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Título
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BS_1887_12
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Descripción
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Boletín Salesiano. Diciembre 1887
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Fecha de publicación
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1887.12
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extracted text
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~~-~-~~+--=:.~~=~~-=~~=- _--=c~=é-=~~~3-~~~-=~~~=:__~-~~~
Ins:ruyó al pueb.lo y di,vJ_ügó todo lo .q~.e había hecho.
doctrmas ut!les y escrtbw documentos
rec~Istmos y llenos de v~rd~d. Las palabras de los
sabws son como punzas o c1avos, que penetran profundamente, y nos fueron dadas mediante nuestros
maestros por' el único pastor.
.
(ECLES!ASTES XII, 9, 10 y ll)
'~'
El peligro, Sto. Padre :··está todo en la contínua
un dique
a este malmmenso, yo no veo otro remedw, que la fundacion de una imprenta Católica, puesta bajo el patrocinio de la Santa Sede. De esta manera , 110 haciéndose esperar nuestras respuestas, podrémos con mayor
ventaja descender al campo de la lid y responder con
feliz éxito á las provocaciones de los apóstoles del
error.
(SALES)
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~ifusion d~ los libros infames; Y para P?ner
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No se engañaria mucho quien intentase de atribuir
principalmente á la prensa malvada todos los males
y la deplorable condicion de las 0'
1
• 1
" os.as, a a .,~ua
hemos llegado actualmente ... , los escritores catoncos
deb.en con torlas sus fuerzas volverla en bien de la '
soeteclad.
(LEON XIII)
-·-·•·La prensa periódica sometida á la autoridad ·e,
.
.
. .
.
. J,
rarqmca, reve~ttda del ~spm.tu de Je~ucrtsto, vtene a
ser un poder mmenso: Ilumma, sostiene la verdad,
hace desaparecer el error, salva y civiliza; es cási
una forma de apostolado sublime.
(ALIMONDA)
"'
ROMA .. I..diBRERIA SALESIANA .. TURil\t
SARRIA (Barcelona) - BUENOS AIRES - MONTEVIDEO - lUCTHEROY - (SevHla) UTRERl
LECTIJRAS CATOlJC}\S DE BUENOS AIRES
'
ULTIMAS PUBLlCAClONES
39. Retrato de pm·feccion cr·istiana. Portentos de la gracia, y
rnaravillas de la caridad en la vida del Bienaventurado
Fr. Martín de Torres de la Orden de Santo Don1ingo, é
hijo de la Observantisin1a Provincia de S, Juan Bautista,
del Nuevo Reino del Perú. Escribióla en su Sacro Diario Don1inicano ünpreso en lengua castellana por el lVI. R. P. Presentado Fr. Alfonso Maurique, de la n1is1na Orden, Defi- .
nidor que fué en el Capitulo General por la n1isn1a Provincia, é hijo del convento de S. Pablo de Valladolid. Consagrada á la Exmna. Señora Condesa de Villahun1brosa y
Castronuevo, :Marquesa de Quintana. Un op. en-32° Pes. O 80
Dicha y Desdicha. los dos Caminos por 11atilde-Bourdon. Un
opúsc. en-3 2 .
)) O 80
Valentin 6 la vocacion contrariada. Episodio conten1poráneo por
el sacerdote Don Juan Bosco, traducida por ·un cooperador
salesiano. Un opuse. en-32
)) O 60 .
------
J\~etódico
Catálogo
Jo.
EL
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1 TRUIDO
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.
~.
Y EN
LOS EJERCICIOS DE LA PIEDAD CRISTIANA
SEGUIDO
del Oflcio de la SS. Vírgen, del Oflcio de Difuntos
Y DE LAS VISPERAS DE TODO EL AÑO
por el Sacerdote
Un tomito en.-52. El ejemplar: i Peseta.
Encuadernado en tela inglesa . . . .
Peset. 1,40
--- media piel
. . . . .
)) 1,40
-- piel
. . . .
1,60
-- corte dorado .
. . . '
)) 2,60
-- chagrín, corte dorado
. . . )) 4,00
« Esta obrita está dividida en tres partes. En la primera encontraréis todo lo
que debéis practicar y lo que debéis huir para vivir cristianamente. En la
segunda se encuentran reunidas las principales ora.ciones, que están en uso en
las parroquias y en las casas de educacion. La tercera, en fin, contiene el
Oficio de la Santísima Virgen, las Vísperas de todo el año y el Oficio de Difuntos. Encontraré1s además un pequefw diálogo sobre los fundamentos de nuestra
santa relur10n católica, adapta.do al tiempo en que vivimos. Añadimos al fin una
corta coleccion de canciones espirituales.
(( Queridos mios, os amo con todo mi corazon, y me basta que seáis jóvenes
para que os ame tanto. Conservad cuidadosamente en vuestro corazon el tesoro
de la virtud; con ese solo sois bastante ricos y ostais en posesion de
todos los <ÜJmás, pero si lo perdéis) llegaréis á ser los más miserables y desgraciados del mundo.
« Que el Señor os acompañe siempre, y os haga la gracia de poner en
práctica mis consejos, para que. podáis aumental· la gloria de Dios y salvar
vuestra alma, único fin que me he propuesto conseguir al escribir este librito >).
o
o
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))
(El Autor)
Catálogo Metódico -· Clase
1~
Ieoiogrn -- Categorfa
VIII~
Ascética.
Sale una vez aJl. m.es.
AÑO II.- N. 12.
Debemos ayudar á nuestros hermanos á fin de cooperar á la difusion de la verdad.
(III
S~
Cualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, recibe á mí mismo.
(lVIAT. XVIII)
JuAN, 8)
Os recomiendo ls, niñez y la juventud; cultivad con grande empeño la.
eélucacion cristianE~.; proporcionadles
libro<! que enseñen á huir el vicio
y á practicar la. virtud.
Atiende á ía buena lectura, á la e::rhortaoion y á la enseñanza.
(1
DICIEMBRE 1887
Tr~r.
rv, 13)
Entre las cosas divinas la más divina es la de cooperar con Dios
:i la salvacion de las almas.
(Pm IX)
(S. DroNISIO)
Reuoblad todas vuestras fuerzas para
retraer á la niñez y juventud. de
las insiditts de la corrupcion y de
la incredulida.d y preparar ~e esta
manera una nueva generamon.
Un amor tierno hácia el prójimo es
uno de los más grandes y excelentes dones , que la divina bondad
puede hacer á los hombres.
(El Doct. S. FRANC. de
(LEON
SALES)
XIII)
=='-----'---
-----------~----
====·--=-==---------------Sumario. - A S. S. Leon XIII.- Breve de S. S. con 1notivo de
su Jubileo Sacerdotal. - Los Salesianos en el Jubileo del Santo
Padre. - Los Salesianos en Trento. - Los Salesianos en Inglaterra. - Cm·ta Argentina. - GraciaB de Maria Auxiliadora. ~xploracion de _la_Ji<Jn·a__del Fuego. - Felicitacion. _----~-~-·-·
A. S. S. LEON XIII
en ooagion de gu Jubileo Sacerdotal
los Salesianos y sus Coo¡)era(lores.
Estos clias, que son para Vos, oh Santísimo Padre, ocasion de santo regocijo,
vienen á ser tambien argumento de fiesta
para todos vuestros hijos, esparcidos por
el haz de la tierra. Y mientras se dice con
el coro de los ángeles « Gloria á Dios en
el cielo, y paz en la tierra á los hombres
de buena voluntad, » sentimos en nuestro
ánimo un sagrado deber de dar gracias al
Señor por haberse dignado obrar con Vos
y por Vos, oh Santísimo Padre, tantas y
tan magníficas cosas. Sí , en este solemne
momento los ojos y corazones de todos,
dirigense á Homa y al Vaticano ; y á Vos
que teneis la rara dicha de contar los días
de V uestro Pontificado con los beneficios
que derramais sobre los hombres, aplauden
todas las naciones y os piden la bendicion
que puede salvar las. Es una porfía de afecto,
es una manifestacion de fe, es una leccion
para el siglo que puede convencerse una
vez más de que las fuerzas del infierno no
pueden prevalecer contra las augustas y
venerandas llaves de s. Pedro.
Nosotros, Salesianos, con todos nuestros
Cooperadores, con el considerable nümero
de nuestros niños , nos presentamos entre
la multitud de creyentes para repetir, llenos de inexplicable contento, el grito de los
amorosos hijos al más virtuoso de los Padres : A.d rnultos annos, ·Santísimo Padre,
ad rnultos annos ! En Vos los Salesianos
no solo reverencian al Representante visible del Pontífice eterno, no solo aplauden
al gran Pacificador de los pueblos, sino
tambien reconocen , despues de Dios , con
gratitud inmensa á su principal Bienhechor, á su generoso Patrono, á su validisimo Sostén. Y nosotros como hijos agradecidos venimos á obsequiaras conmovidos
y enternecidos. Y no tan solo los que en
Europa se encuentran más cercanos disfrutando de los efectos de Vuestra mucha
bondad , sí que tambien los de la lejana
Patagonia, que, llamados al conocimiento
de lo verdadero por generosos Misioneros;
poseyentes la palabra del Apóstol y el valor de los mártires, en sus diferentes idio1 mas, en la sencillez y fervor de neófitos,
-
142
mientras se postran con su ardiente pensamiento á Vuestros·~ pies, os dan gracias
por la caridad paternal con que los amais;
la cual, así como para ellos fué el principio
de la fe, sera tambien prenda de salvacion
eterna.
¡Oh qué espec~áculo tan grandioso! Por
Vos todos los pueblos toman el camino de
Roma, de aquella Roma de los Pontífices,
que siempre, pero especialmente en V u es~
tros dias, es Luz intelectual llena. de amoT
para todas las naciones católicas y para
las que un dia fueron triste causa de llanto
al corazon de su madre la Iglesia , y que
ahora os dan á entender el acento tan deseado que exclama arrepentimiento y pide
perdon.
¡Nuestra santa madre la Iglesia es siempre generadora y fecunda! ¡Siempre vigorosa y feliz cuando parece más perseguida
.
y próxima á sucumbir!
Y á ]a manera que en un tiempo, recordando un magnánimo Predecesor V uestro, bastaba que se pronunciase al siglo
Leon el Grande, así vendrá un dia que las
naciones agradecidas , repitirán tambien
Vuestro venerando nombre, y será símbolo
de bondad, de sabiduría, de esplendor, de
victoria. Puesto que Vos , más dichoso y
magnánimo que el Primero 5 no fné solamente, á uno de los enemigos del nombre
cristiano á quien habeis vencido y domado,
sino ámuehos.Habeis encontrado una Europa
desordenada v llena de confusion: tronos
destrozados y sumergidos en gravisimos
peligros, pueblos revueltos y agitados por
un prepotente é insaciable deseo de como~
d.idades y placeres. Todo amenazaba ruina.
y un enemi~.o sumamente aud~z, confiando
en una mennrosa promesa, mas astuto, salido, de las cavernas i?-fernales, la Masonena, tentaba de dernbar tronos y altares,
instituciones y fe, y sobre la humanidad
desolada prometíase un fácil triunfo , conduciendo á las naciones por el camino que
iba á parar á una nueva y más peligrosa
bar})árie. Y V os, como Samuel que velaba
por la salvacion de Israel, conmovido ante
los males que afligían á la humanidad, habeis adivinado que Roma papal habría sido
nuevamente vida 1 salvacion y gloria de las
gentes. Vos, con palabra adornada de sabiduría y majestad, con la antorcha de la
fe en la mano, habeis eenovado el grande
y prodigioso milagro del mar de. Tibe~.íades , cuando para esta Europa mdócll y
soberbia habeis varias veces invoeado y
obtenido la paz. Con mucha razon cantando
~
el himno á los santos Cirilo y Metodio,
decíais como inspirado por Dios:
Quae dr:dit prinoeps, dabit ipsa semper
Roma scúutern.
1
¡ Plegue al Señor , oh Santísimo Padre,
que lleno de sabiduría y gloria, podais atender aún por muchos años al gobierno
espiritual de la Iglesia católica, y recoger
en Vuestro operoso Pontificado muchas
palmas, á más de las que habeis ya recogido.
Prenda suave de esto deseo nos es la
confianza ilimitada que deseais ponga todo
el mundo en la Vírgen Inmaculada, invocada especialmente con el hermoso título
del Rosario.
Corone, pues, Ella de rosas Vuestra veneranda cabeza, habiéndola ya los impios
coronado de espinas , y os dé el consuelo
de ver un dia arrepentidos y postrados á
Vuestros augustísimos pies, á tantos pobres
hijos extraviados, y por último que os conserve aún mucho tiempo para bien de la
Iglesia, amor y reconocimiento de los pueblos y para la eterna salvacion de las
almas.
¡Vi-va el Pontífice Leon XIII!
¡Viva el Pontífice del S. Rosario!
l
Breve de S. S.
con motivo de su Jubileo Sacerdotal
1
1
j
.
LEON XIII, PAPA
1
:.
A
TODOS
LOS FIELES DE JESUCRISTO
1
QUE VEAN LAS PRESENTES LETRAS
1
SALUD Y APOS'l'ÓLICA BENDICION.
El dia primero del año próximo Nós ce=
lebrarémos , si Dios quiere , la solemnidad
1 de Nuestro Jubileo sacerdotal, y con este
1 motivo todas las naciones del universo se
conmoverán á impulsos del mayor júbilo;
de todas suertes y por maneras maravillosas, en medio de esta dificultad de los
tiempos, todos Nos envían á Nos, que hemos sido colocado por voluntad divina sobre la Silla sublime de San Pedro, testi1 monios solemnes de su fe, de su amor, de
1 su respeto
y de sus felicitaciones. Estos
testimonios Nós los aceptamos para refe1 rirlos á Dios, que nos consuela en Nuestra
j tribulacion y al que Nós rogamos sin cesar
1 que bendiga al rebaño del Señor , que le
'¡
--;e
143
sea propicio y que le otorgue la paz y la
concordia deseadas desde hace tanto tiempo.
Conmovido ante estas pruebas püblicas
de amor y de piedad tradicional, y defiriendo 3 los ruegos que se Nós han dirigido al objeto de que todos estos hijos obtengan de su padre alguna ventaja para su
dicha eterna, Nós hemos decidido abrir los
tesoros de la Iglesia, ele cuya dispensacion
Dios nos ha encargado.
Por tanto, y en virtud de la mi::3ericordia
de Dios, y apoyándonos en la autoridad de
sus Apóstoles San Pedro y San Pablo:
A todos y á cada uno de los fieles de
Jesucristo de uno y otro sexo que vengan
á Roma en peregrinacion con motivo de
Nuestro Jubileo sacerdotal, y á fin de demostrar ostensible y püblicamente en nombre de sus pueblos su piedad y su respeto,
y de tributar con su obediencia el honor
debido á la supren1a autoridad que Nos ha
sido confiada por Dios; asimismo á todos
los fieles del uno y del otro sexo que sigan y acompañen con el espíritu y el corazon las susodichas peregrinaciones; como
tambien á todos aquellos que ele cualquiera
manera que sea presten su concurso para
el buen y felíz éxito de estas piadosas pe~
regrinaciones,
Nós otorgamos en el Señor la indulgencia plenaria y la remision de sus pecados,
tanto para el clia de Nuestra indicada solemnidad con1o para el dia de fiesta que
seguira á la novena de oraciones renovada,
a voluntad ele cada uno , en el tiempo abajo designado, si antes del d.ia de Nuestro
Jubileo sacerdotal, esto es, el 1° de Enero
próximo, hicieren una novena en el tiempo
que se !,fije para las audiencias ele estas
peregrinaciones ; si además , despues de
verdaderamente arrepentidos, confesados y
alimentados con la santa Comunion, visitan,
sea su iglesia parroquial, ó bien cualquiera
otra, ó un oratorio püblico , ofreciendo á
Dios piadosas preces por la concordia de los
príncipes cristianos, la estirpacion de las
herejías, la conversion ele los pecadores y
el triumfo de Nuestra Madre la santa Iglesia.
Además, á todos aquellos y á cada uno de
los contritos por lo menos ele corazon que
celebren las novenas de oraciones arriba expresadas, en cualquier dia que sea, de estas
novenas, Nós remitimos, en la forma usada
por la Iglesia, trescientos clias ele penitencia que !es hubieran sido impuestos ó que
debieran de cualquer modo. Y Nós permitimos que todas estas indulgencias y cada
una de ellas, por este año solamente puedan
ser aplicadas á las almas detenidas en el
Purgatorio, no obstante cualesquiera cosa
en contrario.
Nós queremos, en fin, que á los ejernplares áun impresos de las presentes Letras, firmadas por un notario público cualquiera, y provistos del sello de una persona
constituida en dignidad eclesiástica, se les
dé la misma fe que se daría á las presentes Letras si éstas fueren exhibidas ó mostradas.
Dado en Roma, cerca de S. Pedro, bajo
el Anillo del Pescador, el dia i o de Octubre
de MDCCCl,XXXYII , décimo aíio de Nuestro
Pontificado.
(L.
+ S.)
M. Card. LEDOCHOWSKI.
LOS SALESIANOS
en el Jubileo del Padre Santo.
Los Salesianos están ocupándose tambíen para
concnl'rir del mejor modo posible al faustísimo
Jubileo del Padre comun de los fieles. Además
de las varias eomposiciones latinas é italianas
que se mandaron ya á su SS. Ilma. el Obispo
de Parma, tomarán tambien parte en la Exposicion Vaticana con sus dones. Van representados
por un centenar de volúmenes, trabajo de su
tipografia y librería. Entre ellos :figuran : la Filosofía, la Histo1·ia y las Letras en el concepto de
Lean XIII, obra magnífica y ejecutada con suma
perfeccion; una cajita , un hermosísimo cuadro
caligráfico , una estola bordada por las Hijas de
María Auxiliadora y una rara interesante coleccion zoológica , botánica , mineralógica proveniente de las Misiones de la América del Sur.
Y no solo los Salesianos de Europa sí que
tambien las Misiones de la Patagonia, confiadas
á ellos por el Santo Padre, se preparan á festejar de un modo particular dicho solemne jubileo.
Con tal fin las Asociaciones del Sagrado Corazon de Jesús, las Hijas de María, los Colegios
de niños y niñas dirigidos por los Salesianos é
h\j as de María Auxiliadora , han preparado un
Album hermosamente dibujado y una carta geográfica que contiene los tres vastísimos valles
del Rio N egro, Lima y y N euquen y de todo el
territorio de la Patagonia setentrional, desde el
Rio Colorado hasta el Chubut : muchos trabajos
bordados por las alumnas de sus Colegios y por
las Indias recientemente convertidas.
Los Salesianos han hablado á los salvajes bautizados recientemente, del Papa, Cabeza de todos
los Cristianos y de sus Bodas de Oro y tambien
-144de la necesidad de unirse al mundo católico para
presentarle el homenaje de reconocimiento enviándole objetos y trabajos de su industria primitiva. Y hé aquí que en poco tiempo se recogieron preciosas y finísimas pieles de guanaco,
cuadrúpedos rumiantes de la grandeza del ciervo,
sin cuernos, y con finísima lana blanca y bermejiza; dos hermosísimos y finísimos tapetes de
colores variados, formados con varias pieles y
plumas del pecho de avestruz americano ; una
lblanquísima y rara piel de cisne patagónico, industriosamente trabajada con muchos dibujos y
cosida con los tendones de los mismos animales, que los Patagones cogen con la famosa Boleadora. Una especialmente, más hermosa por su
finura y dibujo, está destinada para ponerla debajo del escritorio del Santo Padre. Son trabajos
de los Indios Pampas que habitan el Valle del
Rio Negro y de los Thehuelches, que viven en
las orillas del Rio Santa Cruz en la Patagonia
meridional.
Hay tambien otros tejidos de la misma lana
de guanaco, que hilan las Indias, tiñen con yerbas y tejen sobre un telar de palos y baquetas,
que manejan con mucha lentitud y paciencia.
Una coleccion de preciosos objetos de plata
entre los cuales figura una taza, trabajada con
martillos de piedra, y que perteneció al cacique
Shayuhueque, en un tiempo el dneño más rico
del desierto ; un juego de estribos macizos de
pura plata, con estrellitas del mismo metal y
una brida de cuero adornada con cascabeles de
plata. Este trabajo revela la natural industria
del Indio Araucano de Chile , acostumbrado á
comunicar con sus vecinos de las Cordilleras
Argentinas. Otra coleccion muy variada de co~
llares formados con cuentas de plata, engarzadas
muy curiosamente , adorno que las niñas Indias
suelen llevar colgado al pecho, en los pulsos y
pies; pendientes, sortijas y alfileres, todo de
plata.
Hay tambien un idolito ó amuleto que los salvajes llevan colgado al cuello para g-ranjearse el
cariño del mal Espíritu ó Gualichu. Tiene la figura de un hombre, con los brazos y piernas abiertas
á manera de una rana. En las Tierras dei Fuego,
donde los Misioneros Salesianos han nenetrado
ya, encontraron á aquellos infelices habitantes en
medio del más completo salvajismo, mal mantenidos y peor vestidos. Se mantenian tan solo de
raices silvestres, de moluscos que recog·en en las
playas del mar, y de focas, cuando consiguen pescarlas; están cubiertos con. un pedazo de piel de
guanaco ó de foca, que no les llega á la mitad
del cuerpo. Y esto en un clima húmedo , frío y
lluvioso, por cuyo motivo casi todos mueren antes de llegar á 10 años. Entre los objetos que
exponen y que pasarárt despues al Museo de Propag¡¡nda, ha;y : una muestra de dos piraguas ó
canoas (Annaú) de haya, entrelazaclas con pedazos de piel de foca, nervios, tendones .Y juncos:
empegado todo con el jugo de un arbusto muy comun en aquellas tierras; el casco está formado
de ramitos de haya cortados longitudinalmente
y doblados en forma de arco.
La piragua ó canoa es la casa del salvaje
Yayan, quien, por la costumbre que tiene de
vivir en ella acurrucado , casi pierde la de ca-minar por tierra.
Ofrecen tambien algunos arcos con tendones
de animales y flechas con purrta de piedra y de
vidrio ; carcaj es que contienen pieles de foca i
arpones de hueso de ballena, cuchillos ele ma··
dera, instrumentos todos de caza y pesca con
que se alimentan. Además algunos collares formados con la piel de las garras de pf\jaros, engarzados con un nervio pequeñito, los cnales
están reservados á las viudas ; otros collares de
pequeñas conchitas de mar, adorno de las jovencitas, que tambien por allá son ambiciosas, á pesar de su poco aseo. Algunos trabajos de junco
que los Feguines usan para el trasporte de sus
pocos objetos en su vida, por lo ordinario nómada.
Este pequeño museo será presentado al Sumo
Pontífice por Mons. Cagliero , que vino desde
allá á Italia, para obsequiar al Príncipe de la
Iglesia en nombre de todos sus compañeros de
apostolado.
LOS SALESIANOS EN TRENTO
(Austria).
El dia 15. de Octubre fueron recibidos en la
estacion de Trento, por varios distinguidos bienhechores , los Salesianos destinados para encargarse de la díreccion del Asilo de huérfanos de
aquella ilustre ciudad. La Voce Cattolica, en su
número 117 anunciaba su llegada con el siguiente
artículo:
« Desde el sábado próximo comienza para este
ciudadano instituto un período de vida nueva.
Despues de tantos deseos é instancias el Consejo
de la CongTegacion de Caridad obtuvo actuar,
con el válido intervento del Ilmo. Sr. Obispo, el
tan recomendado proyecto de nuestro Excmo. Señor Alcalde, es decir, de confiar la direccion interna del referido instituto á una Sociedad religiosa. Entre otras muchas la más adaptada á
nuestro objeto era sin duda alguna la tan extendida ya en Italia, España, Francia y América del
Sur, cuyo fundador es aquel hombre de Dios,
Don Basca y que del santo Obispo de Ginevra
toman sus hijos el nombre de Salesianos.
» Considerando, pues, que los niños de dicho
Asilo deben recibir- una educacion, sea literaria
ó artística, i que instituto podría encontrarse más
adaptado qua el de D. Bosco, siendo hecho precisamente para tal fin? Lo muestra bastante claro
la casa-madre de Turin, donde además de las escuelas de 1 a y 2 3 enseñanza, tienen grandes talleres de sastr·ería, zapaterí.a, herrería, carpintería
encuadernacion y tipografía.
>-' Esto en Turin solamente , sin contar con
otras muchas casas montadas en la misma forma.
» Además de esto los Salesianos se ocupan en
abrir Oratorios festivos, de los cuales tienen tres
-- 145para niños en Turin. Podemos, pues, esperar que
ciichos sacerdotes emplearán tambien en nuestra
dudad aquella actividad por la educacion ele la
juventud, que tanto les honra y hace sean esti-mados y deseados en todas partes. Confiamos asimismo que esto no será más que el primer paso
que les conducirá más tarde á abrir en nuestro
imperio muchas otras casas, pudiendo de este
modo llenar por eompleto el objeto santamente
humanitario que en su ob·ra se proponen.
» Por lo de ahora son tres que tomarán posesion del mencionado Asilo : el NI. R. Sr. Don
Pedro Purno como Director, el Rdo. acólito
D. Simon Visintainer como Vice-director y el
S'r. D. Eugenio Baú en cualidad de asistente.
Mientras antidpamos la bienvenida á esta primera compañía de Salesianos que se establecerán
entre nosotros, no podemos menos de hacernos
intérpretes de todos nuestros conciudadanos, manifestando los sentimientos del más vivo reconocimiento que todos profesan al Ilmo. Sr. Obispo,
al Excnw. Sr. Alcalde, al ilusü'e Consejo de la
Congregacion de Caridad y á todos los qm1 tomaron parte en hacer florecer una institucion tan
hermosa, como es la del Asilo de huérfanos de
esta ciudad. »
--------------------------------
SAlES!~NOS EN H~GUlTERIU.
Hac!e ya algunos años que muchos piadosos
-eatólicos de Inglaterra pedían con instancia á
nuestro amado Padre D. Bosco se dignase mandar
:z.llá á sus Salesianos, á fin de fundar asilos para
los niños huérfanos y abandl)nados , que , sobre
todo en Londres , son muchos y muy infelices.
Pasan los días vagamundeando por los barrios
más corrompiclos de la ciudad ó en el campo, y
con frecuencia, llegada la tarde, se ven obligados
á pedir un poco de paja para poder pasar la
noche en aquellas hediondas Work-Houses, fre<mentadas por la gente más perdida y viciosa de
la capital. El corazon de Don Bosco, siempre
pronto á acudir en auxilio , especialmente de la
clase pobre, esperaba tan solo poder reunir el
personal necesario y la ocasion favorable para
acceder á tan piadosos ruegos de los católicos ingleses, y esta propicia ocasion se le presentó
finalmente.
U na señora católica de piadosísimos sentimientos y llena de celo, hacia ya algun tiempo habla hecho construir una iglesia dedicada al Sagrado Corazon de Jesús, en uno de los barrios
de Londres, llamado Battersea. Allá , pues , una
numerosa poblacion siente mayor necesidad de
auxilios espirituales, puesto que son insuficientes
los esfuerzos de los pocos sacerdotes ingleses con
que cuentan, si bien virtuosos y celantes ; por
cuyo motivo dicha señora ofreció á Don Bosco
la referida iglesia y las contíguas escuelas , con
el terreno necesario para nuevas construcciones que más adelante se harán.
Muchas y graves dificultades se presentaban
al principio de esta fundacion y el venerando
lOS
j
sacerdote titubeaba en decidirse á 1a empresa ;
pero por "fin prometió hacer los preparativos;
siempre que en ello fuese de acuerdo el Soberano Pontífice. La piadosa señora recurrió inmediatamente al Papa, el cual no solo permitió que
se hiciese todo lo que se imploraba sino que
además externó su vi vísimo deseo en que los sacerdotes de D. Bosco fuesen á la mencionada capital.
Para todos los católicos son sagradas las palaa
bras del Vicario de Jesucristo, y mucho más sus
órdenes; pero para D. Bosco es sagrado tambien
cualquier deseo suyo ; y por consiguiente la aceptó de buen grado y condescendió por consiguiente á las instancias de la buena seíiora. Los
Salesianos, pues, están ya para abrir su primera
casa en Inglaterra, y uno de ellos , el Rdo. Señol' Dr. D. F'rancisco Dalmazzo, párroco en un
tiempo del Sagrado Corazon de Jesús en Roma, salió
para la capital del Reino Unido á fin de examinar y eonocer todas las particularidades necesac
rías, que servirán de norma á los sacerdotes que
deberán administrar la iglesia y dirjgir las escuelas. Por la siguiente carta que á continuacion
insertamos podrán enterarse nuestros Cooperao
res de las últirnas noticias.
J. e. :
« He complido ya mi mision. He visitado todo
con calma y ponderacion , he hablado extensa~
samente con el Obispo, Ilmo. Sr. Butt, y parece
qne todas las dificultades se han allanado. Gracias sean dadas al adorable Corazon de Jesús.
Si he tardado tanto en escribirle fué porque el
Ilmo. Sr. Obispo tuvo que ausentarse de ésta
para la cons;agracion de una iglesia. Hoy, pues,
doy le una precisa y detallada relacion de todas
las cosas. Dicho Sr. Obispo me acogió con una
caridad y bondad verdaderamente paternales, y
me aseguró, que todas las dificultades estaban
allanadas. El mismo escribió y habló con el párroco limítrofe, quien está dispuesto á cederlo
todo, tan pronto como nosotros nos presentemos.
Lo visité tambien yo y dióme á entender lo
mismo, añadiendo que el peso de los años no le
permitia soportar tanto trabajo.
» Nuestro Ilmo. Sr. Obispo me encargó saludar
respetuosamente á Don Bosco, así como suplicarle se digne mandar cuanto antes sus hijos
salesianos, porque la necesidad es urgente. Le
pregunté que cual deseaba más que viniese, un
Irlandés ó un Inglés, y me contestó que le era
indiferente~ si bien la poblacion de Battersea se
compone casi toda de Irlandeses y por consiguiente confiaba en el buen acierto de D. Bosco.
» Esto por lo que toca al Obispo. Pasando ahora
á la iglesia le diré que toda la parte exterior es
de hierro, y la interior de madera. Esto no debe
causar maravilla alguna, pues aquí casi todas las
iglesias católicas están hechas por este estilo. La
nuestra es provisional y tiene ya necesidad de
reparacion en los vidrios y parte externa. Las
escuelas son hermosas , espaciosas y tienen mucha luz.
» El terreno es amplio, todo cercado, y mide
unos 2500 metros, que en Londres no es cierv
AllrADÍSIMO pADRE EN
-
146
tamente poca cosa. He observado que se podría,
con el andar del tiempo, hacer muy bien una
hermosa iglesia, una casa contígua, y tener dos
patios distintos , uno para los internos y otro
para los externos. Las escuelas son frecuentadísimas. He visto en la escuela y en el patio 250
entre niños y niñas , teniéndose aquí las escuelas mixtas. Hay muchos pobres, casi todos
artesanos y trabajadores de la fábrica de gas.
Hay tambien católicos de buena posicion, que
podrá_n ayudarnos mucho. A poca distancia de la
iglesia se halla una estacion. Es la más grande
de las 150 que hay en esta capital y pasan por
ella cada 24 horas mil seiscientos trenes. Es un
espectáculo maravilloso el ver contemporáneamente cruzarse hasta dieíi trenes.
« Concluyo con una circunstancia que le será
muy grata y es que nuestra parroquia está situada donde en tiempos de Enrique VIII se hallaba el jardín del B. Tomás Moro, el cual tenia
su casa en la parte superior del Támesis, y todos los dias de verano despnes de haber ayudado
á Misa pasaba el rio sobre un pequeño bote y
venia á desayunarse en el referido jardin, donde
se recreaba por algun tiempo. Es, pues, un lugar
santificado por la presencia de un mártir de la
fe, el cual, esperamos, protegerá nuestra Mision.
« Dígnese, amadísimo Padre, darme su bendicion y créame siempre in Carde Jesu su hijo afmo.,
Q. B. S. M.,
FRANCisco DALMAzzo, Pbro.»
Londres, 21 de Octubre de 1887.
Tres Salesianos salian en direccion á Londres
el dia 14 de Noviembre.
CARTA ARGENTINA.
Mons. Cagliero en San Nicolás,
Almagro (Buenos Aires) 16 rle Octubre de 188/.
D. Bosco :
Acércase el tiempo en que nuestro queridísimo Mons. Cagliero , dejándonos quizá por algunos meses , tendrá el indecible gusto de ir á
esa y la dicha de abrazar á V. R., nuestro bueno
y amadísimo Padre. ¡Oh! ¡ quién pudiera contemplar desde cerca el santo abrazo que se darán
este Pastor de la Iglesia y su carísimo Padre y
Patriarca de los Salesianos! abrazo que recuerda
al vivo el felicísimo encuentro del Virey de
Egipto José con su amadísimo Padre, el gran
Patriarca del pueblo de Dios.
Pero vengamo~ ahora :ü fin de esta cartita,
que no es otro smo el de hacer saborear anticipadamente á V. R., al Oratorio entero y á todos
los Cooperadores el inmenso regocijo que en esa
se sentirá por la llegada de Monseñor.
Yo digo entre mí : Si se hizo y se hace tanta
fiesta en estas tierras extrangeras por una breve
visita de este Obispo salesiano equé no harán
sus Hermanos y amigos? i qué su queridísimo
CARMO. Y VENERABILÍSll\10 PADREJ
~
Padre? En estos últimos dias tuve la gran dicha
de acompañarlo á todas las casas de esta Inspectoría Argentina, y por todas partes su llegada
fué causa de fiestas y regocijos inefables. Me
limitaré á referirle brevemente la última de estas
visitas que Monseñor hizo á la casa de S. Nicolás y. á los colonos italianos que demoran esparcidos por estos alrededores. Es esta una narracion que debería hacer Don Riccardi, pero
necesito que este testigo de vista pueda confirmar á viva voz todo lo que yo en estas líneas
describo á toda prisa.
Tan pronto, pues, como se supo que Monseñor
habia llegado al Colegio comenzaron á venir á
visitarlo aquellos buenos colonos, no dejándole
un momento libre durante los primeros dias.
Monseñor conmovido por tanta cordialidad invitó
á todos á comer con él, con los Salesianos y niños del Colegio , de suerte que improvisó una
fiesta sumamente hermosa y cordiaL Despues de
la comida , mientras los niños gritaban por el
patio llenos de contento y alegría - ¡Viva Monseñor! - aquellos buenos amigos lo rodeaban
con singulares muestras de afecto. Entonces él
comenzó á animarles á que se resignasen con la
voluntad de Dios, por la grandísima desgracia
que en la noche precedente habian tenido en los
campos, á causa de la muchísima escarcha que
habia caido , quemándoles las viüas , patatas y
todo lo que tenian en sus huertas y prados, pero
bien pronto le interrumpieron diciéndole uno de
ellos: - N o es de esto, Monseñor, no es de esto
que nosotros deseamos qirle hablar, Dominus dedit, Dominus abstulit. El es dueño de todo. Sit
nomen Domini beneclictum. N os otros deseamos
que nos hable de S. S. Ilma., que es nuestro
amado Obispo , que nos hable de su Misiorr, de
la terrible caida , de las fiestas que le hicieron
en Chile, etc., etc. Todas estas cosas las hemos
leido en el Boletín y ¡cuántas veces hemos llorado ! ¡qué dias tan tristes pasamos l Desearíamos, pues , ahora que lo tenemos con nosotros ,
oírlas contar á S. S. á fin de referirlo después
á nuestras familias y pasar de este modo santamente las noches.
Monseñor condescendió muy gustoso á la invitacion y, sentándose en medio de aquellos verdaderos amigos del corazon, áun concediendo que
él era para ellos como su Obispo , pues fué el
primer misionero salesiano que les instruyó, asi
como fueron tambien ellos los primeros americanos que acogieron á los Misioneros Salesianos,
doce años ha, empezó á referir la peregrina historia de su última mision.
La mision del Chiclünal. las bárbaras costumbres de los Indios del cacique Sayuhueque , su
docílidad en obedecer, la completa conversion de
toda la tribu, las otras misiones; Malbarco con
todas sus particularidades, todo, todo fué narrado
por Monseñor á aquellos buenos y sinceros amigos, quienes, con su larga barba, estaban como
estáticos oyéndole hablar y de cuando en cuando
no podian contener algunas lágrimas que llenos
de conmocion derramaban. Pero cuando llegó al
triste episodio de su caída del caballo comenza-
-
141-
ron ;i hacerle un sin fin de preguntas. Monseñor
se ingeniaba para responder brevemente á todos
y así poco á poco los condujo desde la cabaña
de D. Lucas Beeerra hasta los horribles pasos
de los Andes, despues á Chillan entre las ovaciones populares , luego á Concepcion, Santiago,
Talca, Valparaiso, narrándoles un p0co de todos
y de todo.
Hacia ya dos horas que hablaba y parecía iba
á concluir , cuando uno de los que allí estaban
le interrumpe con mucha g·racia, haciéndole la
siguiente pregunta : - DispénsemA S. S. Ilma.,
dijo, yo d~searía saber adonde fueron á parar
aquellos dichosos zapatos que, segun leimos en
el Boletín , perdió S. S. el segundo dia de la
salida cuando iba por aquella peligrosa montaña,
y por cuyo motivo se vió obligado á hacer su
ingreso triunfal en Chi1e con las pobres zapatillas.
- Sí, si, cuéntenos , cuéntenos S. S. Ilma.
todo eso, añadieron todos.
Monseñor maravillado de que el Boleún no
hubiese dicho nada de esta aventura, quiso completar entonces la historia de los famosos zapatos.
- Aquellos zapatos , pues , leE: dijo, fueron á
dar en las manos de un pastorcito de los Andes,
el cual, cre;yendo fnesen de mu.ier, los ofreció á
la primera que encontró por el camino, diciéndola : « i Cuánto me da Vd. por estos bonitos za··
patos? -~> La mujer que, por las hebillas de plata
y medias de color violado conoció eran del señor Obispo, llena de admiracion exclamó : ¿ Qué
es lo que dices muchacho ? ¿Y tienes valor para
venderlos ? ¿N o ves que es un sacrilegio ? Esos
zapatos son del Obispo, dámelos, pues. » Pero
como el niño no quería dárselos sino le ofrecía
algo, dióle lo que le pedía con el único fm, como
ella decía, de evitar la profanacion de unos objetos tan preciosos. Entonces aquella buena mujer
se propuso atravesar aquella montaña tan esca ..
brosa y fatal durante dos dias seguidos , hasta
que por último llegó á Chillan, donde, sintiendo
en extremo no haber hallado al señor Obispo,
entregó el lío á aquellos buenos frailes Franciscanos, recomendándoles de mandarlo cuanto antes
á Monseñor, lo cual hicieron puntualmente.
Al concluir esta relacion faltó ·poco no estallase una descarga de aplausos á la valerosa cristiana de Malbarco, á la cual ellos dieron, y con
razon, el título de heroina , digna de ser propuesta como modelo de piedad evangélica.
Monseñor se despidió despues de sus amigos
y colonos, prometiéndoles les devolvería muy
pronto las visitas, para cumplir lo cual tenia que
emplear dos días, pues nuestros colonos italianos
hállanse esparcidos por estos campos, que tienen
de superficie unos 200 kilómetros cuadrados.
El primer día nos acompañó el señor D. Tomatis, que hace ya doce años vive en medio de
aquellos buenos amigos de los Salesianos , y no
solamente sabría llevarnos con los ojos cerrados
á casa de cada uno, sino tambien se atrevería á
precisar los metros que hay de distancia entre
una y otra casa y hasta los pasos que cada uno
de ellos debe dar para venir á oir misa en nuestra
capilla ; y sé que no son pocos los que tienen
que andar una legua para acudir á las sagradas
funciones, á la"l cuales no faltan nunca.
La primera cosa que visitamos fué el terreno
que . los colonos nos regalaron para erigir, en
n1ed10 de sus casas y cabañas, una hermosa io·lesia dedicada á l'vhría Auxiliadora. Dicho lug·ar
gustó muchísimo á Monseñor y lo juzgó muy
adaptado por su posicion estratégica , consolándose muchísimo cuando supo que estos colonos
van separando todos los meses el fruto de sus
sudores, no para cambiar sus pobres cabañas en
casas espaciosas, sino para tener pronto la dicha
de elevar una casa al Rey del Cielo, casa que
es su suefío doradoo
Despues empezamos á visitar las casas y cabañas de los Montaldo , Lanza , Ponte , Parodi,
Vigo, Cámpora y otros. En todas encontramos la
misma fisonomía , es decir , la más católica que
pueda desearse' y diré tambien la más salesiana. N o faltan en sus easas los cuadros religiosos y especialmente la imágen de IV.íaría Auxiliadora. 'l'íenen tambien el retrato de D. Bosco
y el de Mons. Cagliero, colocados siempre en
un puesto honroso. Monseñor se asombraba ante
semejante eseena que se repetía en todas las
casas, y sin embargo esto era muy poco en comparacion de otros retratitos vivientes que cada
casa poseia. Me refiero á una turba de niños y
niñas que alborotaban la casa con sus inocentes
juegos.
Maravillóse Monsefior cuando preguntando á
aquellos buenos padres de familia si podría esperal" que alguno de aquellos angelitos llegaría
á ser hijo de D. Bosco, le respondieron: Pues
i córno no ? alguno sería poco, todos, todos se los
regalaríamos á Don Bosco y á María Auxiliadora. ¡ Oh qué felicidad tan grande para nosotros
si así sucediese ! Cierto que al oir esto, V. R.
no podría menos de figurarse que nos hallábamos en el primer siglo de la Iglesia, ¿no es
verdad?
Cuando se piensa que aquella buena gente no
se contenta tan solo con palabras sino que tarobien procede á las obras, eomo lo estamos viendo
desde doce años á esta parte, no podemos menos
de amar más y más á aquel Dios que sabe sacar plantas tan fecundas de una tierra tan estéril como es la América, donde una grandísima
parte de pobres italianos naufraga desgraciadamente en la fe.
Pero lo que de un modo especial sorprendió
dulcemente á Monseñor fué una antigua eapillita
de Ntra. Señora de la Guarda de Génova, que
en un rinconcito de una pobre sala de D. Juan
Montaldo, guardan todavía como si fuese una
reliquia. - Es delante de este altarcito, decía
el Sr. Montaldo, que en aquellos malos tiempos
pasados, en que todavía no estaban los salesianos,
ninguno podía confesarse ni oir un sermon, y esto
ya por la mucha distancia de la parroquia y ya tambien por la escasez de sacerdotes que entoneés habia;
es precisamente aquí que los primeros colonos
de estas tierras se reunían por la noche todos
-------------------
los domingos, y, despues de halJer rezado el
santo Rosario, se cantaban las Vísperas, haciendo
uno de sacrístan, otro de hebdomadario, este de
cantor, aquel de org·anista etc. ¡Oh qué tiempos
eran aquellos!
- Hermosísimos tiempos , añadió Monseñor ,
tiempos que os han hecho dignos ele merecer la
gracia de tener entre vosotros los primeros Salesianos y de ser nuestros más fervorosos Cooperadores.
A Monseñor cogíale la noche sumamente cansado de tanto hablar y bendecir , puesto que
el mejor regalo que ellos le pedían era una ben·
dicion , que recibian siempre ele rodillas ; pero
salia lleno de inexplicable consuelo de sus casas
prometiéndoles que saludaría en su nombre á
D. Bosco y al Sto. Padre.
Al dia siguiente por la mañana Mons. Ceccarelli, canónigo y párroco de la ciudad, siempre
amigo y protector de los Salesianos, quiso tener
el gusto ele acompañar á nuestro Monseñor en
las visitas que hizo á. las casas restantes , ofreciéndole con dicho fin un hermo;so y cómodo coche. Repitiéronse las mismas escenas del día anterior, la idéntica fe cristiana desplegóse vivamente ante nuestros ojos, el mismo amor á Don
Bosco y á los Salesianos , amor que ellos procuraban demostrar, obsequiando en mil maneras
á nuestro amado Monseñor, despidiéndose del
cual, no solo no se contentaban con besarle el
anillo, sino que querían además aceptase su óbolo,
sabiendo que no poclia efectuar 'su viaje á Italia
sin la limosna de los Cooperadores.
En una familla (la del Sr. Ponte) MonseñM
encontró un cuadro verdaderamente encant0dor.
El caro Se. Ponte habia hecho venir desde muy
lejos á sus hermanas , primos y par}entes, de
suerte que apenas Monseñor hubo puesto los
pies en su casa cuando de repente se vió rodeado de unas treinta y seis personas , todas
vestidas como si fuese dia de fiesta, á manera
de una bellísima corona ele rosas , de las cuales
la más hermosa era la anciana m adre del señor
Ponte que, fuera de sí por la noble visita recibida, se ensoberbecía entre sus hijos y nietos.
El Sr. Ponte ofreció á Monseñor las primeras
fresas de su huerta y el más exquisito vino de
su viña, suspirando de cuando en <mando por
Don Bosco : « ¡Oh si estuviese aquí! » decía.
Monseñor maravillábase aún más, cuando veía á
toda aquella gente de rodillas en el suelo, con
la cabeza descubierta , implorando la bendicion
para ellos y para sus niños, que le presentaban
delante. Fué entre esta gente que Monseñor no
tuvo más remedio que olvidarse de que hacía
poco tiempo habia estado en Chile_, pues estos
buenos colonos dábanle una muestra de piedad,
que en vez de chilena podría llamarse celestial.
Y no crea, carísimo Sr. Don Bosco, que yo
exagere algo al describirle estas escenas. Nada
de eso. Hé aquí una prueba más. Al anochecer
de este segundo dia Monseñor visitaba la casacabaña de otro colono, distante unas tres millas
del Colegio. Allá encontró á la mujer del colono
que hace ya dos meses vése obligada á guardar
1
cama, abandonada de todos los médicos, pero no
ele María Auxiliadora , cuya imagen tiene siempre al pie de ]a cama con dos velas encendidas.
Pues bien; además de esta desgracia, aquel pia
closo colono tenia todos los campos quemados por
la escarcha. Monseñor habia comenzado á dirigirle algunas palabras para consolarlo, pero bien
pronto hubo de quedar sorprendido cuando oyó
al colono que le decia : - Monseñor , yo estoy
resignado, ó mejor dicho, contento. - 3 Contento,
decís? ¿Cómo se entiende esto ? - Quiero decir
que si el Ser10r me hubiese favorecido con tanta
abundancia de uvas y patatas ¡i, quién sabe cómc
yo le habría correspondido ? ¿quién sabe cómo
me~ habría servido de sus dones? Luego es mejor haya sucedido así, y por consiguiente estoy
contento. N o es preciso tener tanto amor de Dios para
sentirse conmovido á una escena de fe tan viva,
por cuyo motivo Monseñor y todos nosotros concluimos el dia eon el corazon lleno de indecible
consuelo. Si alguna cosa hemos podido desear y
que completaría nuestro sumo regocijo, sería la
presencia de nuestro amadísimo Padre. ¿Me entiende V. R.? Sí , esto solo deseábamos , que
V. R. hubiese podido ver con sus propios ojos
cuántos y cuán buenos hijos le ha dado Dios
Ntro. Señor en medio de estos desiertos y remotísimos pueblos.
Pero hágome ya ele cargo que fuí demasiado
prolijo; y sin embargo i cómo podría pasar por
alto todas estas escenas , que son tan hermosas
para un erístiano , y tan consoladoras para un
Salesiano ?
Monseñor llegará, Dios mediante, á esa en los
últimos di as del próximo mes dj:l Noviembre ó
en los primeros de Diciembre. El sabrá añadir
lo que falta á esta rolacion y le dirá que allá
en ios barrios y campos . de S. Nicolás de los
Arroyos, hay una especie de oásis en el gran
desierto espiritual americano, una especie, diré
aún, de Paraíso terrestre, del cual por la bondad
de Dios, tienen actualmente las llaves sus pobres
hijos Salesianos, oh carísimo Don Bosco.
Todavia dos palabritas y concluyo. No se olvide de rezar una Ave Maria á la Sma. Vírgen
Auxiliadora por todos estos buenos colonos, á :fin
de que perseveren en la santidad y no los venza
el demonio que tanto les odia y les hace cruda
guerra.
Dígnese tambien enviarnos, si no pronto, pues
sería exigir demasiado, al menos no muy tarde,
á nuestro queridísimo indispensable Monseñor.
Sí, que lo tengan, se lo disputen cuanto quieran todos los hermanos y amigos pero ... ay de
nos9tros si esto fuese para siempre.
El 0s nuestro: ?'es clamat ad JJominum
luego ...
Bendiga , pues , siempre á todos estos americanos, sus queridos hijos, y especialmente al po,.
bre pero de V. R.,
Afmo. y obligadísimo. hijo en J. C.
Q. B. S. M.,
SANTIAGO CosTAMA<it-rA, Pbro.
j
-149-
Gracias de
~iaría
Sma. Auxiliadora.
EXPLORACION DE LA TIERRA DEL FUEGO.
( Continuacion)
!.
M. Rno. SEñor:
Se ve palpablemente que María Sma. Auxiliadora obtiene de Dios Ntro. Señor todo lo que
quiere. Desde el momento que se recurrió á Ella,
el enfermo D. José Botto empezó á mejorar notablemente, ó mejor dicho, milagrosamente. Por
cuyo motivo doy i Vd. en su nombre las gracias
y le aseguro que dicho Señor se halla sumamente reconocido por la gracia recibida.
Quedo de V. S. S. Q. B. S. l\1.,
2° En marcha,. ·- Los guanacos. - Un toldo
indiano.
Camino fatigoso.
El dia 2 de Diciembre , muy temprano, subí
á una altura con el fin de descubrir, sirviéndome de un anteojo de larga vista, los toldos de
los Indios, con Jos cuales nos habíamos entretenido el dia anterior; pero no ví más que unas
cuantas nubecillas de humo pol' la orilla del mar
J osf~ REINERI.
y, hácia el occidente, alguno que otro guanaco
huyendo á todo escape como perseguido de ~1II.
guien.
Nos pusimos de nuevo en marcha, y, pasada
RDMO. SEñOR:
una
colina, bajamos á un valle distante unas tres
A la mayor gloria de Dios y aumento de la
devocion á l\1aría Auxiliadora, me tomo la li- millas de allí, donde tropezamos eon otra manad.a
bertad de referir hoy á V. R. la g·racia recien- de guanacos que tranquilamente se apacentaban,
temente· recibida por lfl intercesion de nuestra mientras al oriente divisamos muchbimas nubes
querida y amorosa Madre. Hacía ya más de tres de humo que parccia se levantaban de la tierra.
meses que una grave y peligrosa enfermedad me Nosotros creímos fuesen los Indios del dia antenia obligado á guardar cama, cuando una pia- terior, que, quizá no creyéndose tan seguros,
dosa Señora me aconsejó á recurrir á María Au- hubiesen abandonado aquel lugar, encendiendo
xiliadora, yendo además ella misma á pedir para fuegos por el camino á fin de señalar de esta
mí la tendicion á ese hermoso Santuario. Despues suerte· la presencia de personas sospechosas por
de dicha benuicion emp.ezé á mejorar "J ahora sus campos.
Bien pronto tuvimos que costear una grande
me hallo en disposicion de ir á esa y dar gralaguna de agua dulce, á cuya extremidad .vimos
cias á mi celeste Bienhechora.
Acoja, pues, la más grata y reconocida expre- algunos guanacos y perros. A las i t recorrimos
la parte izquierda de otro vallecito, de unos 250
sion de S. S. Q. R. S. M.
metros de largo, y, a la distancia de medio ldANTONIO PERRONE.
lómetro di visamos dos toldos y dos Indios que
nos estaban acechando. Nosotros nos paramos é
IU.
hicímosles algunas señales .~amigables que no
Una jóven de índole dulce, dócil y afectuosa comprendieron, y cuando intentamos aproximar:fué engañada por el mundo muy á pesar suyo; nos, se echaron á correr hácia el medio dia.
Llegamos, pues, adonde tenían colocado su pesin embargo siempre deseó quedar libre del lazo
que tan tristemente la tenia ligada. Habiendo queño toldo , no terminado aún , y vimos en él
úido hablar un dia de los milagros que obraba mayor perfeccion y solidéz que en los anteriores.
Tenia unos 4 metros de ancho por 5 de largo,
]a Sma. Vírgen, bajo el título de Maria Auxiliadora, se encomendó á Ella con todo fervor re- y lo habían rodeado de un pequeño foso , cuya
zando todos los dias una Ave .Maria. Hízole más tierra excavada habíanla puesto alrededor para
adelante una promesa diciendo que si la libraba sostener con más seguridad los palos. El muede las peligrosas ocasiones en que hallaba, la daría blaje consistía en una pequeña canasta de paja,
un reloj de oro, eon la cadena tamhien de oro. un posal de piel, un peine de ballena y un peLa Sma. Vírgen dignóse escucharla, y por medio queño hueso que sirve para formar la punta de
de una piadosa señora y de un Obispo , pudo las flechas que es de piedra , ó de vidl'io que
:romper la cadena que por tres años obligábala encuentran en las playas del mar. El aspecto de
á caminar por el sendero de la perdicion. Reti- aquel valle era el de una gran laguna cubierta
róse en un asilo, donde deseaba concluir sus dias, de aguas estancadas y de altísimas yerbas. Tupero Dios dispuso que volviese al lado de su vimos que bajarnos del caballo, poner otra vez
madre. Allí , despues de veinte meses, pasados los equipajes sobre los hombros y tomar por las
en el ejereicio de las virtudes cristianas , y de riendas á nuestras caballerías, que con dificultad
haber sido la edificacion de su pueblo, murió el podian caminar á causa del mucho fango. Empleai4 de Junio del corriente año, teniendo en sus mos 4 horas y media en pasarla, y cuando por fin
:manos la imágen de María Auxiliadora, á la cual se trató de cargar otra vez los animales, el Jefe
invocó hasta el último momento de su vida, pro- de la expedicion hizo tirar por tierra el arroz,
nunciando con indecible fervor su santísimo y la harina, y en un palabra, cuanto juzgó no sernos absolutamente necesario. Durante la noche
dulcísimo Nombre.
7
-- 150
nos vino encima un disereto temporal , y como
no ha':Jíamos levantado las tiendas, tuvimos que
repararnos del viento y de la lluvia como mejor
pudimos. Nos pusimos en camino al amanecer
siguiendo siempre la misma clireccion y teniendo
el mar á nuestra izq'uierda. El cielo se mantuvo
nubloso y, despues de algnuas horas de camino,
se levantó un viento bastante fuerte, acompañado
de una abundante lluvia. Habríamos deseado llegar el mismo cl.ia al cabo SunrJay, lo cual no nos
fué posible á causa de lo mucho que llovía. Vivaqueamos , pues , siempre con el agua , por la
orilla derecha de otro torrente que serpenteaba
en la llanura del Norte de dicho cabo.
3° Cabañas abandonadas. - El cabo Sun·
day. - Objetos europeos por las orillas
del mar. - Memoria de la expedicion
Poper.
La anchura del nuevo riachuelo podia aproximativamente llegar á 25 metros , mientras su
profundidad variaba de uno á dos, y la corriente
era muy poco impetuosa. Descubrimos en aquel
lugar las pisadas de un pie indiano, asi como las
de un tigre, animal que hasta entonces no habíamos encontrado por aquellos parajes. Al anochecer oimos los ladridos de algunos perros por
las faldas de una colina, hácia la parte occidental
de nuestras tiendas. En la duda de que allá hubiese algunos Indios, fueron enviados dos soldados para explorar, llevando órden de no pararse
ni hacer frente en caso que se sublevasen. Volvieron de allí á media hora sin haber visto otra
cosa más que algunos perros salvajes. Pasamos
una noche muy tranquila habiéndose calmado el
viento y cesado la lluvia. El dia siguiente amanecjó con una espléndida aurora que parecia invitarnos á proseguir adelante.
Dirigímonos, pue~ , hacia el cabo Sunday, y
cuando nos hubimos aproximado, hallamos varios
toldos abandonados, prueba de que solian los Indios frecuentar aquel lugar por razon de la caza
y pesca. Rodeamos el referido cabo , y llegados
al Sur, en un recodo formado por la cqnfigura..
cion del Cabo mismo, encontramos papeles, vestidos viejos y pedazos de lata , indicios seguros
de que por allí había habitado gente civilizada.
Abandonamos la ribera marina dirigiéndonos
inmediatamente hácia el mediodia por un sendero
practicado probablemente por los mismos Indios.
De allí á poco encontramos algunos obstáculos
que nos obligaron á dar la vuelta y tomar otra
vez nuestra antigua direccion del Este.
Seguimos adelante por una llanura que se halla
entre la orilla del mar y una altura de terreno,
hasta las 5 de la tarde, hora en que nos acampamos á los pies de una pequeña colina. Fué
entonces que vimos por primera vez, á lo lejos,
despues de tanto tiempo , una pequeña nave de
tres palos que bordeaba hácia el Norte. Venia
quizá del Pacífico y por el estrecho de La Maire,
probablemente seguia el rumbo de Montevideo.
Pasamos la noche sintiendo siempre el murmurio monótono de las olas, que batian en los enormes peñascos que adornan la ribera.
Al amanecer del dia siguiente, el termómetro
señalaba cuatro grados sobre cero. Salimos muy
tempranito y en vez de seguir la costa, tomamos
de nuevo el sendero indiano que iba á dar á la
referida altura. En la parte baja encontramos
algunos señales de pies de caballo. A las nueve
de la mañana vimos algunas piedras, muy bien
dispuestas y, sobre ellas, la siguiente inscripcion:
Expedicion Poper.
4° Un vado dificil. - Un soldado en el rio.
Como á unos seiscientos metros más adelante
nos impidió el paso un rio muy impetuoso, que
en tiempo de bajamar, calculábamos tendría unos
ciento veinte metros de anchura por tres de
profundidad. Mandamos á algunos exploradores
para reconocer si el desagüe de dicho rio ofrecia algun medio de pasaje, pero no habiéndolo
hallado, tuvimos que dirig·irnos há.cia el Occidente y seguir por la orilla izquierda. El álveo
eg muy grande, quizá por las mareas y frecuentísimas lluvias. Las orillas , muy arruinadas ,
están con frecuencia empantanadas, por lo que
teníamos que hacer no pocas veces muq,hos rodeos. El espacio comprendido entre la orilla del
rio y la altura que costeábamos es el. más rico
de pastos que hemos encontrado, y en el invierno
debe ser el lugar preferido de los guanacos. Seguimos siempre al lado del río hasta un sitio
que estaba muy cerca de la referida altura y en
la cual dividíase en dos brazos. El primero , de
unos veinte ó treinta lYI:etros de ancho, lo. atravesamos pasando la carga en el bote de goma
á fin de evitar que se mojasen los víveres y
vestidos ; llegados al segundo, se hicieron pasar
algunas mulas con el sargento Rozas y el cabo
Diaz. Fué tambien con ellos el señor doctor, el
cual se sirvió del mencionado bote de goma.
El soldado José Ordenes , montado sobre una
mula, tentó tambien de pasar, pero llegado á la
orilla del Sur se cayó al agua y se habría ahogado indudablemente sino se hubiese agarrado á
las bridas de la cabalgadura. Habíase traspo1·tado
ya una buena parte de nuestras vituallas, cuando
al pasar por un sitio muy peligroso se rompió
la barca por una parte donde se hallaba puesta
una bolsa. En otra travesía sucesiva se rompió
la cuerda lrasver.sal que va de una á la otra
orilla del rio, á la cual estaba asegurado el bote,
y se corrió grave peligro de perderlo. En vista
de lo cual el Jefe resolvió volverse atrás y buscar un vado mejor, ]Jrefiriendo emplear un poco
más de tiempo antes que perder los víveres y
exponer la expedicion á un fracaso cierto. Fué,
pues , preciso comenzar nuevamente la árdua
operacion de pasar otra vez á la parte opuesta
todo lo que se hábia llevado á la otra orilla ,
sin excluir las mulas , ovejas y etc. Concluimos
á las 8 de la noche. ¡ Qué aspecto presentaba
aquella noche nuestro campamento ! Todo era un
desórden. La mayor parte de la ropa y los e-quipajes estaban mojados y colocados bajo las
tiendas que habíamos levantado á los pies de
una altura. Llovió toda la noche, y por la mañana hasta las nueve. Continuando el mal tiempo,.
resolvimos descansar durante todo aquel dia
dnviando á algunos soldados á ver si podian buscar un vado más practicable , quienes volvieron
.á las tres de la tarde con la buena noticia de
haber· encontrado 1m paso mucho más cómodo á
unas tres millas de distancia.
6° Varios accidentes en el pasaje del rio
Roza.s.
151_
El valle que se extiende á la derecha del rio
es muy pobre de vegetacion y frecuentemente
está sujeto á inundaciones , pues así lo demostraban los numerosos pantanos, troncos y ramos
de árboles, esparcidos por su superficie, y sin
duda arrancados de algnn hosco por la furia de
las olas.
(Se continuará).
A las 7 i 12 de la mañana del di a siguiente 1
emprendimos nuestra marcha. Subimos á la altura
que nos venia acompañando s-iempre, y al atravesarla, divisamos á la derecha de las faldas de
Don Juan Bosco , sus hijos Salesianos y
una colinita un hermoso lago, que tendría como
sus
numerosos nií'íos aprovechan con sumo
nnas dos millas de ancho. No fuimos á explorarlo porque teníamos prisa de pasar el rio. gusto la propicia ocasion de las próximas
Bajamos á la ribera por una especie de barranco 1 Pascuas de Navidad y del Fin de año, para
y nos diri,jimos al vado, buscando como mt>jor 1 felicitar á todos los Cooperadores deseánpodíamos los sitios más secos y fáciles de pasar. l doles las más electas bendiciones y toda
Llegamos ~\ las H, y despues de un cuarto de clase de prosperidades.
hora, pusimos mano á los trabajos necesarios 1
La Comunion que, por privilegio Pontipara el trasporte. El rio tiene por aqnel sitio
ficio,
harán en sus Iglesias en la noche de
setenta y cinco metros de ancho con un canal
· en la costa de unos tres metros de profundidad Navidad los Salesianos y todos sus niños,
por 40 de ancho y con una corriente de casi tres la aplicarán al Di,rino Niño Jesús á fin de
millas. Pasaron primero á nado la mitad de los que se digne derramar abundantemente sosoldados y algunas mulas : se ató despues el bote bre nuestros bienhechores muchas gracias
cargado á la cola de un caballo, á fin de llevarlo celestiales, y les conceda un felicísimo año
hasta la orilla con no poca dificultad.
con la perseverancia en el bien.
A la orilla opuesta un soldado tenia cuenta de
las mulas y otro se ocupaba en descargar los
objetos de la barca á medida que llegaba á la
orilla. La pobre mula iba y volvía prestándonos
Con aprolmcion <le h .iut. Eclesiástica - Gmnte 1\UTEO GIIIGMO~IE
el servicio de un buen marinero. Entre los prime~'urin, 1887 - Tipogmfia Salesiana.
meros que tentaron de pasar el vado fué el
soldado José Ordenes, quien, llegado á la mi-tad
del rio , sucedióle lo mismo que la vez pasada
corriendo en ésta grandísimo peligro de ahogarse.
Otro incidente hízonos sufrir tambien aquel
Octub1·e.
dia. Despues de unos veinte viajes entre idas y
l
venidas al rededor del rio, la mula se cansó y La voz de los Misioneros en la Patagonia pág.
El Corazon de Jesús y la niñez . . . .
>>
3
túvose que poner otra en su lugar, la cual, si La
>>
4
iglesia del Sagrado Corazon en Roma
bien era bastante mansa, sin embargo, al llegar Noticias de la Patagonia
»
5
á la orilla opuesta con la barca atada á la cola, Carta de Paysandú
''
6
se espantó de no sé qué cosa y comenzó á cor- Una ftbjuracion . .
>>
7
rer desesperadamente por el campo, á riesgo de Don Bosco en Milán . .
»
lO
>>
12
hacer trizas el bote y comprometer de este modo Gracia de María Auxiliadora . . .
» ib.
el buen éxito de la expedicion. Por fortuna la Colegio de N. S. del Cármen en Utrera
Noviembre.
mula en su corrida desesperada, no tropezó con
13
ninguna peña y se paró muy pronto pues de El Corazon de Jesús y los triunfos de la Iglesia >>
Carias ele la Patag·onia . . . . . . . . >>
15
lo contrario habría causado no pequeños males. Conferencias en Busto Arsicio y en Casale Litta >>
18
A las 7 de la noche habíamos pasado todos y Gracias de María Auxiliadora . . . . . . >>
l9
en nuestros rostros trasparentaba la legítima Historia del Oratorio de S. Francisco de SaleR » 20
satisfaccion de haber vencido una dificultad, de Cristianos á la prueba . . . .
>>
21
»
22
la cual dependió quizá el Inal éxito de la expe- El catolicismo y Matilcle Serrao
>>
24
dicion Poper. Felicitamos merecidamente al sar· El secreto de la Confession .
Diciembre.
gento Rozas por la actividad que demostró en
»
25
favor de todos al pasar el referido peligroso Felicitacion . . . . . . .
La
palabra
del
S.
Padre
.
.
.
.
.
.
.
>.>
ib.
vado, que quisimos distinguirlo con su nombre El Corazon de Jesús y la bienaventuranza del
llamándolo paso Rozas, mientras bautizamos la
dolor . . . . . . . . . . .
"' 26
barca, que tantos servicios nos hizo, con el nom- Mision por las riberas del Rio Negro .
»
28
bre de S. Ambrosio, pues precisamente en aquel Oracion á María Santísima . . . . .
>>
35
dia celebraba la Iglesia h fiesta de tan gran Santo. Un sordo-mudo en Lourdes . . . .
»
ib.
ÍNDICE DEL AÑO 1886.
o
A
188
Enerl!l.
Carta de D. Bosco á los Cooperadores y Cooperadoras ,
pag.
La mision salesiana para la América .
»
Colegio Pio de Villa Colon . . . . . . 1>
El cumplimiento de un voto ó sea la consagracion
de la iglesia del Sagrado Corazon de Jesús »
Aviso
»
o
l
8
lO
12
ib.
Febrei'O.
Llegada ele los Misioneros salesianos a Montev. »
La clifusion ele los buenos libros .
o
»
Breve noticia necrológica del Sr. D. Diego Ma
Santiago, insigne Cooperador salesiano del coleg·io de Utrera .
.
1>
Nuestras misiones. I. La Tierra del Fuego . »
II. Entrevista ele un hijo ele Sayuhueque
con Mons. Cagliero . •
1>
Ill. Salida de los misioneros para las Cordilleras y Tierra del Fuego
»
IV. Bautismos ele Indios
»
V. La bendicion del Santo Padre
»
VI. Correspondencia del Brasil . . . »
VIl. Carta de un ilustre y antiguo misionel'O »
Marzo.
El Jubileo sacerd. del Sumo Pont. Leon XIII »
La fiesta de S. Francisco de Sales y la Conferencia ele los Cooper. Salesianos en Turin »
Nuestros misioneros. I : El aclios . . . . 1>
II: El viaje .
»
El Corazon ele Jesús y el remedio para uno de
los más tremendos males soeiales .
. »
Noticias dela Tierra del Fuego y ele la Patagonia »
Gracias de María Auxiliadora
»
Historia del Oratorio de S. Francisco de Sales >>
A!uil.
Carta ele D. Bosco .
·»
La fiesta de s. Francisco do Sales en los Talleres salesianos de Sarriá (Barcelona)
»
Historia ele los Cooperadores salesianos. Su objeto, orígen, progreso y organizacion
. »
La fiesta de s. Francisco de Sales y conferencia
de los Cooperadores salesianos en el eolegio
de Utrera .
»
Viaje de nuestros misioneros .
»
Carta del Brasil
»
Historia del Oratorio di s. Francisco de Sales r>
13
ib.
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16
18
19
ib.
23
ib.
24
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26
27
ib.
2<J
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34
35
37
38
41
42
44
46
48
Mayo.
La consagracion de la iglesia del Sagrado Corazon de Jesús .
. »
El mes de mayo dedicado ú rdaría Sma. Auxiliadora . .
1>
Carta de b América .
»
Historia de los Cooperadores t:lalesianos
»
Carta de Carácas (Venüzuela) ..
>>
Historia del Oratorio ele S. Francisco de Sales »
Gracia de María Auxiliadora .
»
Noticias de la casa de Bordighera Torrione (Italia)»
Valentin ó la vocacion contrariada
>>
Avisos á los Suscritores
»
ib.
ib.
73
74
79
82
84
86
87
88
A!]!osto.
Devocion y g-ratitud
»
D. Bosco festejado el dia ele sn santo en el Oratorio de s. Francisco de Sales : .
»
Viaje á Chile de los Misioneros Sa.l'!lsianos y de
Mons. Cagliero. - Carta II1: Peligrosa coi da
ele Mons. Cagliero .
>.>
Carta IV: Viaje de Mons. Cagliero sobre
las cordilleras y llegada á Concepcion
>>
Gracias de María Auxiliadora
»
Historia del Oratorio de S. Francisco de Sales »
Setiem!J¡·e.
Aviso
. .
»
D. Rosco y lo::; S:1le><ti1nns cm l:t. Repúbliea del
Ecuador
»
Noticias de Chile .
»
El Corazon de .J os\1s y Jo,, con:'!1.wlos de lo sobrenatural .
.
»
Historia del Oratorio de S, Francisco do Sales »
Gracias de María Auxiliadora
»
Octubre.
D. Bosco y las misiones salesianas
''
Carta del ·Cármen ele Patagones . .
Pensamientos del Papa Leon XIII sobre el Catecismo para la buen&, educacion de los niños »
Exploraeion de Ja. Tierra del Fuego y D. José
Fagnano
.
.
.
>>
Gracia de María Sma. Auxiliadora .
>>
Una madre y un hijo que ruegan por el Papa»
Historia del Oratorio el e S. Francisco de Sales »
Valentin ó la vocacion contrariada.
»
o
))
8Q
ib.
<;;JO.
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Noviembre.
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ib.
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Junio.
Fiesta en R.oma con motivo de la consagracion
»
de la iglesia del Sdo. Corazon ele Jesús
Carta de Sarriá (Barcelona)
»
El teólogo Margotti
»
La Guardia de Honor y el J ubiléo sacerdotal
del S. P. Leon XIII
»
Los misioneros salesianos en Chile
»
Salida de los J\1isioneros para Chile
»
Sagrada funcion el dia de dicha salida
»
Gravísimo peligro á que se vió expuesto Mons.
Juan Cagliero
}>
La Semana Santa en J erusalen
'>
Julio.
Fiesta de María Auxiliadora en Turin .
>>
Viaje á Chile de los sacerdotes salesianos y de
Mons. Cagliero. - Carta I: Doc,de Buenos Aires hasta Concepcion .
»
Carta Il : Los Salesianos en Concepcion »
Carta lii: Peligrosa caida de JVIons. Cagliero »
Fiesta ele María Auxiliadora y conferencia ele los
Cooperadores Salesianos en los trdleres y colegio de Sarri?, (Barcelona)
>>
Gracia ele María Auxiliadora .
>>
Historia del 0J'Rtorio do S. Francisco de Sales »
Aviso
»
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ib.
ib.
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Aviso
.
»
Salida de los Mision. Sales. para el Ecuador 1>
El santo Rosario y la cnrta del Padre Santo á
los ObispoR de Italia . . . . . . . . >)
Una grata y afectuosa visita 6 Don Bosl'o Oil Turin >>
Las ánimas del Purgatorio
»
Es tiempo de obrar
»
Exploracion de l.G. Tierra del Fuego y D. José
Fagnano . . . . . . . .
»
Peregrinacion de los obreros franceses á R.oma >>
Historia del Oratorio de S. Francisco ele Sales »
Diciembre.
A S. S. Leon XIII. . . . .
»
Breve de S.S. con motivo ele su .Jubileo Sacerdotal. »
Los Salesianos en el Jubileo del Santo Padre >>
Los Salesianos en Trento
»
Los Salesianos en lnglaterrn
1>
Carta Argentina
»
Gracias de Maria Auxiliadora
»
Exploracion de la Tiorre~ drl Fueg-o
»
Felicitacion
»
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OBl{AS DE D& BOSCO
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