(Coniinaación). (1)
Capítulo X V I I I .
Malignas excitaciones. — Audiencias negadas. — Don
Bosco y el secretario S ilvio Spavonta. — Importantes
conferencias con los ministros Farin i y Cavour. —
Promesas y esperanzas de paz.
X tiempos uormales se hubiera podi
do esperar que la referida exposicióu de Don Bosco bastara para
convencer al Gobierno é inducirlo
a n o volver á molestar íi nuestro O ratorio;
mas en aquel tiempo se desvauecían tales
esperanzas, ya por las cotidianas excitacio
nes de la prensa impía, que inventando á
sn capricho las más extrañas acusaciones,
quería acallar la voz pública y llamar contra
nosotros la atención de las Autoridades
civiles, como por el carácter de los que
dirigían el timón del Estado, que no muy
seguros de la causa que tenían que tratar
eu Italia, fácilmente se dejaban engañar por
sus agentes, continuamente veían enemigos
y peligros donde no había ui sombra de tales
cosas, y además llenos de miedo, tentaban
de atemorizar á los que podiau oponérseles.
Los asaltos de la prensa malvada eran
violentos. E u la casa de Don Bosco, escri(1) V. el jBoíefíii de noAuembre de 1895.
bía un diario, existen relaciones culpables 5 audiencia á las once de la mañana. P a ra la
búsquense con empeño y se liallaráu. Mande hora fijada Don Bosco, acompañado del clé
allí el Gobierno hombres astutos y ladinos, rigo Juan O agliero, hoy Obispo titular de
y llegará á descubrir el hilo de la conspi •Mágida, en Paufllia, y Vicario Apostólico de
ración, decía otro. Entre ios periódicos, la la Patagouia SeptentrioDal, se dirigió al pa
Gazzetta del Popolo mostróse la más encar lacio del Ministerio. Por el camino entre
nizada. — E l Oratorio de S. Francisco de otras cosas le dijo el nombrado clérigo.
— Estos señores del Ministerio tienen gran
Sales, decía, es el centro de la reacción, el
Ministerio no alejará jamás el peligro que deseo de destruir el O ratorio; pero no lo
le amenaza, mientras deje subsistir el foco conseguirán, porque van contra quien es
infeccioso de Valdocco (1). — E n el mismo mucho más potente que ellos, vau contra la
tono se expresaban otros muchos diarios Sma. Virgen y contra el mismo D io s , que
hechará por tierra todos sus planes.
de la secta.
Llegado á la sala de capera, Don Bosco
lío faltaron eximios escritores que comba
tieran y pusieran en claro la ridiculez de 86 hizo anunciar; mas SpavontA, olvidado,
tales invectivas y la injusticia y vileza de ó arrepentido de la palabra dada, le mando
tales acusaciones, y varios periódicos toma á decir que sería dificil qne pudiera reci
ron con gran éxito nuestra defensa j pero birle, por los graves asuntos que tenía entre
los malvados, desentendiéndose, como acos manos. A este anuncio, — esperaré, dijo
tumbran, de tales respuestas y razones, con Don B osco, hasta que el señor Secretario
tinuaban repitiendo sus calumnias, instigando pueda recibirme; — y entre tanto con in
comprensible caim a, sin acordarse ni del
al Gobierno á que concluyera con nosotros;
por lo que era de temerse que de un día á calor, ni del ham bre, ni de la sed, esperó
otro tomara éste alguna medida extrema, y ¡ hasta las seis de la tard e! Eu aquellas
ordenara nuestra dispersión y la clausura siete horas de intérvalo obtuvieron audien
cia muchas personas de toda clase y condi
(le nuestro Refugio.
Para conjurar tan deshecha tormenta, Don ción, hasta los últimamente llegados, pues
Bosco creyó oportuno presentarse al M inis el turno de Don Bosco no venía.
Indignados con tal proceder, hasta los
tro Farini, en la persuasión de que su pre
sencia podía hacer resplandecer su inocen porteros compadecían á D . Bosco.
Finalmente, el caballero Spaventa, aver
cia. A este fin pidió una audiencia que 61
esperaba obtener desde luego, mas se en gonzado tal vez de tratar de tal modo á un
gañó; repitió la petición dos, tres y cuatro (;iudadam>, que si bien sacerdote, era al me
veces, mas en v.ano; no parecía sino que el nos ante la ley igual á los otros, se decidió
juez temiese la ])resencia del reo. Mas Dios cuando menos á (lejarse ver. A cuyo fin sa
nos había deparado eu tan críticos tiempos liendo á Ja puerta de su gabinete,
— Don Bosco... ; Qué es lo que con tanta
por guardia visible, por abogado, i>or padre
á un hom bre, que habría dado la vida y insistencia quiere V. decirme? — dijo con
removido cielo y tierra, antes que permitir una voz y un aspecto verdaderamente aque con mano violenta fuéramos arraiKíados menzador. A tal vista y átales palabras to
de su lado. Sin él, y humanamente hablando, dos los circuustautes presentes en la sala,
fijaron sus ojos en el pobre sacerdote, que
todo se habría i>erdido.
N o siéndole posible presentarse á F a respondió:
— Necesito conferenciar un momento con
rini j Don Bosco pidió por el caballero
Silvio Spaveuta, secretario general del Mi Vuestra Señoría.
— ¿Qué (juiere?
nisterio del interior, mas también éste re
— Desearía hablarle confidencialmente.
husó recibirle, y á fin de cansarlo y de evi
— Hableiue V . a q u í: los que nos oyen
tar su encuentro, ])or medio de los porteros,
le remitía de un día para otro, de la mañana son todos gente de confianza.
Entoiujes Don B osco, sin hacer «mso de
á la tarde y de la tarde á la mañana. F i
acto tan descortés, dijo con voz alta é in
nalmente he aquí (K>mo le recibió.
Era el lá de julio, y el secretario le ha teligible:
— Señor Caballero, tengo .500 niños aban
bía dado esperanzas de que le recibiría eu
donados que mantener; y desde est mo
mento los pongo en sus manos, y le ruego
(1) He aqoí mía praelia de la geutileza y digni piense en su porvenir.
dad, con qae esta Gaceta , que se llama del pueblo
— ¿Qué niños son esos!
trataba á los bienhechores del pueblo. — E l Fiscal
— Son niños pobres, huérfanos ó que co
ha procedido á una inquisición al ya conocido Don
Bosco, director de una madriguera de hipócritat eu Yalrreo graves x)eligros y que primeramente el
docco; dícese que no se ha encontrado nada que pueda
Gobierno me (confió y que ahora me quiere
comprometerle. Y i qué T i no le basta al fiscal la His
obligar á abandonarles.
toria de ZtaUa de este moderno Padre Lcriquet, para
— ¿ Donde se hallan ahora ?
persuadirse de lo peligroso de un semejante preceptor f
(h'. 151,31 de mayode 1860). Ho menos vnlgaresy bajas e— Están albergados en mi casa.
lan las expresiones con qne sembraba otros artícolos,
— ¿Quién lo.« mantiene?
para coDcitar contra nosotros al Gobierno y sos agen
— L a caridad de algunos bienhechores.
tes.
— 72 ~
— i Y el Gobierno no pasa pensión alguna
por ellos?
— N i siquiera cinco céntimos.
A este diálogo en preguntas y respuestas
breves, vivas ó interesantes, todos loa cir
cunstantes se a((ercarou más á Don Bosco,
maravillados y ansiosos de ver el ñn de la
cosa.
{Se continuará).
No dudamos un momento que todos nuestros antiguos
snscriptores de La Semana Católica se apresurará á
suscribirse á E l A k c h iv o .
S a s e s d e esta p u 'b lic a c ió z a .
1. Los precios de suscripción serán de 6 pesetas anuales, pagadas por adelantado, y de solo 4 pesetas
anuales, para los auscriptores de
Xja S e m a n a Oat<&llca.
En Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Extranjero pes^
tas 8 anuales, por causa do la pérdida que originan
los cambios.
^ P u n to s d e 8uscripci¿>xx.
A . i ’c l i i v o
C a t ó lic o .
RtviéUi mensual dedicada á la difusión de la Historía
V de documentos notables existentes en archivos naciona
les y extranjeros.
Prospecto.
En harmonía con el título que encahezamoe, apa*
leoerií eu plazo brovíaimo (el jirimor número ae publicócl 17 del ^>rúxlino pasado Enero) una Revista mensual
cuya necesidad dújase aeiitir así sobre la mesa del senoillo inenestrul eumo sobro el bulóte del estudioso le
trado, ya en las casas todas de educación y ensoüanza,
oiiaiito en los gabinetes ilo lectura de Círculos y Sooiedudus, Academias y Ateneos.
No me negaréis, lectores, que hasta el presente, pocos
han sido, con relaoióu Á los hahitautes del globo, los
amantes verdaderos de la Historia. Hoy, es ana nece■i<iad el conocerla, pues ella da al individno grandes
bríos y nnieve al amor patrio, y así como es necesaria
la niiión de los pueblos todos según la mente de Ntro.
Santísimo Padre León X III, en una misma fe , así es
nouüsurio el conocimiento de la historia.
En esta piiblicaolóu brillará hermosa esa unión ton
deseada nnr las almas grandes.
A los liéi'oos dol catolicismo débese la grandeza de
nuestros inomimeutos, las fundaciones de admirables
Ordenes religiosas y civiles, el descubrimiento de
un Nuevo M ujido.lacivilizaoión de los pueblos, eii mía
palabra, cuanto bajo la bóveda azulada del ilrmamonto ha echado hondas raiooe do moralidad, cnanto
por la nmgestad j grandiosidad desús lineas, eleva
nuestro enteu'diiuieuto hacia la suprema perfección,
que es Dios.
Cruzamos uno y otro día callos y plazas, pueblos
y naciones, y al lijarnos en algún suntuoso editioio,
brota de súbito de nuestros labios esta exclamación:
j Oué hermoso conjunto! Minutos m is tanle, interro
gados por nuestros parientes ó allegados sobre cuanto
hemos visto, apenas silbemos articular palabra, deci
mos con énfasis, ¡la Catedral de Toledo, es grandiosa,
admirablel reúne noumuladas todas las riquezas del
arte, |El Vaticano! aquel sí que os el palacio de los
palacios, ¡qué salas! ¡qué galenas! ¡q^ué pinturas! oto.,
etc., y estas doacripoiones tan ragas, las hacen personas
de las llamadas cultas é ilustradas, á cada momento.
En adelante, para evitar tamaflo descuido, nos pro
ponemos noner ai alcance de todas las fortunas y clases
sociales El. A n cin vo C atómco en el que por insigues
oolaborndoros, se describirá el origen de todos los míH
mimentm con su historia, de todas las instituciones y
deouantoshombrt's y mujeres célebres por sn ciencia y
su virtud se distinguienm en la tierra, nacidos en to
dos los países donde se levanta la cruz redentora.
Pan» acometer esta empresa, tenemos correepons.*»les en Italia, Francia, Portugal, Inglaterra, Austria
y Suiza, los cuales escribirán eu su proprio idioma, de
modo que en c-ada uno de los números de esta Revis
ta, habrá artículos escritos en diferentes lenguas.
Barcelona, Administración de 1.a La Semana Católiea
Bruch. 90 y librerías de Pnig, Viuda P lá y Snbirana.
Madrid, D. G. del Amo, Paz, 6.
D. Enrique Hernández, id.
Bilbao, (Bego&a) residencia de PP . Carmelitas.
A vila, id. id.
Oviedo, Convento de San Pelayo.
Valladolid, Sr. D. Manuel Olmos A lvaiez, Obis
po, 20.
Tarragona, Convento de P P . C. D.
Sevilla, D. Nicanor González Coloma, Presbítero.
Córdoba, administración de San Juan de la Cruz,
eu cuyos puntos ee suscribe también á nues
tra Semana Católica.
Roma. Via Quiríuale, 23.
París, rué de Bac, 94.
Habana, residencia de PP . Carmelitas.
Manila, Sr. Compte (Compañía Marítima) 6 en la
administración de La Revista Católica de F i
lipinas, y en todas las librerías católicas del
mundo.
L a . " V o z c l e l P í U p i t o . — Excelente Revista
deoeuul, interesantísima a todos los sacerdotes, eu 4”
menor, papel fuerte, dieciséis páginas. Publica: 1** Ac
tos de la Santa Sede y fallos délos tribunales. 2“ Ser
mones y panegíricos originales. S'* Ejemplos históri
cos, sagrados, religiosos y profanos. 4" Respuestas á
las preguntas he^híis por los subsoritores. Su precio:
6 pts al uho en la Península, y 8 en Ultramar y paí
ses de la Unión Postal; pago adelantado. — P'untos
do subscripción: Huesca, D. José Banzo, director de
La Fos del Ptilpito.
E l
< l e l P A l p i t o . — Esta acre
ditada é interesante Revista ha entrado en el décimoquinto alio de su publicación.
Cada número oonsta de 24 páginas. en4'* eepaQol
indepemlientes de la cubierta. Se publica loa días 7,
17 y 26 de cada mes.
Se divide en tres secciones: 1.® De Sermones. 2.® De
Liturgia. 8.® De obras escogidas ascéticas, teológicas jr
predicables, cada una con ¡laginnuión diierente. para
qne puedan encuadernarse por separado.
Precio de. la suaoririóu; 0,75 céntimos al mes, en Espahn, y 1 peseta en ultramar y América.
No se admiten susoriciones por menos de nn año.
No se servirá susorición alguna sin que se abone, por
lo m^nos, im trimestre adelantado.
El pago se hará en letras del Giro mutuo 6 sellos
de franqueo, eertíñoando en este caso las cartas. Nos©
responde de sellos que vengan sin certificar.
Toda la correspondencia, consultas y pedidos, se de
ben d irigir al Presbítero D. José María Bueno Pardo.
Administrador de E l A d x iu a r del P ulpito , Elvira.
117, Granada.
C«i sprobtciÓB d* Is Aitoñdsd EolHiütiea - Gerezti JOSÉ fiüBllO
Turln — Tipografía Salesiana.
-
Fecha
-
1896.03