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                Título                        
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                        BS_1895_12
                                            
        
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                Descripción                        
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                        Boletín Salesiano. Diciembre 1895
                                            
        
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                extracted text                        
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                        A lío
 
 X . - N . lü
 
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 P u b lic a c ió n
 
 m ensual
 
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 D IC IE M B R E
 
 de
 
 IS 9 o .
 
 síJ á = M :
 
 OLETIK
 SALESIANO
 Ei peligro, Padre Santo, está en la continua dlfu>16d de UbroB infames; y para poner coto á tamaño
 mal, yo no veo otro remedio, que la fundacUm de
 una imprenta catúUca, puesta bajo el patrocinio de la
 Santa Sede. De esta manera, no haciéndose esperar núestras respuestas, podremos con mayor ventaja descender
 al campo de la lid y responder con feliz éxito i las
 provocaaones de los apfátoies del error.
 
 No se engañarla macho qnieo intentara atribuir prin
 cipalmente a la prensa malvada todoc los males pre
 sentes, asi como la deplorable condidén de las cosas
 i la cual hemos venido a parar. Los escritores católicos
 deben eos todas sus fuerzas valerse de ia imprenta para
 bien de la sociedad.
 (Lsóir XIII)
 
 La prensa perlñdica sometida i la autoridad Jerár
 quica, revestida del espinui de Jesoensto, viene á ser
 on poder inmenso: ilumina, soeuene la verdad, hace
 desaparecer el error, salva y civiliza; es ana especie d»
 apostolado soblime.
 
 liuvoai>.t)
 
 Kuenos-Aires — LIBRERIA
 LECTURAS CATOLICAS.
 riil)licnci(ín (jne se propone excTnsivamcnte la engofianm y defensa de la Religión Católica me
 diante la difusión de libros morales y amenos
 adaptados A la inteligencia do todo el mundo.
 Cada mes salo A luz un opúsculo de 100 á 150 p«^iginas (pie se envía A los señores suscritores.
 
 Proejo do siiscrició n (p a g o a d e la n ta d o j.
 l'ln Rueños Aires: Un año pesos min. 1’50.
 - Provincias:
 —
 — . . .
 1’75.
 - En el extranjero:—
 en oro . . 1’50.
 A los Señores Suscritoi’es, que quieran consti
 tuir conti*08 do Buscrición, so los concederá un
 30
 do descuento.
 Los pedidos y precio de la suscrición se di
 rigirán á cualquier casa Salesiana, á los res
 pectivos agentes ó á la Dirección de las Lecturas
 en el Colegio Pío I X de Arles y Oficios, en Al
 magro, Buenos-Aires.
 Catecismo explicado con ejemplos por el Salesiano
 O. Camilo Ortúzar Pbro. La Tipografía Snlesiana do Sarriá-Barcolona acaba do publicar la
 tercera edición. Es una obra do sumo interés,
 la que recomendamos de un modo especial á
 los señores Párrocos y personas dedicadas al es
 pinoso cargo de instruir á la juventud, no sién
 dolo monos á toda suerte de personas, y mayor
 mente á los padres de familia. El piadoso autor
 lia espuosto con claridad^ no solo las enseñan
 zas de nuestra santa Religión, sino que, con aciorto, lia reunido variados y preciosos ejemj)IoB ouo alientan á practicar la virtud.
 « El Catecismo constituye el fundamento in
 destructible de la educación cristiana. En él se
 resuelven todas las grandes cuestiones y se en
 señan los más sagrados deberes; es el lago mis
 terioso que une aí hombre con Dios, el cielo con
 la tierra, el tiempo con la eternidad.
 » i’ara facilitar su conocimiento nada más á
 propósito que añadir los ejemplos á la doctrina.
 I ju s jyalabras mueven; los ejemplos arrastran. El
 iuunino do los preceptos es largo y penoso, el
 de los ejemplos corto y agradable. Nuestro Se
 ñor sombraba de parábolas sus enseñanzas. »
 El Catecismo explicado con ejemplos que anun
 ciamos, tiene, pues, el objocto propuesto. Consti
 tuye un tomo do 1010 páginas y se vende al
 precio do 4 ptas. en rústica, y 6 encuadernado.
 Al Cielo por María, compuesto por el mismo piadoso
 Autor, el cual ha unido con singular esmero á
 la doctrina de la Iglesia sobre las glorias y vir
 tudes do la Madre de Dios, preciosos qjemplos
 ouo contlrman la importanoia y eticada de la
 ilevocióu con que se la honra.’ — En rústica
 Pts. l ’ñO. — En ouadernado en tela 2’00.
 Manual de la Primera Comunión por el mismo autor._
 Obrita sumamente á projuSsito para preparar á
 U>8 uiñi>8 á tan im|H>rtante acto. — Tercera edi
 ción. En t«'la Pts, 2’00.
 El Joven Instruido, Devocionario muy recomendado
 y del cual se han publicado nuis'de cién edicio
 nes, escrito con gran esmero por el Pbro. D.
 Juan Rosco.
 Encuadernado en tela Pta. l ’OO — En badana
 de color 1’25 — En vitela y con cortes dorados
 2’50. — Preciosa edición de 1891. Pts. 5.
 
 — Sarria (Barcelona)
 Vida de Margarita Bosco por el Pbro. D. .Tnnn Lomoyne. Obrita en la que so refieren con gi-an
 amenidad los admirables trabajos y virtmles do
 aquella buena aldeana, que con Tin corazón digno
 de una reina estaba escogida por Dios para
 la fonnación del San Vinceute de Paul do nuestro
 siglo.
 Tercera edición. En rústica Pts. l ’OO. — En
 cuadernada en tela 1’25. — En tela y cortes do
 rados 3'70.
 
 DRAM AS
 
 Y
 
 C O M E D IA S .
 
 Las Pistrinas 6 la álHma hora del Paganismo. Drama
 en r> actos del Sacerdote J. B. Lcmoyno (odie,
 de Turín).
 El hijo generoso. Drama en 5 actos.
 Los dos señores sin pantalones.
 Pequeñas miserias de la vida humana.
 Ei dinero para el diploma.
 El ruiseñor.
 Una aventura.
 Sobre la urna de la madre. Drama en 3 actos (ed.
 de Turín).
 La herencia en Córcega 6 la Venganza.
 Los 99 duros. Farsa en 1 acto.
 Los malos compañeros. Escenas popnlai-es en 3 actos.
 San Francisco de Asís en el siglo. Acción dramática
 en 8 actos por el Dr. D. Antonio Ughetto.
 El cuadro de la Virgen. Confedia on 3 actos por
 D. Lcmoyne.
 Un hipócrita de nuevo cuño, por G. B. SpaiTone. Co
 media en 2 actos.
 Un solo par de calzones.
 Un espediente, por el Can. Edvigio Cattaneo.
 Los tres fanáticos. Farsa en 1 acto.
 Las memorias del diablo ó el triunfo de la justicia.
 Comedia en 8 actos.
 El esclavo. Drama en 3 actos.
 El último día de carnaval.
 Don Timidito y Don Francone,
 Una apuesta.
 El espantajo del gavilán. Farsa en 1 acto.
 1 Imposible! ¡ Imposible!
 Los dos sargentos. Drama en 5 actos.
 El ingrato. Drama.
 Conrado. Drama.
 Renzo y Frontín.
 Libertad, por el Pbro. F. Fenoglio. Drama eu 5
 actos.
 Las consultas ridiculas. Farsa.
 Una noche de lluvia. Farsa.
 El noble y el capitán. Drama.
 Una lección provechosa. Comedia en dos actos de
 José Cantagalli.
 La Compañía Fiarcos. Prólogo y despedida.
 Posaderos y no posaderos, 6 el Alcalde necio. Come
 dia en 3 actos.
 Un convidado que no llega á tiempo.
 Los dos caracteres opuestos.
 Culpa y Perdón. Drama en 5 actos por el Pbro D.
 Juan B. Lemoyne.
 Seyano, Drama en 4 actos por el mismo Autor.
 La Casa de la fortuna, Drama en 2 actos por el Pbro.
 D. Juan Bosco.
 
 1
 X - N. 12.
 
 DICIEMBRE de 1895
 
 Fablicación mensual
 
 BOLETIN SAIESIANO
 Debemos ayudar á nuestros her
 manos & fin de cooperar á la
 difusión de la verdad.
 (III S. J u a n , 8.)
 
 Q,uien recibiere á un nino en mi
 nombre, á mi me recibe.
 (iÍA TH . X V III.)
 
 Os recomiendo la niñez y la ju
 ventud ; cultivad con grande es
 mero su educación cristiana; y
 proporcionadle libros que le en
 señen á huir del vicio y á prac
 ticar la virtud.
 (Pío IX.)
 Bedoblad vuestras fuerzas á fin
 de apartar á la niñez y juven
 tud de la corrupción é incredu
 lidad y preparar asi una nueva'
 generación.
 
 Atiende á la buena lectura, á la
 exhortación y á. la enseñanza.
 (1 T im o t h . IV, 13.)
 
 Entre las cosas divinas, lamáa su
 blime, es la de cooperar con Dios
 á la salvación de las almas. '
 (S. D i o n i s i o .)
 
 B1 amor al prójimo, es uno de
 los mayores y más excelentes
 dones que la divina bondad
 puede conceder á los hombres(El Doct. S. Franc. de Sales)
 
 (L e ó n X III.)
 
 - 4f^( DIRECCION en el Oratorio Salesiano — Calle de Cottolengo N. 32, TURIN (Italia) )S;fí—
 S U .>! A U I O .
 F e l ic it a c ió n .
 D o l o r o s ís im a p é r d id a .
 S a l id a d e l o s M is io n e r o s S a l k s ia n o s .
 Ma r ía e s l l e n a d e g r a c ia .
 E l X I I I C o n g r e s o C a tó lic o I t a l ia n o y
 
 ciedad Saleeiana.
 
 la Pía So
 
 d e n ü e .s t r o s M is io n e r o s . Do Tnrín á Harcelona. — De Barcelona á las islas del Cabo Verde.
 
 Vi a j e
 
 L a O b r a d e D . B o sco e n
 E s p a S a . 2fálaga. Fiesta de
 
 de premios.
 
 el
 
 Talca (Chile). La fiesta de la Asuiioión de
 María Sma. y «I aniversario del amado D. Bosco. —
 Bogotá (Colombia). Conferencia del R. P. Rabagliati
 (Conclusión). — PernamhHco (Brasil). Coleu'
 ' ’
 {io <lel
 Sagra<lo Corazón de Jesús. — Lima (Perú) Escuelas
 Eí
 de Artes y Oficios.
 N íít ic ia s d e n u e s t r o s M i s io n e r o s . Puntarcnae.
 
 A m é r ic a .
 
 E x t r a n je r o . I ta lia .
 
 San Enrique y repartición
 
 G r a c ia s d e M a r ía A u x il ia d o r a .
 N e c r o l ím jía . Einmo Cardenal Sanz y
 BinUOORAKÍA.
 
 fí
 'ü'
 
 Forós.
 
 Indice del año 1895.
 
 E L I C I T I C I Ó N .
 A nuestros muy amados Cooperadores y Cooperadoras que, dóciles instrumentos de la
 divina Providencia, tanto cooperan y tanta parte toman con sus influencias y riquezas
 en los triunfos y en la rapidez con que la humilde Congregación Salesiana vá extendién
 dose de manera prodigiosa y llenando todas las partes de la tierra, nuestro muy amado
 superior Don Miguel Rúa, íos Salesianos y sus innumerables niños, llenos de nn justo
 reconocimiento por tan insigne bondad y generosidad, felicitan y ofrecen sus afectuosos
 respetos, con ocasión de las inminentes P asqcas de Navidad y'pEihxiPio de ano nuevo.
 En sus diarias oraciones y sobre todo, en las fervorosas comuniones y oraciones de estos
 santos días, no cejarán un pimto de pedir al Señor por medio de*María Auxiliadora,
 derrame abundantemente los raudales de sus gracias y deje caer su fecunda bendición
 sobre sus familias, sobre sus allegados y sobre sus intereses.
 ¡Qué su caridad reciba el céntuplo en esta vida y la bienaventuranza en la otral
 
 1
 
 D olorosísima N u e v a .
 Mientras en nuestro Oratorio de Turín resonaban
 todavía los cantos de alegría por la feliz salida de la
 extraordinaria carabana de obreros evangélicos, el Señor,
 en sus inescrutables designios, lia permitido gue una
 sensibilísima desgracia haya llenado de luto á nuestro
 Oratorio y á toda la Congregación Salesiana, especial
 mente á sus Misiones, á las que principalmente afecta.
 El 7 de Noviembre recibía de Río Janeiro nuestro amado Superior D. Rúa el siguiente telegrama, que en su
 terrible laconismo ha profundamente lacerado nuestro
 corazón:
 M onseñor L asagna, secretario, cuatro herm anas
 han muerto desastre ferroviario.
 ZANCHETTA.
 Dos días después de este telegrama de nuestro Director
 de Nictheroy, llegó otro de Villa ColónjUruguay), agregando
 que á más del secretario ha muerto otro sacerdote, de ma
 nera que son siete las personas que la muerte nos ha arre
 batado de una'manera que no podemos todavía precisar.
 Inútil es ponderemos el dolor causado principalmente
 á nuestro amado Superior D. Rúa, por nueva tan dolorosa, y unidos á él, no cesamos de repetir en nuestras
 oraciones a l Señor: Fiatvolmiias tua.Domims dedit,Do-
 
 minns abstulit; sit nomen Domini benedictim.
 No siéndonos posible esperar más detalladas noticias,
 que á lo menos no han de Uegar hasta después del 20 de
 Nbre., en el número próximo las comunicaremos. Entre
 tanto suplicamos á todos unan sus oraciones á las de la
 Congregación Salesiana, en sufragio de tan queridas víc-
 
 j
 
 — 371 —
 
 M d a le lea liaieaerea §aleaÍaEea§
 EANDE, sobrehum ana y divina es á no
 dudarlo la misión del apostolado cató
 lico, en la cual se inform a y anim a la vida
 •del Misionero. A rran car de la barbarie y de
 la más crasa ignorancia á miles de c ria tu 
 ras racionales, ilum inar sus obscurecidas in 
 teligencias con los divinos fulgores de la fe,
 robustecer su v o luntad p ara que salga triu n 
 fadora en las luchas continuas y encarniza
 das de las pasiones, con el firme sostén de
 la esperanza, y encender y ab ra sa r su cora
 zón en el fuego de la caridad; ó m ás breve,
 reducir á aquellos pobres herm anos nuestros
 4 la verdadera civilización, no á la que como
 tal se nos quiere h acer p a sar en estos m al
 hadados tiempos, pues esa, antes que ex tin 
 guir, aviva los m alos instintos y convierte
 •en alim añas á los hom bres, sino á la civili
 zación cristiana, á la que se disfruta á la
 sombra de la cruz de J e s u c ris to , obra in 
 concebible es, inm ensa, extraordinaria é in 
 capaz de ser apreciada en lo que se merece
 por n u estra corta in te lig e n c ia , sí bien las
 iluminadas por la fe llegan á vislum brar algo
 de esa ilim itada g ra n d e z a , de su inestim a
 ble valor.
 La Iglesia c a tó lic a , como institución di
 vina, sufre paciente y resignada las am argu
 ras, las am enazas y las persecuciones con
 que hom bres desnaturalizados la op rim en ,
 pues en la m ansedum bre y bondad de su
 corazón, no vé sino hombrea que s a lv a r ,
 hombres á m uchos de los cuales v á E lla mis
 ma á buscar del uno al otro p o lo , y a en
 las abrasadoras regiones del A fric a , ó en
 las vírgenes selvas de A m érica, ó bien en
 las inhospitalarias costas de Occeanía. D e
 aquí que todas las O rdenes y Congregacio
 nes religiosas brotadas del seno de esa Beligión divina, se sientan potentem ente im 
 pulsadas á difundirse, derram arse y exten
 derse por doquiera p a ra g an ar alm as á J e 
 sucristo ; pues el distintivo, el carácter pro
 pio de toda obra católica, es esa propensión
 á difundirse por todo el universo y á des
 plegar en la conquista de las alm as, en la
 propagación de la verdad, todas sus fuerzas,
 todos sus afanes y todas sus energías.
 E ste distintivo y carácter no podía cier
 tam ente fa lta r á la hum ilde Congregación
 Salesiana, y asi vemos con asombro ei des
 envolvimiento extraordinario que en los po
 cos años que lleva de existencia h a tomado
 y sigue tom ando, especialm ente en sus mi
 siones. V einte años hace que D . Bosco ini
 ció sus Misiones e n la A m érica del S u r , y
 ya toda ella se encuentra ocupada por sus
 hijos; pues desde el 11 de Noviem bre de
 1875 en que p artió de T urín la prim era ex
 pedición, no h a pasado año sin que se v e
 
 rifique a l menos una, pues años h a habido
 en que h a n salido dos, t r e s , y aún cuatro,
 como en los años 1891 y 9 2 , y m uchas de
 ellas de cuarenta y cincuenta misioneros.
 N inguna sin embargo h a alcanzado la im
 portancia de la vigésim a octava que partió
 de T urín el 31 del próximo pasado O ctubre,
 y siglos hace que en p a rte alguna se h a
 presenciado el conmovedor y extraordina
 rio espectáculo de v er p a rtir á un mismo
 tiempo y de u n mismo lu g ar y Congregación
 á ta n gran núm ero de misioneros. O chenta
 y siete son los Salesianos y veinte las H i
 ja s de M aría A uxiliadora que ván á com
 p a rtir con sus herm anos del otro lado de
 los m ares las fatigas del ap o stolado, á r e 
 p o rta r nuevos triunfos y á apresurar el día
 de la completa rendición de millones de a l
 m as á Jesucristo.
 V einte años hace que en el S antuario de
 M aría A uxiliadora de T urín se viene rep i
 tiendo la conmovedora ceremonia del últim o
 adiós á nuevos apóstoles, y esto no obstante,
 siem pre entusiasm a, siem pre arreb ata y con
 m ueve al extraordinario núm ero de Coope
 radores Salesianos y de p u e b lo , que todos
 los años la presencia.
 Cortos seremos en la reseña que de testa
 ceremonia presentam os á nuestros lectores,
 pues no queremos c a n sa rle s, pero á pesar
 de esto, procurarem os decir todo.
 Los ochenta y siete misioneros, y a prepa
 rados p a ra el viaje, se colocaron en ei pres
 biterio, y la s veinte H ijas de M aría A uxi
 liadora fuera, a l lado del Evangelio.
 Ocupó la cátedra del E sp íritu Santo el
 lim o. Sr. C ostam agna, Vicario Apostólico de
 Méndez y O ualaquiza, en el Ecuador, y jefe
 de p a rte de la expedición, pues o tra parto
 acom paña á Mous. F aguano, Prefecto A pos
 tólico de la P atagonia M eridional y T ierra
 del Fuego.
 Em pieza su discurso dando u n a idea del
 largo viaje que están á punto de em prender
 y notando el lu g a r de destino de cada uno,
 pues no todos se dirigen á u n mismo sitio,
 sino que deberán rep artirse entre Méjico,
 V enezuela, E c u a d o r, S o liv ia , P e r ú , U ru 
 guay, P a rag u a y , B ra s il, A rg e n tin a , C hile,
 P atag o n ia, y T ierra del Fuego, en A m é ric a ;
 A rgel y T ú n e z , en A fric a , y P alestin a en.
 A sia.
 « Miles de voces de padres, m adres y h e r
 m anos, continúa, se elevan á nuestro rede
 dor gritándonos : ¿ P o rq u é nos abandonáis f
 I Q uién es el que os a p a rta de nuestro lado
 p a ra trasp o rtaro s á tie rra s extranjeras ? Vo
 ces son estas que trasp asan n u estra alm a
 y laceran nuestro pobre corazón; m as en
 medio de esto inmenso m ar de voces se elev a o tra p a ra nosostros más fu e r te , que
 nos a tra e y nos se d u ce ; voz que dejándose
 oir al misionero y á quien quisiera dete-
 
 — 272 —
 iierle, fortifica, anim a y sosiega las a ltera
 das oleadas del corazón; esta voz no es otra
 que la voz do la fe.
 » Un amigo decúa al padre de uno de nues
 tros jóvenes misioneros : i Porqué dejas p a r
 tir á tu liijo? Si tuvieras d o s , bien podías
 desprenderte do u n o ; pero pío tienes nada
 más que aquel ! ^ Quien sera el sostén de
 tu vejez í Aquel p a d re , fervoroso católico,
 le respondió: Muy contento estoy y por
 m uy pagado me tengo con poder hacer en
 tre g a de mi lujo á aquel B ios que dió á su
 U nigénito Hijo por la salvación de mi alma.
 » Mas no todos los padres son como este;
 no todos tienen un corazón heróico, y á es
 tos tales responderé, una de nuestras h er
 m anas que rodeada, hace días, de sus padres
 é quienes procuraba inculcar la sa n ta resig n a
 ción, les decía : yo parto, me separo de V ds.,
 es v e rd a d , poro os por poco tie m p o : todo
 se reduce é algunos años, después de los
 cuales nos volveremos é encontrar en el
 cielo. Dios prem iaré mi sacrificio y el de
 V ds., pues so tra ta de su gloria y de la
 salvación do las alm as y no podemos re h u 
 sarnos. ¡ Oh , feliz y venturosa separación
 que nos merece u n a eterna unión en el seno
 de D io s!
 » E s, p u e s, é toda costa necesario que
 partam os; Dios lo quiere y nuestras Misio
 nes nos esperan. »
 Después de tra e r é la memoria recuerdos
 de anteriores expediciones y de varios lige
 ros confrontos que hacen resaltar m ás la
 heroicidad de su sacrificio, el orador continúa:
 « V enid todos-con nosotros, venid y acom pa
 ñadnos con vuestras oraciones p a ra que no su 
 cumbamos. Venid todos con nosotros y acom
 pañadnos tam bién con vuestras limosnas. To
 memos en esto p articular por modelos é los
 hijos de las tinieblas. E l año pasado, sin ir
 más lejos, u n a secta que nos es c o n tra ria ,
 propuso é sus prosélitos que durante una
 sem ana so im pusieran algunas privaciones
 y mortificaciones y todo lo superfino lo en tre
 garan é la ju n ta que llegó é reunir cincuenta
 mil duros, j Porqué no liabríam os de hacer
 nosostroa por la verdad lo que aquellos des
 graciados hacen por el erro r? P a ra costear
 el viaje é más de cién personas, se requieren
 fabulosas sum as y no menores exigen las
 misiones. Venid con nosotros y acom pañad
 nos con vuestros hijos. ¡ E s ta n ta la nece
 sidad que se siente do obreros evangélicos!
 f/HÍdoMí
 opn’arii autein pauci.
 > Mosostros partim os, pero al mismo tiempo
 nos quedamos con vosostros con el corazón,
 con nuestras oraciones y con nuestro agradeciniionto. V endrem os con frecuencia en espí
 ritu é este S antuario que ta n hermosos re 
 cuerdos encierra. Vendrá Mona. F agnano con
 las oraciones de sus amados fueguinos, y
 nosostros con las de nuestros indios. V en
 drem os é recordar é D. Bosco, é saludar é
 D . R úa y á manifestaros é vosostros, am a
 
 dos Cooperadores, n u estra inm ensa gratitud
 por los grandes é im portantes subsidios que
 nos prestáis. »
 Concluyó el lim o. Sr. Oostamagna su con
 movedor discurso que á muchos hizo derra
 m ar lágrim as, dando gracias y despidién
 dose del limo. Sr. Arzobispo que le consa
 gró, de D . Riia, de los demás superiores y
 de los Cooperadores invitándoles á todos
 p ara el cielo.
 Siguióse el canto de escogida música, la
 bendición con S. D . M., dada por el Sr.
 Arzobispo, y la recitación de las oraciones
 de los cam inantes, después de lo c u a l, el
 lim o. Sr. Ricardi dirigió á los misioneros
 elocuentes y sentidas frases. A plaude el re
 petido y magnífico espectáculo de fe que tan
 frecuentem ente se presencia en el Santuario
 de M aría A uxiliadora con la frecuente sa
 lida de m isioneros, recuerda con indecible
 afecto á D . Bosco y á sus obras, en sálzala
 gran obra que se lleba á cabo por las Misio
 nes Salesianas y visiblem ente conmovido dá
 el últim o adiós al lim o. Sr. Oostamagna, á
 Mons. Fagnano, á los Misioneros y á las
 H ijas de M aría A uxiliadora dispuestas á
 partir.
 Puso fin á la función el abrazo de despe
 dida á los superiores que con roquete asis
 tían en el p re sb ite rio , y no es cosa que
 pueda decirse la conmoción de todos los mi
 sioneros al ten er que despedirse de nuestro
 amadísimo superior m ayor D . R ú a , quien,
 tam bién m uy conmovido, á cada uno al pa
 sar le decía algunas palabras al oido, último
 recuerdo que el padre am antísim o daba á
 sus hijos antes de separarse m omentánea
 m ente de ellos.
 Poco después de term inada la función de
 iglesia llegó un telegram a del P ad re Santo,
 á quien se le pidió su Apostólica bendición,
 dada la im posibilidad de ir á recibirla postra
 dos á sus pies, como ardientem ente deseaban
 los misioneros, j)ero que no pudo ser por la
 carencia de los recursos necesarios. Dicho
 telegram a dice así:
 E l P a d re S an to bendice con to d a la efu
 sión de su corazón á los ochenta y siete
 m isioneros salesianos y á las vein te h e r 
 m a n a s, H ijas de M aría A u x ilia d o ra , que
 están p a ra p a r tir .
 C a r d e x a l R A M PO LLA .
 ¡ El Señor acompañe y bendiga á estos sus
 valerosos soldados, y la bendición del P adre
 Santo sírvales de conforto y consuelo cuando
 sepan á su llegada la terrible desgracia so
 brevenida á nuestras prisiones, con la m uerte
 del limo. Sr. L asagna!
 U n a palabra p a ra concluir. D espués de
 leer lo que antecede, á nadie le quedará duda
 
 — 273 —
 de los enormes gastos que se han tenido que
 hacer p ara el viaje y equipo de ta n num e
 rosa expedición de Misioneros. A hora bien:
 nuestro amado Superior D . E ú a agobiado
 por el peso de ta n extraordinarios gastos, h a
 recurrido á la caridad de nuestros amados
 y generosos Cooperadores, los que no d u d a 
 mos han de responder con su proverbial
 caridad y desprendim iento, si bien h a sta el
 presente han sido relativam ente pocos los que
 han respondido, sin d uda por no h ab er tal
 vez llegado todavía á manos de todos dicha
 circular. Los misioneros han partido, es v er
 dad, pero en pie quedan las m uchas deudas
 que al salir nos h a n dejado. Anim o, pues,
 amados Cooperadores y C ooperadoras; que
 vuestra generosa caridad venga en ayuda
 de nuestro am ado Superior D. R úa; no hay
 que titubear un punto, pues los productos
 de vuestra caridad en favor de las Misiones,
 os fructificarán el céntuplo en la vida p re 
 sente y la vid a ete rn a en la otra.
 Los donativos podrán m andarse á cualquier
 Casa Salesiana, expresando su objeto, ó bien,
 á D. M iguel R úa, Cottolengo, 32, Turíii
 (Italia).
 
 llado. ¡O h M adre de bondad! Volvedme la
 gracia p e rd id a : procurad reconciliarm e con
 vuestro Divino H ijo, y sed de hoy en ade
 lan te mi protección y am paro, á fin de que
 no vuelva yo á caer ta n fácilm ente en p eca
 do, y que no abuse ta n indignam ente de
 las gracias de mi P a d re Celestial.» — A sí
 habló el D octor inspirado; y el pecador afligido respiró librem ente, se dirigió á ]\Iuría,
 oró y suplicó como se lo había aconsejado
 San B e rn a rd o ; lloró sus pecados, hizo una
 verdadera y au stera penitencia, y murió La
 m uerte de "los justos, reconociendo aun en
 sus últimos momentos que María es llena de
 gracia y M adre de m isericordia p a ra todos
 ios pecadores que acuden á E lla.
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 El XIII Congreso Católico Italiano
 y la Pía Sociedad Salesiana.
 
 MARIA l'S L üiN A DE GRACIA-
 
 P o r deber de cortesía publicam os la si
 guiente ca rta dirigida á nuestro Superior Ma
 yor por el Consejo D irectivo de la Obra de
 los Congresos y de las J u n ta s Católicas de
 Ita lia , resid en te en Venecia, después del ú l
 timo Congreso celebrado en T urín.
 
 g ran pecador se presentó un d ía á
 vH^^San B ernardo y le declaró con amargo
 dolor el número y enorm idad de los pecados
 que había cometido. « Imposible, exclamó el
 infortunado derram ando lágrim as de desespe
 ración, que Dios me conceda gracia y per
 dón.» Y el santo Doctor, movido á tierna
 compasión, le dijo: « ¡O h ! no, hijo m ío, no
 tienes motivo de desesperarte, porque, nótalo
 bien, si tem es h a lla r gracia delante de Dios,
 espera á lo menos hallarla an te M aría. E lla
 no se llam a en vano Uetui de gracia', el á n 
 gel del Señor mismo la llamó así.» Después
 de estas palabras tomó la S agrada E scritu ra
 y la abrió en el lu g ar de San Lucas en
 que el ángel G abriel dijo á M aría: « N otemas, porque has hallado g rac ia.» — «¿Com
 prendes estas palabras, hijo mío, continuó
 San B ernardo, que M aría h a hallado gracia?
 T - cómo será esto? ¿H abría perdido E lla la
 g ra c ia , p a ra ten e r que hallarla después l
 ¡ Dios nos guarde de proferir tal blasfemia!
 Pero bien se puede h a lla r lo que otros han
 perdido. M ira, pues, lo que hay, pobre alm a
 crim inal: tú , por causa del pecado, has p e r
 dido la gracia de Dios, y M aría h a hallado
 esta gracia que tú habías perdido. Animo,
 p u e s ; no tem as, ni te desesperes: dirígete á
 la Madre de Dios, échate á sus pies y dile;
 Madre de la gracia divina, vuelve á un po
 bre pecador esos ojos de m isericordia. H e per
 dido la gracia divina y Yos la habéis h a 
 
 Beverendisimo Señor:
 Si el Congreso Católico de T urín resultó
 no solo expléndido, sino superior á todos
 los otros doce Congresos Generales que le
 precedieron, en gran p arle lo debemos á
 V. R ., al auxilio de toda la Congregación
 Salesiana y á la obra inteligente y fervorosa
 del Rdo. D . E steban Trione, miembro de la
 misma Congregación.
 Y en efecto; después de la autorizada p a 
 labra del limo. Sr. Arzobispo de T urín y d é la
 del Obispado Piam ontés, á D. Trione se debe
 el que el Congreso haya adquirido un gran
 núm ero de personas dispuestas no solo á se
 cundarlo, sino lo que es más, deseosas aún
 antes de que empeza.se, de prestarle su in 
 condicional apoyo. Y si nosotros jm dim os
 encontrar u n lu g a r apto y expléndidam ente
 dispuesto p ara recibir a! Episcopado y numeroso.s congresistas que á él intervinieron, y
 al mismo tiempo u n tranquilo y seguro asilo p a ra las pacíficas y fecundas discusiones
 de n uestras secciones y p ara nuestros estudios,
 lo debemos á la Iglesia é In stitu to Salesianos de San J u a n E v an g elista: Iglesia é In s 
 titu to en los que nos hallam os en presencia
 de sacerdotes tam bién salesianos de los que
 si grande es su saber y laboriosidad, mayor
 es aún su m odestia p a ra que sus altos m éri
 tos no trasciendan fuera.
 E s por lo tan to u n deber de ju sticia que á
 m ás de los actos de obsequiosa cortesía cu m-
 
 — 274 —
 piídos hacia V. li. por la presidencia de
 nnestro Congreso, cum pla hoy otro el Consejo
 D irectivo, no solo hacia V . R. sino tam bién
 hacia D . Trione, superiores y proí^esores de
 la Iglesia 6 In stitu to de San J u a n E vange
 lista y hacia to d a la Congregación Salesiana.
 T al elevar, como en efecto lo hacemos,
 n u estras preces al Señor p ara que en alguna
 m anera satisfaga la deuda por nosotros con
 tra id a con la Congregación S a le sia n a , y
 p a ra que se digne glorificar lo m ás pronto
 posible á su hum ilde siervo D . Rosco, quien
 sin duda nos h a obtenido particulares b e n 
 diciones p a ra nuestro Congreso, no creemos
 h acer en esto o tra cosa que cum plir con un
 estricto deber de g ratitud.
 D ígnese V. R. acoger con su acostum brada
 am abilidad la manifestación de nuestros sen
 tim ientos, presentíindolos en modo especialá D. Trione y á los superiores y m aestros
 de la Iglesia ó In stitu to de San J u a n E v a n 
 g e lista ; y al mismo tiempo que le ruego se
 sirva teTieinos presentes en sus santas ora
 ciones y en las de la Congregación Salesiana,
 tengo el honor de protestarm e
 D e V. R. hum ilde servidor
 J u a n B autista Paganuzzi
 P residente del Consejo Directivo de
 los Congresos Católicos Italianos.
 
 VIAJE DE NUESTROS MISIONEROS.
 De Tarín á Barcelona.
 A H onlo dol P ír iío , 2 d e N b w . d e 1805.
 
 S u. D ir e c t o u d e l Búlelin Salcaiano.
 Amado hermano ea J.C .:
 Salimos de T arín , como ya V. sabe, ayer
 á. las cinco de la m añana, acompañados por
 varios Superiores, que vinieron p ara darnos
 el extremo adiós. íío s pusimos en el tren
 casi todos en el misino coche presidido por
 Monseñor C ostam ngna, que nos m antuvo
 siempre contentos. P a ra disipar aún la más
 ligera som bra de meíanoolía, que alguno p u 
 d iera tener, empezamos á cantar coplas á la
 V irgen. E n tretan to la luz del d ía perezosa
 venía á disipar las tenieblas de la noche ya
 expirante, para que nuestros ojos se recrea
 ra n , quizás por últim a vez, con la v ista
 risueña de los bonitos campos y pueblos
 del Piam onte y de la Liguria. Los m uchos
 afectos que lugares venerandos por tan tas
 memorias caras despiertan en nuestros co
 razones, nos hacen sentir más el sacrificio
 que hacemos por Dios. E ra n los lugares de
 n u estra niñez, la familia, la patria, que de
 jábam os, quizás p a ra no verlas nunca más.
 
 Llegamos á Sam pierdarena, donde baja’mos acogidos con entusiasm o por los hermos de aquella c a s a : aquí comimos, canta
 mos u n a copla á la V irgen del M a r, y nos
 despedimos. E ntram os en Génova á la orilla
 del m ar, en el puerto. U nas horas después
 estábam os ya todos en el buque Perseo de
 la Navegación G eneral Italiana, y dejábamos
 por fin la querida p a tria quizás p a ra siempre.
 U n últim o adiós, u n a copla á la V irgen sa
 lieron de nuestros pechos resignados.
 Estábam os en a lta m a r; la m ayor partfr
 cenaron, pues no todos ten ía n ganas de
 comer.
 Pero ¡ a y ! demasiado pronto el m ar em
 pieza á embravecerse, y nos a g ita liorriblem ente. E l buque, con ser ta n grande, parece
 ahora u n a ligera plum a sobre las olas gigsintescas. E l cielo se h a oscurecido, sopla
 el viento y empieza á caer u n a lluvia torren
 cial. ; Qué espanto p a ra nosotros, que en la
 m ayoría, nos vemos por primera vez en el
 m a r!... L as olas bravas y las sacudidas con
 tin u ad as por casi toda la trav esía desde
 Génova á Barcelona, acaban por m arear á
 casi todos. Se h alla uno como fuera de sí,
 la cabeza to n ta, todo el cuerpo sin fuerzas
 y como desmayado y en el estómago gran
 revolución! ¡ Qué estado m ás horrible 1 Pero,
 loado sea D io s , ya salimos del peligroso
 golfo de León, el m ar se apacigua y aparece
 la orilla herm osa de E spaña. E s Barcelona
 que se nos aproxim a. U n a alegría extraor
 dinaria nos reanim a y saludam os con júbilo
 á esa tierra clásica del catolicismo. Hemos
 llegado. No puedo escribirle más pues sale el
 que tiene que llevarle la carta. M añana con
 el favor de Dios saludarem os el últim o puerto
 europeo. L a V irgen nos anim a y es nuestra
 g u ía; estam os preparados p ara cualquier sa
 crificio.
 Si el estado del m ar, ó mejor dico, el mío,
 me lo perm ite, continuaré m andándole desde
 las escalas, noticias de nosotros, no obstante
 sean breves y á la ligera, como lo he hecho
 ahora. No se olvide de nosotros en sus ora
 ciones y especialm ente de su afmo. hermanoin O. J .
 ^Ma r c e lik o B e r t o l o t t o .
 
 Desde Barcelona á las Islas del Cabo Yerde.
 A Bordo del Pertfo, 8 de >íbre. de 1896.
 S r . D ir e c t o r d e l Boletín Salesiana.
 ('Amado hermano en J . C.:J
 Me aprovecho de unas breves horas de
 p arad a en S. V icente de las Islas del Cabo
 V erde, p ara enviar á V. la noticia de n u e stro
 feliz Aiaje desde Barcelona h a sta aquí.
 
 J
 
 Y antes de todo le diré que llegando á
 Barcelona nos creíamos poder b ajar y v er á
 aquellos nuestros bermaDOS, que tan to nos
 quieren; pero no fué así, pues el buque paró
 pocas horas solam ente, siendo el tiempo muy
 malo y y a m uy adelantada la tard e, así que
 la noche vino anticipadam ente cubriendo con
 sus negras alas nuestros m ás ardientes de
 seos. Pero p a ra consuelo nuestro, vinieron
 muchos de nuestros herm anos de S a rriá y
 Barcelona á vernos a l buque mismo, produ
 ciéndonos su v ista u n a alegría indecible. P o r
 el gran regocijo, que se apoderó de nosotros
 todos, no podíamos desprendernos los unos
 de los otros. Vimos al Sr. D . P in ald i, que
 nos llenó de gozo y nos dijo palabras de
 mucho consuelo; al amadísimo D . Aime, el
 cual nos anim aba á todos con sus dichos alegres y amistosos, y á otros m u c h o s, que
 nos alegraron tan to y nos decían lo mucho
 que envidiaban n u e stra suerte y que pronto
 se reunirían á nosotros; mas en tretan to ro 
 garían constantem ente p a ra el buen viaje y
 p a ra que D ios bendiga nuestros trab ajo s;
 conviniéndose al fin que se establecería un
 hilo de com unicación to d a espiritual, p p a
 que nuestros corazones ta n lejanos m aterial
 m ente se m antengan reunidos por la oración.
 Finalm ente tuvim os que desprendernos, pues
 el buque debía salir pro n to ; nos saludam os
 por últim a vez y renovam os nuestro propó
 sito de no olvidarnos los unos de los otros.
 Saludam os tam bién á Barcelona, que nos si
 guió por u n trozito con sus m uchas lum bre
 ras, que nos parecían tantos ojos. A diós, pues,
 queridas play as; adiós memorias c a ras; y
 adiós queríam os decir tam bién á E sp añ a y
 á E uropa to d a ; pero no todavía, pues desa
 parecerán las densas tinieblas de la noche
 y volverá el d ía hermoso y entonces aunque
 desde lejos podremos v er todavía la bella
 E spaña, sus altas m ontañas y las ciudades
 que la rodean.
 E l m ar de ta n malo que estaba el día a n te 
 rior, se h ab ía apaciguado y después de pocas
 horas tam bién el cielo, antes lluvioso, seh ab ía
 despejado apareciéndonos sembrado de ta n 
 tos m illares de estrellas, que se reflejaban en
 el m ar, ofreciéndonos u n espectáculo g ra n 
 dioso de la potencia del C reador. E ntonces
 nosotros todos los M isioneros reunidos sobre
 cubierta, saludam os con m uchas coplas á la
 E stre lla del M a r; nuestros corazones estaban
 llenos de regocijo, pues el Dios inm enso nos
 concedía u n viaje feliz.
 No tard ó la dulce luz del día en disipar
 las tinieblas de la noche'y en h erir nuestros
 ojos agradecidos, que abrim os p a ra d a r g ra 
 cias al buen Dios de tan to s beneficios y p a ra
 contem plar en el m ar las bellezas de la n a 
 turaleza. E l m ar seguía plácido y nuestros
 herm anos sacerdotes pudieron celebrar la
 S ta. M isa, á la que nosotros asistíam os con
 júbilo y ferv o r; y así todos los días hasta
 hoy p u ^ e ro n los sacerdotes celebrar la S anta
 
 M isa y nosotros a sistirla s: pues la V irgen
 A uxiliadora, que tan to nos quiere, disipa las
 tem pestades p a ra que el nom bre de su Hijo
 sea alabado.
 Pero volvamos á nuestro viaje y á nuestro
 M ar M editerráneo, que no tarderem os en ab a n d o n a r, pues pasam os como flechas las
 islas B a le are s, vimos desde lejos las m on
 tañ as de V alencia, los Cabos de P alos y de
 G a ta y finalm ente la roca de G ibraltar.
 A quí esperábam os todos que el m ar em bra
 veciera, pero siguió manso y lin d o , como
 no podíam os d e s e a r; así que pudimos cómo
 dam ente observar con anteojos las columnas
 de H ércules. Se veían á la p ar E uropa y
 A frica: y m ientras los unos contem plaban
 los p eñ asco s, que rodean por u n a p a rte á
 G ibraltar, y las m uchas fortalezas y los v a 
 rios buques acorazados, que surcaban aque
 llas a g u a s , los otros m iraban C euta y las
 m o n ta ñ a s, que p a rte áridas y peñascosas y
 p a rte lozanas y fértiles la rodean. P ero n ues
 tra s m iradas eran atraid as por los extrem os
 lím ites de E spaña, que desaparecía de nues
 tros ojos juntam ente con toda E uropa. Nos
 parecía que a llá se h abían reunido todas
 las caras memorias y dulces recuerdos p ara
 decirnos adiós.
 Yo en modo p a rticu la r pensaba que no
 m uy lejos de allí están Sevilla y U trera , lu 
 gares de m uchos recuerdos p a ra mí, pues
 por dos años a llá estuve gozando del bonitocielo de A ndalucía, de la alegría de sus h a 
 b itantes y del cariño de muchos herm anos,
 que entonces rogarían por mí, según me te 
 nían prometido, y á quienes desde aquí mando
 u n cariñoso saludo.
 E n tre ta n to el buque se había alejado y
 nos presentó el espectáculo de Tánger, que
 tam bién desapareció velozmente de nuestros
 o jo s, á cuya contem plación no quedó más
 que cielo y a g u a ; y adoram os y elevamos
 u n himno á la M ajestad de Dios que tan bién
 se re tra ta en la inm ensidad del cielo y del
 m ar.
 P o r varios días no fué o tra n u estra dis
 tracción que contem plar los muchos tropeles
 de delfines y otros grandes peces, que seguían
 nuestro buque. Finalm ente aparecieron unas
 m ontañas m uy lejanas y altas que nos ale
 graron por v er tie rra firm e; eran las islas
 C anarias. Pasam os cerca de Las P alm as sin
 tocarla, saludam os á varios buques que p a 
 saron cerca de nosotros y volvimos á no ver
 que cielo y agua. D e ese modo seguimos
 volando y recorriendo y a la zona tó rrid a ,
 que nos hace sen tir mucho calor. Acabamos
 de lleg ar á las islas del Cabo Verde y dentro
 de pocas horas saldremos de la isla S. Vincente donde hacemos escala.
 D ispense las breves y someras relaciones
 que le m ando, pues no es posible hacer más,
 y como sim ple información me parece que
 bastan.
 
 276
 Kuegue V. por todos nosotros, especial
 mente por su afino hermano
 in C. J .
 
 me interm inable en la cita, los angélicos Bs^ n is la o de K ostl:a, Luis G onzaga y Ju a n
 Berchm ans, á la Com pañía de J e s ú s , fueron
 pruebas de la predilección de la divina P rovi
 M a u c e l in o B e u t o l o t t o
 dencia, y á todos nos ofrecieron el grande
 y adm irable espectáculo de una sublime san 
 Y a en m áquina el presente núm ero, reci- tid ad en pocos anos.
 » Bu nuestros tiempos eran p a ra D . BobimoR el siííuiento telegram a de Génova, que
 nos (lingo la compañía do Navegación General sco augurios de felicidad y de próspero y feliz
 suceso, los jovencitos G abriel Passio, Luis
 Ita lia n a :
 ^ Me CH muy grato poder comunicarle que lin a , Camilo Gavio, J u a n M assaglia, y tanel Vapor Perseo, que salió de Génova el P d e tos otros que en poco tiemjio llegaron á una
 Noviembre de i8!)5, y en el que se embarcaron sublim e perfección. De ninguno sin embargo
 los
 />/>. Salesianos y las Hermanas. Uijas que yo sepa, el piadosísimo fundador dé la
 (w M ana Auxiliadora^ ha llegado felizm ente á Congregación Salesiana escribió con tanto
 Buenos Ayres el ,lí) del corriente, sin novedad alecto y ta n ta unción que del jovencito D o
 mingo Savio. E n el áureo libro de su vida,
 a bordo.
 lím pida y bien se re tra ta la fisonomía de D.
 Bsfeban Lcmoyne. »
 Bosco, siendo tan to más de adm irarse cu a n 
 351 anterior telegram a se refiere á los mi to que más verdadero aparece la herm osa isioneros que acjompauaii al lim o. Sr. Üosta- m agen de aquella alm a inocente. E ste amado
 m agna y ú Mons. Paguano, pues los que se jovencito tan to á los cuatro como á los
 (lirigon a Arójic.o se oiumentran todavía eu quince añ o s, siem pre fué el mismo, lirio
 el m ar. lloguomos al ¡Señor por estos y de- inm aculado y odoroso y todo p iedad y can
 inos gracias de lo múa profundo del corazón dor en M urialdo, en Castelnuovo de A sti,
 al Señor y ú M aría A uxiliadora por el feliz en Mondonio y en Turíu.
 a m b o de aquellos.
 » E n su casa entre sus padres, modelo de
 vida cristiana; en la escuela p ara con sus
 ra a ^ tro s y condiscípulos y en el Oratorio
 de D . Bosco p ara con sus Superiores y com
 pañeros desplegó una tal y ta n arraigada
 f)K D. m m m
 v irtu d y dió de sí pruebas tan extraordi
 narias, que hace exclam ar á quien lo m ira :
 KXTfíANMKfíO.
 ¿qué serán los a tle ta s si los pequeños son tan
 grandes, y qué tesoros de gracia v santidad
 reservará el Señor á la progenie de D. Bosco
 it a t .ía .
 si en su huerto coje flores ta n graciosas y
 adm irables p ara tra sp a n ta rla s á su jard ín ?
 » Si Domingo Savio ha podido ser gloria
 PARA HONRAR LA MEMORIA DE DOMINGO SAVIO.
 de loa Salesiauos, no menos h a obtenido p o 
 der ser presentado á la ju v en tu d de nuestros
 Gomo prometimos en el número anterior, tiempos como modelo y acabado ejem plar de
 presentam os á continuación la im portante crivstiaua perfección. Si Luis Comollo, m uerto
 carta del Emmo. Cardenal i^arocchi y a l hace cincuenta a ñ o s , es el modelo de los
 guna que o tra palabra do otros Príuciiies clérigos y el V. Xiincio Sulpizio de los a r 
 y Pastores de la Iglesia que aplaudieron v tesanos, nuestro Savio lo es y lo será de los
 se adhirieron ú la feliz idea de laimlocacióu estudiantes del gimnasio.
 » El vigor de la vida física y la misma
 de una lápida para p erpetuar la memoria del
 hum ilde y virtuoso jovencito Domingo Sa- índole de los estudios esponen á los e stu 
 diantes á peligros consiguientes al ambiente
 que je a p ira n , ¡ qué diremos si á todo esto
 C n i’t u <|»'l
 C í í i'c lc u a l
 se anade el contagio de los malos compañe
 ros, el escándalo de los condiscípulos y las
 euseiiauzas poco cristianas de muchos nrofesores ?
 « biguo de predestinación me parece
 » Dése á conocer á estos jóvenes la vida
 para las Oi'denevS Jíeligiosas la adquisición
 de
 Domingo Savio para que de él aprendan
 de joveneitos ya maduros para el Cielo
 Luis de T\>losa y Ju a n B autista de Ror«>o- á santificarse en medio de los peligros, á
 u nir la austeridad á la alegría, la inocencia
 na, á los M enores: Imolda Lam bertini. á
 las hijas de Sto Dom ingo: Miguel d é lo s de costum bres á la espansión (íel alm a afec
 bantos, á los T rinitarios Descalzos: Geró- tuosa, la franqueza á la reserva, la dignidad
 mnm j;»'«í>osehi, á los H ijos d e b a n Camilo, a la m o d estia, la vida interior y altísim a,
 h a sta la íntim a unión con el Señor, á los
 B a n ia b ita s ; el Hermano asiduos, m últiples y fatigosos trabajos de la
 G abriel, á los Pasionistas : y p a ra no h acer
 vida exterior, á ser amados de Dios y de los
 
 — 277 liombres y á. dejar de sí u n a bendita memo*
 ria á la posteridad.
 > Quisiera encontrarm e presente al descu
 brimiento de la lá p id a , seguro como estoy
 de que este acto en n ad a perjudicaría la
 cansa de Domingo Savio si por m anifiesta
 voluntad del cielo debiera in ic ia rse ; esto no
 obstante asistiré en espíritu p a ra decir á
 los niños que asistirán y repetir á los que
 se hallen ausentes : Inspicite et facite secxin(iinn ea'em])la}\
 Oard. L. M“. P a ro ociii
 Protector de los Salesinnos »
 Albano Lnziale, 4 de octubre de 1895.
 E l Emmo. Card. Oapecelatro, Arzobispo
 de Oapua e scrib e :
 « Me complazco vivam ente al saber que
 en Mondonio se preparan graudes fiestas en
 honor de Domingo Savio. Los honores que
 se trib u tan á la virtu d son los únicam ente
 dignos del c ris tia n o , porque en la virtu d
 resplandece la luz del Señor que m ás y más
 nos le d á á conocer y nos incita á amarle.
 Yo, pues, me uno en espíritu á vuestras fies
 tas con tan to más placer en cuanto que me
 es muy querido vuestro In stitu to y más aún
 el m ilagro de caridad que fué vuestro fu n 
 dador Don Bosco quien en este siglo es una
 viva im ágen de san Felipe Neri. »
 ' E l Emmo. Oard. M auri, Arzobispo de F e 
 rrara :
 ToinoTvivísima p a rte en espíritu á esta
 tiesta dando gracias al Señor i)or haber de
 mostrado en el alm a san ta de Domingo Savio
 la prodigiosa, potencia de su gracia y del
 magisterio educativo de Don Bosco. Quiera
 Dios que el ejemplo de aquel ángel en carne
 hum ana eficazmente influya en las nuevas
 generaciones y forme en todos los rincones
 de n u estra península u n a ju v en tu d de cora
 zón y de v id a c ris tia n a , u n a ju v en tu d que
 al mismo tiempo sea la honra y la gloria de
 hv Iglesia y dé la P a tria . »
 E l Em m o. C ardenal Domingo Svam pa
 Arzobispo de Bolonia:
 « H e sabido que dentro de pocos días la
 familia Salesiana e stará de fiesta p ara con
 memorar u n a de sus m ás preciadas joyas ,
 cual es el joveucito Domingo S a \io , quien
 con su nom bre me recuerda las edificantes
 memorias que la plum a <ie Don Bosco dejó
 escritas de aquel su queridísim o hijo, y unido
 con el corazón á vuestra fiesta como tiesta de
 familia, deseo al querido Oratorio Salesiano
 que el espíritu de este santo joveucito, nuevo
 san Luis Gouzaga, aním e á sns Jóvenes alum 
 nos, les enamore de sus virtudes y les libre
 
 de los peligros que una sociedad gastad a y
 pagana les apareja. >
 E l Bmo. Sr. Arzobispo de T u r ín :
 « Tomando siempre la m ás viva p arte en
 las glorias y en las alegrías salesianaa, me
 encontraré presente en espíritu á esa sim pá
 tica fiesta, cuyo fin es eternizar la memoria
 de tan digno y santo Joveucito, privilegiado
 de Dios con dones extraordinarios y m ere
 cedor por sus singulares virtudes de ser ixropuesto como modelo á la Juventud. »
 No queriendo ser más largos, ponemos fin
 á estos im portantes testimonios con el del
 lim o. Sr. Obispo de F o ssan o :
 « E l venerando Joveucito Domingo Savio
 es elejida prim icia del Oratorio Salesiano,
 flor adm irable de prim avera, salida del co ra
 zón de Don Bosco y u n rayo luminoso de
 la m ente y del ideal que este santo varón
 llevaba en su corazón impreso. Ved aquí lo
 que yo quiero, parece baya dicho Don Bosco,
 quiero consayrar m i vida á form ar jóvenes se
 mejantes á m i querido Domingo. DI que quiera
 seguirme tome este modelo y reproduzca en sí
 fe l copia. E sta y no otra es la noble em
 presa del Salesiano.»
 «
 *•
 l^ c ó ii I Z a i 'ii ic l .
 
 E l 21 del pasado octubre estuvo de paso
 en Turín y se hospedó en nuestro Oratorio
 el valeroso y esforzado campeón de las obras
 sociales en F rancia, el Señor D . León Harm el.
 V olvía del Congreso de los Terciarios F ra n 
 ciscanos, celebrado en A sís, y en el que h a
 l)rocura(lo poderosam ente con su infatigable
 celo utilizar en favor de las obras sotúales
 el valioso concurso de los T erciarios, según
 el espíritu de su institución.
 *
 • «
 
 lI>os e d i f i c a n t e s c o i i v e r s i o a e s .
 
 E l domingo C de o c tu b re , fiesta de N tra.
 Señora del Bosario, dos señoritas de Zurich
 adjuraron sus errores protestantes y recibierou el santo Bautism o, bajo condición, en la
 iglesia del In stitu to Salesiano de M aría A u 
 xiliadora, de Niza M ouferrato. Las excelen
 tes disposiciones de las catecúmenas, la pie
 dad y el ferv'or con que recibieron el primero
 de los sacram entos de la Iglesia y á conti
 nuación la Confirmación y S anta E ucaristía,
 conmovieron h a sta deiTamar lágrim as á cuan
 tos pre.senciarou ta n sa n ta ceremonia que
 h ab rá llenado de gozo á los Angeles del
 Cielo. E l lim o. Sr. Costam agna fué el p rin 
 cipal m inistro de esta fiesta. A m bas señori
 ta s han determ inado abandonar el mundo
 ])ara consagrarse á M aría A uxiliadora en su
 In stitu to , y una de ellas fué al d ía siguiente
 adm itida como postulanta, y en tan to la otra,
 
 — 278
 no habiendo podido por dificultades del moniento, se p rep ara ¿i efectuarlo una vez ven
 cidas estas. Dios y M aría A uxiliadora coucedan su santa perseverancia á las nuevas
 convertidas.
 « «I
 A L o iiiiiit o u t o A ID oii lio tiio o .
 
 Se h a abierto un concurso p ara el Dionumonto dJ)on Hosco íjue debe erigírsele en Castelnuovo de A sti (Piam onte), p atria de nues
 tro amado P adre. Los que desearen íi él con
 currir, deberán dirigirse p ara conocer las
 condiciones del concurso al alcalde de d i
 cho pueblo. E ste monumento representará á
 D. Poseo, teniendo á su lado á un joven
 europeo y á otro de la P atagoiiia. A prove
 chamos esta ocasión p ara recom endar á los
 amigos de D oji B osco presten su apoyo á esta
 Obra. Las ofertas pueden m andarse al alcalde
 í) al párroco de Castelnuovo, ó bien á nues
 tro Superior Don K úa, ó á cualquier casa
 Salesiaiia.
 '^1
 
 Mi'ilag'a.
 
 Fiesta de S. Enrique y repartición de premios.
 
 días fuó llam ado el P . A tzeni del Colegio
 de U trera p a ra ensalzar las glorias del Santo;
 estrenando un magnífico y artístico pulpito
 según ios últim os adelantos (1 ).
 E l orador en sus sermones expuso admi
 rablem ente los favores grandes que la Con
 gregación Salesiana recibe en estos d ía s ,
 dando á la misma la enhorabuena por con
 ta r un santo protector más en el cielo.
 Muy concurridas fueron las funciones de
 los tres días. Pero lo que dió á conocer lo
 que es la O bra de Don Bosco y los prodi
 gios que los Salesianos haceu eu todas p ar
 tes , lué la velada m úsico-literaria que en
 honor del Santo organizaron aquellos padres
 el día 15 por la tarde.
 E u dicho día, fiesta de S. E nrique, estaba
 la capilla del establecimiento, aunque pobre
 mente, adornada con gusto. Celebró la misa
 de Comunión general el M. Itre. Sr. D r. Don
 Jerónim o A lvarez T ro y a, Canónigo y P ro 
 visor del O bispado; en ella hicieron su pri
 m era Comunión 12 alumnos de las escuelas
 y numerosos Cooperadores y niños del Co
 legio se acercaron á la sagrada mesa. Por
 la tarde se verificó la conmovedora velada
 y repartición de premios obtenidos por los
 alumnos del Oratorio durante los pocos meses
 de asistencia. Num erosa eu extrem o era la
 concurrencia , compuesta de u n distinguido
 y respetable público. N uestro lim o. Prelado
 en compañía del Exemo. Sr. Gobernador Ci
 vil (le esta c a p ita l, se dignaron ocupar la
 Presidencia, colocándose á sus lados distin
 guidos señores de la ciudad.
 La alegría era general y en todos se no
 tab a nu gran deseo de que se diera princi
 pio á la repartición de premios, que consis
 tía n casi exclusivam ente en prendas de vestir
 y alguno que otro juguete, todo espontánea
 m ente ofrecido por los bienhechores.
 A l llegar el Sr. Obispo y Sr. Gobernador,
 el numeroso público que henchía el patio,
 prorrum pió eu calurosos aplausos y vivas,
 interrum pidos por los armoniosos acordes de
 los instrum entos de la m úsica del A.silo de
 S. Bartolomé. Se principio el acto académico
 con el canto de u n himuo ad hoc, sin acom
 pañam iento, pues los padres no cuentan con
 ningún armouium ni piano. Fuó amena en
 extremo la velada, dictada bajo n u program a
 variado, en que los mimeros literarios alter
 naban con los m usicales; diálogos alusivos
 al acto, escritos con verdadero gracejo los
 unos, con sencillez de conceptos, pero ricos
 en profundas consecuencias, los otros, fueron
 dichos galanam ente por niños que ofrecieron
 m uestra de facultades superiores á su edad.
 Lindas poesías recitadas con clara dicción
 y entonación propia, merecieron los entusias
 tas aplausos de la cmncurrencia. Le aseguro,
 Sr. Don R úa, que íué aquello u n consolador
 
 lid o . Sr. D . M io u e l R ú a,
 E s la segunda vez que me atrevo á mo
 lestarle y lo hago con muchísimo gusto y
 satisfacción de mi ánimo, en cuanto que es
 toy seguro de que la clase de m olestia que
 le doy es muy agradable á su corazón; p o r
 que un buen padre gusta siempre tener no
 ticia de sus amados hijos y de cuanto dicen
 y hacen.
 Y a hacía días que el Sr. D irector de este
 Oratorio había dado la noticia de que de un
 d ía á otro llegaría una herm osa y a rtís 
 tica estatua del patrono de esta casa salesiaiia. E l día 11 por la tarde dió la casua
 lidad que yo me hallaba en el hermoso y
 espacioso patio de dicho Oratorio, cuando
 oigo de reponte uil inmenso griterío y vivas
 á S. E n riq u e ; pregunté que significaba aque
 llo y recibí del bueu padre la respuesta de
 que llegaba S. E n riq u e , herm osa estatua,
 obra de los ñiños de los Talleres Salesianos
 do S arriá. Euó aquello un acto muv conmo
 vedor.
 lios l'a d re s Salesianos p ara d a r más i-ealce
 á la fiesta que iban á celebrar en honor de
 S. E nrique , celebraron un solemne triduo,
 dando principio con la bendición solemne de
 la efigie por el Exemo. 6 lim o. Sr. Obispo
 de la diócesis, que tanto quiere y estim a á
 (l) Dioho púlpiío consistía eu una inesilla de z,v
 los hijos de Don Bosco. D urante los tres patero con cuatro palos cubiertos de percalina.
 
 — 279 -
 
 espectáculo. Me parecía soüar, no podía conTeiicerrae cómo aquellos rapazuelos, que la
 gente desprecia, hubieran alcanzado tanto
 en tan poco tiempo, y se me caían las lá
 grimas al ver con el rostro lleno de una
 santa vergüenza recibir el premio de su apli
 cación de manos de ilustres personajes, á
 niños que poco bá vagaban por las calles,
 ofreciendo un triste espectáculo y sin otra
 culpa que no tener quien les recogiera.
 
 A ..
 ----------------------
 
 T A L C A (C h ile).
 La fiesta de la Asunción de M aría Sma. y el aniversario
 t l o l a m u e l o O . 1 3 o(seo.
 
 Yo que Labia presenciado la inauguración,
 Reyekekdísimo Sr. Don Rúa:
 liabía oido al Sr. Obispo d e c ir , después de
 A UD buen hiio no es de modo alguno molesto
 iudicar al escogido auditorio, lo que los sa- imblar de las tiestas celebradas en honor de sus
 lesianos Lacen en todo el m undo, « los de queridos Padres. Por esto, yo, Kdmo. Sr. Don
 Málaga no me desm entirán, harán lo que en Rúa, aunque la hora sea algo avanzada, pues ya
 otras partes, con tal que generosas personas bau dado las diez de la noche, y me halle cau
 abran los tesoros de la caridad » y más ade sado por el gran trabajo de estos días, me per
 describirle ú grandes rasgos las solemnes y
 lante en la iglesia de los M ártires, el día 21 mito
 grandiosas fiestas que celebramos hoy en lionor
 de abril en aquella herm osa conferencia con de nuestra Madre María Sma. y de nuestro vene
 ocasión del prim er Congreso Salesiano, « Le rando Padre Don Bosco.
 chad mano á vuestros bolsillos y favoreced
 No me cabe la menor duda de que cuanto es
 á los hijos de D on Bosco que ellos traba¡ian toy para escribir, servirá de grande alegría no
 segúu su sistem a y veréis los resultados, » solo á V. sino también á cuantos se interesan
 eii su angelical sonrisa, me parecía nos di por nosotros, pobres misioneros de Chile, que sin
 jera á todos 5 « ved la verdad de mis pala un momento de paz y de sosiego trabajamos día
 noche en esta vasta viña del Señor, tan nece
 bras y cuán copiosos son ya los frutos en ysitada
 de obreros evangélicos, animosos y de hotan breve tiempo obtenidos, á pesar de la róica virtud, y se consolarán leyendo los grandes
 escasez de los medios, » y yo gozaba por que consuelos que eu medio de nuestras fatigas nos
 veía que el santo Prelado gozaba tam bién. manda N. Señor, y que aumentan mil veces nues
 Después de haber los padres repartido tros esfuerzos por la salvación de las almas, y
 cerca de 200 premios á aquellas pobres cria nos llunan do alogifas puras y celestiales, como
 turas, cerraba el acto académico el lim o. Se prueba de que Él desde el cíelo vé con satisfac
 ñor Obispo, y con su notoria elocuencia daba ción cuanto li.ocemos por estas gentes, en el ne
 más importante de nuestra vida. Por una
 las gracias, en nombre de los K.R. P P . á cuan gocio
 palabras fácilmente podrá compreudorse cuál sea
 tos se dignaron honrar el acto y les invitaba la educación que damos ú estos iiifios, los que so
 á todos á cooperar á la obra con su óbolo, nos presentan á centenares conducidos por sus
 no dejando de anim ar á los P adres y á los madres, que de rodillas nos suplican los reciba
 niños.
 ^ .
 ! mos bajo la vivificante sombra de nuestros coleActo seguido el numeroso público pasó a
 Proponiéndome hablar tan solo de la fiesta ce
 la espaciosa capilla doude el Sr. Obispo dió
 la bendición con S. D . M., ocupando los s i lebrada hoy, nada diré ni de los preparativos
 felizmente llevados á cabo, sin por esto descuidar
 tios de honor el Sr. Gobernador.
 de un ápice nuestras múltiples diarias ocupacjoY’o que fui el últim o en retirarm e del lo nes; ni del entusiasmo de miestros educan
 cal oí de boca de num erosas y distinguidas dos y gente de fu era, en quienes se veía au
 personas elogios entusiastas p a ra los hijos mentar la alegría á medida que se acercaba nuestra
 de Don Bosco, que con tan to acierto siguen fiesta.
 , .,
 , ,.
 Para no ser Largo omitiré también que los bien
 la Obra regeneradora de su inm ortal F u n 
 dador. N unca podré olvidar las i)ocas horas hechores de este Colegio, viendo que éramos po
 que pasé eu el Oratorio. D o y , pues, la e n  cos, muchas nuestras ocupaciones y no muy abun
 dantes nuestros recursos pecuniarios , mandaron
 horabuena al Sr. Obispo que tan to bien nos V
 prepararon ello.s mismos todo lo necesario para
 trajo á M álaga con llam ar á los Balesianos; que la fiesta resultara expléndida en todo el rigor
 las más cum plidas gracias á Y . que nos mandó de la palabra.
 , . j a i
 nn grupo de héroes que tan to bien hacen á
 La apertura de la fiesta se hizo la tarde de la
 vigilia.
 El
 Cielo
 hasta
 entonces
 nublado,
 se des
 esta pobre c iu d a d ; m uchas gracias tam bién
 al dignísimo D irector y demás herm anos que pejó al principiar á quemar algunos fuegos arti
 á pesar de tan tas y num erosas luchas han ficiales, aumentándose con esto nuestro contento
 sabido proporcionarnos tm día tan alegre. y alegría , y fundadas esperanzas de que al día
 haría buen tiempo.
 Quiera Dios escachar las preces del último siguiente
 El Colegio estaba magníficamente aaomado,
 de la g ran fam ilia de los Oooperadores Sa- ondeando por todas partes infinidad de ban
 lesianos, que son las de todos, esto es, que deras y gallardetes, regalo de la siempre amada
 los Salesianos prosperen p a ra el bien de la Mamita. Doña Maríana Silva.
 Patético era, v para nosotros Salesianos de gran
 sociedad.
 De Y. afmo. S. S. q. b. «. «i. consuelo, leer aqní: r»ro Mario A u xilia d la ;
 a llí: Vita Don Bo$co ; más allá : Viva Don Jl»a :
 P. Y.
 ' y por todas partes: Viva la Congregación SaleCooperador Saleeiano.
 
 L
 
 — 280 —
 ^iana: inHcripciones tocias en grandes, caracteres
 qne adornando los pórticos de nuestro Colegio,
 nos repetían nombres á nuestro corazón tan sua
 ves, como los de María, D. 13osco y D. Rúa, ó
 cuyo recuerdo nos viene el deseo de volar, atra
 vesando montes y surcando mares ó ir al Orato
 rio para volver <í gustar aquellas puras alegrías
 que probamos un día, al contem])lar el santo as
 pecto do nuestros primeros Superiores.
 La brillante y extraordinaria iluminación á la
 veneciana difundía por doquiera una insólita ale
 gría y hacía resaltar varias do las inscripciones,
 como : Dios beudif/a d todos los Cooperadores salesianos. — Las gracias celestes lluevan sobre sus
 familias. — Marta 8ma. proteja d nuestra Ma
 mita, — Y de este modo una inllnidad do santos
 augurios que, más qaiede aquellas inscripciones, sa
 lían de nuestros corazones. Un poco más entrada
 la noche so quemaron fuegos artiíiciales que re
 sultaron muy lucidos, en modo especial el último
 cuadro, que representaba á Don Hosco en el acto
 de bendecirnos á todos, qne atónitos le contem
 plábamos como una celeste visión, la cual nos
 recordaba el solemne momento, en el que por
 últinja voz nos daba su bendición al salir de
 Turín en dirección á estas tierras.
 Al día siguiente me levantó á las cuatro y
 hasta las cinco, liora en que dije mi primera
 misa, pues desde <juo estoy en Chile me veo pre
 cisado á decir dos todos los días festivos, en com
 pañía de un niño subimos á dar el Ave María,
 continuando despuós tocando himnos y alabanzasen lionor de María.
 Al principiar la m isa, durante la cual los ni
 ños, según costumbre do Amórica, hicieron sentir
 los acordes do su música, la iglesia estaba coin])letivmonte llena de gente, á la cual dirigí algu
 nas palabras, después del evangelio, animando á
 todos á nutrir una devoción sincex’a hacia nuestra
 Mailro bendita j la comunión fuó muy numerosa.
 Celebrada mi primera misa, me dirigí á caballo
 para cantar la segunda á un pueblo vecino; al
 volver corría tanto, por la prisa qne tenía de
 llegar á la fiesta, que ni siquiera veía los árboles.
 Idügiió pura la misa de la Comunidad, dicha por
 un sacerdote amigo nuestro que nos honró con
 BU presencia. La gente que llenaba la iglesia y
 la plaza vecina era inmimerablo. Antes de hv
 comunión el eelobranco dirigió ardientes pala
 bras á los fieles y especialmente á um>s quince
 niños, que vestidos do blanco (los vestidos fueron
 regalados por la señora Elena Vergata) se prepa
 raban ^ recibir por vez primera el pan de ios
 Angeles. Despuós de varios cautos y piezas mu
 sicales, terminó la misa y luego se distribuyó el
 chocolate á todos los niños que rebosaban de
 alegría.
 Después del desayuno se hicieron carreras en
 saco y otros diversos tlivertimientos. con los que
 los niños so entretuvieron . sin peligro alguno
 para sus almas.
 A las diez en punto ya las campanas habían
 atraído una multitud de fieles y dió principio la
 Misa solemne. ¡Cuán hermoso era ver á nm>s cin
 cuenta niños, q^uienes encargados del servicio del
 altar, quienes lormaudo el pequeño clero y tollos
 como tantos angelitos rodeando el stjncM sohc/ot'«m! Oimos á uu» madre que llorando decía:
 * 4 Porqué no tengo yo la fortuna de ver entre
 esos angelitos á mis dos hijos T ¡Oh, benditos Salesianos! i Porqué no vais á convertir la gente
 de mi pueldo, á mudar la juventud de desver
 
 gonzada é irreligiosa en dócil rebano de mansos
 corderos...? >
 Cantamos la armoniosa misa de San José com
 puesta por el limo. Sr. Costamagna, Obispo salesiano; el éxito superó nuestras esperanzas; orqxiesta, canto, en una palabra, todo resultó, gra
 cias al Señor, digno de la fiesta. Y especialmente
 el coro de tiples no podía ejecutar con más pre
 cisión su parte, tanto que al descender los mú
 sicos y cantores, ya concluida la misa, acercán
 doseme un gran señor mo dijo: Perdóneme si le
 molesto, Reverendo Padre, ¿ cuantas niñas eran
 las que cantaban la Misa? — Ninguna, le res
 pondí, los que cantaron son niños' y no niñas. —
 j De veras ? replicó él admirado. — Si señor, los
 Salesianos nunca cantan sino con los niños que
 ellos educan. — Muy bién, contestó él, no sabía
 hasta ahora esto y siempre creí que fuesen niñas
 quienes cantaban tan bien. Ahora veo que ver
 daderamente los Salesianos son maestros de cuanto
 es bello, bueno y santo. Tome, Padre, para
 sus niños. — Y diciendo esto me ponía en las
 manos un billete de 25 duros , que en unión de
 otros regalos de este día nos prestaron un gran
 servicio cubriendo en parte, las deudas contraí
 das para ensanchar el colegio.
 Después de la misa, los niños tuvieron recrea
 ción hasta la hora de la comida, qxie fué explóndida merced á la generosidad de nuestro princi
 pal cooperador, señor 'Yergara, que tanto se des
 vela por nosotros.
 A ella asistieron los principales cooperadores y
 los más distinguidos señores de la ciudad.
 Al concluir la comida me levanté y fui á pre
 parar y ver si los diversos grupos de niños, mú
 sicos, cómicos, cantores, etc., etc., estaban al
 corriente pura dar principio al acto literario có
 mico-musical.
 Distribuidos los sitios del amplio salón, magníficamoüto adornado y con varias inscripciones
 alusivas á María Sma., á D. Rosco, á V., Rdmo.
 Sr. D. Rúa, á S. S. León XIII, á los Cooperado
 res y á los Salesianos, llenó el aire de suaves
 conciertos nuestra banda musical. Lxiego se de
 clamó un discurso titulado: María Auxiliadora
 »/ Don Bosco, siendo el orador interrumpido va
 rias veces por clamorosos aplausos. Después
 de este. dió principio el drama : E l peregrino
 blanco, ejecutado mucho mejor de lo que yo me
 esperaba. Prueba de que gustó fueron los fre
 cuentes aplaxisos para que so repitiera, lo que
 no pudo hacerse por falta de tiempo. En los en
 treactos del dn\ma y de la farsa, E l ladrón de
 las gallinas, que hizo reir á mandíbula batiente,
 se leyeron varias comimsiciones en verso y prosa,
 en español, latín, italiano, francés é inglés, todas
 ellas dirigidas á celebrar la inmensa bondad de
 la gran Madre de Dios j quién fuó Don Bosco y
 cuales son las miras de sus hijos. Creo no ser.á
 fuera de propósito narrar uu episodio sucedido
 durante la representación. Un alumno mío con
 cluía de leer una poesía, cuando un caballero de
 la platea le dijo: Dinie, niño, nos has dicho tan
 bonitas cosas de Don Bosco, ^sabrías decirme
 uién es Don Rúa ? — El niño, que apenas cuenta
 oce años de eilad y que es un verdadero ange
 lito por su irrei»ren8ible conducta, sin turbarse y
 dulcemeute fijando sus ojitos en el caballero que
 le interpelaba, con voz argentina y segura dijo :
 « Señor, he dicho que Don Bosco fué un gran
 santo y ahora digo que Don Rúa es su hijo, y
 como los h\ios generalmente tienen los mismos
 vicios de sus padres, resulta que Don Rúa tiene
 
 S
 
 —
 
 281
 
 —
 
 que hay climas que son refractarios al mal, y que
 los hay que son favorables; en el primer caso no
 habrá contagio, ó lo será muy_ lento 5 en el se
 gundo caso, lo habrá y se manifestará muy pronto
 y será muy activo.
 Como quiera que sea, el Padre Damián entró
 bueno y sano en el Lazareto de Hawai; que se
 sepa, ningún miembro de su familia estuvo enfermo
 de lepra; siguió bueno y sano durante diez 6 doco
 años; por fin cayó enfermo. 4 Fue por falta de
 precauciones í ¿ *Fué que cometió alguna impru
 dencia? ¿Fué predisptxsición ó contagio? Sobre
 esto, no hubo siquiera dos opiniones distintas:
 la opinión popular fuó en un todo do acuerdo con
 la opinión científica, y ambas convinieron en ase
 gurar que el Padre Damián había muerto víctima
 de su heroísmo, contagiado por el mal. Respecb)
 á Colombia, ya sea por la herencia, ya sea por
 el contagio ú otras causas desconocidas aún, el
 hecho es que el mal existe, y es grande y es ate
 rrador; principalmente si se consideran las con
 secuencias desastrosas y funestísimas que ván á
 seguirse, si no se piensa con seriedad en un pronto
 y eficaz remedio. Un hecho es evidentísimoj y es
 que el mal crece cada año más. En el ano de
 1888, según la estadística de los lazarinos existentes
 en el Departamento de Santanter, estadística for
 mada concienzudamente por uno de los más ilus
 trados médicos de aquel Departamento, el número
 de enfermos en aquel año no llegaba á 1,500; en
 Octubre del año próximo pasado yo encontré ó
 P edro L uis Cot.ombo, Pbro.
 creí encontrar de 5 á 6,000; supe después por
 Tale*. ir¡ (le A g o sto d e 1805.
 personas de autoridad competente, que me había
 equivocado en grande; pues allá en aquel Depar
 ------tamento los lazarinos no son menos de 10,000.
 Otro hecho es evidente, y es el siguiente: hace
 muy pocos años esa enfermedad era totalmente
 B O G O T Á (Colom bia).
 desconocida en Antioquía; ahora lo es; en el
 Cauca pasaba la misma cosa; y no debe ser muy
 COKFERENCIA DEL P. RABAGLIATI.
 pequeño el niiinero de los tales enfermos si so
 {Contiiinación) (1).
 tiene presente que las autoridades de aquel De
 i Y las causas í Cuestión delicada es esta, que partamento han decidido la formación de un La
 yo no quisiera tocar siquiera, por los peligros que zareto exclusivamente para su uso.
 Las matemáticas, señores, tienen sus teoremas
 ofrece este examen j pero la necesidad lo requiere.
 Aquí se dice y se cree generalmente que la causa que son infalibles: dos y dos hacen cuatro ; cuatro
 principal del mal estú en el clima, en las transi y cuatro dón ocho; ocho y ocho dán dieciséis:
 ciones bruscas y violentas de la temperatura. hagamos la aplicación. Si treinta años hace, no
 Puede que todo'esto en algo iufluya para provo había en Colombia más que unos centenares de
 car el mal, ó para desarrollarlo, pero casi cier enfermos de lepra, y ahora son veintisiete mil
 tamente no es esa la causa principal; otras debe doscientos cincuenta; ( cuántos habrá dentro de
 haber sin duda alguna. Interroguemos á los hoin- diez años, dentro de veinte, cincuenta, si no so
 bres de ciencia, á los médicos; y ellos unáni- ataja el mal, y se le deja seguir el curso rumoso
 mente, sin discrepancia ninguna, nos dirán que que ya tiene ? Al torrente que amenaza salir de
 las causas principalísimas de esta enfermedad son: madre y desbordar, se le ponen fuertes diques
 la herencia y el contagio. Sobre la herencia, no para detenerlo en su lecho; si se tarda, ó si hay
 hay la menor duda; los mismos lazarinos lo re descuido, llevará la destrucción y la muerte por
 conocen y lo confiesan : ó son los hijos ó son los doquiera que pase. ¿Y no os parece tiempo ya
 nietos los que heredan el mal, pero el germen queda, de ponerle fortísimo dique á ese océano de males
 i Y quién podrá decir las proporciones enormes que lleva consigo esa terrible enfermedad ? Hoy
 que debió tomar el mal por esta causa ? Respecto por hoy hay esperanzas todavía de conseguirlo con
 al contagio, yo no daré mi opinión, no soy juez el concurso de todas las voluntades; pero, ¿lo
 competente. Los lazarinos dicen todos que no, que creéis posible dentro de algunos años cuando el
 la enfermedad no es contagiosa; casi todos los mal haya tomado todas las proporciones que haya
 médicos dicen que sí, que es contagioso el m al; querido? ¿No serán entonces estériles todos los
 y he dicho casi todos, porque en el Congreso mé esfuerzos que se hagan para llegar á un éxito sa
 dico tenido en Bogotá hace cosa de dos años, tisfactorio? ¡Quién sabe!
 Y", i qué es un lazarino? j Qué concepto teneis
 sobre cien médicos llamados á dar su opinión so
 bre la materia, dos apenas dijeron que n ó : todos vosotros formado de ese hombre herido por esa
 los demás contestaron afirmativamente, i Quiénes cruel enfermedad? ¿Qué es lo que sufre, lo que
 se equivocaron t ( Los dos T ¿ Los noventa y ochoT padece en el cuerpo, en el alma, ese infeliz le
 Mas para dar una opinión mía cualquiera, yo creo proso? Es imposible averiguarlo debidamente, y
 no es tampoco el caso quo yo me ponga á anali
 zar uno por uno todos esos males: el argumento
 (1) V . B o le tf* d a X oviemVrB.
 
 el vicio que tenía Don Bosco, es á saber, el vicio
 de hacerse santo santificando á otros, en una pa
 labra, Don Rxía es un santo como su padre Don
 Bosco. » En mi vida he oido un aplauso más
 vivo y acalorado del que siguió á las palabras
 citadas.
 Terminóse el dulce entretenimiento con los sua
 ves acordes de la música y todos los señores se
 retiraron con signos de completa satisfacción.
 Nosotros nos fuimos ú cenar.
 Coronó esta fiesta un gran globo areostático,
 al que, al emprender su rápida marcha á través
 del azulado espacio, los niños repetían: « Adiós,
 adiós, lleva á Don Bosco nuestros corazones y
 dile que nos logre de Dios la gracia de hacernos
 santos come él. Adiós, adiós. »
 Al desaparacer de nuestra vista nos retiramos
 á recitar las oraciones de la noche, con el corazón
 lleno de aquella alegría que las fiestas del Señor
 y de sus Santos infunden en las almas cristianas.
 Y ahora perdóneme, Rdmo. Sr. Don Riía, si he
 sido demasiado largo. No era este mi deseo,
 la pluma y el corazón son los culpables. A la
 pluma la castigaré dejándola en reposo hasta ma
 ñana, al corazón le castigará V., á cuyas oracio
 nes se encomiendan todos los de esta casa y es
 pecialmente este
 Sil humilde y obediente hijo
 en C.J.
 
 — 2S2 —
 80 liaría doinnBiado vasto'; mo llevaría muy lejos
 y me liaría interminable.
 La vista se debilita á, medida que el mal crece;
 los rayos del sol les molestan ; la luz artificial les
 mortifica; en muchos do ellos la ceguera es cnsi
 total. El tacto se hace casi insensible; el andar
 es lento 6 indeciso; todo el cuerpo llega á con
 vertirse en una sola llaga; en algunos no es así,
 y cualquiera diría que hay ficción en ellos; ú lo
 menos aparentemente no hay rastro ninguno del
 mal; es que está dentro, es invisible; pero es
 real, y no liace sufrir menos. Y cuando el mal
 ataca con fuerza, como sucede ú veces, los efectos
 son más sensibles y más desastrosos; entonces so
 les van cayendo las extremidades; vedlos allí
 metidos en un locho, ó recostados sobro un cuero
 cuando no sobre el duro suelo , sin manos, sin
 ¡lies, como troncos, cuya vista arranca las lá
 grimas hasta al más valiente. ¿ Y sí á todo esto
 se agrega la falta del jian necesario para la vida?
 i Quó sucede entonces? y el hambre no es desco
 nocida allá en aquellos lazaretos. ¿ Es exagera
 ción ? i Ea calumnia? Ni una cosa ni otra, herma
 nos míos. Y si no, juzgadlo vosotros. En tiempos
 normales la ración para caila enfermo es de tres
 reales diarios en •< Agua de Dios; » en la Con
 tratación es tan solo do dos reales y cuartillo,
 i l’uüdü una persona, formada ya, proveerse de
 t<ulo lo necesario para la vida con esa miseria?
 Y tratándose.de persona ouforma, ¿no serán ma
 yores sus necesidades? 4 Y' si uqiiella jiersona en
 ferma, })or BU estado de salud so halla en el caso
 de tener que pagar una persona do servicio que
 la cuido? Todavía más: ¿ y cuando en un hogar
 hay hijos sanos que no tienen derecho á Ja ración?
 4 y si ios hijos sanos son varios, como sucede al
 guna voz? Decídmelo: 4 cómo podrá un padre,
 una madre, pensar en todo, proveerlo todo en la
 alimentación, en ol vestido, con tres reales en una
 parte, con «los y cuartillo en la otra?
 Así son las cosas en tiempos normales : pero,
 4 y si llega alguna crisis improvisa, como última
 mente por causa de la revolución? ^Y si los tros
 reales so convierten en uno y cuartillo, como ha
 sucedido en « Agua de Dios » durante cuatro
 meses? 4 No os esa una veriladora ración de ham
 bre? ¡Benéfica asociación de San Lázaro, Dios to
 bendiga, y te bendiga la sociedad, como te ben
 dicen de lo más íntimo do su alma aquellos in
 felices lazarinos á quienes con tanta generosidad
 socorriste siempre^ en pixrticular en estos últiimw
 tiempos tan calamitosos! Ni siquiera te das cuenta
 <lcl gran bien que estás haciendo: mas óyelo, para
 tu satisfacción y consuelo, y pura que perseveres
 en la grandiosa obra iniciada: iimcUas lágrimas
 has enjugado durante U» cuatro años do tu exis
 tencia; mucho bálsamo has vertido sobre aquellos
 corazones tlestrozados por la pena ; muchas y muy
 irofundas heridas has cicatrizado y muchos dolores
 las aliviado; la sociedad te aplaude y Dios te
 sonrío y to bendice desdo el Cielo. Persevera con
 constancia y con amor en esa obra de humanidad
 y de religión. El Señor, que ha prometido pagar
 con el cielo el vaso de agua dado al jiobre en su
 nombre, 4 tmé gahmlón reservará para tí, que á
 imitación deJ Samaritano del Evangelio, te con
 sagras y te sacrificas para curar los miembrtvs más
 doloridos de Jesucristo?
 En cuanto á ios dolores morales. 4 qué os din.- ?
 Muchos son y muy graves: me limitaré á uuo
 solo: al aislamiento en que se hallan, en aquella
 separación absoluta de tmlos los seres queridos
 que tienen sobre la tierr.i; y t»sto es lo que luwa
 
 f
 
 allá; es un verdadero ostracismo. Aquel es un
 padre que desde muchos años no ve á ninguno
 de sus hijos; aquella es una madre que hace años
 fué arrancada violentamente á los brazos de los
 suyos; i ah ! tener hijos y no poder gozar de su
 presencia, de su amable compañía, no poder dis
 frutar de BUS caricias! Tener hijos, saber quizás
 que son pequeños, saber que sufren, que lloran,
 que van por los senderos ruinosos del vicio y
 del crimen, y no poderles amparar, no poderles
 consolar, no poderles siquiera sostener para im
 pedir su ruina espiritual..... ¡ o h ! ¡ qué pona ho
 rrible para el corazón tierno de una madre! Aquel
 08 un niño, aquella una niña de pocos años......
 ¡ oh ! la vista de los ñiños en aquel país del dolor,
 ¡ sí que desgarra el corazón ! y allá los hay, los
 pobrecitos sin padre, sin madre, sin caricias, sin
 consuelos, sin amor.,. ¡ Penoso y terrible destierro
 para el hombre que comienza á vivir! Tener un
 padre, una m adre; tener hermanos y amigos, y
 no poderlos abrazar ni acariciar, ni siquiera ver...
 4 y conocéis vosotros alguna pena semejante á
 esta pena? Hé aquí lo que forma un verdadero
 martirio para el corazón de todos aquellos pobres
 leprosos: tener que vivir lejos de los suyos, sin
 esperanza ninguna de volver á reunirse con ellos;
 ¡ y pasar toda entera una vida así!... Todo lo de
 más lo pueden soportar con más ó menos resig
 nación; hay conformidad con los dolores físicos;
 la tienen en sobrellevar las necesidades, las esca
 seces, hasta el hambre.,, pero el destierro.... du
 rante toda la vida; sin sociedad, sin familia, sin
 sonrisas; hé aquí lo que para mí forma todo un
 mar de angustias "para aquellos pobres enfermos.
 Mas, ¿ qué hacer entonces? 4 Tiene remedio el
 mal? En parte sí; en parte nó. Lo iirimero que
 hay que hacer es trabajar de consuno, autoridades
 y particulares, para detener el torrente asolador
 que amenaza seriamente invadirlo todo. Hay que
 destruir la causii del mal si no se quieren expe
 rimentar los ofoctos que ha tenido basto hoy;
 hay que secar la fuente envenenada allá en donde
 brota, si no se quiere que las aguas mortíferas
 sigan brotando y llevando la muerte á todas partes.
 La verdadera medida salvadora es el aislamiento;
 pero aislamiento verdadero, absoluto, y sin ex
 cepción de ninguna clase. Desde el tiempo de
 Moisés hasta Jesucristo, según lo habéis oido en
 el hecho dol Evangelio que os he referido: desde
 Jesucristo basto la Edad Media, hasta nuestros
 tiempos, siempre que se trató de la lepra, lo pri
 mero que 80 ha hecho es aislar á los enfermos.
 Alguna severidad hay en esto, no hay duda: pero
 08 una medida necesaria. Ardua y difícil es la so
 lución del problema aquí en Colombia por el nilmero ton crecido de enfermos, pero es posible to
 davía, Miis tordo, dentro de algunos años, la cues
 tión será mucho más seria, y el problema se pre
 sentará mucho más difícil. Á este punto, permi
 tidme hablar con entera franqueza. El público en
 general cree que el aislamiento de que acabo de
 hablar, existe y a , puesto que tenemos un gran
 Lazareto, á pocas leguas de Ja capital, en * Agua
 de Dios )* y otro Lazareto en Santander. Es ver
 dad ; pero de Lazareto, tanto el nno como el otro,
 no tienen más que el nombre; y sin exageración
 ninguna so po<lría escribir sobre la puerto de en
 trada de ambos Lazaretos: Fábrica de la:^arinos.
 4 Cómo asi ?
 Desde luego os diré que en .ambas partes son
 muchos más los sanos qne los enfermos; dos sanos
 y un enfermo, hé ahí qué proporción tiene aquella
 población de los Lazaretos. Pero, 4 y qué hacen
 
 — 283 —
 los sanos alláf Los tinos, los menos quizás, están
 consatírados á la asistencia de sus enfermos: es
 la hija sana, que asiste y acompaña á su madre
 enferma, ó Ticeversa; es un hermano, un pariente
 que no quieren abandonar al hermano, al pariente
 enfermo; sobre esto nada hay que observar; es
 obra excelente de caridad, muy digna de elogio
 la que están haciendo aquellas personas sanas;
 Dios no dejará sin recompensa aquella obra de
 misericordia. Pero en cambio hay otros sanos, los
 más, probablemente, que están allá porque sí.
 Los unos lo hacen con el objeto de negociar; los
 otros con el fin pérfido de explotar á los pobres
 enfermos. Sobre esto, en el Lazareto de Contra
 tación me han referido hechos verdaderamente
 escandalosos. Además, en ambos Lazaretos entra
 quien quiere, y permanece todo el tiempo que
 quiere, puede uno fijar su residencia, si es que
 se le antoja hacerlo, sin que nadie tenga derecho
 á estorbárselo.
 En « Agua de Dios » el mercado es concurridí
 simo, quizás el más concurrido de todas las co
 marcas vecinas; en la Contratación, poco más ó
 menos sucede lo mismo. ¿ Y qué mal hay en eso ?
 j Qué mal hay en eso, decís ? i Y me lo pregun
 táis en serio? Oidme: el viernes es el día de la
 semana señalado para la distribución de la ración
 á los enfermos. Varias veces he asistido perso
 nalmente á esa operación; ¿qué -he visto? Son
 más de dos mil pesos, generalmente en papelitos
 y níkeles, que semanalmente salen de la caja del
 Lazareto , y pasan á las manos de más de ocho
 cientos enfermos. Llega el sábado con su mercado;
 y los dos mil pesos, manoseados por los enfermos,
 pasan, casi íntegros, á las manos y á los bolsillos
 de los vendedores, que á su vez los llev.'in á to
 das partes. ¿No llegarán hasta aquí á Bogotá?
 ¿Llegarán solos? ¿ No es muy probable que lle
 guen en buena compañía de microbios? ¿No os
 parece esto un medio activísimo de i'ontagio?
 En la iglesia los sanos están revueltos con los
 enfermos , y absorben , quieran que no, aquella
 atmósfera viciada, que siempre producen las gran
 des aglomeraciones de gente, en nn espacio rela
 tivamente muy estrecho, en un clima on quo el
 calor es como do fuego.
 Las personas de servicio, generalmente son
 personas sanas, que deben vivir en contacto ín
 timo con los enfermos, comer á una misma mesa;
 quizás en un mismo plato; dormir bajo un mismo
 techo; usar la misma ropa.
 En materia de casamientos, la cosa es realmente
 grave. Nadie pnede desaprobar que los enfermos
 se casen entre ellos. En su estado de desamparo
 y de sufrimientos, el matrimonio es una necesidad
 mucho más imperiosa para ellos que para los sa
 nos. Estií bien; ninguna ley ni divina, ni ecclesiástica, ni civil, se lo pnede impedir; pero, ¿ no
 es una verdadera anomalía el casamiento entre un
 enfermo y una sana? ¿No hay algo en eso que
 choca, que repugna y que indigna? Y no sirve el
 consejo prudente, la amonestación caritativa y la
 correción severa de las personas prudentes; no
 quieren persuadirse que eso de echar al mondo
 criaturas que cuando menos es probable resulten
 enfermas, es una verdadera barbaridad; nada; y
 se disculpa el uno. diciendo que necesita una
 mnjer sana que lo asista y atienda; y se exensa
 la o tra , diciendo y hasta porfiando que quiere
 hacer una obra de misericordia, acompañando y
 asistiendo á nn enfermo........ y no hay elocuencia
 humana capaz de llevar á aquellas dos cabezas
 la persnación de que lo que ván á hacer es sim
 
 plemente un disparate: y el sacerdote debe le
 vantar la mano sobre ellos y bendecirlos: ; bendí
 gaos el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob ; y
 os conceda la gracia de ver á los hijos do vues
 tros hijos hasta la tercera y cuarta generación!
 ¡ Pobre sacerdote! tener quo repetir sobre aqnellos seres, delante del altar, las palabras do hi
 Escritura: CrescUe et multipUcamini, et repleti omneni terrani!
 Y ahora, si lo queréis, dadme vuestra opinión
 franca: ¿sonó no son sitios peligrosísimos aque
 llos Lazaretos, en el estado en que so hallan presentementel Mucho m ás, cuando sepáis qno do
 allá los enfermos pueden salir é irse á otras par
 tes, y meterse en los pueblos con suma facilidad.
 Cualquier pretexto sirve; si no lo hay, so puede
 inventar; y esos permisos, no es el Presidente de
 la Eepública quien los debe d a r; ni siquiera el
 Alcalde de Tocaima, que es el pueblo más cercano
 al Lazareto; nó; para esto basta el señor Adminis
 trador ó una persona delegada para el efecto.
 Está bien; ¿ pero y si hay debilidad ó demasiada
 bondad en aquellos funcionarios? ¿ Y si los per
 misos se hacen frecuentes ? ¿ Si se burla la vigi
 lancia de los superiores? ¿No habrá nunca algún
 interés de que se retiren los enfermos, en parti
 cular ciertos enfermos, para que de este modo dis
 minuyendo las raciones crezca el fondo de caja
 para uso y consumo del Lazareto? ¡ Quién sabe!
 Además hay casos en que la fuga délos enfermos
 es xina conveniencia y una necesidad. Durante la úl
 tima revolución, todos los enfermos de la “ Contra
 tación” se fugaron y se regaron en los pueblos li
 mítrofes ; pocos solamente salieron de “ Agua de
 Dios.” ¿Y quién podía impedirlo ? Pero son estos
 casos excepcionales; hablemos do lo que jiasa en
 épocas normales. A mi llegada al Lazareto do S.antaniler recibí una esquela finimda por varios la
 zarinos que estaban en la ciircel: suplicaban in
 tercediese por ellos con la autoridad á fin de ob
 tenerles el permiso de poder tomar parto cu la
 misión (luo iba á tener lugar. Accedí gustoso á
 una petición tan razonable, y vine entonces á saber
 que el único motivo por el cual estaban presos ora
 porque en días pasados se habían fugado. Durante
 mi permanencia fui consultado por el señor Ad
 ministrador sobre la materia. Qué hago, Padro, on
 estos casos........ sucede con alguna frecuencia que
 llegan aquí enfermos enviados perlas autoridades
 del Socorro, de San Gil ó de Bncaramanga etc.,
 con orden expresa de retenerlos aquí; pero toda
 vigilancia es inútil; el díamenos pensado huyen....
 y como no tengo empleados para hacerlos perse
 guir, el mal no tiene remedio. ¿ Qué haré en el
 porvenir en casos parecidos? Dejar que se vayan,
 le contesté y o ; cerrar lor ojos, hacerse el desen
 tendido y dejar que vayan á donde tengan á bien ;
 en circunstancias iguales, yo haría lo mismo, y
 sería el primero en fugarme. ¿ Y cómo puede vi
 vir aquí un enfermo, añadía yo, sobre este páramo,
 en estas alturas frías y heladas, con dos reales y
 cuartillo por día? ¿ y tener que pensar en vestirse,
 alojarse, alimentarse? Trabajar, ellos no pueden
 aunque lo quieran, porque el terreno no se pres
 ta para el cultivo: ¿ y cómo pnede uno resignarse
 á estarse aquí toda la vida? Y liay otra razón po
 derosísima en favor de estos infelices, agregaba
 y o ; ¿ con qué derecho se obbliga á los pobres á
 venir aquí, y se dejan tranquilamente en sus casas
 á los más ricos 6 menos pobres ? ¿ No están todos
 ignalmente enfermos? Supuesto el contagio de la
 enfermedad, ¿ no son todos i^alm ente peligrosos?
 ; Qué digo ! ; igualmente peligrosos; lo son mucho
 
 — 284 más los ricos que los pobres. Veamos; ¿ cámo vive
 el lazarino pobre? por lo re^íular siu i)erjuicio de
 nadie; posa la noche en cualquier rauchito, en la
 campiña casi siempre. Por la mañana, si el ham
 bre le obliga, sale de su escondrijo y se sienta
 en la encrucijada do un camino ó ála entrada de
 un pueblo para pedir á los trauseuutes una limosuita por el amor de Dios. ¿ Quién se la puede
 negar? Y bien : por poco que recojan, de seguro
 es algo mils de lo que seles dá a ( | U Í ; y es libro,
 y vive en donde mejor le convenga, sin casi mo
 lestar á nadie; los pobres no tienen plata que gas
 tar; ningüu trato tienen con la gente sana; uingün peligro ofrecen para la sociedad. Pero y con
 loa ricos, ¿ qué es lo que sucede ? Precisamente
 todo lo contrario; ellos tienen trato con la socie
 dad: hacen visitas, cuando menos do noche: las
 reciben toda vez que la occasión se ofrece; hasbi
 tienen reuniones, y gjvstan, ys e divierten y bai
 lan . . . . Una de dos: ¿ es ó no es contagiosa la
 le])ra? j No lo es? Entonces se comete una enorme
 injusticia obligando á estos pocos centonares á
 vivir aquí, sin familia, sin libertad, con una raciéu mezquinísima, verdadera ración de hambre.
 ¿ Pero es contagioso el mal? Entonces deben re
 cogerse todos, siu distinción de pobres ni de ricos.
 ¿ Por qué setecieutoa cincuenta aquí, porque son
 ])obrü8, y siete mil quizás, muchos de ellos
 ricos, en sus pueblos, en sus haciendas, en sus
 casas? Si hay contagio, está en la casa de los ri
 cos y no en la do los pobres, muchos de los cua
 les ni siquiera tienen casa. Luego, igualdad para
 todos; 6 todos en libertad ó aislamiento absoluto;
 con ninguna excepción. Yo no sé si sea posible
 objetar estas conclusiones , mucho menos destru
 irlas; y para mí tongo que en Colombia no hay
 verdaderos Lazaretos, dígaselo que se quiera, hay
 dos puntos que so llaman así, pero por pura fór
 mula, por costumbre; do hecho, no los hay. Y sin
 «uubnrgo, para sostener esos dos Lazaretos, el de
 thindiuamarca y el de Santander, los gobiernos y
 la bcnoik'encia gastan anualmente en pagar em
 pleados, en raciones á los enfermos, en la conser
 vación de los edificios, más de cxiatrocientos mil
 ])osos do ley. Hubo año en que el gasto ha llegado
 á medio millón, i Es mucha ó poca esa cantidad?
 No me toca á mí el averiguarlo; lo que si sé docir, es que es suma fabulosamente grande, si se
 atiendo á los resultados; y los resultados, dígase
 lo que se quiera, son absolutamente nulos.
 Abolición, pues, de los Lazaretos, concluís vos
 otros, abolición i»ronta, total; y, ¿ por qué habrá
 Lazaretos todavía si cuestan tan caro al Erario
 páblico, á la bcnellcenoia, al público cu general,
 si con todo no se obtienen sino resultados contra
 producentes ó nuU>8? 4 Es aceptable vuestra con
 clusión? De ninguna manera. Que haya lazaretos,
 í'oueluyo yo. pon) que sean verdaderos Lazaretos,
 preparados rx-pro/efio con todos los adelantos que
 la higiene y la oieucia sugieren; con todas las co
 modidades que los enfermos necesitan. Y mejor
 todavía: fúndese un solo T>nzitreto |>ara toda la
 l{e])úl>lioa, en un puuto aparente y favorable; prociirese que nuda le falte de lo absolulameute neeesorio; que sea bien atendido. . . ahí está. i>ara
 m í, la úuiea solución del difícilísimo problema.
 l)ÍB{H*udio8o vá á ser el proyecto, me observaréis;
 sí lo 08, y mu.v dispendioeo, pero es el único que
 puede llevar \m remedio efícaz al mal que toaos
 lamentamos. Es proyecto largo y de difícil eje
 cución . . . . tampoco lo quiero negar: se necesita
 rán mnebos años i>ora dar cima á este proyecto:
 se hará necesaria mucha energía de voluntad y
 
 de constancia por parte de los gobiernos: mucha
 caridad y generosidad por parte de los particu
 lares. Habrá que disipar muchas preocupaciones,
 vencer muchas resistencias, superar grandes obs
 táculos; será necesario el concurso pecuniario de
 toda la Nación, de los ricos, lo mismo que de los
 pobres; ¿ y con eso ? l Deberá por esto desistirse
 de afrontar un pi’oblema, tan solo porque se
 presentan muchas difícultades , si hay necesidad
 urgente ó imperiosa de resolverlo? Disimular el
 mal no es remediarlo; y el mal existe, es mal grave
 y muy grave; ¿qué hacer? Yo tengo confianza en
 la eficacia del remedio que propongo, si tiene
 pronta applicacíón;—más tarde—quien sabe lo que
 pasará más tard e; y si ahora no se acomete la
 empresa porque es ardua y de difícil realización;
 L será probable que se inicie mañana, cuando las
 dificultades habrán aumentado, y el remedio será
 mucho más difícil en su aplicación?
 Y”© creo que lo debéis hacer en primer lugar,
 por caridad y por humanidad; en segundo lugar,
 lo debéis bacer por patriotismo y por interés; y
 si me permitís añadir una palabra m ás, sin que
 08 ofendáis por lo que os voy á decir; lo debéis
 Imcer por amor propio, por orgullo nacional, para
 que no es critiquen las naciones que saben lo que
 aqxií pasa; y vosotros comprenderéis fácilmente
 que para una Nación que cuenta cuatro millones
 de habitantes el tener veintisiete mil doscientos
 cincuenta enfermos de lázaro y estarse con los
 brazos cruzados, casi sin hacer nada, contentán
 dose con lamentar el m al, este es un hecho que
 se presta á muchas y á muy poco favorables in
 terpretaciones; no quiero negar con esto los esfuer
 zos que el Gobierno en sus Congresos, y los mé
 dicos en sus reuniones, principalmente en el úl
 timo Congreso, ban hecho en todo tiempo, para
 arbitrar alguna resolución decisiva sobro este puu
 to; desgraciadamente todo se pasó en discusiones,
 sin llegar jamás al acto práctico, que es lo que
 más se necesita.
 Sea: reconocemos la necesidad de un grande y
 único Lazareto; ¿poro en dónde? Sobre este punto
 diré dos palabras solamente. Por de pronto, hay
 que tener ]>or un imposible, hallar en un punto
 central do la Kepiíblicn, una región en tilles con
 diciones que so preste parala fundación del gran
 Lazareto que so proyecta. Im'itil es pensar en se
 rlo en ensanchar ninguno do los dos existentes;
 solamente la expropiación de los terrenos colin
 dantes costaría un dineral, y habría siempre uua
 oposición fortisima en los pueblos y hacendados
 vecinos; sin contar que ni en “ Agua de Dios,”
 ni en la “ Contratación,” habría el suficiente ais
 lamiento que se necesita, anibos puntos son de
 masiado centrales. El proyecto do la isla de Coiba.
 ha fracasado por completo por muchas razones;
 la más poderosa para mí era la resistencia abso
 luta por imrte de los enfermos. Me lo dijeron y
 repitieron en varias ocasiones: nos lanzaremos á
 los bosques, Padre, nos ocultaremos en las cuevas
 de las montañas, preferimos morimos de hambre
 aquí: poro á la isla no iremos. ¿ Entonces? He
 consultado á personas respetables sobre la mate
 ria, y ellas me han indicado los Llanos de Casanare ó de San-Martín. Se ha desechado luego la
 idea do hacer la fundación en Casauare, por ser
 región muy poco aparente para esto: en primer
 lugar, por ser ya muy poblados aquellos Llanos:
 y en segundo lugar, por ser muy frecuente el des
 bordo de los ríos y las inundaciones durante mu
 chos meses del año. En San-Martín las cosas son
 distintas: los ríos no son tan numerosos ni tan
 
 — 285 —
 correntosos: se pudo encontrar, en condiciones
 eicepcionalinente buenas, una gran sábana. ro
 deada por el Meta y el Ñare, formando los dos
 ríos una hermosísima península de varias leguas
 de extensión; la elevación del punto escogido hace
 imposible las inimdaciones, por muy lluvioso que
 sea el invierno, y tiene muchas ventajas que no
 es del caso enumerar aquí. En cuanto á población,
 bien puede asegurarse que no la hay; es el puro
 desierto.
 Eq diferentes diarios de la capital se ha publi
 cado en estos días un extenso y bien elaborado
 informe sobre este proyecto, cuya lectura puedo
 qne os convenza y os agrade. Y para mí tengo
 que el proyecto es muy posible: por el terreuo, que
 es fértilísimo: por el clima, que os favorabilísimo;
 por el punto admirablemente escogido, y por mu
 chas otras ventajas, enumeradas en el mismo in
 forme de la Comisión exi)loradora.
 Está bien: pero.......... ( y cuándo? Cuanto
 antes, tanto mejor. Qnod vis facen-, fav cito, dice
 un reirán latino; lo que quieres hacer, hazlo pronto:
 y permitiéndome una pequeüa modificación en
 el refrán, lo compongo así: Quod DEBES/acere,
 fac cito; lo que debes hacer, hazlo pronto, princi
 palmente si es cosa buena, necesaria y urgente.
 Sí: hay que hacerlo pronto: ¿ y por qué no hugoí
 I Qué dificultades se presentan hoy, que no se pre
 sentarán mañana? Si hoy la realización del pro
 yecto presenta dificultades, y graves, no habrán
 ilesaparecido mañana; mucho menos dentro al
 gunos años: por el contrario, esas dificultades ha
 brán crecido y se habríiu multiplicado.
 He consultado á ambas autoridades, á la eclesijlstiea y civil, y ambas aprueban y alaban el
 proyecto. Además, be consultado á personas amigas y de confianza, y ellas también han apro
 bado el proyecto con las palabras y con los he
 chos, queriendo para sí el placer y la gloria de
 ser los primeros en ofrecer su apoyo pecuniario.
 Más tarde . . . . quién sabe cuántas dificultades
 se presentarán para msis tarde. Al presente hay
 buenas y excelentes disposiciones en las autori
 dades: íiay entusiasmo en el público; confío habrá
 generosidad en todos los colombianos; e.spero no
 habrá mucha resistencia por parte de los que es
 tán directamente interesados en el proyecto, es
 decir, délos pobres lazarinos. Ellos habrán de per
 suadirse fácUmeute que todo lo que so vá á
 hacer, será para su proprio interés, para su bien
 estar espiritual y temi>oral; muchísimas venta
 jas que no tienen ahora ni en sus casas, ni en
 los Lazaretos existentes, las tendrán entonces. So
 bre esto deben estar seguros los enfermos; no se
 les quiere hacer un mal, sino que hay decidido
 interés en hacerles á todos un gran bien ; al mis
 mo tiempo que se hará otro bien grande á toda
 la Nación. Puede qne haya quien atribuya á este
 proyecto segundos fines, y quizás intenciones ma
 lévolas ó dañadas; Dios le perdone el juicio te
 merario, ó el daño que intente hacer. Por mi par
 te, no he hecho otra cosa sino seguir los impul
 sos de mi corazón, y buscar el bien de todos aquelloB hermanos míos, los pobres leprosos.
 Bien: también convenimos con usted sobre es
 te punto: pero . . . . y ¿ cómo f Hé aquí por de
 pronto lo que se ha resuelto : el Gobierno cede
 la zona de terreno baldío que se juzgue necesa
 ria, en el punto más á propósito para el objeto:
 cnanto antes procurará de estender la linea tele
 gráfica hasta el punto en que se designe por per
 donas competentes á disposición de la Comisión
 qne dirija y vigile los trabajos que se emprendan.
 
 En el próximo Congreso, dentro un año, se dic
 tarán todos los decretos conducentes á la rea
 lización de estos planes. El Gobierno dehería
 encargarse de la construcción de todos los edifi
 cios fiscales: hospitales, iglesias, escuelas, cíisa de
 administración pai’a los Padres y para las Her
 manas de Caridad etc-, etc. Los ricos, y hay mu
 chos enfermos que lo sou, estarán obligados jÍ man
 dar con tiempo edificar su propia casa; ou cuanto
 á los más pobres X)ara 4iuo no opongan «litlcultades ni hagau resistencia, se les dará casa conve
 niente. ¿ Y n'mio la harán si son pobres? So la
 haréis vosotros, hermanos míos ; o mejor, so la
 harán otros en vuestro nombre, con el óbolo de
 vuestra caridad y generosidad. 4 Son sueños ?
 ¿ Es delirio ? Eu gran parte os toca á vosotros pro
 curar <iue no sea ni lo uuo ui lo otro, ni sueños
 ni delirio; sino una hermosa realidad. Por de
 pronto 08 puedo decir que varios caballeros se me
 ban presentado cou este plau, que me parece maguífico.
 Padre, me Inui dicho, si se dá principio á la obra que usted ha proyectjido, nosotros nos com
 prometemos á dar para esa grandiosa obra, mil
 pesos de ley cada uno; y además le aseguramos
 el concurso de á lo menos ciéu familias que darán
 la misma cantidad. Es decir, que se tendría ya un
 fondo importante de cien uiil pesos reunidos tau
 solo eu la capital, para dar principio á la obra.
 ¿ Es esto impo.sible, siquiera difícil ? No, y se
 guro estoy de que cou el concurso de todos, de
 los menos ricos, y de los pobres también, se po
 drá duplicar dicha cantidad en muy poco tiempo.
 Lo que importa e‘s comenzsír.
 Convencidos; pero. . . . y ¿ quienes f Quienes se
 encargarán de la obra magna? Todos, hermanos
 míos, todos los colombianos ; caballeros y señoras;
 niños y niñas; ancianos y jóvenes; ricos y pobres;
 sí, todos, sin ninguna excepción; el bien que vá
 á resultar es general, y general debe sor la co
 operación, aunque cuesto uu sacrificio.
 No es esto, Padre, lo quo queremos saber; per
 fectamente convencidos estamos que la coope
 ración de todos es indispensable y necesaria.
 Lo que deseamos Kiber es quienes serán los di
 rectores que se encarguen de dar vida á la obra.
 Uno solo no bosta: esto es evidente ; so requie
 ren varios; muchos; ¿ los habrá? ¿Y quionesse
 rán ? Jueces tiene Israel, y muy coinpettmtes;
 quiero decir que corresponde á las autoridades
 eclesiásticas y civiles decir la última palabra
 sobre este punto. No faltan aquí sacerdotes y reli
 giosos, llenos de caridad y de celo que acepten la
 honrosa y difícil misión tan pronto como les sea
 confiada. Si la dirección cae sobre los liijos de
 Don Bosco, ellos están prontos; y si me es licito
 hablar en su nombre, reclamo para ellos esta hon
 ra. Todos conocéis la misión de los lujos de Don
 Bosco; y cabe perfectamente en su esfera de ac
 ción la misión de los lazarinos. El sucesor de Don
 Bosco , el actnal Superior de la familia salesiana,
 Don Síiguel Rúa, en época no muy remota ha
 prometido solemnemente al Representante de Co
 lombia en Roma, Excelentísimo doctor D. Joaquín
 Vélez, enviar á Colombia á cuantos religiosos sean
 necesarios para dar vida al proyecto y sostenerlo.
 En una de sos últimas cartas escritas á Bogotá,
 lo aprobaba y bendecía, y nos animaba á dar
 principio á la grandiosa idf.a; el amigo y Padre
 de los lazarinos, el Padre Miguel Unía, también
 aprueba el proyecto, y lo cree realizable; el que
 os habla tiene de sos superiores de Tarín todas
 las facultades para consagrarse exclusivamente á
 
 — 286 —
 esta misión, y pasadas las fiestas de Nuestra Se
 ñora. del Carmen, estará enteramente á disposi
 ción del público; y si llega el caso, cumplirá su
 iromesa, y comenzará su viaje á través de toda
 a Kepiiblica, para pedir do pueblo en pueblo el
 óbolo de la caridad colombiana. Si este fuera el
 resultado de esta conferencia, antes de partir de
 searía hablaros otra vez, para dar mayor desarrollo
 á estas ideas y responderá las dificultades que se
 le puedan hacer. Mientras tanto, al publico inte
 ligente, ilustrado y caritativo de la capital yo
 confío el proyecto; á todos, sin distinción ni
 de opiniones religiosas ó políticas, yo lo recomien
 do eucarocidamonte; estudiadlo, discutidlo, re
 formadlo tambiÓD si lo juzgáis conveniente; lo que
 importa á todos es ver el modo de llegar á una so
 lución satisfactoria y realizable. En particular lo
 confío á vosotros los hombres de ciencia y de
 letras á los señores módicos y publicistas; prohi
 jad esto ]>royecto, hacedlo vuestro, y que vuestra
 opinión ilustrada llegue hasta los últimos confines
 de la llepública, para llenar de esperanza el co
 razón de todos los enfermos, y de caridad y de
 generosidad el corazón de todos los colombianos.
 Mi última palabra debo ser para vosotras, be
 neméritas y virtuosas hermanas de la Sociedad
 de Sau Lázaro. Dios os bendiga por todo el bien
 que habéis hecho durante los cuatro años de exis
 tencia do vuestra querida Sociedad. Adelante C07iperscvcvancia; mucho habéis hecho ya, pero mu
 chísimo más (lueda por hacer aún ; ensanchad vues
 tra esfera do acción, aumentad vuestras filas; á
 ellas debo entrar todo colombiano cuyo corazón
 pali)ito de amor por la Religión y por la Patria.
 Vuestra obra es obra de redención por excelencia;
 no desmayéis por las dificultades que se presen
 ten ; recordad que toda obra grande y santa debe
 llevar el sello divino, el sello de la contradicción
 y de la lucha; una vez pasada por el crisol de las
 pruebas entonces prospera y triunfa. Dios cier
 tamente os ha bendecido y os bendice, puesto
 ae 08 ha bendecido y os bendice su Vicario en la
 erra, el Sumo Pontífice León XIH.
 La prueba la tenéis en ese tesoro de indulgen
 cias parciales y plenarias que os ha enviado el
 año pasado. Sed todas entusiashis propagandistas
 del proyecto que acabo de anunciar; y con vues
 tras fervorosas y constivntes oraciones* perfeccio
 nad la obra que se proyecta. Eu nombre de Dios,
 en nombre do vuestros protegidos, los enfermos do
 ‘‘ Agua de Dios; ” en nombro de la Religión y
 de la Patria os doy á todas las más sentidas gra
 cias. Y por todo lo que habéis hecho ya y por to
 do lo qne so puede hacer en el porvenir, toda la
 gloria sea únicamente para Dios v la salvación
 do las almas.
 Ad mojorem Dei gloriam.
 He dicho.
 
 f
 
 S
 
 gran importancia para la reforma moral de aquella
 importante capital, que á pesar de contar unas
 200.000 almas, apenas si tiene 50 sacerdotes que
 atiendan y remedien sus necesidades morales.
 Por la carta que en el Boletín de Abril publi
 camos sobre esta casa, nuestros lectores habrán
 podido ver el entusiasmo y las grandes muestras
 de simpatía con que los humildes salesianos fueron
 recibidos por la población. Y que este entusiasmo
 y estas simpatías por la Obra de D. Bosco no
 han disminuido, sino por el contrario aumentado
 en mucho á medida que se la vá conociendo, nos
 lo prueban los siguientes hechos por demás edi
 ficantes y dignos de imitación. Después de inau
 gurado solemnemente el Colegio el 10 de Febrero,
 último, acto al que asistieron el 11'"“. Sr. Obispo,
 el Sr. Gobernador del Estado, los jefes y oficia
 les de tropa, muchos cooperadores é innumerable
 pueblo, se despertó una gran emulación entre los
 soldados princi|talmente, para recabar recursos y
 allanar el camino al nuevo Colegio, á fin de qne
 más fácilmente progresara. Inició este importante
 movimiento el 2“ batallón de infantería, cuyos
 jefes y oficiales, al deber trasladarse de puesto,
 decidieron regalar al Colegio los muebles, estan
 tes y libros de su bien surtida biblioteca; ense
 guida la compañía de Bomberos, siguiendo tan
 buen ejemplo, abrió una suacrición, cuyos pro
 ductos fueron entregados al Sr. Director del Co
 legio, con gran aparato y solemnidad. A éstos
 siguió el lá® batallón de infantería y á éste otros
 y otros, de modo que todos los varios cuerpos
 militares en dicha ciudad estacionados, rivalizaron
 por sn generosa caridad para con los pobres niños
 que se albergan en nuestro Colegio y que llegan
 ya á más de 80. A nadie se le ocultará la im
 portancia moral de estos actos, pues ellos nos
 indican el alto criterio moral y los nobles y hu
 manitarios sentimientos de aquellos valientes sol
 dados y el amigable consorcio en que viven con
 el sacerdote católico, tan alejado por regla ge
 neral de los cuarteles, en estos tiempos de ftcfiifjica libertad. Pero no es esto todo; merced á
 este entusiasmo y generosidad, el 15 del pasado
 Agosto se pudo bendecir solemnemente y colocar
 la primera piedra de las magníficas Escuelas de
 Artes y OJicios, que se edifican para la industrial
 intrucción de aquella juventud.
 Nosotros, al mismo tiempo qne elevamos nues
 tros corazones agradecidos al Divino Corazón
 por las bendiciones derramadas sobre nuestros
 hermanos, no podemos menos de agradecer y
 alabar como se merece la generosidad y nobles
 sentimientos del limo. Sr. Obispo, del Sr. Gober
 nador, del clero, de los beneméritos Cooperadores
 y de la tropa, y de exhortarles, no porque sn
 celo y caridad lo necesiten, á continuar en la
 obra emprendida para bien de todas las clases de
 la sociedad.
 V *'
 
 P K R N A M R L T G O (B r a s il).
 L ilM A (PeiAi).
 Coleólo del S a ^ d o Coraidn de Jesús.
 
 Escnelas de Artes y Oficios.
 
 El Deífico Corazón de Jesús derrama á ojos
 vistas sus gracias y copitvsas bendiciones sobre
 este nuevo colegio, que á juzgar jmr sus rápidos
 progresos, ha de llegar á ser una fundación de
 
 Tomamos de X/a JRsvista Católica de Lima, lo
 siguiente;
 En la Cámara de Senadores han sido presentados
 recientemente dos proyectos para el estableci
 miento de Escuelas de Artes y Oficios en los de-
 
 — 287
 partamentos de Piara y Ayacacho especialmente
 y en los demás departamentos de la República,
 debiéndose encargar á los FP. Salesianos la direc
 ción de ellas.
 No paeden ser, á la verdad, más laudables se
 mejantes proyectos, que han pasado al estudio de
 la respectiva. Comisión de Instrucción.
 Serian indudablemente notables los beneficios
 que la fundación de esas Escuelas en todos los
 departamentos reportarían al país entero y muy
 pamcularmente á las clases menesterosas.
 JSl Comercio, en la edición de la tarde del 1.°
 del corriente, dedica su columna editorial á este
 asunto, y estamos de acuerdo con el decano de
 la prensa limeña en qun no deben fundarse Es
 cuelas de pequeña imiiortancia, diseminadas en
 lugares más ó menos ajuirentes, sino establecerse
 centros de enseñanza verdnileramente práctica, do
 tados del personal idóneo y de los elementos y
 recursos necesarios para corresponder á su objeto.
 Creemos, pues, que el Congreso debería aprobar
 los proyectos presentados por los Senadores de
 Piara y de Ayacucho; que deberían crearse Es
 cuelas de Artes y Oficios en todos los departa
 mentos, y que su dirección debería encomendarse
 á la solicitud de los PP. Salesianos, que en Eu
 ropa y América regentan, con notabilísimo acier
 to, establecimientos semejantes, que se encuentran
 en el más ñoreciente estado.
 El empeño con que los Salesianos dedican sus
 esfuerzos á este género de labores, y la genero
 sidad y noble disinterés con que lo hacen, son
 manifiestos y unánimemente reconocidos: en nues
 tra capital, en el establecimiento que corre á su
 cargo^ los escasos sacerdotes Salesianos que en
 él existen, han hecho en muy corto tiempo, imís,
 mucho más de lo que podía esperarse, dados los
 pocos recursos de que disponen , en pro de la
 niñez pobre y desvalida. Tienen establecidos dis
 tintos talleres de zapatería, carpintería, e tc ., y
 todos ellos ván progresando notoriamente día á día.
 Es indudable, pues, á nuestro juicio, que á ellos
 y solo á ellos conviene encomendar la dirección
 de las Escuelas de Artes y Oficios, en el caso de
 que el Congreso aprobase, como es de suponerse,
 loa proyectos presentados sobre el particular.
 
 de esta g ran isla. Será la m ás provechosa,
 porque los indios teniendo esta comodidad,
 nos dejarán á sus hijos p a ra educarles y saca
 rá n mucho provecho ellos mismos como m u 
 cho más sacará la Sociedad que se servirá
 de ellos p a ra la esplotación de las riquezas
 de esta Tierra.
 Hemos dado priucipio á los trabajos de la
 nu ev a población que se lev an tará sobre un
 altiplano á la izquierda del Río y d istante unos
 kilóm etros de su desem bocadura en la m ar, y
 unos dos y medio del puerto « Torino, » lu g ar
 el m ás aparente á nuestro juicio sea p ara
 reunirse los indígenas, sea p ara la comodidad
 del puerto.
 Se trazó la plaza de m etros 100 x 100 y en
 medio se colocó u n a cruz, el h a sta de la b a n 
 dera, y se trazaro n las calles de veinte me
 tros de ancho. E n la m anzana al oeste de
 la plaza se levantó la Iglesia y á sus lados
 los Colegios y escuelas p a ra los varones y
 ninas.
 E n las otras m anzanas se levantan las
 casas p a ra vivienda de los indios, todas si
 m étricas, ocupando cada casa una superficie
 de m etros 25 x 50 dando su frente á la calle de
 modo que form an y a u n a verdadera pobla
 ción, lo qne atrae la adm iración de los sal
 vajes.
 E stos ahora y a tienen lim itadas sus corre
 rías y son echados de los terrenos que los
 particulares han arrentom ado enlos Gobiernos
 de Chile ó de la A rgentina. No pueden, pues,
 encontrar con facilidad los alimentos y se vén
 obligados por el ham bre á q u ita r ovejas ó
 caballos á los arrendadores, quieues sin m i
 ram iento alguno, alejan con las arm as á los
 infelices indios.
 E s, pues, urgente proveer la misión de anim ales p ara que p arte sirvan de alimento, y
 p arte p ara los tra b a jo s ; todo ])ara la m anu
 tención y educación de los indios. Lo mejor
 sería llevar ovejas que se desarrollím bien en
 estos parajes y pueden d a r ocupación á los
 indios que las g u ard arían y provecho con
 su carne, lan a y quesos. A mi parecer no
 hay otro medio m ^ adecuado que este p ara
 civilizar á estos indios y al mismo tiempo
 PUNTARENAS.
 m ás económico; mas 4 cómo nos arreglarem os
 con solo los recursos ordinarios t Los pocos
 anim ales que se pueden llevar, desaparecen
 M u y q u e r id o S e . D . R ú a :
 enseguida por la concurrencia de tantos in 
 STOT de v u elta de la Misión de N . S ra. de dios á quienes debemos alim entar ])ara poder
 la C andelaria situ ad a sobre el Río más atender á su instrucción relig io sa ; y conclui
 grande de la T ierra del Ruego y m ientrasdos los pocos recursos con que contamos, esos
 me preparo á p a rtir p a ra Ita lia deseo a n ti infelices se vén obligados á alejarse p ara
 ciparle algunas noticias de esta M isión, qne b ascar su sustento en parajes lejanos y no
 paeden volver ta n pronto sea por la distancia,
 prom ete ser la m ás g rande y provechosa.
 D igo la m ás grande, porque situ ad a en el sea por la iucertidum bre de encontrar ali
 c e n ^ o de la T ie rra , es accesible fácilm ente m entos en n u e stra estación.
 Como vé, querido D . R úa, con el desarrollo
 p ara todos los indios que viven desde el
 K orte h a s ta el E strecho de M agallanes y de la Misión deben crecer los medios de
 p ara los que se estienden b a sta el Cabo personal y de recursos m ateriales adecuados.
 S. Diego abarcando casi todos los habitantes P ronto estaré yo á su lado p ara tra ta r este
 
 NOTICIAS DE NUESTROS MISIONEROS,
 
 ®
 
 — 288 —
 asunto; m ientras tan to le daré cuenta de mi dome siempre; « ¿ cómo estás ? » pues solo
 viu^je.
 estas palabras habían aprendido.
 Salimos la noche del .’JO Marzo de PuiitareLlegamos á la nu ev a casa y allí corrieron
 nas c(»n algún atraso por una avería que un las mujeres á ver el m aravilloso espectáculo
 buque hizo ú nuestro Vapor mientijw se d i que según ellas, les ofrecía la v ista de las
 rig ía A cargar carbón; A las tres do la tarde H erm anas, j Con qué gusto vinieron las n i
 del 31, llegamos A la desem bocadura del E s tre  ñas ! y í cou qué contento veían las H erm anas
 cho, y fomleamos p a ra esperar tiempo bnejio el nuevo campo de sus tra b a jo s !
 A ílu <le poder hacer la travesía hasta la eui
 Dejo á un lado la sorpresa de los hombres
 bocadura del Kío G rande. P o r la noche se y de los niuos al oir ca n ta r y v er coser y
 desencadenó un fuerte viento que no nos lay ar A las H erm anas y solo diré que yo en
 perjudico en nada por encontrarnos ancla lui interior lloraba de consuelo eu ver el fu 
 dos, pues si nos hubiera cogido en a lta m ar, turo desarrollo do la Misión, el sueño dorado
 nos hab ría lieclio sufrir mucho, sobre todo (le Don Bosco y nuestras esperanzas reali
 A las H erm anas (]ue iban ú encargarse d é la zadas.
 A l d ía siguiente cou el niño Pedro salí á
 Misión, Salimos, pues, por la tarde para llegar
 la n,adrugada del día primero A la embo buscar á una tribu de indios que creía muy
 cadura del Itío, mas el tiempo que nos p a  lejos, pero la encontré de camino hacia nues
 recía se había calm ado en el momento de tra Misión, donde esperaban encontrar al
 la s a lid a , después de tres lloras <le n a v e  gunos recursos p ara poder v ivir y amparo
 gación empezó A nublarse y agitarse la m ar contra los malos indios y pobres y desgra
 de modo (pie tuvim os que alejarnos de la ciados cristianos. Me decían que los hlancos
 tie rra y tom ar la a lta m ar, como á las diez habían m atado á dos A balazos y que ellos
 de la noche, y continuó todo el día azotán se habían podido escapar. ¡ C uanta pobreza,
 donos cou m ar gruesa que si no ponía eii cuanta desnudez y m ise ria ! Con tan to frío
 peligro al Vajmr, nos incom odaba mucho, (5 grados centígrados bajo cero) la mayor
 eu p articular á las H erm anas. B ástam e de p arte no tenía con que cubrirse. Llegamos
 cirle que el día iirimero de abril, marineros cer(;a de dos casas, levantaron u u a especie
 y fogoneros so m arearon mucho y en todo de rancho, y después se acercaron á n u estra
 el illa no se pudo hacer la comida viéndouos casa p ara ver y saludar á los recién llegados.
 No les perm ití que vieran á las Herm anas
 en la necesidad de couier solam ente galleta.
 Como á la m edia noche calmó un poco el en aquel estado; les distribuim os m antas
 tiempo y imdimos dirigirnos en busca de p a ra cubrir su desnudez y les lavamos y
 tierra pues tanto nos habíam os alejado, que después los enviamos á sus ranchos, donde
 no la veíamos más. A las ocho empezamos les dejamos p ara salir.
 Tranquilizaos, queridos indios, yo iré á
 A divisar las a ltu ras de las m ontañas y á las
 imove el Cabo Sunday que so h a lla al N orte Ita lia y haré ver vuestro estado y ías mise
 rias que sufrís, si es que me prometéis ser
 (le la em bocadura del Itío.
 buenos, y espero que el corazón de mis S u 
 A las diez llegamos frente al Kío y espe periores se m overá á darm e personal, y el
 ramos una hora á que subiera la m area, pues do los cooperadores nos proporcionará los
 solo en tiempo de pleam ar se puede e n tra r en recursos uec'.esarios p ara vu estra salvación.
 el. A las doce en punto fondeamos en el
 Querido D . B úa, espéreme pronto cou
 « T uerto Torillo >.
 mucho personal listo y recursos que serán
 Ya los H erm anos F errando y Bergeso ha- la salvación de la Tierra del Fuego, y ben
 bíau avistado el Vapor y se preparaban
 dígam e cou todos los herm anos.
 bajar á la playa con los carros p ara la des
 J o sé F a g na n o
 carga. A l llegar nosotros bajó la m area y
 Fre/ccto A 2)OStóUco.
 ei Vapor se encontró oomplotaiueiito eu seco,
 sobre la arena. Nos esperaba J). Beauvoir,
 P im tarouas 19 de M ayo de 1895.
 que nos abrazó cou mucha alegría, pues
 hacía tiempo que nos esp((raba; los herm a
 nos Bergeso y l'^orrando so alegraron tam bién
 mucho de vernos, de saber iu>ticias de los
 superiores y de la llegada de las H erm anas ,
 lo (jue indicaba el principio de la verdadera
 misión, pues así se in stru iría y se educa
 a r i a a f i c u c l e p p o n i o «V s u s d e 
 ría mejor las numeres y á las niñas. A l b a
 jarn o s nos rodearon los indios que se admi v o t o s . — líe c u rrí á la Sma. V irgen A u x i
 raban mucho do las H erm anas, de su vestido liadora p ara alcanzar por su intercesión u n a
 y de las afables m aneras cou que les tratab an señalada gracia y habiéndola obtenido sin
 y m ieiilras A pie salvábam os la distancia (leí dilación, quiero hacer público mí agradeci
 Puerto á las C asas, algunos se acercaban á m iento, según lo prom etí.
 G u a d a lu pe E . d e P e ñ a
 mí riéndose á carcajadas y saltando de con
 tento, golpeándome el hombro y p reg u n tán 
 S itíalo» iN r^ico) 5 d e A g o sto de
 
 GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.
 
 — 3S9 —
 
 S r . D ir e c t o r d e l Boletín Salesiano.
 Suplico á V. se sirva in sertar un g ran
 favor obtenido de M aría A u x ilia d o ra ; y es
 que encontrándom e b astan te enferm a de una
 ulceración en la g a rg a n ta y boca acudí á la
 Sma. V irgen y habiendo alcanzado el alivio
 doy gracias á M aría A uxiliadora por ta n
 señalado beneficio.
 Una Cooj^cradora.
 M éjico, 15 do A g o sto 160S.
 
 R d o . Sr. D . K a f a e l M . P i f e r n i , P b ro .
 
 M i Ammlisimo Padre:
 Tuve u n a enferm edad por más de cuatro
 años, sin que m edicina alguna pudiera cal
 m ar mi dolor. Llegó á mis manos la estam pa
 y novena de M aría A uxiliadora y al term i
 nar la novena se presentó u n doctor sin que
 fuese llam ado, tomé la m edicina que me or
 denó, invocando y poniéndome bajo el am 
 paro de M aría, |Oli m arav illa: la gracia fué
 patente, pues en el acto desapareció el dolor.
 E n prueba de mi g ra titu d á ta n prodigiosa
 Señora prometo ser su fiel devota.
 F r a n c is c a D ía z
 
 de
 
 R. I. P . A.
 
 R a m ír e z
 
 O rie a b a (M éjico), 1 d e S e tie m b re do 1895.
 
 Boletín Salesiano.
 Muy Sr. mío:
 Im presionada por las relaciones de las
 mercedes que la Sma. V irg e n , bajo la a d 
 vocación de M aría A uxiliadora, concede á
 todos los que con fe la invocan, le pedí a r 
 dientem ente me alcanzara la gracia de poder
 criar el tercero de mis hijos, pues había te 
 nido el dolor de no poderlo hacer con los
 anteriores y de perder uno de ellos.
 E ste ta n señalado favor mo h a sido conce
 dido, no obstante mi débil y enferm iza cons
 titución, por lo que con la mayor g ratitu d
 cumplo con la prom esa de publicar en el
 Boletín Salesiano este singularísim o favor.
 De Y . a te n ta y S. S.
 M a n u e l a L. d e D o m ín g u e z .
 Sr . D i r e c t o r
 
 de breve pero fulminante ataque de apoplegía,
 recibidos con gran fervor los Santos Sacramentos.
 Había nacido en Gandía, y contaba sesenta y
 siete años de edad. Fué Canónigo por oposición
 en Tortosa, donde se dió á conocer por su elo
 cuencia verdaderamente maravillosa, do quo ha
 dado repetidas nuestras en las ocasiones más so
 lemnes, especialmente en los Congresos Católicos
 y en el Eucarístico de Valencia.
 Fnó obispo do Oviedo, dejando allí como mo
 numento do su actividad las grandiosas obras de
 la célebre Colegiata do Covauonga , más tarde,
 Arzobispo do Valladolid y finalmente do Sevilla,
 durante cuyo pontificado recibió el Capelo Car
 denalicio.
 Los Salesianos do Sevilla han perdido en él un
 verdadero padre y un gran protector, pues como
 á hijos les trataba y protegía y ayundaba con so
 poderosa influencia. Su recuerdo y agradecimiento
 será en ellos perenne.
 La historia contará al difunto Cardenal de Se
 villa como una de las glorias más legítimas do la
 Iglesia española en el presente siglo.
 j Descanse en paz el sabio y virtuoso Purpurado !
 No ie olviden en sus oraciones nuestros bene
 méritos Cooperadores, de enya Pía Asociación
 formaba pas’te el difunto Cardenal.
 
 BIBLIOGRAFIA.
 
 del
 
 M éjico, 18 d e S e tie m b re d e 1895.
 
 NECROLOGIA.
 St
 Eomio. Cardenal Sanz y Forés.
 La Religión, la Patria y la ciencia lloran de con
 suno una nueva é irreparable pérdida en la j>ersona del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla,
 Dr. D. Benito Sauz y Forés, que folleció el 1 del
 pasado Noviembre, en Madrid, en el colegio de
 las Hermanas Carmelitas de la Caridad, después
 
 LECTURAS CATOLICAS.
 Xo h n y cí)*a iiiéa «itll r'*ui promover
 C tiitluiiiiir la piedad cu el miclil» uuiiiu
 tan I.eotnr.1. CatAIloai. — P i ó I X .
 
 E s u n hecho p alm ario q u e hom bres perversos proonrnu con emneflo desm oralizar á los pueblos (í llu do
 conseguir los inicnos in te n to s q u e persiguen. E n tro
 los m edios de que a l efecto se v alen , uno do los nuís
 poderosos es la ilífusión de im ágenes y lib ro s d etes
 ta b le s y frecn en tem en te co n trario s á los dogm as do
 n u e stra S a n ta R eligión. No siem pre esto se m anifiesta
 sin embozo, sino q u e encu b ierto con s u til hipocresía
 se a d o rn a con e stilo am eno y florido, y b ajo p retex to
 de tra ta rs e arg u m en to s in te re sa n te s y ag rad ab les pa
 sa n de m ano en m ano produciendo, con el veneno
 que e n c ie rra n , los m ás funestos resu ltad o s. Y no
 o cu rre esto ta n solo en la s cindades populosas, sino
 au n en v illa s y ald e a s a p a rta d a s, donde la a n tig u a
 y piad o sa costum bre de lecto ras d e H isto ria S agrada
 6 de otros lib ro s recom endables es a h o ra s u s titu id a
 por le c tu ra s inm oralea y corrosivas.
 , _
 Con el fin, pues, de c o n tra rre s ta r ta n perniciosos
 efectos, los S alesianos de S a rriá (B arcelona) dieron
 com ienzo á Loa Lacturat CatóUcaa que e stá n p a ra en
 tr a r e n e l te rc e r aOo de su vida. Con e sta ocasión
 nosotros encarecidam ente se la s recom endam os á todos
 n u estro s lectores, á fin d e que la s p rotqjan, la s d i
 fu n d a n , la s p ro p ag u en e n tre su s deudos y conocidos,
 pnes la m o d ic id a a d e l precio , la v a rie d a d d e sus pu
 blicaciones, y sobre to d o el bien g ran d e que pueden
 p ro d u c ir p o r la p ro fu n d id a d y b o n d M de sos d o c tri
 n as, la s h acen d ig n as de n u e stra consideración, estim a
 y d eíddida p roteción. Si el d a r u n vaso de a g a a á n n
 pobre sediento p o r am or de Je su cristo , nos m erece u n a
 corona de g lo ria en el cielo. ¿ qné prem io e sta rá re 
 servado a l qne p ro teje, d ifu n d e y p ro p ag a e sta clase
 de p u blicaciones, que ta n to b ie n p a ra la v id a eteriia
 pneden p ro d u c ir yendo á m anos de ta n to s d e e g ra c i^
 dos á quien es a p a g a rá la sed de la v e rd a d de su s al-
 
 — 290 —
 ino 8, á rjiiien^H Horiin luj’. »}i tniH tin ie b la s, au g el sa l
 v ador o i i h i i s (luHuainiiiudOB pasos? V arios son, es verdad,
 las piiblioauiones que de a n a ú o tra m anera so dediuan
 á este objeto, pero arta cuando l’iiorau inuclias más y su
 difiisldn ex tra o rd in a ria , no b a sta ría n á c o n tra rre star la s
 innum erables corrien tes <le perversidn de nuestro siglo.
 P re ste m o s, pues, n u e stro d ecidido 6 in condicional
 apoyo á e sta o b ra qiio si bien en m ínim a parto, se
 nropoue co n trib u ir á la reform o de n u estras costum 
 bres y (í ap resu ra r el dcU nitivo y absoluto reinado
 de N. 8 . Jesu cristo sobre n u estra sociedad.
 CONDICIONICS D E SU SCRIPCIÓ N.
 
 p a rte , e stab lecid a en B arcelona, h a p u b licad o ya va
 rio s tomos, de pequeñas nov elas de san a y m o ral te n 
 d en cia . L as recom endam os á n u estro s lectores.
 
 T am bién hem os recib id o é ig u alm en te agradecem os,
 n n qfem plar de Ja notable coiS'erencia que sobre las
 E nseñam os que se despenden de las fiestas de Roma,
 (20 de Sbre.), d ió el Sr. D. Jo sé Ildefonso G atell, P b ro .|
 en la sesión celeb rad a el prim er dom ingo de O ctubre,
 p o r la Obra de Buenas Lecturas. A provecham os esta
 pro p icia ocasión p a ro d a r á conocer esta excelente
 O bra, cuyo fin no es otro que c o n tra rre sta r los pernioiosos efectos <le la s m alas lectu ras, por m edio de
 la difusión, gen eralm en te g ra tu ita , ó casi g ra tu ita ,
 de hojas, opúscolos y publicacio n es de sanos y proba
 dos p rin cip io s. P a tro c in a ta m b ié n v a ria s in tere sa n te s
 re v ista s cató licas, y m ensualm ente p u b lic a u n Boletín
 y repertorio de buenas lecturas, que so re p a rte e n tre los
 asociados y e n tre los que se susoeibau a la O bra desde
 0,50p ts . e n a d e la u te ; ououta de los tra b a jo se n é l se les dá
 realizados. Sieudo ta n ta su p rá c tic a im p o rtan cia y ta n
 g ran d es loa servioios que p re sta á la relig ió n y á la
 m oral,se la recom endam os á n u estro s caros lectores.
 
 1.* E l flu de bis f^ecturaa Católicas es d ifu n d ir lib ro s
 sanos, do carácter in s tru c tiv o , de am enidad 6 de h is
 to ria, basados siem pre en la s onseOanzas de n u e stra
 S a n ta R eligión.
 2.“ C ada mes sa ld rá u n tomo de 100 á 120 pág in as
 aproxim adam ente.
 8.* E l precio an tic ip a d o do la suscrip ció n es:
 h sn an a, u n ano, 2’50 p ts. E x tra n je ro y U ltra m a r
 :i’50 pesetas.
 4.'' Se a d m itirá n suscripciones por ano ó p o r se
 mestres anticipado s, á ])n rtir de I." de enero ó de l.°
 d® ju lio , en lib ra n z a s do Gli'o-M utuo, en le tra s de
 fácil cobro, ó sellos de correo, siem pre que estos se
 Copiam os de la Revista Popula''' de B arcelona y h a 
 rem itan en c a rta certitlcnda.
 cemos n u e stra s su s p a la b ra s: « Poco será cn an to aq u í
 6 .* P or cada diez suscripciones hechas a l contado
 digam os en ala b a n z a d e l núm ero e x trao rd in ario , que
 se en tre g a rá iiu clom plar más.
 la V irgen d el P ila r h a n dedicado con m otivo de sn
 6. “ C ada abonado re c ib irá u n ejem plar del « H om breáfiesta,
 nuestros com pañeros, del excelente Sem anario
 uo
 » A (U'l « Ciil^udivrlo anieuO|» que se x o p artlrá
 que
 con este títn lo (E l P ila r) se p u b lic a en Z aragoza.
 con el nitmoro de Diciem bre.
 M ucha y b u en a prosa, m uchos y buenos versos, m u
 7.
 “ Con el o bjeto do p ro cu rar m ayores v e n ta ja s áchos y buenísim os g rab ad o s , form an este núm ero de
 los señores S acerdotes que nos presten su apoyo cons
 cin cu en ta páginas, que, re s u lta m ás b ien u n lib ro que
 titu y e n d o oentros de siiscripoioiies de 50 ejem plares
 u n periódico. A ragón y la V irg en P a tro n a suya, p a l
 p o ra a rrib a , les ofrecemos la susoripoión iior solo 2
 p ita n en todo él, sin n o ta a lg u n a m u n d a n a l que se
 pte. al ano, y el envío franco de portes p a ra los p u n to s
 destaq u e y d isnene d e l cuadro, h o y que ta n de moda
 donde h a y a ferrocarril ó correo.
 es, a ú n en tra b a jo s de e sta clase, el miscei'e saoraprofanis. E s u n hom enaje eu todo digno de la R ein a de
 los cielos y de su fidelísim o rein o de A ragón. G ran
 ®j®n^>lo h a d ad o á todos los de la s dem ás ciudades
 ■Recibimos, y agradecem os, nii ejem plar de la nove
 de_ E sp a ñ a a q u e l p u ñ ad o de valerosos católicos, á
 n t a /iu _/írmrt del oauqiierOfAe la e scrito ra c ató lica A u quien es enviam os cariñoso aplauso y p a rab ién . Los
 rora Tiista, regalo que la Retiísía P o p u lar de B arcelona
 que deseen a d q u irir e sta b ellísim a colección lite r a r ia
 h a hecho á sus snscritores.
 y a rtís tic a , la h a lla rá n en la A dm inistración de la
 So vende á ciucuoiita céntim os cad a ejem plar eu rú s Revista Popular, tin o , 5 , ó b ie n en la de E l P ila r,
 tic o , y á una peseta en to la y p lan ch a dorada.
 8 . P ab lo , 49 p ra l. Z aragoza, a l precio de 60 cénts. de
 L a Siblioteca del Hogar, de que este lib rito form a
 pesota y 65 p o r correo.»
 lllllll
 
 III
 
 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 N 1 11 11 1 1 i 1 11111 { 1 1 1 1 1 1 1 1 1 i 11111 1 1
 
 IIS T Z D Z C E
 
 JLN O
 
 Enero.
 Avisos Im p o rta n te s.............................................
 C arta del Sao. M iguel R ú a á los Coopera..............................
 ílores y C ooperadoras
 Rouia. — E l M isionero Don T om atis á los
 piés del S anto P a d r e ...................................
 
 Febrero.
 pdg,
 
 \
 
 »
 
 3
 
 »
 
 7
 
 España. — Santander. Fiesta de Santa Ce
 cilia. — Gerona. — Sevilla. Inauguración
 do una banda instrumental. — Málaga.
 Nueva AuulaoióuSalesiaua..........................
 L a O bra de D. Hosco cu .\m érica: — E cu a
 dor. i Qué son los Tnllere.s S alcsiauos y
 cuanto ac g asta eu ellos? (C onclusión) .
 N oticias de los M isioneros do D. Bosoo: —
 P a ta g o u ia M eridional; E cuador. Im p lan 
 tació n d efin itiv a de la M isión de G uala-
 
 ,
 
 • • .............................................
 
 S an tiag o de C hile. — S im p ática fiesta: —
 A c t u a l i d a d ............................................................
 N oticias V a r i a s ........................................................
 
 1 S 0 5 .
 
 » 9
 »
 
 11
 
 > u
 » oj
 > 04
 
 D olorosa n u e v a ....................................................p¿g
 U n a flor sobre la tu m b a de D . Bosoo .
 ¡ P obres n i ñ o s ! ...................................................
 P e lig ro s que tra e u consigo la s m alas le c tu 
 ra s .......................................................................
 E spaña. S arriá-B arcelona. Velada. Diaonrao
 de D. M anuel M.* P ascu al. — Snutoíirfflr.
 A los católicos san tan d eriu o s. E u el O ra
 to rio do Don B o s c o ....................................
 P o rtu g a l. L os S alesianos en B rag a . .
 A m érica,
 Solem ne in an g u ia c ió n de
 lo s nuevos ta lle re s en la c a p ita l. — San
 tia g o do C hile. L a esonela a e a g ric n ltu ra
 de ^ [e lip illa . — O tra s n o tic ia s . . . .
 N o ticias de los M isioneros de Don Bosco.
 T ie rra d e l fuego. M isión de n n e e tra Señora
 de la C an d elaria — Paroffuay. M onseñor
 L u is L asagua en la c a p ita l de la ■República
 d e l P a r a g u a y ...................................................
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
 N o ticias y V ariedades . . . . . . . .
 
 25
 26
 26
 2S
 
 30
 38
 
 34
 
 37
 44
 45
 
 _ 291 _
 N e c r o lo g í a ........................................................
 B ib lio g ra fía ........................................................
 
 pdg. 47
 » 48
 
 Marzo.
 PrimerCoBgreao deC ooperadores Salesianos.
 Su im portancia y ©1 por qué — Bolonia
 — Dios lo quiere — J u n ta de Sras. Coope*
 ladoras — B o letín Saleaiano —A dhesiones
 — C ircular á los Sres. O bispos Ita lia n o s
 —Exposición — C oncurso — C iro n lar de la
 Ju n ta Prom otora — A visos — In v itació n
 El ideal del O brero ( p o e s ía ) .........................
 Don Camilo O r tú z a r .........................................
 España. Sevilla. F ie s ta de los n iñ o s SaleBianos. — Málaga. — Utrera. F ie s ta de
 SanFranoisco de S a l e s .................... .... •
 La Obra de D on Bosco ©n ©1 E x tra n je ro .
 Italia. — F r a n c i a ...................................., •
 América. Santiago de Chile. E scu ela p ráctica
 de a g ric u ltu ra en M elip illa (C o n tin u a
 ción) Venezuela. Los Salesianos e n C aracas
 y V alencia. — Otras n o tic ia s .....................
 Noticias de n u estro s M isioneros. Uruguay.
 La p rim era carav an a p a ra la M isión del
 Matto Grosso. —Ecuodor. V icariato d eM én dez y G ualaquiza. lin a ex cursión a l Sur
 de G ualaquiza. Incendio. L a M isión de
 G ualaquiza. — Patagonia. T res meses de
 Misión en la C ordillera. — D oscientos se
 senta y tre s nuevos C ristianos . . . .
 Gracias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
 B ib lio g r a f ía ........................................................
 
 Junio.
 59
 
 Abril.
 Primer C o i^ e s o In tern acio n a l de Coope
 radores y C ooperadoras Salesianos. E n vís
 peras d el Congreso — ¿Qué será el Con
 greso S alesianof — U ltim as n o ticias —
 P ro g ra m a ..............................................................
 La obra de D on Bosco y el Socialism o
 Una P a la b ra á la J u v e n t u d ..........................
 España. F ie sta de S an Francisco de Sales.
 6’eriZía. E l Emm o. Sr. C ard en al Sauz y
 Forés y los Salesianos. — R ialp — Ma
 laga — Gerona. — S a n ta n d e r ....................
 La O bra de D on Bosco en e l K x trap jero .
 /taita ...................................................................
 América. B rasil. — Méjico. Los h ijo s de Don
 Bosco en Petnarabuco. — Otras noticias
 Noticias de n u estro s M isioneros. Ecuador.
 V icariato de M éndez y G ualaquiza. —
 Gualaquiza. G uerra d e los J íb a ro s —L a
 . viruela — In cen d io de la Casa y T alleres
 de la M isión. — Í?ro«ii. Los M isioneros
 Salesianos en el E sta d o de M atto Grosso
 — E stad o d e l M atto Grosso — H a b ita n te s
 de M atto Grosso — Heligión de los sal
 vajes — Su ferocidad — D ificultades p ara
 el Misionero. — P a sto ra l de su lim a . C ar
 los L uis d ’Amour, O bispo de C nyabá. —
 C arta de s u E xcelencia R everendísim a
 Mons. L u is L a sag n a en su p rim e r v iaje
 al M atto Grosso
 .........................................
 V a r i e d a d ..............................................................
 B ib lio g r a f ía ........................................................
 C oopen^oies S alesianos diftm tos . . . .
 
 P rim e r Congreso In te rn a c io n a l de Cooperaradores Salesianos . . . •
 E sp añ a y e l C ongreso . . .
 E l Emm o. C ard en al D om ingo bvaropa, Ar
 zobispo de B o l o n i a ...............................
 C rónica del Congreso • • • • • * •
 A cadem ia en obsequio á los C ongresistas
 G randiosa pereg rin ació n á la V irg en de San
 L u c a s .............................................. ..... ■. •
 P id am o s a l C orazón de Je sú s p o r la c ris
 tia n a educación de lo s niños
 F ie s ta de M aría A ux iliad o ra
 E sp a ñ a . M álaga. — B ar<^lona .
 N o ticias de n u estro s M isioneros, Ecos de
 la P a ta g o n ia
 G racias de M aría A uxiliadora
 P e n s a m i e n t o s ...............................
 
 121
 
 122
 
 123
 123
 137
 137
 1.38
 138
 139
 
 Julio.
 P rim e r Congreso In tern a c io n a l de Coiiporadores Salesianos. — Carta á su Santidad
 — Respuesta de León X l l l . Nueva prueba de
 henerolencia del Papa . . . • . • • •
 Cousacración episcopal del lim o. Sr. Costa-
 
 88
 96
 96
 96
 
 Mayo.
 Mea d e M a r í a ..........................•
 Prácticas en h o n o r de la Sma. V irgen
 Misericor<Ua d i v i n a ....................................
 P rim er Congreeo In tern acio n a l Salesiano
 Viaje de D on R úa a l M ediodía d e F ra n
 cia y á la P a l e s t i n a ....................................
 España. Santander. E l carn a v a l en el Ora
 torio de D on Bosco. — Málaga. U n a c a rta .
 R otas agenas e n favor d e los n iñ o s desam
 parados. L a in fan cia aban d o n ad a. — L a
 Ooruña. L os ta lle re s salesianos — Gerona.
 
 A m érica. Santiago de Chile. E scuela p rá c tic a
 de a g ric u ltu ra en M elipilla (continuación).
 — Bogotá. O ratorio festivo. — Otras noU~
 pág. 104
 d a s ...............................b * -7
 X o ticias de n u estro s M isioneros. B rastl,
 C a rta de su E xcelenoiaR evm a. Mons. L uis
 L asag n a, en su p rim er v ia je al M atto G tm so (continuación). — T ierra del Fuego. E l
 v aporcillo p a ra la M isión de la C andelaria.
 P rim e ra v is ita de Mons. F agnano á la Mi
 sión de la C andelaria. Consuelos y penas.
 D e salv ajes convertidos on a rtis ta s . .
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
 N o ticias V V a r ie d a d e s ........................ • • •
 H isto ria (leí O rato rio de San Ira n e is e o de
 118
 Sales ..................................................................
 120
 B i b l i o g r a f í a .................... ,.u \ ......................
 130
 C ooperadores Salesianos d ifu n to s . . . •
 
 lim o . Sr. D. S an tia g o C ostam agua, Obispo
 titular de Colonia, en la Jrm enia. y Vicario
 ^ipoitólico de 3féndes y G ualaquiza, en el
 F ia d o r .............................................................
 D on R ú a en P a l e s t i n a ....................................
 E spaña. Málaga. C onferencia S alesiana. —
 P’ie sta de M aría A u x iliad o ra. Málaga. —
 R ia l p ...................................................................
 A m érica. Santiago de Chile. E scuela p ráctica
 d e a g ric o ltu ra en M elip illa (contíiinacióu).
 __Bogotá. L a C ongregación S alesiana y el
 O ratorio festivo de L eón X III . . . .
 N o ticias de nuestros M iaionerM . Misiones
 Salesianasde la Patagonia. M íb ío d c s . T ierra
 d e l Fuego. C h n b ú t. R ío Negro. — B riu il.
 C a rta de S u E x celen cia R everendísim a
 lim o . Sr. L u is L asagna, en sn p rim er viaje
 a l M atto Grosso (co n tin u ació n ) . . . .
 G racias d e M aría A u x i l i a d o r a .....................
 N ecrología. D on A ntonio S ala, P b ro
 . .
 N o ticias y V aried ad es
 C ooperadores Salesianos d ifu n to s . . . .
 
 152
 
 155
 
 Agosto.
 97
 99
 99
 
 100
 
 L a A sunción d e N n estra Señora . . . .
 £ ] lim o . Sr. C ostam agua á los piée d el Santo
 
 109
 
 P a d r e .....................................
 
 Im presiones de v ia je . T a rín (I ta lia ) . . .
 E sp añ a, M álaga. Í7« pasea. Párrafos notables
 101
 — m a lp . — S e v illa . — Solemn(sinu>$ cultos
 en honor de M aría Auxiliadora . . . .
 A m érica. S an tiag o d e C h ile. Escuela prác
 tica de A grietu iu ra en MeUpilla (conclu
 sión). — V illa de C ura {Venezuela). Fiesta
 » 101
 
 172
 
 — 292 —
 üe María Auriliadora. — Coiicfijitióii(C/u7e).
 Talleres SaleManos............................................
 NotUiiiiH do iiiieHtroH MiHloneroH. l i l ramarujo en la Tala</t>nia ó el culto público al
 Espirito bueno y el culto privado al espíritu
 malo y su terminación, (Uolncdon do Mona.
 C'aKli«ro). — H nw il. Carla de
 Excelencia
 Itcvercndlsima limo. ftr. ÍAtis Lataqna, en
 su primer viajo al Matto Gi'osso (C oncluaidn)..................................................
 G iaclaa do M aría A u x i l i a d o r a ....................
 Koofl dol Prim or Oonffrpao Iiito n iació n al
 .Saloaiano.............................................................
 NoticiaH y V a r io d iid o s ....................................
 Ilia lo ria dol O ratorio do San Frunciaco do
 Saloa
 .............................................................
 B i b l i o g r a f í a ........................................................
 
 pag. 17fi
 
 Noviembre.
 
 179
 185
 186
 188
 189
 192
 
 Setiembre.
 I m p o r t a i i í o ........................................................
 01>ra do M aría A uxiliadora jiiini Ibniontar
 laa VíM'acinnos al P a tu d o Ki-lPHiiíBtiro
 L a iiiA titm 'idii sali’sian a de D. Bosco . .
 U n criatiau o oonio b a de ser y so n ecesita
 CongTí'So Oatrtlieo do L i s b o a .....................
 L a O bra de D. Bosoo en I t a l i a .....................
 n sp a n a . deroua. G rni\ia S alesiuna de San
 Isidro — Sevilla. Solomnfsiuios cu lto s en
 honor de M aría A uxiliadora, (conclusión)
 Atuórioa Lima (P erú). — Hnyotd (Colomb-al.
 V iotorias do M aría Auxiliad»)ra. — Mójico.
 O ratorios f e s tiv « i s .........................................
 N oticias do N uestros Misioneros. Ecuador.
 Ocho meses on ol Vi<-ariato do M éndez y
 nualafiuizn. — P I C am arujo en la P atagoniik ó ol culto público a l E sp íritu bueno y
 el cu lto priv ad o al e sp íritu malo,' y su te r
 m inación (co n clu sió n ).— O tras noticias.
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
 N o tii'ias y V a r i e d a d e s ....................................
 B l b l i o g r a f t a ........................................................
 
 193
 
 Los Congresos C atólicos . ............................... pag. 241
 P r e p a r é m o n o s .......................................................
 »• 242
 L a E speranza. (C a rta de u n a m adre reco
 m endando jí su hijo elm ejo ra m ie n to d iario ).
 » 243
 C arid ad p a ra con la s alm as d e l P u rg a to rio
 » 244
 Mons. F ag n an o a n te el P a d re S anto
 . .
 » 245
 Ecos del P rim er Congreso lu te ru a e io n a l Sal e s i a n o .................................................................
 » 246
 L a O b ra de Ilitn Hosco en el e x tran jero .
 Ita lia . — P o r t u g a l .............................................
 » 218
 E sp añ a. Gerona. Do g ra to recuerdo . . .
 » 251
 A m érica. Buenos Aires. E scu ela do A rtos y
 Oficios. O rato rio festiv o d o S a n ta C atalin a.
 — Lim a (P erú). D iscursodel E xm o. Sr. DelegadoA postólico Mons. M acchi, en el Acto
 literario-dram iítico-m usical celebrado en su
 ho n o r en los T alleres S alesian o s.— Bogotá
 (C olom bia). U n nuevo g ran L az a re to N a
 cional. C onferencia d e l R do P . salesiano
 E vasio R a b a g lia ti. — B rasil. — Fringles
 (Río N e g r o ) ....................................................
 >252
 N oticias d e n u estro s M isioneros. Uruguay.
 D os C a rta s d e l lim o . Sr. D. L u is Lasagpia.
 I . Los m isioneros salesianos benem éritos
 d é la s ciencias n a tu ra le s y d é la a g ric u ltu ra .
 II. Los m isioneros salesianos benem éritos
 d é la m eteorología. — Chubút. Seis conver
 siones d el P ro te sta n tism o y o tras cinco en
 v ista . Serénase el h o r i z o n t e .....................
 * 258
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
 » 262
 N oticias y V a r i e d a d e s ....................................
 » 264
 H isto ria del O rato rio do Snu F rancisco de
 S a l e s ..................................................................
 > 265
 B i b l i o g r a f í a ........................................................
 >267
 I m p o r t a n t e ........................................................
 » 268
 Cooderadores Salesianos difuut»)s . . . .
 >268
 
 Diciembre.
 Octubre.
 L as OrAoionos .T a c n la to r ia a .........................
 E l Rosario en f a m i l i a ....................................
 E ficacia d el S an to R osario. Una conversión
 e x t r a o r d i n a r i a ..............................................
 L eón X III, 1.» R oina y olE jé rc ito E spañol.
 Eco.s dcl P rim er Congreso In te rn a c io n a l
 S a l e s i a n o ........................................................
 E spaña. Sevilla. R eparto de prem ios en el
 In s titu to Salesiano — Surruí (B arcelona).
 TiO cavidad es in d u s tr i o s a .........................
 A m érica. Santiujo do Chile. O ratorio festivo
 « D<m Hosco ». — íinirt (P erú). T alleres
 Salesiano.s. — Bogotd (C olom bia ) .4 Porqué
 s e n tí — Otras H o t i c i a s ...............................
 N oticias de uucatro.s Miaioneros. TiefTrt del
 Fuego. Dos ad m ira b le s conversiones. — M i'
 «iÓH (lela isla Dairsón. — P(iíuj;oNi(i. E n
 favor de la S an ta Infancia. — Ecuador. Fiearíato de Mandes u Guataquiza. L a fiestad e
 la Sham a en tro li»s J ib a ro s . . . . .
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
 N oticias y V a r i e i l a d e s ....................................
 N e c ro lo g ía .............................................................
 
 »
 >
 
 216
 220
 
 >
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 222
 
 >
 
 224
 
 >
 
 226
 
 221
 
 F e l i c i t a c i ó n ........................................................
 D olorosísim a p é r d i d a .........................................
 S a lid a de lo.s M isioneros Salesiano.s . . .
 M aría os lle n a de g r a c i a ...............................
 E l X III Congreso C atólico Ita lia n o y la Fia
 Sociedad S n le s ia n a .........................................
 V ia je de n u estro s M isioneros. De T n rín jí
 Barcelona. — De B arcelona jí la s Isla s dol
 Cabo V e r d e ....................................................
 I<a O bra de D. Bosco en el E x tra n je ro . I ta lia
 E sp añ a. Málaga. F ie sta do San E n riq u e y
 re p a rtic ió n de p r e m i o s ...............................
 A m érica. Talca (C h ile). L a 'lie a ta d e la Asunción de M aría Sma. y el an iv ersario del
 am ado D. Bosco. — Bogotá (C olom bia).
 C onferencia d o l R. P. R a b a g lia ti (C onclu
 sión). — Fernamhuco (B rasil). Colegio d el
 S agrado C orazón de Je sú s. — Lim a (Peni)
 E scuelas de A rtes y O f i c i o s .....................
 N o ticias do n u estro s M isioneros. Funtare-
 
 N U S .....................................................
 
 »
 »
 >
 »
 
 231
 235
 238
 340
 
 G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
 N ecrología. Em m o. C ardenal Sanz y F orés.
 B i b l i o g r a f í a ........................................................
 In d ico d e l año 1895.............................................
 
 Con aprobación de la Autoridad KclcsiAstica - Gerente JOSÉ GAMBIXO.-Turfn, 1895 - Tipografía Salesiana.
 
 269
 270
 
 271
 273
 273
 274
 276
 278
 
 279
 287
 288
 289
 289
 290
 
 (JOLECfilON DE CLASICOS LATINOS
 CORREGIDOS Y ANOTADOS
 
 Cesare C. G. Commentariorum de Bello civíU líber I
 etIL Edidit J. B. Prancesia sac. doct.
 O 25
 — Commentatorlum de Bello Gallico líber I et
 H ....................................................>
 O 20
 — De Bello Gallico líber III, IV etV . » O 25
 Cicerone M. T. Cato Major, seu de senectate et
 de Sonraio Scipionis............................ » O 20
 — Epistolarum selectamm líber primas cum notis.
 Ed. 5 * ............................................ »
 O 20
 — Epistolarum seltíctarnmlíber II, cum notis — Ed.
 4V . . ■................................•
 . » O 20
 Cicerone M. T. — InilarcumAutoníumphüíppica
 II. Recensuit, adnotationibus auxit Jo. Baccius can.
 prof..........................................................i. 0 40
 — In Marcum Antonium phüippica I I I , et oratio
 pro ArcMa poeta. Adnotat. auxit et illustr. J . B.
 Prancesia sac. doct. — Ed. 3* . . » O 15
 — Laelius, sive de Amicitia. Dialogas ad T. Pomponium Atticum. — Ed. 4*.. . . »
 O 20
 — Luoghi Ciceroniani, scelti ed anuotati da Cle
 mente Vignali. Parte 2* per le classi del Ginnasio
 superiore............................................... » 0 7 0
 — Luoghi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle
 mente Vignali. Parte 1* per le classi del Ginnasio
 Inferiere......................................................
 O50
 — L’Orazione pro Q. Ligarlo, commontata da Cle
 mente Vignali...........................................
 O30
 — D Sogno di Scipione, commentato da Clemente
 V ig n a li................................................
 O 40
 — Tusculanamm Disputationum líber I. In usum
 tironum curavit, adnotat. auxit Jo. Baccius can.
 p r o f . ................................................ » O 40
 — Tuscularum disputationum liber II. In usum ti
 ronum curavit, adnotat auxit Jo. Baccius can.
 p r o f . ................................................» O 40
 Clandiano C. De rapta Proserpinae libri tres. Re
 censuit et variis lecüonibus auxit Vine. Lanfranc h iu s .....................................................
 0 40
 Cornelio N. Vitae excellentium imperatorum, additis argumentis et notis ad honestae juveututis usum.— Ed. 9*.........................................
 0 50
 Curzio R. Q. De rebus gesüs Alexaudri Magni
 historiarum liber III et IV. . . . »
 0 30
 Parole e B acconti la tin i raccolti da Clemente
 V ig n a li................................................
 0 50
 Pedro lib. d’Aug. Pabulamm Aesopiarum liber I
 et n cum notis. — Ed. 6* . . . »
 0 15
 — Pabulamm Aesopiarum liber m , IV et V cum
 nolis. — Ed. 5*................................... » 0 15
 t-irio T . Historiarum liber I. — Ed. 3* » 0 30
 — Historiarum liber II. In usum tironum curavit,
 interpretat. auxit Jo. Baccius can. prof. — Ed.
 8*.............................................................» 0 40
 — Historiarum liber XXI. Testo con introduz. e note
 del sac. prof. Pietro Giordano. — Ed. 2* > 1 —
 — TTistnríamm lib. XYTftt XXTI. —Ed. 7*. » 0 40
 •— Historiarum lilwi X x iil, XXIV et XXV. Testo con
 introd. enote del sac. dott. C. H. Baratía > 1 50
 
 Luerezio T. C. Do remm natura. In usnm tironura .selegit, adnotat. auxit Jo. Baccius can. prof.
 Ed. 2*..................................................rts. 0 40
 O ridio P . íí. Ex libris Fastorum et Trisuum. Con
 prefaz. e noto Ital. del sac. dott. G. B. Prancesia.
 Ed. 3‘................................................. » 0 70
 — Ex Oporibus selecta in usum scholaram, cum notis
 J. B. Erancesiae sac. doct.— Ed. 8* . » 0 20
 — Metamorpboseon. Pabulae studiosius expurgatae.
 Con introdnzione critica al Poema, peí sac. dott.
 Francesco Cerruti. — Ed. 2*. . . » 0 70
 Orazio Q. F . Ex libris Odarum, enm notis J . B
 Fraucesiao sac. doct. . . . . . .
 0 25
 — Satyrae et Epistolae, cum notis Joan. Bapt. Francesiae sac. doct. — Ed. 2*. . . . »
 0 20
 Palum bo L. Minerval. Comoedia. . . » 0 40
 P la n to M. A. Anlularia. Adrecentioreseditiones exe^ t, animadversionibns auxit et scholasticis praelectionibusaccomodavitTh. Vaüaurins.— Ed.3*» 060
 — Captivi. Ex recensione Frid. Henr. Bothe a taurinensi editore passim emendata. Accedunt dúo
 animadversiones Th. Vallaurii. —>Ed. 3‘. » 0 40
 — T rin u m n s ........................................... » 0 60
 P lin io C. S. Ex Epistolis selecta. Edidit J . B.
 Prancesia sac. doct................................ » 0 20
 — Panegyricus Traiano imper. dictas , curanto V.
 Lanfranchio.......................................... » 0 30
 Q u intiliano M. P . Institutiimes oraioriao. Liber
 décimas. Testo con pref. e note italiano del sac.
 prof. Giovanni Garino — Ed. 2*. . » 0 80
 S allu stio C. C. De Bello Jngurtliino historia. In
 nsnm tironnm enravit, adnotationibus auxit Joannes Baccius can. prof. — Ed. 2*. . » 0 60
 — Do Bello Jngurthino historia, in usnm tironum.
 Ed. 6‘ ................................................» 0 30
 — De Coniuratione CatUinae historia— Ed. 6*. » 0 20
 — De Coniuratione CatiUnae historia. In usum ti
 ronnm curavit, adnotationibus auxit Jo. Baccius
 can. prof. — Ed. 2*............................... » 0 40
 T ácito C. De Germania líber. Con prefaz. e note
 del sac. prof. Giov. Garino. . . . »
 1 —
 — (10) Vita Cn. Jolii Agricolae. In usum schola
 ram edidit J . Baccins sac. . . . »
 0 20
 T ib u llo A. Poesíe scelte, con note italiano del sac.
 dott. G. B. Erancesia. — Ed. 9*. . » 0 40
 V irg ilio P . M. Aeneis. Lihri tres priores, ex recentione Chr. GotÜ. Heyne. Variis lectionibus instruiit atque adnotationibus illustravit Vine. Lanfranchius........................................... ..... 0 50
 — Aeneidos. Beliiiui libri novem ex recentione Chr.
 Gottl. Hejne. Variis lectíonibos instruiitatque adno
 tat. illustravit Vine. Ijanfranchios — Ed. 2‘ » 2 —
 — Bucólica et Geórgica — Ed. 4*. . . » 0 25
 — Bucólica et Geórgica. In usum tironum curavit,
 adnotatíonibns auxit Jo. Baccius. Accedit carmen
 Cometes Australis an. MDCCCLXXXH » 0 80
 
 Buenos-Aires — LIBItEHIA SALESIANA — Sarriá (Barcelona)
 PUBLICACION RECIENTE.
 
 ESTUDIOS LITERARIOS.
 E n los Talleres Salesianos de Sarriá (Barcelona) acaban de editarse bajo el
 título genérico de Estudios Literarios^ tres primorosos artículos gram aticales y un
 breve epítome de galicismos, por el P . O rtúzar, de la Congregación de D. Bosco,
 bajo el pseudónimo de A h ^a . Son sus epígrafes: L a lengua y el arte, L a lengua y
 el uso, L a lengua y el abuso, y contienen ñnas observaciones propias sobre el arte
 de la palabra en general y más particularm ente sobre el idioma castellano, <^ue
 pudieron muy justam ente haber merecido á su m alogrado autor, lu g ar m uy seña
 lado entre los tratad istas de más valía. Lo corto de este sustancioso opúsculo hace
 deplorar no haya tenido ocasión el perspicaz crítico y erudito filólogo de desa
 rro llar ta l m ateria en más amplio volumen.
 De venta en la L ibrería Católica, Pino, 5, Barcelona y librerías salesiauas.
 F . 8ardá y Salvany.
 
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 El, filíiVN APOSTO!, D U A J W ffi EN El, SIGLO XIX.
 Rasgos biográficos sobre Don Roseo y la Congreg,iei6n Salesiana.
 Edición ilustrada con más de 30 grabados.
 
 BOLETIN SALESIANO.
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 X. - N. 12. — Publicación mensual — DICIEMBRE de 1 8 9 5
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 Via Cottolongo • 32 — D IR E C C IÓ N — Tnrin (Italia)
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                Fecha                        
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                        1895.12