BS_1888_09

Ficha

Título
BS_1888_09
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre 1888
Fecha de publicación
1888.09
extracted text
SETIEMBRE 1888

BOLETIN SALESIANO
Instruyó al pueblo y divulgó todo lo que había hecho.
Buscó las doctrinas útiles y escribió documentos
rectísimos y llenos de verdades. Las palabras de los
sabios son como punzas ó clavos, que penetran pro­
fundamente, y nos fueron dadas mediante nuestros
maestros por el único pastor.
(E c le s ia s té s X II, 9, 10 y I I )

No se engafiaria mucho quien intentase atribuir
[principalmente á la prensa malvada todos los males
y la deplorable condición de las cosas, á la cual
hemos llegado actualmente..., los escritores católicos
deben con todas sus fuerzas volverla en bien de la
sociedad.
( L eo s X III)

E l peligro, Sto. P a d re , está en la continua _
difusión ae libros infames; y para poner un dique If
La prensa periódica sometida á la autoridad je ­
á este m al inmenso, yo no veo otro remedio, que la fun— ■ rárquica, revestida del espíritu de Jesucristo, viene á
dación de una imprenta Católica, puesta bajo el patro- E
ciñió de la Santa Sede. De esta m a ne ra , no Ilación- ¡"| ser un poder inmenso: ilum ina, sostiene la verdad,
dose esperar nuestras respuestas, podrémos con m ayor H hace desaparecer el e rro r, salva y civiliza; es cási
ventaja descender al campo de la lid y responder con | una forma de apostolado sublime.
feliz éxito á las provocaciones de los apóstoles del §
( A lim o n d a )
e rro r.
*
(S a le s )
|=

UTRERA (Sevilla) — LIBRERIA SALESIANA -

SARRIA (Barcelona)

ELOGIO F U N E B R E
EN LOS SOLEMNES FUNERALES DE TRIGÉSIMA
CELEBRADOS EL I o DE MARZO DE 1888

EN SUFRAG IO D E L LLO R AD O SACERDOTE

D O N J U A N BOSCO
EN LA PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS EN ROMA
nor S. E. E,”

Mons. EMILIANO MANACORDA
OBISPO DE FOSSANO

Traducido del italiano por el Sr. D. LUIS BARROS MENDEZ
Agregado á la Legación Pontificia de Chile

Un tornito in-4ò pequeño

Pesetas

0.25

UTRERA (Sevilla ) —

LI BRERI A 8 ALESIA VA -

SARRIA (Barcelona)

DISCURSO
Proniniciado por <*1Em.mo Sr.

C A R D E N A L A L I MOND A
E l LOS FUNERALES DE TRIGÉSIMA
—, —

y ■ « 1«

j ,N ^

. .

Q U E SE C E LE B R A R O N

EN LA IGLESIA DE MARIA AUXILIADORA EN TURIN
EL



DE

M ARZO

DE

1888

______________

Edición económica

.............................................. Peset.

de lujo á dos c o lo r e s .................................... »

1,00
1, 50

Entre todos los elogios fúnebres pronunciados ante la tumba de D. Bosco,
ocupa el prim er puesto el de dicho Em.ra° Cardenal. Él, con su grande habi­
lidad y, corno insigne pintor y escultor, supo representar en toda su be­
lleza al santo hombre, que, con sus maravillosas obras resplandece

de un

modo gigantesco en medio del siglo X I X . Dicho discurso ha sido traducido
en castizo castellano y en elegante francés, y esperamos que nuestros Coopera­
dores lo leerán con gusto y edificación.

Sale una vez al mea.

AMO I I I . N. 9,

s k t ie m u r t : isss

BOLETIN SALESIANO
Debemos ayudar á nuestros herma
nos á fin de cooperar á la difu­
sión de la verdad.

Cualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, recibe á mí mismo.
(Mat. xviití

( Ill S. J uan, 8)

Atiende á la buena lectura, á la ex­
hortación y á la enseñanza.
(I Tin. iv, 13)

Entre las cosas divinas la más di­
vina es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas.
(S. D io nisio )

Un amor tierno hacia el prójimo es
uno de los más grandes y excelen­
tes dones, que la divina bondad
puede hacer á los hombres.

Os recomiendo la niñez y la juven­
tud; cultivad con grande empeño la
educación cristiana; proporcionadles
libros que enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.

rpm rxi
Eedoblad todas vuestras fuerzas para
retraer á la niñez y juventud de
las insidias de la corrupción y de
la incredulidad y preparar de esta
manera una nueva generación.
ileo n

(E l Doct. S. Franc , de Sales )
-2* DIRECCION en el Oratorio Salesiano. - Calle Cottolen^o

S u m a r io :;P ía U nion de los Cooperadores Salesianos —
Las ánimas del P urgatorio y el Jubileo sacerdotal del
Padre Santo — L a Santísima V irge n A uxiliadora en la
República Argentina — ¿ Donde encontrar un verdadero
re tra tó do D. Bosco ? — Viaje de los Misioneros Sale­
siano^ á Quito — Ultimos días de curso en el O ratorio
de S. Francisco de Sales— Colegio Salesiano de Buenos
Aires — Conferencia del Sr. D. José Fagnano en Chieri
— Fiesta del Sdo. Corazón de Jesús en Battersea — Los
Funerales.
• : j l n .. , : .___________

P IA UNION
de los Cooperadores Salesianos.
Ya en los meses de A b ril y Mayo del
año pasado tuvimos el gusto de ocuparnos
de esta admirable institución, háeia la cual
nuestro muy querido é inolvidable Funda­
dor D. Bosco manifestó siempre singular
afecto y vivo deseo de que sé extendiese
por todo el mundo, puesto que es por me­
dio de sus auxilios espirituales y materia­
les que nuestra pía Sociedad, juntamente
con la gracia divina y protección de María
Santísima, intenta cum plir con la santa
misión que Dios Ntro. Señor le confió, esto
es, de atender á la educación de la juven­
tud pobre y abandonada. En el mes de
A b ril del referido año dijimos algo sobro,
el origen, objeto, organización y progreso
de la pía Union de los Cooperadores Sale­

x n if

32, Turin (Italia)

sianos y en el de Mayo pasarnos á ocu­
parnos (le los Oratorios festivos y su apro­
bación.
Como estamos persuadidos de que por
mucho que tratemos sobre este punto nunca
será demasiado, hoy vamos á reproducir
parte de una conferencia que Don Bosco
hizo a los Cooperadores y Cooperadoras,
en uno de nuestros Colegios de Italia, el
dia 1° de Julio del año 1880, á fin de que
nuestros benévolos Cooperadores de España
y América se inflamen en el mismo fuego
de caridad divina en que constantemente
ardía el corazón de nuestro iú uy amado
Padre, y se animen por consiguiente á tra­
bajar con grande empeño en el mayor de­
sarrollo de dicha pía Union. A la fecha
son 6000 los miembros que la componen
y á todos se les inunda mensual mente el
presente periódico que se imprim e en nues­
tra tipografia dii Turin, y en el cual se da
cuenta del modo como se invierten las li­
mosnas que se dignan enviarnos para el pro­
seguimiento de nuestras caritativas obras.
Igual cosa se hace con los Cooperadores
de Francia é Italia por medio del mismo
periódico, publicado en ambos idiomas.
Empero aquellos, en comparación de los
de otras naciones, son muy pocos, ya porque
hace aún breve tiempo que entre ellos se
ha establecido dicha pía Union y ya también
por la gran distancia que los separa, lo

cual es causa de menos medios de comu­
nicación. Para facilitarla, pues, hemos creído
oportuno valemos de- un medio muy eficáz
y fácil que nuestro Don Bosco nos dejó y
recomendó m ucho, y del cuah se hace ya
uso, desde algunos anos á esta p a rte , en
toda Italia. Pasemos ahora á la reproduc­
ción del extracto de la hermosa cuanto
sencilla conferencia del venerando D. Bosco
y despues hablaremos del relerido medio,
que esperamos acogerán gustosos y con
particular entusiasmo todos nuestros cari­
tativos y generosos Cooperadores.
Las corridas de toros.

¿queremos vencer á estos enemigos y ob­
tener completa victoria ? Estéraos todos unidos contra ellos á guisa de una compañía
de soldados ; no demo!s asaltos inútiles ni
empleemos la pluma ó la voz para es­
c rib ir ó hablar mal unos de otros cuando
todos tenemos y defendemos las mismas
ideas y principios. Si no fueron éstas las
mismas palabras que salieron de la boca
del gran Pio IX , son ciertamente los mis­
mos sentimientos de su admirable dis­
curso.
» Os he recordado este hecho y estas
palabras, beneméritos Cooperadores y Co­
operadoras, para que comprendáis bien la
necesidad que hoy dia hay de que los
buenos cristianos se unan entre sí y se de­
jen de discordias y partidos, á fin de pro­
mover el bien y combatir el m a l, porque
dicho se está que vis u nita fo r tio r , la union hace la fuerza.

« Hallábame en Rom a, decía con toda
calma y sencillez nuestro amado D. Bosco,
cuando el inmortal Pontífice Pio IX reci­
bía en pública audiencia á los represen­
tantes de la prensa católica y me acuerdo
aún del magnífico discurso que en aquel
día les dirigió. A fin de animar á los es­
Origen de los Cooperadores.
critores católicos para que continuasen com­
»
Desde
el ano 1841, cuando este pobre
batiendo victoriosamente al enemigo de
Dios y de la Iglesia, Pio IX les exhortó sacerdote empezó á reunir algunos niños
estuviesen siempre unidos entre sí y pú­ en los días de fiesta, quitándolos de las
soles por ejemplo las corridas de toros que calles y plazas para entretenerlos en ho­
se celebran con tanta frecuencia en Es­ nestas diversiones é instruirlos en nuestra
paña. El Padre Santo, sin aprobar tal en­ santa Religion, palpó siempre la nece­
sidad de tener Cooperadores que lo ayu­
tretenimiento, que no es más que un ves­
dasen. Por consiguiente desde entonces
tigio de la dominación de los Moros en
muchos sacerdotes y seglares de la ciudad,
aquella católica nación, describió el modo
y más tarde varias piadosas señoras, unié­
con que dichas corridas suelen efectuarse.
ronse á él para ayudarle, unos llevándole
Habló del admirable órden de los toreros,
niñ os, otras asistiéndolos y catequizán­
comenzando por los picadores y continuando
dolos ; las mujeres y comunidades religio ­
por los espadas, del gran rumor que en
sas haciendo vestidos y proveyendo de ca­
toda la plaza se siente, de la ferocidad del
misas, medias etc., á los más necesitados y
toro etc., é hizo ver por último la grande
abandonados. Con el auxilio de Dios Ntro.
uniou y concordia que, en el momento de Señor y la caridad de dichas caritativas
la lid ia , entre dichos toreros existe, pues
personas, lo que ha podido hacer este sa­
todos, desde el primero al ú ltim o , no se
cerdote y lo que hacen hoy día los Saleproponen otra cosa más que enfurecer sianos, habréis ya tenido ocasión de verlo
cuanto pueden, con banderillas, picas y por medio de Ja lectura del Boletín Sale­
capeos, al pobre animal y por último darle
siano, y por lo tanto no juzgo preciso de­
la muerte á la primera estocada. Esta union,
tenerme en repetíroslo.
observó Pio IX , es la causa principal que
aumenta, abate y veuce la ferocidad del
Formal institución é incremento
toro. Los enemigos de Dios y de la Iglesia,
de los Cooperadores.
contra los cuales tenemos que combatir,
>
En
vista
del bien que tantas buenas
son llamados por la Sagrada Escritura con
el nombre de toros: T a u ri pingues, obse­ personas reunidas hacían en favor de la
derunt me (1), hombres enfurecidos á ma­ juventud pobre, se pensó entonces instituir
nera ,de toros gordos me han sitiado, decía una formal Asociación bajo el título de
el real Profeta. El mismo lamento debe­ Pía Union de los Cooprradores Salesiamos repetir nosotros, sobre todo en los nos, y presentarla al Padre Santo para que
tristísimos tiempos que alcanzamos. Pero se dignase aprobarla. Muchos obispos, des­
pues de haberla reconocido en sus diócesis,
(1) Salm. xxi, 13.
la recomendaron también á la Santa Sede,

— 107 —

y, entre los que con mayor empeño la pro­
movieron, tengo el gusto de mencionar al
lim o, y Rdrno. Sr. Don Pedro María Ferré,
nuestro vcneradísimo Pastor. El Sumo Pon­
tífice Pio I X , de santa m em oria, exami­
nado el proyecto, lo aprobó, y deseando
que dicha Pía Union tomase cada vez ma­
yor incremento, abrió los tesoros de las
santas indulgencias, como ya sabéis. Desde
el alio de esta aprobación (1876) hasta hoy,
los Cooperadores y Cooperadoras han cre­
cido hasta el número de treinta m il (1), y
van aumentando cada día más según que
poco á poco se va conociendo esta pía So­
ciedad entre los fieles. »
Qué es lo que debe hacerse para ser
buen Cooperador.
Dicho ya algo sobre el origen y pro­
greso de la Pía Union, D. Bosco hizo breve
relación de las obras salesianas, de las cua­
les, la mayor parte deben sus principios,
proseguimiento y adelantos al celo y ge­
nerosidad de los Cooperadores y Coopera­
doras Salesianos y luego pasó á hablar
sobre lo que se requiere para ser un ver­
dadero Cooperador, y por consiguiente para
poder disfrutar de las gracias singulares
concedidas por nuestra santa Madre Iglesia.
« Primeramente observo, dijo D. Bosco,
que para ganar las indulgencias concedidas
por el Vicario de Jesucristo es preciso
cum plir con las obras prescritas para su
adquisición. De suerte que si la indulgencia
está unida á una oración especial, á una
visita en una iglesia ó á la Confesión y Co­
munión, es necesario practicar estas obras;
y esto se impone tanto á nuestros Coope­
radores como á los Terceros de san Fran­
cisco de Asís, que gozan de los mismos
privilegios. Pero para adquirir dichas in­
dulgencias no basta cum plir con dichas
obras, si no que es también necesario for­
mar parte de la Pía Union de los Coope­
radores según el fin que ella se propone.
¿Y qué es lo que se requiere para perte­
necer á ella? Ante todo es preciso haber
sido inscrito por el Rector Mayor de la
Congregación Salesiana ó por persona de­
legada. La agregaci )n hácese generalmente
con el envío del Diploma, unido al Regla­
mento. Además se deben practicar obras
de caridad según el espíritu y fin de la
Pía Union. Pero aquí preguntará alguno :
¿Es acaso necesario practicar todas y cada
una de las obras de caridad anotadas en
(1) Actualmente Uegan á cien m il.

el Reglamento ? No ; ni tampoco es menes­
ter poner en práctica una ó más obras en
un tiempo determinado, sino tan solo las
que cada cual pudiere y cuando se le pre­
sente oportuna ocasión. El fin principal
de la Pía Union es proporcionar medios á
la Sociedad Salesiana, para que se puedan
cuidar, atender y aumentar sus obras en
favor de la juventud pobre y abandonada.
Por cuyo motivo todo Cooperador debe
procurar hacer cuanto esté de su parte
para llevar á cabo ó cum plir con alguna
obra de caridad dirigida á este noble fin ;
porque de lo contrario no se pondría en
práctica la piadosa intención que la Iglesia
tuvo al a brir los tesoros celestes en favor
de ellos. Un día era suficiente que todos
se uniesen por medio de la oración ; pero
hoy, que tanto abundan los medios de per­
versión y muy particularmente los que el
demonio ofrece para perder á la juventud
de ambos sexos, es absolutamente necesa­
rio presentarse en campo de batalla y obrar con energía, lo cual como antes he
dicho puede hacerse siempre que la oca­
sión se presente oportuna, que por cierto
no deja de ser sumamente fácil á todo
buen cristiano que ama, como debe, su
santa religion. Ocasiones no le faltarán
tampoco, ya dando un buen consejo á un
niño ó á una niña para d irigirlos por
el camino de la virtud y alejarlos del
vicio ; ya proponiendo algún buen me­
dio á los padres para que puedan edu­
car cristianamente á sus hijos, procurando
que los manden á la igle sia , pongan en
buenos colegios ó en católicos talleres; ya
prestando ó divulgando algún libro moral ;
ya colocando á algún jóven en buenas ofi­
cinas ó ayudándole á seguir una carrera,
ya promoviendo alguna buena obra que
redunde en mayor aumento de la gloria de
Dios, honra de la iglesia y salvación de
las almas, y en f in , de m il y m il modos
que á cada paso se presentan durante nues­
tra breve vida en este mundo. Sí ; no nos
falte el valor, no nos falte el amor de Dios
y del prójimo, y, ora como padres y madres,
ora como maestros y maestras, ora como
sacerdotes y seglares, ora como ricos y po­
bres , serémos Cooperadores y Coopera­
doras verdaderos, impedirémos que el mal
prosiga aumentando y conseguirémos que
el bien reine por todas partes. >
La cooperación material.
Alguien podría decirme: Mientras se
trate de hacer bien con la palabra, yo es-

-

108 —

toy pronto : pero si se viene á medios ma­ un banco, no podrá producir más que un
teriales no puedo, porque soy pobre. Quien 5 ó 6 poi* ciento. Pues bien; yo coaozco
es pobre, continuó Don Bosco, obre como un banco inagotable, el opal présenla tales
lai ; pero por pobre que sea un Coopera­ garantías que imposibilitan del todp cual­
dor, si quiere, le será siempre posible con­ quiera quiebra y da de interés, no tan solo
c u rrir aun materialmente á una obra de el 5, el 10, el 30, el 50 por ciento, sino
caridad. Era muy pobre aquella viuda de también el ciento por uno. ¿Y quién es
quien nos habla el Evangelio diciendo que este banquero tan rico y acaudalado ? És
no tenia más que un ochavo y sin embargo Dios Ntro. Señor, dueño del cielo y de la
quiso también concurrir al decoro del tem­ tierra, el cual ha prometido que de;volyerá
plo juntamente con los ricos, y fuó suma­ ahora n u n c , en este tiem po, in tempore
mente alabada por Ntro. Señor Jesucristo. hoc, el ciento por uno á quiep dispone de
Por otra parte puedo deciros que hay mu­ sus bienes para su mayor gloria y socor­
chos que exponen m il motivos cuando se riendo á sus pobrecitos.
traía de dar algo para una obra buena,
» Quien deje por mí sus cosas, recibirá
para vestir á un pobre niño, socorrer á una ceniies tantum nunc in tempore hoc, nos
familia necesitada, adornar una iglesia; asegura Jesucristo en el Evangelio, et in
pero cuando se traía de comprarse un ves­ saecido fu tu ro vita m aeternam (1). Reci­
tido lujoso ; cuando hay que preparar una birá el céntuplo en las bendiciones que
buena comida; cuando hay que hacer al­ Dios le mandará á él, á sus parientes, á
gún viaje de recreo, ó ir á algún baile sus bienes y negocios ; el céntüplo en la
ó teatro, ¡oh! entonces se dice, ¡viva la paz del corazón, el céntuplo en la concor­
riqueza! entonces si no hay dinero, se dia de la familia, y en fin, el céntuplo en
busca por todas partes ; entonces se halla las gracias espirituales que recibirá durante
el medio de satisfacer todos los deseos que la vida y en el momento de la muerte. No
uno tiene, hasta el punto de ostentar mu­ basta : el Señor ha reservado aún en la
chas veces un lujo superior á la propia otra vida un premio imperecedero, un trono
condición. Hay otros que parece tienen inalterable, una corona inmarcesible : Et
siempre miedo que les falte sitio donde in saecido fu tu ro vita m aeternam. Avi­
poner los pies ; ven siempre lo presente y lo vemos, pues, nuestra fe , olí beneméritos
futuro con los más tétricos colores. De ellos, Cooperadores, y estudiemos el modo de ase­
dice el Divino Salvador, que siempre se pre­ gurarnos un interés tan alto y un capital
guntan: ¿Qué comerémos mañana? ¿Qué be­ tan rico. »
beremos? ¿Con qué nos abrigarémos? Quid
Obligación de la limosna.
¡nandncabbnus ? a v i quid bibemus ? a u t
quo operiem ur ? Y de este modo van
« La segunda observación es esta : Creen
siempre reuniendo y atesorando ; por úl­
algunos que el hacer limosna sea un con­
timo viene, cuando menos se lo piensan,
sejo y no un precepto, y por lo tanto se
la muerte y tienen que irse sin haber he­
les figura que con tal de qué no usen mal
cho ningún bien en este mundo; y dejan
de sus bienes no les queda otra obligación
todo su tesòro en manos quizá de quien
que cumplir. Este es un engaño muy grande
no querían que quedase ó bien en las de y que por desgracia impide que se hagan
los abogados y procuradores que, en pleitos tantas buenas obras en el mundo, llevando
y mullas, lo consumen todo. No imitéis á muchas almas á la eterna perdición como
estos, oh queridos Cooperadores y Coope­ se llevó ya un día al rico Epulón. Más
radoras , y para que no sigáis su ejemplo fácil es, dijo Ntro.'Señor Jesucristo, que
escuchad estas dos observaciones.' »
un camello pase por el ojo de una aguja
que no que se salve un rico, ei qual ponga
Un banco inagotable.
su corazón en las riquezas y no se cuide
« Hoy día hay muchos que ponen dinero de los pobrecitos. Este tal no pecará contra
en los bancos para ganar algún interés. la justicia, pero sí contra la caridad. Ahora
Pero cualquiera que sea el banco de que se bien, ¿qué diferencia hay entre ir al in­
tiv te *p o r muy buena fama que tenga, deja fierno por haber pecado contra la justicia
siempre el temor de una quiebra. ¡Y cuán­ ó contra Ja caridad? Por otra parte que el
tas quiebras estamos ¡viendo todos los días! ayudar á los necesitados no sea un consejo,
¡cuántas familias liábanse reducidas á v iv ir si no un mandamiento, se ve inuy claró
miserablemente por desgracias de este gé­
nero ! Poro, áun supuesta la seguridad de
( !) M are, x, 30.

— m

en la sagrada Escritura. No faltarán pobres
en la tierra de tu habitación; por consi­
guiente yo te mando que abras la mano á
tu hermano menesteroso que mora contigo
en la tierra : Idcirco ego,praecipio l ilii u t
aperias manum f r a t r i tuo egeno et pau­
p e ri (i). Y el Divino Salvador, hablando un
día de la limosna, hace uso del verbo en
modo imperativo : Quod stipereste date eleemosynapi (2). Y para que no quedase
ninguna duda, sobre este punto declaró que
en el día del juicio llamará al reino de los
cíelos á aquellos que en esta tierra hubie­
sen hecho obras de caridad y mandará al
infierno á los que se hayan excusado de
hacerlas (3). Otra vez dijo : No todo el que
me dice, Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, si no el que hace la volun­
tad de m i Padre, que está en los cielos (4).
Por esta razón escribía el apóstol Santiago
que la misma fe no es suficiente para sal­
varse si no la acompañan las obras : Fides
sine operibus' mor tuti est (5).
« Iíéme entretenido un poco sobre este ar­
gumento, no porque crea que alguno de
vosotros sea negligente en ponerlo en prác­
tica, sino más bien para que os valgáis
de él siempre que se os presente ocasión
de hablar con alguien que piense diversa
y erróneamente. Acerca de los Cooperado­
res puedo deciros que experimento coti­
dianamente los efectos de su mucha cari­
dad y confío continuarán mostrándose siem­
pre verdaderos secuaces de S. Francisco de
Sales, que se hizo iodo para todos con el
fin de llevarlos á Dios y que con frecuen­
cia repetía: Dadme almas y llevaos lo de­
más: Da m ih i animas, caetcra tolle. Vo­
sotros habéis oido ya y lo leeis todos los
meses en el Bolet i n , adonde va á parar
vuestra caridad. La esperanza, ó mejor
dicho, la certeza de auxiliar.á tantos pobres
jovencitos, alejarlos de los peligros del
mundo, educai los para Dios, para la Igle­
sia, para el Cielo, debe consolaros gran­
demente y haceros parecer ligero cualquier
sacrificio." Animémonos, pues, y sigamos el
aviso que nos dejó nuestro divino Reden­
to r: Ganaos amigos con vuestras riquezas,
para que cuando falleciéreis, os reciban en
las eternas moradas: Facite vobis amicos
de mammona iniq uita tis : iit cum defece­
r itis , recipiant vos in aeterna ta b e rn a (1) Dòut. xv, 11.

(2) Luc. xi, 41.
(3) Math. xxv.
(4) M a th , v i i , 21.
l,(5) Jacob, it, 20.

i

-

cula (1). Amigas nuestras serón entonces
tantas almas salvadas por medio nuestro;
amigos nuestros los Angeles custodios de
aquellas mismas almas; amigos nuestros
los santos á los cuales habremos propor­
cionado amigos en el Cielo, y, lo que es
más aún. amigo nuestro será también Je­
sucristo que nos asegura considerar hecho
á él mismo lo que hiciéremos con el más
pequeño de sus hermanos : Amen dico vo­
bis, quandiu fecistis uni ex his fra trib u s
meis m inim is, m ih i fecistis (2). »
Así ilio fin nuestro inolvidable Fundador
á tan hermosa conferencia, dejando ver
patentemente una vez más la grandeza y
generosidad de su caritativo corazón que
hubiera querido, á ser posible, conquistar
el mundo entero para Ntro. Señor Jesu­
cristo. Y nosotros no debemos mostrarnos
sordos ni mucho menos indiferentes á tan
altos y santos sentimientos, antes al con­
trario liemos de procurar embebernos de
ellos y obrar activamente según nuestras
fuerzas lo permitan. Por otra parte ¡ cuánta
necesidad tenemos hoy de personas que
atiendan á la c'ase obrera, á los niños pe­
bres y abandonados! Actualmente contamos
con reducido número de casas salejanas,
tanto en España como en América, y cier­
tamente podría atenderse al establecimiento
de otras si la falta de medios materiales y
personales no nos lo impidiese. ¿Unieren.pues, nuestros celosos Cooperadores "Otener que el número de casas aumente y
nuestra hoy naciente y humilde Sociedad
se esparza más y más por todo el mundo?
Pues bien, lié aquí el magnifico medio «leí
cual hemos hecho mención al principio.
Las Decurias.
Vienen así llamadas por más que el n li­
mero de Cooperadores que las componen
pase de diez, como regularmente sucede.
Generalmente se suplica al Rdo. Sr. Cura
Párroco se digne desempeñar el cargo de
Decurión con los Cooperadores de su pro­
pia Parroquia. Èn caso de que él no pueda
ejercitar esta obra de caridad, podrá sin
embargo suplicar, en nombre del Rector
Mayor, á algún sacerdote ó buen seglar de
su confianza, tenga á bien hacer sus \ eces, y tomará de este modo el nombre
de Vice-Decúrion. Si en una Parroquia
se puedeh constituir varias Decurias, el
Párroco será el Director ; si él n »pudiese,
(tí Lue. xvi, a
(2) GaD t. v, 0.

110 —

hará sus veces un sacerdote de su confianza
con al título de Vice-Director. En las ciu­
dades Obispales, despues de haberlo pro­
puesto al limo. Sr. Obispo, se e ligirá un
miembro del Capitulo, el cual, presidirá á
todos los Decuriones y Cooperadores de la
ciudad. Hay otras reglas particulares para
el Director y Decuriones que se les envían
en un lib rilo separado intitulado : Norm as
generales p a ra los Decuriones. Como ve­
rán nuestros Cooperadores estas divisiones
ó centros particulares en un número con­
siderable de personas reunidas bajo un
mismo f in , idénticas reglas y en extremo
distantes de la dirección principal, máxime
en los pueblos pequeños, es sumamente
útil y hasta indispensable. Nosotros experi­
mentamos los grandes inconvenientes que
nacen de la separación en que viven nues­
tros Cooperadores de España, pues es causa
de que muchos no conozcan como debieran
nuestra Pía Sociedad ni la socorran como
desearían si se les ofreciese medio de ha­
cerlo por alguna persona piadosa que se
encargase de reu nir sus ofrendas y rem i­
tirlas al Rector Mayor. En algunas partes
de América hemos establecido ya varias
decurias y no podemos menos de mencio­
nar con singular entusiasmo una de las
primeras que se fundaron allá y de la cual
dijimos algo á nuestros Cooperadores en
el Boletín del mes de Mayo del año pa­
sado , publicando una hermosa carta que
nos dirigió su digno Director, Sr. Don R i­
cardo Arteaga. Dicha importante Decuria
empezó á fundarse en Carácas (Venezuela)
y hoy va extendiéndose de un modo ver­
daderamente admirable por Guarenas y
otros pueblecitos de aquella República, con­
tando ya cerca de 300 Cooperadores y todos
reciben el Boletín Salesiano. El mencionado
celoso Director, que supo embeberse admi­
rablemente en el espíritu de nuestra obra,
celebró últimamente varias conferencias en
las que la dió á conocer de un modo ma­
ravilloso y animó muchísimo los corazones
de aquellos buenos y generosos católicos
para socorrerla con todos los medios á su
alcance posibles. Esto ha llenado de rego­
cijo y consuelo el corazón de nuestro muy
amado Rector Mayor, R. Sr. Don Miguel
Rúa, que penetrado también de los mismos
sentimientos de nuestro venerando Funda­
dor, desearía que dichas Decurias se di­
fundiesen por todas partes. Muy pronto,
pues, empezarémos á enviar los Diplomas
de Decurión en los pueblos donde tenemos
algún Cooperador, y, confiando en la bon­

dad de los párrocos, esperamos que se dig­
narán aceptar dicho cargo y mandarnos
los nombres de aquellas piadosas personas
que deseen formar parte de dicha Union.
Por la sencillez del lib rito de las N o r­
mas se convencerán de lo muy fácil que
es su observancia y mucho más cuando se
siente deseo vivo de aumentar la gloria de
Dios con la salvación de muchas y muchas
almas que, en Europa, América y de un
modo especial en la Patagonia, imploran y
esperan fervientemente nuestro auxilio v
protección.

LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO
y el «Jubileo saeerdotal del S. Padre.

E l Sumo Pontífice en medio de su gran cari­
dad, despues de haber concedido tantos favores
á todos los que tomaron parte en su Jubileo sa­
cerdotal, deseando en nuestra mente el conoci­
miento de la verdad y á fin de impedir las
aberraciones de la voluntad, no :olvida á aquellos
hijos suyos que dejaron ya esta vida y esperan
aún entrar en el reino de la gloria.
Nosotros deberíamos tener siempre presente á
los amados difuntos, que con nosotros vivieron
y con los cuales teníamos vínculos efe afecto.
Pero como es tan fácil nos olvidemos aún de
las personas más queridas y á las cuales mayo­
res beneficios debemos , suple con materna cari­
dad nuestra santa Madre Iglesia á semejante
fragilidad humana.
S. S. Leon X III, en carta Encíclica del día de
Pascua, manifestaba su deseo que, con ocasión de
su Jubileo sacerdotal, hubiese también de parti­
cipar positiva ventaja la Iglesia purgante. Todo
sirve en la gran mente del Pontífice para elevar
nuestros corazones al cielo. En la solemnidad de su
J ubileo dignóse abrir los tesoros de las santas indul­
gencias en favor del pueblo cristiano, y dió á la
Iglesia militante, en tierra, y á la triunfante, en
cielo, nuevo motivo de regocijo con las solemnes
Beatificaciones y Canonizaciones que. se celebra­
ron ; pero con venia que de este regocijo parti­
cipasen también las almas del Purgatorio y para
ello ha establecido que en todas las iglesias ca­
tedrales, el último domingo de Setiembre se ce­
lebre por los P atriarcas, Arzobispos y Obispos
con la mayor pompa posible una misa especial
por los difu ntos, según el rito indicado para la
conmemoración de todos los fieles. Desea también
que se celebre igual función en todas las cole­
giatas y parroquias, tanto de seculares como de
regulares.
Para excitar más y más en este día la piedad
hácia los difuntos, concede á todos los fieles,
confesados y comulgados, indulgencia plenaria
aplicable á las ánimas del Purgatorio , y á los
sacerdotes que celebren la santa Misa con dicha

— Ili —
intención concede altar privilegiado. De este
modo mientras nuestra devoción será ú til á las
ánimas purgantes, satisfacemos una necesidad de
nuestro corazón, rogando por nuestros amados
difuntos.

puesta de las fuerzas perdidas en muy cortos
días, fué á cum plir su santa promesa publicando
á todos los que le preguntaban que solo ¿ María
Auxiliadora debía la salud y vida que el Señor
le había concedido.
II.

La Santísima Virgen Auxiliadora
en la República Argentina.
Qailmes, 19 de Mayo de 1888.

Sr. D.

Valentín Cassini :

Reverendo Padre: Adjunto á Vd. una relación
de los milagros, prodigios y gracias que Nuestra
Soberana Reina de los Cielos María Auxiliadora
ha obrado en este pueblo en el año próximo pa­
sado con algunos de sus devotos, manifestándole
que la mayor parte de sus piadosos vecinos hon­
ran y veneran á tan excelsa M adre, llevando
suspendida del cuello la milagrosa medalla y col­
gada en las paredes de sus hogares la imagen
de la misma Virgen. '
No me atrevo á hacer yo mismo la crónica de
tan plausibles acontecimientos por no encontrarme
capaz ni digno de ello; pero puedo afirm ar la
veracidad de los hechos por mí y con testigos
presenciales, aunque todo este pueblo puede pu­
blicar las grandezas de María y las gracias par­
ticulares que derrama sin cesar á los que con
fe la invocan.
Para poder dar á estos prodigios la publici­
dad que nuestro muy amado Don Juan Bosco
(Q. E. P. D.) deseaba en vida se hiciese en el
Boletín Salesiano, he contado con el permiso y
autorización de mi padre espiritual, el Sr. Cura
Párroco D. Francisco Suarez Salgado, y con su
consentimiento no hago otra cosa que relatar los
hechos , quedando á cargo de Udes. adornarlos
con el brillo y esplendor que merecen á fin de
propagar y extender la devoción y confianza en
la Madre de Dios y nuestra, bajo la invocación
de María Auxiliadora.
Con este motivo me es grato saludar á Ud. y
encomendarme en sus oraciones.
De Ud.
Affm o. S. S. q. b. s. m.,
M a r ia n o

G ra u .

I.
D.a Agueda N. de Barrera encontrándose gra­
vemente enferma de hemorragia u te rin a , sin
poder contenerla los médicos por espacio de 20
días, recurrió á M arL Auxiliadora en sus ple­
garias , pidió con instancia una imagen de esta
Señora, la colocó junto á su lecho y ofrecién­
dole una misa en acción de gracias se echó en
brazos de tan dulce Madre, abrazando la medalla
de la misma Virgen que hacía ya algún tiempo
llevaba pendiente del cuello. ¡Oh prodigio sin­
gular! En el mismo momento cesó la hemorra­
gia, durmió tranquilamente aquella noche, y re­

D.a Leandra Martinez , de 72 años de edad,
hallábase postrada en cama, atacada de jm lm o n ia fulm ina nte sin esperanza de vida. Habiendo
recibido los Santos Sacramentos de la Penitencia,
Comunión y Extrema Unción pidió á María Au­
xiliadora que, si le convenía, le alcanzase de su
Divino Hijo la salud del cuerpo. Tan piadosa
Madre oyó la oración de sn devota, pues en el
mismo acto desapareció la fiebre y solo tres días
permaneció en el lecho para recobrar perfecta
salud. En acción de gracias y sin perder mo­
mento fné al templo, recibió de nuevo el Pan
de los Angeles, y , mandando celebrar una misa
en honor de su bienhechora Madre, la oyó con
indecible alegría.
III.
La nina P ila r Mayo, de 12 años de edad, hija de
Antonio Mayo y de Angela Iria rte verna padeciendo
por espacio de tres años consecutivos el baile de
San Víctor ó Corea, con tan fuertes convulsio­
nes que era la compasión de cuantos la veían.
Habiendo agotado sus padres todos los medios
humanos en busca del alivio de su querida y
paciente hija sin poder conseguir mejora alguna
recurrieron con fé á María Auxiliadora, dieron
á besar á la niña la medalla de esta misma V ir­
gen y colocándosela pendiente del cuello, hicie­
ron su humilde plegaria. ¡Gloria á María! En
aquella misma noche cesaron las convulsiones
pasándola toda en un profundo sueño. A l ama­
necer del siguiente día despertó la niña pidiendo
alimento, y tomándolo por sus manos lo llevó á
la boca para comerlo , cosa que admiró á sus
padres, pues hasta entonces había sido necesario
alimentarla con líquidos y por medio de sonda.
En fin, la enfermedad había desaparecido instan­
táneamente.
Poco tiempo fué necesario para el completo
restablecimiento. La niña agradecida, si bien
de tan corta edad, pidió por si misma se la vis­
tiese con hábito de María Auxiliadora y hoy se
encuentra más gorda y con más salud que antes
de enfermar.
(Se concluirá)

¿DONDEENCONTRARUNVERDADERORETRATO
de r>. BOSCO P
Tres ó cuatro meses hace quo esto se nos
viene preguntando por los amigos de nuestro
venerado Padre , y nos parece haber llegado la
ocasión de poder satisfactoriamente responderles.
Excusado es decir que de tiempo atrás los
Superiores de la Sociedad Salesiana anhelosos



112

procuraban conseguir una reproducción fiel de la
fisonomía incomparable de D. Bosco.
Y abrigan va el consuelo do haberla obtenido.
Cuantos tuvieron la dicha do conocerle, al vi­
sitar últimamente ol Oratorio, han experimentado
impresión profunda anto el magnifico retrato que
tanto aviva su recuerdo.
Hállase colocado a la entrada do la propia es­
tancia en que vivia : allí mismo dondo nos sen­
tíamos lblices con verlo, y escucharle, y recibir
sus bendiciones \ consejos y la promesa . de no
olvidarnos.
Bicho retrato os una pintura al óleo do ta­
nnimi natural: Don Bosco está sentado, con el
bonete puosto y las manos juntas sobre el pe­
cho, en la actitud con que solía conversar.
¿ Quién es su autor ?
Luego lo diremos : Se educaba , tiempo hace,
en el Oratorio de San Francisco de Sales un
nino en quien Don Bosco había descubierto ap­
titudes especiales para el dibujo. Ayudóle Don
Bosco á cultivarlas y acrecidas así lo llevó con
el tiempo á ser maestro en el arte y por mejor
decir hasta el campo do la fama. E l niño , ya
hombre, dejó la escuela : el humilde discípulo
llegó á ser acreditado profesor: su nombre es



pensamientos y bendiciones fueron para sus amados Cooperadores.

VIAJE DE LOS MISIONEROS SALESIANOS

á. Q u ito .
1I

Ca u ta II.

, , ( Continuation).

La Guayra es un puerto de Carácas, capital
de Venezuela y á la cual se va en ferrocarril
por el lito ra l atravesando olevadas y pintorescas
montanas. El 27 salimos, en dirección, á Puerto
Cabello que pertenece también á la república de
Venezuela y está situado al Norte. Saltamos,,
pues, en tie rra con indescribible regocijo é in ­
mediatamente luimos á desahogar nuestro cora­
zón á los pies de Jesús Sacramentado. ¡Oh ! ¡qiié
dulce y consolador es para el corazón de un cris­
tiano poder entrar en la caáa dél Señor despues
de tantos días que, no ha visto ningún templo !
Dímosle las gracias con todo nuestro corazón pnr
los favores recibidos y luego fuimos á visitar la
ciudad, que por cierto es muy bonita.
R o llin i. . .
A las 4 i \ 2 de lá tarde abandonamos las costas
No extrañarán, pues, nuestros lectores que los de Venezuela'. Las noches del 28 y 20 se pasaron
Superiores de la Sociedad Salesiana hayan esco­ con mucha tranquilidad. Advertimos que las agido á Rollini para pintar y dar vida en el guas habían cambiado de color, efecto, según nos
lienzo á la sin par figura de nuestro amado Pa­
dijeron, de las fangosas corrientes del rfo Mag­
dre, ni tampoco que este trabajo sea una obra dalena.
maestra y tesoro de familia.
E l día 30 á las 7 1[4 de la mañana entrába­
Inspirado un artista, fuerza es que contemple mos en el puerto, de Savanilla, pequeño puebleen su corazón y pensamiento el ideal que quiere cito de Colombia ; allí se qúedai on algunos pa­
representar. Los monjes no tomaban los pinceles sajeros entre los cuales1nuestros muy queridos
sino después de hallar en la oración el secreto Padres Eudistas. Estos buenos religiosos iban á
de sus maravillosas obras. R ollini ha evocado á Cartagena ; durante el viaje nos habíamos cobrado
Don Bosco, su querido é inolvidable bienhechor mùtuo cariño; prometimos escribirles y les'en­
y hé ahí que ya en la tela parece tomar cuerpo cargamos al mismo tiempo presentasen nuestros
el ideal. Si, es Don Bosco en su actitud digna, respetuosos saludos al limo. Sr. Biffi, Obispo de
Cartagena. Se descargó poco en Savanilla y por
natural, recogida, que indica una constante unión
con Dios ; la postura de las manos, el aire de lo tanto pudimos salir aquel mismo día á las 5
la cabeza, la afectuosa bondad de aquellos ojos de la ta rd e .1
E l sol nos calentaba con sus rayos y hubiéra­
dulces y penetrantes que se enseñoreaban (le los
corazones, todo hasta los menores detalles de mos sentido más calor si la brisa del norte no
aquella fisonomía, en que se refieja un cielo, apa­ nos refrescase algún tanto de cuando1en cuando.
rece en la obra de R ollini. Los niños de Don Atravesamos felizmente el golfo de Darien, siem­
Bosco no pueden verla sin enternecerse, y aun pre en dirección al istmo.
Llevábamos dos días de retraso y temíamos no
los que no han tenido la suerte de conocer al
excelso Padre de la Pía Sociedad Salesiana dicen : poco de perder la coincidencia del vapor del Pa­
« En verdad, así debía de ser... »
cífico, el cual debía salir en la noche del 31 de
Pronto pondremos á la disposición de nuestros Diciembre. Pasajeros prácticos y especialmente
Cooperadores, en diversas librerías, la fotografía cierto señor D. Gabriel, que atravesaba por déen varios tamaños.
cimaquinta vez aquellos mares , nos aseguraron
La Sociedad conservará la propiedad de estos que, llegando á Colon antes que anocheciese, el
trabajos y con esto, e n p h rte , se evitarán des­ vapor de la Steam P acific Navigation habría
favorables reproducciones.
esperado un día más para que pudiésemos em­
La excelente obra del Dr. d'Espiney sobre barcarnos. Cou; esta hermosa esperanza entrába­
Don Bosco, que pronto, se publicará también en mos en la bahía á las 4 i\2 de la tarde. A l en­
español, será ilustrada con tan precioso retrato. tra r á bordo el capitan del puerto para hacer la
Creemos que agradará á nuestros lectores sa­
acostumbrada visita, y cuando ya íbamos á pre­
ber todo esto y seguros estamos de que su pla­ guntarle si el vapor del Pacífico esperaba, acer­
cer será completo cuando lleguen á conocer la cóse á nosotros el referido Sr. D. Gabriel y con
fiel imágen del bondadoso Padre, cuyos últimos demostración de disgusto me d ijo : ¡Padre! Nos

— m
hemos engañado : el vapor para Guayaquil lia
salido ya. — Paciencia. — Nos resignamos y
determinamos pasar la noche á bordo, preparán­
donos para salir al día siguiente en el prim or
trdm
No podernos decir nada de la cindad de Colon
pues la vimos huyendo; digo huyendo porque el
calor, el aire nocivo , la fiebre amarilla y otras
muchas miserias serían perniciosas para el fo­
rastero que, por mera curiosidad, se atreviese á
pasear por aquellas calles.
Saludamos la estatua del gran genovés Cris­
tóbal C olon, que se eleva en un jardincito
á uno de los lados del puerto, y, arreglados
nuestros equipajes, nos dirigimos á la estación
del ferrocarril. Durante el viaje hemos podido
ver los trabajos que se están haciendo para cor­
tar el istmo de Panamá.
Según dico un diario americano no baco aún
mucho tiempo que trabajaban en el Canal más do
20,000 hombres ; se habían construido 415 millas
de caminos de h ie rro ; había 14,000 carros, 20
vapores, 200 barcas, 304 herrerías, 35 máquinas
perforadoras y 486 pompas á vapor. Para ilu ­
minar los trabajos por la noche, encendíanse 7000
lámparas eléctricas y 175 dinámicas. En fin, es
una obra colosal y digna del genio del gran
Lesseps, quien asegura llevarla á cabo, por más
que no faltan ingenieros que opinan ser impo­
sible su conclusion.
E l tren pasa por entre frondosas florestas y
yerbas arbóreas propias de los climas tropicales.
Hay muchos pueblecitos formados de pobres ca­
bañas, habitadas la mayor parte por negros, in ­
dios y muchos chilenos. Despues de dos horas y
media de viaje llegamos á la estación de Panamá.
Esperábamos encontrar á algún conocido, pero
uo fué así.-Solos, en una ciudad desconocida, no
sabíamos hacia donde dirigirnos.
Le pregunté á un negrito si sabía dónde es­
taba la casa del Cónsul del Ecuador y me res­
pondió : si y no. Luego le- dije si en la ciudad
habría alguna casa de religiosos : — OI; sí, mu­
chos.— ¿Y quo nombre tienen ! Franciscanos y
Padres Jesuítas. — Bueno ; pues vamos á ios
Padres Franciscanos. Subimos en tres coches y
de allí ¿ poco rato nos hicimos cargo que el en
donde iban los Pbros-. F usarini, Mataua y Rostoni había desaparecido. Creimos que se hubie­
sen ido por otra calle. En tanto nuestro carruaje
se para y el cochero nos dice: — Aquí vivo el
Cónsul del Ecuador. — ¿Es el Cónsul ó son los
Francisca nos '( — le pregunté. — Es el Cónsul,
Padre.
Y así era. Entramos y nos rebbio ol mismo
con muestras de singular afecto y cortesía. Desde
los primeros días del mes tenía preparada una
casa paqa nosotros, pero, viendo que no llegába­
mos nunca, la dejó y fué ocupada por otros- Sin
embargo nos proporcionó muy pronto habitación
en casa de una excelente familia y allá nos d iri­
gimos en seguida. Pero los referidos sacerdotes
no comparecían ; creí oportuno mandar al cochero
á ver si los encontraba en casa de los Francis­
canos y volvió diciendo que por allá no habían


pasado. Los encomendé al Señor y nos pusimos
á comer, pues estábamos aún en ayunas. Do allí
á poco tiempo entra el Presbítero Fusarim que,
lleno de contento al hallarse entro nosotros, nos
contó la causa de su demora. Dijonos, pues, que
el caballo habíase encaprichado sin querer seguir
adelante, corriendo desesperadamente de una
parte á otra. Tuvieron, que pararse mucho tiempo
y por último llegaron con no poco trabajo muy
cerca del convento. Se bajaron y preguntaron si
era aquel el convento de los Franciscanos á lo
que les respondieron que no, y sí el do los Pa­
dres Lazaristas. Fueron muy bien recibidos por
el Padre Gougnon ; le refirió lo sucedido y el
buen Padre les ofreció la casa diciendo que se
honraría mucho si los Salesiano* quisiesen hos­
pedarse en ella.
Como en la casa donde estábamos no teníamos
comodidad para hacer nuestras prácticas de pie­
dad, creimos conveniente aprovecharnos de tan
caritativo ofrecimiento y en seguida nos fuimos
allá, donde tuvimos que permanecer diez dias.
Los aires son poco puros y los alimentos bas­
tante nocivos para los forasteros. Tan solo por
la. mañana muy temprano y despues do las 5 de
la tarde se podía salir á la calle. Nusotros sali­
mos una vez sola para visita r al limo Sr. Don
José Peralla , Obispo de Panamá, quien nos re­
cibió con grando entusiasmo. A l día siguient ■
vino á devolvernos la visita y se entretuvo con
nosotros largo tiempo tratándonos muy familiar­
mente. Nos habló de Don Bosco, de la Congre­
gación y dijo que quería se encargasen los Salesianos de las Misiones del Chiriqui Esta tierra
hállase en el istmo de Panamá , muy cerca de
los confines de Costarica. El clima es excelente,
bastante productivo y poblado el terreno, pero
viven sin religion ni sacerdote. Di esperanzas
que nuestro m uy amado D. Bosco escucharía su
voz y que aún en el Chiriqui mandaría a sus
hijos. Vinieron también á visitarnos los Rdos.
Padres de la Compañía de Jesús y el Sr. Cónsul
de Italia.
E l dia 9 de Enero, á las i i de la mañana, nos
embarcamos en el vapor Colombia y seguimos
nuestro viaje por el Pacifico, que verdaderamente
Lleva bien puesto el nombre, pues pudimos, du­
rante cuatro días de tranquilísimo viaje, llegar
felizmente á la ciudad de Guayaquil. A la em­
bocadura del rio divísase la isla de Puna, lugar
ameno y un tiempo importante fortaleza espa­
ñola.
(Se con (Lumini)

ULTIMOS DIAS DE CUES0
eu el Oratorio de San Francisco de Sales
. Los niños de 3 \ y 4°. año de este Colegio
de segunda enseñanza, uniéronse para poner^ eu
práctica un magnifico proyecto que les diotó su
buen corazón. Recogieron entre ellos una suina
re g u la r, compraron lionuosa corona mortuoria
de metal y el 2 de Agosto fueron á \ alsalico á de-

— IH —
ponerla sobro la tumba do Don Bosco. Como si
estuviese aun vivo su bienhechor v padre, iban
à despedirse do ¿1 antes de p a rtir para sus casas
á pasar las vacaciones. Al pasar por las calles
aquellos 150 niflos, precedidos “por dos que lle­
vaban la corona, no faltó quien al verlos excla­
maba : — Tienen razón : bien por esos buenos
niños. Don Bosco no podrá menos de ayudarlos
desde el Paraíso. — Llegados a Valsalice, arro­
dilláronse todos ante la tumba, sobre la cual,
algunos profesores del Oratorio, colgaron la co­
rona, despues de babor rezado algunas oraciones.
Luego el Pbro. Sr. Don Esteban Trione declaró
cómo los niños, al ofrecer aquella corona se pro­
ponían manifestar á D. Bosco sus más tiernos y
sinceros afectos, así como renovar sobre su t umba
aquellos propósitos que á él personalmente ha­
bían hecho de mantenerse siempre firmes y cons­
tantes en el camino del bien y estudiar con todo
empeño para ser un día verdaderamente útiles á
sí mismos, á la pàtria y á la religion. E l Direc­
tor de aquella casa, Rdo. Sr. D. Julio Barberis,
dijo pocas pero hermosas palabras, de las cuales
recordamos las siguientes :
— - Jóvenes! aquí ante la urna que contiene
les despojos de nuestro amado Padre proponemos
honrar siempre con nuestra vida el nombre de
aquel que tanto nos favoreció. ¡Jóvenes! Procu­
remos que la gente que nos vea pueda decir con
amor y respeto: ¡Oh cómo resplandece en los
hijos la virtud del Padre ! Ingrato sería el que,
olvidándose de tan hermosas enseñanzas , dadas
con paciencia y amor por un Padre tan bueno
y afectuoso, se entregase al vicio y ofuscase de
esta suerte el esplendor de aquel nombre que
nosotros no podemos pronunciar sin sentir en
nuestra alma los más suaves y puros afectos. —
Los niños se alejaban de la tumba volviendo
atrás, de cuando en cuando, sus lagrimosos ojos
eomo diciendo: — ¡Oh buen Padre, adiós!
La corona es de considerables dimensiones y
semeja el laurel, rodeado de preciosas rosas y
otras varias flores. En el medio hay un pequeño
cuadro, con cornisa dorada, que encierra escrito
en pergamino un hermoso soneto.
El dia i 4 cerca de 400 niños estudiantes fue­
ron á Valsalice para rezar todos juntos una ora­
ción en sufragio de la grande ánima de su amado
Padre, y en la tarde del 15, fiesta de la Asun­
cion de Ntra. amorosísima M adre, celebrábase
con toda solemnidad , aunque privadamente , la
distribución de premios. En los años precedentes
festejábase también en este día el cumpleaños de
D. Bosco, pero este año tan solo su retrato do­
minaba la asamblea. El Rdo. Dr. D. Francisco
Cér^uti pronunció el discurso de circunstancia.
Despues de haber demostrado, con erudición y
elocuencia, que todos los antiguos imperios fueron
arruinados á cansa de la instrucción separada de
la educación religiosa , continuaba del siguiente
modo :
* Y en nuestros días que so hace alarde del
deber, de la omnipotencia r de la in fa lib ili­
dad de la instrucción, ¿cuáles son los resul­
tados? Bien nos lo dicen las relaciones anuales

de los Procuradores del Rey y de los Procura­
dores generales, relaciones verdaderamente des­
consoladoras , como las que nos representan un
cuadro espantoso de delitos que van creciendo
de día en día contra las personas y contra las
propiedades. Y no hay duda qne la instrucción
toma siempre mayor incremento, las escuelas se
llenan de alumnos y la cifra de los rudos é igno­
rantes va siempre disminuyendo ; pero por des­
gracia se ve bien claro que entre nosotros acon­
tece lo que ya observaba acontecía en Francia el
Moreau , inspector general de las cárceles : E l
progreso de los delitos, escribía años hace al
M inistro del Interior y lo probaba con grande
elocuencia de cifra s, está en razón directa con
el progreso do enseñanza, y a llá donde hay más
instrucción (se entiende sin Religion) son tam­
bién en m ayor nùmero los delitos. Sucede lo que
notaba el D’Angeville en la estadística m oral de
Francia, cuando escribía que los treinta y dos
departamentos más instituidos son los que dan
m ayor número de delitos contra las personas
y las propiedades, mientras los otros cincuenta
y tres menos instruidos dan relativamente un
nùmero mucho menor.
» ¿Y de qué depende esto? ¿Acaso deberémos
colegir que la instrucción, que la ciencia es un
mal? No, jamás; esto sería no solamente absurdo
sí que blasfemia. El entendimiento es creación
de Dios, y El lo creó no para que durmiese si
no para que, juntamente con las demás faculta­
des, tuviese su desarrollo y ejercitase su activi­
dad para perfeccionamiento del hombre individuo
y en beneficio del hombre social. La ciencia ,
dice S. Tomás, la ciencia que es el término, el
objeto del entendimiento, es un don de Dios, y
á este don es al que corresponde la tercera bie­
naventuranza (1-2, q. cxix, 3, 3.um). Se propague,
pues, la instrucoion, se pueble la escuela ; la re­
ligion de N tro. Señor Jesucristo no solo no teme
si que también anima y bendice las pacíficas con­
quistas del saber. Son los murciélagos que tienen
miedo de la luz del sol. La instrucción, pues,
debe tomar forma en la religión , y la escuela
debe ser santuario y no cueva.
■* Estos sentimientos no sé dónde podrían ma­
nifestarse mejor que aquí, en este Oratorio, donde
todo habla aún de D. Bosco, de aquel D. Bosco
que comprendió pronta y poderosamente, tanto
la excelencia intrínseca como la importancia so­
cial de la escuela santificada por la Religion,
cuya escuela quiso que fuese conocida y propa­
gada por todo el mundo y con este fin trabajó
durante toda su vida. ¡Oh querido Padre Don
Bosco ! Él es el primero que instituye en Piamonte las escuelas nocturnas y festivas para sus
pobres artesanos, pero aquellas escuelas empie­
zan por Dios y concluyen en Dios, porque Dios
es el principio y el fin , el alfa y la omega de
todas las aspiraciones do Don Bosco. Ama la
gimnasia y la promueve con ardor; él mismo
da el ejemplo, pero su gimnasia libre , sencilla
y nada peligrosa , es m oralisim a, y lo que es
aún rnás, sírvele do poderoso instrumento de
moralidad. Enseña geografía , escribe historia,

— 115 —
pero tanto una como la otra son un himno en
prosa de la grandeza y bondad de Dios. Estamos
en el año 1848 ; muy pronto saldrá la ley que
pone en vigor el sistema métrico-decimal. ¡ Pobres
artesanos! ¡pobres aldeanos! ¿Y cómo os arre­
glareis en tan diferente cambiamento de medi­
das? Pero sosegaos; Don Bosco so ha acordado
de vosotros, pues un año antes de que la ley se
promulgue, idea ya un tratadito sobre dicho nuevo
sistema. A l hacer osto es siempre la caridad que
lo anima, que mueve sus acciones ; atiende á las
necesidades reales de la vida , no á la vanidad
ni tampoco al interés. De esta suerte verifícase
en él la sentencia del genio más grande de la
humanidad, Sto. Tomás, es decir, que la ciencia
es un don, pero este don lo poseen tan sólo aquellos que tienen caridad. Donum scientiae est
in omnibus habentibus charitatem (2-2, q. ìx,
1, 2.um).
» Vosotros , queridos niños , aplicaos también
al estudio, atended á las artes; ora seáis estu­
diantes, ora artesanos,' todo es lo mismo, porque
el estudio es trabajo y todos sois hijos de Don
Bosco. Empero ni del estudio ni del trabajo se­
paréis jamás á Dios, á Ntro. Señor Jesucristo ,
á nuestra santísima Madre y, en fin nada de lo
que forma la gloria y el consuelo de nosotros, ca­
tólicos.
» Así hacía, así enseñaba Don Bosco. »
Distribuidos los premios á los estudiantes y
artesanos y á los más aplicados de las escuelas
nocturnas habló el Rdo. Sr. Rúa. Recordó los
imperecederos motivos de reconocimiento que li ­
gaban á los niños á la bendita memoria de Don
Bosco, dió gracias á todos los Superiores del
Oratorio por ia eficáz cooperación en ayudarle
á educar é in stru ir á tantos niños, alabó la con­
ducta de los alumnos y los invitó á g rita r, uná­
nimemente : / Viva Don Bosco! Así só hizo, y
despues de o tro : / Viva a l Director del Orato­
rio Salesiano, Sr. D. Domingo Belm onte! pú­
sose fin á la academia con un entusiástico ¡V iva
el Sr. D. M iguel Rúa !

rado de las escuelas salesianas, tanto por el sis­
tema de enseñanza como por la suma inteligencia
y celo con que están dirigidas. Los alumnos, con
singular sencillez y franqueza, respondieron pron­
tamente á todas la8 preguntas que les hizo el
Presidente, el cual, no pudo menos de elogiar al
ilustre é incansable Director Sr. D. Santiago Costamagna y á todos los demás superiores. El señor
Presidente, al despedirse, dió bien claro á enten­
der su deseo de que. todos los establecimientos do
educación de la capital, fueran iguales ai de los
Salesianos.

CONFERENCIA DEL SR. D. JOSÉ FAGNANO
en Chieri.

EL día 15 de Julio, en la iglesia de S. Felipe,
el Sr. D. José Fagnano , Prefecto apostólico de
la Patagonia meridional y de la Tierra del Fuego,
hizo una conferencia á los Cooperadores Sale­
sianos de C hieri, muy cerca de T urin. Después
de la acostumbrada lectura y hermosísimos mo­
tetes cantados, comenzó el insigne misionero su
preciosa y conmovedora conferencia.
Habló de la Patagonia y de la Tierra del
Fuego. Dividida la primera en tres parles. es
decir, en setentrional, media y m eridional, hizo
notar cómo la m eridional, con la T ierra del
Fuego y las Islas Malvinas, pertenecía á su Pre­
fectura Apostólica. Dijo que todos aquellos habi­
tantes viven aún en pleno estado de salvaje
y barbarie. Hace un siglo que tres celosos pa­
dres de la Compañía de Jesús quisieron c iv ili­
zarlas : esparcieron abundante semilla en el valle
de las Manzanas, compusieron una gramática de
la lengua local, y fueron, por premio de sus tra­
bajos y santos deseos, cruelmente martirizados.
Dios destinaba este campo á los Salesianos, y el
Rdo. Sr. Fagnano, por especial encargo del inol­
vidable Don Bosco, recorre aquellas tierras con­
tinuamente. Si bien el clima es sumamente trio,
sus habitantes viven desnudos, las mujeres tra­
tadas y despreciadas como'animales; los hombres,
dedicados á la embriaguez, á la caza y al robo,
destruyen y matan sin misericordia las tribus
COLEGIO SALESIANO DE BUENOS AIRES.
rivales que á ellos se oponen.
No tienen residencia fija, ni hay casas ; duermen
Leemos en el .credit ado diario genovés, L'Eco
d’Ita lia , N. 182, del 8 de Agosto, las siguientes al aire libre unos sobre otros , juntamente con
los perros, y muchas veces cubiertos por la mu­
líneas :
cha nieve quo durante el invierno cae. En tin
Buenos Airea, \ do Julio do 1SS8.
háilanse en condiciones verdaderamente infelicí­
Hoy el Excmo. Sr. Presidente de la República simas y capaces de mover á compasión al cora­
Argentina ha ido improvisadamente á visitar el zón más duro de la tierra. Habló también do sus
Instituto Salesiano, Colegio de artes y oficios en bárbaras costumbres, del estado de ignorancia en
Almagro. Causáronle viva impresión los grandes que se encuentran, viviendo casi como las bestias.
Los esfuerzos quo tuvo que hacer para acer­
y rápidos progresos que en oste grandioso esta­
carse á ellos y hacerse comprender con la mí­
blecimiento do educación se han hecho, vién­
dose todos los anos obligados á agrandarlo por mica, fueron indecibles ; pero , gracias á D ios,
los muchos obreros y estudiantes que ingresan. obtuvo muchos y excelentes resultados. Ahora, an­
Se maravilló do los espaciosos talleres , de su tes da salir, suplica nuevamente oi auxilio de los
Cooperadores para su Misión. El Excmo. y Rllmo.
excelente dirección y del gran provecho y ade­
lanto que en todas artes sacan los aprendices. Sr. Cavriani, Arzobispo de Adana , residente en
Se mostró también no menos satisfecho y admi­ Chieri, que presidia la Conferencia , con fácil y

— ito —
elocuente palabra , alabó la institución de Don
Bosco como una obra maravillosa suscitada por
Dios Ntro. Señor, para atender alas necesidades
de nuestros tiempos y recomendó vivamente á
todos se dignasen ayudarla ^onerosamente. Cantáronse algunos motetes con el .Tantum ergo y
dióse la bendición con el Santísimo Sacramento
y asi tuvo fin aquella pía reunion, dejando con­
tentos á los buenos Chiereses, que mostraron
vivo deseo de que se renovase tan hermosa y
conmovedora función.

FIESTADEL SDO.CORAZONENBATTERSEA
Oeste-Londres.
Leemos en el N. 14 del Weekly É ei'a ld de
Londres :
Iglesia del Sdo. Corazón, Batlerséa-Ovest. —
E l domingo. 10 de Junio, se ha celebrado la
fiesta titula r de esta iglesia salesiana con gran
solemnidad y mucha devoción. Cantó la misa el
M. R. Sr. D. Guillermo Connolly, asistido por
los RR. sacerdotes salesianos Mackiernan y
Macey.
El Rdmo. Padre Francisco O. S. F. O., pro­
nunció un discurso, en extremo conmovedor, so­
bre la fiesta que se celebraba. Por la tarde el
Rdo. Sr. D. Guillermo Linnet habló con suma
elocuencia de la bondad y misericordia del Sdo.
Corazón de Jesús eD las manifestaciones de su
amor para con todos los hombres, pero especial­
mente para con aquellos desgraciados cristianos
que, en recompensa de tantos y tan grandes be­
neficios , lo injurian y ultrajan desatinadamente.
La misa y el Tantum ergo, composiciones del
Timo, Sr. Caglierò, V. A. de Patagonia y miem­
bro de la Sociedad Salesiana, fueron ejecutados
con admirable maestría por los cantores de dicha
iglesia.

LOS FUNERALES.
(Continuación).
Módena : Los Cooperadores Salesianos de esta
ciudad el primer día de Marzo habiendo de
celebrar la acostumbrada Conferencia anual,
pensaron cambiarla con fúnebre conmemora­
ción en sufragio del venerando Don Bosco. En
dicho día, pues, cantóse en la iglesia de la B. V.
llamada del Paradiso el Oficio de difuntos y
la misa de reguiem que celebró el M. R. P.
Enrique Siccar d i, del orden de Predicadores.
El Rdo. párroco de Sta. Inés pronunció un
largo discurso sobre la vida de D. Bosco, en
el cual, aplicándole las palabras de S. Pablo:
Cha ritas Christi urget nos, y ’: Omnia possum
in eo (ja i rne confortat, lo mostró verdadero
héroe de este siglo. Este pensamiento bàliabase también expresado en la hermosísima
inscripción hecha por el Rdo Sr. canónigo
Masinelli y colocada en la fachada de la iglesia

donde se decía Don Bosco, Apóstol del siglo
AYA" en descubrir las grandes necesidades
de la presente època g en proporcionar los
más oportunos remedios, en e rig ir suntuosos
templos, fu n d a r institutos religiosos, a b rir
escuelas y asilos y enviar á gentes ea\lran­
ger as maestros de verdadera civilízaciqn. —
Concluíase tan tristo función con el salmo De
profundis, cantado por los alumnos de la es­
cuela de música sagrada.
M o n c riv c llo : Solemnes honras con mucha con­
currencia, bajo la dirección del ilustre párroco
Sr. Porotti.
M oiulo vì : Por órden del limo. Sr. Obispo, ce­
lebráronse solemnes funerales en la catedral,
en nombro de la Diócesis. Asistía S. S. lim a.’
todo el Cabildo , muchos párrocos, sacerdotes,
seminaristas y todos los institutos religiosos
de la ciudad. Pronunció el elogio fúnebre el
Rdo. Dr. Morra.
Montevideo : Solemnes funerales en la catedral,
según el limo. Sr. Obispo de aquella Repú­
blica tuvo la bondad de annunciárnoslo y al
mismo tiempo derramar mucho bálsamo- en
nuestro corazón afligido , asegurándonos que
habría tratado siempre con paternal caridad á
nuestros hermanos que se hallan allá. En aquella misma ocasión S. S. lima, dignábase
escribir Un elocuentísimo elogio que, si honra
á Don Bosco, revela también su elevado in­
genio y el tierno afecto que en su corazón
sentía hácia tan virtuoso y amado Padre.
Mora d’Assisi : E l párroco Sr. D. Francisco
M. Meccoli hizo celebrar solemnes funerales
en bien del alma de I). Bosco. La concurrencia
era imponente, y edificante por el fervor con
qúe rogaban.
Morca : También en la parroquia de aquel pueblecito celebráronse solemnes funerales en su­
fragio del alma de D. Bosco. Asistieron todos
los niños de la esciiela pública y gran número
de devotos feligreses.
N a v a rra (F ra n cia ): En nuestra casa de huér­
fanos celebráronse solemnísimas honras y el
Rdmo. Sr. Tortel, Vicario General, pronuncio
la oración fúnebre. Asistieron muchos Coope­
radores y Cooperadoras.
Nichelino (T o rin o ): Solemnes funerales.
Nictberoy (B rasil) : El limo. Sr. Obispo de Rio
Janeiro, apénas supo por telégrafo que Don
Bosco había muerto, lleno de dolor, pero ani­
mado aún por la esperanza, nos mandó un parte
telegráfico para asegurarse mejor do la noticia.
Cuando recibió la triste contestación fuá á con­
solar á nuestros buenos Hermanos de Nichteroy
y á nosotros nos escribió afectuosísimos ren­
glones, que ya tuvimos el gusto do publicar,
confirmando así lo mucho que ama á nuestros
hermanos allá residentes.
(Se continuará)
Con aprobados de la iu t. EeleiUitica — Gerente MATEO (¡1IIGL10SE
Turin, 1888 -

TlpofraO» «aledaña.

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ESTABLECIDA EN BARCELONA

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U n tornito en- 3 2 “ de 06 pág\

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< : ,p.itr ruo'

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DEL SANTISIMO REDENTOR
y Tit-AJDurajJzio ipoir e. c. n r. .a
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Peset. O

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