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Título
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BS_1894_12
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Descripción
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Boletín Salesiano. Diciembre 1894
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extracted text
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ASO IX-N. 12.
Publicación mensual.
DIGIEMBES de 1891
BOLETIN SALESIANO
Q u ie a r e c i b ie r e á u n n iñ o e n rnj
n o m b r e , á m i m e re c ib e .
'
(M a t h .
B e b e m o s a y u d a r á n u e s tr o s h e r
m a n o s & fin d e c o o p e r a r á la
d if u s ió n d e la v e rd a d .
x v : i i .)
t l l l S.
Os r e c o m ie n d o l a n iñ e z y l a j u
v e n tu d ; c u lt iv a d c o n g^rande e s
m e r o s u e d u c a c ió n c r i s t i a n a ; y
p r o p o r c io n a d le l i b r o s q u e le e n
s e ñ e n á b u i r d e l v ic io y á p r a c
t i c a r l a v ir tu d .
S.)
A tie n d e á la b u e n a le c t u r a , á lo.
e x h o r t a c ió n y & la e n s e ñ a n z a .
TiMivni IV, 13.)
E n t r e la s c o s a s d iv in a s , la m á s s u
b lim e , e s l a d e c o o p e r a r c o n D io s
á l a s a lv a c ió n d e l a s a lm a s .
(Pío IX.í
R e d o b la d v u e s t r a s f u e r z a s ñ fin
d e a p a r t a r á l a n iñ e z y j u v e n
t u d d e l a c o rr u p c ió n é in c r e d u
lid a d y p re p a r a r a sí u n a n u e v a
g e n e r a c ió n .
(S. D io n i s i o .)
£ 1 am or
a l p ró jim o , es u n a d e
lo s m a y o r e s y m á s e x c e le n te s
d o n e s q u e l a d iv i n a b o n d a d
p u e d e c o n c e d e r á lo s h o m b r e s .
(E lD o c t. S. F ka .n c . do Sales!
(L e o .n X II I .)
D IR E C C IO N en el O ratorio S alesiano — C alle de Cottolengo N. 32, T U R IN (Italia) ) s f i S U .\ I.\ R IO .
F b l ic it a c ió v .
»X A OBKA DIGXA DEL MAYOR ENCOMIO.
E l C o n g r k .s o C a t ó l ic o d e T a r r a g o n a y lo s h ij o s
DB D o n Ho sc o .
D e s p e d id a d e o tro s 40 M is io n e r o s S a l e s ia n o s .
So l e m n e r e p a r t ic ió n d e pREMKts e n e l I n st it u t o
S a l e s ia n o d e B a r c e l o n a (H o s t a f r a n c iis ).
V is it a d e D o n R ú a a l o s C o o p e r a d o r e s d e la
S u iz a , A l s a c ia , B é l g ic a y H o l a n d a .
L o s S a l e s ia n o s e n M i l Xn y l a b e n d ic ió n d e lS . P a d re .
G r a c ia s d e Ma r ía A u x il ia d o r a .
L a O bra d e D o n B o sco e n A m e r ic a : — C h u b u t :
U na v isita á los C atólicos de la colonia p ro testan te.
— C h i l e : U na fiesta en nuestro Cole-iio de Con•epoióD. — M é j ic o : Breves n oticias d e 1 >9 adelantos
de la O bra Salesiana en P u eb la. — Segundo infum ie
ue al bendecirse el nuevo d o rm ito rio en el Colegio
e P nebla, leyó el R. P. D. R afael M. P ip e ru i. —
E c u a d o r : iQ u e son los T alleres Salesianos, y cuanto
•e g a sta en ellos f
I
H is t o r ia d k l O r a t o r io
I n d ic e d e l a .^o 1894.
de
S . F r a n c is c o
de
Sa les.
El Rev.'"'’ Sr. Don Miguel Ena
j todos los Salesianos desean fe
lices pascuas y año nuevo á sus
Cooperadores y bienhechores; y
los niños que se educan en el
Instituto aplicarán el fruto de una
comunión para que el Señor les
colme de todo género de gracias.
I
UNA OBRA DIGXA DEL MAYOR ENCOMIO
Todo el mundo reconoce que la prensa
es el agente más poderoso de nuestros
días; y si bien sea de suyo indiferente,
pudieudo servir de instrumento tanto
para el bien como para el mal, conside
rada la condición actual de la sociedad,
es un arma funestísima que hiere de
parte á parto las almas, y que junto con
debilitar en ellas la fe extraga lastimo
samente las costumbres.
Si tuviera mi pluma el don de lágri
mas, yo escribiría las historia.s más do
lorosos y las lamentaciones más triste.s
sobre las perniciosas influencias produ
cidas por las malas lecturas.
Prudhóu mismo conliesa que comenzó á
perder los buenos principios con leer una
novela. Voltaire, Eousseau y otros mil
bebieron en los malos libros el tósigo
que les envenenó el corazón y las ideas.
^ o hace mucho que retirado á la
ülorgue el cadáver de una niña que se
había arrojado en el Sena, se le encontró
en el bolsillo del vestido nn libro, en
cuya última página había escrito: < Pues
que he sido traicionada como ella, es
menester que muera como ella. »
1
— 154 —
Y lo más deplorable es que en la misma
})roporcióu en que boy se multiplican los
lííctores, se aum entan los libros y perió
dicos irreligiosos.
No h a habido en la historia época más
íücunda en producciones malsanas. Sólo
cu Francia so imprimen anualm ente más
de diez millones do malos libros, que se
íixtienden por el mundo como otros tantos
emisarios del infierno; y sólo en París
so lanzan cada día á la publicidad más
do dos millones de ejemidares de diarios
impíos.
Si por otra parte se atiende á la pro])aganda protestante, cuéntanso tam bién
por millones los libros herejes (pie la
Sociedad Bíblica de Londres difunde
cada aüo.
Es, pues, necesario que á la vertigi
nosa corriente del mal so ojionga la co
rriente enérgica del bien, que los hijos
<le la luz no sean menos activos y iimdontes que los hijos del siglo. Opóngase
])ronsa á jirensa, libro á libro, diario á
d ia rio ; y la gracia hará lo que no sea
dable á la naturaleza. Ayúdate que Dios
te ayudará, es un ])roverbio bíblico exjiresado de un modo eminentemente po
pular.
.
N a d a , p u e s, mejor á este propósito
que la obra de que volvemos á hacer
mención.
Empeñados los Salesianos en continuar
los trabajos de su fundador y padre Don
Bosco y de darles ensanche y vuelo, pro<-uran propagar más y más las Lecturas
Católicas de que en el Boletín de octubre
dimos noticia á nuestros lectores. La im
portancia de ellas nos mueve á reco
m endar de nuevo las recientem ente es
tablecidas en Sarriá de Barcelona. Porcpie
si á muchas almas han ])crdido las malas
lecturas, á muchas hau salvado las bue
n a s: díganlo ti^an Augustín y los dos cor
tesanos de que nos habla este mismo
santo; díganlo la llar]>e y Lord B yron,
Litré y otros cimito. Y puesto que en
esta m ateria más valen los ojem]>los que
las razones, séaiios permitido citar el si
guiente :
El año de 1521, dice Bivadeneira,
estando los Franceses sobre el castillo
<le Pamplona, que es cabeza del reino
do Navarra, y apretando el cerco caila
día más, los t^nútanes que estaban dentro,
estando ya sin ninguna esperanza de
socorro, trataron <lc rmidii-se, y i)usiéranlo
luego por obra si Ignacio de Loyola no
se lo estorbara, el cual pudo tanto con
sus palabras, que los animó y puso co
raje ])ara resistir hasta la m uerte al
Francés. M as, como los enemigos no
aflojasen pronto de su cerco, y continua
mente con cañones reforzados batiesen
el castillo, sucedió que una bala de una
pieza dió en aquella parte del muro donde
Ignacio valerosamente peleaba, la cual
le hirió en la pierna derecha, de manera
que se la dejarretó y casi desmenuzó ios
huesos de la canilla. Y u n a piedra del
mismo muro, que con la fuerza de la
I)elüta resurtió, tam bién le hirió mala
m ente la pierna izquierda. D erribado por
esta m anera Ignacio, los demás que con
valor se esforzaban, luego desmayaron,
y desconfiados de ])oderse defender, se
dieron á los Franceses, los cuales llevaron
á Ignacio á sus reales, y sabiendo quién
era, y viéndole tan mal parado, movidos
de com])asión, le hicieron curar con
mucho cuidado. T estando ya algo mejor,
le enviaron con mucha cortesía y libera
lidad á su casa.
E ra Ignacio en este tiem po m uy cu
rioso y amigo de leer libros profanos de
caballerías, y para pasar el tiempo, que,
con la cama y enferm edad, se le hacía
largo y enfadoso, pidió que le trajesen
algún libro de esta vanidad. Quiso Dios
que no hubiese ninguno en casa, sino
otros de cosas espirituales, que le ofre
cieron, los cuales él aceptó, más por en
tretenerse en ellos que no por gusto y
devoción. Trajéronle dos libros, uno de
la vida de C risto , nuestro Señor, y otro
de vidas de san to s, que comunmente
llam an Flos Sanctorum. Comenzó á leer
en ellos, al principio, como dije, por pa
satiempo, después poco á poco por afi
ción y gusto. Porque esto tienen las
cosas buenas, que cuanto más se tratan,
más sabrosas son. Y no solamente co
menzó á g u star, más también á trocár
sele el corazón, y á cpierer im itar y obrar
lo que leía. Y alumbrados ya sus ojos, y
esclarecidos con nuevo conocim iento, y
esforzada su voluntad con el favor de
Dios, dióse priesa y pasó adelante, ayu
dándose por una parte de la lección y
]mr otra de la consideración de las cosas
divinas,y apercibiéndose para las asechan
zas y celadas del enemigo. Y trató muy
de veras consigo mismo de m udar la
vida, y euderezar la proa de sus pensa
mientos á otro puerto más cierto y más
seguro que hasta allí, y destejer la tela
'F
— 155 —
que había tejido, j desm arañar los em hom bres, sinó que vive de una vida
bustes y enredos de su v a n id ad , con abundante y ftierte, á pesar de toda la
particular aborrecimiento de sus pecados guerra, que encubierta ó descaradamente
y deseo de satisfacer por ello s, y tom ar le hacen los malos. FTo es, pues, extraño
venganza de sí, que es comunmente el si todos los católicos españoles aceptaron
primer escalón que han de subir los que con entusiasmo la invitación de los
por tem or de Dios se vuelven á él. Y Exinos. Prelados, asistiendo cu el mayor
aunque entre estos prox>ósitos y deseos número posible á esta venerable asamblea.
El clero y los seglares, la nobleza y
se le ofrecían trabajos y dificultades, no
por eso se desm ayaba ni se entibiaba la ciencia, to d o , en su m a , lo que esta
punto su fe rv o r; antes armado de la con clásica tierra contieno de más encum
fianza en Dios como con im arnés tren brado en virtud y saber, acudió en masa
zado de pies á cabeza, decía: « En Dios á la noble y antigua <*iudad de T arra
todo lo p o d ré ; pues me da el deseo, gona. Y á la verdad muy acertado fuó
tam bién me dará la obra. El comenzar y el haber escogido por sede del Congreso
esta ciu d ad , insigne por su iin]K)rtancia
acabar, todo es suyo. »
Añadiremos otro posterior: como ax)en.as histórica desde los tiempos cartagineses
publicada la segunda edición de la Jn- y rom anos, así com o, en la época cris
trodnción á la Vida Devota cayera un tiana, por su fe, ]>or sus ilustres m ár
ejem plar en manos del barón de ISIon- tires, y i>or los célebres Concilios provin
th e ló n , calvinista de L o ren a, éste se ciales.
sintió ta n movido con semejante lectura,
E l pueblo tarraconense probó que no
que sin i)oder contener su adm iración, era indigno de hospedar á tantos y tan
partió para A nnecy con el único propó nobles congresistas; al contrario mani
sito de conocer el autor, S. Francisco de festó su contento con todos los modos
Sales, y conferenciar con él. E l Obispo posibles. Toda la ciudad está engalanada;
lo recibió con su bondad h a b itu a l; las banderas, gallardetes, luminarias abundan
conferencias se repitieron varios días y en todas las calles, en todos los pisos y
au n semanas, pero el resultado no pudo ventanas, siendo muy raras las casas,
ser más consolador. A l cabo de mes y que con tales pruebas de aprecio á los
medio el barón abjuró la herejía é nizo hosi>cdados, no manifieste su fe y piedad.
L a catedral, obra hermosísima de estilo
Xírofesión de fe católica.
gótico, e.stá trocada en magnífico salón
destinado x'tara las sesiones generales,
1111 II lililí
reuiiiéndo.-<c las xuirticulares en los salones
del grandioso seminario conciliar. El
inártcs (10 de octubre) tuvo lugar la sesión
inaugural bajo la j)residencia del Emi
nentísimo Sans y Forés, Arzobispo de
V tos HIJOS DE DOS BOSCO
Sevilla, asistido por 21 iuelados, x)redicando el E.xcino. Sr. Obispo do V ich,
Rdmo. Sr. D. Miguel Rua^ Rhro. — Turin. quien pronunció un elocuentísimo discurso
sobre la utilidad do los Congresos cató
M u y am a do P a d u e ex e l Señok :
licos en los tiempos müdenio.s.
P o r encargo de nuestro Rdo. Señor
Inspector, D. Felipe Ilin a ld i, me hallo
L a s S e sio n e s.
en esta capital con objeto de asistir al
Como acabo do indicar, eran estas ge
<uarto Congreso nacional católico. ExX^resar los sentimientos de que está em nerales y particulares. D istinguíanse las
bargado mi ánimo, manifestar las suaves primeras por su carácter solemne ó im
imx)resiones que estoy experimentando ponente. La venerable reunión de i>reen estos días, no es co.sa que yo pueda lados á cuya cabeza estaban dos Einmos.
hacer i)or escrito, y menos en el término Príncix)es de la Iglesia, la majestad del
templo ornado con elegantes colgaduras
de una carta.
Los Congresos Católicos, bien sabe V. R., y hermosos tapices, que representan cua
son manifestaciones de fe, son una prueba dros de la historia sagra<la y patria, ei
elocuente de que el sentimiento religioso gran número de congresistas, que ascen
no está muerto en el corazón de los dían á más de 4,000, formaban u n con-
EL CONGRESO CATOLICO DE TARRAGONA
— 156 —
«>
ja n to majestuoso y avasallador. Los dis ocasión ta n favorable para hacer conocer
cursos eran confiados á eminentes ora más y más nuestra obra?
Invitado por nuestro amadísimo pre
dores, ya seglares, y a eclesiásticos y por
su im portancia, como por su desarrollo, lado el Exmo. é lim o. Sr. Dr. D. Jaim e
nada dejaron que desear. Todos ellos Catalá y Albosa, presidente de la Sesión,
versaban sobre cuestiones de actualidad, expliqué lo que son los Salesianos, lo
cuales son : « la soberanía tem poral é in- que hacen y lo que desean hacer en esta
dipendencia del llom auo Pontífice, — la hidalga tierra en bien de los jóvenes lla
<',uestióii social y obrera, — la influencia mados al estado eclesiástico. Mis palabras
de la religión en la moral, en la ciencia fueron muy bien recibidas por todos y
y en la vida de los jmeblos. » Siento no el Exmo. Sr. Presidente se dignó dar á
poder dar aípií un extracto de todos ellos ellas detalladas explicaciones. Eecordando
á causa de su multiplicidad y extensión. con gusto la visita que D. Bosco hizo á
D iré tan solo que todos los oradores España en 1886, dijo cómo nuestro amado
correspondieron y superaron la fam a que padre le manifestó á la sazón ser deseo
los había precedido, entusiasm ando con de Su Santidad la fundación de una
iu elocuencia á cuantos tuvieron la honra Gasa Salesiana que tuviese particular
objeto de preparar á los jóvenes para
de escucharlos.
Mas en donde los argumentos tratados los seminarios, así como p ara las mi
revestían una especial im portancia era siones; dijo que él no sólo había apro
en las Sesiones particulares. Estas eran bado ta n 's a n ta obra, sino que la había
cuatro: la 1“ tra ta b a do asuntos piadosos; bendecido con toda la efusión de su
la 2* de asuntos de jurisdicción y ense alma.
Gonclnyó diciendo: « Y a saben los Sa
ñanza; la 3* de asuntos de caridad, y la
lesianos que yo los amo mucho y que
4* de asuntos religioso-sociales.
Cada una tenía por xuesidente á varios mucho espero de su celo y actividad. »
L a 4“ Sesión, que tratab a de asuntos
de los Sres. Obispos y era digno de suma
alabanza el ver con cuanta caridad y ar religioso-sociales versó casi toda sobre la
monía procedían las discusiones confiadas cuestión obrera, los defectos de que ado
lece, el estado m aterial y moral de la
á su estudio.
No puedo dar de todas una relación clase trabajadora, de los medios p ara
detallada; me limitaré, pues, tan sólo á remediarlos. Sabido es por todos que
indicar algo sobre la 3“ y 4% en las que Don Bosco trabajó sin descanso hasta el
tuve el gusto de intervenir por tener re último momento de su vida p ara la sal
lación con nuestra querida Congregación vación del obrero. Sabido es cómo pre
cisamente en vista del rumbo que iba to
Salesiana.
TJno de los argumentos propuestos al mando el pavoroso problema obrero-so
estudio de la S*" sesión fué tra ta r de la cial, él procuró desde los primeros años
« necesidad de fom entar las vocaciones de su ministerio fundar talleres y escuelas
eclesiásticas entre las clases pobres, que de artes y oficios para recoger en ellos
son las que dan hijos á la Iglesia. — á los hijos de los obreros, in stru irlo s,
Institutos y asociaciones que se consagran educarlos, y devolverlos después á la so
á tan alto fin. — Medios de coadyuvar á ciedad, trocados en obreros cristianos y
buenos padres de familia.
extender su acción. »
El Sr. D. Narciso M* P a sc u a l, distin
Gomo vé V. E., este argum ento es uno
de los que nuis directam ente se refiere á guido Gooperador salesiano, presentó al
nuestra misión. Unico deseo do D. Bosco Gongreso un hermoso discurso, tratando
era el de cooperar á la salvación de las sobre el tem a: « L a Gougregación Salealmas en general, y particularm ente de siaua y los obreros. » En él con elegante
formar sacerdotes, que, y a sea en las frase y elevados pensamientos manifestó
parroquias, y a en las misiones extinn- la utilidad de los Talleres Salesianos,
ieras, trabajaran en la viña del Señor. puesto que curan los males de la clase
Por eso fundó semiuíirios, colegios; por obrera desde su raíz, y á la vez que le
•so instituyó la hermosii obra de los enseña un arte ú oficio con que deberá
Uijos de ISÍaría Auxiliadora que tantos ganarse el pan de la v id a , imbuye en
«elosos sacerdotes ó intrépidos misioneros su ánimo las enseñanzas católicas que le
h a dado á la Iglesia. Puesto esto, i cómo han de sostener en medio de los peligros
podía yo quedar mudo y no aprovechar á que se ve expuesta. E n consecuencia
— 157 —
el orador llamó la atención del Congreso
y en particular de la presidencia sobre
osta institución, asegiurando que, si no el
úuico, es uno de los medios principales
para alcanzar ta n noble fin, y, á ser
apoyada y favorecida, dará sin duda en
bjspaüa los excelentes resultados que ya
está produciendo en Ita lia , en F ran cia,
en América y en todas las partes en que
se halla establecida.
— Espero que el Sr. Pascual nos per
m itirá imprimir y publicar su discurso,
pues, según parecer de todos, bien lo
merece. — Excusado es decir que los
Exmos. Sres. Obispos que formaban la
Presidencia y en i)articular el Exmo. Sr.
Dr. D. Salvador Casañas, Obisjio de Urge!
y príncipe de A ndorra, aceptaron con
especial complacencia la propuesta de
nuestro distinguido bienhechor. Al pa
recer de los prelados se unió el de toda
la asam blea; i)ues la propuesta fué apro
bada por unanim idad sin discusión nin
guna.
es esperado en Barcelona, cuyos habi
tantes quieren emular á los Tarraconenses
en trib u tar al representante del Vicari#
de J . C. todas las pruebas de am or y
veneración que merece el j)adre comúu
de los fieles.
Concluyo, Rdo. Padre, esta relación tal
vez demasiado larga, suplicando bendiga
á nosotros sus hijos, á los bionhochoros
y Cooperadores Salesianos, á íhi de que
podamos salvar muchas almas, y con ellas
tam bién la nuestra.
Queda de V. R. afino, hijo en Cristo
Q. S. M. B.
A n t . A im e ,
Pbro.
T arrag o n a 20 octubre do 189i.
DESPEDIDA
de otros 40 Misioneros Salesiaoos
'V isitas á ’lo s O b isp o s.
ííu estro Rdo. Sr. Inspector, á mi sa
lida de Barcelona, me encargó visitara y
besara de su parte el anillo imstoral *á
algunos Obispos asistentes al Congreso.
E ntre ellos tuve la honra de saludar al
Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Se
villa, al Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo
do Valencia, al Exmo. Sr. Arzobispo de
T arrag o n a, á los Sres. Obispos de Bar
celona, A uxiliar de Zaragoza, Lugo, etc.
Todos estos prelados quisieron deta
llados informes sobre nuestra Congrega
ción, m anifestando su satisfacción ¡)or los
trabajos de los Salesianos los que tienen
alguna de nuestras casas en sus diócesis,
y los que no, su deseo vivísimo de tener
una fundación salesiana. Estas pruebas
de afecto creo serán para V. R. de gran
consuelo: así como son para nosotros un
grande estímulo i>ara trabajar en favor
d e la juventud j)obre y abandonada.
El 19 del corriente llegó el E.xmo. Señor
C reto n i, Nuncio de S. Santidad en Es
paña. F ué recibido por todas las A utori
dades eclesiásticas y religiosas, con todos
los honores que á su elevada dignidad
pertenecen. Objeto de su venida es asistir
á la solemne conclusión del C ongreso,
dando en nombre del Sumo Pontífice la
bendición apostólica á todos los que en
él tomaron parte.
El próximo lunes dicho Exmo. Señor
En la tarde del miércoles, 31 de octubre úl timo, un hermoso grupo de 40 jóvenes, re
cientemente salidos del Seminario de las
Misiones Salesianas, estaban formados en el
presbiterio de María Auxiliadora, para re
cibir la bendición de Jesús Sacramentado j
del Arzobispo de Turín, antes de partir para
la América del Sur. A estos se habían tam
bién unido otras personas para implorar la
bendición de Dios y la protección de María
Santísima para las Casas salesianas del
Africa y de Palestina, á las cuales van des
tinados, y especialmente para la nueva que
establecerán en Túnez este mes.
La vasta iglesia estaba llena de señores
(le pueblo deseoso de asistir á tan consola
dora función de la fe católica; cuando, des
pués de breve lectura espiritual, subió al
pulpito el misionero Don Domingo Tomatis,
director del Colegio de Artes y Oücios de
Santiago de Chile y cabeza de un numeroso
grupo que se dirige á Chile, Perú y á la
Tierra del Fuego.
Don Domingo Tomatis es uno de los pri
meros Salesianos que desembarcaron en la
América meridional, formando parte de la
primera espedición de nuestros misioneros
en 1875. Después de 19 años de fatigas
apostólicas, á primeros de setiembre volvía
á Italia con el fin de llevar <mnsigo bueu
número de obreros evangélicos á aquellas le
janas regiones.
En 19 años pasados en aquellas vastísimas
Repúblicas, claramaite ha podido conocer las
— 15S
grandes necesidades espirituales de tales
pueblos. Con palabra fácil, clara y espon
tánea y con acento persuasivo entretuvo al
numeroso auditorio sobre la necesidad de
que i)artan continuamente misioneros para
aquellas remotas regiones y sobre el inmenso
bien que éstos están destinados á hacer en
medio de las tribus salvajes y de los pueblos
civilizados, y especialmente á los pobres
emigrados de Europa.
Habló de cuanto los Salcsianos y las Hijas
de María Auxiliadora van trabajando en
favor de los emigrados en las principales
ciudades de aquellas repúblicas; habló tam
bién de las periódicas visitas que hacen á
varias colonias europeas, contando tiernísimas escenas que pasan entre aquellos colonos,
que generalmente pasan años y años sin ver
un sacerdote, ó uno que hable su idioma.
¡Son hechos que arrancan lágrimas I
También entre aquellos pueblos que se
llaman civilizados cuanto bay que hacer
cuanta necesidad de sacerdotes! « Euí á vi.sitar las cárceles de una do aquellas provin<nas, decía Don Tomatis, y prediqué la pa
labra do Bios para preparar á los santos
sacramentos á los infelices prisioneros. Desl)ués de mucho trabajo, un día hallándome
entro ellos, vi uu joven de largos cabellos
y de centellantes ojos que estaba á la larga:
tenía pálido el color y parecía conmovido.
— ¿Porqué, dije entonces, no se me acerca
y viene á confesarse? — ¡Ah! padre, resl)ondierou los otros, no hable de aquel in
feliz ; de aquel corazón de tigre no obtendrá
nada. Es todavía joven, y ya pesan sobre
su conciencia diez y siete homicidios, de los
cuales el último fue el parricidio. — Me le
acerqué: le vi cargado -de cadenas en los
pies y en las manos. Tuvimos un coloquio
largo y conmovedor. Al fin : — ¡Ah! padre,
exclamó, os doy gracias. Vuestras predica
ciones me han hecho conocerá Dios. ¡Cuánto
he llorado estos días! Si pocos años antes
hubiera conocido tan hermosas verdades, sería
inocente. Fui cruel ó inhumano, porque no
c.onocía á Dios, ni á la religión. — La con
versión de aquel infeliz fuó tan odiücante,
que todos los encarcelados quedaron mara
villados. — ¡Allí desgraciadamente todavía
son muchos los que no conocen á Dios,
porque faltan sacerdotes. Por lo tanto es
justo, es necesario que partan misioneros
ara predicar el Evangelio, para predicar á
osús Orucitteado en aquellos pueblos, que,
porípie no lo conocen, viven apartados de la
verdad y de la virtud. >
Después de luirrar otros hechos acaecidos
entre los salvajes, pasa á recomendar á los
oyentes tres cosas: la oración ^ la limofina y
la gcnerosulad de agrazón, no poniendo obstá
culos, antes bien ayudando las vocaciones
para las misiones entre sus hijos.
« Partimos, ó señores, dijo al lin con voz
conmovida. Las misiones nos esperan, de
S
jadnos partir. En nuestro corazón sentimo.s
fuertemente el amor de la patria, de loa pa
Tientes, de los superiores y de los amigos
y no obstante os tiecimos: dejadnos partir
Dios lo quiere, innumerables almas nos es
peran: es necesario que se cumpla el sacri
ticio. Partimos; acordaos siempre de nosotros;
rogad para que en nuestro viaje nos sean
propicios los vientos; rogad para que nuestra
mies sea abundante, y desde lejos ayudadnos
también á salvar el mayor número posible
de almas, para que juntamente con ellas po
damos vernos en el Paraíso. »
Después de Don Tomatis, el veneradísimo Arzobispo de Turín, Monseñor David,
siempre veiiébolo con los pobres Salesianos,
dió la bendición con el Santísimo Sacra
mento. líecitadas las oraciones de los pere
grinos, el mismo Excelentísimo Pastor diri
gió desde el altar su ardiente palabra á los
misioneros y á la inmensa multitud.
Cuando Monseñor hubo concluido, los mi
sioneros ¡lasaron á dar el abrazo á los su
periores y hermanos reunidos en el presbi
terio ; después, atravesando por entre la mul
titud coniuovida y llorosa que Ies daba el
último saludo, salieron del santo templo y
partieron, mientras la suave brisa del ano
checer hacía sentir el festoso sonido de las
campanas del santuario.
Adiós, amados hermanos; que el Angel
del Señor os acompañe y alcance que nos
veamos juntos en la beata eternidad.
Estos -10 misioneros se distribuyen a s í:
5 para el B rasil, que abrirán una nueva
casa eu Peruambuco, ciudad importante do
130,000 habitantes; — 8 para Venezuela .
que abrirán dos casas, una en la capital, Ca
racas y otra en Valencia; — 5 para Méjico,
— y 22 capitaneados por Don Tomatis van
destinados á las diversas misiones de la
Tierra del Fuego, Chile y Perú.
Solemne reparticién de premios
en el Instituía Salesiano de Barcelona (Hostafrancíis]
J[iiy Rdo. Sr. J). Miguel JRua — Turín.
M r r R evdo. P adre
Y T E Y E R A D O S U P E R IO R :
El día 5 del corriente mes tuvo lugar en
esta casa la repartición de i>remios á los
alumnos que más se han distinguido por su
buena conducta y aplicación al estudio du
rante el curso académico de 1803-9A.
El acto resultó solemne por el grandísimo
número de personas que lo presenciaron, por
los numerosos premios que se repartieron,
— lo9 —
así como por las escogidas piezas de música
ejecutadas por nuestra Banda obrera de San
José y brillantes poesías declamadas por los
niños.
Ocupó la presidencia en representación de
nuestro venerado Prelado, Exino. Sr. Dr. Don
Jaime Catalá, el muy Iltre. Sr. Dr. José
Vallet, canónigo de esta santa iglesia cate
dral y Rector del seminario concüiar de esta
Diócesis. Acompañábanle rei^resentaciones
de la Juventud católica, Asociación de ca
tólicos , Congregación de S. Luis Gonzaga,
Centro moral ó instructivo de la parroquia
de S. Francisco de Paula, y varios bienhe
chores de la casa que quisieron darnos de
este modo una prueba del amor que nos
profesan. Entre las varias composiciones que
se declamaron fuó muy acertado el discurso
pronunciado i)or el señor D. José F o n t,
miembro del mencionado Centro moral-ins
tructivo. Con fácil palabra y castiza frase
catalana trató de la educación de la juventud
obrera, indicando cómo uno de los medios
principales nuestras escuelas católicas; ma
nifestó la necesidad de enviar á ella á los
niños, encareciendo en particular manera
que sus padrea no los sacaran tan pronto de
ellas para colocarlos en el trabajo. Esta es
la llaga que desgraciadamente atiige á la
clase menesterosa, la cual impulsada por la
necesidad, de ordinario saca demasiado pronto
á sus hijos de la escuela, para colocarlos en
talleres en donde olvidan lo que tienen apren
dido en las clases y quedan expuestos áu u a
perversión casi segura.
Los premios consistían en prendas de
ro p a; como camisas, pantalones, blusas, al
pargatas, etc., generosamente ofrecidos por
algunos fabricantes de esta capital.
A estos señores, así como á todos los que
en cualquier manera cooperaron con su ca
ridad al sostenimiento de estas escuelas,
damos de todo cor.azón las gracias m;ls ex
presivas, asegurándoles nuestras liumildes,
pero fervorosas oraciones á Dios N. S., para
que les devuelva, según tiene prometido, el
céntuplo en vida y la gloria eterna después
de su muerte.
Para que V. quede enterado del bien que
con el favor de Dios se hizo en el curso pró
ximo pasado, pondré aquí algunos datos que
creo serán de su agrado.
Los alumnos que asistieron á nuestras clases
ascienden á 70í), estando repartidos en la
forma siguiente:
Clase elemental superior
80
>
»
inferior
109
Clases
de párvulos
206
. »
nocturnas para obreros 154
>
de solfeo y banda instru
mental
94
Al objeto de procurar el mayor adelanto
posible de los alumnos, cada una de las
indiciadas clases eran subdivididas en dos
secciones, habiendo por consiguiente seis
profesores distintos encargados de la ense
ñanza. Las nocturnas estaban subdivididas
en tres secciones á cargo de los mismos pro
fesores.
El recreo dominical ordinariamente estuvo
muy concurrido por los jóvenes de todas las
clases, añadiéndose á ellos muchos vecinos
de este barrio que ya empiezan á tomar ca
riño á nuestra capilla y acuden numerosos
á las funciones que en ella celebramos. Y
pues hablamos de recreo dominical; cuanto
bien no haría si se estableciera por aquí una
fundación de las Hijas de ^Haría Auxiliadora
que hicieran con las niñas lo que hacemos
nosotros con loa niños y los jóvenes obreros.
¡Qué grande cosecha se les ofrece! Niñas
jovencitas y jóvenes trabajadoras de las fá
bricas andan diariamente, más en especial
en los días festivos, por las calles, expuestas
á una perdición casi segura. Muchas de ollas,
cuyos hermauitos asisten á nuestras escuelas,
piden con insistencia las dejemos entrar en
el patio para recrearse; vienen con sus pa
dres á las funciones religiosas; y de haber
por aquí quien se cuidara de su educación,
saldrían buenas cristianas y madres de fa
milia. — Quiera la Virgen Santísima inspi
rar á alguna caritativa persona que, siguiendo
el ejemplo de nuestra inolvidable bienhe
chora Doña Dorotea Chopitea de Serra (q.
e. p. d.), coopere á una obra que tanta
gloria ha de dar á Dios N. S. y tanto bien
á las obreras.
Tino de los medios con que pudimos atraer
á los jóvenes fueron el teatrito y la música.
— El carácter catalán es muy amante de
todo lo que es arte. — De aquí es que las
representaciones teatrales, los conciertos mu
sicales son ordinariamente concurridos de
personas de toda clase y condición. — No luiy
pues que extrañar si casi toda la juventud
del barrio acude á estas escuelas.
El buen Dios dignóse bendecir nuestros
trabajos que obtuvieron frutos en gran mauera satisfactorios. Pues eu la clase de ca
tecismo pudimos preparar para la primera
Oomuníón á 185 jóvenes, muchos de los
cuales pasaban de 16 años, careciendo por
completo de instrucción religiosa; con las
clases de música
banda instrumental lo
gramos apartar del camino de la perdición
á un centenar de jóvenes obreros que, atraí
dos por el deseo de aprender el arte de la
mú.sica, se instruyen á la vez eu las grandes
verdades católicas y se alejan de los peligros
á que desgraciadamente están expuestos en
las horas desocupadas y en los dias festivos.
Con las clases nocturnas para obreros pudi
mos desvanecer muchas dudas que en ma
teria de religión habían ellos contraído, ma
nifestándoles prácticamente como el sacerdote
no es enemigo de la clase obrera, antes bien
es su amigo sincero, su apoyo, su defensa,
puesto que la doctrina que él profesa es lado
— ICO —
Jesús, modelo del obrero, de Jesús que quiso
imanarse el pan con el sudor de su rostro,
viviendo y muriendo pobremente.
Por todo sean dadas infinitas gracias á la
misericordia de Dios S. N. y á su Santísima
Madre María Auxilio de los cristianos.
Abora estamos de vacaciones. Mas á pesar
de ello no cerramos las puertas del colegio.
Üontinúan las clases de latín, de solfeo^ de
banda instrumental, y el recreo dominical.
A primeros del próximo septiembre volvere
mos ú empezar regularmente las clases; emliezando así el quinto año, desde la funda
ción de esta casa. — Para su feliz éxito
confiamos en la protección do la Virgen Auxi
liadora, en la caridad de nuestros bienbecbores y en las oraciones de V. R.
Entretanto aprovecha gustoso la ocasión
para repetirse su afmo. hijo en Cto. y S. S.
y Cupn.
Q. B. S. M.
A nt . Aim e , Pbro.
VISITA DE DON RUA
á los Cooperadores de la Suiza, Alsacia, Bélgica
y Holanda
En el pasado julio nuestro Superior Mayor
Don Miguel Eua filó á visitar algunos de
los centros de nuestros Cooperadores de
Suiza, Alsacia, Bélgica y Holanda. Tanto
por hacer llegar ú estos beneméritos Coope
radores nuestros mús vivos agradecimientos
por los cordiales recibimientos hechos ú nues
tro amado P ad re, como también para in
formar á nuestros lectores do lo que pasa
de importante en nuestra Pía Asociación,
daremos aquí una breve reseña de este viaje,
que duró, so puede decir, todo el mes de
julio.
Partía Don liua de Turín la mañana del
2 de ju lio , acompañado del Sao. José Lazzero, uno de nuestros Superiores, ya cono
cido de los antiguos lectores del Boletín.
Después de detenerse en Trecate para visitar
el nuevo Instituto Don Rosco, en Busto Arsizio, donde aquel celoso Deán querría Salesiauos, y en Como, que dió ocasión á admirar
la gran cortesía del excelente Director Dio
cesano, lívmo. Canónigo Casarico, y de otros
beneméritos Cooperadores, Don Ilua con su
compañero entró en la Suiza y descendía en
Balerna al día siguiente por la ta rd e , aco
gido con entusiasmo por los alumnos de
aquel Colegio nuestro.
Al día siguiente, esparcida la noticia en
el Cantón Ticino de la llegada del Sucesor
de Don Bosco, una infinidad de Coopera
dores fué á Balerna para conocerle y obse
quiarle. Se improvisó una especie de acto
literario del que el Credente Católico de Lu
gano da una completa relación. Hablaron
entre otros el Revdo. Ecónomo espiritual dt
Pieve de Balerna, Canónigo Don Luis Eonti,
haciendo votos por la Obra Salesiana é in
vitando á Don Rúa á dirigir la palabra á
su pueblo en la Colegiata; el Rev. párroco
de Varallo, D. Gerónimo Obicini, mostró su
alegría en que la Obra de Don Bosco forme
el argumento de buenas esperanzas por ios
males morales que afligen á la presente so
ciedad ; y el Rev. arcipreste y vicario fo
rense de Riva S. Vítale, D. G. M. Bianchetti, que fué interrumpido varias veces por
los más entusiastas aplausos. Por fin res
pondió Don Rúa, dando las gracias á todos
los presentes por el afecto que demuestran
á los Salesianos. Después recordó cuánto
pensaba Don Bosco en los jóvenes pobres
del Cantón Ticino, admitiendo muchos en
sus colegios, ayudando á aquellos que eu
ciertas estaciones emigraban al Píamente y
poniendo á los estudios á cuantos tenían
disposiciones para la carrera eclesiástica, y
citó casos particulares que conmovieron á
los presentes.
íTarró las muchas diligencias hechas ya
de largo tiempo por los católicos ticineuses
para obtener entre ellos una casa salesiana,
y cómo finalmente en 1889, después de la
muerte de Don Bosco, sus deseos se han
convertido en hecho con la aceptación del
colegio de Mendrisio, que ahora se ha tras
portado á Balerna con mucho mejores con
diciones, gracias especialmente á la largueza
del Pastor de aquella diócesis, Monseñor
Vicente Molo, y eu la fundación de la se
gunda institución iniciada el año pasado on
Gravesaua. Dió cordialmeute las gracias al
Obispo y á los Cooperadores por su bene
volencia hacia los Salesianos.
En la tarde del mismo día 4 de julio,
accediendo á la invitación de Don Fronti,
Don Rúa habló en la iglesia á un numeroso
auditorio, haciendo una conferencia sobre
las obras salesianas.
Terminó la función con la bendición del
SS. Sacramento, precedida de un motete en
música y del Tantum ergo, ejecutados con
gran delicadeza por la orquesta y cantores
del Colegio Salesiano.
Al día siguiente por la man ana, 5 de julio,
Don Rúa, después de saludar los alumnos
del colegio de Balerna, salió para Capolago,
de donde pasó á Lugano para saludar á
S. E. Rev. Slonseñor Molo, administrador
apostólico del Cantón Ticino. Aquí D. Rúa,
por invitación del Excelentísimo Sr. Obispo,
w
— IGl —
habló á los seminaristas reunidos en la ca
pilla. Sabiendo que estaban para ir de va
caciones, les indicó un antídoto contra todos
los peligros que pueden hallarse en ellas
y este es la devoción tiernísima al SS. Sa
cramento. Después, por condescender á las
súplicas del mismo Monseñor, antes de se
pararse de aquellos animosos alumnos del
santuario, les dió la bendición.
De Lugano pasó á Gravesano para visitar
el instituto Eusca, confiado por el fundador
Cop. Abogado Domingo Tognetti á los Salesianos. Don Rúa se alegró de todo corazón
con aquel Director y profesores de los ade
lantos hechos por los alumnos de aquellas
escuelas ; examinó con complacencia los tra
bajos de dibujo profesional ejecutados por
los mismos alumnos durante el año 5 y hablán
doles, entre otras cosas, les recomendó que,
acostumbrando ellos emigrar del pueblo en
ciertas estaciones, lejos de casa se acordaran
de sus parientes y que gustosos hicieran
sacrificios para mandar á ios mismos sus
ahorros.
El 6 de julio llegó á Muri en el Cantón
de Argoviaj á veinticinco kilómetros de dis
tancia salió á saludarle el Eevmo. Párroco
y después cordialmente recibido por sus ce
losos coadjutores y otros excelentes sacer
dotes. En Muri tenemos varios celosos Coo
peradores que querrían ver allí establecidos
á los Salesianos para la educación de la ju
ventud en un antiguo convento de Beliedictinos, abandonado al presente y con ne
cesidad de reparaciones. No pudiendo ver
todavía realizados sus deseos, eii estos úl
timos años, mandaron varios niños, bien
que de lengua tudesca, á nuestros colegios
de Italia. Ahora la visita de Don Éua era
para animarlos.
Don Eua llegó en la. vigilia do una fiesta
solemnísima, en la de la jíatrona de aquel
pueblo.
Al día siguiente él y su com])aricro fueron
testigos de preciosas escenas de la fe y de
la devoción de aquel pueblo. Debemos con
fesar que no se ven cou frecuencia co
muniones tan numerosas, especialmenle de
hombres, ni tan religioso silencio y devota
compostura y oración en la casa de Dio.s,
que se admira en tantos otros países extran
jeros, donde la fe católica ha tenido que
sufrir los mayores asaltos de sus enemigos.
Don Eua y Don Lazzero quedaron grande
mente edificados. Después de las sagradas
funciones fueron conducidos á Hermetzwiil
á visitar un asilo de huérfanos debido á la
caridad y cuidados del Sr. Párroco, el que
deseaba confiarlo á los Salesianos. — El
día 8 era fijado para la primera conferencia
salesiana en aquel pueblo; una invitación
hecha por aquel Eevmo- Párroco fijaba la
hora 2 I [2 de la tarde en la iglesia anexa
al ya citado convento. Las .señoras Freí, celusas Cooperadoras, habían ayudado á su
Párroco, para que todas las cosas so ha
llaran preparadas. Se principió leyendo un
paso de la vida de S. Francisco de Sales,
se cantó un motete, y después habló Don
Eua por unos tres cuartos de hora, en fran
cés, de las Obras salesianas; y para que im
se perdiera ni siquiera una palabra, atiuel
excelente Párroco tuvo la complacencia do
repetir con admirable exactitud y doscmboltura eu lengua tudesca toda la eontcroucia;
la colecta hecha al fin fué satisfactoria y so
redobló el entusiasmo ya oxi.stonto do tener
entre ellos á los Salesianos.
Atravesada toda la Suiza, y entrados 011
la Alsacia la tarde del fi, Don Una cou su
fiel compañero se detuvieron en Obcumai,
donde fueron gentilmente tratado.s y hospe
dados por una distinguida señora antigua
Cooperadora salesiaua y por el señor ülíinau,
también celoso Cooperador salosiaiio. El día
sigiiieuto filé destinado á visitar los nume
rosos Cooperadores, los que no quisieron
dejar pasar la ocasión sin iiianífestar su sim
patía hacia las Obras salesianos.
El 10 por la tarde llegaron á Andlaii,
donde hallaron ya preparado el hospedaje
en casa de la benemérita familia Heimburger.
Todo estaba ya dispuesto, para que Don
Eua diera una conferencia salesiaua á las
principales señoras de aquel pueblo. Y Don
Eua muy contento habló de las Obras do
Don Boseo en la capilla del asilo de liiiórfanos, y el efecto principal que se obtuvo
fue el de aumentar el número de los Coope
radores.
La noche del 11 la pasaron eu St.-Mario
au,v Mi}i€8 en un instituto do niños, fundado
por un celoso sacerdote que desea tener
como auxijiares á los íáalesiaiios. Aquellos
buenos ñiños, sastres, zapateros, carpiiitero.s
y tipógrafos, quisieron dar un pccjiiorio en
sayo de música y canto á sus bnc.spedcs, y
lo hicieron con tanta gracia y inaesfiía que
merecieron los más cordiales aplausos.
Eu la capital de la Alsacia, en Estras
burgo, eran ansiosamente esperados por el
Abad Moser, director espiritual del gran
seminario y excelente amigo nuestro. Aquí
Don Eua fué recibido cordiahnente por lodos
los Superiores del gran seminario, j)or eí
Vicario general y por S. B. Eev.'“‘ el Obispo
coadjutor, en ausencia del Ordinario Dioce
sano. A medio día admiraron de cerca el
famoso reloj de aquella chlsica catedral (l).
Aquí Don Eua dió también una conferencia
en la vasta iglesia del Instituto de las Re
paradoras, y así pudo conocer á muchos
Cooperadores de aquella ciudad.
Atravesando la Lorena, se detuvo en Metz
para saladar al Excelentísimo Obispo y des(1) E n tre otraa cosaa, en a q u e l m ararí]](» o reloj se
;.l to car e] me<ii'>'Ií:i todos los aprestóles que preseiUau sos obatq.'.l'.s ú - i D ivino M uestio.
t í -:í
— 1 ()‘
])ués visitar un lustituto de nifios
dirigido por dos excelentes sacerdotes.
ijieja era, se puede decir, el sitio medio
do este viaje. En los pocos años que los Sa
lesifinos residen allí, con el apoyo de aquel
venerando Obispo y de su generoso clero, y
también con la cooperación de ios buenos
Ecigfis, so lia levantado junto al Instituto
salcsiaiio una liermosa y vasta iglesia dedi
cada ó María Auxiliadora. Y el lunes 16 de
iiilio, día en que so conmemora la íiesta de
’lii Virgen del Monte Oarmelo, Monseñor
.l)(uitreloux hizo la solemne eeremonia d éla
consagración; S. E. Kev.’"'^ lUoiisefior Nava,
Nuncio Apostólico de Bruselas, celebraba
de iHintidcal, o.stando iirosentes Doji K ua,
Don Lii/.zoro y un considerable concurso de
jmoblo. Ene una tiesta solemnísima que llenó
de indecible alegría el corazón de aquel
buen ObisiH), que vió íiualmente efectuado
uno de sus más vivos deseos y de los que
poblaban aquel barrio, para los que ora
verdaderamente Jiocesaria una iglesia pú
blica.
Por la tarde cojitiimaroii las sagradas fuu<5Íones y pronunció un magníüco discurso
IMoiiseñor Oarteimvels, Vice ltector de la
célebre Universidad de Lovanio. E117 cantó
misa solemne uii nuevo sacerdote salesiauo,
y por la tardo Don Itua hizo una confe
rencia á los numerosos Cooperadores salesiaiios. I\Iiiy contento estaba de la proi)icia
ocasión que tenía de expresar su vivo reco
nocimiento y admiración hacia S. E. Mon
señor el Obispo, ú su clero y á todos los
Cooperadores belgas y de dar al mismo
tiempo un tributo de gloria y de acción de
gracias á María Auxiliadora, que en manera
tan prodigiosa ba protegido siempre aquella
santa empresa.
El tercer día cantó la misa el
Señor
Cura de la parroquia de Sta. Verónica, en
cuyo distrito se hallan la nueva iglesia y
asilo de huérfanos, y por la tarde se cantó
un solemne Te Dauui como conclusión a tan
consoladoras funciones. Al día siguiente se
celebró una misa solemne de réquiem por
todos los bienhechores difuntos.
Entretanto se acercaba la tiesta de San
Víctor, onomástico de S. E. Monseñor el
Obispo, y Don lina se detuvo para asistir
al acto músico-literario que se le preparaba
en el Instituto y que tuvo lugar el viernes
siguiente. Los niños recibieron á S. E. con
la bauda musical y entre alegres vivas y
arras, como se acostumbra en aquellos países,
ejecutaron con maestría varias piezas de su
roperiorio y con el cauto de un gracioso
himno manifesliU'ou sus sentimieutos de tllial
afecto hacia aquel que para ellos, más que
l'astor y Bienhechor, es el más tierno padre.
{Siguieron las composiciones con las cuales
cada taller acompañaba la oferta de algún
trabajo pn>pio. Por fln Don Rúa trajo á la
memoria con breves palabras las santas rela
ciones de S. B. con nuestro venerado padre
D. Bosco, y en nombre de todoslos Superiores
Salesianos bizo los más fervientes votos por
la próspera conservación de S. E., por el
feliz éxito de todas sus empresas, invocando
el apoyo de María Auxiliadora y del mismo
Don Bosco para hacer eficaces delante de
Dios nuestras oraciones. — Con palabras
llenas de paterno afecto respondió Monseñor
dando las gracias á los unos y á los otros
y dando á los niños los más saludables con
sejos para su bien temporal y eterno.
En Bélgica Don Rúa visitó también á
Ileclitel, donde se trata de implantar dentro
de algunos años una colonia agrícola; y al
volver de la Holanda pasó por Auversa,
Malinas y Bruselas, en cuya última cimlad
hizo también una conferencia. Sin duda quedó
muy conmovido por los cordiales y generosos
recibimientos que le hicieron los Coopera
dores salesianos de estas últimas ciudades.
Inolvidables quedarán además en su corazón
los nombres del canónigo Beaiivoir de Anversa, de Su Eminencia el Cardenal Arzo
bispo de Malinas y el Nuncio Apostólico de
Bruselas á quien tuvo el consuelo de volver
á ver antes de partir de Bélgica.
El año pasado una numerosa peregrina
ción de Holandeses encaminada á Roma
había alegrado con una visita nuestro san
tuario de María Auxiliadora y 'e l Oratorio
de S. Erancisco de Sales. En aquella citcunstaucia muchos peregrinos instaron á Don
Rúa á que hiciera una visita á los Coope
radores salesianos de su nación. Don Ena
agradecido por tan benévolas invitaciones
aprovechó esta propicia ocasión y de Bél
gica pasó con su compañero á la vecina
Holanda y tuvo gran contento al ver cuán
venerado es allí el nombre de Don Bosco.
Eu Maestricht tuvo los más cordiales reci
bimientos por parte de uno de los organiza
dores de dicho peregrinaje, de el Decano y
del clero de aquella ciudad. Se detuvo dos
días en los que admiró la sólida piedad de
aquella población y su respeto y afecto hacia
los ministros de Dios y las cosas sagradas.
Pasó después á Ruremend, Boia-le-Duc,
Arnliem, Utrecht y Rotterdam. En todas
estas ciudades halló verdaderos amigos de
las Obras salesianas, primero en los Exce
lentísimo Obispos, después eu varios exce
lentes sujetos. Sentimos no poder referir los
nombres de todos estos buenos Cooperadores
que tan afectuosamente recibieron á nuestro
amado Superior; mas ellos saben que de
lante de Dios nó los olvidaremos jamás.
A su vuelta Don Rúa con su compañero,
el 31 de julio, no tenía más que una palabra,
una recomendación que hacer á sus hijos:
¡ Demos gracias de todo corazón al Señor y
á María Auxiliadora, que por todas partes
nos proporcionan buenos amigos y celosos
Cooperadores!
mm.
1
— IGS -
L o s S a le sia iio s en M ilá n
y la bendición del S. Padre
A propósito del nuevo Instituto salesiano
erigido eu M ilán, los diarios de aquella
ciudad en mayo pasado nos anunciaban
que el S. Padre se ha dignado aprobar y
bendecir la generosa iniciativa tomada por
la celosa Junta salesiana de Milán. Así nos
cuentan el suceso: « Los señores Luis y Jo
sefina Petázzi, habiendo ido á Roma y obte
nido, por singularísimo favor, una audiencia
del S. Padre, como celosos miembros de la
Junta salesiana de Milán, pidiéronle una
bendición para el Instituto erigido eu Milán.
A tales ruegos se dignó responder Su San
tidad : Oigo decir que Don Eua se interesa
mucho por esa obra. ¿ Esperan en Milán po
derla instituir? ¿Han recogido los medios
suficientes! T respondiéndole que se estaban
recogiendo y que se esperaba poder abrir el
Instituto en el próximo octubre, el S. Padre
prosiguió: jO hl los Salesiauos hacen mucho
bien con la educación de los niños. Bendigo
contento la Junta de Milán parala Institución
salesiana. En esta bendición los generosos
auxiliares, que han ya dado su óbolo, hallan
una compensación, á la vez que un estímulo
aquellos que no han recapacitado sobre la
importancia de este Instituto y de la urgen
cia de venir en su ayuda.
GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA
Confian^^a en M a ría . — El 31 de di
ciembre del año pasado lo pasé en la más
pande desolación. Mi esposo, agravado por
uua doble pulmonía, corría gran peligro
de la vida. El médico do cabecera, docto y
muy práctico en su arte, me declaró el gra
vísimo peligro. En tal apuro hice suminis
trar los últimos auxilios de nuestra santa
religión á mi pobre enfermo, el que los re
cibió con entera resignación. Cuando hu
bieron salido los fieles que habían acompa
ñado al SS. Viático, me acerqué á su cabe
cera y le d ije : — Ahora que tienes en tu
corazón á Jesú s, encomiéndate á su Madre
María Auxiliadora, y verás que Ella nos
consolará á todos volviéndote la salud. —
El enfermo me indicó que sí con la cabeza,
pues le era casi imposible hablar. Hice rogar
privadamente por pías personas á María
Auxiliadora para implorar, por su interce
sión, la curación de nuestro enfermo, con la
promesa de hacer celebrar una misa en in
altar de Turín, cuando me hubiera alcan
zado esta señaladísima gracia. Muy violenta
fué la crisis y duró mucho tiempo , mas al
fin, contra toda esperanza, mi esposo eu
breve tiempo se restableció perfectamente.
Abora con todo el reconocimiento de mi co
razón doy graciasáesta buena M adreperla
merced que nos ha hecho y mando una hu
milde pero sincera ofrenda según la promesa
hecha, con el deseo que se celebro ana misa
en el altar de Aquella que amorosa oyó mim
oraciones.
Beatriz Geriuxo B asso.
C liiusa Po 3io, 25 .abril 1894.
jM apía me lia o íd o ! — El mayor do
mis hijos, Ciro, do 18 años, hac:e dos inoso.s
que cogió una pulmonía bi-lateral tan fuerte,
que estuvo varios días entro la vida y la
muerte. Ya la ciencia médica había agotado
los remedios y pronosticado el üii fatal,
cuando recurrí, con una novena, á María SS.
Auxiliadom, impetrando la gracia para mi
querido hijo. Con este fin colgué al cuello
del moribundo una medalla con la efigie do
la B. V., invitáudole á seguir, como mejor
pudiera, las oraciones á la Santísima Virgen,
que yo, mi mujer y los hijos con algunos
vecinos arrodillados recitábamos en torno al
lecho del dolor. Que mis votos fueron oídos
no puedo negarlo, tengo la más evidente
prueba ahora que veo á mi hijo fuerte y
robusto y capaz de sostener las duras fa
tigas de penoso trabajo. Lleno de reconoci
miento hacia María SS. Auxiliadora, mando
la modesta ofrenda de 5 pesetas para su
santuario de Turíii, sintiendo que ini cojidición no me permita hacerla más abundante.
F e r n a n d o B r iz z i.
L a b an te (C astel de Aiaiio), 11 de ju lio do 189Í-.
G ra c ia s ú M a ría — Su. Diiíiíotor
DEL Boletín Salesiano, — Muy Sr. mío : El
que suscribe, José Maurí, hallábase atormen
tado por iiu cáncer en los labios; los nicdicos
declaraban indispensable una operación íjiie,
como se sabe, suele ser dolorosa, al misjoo
tiempo que de resultado incierto. Abrumado
bajo el peso de mi desgracia', pensó acudir
á la Sma. Virgen empezando una novena á
María Auxiliadora de los Cristianos y ofre
ciendo la limosna de 15 pesetas para la
construcción de la iglesia que bajo la misma
advocación se está levantando eu Sarria. AI
concluir la novena el cáncer había desapa
recido por completo.
Vivamente agradecido á la Sina. Virgen
por tan milagrosa curación, deseo se publique
en el Boletín Salesiano para probar una
vez más la eficacia de la devoción á María
Auxiliadora de los f^ristianos.
J o s t Maurí.
Sarilá, 30 Juli* 18V4.
101
LA OBRA DE DON BOSCO
EN AMERICA
O H X JB X JT
------ 3 —
Una visita i los Católicos de la Colonia protestante.
I^awson, 20 cliciomOre 1893.
ItlOVMO. Sn. 1). KUj\ :
Vuelvo do inia breve excursión'á I«a Colonia
ju'olostaiito, adonde fui á visitar algunas fami
lias católicas, que me esperaban hacía mucho
tiempo. Me detuve en Gaioimn, pequeño pero
bello pueblo situado á las faldas de una ca
dena do colinas sobro las orillas del liío
Chubut, y centro do la Colonia. No me
detuvo mucho, pero creo que ha sido de algún
provecho á las almas.
A]>üiias hallé habitación en una casa ca
tólica, fui á visitar mi rebaño. Fui recibido
coidialnuMito de todos. Los invité á la fun
ción del día siguiente j aceptaron con alegría
y me ])rometlcrou ospontúneamento su coo])eración ])ura improvisar una capilla. Para
este, ñu un comerciante puso á mi disposi
ción una sala, si no elegante, espaciosa y
cómoda; otros trajeron tapetes y paños, y
ou breve hi sala tomó im muy regular y de
coroso aspecto. Dispuesto el altar porláril
sobro una buena mesa, hice dar aviso de la
próxima función.
l ’3n la i m p r o v i s a d a c a p illa .
— l i l i s c x h o i d a c i q i i e s d c l iV Iis io n c r o .
Todos, hasta los comerciantes, cerraron
sus casas y con sus familias se reunieron en
la improvisada capilla. No eran muchos,
poro estaban todos; y el primer acto y el
mús solemne del culto católico se celebró
con la mayor ])iedad i)or i)rimera vez en
esta tierra. ¡ Feliz coincidencia! Se celebraba
la tiesta del santo Obispo y ^Mártir Josafat,
célebre especialmente por las innumerables
conversiones (pie hizo entre los herejes.
Conocidos algunos iiicoiiveniontes, procuré
poner remedio ú ellos, y así, en la misa,
vuelto hacia mis católicos, les recomendé :
P Que midie llevase sus hijos á los proteslautcs para el santo Bautismo: que vinieran
a nosotros ó nos mandaran llamar. En caso
do necesidad todos, sabiendo, pueden bau
tizar: dejé uno encargado, al que hice las
instrucciones convenientes y necesarias, y
dijo su nombro. 2® Que para los enfermos
nos avisaran, que vendríamos volando :
por lo deimis en caso de premura, llamaran
a una excelente persona, cuyo nombre dije,
la que saluia sugerir oraciones y jaculato
—
rias á los moribundos y prepararlos á tan
serio trance. 3® Que para la sepultura no
llamaran el ministro protestante 5 se reunie
ran entre ellos, recitaran el santo Ro
sario y así acompañaran el cadáver al ce
menterio j procuraran que la Cruz honre y
defienda siempre los despojos de sus herma
nos, y jamás se olvidaran de rogar por su
eterno descanso. á° Que á los jóvenes de
edad conveniente para la Santa Comunión
principiaran por hacerles aprender bien las
oraciones y los primeros principios de nues
tra santa Religión. Otra vez, con más tiempo
y comodidad, veremos modo de prepararlos
nosotros mismos; pero, si por ahora creyeran
oportuno mandarlos á Rawson, los niños á
nosotros y las Jiiñas á las Hijas de María
Auxiliadora por una semana, no les costaría
nada y a.sí so proveería mucho mejor la
religiosa instrucción de sus liijos. 5®Que en
ningún caso se presentaran por padrinos ó
testimonios de actos religiosos personas pro
testantes , ni trataran nunca con ellos en
cosas de religión 5 que respetaran sus prin
cipios, pero que estuvieran firmes en la fe
católica, basta en aquellas cosas que les
parecieran menos importantes. 6® En fin
llamé la atención de aquellos mis queridos
católicos sobre el gran precepto de la santi
ficación de las fiestas. Ellos, como nosotros
en Eawson, viven entre gente que tiene la
hermosa costumbre de observar, casi diría
con demasiado rigor, el reposo festivo. Es
necesario por lo tanto estar muy atento para
no escandalizarlos. Por esto recomendé no
sólo el abandonar el trabajo, sino tam
bién las diversiones de demasiado rumor,
})roloiigadas y que distraen en exceso. ¡Ay
de los católicos que hacen hablar mal de
nuestra Religión con su mal ejemplo! ¡Qué
estrecha cuenta deberán rendir á Dios!
Falta aquí mu. iglesia, y no hay sacerdote.
A esta necesidad se proveerá cuanto íiiites
se pueda. Entretanto, un santuario no falta
á nadie. Esto es la casa propia y familia.
Allí, en la paz doméstica-, se pueden ofrecer
sobre el altar del corazón las oraciones y
alabanzas á Dios. Allí está también el padre
de familia, quien tiene el estrecho deber de
educar á los hijos con el ejemplo y con la
palabra. ¿Dónde se puede hallar, después de
las funciones de la iglesia, un esi>ectáculo
más hermoso, más solemne y más venerable
que aquel que ofrece un padre rodeado de
todos sus dependientes á quienes enseña el
santo temor de Dios y el resínete de la Reli
gión?
En fin, recomendé para la santificación de
los días de tiesta el ejercicio de la caridad
y de las obras de misericordia, especialmente
eu favor de los enfermos. En el ejercicio
de esta caridad no se debe hacer distinción
ni de razas, ni de religión, ni de personas:
á todos cuanto se pueda se debe hacer el
bien, viendo en cada uno un hermano amad#
*Ak&V-Vv.
w m m
m m m m m
— I(i5 —
en Jesucristo. La limosna redunda siempre
eu provecho nuestro.
P ro y e c to s. — H e r m o s o p a n o ra m a . — U n a
desen ton ación .
Dios ponía estas palabras en mis labios,
y mi pequeiio auditorio las oyó con compla
cencia y con buena voluntad. Veremos des
pués los frutos.
La Colonia es allí floreciente y como el
corazón de toda la Patagonia central. El
movimiento irá también aumentando á causa
de las minas de oro, cuyo trabajo ha prin
cipiado una sociedad inglesa, y por la pro
longación del ferrocarril que va á Puerto
IMadryn en Babia Nueva, uno de los más
seguros refugios para los navegantes en las
costas meridionales del Atlántico, ile ofre
cieron terreno; pero no se podrá esperar
otra cosa de estos católicos, los más pobres
entre los i)obrísimos de la Colonia. Será ne
cesario hacer del modo posible una iglesita,
después una casa para abrir una escuela,
para que los niños católicos no tengan que
frecuentar las protestantes. Y ¿los medios?
Este es el problema que yo presento á su
consideración, mi amado Superior.
Antes de despedirme de la naciente cris
tiandad, quise formarme una idea de la Co
lonia, y subí á una de aquellas montañas.
¡ Qué amenísimo valle! Extendido á vista
de ojo; rodeado en toda su extensión de dos
cadenas de colinas, es de ocho á diez kiló
metros, y está cubierto de verdes y ondeantes
mieses y praderas, con una infinidad de ca
nales y acequias que nacen del Chubut, el
cual corre hermosamente por el centro, abun
dante de aguas y entre dos filas de sauces
y otras plantas. De tanto en tanto se ven
negras manchas de plantas, y entre ellas la
casa de algún colono; más arriba, otras pe
queñas manchas blancas, rojas, negras.....
son los rebaños de bueyes, vacas, caballos,
ovejas que están pastando. Es un panorama
encantador, especialmente para quien no
está acostumbrado á ver otra cosa que los
desiertos del este. TJn solo de.sorden existe
en medio á tanta belleza, y son los templos
de las sectas aquí establecidas. Son casas
macizas, frías, de un estilo que tira al gó
tico, sin ornamento alguno, aisladas y cerra
das toda la semana, y forman un verdadero
contraste con la amenidad del paisaje. ¡ Oh
como lo hermosearía una blanca iglesita ca
tólica, con esbelto campanario, y el eco fes
tivo de las campanas resonando sobre las
colinas, eu las gargantas y por los valles,
llamando al hombre á visitar al Dios vivo
y realmente presente en el augusto Sacra
mento del altar!.....
Vnelto á mi albergue, extendí algunos
apuntes, tomé un poco de alimento y despi
diéndome en seguida de mis amados catóiieos, con mútuus promesas, volví á Rawson.
Dígnese, Sr. Don Ena, bendecirnos á todos,
y rogar á Dios en especial por este su más
humilde y apasionado
jSíjo en Jesucristo
Sac. B e r n a r d o V a c c u i n a .
C H I L E
Una Tiesta en nuestro colegio de Coucopclón.
Colegio de A rtes y Ofioios
J u u io 26 do 18Ü4.
E m o . y A íia d m o . S u . D o n E u a ,
Con ocasión de la próxima salida del vapor
postal á la vuelta de Europa, lo escribo la
presente para hacerle una breve descripción
de la fiesta que eu este Colegio celebramos
en honor de S. Luis Gonzaga el domingo 2A
del p. m.
Nos preparamos á la celebración de dicha
fiesta con un triduo en honor del Santo, que
á nuestro alumnos sirvió de retiro.
El día de la fiesta eu la misa de comu
nidad hubo Comuíjión general, y, lo que
más habrá agradecido el glorioso Santo,
diez y siete niños se acercaron á la sagrada
mesa, á recibir por vez primera el Pan de
los Angeles.
En un breve discurso, que precedió á esta
conmovedora y simpática ceremonia, el ce
lebrante avivó eu ellos la fe con encendidas
palabras, y les recordó que una gran gracia
les había concedido el Señor, por haber sido
admitidos en este asilo de beneficencia, donde
además de un oficio, habían aprendido á co
nocer á Dios y á amarlo. Les dijo que si
loa Superiores habían conseguido hacerles
mucho bien, se debía on gran parte á nuestros
beneméritos Cooperadores, que con su caridad
continua proveían á las necesidades do la
Casa y proporcionaban los medios necesarios
á su educación; y les recomendó, por lo tanto,
que en aquel precioso momento en que el Eey
de los cielos entraba eu sus inocentes cora
zones, orasen por nuestros Biehechores, para
que les concecliera el ciento por uno en esta
vida, como se ha dignado prometerlo, y la
gloria eterna en la otra.
A las 9 1 ^ hubo Misa solemne cantada
por un coro de nuestros alumnos, guiados
por nuestro Presbítero Don Antonio Beraud
y acompañados por una pequeña orquesta
compuesta por unos alumnos de nuestrabanda
de música, dirigida por su entusiasta maestro
Don Eomeo Forchettí.
Se dió fin á la fiesta con un concierto en
que nuestros jóvenes músicos ejecutaron las
más escogída.s iñezas do su repertorio y con
— lOT) —
una espléndida y fantástica iímninación del
patio y corredores.
Así concluyó entre el regocijo más sincero
y la más espontánea alegría esta pequeña y
sencilla fiesta de familia, celebrada en honor
del glorioso y angélico Protector de la ju
ventud.
Actualmente los niños internos son cerca
de ciento. Confío que para la fiesta de San
Luis del ano entrante su número se habrá
triplicado, ya que el nuevo edificio de dos
pisos, de sesenta y cinco metros de largo
por diez y ocho de ancho, empezado en No
viembre del año pasado, se terminará con el
auxilio de la divina Providencia, la genero
sidad de nuestros bienhechores y de no pocas
deudas en Julio próximo. .
El local está pues listo.....los niños piden
á centenares con muchas instancias ser admi
tidos en este asilo de la virtud y del tra
bajo.....nuestros generosos bienhechores pro
meten seguir auxiliándonos ; pero faltan los
obreros, Revmo. y Amadmo. Padre ! En TJd.
pues, confiamos que nos envíe cuanto antes
refuerzo de personál, que venga á socorrernos
y para ayudarnos á trabajar en esta mística
vina.
Todos mis hermanos me encargan presen
tarle sus respetuosos y afectuosos saludos y
juntamente con ellos pide humildemente su
bendición.
ohedientísimo y afectuosísimo hijo en J , O,
Pro. A. Garbari, S.
M É J IC O
BREVES NOTICIAS
D E LOS
Adelantos de la Obra Salesiana en Puebla
AclelanloM M a fo r ía lc s .
Desde el día lí) del mes de Febrero de
este año hasta hoy, día 17 de Junio, so han
hecho costosas construcciones nuevas de albañilería y obras de carpintería para poder
abrigar conveniente y cómodamente á unos
cien niños. Las condiciones higiénicas de la
casa son inmqiorables.
Se han organizado cuatro talleres: sastre
ría, zapatería, carpintería é imprenta, mon
tados todos con sus correspondientes uten
silios, herramienta y maquinaria, de suerte
que los alumnos pueden muy bien dedicarse
al aprendizaje sin que nada les falte.
Adolnntof» !\IoraICH.
El personal directivo se compone por hoy
de tres Salesianos, de los euales dos son sa
cerdotes. Los tres no tienen otra misión que
la muy sagrada de procurar la educación
completa de los alumnos que la Providencia
Divina ha depositado en sus manos: á ellos
dedican las horas todas de su vida única
mente por amor de Dios. Ko reciben ningún
estipendio: sus trabajos personales son gra
tuitos. Además, dedican al sostenimiento del
Colegio la limosna de las misas que celebran.
Los jefes y maestros de talleres, aunque
no son Salesianos, á más de conocer muy
bien .su oficio, son de probada virtud y em
peñosos en la enseñanza que dan de su resX)6ctivo oficio á los alumnos.
Los maestros de las clases no dejan nada
que desear, ya en el conocimiento de las
materias que lea conciernen, ya en el sistema
de enseñanza.
El Colegio se abrió á los primeros niños
el día 9 de Abril, es decir, que van apenas
dos meses. El día 32 del mismo se verificó
la bendición é inauguración solemne de la
casa y talleres por nuestro Ilustrísimo amado
Prelado el Sr Dr. D. Francisco Melitón Var
gas, con numerosa y selecta concurrencia de
esta Angélica Ciudad. Se dió principio al
acto solemne con la lectura de. la Pastoral
interesantísima que su Ilustrísima benigna
mente expidió en favor de la caritativa ins
titución.
Los asilados hasta hoy son en número de
áO, de los cuales solamente cinco son pen
sionistas; quedan 35 que reciben todo de
gracia: alimentos, educación, instrucción,
aprendizaje, libros, etc. Estos 35 son los agraciados entre los 500 infelices que han ve
nido llamando á la puerta del establecimiento,
solicitando con lágrimas en los ojos la cari
dad de ser admitidos.
La conducta moral y religiosa de loa aInmnos bajo el sistema de las Casas Salesianas, que os el sistema del amor cristiano,
es edificante. Sí, esos jóvenes que pasaban
hasta hace dos meses los días de su juven
tud en las calles ofendiendo á Dios, sin am
paro, metidos en la carrera del crimen, edi
fican hoy con su recogimiento en los talleres
del Colegio amando el trabajo y alabando á
Dios con verdadera alegría en las horas de
oración. Es este nuestro único consuelo eu
medio de nuestros trabajos, consuelo que es
también v u ^tro porque sin vuestra coopera
ción nada habríamos podido hacer.
A más de los internos el Colegio Salesiauo
protege un externado de unos 90 niños del
barrio. Sus clases están bien atendidas.
Esto hasta hoy.
se hará en adelante? Agrandar y con
cluir la casa para recibir el mayor nú
mero que se pueda de niños infelices; mul
tiplicar los talleres y aumentar el personal
salesiano para que en los mismos talleres y
clases haya elementos únicamente salesianos
y se consiga así el fin que nos proponemos,
que es el de enseñar á los niños vagos, po-
V' AV.-v
— 1G7 —
br©5 y desamparados el Umor ¿■e Dios y el
amor al trabajo.
E stado de las Fitiau 2as.
Malísimo, Las construcciones se lian teclio
con deudas, en la esperanza de que en vista
del bien que ya se prodiga á los niños, las
almas generosas se muevan sin desconfianza
ó proteger la institncióii ya fundada, y que
se aumenten los Cooperadores de la Grande
Olrüf pues grande llamaron los Sumos Pon
tífices Pío IX y León X III la obra de am
parar boy á la niñez y juventud desvalidii cuando concedieron á sus amigos y pro
tectores tantas indulgencias que son nada
menos las mismas que están concedidas á
los Torceros de San Francisco de Asís, por
cualquier acto de caridad que se biciere en
bien de los niños necesitados.
Al venir á Puebla para hacernos cargo de
la Obra, se nos bizo esperar, y muy funda
damente, en ^Tiestra generosidad para con
estos pobres niños que os pertenecen, ya
como liijos de un mismo suelo, ya como que
hablan la misma lengua y profesan la misma
religión, ya, tal vez, por parentesco, ya en
fin, por mil otros títulos cristianos. Así es
que vivimos en la dulce esperanza de que
todas las almas de esta Angélica Ciudad,
ricos y pobres, se inscribirán como Coope
radores. Para esto nos encomendamos mucho
á los que lo son, para que por su obra au
mente el número de los defensores y protec
tores de la santa causa.
El P. Don Bosco pocos días ante.s de mo
rir decía en tono proíético estas textuales
palabras: Antea que acabe este siglo todo
til minido será aaleatano,^^ en el. sentido de
que todo el mundo se habría convertido en
amigo y protector partícula;: de la niñez des
valida, expuest-a boy más que nunca ú mil
peligros del alma y del cuerpo. Esperamos
que así sea bajo las bendiciones de María
Santísima Auxiliadora.
Quiero decir á este propósito una palabra
caritativa y un consejo amistoso de sacerdote
ú tantas almas nobles que por un deplorable
error aguardan la muerte para obrar el bien
que podrían hacer en vida, á menos que ten
gan razones poderosas para así disponerlo.
¡Aguardar la muerte para obrar el bien . . !
Si ese bien es para gloria de Dios, ¿por qué
no hacerlo con sus mismas manos antes de
morir, mejor que con manos ajenas . . . t
Si es para mover en su favor con las obras
de caridad la misericordia de Dios antes de
presentaree al tribunal de su justicia inexo
rable, ipoc qué aplazarlo para después de
haber sido ya juzgado por ella . . . í ¿De
qué les aprovechará entonces, cuando sus
almas se hallarán tal vez en una desgra
ciada eternidad . . . ? Aguardar la muerte
para obrar el bien es como querer que otros
lo hagan por ellos . . . Y ¿estarán seguros
de que éstos lo cumplirán cabalmente según
sus deseos, sin dilaciones ni trabas y con
mil riesgos de no cumplirse por nada . . . 1
¡Cuántas cosas nos ha enseñado la experien
cia en los tristes días que nos ha tocado
vivir, días de tan poca fe, y ésta tan vaci
lante j días de tan poco temor de Dios, y
hasta de indeferentismo religioso, do cierto
positivismo . . . de persecución a las insti
tuciones cristianas . . . y quién sabe de qué
cosa más y peor . . . ¡De cuántos desenga
ños hemos sido tristes espectadores en los
años de nuestro ministerio sacerdotal . . . !
Si el P. Don Bosco hubiera dicho que des
pués de su muerte habría edificado colegios
y recogido en ellos los cientos de miles de
niños desvalidos, y que después de muerto
habría elevado iglesias y organizado las mi
siones para evangelizar la autropófaga Pa
ta gouia y Tierra del Fuego, muy con razón
so le habría tratado de loco, y de más loco
aún que cuando de tal lo trataron en vida
l>or querer realizar todo eso sin tener ni iin
centavo de que disponer.
El mismo P. Don Bosco lloraba sobre la
“ ceguera de eaae almas de loa que después de.
enterrados quieren hacer el bienj es decir, cuan
do no tendrán ni ojos para ver, ni lengua para
hablar, ni pies 7ii manos para moverse. Dan
clase de bien, decía, es efecto de una impres
cindible y dura necesidad, no de verdadera ca
ridad cristiana. ^De qué les servirá delante
de Diosf . . .
En fin, almas á quienes Dios ha agraciado
con bienes de fortuna, ¿por qué renunciáis
á la dulcísima y legítima satisfacción y al
cristiano consuelo que se siente en el corazón
al ver con vuestros proprios ojos desarro
llarse bajo el influjo de la divina gracia las
obras buenas que einprendiéreis en vida ])aru
la gloria del Padre celestial y i)ara alivie»
de los prójimos infelices . . . t
Ponemos aquí como conclusión las misma.s
textuales palabras con que Su Señoría llusti jsima el Sr. D. Francisco M. Vargas con
cluía su importante Pastoral que coa focha
8 de Abril de este mismo ano dirigió al Clero
y á los fieles de esta Diócesis con ocasión de
la fundación de la Obra Salesiana en l^uebla.
Dice así:
•<El Colegio Salesiauo, dirigido por sabios
y virtuosos sacerdotes muy experimentados,
«f como son por su instituto, en gracia de
c la niñez desvalida, reúne todos los elemen€ tos para llenar su caritativo objeto de for« mar honrados artesanos por medio de la
« educación y enseñanza católica. Por esto
« aprobamos el establecimiento, lo ampara
mos, lo recomendamos y lo bendecimos. >
« Y os exhortamos, muy amados Hermanos
« é Hijos nuestros en Nuestro Señor Jesu« cristo, á que no sólo oréis porque sea fe< cundo en buenos resultados el Colegio Sa« lesiano, sino que contribuyáis con oblaciones
< pecuniarias para su mantenimiento, dewar
rollo y prosperidad. Recordad que el oro y
' Ja ])lata necesitan depositarse ea el seno
^ (le la caridad para que se multipliquen y
<produzcan, porque no' sembrar nada, ó ha' cerlo uon mano avara, es privarse de una
" abumlanfe cosecha, como dice el Apóstol.
« (2“ ad Corint. 9. —' G.) »
í ’iiobla 17 (le J u n io do ISM.
R a f a e l M . P irE iiN i,
Director.
Limosnas en dinero, donativos en efectos y
iodo lo gne pueda ser iHil para los niños del
Colegio, dirigirlo á la calle de Cárdenas núm. 2.
Se solicita trabajo de imprenta, sastrería,
tapateria y carpintería.
-
0-
Soji^iinclo in form e
que al bendecirse del nuevo dormitorio que
estrenaron los alumnos del Colegio Saiesiano
de Duebla el día 8 de Septiembre, leyó el E.
P. ¡). Rafael Jl/. IHperni.
Se S o u es :
K1 acto religioso está ya cumplido: recibid
tamo de mi parte, como de parte de mis
ilerinanos Salesianos y de los niños que me
roílean, las expresiones sinceras y más Anas
de nuestro agradecimiento por la singular
bondad con que os habéis servido apadrinarlo.
iCste día será notable en los anales de esta
(íasa, porque nos ha costado no pocos afanes
haber llegado al punto de adelanto que está
á nuestra vista. Me permitiréis por tanto que,
uprovechamlo la oportunidad, os diga someraiuonte alguna cosa acerca del estado del
Colegio.
E rd ía que celebramos la liosta do María
Santísima Auxiliadora, nuestra augusta Patrona, hace dos meses, os presentaba el pri
mer informe, ó mejor dicho el programa de lo
({ue íbamos á hacer más bien que do lo que
habíamos hecho en beneficio de la niñez nece
sitada y desvalida de i*uebla, y paralo cual
liemos sido con reiteradas instancias invi
tados. Os decía en aquel día que costosas
construcciones so habían comenzado iiara
abrigar (íómodamenle siquiera unos cien ni
ños.
Jloy, día 8 de Septiembre de 1804, consa
grado a la Natividad déla Virgen Santísima,
Sfueslra Madre y Sonora, es decir, dos meses
después, nos es grato informaros que, gracias
á Dios, hemos cumplido con nuestra promesa;
la sala que acaba de bendecirse, va á con
tener los cien niños: los que tenéis á la vista
son ya GO (2) y van á ocuparla esta misma
tardo: áutos (íue expire el presente mes, otros
irán ocupándola hasta llenarla, porque mu
chísimos aguardan su día de entrada con
(1) Sou ya 70 h o y 2o d« iíetiomhr».
grande ansiedad. Todos quedan bajo el am
paro de su Madre celestial María Santísima
Auxiliadora, á quien por todos títulos está
dedicado el dormitorio.
A más de éste gran dormitorio, amplio,
ventilado y sano, se lian concluido otras pie
zas anexas, es decir, una sala bastante grande
para clase, dedicada á nuestro querido Padre
D. Boscoj un cuarto para enfermería, dedi
cado á nuestro protector S. Francisco de Sa
les de quien toma su nombre nuestra Pía
Sociedad, una escalera de piedra, muy có
moda que lleva á las tres dichas salas. En
el piso bajo, un comedor grande para cien
niños y una cocina nueva con su necesaria
despensa, un portal muy largo para el recreo
de los niños, uua carpintería bástanle grande
y otra en costrucción todavía más grande por
ser este taller concurrido con el número do
niños mayor que otros talleres; nmi cañería
para llevar el agua por todas partes del es
tablecimiento, baños, etc.
M as: á los cuatro talleres de sastre
ría, zapatería, imprenta y carpintería, se
pudieron añadir otros dos, el de herrería y
de encuadernación: todos provistos con su
respectiva herramienta, maquinaria, etc.
Esto es en cuanto a la parte material.
Por lo que toca á lo moral de nuestra fa
milia adoptiva, me es grandemente grato in
formaros que la disciplina y conducta moral
y religiosa de los niños es, por la poderosa
gracia de Dios y por los auxilios de su santa
religión, muy consoladora y aun muy edifi
cante en muchos de ellos. Su aplicación en
las clases y talleres es bastante notable,
y varios fueron salvados del peligro de per
der la fe, porque iban á ser entregados á los
Protestantes por motivo de su extremada mi
seria.
Un número muy notable de alumnos, no
estando todavía aptos para el aprendizaje do
algún oficio, se dedican por hoy únicamente
á las clases elementales: á su tiempo entra
rán en talleres, menos aquellos que querrán
seguir sus estudios.
El personal Saiesiano no se ha podido au
mentar, porque no hemos conseguido los re
cursos necesarios para pagar los pasajes: y
por esto, el enorme peso del gobierno moral
y administrativo del establecimiento sigue
repartido entre los mismos tres Salesianos,
como lo era desde el principio.
Hacemos notar aquí que los gastos subidos
que soporta el Colegio para estipendiar á los
maestros externos, son mucho mayores de lo
que gastaríamos por una vez, para el pasaje
de los Salesianos, y lograríamos también, lo
que más importa, el personal del espíritu de
la casa.
;,A q u ié n s e d e b e e l b ie n q u e
s e b a heebo*.*
A Dios principalmente y después á vosotros
i amados Cooperadores. Sin vosotros ¿qué ha-
— 169 —
Itríamos podido liacert poco ó nada. Gracias
pues sean dadas á Dios y á vosotros. Tres
veces al día, en unión de nuestros alumnos
elevamos constantemente, á los piés de Jesús
Sacramentado, en el oratorio del estableci
miento, nuestras liumildes pero cordiales ora
ciones al Señor de las misericordias en fa vor
de vosotros: rosarios cotidianos, comuniones,
etc., todo lo aplicamos por vosotros.
T si, á más de nuestras oraciones, recor
damos los privilegios y las muellísimas in
dulgencias concedidas por la Santa Sede á
los Cooperadores Salesiauos, indulgencias que
son las mismas, todas, de que disfrutan los
Terceros de S. Francisco de Asís, por cual
quier acto de benevolencia y de protección
que se haga en favor de niños pobres, motivos
tenemos para consolarnos y agradecer á Dios
que se ha dignado escogernos como instru
mentos en el cumplimiento de la obra de la
salvación de las almas.
E s t a d o d e Jas finanzas.
Hace dos meses, os decía que era malísimo.
Hoy repito lo mismo. Las construcciones se
han llevado á cabo con deudas. Las limos
nas que nos habéis mandado con tanta ca
ridad y sacrificio, y las que nos vienen del
ministerio sacerdotal (y son los dos únicos
fondos) no han bastado ni para cubrir los
gastos del necesario y modesto alimento de
tanta familia adoptiva, como la que tenemos
á nuestro cargo, quedándonos cada mes un
déficit no insignificante para vestir y calzar
á los muchísimos niños que están completa
mente á nuestro cargo.
Las entradas de los talleres son de tan poca
consideración, que ni cubren el estipendio
que se i)aga á los maestros.
Donativos de gran importancia no hemos
recibido.
La deuda pues contraída para levantarse
este edificio y abrigar en él á estos pobres niños
en su mayor parto huérfanos, está descubierta.
*Cómo se pagará? Dios lo sabe: nosotros con
sumos grandemente en su infinita Frovidencia, la cual, así como cuida de las avecillas
que no siembran ni cosechan, cuidará, con
mucha mayor razón, de sus hijos que cada día
le dicen: «Padre nuestro que estás en los cielos
...............el pan nuestro de cada día dánosle
hoy» y Dios, su Padre bondadoso, no les hará
faltar ni pan ni techo ^ tanto más que son
sus hijos predilectos, y estima hecho á si
el bien que se haga áellos: «Z-o que hiciéreis
á uno de estos pequeñuelos, es á mi d (\uien lo
haréis.
Gomo veis, amados Cooperadores, no te
nemos porque desconfiar: ciertos estamos que
la Divina Providencia se encargará de mo
ver el día y la hora que guste, los corazones
que ella habrá ya designado para que ven
gan en nuestro auxilio.
C o n d íc id n aflictiva. ¿ Q u é h a r e m o s ?
ÍTo puedo dejar de decir, en fin, que cada
día, vienen á llamar á las puertas de nuestra
casa de caridad, mañana y tarde, pobres joveneitos, quién sin padre, quién sin madre,
quién huérfano completo, flacos y estenuados,
andrajosos, pidiendo con lágrimas en los ojos
un lugar de caridad, y exponiéndonos los peli
gros en que se hallan aun de perder la fe por la
la miseria y el hambre que sufren. ¿Cuál es el
cristiano que puede sor oxpectador do cuadros
tan desgarradores sin sentirse movido a cari
dad? Estos cuadros, podría contarlos a cen
tenares!
En esos momentos tan aflictivos quisiera
hablar, para invitarlas á hacer cosas más
dignas, á tantas almas que gastan en el i )gcado los bienes con que Dios les ha agraciado, y á otras que tal vez no han pro
bado jamás en su vida la dulce consolación
de hacer el bien, y especialmente á niños
pobres, que, si bien lo son en lo exterior,
pueden tener una alma inocente, un cora
zón para cosas nobles y talentos para cosas
grandes . . . . Kuestro Padre Don Bosco ha
dado á la Iglesia de Jesucristo la asombrosa
cifra de seis mil sacerdotes en el curso de
cincuenta años de su apostolado: entre ellos
figuran Obispos de gran virtud y santidad,
escritores respetables de materias filosóficas,
teológicas, filológicas, etc., y personages re
nombrados en ciencias y bellas artes.
El Padre Don Bosco ha fundado en 1853
la P u b l i c a c i ó n P e r i ó d i c o -m e n s u a l d e
L E C T U R A S CATÓLICAS para contrarrestar el
mal de las malas lecturas: hasta el mes de
Diciembre de 1893, se han difundido en el
pueblo, traducidos en varias lenguas, publi
cados en las imprentas salesianas, 7.000,000,
s i e t e m i l l o n e s d e TO M iTO S. Los autores
de esas lecturas son casi todos Salesiauos,
y la mayor parte eran do origen pobre, y
jóvenes desvalidos.
Y esa falange numerosa de Salesiauos, sa
cerdotes y no sacerdotes, artist.as y artesa
nos, que llenos de espíritu de sacrificio cris
tiano salen del centro de la Pía Asociación,
Turíu, y se reparten cada año j)or las cinco
partes del mundo para llevar á Jesucristo
los párvulos. “ Sintíe párvulos venire ad me.'^
enseñándoles t e m o r d e d i o s , o r a c i ó n t
T R A B A JO ; esa falange, digo, ¿quienes son?
Son recluta hecha entre los mismos niños
pobres de sos colegios, los cuales siguen la
misión de su Bienhechor, del mismo modo
como los Apóstoles de Cristo, que sacados
de las orillas del mar de Tiberiades, siguie
ron la misión de su Salvador, salvando á
otros. Ite et doeete, dijo Cristo á los suyos,
y el mundo se convirtió á la voz de aque
llos pobres discípulos. Ite et docete, repite
Don Bosco también á los suyos, y los niños
pobres acuden á centenares de millares á
— 170 —
aííogerse á la sombra de sus gloriosas ban
d e r a s para aprender e l t e m o r d e d i o s y
EL TRABAJO, y enseñarlo á otros á sn turno.
Si esos Obispos, letrados, sabios, filósofos,
teólogos, artistas, no hubieran tenido un
Don Bosco, y los Cooperadores de Don Bosco, ¿qué habría sido de ellos? Sin temor de
equivocarme, habrían quedado cuando me
aos, genios confundidos en la ola de los
ignorantes de i)eso á la sociedad, y la socie
dad misma no habría disfrutado de sus ca
ritativos y cristianos beneficios, como los
que aliora disfruta. Digo, cuando menos^ por
que también hay razón para decir que po
drían, impulsados por la miseria, haberse
metido por el camino del crimen . . , Pues,
¿quiénes son los anarquistas? . . . .
No lo olvidéis. Señores, las Casas Salesianas son el remedio único á la anarquía.
¿Cnúnto bien no recibe una ciudad y la so
ciedad entera de estas instituciones en donde
se enseña el amor lí J)ios y el amor al trahajof
Pues bien: Hijos do la simpática y cató
lica ciudad de los Angeles, aquí tenéis dicha
institución. De nuestra parte, los Salesianos,
ofrecemos gratuitamente nuestros servicios,
sacrificios, desvelos, pesares . . . . lleván
dolo todo únicamente en amor de Dios: de
la vuestra, seguid ayudándonos con vuestra
limosna y conquistad á otras almas que os
imiten en hacer el bien. No desmayéis, os
suplico, y cuando el desaliento parezca que
08 quiere abatir, dirigid una mirada á Jesús
Crucificado y otra al cielo, y entónces os
parecerá dulce y suave todo lo que habréis
hecho para los niños pobres del Colegio Salesiano, porque lo habréis hecho al mismo
Jesucristo^ que tanto hizo por nosotros!
I I . M . P lP E R N I .
Septiem bre 8 de 1891.
T C C U ^ D O R
¿(¡ut) son los Tiilleres Siilcsianos,
y e u a n to
g-asta en o lios?
(/.íWv'../ Cr¡<¡j:n.: de Quito).
Cuando leimos la Solicitud que diez de
nuestros artesanos dirigieron á las Cámaras
Legislativas, pidiendo que se les diera la di
rección del Protectorado católico, entendimos
que los peticionarios obran ofuscados por
dos errores de concepto que conviene desva
necer. Vamos á hacerlo en breves razones
con sencillez y franqueza para que los indiTiduos que estén equivocados do buena fe,
«orno suponemos que están los autores de la
Solicitud, vean la verdad tal como es, y no
se dejen llevar de las hablillas con que los
mal querientes de los Institutos religiosos
procuran desacreditarlos, enconando en con
tra suya los ánimos, y excitando á odio so
capa de patriotismo.
El primero consiste en la creencia de que
la Escuela de Artes y Oficios se ha fundado ‘
para hacer competencia á los artesanos en
los varios ramos de industria con que ga
nan la vida honradamente. Piensan mu
chos que en aquel Bstableoimientn se trata,
no con loable y provechosa emulación, sino
con mezquina y culjiable rivalidad, de arrui
nar á todos cuantos ejercitan fuera de él el
oficio que les ennoblece y les proporciona la
cotidiana subsistencia. Esto es falso, abso
lutamente falso, pues las Escuelas de Artes y
Oficios que corren á cargo de los hijos del
egregio Don Bosco en Europa, América y
Africa, son casas de beneficencia asilos en que
los desgraciados niños buérfanos y desvalidosreciben, además de la educación moral y re
ligiosa, el pan necesario para el sustento de
hoy y el aprendizaje de un oficio que les
proporcioue el pan de mañana. Con ésto
se liberta la sociedad de la plaga de mucha
chos rapaces que empezando á vivir del hur
to y á ejercitarse en rencillas, pasan luego á
la violencia del robo y al crimen del asesi
nato. Estos establecimientos son los que
salvan á las víctimas desventuradas de la
ignorancia, el ocio y la miseria que condu
cen indefectiblemente al delito; y por eso en
todos los países civilizados del mundo se
procura con vivo interés fomeutarlos y pro
tegerlos como el medio más eficaz de librar
á la sociedad de uno de los males más graves
que le amenazan.
En esta misma ciudad tenemos casas de
asilo para las niñas huérfanas, como son las
de las Madres de la Providencia, del Buen
Pastor y las Hermanas de la Caridad jy no
será racional y justo que las haya también
para los niños? Y porque eii aquellos asilos
benditos de la miseria y orfandad se enseñen
á la niñas los oficios propios de su sexo, y
se procure que alcancen la perfección posible
en ellos ¿habrá motivo justificable para que
las personas que ejercen fuera el oficio di>
costureras, bordadoras, floristas & se quejen
de que se les hace competenciaf ¿No son es
tos niños y niñas tan hijos de Ja patria como
los demás artesanos, que con pleno derecho
buscan en los artes manuales los medios de
asegurar honradamente la subsistencia? No
seamos egoístas con nuestros propios her
manos, ni nos dejemos llevar de aquel amor
patrio mal entendido que consiste en abor
recer á todos los que no han nacido en
nuestro suelo. A los artesanos honrados y
laboriosos nunca les faltará trabajo que les
proporcione lo necesario, pues con el aumen
to de población crece el número de consumi
dores, y en relación con éste ha de estar el
— 171 —
de los que produzcan los artículos necesa
rios para la yida. No hay aún motivo de
temer aquí el desequilibrio que da ocasión á.
las liueigas de obreros en otras naciones,
porque tenemos territorios inmensos y fe
cundos despoblados todavía, y porque nues
tra industria incipiente carece del auxilio de
máquinas que centupliquen el producto y
disminuyen el número de los trabajadores
manuales que se necesitan. Nadie muere de
hambre en el Ecuador; y aun cuando nues
tra población fuera diez veces mayor de lo
que es, habría en nuestro suelo pan y vesti
dos con abundancia, mediante la honradez y
el trabajo.
Lo que nos importa mucho es aprender ú>
beneficiar las materias primas que abundan
en nuestra República, para que se dismimiva cuanto sea posible la importación de ar
tefactos que podemos producir con ventaja.
La loza, la fabricación de vidrios, el curti
miento de pieles etc. etc. ¿no son otras tan
tas industrias que serían fuentes de riqueza
para el país? Pues precisamente de ésto se
trata en la Escuela de Artes y Oficios; y en
cuanto á la loza y curtiduría, podemos ase
gurar que la primera llegará en breve á
igualar á la que se fabrica en Europa para
el uso común, y por lo que toca al curtir de
pieles casi no tenemos qué envidiar nada á las
fábricas extranjeras en punto á perfección
(le este arte tan útil que x>rovee de material
á otras industrias.
Quieu visite la Escuela de Artes y Oficios
de Quito con ánimo despreocupado y de
seo sincero de conocer la verdad, admi
rará primeramente el orden perfecto y la
limpieza que se ve en todo el Establecimien
to; la moral severa que rige suave y eficaz
mente la conducta de tantos niños, mediante
una vigilancia continua en el taller , en la
recreación, en la capilla, en los dormitorios.
¡Qué algazara de voces, silbos y gritos eii los
patios de recreo! ¡Qué silencio y compostu
ra eu la capilla! jQué orden en los talleres!
Allí no se oye mas que el ruido de les ins
trumentos : aquí el golpe del martillo, el re
chinar de la lima y el soplo de loa fuelles;
ahí el raer del cepillo, el ruido de la sierra,
el zumbar del torno; más allá el tic tac de la
máquina de coser; en una parto el acompa
sado sonido de los moldes que se ajustan en
el componedor y el crujido de las prensas; y
en otra el batir de ruedas eutre el torrente
espumoso del agua poderosa. ¡Qué grato es
pensar que entre tantos niños obreros, sanos
de alma, robustos de cuerpo hay muchos que
llegarán á sobresalir en las artes con talento
para honrar y enriquecer á la patria, con cora
zón generoso para amarla, con brazo fuerte
para defenderla!
No causa menos maravilla el amor que tie
nen los niños á sus superiores; sí, amor cordialístmo que engendra en ellos una confian
za verdadera que les mueve á descubirles sus
faltas con ingenuidad, á pedirles consejo en
sus dudas y vacilaciones y á respetarlos con
el acatamiento que nace del cariño, con la
sumisión que procede de la propia voluntad.
Haber desagradado á sus superiores es más
sensible para los alumnos de los Salesianos
que la severidad del castigo; y por eso anti
cipándose á delatar sus l'altas propias, so
suelen imponer ellos mismos las penas corroeClónales que merecen , quedando eu manos
del superior sólo la hermosa facultad de ate
nuarlas ó perdonarlas.
Y sin embargo hay quienes digan que no
sirven de nada los Padres Salesianos; que ig
noran las artes; que tienen que valerse do
maestros nacionales para que enseñen los
oficios. A esto respondemos que los hijos
de D. Bosco son en todos partes lo.s d i
rectores de estos hermosos asilos de la or
fandad; éllos velan sobre la moral que es el
fundamento único del orden y regularidad:
vigilan á los maestros, les proporcionan mo
delos en las artes para que imiten; se ocu
pan muchas veces en dar lecciones prácticas
de ios oficios; enseñan la teoría de los mia
mos; trabajan y sudan con sus alumnos; les
instruyen en los principios religiosos y mora
les, no menos que en los varios ramos rela
cionados con el arte que ejercen, como lectu
ra, escritura, aritmética, geometría, mecáni
ca, dibujo lineal, miisica instrumental y vo
cal, etc.; pero sobre todo les forman el co
razón; y aunque no fuera más que éste el
mérito de los Salesianos, bastaría y sobraría
para hacerlos indispensables en Estableci
mientos de esta especie.
Y si no es «así ;por qué en Italia, Fran
cia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Estados
Unidos, etc. les encargan á porfía y coji tan
vivas instancias la dirección de las casas de
Olidos para los niños? ¿No bastara poner
tales Establecimientos en manos de los maes
tros insigues que tienen á elección, y de
jarse de buscar pobres religiosos iynorantcx
cuando cuesta tanto trabajo el conseguirlos?
Sin duda éllos saben muy bien lo que se ha
cen cuando proceden así, pues de algo ha de
servirles la experiencia de los siglos y des
engaños que les han dado á conocer la dife
rencia que va de la Jilantropia á la caridad.
Pero el cargo que no alcanzamos á enten
der es el que hacen á los Padres de que so
valen para la enseñanza de artesanos nacio
nales, y ¿no es esta una honra para los hijos
del país? ¿Y no es éste un mérito de que
deberían alabarlos! En Inglaterra ocupan
á ingleses; en Fr.ancia á franceses, en el
Ecuador ¿por qué no han de ocupar á ecuatoriauos? Con ésto es innegable la utilidad
que han reportado los artesanos nacionales
que, aunque hábiles eu su oficios, no tenían,
en lo general, conocimientos teóricos del
arte que profesabau; y ahora estimulados
por el pundonor que les honra, procuran sa-
m
— 172 —
lir de la rutina y aprender los principios
teóricos del arte que profesan.
Aun los maestros de fuera invitados á
examinar á> los discípulos de la Escuela de
Artes y Oficios procuran con laudable inte
rés proveerse de libros que les instruyan en
la teoría y reglas de su oficio para salir airosúmente del cargo que se les confía.
Es indudable que los Talleres Salesianos
lian dado muy notable impulso á las artes
en el país, despertando en los artesanos no
ble emulación que les obliga á mejorar sus
artefactos. ¡Qué diferencia tan grande se
observa entre las obras quiteñas de abora
treinta anos y las de boy! Bastará recordar
lo que era entonces la imprenta, no sólo por
la poca pericia de los cajistas, sino por su
ignorancia en ortografía; boy se bacen tra
bajos notables por su limpieza, esmero y
corrección, no sólo en los Talleres SalesiaBos sino en la imprenta de las Escuelas Cris
tianas, del Clero, del Gobierno, etc. dirigi
das como están por personas hábiles y pun
donorosas que con lo límpido y elegante de
sus obras honran á su patria en las nacio
nes extranjeras. Es innegable, y lo declara
mos con verdadero orgullo, que hay artesa
nos en esta ciudad que producen obras sul)criores á las que labran los alumnos de los
Talleres Salesianos; pero no cabe duda que
lo que allí se trabaja no es tampoco lo infe
rior, y que hay artículos en que no tienen
competencia, lo que ciertamente prueba que
la habilidad quiteña no necesita para alcan
zar la perfección del arte sino de convenien
te dirección.
¿Cómo hemos de desconocer que las obras
de entalladura del insigne artista Mingbetti
son verdaderamente superiores á cuanto se
trabaja en este género en la ciudad de Quito?
¿ejar de aprovechar, pues, de la pericia de un
hombre condecorado en Eurojia con meda
llas de honor, y que dejó el puesto de Direc
tor de la Academia de Artes en Venecia
para venir á ensenar á nuestros hábiles
niños, sería una necedad inexplicable; y
tratarle mal sólo porque es ejjfraííJcro fuera
exponernos á ser llamados con un nombre
que nos denigrara. ¿Vor qué no hemos de
amar á los extranjeros inteligentes y labo
riosos cuando éstos, lejos de-mirarnos con
tlespectivo desdén nos aman y enseñan?
Gracias á las lecciones de este sujeto tan
ilistinguido habrá acaso, dentro de pocos
años, algunos STinghettis ecuatorianos que
vayan á honrar á su patria en otros países
<lc América que estén menos adelantados en
las artes que el nuestro.
Necesario es que al principio nos valga
mos de maestros europeos hasta que nues
tros artesanos lleguen á perfeccionarse en su
oficio, de modo que no necesitemos introdu
cir de otros países los artículos que por su
superioridad hacen competencia inevitable
a ios que se elaboran en la Bepdblica. Asi
mismo día llegará en que los Salesianos
que dirijan los Talleres no sean extranje
ros, puesto que hay ya más de veinte jóve
nes nacionales que pertenecen á la ilustre
Corporación de D. Bosco. Sea esto asi en
horabuena para nuestra honra nacional;
pero no dejemos de confesar con agradeci
miento que tanto el B. P. Director, D. Luis
Calcagno como sus compañeros se han
mostrado siempre benévolos con el Ecua
dor y tan amantes de sus hijos, que no les
hemos oído nunca una palabra de repro
che ó desagrado capaz de zaherir ni le
vemente la delicadeza de nuestro i)atriotismo.
Lo que sí afirmamos, por parecemos evi
dentemente confirmado por nuestra propia
experiencia y por lo que practican otras na
ciones menos católicas que la nuestra y
aun enemigas de las creencias verdaderas que
profesamos, es que esta especie de establecimientos de caridad deben ser regidos por co
munidades religiosas, únicas capaces de go
bernarlos con acierto y de sujetarse á las
severas privaciones y sacrificios que impone
un cargo tan laborioso y difícil como ingra
to: qué cierto es que al hombre no puede
mejorarlo sino quien de veras le ama.
No pide poca labor y paciencia el educar
niños indóciles de cuya alma no se quitan tan
fácilmente los harapos inmundos de la mise
ria moral como se les quitan del cuerpo los de
la indigeDcia que les viste. Desarraigar las
malas costumbres adquiridas por el ejemplo
más que por las propias pasiones; habituarlos
al orden y regularidad, á la decencia y com
postura; sufrir impertinencias y groserías;
velar incesantemente sobre ellos, etc., etc.
no son cosas á que se sujeten los hombres
por paga de mercenario; ésto no puede ha
cerse sino por razones de otra esfera, por
motivos sobrenaturales: por c a r i d a d . El
gran trabajo no consiste en robustecer el
brazo enflaquecido por el hambre y conver
tirlo en diestra vigorosa que vuelva bland»
el hierro y desbaste el tronco secular de
los bosques; la obra principal y preciosa es
tá en la formación del corazón para que su
pedite á la fuerza bruta de la m ateria; en
labrar el alma para que dé de sí esos frutos
generosos que llamamos amor, religión, pa
triotismo , abnegación y sacrificio. Sin és
to los establecimientos de huérfanos no só
lo son inútiles sino perniciosos, porque se
convierten en sentina de vicios aterradores
y escuela de depravación de donde saldrá la
ruina y exterminio de la sociedad en el pu
ñal del asesino, la escala del ladrón y la di
namita del socialista.
Estos son los males futuros de que pue
den librarnos los Talleres Salesianos, edu
cando á los niños desvalidos: así, pues, no
es de extrañar que dicha Casa de asilo ten
ga sólo dos clases de enemigos que son; pri
mero: los que no la conocenj ni la han vMta-
m
m
— 173 io siquiera; j sin embargo se dejau engañar
por decires vulgares de malquerientes gra
tuitos ó interesados. i7o es nuevo ni extra
ño , pues, que muchas de estas personas
cuando se les depara ocasión de desenga
ñarse por sus propios ojos, visitando el Es
tablecimiento , se sientan como avergonza
dos de su error y lo confiesen de llano en
llano. ¡Cuántos que han entrado allí como
enemigos irreconciliables bau salido amigos
cordiales y convertidos en benefactores! Los
Talleres Salesianos no necesitan sino ser co
nocidos para ser amados de los corazones
generosos y de las almas honradas.
La segunda clase de enemigos (y éstos en
verdad irreconciliables) son los que detestan
y abominan lo bueno, sólo porque procede
de religiosos; porque nace del catolicismo;
porque huele á frailes, como suelen decir,
abrazando con este nombre común á cuan
tos visteu sotana y cuantos sin vestirla los
aman y respetan. A destruir este odio tan
vehemente como injusto no es parte la ra
zón; nada pueden los argumentos, nada los
hechos, nada lo tangible, nada la fuerza de
la evidencia; es odio que ni ve, ni oye, ni
palpa, ni entiende, ni razona; ó más bien
que ve tinieblas en la luz; oye desconcierto
en lo armónico y entiende lo contrario de
lo que es. Compadezcámosles..... están pi
cados de theofobia.
Tales adversarios de la Iglesia de Nuestro
Señor Jesucristo son los que andan vocife
rando á tambor batiente y propalando en
obras y periódicos que el catolicismo oscu
rantista es enemigo de las ciencias, de las
artes y del progreso; y cuando ven que los
religiosos, puestos á la cabeza de Ja enseñan
za de las artes y ciencias verdaderas, logran
sobresalir á maravilla y probar con la evi
dencia de los hechos que la Iglesia tiene en
sus manos la luz que alumbra el mundo, en
tonces los sedicientes amigos del pueblo de
claran guerra de exterminio al sacerdote ca
tólico por el delito de estarlos desmintiendo
con los triunfos que alcanza en las artes y
en las ciencias, triunfos hijos del sacrificio
generoso y de mal remuneradas fiitigas.
Cosa de veinte años hace que, merced á
los esfuerzos del Grande Hombre del Ecua
dor, se estableció la Escuela politécnica en
esta ciudad. Vinieron por profesores sa
bios de veras, como los tiene en su seno la
por todos títulos Ilustre Compañía de Jesús;
trajéronse laboratorios de química, gabine
tes de física, instrumentos de matemáticas;
se formaron los museos de historia natural
que aun deben de existir; se levantó el edi
ficio del Observatorio astronómico; se abrie
ron los cursos superiores de ciencias para
la juventud estudiosa. jT cuánto duró,
preguntamos, ese Plantel que prometía tan
tea glorias á la patria! Sólo.lo que duró la
▼ida de su Fundador! Muerto él, comenza
ron las murmuraciones; cundió la mala vo
luntad; y un soplo de odio bastó para derri
bar el monumento que había costado tantas
labores y no poco dinero. Los sabios vol
vieron á ocupar sus cátedras en las univer
sidades europeas; y la patria quedó deplo
rando con su inteligente juventud el dolor
de las esperanzas burladas.
Cierto es que el sol aun después de haber
tramontado no recoge de súbito la luz con
que había enclarecido el espacio. Acabada
la Escuela Politécnica quedaron las vislum
bres de ella en los jóvenes entonces, y hoy
profesores aventajados Doctores, Egas, Velasco, Troya, Vivar, Herrera, etc., etc. Si
aquel luminar en tan corto tiempo difundió
así la luz del saber ¿qué sería si aún hoy
continuara ilustrando á nuestra juventud
estudiosa! Inútiles son ya nuestras quejas
por la desaparición de la Politécnica; pero
á lo menos bueno será que sepamos aprove
charnos y sacar experiencia de los males
que hemos padecido.
Igual suerte cupo al Conservatorio de musica y á la Escuela de Bellas Artes.
Hoy hay quienes anhelen por acabar com
la Escuela de Artes y Oficios que es, sin du
da ninguna, el mejor Establecimiento de
su clase en la América del Sur. Se le com
bate ¡quién lo creyera! hasta en nombre del
patriotismo; se le zahiere porque los niños
se ejercitan allí en la piedad cristiana; por
que los huérfanos aprenden esas oraciones
que no pudieron oír recitar á los labios ma
ternos en los albores tristes de una desgra
ciada infancia. Ah! ¿si llegará también el
día en que lamentemos inútilmente la ruina
de este asilo de la orfandad! ¿Si el alegre
bullicio de la niñez feliz que resuena hoy en
su recinto se convertirá pronto en murmullo
grosero de^cuartel! ¿Si esos niños que bende
cirían manana á la jiatria serán arrojados
hoy de allí para trocarse en criminales que
la deshonren y maldigan!.... ¡Plegue á Dios
que no incurramos en tal insensatez que
nos afrentaría ante las naciones civilizadas
del mundo entero!
(Continuará).
m STO EIA D E L OEATORIO
de San Francisco de Sales
C a pítu lo
X V .
( Continuación)
El martes 29 de mayo salía á luz en el
diario La Armonía el artículo siguiente:
Allanamiento del Oratorio de S. Francisco
de Sales.
< No pasa día, en esta bendita tierra de
la libertad, en que n* tengamos que regis
trar algún arresto de Obispo ó Cardenal,
Ü9
— 174 —
algún proceso ó encarcelamiento de párro
cos . canónigos ó sacerdotes, ó finalmente
algíiii allanamiento de domicilio.
« El sábado á las 2 p. m. tocóle ser la
víctima á aquel gran compiradorj el sacer
dote Juan Bosco, quien, como todos saben,
conspira aliviando las miserias, acogiendo y
educando en un asilo, á los pobres liijos de
los obreros y cojisumiendo su vida en el
<\jercicio de la caridad y del ministerio sa
cerdotal.
» El Fisco esperó encontrar en el Orato
rio de San Francisco de Sales algunas cartas
que pudieran interesar al Jiscal. Y envió un
pelotón do soldados, capitaneados por un
<lelegado de seguridad pública y dos abo
gados inspectores, con el encargo de proce<ler (í una minuciosa visita domiciliaria.
» Don Bosco estaba precisamente acep
tando á un pobre niño, recomendado por el
Ministro, cuando le llegó la inesperada visita,
líecibió con su acostumbrada afabilidad á los
encargados de la fuerza pública 5 y si bien
hubiera podido liacer serias observaciones
sobre la legalidad del mandato , dejó regis
traran todas las cartas y papeles de su ha
bitación.
» El registro duró de las dos p. m. hasta
después de las seis; y el sacerdote Bosco
(pie en tal tiempo debía oir las santas conJ'esiones, como que ora día sábado y vigilia
de Pentecostés, se vió obligado á asistir á
las operaciones de la policía. Y asistió con
aquella jovialidad que es bija de una con
ciencia tranquila, procurando aprovechar
aquellas horas de ocio involuntario con ha(jer á los agentes del Gobierno algunas opor
tunas y cristianas reflexiones, y manifestar
á los abogados que no era muy gloriosa la
ocupación en que se hallaban.
» Es inútil decir que el registro Itecho
con suma minuciosidad no dió resultado al
guno. No son los sacerdotes los que conspi
ran, y bien lo saben loa ministros. Dos cartas
entro las muchas de Don Bosco, dieron un
X>oco que pensar á la policía: en uñase leía
una sentencia algo clerical: pero llegóse á
descubrir que era una sentencia de lUarco
Aurelio. Otra era un breve del Papa al sac.erdote Bosco; pero so vió que había sido
ya dado á la estampa.
» Pasadas las seis, la policía abandonaba
el Oratorio do San Francisco do Sales, de
jando en manos do su Director la declara
ción siguiente:
» Día. 2(> de mayo del año ISGO, en Tiiríii,
y en la oasa del M. li. sacerdote Don Juan
Bosco, para jóvenes artesanos y estudiantes,
situada en la calle do Oottoleugo;
» En c.umx)limionto de la reciente orde
nanza del limo. Sr. Cuestor de Tarín, abo
gado Ohiapusi, en la cual so exige proceder
á uu minucioso allaiiamiento domiciliario en
la casa sobredicha, los suscritos Saviiio
Grasso, delegado de seguridad pública, Es
teban Tua, abogado, y Antonio Grasselli,
abogado inspector el primero de la sección
Borgo Dora y el segundo de la de Moneenisio, acompañados con la escolta de guar
dias de seguridad pública, llegados al dicho
sacerdote Don Juan Bosco y notificado del
fin de esta visita, hemos hecho á su vista
diligente registro de los x>ape.les y libros
existentes en los dos cuartos que le sirven de
habitación, sin encontrar cosa alguna que
pueda interesar la vista fiscal.
» Todo lo cual queda confirmado en esta
declaración firmada por los interventores,
siendo de notar que se dejó copia de la
misma al precitado sacerdote, á petición
suya. »
Hasta aquí la Armonía.
La inocencia de Don Bosco y de todos
los suyos quedaba altamente manifestada.
Esta declaración debiera haber bastado á
que nos dejaran en paz ciertos representan
tes del Gobierno; pero no sucedió así.
C a p ít u l o X V I .
Segundo allanamiento — Escena dolorosa — Quejas ds
Don Bosco á los agentes — Exploración de la casa
— Visita á las escuelas — Insidiosas preguntas y
francas respuestas — El secuestro de los cuadernos.
Tan calumniosas acusaciones habían acu
mulado nuestros adversarios sobre nosotros,
que el ministro del interior D. Luis Farini
juzgó necesario hacer i)roseguir en el Ora
torio las investigaciones fiscales, para que
hallado el hilo de la temida conspiración pu
diera precaverse con un golpe de mano. Pa
recía raro que unos centenares de pobres
niños pudieran infundir tanto miedo al Go
bierno, el cual tenía á su disposición formi
dables ejército.^, soldados y carabineros; sin
embargo es un hecho histórico. Y podemos
exclamar con toda proi)iedad : ¡O temporal
¡Oh tiempos!
Siguiendo el orden de la historia, narraré
aquí el segundo requiriraiento, que se nos
hizo; mas por razones de prudencia dejaré
las apreciaciones odiosas á la pluma de la
posteridad.
Eran las 10 de la mañana del 9 de jumo»
apenas 15 días después del primer allana
miento, cuando con una escolta de polizontes
se trasladaban al Oratorio tres señores. Eran
los señores Masnardi, secretario del ministro
Farini, el caballero Gatti, inspector general
del ministerio de instrucción pública, y él
profesor Petitti. El primero tenía el encargt
especial de examinar el libro de cuentas J
explorar el local, el segundo el de visita:
las escuelas y preguntar á los niños, y é
último el de escribir en taquigrafía las pre
guntas y las respuestas.
Desgraciadamente Don Bosco había
pocos momentos antes á la ciudad. Fueroi
mandados varios jóvenes á buscarlo, entr
— 175 —
los cuales José Buzzetti; mas en vano. í)l
debía hallarse aquella maüaua á hora fija
en una casa de bienhechores; mas el caso
quiso, ó por mejor decir la Divina Provi
dencia dispuso que equivocara el camino,
por lo que juzgando que ya no llegaría á la
hora fijada, volvió atrás y entraba en el Ora
torio, cuaudo precisamente era esperado como
áugel libertador.
Mas en aquel intervalo de tiempo había
ya pasado entre nosotros una escena bien
dolorosa. No hallándose Don Bosco, los tres
inquisidores se presentaron al señor Don
Víctor Alasonatti, que en calidad de pre
fecto hacía sus veces. Anunciando quienes
eran, y expuesto el fin de su visita, el señor
Masnardi le dijo :
— Queremos ver antes de todo el libro do
cuentas.
— Hélo aquí, respondió el buen sacerdote,
este es el libro maestro, que contiene el
nombre, apellido y patria de cada niño; este
68 el memorial de los gastos diarios; y en
este otro están anotadas las condiciones de
aceptación.
Aquellos señores toman en mano los re
gistros, miran aquí y allá, y después de al
gunos minutos el secretario dice:
— Pero de esta contabilidad nada se com
prende.
— Si no comprenden, respondió Don Ala
sonatti, yo les explicaré cosa por cosa.
I I í^ D I C E :
D
E L
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id.
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16
Febrero.
E l episcopado piam ontés y los libros de
«rnsefianza s a l e s i a n o s ........................................
E x h ortación e n c a r e o i d a ......................
»
N oticias de n u estras m isiones. B r a s il,
M atto G r o s s o .....................................
»
E.stado de S. P a b l o .................... : . . ,
^
Nueva expedición S alesiana.........................
E spaña. Sarriá-B arcelona. O bra de Don
R o s c o ....................................................
»
Ef-nador. T alleres d el Sagrado Corazón
.
>
P a ta g o n ia ; T rab ajo s a l su r de los Andes
>
.
{Continuará).
1 8 9 4
.Misiones Saloshanas en el C h u b tit. (Patogotiia C en tral) . .............................................. pag.
El Obispo de Anciid y la s M isiones de la
T ie rra dol F u o g o ..........................
.
..
G racias do M aria A u x iliad o ra .
Los prim eros h ijo s de Dun Bos‘'o
. .
H isto ria del O ratorio de S. F rancisco de
S a l e s .................................................................
!•
Enero.
C.'vrta dol Sac. D. M igaol R na á los Coo
peradores dül lD s:itu.o Salcslauo . .
pag.
E l C a r n a v a l .........................................
In g laterra. — C om agración de la Ig le sia
del Sagrado Corazón de Jesú s en L ou
d r e s ........................................................
España. N ueva C asa Sal 'siana
. . .
Amórica d el Sur. — M isión del C hnbiit
Ecuador. — V iaje a l tervitorio in d íg en a
T ierra d el Fuego. — Misión de San '>alae;
Kopiiblioa A rgentina. — Buenos Aires. S
Nioolsis do Tos A r oyos......................
Gracias do M<iria A u siliad o ra . . .
— Sí, lo queremos saber todo, y en pocas
palabras. Díganos primeramente cuántos
uiuos se albergan en esta casa.
— Los niños externos que frecuentan el
Oratorio son más de 700, y los internos lle
gan á 300, divididos en dos categorías, estu
diantes y artesanos.
— ¿Cuánto pagan de pensión!
— La mayor parte, siendo absolutamente
pobres y abandonados, no pagan nada, antes
bien es necesario calzarlos y vestirlos; los
otros pagan uua modesta pensión según lo
permiten los recursos do su familia.
— ¿A cuánto asciende esta pensión!
— A diez ó doce pesetas al mes ó un saco
de arroz, ó de maíz, ó de castañas, ú oti-as
cosas semejantes.
— Esto no bastA ciertamente para man
tener tantos niños; ¿cómo hacen fronte á
estos gastos !
— El Municipio de Turín da anualmente
trescientas pesetus; el Orden de los santos
Mauricio y Lázaro quinientas; y el Arzo
bispado mil.
— Todas estas dádivas no forman más que
la suma de mil ochocientas pesetas, y no
pueden cubrir los gastos de manutención,
vestir y demás. ¿Pués con que otros medios
se proveen!
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2)
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2-3
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Marzo.
E n la tu m b a dol P a d r e ...................................
.• 33
U u precioso d o c u m e n t o ...................................
» 34
Nuevo M isal R om ano en hom enaje í 8 .8 .
León X III.........................................
*
id.
E spaña. U na fiesta e u o l O rato rio Salesiuuo
de S e v illa..................................................
>
36
U trera. Colegio d el C á r m o u ....................
id.
San a u d e r ..............................................
38
San Nicolás de los Arroyos. G racia sin g u
la r de M aría A u x ilia d o ra ....................
»
3»
Abril.
E l C atecism o en la e d n c a c ió n .....................
El obsequio de u u M isal & S.S. L éon X III
E s p a ñ a : E l In s titu to .Salesiano eu S e n d a .
G ero na: F ie sta S a l e s i a n a ....................
'
F u n d ació n de n n a C asa de H erm anas de
M aría A u x iliad o ra en V al v e rd e -d e l Ca
m ino.............................................................
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»
»
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— 176 —
N oticias de A m érica. M éjico. — C olonia
de S ta. J u lia . — C i r c u l a r .......................
Buenos A ire s: Colegio de a rtes y oficios.
F iestas S a l e s i a n a s .........................................
E cuador. K io b a m b a . . • .........................
g ra c ia s de M aría A u x iliad o ra . - . . .
Setiembre.
pag.
Los Salesianos eu E i a l p ...............................pag. u j
^Sottífinder. O ratorio de D on Bosco. Paseo
i n f a n t i l ................................................................
»
L a excursión de los Salesianos . . . .
»
Los Salesianos eu V i g o ..................................
»
América. N oticias de n u estras misiones.
E xpedición á Mendez y G ualaqniza , .
»
Los M isioneros Salesianos de G u a la q iiiz a .
»
Tierra d d Fuego. L a n u ev a m isió n de Nues
tr a Señora de la C and elaria . . . .
»
Patagonia. L a In s titu c ió n S alesiana. . .
»
Mayo.
E l mes do M a y o ..............................................
Roma. P a ra coronaciéu y térm ino d el J u
bileo E p isco p al de 8 . 8 . L éon X III . Üu brevo do 8 . 8 . L eén XIII en fa v o r de
la Sociedad de los devotos de M aría 88 .
A u x i l i a d o r a ..................................................
Norm a p a ra e rig ir la P ía Sociedad de los
devotos de M uría A u x ilia d o ra . . . .
Iteglam onto de la S o c ie d a d .........................
In g laterra. L a solenm idad de 8 . Francisco
de Sales. U n penueilo cuestor . . . .
Brasil. Reonpcioa ucriha á Mona. Lusagua
L a revolución y los Salcsianos. . - . .
Olracias de M aría A u x ilia d o ra .....................
H omenajes a l Sagrado C orazón . . . .
»
Fieetas en honor de M u r í a ..........................>>
E l prim er ceuteuarlo d e l nacim iento de
Pío I X .........................................................
.<
E sp a ñ a . U na v is ita á la n u ev a casa de
Valverde d el C am ino................................
»
A m érica. Eecopoión hech a a l lim o Sr. 0 bispo Don J u a n C a g lio ro ......................
»
• a r t a de Mous. Cagliero al Revmo. Sr. A rlobisn^o de Buenos A i r e s .......................
»
P erú . iJl O ratorio festivo Salesiano de
L i m a .........................................................
>
G racias de M aría A u x ilia d o r a ................
>
B ib lio g ra fía ....................................................
»
H istoria del O ratorio do San F ran ciso de
S a le s ..............................................................
»
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Julio.
i Gloria á la V irg en d e l Carm elo ] . . . »
Loe an tig u o s alum nos d el Colegio de Valsálioe a n te la tu m b a de D on Bosco .
. »
E spaña (U trera). — Colegio Salesiano
, »
América, — N oticias de n u estras m isiones
— Ecuador. E l V ic a ria to de M endez y
G u a l a q n i z a ............................................. '.
»
T alleres salesianos de B iobam ba . . . .
»
(lolombia. U na n u ev a fundación . . . .
»
E n a ra ra y herm osa in d n s tria p a ra socor
re r á los huérfanos de D on Bosco. . .
»
G racias de M aría A u x ilia d o ra .................
••
N oticias V a r i a s ..............................................
•
N e c r o lo g í a ........................................................
»
H isto ria del O ratorio de S. F rancisco do
S a l e s ...................................................
»
Otro precioso docum ento eu elogio dol M i
sa l estam pado en la T ip o g rafía S alcsiaiia
»
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Agosto.
B arcelona. — C asa S alesian a do Sarriú.
—• F ie s ta do San J u a n en lo s T alleres
de S arriá. — F ie s ta d e l S agrado Cora
zón — Conforcucia dol E . P . E in a ld i .
Sevilla. — E n la T rin id a d . — E u honor
de M arín A u x i l i a i l o r a .................... , .
Hi^ataftmuohs (Barcelona). — T.a fiesta de
M aría A u x i l i a d o r a ....................................
• a r t a de U t r e r a ..............................................
Gerona. — Los h ijo s do D on Bosco. . .
A m érica. — Los Salcsianos en el P ara g u a y
(P uebla). — N ueva Cosa S a le ^ a u a
E cuador. — E l O rato rio festiv o de V inoee. — E l O ratorio festivo de Q uito
Gracias do M aría A u x ilia d o ra ....................
Bxpeilioión ú Moudez y G uolaquiza . .
N ecrología. — L ista de loa Coopenwlore!*
íalleculos ........................................................
*
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U6
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12í
124
Octubre.
55
Junio.
i
L ectu ras C a t ó l i c a s .........................................
»
F r a u d a . O ratorio Salesiano de San A nto
n io de P a d u a eu M outpellier . . . .
»
126
E spaña. E lalp. F ie s ta de M aría A uxilia
dora ......................................................................
« 128
E ep ú b lica A rgentina. R io Grande. E n tre
los I n d i o s ............................................................
» 129
Colombia. A gua de D i o s ..................................
» 132
M anifestación a l E , P . E a b a g lia ti . . .
>•
133
E l grano du m o s t a z a .......................................
» ISI
Bogotd. F e stiv id ad es de N u estra Señora
del Cárm en en su i g l e s i a ..............................
» 13.>
G racias de M aría A u x ilia d o ra .........................
« lá:
Cooperadores d i f a u t o s ........................................
> id.
Noviembre.
U na ig lesia dig n a dol óbolo p o p u la r . .
L a M uerte de Monseñor D r. F ederico Aneiros, A rzobispo de Buenos A ires . .
E s p a ñ a : E l O ratorio de S a n tan d er después
de u n añ o ............................................................
L a O b ra de Don Bosco en A m érica: — Mé'ic o : U ua segunda C asa S alesian a —
’e r u : F ie sta de F a m ilia en el Colegio
Salesiano de L im a. — E ep ú b lica A rgen
ti n a : Homenaje de lo s Ex-A lum nos ^ la
E scu ela de A rtes y Oficios en E lm agro
(Buenos Aires) & su D ire c to r; — fiesta
de M aría A u x iliad o ra eu San Nicolás de
los A rroyos. — U ru g u a y : E l P resid en te
en el Colegio Salesiano. — E c u a d o r:
A locución en les T alleres S alesianos de
Q uito......................................................................
N oticias de la s M isiones S alesianas de D.
Bosco en la P a t a g o n i a ...................................
G racia de M aría A ux iliad o ra . . . . .
>'
137
>■
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» 110
Í
» I !1
>
» 1 1n‘
ló2
Diciembre.
F e lic ita c ió n ............................................................
' 1.^3
U n a obra d ig n a d e l m ayor e n c o mi o . . .
»
tJ.
E l Congreso C atólico de T a rrag o n a y los
hijos de D on B o s c o ........................................
» l.«
D espcdidadeotros40M i& sionerosSalesianos
»
157
Solemne re p a rtic ió n de prem ios eu el In s ti
tu to S alesiano de B arcelona ( H ostafraiic h s).................................................. ..... .
»
158
V isita de D on E u a á los Cooperadores de
la Suiza, A lsacia, B élgica y H o lan d a .
»
ll>0
Los S alesian o s en M ilán y la bendición
del S. P a d r e ......................................................
» 1(3
G racias de M aría A iu x ilia d o ra ....................
»
id.
L a obra de Don Bosco en A m érica: —
C h u b n t: U n a v is ita á lo s C atólicos de
la colonia p ro te sta n te . — C h ile: u n a
fiesta en n uestro Colegio de Concepción.
— M ^ico: Breves u o tic ia s d e lo s adelantos
de la O b ra S alesian a en P u eb la. — Se
gundo inform e que a l bendecirse el nuevo
d o rm ito rio en el C o l^ io de P u eb la, leyó
el E . P . D. Rafael M. P ip e m i. — E cu ad o r
¿Que son los T alleres Salesianos. y cu an to
se g a sta en ellos t
....................................
»
164
H isto ria del O ratorio de S an F ran cisco de
S a l e s .............................................................
> 173
Coa approtMcióa de la Autoridad Eclesiástiei - Gereate JOSÉ GAXBLHO.
T u rin — T ip o g rafía S alesiana.
-
-
Fecha
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1894.12