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Título
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BS_1888_11
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Descripción
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Boletín Salesiano. Noviembre 1888
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Fecha de publicación
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1888.11
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extracted text
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NOVIEMBRE 1888
Instruyó al pueblo y divulgó todo lo que había hecho.
Buscó las (foctrinas útiles y escribió documentos
rectísimos y llenos de verdades. Las palabras de los
sabios son como punzas ó clavos, que penetran pro
fundamente, y nos fueron dadas mediante nuestros
maestros por el único pastor.
(E clesia -stés X II, 9, 10 y 11)
T T J I Ò I L T - LIBRERIA SALESIANA -
T T T Z R /IIL T
JOAMIS GERSEN
O
R
D
IN
IS SAN
C
TI BENEDICTI
ABBATIS MONASTERII S. STEPHANI VERCELLENSIS
I3 E
LIB R I QUATUOR
SELECTAEI LATINIS SCRIPTORIBVS INVSVI SCHOLAR?!
I.
PLAVTl (M. T. A ttii) Trinumus. Ad reeentiores editiones exegit, animadversio
nibus a u xit et schol. praelectionibus accommodavit Tir. Vallaurius. — Editio
3a; un voi. de 144 pág. . . ......................................
p eset. O 60
II. — Aulularia. Ad reeentiores editiones e x e g it, animadversionibus auxit et
scholasticis, praelectionibus accommodavit Thomas Vallaurius. — Editio 4a;
un voi. de 130 pág........................................
» 0 60
III. CESARAS (C. Julii) De bello civili commentariorum liber I et II. — Editio 3a, un
voi. de 68 pág. .' . ..............................................................................» 0 25
IV. — De bello gallico commentariorum liber I et II. — Editio 6a, un volumen de
52 pág........................................................................................................... » 0 20
V. CICERONIS (M. T u llii) Cato Major, seu de Senectute et de Somnio Scipionis. —
Un voi. de 48 pág.
............................................................................. » O 20
VI. — Epistolarum selectarum liber I. — Editio 3a; un voi. de 48 pág.
» O 20
VII. — Epistolarum selectarum liber II. — Un voh de 40 pág.
. . » 0 20
V ili. — Philippica HI iu M. Antonium et oratio pro Archia poèta. — Un voi.
de 32 pág..............................................................
» O 15
IX. NEPOTIS (Cornelii) Vitae exeellcutium imperatorum in usum adolescentulorum.
— Editio 4a; un voi. de 112 pág........................................................ » O 50
X. TACITI (Cornelii) Vita C. Julii Agricolae. — Un voi. de 32 pág.
. » O 20
XI. HORATII FLACCI (Quinti) Ex libris Odarum selecta cum notis. — Un voi. de
76 pág..........................................................................................................» O 25
XII. — Satyrae et Epistolae selectae cum notis. — Un voi. de 64 pág. » O 20
XIII. CICERONIS (M .Tullii) De Senectute (traduzione in italiano). — Un voi. de
48 pág......................................................................................................... » 0 40
XIV. LIVII (Titi) Historiarum liber I. — Editio 4a; un voi. de 68 pág. » 0 30
XV. — Historiarum lib ri XXI et XXII. — Editio 5a; un voi. de 120 pág. » 0 40
XVI. OVIDII NASONIS (Pub.) Ex operibus selecta in usum scholarum. — Editio 4a;
un voi. de 64 p á g . ............................................................................» O 20
XVU. CVRT11 RVFI (Q.) De rebus gestis Alexandri Magni ; Historiarum lib e r ili et IV.
— Un voi. de 80 pág......................................
» 0 30
XVIII. PHAEDRI (Augusti liberti) Fabularum Aesopiarum liber I et H crebris notis
exornati. — Editio 3a; un voi. de 32 pág. ...................................... » 0 15
XIX. PHAEDRI (Augusti lib e rti) Fabularum Aesopiarum liber I I I , IV et V , crebris
notis exornati. — Editio 2a; un voi. de 48 pág...............................» O 15
XX. PLINII (CaecUii Secundi) Ex epistolis selecta. — Un voi. de 48 pág. » O 20
XXL SALLVSTII (C. Crispi) De conjuratione Catilinae historia. — Editio 3a, un voi.
de 49 p á g . .......................................................................................... » O 20
AÑO I I I . -N. 11.
Sale una vez al mes.
NOVIEMBRE 1888
BOLETIN SALESIANO
Debemos ayudar á nuestros herma
nos á fin de cooperar á la difu
sión de la verdad.
Cualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, recibe á mí mismo.
(M at. xvm)
(Ill S
. Juan, 8)
Atiende á la buena lectura, á la ex
hortación y á la enseñanza.
(I Tim. i t , 18)
Entre las cosas divinas la más di
vina es la de cooperar con Dios
á la salvaoion de las almas.
(S. D ionisio )
Un amor tierno hácia el prójimo es
uno de los más grandes y excelen
tes dones, que la divina bondad
puede hacer á los hombres.
(E l Doct. S. F ranc , de Sales )
Os recomiendo la niñez y la juven
tud; cultivad con grande empeño la
educación cristiana; proporcionadles
libros que enseñen á huir el vido
y á practicar la virtud.
(P
ioIX)
Redoblad todas vuestras fuerzas para
retraer á la niñez y juventud de
las insidias de la corrupdou y de
la incredulidad y preparar de esta
manera una nueva generadon.
(Leo
nX
III)
DIRECCION en el Oratorio Salesiano. —Calle Cottolengo IV
o3 2 , Turin (Italia) K~
pañía de Salesianos, para nuestras Misiones
de la Am érica del S ur, y á ünes del año
pasado, sintiendo en su corazón vivísimo
deseo de ver, abrazar y consolar al muy
amado Padre D. Bosco y bañándose al propio
tiempo necesitado de medios materiales y
personales, se resolvió á venir á Europa.
P or uoo y otro motivo íué dicha venida
oportunísima, puesto que, á los 54 días de
su llegada á Turin, el virtuosísimo y ve
GRATÍSIMO AVISO.
nerando Padre D. Bosco expiraba plácida
En varias provincias de nuestra muy y santamente en los brazos de su muy
amada península conócese ya personalmente querido lu jo y Obispo. Más tarde pasó á
al lim o . Sr. Caglierò por haber permane consolar á todos los hermanos, esparcidos
cido en ellas algún tiempo con objeto de por las numerosas Casas de Italia y uno
fundar algunas Casas salesianas. A l efecto de estos días saldrá para visitar las que
fué á U trera el año 1880, donde se detuvo tenemos en Francia.
Despues se d irig irá , con más de GO Sa
unos meses y se granjeó la estima y ve
neración de aquellos Andaluces. Pasó des lesianos, entre sacerdotes, acólitos, maestros
pues por Málaga para tratar sobre la fun de artes é Hijas de María A uxiliadora, á
dación de una Casa, semejante á la que su lejano V ica ria to ; pero antes de empren
hoy tenemos en Sarriá. E l año siguiente der tan largo v ia je , tienen proyectado
detúvose en Barcelona, donde concluyó de quedarse algunos días en Barcelona y ce
arreglar todo lo necesario para la funda lebrar en ella una Conferencia para los
ción de la referida Casa de S a rriá , boy Cooperadores Salesianos.
Grandes son sus esperanzas de que tam
conocida con el nombre de Talleres Sale
poco en España dejarán de auxiliarlo ge
sianos.
En Febrero de 1885, recien consagrado nerosamente en esta ocasión, pues, como
Obispo, salió de Italia, con numerosa com comprenderán nuestros buenos BienhechoS u m a r i o : Los Misioneros. — Gracias de M aría Auxi
liadora. — Noticias Americanas. — Patagonia. — Re
pública Argentina. — V iaje de los Misioneros Salesianos
á Quito. — Peregrinación del Clero Italian o á Roma,
T rid uo y Misarde R equiem celebrada'por el Padre Santo
en la Basílica de San Pedro. — Funerales.
res, son enormes los gastos que en dichos
viajes se originan, màxime con tan nume
roso personal como esta vez se lleva á
nuestra Misiones de Patagonia y T ie rra del
Fuego.
En el próxim o número dirémos algo con
más detención sobre este particular, seña
lando el día en que tendrá lugar la refe
rida Conferencia y el tiempo que se quedará
el lim o. Sr. Caglierò en la Capital de Ca
taluña.
LOS M ISIO NEROS.
La segunda expedición de Misioneros,
desde que el carísimo D. Bosco ha pasado
á mejor vida, hállase en vísperas de p a rtir.
Capitaneada por el lim o . Sr. C aglierò,
compuesta de más de cincuenta personas,
saldrá para América del Sur en los p ri
meros días de Diciembre. ¡Bien por los
generosos! Adiós, hermosa ribera de Italia,
adiós tranquilos hogares de los queridos
parientes. E l Señor se ha dignado hablar:
Id y anunciad m i Evangelio por todo el
universo, pues quiero que todos los hom
bres se salven. Y se obedece y se parte.
Y ¿por qué las empresas del cielo han
de hacerse con menos entusiasmo que las
de la tierra? ¿Por qué la voz del conductor
D ivino, Nuestro Señor Jesucristo, ha de
tener ménos fuerza que la de aquellos que,
en siglos pasados, guiaban sus ejércitos á
atrevidas y tal vez injustas empresas? Si
gloria inm ortal se dice el conquistar pro
vincias, derrocar ciudades, descubrir desco
nocidas regiones ¿qué es lo que se d irá de
quien va para extender más y más el re i
nado de Jesucristo sobre la tie rra ? Si la
sed de riquezas expone á los hombres á
toda clase de sacrificios y es alabado y
admirado quien consigue acaudalarse ¿por
qué no será , con m ayor ra zó n , celebrado
por todos quién anhela la conquista y re
dención de las almas, riqueza inestimable,
inm ortal, creada por la llama de amor que
emana del ardiente Corazón de Dios?
El mundo es siempre injusto en sus
juicios cuando se trata de las cosas ce
lestiales. Lo que en unos considera noble
valentía, heroísmo, legítimas aspiraciones,
obra civilizadora, en otros reputa poco
amor á los parientes y á la p a tria , fana
tismo, ele.
Pero no im porta; ¡v a lo r Misioneros!
Quien ha de guiaros es el Señor. Las in
mensas llanuras de P atagonia, las frias
playas de la T ie rra del Fuego, las majes
tuosas y gigantescas cadenas de las cor
dilleras, las abrasadoras florestas del Brasil,
esperan ver ansiosamente los que allá irá n
á enseñarles la Buena Nueva. Miles de
salvajes desean ponerse bajo vuestro am
paro, re c ib ir cuanto antes los saludables
efectos de vuestros solícitos y amorosos
cuidados. Miles de Europeos que, emigrando
todos los meses, van á esparcirse por
aquellas lejanas regiones con peligro de
perder la fé de sus padres, esperan tam
bién que vosotros vayais á hacerles com
pañía y ayudarles á conservar el rico é
inestimable tesoro de la re lig io n católica.
Dicese que la libertad y la ciencia son
las que deben hacer felices los pueblos,
que queda repudiada la fé abrazada á la
c ru z , que la caridad debe ceder el lugar
al amor de la humanidad. ¡Qué palabras
tan sacrilegas y vacías de raciocinio ! Para
tantos y tantos millones de criaturas hu
manas que sufren males físicos y morales
¿qué consuelo les podréis dar si no el de
la C ru z , del espectáculo de un Dios que
ha sufrido por todas ellas? A tantos po
bres desheredados que sobre la tie r r a ,
con todo y ser tan grande, no tienen un
palmo que les pertenezca y donde puedan
posar la cabeza, que pasan todo el tiempo
de su vida en medio de toda clase de p ri
vaciones, sin esperanza de m ejorar su triste
condición ¿qué a livio se les dará si no se
les pone por delante al pensamiento de
que la vida presente pasa como un relám
pago, que eterna patria les espera, donde
poseerán á Dios, el mundo y toda clase de
felicidades? A las naciones bárbaras, escla
vas de las propias pasiones, de algún déspota
brutal y también de pueblos civiliza d o s,
que las consideran como guaridas de ani
males, ¿qué consuelo se les podrá dar si
no se les enseña cuál es su divino origen,
es decir, que son hijos de Dios, que Dios
los ama, que Dios los v e , que Dios está
siempre con ellos? Y es el lenguaje del
amor que co n vie rte ; y se ven aún hoy
día las tribus que piden el bautismo al o ir
sencilla explicación del Evangelio, sin otra
prueba más, porque la p rim e ra prueba es
el amor.
— ¿Porqué lloráis? ¿Estáis convencidos
de las verdades que os he referido? decía
cierto misionero á una trib u de la Am é
rica del Norte, que como extática le escu
chaba.
—
131
— Sí, hábito negro, respondía el Cacique
en nombre de todos, porque esta historia
no es posible que la hayan inventado los
hombres: Dios sólo podía amarnos tanto.
Enarbolad, pues, la cruz, y partid. Dios
Ntro. Señor va con vosotros: Fece ego v o biscum sum usque ad consummationem
saeculi. No temáis á los obstáculos que se
os presentarán. Ego v ic i m u n d u m , ha
dicho Jesús ; y Él os precede con su poder,
os acompaña con su gracia E x iv it v in
cens, u t v in c e re t: salió vencedor p a ra
v e n c e r, se lee en el Apocalipsis. No te
máis, nada os faltará, porque el que provee
de comida á los pájaros que viven en el
aire, el que cuida las florecitas en los
campos, no se olvidará de vosotros. Sobre
las naves, por las playas, en las pobladas
ciudades, en los vastos desiertos, sobre las
cimas de los más altos m ontes, tendréis
con vosotros al a m ig o , al t m aestro, al
padre, Jesús Sacramentado. É l os comuni
cará fuerza, os ilu m in a rá , os infundirá
ánimo, os proporcionará a u x ilio s , os con
solará y hará que todas vuestras empresas
sean coronadas con feliz éxito y eterno
triunfo. ¿Qué es lo que os podrá fa lta r si
teneis~á Jesús?
Y á vosotros, oh generosos Cooperadores
de D. Bosco, diremos a ú n ; ¿Queréis teuer
seguro el Paraíso? Cooperad á lá salvación
de las almas con vuestras oraciones y l i - I
mosnas. Entre las obras divina esta es d i
vinísima : ¿ Queréis también la felicidad
temporal en cuanto es posible en este valle
de lágrimas? Ofreced vuestro óbolo, para
que los Misioneros puedan ensanchar los
confínes de sus misiones y lle va r al cielo
abundante número de almas. Dios es dueño
de todo y sabrá daros el ciento por uno.
D. Bosco, ya moribundo, aseguraba con la
serenidad de quien está cierto que dice
verdad : — Los que deseen g ra c ia s de
M a ría A u x ilia d o r a , a u x ilie n nuestras
misione , y pueden estar seguros de que
las obtendrán.
Gracias de Maria Auxiliadora.
I.
M. R. Sr . D ir e c to r :
U n poco tardo cumplo con mi deber de supli
car á Ud. se digne publicar en el B o le tín una
gracia recibida por intercesión do M aria Snia.
A uxiliadora.
#
Hacía dos meses que venia sufriendo tuertos
dolores nerviosos en todo el cuerpo y particu
larmente en la cabeza. Una noche, que mo ha
llaba en extremo atormentada, me encomendé de
corazón á María Sma. prometiéndole, en raso de
recibir lo que le pedía, insertarlo en el B o le tín ;
en seguida cesaron los dolores y dosde entonces
me encuentro perfectamente bien.
Sean dadas gracias á la Smu. Virgen A u x ilia
dora.
Y también á Ud., Rdo. Sb. Director, dúyselas
anticipadamente y aprovecho la ocasión para ofrecorme su humilde servidora
M. C. F.
Tarín, 5 de Abril do l aS8.
II.
K frd ta (Turin), 2S d* Abril do 1ÍS4.
M u y Rdo. S r. D ire c to r:
Dígnese perdonar mi atrevim iento en d irig irle
estos cuatro rengloncitos con el fin de noti
ciarle una gracia recibida últimamente por ínter
cesión de María Sma. Auxiliadora.
Habían pasado ya quince meses que padecia
terriblem ente de ana sciatica. Animado por otros
hechos particulares que había leido en las Lec
tu ra s Católicas, y no teniendo esperanza alguna
en medios humanos , recu rrí á la protección de
M aría Sma. Auxiliadora, prometiéndole cotidiano
trib u to de oraciones en honor s a jo y de i r á
darla gracias personalmente apénas me fuese
posible. Bien pronto sentí notable mejoría y ac
tualmente hallóme enteramente lib re de la refe
rida enfermedad. Suplicóle se digne publicar esta
gracia en el B o le tín , mientras tenoni el gusto de
repetirm e snyo almo, y S. S. Q. B. S. M .
F . C.
NOTICIAS AMERICANAS
P
a
ta
g
o
n
ia
.
I.
Rdmo. y m u y amado Sr.
D. M ig u e l R iw :
Tengo el trasto de escribirlo desde Bahía
B la n ca , adonde me mandò U obediencia para
predicar en la Semana Santa y confesar a los
italianos.
E l viaje do dos dias en diligencia no fue may
bueno. Cuando llegamos a unos tres leguas del
Rio Colorado, las ruedas so hundieron de tal
modo en el fango quo nuestros esfuerzos no
bastaron á levantarlas y por ùltim o se rompieron.
Eran ya las 12 de la noche, llovía a cántaros,
y el camino estaba todo lleno do fango y pan
tanos. Guiados por una persona conocedora do
aquellos lo g in s y que viajaba con nosotros,
caminando toda la noche, pudimos lle g a r, a las
cuatro de la mañana, al Colorado : despertamos
al barquero, pasamos el rio y á las cinco nos fu i
mos á d o rm ir un poco on una pobre taberna. A l
dia siguiente, por la mañana temprano, llegába
mos acá. Era el Domingo de Ramos.
Celebrò las funciones, prediqué todos los días
de la Semana Santa , confesé más de cien ita
lianos v mañana á las cuatro volveré, Dios me
diante , con la misma diligencia á Patagones á
pesar de la mucha llu v ia que no cesa desde hace
ya,algunos dias.
Ésta, donde me encuentro actualmente, es una
pequeñita parroquia de unas quinientas leguas
cuadradas de superficie y confiada á un sacerdote
con otra (la de los tres Partidos de Puan, Guam ini y Trenquezanquen) de unas m il cuatro
cientas leguas cuadradas.
En medio del dolor que me causó el tránsito
de D. Bosco, no pude menos de consolarme al
saber que Y. R. ha sido nombrado su sucesor.
Quedo con respetuoso afecto de Y . R. obedientisimo súbdito
A n g e l G. Piccono, Pbro.
Bahía Blanca, 2 de A b ril de 18S8.
II.
Yiedma, 10 de Mayo de 1888.
M u y Rdo. y amado Padre en J. C.
Hemo recibido el preciosísimo B o le tín , diario
de la enfermedad y muerte de nuestro veneradísimo Fundador y Padre, y lo leemos en el comedor
no sin sentir frecuentes y fuertes emociones y
acompañar el pan con abundantes lágrimas. ¡Es
tan hermoso y conmovedor ! Creo que sucederá
lo mismo en todas las casas de nuestra Pía So
ciedad.
Yo tengo una copia particular y cada día leo
algnn trozo. ¡Oh ! ; cuánto siento que no diga
más ! Ningún lib ro me hizo derramar tantas lá
grimas . ninguno me movió á hacer propósitos
tan generosos , como este áureo Diario. Siento
muchísimo no haber amado bastante á nuestro
caro D. Bosco ; me arrepiento de no haber prac
ticado con más empeño sus santas máximas.
Asi es. E l valor de un tesoro se conoce des
pues de haberlo perdido, si así puede decirse de
nuestro caro P a d re . que goza ya en el Cielo.
Siento vivísima raen te la necesidad de amarlo con
todo el corazón, de consolar m i espíritu ante su
tumba. Pero m i condición me lo prohibe. Ruego,
pues, á Ud. muy encarecidamente se digne man
darme una colección completa del Boletín Salesiano, donde los trabajos de nuestro Fundador es
tán tan hermosamente narrados. Lo poco que yo
he visto unido á lo que aprenderé con la lectura
del Boletín y oiré al Jlroo. Sr. C aglierò, me
servirá de regla en el gobierno de mí mismo y
de mi pequeña comunidad.
Recibimos tambion su circular y nos ha sido de
gran consuelo la alta benevolencia de Su San
tidad para con nosotros. Procuraremos por nues
tra parte consolarlo siempre, ó al menos rogar
cordialmente á Dios para que lo consuele. Las
cosas de esta casa van regularmente. Tenemos
paz, union y trabajo. Deo y ra tia s , aun cuando
nuestro trabajo no obtenga el resultado que no
sotros desearíamos. Nuestro lim o. Sr. Caglierò
habrá manifestado ya á V. R. la indiferencia re
ligiosa que reina y triu n fa en todas estas re
giones.
Me encomiendo en sus oraciones y besándole
con filia l afecto la mano soy de V. R. afino, y
obedientísimo hijo,
B e rn a rd o Vacchina, Pbro.
REPÚBLICA ARGENTINA.
Buenos Aires, 30 de Julio do 1888.
Rdmo. y amadísimo P a d re :
Los dos mundos se han unido en los amo
rosos -brazos de nuestro venerando Fundador Don
Bosco. Parece que él con su espíritu esté entre
nosotros, de tal modo, que nos hace sentir su pre
sencia con sus benéficos efectos.
Sabemos por cartas y relaciones mandadas
á ésta, que el sepulcro de nuestro llorado padre
es g lo rio so , que su habitación , sus escri
tos y su misma imagen son objeto de veneración
y que Dios hace experim entar los frutos de esta
piadosa confianza. Nosotros , americanos é h i
jos de Don Bosco, amados tanto por él, leyendo
las cartas que varias veces nos escribió, vemos
que nos tenía siempre presente en su corazón
y en los labios y no dejamos de experimentar los
mismos beneficios.
E l prim ero, entre ellos, es el entusiasmo por
los intereses materiales y morales de la Obra
de D. Bosco en los personajes más distinguidos
de la República Argentina. Han sido ya un pre
ludio las caritativas relaciones entre los miem
bros de la Sociedad de S. Vincente de Paul y
los Salesianos, relaciones naturales y santas, tanto
por los santos Patronos como por el fin común
que dichas Sociedades se proponen en sus obras.
Esto, que era vivo deseo de D. Bosco, se cum
plió en la tarde del 3 de Febrero del corriente
ano, 1er. viernes de mes , en Conferencia gene
ral, y fué debido principalmente á dos de nues
tros más fervorosos Cooperadores, los Sres. Dres.
D. Pedro Giraud y D. Abel Basan. Aquella tarde,
mediante una subvención de las Conferencias,
convinimos en aceptar por 15 años á veinte n i
ños pobres elegidos por la misma Sociedad. Hé
aquí S. Francisco de Sales que da la mano á
S. Vicente para socorrer la pobre juventud de
esta capital. Todos decían entonces : Este hecho
parece precisamente un telegrama que D. Bosco
nos manda desde el cielo á falta del quo en vano
hemos esperado de Europa. Sí ; en ello vése pa
tentemente la mano de I). Bosco.
También deseaba nuestro amado Padre la pro
tección de las Autoridades argentinas; y á Ud.,
querido D. M iguel Rúa , corno p rim e r acto de
su Rectorado, ocurriósele el hermoso pensa
miento de enviar al Excmo. Sr. Presidente do
esta República copia del precioso obsequio quo
—
1
.3
3—
la Tipografía Salesiana dedicaba al Sumo Ponti
D. Bosco, y (jue los primeros en festejarlo en
fice en ocasión de sus Bodas de oro. Sin em
el Paraíso debían ser Savio, Magon y Besucco,
bargo , nosotros no sabíamos como hacer para
prim icias de la educación dada por fcl. Propu
presentarnos á tan alto Magistrado.
siéronse im ita rá aquellos tres jovencitos, hacién
^ Buscamos algunas recomendaciones y el Señor
dose capitanes de toda la escuadra tres niños de
Dr. Basán, Presidente de la Audiencia y Coope las Congregaciones del Smo. Sacramento , San
rador nuestro , nos abrió el paso. Nuestro D i
José y S. L u is ; cada cual tenia su respectivo
estandarte y prometía, delante de nnestro Direc
rector Sr. D. Santiago Costamagna, con el Pre
tor, im ita r á uno de los tres referidos virtuosos
fecto Sr. Cassinis presentaron el regalo y los
obsequios de V. R. al Sr. Presidente en el acto jovencitos.
Mientras se envidiaba el coraron da aquellos
on que bajaba las escaleras de su grandioso pa
lacio. Dió muestras de aceptarlo con gusto y en discípulos de D. Bosco y se deseaba sentir y ver
cargó al Sr. Costamagna diese las gracias á cómo se portaban con su santo D ire c to r, levan
tábase el te ló n , detrás del c u a l, iluminado con
V. R., nuestro muy amado Rector Mayor. Así
luces de bengala, había on magnifico cuadro.
nos parecía hubiese terminado todo , cuando el
D. Bosco figuraba estar en medio, sentado sobre
4 del corriente mes nos llegó el inesperado aviso
un trono ; dos acólitos á *los lados y hermosa
de que el Excmo. Sr. Presidente de la Repú
corona de niños vestidos de blanco con fajas
blica se dignaría hacernos una ris ita y que ya
encarnadas y azules. Empezaba el canto de los
estaba m uy cer.:a. Hicimos algunos preparativos
tres niños Savio, Magone y Besucco á D. Bosco;
Á toda prisa : la banda de música con todos los
niños se pusieron en fila en la puerta del Co haciendo eco cantaban también los tres niños de
legio para recibirlo ; despues se fueron á sus las referidas Congregaciones á Don Santiago
Costamagna. Como á Elias , ensalzaban los de
respectivos talleres y clases, pues quería el
Sr. Presidente verlos trabajar y observar la or dentro á D. Bosco en el cielo ; y como á Elíseo
ganización de las escuelas. Mucho nos admira repetían el canto á nuestro Director los de fuera.
Finalm ente los dos coros se unían, saludando con
mos de la familiaridad con que este ilu stre per
repetidos y patéticos vivas al Padre en el cielo
sonaje trataba á nuestros niños haciendo varias
preguntas á unos, mirando los trabajos de otros y al H ijo en la tie rra . Varios de los mas dis
tinguidos Cooperadores se conmovieron no poco
é interesándose por su salud y bienestar.
Se entretuvo con nosotros casi hora y media y pidieron que se repitiese otra vez, como tam
bién nuestros niños á los cuales les parecía ver
y se fué m uy bien impresionado de nuestra
allí á D. Bosco en persona. Esta era la parte
Institución. E l benévolo amigo y Cooperador,
más patética y conmovedora de la fiesta. El día
que nos obtuvo esta visita fué el Sr. Dr. N u gués, antiguo Gobernador de la Provincia de siguiente, 25 de Julio, se tenía que re rifa r otro
Tucumán y actualmente diputado en el Parla diálogo, con varios coros, delante de varios res
mento.
petables invitados. A mediodía llegó inesperada
En tanto había llegado la fiesta del apóstol San mente nuestro lim o, y Rdmo. Sr. Arzobispo,
tiago, Patrono de nuestro amadísimo Inspector y
que se dignaba v is ita r y honrar al discipulo de
Director. La casa de S. Carlos es de las más D. Bosco y D ire ctor nuestro; una hora despues
celosas en celebrar fiestas á la manera de T u rin ,
non anuncian que el Excmo. S r. Presidente de
y este a io habiendo celebrado con noble porfía
la República está en la portería y que viene
de las Congregaciones de artesanos y estudiantambién á v is ita r á D. Santiago Costamagna.
te sta s fiestas de S. José y de S. Luis, parecía que
Entonces fué una sorpresa y un movimiento
.Va no se pudiese hacer otra cosa mejor. Música,
general : se interrum pieron los cumplimientos de
iluminación general en todo el Colegio, fuegos
la mesa y se pasó al teatro para la recitación
a rtificiales, declamaciones, diálogos y comedias, del diálogo. Su argumento era m uy entretenido
en fin, de todo se había hecho. A pesar de todo, y agradable ; algunos niños piden algunas com
aprovechándonos de la ausencia de nuestro Ins posiciones para leérselas al D irector : uno con
pector, que habí, ido á Montevideo para predi
testa que se acuerden de lo que hacían los an
car los ejercicios espirituales á nuestros herma tiguos alumnos del O ratorio para festejar á Don
Bosco , es d e c ir, que buscaban niños pobres y
nos, preparamos una fiesta que dejó sorprendido
á nuestro amado Director y edificados y contentos abandonados para llevarlos á él.
Aceptan el consejo, luego disponen una lotería
« todos los que la vieron.
con confites que tienen escritos los nombres do
Creemos que la ispiracion nos vino del cielo
varias prácticas do piedad ó consejos que se han
0' se puede decir que la m ente, el corazón, las
de poner por obra en homenaje al Director. El
túanos y todas las artes é industrias salesianas
que sacaba los números representaba un ciucíarro
Se pusieron de acuerdo para hacer una hermosa
napoletano, que cantaba á las m il maravillas.
demostración de amor á D. Bosco en el cielo y
Despues de alguna escena fingían los mismos
nuestro Director en la tie rra . En electo; ol
niños adivinar ol estado moral de las escuelas
título del diálogo y el objeto del Cuadro a l vivo
9lle se quiso representar fué « L a fiesta del Rdo. y ta lle re s , dando los proinios correspondientes :
^ re c to r , trasunto de la que hacen d D. Bosco el adivino figuraba al célebre Ometto, ó como
lo llaman aquí, Hombre a n tid ilu via n o . Se cantó
e,i el cielo sus santos alumnos. » E l diálogo
también ol Coro de los locos y por último re
aplicaba cómo en este año ol modelo ele todas
tos fiestas era la celestial quo so había hecho á pitióse ol himno al ainado Director que es el
—
134
—
árboles , y pueblecitos en extremo hermosos y
mismo que se cantaba á D. Bosco on T u rin . E l
pintorescos.
Excmo. Sr. Presidente fué felicitado también por
los niños; unos alabaron su amor para con los
Dospues de tanto su b ir tuvim os que empezar
hijos del pueblo y su deseo de Yerlos educar
una larga y rapidísim a bajada no poco peligrosa
moralmente en el trabajo según el método de
que duró más do dos horas y á las 3 lp í nos
I). Bosco; otros le dieron gracias por las dos
alojamos en una casa llamada San José de Chimbo.
visitas que se había dignado hacerles. Algunos
Estábamos cansados; empero, en nuestro corazón,
recordaron los antigHos deseos que Don Bosco
sentíamos v iv o deseo de i r á alguna iglesia á
tenia de ver al Excmo. Sr. Presidente protector
postrarnos ante el sagrado Corazón de Jesús, en
de su O bra; y que v is ita r el colegio en la fiesta
el Sino. Sacramento. Nos reconocíamos deudores
de un h ijo de D. Bosco era señal de deferencia
de muchos beneficios y queríamos darle de todo
hacia el Apóstol de la ju v e n tu d , admirado por
corazón las gracias y suplicarle se dignase con
las naciones más civilizadas de Europa y Amé tin u a r favoreciéndonos en el porvenir. Nos d ir i
ric a ; por cuyo m otivo le suplicaban tuviese á gimos, pues, en seguida á la parroquia, que por
bien re c ib ir el legado que D. Bosco había dejado
cierto es bastante pobre; preguntamos por el
á su Sucesor y á nuestro D ire ctor, como si á él
párroco quien nos recibió m uy amorosamente y
mismo se lo hubiese (jpcomendado.
nos perm itió celebrar al día siguiente la santa
Fué verdaderamente admirable que se pudiese
Misa. Mucho pedimos en nuestras oraciones por
on breves momentos e scribir y leer las referidas
nuestro amado D. Bosco, por nuestros Superio
sencillas composiciones, dirigidas á tan altas d igni res y por nuestros niños y Bienhechores.
dades, sin ningún tropiezo ni inconveniente. Con
A eso de las 9 de la mañana del día 18 par- I
gran confianza y expansion pudimos decir al
tíamos. E l camino era bastante bueno , si bien I
Éxcmo. Sr. Arzobispo que pensábamos lo había
en algunos puntos no dejaba de ser algo peli- I
hecho v e n ir Don Bosco á nosotros , p o rq u e , groso. Empleamos tres horas desde Chimbo á I
siendo nuestro intento festejar al D ire ctor y
Guaranda, adonde llegamos á las 12 sin novedad. I
también á D. Bosco, éste mandaba á hacer sus
Guaranda hállase situada á la altura de 3,400 I
veces al que por su gran corazón é insigne
metros ; es ciudad bastante lim pia y cuenta unos I
piedad más se le parecía. En fin, recordamos que
8,000 habitantes. S irve de escala á los viajeros I
la personificación de los tres grandes amores de y mercancías por hallarse entre Babahoyo y I
la humanidad, R e lig ió n , P a tr ia y F a m ilia , se Q u ito ; hay muchísimos arrieros y son los más I
habían presentado entonces delante de nosotros, y
famosos de la República.
Llegados á la plaza principal encontramos un I
que por consiguiente los Salesianos y sus discí
pulos conservarían eterna memoria de este día.
hermoso y comodo hotel y , por prim era vez . I
pudimos descansar y alimentarnos á la europea. I
La fiesta duró hasta las 4 1(2 de la ta rd e ,
Vino á visitarnos el Excmo. S r. Gobernadpr de I
y nuestros huéspedes, saludados con alegres y
la P rovincia y nos proporcionó todo lo que ne- I
respetuosos vivas y con las más suaves arm o
cesitábamos. Tuvim os que cambiar las mulas. I
nías , se separaron de nosotros, como ellos d i
a rre g la r las sillas etc. pues teníamos que su- I
jeron, con las más gratas impresiones.
b ir nada menos que el Chimborazo. Nos aconse- I
ja ron descansar en la ciudad aìmenos un día I
para aclimatarnos un poco y tomar fuerzas para I
soportar la intem perie é incomodidades que I
VIAJE DE LOS MISIONEROS SALESIANOS Íbamos á pasar. Aceptamos dicho consejo y I
nos paramos hasta el 20, en cuya mañana, á eso I
á Quito.
de las 0, proseguimos nuestro viaje.
De nuevo se oyeron entro nosotros las e xcla -1
maciones: — ;Qué prados tan hermosos! ¡ que I
(C o ntin u a ció n )
magníficas colinas! ¡que horrendos p re c ip ic io s !*
Subíamos el Chimborazo. E l aire era cada ve/. I
En la mañana del 17 de E n e ro , salimos de
más frío y todos nos pusimos el balandrán. La ■
aquel bendito Puzo á las 7 \\2 despues de haber
niebla empezaba á rodearnos, pero no era tan I
tomado algo y hecho alguna provision para el
espesa que nos impidiese ver el camino. A la^ I
viaje.
diez de la mañana estábamos ya á una a ltu ra con-1
E l cam ino, si bien m a lo , no presentaba los
siderable ; negras nubes cubrían el bajo mundo I
peligros del Torneado: íbamos siempre subiendo
y á buen paso. A las 10 3|4 llegamos á Guale- y hermosísimo arco ir is coronaba nuestros pies : I
quizá abajo llovía m ientras nosotros nos h a lla -1
z a y , pueblecito situado sobre una altura do la
bamos con un precioso y despejado cielo.
p rim e ra cadena de las Cordilleras; nos paramos
Empero esta bonanza no duró mucho tiem po; en I
á comer unos huevos pasados por agua y á eso
de la una nos hallábamos en la cima de dichas
ciertos puntos donde el camino daba vueltas, le- I
Cordilleras.
vantábanse nubarrones no pequeños y un viento I
¡O h!¡qué panoramas tan hermosos se nos pre bastante fuerte. E l frío se hacía cada vez más I
sentaban continuamente! A llá á lo lejos divisá
intenso y á los balandranes añadimos los pon- I
bamos el majestuoso Chimborazo; bajo nuestros
chos: gruesas nubes pasaban huyendo sobre n u e s -i
pies veíamos valles encantadores, deliciosas co
tras cabezas , y además dejaban en nuestros I
linas , bosques pobladísimos de toda especie do vestidos infinidad de límpidas gotas de agua que, I
—
135
más ta rd e , á los rayos del s o l, resplandecían á
manera de preciosas perlas.
A las 11 llegábamos al Arenal ó Páramo. Es
tábamos ya casi al pie del cono del Chimborazo.
Nos pusimos capole (de cautchut) ; nos a b ri
gamos bien y seguimos subiendo. Si nos hubiese
visto, querido Padre , cómo íbamos todos silen
ciosos, encogidos, cubierta la cabeza con grandes
som breros, con él balandrán m uy ceñido, un
poncho de lana y otro de goma, se m aravillaría
Ud. no poco... pues nuestra caravana tenía as
pecto de una verdadera aparición fantástica. ¡Qué
cambio tan grande ! decíamos entre nosotros ;
pocos días hace nos bailábamos bajo el calor de
un sol ardiente, y ahora rodeados de nieve y t i
ritando de frío.
Caía una llu v ia finísima mezclada con nieve
y el viento, que soplaba impetuosamente, nos la
echaba en la cara sin compasión. Negros nubar
rones nos rodearon de nuevo y con ellos n ix ,
g la d e s et sp iritu s p ro c e lla ru m . E l viento f r ií
simo silbaba con fuerza en nuestros oidos y mu
gía á lo lejos rompiéndose en las crestas y ca
vernas..... ¡o h ! ¡qué grandiosa escena! Era un
magnífico espectáculo.
Apareció por fin el sol y , como por encanto ,
nos vimos delante del blanco Chimborazo. ¡H e r
mosa, encantadora, majestuosa pirám ide! Nuestro
corazón se llenó de jú b ilo , de admiración, de
g ra titu d hácia Dios N tro. Señor que se dignaba
conducirnos sanos y salvos hasta los pies de
aquel majestuoso gigante. U n g rito unánime de
/ Viva el Sagrado Corazón ! / V iva M a ría A u
x ilia d o ra ! ¡ V iv a D. Bosco! salió espontánea
mente de nuestros labios.
E l Chimborazo siéntase, como re y de los A n
des , sobre la altura de T api y elévase hasta
6,524 metros sobre el nivel del m ar Pacífico. Es
volcan apagado y, geológicamente hablaudo, compónese de un cúmulo de fragmentos de rocas
traquíticas. L a magnificencia de dicho monte
obl ga á i r a llí á muchos viajeros que lo visitan
con mucho placer. E l Baron de Hum boldt lo su
bió hasta la altura de 5,908 m etro s, á la cual
no había llegado todavía ninguno.
Este insigne Baron dice que el Chimborazo
elévase majestuosamente sobre toda la cadena de
las Cordilleras, á guisa de aquella majestuosa
cú p u la , obra del genio de Michelangelo, que
se eleva o b re los antiguos monumentos que ro
dean el Campidoglio.
Continuábamos el viaje atravesando el Arenal
y hacía tanto frío que, yo principalmente, sentía
me iban faltando las fuerzas. Me bajó del caballo
para moverme un poco y a c tiv a r, asi la circu
lación de la sa ngre, lo cuál me hizo m uy buon
efecto. Nuestro acólito Rostoni quiso también
hacerse deudor á Dios N tro. Señor. Llevaba col
gado al cuello el anteojo de larga vista; su mula
acertó á moverse un poco más rápidamente de
lo acostumbrado y á causa del salto que tuvo
que dar enyésele on tie rra el referido in s tru
mento. Se bajó á cogerlo, pero lo hizo con tan
mala suerte que la m ula se espantó y empezó á
saltar y correr de una parte á otra. E l buen
—
acólito, impávido, la sujetaba fuertemente con las
riendas, pero la b e stia , moviendo la cabeza y
tirando con m ayor fuerza, lo venció é hízolo caer
en tie rra pisándole ligeramente la cabeza. Creía
mos todos que se hubiese hecho daño pero se
levantó en seguida y se puso á correr detrás de
la mula que naia. Un arriero pudo alcanzarla,
y nuestro a c ó lito , que ya temía de tener que
caminar á pie por aquellos sitios horribles , la
recibió con no poca alegría. La mula , al pasar
sobre é l , no le hizo más que un ligero arañazo
en la cara ¡Cuántas gracias hemos dado al Señor
par tantos y tan grandes beneficios!
Era ya mediodia ; al pasar m uy cerca de una
casa quisimos pararnos para tomar algo. Com i
mos un poco de carne asada que llevábamos con
nosotros, y despues empezamos á bajar por la
otra parte del monte. La bajada era m uy mala
y peligrosa; pero gracias á Dios, no nos sucedió
nada de siniestro.
A eso de las 4 i j2 llegamos á un sitio lla
mado C huquipoyo, donde encontramos una casa
bastante grande y con buenas camas. Dormimos
profundamente y en la mañana del 24 , con un
frío que hacía estremecer, proseguimos nuestro
viaje. E l camino era m uy bueno y fué construido
por orden del in m orta l García Moreno.
Aprovechando la llanura obligamos á las bes
tias á tro ta r y galopar y á eso de las 9 lle
gamos á Mocha. Tornamos alguna cosa á prisa,
pues queríamos lle g a r de día á Ambato, térm ino
de nuestro viaje á caballo ; proseguimos acelera
damente y llegamos allá felizmente al anochecer.
¡ Deo g ra tia s !
Fué aquella para nosotros una tarde de ve r
dadero regocijo. Habíamos pasado por medio de
tantos peligros, sufrim ientos y privaciones, y aun
no podíamos creer que hubiésemos llegado al
térm ino.
Nuestros buenos a rrie ro s , guías y maestros
durante el largo trayecto, nos dejaron con ver
dadero dolor ; quisieron ser bendecidos por no
sotros, nos besaron las manos con gran venera
ción y quisieron p o r recuerdo un rosario para
rogar á la Sma. Virgen.
Nos hospedamos en el Hotel Ita lia n o , casa bas
tante decente de un buen genovés, que desdo
hace ya muchos años vivo en aquel pueblo. Nos
vinieron á v is ita r el Sr. Gobernador, el Pàrroco,
el D irector del pequeño Seminario y otras muchas
distinguidas personas. Todos se mostraron m uy
contentos de la venida de los Salesianos; ros
hicieron ver que conocían á Don Bosco, nuestra
Sociedad y el bien que hace en ambos mundos.
Desde a llí mandamos nuestros respetuosos saludos
al Excmo. Sr. Presidente de la República y al
Rdmo. Sr. Arzobispo, quienes se dignaron con
testarnos en seguida m uy afectuosamente.
Creíamos podor p a rtir pronto para Quito, pero
tuvimos quo esperarnos todavía sois días porque
no había diligencia á nuestra disposición.
Nos resignamos, si bien 'con no pequeño dis
gusto; habríamos deseado celebrar en Quito al
menos el trid u o do preparación á la fiesta de
nuestro Patrono S. Francisco do Sales.
— 136 —
en la base de su cono y m uy cerca de la nieve.
Atnbato es una ciudad m uy bonita : su nombre
La noche fué m uy f r í a , pero bien cubiertos
deriva de los Indios An.batos, que antiguamente
habitaban aquel lugar. En 1699, año en que se con nuestros ponchos, hemos dormido bastante
bien hasta el día siguiente. A las 5 del 28, vís
desplomó el vecino monte Carahuirazo, sufrió un
pera do nuestro santo Patrono, estábamos ya en
fuerte terrem oto, y torrentes do agua y fango
diligencia con dirección á la capital. Sí ; aquel
aterraron gran nùmero de-casas: la ciudad nueva
debía ser el últim o día de nuestro largo y pe
fué construida á una tegua distante del sitio
noso viaje : debíamos llegar á Q uito en la v ig i
p rim itivo . Aquí principia el servicio do trasportes
lia misma de S. Francisco de Sales. Colocamos
en diligencia, que sale del pueblo, todos los lunes.
en medio de la diligencia una imágen de María
Esta hora llegó también para nosotros y el
Auxiliadora ; rogamos todos juntos y solos. Le ase
27, á las 6 de la mañana, ocupamos en el gran
carruaje nuestros puestos. Se corría como el
guro que rogábamos de corazón y nuestra mente
viento, y á eso de las 10 llegábamos á Tacunga,
acariciaba ya el grato pensamiento de hallarnos
donde se cambiaron las mulas y tomamos alguna
m uy pronto en casa, pero en casa salesiana.
cosa. La carretera estaba llena de altibajos m uy
j Oh Q uito , Quito, ciudad tan admirada en Ipedientes, pero nos parecía m uy buena en com
talia, deseada en m ar y suspirada en nuestro
paración de los caminitos pasados. E l viaje es largo y penoso viaje por tie rra !
bastante bonito y entretenido por las precio
Hela allá á los pies de aquella alta montaña.
sas vistas, si bien hay todavía muchísimo terreno
L a vimos desde lejos y la saludamos con jú b ilo
abandonado é inculto.
indescribible.
Hasta dicho punto habíamos usado ya todos
A la una de la tarde descendimos de la d ili
los medios de trasporte. P o r fe rro c a rril europeo
gencia y nuestros pies se posaban en la famosa
el tren om nibus, misto, directo y d ire c tís im o , capital de los Incas.
en I a, 2a, 3a clase. P o r m a r, el vapor y el
Una turba de curiosos se aglomeraron á nues
barco de vela. En el Istmo de Panamá, el fe r
tro rededor y todos nos saludaban con gran res
rocarril americano ; luego el vapor por el Pací
peto y llenos de alegría. Un señor García, man
fico. en vaporcito de rio por el Guayaquil, el
dado por el Ecxmo. Sr. Presidente para re c ib ir
caballo, el coche, la diligencia... ¿De que modo
nos nos acompañó al Protectorado Católico, nombre
podríamos aún viajar? Sobre las espaldas de ur^ que se ha dado á nuestra nueva morada, donde
hombre ; y á ello nos vimos obligados por la si
apénas llegados, nos arrodillamos y recitamos con
guiente razón. A las 3 1]2 llegábamos al río
todo fe rvo r el Te Deum y tres Ave M a ria á
Gallo y la diligencia se paró.
la Sma. Virgen Auxiliadora. E ra nuestro corazón
— Señores, dijo el cochero, es preciso ba
que, lleno de reconocimiento, sentía la necesidad
jarse.
de desahogarse en acción do gracias al Señor
— ¿Y por qué razón ?
que, sanos y salvos, dignóse amorosamente con
ducirnos al campo de nuestras fatigas.
— Porque el carruaje no podrá pasar el río
con el peso de Udes.
Aquella misma tarde fuimos á vis ita r al Rdmo.
Sr. Arzobispo, quien nos recibió como un tierno
— Bueno, pues, nos bajaremos.
padre suele re c ib ir á sus queridos hijos. Nos
En seguida se presentaron algunos indios que,
sentándose gentilmente delante de nosotros, nos
pidió noticias de D. Bosco, de todos los Supe
invitaron á ponernos sobre sus espaldas ; lo h i
riores de T u rin ; quiso que lo informásemos de
cimos, riéndonos no poco, y en un momento nos todo lo sucedido en nuestro v ia je , de nuestras
llevaron á la otra orilla.
necesidades y se ofreoió á ayudarnos en todo.
— Bien, dije á aquellos pobres, tomad un rea- E l Excmo. Sr. Presidente nos trató también con
lito y esta medalla de María A u xilia d o ra ; ellos
mucho amor y caridad y dijo que Don Bosco
la recibieron llenos de alegría y no cesaban de debe mantener su promesa de mandar pronto
besarla con particular afecto.
otros ocho Salesianos á Quito, porque el campo
Habríamos querido tocar en Machadle por la
de nuestro trabajo es aquí mayor que en otras
noche, pero llegados á la posta, donde se tenía
partes.
que cambiar las mulas, no las encontramos pre
Casi todas las personas más distinguidas de la
paradas y nos virnos obligados á parar en aquel
ciudad nos vinieron á v is ita r, demostrando gran
Bitio, llamado por los cocheros Chasqui. Es un
estima hácia nuestra Pía Sociedad, y mucha ve
lugar muy poético; estábamos en un lindo
neración hacia nuestro siempre amado Padre
v a lle , cerrado al oriente por el célebre volcan
Don Bosco.
Cotopaxi que, dorado por los últimos rayos ves
¡O h! ¡plegue á Dios y á la Sma. V irgen Au
pertinos , ostentaba entonces toda su magostuo— xiliadora a sistirno s, á fin de que podamos tra
sidad y al occidente por otro volcan, el Iliniza,
bajar mucho por el bien de nuestra alma y en
cubierto también de nieves perpetuas.
provecho de las de todos los pobres niños aban
El Cotopaxi es la montaña más hermosa de donados de este país ! Sí ; venga pronto el día
América : tiene forma de un cono troncado con en que podamos bañar con nuestro sudor la vasta
exacta regularidad y la candidísima nieve que
Provincia de Oriento, en bien do los numerosos
lo cubro está distribuida por la parte baja con
salvajes quo vagan aún por aquellas selvas, sa
sorprendente simetría. Su elovacion e s , según
crificando al demonio. Nos asista el Cielo , nos
Humboldt, de 5,754 metros y la abertura do su ayuden nuestros colosos Cooperadores y Coope
crater do unos 900. Nosotros pudimos pararnos
radoras , á fin do que podamos recoger copioso
—
137
ruto on nuestra mies y despues, circundados de
ichas almas ganadas para el S eñor, podamos
‘ jar todos al Paraiso á gozar por toda una
[ternidad.
Ruegue, Rdmo. Padre , ruegue y haga rogar
este fin. La buena voluntad no nos falta :
oS hemos consagrado al servicio del Señor y
trabajando por É l queremos también m o rir por
[: el descanso lo encontrarémos en el Cielo.
Dígnese presentar nuestros humildes y filiales
[jjseqiiios á nuestro veneradísimo Papá, el caro
)on Bosco’; lo diga que le amamos mucho y que
)T lo mismo que lo amamos, seguirémos siem Lre sus sabios consejos.
Dígnese también dar las gracias en nuestro
Jombre á todos los generosos bienhechores de
[talia, Francia y España y asegúreles que nosorogamos siempre por ellos.
Un h u m ild e , pero ardiente saludo á Ud., á
)dos los Superiores, hermanos y niños. Rueguen
|iempre por todos nosotros, y especialmente por
afino, y obedientísimo hijo en J. y M.,
—
PEREGRINACION DEL CLEROITALIANO A ROIA
Triduo y Jli» de Requiem
celebrada por el Padre Santoen la basilica deSai Pedro.
Quien no va á Roma á v e r y o ir el Papa
animado de ideas y sentimientos re lig io s o s , no
puede gustar ni probar lo que sea el V icario de
nuestro Señor Jesucristo , Roma Católica y sus
funciones religiosas. Los que fueron en los ú lti
mos días del próxim o pasado Setiembre han
vuelto con el corazón lleno de profundas y sua
vísimas emociones y con el alma santamente en
tusiasmada despues de haber asistido á dos me
morandas funciones católicas. E l recibim iento del
Clero italiano en el V a tica n o , el trid u o hecho
por numerosos peregrinos en el grandioso templo
del Sagrado Corazón de Jesús , en R om a, y la
M isa de Requiem , celebrada por el Sumo P o n tí
fice en la Basílica de San Pedro fueron tres de
mostraciones de f é , de caridad y de religiosa
L u is C a lca g n o , Pbro.
piedad tan solemnes que difícilm ente podrán o lv i
darse.
En la confianza de satisfacer el deseo de nues
tros m uy queridos Cooperadores, vamos hoy ¿
El lim o, y Rdmo. S r. Arzobispo de Quito, des re fe rir brevemente algo de las tres expresadas
suntuosas funciones.
des de haber acogido paternalmente á nuestros
[errnanos Salesianos, se apresuraba á anunciar á
Bosco su llegada con la siguiente carta. E s Recepción de los Peregrinos en el Vaticano
[ribía precisamente el día despues de la muerte
y Discurso del Padre Santo.
nuestro m uy amado Padre.
E l día 27 de Setiembre daba solemne audiencia
el Padre Santo á la peregrinación del Clero ita
Rdmo. D. Ju a n Bosco,
liano. Fué espectáculo im ponente y en extrem o
S uperior General de los Salesianos :
conmovedor. E ran más de tres m il los c ir
cunstantes , entre los cuales hallábanse unos
Quilo, I o de Febrero de 188S.
1700 sacerdotes y 300 seminaristas de todas las
diócesis de Ita lia . E l Sumo Pontífice entró en la
A madísimo P adre y A migo :
sala del C o n cisto rio , actualmente Capilla de las
En estos días he tenido el indecible gusto de
Canonizaciones, á eso de las 1 2 , en medio de
|ecibir una carta de V . R. y de abrazar á los
entusiastas y repetidos aplausos de todos los
dosos misioneros que nos ha enviado. Los he
peregrinos. Acompañábanle los Emmos. Carde
[cogido como si fuesen mis hijos, y como á tales
nales Mònaco , Ledochowskì , Hohenlohe , A li
consideraré siempre, tanto para secundar la
monda, M asotti, Rampolla, V a n n u te lli, Schiattino,
^omendacion de V . R., á quien tanto amo
Laurenzi, Parocchi, Aloisi-M asella y B a u sa , asi
imo por los mismos misioueros, que me parecomo varios limos. Obispos italianos. E l Emmo.
m dignos de todn estima. Espero que ellos, con
Sr. Alimonda, jefe do la referida peregrinación,
|us apostólicas fatigas, serán imagen verdadera
pronunció magnífico d iscu rso . al cual dignóse
la caridad de V. R. y que eu esta manera
contestar el Padre Santo con el siguiente no
le darán verdaderos consuelos en medio de las
menos elocuente y conmovedor:
|°nas que á m i delicado cargo acompañau.
« Sed bienvenidos vosotros también queridos
Me encomiendo en las oraciones de V . R. y
hijos, que represontais hoy ante Nós el Clero y
suplico que ruegue á Dios de un modo espelas esperanzas en germen de las iglesias ita lia
por todos los Obispos do m i Arquidiócesis.
nas. Los sentimientos nobles y elevados que
De V. R.
acabais do expresarnos, señor C ardonal, en
nombre de todos, vuestro nùmero y ol fin quo
►D J osé I gnacio ,
os habéis propuesto de dar gracias á Dios por
Arzobispo de Quito.
N uestro año do ju b ile o , son para Nós otros tantos
m otivos de viva complacencia y do plena sa
tisfacción. Conocemos el afecto quo profesa el
Clero italiauo al Papa, y la union perfecta quo
existo entro este Clero, sus Obispos y la Sedo
—
Apostólica. Y por N uestra p a rto , Nós tenemos
por este Clero un interes y afecto m uy espe
cial. Siempre le hemos manifestado la más viva
solicitud, á fin de que por la abundancia de una
sana doctrina, por una vida íntegra, por el celo
de la salvación de.las almas y por el e spíritu
del más generoso s a c rific io , corresponda digna
mente a su sublime m isión. Y Nós deseamos
ardientemente quo de día en día se enriquezca
y adorne más y más con las más. insignes v ir
tudes, y consagre enteramente su m in is te rio al
bien del pueblo ita lia n o , instru yé n d o le en sus
deberes, formaudo sus costumbres y educándole
en las prácticas saludables de la R e lig io n .
> Pero además de estos deberes le incumbe
otro no menós grave en la dura lucha que
sostiene ahora la Ig le s ia , es d e c ir , de ser y
mostrarse ante todo siempre adicto á esta Sede
Apostólica y de defen d e r, lo m ejor que pueda ,
sus sagrados derechos. Insistirem os hoy sobre
este punto de una manera especial, y queremos
que esta sea la enseñanza p rin c ip a l que os demos
en esta circunstancia tan solemne.
> N inguno de vosotros ig nora , m u y queridos
hijos, con cuántos a rtificio s se esfuerzan hoy en
falsear las ideas del pueblo ita lia n o á propósito
de las actuales condiciones en que- se halla el
Pontificado, y por qué medios se busca el oscu
recim iento de las verdades más evidentes.
» Se dice, en efecto, y se re p ite continuam ente
al pueblo que el Pontífice tiene en Roma am plia
y plena libertad, y que su autoridad y su per
sona son respetadas. Pero todo el mundo sabe y
vé á qué indigna é intolerable condición se halla
reducido, á la merced y poder de otro, expuesto
a los ultrajes y al sarcasmo de la plebe. Se
atreven á a firm a r además, que las revindicaciones
del Pontífice están dictadas por un e sp íritu de
ambición y codicia mundanas.
» Desfigurando y empequeñeciendo así la cues
tión, se complacen en engañar más fácilm ente á
las gentes sencillas. Pero Nuestras intenciones se
dirigen mucho más a rrib a ; porq u e , en ve rd a d ,
se trata de la gran causa de la lib e rta d é inde
pendencia do la Iglesia. En cuanto á vosotros ,
queridos hijos , no os canséis nunca , para que
vuestro ejemplo sirva también de enseñanza á
los demás, de re p e tir m uy alto que el supremo
poder con que el Pontífice se halla investido
por disposición divina, no puede, por su natura
leza, estar sujeto á poder alguno te rre n a l, y que
para ser verdaderamente lib re é independiente,
al menos en el orden actual de la P ro v id e n c ia ,
el Pontífice debe tener una soberanía real ; que,
en efecto, esta soberanía lia sido p or vías admi
rables dispuesta , preparada y constituida en su
ia vo r por la Providencia misma y conservada
despues, durante largo < s ig lo s , hasta nuestros
días en medio do las más diversas y contrarias
vicisitudes. Este maravilloso designio de la P ro
videncia lia resplandecido do una manera espe
cial en Roma, que, elegida para ser el asiento
perpètuo del Vicario de Cristo, debía ofrecer* al
Pontífice, á la faz. del mundo entero, las condi
ciones más seguras y evidentes de libertad.
138
—
» N inguna soberanía en ol mundo ha sido tan
legítim a en su origen, más elevada y venorabl*
en su fin, más larga en su duración que la scu
beranía p ontificia. Los adversarios de esta sobe,
ranía han sido siem pre los enemigos y porse,
gnidores de la Iglesia, y U guerra quo se la h3
hecho en estos últim os tie m p o s, es notorio ¿
todos que lia sido obra principalm ente de ]a$
sectas conjuradas contra la Iglesia.
» Que ninguno de entre vosotros, que ninguno
de entre los católicos se deje e x tra v ia r n i en
gañar. Derechos tan sagrados, basados en tan
sólidas bases, que han sobrevivido á tantas vicisitudes y que eslán ligados con los intereses
más grandes y más vitales de la Iglesia y de |a
Sociedad, podrán ser p o r algún tiem po olvidados
y violados ; pero no siem pre hollados y concul
cados. A menudo, es verdad, los sucesos afortu
nados, los favores y el apoyo de los poderosos,
parece que dan plena seguridad y suficiencia á
los enemigos ; pero el curso de las cosas huma
nas está siem pre en manos de la Providencia de
Dios, que lo cambia y d irig e á su voluntad, ha
cióndolo s e rv ir siem pre para m ayor g lo ria de
su nombre y para bien de la Iglesia.
» No se puede dar ningún va lo r á la antigua
acusación que Nós siempre hemos rechazado, á
saber : que al re iv in d ic a r los derechos de la
Santa Sede Apostólica, Nós mostramos ser ene
migos del bien de Ita lia .
» Nós decimos, al co n tra rio , que al pedir que
se reconozcan estos derechos sagrados é im
prescriptibles, lejos de mostrarnos enemigos de
Ita lia , no hacemos más que desear su bien, que
riendo lo que puede únicamente procurar á la
nación una tranquilidad estable y á las concíem,
cias una paz segura.
» P o r últim o, Nós no sabemos bien con qué
fin se lia dicho últim am ente que del Vaticano
no sale nunca una palabra amiga para Italia.
Esta es también una vana y loca acusación. Ha
habido una palabra am iga, cuando en muchas
ocasiones hemos recordado á Ita lia las grandezas
y beneficios sin número que ella ha recibido de
la Iglesia y del Pontificado Romano. Ha habido
una palabra amiga, cuando se ha inculcado que
guarde con celo y siga fielm ente las gloriosas
tradiciones de los antepasados. Ha habido una
palabra amiga, cuando hemos llamado á tiempo
su atención sobre los males deplorables é inevi
tables cuya causa funesta se encuentra en 1*
lucha desleal, emprendida p o r solo espíritu de
odio sectario contra la divin a in stitu ció n del
Pontificado. Y cuando, obligado p or el deber,
Nós hemos levantado la voz contra las leyes V
actos ejecutados en Ita lia con detrim ento de la
R e ligion y de la Iglesia, ha habido también una
palabra amiga, que lia tenido por fin asegurar,
como precioso tesoro, la conservación pura c
inmaculada de la antigua fé.
» Pero, ¿cuál os, á su v e z , la actitud q” 0
toma la parte co ntraria respecto á Nós? Baste,
sin hablar del pasado , que conteste por Nós el
nuevo Código penal que se está discutiendo , )'
las nuevas leyes do persecución con quo Nés
—m —
amenazan, con el fin de poner mayores trabas á
¡a acción do la Iglosia , y de apartar siem pre
más y rnás su in fluencia saludable de la escuela
, de toda institu ció n de la sociedad c iv il. Poes
Jien ; Nós, y con Nós los Pastores sagrados, y
j0s fieles, blanco de tan duras pruebas, m ientras
(tue, Por una parte, con la ayuda de Dios , no
faltaremos nunca á Nuestros deberes , no cesa
remos , p or o t r a , de elevar con más ardor
Nuestras oraciones al A ltís im o , á fin de q u e ,
por el bien de Ita lia , por la salvación de nues
tros enem igos, no tarde en hacer b r illa r la
o-randeza de sus m isericordias.
c » E n cuanto á v o s , queridos hijos, inspiraos
siempre en estos sentimientos, y con ellos llevad
ta m b ié n á vuestras comarcas la Bendición especialísima que del fondo de N uestro corazón , y
como prenda de los favores celestiales, Nós con
cedemos á todos los que estáis aquí presentes ,
al Clero, á la ju v e n tu d dedicada al Santuario y
á todo el pueblo ita lia n o . »
La palabra del V ic a rio de Jesucristo era
vibrante, enérgica, elocuente. Apenas hubo con
cluido , resonó entusiásta descarga de aplausos
y vivas. Luego a dm itió al beso del pie santo á
los celosos miembros de la Comisión prom ove
dora de la peregrinación, á los cooporadores más
insignes del dinero de San Pedro y á algunas
representaciones. A l re tira rs e el Padre Santo, la
concurrencia, vivam ente conmovida, hizo nuevas
y prolungadas aclamaciones — al Papa R e y —
al Pontífice del Rosario — al Pontífice de la
ciencia — ai amigo de Ita lia — al p rim e ro de
los Italianos — hasta que la veneranda fig u ra
del sapientísimo anciano desapareció p or com
pleto de la vista de los peregrinos.
Entónces vióse una escena sumamente conmo
vedora. Todos los que no pudieron acercarse al
Padre Santo, se consolaron tomando , como de
asalto, el s illó n , sobre el cual había estado
sentado, y lo besaron repetidas veces con sin
gular respeto y afecto ; espectáculo tie rn o y con
movedor que demuestra cuánto este m ilagroso
Papa sea venerado y amado. Vuelta la calma ,
cantóse con todo el corazón el L a u d a te D o m i
n u m om nes gentes. ¡Qué espectáculo de té y ca
ridad! Sentíase profundamente en el corazón y
repetíase en los labios de todos: ¡Verdadera
mente el Papa es el V ic a rio de nuestro Señor
Jesucristo!
SOLEMNE TRIDUO
en la ig le s ia del S a g ra do
C orazón de Jesús.
Los Peregrinos celebraron con gran pompa
un trid u o en la iglesia del Sagrado Corazón de
Jesús. Esta iglesia, edificada por el nunca bastante
llorado D. Bosco — secundando los deseos de
Su Santidad Leon N i l i — por medio de las
ofrendas del mundo católico , con la majestad y
grandeza del edificio, con la riqueza de mármoles
y adornos, parecía que , con todo su esplendor,
so sonreía al ver tantos venerables sacerdotes
dar gracias al Sagrado .Corazón do Jesús, por
haber regocijado á todo el mundo con las fiestas
del ju b ile o del Soberano Pontífice.
Cada día del trid u o había predicado con pe
c u lia r unción y doctrina el célebre Padre Segundo
Franco, ín clita g lo ria de la Compañía de Jesús.
E l sabio predicador demostró cómo los sacerdotes
deben aprender del Sagrado Corazón de Jesús
el e sp íritu sacerdotal en la santificación de sí
mismo y en la del p ró jim o . F ueron discursos
elocuentísimos y llenos de prácticos recuerdos
acerca de los m in is te rio - d ivin o s, m áxim e de la
santa Misa y predicación.
E l dia 28 desde las 10 basta mediodía tenia
lu g a r la fancion que ponía fin á la re fe rid a pe
regrinación. P redicó, con palabra docta, elocuente
y eficacísima el E iu .m o CarJenal Parocchi, V i
ca rio de Su Santitad. La iglesia estaba llena de
sacerdotes, y sentábanse en el p re sb ite rio , en
distinguidos p u e sto s, diez Ilm o 3. Obispos. Se
empezó la funeion con el rezo del santo Rosario,
despues del cual subió al pu lp ito el refe rid o
Em m o. O ra d o r, que t u v o , p or espacio de una
hora, atento, in m ó v il y como arrobado á aquel
numeroso y distin g u id o a uditorio.
Despues del discurso hicíéronse los actos de
c o n s a g ra c ió n , re p a ra c ió n y c o o p e ra tio n al SJo.
Corazón de Jesús, leidos en voz alta p >r el m b o io
Emmo. Cardenal A lim onda , Presidente electivo
de la Peregrinación.
Con la bendición del Santísim o Sacramento se
puso fin á aquella solemne función que s irv ió
también para d a r gracias á Dios por e l Jubileo
del Padre Santo, función que dejó en el eorazon
de todos la im presión del más v iv o entusiasmo
y de un deseo sincero de se g u ir al Papa con
seguir al Corazón de Jesús, puesto que Icé este
el p a rticu la r carácter que tuvo dicha peregrina
ción. ¡ Ojalá que todas se hiciesen asi y tuviesen
tan excelentes y saludables resultados !
L;i misa fúnebre en San Pedro.
Despues de la función en la iglesia del Sa
grado Corazón de Jesús, tu vo lu g a r otra mucho
más solemne é im ponente; la santa Misa p r o
d e fu n tis celebrada p o r el Papa en S. Pedro el
30 do Setiem bre.
Desde antes del amanecer la gran plaza es
taba llena do fie le s , cuvo número pasaba do
30,000.
A las ocho de la mañana , la b a sílica , en la
que se habían levantado dos tribunas para el
cuerpo diplom ático y el patrieiado romano , es
taba completamente ocupada , manteniéndose el
orden por la guardia palatina y los ^endarraes
pontificios. En los intercolum nios de la plaza de
San Pedro se habían situado fuertes retenes de
tropas de H u m b e rto , notándose en los soldados
y muchos oficiales que m iraban con envidia á
los fieles, que* llenos de entusiasmo y emoción
penetraban en ol grandioso tomplo.
A las ocho y media salió el Papa de su cuarto,
descendiendo á la basílica por la escalera in te
rio r, y sieudo re cib id o en la capilla del Santi-
—
14U —
simo Sacramento por el Cabildo y Cloro de la
lemnes dol año. Tomaron también parto u
basílica, que lo presentaron el agua bendita.
niños del asilo y las niñas de las escuelas vi
Postróse Su Santidad en adoración al Santí
edificante fe rvo r y suma devoción.
simo Sacramento, y despues, en silla gestatoria,
F c n a iig O : L a parroquia de Penango, que
revestido simplemente de roquete y estola, pe
predilecta por la grande alma do D. Rosco
netró en las naves, aclamado por la inmensa
ha querido m ostrar lo mucho que roconoH,];,
m ultitu d con los g rito s de ¡ V iv a el V ica rio de
mento ama al gran bienhechor de la humanity
Jesucristo!' ¡ V iva el defensor de la fe ! ; V iva ol
y de sus hyos.
Papa in fa lib le ! ¡V iv a el Papa R e y !
« Párroco y parroquianos halláronse ¡\:
A l lle g a r ante el a lta r de la Confesión, sin
acuerdo en una sola aspiración , y cuando d,
que se hubiese entonado el Tu est P e tru s por
la boca del dignísimo Pastor salió la in v ili
el luto y recogimiento del acto , recitó el Papa
cion para dar prueba de g ra titu d á D. Bosco,
las preces preparatorias de la M is a , revistién
cada cual la acogió como expresión del propi
dose en seguida de los ornamentos sagrados,
voto que en su corazón abrigaban. E l mártec
cuyo color morado, lejos de señalar decaimiento
13 del co rrie n te , la grande y preciosa iglesij
y palidez en la noble fisonomía de Loon X I I I ,
de Penango estaba enlutada: ¡parecía una hijj
ìe prestaban los reflejos de buena salud, que con
que llo ra por la m uerte de su padre! Las p*
íntim o regocijo habían notado los fieles desde
labras escritas sobre la fachada encerrabas
que penetró en la basílica.
todo el corazón de aquellos buenos aldeanos.
Asistieron al Papa en la misa los Arzobispos
/ Los Penangueses á D. Bosco!
P ille ri y Cassella. Despues del Evangelio, la ca
» E l M. R. Sr. Sereno, Párroco de Galliano,
p illa entonó un motete de Palestrina, y despues
celebrábala santa M isa; los hijos de D. Bosco
de la elevación el Benedictus q u i venit.
y niños del Colegio Salesiano, postrados aireConcluida la misa, dichas las preces del ritu a l
dedor del catafalco, recitaban en voz baja o.
y retirado un instante, asistió á otra misa cele
santo Rosario.
brada por uno de sus Capellanes, durante la cual
» ¡Qué espectáculo tan tie rn o ! Aquella ple
los fieles rezaron en alta voz el Rosario p or los
garia salida de los puros corazones de tantos
difuntos.
niños inocentes, llegaba á los más íntim o del
Concluida también la segunda misa, se levantó
corazón. Y los buenos Penangueses, si bien
el Papa y fuá á pié ante la confesión de San
ocupadísimos con las faenas de prim avera, olvi
Pedro, donde había un sillón colocado sobre tres
daron aquella mañana sus propios intereses
peldaños, dos Cardenales diáconos.
para acudir á trib u ta r honor y elevar su ora
Entonó el coro el L ib e ra m e; bendijo el Papa
ción por quien tanto les había amado.
» M uy hermoso en su sencillez fué el elogio
el paño negro extendido delante de él, y sin
fúnebre pronunciado despues de la Misa por
descender del sillón hizo las aspersiones ; recitó
el Pbro. Salesiano D. Santiago Ruífino. É l, con
el Padre nuestro, subiendo despues á la sede, y
el amor de un h ijo que recuerda las virtudes
atravesando la gran nave central v o lvió al Va
del padre, demostró espléndidamente que Don
ticano per la misma capilla del Santísimo Sacra
Bosco fué en nuestro siglo de apatía y descrei
mento, aclamado como á la entrada p o r la m u l
m iento el aposto! de la caridad y de la fe. Se
titu d de fieles.
hizo la colecta, cuya limosna se rem itió en
Con esta ceremonia imponentísima y tan tierna
seguida al actual Rector M ayor Sr. D. Miguel
para todos los corazones, se puede decir que ha
Rúa, dando de este modo verdadero y completo
term inado el Jubileo de Leon X I I I .
testim onio de g ra titu d y amor. »
¡ Dios conceda al inm ortal Pontífice largos años
(G azze tta d i Casale, 17 de Marzo de 1888).
de trabajo apostólico, y bendiga los copiosos fru
Peveragno (C úneo): E l Rdo. Párroco S r. Schez
tos que de él se han logrado y se han de lo g ra r
celebró solemnes funerales coa discurso. El
fijamente en el p o rve n ir !
pueblo, que conocía á D . Bosco en sus obras,
acudió con sin g u la r devoción á rog a r por ol
reposo eterno de su alma.
LOS FUNERALESPiacenza : En el Colegio M a s n im i se hicieron
( C ontinuación).
honras solemnes. Aquel buen Rector, que co~
Paris : En la Magdalena, por la piadosa soli
nocía á fondo la santa alma de D. Bosco y Ia
citud de aquellos benévolos y celosos Coope
m isión que había emprendido para salvar Ia
radores, cantó la Misa el Rdo. Párroco Sr. Reju v e n tu d , pronunció breve pero fervoroso )'
hours : en nombre del lim o, y Rdmo. Arzobispo
elocuente elogio. Hablando especialmente do
asistió el Rdo. Pbro. Sr. P e tit. Hallábanse
los lib ro s que D. Bosco escribió para edifica^
representadas las Conferencias de San Vicente
cion é instrucción de la ju ve n tu d , dijo que él,
de P aul y había delegados do varias Ordenes
m ejor que otro alguno, debería ser el autor
religiosas y obras católicas.
que con más frecuencia se usase en todos lo¡>
Pecetto ( T u r in ) : En este pequeño pueblo, situado
colegios.
en las cercanías de T u rin , se celebraron solemnes
(Se coutüianrd).
funerales. E l Párroco exhortó al pueblo para
Con «probación da la iu t. Eclealáatlu - «erante MATEO «MICLIOIK
que asistiese, y fué consolado al ver la iglesia
completamente llena como en los días más so
Turin, 1888 — Tipografia Snleilaou.
TURIN
L ib re ria
S a le s ia n a
T U R IN
XXII. SALLViSTII (C. Crispi) De bello Jugurthino historia. — Editio 3‘ ; un voi. de
70 pàg............................................................................................... Posefc. 0 30
XXIII. VIROILII MAROAIS (P.) Aeneis. — Encuadernado
. . . .
» 1 —
XXIV. — Bucolica et Georgica. — Un voi. de 88 pàg.................................» 0 25
XXV. PIAVT1 (M. A ttii) Captivi. Comoedia ex recensione Fr. Hen. Botile a tauri
nensi editore passim emendata. Accedunt animadversiones in disserta
tionem Frid. Ritschelii de Plauti poètae nominibus. — Editio 3’ : un voi.
de 80 pàg................................................................................................ » 0 40
XXVI. CICERONIS (M. Tullii) Philippica II in M Antoniam. Ptecensuit adnotationibus
auxit Joannes Baccius. — Editio 2a; un voi. de 80 pàg. . . » 0 40
XXVII. TIBVLLI (Albii) Carmina castigata, crebris notis exornata. — Editio 4‘ ; un
voi. de 100 pàg................................................................
» 0 40
XXVIII. LVCRETII (Titi Cari) De rcrnm natura. In usum tironum selegit , adnotationibus auxit Joannes Baccius. — Editio 2a; un voi. de 88 pàg. » 0 40
XXIX. LIVII (Titi) Historiarum liber II. In usum tironum curavit, interpretatio
nibus auxit Joannes Baccius. — Editio 41; un voi. de 96 pág. » 0 40
XXX. PALUDI (Aloysii) Minerval. Comoedia. — Un voi. de 64 pàg. . « 0 40
XXXI. CICERONIS (M. Tullii) Tusculanarum disputationum liber L In usum tironum cu
ravit, adnotationibus auxit Joannes Baccius. — Un voi. de 96 pág. » 0 40
XXXII. — Tusculanarum disputationum liber II. In usum tironum curavit, adnotationibus auxit Joannes Baccius. — Un voi. de 68 pág.
. . " 0 40
XXXIII. — Laelius, sive De amicitia- Dialogus ad T. Pomponium Atticum. — Un
voi. de 40 pág................................................................................... b 0 20
XXXIV. SALLVSTII (C. Crispi) De bello jugurthino historia. In usum tironum curavit.
adnotationibus auxit Joannes Baccius. — Un voi. de 160 pág. » 0 60
XXXV. SALLVSTII (C. Crispi) De eonjuratioue Catilinae historia. In usum tironum
curavit, adnotationibus auxit Joannes Baccius. — Un voi. de 96 p. » 0 40
XXXVI. OVIDII NASONIS (Publii) Ex Metamorphosibus selecta in usura schol arum, cu
rante I. Bartolio- — Un voi. de 164 pág........................................ » 0 60
XXXVII. C. PLINII (Caecilii Secundi) Panegyricus Traiano Imperatori dictus, curante
Vine. Lanfranchio. — Un voi. de 68 pág...........................................» 0 30
XXXVIII. VIRGILI! MARONIS (P.) Bucolica et Georgica, in usum tironum curavit, adno
tationibus auxit Joannes Baccius. — Accedit carmen Cometes Australis,
an. MDCCCLXXXII. — Un voi. de 204 pág................................. » 0 80
XXXIX. CLAVD11 CLAVDIANI De Raptu Proserpinae libri III. — Un voi. de 40 p. » 0 40
XL. V1RGILII MARONIS ( P.) Aoueidos lib ri tres priores. — Un voi. de 70 pàg. » 0 50
XLI. QVINTILIANI (M. Fabii) Institutionis Oratoriae liber decimus. — Un voi. do
100 p á g . .............................................................................................. » 0 80
»
'
TU HIN
TURIN
L ib re ria Salesiana
IN VSVM SCHOLARVM
y o n
E N - l6 ° .
I. HIERONYMI (S.) De viris illustribus Liber singularis; Vitae
S. Pauli Eremitae, S. Hilarionis Eremitae, Malchi
Monachi et Epistolaeselectaecum adnotationibus Joannis
T am iettii Sac. Doct.............................................. Peset. 0 80
II. SVLPICII (Severi) Historiae Sacrae lib ri II cum adnotatio
nibus Joannis T a m ie ttii ........................................... »
0 40
HI. — Vita Sancti Martini, edidit atque adnotationibus illu
stra vit Io annes T amiettivs Sac, Doct.
. . . »
0 40
IV. LACTANTII (L. Caecilii Firmimi) De mortibus persecu
torum Liber unus, cum
adnotationibus Joannis T amiettii
Sac. Doct........................................................................... 0 60
V. AVGVSTINI (Sancti Aurelii) De Civitate Dei Liber quintus;
edidit Sac. J o a n n e s
Tamiettivs
politiorum litte ra
rum Doct................................................................
»
040
AH. CYPRIANI (S
. Thascii Coecilii) Liber de Mortalitate et
Epistola ad Demetrianum, cum a d notation ib us Sac. Joannis
T a m ie ttii
Doct............................................................. »
040
AII. Acta Sanctorum martyrum Viti, Modesti et Crescentiae ; edidit
Sac. Joannes T amiettivs Doct.........................
»
0 20
AHII. AMBROSII (Sancti) Mediolanensis Episcopi De Officiis
Libri-tres, edidit Joannes Tam iettivs Doct. .
.
»
1 00