BS_1889_07

Ficha

Título
BS_1889_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1889
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Ins~ruy6 al puebio y diyl!-lgó todo lo .ql!-? había

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hecho.
se engañaría mucho quien intentase atribuir
las doctrmas ~tües Y escnbw documentos ~ prmmpahnente á la ~r~nsa malvada todos los males ~
rec~Isimos Y llenos d,e · er,dad. Las palabras de los ~ y la deplorable condición de las cosas á la cual •
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sabws son como puas o clavos, que penetran pro- ;;;; h
fundamente, y dadas mediante nuestros maestros ~ emos ega o ac ua en e... , os escritores. cat Jcos
~ pot• el único pastor.
~ deb_en con todas sus fuerzas volverla en bien de la
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• somedad.

Bus?~

~ El p<lig<o, Sro. P::~,:~~ ~~l, 1:o:ti:~.~~

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~ifusión

XIII) .

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d.e libros infames; Y para p~ner un dique ~ La prensa periódica sometida á la autoridad je- ~
a este mal mmenso, yo no veo otro remediO, que la fun~- ~ á. .
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e_ ~sptr~tu de Je~ucnsto, viene a
·~ cinio de la Santa Sede. De esta manera, no hacién- ~ser un poder mmeuso: !lumma, sosti~Il;e.la verdad!
dose esperar nu~:~stras respuestas, podrémos con mayor ~hace desaparecer el error, salva y ctVlhza; es casi
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ventaja descender al campo de la lid y responder con una forma de apostolado sublime.
~ feliz éxito á las provocaciones de los apóstoles del ~~-~ error.
(SALES)
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(ALIMONDA)
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(LEÓN

~ dación de una imprenta católica, puesta bajo el patro- ~ r rqmca, HWe~tJ a

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Tmin - Buenos-Aires - LI BRE RI A SAL ESI ANA - Sarriá (Barcelona) ~!).-·

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CARLOS D'ESPI~EY

CABALLERO DE LA ORDEN DE SAN GREGOlUO EL GRANDE.

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OBRA APROBADA

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POR EL

IN.STITUTO SALESIANO

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HONRADA CON EL APLAUSO DE SU EXCELENCIA EL OBISPO DE NIZA

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É ILUSTRADA CON EL RETRATO DE D. ROSCO •

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Y DE OTROS PRELADOS

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Traducción española

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EDIOION ELEGANri'E Y ESMERADA.

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Estará pronto de venta en las Librerías Salesianas.
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Turin- Buenos-Aires- LIBRERJA SALBSIANA - . Sarriá (Barcelona)

C·ATECIS~IO

EJE~{PLOS

EN

por el presbítero salesiano

,

CAMILO ORTUZAR
Vol. lo El Credu y la Oración.
Vol. 2° La Moral Cristiana y los SacrlAJmentos.
Dos vol. en-16 de

x-4:14:~4:78

pá.g. A la rústica Pesetas 5, 00 franco
En tela . •
"
6, 50
"

El Catecismo constituye el fundamento indestruetible de la cristiana educación. En él se
resuelven todas las grandes cuestiones y enseñan los más sagrados deberes; \< es el lazo
misterioso que une al hombre con Dios, el eielo con la tierra, el tiempo con la eternidad. ll
Para facilitar su conocimento nada más á propósito que añadir los ejemplos á la doctrina.
(< Las palabras mueven; los ejemplos arrastran.
ll El camino ele los preceptos es largo y
penoso, el ele los ejemplos corto y agradable. Nuestro Señor sembraba de parábolas sus enseñanzas.
· El Catecismo en Ejemplos que anunciamos tiene, pues, el objeto . no sólo de dar á conocer la verdad sino tambié11.,.. con variados ejemplos~ alegorías é ·imágenes, de impulsar á prac·
ticar la virtud.
Se encuentra de venta en todas las Casíls Salesianas.

EL

JOVEN INSTRUIDO
.

1

EN LA PRACTICA DE SUS DEBERES
Y EN

LOS EJERCICIOS DE LA PIEDAD CRISTIANA
DEVOCIONARIO

seguido del Oficio de la SS. Virgen, del Oficio de Difuntos
1

-

Y DE LAS VISPERAS DE TODO EL ANO
por el Sacerdote

JU Al\T BOSCO
Un tomito en-52. 1 Peseta el ejen1.plar.

1
i

Sale una vez al mes.

AÑO IV.· N. 7.

JULIO (le 1889

BOL ETI SALESIANO
Debemos ayudar á nuestros hermanos á fin de cooperar á la difusión de la verdad.
(Hl &.

JUAN,

Oualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, á mi me recibe.
(MAT. XVIII)

8)

Os recomiendo la niñez y la juventud; cultivad con grande empeño la.
educación cristiana ; proporcionad
libros que enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.

Atiende á la buena lectura, á la exhortación y á la enseñanza.
(l 'l'llir.

IV,

13)

Entre las cosas divinas la más divina es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas.
(S.

(Pro IX)

DIONISIO)

Redoblad vuestras fuerzas para retraer á la niñez y juventud de las
insidias de la corrupción é incredulidad y preparar de esta manera
una nueva generación.

Un tierno amor al prójimo es uno
de los mayores y más excelentes
.dones que la divina bondad puede
·conceder á los hombres.

(LEON XIII)

(El Doct. S. FRANC. de SALES)

·- -=====-==
~

DIRECCION en el Oratorio Salesiano. - Calle de Cottoleng·o N° H2, Turin (Italia) K:-

S U MAR 1O : La Orus:, ln, Hostia y el Sagrado Corazón,

o sea Los age1ües e:s:t,morclinarios elel amor. - La
Tumba ele D. Bosco.- Maria Auxiliaclora y los Protestantes. - Rio Negro. Progresos ele las Misiones.
- Histor~n, elel Om torio ele San Francisco ele Sa1es.

LA CRUZ, LA HOSTIA



Y EL SAGRADO CORAZON
ÓSEA

los agentes extraordinarios del amor.
En el Calvario y en ·el Altar, en la
Cruz y en la Hostia es· donde singularmente se ostenta el amor del Sagrado Co-razón á los hombres. En la Cruz y en la
Hostia es también donde el hombre mejor
manifiesta su amor al Sagrado Corazón;
más aun , es donde mayormente le ultraja. La última razón de todos los er:rores, de todas las herejías, de todos los
-cismas es .no se haya creído en la su-blime lomwa clel a/m.or con que Dios se
encarna, padece, trabaja , llora, muere y
,se transforma por el hombre, sólo por el
hombre, esto es, negar los inefables mis·;terios que encierran la Cruz y la Hostia.

A la -verdad, cuando Arrio, por ejemplo, se separa de la Iglesia es porque no
puede creer que Dios , todo un Dios se
haya hecho hombre en J uclea. Tan grande
muestra del amor divino á las creaturas
le desatenta. Cuando N estorio niega que
María sea la Madre ele Dios y haya alimentado con su leche al Niño Jesús, es
porqu~ tan grande muestra del divino
amor á los hotnbl·es le saca de sí. Cuando
Lutero y Cal-vino vuelven las espaldas á
la Iglesia y profundamente la afligen con
el protestantismo , es porque no pueden
creer en el tribunal de la reconciliación,
es decir, en una misericordia superior á
toda ingratitud; ni en las indulgencias ,
una de las más tiernas industrias del
Salvador para suplir á r:uestra perpetua
insuficiencia; ni en la. Santa Eucaristía
la unión y la amistad más estrecha de
Dios con el hombre. Tan mezquinos cqrazones no pueden comprender que Dios
es todo amor (1).
Pero si la humanidad egoista sucumbe
bajo el peso ele los misterios del amor,
la divina bondad parece no tener otro
empeño que manifestar que su amor es
como un océano sin riberas , su misericordia füente inagotable de resurrección
y de vida (2).
·
(1) Detut chcwitc~s est (Ioan. rv, 8).
{2) Ego sttm. ?'CS1M-recMo et vita (Joan. xr1 25).

-74-

Por esto cuando el mundo se adormece
y resfría, cuando se debilitan la pureza,
el sacrificio, el apostolad~, la abnegación
y .el martirio, todas las grandes virtudes
que nacen del corazón que se _transfigura
por el amor increado, Dios hace un signo
y aparece entonces lo que podría llamarse
un agente extraordinario del amor (1).
Veámoslo: Concluidas las persecuciones ·
de la Iglesia primitiva al subir Constantino, al trono y extender sobre ella el
manto imperial, con los honores comenzó
la relajación: la impiedad, la herejía y
el sensualismo penetraron en la viña del
Señor. Si antes la sangre de los mártires
había sido semilla de cristianos, ahora la
enervación es polilla que sordamente les
roe las entrañas. &Qué hace Dios entonces~ Que se abra la tierra y aparezcan
los instrumentos de ·la pasión d.e Jesús
para reanimar el corazón de los hombres.
De aquí que la gran devoción de la edad
media fuera la devoción á la Cruz; de
aquí el denuedo heroico para conquistar
la Tierra Santa.
Pasados algunos siglos la llama encendida por la Cruz se amortiguaba; las
cruzadas no eran ya posibles.
&Cómo encender el amor y elevarlo al
cielo~

Dios mira á los hombres con inefable
bondad. Elige, pues, un nuevo y más poderoso agente de gracia.
« Para desenterrar la Cruz habia escogido á santa Elena, esto es, á una. madre
que harto sabe que amar es inmolarse;
que con mayor penetración que el hombre descubre los secretos y locm·as del
amor; que tomando en brazos á su hijo
dice &por qué extrañar que Jesús muriera por sus hijos cuando bien moriria
yo por el mio~ »
Ahora Dios no se fija ·ya en una madre sino en una virgen. Por puro y luminoso que sea el corazón de la madre
es todavía mas bello y angelica,l el corazón de la virgen. Un día, en consecuencia (en el siglo xm), por medio de una
humilde religiosa, hace que los corazones
y miradas se vuelvan á la santa Eucaristía. Dicha religiosa es la beata Juliana,
de un mona&terio de Bélgica. Jesús Sacramentado era el imán de todos sus
afectos; delante del tabernáculo pasaba
su vida; cada vez que se daba á la oración veía aparecer un disco radiante de
(1) Mons. Bougauc1.

luz, pero con una sección oscura. N u estro
Señor se dignó hacerle comprender que
el círculo anual de las solemnidades eclesiásticas estaba incompleto y que quería
que en todo el universo se celebrase una
fiesta, por medio de la cual no quedase
ciudad, villa ni aldea donde no se paseara procesional y triunfalmente su sa-grado Cuerpo.
Reconocidas estas· revelaciones é insti-tuida la fiesta de Corptts, santo Tomás, el
doctor angélico, compuso el divino oficio
del Santísimo Sacramento, uno de los
monumentos. más admirables de la liturgia romana;· un monje descono~ido dió á
luz la Imita.ción de Cristo, la producción
más hermosa de la pluma del hombre, y
destinada, particularmente en el libro rv,
á inflamar los corazones en el amor á
la santa Eucaristía; el mundo entero mostróse vivificado y transformado con la devoción á Jesús Hostia.
· JYias á vuelta de pocos siglos la humanidad cae nuevamente enferma de apatía
é indiferencia. Aparece Lutero, que niega
las más tiernas manifestaciones del amor·
infinito; Caldno que suprime la Eucaristía; J ansenio, que sin negarla y bajo
pretexto de mayor respeto y honor á ella,.
infunde en el alma el terror y proscrive
la comunión frecuente.
&Qué hacer para que la fe y el amor
revivan en el mundo~ &Qué resorte tocará Dios para atraerlo á si~ &Qué secreto
guarda para tiempos tan deplorables"?
Elige un nuevo agente extraordinario
de amor. Y al efecto llama todavilli á
una virgen.
Era en 1673. Vivía en el monasterio~
ele la Visitación de Paray-le-J~tfonial una
santa religiosa , 1\:fargarlta María .Alacoque, de extraordinaria clevoci ón á Jesús:
Saeramcntaclo y de singular pureza. Un
Jia, delante del altar , el Divino .Esposo
manifestóle su iuefable presencia. Vióle
entonces Margarita que , descubierto el
pecho , mostrábale el Corazón adorable ,
más brillante que el sol, herido, ardiente,
coronado de espinas y con una cruz encima. Luego llamada, como en la última
cena el discípulo amado, á reposar largo·
rato sobre aquel corazón divino, oyó las·.
piadosas quejas de Nuestro Señor, que
en su infinito amor, lamentaba la ingrat.itud de los hombres. Repetidas esas revelaciones el Sagrado Corazón de Jesús
hizo á Margarita Maria las siguientes.
consoladoras promesas:

' -75-

« Los devotos de este Sagrado Corazón jamás perecerán.
>> Daré la paz á sus familias. ·
» Los consolaré en todas sus penas.
» Seré sn seguro refugio durante la vida
» v sobre todo en la hora de la muerte.
»·Llenaré de bendiciones sus empresas.
» Los pecadores encontrarán en mico>> razón el fecundo manantial y el océano
>> infinito de misericordia.
» Las almas tibias se harán fervientes,
» Las fervorosas se elevarán rápida>> mente á una gran perfección.
>> Bendeciré las casas en que se tenga
» expuesta y se honre la imagen de mi
>> Sagrado Corazón.
>> A los sacerdotes les daré la unción
.>' para mover los más empedernidos cora>> zones.
.
» Inscribiré para siempre en mi Cora» zón el nombre de las personas que di» fundan esta devoción. »
Las Ua.gas sociales comienzan entonces
:á curar al contacto del Divino Corazón.
A .medida que los fieles más se acercan
:á las llamas de ese Corazón adorable más
perfecta es su regenéración.
Si Nuestro Señor Jesucristo, muriendo
en la Cruz , en vez de subir luego gloTioso á los cielos hubiera querido dejar
cautiva su humanidad en el sepulcro, y,
~omo lo hacen en testamento los grandes ·
hombres , nos hubiera encargado custodiar su corazón ya insensible y frío &, cuál
no seria nuestro consuelo y gratitud~
¿con qué sentimientos de piedad, con qué
transportes de amor no ofreceríamos oro
y piedras preciosas para honrarlo ~ Mas
he aquí que en vez del corazón muerto
tenémosle inmortal en la hostia, dulce,
inmutable, siempre infinito en el amor.
Sus delieias son estar con los hijos de
los hombres; Es en el altar padre que
vela por sus hijos y escucha con terimra
sus plegarias, pastor que alimenta á sus
ovejas, médico que sana todas las heridas. Nadie se acerca á él sin encontrarle
generoso. A todos recibe con la misma
bondad que á Juan, su discípulo amado;
que á Magdalena cuando , con lágrimas
de arrepentimiento, le riega los pies; que
á Pedro, después de la negación; que al
.hijo pródigo, á quien abraza, y que al
buen ladrón, á quien abre las puertas del
paraíso. Venid todos á 1ní, nos dice, venid
y yo os aliviaré; el qMe venga a mí nunca
tendrá hambre y el que orea en 'lnÍ 'JM,tnoa
tendrá sed.
>>

El Corazón de Jesús es, pues, nuestro
guia, nuestra luz , nuestra felicidad y
nuestro todo. Pero necesario es que delante de nuestros ojos tengamos la Orttz y
la Hostia; es menester el trabajo y el sacrificio , la o;ración y la comunión frecuente: la oración sin desfallecimiento y
el ¡.>an del alma, oot'idiano si es posible.
Esta fué la encarecida y constante recomendación de Don Bosco, durante su
vida entera; éste ·su último consejo en
el lecho de muerte.
j N o lo olviden nuestros buenos Cooperadores!.

LA TUMBA DE DON BOSCO.
Muy pronto una solemne función se celebrará en Valsálice. Su Eminencia el Cardenal .A.limonda irá allí á bendecir una graciosa capilla construída sobre la tumba de
Don Bosco.
Entre tanto , juzgando sea del agrado de
nuestros Cooperadores, nos anticipamos á
dar una idea de esta obra. y del lugar en
que se encuentra.
A un cuarto de hora de Turín , sobre la
amena colina de V alsálice y tras de un extenso patio, sombreado de plátanos, elévase
un edificio cuadrangular de varios pisos que,
si bien grande , de año en año parece más
estrecho para los escolares que lo habitan.
Es el Seminario Salesiano para las misiones
extrangeras y· de donde ya han salido numerosos misioneros para evangelizar la Patagonia, la Tierra del Fuego y otras regiones.
Al fondo de la fábrica, en una altura de
la falda de la colina se ha formado un jardín,
separado del patio de platanos por una reja de
hierro que descansa sobre un portal. En la
mitad de este portal hay una bóveda con escalera en cuya mesa del tramo central está
el ma,usoleo de Don Bosco. Bifurcada aquí
la escalera va á terminar en una capilla de
cierto estilo con tendencia al gótico italiano.
Son notables en ella un elegante altar de
mármol y un fresco que representa una piedad, digna obra del célebre pintor Rollini,
antiguo alumno de Don Bosco.
Sobre la base del mausoleo , en imitación
de pórfido, está grabada la inscripción que
se lee en el diseño adjunto y luego más ar-·
riba osténtase la efigie del venerando difunto, revestido de paramentos sacerdotales .
La capilla , con venticuatro vidrieras de
colores , con preciosos balaustres , decorada
con delicado gusto presenta un conjunto no
menos grato que armónico. Ornamentado el
frontis con esbeltas columnas de mármol que
forman juego con las que guárnecen las ven-

-76

tanas y sostienen la arquería en toda la extensión del cornisamento, es por :fin coronfl¡do
por un arco ojival sembrado· de flores y con
un remate á guisa de cruz. En el campo
de .ese arco un busto en mármol representa
con notable :fidelidad a.I inolvidable Don
Bosco.
Excusado es decir el vivo interes manifestado por nuestros Cooperadores en contribuír
con sus limosnas á honrar la memoria de
quien consumió su vida entera en socorrer
á los niños pobres y abandonados. Pero no
sólo nuestros Cooperadores sino que también
los más distinguidos artistas de Turín han
toma.do parte en este monumento, tanto con
materiales de subido precio como con trabajo de inestimable valor. Los nombres de
Don Carlos y Don José Buzzetti, de Don
JY!a'nricio Vigna, de los señores Rollini, Villata, Bernasconi , Barbetta , Repetto y cien
más jamás podrá olvidarlos la Sociedad de
San Francisco de Sales y menos aun Don
Bosco en su dichosa, eterna morada.

""S:

LOS

PROTEST.AN"TES

En 'noviembre del año pasado, nuestro Su- .
perior Don Miguel Rua expedía una circular
para recomendar á las personas caritativas
las Misiones de A111érica y en especial las de
la Tierra del Fuego, para el servicio de lrLs
cuf1les prepan'tbase una numerosa cuaclrHla
de misioneros, bajo la dirección del Ilustrísimo Sr. Don ,Juan Cagliero y del Prefecto
Apostólico Don José Fagnano.
Uh ejemplar <fe estas circulares· llegó ~'t
manos. de un protestante de Londres quien,
no contento eqn negar su concurso á la <;>bra
ele ,civilización, entre los salvajes de América~ .
escribió á Don Hua una; c,artn en la cual con
ridículos pretextos combatia l~ devoción ele
los eatóFcos á. J\Iaria y el título con que se
la honra de At~xiUo üe los 01"istümos.
No para lamentar la fí:tlta de. cooperación.
á una obra. tan humanitaria~ y evangélica,
como es la· de las. Mtsiones, sino para defender el honor que se debe á la. Santísima
Virgen Don Rua , á pesar de sus müchas
ocupacio.nes, respondió á la, carta del hereje
anglica¡np, ·y luego á una réplica hecha .por
éste, que no pudiendo .resistir á la argumentación h:ubo ele resolverse al silencio. ,
Para gloria ele María Auxiliadora é incrementó. de ·la ilustrada devoción hacia ella
creemos· conveniente reproducirlas aqüí:

PRIMERA RESPUESTA.
Tnrín, 15 de marzo clé 1889.

:MuY ESTil\IA.DO SEñOR:

He recibido su ca.rta de fecha 2 ele los
corrientes, en la cual me dice que en conciencia no puede prestar ayuda á las :Misiones de Patagonia, por cuanto U el. solamente
cree lo que se enseña en el Símbolo de San
Atanasio, en el Niceno y en el de los Apóstoles, en ninguno de los cuales se expresa
que :María Santísima sea Auxilio de los Cristianos. Y añade que ella no tiene la menor
autoridad ó valimiento para ayudarnos;· que
al honrarla ofeildemos {t Dios y t1 Jesucristo;
y finalmente que la a.doramos como {L Dios
bien que no es sino una creatura humana.
Estas son en suma las razones por las.
cuales juzga U d. hallarse en el deber de
abstenerse de contribuír á la obra sobredicha.
Permítmne Ud., para bien de su alma,
responda {t tales clificnltil.des.
A.nte todo conviene advertir que en la mía
ninguna palabra se encuentra que pueda origillar controversia sobre la uutteria. Hablo
tan sólo ele las Misiones que para gloria ele
Dios, salud de las almas y hieu de la sociedad conviene promoyer en América meridional. Indico el empeño que los misioneros
pó:q.mi en la Patagonia para extender la religión entre los numerosos salvajes que aun
ighoran quien los ha creado y redimido, entre los indios, que jamás han oído hablar ele
.Dios Creador y Redentor , de Dios que l~s.
tiene . preparada eterna felicidad. Recuerdo
las promesas del santo Evangelio á quie:o.es
hacen la cariclacl y exhorto {L los corazones
generosos á cooperar ú la salvación de tantas.
personas que yacen en la ignorancia y la
barbarie, no obstante ele ser tan amadas de
Dios y regeneradas con la sangre de Jesn·cristo. Siendo esto así, como puede U d. notarlo releyendo mi carta, creo .que U d. como
cristiano habría podido· ayudarme, sin escrúpulo alguno, y obtener un mérito , delante
ele Dios. Mas dejando esto apn,rte ve1,1gamos
al examen de los argumentos que U d. p;dnce
y que los conti·oversü;tas católicos mil v:eces
han rebatido.·
·
:Menester es creer las verdades cóntenidas
en :Jos: •Símbolos citados por U el. con'lo qniettu
que .son re;veladas por Dios; mas no •todas
las verdades ,(livinamente enseñadas se inclican·,en, eso,s Símbolos. En ellos se han.com,pencliaclo .• únicamente las principales á fin ele
darlas á conoc,er á los fieles en los tiempos
qu~ mtÍS audazmente eran negaclas por
los herejes. Y á la verdad los mismos disidentes ailglicanos creen no pocas cosas no
contenidas· en los símbolos Ni<,;eno, de san
· Atanasio y 'ele los .Apóstoles. B~ste recordar
•que muchos creen <m los sacramentos ·y. los
practican si bien ele ellos no se habla en

en

-

(lichos Símbolos:; •C11.~oon ·que debe consagrarse
á Dios un día de la semana absteniéndose de
obras serviles y que -ese día debe ser el domhlgo en vez del sábado, verdades que tampoco se enuncian en aquellos.
Pero para dar una respuesta más directa
debo advertir que aunque tales Símbolos
nada digan del culto que convenga dar á
María, como Auxilio ele los Cristianos y del
honor que merece, esto exprésase claramente
en el Evangelio y apruébalo Ja recta razón.
Sin duela que la, doctrim~ católica no enseña
que sea necesario recurrir á María y que sin
su ayuda no podamos salvarnos, ya que
nuestro l\Iediador con el Padre es tan sólo
Jesucristo ; pero sí enseña que es lícito y
útil hacerlo. &Y cómo no habría de ser lícito y út.il recurrir á la bendita Mache del
Salvador cuando Dios mismo mandó á los
tres amigos del santo Job, que á éste se encomendaran si querían ser perdonados por
no ha.ber hablado rectamente~ (Giob. eap. 42).
2, N o habría ele ser lícito y útil recomendarse
::'L María mientras vemos al u.postol san Par'
blo recurrir {t las oraciones de los primeros
cristianos~ (Rom. 15, 30). f, N o habría ele ser
líeito v útil invocar á Mar.ía mientras como
leemos en el cap. r del profeta Zaearías, vemos que un ángel rogaba por el pueblo de
Israel que gemía en ht esclavitud de l1abilonia y que el Señor le daba consola,doras
palabras'~ ¡,Acaso la Madxe ele Jesús es inferior á ,Job, á los primeros cristianos, á un
ángel'~ R, Será lícito reeurrir {t seres de inferior dignidad y condición é ílicito recurrir
á, J\faría bendita. entre todas la creaturas '?
En cuanto al hmwr que se da 11 J\iiaría la
Santa Escritura enseña ser lícito puesto que
la honró el ángel· Ga.briel, saludándola. respetuosamente eomo llena üe gm.c-ic~ y bend-ita
entre todos la8 1111~}el'es (L1tc. cap. r, 28);
pues la honró Isabel, alborozada al verla en
su easa (ií7cm), y la llonró aquella mujer del
Evangelio, que en m.edio de una nmchedumbre elijo al Señor: JNenait)entw·a.(7a la. que te
crió ti luz y te a-limentó (Lnc. n, .27).
. &No cree Ud. que con tales palabras la
cleípa.ra Virgen invite á todas. las generaciones á honrarla . por la sublime dignidad á
que se dignó al~arla el brazo .del Omnipotente·•? ~.No cree Ud. que .de· estas generaciones proféticamente pxedichas formen parte
los católicos, mas no los protestantes que si
algún honor llegan. á tributar· á María· es
solamente teórico y no pr~tctico ~
Por. otra parte ele ningún mo(J.o el honor
dado á la Madre torna en detrimento .del ;que
se debe al Hijo, como quie1~a que todas las
fiestas y solemnidades que la Iglesia celebra
en obsequio cleJY[a.rüt, tienen por objeto atraer á los hombres al conocimiento y. amor
de J esucrist.o, y siempre se repite á los fieles
que el mejor modo de complacer á Ja Virgen
V eneran da es el de amar y ..no ofender á
Jesús.

77

Que María haya recibido autoridad y poder para ayudar á los Cristianos se evideneia en la santa Biblia, donde se dice que en
las bodas de Can{t de Galilea con sólo exponer á Jesús la indigencia de los esposos
obtuvo que f'nesen eonsohtdos (Iocm. c. n).
Y si Dios quiso servirse de María para dar
al mundo el Salvador y con Él todo género
de bendiciones ; si Jesús quiso servirse de
Ma.ría para comunicar al precursor la gracia
de la santificación, ¡,por qué ahora que está
en los Cielos no habremos de creer que por
medio ele ella siga, derramando sus misericor·dias sobre los pobres mortales~ a, Ha leído
U d. lo que san Pablo escriue á los hebreos
(cap. r, vers. 14), con respecto á los ángeles;
esto es, que 8on ?na.nclculos ti servir ti lo8 q~te
(6lcanzam. la. lterenda. ele l(~ 8al-1!(¿ción? Ahora
bien , si Dios envía a los ángeles en ayuda
de los cristianos, sin que por esto absolutamente ~e menoscabe su bondad ni la mediación de su divino Rijo &Por qné no ereer que
también se SÍI'VfL del ministerio de stl JHaclre
para tan noble fin y le haya conferido antoTiclacl y poder al efecto·~
Veamos ahora. lo que nos dicta la. razón :
Lo que es racional respecto á los hombres
no puede cleja.r ele serlo respecto de Dios.
Esto sentado, conforme es á la recta razón
que el hijo rey lejos ele tener ~'L mal que sea
horiracla. su madre se complazca en ello; conforme es á la recta razón que la madre ele
nn poderoso príncipe tenga alguna autoridad
en sus dominios y la ejercite, y que él mismo
favorezca á, los que· por intermedio de ella
se recomiendan en sus necesidades.
Si todo esto es conforme á la recta razón,
si persona alguna de sa.no criterio puede censurarlo ¡,por qué ha de ser impropio de
Aquel que crea é ilumina tocla razón~
Añádase que el hecho y la experiencia
manifiestan cómo :Ma.ría tiene autoridad y
poder para ayudarnos. Sin ocurrir á los fastos de siglos pasados, sin mencionar los inumerables ·casos que aun hoy en día testifican personas . clignísimas de fe en todos
los países,· personas que no sólo han presenciado sino .que han obtenido señaladas gracias de María Virgen , yo· mismo y millares
ele moradores en esta casa hemos, como toeado con ·la mano la autoridad y poder de
María para socorrernos, como quiera que recurriendo á ella visiblemente nos ha ayudado y, por decirlo a.sí, obligado {i, creer que
en el Cielo á su m::tternal bondad une grandísimo poder.
Si hubiera U d. tenido la suerte que yo de
vivir cuarenta años al lado de Don Bosco
habríase convencido de esta verdad y quizá
mejor que yo la habría proclamado · {i, las
cinco partes del mundo , porqne ni los más
inveterados prejuicios pueden resistir ·á Ja
evidencia de sucesos mil veces repetidos.
Finalmente con respecto {1 la adoración ele
que Ud. ha.bla, categóricamente respondo

-78-

que no adoramos á María : esto, entre nosotros, lo saben hasta los niños. Ninguno eluda
que María, en cuanto á su principio, no es
eterna, que no ha creado el mundo, en una
palabra, que no es Dios sino humana creatura, por lo cual si bien la honramos no le
damos culto divino. Consulte Ud. nuestra
liturgia y nada encontrará que autorize á
llamarnos adoradores de la Virgen. Note U el.
la diferencia que hay entre la oración que
hacemos á Dios ó á Jesus y la que hacemos
á María. Tome U d. las llamadas Letanías
que los católicos acostumbramos. cantar en
la iglesia y en las procesiones y advertirá
que cuando nos dirigimos al Padre, al Hijo,
al Espíritu Santo , á la Santísima Trinidad
decimos : Jli iserere no bis , tened piedad de
nosotros. Lo mismo decimos á Jesucristo:
Oristo, escúchanos; Cordero de Dios perclónanos, siempre teniendo presente que Jesús es
nuestro Dueño y Señor ; en tanto que cuando
nos volvemos á María Virgen le decimos:
Ora pro no bis , ruega por nosotros. Semejante cosa podrá Ud. reparar observando las
oraciones del Padrenuest1·o y la Salutación Angélica, es decir, el Avmnaríc~. En la primera
decimos Pad1·e 1~uestro ... el pan mtestro de ca,dtt
día DANOSLE hoy ... ; en la segunda Sctntct
JJiaría, JJfctdre de Dios, RUEGA por nosotros ...
· Otras consideraciones podría hacer, pero
noto que ésta es ya larga. Aña,diré tan sólo
una reflexión sobre la aserción con que U d.
termina su carta, á saber, que escribe no como
protestante sino como católico. ~Cómo católico~ En tal caso su instrucción es imperfectísima ; y el amor como hermano en J es ucristo, y el deseo de la salvación eterna del
alma de U d. me mueven á pedirle estudie
con la atención que se merece nuestra santa
Religión , se ponga al habla con algún sacerdote católico de Londres y le ruegue tenga
á bien enseñarle la verdad católica ó indicarle un libro donde pueda aprenderla.
Aunque U d. no haya creído conveniente
ayudarme para extender el conocimiento de
Dios y de Jesucristo entre los salvajes de la
Patagonia, con todo, con mi propia oración
y la de mis huérfanos ofrezco ayudar á U d.
á fin de que un día podamos vernos , conocernos y vivir unidos con los vínculos de la
más dulce y perfecta amistad en el cielo.
De Ud.
Afj1no. S. S. y· O.
MIGUEL RuA.

SEGUNDA RESPUESTA.
. Turíu, 4 ele abril ele 1889.

DISTINGUIDO SEñOR:
N o obstante hallarme sumamente ocupado,
la caridad de Nuestro Señor Jesucristo me
anima á responder á la suya fechada en Londres el 23 de marzo. Digo lo hago animado

de la caridad de N u estro Señm~ porque si
bien advierto en Ud. un corazón bien puesto,
me duele en gran manera verle como con
una venda en los ojos que no le permite
descubrir la verdad por clara y luminosa
que sea.
I1a cuestión es ésta: U d. pretende que los
católicos romanos recurrimos á la mediación
de María Virgen , cual si para nuestra salvación eterna no bastase la de Jesucristo
Dios y hombre. Y yo digo ser este un error.
Los católicos romanos no invocamos el auxilio de María como necesario para la salvaoión sino solamente como cosa buena, útil,
conforme á la Santa Escritura y á la recta razón, según lo enseña el Concilio de Trento
(Sesión 25. De i1wocctUone Sancto1'~tm). Ud.
objeta que María no puede ayudarnos y yo
le he probado que sí, citando el cap. 2° del
Evangelio de san Juan, en el cual se refiere
cómo la Virgen María con sólo exponer á su
divino Hijo que faltaba el vino á los esposos, consiguió lo obtuvieran milagrosamente,
aun cuando no era llegada la hora de los
milagros. A fin de disminuir el peso de esta
enseñanza bíblica me pregunta Ud. en que
vérsiculo se lee que la Virgen insistiem para
que el Hijo, satisfaciendo tal deseo, obrase
el milagro. Note U d. que yo no he dicho
que María, insistiern sino que co·n sólo exponer á Jesús la indigencia de los esposos obtuvo que los consolase. Añado ahora que
María, que mejor que nosotros conocía el
('.orazón del Hijo, á pesar de la respuesta
dada aparentemente dura, tan cierta quedó
de la· aquiescencia que indicó á los servidores hicieran lo que Él les diría (vers. 5°)..
Ahora sírvase Ud. decirme ¡,por qué Jesús
antes de hacer su primer milagro, en prueba
de su divinidad y delante de sus discípulos,
dispuso que se lo pidiese María~ Y si María
no f'ué discreta en interesarse así por los esposos ~por qué Jesús, Dios y hombre dejó
entender que la escuchaba'
Para terminar este punto , ~es verdad ó
no que en el Evangelio de san Juan, c. 2°,
vers. 3°, 4 y 5°, se lee que María dijo á Jesús que faltaba el vino y que de la res-.
puesta se descubre que deseaba proveyese
con un milagro~ ~Es verdad ó no que no
obstante la respuesta aparentemente desfavorable se manifiesta allí que la Virgen no
dudó de que sería complacida y se proveería
á la necesidad como en realidad sucedió ~
Basta leer aquellos versículos para afirmarlo
de lleno. Ahora bien ~no resulta claramente
de todo esto que la Biblia autociza á crtjer
que María puede ayudarnos y obtiene de
Dios favores para los pobres mortales 'l
Agrega Ud; : Dado que María mientras estaba en la tierra, tuviera alguna influencia
sobre su Hijo ¡, qué nos prueba que la tenga
ahora en el Cielo~
- Contesto á esto con preguntarle ·á mi
vez : ~El tener influencia sobre el corazén del

1

J

Seminario de las Misiones Extraugeras en Valsalice (Tu
(1) Los despojos según están en la tumba.

H!C COMPOSITVfl EST IN PACE CHRISTl

JOANNES BOSCO SAOERDOS
ORPHA~OltVJ\!

PATER

:(,\TYS CAST!l!~OVI AP\"D ASTENSES XVHI 1\At. SEPT. MDCCC~V

Ol!IIT AVG. TAV!tl:-1. PRlDIE KAL. FE!JP..

MDCCCLXXXV!Jl

se halla la tumba del Siervo de Dioa
puesto en la tumba.

D~ JU~N

ROSCO.

(3) Tumba y Mausoleo,

-79-

Hijo en la tierra· era un D1en ó un mal J? Si
era un mal ~por qué condescendió Jesús haciendo el milagro ya citado~ Si era un bien
~por qué no lo ha de conservar en el Cielo,
lugar de todos los bienes 'f Parece poner U d.
·en duda que JYiaría en el Cielo pueda oír
nuestras oraciones y conocer nuestras necesidades. Sí tal duda tiene U d. con leer la
Biblia se persuadirá de que los bienaventurados en la gloria conocen lo que es menester á los hombres acá abajo. En el Evangelio
de san Lucas, en el cap. xv, vers. 7 y 10,
hallamos una hermosísima prueba al declararse que el Divino Salvador asegura que
los .Angeles en el Oielo más celebran la conversión de un pecador que la perseverancia
de noYenta y nueve justos. Por lo tanto si
los ángeles se gozan por la conversión de
los pecadores claro está que conocen lo que
necesitamos ; y si lo conocen los ángeles
z,por qué habría de ignorarlo la l\1adre de
Jesús~

l-

!'

~~

1
1
1

Me replica Ud.: Suponiendo que María
conozca nuestras necesidades y. pueda obtener favores de Dios ¡,será acaso su deseo que
la invoquemos y nos aprovechemos de su
'ralimiento ~ Y enfáticamente responde: No.
Perdone Ud., estimado señor, si demasiado
me atreYo en preguntarle ~Dios ó la Virgen
le han llamado á su consejo ó le han revelado cuales sean los deseos de su corazón ~
Por lo que á mí toca afirmo que liaría desea nos aprovechemos de s\1 valimiento, y
para sostenerlo me fundo en que ese yalimiento lo hizo serYir á beneficio de otros en
la tierra; me fundo en que cosa razonable
·es que una persona de buen comzón y llena
de caridad, como lVIaría desee ayudar á· los
miserables que necesitan ayuda; me fundo
·en que millares de personas bajo juramento
afirman haber sido auxiliados por lVIaría.
, Sostener que durante varios siglos, desde
el tiempo de los .Apóstoles, ningún signo se
·encuentra que manifieste la creencia en la
intercesión de María, salvo, como dice Ud.,
en una herética secta, es desconocer absolutamente la Historia de nuestra Religión.
Tenga U d. la paciencia de leer los fastos
eclesiásticos de los primeros tiempos , las obras de los Santos Padres de los cuatro primeros siglos, y si es de su agrado, visite á
Roma, recorra las catacumbas y se conyen·cerá de que los primeros cristianos adoraban
á Jesucristo como Dios y honraban con especial culto á María su lVIadre, en cuya intercesión confiaban.
Hay más: i Eran por ventura herejes los
Padres del Uoncilio de Éfeso que, contra
Nestorio, definieron solemnemente que lVIaría
es y debe llamarse lVIadre de Dios, pues que
es Madre de tTesucristo, en cuya divina persona unidas se hallan la naturaleza divina
y humana~ ~Eran herejes los· efesios que
con antorchas ardientes acompañaron gozosos y en procesión hasta sus moradas á los

Obispos , que contra el impío blasfemo habían tomaclo la defensa ele María'?
Y ya que le he remitido á los Padres de
los primeros siglos , me complazco en referirle aquí un paso ele san Gregorio Nacianceno, quien escribiendo de una virgen del
siglo III Jlama.cla J ust.ina, dice que corno se
sintiera tentada. al pecado in/l.,ocó hmn-ilc7.e?nente á Jlicvrú~J Yirgen pa.rn qne la, a.yuüa.se en
ütl peligro (Orat. 18, no JH).
.A mostrar que en los primeros siglos no
una secta de herejes sino los verdaderos discípulos de Jesucristo creían en la intercesión de los Santos del Cielo y los invocaban
baste citar á san Cipriano, mártir del siglo
nr, el cual en una carta al Papa san Qornelio entre otras cosas le dice: Recorclémonos recíprocamente y roguemos el uno por
el otro en la tierra, y si por la divina, bondad la muerte se anticipa en uno de los dos,
continúe nuestra amistad delante del Señor,
y ante la misericordia del Padre no cese s~t
or·ación por mt.estros herrna.nos (Epist. 57).
He hecho referencia á las catacumbas ele
Roma. Y bien, sabrá U el. que en aquellas
secretas moradas ele nuestros hermanos ele los
primeros siglos se han descubierto pinturas,
que aun se conservan, en las cuales represéntase á la augusta Virgen sentada sobre
un eleyado trono y ceñida la cabeza de una
aureola , distintivo de gran veneración. a, Se
a.treverá U el. á llamar sectct c7.e herejes, á aquellos héroes de los primeros siglos, que
por amor á Jesús daban la sangre y la vida,
y los euales tributaban un culto especial á
María~

En aquellas catacumbas consérvanse todavía las inscripciones puestas. sobre los sepulcros ele los primitivos cristianos, inscripciones que claramente testifican la creencia
de aquellos en la intercesión ele los Bienaventurados en el Cielo por la ·salud de los
hombres. En esta se recomienda á un hijo:
Rttega por t~uJ pa.dres ; en aquella : Descanse
ttt alma en Dios y picle pm· tit hennana : en
la ele más allá : Rnega por nosot1·os, pues sabemos q1w vi·ves con Cristo, y así en muchas
otras al mismo tenor.
No es verdad que en los misales romanos
y antiguos breviarios ninguna mención se
haga ele la intercesión de María. lVIny al. contrario: es incontestable que en las primeras
liturgias; una ele las cuales se atribuye á los
.Apóstoles, se hace referencia á lVIaría y se
la invoca.
,
En obsequio ele la brevedad baste citar las
palabras ele la liturgia atribuida al apóstol
Santiago, que estuvo en vigor durante los
tres primeros siglos , y en la cual se dice :
Principa.lnwnte hacenws 1nemoria de ta santa
y gloriosa s·imnp·re Virgen , beata Madre de
Dios. Acordaos, Señor, d.e ellct y por sus puras y santas oraciones perdonctdnos, tened misericordia de nosotros . y esmwhadnos. iD Qué
más quiere Ud. para convencerse~ Según lo

-80expuesto los católicos de Roma , Francia y
España, que dice U d. se manifiestan más
entusiastas por María no son en manera alguna promotores ele una doctrina nueva y
contraria á la Iglesia ; ellos como los católicos ele todo el mundo no hacen más que
continuar la cadena ele las generaciones, por
las que la Santísima Virgen divinamente
iluminada había -visto ó mejor dicho oído ser
llamada Bienc~vent~~mc7c~ (Luc. capít. r , 45
y 48).
.
En la mÍfL de 15 ele marzo , en prueba de
que es lícito invocar {t ht JYiadre de Dios y
de que al honrarla no se hace agrc.wio á Dios
ni á Jesús aduje tres ejemplos de la Santa
Escritura, á saber: el de Job, intercesor de
sus ·amigos, el de los primeros cristianos, {t
cuyas oraciones se recomienda san Pablo, el
de un ángel que en la profecía de Zacarías
ruega á Dios por Jerusalén y demás ciudades
de Judea.
U el. no da importancia a estos ejemplos,
diciendo que no luwen c~l caso , porque en
ellos se habla de persomts que ·v-it,íc~n en ln
Mert'C6. Mas si no ofenden á la omnipotencia
y bondad de Dios las oraciones é intercesiones de las personas que viven en la tiona
&por qué razón han de ofenderle las de la.s
personas que con -:Él viven en el Cielo"? ~..A­
caso serán más agradables á Dios las súplicas de un Job por .sus amigos, y á Jesús las
de los primeros cristianos por san Pablo que
las de María, la creatura más. amada y pri-·
vilegiada ·~
Y luego él ángel que á Dios· rogaba por
Jerusalén era persona que viviese en esta
tierra~ Sin duda que no. N o obstante la
santa Biblia nos dice terminantemente que
él rogaba {t Dios, y que Dios - lejos ele
disgustarse por ello - le escuchó y le contestó con palabras de consuelo (Za.o. r, 13).
Por lo que parece este último easo debe
haberle hecho ~1, Ud. nu'ts impresión que .los
otros, como quiera que en su respuesta tiene
en:, cuenta los dos ]!rimeros y nada me dice
sobre el último. Esto me induce ,ú sospechar
que teme U d. mirar ele frente la, verdad pam
no verse obligado á, seguirla, y .profesarla.
Tal consideración cáusame gtan pesar y me
mueve ·á rogar· con más empeño á Dios . para
que use con Ucl. de misericordia.
. ..
.G:rande ha sülo mi extraüeza · al leer en
la · carta U d. que .Jos católicos . romanos en
muchas. partes ba,n· perdido de vista al Salv;ador del mundo para sustituirlo por .J\fa.ría
agregando que á ella decilnos como ú ht Santísima Trinidad : . ro te'· cu1oro. Siento que
U d. no íl:'ec:nente nuestras Iglesias , porque
en cualquier pa.rte. clel mundo que las fre~
cuenta-se con intendón de couocer, la verdad
no tardaría en persuadirse de que :MaríH¡.no
sustituye en modo alguno al Salv2.dor, ·y
a,ntes hi<en todas las .. fiestas que se celebran
en honm.' . de la Madre tienen por l>rincipal
ol~jeto conducir las· almas al conocimiento y

amor del Hijo. En cuanto ~1, adorar á lVIaría
no poclr{t U d. citarme un solo ritual, misal
ó breviario católicos romanos que autorice á
repetir tal aserto , pues en uinguno de los
libros que usa la Iglesia Bomana se encuentra una palabra dirigida á :María que indique adoración <mal se tributa {t Dios, tÍ, J esú.s
Salvador, á las tres divinas personas. En la
mía del 15 de marzo he manifestado tÍ> U d.
la diferencia que existe entre las oraciones
con que nos volvemos á Dios de aquellas
con que nos encomendamos ú la Bienaventurada Virgen: las primeras indican la creencia de que Él, sin intermedio alguno, puede
escucharnos ; las segundas expresan el reconocimiento ele un poder de intercesión, de
un poder dependiente ele Dios, y de aquí
que digamos Jlfcwín, ·r·uegc6 por nor;otros.
Omito otras consideraciones, que sobre la
de Ud. de 23 de marzo podría añadir, para
no exceder los límites. de una carta convirtiéndola en un tratado de controversia; mas,
por la caridad que ú todos debe unirnos en
Jesucristo, le exhorto ele nuevo á estudüw la
doctrina católica ro m a.na, y, si tiene U d. in- ·
tonción ele conocer la verdad para seguirla,
no })Oclrá menos. de conveneerse de que en
la conducta, de los católicos romanos respecto
á la Santísima Virgen nada ha.y que se ol)Onga á la Biblia ni á la sana razóli.
Como de las dos cartas ele U d. parece desprenderse que se encuentra fuera, ele la Iglesüt de Jesús y que no puede dejar de tener
alguna duda sobre la heterodoxía, de su doctrina, hago ardientes votos por que piense
seriamente en las terribles consecuencias
que se le seguir(tn si se equi-voca, puesto
que se trata de los intereses tlel alma inmortal. ¿ Q-né a1.Jroveclla al hombre [JWtr~¡· todo
el rnmu:"lo 8i 1J·ierr7.e :m alnu~J? dice. el Divino
Salvador (S. J'lfath. cap. xvr, 2G).
En cuanto á mí , católicos y .no católi.cos,
me aseguran que puedo conseguir mi salvación eterna eu la Ig'le~ia Homa,na ; en cuanto
á U d. si no perten'ece al seno de ella tiene
en su favor la opinión: üe. sus correlig;ionarios, pero en· su contra el juicio de los católicos romanos ele todo , el mundo, que no
son pocos, y los cuales sostienen que· n? s~'
podría Ud. sa.lvtu fuera de nuestra Iglesm si
lo ·está de mala fe. En cosa de ta,nta importancia la prudencia aconseja que se elija el
camino más seguro·, que se abrace la doetrina pura y siniple. ele la Iglesia: Oatólic::L
como lo hacen tantos doctos anglicanos; Dios
conceda {t U d. esta gracia, nos una con su
religión. en la tierra para estarlo después en
la paz de los justos.
·i

.De íTü. a;{fmo. 8 . .S. y O.
MIGUEL RtTA:'

1

. i

81-

circunvalados por cien metros ele tapia. Ocho
meses han durado estos trabajos, pues faltos
ele obreros y ele recursos ha sido aún menester abrir un camino ele treinta leguas
Progresos de las Misiones. - Una nueva
para conducir la madera. Oon motivo ele esta
iglesia.
obra he debido hacer dos viajes á Chile; y
Ocwtct esctitn (r,l S1;_ pl'esMtero Don An.gel Sctvio, recorriendo la comarca he empleado cuatro
director !le lct « Oasct (le Patagones. »
meses en hacer misiones , en ta.nto que el
presbítero· Don Pa,naro quedaba en OhosChor-;-Mala,l, 7 ele noviembre ele 1888,
malal al cuidado de esta residencia. El valor
de la. fábrica monta á 4:000 escudos.
OARísnw SefíoR:
La misión , gracias á Dios y á nuestra
A mi regreso ele una misión he tenido el buena Protectora JYia.ría Auxiliadora, de año
gusto de recibh 1:1 última, y muy estimada en a.ño da mejores resultados. No obstante.
suya. ¡ Cuánto reta.rdo ! Seis meses demoró las grandes lluvias, nieves y fríos de inyjerno estos buenos cristianos llegan en gran
en llegar :i. mis manos.
Gra:nde era mi deseo de llegar á Patago- númm:o, de á pie, recorriendo varias leguas
nes; mas tantos han sido los trabajos que pa.ra acerca.rse á recibir con profunda piedad
no me ha sido posible realizar ese vhtje. A. los santos sacramentos.
He aquí ahora los lugares visitados en
Dios gracias comienzo ya. á respirar. La iglesia y la casa están por :fin terminadas. mis últimas misiones y las distancias que los
Espero que estas obr:-ts sean para gran gloria separan de estacas~:
ele Dios é inmenso provecho de las almas. J\falbarco dista.ut;e ele Chos-malal 30 leguas.
Ina.ugnróse la iglesia, en la. :fiesta ele todos Invernacb vieja
27
»
·los santos. El concurso fué extraordinario y :M.allín-mala.l
22
»
·por primera vez cantóse aquí el solemne &tne- Agua ealiente
20
»
t1t8, swwftt8, iw.nctns Do n~i.nns Deus Sa.ba.oth,
Arilea
19
»
que estos chilenos saben modularlo con par- Reinile.o
18
»
ticular ent.usiar;;mo.
Callanto
H> »
Sería, pues, llegado el tiempo de regresar Curileo
13
»
á ésa ; más el Sr. Pan aro se ha empeñado
Comprenüiclo Chos-malal ·se ha.n hecho 176
en retenerme. Ya que se ha. hecho treinta, hú- ha,utismos, 51 mahimonios, 1900 confesiones
gase treinta y uno, siempre festivo me dice. y 1800 comuniones.
Me quedaré á celebrar la fiesta. ele JHaría
Alabado sea el Señor que ha querido serInmaculada, bendecir la iglesia y aprovechar virse de nosotros para derrama.r estas bentan buena oportunidad para hacer una mi- diciones, y que en medio de rudos trabajos
sión en Chos-malaL En consecuencia, si Dios y fatigas nos conserva en buena salud.
no dispone otra cosa , hacia. fines de enero
Sírvase saludat á nuestro amado D. Rua,
llegaré {i, H.oca, y de allí por telégrn.fo le a- el buen padre qn:e Dios nos ha dado en lu"
.nunciaré mi viaje. Iran conmigo dos jóvenes gar de J)on Boseo. JVHl saludos á los qü.Mic
catequistas y para todo el personal se lleva.-. dos herinanos de Pa.tagones. H.Miba Ud. lós
rán doce caballos.
del Sr. Panaro y ruegue por su affo. h 0 ~
.Antes de partir no deja.ré de visitar á
nuestra vieja casa. Bien lo merece la hnDmnNGO MrLA.NEsro .
.milde choza que allú en la colina nos albergó dura.ute ca,torce meses. N o hace mucho que Yiniendo ~\ vernos un amigo nos
refirió la curiosa historia de tal Yiviemla :,
primero cuartel , más tarde hospital , ·en seHISTORIA DEL ·ORATORto ..DE S. FRANCISCO DE SALES
guida prisión, luego abrigo de oY~jas .y por
:fin dormitorio, cocina, sa.la de l'ecibo é· iglesia nuestra. · Extraña era su arquitectura : ·
CAPÍTULO XVII.
no tenía puerta sino una como boca ,de horno ; ·
ni tampoco ventana, entrando la luz por una Necesidad de otro Oratorio, Festivo. -;-,Acuerdo. - lndicacióTI de Mons. Ft·anzoni. ~ Elección. _,_,Un rayo.
rendija en el techo ; sin fogón,· hacíase el
- Aleg1·e colmena.r. '"7 V.isitil: del nuevo Oratorio .. fnego en un {mgulo , á, consecuencia de lo.
Facultad. - Invitación. .:..._. Buen p1;onóstico. - A·
cual las paredes y el techo se habian ennepel'fu1·a. - Prime•· 'sún16n. - Regalo de una mad1·e;
grecido de tal modo que aquello parecía. car" • · ·~,·Primeros di1·ectore's: ·
·
bonera ,. y de aquí que hasta los ojos de la.
Quanto · mayor era .la solicitud ele D. Boseo
cara se nos viesen generalmente· eón pintas
y de. su incomparable , auxiliar· Don . Borelli
negras.
Pero ¡bendito sea Dios l Ya tenemos igle- para promover la instrucción, escolástica y
sia ó . ca.pilla, de veintiún metros de largo por religiosa en el Oratorio ,de San Francisco. de
seis de ancho y cinco de alto, y Junto á ella Sales , más se aumentaba el número .de .. a~
cuatro estancias, una sacristía,, patio y huerto hunnos. Tantos eran en. los días de :fiesta i)J.le

RIO NEGRO.

~~,-...__.,.-..,.r~~·~ ........ ~·~ ...... ~

~~~~~0~

-82-

· gran parte uo cabían en la capilla, y hasta
el patio era insuficiente.
Un día de agosto dijo Don Bosco á Don
Borelli:
·
- Hace ya algunos domingos y especialmente en el último habréis podido advertir
como crece el número de niños en el Oratorio. Son como ochocientos; no· caben en la
iglesia y en el patio están como saxdinas en
banasta. Con el tiempo la estrechez será
mayor; con todo, admitir tan sólo tm número
determinado sería dejar á los demás expuestos á los peligros de perdición. AQué deberemos hacer~
- Tenéis razón: este sitio que en un principio parecía bastante espacioso ahora es pequeño, Adeberemos emigrar de nuevo á la
manera que cada año las grullas y golon-

pente un. espantoso trueno que llena de pavor á la señora, la cual yolviéndose t1 Don
Bosco exclama :
- Dios me salve de la tormenta y yo le
concederé la casa por la cantidad que U d.
dice.
-- Gracias, le contestó Don Bo>'lco ; ruego
al Señor que la bendiga ahora y siempre.
En breve serenado el tiempo estipulóse el
arriendo por 450 liras al año. De este modo
el cielo·se mostraba propicio á Don Bosco.
Comenzaron luego los albañiles á p1'eparar
la capilla en el nuevo local ; y un domingo
reunidos los niños, anuncióles Don Bosco la
creación del nuevo Oratorio con esta her·
mosa comparación :
- Mis queridos hijos, cuando se multiplican las abejas de modo que no lleguen á
caber en un colmenar parte se separan y
drinas~
- Creo podría tomarse otra medida. Por formando distinta familia van establecerse en
las preguntas que he hecho he sabido que otra parte. Como véis aquí ya somos tantos
como una tercera parte de estos niños vienen que apenas podemos darnos vuelta: en los
de la plaza del Castillo, de la plaza de S. Car- · recreos acú unos tropiezan con otros, allá no
los, del Barrio Nuevo y de San Salvario, es pocos caen y derraman sangre por la n~riz;
decir que para venir acá andan una y dos en la capilla estamos como en prensa. Si se
millas. &No convendría establecer un nuevo tratara de ensancharla habría el peligro de
Oratorio por allá dejando éste siempre exis- que se cayese. &Qué deberemos hacer'? Imitaremos á las abejas: formaremos una setente~
- Excelente idea, exclamó el Sr. Borelli. gunda familia y abriremos un nuevo Ora~
De esta manera se atenderán mejor los que torio.
Estas palabras fueron acogidas con un
aquí queden y muchos otros que á causa de
grito de alegría. Calmado este infantil enla distancia no vienen, asistirán al nuevo.
El acuerdo de ambos amigos era perfecto. tusiasmo, el buen sacerdote añadió :
Al día siguiente presentóse Don Bosco á
- Ahora vosotros desearéis saber dónde
Mons. Franzoni y expúsole el proyecto de la se fundará el nuevo Oratorio, quienes de vofundación de un segundo Oratorio, solici- sotros debenín frecuentarlo , cuándo estará
tando consejo y favor. El dignísimo prelado pronto y que nombre se le pondrá. Estad
aplaudió la idea y conociendo donde era atentos y ya os lo diré: Este Oratorio se
mayor la necesidad insinuóle como el punto erigirá cerca de la Puerta N neva, á, poca
preferible para ello la parte sur de la ciudad. distancia del puente de. hierro, sobre el Vial
Obtenida semejante aprobación dirigióse del Hey , llamado de los plátanos. Deberán
un día Don Bosco del la,do de Puerta N u eva ¡)or consiguiente ir allí los que pertencen á
y después de visitar varios sitios juzgó que aquel barrio y con su ejemplo habrá,n de a- ·
el más aparente para el objeto era uno ve- traer á otros niños del vecindario.
cino al Vial del Rey , ahora Corso Vittorio
- ¡, Cuándo se abrirá~
.
- Los obreros trabajan en arreglar una
Emanuele II, no lejos del Po. Este lugar
actualmente poblado de magníficos palacios capilla y el 8 de diciembre , fiesta de la
que dan á espaciosas calles y hermosos jar- Purísima Concepción, espero celebraremos la
dines era entonces un erial en los afueras bendición. Así el segundo Oratorio, abriénde la ciudad y en el que sin orden ni con- dose como el primero en un día consagrado
cierto se hallaban algunas pobres cabañas á la M:;t~re ue Dios, quedará ba,io su valiosa
de lavanderas. Particularmente los domingos proteccwn.
reuníanse allí multitud de niños que crecían
- Qué nombre le daremos~
en la ignorancia y en el vicio.
- Oratorio de San Luis, por dos razones :
Una de aquellas cabañas con su respec- la primera para dar á los niños un modelo
tivo patio pertenecía á la señora Vaglienti, de inocencia y de todas las virtudes como lo
á quien hizo Don Bosco una visita y ex- es san Luis Gonzaga, que la Iglesia misma
puesto su propósito, convino ella en arren- lo propone; la segunda para expresar en
darle el local pero no por el valor que se le cierto modo nuestro reconocimiento al veneofrecía. Después de haber discurrido larga- rable prelado, el Reverendísimo Sr. D. Luis
mente sobre este punto y <mando se corría Fransoni que tanto nos ama, alienta y proel peligro de no llegar á un avenimiento un tege. &Qué os parece~ ~Estáis contentos~
singular suceso, vino á desvanecer toda diUna fragorosa salva de afirmación, de vificultad.
vas á san Luis, al Oratorio y á Don Bosco
El cielo estaba encapotado. Óyese de re- fué la respuesta.

.J

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Esparcida esta notiCia por los nmos que bolo de la inocencia conservada ó recobrada
vivian cerca de la Puerta Nueva, llegó {t por ellos. El Santo escogido por titular y
conocimiento de muchos otros á quienes co- eje]llplo era á. su vez prenda y estímulo para
munict-n·on su entusiasmo, y todos esperaban conseguir ta.n apreciable bien. Los hechos
con ansiedad el 8 ele diciembre.
probaron que todo esto no era ilusión.
Próximo el día de la inauguración del ON o obstante el mal tiempo el Oratorio de
ratorio ele Sa.n Luis , el benévolo y celoso San Luis llenóse de niños. Alas siete varios
Arzobispo , á quien se pidió permiso para se ha.Ua,bau ya á confesarse, y á las ocho la
bendecir la capilla, dió la más amplia facul- capilla estaba llena de bote en bote. Como Don
tad para celebrar las funciones eclesiásticas Bosco debía cuidar del Oratorio de Valdocco·
en ella.
la función fué celebrada por el teólogo BoLa domínica precedente á la :liestft de la rel, quien bendijo la capilla, dijo la misa y
Inmaculada recordó Don Bosco la apertura pronunció un breve sermón. Visiblemente
del mencionado Oratorio, advirtió que halla- eonmovido les dijq: « N o puedo ocultaros el
rían comodidad para confesarse , oír misa , placer inmenso que siento en esta hora feliz.
luego que se bendijese la capilla, , y co- Ni el frío ni la ni0ve os han acobardado. El
mulgar; y recomendó fueran allí los de 1:1 amor á María y á vuestro nuevo Oratorio
parte sur ele la ciudad. - Ocurrid numerosos enardeciendo vuestros corazones os han traído
y devotamente, les dijo, pOTque se trata de aquí en gran número y piadoso recogimiento.
honrar á, ~faría Inmaculada , ,la Augusta N o pocos han hecho la santa Comunión. ToReina del Cielo y carísima lVIadre nuestra. dos habéis oído la Misa con particular deRogadle, hijos míos, que vuelva sus ojos be- voción. Esto me llena de gozo y aJienta mi
nignos al nuevo Oratorio, se digne custodiarlo esperanza. Sí, espero que continuaréis vibajo su manto , protegerlo , defenderlo y ha- niendo aquí eon feecueneia y de buena gana;
cerlo prosperar para la salvación ele muchos espero que con vuéstro ejemplo y consejos
niños. Los que 11ertenecen á esta otra parte obtendréis traer á otros muchos compañeros;
ele la ciudad píclanle igual cosa en el Ora- espero que este Oratorio de San Luis será
torio ele San Francisco de Sales. De este digno hermano del de San Francisco de Samodo en tan memorable día formaremos eomo les y que ambos ganarán muchas almas para
clos familias eon su cuerpo separado, pero Dios. María Inmaculada, en cuya fiesta coque unidas en espíritu, en ángulos opuestos menzamos esta obra, nos proteja, ayude y
de la población , ensa.Iza.rán á la más santa defienda. >.~ En seguida exhortó á :Imír ·el pey amable de las criaturas, la Madre ele Dios, eaclO y practiear singularmente la virtud anconcebida sin pecado.
gélica , proponiendo por modelo á San Luis
Al salir ele la iglesia, rodearon los niños y. animando con varios edificantes ejemplos.
á Don Bosco y al teólogo Borelli; y quienes
Al concluír el sermón, recitáronse algunas
les prometían lleva.r al nuevo Oratorio á un oraciones, se entonó un cántico y, saliendo
pariente, quienes á un compañero ó vecino, de la iglesia, cacl:)J niño recibió, como ofrenda
por lo cual bien se pudo prever que la bon- de la celeste Madre, una apetitosa refección.
dad de Dios se manifestaba en esta obra.
Excusado es manifestar la buena marcha
En la yigilia de la inauguración la capilla· de este Oratorio. Basta saber que todo se
estaba provista : un cuadro de San Luis , hacía allí seg(m el reglamento y método del
candeleros , velas , p~trftmentos , bancas , un . Oratorio de San Francisco de Sales. Mas
pequeño a.rmario, una mesa pa.ra In, sacristía como Don Bosco no pudiera atenderlo inme· habían sido regalados por varias caritativas diatamente, de aeuerdo con el teólogo Borel,
personas , eooperadoras á la Obra de Don. confió sucesivamente la dirección á varios
Bosco. Lo que aun haeía falta para la fun- celosos sacerdotes de Turín , á qli.ienes clió
ción fué proporcionado ya por el Oratorio excelentes jóvenes auxiliares.
Fué el primer. direct.or e~ presbítero Dop.
de San Franciseo ele Sales, ya por la vecina
Pedro .Ponte; luego Don .Fe¡ix Rossi , saparroquia.
.A.pa.reció al :fin el 8 de diciembre entre una cerdote dignísimo pero de ppca salud. Muerto
abundante nevada. Oumplíase aquel día el éste en tempr:;~.na eflad, pasaron algunos años
tereer aniversario de la bendieión de la pri- sin que el Oratorio de San Luis tuviera un
mera capilla .del Oratorio de San Francisco director :lijo. Don Bosco, que ya tenía varios
de Sales y de su establecimiento en el Pe- · clérigos formados por él, .manclaba ya á uno
qneño Hospita.l de }a Marquesa Ba.rolo. Dios ya {t otro. Estos mismos durante la sedispuso que este segundo Oratorjo comen- mana se empañaban. en· conseguir algún sazase en la misma. :fiesta como señal de las cerdote ql"J;e fuera .~ confesar, decir misa y
bendiciones que había de recibir con no me- predicar. Entre los sacerdotes que se prestaron con más frecujjnci.a :P~ra ,esta pbra de
nos abuncla.ncia que el primero;
Ha.sta aquella nevasca podría parecer un caridad merece . pa:rticul~.r menció.n el presfeliz presa.gio, como si el Señor quisiera ex- bítero Don Demonte , que .. cmi gra:~;t, celo. y
presar que con el tiempo los niños de este generosidad atendía {t los niños. Fué .más
Oratorio se habrían de multiplü;mr como los tarde director el teólogo :Don Leona):'dO Mucopos de nieve, cuya blancura fuese el sím- riald<l hasta que tom,ó á su cargo la dirección

-

del Colegio de Artesanos. Luego, como Don
Bosco ya tuviera sacerdotes de su Instituto
encargó á estos la dirección de t<lil Oratorio.
Deberemos ahora referir la guerra hecha
á este Oratorio, primeramente por las lavanderas con la lengua y en seguida los rufianes y malvados ya con piedras ya con armas
de fuego.

CAPÍTULO

XVIII.

Algo más sobre el Oratorio de San Luis. - Las lavanderas. - La libertad de cultos. - Amargos frutos.
- Libro de un apóstata. - Una guerra declarada. ~edradas y pistoletazos. Victoria.

Es regla general que las obras destinadas
á mayor gloria de Dios y bien de las almas
sean combatidas con grandes dificultades.
N o es esto conforme ú razón y justicia como
no lo fné que Lucifer y sus secuaces alzasen
bandera de rebelión contra Dios, su Creador
y Bienhechor; que Caín se dejase llevar de
envidia contra su hermano Abel y le matase;
y mucho menos que judíos, paga:nos, herejes
é incrédulos se revelasen contra Jesucristo
y su Iglesia, salud del mundo. Y no obstante
Jesucristo no sólo fné enclavado en la cruz
sino que ahora como entonces es calumniado
y ultrajado, y b Iglesia Católica, en sus
jefes, en sus ministros, en su doctrina y en
sus instituciones, al par ele él , es vejada y
perseguida. Lo ocurrido en el tiempo pasado
y en el presente, sin ser profeta, puede asegu-·
rarse que sucederá hasta el fin ele los siglos;
hasta que el Angel del Apocalipsis encadene
para siempre en el abismo al dragón infernal; hasta que la vida del hombre cese de
ser prueba y milicia en la tierra; hasta que,
finalmente , la Iglesia no sea sino una inmensa falange ele santos gloriosos en eterno
triunfo. JYiientras tal día, no llegue las buenas obras y sus promotores deberan soportar
inicua guerra , odios , burlas y desprecios ;
tener la gloria ele contar por enemigos ú los
enemig'os de Dios, de Cristo y de la Iglesia.
·Tal es por esto la suerte de la8 Obras de
Don Bosco, y como quiera que por humildad él nacla dice, por gratitud , admiración
y amor á la verda(l lo diremos nosotros.
El Oratorio de S. Luis Gonzaga, de cuya
fundación hemos hablado en el capítlilo precedente, es una de las obras ele Don Bosco
más tenazmente combatidas desde un principio. Quienes se adelantaron á hacerle la
guerra fueron las lavanderas del barrio. Apenas supieron que Don Bosco había arrendado allí un local para Oratorio se enftuecieron é instigándose unas ú otras resolvieron· acometer contra el pobre sacerdote y á
obligarlo con denuestos y am:enazas á res-cindir el contrato.
Dicho y hecho: Un día que Don Bosco
llegó con la señora V aglienti á vü!itar aquella

84--

cabaña para examinar que trabajo con· .
viniera hacer, he aquí que una docena de ¡
mujeres desvergonzadas, de mal gesto , con
los brazos en jarra y los ojos encendidos en .
rabia prorrumpen contra él en un torrente
ele imprecaciones é injurias.
- &Por qué se nos viene á molestar~ &No •
hay acaso en Turín otros lugares más d1gnos ele su gentuza~ ¡ JYial haya el fraile sin
caridad y su Oratorio de rapaces!... Si no
se va sabremos obligarlo a retirarse. Buenas
manos tenemos para lavarle la cara.
Y esto diciéndole levantaban los puños
amenazantes.
- Escuchadme, escuchadme , buenas m u·
jeres, decíales Don Bosco para tranquilizarlas.
- No queremos escucharle, gritaban aquellas; váyase de aquí , que de otro modo le
llevarán más muerto que vivo.
Como Don Boseo no eonsiguiera calmarlas
- Os engañáis, les dijo la señora Vaglienti;
·vosotras creéis que este sacerdote venga (t
arrebataros el pan cuando viene ú ofrecéroslo. Establecido aquí un Oratorio y luego
un colegio os dará ropa ú lavar y remendar.
En vez ele enfadaros con él debéis darle las
gracias. Si debéis dejar esta casa, yo os buscaré otra aquí cerca; tendréis, pues, más
trabajo y mayor gananeia.
Estas sabia.s palabras produjeron efecto
semejante al del agua bendita sobre los espíritus malignos. Las lavanderas comenzaron
á sosegarse, en seguida ú oír razones, y por
fin á pedir excusas, d~iando por entonces en
I)az l~ Don Bosco ;/ su Oratorio.
Prepar(tbaseles en tanto otra guerra má,s
crud~t y peligrosa. Conviene antes advertir
que el 23 de diciembre de 184:7 varios ciu. daclanos, partidarios de la libertad de conciencia, presentaron al rey Carlos Alberto
una solicitud (t favor ele la emancipaeíón de
los judíos y valdenses; esto es, que gozasen
.ele todos los derechos que los católicos, ejercitaran públicamente su culto y propaganí,n
libremente su falsa doetrina. La súplica fué
escuchada y por decretos de 1'7 de febrero y
19 ele marzo de 1848 Carlos Alberto concedió
la famosa emancipación ele los valdenses y
judíos. Desde aquel entonces los judíos, saliendo del ghetto llegaron á ser los más poderosos del Piamonte, y los valdenses esparciéndose por toda la ItaHa, ya solos, ya, unidos con los protestantes de Suiza, Alemania
é Inglaterra sembraron abundantemente el
error y la cizaña.
~
1

(Se conUmuwá)

Con aprobaeion de la. A.nt. Eclesiástica - Gerente DUTEO GHIGLIONE
'l'llr.i:o. - 'l'ipografía. Sa.lesinnflo.

Turin - Buenos-Aires - L1BRE R1A SAL ES1ANA - Sarriá. (Barcelona)

PLAN

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,
A LAS

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LECTU·RAS CATOLICAS
1°. Esta publicación se propone única y exclusivan1ente la enseüanza

.Y defensa de la Religió_n Católica, n1ediante la difusión de libros de estilo
sencillo, llano y popular, adaptados á la inteligiencia de todos. En la elección de ellos se preferirán los que contengan instrucciones 1norales,
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2°. Todos los n1eses saldrá a luz un opúsculo ele unas 13 Opaginas,
·el que se enviara á los Sres. Suscritores.
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. . .
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Artes y Oficios, en ALMAGRO. En Salta, al R. S. Bernabé Piedrabuena,
en el Sen1inario Conciliar; en Montevideo, á la Librería Católica de Ramón Adzarias, calle 25 de Mayo, 253; en España, Barcelona-Sarria, a la
Librería Salesiana, y en Italia, á la Librería Salesiana, TuRíN, Calle de
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HISTORIA AMENA Y EDIFICANTE
DE LA VIDA
DE

lVIARGARITA BOSCO
por el

S .. D. J.· B .. L::EJJY-EOYNE
Pbro ele la C. d.'e' S. Francisco de Sales
TRADUCIDA DEL ITALIANO
POR EL PERO F. C.
de la misma Congregación.

Fecha
1889.07