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Título
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BS_1891_10
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Descripción
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Boletín Salesiano. Octubre 1891
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extracted text
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V
AÑO VI. - N. 10.
Sale ima vez al mes.
Debemos ayudar á nuestros lier*
manos á fin de cooperar á la
difusión de la verdad.
(n i S. JUAX, 8).
¿.tiende á la buena lectura, á la
exhortación y á la enseñanza.
( I T i m o t h . IV , 13).
Sntre las cosas divinas la más dl<
vina es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas.
(S. D i o n i s i o ).
£1 amor al prójimo es uno de
los mayores y más excelentes
dones, que la divina bondad
puede conceder á los hombres.
(El DoctS. F r a n c . de Sales).
OCTUBRE de 1891.
Cualquiera oue recibe á un nino en
mi nombre, á mí mo recibe.
(M a t u . X V Ill).
Os recomiendo la ñinez y la ju
ventud ; cultivad con grande
esmero la educación cristiana;
proporcionadles libros que en
henen a huir el vicio y á pra
cticar la virtud
(P ío 1X1.
Bedoblad todas vuestras fuerzas
á fin de apartar á la niñez y
juventud de la corrupción ó
incredulidad y preparar asi una
nueva generación.
(L kon X III).
—í ^ ( DIRECCION en el Oratorio Salesiano — Calle de Cottolengo N. 32, T U R IN (Italia) )&|-h-
S U M A R IO .
El templo de H aría Auxiliadora en Tnrln.
£1 adiós do los nuevos Misioneros Salesianos.
Visita del £mo. Cardenal S otelli al Oratorio de San Francisco
do Sales.
Fiestaa en honor de San Lnis Gonraga.
Conmemoración j bumeiinje.
Si qneréis la felicidad do vuestros hijos edncadlos en bnenos
colegios.
Vidrieras para la capilla de S. Pedro eñ la iglesia de Marta
Auxiliadora.
Noticias de nuestras Misiones. — Cartas de Patagoniay Chile.
Funerales.
Gracias du Marta Auxiliadora.
San Francisco de Sales Patrono <le la Obra Saleslana.
EspaGa. — Fiesta en los Talleres Saleeiauus de Sarriá.
Instituto Salesiano.
El Rev.niii S. Arzobispo de Caracas en Tnrtn.
nistori.a dul Oratorio de San Fraucisco de Salee.
Sensible noticia.
iViVi'ii'ii'/iVih'n’nWn'nV.ViV
AA A AAAAA.A
EL TEMPLO DE MARIA AUXILIADORA
E X T U R i::.
Bosco lia sido bendecida por el c ie lo :
muebas son las personas de quienes he
mos recibido relaciones de gTacins obte
nidas p or intercesión de M aría A u x ilia
dora desjniés de ofrecida una lim osna para
su teinjilo.
D a m o s la s g i’a c ia s in.4s r e n d id a s á e n a n to s n o s lia n a y u d a d o á c u b r ir lo s g ra n d e s
g a s to s q u e la o b r a h a d e m a iid a d o , ó i n
v o c a m o s la c a r iíla d d e iiiie .s tro s le c to r e s
p a r a lo s (p ie a ú n « p ic d u n [ k u * hac(*r.se.
L a í^ a n tís im a V ir g e n lo s re c o m p e n c o
c o n la r g in v .a y o ig a lo s v o to s ( jiie h a c e
m o s c a d a d ía jio r la fe lic id a d d e n iie .s tro.s b ie n h e c h o r e s y la d e s u s fa m ilia s .
K L
A D IO -
cl2 los nuevos Misioneros Salosianc:.
(D u L ’ i'iiilíi CdUoJ.cn ) .
X o s o o m p h io iM im s e n a n m ic in r q u e lo s
trn lu ijo .'j (le « Ic c o ra c ió ii d e l te m p lo d e
I.;:i ver<liídera IrnMn es maestra ile los pue
lía A i i x i l i i i d o r a c o n t in ú a n c o n to d a f e li- blos en la fe y civili/anaón. I ’eroel jíolm-rno
c itla d , y e o n íia n io s e n D io s q u e « jiie d a - iiela.sto de la masonería ímpiH's;o
nuestra
r á ii t e n n iiia d ü s ]>ara la fie.sta s o le m n e q u e jiatiin no sino la aniquila eeiuióniiranieiife ,
se e e le b r a r ú e l 8 d ie ic m lu e .
i sino <pie nio’.almente la mata. A la vetilad
K s tu ile e o i- a e ió n .lie H ia en h o n o r ile "M n- t íjiie nmelias rircnnstaneias ocurren en la.s
vía y c o m o m e m o r ia a fe c tu o s a d e D o n i cuales debemos casi avergon/iarno.s de ser y
—
120
de llamarnos italianos; tanto se ha rebajado
y prostituido este nombre... Mas á la mauei'a
que se enaanclia el corazón del viajero que
en el continente africano después de recorrer
vastas arenas ardientes avista un oasis, ver
dadero paraíso del desierto, donde toma re
poso á la sombra de frondosas i)almas y apaga
la sed en las aguas de cristalina fuente, así
también la religión, que ti despecho de la
tiranía li!»eral, continúa siendo la principal
gloria de la verdadera Italia, Jios proporciona
de tieini)o en tiempo ocasión de asistir á
escenas de valor y sa<;riíicio, do fe y lieroisnio
que nos permiten enorgullecemos del nombre
de italianos católicos...
Tal era la consideración que nos venía á
la mente al presenciar el domingo próximo
pasado (10 de Agosto), en la iglesia de Ma
ría Auxiliadora (en Tarín) una de aquellas
funciones q u e , jamás dejan de producir la
más delicada y profunda impresión. Grande,
fuó el concurso de personas de todas las cla
ses sociahís que allí acudió deseoso de con
currir con oraciones y limosnas á la santa y
nobilísima obra do la propagación de la fe
y de la civilización cristiana en las regiones
de pobres iutieles.
Anunciado un discurso del misionero pres
bítero Don Luis Calcagno, jefe de la espedición salesiaua destinada á la líepública del
Ecuador, veíanse en el presbiterio, formando
un semicírculo ante el alta r, á sus compa
ñeros de viaje y fatigas a])ostólicas, á la vez
que muchos otros sacerdotes, clérigos, cate
quistas é Hijas de Marí<i Auxiliadora pron
tos también ápartir, quiénes parala funda
cióu de una casa Salesiaua en Orán (Africa)
quiénes para la de otra en Lima;, capital de
la líepública del Perú. Apenas hubo subido
al pulpito llamó la atención del inmenso au
ditorio el aspecto del misionero, de alta talla
y descarnado semblante, y en el cual bien
86 advertían las consecuencias de largos y
penosos viajes, de los obstáculos de todo gé
nero superados, de las dificultades vencidas
con peligro de la misma vida. Su lenguf^ie
fué franco, vibrante, lleno de esa convicción
que persuade y cautiva, y de sublime evan
gélica simplicidad.
Comenzó su exordio recordando que á fines
de 1887 Bou Bosco había bendecido en la
Iglesia (le María Auxiliadora, la primera ex
pedición de misioneros para el Ecuador;
fué la última vez que Don Bosco entró en
el santuario de María Auxiliadora, pues que
pocos días después postrado por mortal enfer
medad lio pudo ya dejar la cama; y la úl
tima noticia que recibió antes de volar su
alma al cielo fué la que por telegrama le
daba el Presidente del Ecuador sobre la feliz
llegada de los Misioneros,Salesianos. Abora
sin duda que su espíritu contemplaba la se
gunda expedición para realizar los vivos de
seos que años antes había manifestado. Pero
i (jué han hecho en el Ecuador los Salesiauos?
—
¿qué están llamados á hacer? A l hallarse
eu una capital, llamados por un Gobieruíj
podrá alguno imaginarse que no son verda
deros misioneros ; pero nó, que el Sumo Pon
tífice los mandó á fundar la misión allí, de
donde habrán de pasar al otro lado de la
cordillera liara evangelizar á millares de in
dios y donde se establecerá con este objeto
un Vicariato Apostólico confiado á los Salesianos. En Quito mismo mucha parte de la
población es áe indios, cuyas facultades es
tán entorpecidas por la habitual borrachera
y otros vicios. Para rehabilitar á estos in
dígenas es menester conformarse á la idea
del célebre explorador dominicano el P. Pierre,
y la misma que ya antes había expresado
Doji Bosco, á saber, que es de todo punto
necesario educar á lo.s niños; habrá el mi
sionero (le- renunciar á las costumbres euro
peas y ser por decirlo así iiidio con los in
dios para ganarlos á D ios; habituarse á co
mer como ellos, á vestir como ellos, y como
ellos á beber la chicha detestable. E l misio
nero Salesiano deberá seguir el ejemplo de
san Francisco de Sales y hacer todo eso y
más todavía: atravesará selvas, ríos y mon
tañas, buscará al indio, aprenderá sii lengua,
vivirá eu su compañía, y á costa de fatigas
y privaciones, de enfermedades y peligros,
salvando la vida ya de entre los tigres y
animales venenosos, ya de las flechas del in
dio infiel y sanguinario.
E l acento del misionero, su fisonomía, su
gesto tenían al hacer esta descripción algo
como de inspirado y sublime: nos parecía
ver á San Pablo y o írle : Neqiie mors, ñeque
vita... ñeque creatura aliapoterit nos separan
a charitate Del quae est in Ohrísto Jesu.
Su discurso terminó con recomendarse á
las oraciones de todos y solicitar las limos
nas que son el sostén de las misiones de
Don Bosco.
Se (lió eu seguida la bendición solemne
con el Santísimo Sacramento y en seguida
Don Rúa recitó las preces de la Iglesia im
plorando las bendiciones del cielo sobre los
misioneros; pero luego su corazón iJateruo
necesitó de un último desahogo y pronunció
palabras tan llenas de caridad, de fe en la
divina Providencia y de tan particular afecto
por los queridos hijos que iban á partir que
produjeron en el ánimo de todos la más pro
funda impresión.
Recibido que hubieron los misioneros la
bendición y el abrazo de Don Rúa, abraza
ron á los demás superiores y con gran difi
cultad pudieron salir de la iglesia, tanta era
la muchedumbre que quería llegar á ellos á
desearles toda suerte de felicidades. Dirigié
ronse después á Valsálice á orar ante la
tumba de Don Bosco y prometerle trabajar
con todo empeño, en las regiones á que se
encaminaban, por la gloria de Dios y salva
ción de las almas.
En la misma noche daban un adiós á
— 127 —
Italia para ir unos á embarcarse en Marse
lla y otros en Liverpool. T mientras apre
tábamos la mano al Sr. Pbro. Don Luis Calcag;no y á sus dignos compañeros y sentíamos
en ellas todo el ñiego de aquellos corazones
generosos, pensábamos con cuánta razón
pueden gloriarse la Iglesia y la Patria de
liéroes semejantes, y repetíamos con placer la
hermosa inscripción que habíamos leído en
el frontispicio del patio del Oratorio Salesíano:
ID, HEBMAKOS,
VUESTRA EMPRESA ES EL APOSTOLADO
DE CRISTO;
L A PATRIA OS ADMIRA
Y LA IGLESIA OS AMA.
ADIÓS , HIJOS DE DON^ ROSCO
QUE LA VIRTUD DE TAN ILUSTRE PADRE
RESPLENDEZCA EN VOSOTROS.
tííííím ím n tn m ííííím m
TISITA DEL EMO. CARDENAL ROTELLI
al Oratorio de S. Francisco de Saies.
El Oratorio lia sido honrado una vez más
con una visita que dejará inolvidable re
cuerdo en sus fastos, y dulcísima memoria
y gratitud en los corazones de los hijos de
Don Bosco.
El 27 de junio el Emo. Cardenal Luis Eo
telli llegaba de París á Turín en el tren de
las dos de la tarde, con el propósito de se
guir viaje á Eoma. Pero dignóse con suma
bondad detenerse dos días en la Oasa Salesiana, y en consecuencia recibido en la es
tación por Don Eua y Don Durando fué
aclamado con grande entusiasmo y honrado
con solemne fiesta en nuestro Oratorio.
Se improvisó en la misma tarde un acto
literario musical, que fuó cordialísimo y al
cual Su Eminencia contestó con palabras tan
afectuosas que no nos fué dado contener
nuestra satisfación y reconocimiento, de
biendo así prorumpir en repetidos y gran
des aplausos.
El 28 visitó nuestro Seminario de las M i
siones, en ValsálLce, donde celebró la santa
Misa, visitó la tumba de Don Bosco y per
mitió se hiciera sn retrato fotográfico en el
estudio que en dicha casa atienden dos de
nuestros hermanos.
Volvió en seguida á Turín á visitar la
iglesia y casa salesianas de San Juan Evan
gelista y asistió más tarde á la procesión
que en honor de San Luis Gonzaga hacían
los alumnos externos de nuestro Oratorio
festivo.
•
E l 29, fiesta de San Pedro, celebró la santa
Misa en el santuario de María Auxiliadora
en el altar dedicado á aquel Santo, cuya de
coración está ya concluida, y á las dos de
la tarde tomaba el tren para continuar viaje
á Eoma.
Cedemos aquí la palabra al disting^jido
Director de L ’ Unita Cattolica ^ quien acom
pañó con el Sr. Don Eua al Eminentísimo
Cardenal hasta la estación.
« E l tener consigo á tan ilustre huésped
colmó de legítima alegría á los Salosianos y
á su dignísimo Superior General Eeviuo. Se
ñor Don Miguel Eua.
» Su Eminencia se dirigió á Eoma en el
tren de las 2.35. No es cosa fácil expresar.
el adiós dado en el Oratorio.
Los alumnos, clérigos y sacerdotes salesiav
nos formando larga y doble fila desde el de
partamento ocupado por su Eminencia hasta
la plaza de María Auxiliadora, recibieron
arrodillados su bendición. Aquella numerosa
juventud que por tan breve tiempo había
visto al Cardenal le miraba ya como á padre
y protector y casi diré como á amigo. Su
Eminencia visiblemente conmovido por tan
tierna demostración expresó con efusión los
sentimientos de que estaba lleno su corazón
y llevó muy grato recuerdo de la primera
visita hecha al Oratorio, y que esperamos
no sea la última.
En la Qerarquía Católica leemos que su
Em.cia el Cardenal Eotelli nació en 1833;
tiene por lo tanto 58 año; pero nadie lo ima
ginaría al verle lleno de vida y salud: sn
porte, su grande estatura, sus nobles modales,
su palabra culta, erudita, prudente y afable
forman de él una personalidad distinguida.
sin hablar de los altos servicios prestados a
la Iglesia. »
Ocho días después el Emo. Cardenal es
cribía al Sr. Don Eua el siguiente telegrama:
Rev.ino Don Rúa, Oratorio Salesiano. Turín.
— En la octava de m i venida de ,esa nobl<}
ciudad, donde V. R . con sus sacerdotes y alumnos me honró con una gentileza que no 'po
dré olvidar, me es grato renovarle los senti
mientos de mi más viva gratitud á la vez gue
anunciarle la bendición dada por él Santo P a
dre á la benemérito. Congregación de Don Bosco
ante la tumba venerada del cual vi cuan dulce
sea reposar en el Señor. — Gard. Rotelli.
Indecible fuó la satisfacción experimentada
por Don Eua y todos nosotros al tener co
nocimiento de este telegrama. L a respuesta
dada en el acto fuó la siguiente: Card. R o
telli. — Roma. — Los Salesianos y alumnos
agradecen singularmente la benevolencia de
V. Erna, y la bendición del Santo Padre. La
muy grata visita de V. E . dejará recuerdo im
perecedero. — Rúa.
— 12S —
FIESTAS
en h onor de S an Lu is G on zaga.
Las casas Salcsianas han celebrado con
gran soleiimidad el tercer centenario de san
Luis. En cada una de ellas se engalanó con
singular pompa la iglesia ó capilla, y her
mosos festones y batideras ornamentaban sus
patios. Música excogida, composiciones lite
rarias, panegíricos, misas, comuniones, ])rocesiones, todo se lia hecho cual merecía se
mejante fiesta y dictaba la devoción parti
cular hacia el patrono de la Juventud. Pero
donde íu6 quizá celebrada con mayor expíendor fué en la iglesia de María Auxiliadora.
L a concurrencia fué numerosísima; el pane
gírico pronunciado por el P . Sigismundo
Leonardi llenó de satisfacción á todo ei au
ditorio ; el himno preparado en honor «le san
L u is , alternadas las estrofas con exeogidos
trozos,’ ejecutados por la banda musical, «lurante la procesión, fué de un efecto admi
rable. Después de la bendicióu con el San
tísimo Sacramento, durante la cual se can
taron duhúsimas composiciones y un Tantim
ergo do gran mérito, tuvo lugar una grande
ncadeinia. E l patio estaba transformado al
efecto en elegante y vasto salón profusamente
iluminado. Los discursos y composiciones en
prosa y verso, el canto y la música instru
mental parecían cada uno á su vez distin. guirse y sobresalir 5 tanto fué el esmero qite
se puso en la bueiia ejecución. Don Eua ter
minó el acto con una afectuosa exhortación
á imitar las virtudes del Santo.
Conmemoración y homenaje.'
L a academia ó fiesta litorario-musical ce
lebrada este año en muestra de singular re
conocimiento á nuestro amado padre Don
Bosco y á nuestro querido Eector Mayor y
l sucesor suyo, Don Eua, fué grandiosa, ani; mada y eutusiastsi como siempre. ¡ Cuánta
expansión del corazón y cuánta alegría en
tal manifestación!
Sin liablar de las hermosas composiciones
declamadas en varias lenguas, ni de la mú
sica instnimontul y vocal que obtuvieron
nutridos aplausos, sólo diremos que fué de
exquisito gusto y gracia el diálogo con que
los artesanos presentaban algunos preciosos
trabajos de carpintería, escultura, tipografía
etc., como tributo de amor y agradeciiüieiíto
al Sr. Don Eua. Y 110 hió menos de estimar
el diálogo titulado Los salvajes dcl Ecuador.
el cual fué declamado en traje conforme al
usado por aquellos y con tanto sentimiento
que conmovió hasta arrancar lágrimas de los
circunstantes.
f
Don Eua expresó su agradecimiento con
el más i)aternal y vivo afecto. Las horas de
tan agradable fiesta se pasaron sin sentir.
Las cartas, telegramas y obsequios que
nuestro muy amado Eector Mayor recibió en
tal ocasión, tanto de las numerosas Casas
salesiamis como de nuestros Cooperadores y
bienhechore.s fueron uumero.sísimos y de sin
gular m érito, siendo apreciable sobre todos
una bemiición expresa de Su Santidad
León X I I I .
SI QUERÉIS Ik FELICIOAD DE YUESTROS HIJOS
educadlos en buenos colegios.
Terminado el año escolar, en varias fami
lias llega el casó de preguntarse ¿á qué co
legio enviaremos nuestros hijos?
l‘].ste es un gran problema para las familias
y una «mestión de vida ó muerte para los
ñiños. 1^11 colegio es como una segunda fa
milia, en la cual se pueden corregir los de
fectos no desarraigados en aquélla ó conti
nuar la obra comenzada ya con felicidad por
padres cristianos j pero es también muchas
veces un lugar de corrupción para la mente
y el corazón. ^Cuántos jóvenes han perdido
la moral y religión en los peligros de que
se vieron rodeados en ciertos ci^legios ?
¡ A y de los jóvenes que se educan en co
legios sin religión !
« La buena educación de la juventud, es
cribía Leibnitz es el fundamento principal
de la felicidad humana: reformada la edu
cación se reformaría el mundo. »
Pero si de la religión no se hace la estima
que se debe, y si el educador no sabe valerse
de este elemento omnipotente ó indispensable
jamás podrá esperarse un bien sólido y du
rable de su eometiilo.
Los más eminentes educadores han reco
nocido y proclamado que sólo la religión es
capaz de formar convenientemente al hom
bre. Es necesario que ella ejerza su influen
cia saludable constantemente y no con escasés y como á intervalos j que guíe y se
ñoree la disciplina, la enseñanza y la edu
cación.
Bien se advierte la importancia que en la
escuela se da á la religión en varios países
protestantes j y es harto elocuente y digna
de atención la órden del emperador Gui
llermo de Alemania, por la cual obliga que
cada semána se destinen seis horas á la enseiianza de la relig¡ión en todos los colegios
del estado sin excluir la misma universidad.
Si se quiere, pues, que los jóvenes sean
honrados, morales, buenos ciudadanos y cris
tianos es menester que se les coloque en co
legios católicos sin ambaj.s. X o faltan libres
pensadores y aún masones que tratándose
— 129 —
de la educación de sus liijos, venciendo todo la corriente de las aguas con que apagába
pespeto humano, los mandan á colegios re mos la sed, y alguna vez tuvimos la suerte
gentados por excelentes sacerdotes ó religio de encontrar p iu i y queso con lo cual la co
sos. Este hecho digno de iinitaree poco mida nos parecía de tiesta. Ooutiimábamos
hace que ha sido recordado en el parlamento en seguida la marcha hasta que las muías
podían distinguir bien el camino y entonces
italiano.
Se trata de custodiar el sagrado depósito hacíamos nueva refección, recitábamos nues
que Dios os ha confiado, del alma de vues tras oraciones y tomábamos reposo sobre las
tros hijos, del bienestar de vuestra familia, pieles de cabra y bajo la bóveda purísima
de vuestra propia felicidad. Venced por tanto del cielo.
Sólo pude celebrar misa una seda v o z , y
enantes obstáculos se os presenten. No os
forjéis ilusiones: atended á los hechos. E l fuó en casa de un buen amigo (jue ha dado
árbol se conoce por sus frutos. Abrid ios hospedaje en varias ocasiones á Don Slilaojos y ved cuál es el colegio que merece nesio en su viaje al nacimiento del río Nevuestra preferencia. Si no queréis que vues hueve.
tros hijos sean licenciosos y se pierdan, y
tengan motivos para incriminaros su des
Misión en Malbarco. — Paso difícil.
gracia y la vuestra no los confiéis á quienes
Cementerio en el desierto.
no merecen la confianza ni el aplauso de los
buenos.
En Malbarco me alojó en casa cierto Diloa,
buen
cristiano, muy conocido de Don Milarn is ^
iiii
-^11
nesio y de Don Pauaro, que repetidas voces
han venido á buscar hospedaje en su casa.
Improvisada una capilla, se anunció la mi
sión. Poco á poco fuó llegando la gente de
á pié y á caballo con provisiones para va
rios días. Era consolador ver una numerosa
muchedumbre en el seno de la Cordillera,
ávida de la palabra de Dios, asistir recogida
E l Sr. Presb® Don Mateo Gavotto á prin á la m isa, á las instrucciones y enseñanza
cipios del presente año dirigía al Hmo. Sr. del catecismo y disponerse con verdadero fer
Cagliero una interesante relación sobre una vor á recibir los santos Sacramentos.
A l terminar la misión di gracias á Dios
excursión hecha por varios lugares de la Cor
dillera de los Andes. Fechada está en Chos- de todo corazón por el éxito conseguido,
malal, capital de la provincia del Nauquén, como también á aquellos fieles por la piedad
á distancia de 200 leguas de Patagones. y devoción con que habían asistido á la mi
sión. Les alenté con todo mi afecto y les
Hela aq u í:
bendije una vez más, y por fin partí colmado
Chos-malal, 5 de febrero do 1801.
de agradecimientos y de expresiones cariño
sas mezcladas de lágrimas que enteniecíau
I l :mo . S r . :
exíraordiiiariameiite. ; Pobres cristianos! No
!Me encuentro, finalmente, de vuelta de una querrían que el Misionero so sepai-ase de
misión dada en Malbarco, en el seno de la ellos; pero es menester ir á evangelizar á
Cordillera, en el territorio del Nauqiién bien mil y mil otros que le esperan con ansiedad.
conocido de V. I. La misión duró como dos Pacieiiídaj yo también dejo un i)edazo del
meses, y para cumplir tanto el deseo de corazón entre ellos.
Me dirigí, pues, á Iloblecillo, distante unos
V. S. como el de muchos de mis Superiores
y Cooperadores voy á referirle brevemente 20 kilómetros de Malbarco ; pero hó aquí que
montan á caballo innumerables liombres y
los trabajos hechos.
El -3 de diciembre del ano próximo pasado, mujeres para venir en mi comjKinía. ¿Qué
acompañado de un jóven catequista, cabal es éstoT ¿De que se trata? Quieren tener
gaba en muía y paso á paso, en pos de otra tan sólo la satisfacción de verme sano y salvo
cargada de provisiones y de los útiles nece en la ribera opuesta del Malbarco, rio peli
sarios para la celebración de la santa Misa groso y donde más de un viajero ha sido
y administración de los sacramentos, me di arrasti’ado por las aguas.
Atravesando una colina encontré un pe
rigía á Malbarco, distante loü kilómetros de
queño cementerio, bendecido
años hace
Chos-malal.
E l viaje por senderos escabrosos, ora arri por el celoso sacerdote Don Francisco Urrebando á la cima de altas montanas, ora des jola, el primero que visitó estos lugares en
cendiendo á valles pibfundos, donde seguía viaje de San Carlos (Chile). Hállase circun
el curso de bulliciosos torrentes, duró cuatro dado de una compacta palizada que lo de
días. P or lo regular andábamos desde la ma fiende de las lluvias torrenciales. ; Oh qué
drugada hasta mediodía; luego nos detenía indecible impresión me produjo aquella sole
mos para asar nn pedazo de carne cerca de dad, aquel silencio, aquella cruz bendita y
Inim:nmi
NOTICIAS DE NUESTRAS MISIONES
Carta de IPatagonia.
-
130 —
la memoria de tantos cristianos sepultados
sin liiiber tenido el consuelo de ser asistidos
por un sacerdote, ni recibir los sacramentos!
Me arrodillé y recité algunas preces por
las almas de aquellos difuntos, que esperan
la voz del ángel que los llame á la resurreción en el último día.
Una buena familia. —
Ameno valle.
Butaleufú.
I!
A poco andar llegamos á Boblecillo, ca
serío , cuyas viviendas se eiuMientran sem
bradas á lo largo de la garganta de una
montana. Aquí fuimos períectamente recibi
dos por el Sr. Javier y su familia, en la cabsifia do quienes acostumbran alojarse nues
tros misioneros. Es una de las mejores de
allí y situada á los pies de un alto monte
ofrece una vista admirable : el aspecto de la
llaunra cubierta de prados y bosques, de una
inaguíüca cascada y torrente cristalino es en
extremo pintoresco.
Mo detuvo allí diez díasj y el nino Jesús
quiso bendecir mis trabajos, como que fué
copioso el fruto espiritual obtenido. En la
festividad de Navidad celebré las misas con
buen intervalo una de otra para mayor co
modidad de cuantas personas estaban dis
puestas á comulgar, y muclias de las cuales
deseosas de oir la palabra de D io s , habían
hecho largo camino y abandonado todos sns
intereses por asistir á la Misión y reconci
liar sus almas con Dios.
Terminada esta misión en Boblecillo el
Sr. Javier y su familia para expresarme su
afecto se inscribieron como Cooperadores Salesiauos y me regalaron además un caballo
á lili de que viniera siquiera cada año á ha
cerles una visita.
E l 27 de diciembre salí p.ara Butaleufú,
que en lengua indígena quiere decir gran
río. No es fácU expresar la consternación
que se produjo en el puelo. E l Sr. Javier
se diguó acompañarme eu esta exxiedición
que duró ocho horas mortales. Bien sabe
V . I. cuántas diiicultades se presentan en
estos viajes por la Cordillera, cuántas para
llegar tan sólo de una cabana á otra de es
tos pobres aldeanos, que viven de la leche
de unos pocos animales y de la pobre cose
cha de mal cultivados campos. Peligros en
los precipicios que abisman, en las crestas
de las montanas y en los corrientosos y gran
des ríos, á caballo y á la intemperie. A sí
que cuando se han superado todo éstos sin
mayor consecuencia es justo entonar á Dios
un himno de intimo reconocimiento.
Una madre modelo. —
Una flor silvestre.
Perla escondida.
En Butaleufú encontró hospedaje en casa
de una pobre pero excelente familia, donde
estuve corto tiempo, porque debía apresu
rarme á llegar á Arroyo 8eoo. En este lugar
me alojó en La Veranada de la S ^ o ra Con
cepción Espinoza madre de nueswo querido
hermano Manuel Mendez que está con V. I.
en Viedma. G-rande fué el contento de aquella
buena anciana y de sus cuatro hijas al ver
un misionero salesiauo. Esta familia vive en
medio de estos hermosos valles entre altos
y frondosos montes : Es pobre, pero de gran
virtud y simx)licidad á la vez que de una fe
y piedad angelicales. Tres años hace que
hizo el sacrificio de ver partir á Mendez como
compañero catequista de Don Milanesio, para
que se consagrase á las Misiones Salesianas.
Y al saber que Mendez vive contento en
nuestra P ía Sociedad querríajise ahora en
trar dos de sus hermanas eu la casa de las
Hijas de María Auxiliadora, y anhelantes de
realizar cuanto antes su propósito esperan
que él venga á acompañarlas en el viaje
de 200 leguas á caballo que les será nece
sario hacer.
Después de siete días de estada en Arroyo
Seco y habiendo obtenido abundante fruto
en una misión dada, continué camino hacia
el río Nehueve (que significa rio profundo)
hasta llegar á casa de Don Lucas Becerra.
Nehueve. — Doloroso recuerdo. — El gran pe*
nazco. — La dichosa cabaña. — Un jardín
delicioso.
E l camino que tomamos fué el mismo que
hizo Y - I. en 1887. Pasamos á caballo y sin
novedad los dos caudalosos ríos Nehueve y
Neuquén en compañía del excelente Sr. Be
cerra, quien me mostró el lugar de la catás
trofe ocurrida á Y . I. Pué aquí entre estos
precipicios y en estas alturas espantosas
donde el caballo de Monseñor hechó á correr
á toda fuerza, aquí junto á este peñazco,
donde Y . I. para salvar de niuei*te inmi
nente se arrojó al suelo. En este lugar, co
locado casi exánime fué atendido por Don
Milanesio, Don Panaro, Zanchetta y mis com
pañeros...
No es fácil expresar la impresión que sentí
al recorrer aquel lugar inhospitalario. ¡ Oh
cuánto ha debido sufrir Y . I . ! exclamó mu
chas veces, y di gracias á Dios y á María
Auxiliadora por haberle conservado la vida.
Me acuerdo de la ocásicm en que conster
nados leíamos el año 1887 en nuestra casa
de San Benigno (en Italia) la relación de ta u
— 131 —
triste drama, i Quién me habría podido decir
entonces que apenas pasados tres años yo
debería presenciar al lugar mismo del de
sastre en una garganta de esta espantosa é
inmensa Cordillera?
E l rancho 6 choza pajiza en que Y . I. per
maneció casi un mes enfermo ya no existe;
la nieve lo ha destrído 5 pero Don Lucas y
su recomendable esposa Doña Petronila han
querido conservar memoria de aquel hecho
convirtiendo este lugar en risueño jardín.
El sitio donde estaba la cama de V . I. se
halla cubierto de pensamientos (trinitaria’S )
circundado de rosas y claveles. Me serví de
esas flores para a^fornar un altar portátil
erigido en la misma cabaña que á V . I. sir
vió para administrar los santos Sacramentos.
La misión no pudo ser muy concurrida.
¡ Son tantas las diflcultades del camino I Don
Lucas y su esposa me acompañaron en viaje
al Xeuquén como 12 kilómetros. Me alojó en
casa del Sr. Y iv a n c o , donde estuvo antes
Don Milanesio y dispuse en el acto lo ne
cesario para otra misión.
Cómo los buenos Chilenos
frecuentan los santos Sacramentos.
En la Cordillera las fatigas del misionero son
compensadas mucho mejor que en las demás
regiones de Patagonia, donde se ve una con
fusa mezcla de europeos, indígenas y argen
tinos. Aquí la gente es sencilla, la religión
es practicada con fe viva y los santos Sa
cramentos se reciben con la frecuencia po
sible , no sólo por las mujeres y ñiños sino
también por los hombres tanto pobres, como
de no escasos bienes. Esto honra á Chile.
¡ Qué degracia que esta nación se encuentre
ahora gobernada por un déspota!
En aquellos d ías, si bien era la estación
de verano, soplaba un viento fresco ; las no
ches eran frías y á fin de dar el alojamiento
disponible á las personas de delicada salud,
preferí dormir á campo razo. P or fortuna
llevaba conmigo unas pieles de cabra que me
reparaban del frío y permitían reposar de los
trabajos del día.
Esta fué, amado Monseñor, la última es
tación que h ic e : luego volví á celebrar la
fiesta de nuestro patrono san Francisco de
Sales en Chos-malal y á tomar un poco de
descanso corporal y espiritualmente, con el
fin de prepararme á otra excurción.
Entre tanto envío á V . I. una nota del nú
mero de los sacramentos administrados, me
diante la ayuda de la divina gracia y la pro
tección de María Auxiliadora.
TERRITORIO DEL RIO NEUQUÉN
Missiones dadas desde el 3 de Diciembre de 1890
hasta el 27 de Enero de 1891
Coafesi DC8
LUGAR
ri'Hiií'raB Comuniones
.'ojuiiaioiicB deAOuims PaiiliBm.
93
10
78
5
113
5
93
4
17
4
11
—
105
5
93
14
Est.dol Rio Nohueve
71
3
50
17
Kuinganco . . . .
i2
2
33
4
439
29
803
44
Vialbarco . . . .
toblecillo
.
.
•
Suialeufú . . . .
\rroyo Seco .
T otal
.
.
.
.
Sabe V . I. que en la Cordillera son pocos
los bautismos, porque los chilenos prefieren
emprender largo camino para hacer bautizar
á sus hijos en la pila bautismal del lugar á
que pertenece la familia.
D o y , pues, fin querido Monseñor, á esta
relación con hacerle una humilde petición,
y es tenga la bondad, de acordarse de estos
hijos suyos, hacerles una visita y darles desde
luego su bendición.
D e y . S. I.
Affmo. en Jesús y María
M ateo Gavo tto
Presbítero.
CHILE.
Concepciún, 14 do A liríf do 1801.
Bevmo. y muy querido Monseñor:
L e escribo ésta de Chile á donde he vevenido para proveer á muchas necesidades
de las Misiones y tranquilidad del alma y
del cuerpo, de que harto necesitaba dc.spués
de pasar dos años sepultado con Don Panuro
en la Cordillera de Chos-malal y sin más
aUento que el de una visita de nuestro que
rido Don Savio en ocasión en que me hallaba
bastante enfermo.
Quiero dar noticia á V. I. de las misiones
hechas en lugares que le son bien conocidos
y que por lo tanto le será más agradable
s a ^ r el resultado obtenido.
— 132 —
E l 8 de febrero llegué á N orquín ; pasé
poco después el río Tucumán y visité en se
guida las poblaciones de Rinbileo y Arileo,
donde Don Pascual y su familia hicieron
excelentes recuerdos de Y . I. y me hospeda
ron afectuosamente en la misma alcoba que
sirvió á V . I.
A principios de Marzo me hallaba en el
valle de Ourileo donde pasé todo el mes
dando misiones. E l número de confesiones
fuó de 8U0; las comuniones 750; los bautis
mos 150 y matrimonios unos pocos. L a labor
l’iié grande; muchas mañanas al canto del
gallo me hallaba todavía sentado desde el
día anterior oyendo confesiones. ¡ A h qué
conveniente sería construir allí una capilla!
Los vecinos estún muy animados á empren
der el trabajo.
A Uinhileo volveré ú pasar de vuelta del
viaje , porque. cuando estuve allí la mayor
parte de la gente se hallaba afanada en los
trabajos del campo; y V. I. sabe cómo la
gente difícilmente se resuelve á dejar la tierra
por el Cielo y los intereses materiales por
atender á los espirituales.
Les dije que informaría de mi mala suerte
á- V . I. que ciertamente lo sentiría mucho;
pero ellos me prometieron que ó. mi regreso
cumplirían ñelmente con los deberes de cris
tianos. Veré, pues, si son de palabra.
De camino encontré dos n:fios huérfanos
y en extrema indigemáa, que me rogaron
tuviera caridad con ellos. Los aceptó como
compañeros á fin de educarlos, y de que un
día, si Dios quiere, puedan ser catequistas.
Tan destrozadas estaban mis sotanas á.
causa del viaje y en tal estado de miseria
llegué si.Concepción, que el Director de nuestra
casa Don Spíritu Scavini no podía creer que
yo fuese salesiano; por fortuna traía una
carta, que de lo contrario no sé como me las
habría compuesto.
Leída que hubo la carta todos me recibie
ron con entusiasmo y no cesan de prodi
garme cuidados, de modo que me parece re
nacer entre estos buenos hermanos después
de salir de mi herinita de Chos-malal.
Como i)ara pasar los Andes no tenía di
nero con que pagar un guía que me indicara
el cairtino, me recomemló á Dios y ú litaría
Auxiliadora y no falísirou personas que en
el curso del viaje me atendieron con suma
caridad. Aquí he necesitado buscar vestidos
l>ara mí y mis dos luiérfanitos, como también
algunos paramentos y objetos para el culto
de que se necesita en Chos-malal. H e llegado
en malísimo tiempo ; pero confío en el Señor
que si no los obtengo aquí los hallaré en
'falca.
El mós pobre lugar en que me tocó dar
misiones fue Norquín. A falta de una cabaña
que sirviera do capilla tuve que valerme del
(‘oiTcdor de la antigua ca.sa de la Gobcrmnaón.
El año pasado Don í^avio y Don Panaro to
maron alojamiento en imu choza que sirve
de fonda. Sería, pues, de gran utilidad una
capilla en IS’orquín, y una visita de Mon
señor por acá produciría excelentes resultados.
E l colegio de Chos-malal está cerrado to
davía. A consecuencia de la guerra chilena
no poca gente ha huido atemorizada. Si no
fuera posible abrirla tan pronto aprovecharía
el tiempo en dar otras misiones, con tanta
más satisfacción cuanto que Don Tomatis
parece dispuesto á proporciouarn.j un her
mano que me ayude...
Dígnese, Monseñor, darme sn bendición y
á los queridos hermanos y alumnos do nues
tras casas en Chile.
De V . I.
Sumilde y ohedicntísimo hijo
Mateo Gavo tto
Presb”.
Talca, 21 de .abril de 1891
Mevmo. y muy gíierido 2Íonseñor:
Escribí á Y . I. el 14 de los corrientes en
Concepción, y ahora lo hago gustoso de Talca,
i A h que días tan felices paso por acá con
los hermanos! pero mejor es la obediencia
en el fondo de mi retiro. Mañana partiré por
ferrocarril á San Carlos, y luego á muía se
guiré viaje por la CordiÜera á Chos-malal.
En Concepción y Talca me calzai'oii, \nstieron y proporcionaron varios objet os para los
oficios del culto Mi pobre iglesia se regoci
jará al verme llegar con algunos metros de
tela de seda para el tabernáculo, cuadros
para el
erucisy uu pluvial etc., etc.
N o sabría expresarle todo el agradecimiento
de que soy deudor á mis hermanos de Chile
y en especial á Don Tomatis, que salió per
sonalmente á buscar limosna para la misión
de Chos-malal. Las Hermanas de Jesús me
regalaron una píxhle y uu p lu vial, DoñaCarmen Sepúlveda pagó con creces el costo
de una sotana, de tal modo que con el so
brante compró platos y cu-so.s (cosa de lujo)
para nuestros niños de Chos-malal.
Espero me acompaño el catequista Zanquetta con el que podro dar uua buena mi
sión. Imposible fuó obtener un sacerdote,
j A h cuanto lo deseaba !
¿Cuándo tendré la fortuna de ver á Y . I.
en Chos-malal? ¡Quiera Dios que pronto!
Entre tanto me recomiendo á sus oraeiori-s
ó implorando su bendición soy de Y . I. h . y
Afm o. hijo
M ateo G av o ttd .
Sacerdote.
El Paralitico
sanado por San Pedro.
La
crucifíxión
de San Pedro
GEAJS'DES MDRIEEAS PARA LA CAPILLA DE SAN PEDRO
en la isriesia de María Auxiliadora.
— 131 —
FUNERALES.
Con la solemnidad posible, y gran con
curso de clero y fieles en la iglesia de María
Auxiliadora se han celebrado sucesivamente
funerales por las almas del E.mo Cardenal
Aliinondii, la Señora D'.rotea Chopitea de
Serra, el Doctor Don Carlos D ’ Espiney, el
Sr. Don Juan Bautista Juliaui, el Sr.- Don
Carlos Buzzetti, el Superior Salesiano Don
Juan Bonetti y el coadjudor Don José Buzzetti. Jefe del taller de calcografía en el Ora
torio de San Francisco de Sales.
En los funerales por Don Bonetti el Presb®
Don Francisco Cerrutti pronunció un elogio
fúnebre (actualmente en prensa) para dar á
conocer los grandes trabajos realizados por
tan amado Sux)erior,
tranquilo reposo j desde entonces no sentí
ya dolor alguno, y de mis males sólo me
queda el recuerdo.
Triora, 22 de jmiio do 1891.
A
g u s t ín
L a n t e r i.
C o n v e r s iió a
p u n t o d e m u e r te .
— Dn distinguido sujeto ya octogenario que
había vivido largo tiempo en la incredulidad
hallándose aún en peligro de muerte rehusó
que hasta se le h.ablara de sacramentos y
sacerdote. La muerte se acercaba y aquel
incrédulo parecía sin esperanza para el cielo,
cuando á un sacerdote le ocurrió hacer una
novena á María Auxiliadora para implorar
la conversión del desgraciado. A poco el an
ciano llama espontáneamente un confesor y
86 confiesa con extraordinario fervor y arre
pentimiento. Así el cielo le abría sus puer
tas. ¡Bendita sea María Auxiliadora!
Milán, 17 de abrU do 1891.
S. A.
Gradas do María Auxiliadora.
La Madre de Dios generosísima dispensa
dora de gracias no cesa de manifestar de un,
modo extraordinario cuóuto se complace en
oír las súplicas y votos de las personas que
con viva fe la invocan bajo el título de Ma
ría Auxilio de loa Cristianos. Tenemos á la
vista centenares de cartas dictadas por la
devoción y el reconocimiento por beneficios
obtenidos. La Tipografía Salesiana ba estam
pado hace poco un libro en que se públican
muchas de aquellas no tardará mucho en
darse otro á la luz, y así nos concretaremos
á dar noticia en compendio de una que otra:
l l a l l i s i n fir in o r u n i. — Tres años hacía
q:ie padecía de la vista hasta el punto de
no poder soportar la luz. En vano había
consultado excelentes doctores y usado de
las más acreditadas medicinas. Finalmente
este año en la vigilia de la festividad de
María Auxiliadora me sentí animada de in
sólita esperanza; recurrí de corazón á la
Santísima Virgen, y experimentó en el acto
tanto alivio que, ]>or primera vez después de
tres años, pude salir sola de casa y ver per
fectamente como si Jamás hubiese estado en
ferma do la vista. ¡ V iva jMaría Auxiliadora!
TiirUi, tu:iyo do 1891.
ItosA R ig a .
P p o i i f a o u r a o ió li. — Después de ocho
meses de penosos dolores á la espina dorsal,
ú la espalda y estómago, sin potler trabajar
ni aún nqmsar, me vino el p(Misamieiito de
recomendarme, á María Auxiliadora; le hice
una promesa y e < m u 'n e é ( m i s u honor una
novena. ¡ Üh prodigio! Ai i.i.i;anto conseguí
FRANCISCO DS SALES
Patrono de la Obra Salesiana.
(De E l Iris de la Fe. — Caracas, 24 de junio).
La memoria del justo es de bendición, su
nombre historia de maravillas y el reinemoramiento de sus hechos portentosos, aliento
poderoso y enseñanzas fundadas para las ge
neraciones en el camino del bien. E l brüla
en el horizonte de las humanas esperanzas,
con la apacible luz con que ilumina la virtuíí
á las almas puestas por Dios en el mundo
para realizar esos portentos en que se mira
con evidencia la protección especial del Se
ñor, cuyas misericordias no tienen número.
A esta raza bendita, que se dilata como campo
florido y que espaiide el alma con la suavi
dad de su aroma pertenece san Francisco de
Sales, cuyo solo nombre es poema de encan
tadora belleza. E l solo nombre del Obispo
de Ginebra es dulcedumbre y suavidad: hay
una cadencia peregrina en las sílabas que lo
forman, que parece más par,a ser cantado al
acorde de bien templados iiiscrumentos mú
sicos. Porque él fue escojido para dar cum
plido ejemplo de aquella palabra del Divino
M aestro: Aprended de J/f, que soy manso y
dulce de cora.z6n. En Franci3<!0 de Sales se
hizo carne esta enseñanza divina, para mo
strar eternamente á los que pelean el buen
combate que no hay tiinnfo que no se al
cance con la protección del Cielo.
Gloria al que es digno de gloria, porque
nos ha dado en san Francisco de Sales un
protector y estímulo eficaz en nuestras as
piraciones por una vida mejor.
— 135 —
La Liga Salesiana ha venido anualmente
celebrando con solemnidad la fiesta de san
Es san Francisco de Sales el patrono de Francisco de Sales, Patrón titular de la Obra
la Obra de Don Bosco que abarca el mundo Salesiana, y en este año el señor Reiítor,
en su constante aspiración, para derramarse Doctor Arteaga hizo venir de Europa una
en oleadas de amor candente en el Corazón bella iraágin de bulto y de tamaño natural
de Jesucristo, después de haber hecho el del Obispo de Ginebra para dar un impulso
bien en nombre de Dios, á los hombres y á más á la Liga. Tamaña adquisición requería
los pueblos j porque los Hijos de Don Bosco una fiesta secular y se hizo de tal nmiioira
son los hijos del trabajo y de la virtud, los que todos han quedado complacidos de ella. No
•hijos de la ciencia y del Santuario. Ellos for sólo veneramos en ese día la imágon, sino
man un campamento hermoso en cuyo centro una preciosa reliquia de san FraucisciO, que
se levanta el Lábaro Santo, que es él que bondadosamente regaló el E. P. Superior de
les da el valor para el combate y la segu la Casa de Turín.
•
ridad de la victoria. Es que ellos viven ani
Para el sábado 13 de mayo se fijó el co
mados por el espíritu de Don Bosco, al cual mienzo de las fiestas, y hubo en los ánimos
amoldó el Señor para dar al mundo, en algo así como eléctrica conmoción de entu
señanza salvadora en estos días en que faltan siasmo arrebatador, parecía que se iba no á
los principios y hay desbarajuste en las asistir á la fiesta en que se veneraría la imáideas, en que se quiere separar al Cristo del gen de san Francisco, sino su misma vene
trabajo para implantar en nombre de femen rable persona. A las 3 1^2 p. m. empezó á
tidas libertades el socialismo y holganisujo, llenar el concurso las naves del tem plo, el
y por ende sumergir las sociedades en pro cual estaba suntuosamente decorado, no fal
fundos abismos, de degradación y miseria.
taban los ramilletes y las coronas frescas de
Gloria al que es digno de bendición por odoríferas flores, y las luces que parecían
que nos ha dado en Don Bosco un liberta estrellas que brillaban en el recinto santo.
dor y un factor de verdadero progreso.
En el presbiterio en bien preparada mesa
Hace como cuatro años que se fundó entre estaba san Francisco de Sales en la actitud
nosotros la Liga Salesiana, siendo Eector de del Doctor de la Ig le s ia ; tiene un no sé que
ella el señor Pbro. Doctor Eicardo Arteaga, de bondad que atrae, de majestad que se im
venerable Cura de Altagracia, y es en esta pone, de gracia que despierta la devoción.
iglesia donde reside el Centro y la L iga en
Eran las 5. p. m. cuando el limo. Metro
la Arqnidiócesis. E lla cuenta con miles de politano revestido con capa pluvial y acom
confederados que ruegan, y que ayudan á pañado de honorables capitulares y parte
sostener con sus limosnas la institución de notable del C lero, empezaba los cantos ri
Don Bosco. E lla ha crecido como todas las tuales de la bendición de imágenes; allí es
cosas que acepta el Señor: empezó humil taban porción de damas y caballeros que
demente y hoy es un numeroso ejército apadrinaban aquel solemne acto. Terminado
que clama y cuyos campamentos cubren una éste se depositaron las ofrendas, mientras ios
grande extensión. A sí es como se desarro- acordes de bien organizada orquesta licua
fian esas saludables instituciones en todas ban con aires de triunfo las naves del tem
partes donde el espíritu religioso no ha de plo; en seguida comenzaron las Vísperas que
caído , y dicho sea en honor y por justicia se cantaron con la solemnidad que deman
que en Venezuela á pesar de las persecucio daba tan extraordinaria ocasión. Luego apa
nes religiosas, de las diatribas de la impie reció en la Cátedra del Espíritu Santo el
dad y los denuestos de la herejía, el senti señor Arcediano Doctor Juan Bautista Cas
miento cristiano tiene bases sólidas que se tro, el cual trató do la Obra inmortal de
maniñestaii siempre por solemnes protestas Don Bosco. Hizo una exposición levantada
6 por sacrificios generosos. No hay que pararse de ella, haciendo ver la iiecesidaíl <le la edu
á mirar los males y los conatos de la maldad, cación religiosa para formar ciudadanos dig
porque ellos habrán de existir siempre para nos, mejores padres y hacer honorable á la
denotar la grandeza y la santidad de nuestra sociedad venezolana; excitó á lo.s allí con
doctrina: es necesario que haya herejía para gregados á pedir por la intercesión de san
que subsista en su noble cometido la Mema- Francisco de Sales, el advenimiento á esta
jera de la paz. A llí están las Obras de la Patria querida de los Hijos de Don Bosco.
Adoración Perpétua, el Apostolado de la E l mayor elogio que hacemos de nuestro
Oración, la Santa Infancia, la Pfopagacion querido maestro, es el guardar sus palabras
de la F e y otras tantas institucioneá en las que en nuestro corazón. Ellas son para nosotros
se-*e en acción la caridad cristiana. T ^ es siempre voz de salud, porque de.sj)ierta re
sdir«las manifestaciones de la actividad reli cuerdos que pasaron para nunca más volver
giosa que tan ópimos frutos da en nuestra pero que influyen directamente en nuestra
vida sacerdotal. Todo terminó con la Ben
cristiana sociedad.
dición, dada por el Señor Arzobispo con la
santa reliquia de san Francisco.
• *
El domingo á la 6 se celebró la misa de
— 13G —
la Comunión á las C, en la que más de 400
jjerHonas recibieron á Jesús-Hostia. A las 7
dijimos la misa de prima, en la que el maes
tro Silva to(!Ó lo más selecto de su rico re
pertorio musical. A las 0
entonaba el sa
cerdote (]ue debía oficiar eu la fiesta, el Detts in
(td¡ntnr¡7ívi. Serían las 10 cuando lleg;aron á
(lar i)i'¡ma’i)io á la santa Misa. Después de
cantado el Evuníjelio el señor Doctor R ei
naldo Msculpi, VtíJíerable Cura de el Recreo,
dijo con voy. jrallarda y castizo lenírnaje y
profusión de piedad, el i)ajJtígírico del Santo.
Reliz, muy feliz estuvo el querido compañero
á quien el Señor Uá dado muchos talentos, y
los cuale.s el hace fructificar en obsequio de
las almas redimidas por Jesucristo. L a so
lemne fiesta del doiuingo en la mañana ter
minó dejando á los ánimos impresionados
duhíomcnte por la majestad que revistió en
todas sus i)artes.
Serían las 5 1\2 cuando se dió comienzo á
las Com])letas, al terminar jiredicó el señor
Pbro. Doctor Ri(;ardo Arteaga, sobre la excelüiuáa de la caridad y del pensamiento que
animó á Don Rosco en todas sus obras. ¿ Qué
decir del que ba co.sechado elogios y aplau
sos, del que toma eu la cátedra sagrada pro
porciones considerables, porque estando allí
está en su elemento? L a función <lo la tarde
terminó con la Salve^ y con la bendición que
la dió el señor Director.
A sí pa.sarou esos momentos de bendición,
dejando c.(nno todas las cosas santas, con
suelos inefables eu el corazón y recuerdos
saludables para el j)orvenir. Ellos pasaron,
dejando huella bendita que marca el derro
tero del cielo, ellos j>asarou llevando nues
tros rezos y dejándonos esperanzas de ven
tura, fortaleza para el camiuo y principios de
fecnmdas (;reacioiies espirituales eu el alma.
Hemos finalizado nuesti’o intento animados
de la mejor buena voluntad, no habiendo sido
bastante á arredrarnos la penuria de nuestros
alcances; solo quisimos consagrar el recuerdo
de esas fiestas, con el esfuerzo generoso de
nuestras simpatías por la Obra Salesiaiia.
Que Dios nuestro Señor quiera en su mi
sericordia \ior la intercesión de IMaría A u
xiliadora, bendecir los esfuerzos de loa venozohiuos, para que eu no lejano día salu
demos gozosos el advenimiento d e lo s R R .P P .
Salesianos.
Pelieitamoa al señor Arzobispo como tam
bién al Sr. Presb.o Doctor Arteaga, quesieinl»re tiene tendida una mano generosa á toda
obra buena (uiahiuiera que ella sea ; á é l ,
que es el (pie ha promovido y fundado la
Idga Salesiana y que trabaja con celo por
apresurar la venida de los hijos de Don
Busco.
L. R. R ad a
jPrcsb.o
ESI>A.]sr^
Barcelona-Sapriá.
Fiesta en los Talleres Salesianos.
Como préviamente anunciamos, el día 15
del corriente, festividad de la A.suncióu de
Nuestra Señora, tuvo lugar eu los Talleres
Salesianos de Sarriá, la solemne distribución
de premios á los niños de tan benéfico esta
blecimiento ; premios que se habían dividido
en tres grupos: de religión , de letras y de
artes y oficios.
Ejecutada una bonita marcha por la banda
de la casa, que consta hoy de 40 á 4.) ins
trumentos , algunos jóvenes asilados decla
maron la hermosa poesía; La preacncio, de
Dios, y un interesante diálogo sobre el Cateci
smo, que dejó muy complacida á la numerosa
cuanto escogida concurrencia que acudió á
presenciar el acto.
Entre otros trabajos, notabilísimos que tu
vimos el gusto de oir, recordamos con espe
cial complacencia dos poesías referentes á la
Fe de España la primera, y relatando la se
gunda los últimos momentos de Don Bosco.
Ambos trabajos merecieron unánimes aplau
sos, así como la esmerada ejecución que su
pieron dar á todos los jóvenes encargados
del programa.
La banda de música fué también muy
aplaudida, especialmente al final de la sin
fonía del maestro Devecchi, sobre motivos
del Stabat Matcr de Rossini, y después de
la ejecución de la gran marcha triunfal del
maesti‘o don F . Brunet y Recasens, de esta
ciudad.
E l premio de Tipografía lo obtuvo el joven
Gerónimo A rcatister, que demostró su ap
titud y aplicación en el oficio, con un cuadro
representando un juego de targetas fantás
ticamente entrelazadas. E l primero de en
cuadernación correspondió al joven Carlos
Muñoz, por haber hecho señalados adelantos
eu muy poco tiempo en el oficio. El primero
de Sastrería al joven' Julián Juaiiola, que
confeccionó un pantalón al cabo de muy po
cos meses de aprendizaje. E l primero de Za
patería al niño Ramón Ricart, que presentó
eu la exposición un par de zapatos esmera
damente confe(!cionados. E l primero de Eba
nistería á los jóvenes Juan Comas y Miguel
Rufas, ])or una cómoda de n o ga l, no con
tando más que unos 15 meses de aprendi
zaje. E l primero de Tornería á Francisco D a
rán y el de Carpintería al joven Guillermo
Duráu, que á los ocho meses de aprendizaje
hizo una elegante mesita de noche « ^ e s
merada perfección. En la sección de^áfeültura se juzgó digno del primer prem l^al
joven José Rubianes, que con sólo diez meses
137 —
de aprendizaje lia modelado dos hermosas
estatuitas, una del niño Jesús y otra de la
Virgen Auxiliadora. E l primer premio de
Dibujo ganólo el jóven Eamón Casanellas,
que presentó en la exposición un retrato del
Santo Padre y otro á carbón de la conoci
dísima y benemérita señora doña Dorotea
Chopitea de Serra (q. e. p. d.).
Cuantos tuvieron el gusto de asistir á la
fiesta se retiraron altamente satisfechos por
los progresos que demuestra cada uno de
los actos celebrados por la benemérita insti
tución Salesiana. ¡ Quiera el Señor continuar
bendiciendo la obra que con tanto fruto fundó
Don Bosco, para que sus humildes y pia
dosos hijos puedan seguir favoreciendo á la
juventud obrera , tan asediada hoy por los
errores modernos de todos matices ! Y quie
ran también seguir los piadosos protectores
de los Salesianos, dispensándoles su apoyo,
que tan fecundo resulta en pro de los séres
hoy más necesitados de amparo: los hijos
de la familia obrera (.Diario Catalán, 18 de
agosto).
Instituto Salesiano.
(D al D iario Catalán),
* E l digno sucesor de Don Bosco en la
nunca bastante ponderada fundación de los
Talleres Salesianos, D. Miguel Etia, con fecha
16 de julio último ha dirigido á los señores
Cooperadores y Cooperadoras salesianos una
extensa circular, dando noticia de la.s obras
que la Congregación tíejie entre manos y de
lás que trata de emprender para la mayor
gloria de Dios. »
En la imposibilidad de insertarla íntegra
en su D ia r io , extracta ios párrafos más sa
lientes, recomendando á sus lectores coadyu
ven en la medida de sus fuerzas á obra tan
civilizadora, como es dice, la que la P ro vi
dencia ha encomendado en nuestros tiempos
á los hijos de Don Bosco, llamado con razón
el san Vicente de Paul del siglo X IX .
« La obra de Don Bosco, añade, que pa
rece destiiiada á dar un continuo mentís á
la impiedad y una lección constante á la demagogia y al socialismo, ha adquirido un
desarrollo pasmoso. Los talleres salesianos
contaban á fines del año 1890 250 casas fun
dadas , en las cuales reciben educación y
aprenden las artes y oficios cerca de dos
cientos mil niños abandonados por sus pa
dres, ó dejados por no poderlos sostener.
Hasta en la Patagonia salvaje, en Asia, en
Africa y América ha llegado la influencia
de ese maravilloso instituto, y últimamente
ha plantado sus reales en Belén, la ciudad
santificada por el nacimiento del Señor. Y
no solamente en artes y oficios es la Socie
dad Salesiana una maravilla, lo es en agri
cultura como lo prueban sus colonias.
E l 10 de marzo último la Sociedad de agri
cultura del Varo ponía en manos del Direc
tor de la Colonia Agricola Salesiana de la
Navarra fr.ancesa una medalla de plata por
las importantes plantaciones y sobresaliente
dirección de esta escuela de agricoltura. El
Presidente, al hacer entrega de la medalla
elogió con entusiasmo la educación que so
da á los pobres en el instituto de Don Bosco.
« Y dirán ahora los periódicos sectarios:
« i qué tenemos que ver con todo esto 1
Y a sabemos que los institutos religiosos están
á la cabeza de las ciencias, de las artes y
deb trabajo 5 que son los mejores amigos del
pueblo: pero nosotros no quenunos que el
pueblo tenga quien lo eduque en virtudes y
el trabajo} 4cómo haríamos de él mangas y
capirotes f *
í Ah , obreros} ah, i)ueblo, abre los ojos de
una vez y busca lealmente á tus verdaderos
am igos! >
Bajo la presidencia del Rdo. Dr. Don R a
món Roses, Curá-párroco de Santa Madrona
y con asistencia de distinguidos señores de
esta capital, tuvo lugar ayer la solemne re
partición de premios á los alumnos del Co
legio de San José, calle Florida Blanca, fun
dado por la malograda D.“ Dorotea de Serra
(Q. E. P . D .) y dirigido por los. Salesianos.
E l acto fué realizado con toda la solem
nidad que merece la importancia de aquél
Instituto en el cual reciben instrucción gra
tuita más de 300 niños. No. podemos menos
de hacer merecidas alabanzas por la per
fección con que aquellos hijos del pueblo de
sempeñaron el magnífico programa de la
fiesta. Cantos, poesías y discursos sucedié
ronse con singular variedad, demostrando
bellísimas cualidades cuantos los recitaron.
Descolló entre todos un niño de unos 13
años, que con una maestría superior á su
edad recitó un elocuente discurso de gracias
en que manifestó los más sinceros senti
mientos de gratitud, hacia los bienhechores
y Superiores del espresado colegio.
Con tal acto los Salesianos h;m manifes
tado una vez más la trascendcjn ia de su
obra y es de desear que so vea ap. yada por
cuantas personas caritativas haya en esta
capital, pues así cooperarán práctica y efi
cazmente á la educación moral é instructiva
de los muchos pobres niños de la Barriada
de Hosíafrauchs.
(D ia rio de Barcelona).
138 —
SL REV. SR. ARZOBISPO DE CARACAS
H IS T O R IA
en. e l
del O ratorio de San F ran cisco de Sales
ORATORIO SALESIANO DE TURIN
SEGUNDA PARTE
El primero do setiembre faimos altamente
IjoiiradoH'Con la visita del Sr. Arzobispo de
Oariwms, que acompañado del Sr. Canónigo
I )im Ricardo Arteaga y del Sr. Párroco Don
Manuel Miclieleiia se dignó aceptar por bre
ves días liumildo hospedaje en el Oratorio
Salosiano. Grande í’uó nuestra satisfacción
y reconocimiento por semejante bondad. E l
Sr. Arzobispo de Caracas, excelente bien
hechor de nuestro Instituto venía á tratar de
conseguir la fundación de dos establecimien
tos salesiaiios en su amada diócesis, donde
el dignísimo Canónigo Sr. Arteaga, que tanto
nos lia obligado con sus preciosos ó imjiondorables servicios, lleno de celo por la gloria
de Dios y bien do las almas ha conseguido
crenr una numerosa Liga de fervientes Coo
peradores Salesianos.
Habríase deseado satisfacer inmediátamonte los deseos del Venerable Arzobispo y
demás egregios bienhechores, pero habién
dose hecho x^oco hace varias importantes
ftmdaciones en Tierra Santa, en Perú, Chile
etc., la escasés de personal ha obligado á
aplazar para octubre del ano 1892 el estable
cimiento de dos casas en la arquidiócesis de
Caracas.
E l R.mo Sr. Arzobispo se complajo en
visitar varias de nuestra casas, á saber: el
noviciado de F o g liz o , donde se preparan á
recibir las órdines sagradas unos cien novi
cios, los talleres de San Benigno, la fábrica
Salesiana do papel de M a th i, el Seminario
Salesiano de Valsálice y tumba de Don Bosco, y los talleres del Oratorio de San Fran
cisco de Sales. Maravillado quedó al con
templar las obras de Don Bosco y la pro
tección manifiesta del Cielo, y en un acto
literario musical celebrado en su honor en
dicho Oratorio, pronunció un elocuente dis
curso en el cual manifestó cuán grande es
timación y afecto les tiene.
E l Sr. Arteaga expresó á su vez con bien
sentidas palabras el vivo interés que le
mueve á trabíyar por la Obra Salesiana, hon
rándola con los más benévolos y lisonjeros
conceptos.
I Dios colme de bendiciones y conceda larga
recompensa á tan generosos corazones!
C a p í t u l o I.
Segundo decenio. — La nueva casa. — Una catástrofe.
— Visible protección del cielo. — Proeza por un pa
necillo. — ^Poesía. — Revocación y término del tra
bajo. — La campana y ei panadero. — Las primeras
Cuarenta horas.
Dado fin al primer decenio de esta histo
ria, en el cual hemos venido narrando los
orígenes y las primeras afortunadas vicisitudes
de nuestro Oratorio, entramos ahora con más
bríos en el segundo, y á decir de lleno su
e.stado de solidez. Si los hechos hasta aquí
referidos hau sido de singular importancia,
de no menos lo serán los que nos quedan
por referir; y todavía confiamos que esta
segunda parte no solo reunirá lo útü á lo
agradable, como la x^rimera, sino que redun
dará en mayor gloria del Señor á la vez que
sea de mayor agrado á nuestros lectores.
Con la nueva iglesia de San Francisco de
Sales se poseía un sagrado edificio, suficiente
para dar cabida al número de jóven es, que
en el día festivo de varias partes de la ciu
dad á él acudían para asistir á sus religiosas
funciones. En la antigua ca p illa, se había
preparado local para las clases diurnas y
nocturnas, que eran frecuentadas por cuasi
300 alumnos de toda clase, edad y condi
ciones. Pero un sitio a propósito faltaba totavía, para dar cabida á tantos pobres niños
abandonados, que á todas horas del día se
presentaban á Don Bosco, pidiendo ser re
cogidos por caridad para evitar los peligros
que se ofrecen en las calles y plazas. Los po
cos cuartos que había, algunos de ellos casi
arruinados de resultas de la explosión antes
dicha, no bastaban á tanta necesidad. Por
lo cual considerada así la cosa, dijo un día
nuestro Don Bosco : « Después de haber pre
parado una casa para el Señor, es necesario
preparar otra para sus hijos. P or lo ta n to,
manos á la obra. »
Y así, i)ensó levantar un edificio en el sitio
que se extiende desde la puerta falsa déla ca
sa hasta el ocupado par la actual fundición
de caractéres tipográficos j y principió aquel
mismo verano las obras, pocos días después de
la solemne bendición de la iglesia. Comenzada
la empresa, los trabajos continuaron con tal
ardor que antes del invierno el edificio estaba
ya á cubierto, nosotros que no conociamos los
caminos y fuentes de la divina Providencia,
viendo de día en día cómo adelantaban las
obras, y se aumentaba el personal y material, sin saber el modo de explicar la cosa,
— 139 —
nos preguntábamos los unos á los otros: i De
dónde saca el dinero Don Bosco, para pagar
tanta gente y hacer una casa tan pronto y
tan grande! T un jovencito muy juicioso
aos respondió : K o habéis nunca visto, lo que
con frecuencia acaece en el seno de nues
tras familias! Sucede muchas veces que hay
niños tan buenos y cariños, que siempre estan metidos en las faldas de sus mamás ó
abuelitas, y ora con caricias, ora con sú
plicas, y sobre todo con su docilidad y obe
diencia, saben apoderarse con tal artificio y
maña de lo que en sus manos y faltriquera
tienen, que no sólo ellos, sino sus otros her
manos y amiguitos participan de tan dulces
j deseados regalitos. A s í hace Don Bosco,
(luien toma el dinero de mano de su madre
la Providencia, de la cual sabe tan diligente
mente hacerse propicio.
Sin embargo una prueba inesperada y bien
dolorosa se esperaba en aquellos mismos días,
tanto para él como para cuántos en nombre
de Dios, le tendían generosamente sus manos.
El edificio, como hemos dicho, se hallaba
ya á cubierto, el maderamen colocado en su
puesto, adelantado bastante la obra de car
pintería y las tejas amontonadas ya sobre el
edificio para ser colocadas; cuando en esto
un violento y prolongado aguacero hizo in
terrumpir toda obra. X aquí fué fro y a ; la
lluvia durando días y noches, el agua cor
ría por maderos y tabiques; y sea que la
obra era reciente, ó sea que la cal no era
buena, el caso es que las paredes sin na
da de cemento ó ligmlura quedaron con los
solos ladrillos puestos el uno sobre el otro
i T qué sucedió! Una terrible catástrofe
Era á media noche del 2 al 3 de diciem
bre, en que estando Don Bosco y sus jó
venes todavía en su primer sueno, son in
temimpidos por un ruido que poco 4 poco
86 hace más intenso llegando á poner á todos
en espanto. Debido al estruendo y 4 los gri
tos de la buena madre Margarita primera en
despertarse, todos saltan de sus camas en
horrible gritería, ignorando lo que sucede,
huyendo y sin saber á donde, y yendo en
vueltos en sus colchos y mantos de dormir.
A los unos se les ve en el patio caídos en
un pequeño estanque, 4 otros bajo cercanos
morales, y 4 otros temblando de miedo y
frío junto 4 las altares de la iglesia. Bien
pronto nos dimos cuenta de la causa de tal
laberinto. Muchas paredes de la nueva casa
se habían agrietado, y maderos, tejas y otros
materiales echados completamente 4 perder;
E l desastre fué grande^ pero con respecto
á las personas se vió visiblemente la pro
tección del cielo. Referii-emos tres hechos:
Por la parte derecha de la iglesia, la nueva
construcción daba 4 un bajo y viejo departemento en donde dormían Don Bosco y
treinta jóvenes. Pues bien, sobre esta parte
pendía un grueso y alto pilar que era como
el sostén de la nueva construcción. A la
mañana siguiente una comisión del Munici
pio fué 4 examinar la causa del desastre, y
el señor Gabbetti, uno de los ingenieros, exa
minando atentamente aquella columna pre
guntó 4 Don Bosco : — ¿Quién ha dormido
esta noche en este sitio ! A lo que contestó Don
Bosco : — Y o , con unos treinta de mis niños.
Entonces, el entendido ingeniero, tomando
del brazo 4 Don Bosco, le d ijo : Vaya, pues
con sus treinta niños á dar gracias 4 lá V ir
gen , qne bien lo merece. Sepa que la co
lumna se sostiene contra todas las ^eyes
del arte, y si llega 4 caer en la dirección
que está inclinada, todos Vs. perecen apla
stados, en sus camas. »
Se dió pronto orden de derribarla; : pero
como hacerlo para poner 4 salvo la vida de
los trabajadores ! Con todas las i)recaucú/ues,
los albañiles la sujetaron con gruesas 'cner
das, levantaron con maderaje 4 niain^^’a de
un puente, y poco 4 poco fueron derribán
dola, librando así á nuestra pobre yi.yieja
casa de una fatal ruina. Otro hedió de la
divina Bondad fue éste. Por la manaqjk del
día siguiente, todavía quedaba en pié. fle la
nueva casa, la pared que miraba á medio
día y en dirección al x^atio. Cuando ^ í i la
Comisión municipal, Don Bosco y vanos de
nosotros estábamos como atolandradós mi
rando y lamentando tanta ruina, uno diales
jóvenes da un grito diciendo: Muid, dl^ódos
como un relámpago huimos del lugar d ^ pe
ligro, y nos refugiamos en el iia tio ; cuhndo
apenas llegados, desplómase la i>ared,'arro
jando á grande distancia maderas, piedras
y todo. De tal manera' quedamos impre
sionados á vista de aquel suceso, que es más
para pensarlo que para decirlo, de tal modo,
que por muchos meses el más mínimo mido
de un carro ó cosa semejante nos hacía estar
temblorosos, acobardados y pálidos como la
muerte. — Igualmente por la hora en que
tuvo lugar la desgracia, se ve la miserico
rdia de Dios.
Es de notar que todas las noches acudían
á nuestras escuelas nocturnas por centenares
los chiquillos. A la diez salían de süs res
pectivas clases, y, como propio de muchachos,
antes de ir 4 sus casas so entretenían ju
gando con los internos por los bajos del edi
ficio en construcción. Ahora bien, calcúlese
que mortandad no sucede, si el derrumba
miento acaece dos horas antes! Pero el buen
Dios no lo permitió. Por esto aun ahora le
repetimos las gracias, que ya le dimos con
un solemne Te Deum y una Comunión ge
neral , ya que 4 su misericordia es deludo
saliéramos salvos de tan inminente xieligro,
Misericordia D om in i, guia non sumua conaumpti.
En esta noche qne la pasamos en vela,
parte en las habitaciones más apartadas del
punto del peligro y parte en la sacristía y
en la iglesia, sucedió un chistoso episodio.
Y fué el caso qne entre nuestros compañeros.
— 140 —
había uno, sastre de profesión, llamado Iiioceneio Bruneiifío, el cual cojeaba un poco y
siendo algo lailvQ de resultas'de una eiitermedad, veíase ol)ligado á usar peluca, reuniendo
íi esto gran chiste y buen humor. Durmiendo
como todos los otros con la .mayor tranquili
dad, al ser despertado tan bruscamente sin
saber lo que sucedía, salía de la cama y huye
mós que de prisa siguiendo íi los otros y de
jando bajo su almoJiada el panecillo para el
almuerzo <lel día siguiente, que se distribuía
á cada uno en la noche anterior(l). Advertido
de ello y todo apesmlumbrado, sin atender íi si
había ó no ])eligro, ni á las voces que procura
ban disna<lirIo, á despi^dio de todo va en bu
sca de su anhelado panecillo, lo halla todavía
en el lecho, lo coge, vuelve á sus compañe
ros lleno do satisfacción y corriendo cuanto
le permiten sus defectuosas piernas, exclama,
como fuera de s í : — ¡L o he salvado 1 j lo
he salvado í — abrazándoles al propio tiempo
y dando grandes muestras de alegría.
Todo el tiempo que después vivió tenía
mos gusto en el saludarle con su ¡ L o he salvado! ¡ lo he salvado! y él tenía todavía mayor
satisfacción en referirnos la proeza por un
panecillo. Quien en verdad dió pruebas de
gran valor se hizo digna de toda alabanza
ftié la madre de Don Bosco la cual, una vez
alejado el peligi’O quedó toda la noche aten
diendo á nuestro cuidado y colocándonos
al seguro, á quien en una parte á quien en otra,
como general en campo de batalla. Veiásela
como solícita madre olvidada de sí misma
para atender al cuidado de sus hijos. Au n
que no menos Don Bosco mostróse digno
hijo de tan buena madre j ya que por poner
á salvo nuestras vidqs ponía en peligro la
suya; y una vez fuó este inminente á poco
rato después, que la no menos valerosa
Margarita, le apartó como por fuerza, obli
gándole á retirarse.
Después de pasado por algún tiempo el
susto y la pena del desastre, uno de nues
tros compaueros que estudiaba pintura, jo
ven de claro talento, compuso una poesía* en
piamontés, que nos hizo reir en gran manera.
ISs este Don Carlos Tomatis, pintor de nota,
y hoy día profesor de dibujo en el'Iustituto
técnico de Fossano.
E l derrumbanüento de la casa á más de
los daños materiales, nos ocasionó gran
des estorbos. Lo adelantado de la estación
imposibilitaba continuar y terminar los tra
bajos. Y entre tanto |cómo atender á nue
stra estrechez ? Habíamos hecho de la ne
cesidad virtud, lleparada la pared de la
capilla antigua, se redujo ésta á dormitorio ;
y las clases diurnas y nocturnas con la de
bida cautela y cuidado, se trasladaron á la
iglesia nueva, la cual eu los días festivos se
( l ) So «taba la uocbo a u to rio r, d eb id o ,lí qu e ^•a^io8
jó v e n e s debúm e star m u y do m anaua eu oasa do sua
te.s][ietivo5 am os d o la ciudad.
destinaba al culto divino y á las prácticas
religiosas, después de haber servido durante
la semana para, colegio y palestra literaria.
A penas comenzada la próxima primavent
de ISüd se puso manos á la obra co?i el ftn de
recoustniiL- el edificio; y la misma divina Pro
videncia que había inspirado á Don Bosco partí
GomenziirJo, continuó prestándole su ayuda
para terminarlo. Entre los. bienhechores se
distinguiuron la egregia señora Duquesa de
Montmoreucy y los ilustres señores marqueses
de Fassati. De tal manera marcharon adelante
los trabajos, que en el mes de octubre la casa
estaba ya terminada. Tan pronto como se pudo
liabitar trasladamos las clases, el refectoriu
y ios dormitorios ; y pronto llegó el número de
los jóvenes recogidos á cerca de 65 , muchos
de los cuales hicieron una brillante carrera.
También Don Bosco eligió habitación, y fu6
la que habitó para uo cambiarla sino sólo
por la del ciclo.
CCo)itinuará)
A U L T I M A HORA.
SENSIBLE NOTICIA.
U n telegrama de Boma nos anuncia que
el E .” ” Cardenal Eotelli ha muerto á conse
cuencia de una fiebre tifoidea.
L a Sociedad Salesiana pierde á uno de
sus más insignes protectores y amigos y la
Iglesia á uno de sua prelados más eminentes.
Mñr. Eotelli habíase distinguido por sus es
tudios en el seminario de Perusa. Preconisado obispo de Montefiascone en 1870 y arzobispo de Farsale en 1884, fuó más tarde
nombrado delegado apostólico eu Oonstantinopla donde consiguió calmar la enemistad
de los griegos y eslavos contra la Iglesia
Eomana. Su permanencia en Oonstantinopla
fué felicísima para los intereses de la Eeligión. Hombrado en seguida nuncio Apostólico
en París su política fué de conciliación y
consiguió cumplir con suma prudencia las
instrucciones de Su Santidad León X I I I ,
quien para recompensarle por sua grandes
sorvioios le dió la púrpura cardinalicia. Su
muerte ha ocurrido cuando sin que nada nos
diera lugar á presumirla nos halagaba la es
peranza de verle enriquecerse aún de mayores
merecimientos. Eecomendamos su alma á las
oraciones de nuestros Cooi)éradores y Coo
peradoras.
C«i ifrtbscUB di U Alt. EtluiiiUa - fitreoU JO&á 6UB1II.
.rurin, 1(91 — Xipograña Salesiana.
-
Fecha
-
1891.10